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DIA 8 – Descartes vs Hobbes – ACTUALIZACIONES I - Notas de clase jueves 29/4/2021

Descartes vs Hobbes y sus ideas metodológicas


Introducción
En sus escritos juveniles, y como se refleja en el titulo mismo de las Reglas para la dirección del
espíritu en la búsqueda de la verdad (1616-1619), así como en el Discurso del método para
conducir el espíritu en la búsqueda de la verdad en las ciencias (1637), Descartes presenta sus
reflexiones epistemológicas en estrecha relación con la “búsqueda de la verdad en las
ciencias” que asocia con la búsqueda de “rigor”, “transparencia” y “claridad conceptual” que
prevalece en forma paradigmática en el pensamiento matemático racionalista. En ese contexto
entra en escena la preocupación por establecer las reglas metodológicas que hagan posible una
búsqueda de la verdad que sea fructífera, esto es, una búsqueda investigativa que conduzca al
descubrimiento de nuevas verdades contribuyendo a la ampliación del conocimiento. Esta
última era una preocupación común a la mayoría de los primeros pensadores modernos, sobre
todo y claramente, a partir del mismo Bacon quien cuestionó duramente a la tradición clásica
defendida a partir del aristotelismo y la escolástica. Dos objeciones importantes al modelo de
conocimiento aristotélico fueron planteadas por los primeros modernos que a su vez motivaron
fuertemente sus propuestas metodológicas:
i) la concepción teleológica de la naturaleza con su recurso a causas finales para su
explicación ultima que hacían imposible la observación para el estudio experimental
de la naturaleza debido a la postulación de esencias naturales que permanecían
ocultas a toda posible inspección por parte del investigador;

ii) y el modelo de conocimiento clásico basado en el ideal de sistema que impedía


todo avance de la investigación más allá de los debates estériles de las Escuelas.
Es a partir de tales cuestionamientos e impulsados por el momento contestario de la época que
surge la mayor preocupación entre los estudiosos del periodo moderno temprano que
reclaman una reconsideración de las cuestiones metodológicas en el plano del conocimiento.
En este contexto podemos destacar dos figuras centrales provenientes de enfoques divergentes
que, sin embargo, aparecen aunadas por su audacia investigativa:

• por un lado, se destaca Bacon, quien impulsa una revisión profunda del conocimiento
experimental a partir de un Novum Organum (1617) del conocimiento de la naturaleza
donde se propone cuestionar la vieja idea de la inducción tradicional con una novedosa
perspectiva que lo transformaría en el padre de las nuevas ciencias experimentales.

• por otra parte, entra en escena el joven Descartes cuya visión metodológica apunta a
una reconsideración del conocimiento matemático como sabiduría universal que
inspiraría su proyecto que le conduce a la nueva Geometría analítica (Geometrie 1637)
Hobbes vs Descartes
A partir de la breve síntesis presentada, buscamos ahora establecer el marco de referencia que
nos permita situar a Hobbes y su postura metodológica en contraposición a Descartes, postura
que también lo distingue marcadamente de Bacon a pesar de su parentesco con algunas ideas
baconianas. Tal confrontación nos permite visualizar dos aspectos llamativos de la perspectiva
de Hobbes y su visión del conocimiento y sus ideas metodológicas que siguen apegadas a la
tradición clásica. Veremos que el único aspecto que Hobbes cuestiona radicalmente es el
recurso a causas finales que están a la base de la visión teleológica de la naturaleza aristotélica.
Lo primero que resalta en forma llamativa es algo que distingue y contrapone a ambos
pensadores: mientras Descartes - como veremos en las siguientes Notas del DIA 9 - parte de
una visión crítica del modelo clásico de conocimiento matemático asociado con Euclides y la
silogística aristotélica, Hobbes no cesa de profesar su profunda admiración y respeto por el
modelo geométrico euclídeo que considera como fundamento y estructura de su concepción
de “conocimiento condicional”, que se apoya a su vez en la legitimación silogística de
Aristóteles del conocimiento “condicional” - que está en plena consonancia con el modelo
geométrico clásico. La geometría clásica era la reina de las ciencias y, si bien los propios
intereses epistemológicos de Aristóteles apuntaban a la biología y lo que hoy llamaríamos “las
ciencias de la vida”, finalmente, al presentar su “modelo de ciencia” exalta las virtudes
epistémicas de la geometría clásica con sus pautas bien establecidas en el marco cultural de la
época.
Por otra parte, con respecto a la búsqueda de la verdad, vimos que Hobbes sostiene la
búsqueda de conocimiento remitiendo al contexto de la investigación científica que evoluciona
y se transforma en el tiempo, defendiendo la idea baconiana de que el conocimiento es poder
y que, el valor del conocimiento consiste en su poder transformador que se despliega a través
del tiempo. Sin embargo, esto significa que estrictamente hablando no tendría sentido hablar
de conocimiento verdadero/valido en un sentido absoluto, sin establecer el contexto temporal
y los parámetros de los cuales la dinámica del conocimiento humano depende en cada
momento histórico. Se sigue de ello que una defensa coherente de las ideas baconianas por
parte de Hobbes le alejarían visiblemente de su ideal de “conocimiento condicional” inspirado
en la geometría clásica. Esto es así debido a la condición humana misma – como destacaría más
tarde Hume en sus cuestionamientos más radicales del ideal de conocimiento clásico. ¿Y que
nos dice Hobbes acerca de la condición humana en el Leviatán? En cuanto a nuestra condición
natural, como ya notamos (ver DIA 6), Hobbes nos habla de un “discurso mental guiado por
designio” en referencia al hecho de que las búsquedas individuales se originan en nuestras
condiciones naturales – que a su vez conducen a dos tipos de actos diferenciados que guían la
conducta humana:

• conjeturar acerca del futuro a partir de observaciones presentes


• buscar explicaciones de hechos pasados a partir de otras observaciones pasadas
Ambos actos se basan en la experiencia individual y pueden aportar a una mayor prudencia,
pero permanecen lejos de toda certidumbre, pues tales búsquedas son anteriores a la
introducción de herramientas artificiales aportadas por el lenguaje en tanto discurso público
que se apoya en convenciones sociales y en reglas lógicas establecidas a través del estudio y
esfuerzo investigativo. Recién a partir de la introducción del lenguaje convencional que según
Hobbes sigue las pautas geométricas con su requisito de definiciones rigurosas de los términos
se establece la unificación del discurso social, y junto a otros recursos metodológicos aplicados
al estudio y el esfuerzo humano, Hobbes apunta a una visión de scientia - “conocimiento
filosófico” o “condicional” - que, como destacamos, permanece fiel a los ideales clásicos del
pasado. Tales ideales remiten a dos ideas que aparecen unificadas:

• la idea de “sistema axiomático” que se visualiza en el modelo clásico euclídeo que


requiere que todo conocimiento para ser tal debe ser demostrativo en consonancia con
el orden geométrico de las razones
• la idea de orden deductivo que desciende de los principios a las consecuencias, un
modelo legitimado por Aristóteles a través de su concepción del orden deductivo
silogístico
El recurso a la idea aristotélica de “logos” como razón y/o lenguaje en asociación con el orden
silogístico deductivo, le permite a Hobbes recurrir a la noción de verdad y del lenguaje como
sistema de signos convencional siguiendo el modelo geométrico sin incurrir en planteos
metafísicos en torno a la verdad y la razón misma. El lenguaje para Hobbes es el lenguaje de los
geómetras y siguiendo su propia lectura de Aristóteles plantea que “no hay razón sin lenguaje”
y asume con Aristóteles que el conocimiento para ser validado como tal debe ser demostrativo
siendo el paradigma de validez la demostración geométrica. Por otra parte, Aristóteles
presupone la noción de verdad clásica en su concepción de la lógica que sigue establecida
hasta hoy como la “lógica clásica”, cuya principal característica es la bivalencia por considerar la
verdad como valor fundamental de sus enunciados y su negación/falsedad como única
alternativa. Un enunciado es verdadero o es falso, eso significa que no hay valores intermedios.
Esta noción de verdad se suele denominar la noción “semántica” de la verdad ya que está a la
base de la semántica moderna, pero también está en consonancia con la versión aristotélica de
la verdad que asocia lenguaje y razonamiento lógico a la que Hobbes no tiene nada que objetar.
Para concluir, podemos decir que Hobbes cumple en desterrar las causas finales de su
concepción de la naturaleza vs el modelo teleológico aristotélico, pero en cuanto al modelo
clásico de conocimiento su apego sigue inamovible. Por una parte, su modelo de conocimiento
condicional – scientia – permanece fiel al paradigma geométrico euclídeo que funciona para
Hobbes como el gran “ordenador” en el ámbito del conocimiento de la naturaleza, del cuerpo
social que se estructura en torno al orden civil y para la ordenación de las leyes en la
jurisprudencia. Por otra parte, Hobbes también defiende una concepción del razonamiento
condicional y de la verdad que desde su mirada convencionalista del lenguaje cree encontrar en
el mismo Aristóteles.

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