Los Línderos de la Iglesia – 2 1

Los Linderos de la Iglesia (2) Anotaciones

En el Oriente las propiedades de los vecinos no estaban divididas por vallas,
eran usados puntos de referencia para identificar la propiedad de una persona de
la de otra. Frecuentemente piedras pequeñas servían como puntos de referencia
y era muy fácil para aquellos que movían los linderos, cambiar la identidad de
la propiedad. La ley prohibió con una maldición la alteración de tales linderos.
“Maldito el que cambie el lindero de su vecino” (Dt. 27:17 – LBLA). Dios no solo
se disgustó cuando los hombres manipulaban los linderos de su vecino, sino que
también se disgustó cuando los hombres manipulan los linderos divinos. “Todo
el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios ... “
(2 Jn. 9 – LBLA).

La iglesia del Señor puede continuar hoy en día solamente mientras que sus
miembros comprendan que se deben adherir a los linderos divinos que Dios
estableció para la iglesia. Cuando son alterados (movidos) los linderos de la
iglesia, la iglesia pierde su identidad y el resultado inevitable es la apostasía. La
Iglesia Católica llegó a existir por esta misma razón. A medida que los hombres
en la iglesia primitiva empezaron a cambiar gradualmente los linderos divinos,
la iglesia perdió su identidad, y emergió una iglesia apóstata de sus ruinas. La
Iglesia Cristiana de nuestros días es otro monumento viviente de la misma clase
de indiferencia por los linderos divinos. Si hoy día la iglesia de Cristo sigue este
ejemplo y no busca a Dios “conforme al modelo” (cfr. Heb. 8:5), también va a
acabar como otra denominación.

El Lindero de la Organización

El primer lindero de la iglesia que manipularon los hombres fue el de la autoridad

de Cristo. Es, por supuesto, la autoridad de Cristo la que establece los linderos de
la iglesia. Por tanto, los hombres deben pasar por alto la autoridad de Cristo antes
de que puedan proceder a retirar los linderos que establece Su autoridad. Cada
desviación de la verdad comienza con un desprecio por la autoridad de Cristo.
Pablo advirtió de los falsos maestros que surgirían en la iglesia “hablando cosas
perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hch. 20:30). La palabra “per-
versas” significa “distorsionadas, torcidas, corruptas”. Este arrastre empezaría
con una distorsión de la verdad, o una corrupción de la autoridad de Cristo. Así
es con todas las desviaciones.

Después de pervertir la autoridad de Cristo, parece que el siguiente paso en

marcha hacia la apostasía fue el de dejar a un lado la organización divina de la
iglesia. Al menos este fue el caso en el desarrollo del Catolicismo y la digresión
de la Iglesia Cristiana. Hay dos razones de porqué los falsos maestros buscan dejar
a un lado la organización divina de la iglesia. (1) Se coloca en el camino de las
doctrinas que está interesados en promover. Y (2) se coloca en el camino de sus
ambiciones personales por la pre-eminencia en la iglesia. Mientras la iglesia esté
organizada como Dios quiere que sea, los esfuerzos de los hombres inescrupulosos
se verán frustrados. Por tanto, parece solo natural, que para los falsos maestros una
de sus primeras acciones es la de buscar reorganizar la organización de la iglesia
para que se ajuste a sus propios diseños.

La Organización Divina

La cabeza de la iglesia es Cristo y su cede central está en el cielo donde está la

cabeza. La iglesia no tiene cabeza ni cede central en la tierra. No tiene organiza-
ción universal, nacional, estatal o distrital. Ningún hombre o grupo de hombres
en la tierra hoy día está autorizado para hablar por la iglesia universal. No hay
publicaciones oficiales que puedan establecer las políticas y determinar las ac-
ciones de la iglesia. La única organización oficial de la iglesia en la tierra es la
organización de la iglesia local, independiente y autónoma. No hay organización
más grande que la iglesia local. Es solo acorde a su capacidad congregacional
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que la iglesia se mueve.
Anotaciones
La iglesia local consiste de todos los santos en una dada localidad. Por ejemplo,
“la iglesia de Dios que está en Corinto” (1 Cor. 1:2) estaba conformada de todos
los santos en esa ciudad. “La iglesia de los Tesalonicenses” (1 Tes. 1:1) estaba
compuesta de los santos en Tesalónica. Cristo no solo es la cabeza de la iglesia
universal, sino que es también la cabeza de la iglesia local. Su ley, el Nuevo Testa-
mento, gobierna a cada iglesia local de manera que la misma regla de fe y práctica
se aplica a cada una. Por tanto, cada iglesia local, es un cuerpo independiente bajo
Cristo y es gobernada por Su palabra.

Ancianos

Cada iglesia loca, cuando se ha desarrollado plenamente, es supervisada por

los ancianos. El modelo es ancianos (plural) sobre cada iglesia (singular) (Hch.
14:23). Los ancianos de cada iglesia están encargados de la supervisión de ella
misma (Hch. 20:28). Su autoridad como supervisores está limitada a “la grey
que está entre ellos” (1 Ped. 5:1-2), o al “rebaño en que el Espíritu Santo los puso
por obispos” (Hch. 20:28). Esto simplemente significa que los ancianos de una
iglesia no tienen nada que ver con cualquier otra iglesia, ni sobre el trabajo de
cualquier otra iglesia. Tampoco la limitación divina de su supervisión les permite
convertirse en un súper-presbíterio a través de quién trabajar un número de igle-
sias. Los requisitos del oficio de un anciano son colocados por el Espíritu Santo
en 1 Timoteo 3 y Tito 1. Cuando cada iglesia como un cuerpo independiente está
gobernada por ancianos calificados que son respetados y honrados por el rebaño
que apacientan, entonces está organizada “conforme al modelo”.

La iglesia local organizada divinamente es capaz de hacer todo lo que Dios

requiere de ella. Puede hacer toda la evangelización, edificación y benevolencia
que Dios le requiere que haga. Cualquier insinuación de que la iglesia organizada
divinamente no puede cumplir su misión es un reproche a la sabiduría de Dios y
una exaltación de “la sabiduría de este mundo.” Aunque la iglesia es suficiente
para hacer todo lo que Dios planeó que hiciera, es obvio que no es suficiente para
los maestros que aman la pre-eminencia y para los miembros de mente mundana
que desean el aplauso de las masas.

La Remoción de los Linderos

Debido a que la organización divina de la iglesia no permite ningún margen de

planes promocionales, algunos se pusieron a cambiar la organización. Claro que
no van a admitir que abogan por algo diferente al patrón del Nuevo Testamento.
Afirman audazmente que creen en la organización divina de la iglesia; sin embargo,
sus acciones hablan más fuerte que sus palabras. Puede ser que están tan cegados
por su celo por las estadísticas que realmente no ven su desviación de la base bíblica.
Pero su desviación está ahí y es obvia para muchos Cristianos devotos y fieles.

Hay tres formas en que la organización de la iglesia puede ser cambiada para que
se ajuste a los propósitos de hombres ambiciosos. Primero, puede ser cambiada
por la creación de sociedades u organizaciones separadas y aparte de la iglesia para
que haga la obra de la iglesia. Segundo, puede ser cambiada por la creación de
súper-presbiterios que operan más allá de los límites que la palabra de Dios dio al
presbiterio. Y tercero, la organización de la iglesia puede ser cambiada dentro de
la iglesia local por medio de substituir el gobierno de los ancianos por el gobierno
de la mayoría. A menudo, cuando los ancianos no le “siguen la corriente” a ciertos
deseos, entonces se descartan los ancianos y se declara el gobierno de la mayoría.
Esto se ha vuelto muy común en los últimos años.

Los ancianos, predicadores y miembros de la iglesia en general deberían estar

más interesados en el mantenimiento de la identidad y la pureza de la iglesia que
en los esquemas que promueven personalmente y ponen a la iglesia en una luz
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atractiva ante el mundo. Después de todo, “¿qué aprovechará al hombre, si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mat. 16:26). Anotaciones

[Truth Magazine II:9, pp. 16-17; Earl Kimbrough].

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Abreviaciones

LBLA – La Biblia de las Américas