Está en la página 1de 16

ESCUELA SUPERIOR DE CIENCIAS DE LA SALUD

CURSO INTRODUCTORIO

ASIGNATURA BIOLOGIA GENERAL

UNIDAD 3: BIOMOLÉCULAS

Introducción a las biomoléculas

Se mencionó anteriormente que las moléculas que forman la estructura de los seres
vivos se clasifican en dos grandes grupos: inorgánicas y orgánicas. Una de las
peculiaridades de las moléculas orgánicas consiste en que son de origen biológico, o
sea son fabricadas por los mismos seres vivos. Por ello a las moléculas orgánicas se
las designa también como “biomoléculas”.

Todas las moléculas orgánicas tienen en común la presencia de muchos átomos de


carbono unidos entre sí. Existen miles de biomoléculas diferentes y para su mejor
estudio se las clasifica en cuatro grandes grupos: los carbohidratos, los lípidos, las
proteínas y los nucleótidos. Veremos brevemente las características distintivas y las
propiedades biológicas de estos grupos de biomoléculas.

¿Qué es un hidrato de carbono?

Los hidratos de carbono, también llamados carbohidratos o glúcidos, son


biomoléculas que contienen átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, los cuales
mantiene entre sí una proporción bastante pareja, en la cual por cada átomo de
carbono hay dos de hidrógenos y uno de oxígeno. Los hidratos de carbono más
simples se denominan monosacáridos, que corresponden a una molécula que no
puede romperse en glúcidos más pequeños.

Todos ellos responden a la fórmula general C n(H2O)n (donde "n" es un número del 3
al 7). Los hidratos de carbono más pequeños poseen tres átomos de carbono (y por
lo tanto 6 de hidrógeno y 3 de oxígeno) y se denominan triosas (3C).
Otros monosacáridos son tetrosas (4 C), pentosas (5 C), hexosas (6 C) y heptosas
(7 C). Los hidratos de carbono son los compuestos orgánicos más abundantes en
los seres vivos. Los vegetales los fabrican en un proceso conocido como
fotosíntesis, durante el cual con ayuda de la energía solar producen hidratos de
carbono y otros productos químicos necesarios para que los organismos sobrevivan
y crezcan.

Uno de los monosacáridos más abundantes en nuestro cuerpo es la glucosa, que es


una hexosa con la siguiente estructura:

Los monosacáridos pueden existir en forma aislada o también pueden unirse entre
sí, formando moléculas muchos más grandes. Los disacáridos están formados por
dos moléculas de monosacáridos unidas. Un disacárido puede a su vez romperse
produciendo dos monosacáridos libres. Los monosacáridos se unen mediante un
enlace covalente conocido como enlace glucosídico, tras una reacción que implica la
pérdida de un átomo de hidrógeno de un monosacárido y un grupo hidroxilo del otro
monosacárido, con la consecuente formación de una molécula de H 2O, de manera
que la fórmula del disacárido pasa a ser C12H22O11. Los monosacáridos y de los
disacáridos son sustancias cristalinas, solubles en agua y de sabor dulce.

Un disacárido puede unirse a otros monosacáridos. Las posibilidades de


combinación son numerosas. Cuando la molécula está formada por varios
monosacáridos unidos consecutivamente, se suele denominar oligosacárido (oligo =
pocos). Cuando el número de monosacáridos que se unen para integrar la molécula
es alto, al glúcido se lo designa como polisacárido (poli = muchos). Un polisacárido
puede entonces definirse como una molécula de hidrato de carbono formada por la
unión de muchos monosacáridos.
La glucosa constituye el monosacárido más abundante en los seres vivos. Entre los
principales polisacáridos, puede mencionarse el glucógeno en los animales y el
almidón en los vegetales. Ambos están formados por la unión de varios centenares o
miles de glucosas individuales.

Los hidratos de carbono cumplen importantes funciones

Los hidratos de carbono desempeñan diversas funciones dentro de los seres vivos, a
saber:
1- Energética
2- Estructural
3- Componente de otras moléculas
4- Reconocimiento

1.-La principal función de los hidratos de carbono es energética. Los glúcidos son la
fuente más común de obtención de energía, por lo que los monosacáridos
constituyen la fuente primaria de combustible para el metabolismo. Por ello se los
considera “energía de primer orden”. Aunque cualquier monosacárido puede aportar
energía, la glucosa es la molécula energética por excelencia de los seres vivos.

La glucosa aporta energía inmediata a las células, y es la responsable de mantener


funciones vitales tan variadas como el dinamismo muscular, la tensión arterial, la
actividad de las neuronas o la regulación de la temperatura corporal. Si bien muchos
tejidos y órganos animales pueden usar indistintamente los glúcidos y los lípidos
como fuente de energía, otros, como el cerebro, no pueden usar directamente los
lípidos y deben ser mantenidos continuamente con glucosa.

Cuando los monosacáridos no se necesitan de manera inmediata por las células, son
rápidamente convertidos en otras formas químicas, generalmente en polisacáridos.
Los polisacáridos tienen función de reserva energética, como ocurre con el almidón y
el glucógeno.
2.-Algunos hidratos de carbono forman diversas estructuras en células y tejidos
biológicos. Por ejemplo, la quitina es un polisacárido con función estructural, que se
encuentra en los esqueletos externos de artrópodos y de otros grupos de animales,
confiriéndoles gran resistencia y dureza.

3.-Algunos monosacáridos forman parte de moléculas más complejas, como es el


caso de la ribosa y la desoxirribosa (ambas pentosas), que integran a los
nucleótidos.

4.-En la membrana que rodea a todas las células se encuentran moléculas de


determinados hidratos de carbono. Estos glúcidos se ubican siempre en la parte
externa de la membrana, y participan de la función de “reconocimiento celular”,
propiedad que le permite a las células identificar los cuerpos y moléculas con las que
toma contacto. Esto es vital para diferenciar alimento y otras sustancias útiles con
respecto a patógenos y sustancias perjudiciales, así como para reconocer a las
células vecinas y compartir con ellas diversas actividades y conformar estructuras
mayores. Sin esta propiedad de reconocimiento, no podrían existir tejidos y órganos
y no se podría sobrepasar el nivel unicelular de organización.

¿Qué es un lípido?

Bajo el nombre de lípidos se incluye un grupo de sustancias bastante heterogéneo,


las que tienen en común la propiedad de ser insolubles en agua. Estructuralmente
los lípidos son biomoléculas formadas básicamente por carbono e hidrógeno, y en
mucha menor proporción también oxígeno. A diferencia de los hidratos de carbono,
en los cuales la relación H : O es aproximadamente de 2:1, en los lípidos la cantidad
de hidrógenos es siempre mucho más del doble que los oxígenos. Algunos lípidos
pueden contener también otros átomos, como ser fósforo, nitrógeno y azufre.

Cuando los lípidos se encuentran en estado líquido se los denomina aceites, y


cuando están en forma sólida se los denomina grasas. Una característica básica de
los lípidos, y de la que derivan sus principales propiedades biológicas es la
hidrofobicidad (no se mezclan con el agua).
Algunos lípidos pueden unirse a otras moléculas que no son lípidos, que pueden ser
de naturaleza tanto orgánica como inorgánica. Un ejemplo de esto lo constituyen los
fosfolípidos, moléculas formadas por un lípido unido a un fosfato (una sal inorgánica).
Los fosfolípidos presentan la peculiaridad de que una parte de la molécula es
fuertemente hidrofóbica (la parte lipídica, que rechaza el agua), mientras que la parte
correspondiente al fosfato es polar y por lo tanto hidrofílica (se atrae con el agua).
Las moléculas con este doble comportamiento juegan un importante rol biológico, y
se denominan anfipáticas.

Los lípidos cumplen valiosas funciones

Entre las funciones de los lípidos pueden mencionarse las siguientes:

1- Energética
2- Estructural
3- Aislante
4- Protección

1.-Los lípidos constituyen la principal reserva energética de animales y vegetales.


Esto se debe a que un gramo de grasa puede almacenar más del doble de energía
que un gramo de proteína o de glúcido. Cuando un ser vivo recibe energía en exceso
a partir del alimento o de la fotosíntesis, éste puede almacenarla en forma de grasas,
que podrán ser reutilizadas posteriormente en la producción de energía, cuando el
organismo lo necesite. A los lípidos se los considera por ello como “energía de
segundo orden”, ya que en general lo primero que el organismo utiliza como fuente
de energía son los hidratos de carbono, y cuando estos se terminan o están poco
disponibles se recurre a los lípidos.

2.-Los lípidos poseen asimismo una importante función estructural, formando parte
de numerosas estructuras de los seres vivos. Entre los lípidos más importantes se
hallan los fosfolípidos, componentes mayoritarios de la membrana que recubre a
todas las células.
3.-Debido a su insolubilidad en agua, las moléculas de lípidos se emplean para aislar
o “impermeabilizar” partes de células y de tejidos biológicos e impedir el paso del
agua cuando es conveniente. Las denominadas “ceras” son también moléculas de
naturaliza lipídica. Son sustancias altamente insolubles en medios acuosos y a
temperatura ambiente se presentan sólidas y duras. En los animales las podemos en
en la superficie del cuerpo, piel, plumas, cutícula y en estructuras de protección e
impermeabilización como la cera de las abejas. En los vegetales, las ceras recubren
en la epidermis de frutos y tallos, junto con la cutícula o la suberina, que evitan la
pérdida de agua por evaporación.

4.-Diversos lípidos recubren órganos, o los protegen mecánicamente como el tejido


adiposo de pies y manos. Las grasas también sirven como una protección muy útil
hacia una gran cantidad de enfermedades. Cuando una sustancia particular alcanza
niveles peligrosos en el torrente sanguíneo, el organismo puede momentáneamente
aislarla, almacenándolas dentro de tejido adiposo. Esto ayuda a proteger órganos
vitales, hasta que la sustancia dañina pueda ser metabolizada o removida de la
sangre.

Las proteínas están formadas por la unión de aminoácidos

Las proteínas son biomoléculas formadas por la unión de numerosas moléculas más
pequeñas denominadas aminoácidos. Para estudiar este tema es por lo tanto
imprescindible conocer a los aminoácidos, ya que estos constituyen las unidades
fundamentales de las proteínas y determinan muchas de sus propiedades.

Los aminoácidos son un grupo de pequeñas moléculas, similares entre sí, de las que se
conoce un total de veinte. Consisten en un átomo de carbono cuyas cuatro uniones
químicas tienen las siguientes opciones: por un lado un grupo carboxilo, por otro lado un
grupo amino, la tercer unión es con un átomo de hidrógeno y el cuarto enlace, designado
como “R”, es de composición variable y su presencia determina las diferencias entre los
veinte aminoácidos conocidos.
Los aminoácidos se pueden unir entre sí, en forma prácticamente ilimitada. La unión
química entre los aminoácidos se produce mediante un enlace covalente entre el
grupo amino (–NH2) de uno de ellos y el grupo carboxilo (–COOH) de otro. Esta
unión se denomina enlace peptídico. La unión de dos aminoácidos origina una nueva
molécula que recibe el nombre de dipéptido. El enlace peptídico implica la pérdida de
una molécula de agua y la formación de un enlace covalente CO-NH, como se
observa en el esquema:

Si se une a un tercer aminoácido se forma un tripéptido y así, sucesivamente. La


unión de muchos aminoácidos consecutivos conforma una molécula conocida como
polipéptido. Los polipéptidos están formados, pues, por la unión de aminoácidos
mediante enlaces peptídicos.

Esquema de un tripéptido
La diferencia entre un polipéptido y una proteína radica en que el polipéptido es la
molécula propiamente, es un concepto químico, correspondiente la unión secuencial
de aminoácidos, mientras que la proteína es un concepto biológico, que se refiere al
polipéptido que cumple funciones concretas en el ser vivo. Cuando un polipéptido
ejerce funciones determinadas, entonces se lo llama proteína.

Las proteínas son muy específicas

Las proteínas se destacan por su “especificidad”, esto significa que cada proteína se
especializa en cumplir una función concreta. El funcionamiento de una proteína está
fuertemente relacionado la forma espacial de la molécula. Cada proteína tiene una
forma en el espacio, en las tres dimensiones, propia y exclusiva. Si esta forma
espacial se modifica, aunque sea parcialmente, es posible que la molécula no pueda
cumplir su función, lo cual puede ser sumamente grave para el organismo.

La pérdida de la estructura espacial característica de una proteína se conoce como


desnaturalización (“perder su naturaleza”). La desnaturalización se puede producir
por varios motivos, de los cuales los más frecuentes son los cambios de la
temperatura y del pH.

Para todas las proteínas existe un pequeño rango de temperatura dentro del cual su
estructura se mantiene más estable, que es del orden de 36 a 37°C. Por ese motivo
algunos seres vivos (aves y mamíferos) han desarrollado la propiedad de mantener
su temperatura corporal constante. Ese es el motivo por el cual tenemos una
temperatura corporal de 36 a 37°C, para asegurar que todas las proteínas estén
funcionando al máximo de eficiencia, y no corran el peligro de desnaturalizarse o de
funcionar mal. La desnaturalización de unas pocas proteínas puede acarrear
consecuencias gravísimas, incluso letales, por lo que nuestro cuerpo ha desarrollado
mecanismos muy eficientes de control de la temperatura interna.
Las proteínas cumplen importantísimas funciones

Las proteínas ocupan un lugar de máxima importancia entre las moléculas que
forman a los seres vivos. Prácticamente todos los procesos biológicos dependen de
la presencia o actividad de estas sustancias. Las proteínas determinan la forma y la
estructura de las células y dirigen las reacciones metabólicas. Las funciones de las
proteínas son específicas, es decir que cada proteína tiene una función que no
puede cumplir otra proteína diferente.

Entre las funciones de las proteínas pueden mencionarse las siguientes:

1-Estructural
2- Energética
3- Transportadora
4-Defensiva
5-Contráctil
6-Enzimática

1.-Las proteínas forman casi todas las estructuras del cuerpo. Muchas constituyen
estructuras celulares, formando parte de las membranas y de muchas organelas. Las
histonas forman parte de los cromosomas que regulan la información genética. Otras
proteínas confieren elasticidad, resistencia y composición a órganos y tejidos. La
queratina es una proteína que forma parte de la piel, el pelo y las uñas. El colágeno y
la elastina forman el tejido conectivo de los vertebrados.

2.- Aunque no es su función más común, como toda molécula orgánica, las proteínas
pueden proveer energía. Cuando las moléculas prioritariamente energéticas, es decir
los hidratos de carbono y los lípidos, se han agotado, el ser vivo puede utilizar las
proteínas como fuente energética alternativa. Por esta circunstancia a las proteínas
se las menciona como “energía de tercer orden”. También el organismo puede
aprovecharlas como aporte de energía cuando la ingesta es excesiva en proteínas y
hay suficiente para garantizar sus otras funciones.

3.-Muchas proteínas actúan como transportadoras de estructuras celulares o de


otras moléculas. La hemoglobina transporta oxígeno a través de la sangre hacia
todas las células del cuerpo. La mioglobina transporta oxígeno en los músculos. Las
lipoproteínas transportan lípidos por la sangre. Los citocromos transportan
electrones. En las membranas celulares se encuentran intercaladas proteínas que
facilitan el transporte de moléculas útiles desde el exterior hacia el interior de las
células.

4.-Existen proteínas de defensa, que protegen al organismo contra posibles ataques


de agentes extraños. Entre ellas están los denominados anticuerpos
(inmunoglobulinas), y las proteínas denominadas interferones cuya función es inhibir
la proliferación de virus en células infectadas e inducir resistencia a la infección viral
en otras células. El fibrinógeno y la trombina son proteínas de la sangre que regulan
el proceso de coagulación para evitar hemorragias. Las mucinas tienen efecto
germicida y protegen a las mucosas. Algunas toxinas bacterianas, como la del
botulismo, o los venenos de algunas serpientes, son proteínas fabricadas con
funciones defensivas.

5.-Algunas proteínas tienen función contráctil, ya que son capaces de modificar su


forma, dando la posibilidad a las células o tejidos de los que forman parte de
contraerse o de relajarse, con lo cual están implicadas en los diferentes mecanismos
de motilidad. Las proteínas más conocidas de este grupo son la actina y la miosina,
que constituyen las miofibrillas responsables de la contracción de los músculos. La
dineína permite el movimiento de los flagelos, como es el caso de los flagelos
responsables de la movilidad de los espermatozoides. Cualquier afectación de esta
proteína puede ser causa de esterilidad.

6.-La función enzimática es posiblemente uno de los aspectos más importantes de


mencionar y de comprender en el estudio de las moléculas. Las enzimas son
moléculas que actúan como controladoras de las reacciones químicas del
metabolismo celular. Para que los acontecimientos celulares ocurran en el momento
preciso, todas las reacciones metabólicas se encuentran controladas. ¿Cómo ejerce
este control? Para ello existen moléculas especiales, que podríamos llamar
“controladoras” o “catalizadoras”. Estas moléculas son las enzimas, y su acción de
control efectivo se conoce como acción enzimática. Desde el punto de vista
estructural, todas las enzimas son proteínas. Algunas proteínas pueden no actuar
como enzimas, y desempeñar las diversas funciones que se indicaron anteriormente.
También puede darse el caso de una molécula proteica con función estructural, y
que en determinadas circunstancias pase a actuar como enzima.

¿Cómo actúan las enzimas?

Las enzimas, para cumplir adecuadamente su función, deben ser muy específicas.
Esto significa que, si bien todas las reacciones químicas de las células son
catalizadas por enzimas, cada enzima solo cataliza una determinada reacción, por lo
que deben existir tantas enzimas como reacciones.

La molécula de enzima “ayuda” o posibilita que la reacción tenga lugar, pero no se


consume durante el proceso. En una reacción catalizada por enzima, los reactivos,
es decir las sustancias sobre las que actúa la enzima, se denominan sustratos. Los
sustratos son modificados químicamente y se convierten en productos. Como esta
reacción suele ser reversible se expresa de la siguiente manera:

Esto indica que la enzima, en presencia del sustrato, se combina para formar un
complejo “enzima-sustrato”, de muy breve existencia, que pasa a dar los productos
de la reacción y la enzima libre, que se encuentra en la misma forma química al
comienzo y al final de la reacción.

Se sabe que las moléculas del sustrato se unen a un sitio particular en la superficie
de la enzima, denominado sitio activo. La estructura tridimensional de este sitio
activo, donde solo puede entrar un determinado sustrato es lo que determina la
especificidad de las enzimas. El acoplamiento es tal que se suele indicar que el
sustrato se adapta al centro activo o catalítico de una enzima de manera similar a la
manera en que una llave encaja en una cerradura (que debe ser por lo tanto muy
específica).
En una reacción metabólica del tipo: A  B + C , el mecanismo de acción
enzimática puede esquematizarse de la siguiente manera:

Esquema del mecanismo de acción enzimática

Frecuentemente los reactivos por sí mismos no llegan a reaccionar. Necesitan cierta


energía para que la reacción se inicie. La enzima logra disminuir esta “energía de
activación”. Para realizar esta acción, una enzima puede actuar de varias formas,
como ser orientar a los sustratos. En ese caso parte de la energía de activación se
utiliza para que los sustratos se ubiquen espacialmente de tal manera que se
enfrenten con los átomos correctos para formar los enlaces.

Algunas enzimas necesitan para su actividad un componente químico adicional


llamado cofactor, que puede ser inorgánico (como algunos cationes metálicos) o
moléculas orgánicas, que en ese caso se conocen como coenzimas. Algunas
moléculas como las conocidas vitaminas, son necesarias en la alimentación porque
actúan como coenzimas, es decir que se unen a ciertas proteínas y le otorgan
función enzimática.

Las enzimas se denominan añadiendo la terminación “asa” al nombre del sustrato


con el cual reaccionan. Así, la enzima que controla la descomposición de la urea
recibe el nombre de ureasa; aquéllas que actúan permitiendo la ruptura de proteínas
se denominan proteasas, las que desdoblan lípidos se mencionan como lipasas.
Nucleótidos
Los nucleótidos son compuestos orgánicos formados por la unión de tres moléculas
más pequeñas: una pentosa (azúcar de cinco átomos de carbono), una pequeña
molécula denominada “base nitrogenada” y una molécula de fostato (sal inorgánica).
Se conocen dos pentosas que pueden integrar los nucleótidos: la ribosa y la
desoxirribosa. Ambas son muy parecidas y se diferencian sólo por poseer un átomo
de oxígeno más en la ribosa.

Las bases nitrogenadas designan a un grupo de moléculas que tienen en común la


existencia de varios átomos de nitrógeno y en las cuales las uniones entre sus
carbonos y nitrógenos se disponen en forma de anillo cerrado. Algunas bases tienen
la forma de un anillo con aspecto hexagonal, y derivan de una molécula precursora
conocida como pirimidina, por lo cual se designan como “bases pirimídicas”. Otras
bases contienen dos anillos unidos, y derivan a su vez de una sustancia llamada
purina, por lo que se designan como “bases púricas”.

Se conocen en total cinco moléculas que responden a estas características, y que


pueden formar parte de los nucleótidos. Dos de ellas son púricas, y sus nombres
específicos son adenina y guanina. Las tres restantes son pirimídicas, y se
denominan timina, citosina y uracilo. Como las cinco comienzan con letras diferentes,
es frecuente hacer referencia a las bases nitrogenadas utilizando directamente dicha
letra (A, G, C, T y U).

Estructura de las bases nitrogenadas que forman parte de los nucleótidos


Entonces, un nucleótido se podría esquematizar de la siguiente manera:

Representación esquemática de un nucleótido con ribosa

Cuando se unen las bases nitrogenadas a la pentosa para formar un nucleótido,


pueden darse las siguientes combinaciones:
Desoxirribosa  se combina con A, C, G o T
Ribosa  se combina con A, C, G o U

Es decir que A, C y G se pueden unir a cualquiera de los dos hidratos de carbono,


pero la timina sólo lo hace con la desoxirribosa, y el uracilo sólo lo hace con la
ribosa. De ese modo es que existen en los seres vivos un total de ocho nucleótidos
posibles: cuatro de ellos llevan desoxirribosa (= desoxirribonucleótidos) y los otros
cuatro llevan ribosa (= ribonucleótidos). Los nucleótidos pueden cumplir varias
funciones en el organismo, a saber:

-Actuar como transportadores y almacenadores de energía celular, guardando la


energía que se desprende del proceso de respiración. Entre los nucleótidos más
importantes con esta función se encuentra el ATP.

-Actuar como coenzimas. Algunos nucleótidos se encuentran libres en las células y


pueden unirse a determinadas proteínas para permitirles cumplir su función
enzimática específica.

-Ser las unidades constituyentes de los ácidos nucleicos. Esta es posiblemente la


función con la que más se asocia a los nucleótidos.
Los nucleótidos forman los ácidos nucleicos

Las moléculas de nucleótidos pueden permanecer en forma individual o pueden


unirse entre sí. La cantidad de nucleótidos que pueden unirse entre sí es muy alta,
prácticamente no hay límite al respecto, de modo que pueden formarse enormes
moléculas de hasta millones de nucleótidos de largo. Estas moléculas reciben el
nombre de “ácidos nucleicos” (= pertenecientes o referentes al núcleo), por ser el
componente principal del núcleo de las células.

La unión entre nucleótidos sólo se produce entre los que tienen el mismo hidrato de
carbono (ribosa o desoxirribosa). Por lo tanto, cualquiera sea su extensión y
cualesquiera sean las bases involucradas, en toda molécula de ácido nucleico los
nucleótidos que lo integran, todos poseen la misma pentosa. Basándose en esta
propiedad se clasifica a loa ácidos nucleicos en dos grandes grupos: los que poseen
desoxirribosa (= ácido desoxirribonucleico) y los que poseen ribosa (= ácido
ribonucleico). Frecuentemente se los designa en forma abreviada, mediante sus
letras iniciales: ADN y ARN. Además de la diferencia en la pentosa, lo que da origen
a sus nombres, ambos ácidos nucleicos presentan numerosas otras diferencias,
tanto estructurales como funcionales.

Los ácidos nucleicos se relacionan con el almacenamiento de información. ¿Qué tipo


de información? Pues toda la referente al ser vivo. Ocurre que la información de cada
organismo, la que indica cómo deben ser sus componentes, cómo debe funcionar
sus estructuras, incluso cómo será su comportamiento general y cuál será su
respuesta ante determinados estímulos o situaciones, se encuentra guardada
molecularmente en los ácidos nucleicos. Los azúcares y los fosfatos tienen una
función estructural formando el esqueleto del polinucleótido, de modo que son las
bases nitrogenadas, concretamente su secuencia específica, las que contienen la
información vital de cada organismo.

El ADN es una molécula tan importante que nunca sale del núcleo. Cuando la
información contenida en alguna de sus partes se necesita en algún lugar de la
célula, el ADN puede hacer una copia. Esa copia es precisamente una molécula de
ARN, que actúa como un mensajero, llevando la información del ADN con sus
instrucciones a determinados lugares de la célula.

ACTIVIDADES DE LA UNIDAD 3

Tras leer y analizar esta Unidad 3, deberás responder las preguntas que figuran en el
archivo “Actividades de la Unidad 3 de Biología” y enviarlas para su corrección antes
de la fecha límite establecida para su entrega.

También podría gustarte