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Tema: La autonomía de la iglesia local. Hasta qué punto.

Autonomía e interdependencia de las iglesias

Preguntas Examínate a ti mismo

• ¿Qué relación hay entre una iglesia local y la
iglesia universal?
• ¿Cuáles son las autoridades de cada iglesia local?
• ¿Qué significa autonomía de cada asamblea?
• ¿Qué antecedentes bíblicos podemos citar como
su respaldo?
• ¿Qué diferencia hay entre autonomía e
interdependencia?
• ¿Por qué y para qué es buena la interdependencia
de las iglesias locales?
• ¿Puede una iglesia intervenir en asuntos propios
de otra iglesia? ¿En qué casos podría?
• ¿Si soy un anciano de una iglesia local, me
deben considerar como una autoridad de ella?
• ¿El hecho de que la iglesia a la que pertenezco
sea autónoma la habilita para desarrollarse en
forma independiente?
• ¿El seguir el perfil doctrinal y práctico de las AA.
HH. es un asunto de tradición, costumbre o
doctrina?
• ¿La iglesia en la cual me reúno tiene relación
saludable con otras asambleas o prefiere aislarse
para desarrollarse independientemente?
• Como anciano, ¿participo con otros
sobreveedores de análisis de cuestiones
complejas, o me basto por mí mismo?

1. Concepto de Iglesia local

1.1. La iglesia local es la expresión espacio temporal de la iglesia del Señor universal.
1.2. “Cada asamblea local debe tener a Cristo como Cabeza; únicamente a creyentes como miembros, la
Palabra de Dios como su guía, el Espíritu Santo como fuente de poder, y a Cristo como supremo objeto
de gloria”.
2. Autonomía de la iglesia local
2.1. Este principio neotestamentario y sostenido por las AA. HH. apunta a la facultad que tiene cada iglesia
local de depender directamente del Señor en cuanto a su gobierno y funcionamiento.
2.2. No existe en el N. T. el concepto de una iglesia metropolitana, nacional, regional o a alguna
organización que agrupe a varias iglesias locales. Este es un concepto denominacional que no tiene
sustento en las Escrituras.
2.3. En Apocalipsis 1.12, 13 el Señor está en medio de siete candeleros de oro. Y en el v. 20 se nos aclara
que “los siete candeleros… son las siete iglesias”. Cada una es un candelero, no una parte de él. Cada
una es autónoma.
2.4. Las iglesias neotestamentarias no obedecían a ninguna jerarquía –ni siquiera la de los apóstoles- que
las controlara o estableciera normas o doctrinas a seguir.
2.5. Las únicas autoridades que las iglesias aceptaron fue la del Señor y cabeza de la iglesia, la del Espíritu
Santo y la de las Escrituras. Los sobreveedores no son “autoridades”, sino aquellos que detentan
autoridad delegada por el Señor, y por la cual rendirán cuentas.
2.6. La autonomía no significa que no se pueda buscar sabios consejos en otras iglesias, aunque ningún
hermano de otra iglesia tiene el derecho a inmiscuirse en los asuntos de una iglesia local. Así se conserva
la soberanía interna de cada iglesia local y su dependencia directa del Señor.
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3. Interdependencia de las iglesias.

3.1. La autonomía de las iglesias locales no significa independencia de otras, con las cuales es
necesario un vínculo de estrecha comunión en doctrina y en práctica.
3.2. No existen iglesias sanas que vivan como islas, es decir, aisladas de las demás.
3.3. Las iglesias del Nuevo Testamento no eran independientes una de la otra. Había una estrecha
relación entre ellas (Ef. 4.16) y se manifestaba en:
• Resolver juntas asuntos de doctrina y práctica (Hch. 15).
• Mantener la comunión inter eclesial. (Hch. 9.31, 1Co. 1.2; Col. 4.15; 1Co.16.19).
• Ayudarse mutuamente, mediante ofrendas (Ro. 15.26, 27; 2Co. caps. 8 y 9.
• Recibir enseñanza (Ep. circular a los Gálatas; Col. 4.15; 1Co. 11.16; 14.33).
• Proyectar actividades en conjunto.
• Respetar la disciplina
o Si una iglesia ha aplicado una disciplina, esta deberá ser respetada por las demás
iglesias. Sus ancianos son responsables ante el Señor.
o No es lícito “excomulgar” a una determinada iglesia. Lamentablemente este fue el error que
se cometió con las asambleas al principio del movimiento en el siglo 19, y generó una división que perdura
hasta hoy.

3.4. Límites a la interdependencia.

• Concepto general: Dice E. Trenchard (La Iglesia de Dios y su Misión, CLIE, 1994, pg. 249): “La confusión
que reina en el cristianismo de hoy dificulta sobremanera la reproducción de la comunión y la ayuda mutua
de las iglesias que quieren ser novotestamentarias a la manera de aquellas de la era apostólica, pues cada
denominación tiene su propia organización y sus intereses especiales, además de apuntarse en ellas distintos
rasgos que no podemos reconocer como bíblicos…”.
• Casos específicos: Cuando algunos problemas son insolubles o muy difíciles de solucionar para algunas
iglesias, ¿puede otra iglesia intervenir para solucionar el conflicto?
o Siempre que la iglesia en conflicto invite a ancianos de otra u otras congregaciones a reflexionar, sugerir,
aconsejar posibles soluciones. Pero siempre respetando la decisión final de la iglesia en cuestión.
o Sería un caso de máxima gravedad, por pecados específicos, por falta de liderazgo, por errores doctrinales
severos, las causas por las cuales una o más iglesias ajenas pudieran intervenir directamente, pero siempre
debería ser a pedido de los hermanos responsables, o bien de la membresía, en caso de falta de aquellos.
o Dice Walter Pender: “Un anciano tiene autoridad como tal en su propia iglesia como maestro
de la palabra, o como predicador, y será reconocido por todos los lugares que visite, si es que lo merece. Pero
como anciano, en el ejercicio del gobierno de la iglesia, sus atribuciones no alcanzan a otras iglesias fuera de
aquella en que ha sido reconocido como tal”.
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