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[8/9 3:17 AM] Milagros Diaz: LLAMADOS A UN ANDAR DIGNO.

Efesios 4-5

INTRODUCCIÓN: Un buen observador se percatará que hay un patrón importante entre los capítulos
cuatro y cinco de Efesios. Este patrón une a ambos capítulos como si fuesen solamente uno. Entonces,
hay una sola unidad de pensamiento entre ambos capítulos, ésta se desarrolla por medio de
cinco temas. Cada uno de estos temas inicia con una palabra clave que se resalta con mucha
claridad: “ANDAR”. En simples palabras, estos dos capítulos nos enseñan a conducirnos en nuestras
vidas de cinco maneras que agradan a Dios.Ahora, es importante notar que casi todas las veces que
aparece esta palabra lo hace en modo imperativo, es decir expresando una orden. Dios está ordenando a
sus hijos lo siguiente: “Anden como es digno del nombre que llevan”. Esto nos deja libres de cualquier
opción o alguna otra manera de caminar en este mundo. Si queremos agradar a Dios debemos andar
como él ordena.

Abrimos esta nueva serie, a la cual llamaremos: “Llamados a un andar digno” y te invitamos a seguirla.
En esta nota sólo me limitaré a transcribir los versículos correspondientes mientras contemplamos como
la Biblia se bosqueja a sí misma. Y ya en las próximas notas desarrollaremos cada punto en especial.

UN ANDAR DIGNO ES:

(Dar clic sobre cada título para leer la nota correspondiente)

1. UN ANDAR EN UNIDAD. Efesios 4:1-16

“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que han sido
llamados, con toda humildad y mansedumbre soportándoos con paciencia los unos a los otros en
amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, un cuerpo, y un Espíritu, como
fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación ”

2. UN ANDAR RENOVADO. Efesios 4:17-32


“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la
vanidad de su mente… en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que esta
viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”

3. UN ANDAR EN AMOR. Efesios 5:1-6

“Sed, pues imitadores de Dios como hijos amados. y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se
entregó así mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”

4. UN ANDAR DE LUZ. Efesios 5:7-14

“No seáis, pues, participes con ellos. porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois luz en el
Señor; andad como hijos de luz … porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
más todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas porque la luz es
lo que manifiesta todo ”

5. UN ANDAR SABIO. Efesios 5:15-20

“mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos”

“NO HAY ARGUMENTOS PARA DECIR QUE, AHORA QUE SOMOS NUEVAS CRIATURAS, NO PODEMOS
LLEVAR UN ANDAR DIGNO”

[8/9 3:27 AM] Milagros Diaz: Argumentos Bíblicos


UN ANDAR EN UNIDAD. Efesios 4:1-16

La primera característica de un andar digno, tiene que ver con ser o estar profundamente unidos. Si nos
fijamos bien, este es el común denominador de este pasaje (Ef.4:1-16), podríamos titularle “la unidad de
los creyentes”. Dios no desea que sus hijos tan sólo se reúnan en un lugar. Ya que podrían estar juntos en
una congregación pero no necesariamente unidos. Él desea que sus hijos caminen en íntima comunión
los unos con los otros.

1. Características de la unidad cristiana.

La manera que Dios ha diseñado su cuerpo, es para que todos los miembros trabajen unidos. Mostrando
así, todo lo que implica estar unidos, cosas como: Ser pacientes, bondadosos, perdonadores, amantes de
la paz, armoniosos, restauradores, de buena convivencia, alentadores, edificadores, etc. Pablo nos dice
que estas son las cosas que debemos guardar, manteniendo solicitud en ello (Ef.4.3).

Cuando estas características estén presentes en nuestras familias y congregaciones, entonces podremos
decir que estamos viviendo la verdadera unidad de Cristo.2. Implicancia de la unidad cristiana.

Para lograr y mantener una sólida unidad en la iglesia primero es necesario que todo aquello que no
contribuya a esta unidad sea desechado del cuerpo. También es importante resaltar que el motor que
hace posible todo esto es el amor, en otra de sus epístolas Pablo lo llama "el vínculo perfecto" (Col
3:14; Ef.4:16d).

Aplicación.

Las preguntas para ayudarte a meditar en esto, serían: ¿Qué hay en tu vida que debas desechar porque
no te permite desarrollar la unidad con los demás? ¿Qué estás haciendo por propiciar la paz y la unidad
entre los demás hermanos?

Estar solícito a “guardar la unidad” también implica algunas cosas prácticas:


Debemos estar dispuestos a buscar y mantener la paz con todos. Dispuestos a dar y pedir perdón,
dispuestos a la reconciliación. A ser humildes y a todo lo que tenga que ver con nuestra responsabilidad
de estar bien con los demás.

Debemos estar dispuestos a ser pacificadores, mediadores y reconciliadores, propiciando la paz y unidad
entre los demás en todo momento.

Debemos mantener siempre la sensibilidad necesaria para recordar nuestro punto de adoración.
Nuestro Dios es Uno (Ef.4:5,6) Entonces, nuestra unidad es exaltación para Dios. Es nuestra forma de
adorarlo.

Debemos estar dispuestos a usar nuestros dones espirituales para la edificación de los demás.
fortaleciendo así, el crecimiento en amor.

Estos son algunos principios extraídos del pasaje estudiado.

Aquí les dejo el bosquejo para un mayor entendimiento y estudio personal:

UN ANDAR EN UNIDAD

Efesios 4:1-16.

Según este pasaje, la iglesia necesita por lo menos cuatro elementos para fortalecer su unidad:

A. EL CARÁCTER NECESARIO. Ef.1:1-3


La humildad y la mansedumbre, v.2a La paciencia para soportar a los demás, v.2bLa buena actitud de
estar siempre dispuesto. v.3aLa paz reinando en el interior de cada uno. v.3b

B. LA DOCTRINA NECESARIA. Ef.1:4-11

Un cuerpo y un Espíritu. v.4aUna misma esperanza. v.4bUn Señor, una fe, un bautismo. v.5Un Dios y
Padre de todo. v.6Un ministerio con varias funciones. v.7-11

C. LOS PROPÓSITOS NECESARIOS. Ef.1:12-14

Para la obra del ministerio. v.12aPara la edificación del cuerpo. v.12bPara la unidad de la fe. v.13Para la
madurez de los santos. v.14

D. LA PRÁCTICA NECESARIA. Ef.1:15-16

Crecer en torno a la cabeza, que es Cristo. v.15Crecer con todo el cuerpo bien concertado y unido.
v.16aCrecer con todos los miembros ayudándose entre sí. v.16bCrecer con cada uno cumpliendo su
propia actividad. v.16cCrecer edificándose unos a otros en amor. v.16d

Si somos un cuerpo, la manera en que debemos andar es: En unidad, en armonía y coordinación.
Ayudándonos y edificándonos unos a otros en amor.

YA NO HAY ARGUMENTOS PARA DEJAR DE PROPICIAR LA UNIDAD EN EL CUERPO

[8/9 3:35 AM] Milagros Diaz: Argumentos Bíblicos

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UN ANDAR RENOVADO | Efesios 4:17-32

¿Dormirías con la ropa con la que hiciste deporte? ¿Irías a una cena elegante con la ropa de trabajo?
¿Saldrías a correr con la ropa de gala? Todos sabemos que para cada actividad especial hay una forma de
vestir especial. Lo mismo ocurre en la vida de fe, es nuestra mayor vocación y merece que vistamos a la
altura. Esto se llama “renovación”, lo cual indica toda una “novedad” de vida.

En la primera parte de Efesios 4 se describe la relación del cristiano con la iglesia; ahora se enfatiza la
relación del creyente con el mundo que le rodea. Pablo dice que ya estamos «en Cristo» y somos parte
de Su cuerpo; pero también estamos en el mundo, donde hay tentaciones y mucha contaminación. No
podemos escapar del mundo pues tenemos una misión de ser luz aquí; pero podemos andar en pureza y
no permitir que este mundo nos contamine.

Pablo inicia este llamado con el siguiente mandato:

“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la
vanidad de su mente…” (Efesios 4:17)

En este verso, “los otros gentiles” son los incrédulos. La forma de vida de ellos se basa en lo siguiente:

Andan en la vanidad de su mente, Ef.4:17Su entendimiento está entenebrecido, Ef.4:18aCautivos de la


ignorancia que los separa de Dios, Ef.4:18bTienen el corazón endurecido, Ef.4:18cPerdieron toda
sensibilidad, Ef.4:19aSe entregaron a la impureza, Ef.4:19b

Así que, el énfasis de este pasaje nos enseña que si hay alguna forma de andar, un estilo de vida, o una
conducta específica, que sea propia de los incrédulos, es una vestimenta que pertenece a nuestra vida
pasada, y nada tiene que ver con nuestra profesión actual de fe.

¿Cuál entonces debería ser nuestra vestimenta ideal?


Pablo responde: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y VESTÍOS del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y Santidad de la verdad” v.22

Lo primero que el cristiano tiene que entender es que, entre tanto no se despoje de la vieja vestimenta,
no podrá vestirse de la nueva. A esto lo llamamos “el principio del reemplazo”. El cristiano tiene que
aprender a reemplazar muchas cosas en su caminar diario.

Warren Wiersbe lo describe así:

La vida cristiana debe ser radicalmente diferente de la vida vieja. Pablo esperaba que los efesios
experimentaran cambios y les hace tres admoniciones: «despojarse» (vv. 22–23); «vestirse» (v. 24) y
«desechar» (vv. 25ss). Romanos 6 nos enseña que el viejo hombre ha sido crucificado y sepultado y que
a medida que consideramos que esto es verdad, nos «despojamos» de ese viejo hombre. Dios ha hecho
su parte; ahora nos resta que creamos lo que Él ha dicho y que «nos cambiemos de vestidos» (Bosquejos
Expositivos, P. 392)

Llevando a la práctica el principio del reemplazo:

En este pasaje de Efesios, hay algunas maneras prácticas, acerca de cosas viejas que deberíamos
reemplazar:

1. La mentira por la justicia y santidad de la verdad. Ef. 4:24-25

La verdad debe ser nuestra bandera. Pablo llamó a la iglesia “Columna y baluarte de la verdad” (1Tim.
3:15) Cristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14:6). De manera que aquél que está en
Cristo camina también en la verdad. Según efesios, ser un cuerpo implica que si mentimos a otro
miembro nos mentimos o nos hacemos daño a nosotros mismos. Crisóstomo escribió, hace muchos
siglos, sobre este versículo:
“No permitamos que el ojo mienta al pie, ni el pie al ojo. Si hay un foso profundo y su boca está cubierta
con ramas y hojas dando la apariencia al ojo de ser terreno firme, ¿No usaría el ojo al pie para averiguar
si el terreno es firme y resiste? ¿Dirá el pie una mentira al ojo o le dirá la verdad? Y de igual manera, si el
ojo ve una serpiente o una bestia salvaje, ¿Le mentirá al pie?”

2. La ira y el enojo por la misericordia. Ef.4:26, 31, 32

Esto nos habla de saber controlar nuestro temperamento. Moody una vez dijo que él no daría un peso
por un cristiano sin temperamento, pero que no daría ni un centavo por un cristiano que no sepa
controlar su genio. Pablo dice que el creyente debe ser misericordioso, amable y perdonador (vv.31,32).

Esto, por supuesto, no quiere decir que el temperamento natural del creyente ha muerto para siempre,
usted aún tendrá luchas con su enojo (Quizá le interese leer: Venciendo el Enojo y la Ira), pero gracias a
Dios, por el poder del Espíritu Santo, usted podrá vivir controlando su enojo.

De esto, Henry Halley señala:

“Tal vez Pablo pensó que decirles que no se enojasen en ningún momento era demasiado, así que les
advierte que tengan cuidado de que su enojo no sea duradero. O quizás entendía que existe un lugar y
un momento para el enojo legítimo, el cual, si se reprime, puede hacer mucho daño más
adelante” (Compendio Manual Bíblico, P.809)

3. El hurto por el trabajo. Ef.4:28

El verbo “hurtaba” debe entenderse como “el que hurta” (Gr. participio presente), Pablo no se está
refiriendo a las cosas que los creyentes hacían antes de conocer a Cristo, sino que al parecer muchos
cristianos todavía vivían en la continua práctica del robo. Más aún, Pablo está relacionando
estrechamente la práctica del hurto con el dejar de ayudar a otros en sus necesidades.

Al respecto, Homer Kent escribe:


“El mandato escritural no es solamente que se deje de robar, ni siquiera que se haga restitución. El
principio cristiano establece que cada hombre trabaje honradamente en lo que sea bueno, no sólo para
cubrir sus propias necesidades y así evitar la tentación de robar, sino para acumular algo de sobra a fin
de poder ayudar a otros que tienen necesidad ” (Efesios: La gloria de la iglesia, P.83)

4. Las palabras corrompidas por la edificación. Ef.4:29,30

Según Pablo, vivir hablando palabras corrompidas equivale a dejar de edificar el cuerpo de Cristo y afligir
al Espíritu Santo.

En nuestra nota CONSECUENCIAS AL FALLAR EN DESPOJARNOS DEL ENOJO, hablamos de esto:

“El Espíritu Santo está morando en el cuerpo del creyente (1 Cor. 6:19), por lo tanto está presente en
cada situación cotidiana del creyente. Él es tan sensible que sólo una palabra mal dicha de nuestra boca
puede empezar a contristarle [Contristar: Afligir, entristecer]. El detalle con esto, es que, si hacemos que
el Espíritu se contriste, entonces dejaremos de ser llenos del Espíritu para pasar a ser controlados por la
carne. En este estado, el Espíritu no podrá hacer su obra de una manera plena. Además, por haberle
contristado, su fruto no se mostrará en nosotros (Gálatas 5:22-23), por el contrario se manifestarán las
obras de la carne (Gálatas 5:17-21)”

5. El resentimiento por el perdón. Ef.4:32

El creyente es llamado a perdonar a otros como él mismo es perdonado por Dios, en Cristo Jesús. No
importa si uno ha sido una persona resentida o temperamental en el pasado, todo hijo de Dios debe
practicar el perdón en lugar de la amargura.

Todos estos, son mandamientos directos para el que forma parte del cuerpo de Cristo. Ya que es llamado
a edificar el templo santo del Señor (Ef.2:20-22), es su responsabilidad cumplirlos. Dios no nos pediría u
ordenaría algo que supiera que no lo podríamos hacer. De manera que, no tenemos excusa.

“NO HAY ARGUMENTOS QUE VALGAN PARA NO ABANDONAR NUESTROS ANTIGUOS HÁBITOS”
[8/9 3:38 AM] Milagros Diaz: SUSCRIBIRSE

UN ANDAR EN AMOR. Efesios 5:1-7

Se ha dicho muchas veces que “hacer algo sin amor” es lo mismo que “hacer nada”, y nada más cerca de
la verdad que aquello. Dios quiere que todo nuestro andar práctico, las obras que hacemos, los
pensamientos que tengamos, las actitudes que demostremos, el sacrificio que otorguemos,
absolutamente todo sea movido por el motor excelente y el vÍnculo perfecto que es el amor, no “nuestro
amor” sino “Su amor”.

Es interesante ver la manera que inicia el capítulo cinco de Efesios, lo primero que resalta es un
imperativo: “sed imitadores de Dios”. Primero, entendamos que no se trata de imitar a Dios en toda su
magnitud, sino de imitar a Dios en su amor práctico.

¿Cómo es el amor práctico de Dios?

El texto por lo menos, nos concede dos respuestas: El amor de Dios es un amor de iniciativas y un amor
sacrificial.

UN AMOR DE INICIATIVAS. Efesios 5:1-2a

En primer lugar, tomemos en cuenta lo siguiente: “Dios nos amó primero” el verso dice: “…como hijos
amados, y andar en amor como también Cristo nos amó” Ef. 5:1b
Cuando contemplamos el amor de Cristo, derramado en nuestras vidas, es casi imposible no
quebrantarnos. Toda nuestra deuda está pagada debido a su gran amor por nosotros, y esto sin que
nosotros lo hayamos buscado. Cuando amamos de esta manera estamos demostrando que hemos sido
amados así, y al demostrar aquello, estamos exponiendo el nombre del Señor y Su amor, por todo lo
alto.

El hecho de ver que “Dios nos amó primero” (1Jn 4:19), nos hace notar que el amor de Dios es uno que
toma la iniciativa. Dice la Biblia que él estuvo en la cruz reconciliándonos consigo mismo, entonces el
amor de Dios no es uno que se sienta a esperar a ver que vengan a pedirle perdón o a buscar
reconciliación. Sino, es uno que para todo, siempre toma la iniciativa.

Por otro lado, si han sido cuidadosos en su lectura, se habrán dado cuenta que cuando Dios da un
mandamiento él es el primero en someterse a dicho mandamiento. En el verso 2, Dios hace una
demanda a sus hijos: “andad en amor”. Pero él ha sido el primero en amar y demostrarlo con hechos:
“como también Cristo nos amó”. Recordemos también esta preciosa afirmación: “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” Juan 3:16.

Ahora lo siguiente es más impactante: Cristo nos amó a pesar de que éramos sus
enemigos (Rom.5:10; 11:28; Col. 1:21). Ahora entendemos porque nos manda también a amar a
nuestros enemigos (Mateo 5:44). Al hacerlo, estamos demostrando a Cristo.

UN AMOR SACRIFICIAL. Efesios 5:2b

Lo segundo que tenemos que notar del amor de Dios, es que éste es un “amor sacrificial”. No hay que
ahondar mucho para darnos cuenta de esta verdad. El mismo verso dice: “…como también Cristo nos
amó, y se entregó a si mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios”.

Muchas veces hemos oído que el amor verdadero es aquel que da sin esperar recibir nada a cambio,
pero ¿Qué es aquello que se tiene que dar? bueno el texto es específico: “y se entregó así mismo por
nosotros”

¿Cuál es el estándar del amor? pues “amar como Cristo nos amó”. Esa es la medida en que debemos
entregar el amor de Dios que ha sido derramado en nosotros.
Pensar en esto es muy impactante, recordemos que cuando Cristo estaba en la cruz no lo hacía por
hombres que estaban solamente separados de él sino más bien por aquellos que éramos contrarios a él,
éramos sus enemigos.

Ahora díganme usted: ¿Qué persona será más enemiga de usted que lo que nosotros éramos de Cristo
para no dar la vida por ella? ¿Cuándo dejaremos de amar solamente a aquellos que nos aman?

¿Qué argumentos pondremos para evitar amar con el amor con el que Cristo nos amó?

Recordemos:

Sin amor de Dios en nuestro caminar diario y con todas las personas por igual, jamás podremos andar
en vida renovada, ni en unidad. Y el resultado sería: Que la obra de Dios no caminaría de acuerdo al
Señor de la obra.

Aquí el Bosquejo:

UN ANDAR EN AMOR

Efesios 5:1-6

A. La demanda:

1. Sed Imitadores de Dios en su amor. (v.1)

2. Andad en Amor. (v.2a)

B. La manera:

1. Como también Cristo nos amó. (v.2)


Su Iniciativa: nos amó.Su Acción: se entregó.Su Valor: en olor fragante.

2. No como el mundo. (v.3-6)

Fornicación. Amor al placer.Inmundicia. Impureza en el amorAvaricia. Amor a lo material.

“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos” 1 Juan 3:16

EL AMOR DE DIOS NOS DEJA SIN PALABRAS, SIN ARGUMENTOS…

[8/9 3:40 AM] Milagros Diaz: SUSCRIBIRSE

UN ANDAR DE LUZ. Efesios 5:7-14

Vamos a iniciar el análisis de esta porción bíblica de la manera en que la misma inicia el tema: Con una
conclusión oportuna (aunque parezca raro empezar con una conclusión). Luego sigue con una
declaración y también con un mandamiento:

1. La conclusión:

“No seáis, pues, participes con ellos” (v.7)

Con “ellos” se refiere a aquellos que se niegan a vivir imitando a Dios en su andar práctico, tal y como lo
vimos en el capítulo anterior llamado: “Un andar de amor”, no debemos vivir como ellos viven.
Esto es porque el andar de una persona, de otra manera que no sea en amor, es un andar que va en
contra de Dios. Y las personas que no tienen a Dios no pueden vivir en amor, por ello “No seáis, pues,
participes con ellos...” es una conclusión del tema anterior que se vuelve un imperativo para el creyente.

En simples palabras: “Si están imitando a Dios en su forma de amar práctico, entonces deberían de
mantener su distancia con las cosas en las que participan los hijos de oscuridad”. Si son imitadores de
Dios no pueden vivir imitando a los que caminan sin Dios, si imitan a Dios no pueden participar en las
obras de las tinieblas. Hacer tal cosa, sería una seria contradicción.

Y ahora, por medio de una declaración, se nos da una motivación muy grande para vivir diferente al
resto de las personas.

2. La declaración:

“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor” (v.8a)

Esta declaración está dada en dos connotaciones distintas. Las cuales, marcan estrechamente una línea
que divide el tránsito de nuestra vida en dos etapas contrapuestas la una de la otra: El tiempo en que
Jesús vino a nuestra historia personal para cambiarla por completo.

La connotación negativa tiene relación con la primera etapa de la vida en la que no conocíamos al
Salvador: "Erais Tinieblas" - El contexto de la carta, nos ayuda a establecer esta forma de vida que antes
teníamos:

En oscuridad, Libertinaje, Desunión, en palabras impuras de la boca, en enojo, amargura, falta de


perdón, robo, siguiendo la corriente mundana, de pensamientos impuros, sometidos a la voluntad de la
carne y de Satanás, con celos, indiferencia, enemistades, en vergüenza, en mentira, etc..

Mientras que la connotación positiva nos dice: "Ahora sois Luz" por lo tanto esto redunda en un aspecto
práctico para nosotros, nuevamente apelamos al contexto para establecer la forma de esta nueva vida:
Santidad, Renovación de mente, perdonadores, gozo, ayuda mutua, en unidad, en amor, en obediencia,
apartados del mal, compasivos, edificadores, pacificadores, bendecidores, una vida de testimonio que
anuncie (incluso sin palabras): "CRISTO AHORA VIVE AQUÍ"

3. El mandamiento:

“Andad como Hijos de Luz” (v.8b)

No hay lógicas ni razón para este asunto, la Escritura es absoluta. El mandamiento se deja entender
claramente:

“Puesto que es verdad que sus vidas han cobrado un nuevo rumbo en Cristo, debe haber una clara
diferencia con la antigua forma de vivir, con toda semejanza a la vida de quienes todavía andan en
tinieblas y cualquier compañerismo con ellos”

La biblia no pone esto como una mera opción al lector, sino que enfatiza el asunto en modo imperativo:
“ANDAD” es una orden que evidenciará el estado del corazón de un hombre si no la obedece:

No ha conocido a Cristo y no lo tiene en su vida.

O no está viviendo una vida de obediencia a su Padre, asemejándose más al modo de vida de la que se
supone ya ha salido.

El llamado de Dios es muy claro, él nos quiere viviendo en UNIDAD, en RENOVACIÓN DE VIDA, en AMOR,
y por lo tanto en LUZ.

PARTICULARIDAD DE LA LUZ.
La luz tiene como principal propiedad “Alumbrar”, “Develar” o “Manifestar” las cosas. Nadie puede
percibir lo que hay en un cuarto cerrado sin presencia de luz en éste. Por medio de esto, la Escritura está
dándonos a conocer dos cosas: El propósito que tenemos como luz, y también nos dice como ser luz.

1. El Propósito que tenemos como luz.

Es alumbrar con nuestra vida de testimonio a un mundo incrédulo y sumido en tinieblas (Fil.2:15). Esto
va más allá de mostrarnos agradables o que nuestras obras sean bien vistas. Va más allá de buenas obras
de caridad o apariencias de vidas religiosas. El Señor no te pide que hagas cosas con el fin de que los
demás puedan verte y decir: ¡Vaya hijo de Dios! No, en realidad, el poder del testimonio, radica en el
poder que éste tiene para colaborar a la salvación de almas.

Nuestra luz debe manifestar a Dios, no deber ser la luz que queramos mostrar, ni la que nos esforcemos
en crear, sino la luz que ya tenemos en nosotros, la luz de Cristo. Todo aquello que él va produciendo en
nosotros se hará evidente ante cualquier persona, la cual podrá decir: Jesús verdaderamente vive allí.

En este contexto, nuestro caminar de luz es esencial para la salvación de aquellos que aún están en
tinieblas. Pero cuando nos asemejamos a ellos, más bien estamos opacando la luz de Cristo. Y dejan de
ser reprendidos en su corazón a causa de su conciencia, porque no hay luz que manifieste su camino de
muerte.

Es por eso que el verso dice:

“Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz
es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes,

Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.” (v. 13-14)

La Cuestión de los “muertos”: Muchos se han topado con un error al tratar de aplicar este último verso a
los creyentes. Los muertos aquí no son los cristianos, los muertos aquí son aquellos que necesitan ser
alumbrados por la luz que tenemos en Cristo.
Dios está diciendo: “vivan de tal manera que su vida sea una luz que le grite a los que están en tinieblas:
“DESPIÉRTATE TU QUE DUERMES, Y LEVÁNTATE DE LOS MUERTOS… Y TE ALUMBRARÁ CRISTO”. Si lo
pensamos bien, nuestro testimonio es cosa seria. Nuestro testimonio puede ser ese faro que guie a los
náufragos a buen puerto, o puede ser el desvío mal colocado en la carretera que lleve a los demás a un
abismo de muerte.

2. Como ser luz para otros.

A través de las preciosas líneas de “Efesios” podremos encontrar numerosos principios que nos ayudan y
orientan, con consejos prácticos, a cómo llevar una vida de luz. Sin embargo, esta vez solo nos
concentraremos en los textos inmediatos. Estos nos dan pautas específicas que están relacionadas
directamente con ser luz para testimonio a los que están en oscuridad, y ganarlos para Cristo:

Vivir en el fruto del Espíritu.

“Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia, y verdad” (v.9) El fruto del Espíritu santo es:
Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza (Gá.5:22-23). Para poder
vivir el fruto del Espíritu es necesario primero someternos al control del Espíritu, viviendo una vida de
obediencia (Ef. 5:18), Esto empieza por dejar de satisfacer los deseos de la carne. (Ga.5:16)

Comprobando lo que es agradable a Dios.

No hay mejor forma de comprobar lo que agrada a Dios que creciendo en el conocimiento de Cristo e
imitándole. “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago
siempre lo que le agrada” (Juan 8:29).

Reprendiendo las obras infructuosas de las tinieblas.

La palabra infructuosa es estéril, tiene que ver con todo aquello que no le trae fruto de honra y gloria a
Cristo. “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios”
(Fil.1:11)

[8/9 3:41 AM] Milagros Diaz: SUSCRIBIRSE


UN ANDAR SABIO. Efesios 5:15-21

En primer lugar, vamos a recordar las áreas de nuestra vida en las que puede ayudarnos la Sabiduría de
Dios. La sabiduría está a nuestro alcance:

Para glorificar a Dios (Ef.3:10);

Para realizar el servicio con excelencia (Hch.6:3);

Para enfrentar la oposición (Hch.6:10);para enseñar y exhortar al hermano (Col.3:16);Para pasar con
éxito las pruebas (Stg.1:2-5);Para tener buena conducta y buenas obras (Stg.3:13-15);

Sin embargo, esta sabiduría se profundiza a medida que maduremos. (1Cor.2:6-7, 13) y que
mantengamos nuestra relación con Cristo. Col.2:3; 1Cor.1:24, 30

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios” v.15

La Biblia nos dice que nuestro caminar tiene que ser guiado con sabiduría, y que para esto tenemos una
responsabilidad personal: Tener cuidado y mantener atención en cada paso que damos (Mirad… como
andéis), pero este cuidado no debe ser como el de un vistazo rápido que damos a cualquier asunto,
Pablo dice que miremos “con diligencia”.

Veamos lo que nos dice José Jordán acerca de esta última palabra:
“Diligencia es una palabra muy importante en la vida del creyente. Diligencia es exactitud, rigurosidad; y
lo que Pablo pide es ser diligente en nuestro caminar. En cada paso de nuestra vida, debemos meditar
como caminamos, si lo estamos haciendo bien o mal, si caminamos en sabiduría o en necedad. El necio
conoce de Dios pero no practica lo que él manda. En contraste, el sabio conoce y practica lo que Biblia le
enseña. El necio no sabe cuál es la voluntad de Dios, pero el sabio la conoce y la vive cada día de su vida.
¿Cómo puedo ser sabio y no necio? Debo dar lugar al Espíritu Santo y ser lleno de él.” (Diario de la hora
silenciosa)

Según este pasaje, algunas de las áreas de nuestras vidas en las que debemos actuar con sabiduría son:

La Conducta: Ef.5:15

El tiempo: Ef.5:16

La mente: Ef.5:17

El cuerpo: Ef.5:18

Las relaciones: Ef.5:19

Y las actitudes: Ef.5:20

Entonces…

Un sabio se identifica en su andar por:

La atención y cuidado que pone en los detalles. Ef.5:15


Aprovechar bien el tiempo. Ef.5:16

Ser entendido de la voluntad de Dios. Ef.5:17

Mantenerse en el control del Espíritu Santo. Ef.5:18

Hablar con Salmos e himnos. Ef.5:19a

Vivir cantando y alabando en su corazón. Ef.5:19b.

Dar siempre gracias a Dios por todo. Ef.5:20

Su actitud de sumisión. Ef.5:21

Importante: En esta pequeña porción de las Escrituras, se enseña que una de las muestras más claras de
santidad tiene relación con lo que sale de nuestra boca. De las ocho cosas mencionadas anteriormente
sobre un andar sabio, cuatro están estrechamente ligadas al uso de la lengua (vv. 18, 19, 20). Los
evangelios registran la enseñanza de Jesús acerca de esto último: El uso de la lengua nos dice que clase
de persona somos en el interior "...de la abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12:34, Lucas
6:45). De manera que, si en nuestro corazón abunda la sabiduría de Dios, esto mismo se reflejará en
nuestra manera de hablar.

Al respecto de un andar sabio, Warren W. Wiersbe escribe así:

¡Cuán necio es andar a tropezones por la vida y nunca procurar conocer la voluntad del Señor! En lugar
de andar con “Exactitud” (equivalente a diligente), muchos yerran el blanco, y acaban sufriendo en algún
desvío. Dios quiere que seamos sabios y comprendamos su voluntad para nuestras vidas. A medida que
obedecemos su voluntad, “aprovechamos las oportunidades” (aprovechando bien el tiempo) y no
desperdiciamos el tiempo, ni la energía, ni el dinero, ni el talento en lo que está fuera de su voluntad. Las
oportunidades perdidas nunca se recuperan; han desaparecido. (Bosquejos expositivos, P.393)

Tenemos que reconocer que vivir sabiamente en un mundo de necedad no es nada fácil. Pero tenemos
la esperanza de que si Dios nos lo pide es porque es posible para nosotros, y además él está dispuesto a
extendernos Su mano en ayuda, Su Espíritu en fortaleza y Cristo Jesús está de nuestro lado. ¡Caminemos
sabiamente... Sin argumentos!

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