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Volumen 10, Número 3, 2017, [p. 61 – p.

75]
Recibido: 21/7/2017 • Aprobado: 27/11/2017
DOI: https://doi.org/10.15359/siwo.10-3.4

TEOLOGÍA PLATÓNICA: A PROPÓSITO


DE LA IDEA SUPREMA DE BIEN EN LA
REPÚBLICA
Jean Seas Acosta
Universidad de Costa Rica

Resumen

La idea suprema de bien constituye un problema investigativo que amerita re-


flexión, porque es posible determinar en Platón al primer teólogo de Occidente. Si
la teología implica una reflexión racional sobre la divinidad, este es quien sienta la
base de un acercamiento intelectual al dios. La teología que expresa el ateniense
está matizada por la dimensión ontológica de la realidad, donde el dios puede ser
comprendido como realidad-fundamento, donde es posible extraer consecuencias
morales solamente a posteriori. Y esta concepción implica que su adecuada con-
templación debe ser llevada a cabo por la vía de la religación, más que la religión.

Palabras clave: Platón, República, bien, Zubiri, religación

Abstract

The supreme idea of the good constitutes an investigative problem that deserves
reflection because it is possible to determine in Plato, the first theologian of the
west. The theology told by the Athenian is tinged by the ontological dimension of
reality, where the existence of God can be understood as the foundation of all re-
ality; therefore, it is only possible to have moral consequences to a posteriori. This
conception implies that it's proper contemplation should be carried out through
relegation instead of religion.

Keywords: Plato, Republic, Good, Zubiri, relegation

ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482


https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/siwo
revistasiwo@una.ac.cr 61
Jean Seas Acosta Teología platónica: A propósito de la idea suprema de bien en la República

La historia tiene registrado que partir del texto de la República (1988),


desde las primitivas comunidades hu- para lograr establecer el vínculo y su
manas ha existido un interés por es- funcionalidad dentro de la organización
tablecer nexos con alguna divinidad política de la polis griega. Dentro del
o divinidades. De hecho, la propia corpus platónico, la dimensión teológi-
invención de la escritura parece que ca se puede ver como un tema trans-
surge del interés estrictamente religio- versal que ocupa al filósofo ateniense
so, pues se tiene constancia de que los en la mayoría de sus escritos, pero tal
“sumerios la habrían inventado con el cuestión en ninguno está tratada abi-
fin de preservar su tradición religiosa” erta y sistemáticamente como deseára-
(Haartmann 2001, 73). Sin duda al- mos. Sus referencias al ámbito de lo
guna, los elaborados discursos filosóf- teológico siempre están presentadas
icos que se han esgrimido en torno a mediante el recurso mitológico, carac-
la idea de dios han ocupado una gran terístico en Platón cuando quiere apun-
cantidad de páginas en la historia de la tar a un conocimiento objetivo. Conse-
filosofía y la teología, y lo seguirán ha- cuentemente, puede comprenderse que
ciendo, pues el dios como objeto de es- la ἐπιστήμη no admite ser “traducida”
tudio no se muestra inmediatamente a al lenguaje filosófico de la razón, porque
quien investiga. La gran mayoría de la su naturaleza es distinta de la humana,
tradición teológica de Occidente man- o porque no existe lenguaje que pueda
tiene un diálogo vivo con dios, mien- dar cuenta eficaz de ella.
tras que la metafísica racional de corte
filosófico procura mantener un diálogo Consideraciones en torno a la
de dios. La radical diferencia estriba en divinidad en Platón
el “con” y en el “de” de la proposición, Antes de proponer nuestra tesis
pues mientras que los primeros parten es necesario indagar sobre lo reflexio-
del supuesto de demostrar y aplicar una nado con anterioridad, aunque hemos
“realidad” trascendente a los asuntos de admitir que pocas referencias bib-
humanos y del mundo; los segundos liográficas existen en torno al tema.
someten a juicio de la razón el mismo El texto de Isart (1993) quiere pon-
supuesto y la vía de acceso a él. er en tensión la concepción de dios
El vocablo griego θεολογία fue us- que se puede extraer del pensamiento
ado por primera vez en el ámbito de la platónico respecto de la interpretación
filosofía por Platón de Atenas refirién- que hacen los primeros padres de la ig-
dose con él al estudio sobre el dios. lesia alejandrinos. La autora parte de
Nuestra intervención es una reflexión un estudio previo que considera que
sobre la teología natural del ateniense a en la Grecia Clásica hay dos tipos de

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corrientes religiosas: una que se puede quien ha logrado llegar a ser lo más jus-
considerar legalista e incluye toda la re- to posible” (Platón trad. 1988b, 176c).
ligión délfica con sus máximas estric- Por ello la autora sostiene que la idea
tas y sus observancias inflexibles, y la principal de Platón con su república
segunda mística, que incluye la idea de aristócrata, es crear una élite de sabios
parentesco con la divinidad. Desde su que formaran parte del coro de los di-
perspectiva, Platón se circunscribe en oses, pues recuérdese que solamente el
la segunda, pero la modifica un poco. filósofo Rey podría llegar a contemplar
las ideas eternas, y este es el más jus-
Para la autora, en Platón hay to de los integrantes que componen la
una nueva concepción de la divini- polis. Este aspecto preciso sería el vín-
dad, la manera de entenderla implica culo de semejanza entre el dios y los
un progreso cualitativo respecto de seres humanos, lo que significa que no
la religión antigua y, además, un paso habría la necesidad de un Cristo que
importante para la posterior reflexión vinculara ambos planos ontológicos
helenística en torno a la divinidad que diametralmente opuestos: pues si se es
esgrime toda reflexión cristiana. Del justo, se se comparte de la esencia del
corpus platónico se puede interpretar dios que estaría impregnada en el alma
que el dios sería un trascendente, ine- humana, y cuya creación él mismo ha
fable, desconocido y perdurable tras la delegado a otros dioses.
muerte del ser humano. En este senti-
do, habría en Platón una concepción La segunda tesis se circunscribe
monoteísta del dios, pero sin ser este a la noción griega de συγγένεια, que
necesariamente un dios personal. también tiene mucha relación con la
anterior; pero sus implicaciones son
Las consideraciones más impor- más inmediatas y concretas. Esta idea
tantes de la reflexión de Platón en tor- implica la noción de lazos de parente-
no a lo divino, para los intereses de Is- sco que hay entre el dios y los seres
art, son principalmente dos. En primer humanos. Se encuentra expresamente
lugar está la tesis de homoiosis theós en el Timeo (Platón 1992, 90 a–b): “…
que se encuentra en el Teeteto (Platón dios nos otorgó a cada uno la especie
1988b, 176c), la cual implica una más importante en nosotros como algo
posibilidad de cierta semejanza entre divino, (…) aquello de lo que decimos
el ser humano con el dios: “… la di- que habita en la cúspide de nuestro cu-
vinidad no es injusta en modo alguno; erpo nos eleva hacia la familia celeste
al contrario, representa el grado más desde la tierra, como si fuera una plan-
alto de la justicia, de manera que nin- ta no terrestre, sino celeste”. Existe en
guno de nosotros se le asemeja más que Platón una necesidad y obligación por

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que el ser humano imite la divinidad texto de la República. En primer lugar


en la medida de sus posibilidades; esto se asume que la educación en la polis
es, esforzarse por aproximarse a ella, es sumamente importante, porque de
pues en última instancia, el vínculo ella resultarán productos humanos cul-
entre lo humano y lo divino dios mis- turalizados que darán vida y funciona-
mo lo ha situado en el alma humana. miento a un Estado justo. Es por ello
que para el ateniense la educación de
Por otra parte, el texto de Lagunes los niños debe prescindir de fantasías
(2008) centra su discusión en torno a contradictorias respecto a los dioses
la función de la religión dentro de la tal y como han sido tradicionalmente
polis-estado de Platón, pero no existe enseñadas por Homero y Hesíodo. Es
un esfuerzo verdadero por desarrollar absurdo pensar que los dioses conviv-
suficientemente la idea. Se pretenden en con los seres humanos, porque di-
encontrar los fundamentos filosóficos oses y seres humanos son distintos por
para subrayar el papel moral y jurídi- naturaleza; los seres humanos estarían
co que juega la religión en el Estado, relegados al plano sensible mientras
asumiendo que el ateniense introduce que los dioses al plano inteligible.
conscientemente la idea de un dios Pero tampoco se puede pensar que los
interior. Ese dios interior será, poste- dioses sean creadores de cosas malas,
riormente, entendido como el logos de por ello Platón expulsa a los poetas de
san Juan y de Justino de Roma. Lo fun- su polis atribuyéndoles una mala labor
damental, dice Lagunes, para entend- pedagógica, pues los dioses, siendo
er la función de la religión dentro del buenos, deben crear pocas cosas, pero
pensamiento platónico viene dado por buenas. La concepción platónica del
su ontología, pues su dualismo produce dios, entonces, tendrá como atributos
un ser humano habitante de dos mun- importantes: la bondad, la simplicidad
dos. La conclusión más importante y la veracidad.
que se desprende de su análisis implica
una relación intrínseca entre filosofía En segundo lugar, el autor dice
y teología, y que además en Platón hay que hay un esfuerzo intelectual par-
una especie de filosofía de la religión ticular en Platón por comprender a la
del tipo ilustrada, donde se presenta a divinidad de un modo más racional.
un dios simple y trascendente. Esta sería una respuesta del ateniense
a los sofistas, quienes consideraban que
Para lograrlo, el autor empren- las divinidades eran producto de la in-
de un recorrido por los principales vención humana basados en la tesis de
argumentos que sostiene Platón con que los dioses difieren de lugar en lu-
respecto a los dioses, extraídos del gar. Aunque la religión popular griega

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es politeísta, y atribuye caracteres an- platónica con “nuevos ojos”, unos ojos
tropomórficos a sus dioses, se ve en el que tienen el horizonte filosófico que
ateniense un esfuerzo por consignar los pudieron haber tenido los griegos.
atributos entitativos de la divinidad en
una unidad, librándola a su vez de todo Primeramente se establece que la
antropomorfismo. Existe una crítica noción griega de θεός y la idea actual
voraz en Platón respecto al antropo- de “dios” no son equivalentes y ni si-
morfismo atribuido a los dioses popu- quiera se corresponden. Es más, no hay
lares, a tal punto que Lagunes indica palabra moderna que sirva para tradu-
que el ateniense sustituye la religión cir adecuadamente el concepto de dios
antropomórfica de los griegos, por una al que aludían los antiguos. Para los
religión espiritual que necesariamente griegos θεός es una noción predicativa,
desemboca en la trascendencia absolu- es decir, cuando un cristiano dice que
ta. Esa unidad perfectamente integra- dios es amor, en primer lugar afirma la
da se resume en la idea suprema de bien. existencia de un ser misterioso, y en
Hay que considerar también que en segundo lugar dice algo acerca de ese
Platón el dios sería el garante de la fe- ser; para el griego el orden es inverso:
licidad en la polis y presenta dos carac- cuando un griego afirma que el amor
terísticas: en primer lugar dios es solo es dios, no está presuponiendo la exis-
causa de lo bueno, y en segundo lugar tencia de ninguna divinidad misteriosa,
los dioses no son encantadores que se sino diciéndonos algo acerca del amor.
muden así mismos, por lo cual no con- Por tanto, hay que comprender que
ducen al ser humano a extravíos. Sien- cuando el griego pronuncia el vocablo
do dios el garante de la felicidad en el θεός, primaria y fundamentalmente, lo
Estado, representado en la idea supre- que quiere atribuir son los caracteres
ma de bien, su veracidad no puede ser de sobrehumano, ilimitado y perenne a
puesta en duda. una cuestión intrínsecamente humana.
En este mismo sentido, hay que tener
Otro aporte importante viene dado presente que como hijo de su época, el
por Grube (2010). El autor realiza un es- ateniense también comparte la misma
tudio donde nos aproxima a una mejor cosmología griega en la que se partía de
comprensión de la divinidad en Platón una materia eterna, lo cual imposibilita
y para ello se basa en una gran cantidad pensar en un dios creador a partir de la
de textos del corpus platónico. Primera- nada, por ello, decir dios no implicaba
mente se quiere limpiar del lastre, prin- darle realidad a la divinidad, sino elevar
cipalmente cristiano, con el que se ha un concepto, como el amor o la verdad,
interpretado la filosofía del ateniense a una categoría más elevada.
y proponer una lectura de la divinidad

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La pregunta acerca de la natu- no ataca a los dioses populares, sino


raleza de dios, dice Grube, en Platón más bien a la concepción popular de
no admite una única respuesta, pues los dioses, como ocurre en la República
se trata en el fondo de dos preguntas: y las Leyes. Hay, en el Platón de los
¿Qué es para Platón la realidad última primeros diálogos, la creencia de que
y absoluta? ¿Qué corresponde al as- existen ciertas fuerzas superiores con-
pecto dinámico de dios, al hacedor o tinuamente activas, pero en su etapa
creador de la vida? En lo que respecta de madurez los dioses se acomodan a
a lo primero, hay que tener presente la escala eterna de valores, del mismo
que las existencias últimas en Platón modo que los dioses populares obe-
son los arquetipos; las ideas o las decían a la balanza de la necesidad.
formas, y en este sentido son las que
verdaderamente existen sin cambiar, En la República los dioses parecen
pues son el “molde” de lo sensible. mantenerse aun en pie de igualdad
Este es un aspecto muy interesante a con las ideas, pero tampoco aquí se nos
tomar en cuenta, porque Platón no otorga explicación alguna de su rel-
identifica nunca a los dioses con las ación mutua. Solo aparecen dos veces
ideas, salvo en el Timeo 37c. Las ideas en una discusión en torno al arte. En lo
son un hecho innegable en la filosofía que respecta al Libro III de la República
del ateniense. En sus diálogos ideas y se critica y rechazan las narraciones de
dios (es) nunca se sitúan de manera los poetas en relación con los dioses,
contigua, por lo que hay que supon- porque ellos no los describen correcta-
er, entonces, que los dioses empiezan mente; parece ser que los dioses de los
a perder el primer puesto que habían poetas son en realidad la encarnación
mantenido originalmente, hasta el de los deseos mismos del poeta. Pero
punto de considerar a los dioses sub- también en el Libro X de la República
ordinados por las mismas formas, pues se efectúa una crítica importante, y es
en su contemplación encuentran ellos en torno a la relación entre el dios y el
la felicidad. Es más, un dios es divino pintor/escultor, donde Platón sitúa al
exclusivamente en virtud de su rel- pintor en una triple distancia de la ver-
ación con las ideas. Es por ello que los dad, por lo que su arte no puede reflejar
dioses, dice Platón, aman lo justo por correctamente la divinidad.
ser justo, y porque no podría ser de Por todo lo anterior, hay que con-
otra manera, dado que son perfectos siderar el carácter mítico de los di-
del mismo modo que las ideas. oses, pues ellos no son mencionados
Es muy importante el hecho que en discusiones acerca de la teoría de
señala Grube en cuanto a que Platón las formas, el aspecto más importante

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del pensamiento de Platón. Las ideas divinidad en el orden del mundo como
y los dioses representan dos principios todos los griegos clásicos y los autores
diferentes del mundo suprasensible, la latinos, basado en el movimiento reg-
realidad última y la causa primera del ular de los astros. La evidencia más
movimiento, principios que Platón patente de la existencia del dios reside
mantuvo separados al afirmar contin- en la constancia admirable de los as-
uamente la prioridad del primero. Hay tros, cuyo movimiento eterno es tan
un grave error al considerar que las perfecto que no puede tener otra cau-
ideas en Platón funcionan como dios, sa que los dioses. Pero no solamente
tampoco las ideas son los pensamientos desde el punto de vista cosmológico
de dios. Pues, en primer lugar, las ideas se entiende la divinidad, sino también
preexisten al dios, quien crea a partir en sus reflexiones de orden ontológi-
de ellas y, en segundo lugar, se debe co. La prueba consiste en la primacía
comprender que el dios piensa las ideas del alma sobre el cuerpo: si el cuerpo
porque existen, y no existen porque él es movido por el alma es porque es se-
las piense. Consecuentemente, la idea gundo respecto a ella, y las almas crea-
suprema de belleza, verdad y bien no das por el dios han existido antes de
debe corresponderse nunca con el dios. sumergirse en tal o cual cuerpo. Al for-
mular estas pruebas, el ateniense es el
El texto de Grondin (2010) qui- primero en esgrimir una teología racio-
ere centrar la atención en la idea de nal, o filosofía de la religión entendida
la funcionalidad de la religión dentro como justificación argumentada de las
del pensamiento platónico. Su tesis grandes creencias religiosas.
principal es que el ateniense prefiguró
una religión que es ante todo mor- En sus reflexiones, Platón no ata-
al. Para el autor lo importante en su ca únicamente a quienes niegan la
reflexión es encontrar el vínculo ex- existencia de los dioses, critica tam-
istente entre toda religión y la felici- bién a quienes piensan que los dioses
dad humana, porque una y otra irán no se ocupan de los seres humanos,
a menudo a la par por un largo tre- pues para él esto significa acusarlos de
cho de la filosofía de la religión. No holgazanería y negligencia, lo cual es
obstante, nos parece que el autor no absurdo porque son perfectos. Con-
indaga necesariamente la concepción secuentemente, el mejor culto que
del dios en Platón, sino solo su efecto se puede ofrecer a los dioses, según
cultural, es decir, la religión. Platón, es practicar la justicia, puesto
que los dioses son justos; contrario a lo
Platón encuentra, dice Gron- que cree la religión popular que pre-
din, las pruebas de la existencia de la tende agradar a los dioses con cultos,

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sacrificios y plegarias, dado que la re- causa primera de lo que es. En lo que
ligión popular griega ve en los dioses respecta al pensamiento de Platón, el
seres maleables. No hay ninguna duda, dios sería el fundamento de la realidad,
a los ojos de Platón, de que este es el al que se le predica el atributo de la
culto que Sócrates practicó mejor que bondad y la sabiduría.
cualquier otro griego, al punto que en
el libro de las Leyes se asume que de- Considerando el dios de Platón
berán dictarse estrictas leyes contra la En los primeros diálogos el ate-
impiedad de los hombres, porque si el niense mantiene una posición teológi-
hombre cree que los dioses existen, no ca que bien podemos llamar conven-
cometerá nunca un acto impío. cional, pues admite que hay dioses
En lo que respecta al texto de sobrenaturales e inmortales. No ob-
González (2008), se parte de que en stante, cuando desarrolla su República
Platón existe una teología natural, se nota un cambio de concepción en
sin embargo, no desarrolla suficien- torno a su idea de dios. Hemos de lim-
temente la nación porque no es el itarnos al enfoque hermenéutico desde
interés que persigue en su obra. La la perspectiva de análisis de una teod-
teología natural o teodicea es la parte icea, para comprender cómo es el dios
de la metafísica que estudia a dios. En que dibuja Platón. Por lo que a fin de
Platón hay una teodicea, porque sus ser fiel a su pensamiento teológico,
reflexiones en torno al dios vienen da- debemos aproximarnos al texto dejan-
das por la misma razón que critica las do de lado todo el lastre ideológico del
formas tradicionales de la religión pop- cristianismo. Este último ha consider-
ular. Históricamente, todos los filóso- ado que la idea de bien, que se desar-
fos han afrontado el problema de dios, rolla en el libro VII de la República, se
de un modo o de otro. No ha existido corresponde con el dios del cristianis-
ni un solo filósofo, apunta el autor, que mo, y tales ideas deben situarse en el
no haya escrito sobre dios, incluso los pensamiento de Clemente de Alejan-
que con sus principios filosóficos pre- dría y Justino. Sin embargo, hay dos
tenden no dejar lugar a dios, despla- contradicciones que surgen inmediat-
zándolo, negándolo y hasta borrando amente, una es de orden cronológico y
su mismo nombre. Por lo anterior, se la otra de orden lógico.
puede decir que pensar en torno al dios En cuanto a la primera tenemos
es una característica común a todas las que admitir que es humanamente im-
doctrinas metafísicas por muy diver- posible que el griego elabore su teología
gentes que puedan ser, casi todas están en vistas de fundamentar filosófica-
de acuerdo en la necesidad de hallar la mente el cristianismo, puesto que el

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cristianismo históricamente ha consti- porque tenemos noticia de él por vía


tuido una reflexión intelectual que se mitológica, y mediante esta vía se con-
ha hecho en el tiempo respondiendo densan las ideas más importantes de la
a problemas concretos que se le apa- filosofía del ateniense. Y en segundo
recen, a fin de defender los dogmas en lugar, porque los apologetas cristianos
los que cree. El cristianismo surge pos- centraron su fundamentación teológi-
terior a Platón, por lo que el ateniense ca, asumiendo que la idea de bien es
no tiene necesidad de estar consciente intercambiable con el dios en el que
de ello en sus reflexiones. No obstante, creen. Ese dios del cristianismo parece
bien puede pensarse que los padres de asemejarse más en sus funciones al
la Iglesia usen las reflexiones teológi- Δημιουργός del Timeo, pero dicho
cas del ateniense para fundamentar personaje en Platón no es considerado
racionalmente al cristianismo, en un nunca como el dios. Aunque el Timeo
acto ulterior, pero esto lleva consigo sea un verdadero discurso sobre el
un problema mayor al que señalamos Δημιουργός, no es una aproximación
anteriormente, y es el de orden lógico. teológica que verdaderamente nos in-
Platón nunca asume explícitamente terese, porque el Δημιουργός ordena
en la República que la idea de bien sea la materia eterna que se encuentra en
intercambiable por su noción de dios, caos, conduciéndola del desorden al
pero el Sol sí parece poseer esa carac- orden, y le imprime la forma que existe
terística. Sin embargo, dice algo muy eternamente en las ideas del mundo
importante en torno a ella: “a las cosas inteligible; desde esta perspectiva el
cognoscibles les viene del Bien no solo Timeo no da cuenta de la jerarquía de
el ser conocidas, sino también de él les las ideas (Fouillée 1943), por lo que
llega la esencia, aunque el Bien no sea la República contiene más elementos
esencia, sino algo que se eleva más allá para aproximarnos a establecer una
de la esencia en cuanto a dignidad y a ontología del dios de Platón.
potencia” (Platón 1988a, 509c). Con-
secuentemente, el dios del cristianis- Es posible extraer de la República
mo no puede corresponderse a la idea la tesis de que el dios no es un ente ex-
de bien porque dicha idea carece de terior al Universo, pero sí se encuen-
esencia misma, y desde la perspectiva tra en un lugar específico y, por ello,
dogmática del cristianismo la esencia no necesariamente debemos situarnos
de dios implica su existencia. en un inmanentismo. Es más, la críti-
ca de Platón a los poetas en torno a
El dios en Platón constituye, ver- que dibujan un dios a conveniencia
daderamente, un problema investiga- de ellos puede ser fundamental para
tivo que amerita reflexión. Primero, aproximarnos a interpretar que el dios

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del ateniense solo adquiere realidad que dirija la polis con miras al bien.
en tanto que alguien lo piense, pero Después de un proceso educativo espe-
se debe pensar de una manera correc- cífico, en donde para llegar a ser filósofo
ta. Por ello, es conveniente afirmar rey debe pasarse por una educación
que dicho dios es un ente necesario de basada en matemáticas, geometría, as-
razón que tiene una función específica tronomía, y dialéctica, este será el me-
en la república que organiza Platón. jor ciudadano capacitado para dirigir
Hablando sobre los deberes de los los asuntos del Estado. Pero el filósofo
guardianes, y las posibles desviaciones rey parece que no tiene que compar-
del bien que puedan surgir en ellos tir la misma noción de dios que el res-
cuando ejerzan la administración de to de los ciudadanos de la polis, pues
la polis, Platón dice: “les diremos que, hablando del hombre justo, aquel que
gracias a los dioses, cuentan siempre ha llegado a contemplar la idea supre-
en el alma con oro y plata divina y que ma de bien, Platón dice que “también
para nada necesitan de la humana, y los adulterios y la negligencia respecto
que sería sacrílego manchar la pose- de los padres y del culto a los dioses
sión de aquel oro divino con la del oro convendrían a cualquier otro menos
mortal (Platón 1988, 416e). Ese “les al hombre de que hablamos” (Platón
diremos” es lo más importante de la re- 1988, 443a). Consecuentemente,
flexión teológica. El ateniense realiza tenemos que el culto al dios en la
una verdadera teología fundamentada República actúa en dos planos distintos
en la razón, en cuanto admite que del y ejerce funciones distintas: el filósofo
dios provienen las virtudes necesarias rey, quien ha contemplado la idea su-
para organizar un Estado justo. Y el prema de bien, es quien “crea” el culto
mismo Sócrates incluso puede decir y la idea de dios que tiene que comuni-
“que algún dios ha concedido a los car a los ciudadanos con miras al bien.
seres humanos estas dos artes, la de la Los ciudadanos tendrán que admitir
música y la de la gimnasia, con miras a por verdadero a ese dios, pues quien
estas dos cosas: la fogosidad y el ansia lo ha comunicado ha sido el filósofo,
de saber” (República 411e). Por tanto, quien ha contemplado al bien. Por lo
el dios es la justificación que legitima tanto, el dios que esgrime Platón es un
la racionalidad en el momento de ad- ente de razón creado para fundamentar
ministrar el Estado justo. las decisiones del administrador de la
polis, y aquel que legitima el rumbo de
En su República Platón quiere que la administración.
cada ciudadano ejerza la función que
le es propia, pues eso es lo justo, pero Ahora bien, que el filósofo rey
para ello debe tener un administrador contemple la idea de bien conlleva

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grandes responsabilidades, pues no mismo que tú y que cualquiera que los


puede usar la idea del dios para legiti- demás, ya que es evidente que pregun-
mar cualquier posible desequilibrio en- tas por el sol” (Platón 1988a, 508a).
tre sus parte del alma. Hemos afirmado Esta directa analogía del dios más im-
que el dios del cual nos habla Platón portante con el sol es crucial en nues-
no puede entenderse nunca como las tro análisis. Pues del mismo modo que
ideas, pero las ideas son divinas en el sol ilumina la realidad y hace que
cuanto posee o son de una categoría aparezca, el dios de Platón debe ser el
más elevada que la humana. “Entonc- fundamento de la realidad. La lumino-
es, en cuanto el filósofo convive con lo sidad del sol sobre la materia sensible,
que es divino y ordenado se vuelve él primera vía de acceso al conocimiento
mismo ordenado y divino, en la medida verdadero que tiene su culminación
que esto es posible al hombre” (Platón por vía intelectual en la idea supre-
1988a, 500 c-d). Es clara la referencia ma de bien, solamente hace visible lo
con un dios que se admite en el Estado que estaba antes oculto al esclavo de
por necesidad de legitimar el orden de la caverna. Por ello, asumir que el dios
la polis, pero un dios esgrimido única- y la idea suprema de bien sean corre-
mente por el pensamiento desvirtúa la spondientes, no es sino ver en la obra
naturaleza misma de la idea suprema de del Δημιουργός, al dios mismo.
bien, cuando hemos apuntado que en-
tre ambas existe un vínculo necesario. Dios como fundamento de la realidad

Asumir que en la teología de En Zubiri (1994) encontramos


Platón el dios solo es un ente de razón el mismo problema al que se enfren-
que legitima la administración de la ta Platón respecto a sus reflexiones
polis, es no darle el verdadero valor a teológicas. La consideración de dios
la divinidad. Ese dios que es construido como fundamento de la realidad tam-
mentalmente por el filósofo rey no solo bién incluye la dimensión ética del
debe tener implicaciones en el ámbito ser humano. Hay que establecer, en
ético con miras a una adecuada admin- primer lugar, que a dios solamente lle-
istración, sino también en el ámbito gamos por la vía de la religación, que
ontológico. La alegoría de la caverna no es una mera vinculación ni es un
contiene algunas pistas importantes sentimiento de dependencia, sino la
para su adecuada interpretación. Pre- versión constitutiva y formal al pod-
gunta Sócrates: “¿A cuál de los dioses er de lo real. La vía de la religación
que hay en el cielo atribuyes la autoría no es formalmente ni cósmica ni an-
de aquello por lo cual la luz hace que tropológica, pero es ambas cosas por
la vista vea?, responde Glaucón: Al eminencia, y es la única por la cual

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llegamos a dios en cuanto dios. Tanto Si hemos de considerar que el dios


en Zubiri como en Platón existe esta es fundante de la realidad, debemos
condición de acceso al dios, que alude asumir que necesariamente tiene que
a una necesidad epistemológica por ser una realidad suprema; pero no un
encontrar el fundamento de lo real. ente supremo, y esta consideración
Pero religación no debe confundirse implica, lógicamente, que el dios no
nunca con el término religión, pues puede ser una cosa más en el mundo
esta última implica la necesidad de ni allende a él. El dios necesariamente
volver a unir lo que antes estuvo uni- debe estar más allá del ser, porque la
do. Ni en Zubiri ni en Platón el dios entificación de lo real, dice Zubiri, es un
puede separarse de lo real en tanto acto ulterior a lo real, puesto que las
que real, porque el dios es constitutiva cosas necesitan primero ser reales para
y formalmente lo real. Ello resultará poder ser, ulteriormente, entes. Zubiri
que en ambos pensadores no exista observa que todas las cosas son reales,
una necesaria manifestación cultural pero ninguna es “la” realidad. Pero
de dios, una religión, puesto que el “la” realidad es real porque determina
dios no debe ser comprendido como físicamente haciéndose ser relativa-
una especie de entidad humana que mente absoluta. Luego, existe necesar-
prescinde de toda imperfección. De iamente otra realidad en que se funda
aquí, la enérgica eliminación de dos “la” realidad, y esta realidad no es una
errores graves entre los cuales se ha cosa concreta más, porque no es “una”
solido oscilar fácilmente. El primero realidad, sino el fundamento de “la”
es el error de pensar que la presencia realidad (Zubiri 1994, 148). De ahí se
formal del dios en las cosas hace, de desprende que dios sea la realidad úl-
estas, momentos de la única realidad tima, sin él las cosas no serían reales.
del dios, lo que ha llevado a admitir Esta idea compete mucho con la on-
la tesis panteísta; esto es imposible, tología platónica y la preeminencia del
el dios está formalmente en las cosas, mundo inteligible sobre el sensible.
pero “haciendo” que ellas sean en dios
realidades distintas de él. Y el segun- Por eso podemos afirmar que la
do error es de signo opuesto al prim- idea de bien puede ser considerada
ero. Consiste en pensar que, por ser como el dios platónico, en tanto que
radicalmente distinto de las cosas, el en dicha idea se reúnen todas las ideas
dios es el gran ausente, el gran extran- del mundo inteligible, pero debemos
jero del mundo. Está, en todas ellas, aclarar que ese dios no posee esen-
la forma extrema de concebir al dios cia, pero de él emana la esencia de las
como “más allá” de las cosas (Zubiri ideas. Desde este punto de vista, el bien
1994, 176). otorga realidad a lo real, las ideas, que

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a su vez son usadas por el δημιουργός de bien no es una idea más del mundo
para concretar lo sensible. Consecuen- inteligible, sino el principio de real-
temente, tanto para el ateniense como idad que reúne todas las ideas. En la
para el vasco, dios, como fundamento teología platónica, al dios se llega por
de lo real, no puede ser tampoco más medio del intelecto que asciende desde
que uno y único. el mundo sensible hasta el inteligible.
Desde la perspectiva de Zubiri, Esta presencia del dios en las co-
dios está presente en las cosas reales sas, pero distinto de ellas, coloca en
como formalidad fundante intrínse- un absurdo la tesis inmanentista y la
ca, y ello no significa que entre dios y trascendentalista como ordinariamente
las cosas no haya distinción real, sino las ha solido entender la filosofía. He-
significa, tan solo, que no hay “sepa- mos visto que, en ausencia del dios,
ración” ni física ni metafísica. Este la realidad no sería real, o lo que es lo
carácter según el cual dios está pre- mismo, sin el dios nada sería. Pero des-
sente en las cosas con una presencia cubrir al dios no significa demostrar su
intrínseca y formal, y que, sin embar- existencia. Recíprocamente, demostrar
go, las cosas no son dios, es lo que lla- la existencia del dios no significa que
ma el vasco trascendencia de dios “en” la el razonamiento sea “el” camino para
realidad” (Zubiri 1994, 174). Pero esta descubrir al dios. La demostración de
trascendencia no quiere decir “más la existencia de dios no es primaria-
allá” de las cosas, no es un allende mente una exigencia lógica que se es-
las cosas. Dios está formal e intrínse- grime frente a quienes no creen en el
camente en ellas dándoles de suyo lo dios. Desde el punto de vista semántico,
único que posee, es decir, está dándoles el descubrimiento alude a la noción de
la realidad. Que dios esté en las cosas, develación, y develar es hacer visible
pero que no exista identidad de las co- lo existente. Como hay que mostrar lo
sas con dios, es justo la noción de tras- existente, porque su contrario nos hace
cendencia que quiere señalar Zubiri. caer en absurdos, tanto Platón como
En Platón parece funcionar del mismo Zubiri nos muestran la realidad, las co-
modo, el dios está presente en las cosas sas, y apuntan a que en ellas hay algo
como una especie de esencia degrada- que debe hacerlas reales, pues aunque
da que se imprime en lo sensible desde Platón no lo admita de primera entra-
el mundo inteligible. Dicha reunión de da, el conocimiento humano primero
todas las ideas en la idea suprema de indaga lo sensible y solo ulteriormente
bien es justamente lo que la convierte lo inteligible. Como las cosas son reales,
en la realidad absoluta, pues en la on- pero no son la realidad, ese algo debe
tología del ateniense, la idea suprema ser el dios como fundamento de lo real.

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Pero en el pensamiento platónico existe realidad a lo demás. Sin embargo, es


una particularidad, puesto que a la idea factible pensar que el filósofo rey en
suprema de bien solo puede tener acce- la República deba propiciar algún tipo
so el filósofo rey, este es quien debe “tra- de culto en virtud del dios, a fin de le-
ducir” a los ciudadanos una teología que gitimar su administración, en vista de
responda a los intereses administrativos que solamente él puede tener el cono-
de la polis, con miras al bien común. cimiento de la función del dios. Tene-
Por ello, en la polis el dios debe ser un mos, por tanto, que el dios platónico
ente de razón, que se corresponda a la actúa en dos realidades, la realidad
idea de bien. Es el filósofo rey, porque real, la del filósofo rey que contempla
ha contemplado el bien, quien sabe que la idea de bien, y la realidad aparente,
el dios es el fundamento de la realidad, la de los ciudadanos que necesitan una
primero inteligible y, posteriormente, divinidad que legitime el poder y las
sensible por suerte de degradación. decisiones del filósofo. Es por ello que
dice Platón que es “el filósofo el úni-
Zubiri, al afirmar la trascendencia co capaz de soportar la contemplación
mundanal, y Platón, al afirmar que la de lo que es, y lo más luminoso de lo
idea suprema de bien le otorga esen- que es, que es lo que llamamos Bien”
cia a las ideas del mundo inteligible, (Platón 1988a, 518c-d). Consecuen-
nos sitúan en un realismo radical, aun temente el mito de Er consignado en
cuando los supuestos sean metafísicos el Libro X de la República daría luces
propios del intelecto. Justamente la ro- necesarias de la función del dios en
bustez metafísica yace en el hecho de el Estado. Dios es quien legitima las
no aludir al dios como una cosa más en decisiones administrativas en la polis,
el mundo, y más aún, un allende al ser, el gran vigilante de los ciudadanos en
pero que se encuentra constitutiva y virtud de la concordia en la polis. Pero,
formalmente en todas las cosas otorgán- para el filósofo rey, la idea suprema de
doles lo que tiene de suyo, realidad. bien es el fundamento de la realidad,
Ciertamente la idea suprema de que no admite religión, porque entre
bien puede corresponderse al dios las cosas y dios no hay separación, sino
platónico, pero este dios no puede más bien religación.
corresponderse nunca al dios de las
religiones monoteístas con mayor
cantidad de seguidores. Lejos está el
ateniense de querer esgrimir alguna
religión, puesto que dios solamente
es la suprema realidad que le otorga

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