Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RICHARD GUZMÁN
2024
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN .....................................................................................................9
8. BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................163
7
ÍNDICE DE TABLAS
De acuerdo con los antecedentes arqueológicos, el área de trabajo tiene un alto potencial
de patrimonio cultural arqueológico, por lo que se requiere realizar aproximaciones 9
investigativas que permitan localizar, registrar, documentar, interpretar, conservar,
proteger, gestionar y divulgar los yacimientos depositados. En este sentido, todos los
proyectos que busquen intervenir el lecho marino deben ejecutar Programas de
Arqueología Preventiva partiendo de la legislación que protege este patrimonio (ley 397
de 1997, ley 1185 de 2008, ley 1675 de 2013, decreto 1698 de 2014, decreto 1080 de
2015, decreto 138 de 2019), con el fin de mitigar y controlar cualquier impacto sobre el
material arqueológico del contexto particular.
De acuerdo con lo anterior, el presente proyecto cuenta con resolución de registro 968 de
2021, en la cual, el área de trabajo comprende sectores de Cartagena de Indias tales como
la sección oriental de Laguito hacia el sur de la zona de Castillo Grande (Polígono
específico No. R0968A210001), el Canal de Navegación de Manzanillo (Polígono
específico No. R0968A210002), y parte de la sección occidental de la Isla de Manzanillo
(Polígono específico No. R0968A210003); abarcando zonas costeras, marinas y
subacuáticas en su transecto lineal (Afinia-Grupo EPM, 2021).
Este es el caso de la presente investigación, se encuentra dentro del marco del trazado que
contempla las actividades de reposición de la línea submarina / subterránea 620 (2.868,39
metros aproximados) desarrollada por la empresa “J.E. Jaimes Ingenieros S.A.” en el
Canal de Manzanillo de Cartagena de Indias. Este proyecto energético busca cambiar el
cableado existente de la línea LN-620 que surte de energía el sector de Bocagrande-
Manzanillo, por medio de un procedimiento técnico de corto alcance y con la menor
intervención en la infraestructura, así como en vías existentes de bajo impacto. En el caso
del lecho marino, seguirá en paralelo a la línea existente y se asegurará, con
procedimientos técnicos no intrusivos, utilizando elementos de peso en concreto que
asegurarán los cables submarinos y subterráneos.
10
Teniendo en consideración las áreas de trabajo que contempló el proyecto del presente
Programa de Arqueología Preventiva, los polígonos sobre los que se llevó a cabo el PAP,
corresponden a las zonas en que se han realizado y en donde se adelantarán las diferentes
labores técnicas para la reposición del cable (Afinia-Grupo EPM, 2021). En este sentido,
el trazado de la línea LN-620 consta de aproximadamente 2.868,69 metros lineales (y un
total de 5.736,78 m2), los cuales están divididos en su sector terrestre (partiendo desde la
Subestación Bocagrande) abarcando 1.556,66 metros rectilíneos y, por su parte, la sección
acuática (que va hasta la Subestación Manzanillo) que comprende los 1.311,73 metros
rectos (Afinia-Grupo EPM, 2021).
Por consiguiente, el área de trabajo comprende sectores de Cartagena de Indias tales como
la sección oriental de Laguito hacia el sur de la zona de Castillo Grande (Polígono
específico No. R0968A210001), el Canal de Navegación de Manzanillo (Polígono
específico No. R0968A210002), y parte de la sección occidental de la Isla de Manzanillo
(Polígono específico No. R0968A210003); abarcando zonas costeras, marinas y
subacuáticas en su transecto lineal (Afinia-Grupo EPM, 2021).
En cuanto a los detalles técnicos del proyecto, son varios aspectos según el grupo
encargado de su desarrollo: a) Son tres (3) cables subterráneos y tres (3) cables
submarinos; b) dos (2) zonas de empalmes de cables, uno subterráneo ubicado en la playa
de Castillo Grande entre carreras 10 y 11, y otro subterráneo – submarino ubicado en la
zona verde de la carrera 14a con calle 6 (frente al Club Naval), se aclara que estos
elementos quedan enterrados y protegidos con plaquetas de concreto. (Afinia-Grupo EPM,
2021). Al respecto, en el informe de descripción general del proyecto se señalan
puntualmente las actividades, los procedimientos y las fases pre-operativas, operativas, de
funcionamiento y de abandono (Afinia-Grupo EPM, 2021).
2. SÍNTESIS DE LOS RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO
ARQUEOLÓGICO
Esta nave, junto a las demás que protegían la ciudad ante el asedio, se hundió para evitar
el paso de la flota enemiga por el Canal de Manzanillo, objetivo que no se cumplió ya que,
pese a su sacrificio, no detuvo la avanzada invasora (Del Cairo et al., 2002; 2003; Aldana,
2019). Durante los levantamientos planimétricos desarrollados en el sitio, se lograron
registrar y documentar evidencias vinculadas al lastre de la embarcación (grandes
acumulaciones de cantos rodados de río y ladrillos en el fondo marino), diez cañones del
armamento de la nave, maderos dispersos asociados posiblemente al casco del buque, un
par de ánforas, varios fragmentos cerámicos, y estructuras metálicas sin identificar (Del
Cairo et al., 2002; 2003).
16
Ilustración 2-1 Levantamiento del posible naufragio el Conquistador (Del Cairo et al., 2002)
También, en el contexto subacuático depositado a 16 metros de profundidad se registraron
y documentaron evidencias tales como concentraciones de maderas (algunas articuladas
y otras dispersas) asociadas posiblemente a elementos tales como la quilla, la sobrequilla
y secciones de las cuadernas del buque, así como un cañón de hierro que podría estar
vinculado al lastre de la nave (Fundación Terrafirme, 2016; Del Cairo et al., 2021a). Para
el caso de esta investigación, las labores de análisis se enfocaron en llevar a cabo
actividades de relocalización y re-enterramiento con el objetivo de evitar que el contexto
se siguiera viendo afectado con las labores de dragado del canal (como seguramente le
sucedió históricamente) (Fundación Terrafirme, 2016; Riera, 2016; Del Cairo et al.,
2021a).
17
Ilustración 2-2 Estructuras en madera excavadas y etiquetadas asociadas a la posible Nave Mercante de
1741 (Fundación Terrafirme, 2016)
Por otro lado, en el marco del diagnóstico arqueológico del Plan Especial de Manejo y
Protección (PEMP) Fort Bahía, desarrollado en un convenio interinstitucional entre el
Ministerio de Cultura de Colombia, la Escuela Taller de Cartagena de Indias y la
Universidad Externado de Colombia, se integraron perspectivas interdisciplinarias con el
objetivo de formular medidas de planeación, manejo, gestión y protección del patrimonio
arqueológico de la región (Del Cairo et al., 2020; Orduña et al., 2021). Lo anterior,
aplicado al caso puntual de Manzanillo, a partir de la delimitación georreferenciada de los
sitios arqueológicos de la Bahía, de un acercamiento a la posible cultura material
vinculada a los contextos arqueológicos terrestres, costeros, intermareales y subacuáticos,
y de un acercamiento a los impactos producidos por el cambio climático en el patrimonio
arqueológico local (Del Cairo et al., 2020; Orduña et al., 2021). Este instrumento de
manejo y protección incluye en las zonas del canal a los fuertes San Juan de Manzanillo 18
y Santa Cruz de Castillo Grande, y los naufragios Conquistador, Embarcación Mercante
y el posible Dragón (todos hundidos en 1741) (Del Cairo et al., 2020).
19
Ilustración 2-3 Levantamiento magnetometría y anomalías identificadas en Del Cairo et al. (2016)
Así, Del Cairo et al. (2016) afirman que el Fuerte de Castillo Grande, también conocido
como Santa Cruz, fue un punto de vital importancia estratégica para la defensa de la ciudad
en el periodo Colonial y que la Bahía interna era una zona de concurrencia con gran
afluencia de navegación. Dentro del plan de manejo arqueológico propuesto, se planteó la
relocalización y enterramiento del material recuperado a la zona de almacenamiento en
un contexto subacuático próximo a la playa del Centro de Investigaciones Oceanográficas
e Hidrográficas (CIOH) en la isla de Manzanillo, para garantizar su adecuada protección
y conservación (Del Cairo et al., 2016).
Desde hace varios años, como se puede observar, en general en la Bahía de Cartagena de
Indias se han realizado varias investigaciones académicas o de Programas de Arqueología
Preventiva que han contribuido a comprender los diversos acontecimientos de su
trayectoria histórica. Así, las investigaciones abarcan metodologías en tierra y agua, en 20
algunas se han producido hallazgos arqueológicos desde los tiempos prehispánicos hasta
períodos contemporáneos (donde la mayoría de las dataciones han acudido a cronologías
relativas, ante la ausencia de información vinculada a dataciones absolutas). Entonces, en
las investigaciones terrestres en cercanías a la costa se han realizado en su mayoría pozos
de sondeo, aunque también hay algunas excavaciones en sitios arqueológicos previamente
reconocidos.
Tabla 2-1 Expectativa arqueológica según las investigaciones consultadas para el área de estudio y
alrededores (Propia)
Como se puede evidenciar, otro estudio que vale la pena resaltar específicamente por su
cercanía al área de estudio es el de Del Cairo et al. (2016) donde se utilizó un sonar de
barrido lateral EdgeTech, 4200-FS y un magnetómetro un Marino Geometric G-882. Para
ello, se realizaron varias líneas paralelas a la costa con una velocidad promedio de 3 nudos
(Del Cairo et al., 2016). De igual manera, se realizó el buceo arqueológico para corroborar
las anomalías con un detector de metales subacuático Whites Surfmaster PI Pro (Del Cairo
et al., 2016). Por medio de esta metodología fue posible identificar varias anomalías
correspondientes con sitios arqueológicos de materialidad como lastre, cerámica, balas de
cañón, formas artificiales metálicas, rocas de diferentes tamaños, materiales
contemporáneos (llantas, tubos), entre otros (Del Cairo et al., 2016).
24
Tabla 2-2 Metodologías de las aproximaciones arqueológicas previas subacuáticas en Cartagena de Indias y/o próximas al polígono del proyecto (Propia)
Periodo Ubicación
Título Autor Hallazgos Profundidad Ubicación Metodología
temporal del contexto
Sensores remotos:
magnetómetro,
Informe Final Prospección Del Cairo,
Estructuras de Contempor sonar de barrido
arqueológica y Plan de Manejo Roa y Zona Norte
concreto, basura áneo En superficie N.A. lateral, detector de
Arqueológico para el Cable Manrique, de la ciudad
contemporánea metales
Submarino en Cartagena de Indias 2014
Buceo circular y
en transectos
27
Bernal,
Exploración y diagnóstico Sonar de Barrido
Aristizábal,
arqueológico en el Área de Lateral
Rojas y Ninguno N/A N/A N.A. Bocachica
dragado del canal de Bocachica, Perfilador de
Gallego,
Cartagena de Indias – Bolívar Subsuelo
2014
Prospección Arqueológica Y 28
Formulación Del Plan De Manejo Sensores remotos:
Colonial
Arqueológico Para El Estudio De Hornos, ecosonda, el sonar
(no se Bocachica y
Impacto Ambiental De Las Obras Martin y estructuras de barrido lateral
adelantó En superficie N.A. Caño del
De Protección Costera Y Roa, 2016 asociadas al y la
datación Loro
Marginal En Bocachica Y Caño Lazareto magnetometría
absoluta)
De Loro En La Isla De Tierra Pozos de sondeo
Bomba, Cartagena De Indias
Prospección Arqueológica Y
Sensores remotos:
Formulación Plan De Manejo
Del Cairo, sonar de barrido
Arqueológico Para El Área Del Ninguno No aplica No aplica N.A. Mamonal
2016 lateral y
Terminal Marítimo Ecopuerto
magnetómetro.
Localizado En Zona De Mamonal,
Periodo Ubicación
Título Autor Hallazgos Profundidad Ubicación Metodología
temporal del contexto
Sensores remotos:
magnetómetro,
Prospección Arqueológica Y sonar de barrido
Martín,
Formulación Del Plan De Manejo lateral,
Quijano,
Arqueológico Para La Ampliación Materiales Contempor Buceo circular
Beltrán y En Superficie N.A. Varadero
Del Canal De Acceso (Variante) contemporáneos áneo Reconocimiento
Espinosa,
A La Bahía De Cartagena superficial y
2017
análisis de perfiles
(prospección
terrestre)
Periodo Ubicación
Título Autor Hallazgos Profundidad Ubicación Metodología
temporal del contexto
Investigación arqueológica y de
Excavaciones
las medidas de protección, Colonial
arqueológicas.
intervención y divulgación de un Fundación Naufragio: (no se
Enterrado y Buceo
pecio colonial localizado en Terra Firme, maderas, adelantó Hasta 80cm Bocachica
sumergido arqueológico en
espacios subacuáticos en la zona 2017 cerámica, lastre datación
búsquedas
de Bocachica, Cartagena de absoluta)
circulares
Indias.
30
Sensores remotos
Prospección Arqueológica Y
Sonar de barrido
Formulación Del Plan De Manejo
Del Cairo y Elementos Contempor lateral, ecosonda,
Arqueológico Para La Marina De En superficie N.A. Manga
Palacio 2017 contemporáneos áneo magnetómetro
Eduardoño, Barrio Manga,
Buceo
Cartagena De Indias
arqueológico
Colonial
Arqueología de la producción,
(no se
distribución y consumo del Tejar Cerámica, restos Enterrado e Tierrabomb Recolección
Báez, 2019 adelantó Hasta 80 cm
de San Bernabé en los siglos XVII óseos intermareal a superficial
datación
y XVIII en Cartagena de Indias
absoluta)
Precisamente, una de las estructuras defensivas que se preservan en el área es parte del
Fuerte de Santa Cruz de Castillo Grande en la denominada, en su momento, Punta Judío.
Esta fortificación constituía una gran estrategia defensiva implementada por la Corona 32
Española, que ordenó la construcción de una infraestructura de carácter militar en esta
zona mediante la Real Cédula en 1608, la cual fue diseñada por Espanoqui (Segovia,
1987). Cristóbal de Roda se opuso a esta construcción porque consideraba de mayor
utilidad una fortificación en el bajo en medio del canal de acceso (Segovia, 1987). A pesar
de la oposición del ingeniero, la Junta de Gobierno decide seguir las recomendaciones de
Espanoqui y llevar a cabo la construcción en Punta Judío dado que requería menor
inversión de capital económico. Por este motivo, se edifica un fuerte de planta cuadrada
con baluartes en las esquinas, un patio de armas central y un foso húmedo (característico
de la construcción militar española ibérica) (Segovia, 1987). Al respecto, Cristóbal de
Roda comenta:
“El castillo de la punta del judío que llaman Santa cruz nos ha parecido la fábrica
del muy bien hecha y está hecho lo mas de ello y tendrá de alto todo alrededor de
las murallas 15 o 16 pies con su puerta y cuerpo de guardia y aljibe e iglesia y
alojamiento que tendrá de alto 10 o 12 pies y el aljibe no le falta más cubrirle que
hoy esta con agua, nos ha parecido que será bien acabado y poner el artillería
necesaria y un par de culebrinas para que con ellas guarden la valla y surgidero y
se comunique con el artillería de las plataformas de la Bocagrande una docena de
cañones para guardar la canal y la demás artillería necesaria podrá costar para
acabar este castillo hasta 50 o 60 mil pesos” (Cristóbal de Roda, citado en Ariza,
2016).
Ilustración 2-4 Representación de Castillo de Santa Cruz de Castillo Grande en el grabado “Planos,
perspectivas y perfiles de los castillos San Luis de Bocachica, Santa Cruz, San Felipe de Barajas,
Baterías de San José y San Juan de Manzanillo” por Juan Herrera y Sotomayor, 1730. Servicio
Geográfico Militar.
Cuando el Barón de Pointis llega a Cartagena de Indias, y se tiene la noticia de la rendición
del Castillo de San Luis de Bocachica, la fortaleza de Castillo Grande contaba con “una
guarnición de ochenta hombres-entre negros, mulatos y españoles-, con pocos víveres y
algunos cañones de hierro” (Dorta, 1988). Sin embargo, es abandonada por
recomendación de Don Francisco Santarén al gobernador (Dorta, 1988; Segovia, 1987).
A pesar de esto, la fortificación sufre graves daños cuando “los cuarteles bajos y altos
estaban destechados, la contraescarpa en completa ruina y la falsa braga o batería baja
cortada por los cimientos. Herrera propuso su reconstrucción en el 1728, juzgandola muy
necesaria para la defensa del surgidero” (Dorta, 1988).
34
Ilustración 2-5 Fotografías del siglo XX donde se observan los restos de la fortificación antes y después de
la explosión del polvorín. Tomado de (A) 1930 R. G Fay en Cartagena de Indias fotos de antaño en
Facebook, (B) 1960, Biblioteca Daniel Lemaitre Tono, (C) 1910, Fotografía Sin Autoría.
Una situación similar ocurre cuando acontece el ataque de Sir Edward Vernon a la ciudad
entre marzo y mayo de 1741, dado que también se abandona la fortificación en el
desarrollo de la contienda y el arribo inglés a la Bahía interna. Al respecto, las fuerzas
invasoras mencionan que:
“Llamábase por ironía Castillo Grande y Santa Cruz por nombre propio un fuerte
cuadrado regular el cual constaba de cuatro cañones de cortina, uno de flanco y tres
de cara, tenía un foso de agua por dos frentes circundado de la tierra con su grasa
arruinada sin estacada ni esplanada, al cual llegaba un bosque de manglar y por la
parte del puerto que miraba a la plaza, como quien dice al revés, se hallaba reforzado
aquel frente una falsa braga compuesta de diez cañones. Había en él quince cañones
de a 24 libras y otros quince de a 18 del navío San Felipe a más del de su dotación
35
que se encontraban despreciables por corridos del tiempo situándose en la península
que sale desde la puerta de Santo Domingo, de esta plaza, hasta la boca nueva
distante al tiro de cañón, y en frente de él, al otro lado del puerto, se hallaba un
reducto sin artillería nombrado el Manzanillo” (AGS, 1741 citado en Fundación
Terrafirme, 2016).
Ilustración 2-6 Fotografía aérea C 987-20-1962 donde se observa parte del trazado de la fortificación de
Santa Cruz de Castillo Grande.
Después del ataque de los ingleses, dado su nivel de destrucción, la fortificación se destina
como polvorín de la artillería para nutrir de municiones a varios sectores de la Bahía.
Décadas más tarde, en 1938 cuando el fuerte servía de depósito de municiones de la
Armada, explota una de sus bóvedas dejando sólo “la cortina que apuntaba al fondeadero
y escasos testigos de lo que fuera uno de sus baluartes” (Segovia, 1987).
Al otro lado del canal, se encuentra el Fuerte San Juan de Manzanillo construido hacia
1631 al occidente de la Isla de Manzanillo bajo la real orden de Francisco de Murga, quién
concibió este acceso como altamente estratégico ante la clausura paulatina (inicialmente
natural, y posteriormente antrópica) de Bocagrande (Segovia, 1987; Dorta, 1988). El cruce
de fuego de los dos fuertes era fundamental para los intereses defensivos de la Corona, ya
que se impedía el acceso al surgidero y al tránsito náutico, controlado por la artillería de
36
las fortificaciones (Segovia, 1987; Dorta, 1988).
37
Ilustración 2-8 Ubicación del fuerte en “A New and Correct Plan of the Harbour of Carthagena in America
Seated 16 Degrees 26 Minutes Lat. north and 75 degrees 21 Long. West of London, from a Draught
brought to England by Pet.” por Pierre Chassereau & Thomas Bowles, 1741. Osher maps.
Ilustración 2-9 Fotografías contemporáneas en las que se pueden observar algunas de las secciones del
Fuerte San Juan de Manzanillo. Tomado de http://fortificacionescartagena.com/ - https://conociendo-mi-
ciudad.wixsite.com en Del Cairo et al., 2020.
39
Ilustración 2-10 Plano del puerto de Cartavena de Yndias (1804) [Se señala en el rectángulo la sección de
la Escollera de Bocagrande]. Library of the Congress (LC) of the United States of America.
Sin embargo, para tal construcción hubo que establecer campamentos para los obreros en
Cartagena de Indias, que ganó más terreno con la edificación (Anguiano, 1800). Así, el
campamento se componía de fraguas, almacenes, carpintería, cuarteles de presos, una
capilla y un muelle (Anguiano, 1800). Después de su construcción, la Escollera afectó a
temporales en 1773, 1779, 1780, 1781 y 1783, lo que conllevó a la necesidad de
reparaciones constantes, aunque no siempre se podía realizar con la misma rapidez. Los
daños generados con el tiempo produjeron pequeños canales, por lo que en 1800 ya es
posible el paso de algunas embarcaciones pesqueras (Anguiano, 1800). Por este motivo,
Anguiano recomendó:
“bolver a hechar piedra en esta canal p[er]o la mayor y demas peso que sea posible
sacar de las canteras arreglandola con la ayuda de los Buzos en el fondo de manera
que engrane la nueva con la antigua [...] consolidandola por medio de la arena que
se introduce por todas las cavidades e intersticios el limo que se cria entre las juntas
las ostras y demas mariscos que contribuye a ligar la piedra que con la Lama
superior” (Anguiano, 1800).
Tal y como ha sucedido en los últimos siglos, la obra militar aún sigue en
funcionamiento. En el PEMP FORT BAHÍA se realizó un reconocimiento
arqueológico no intrusivo (por medio de registro y documentación audiovisual) en
el que se identificaron las rocas talladas superpuestas de diferentes dimensiones y
formas a una profundidad a unos 5 m, que varía según la temporada y época del año
40
das las mareas y temporales (a lo que hay que sumar un considerable impacto de las
corrientes provenientes del occidente hacia mar abierto) (Del Cairo et al., 2020).
Ilustración 2-11 Detalle del campamento para la construcción de la Escollera de Bocagrande en Plano y
Detalles del Malecón que se esta construiendo de Orden de S.Md. desde el dia 11 de Noviembre de 1771 a
fin de Cerrar la abertura de Bocagrande entrada de Fragatas a la Bahía de Cartagena de Yndias. 1777
Antonio de Arévalo. Biblioteca Virtual de Defensa
3. DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LAS ACTIVIDADES
ARQUEOLÓGICAS Y RESULTADOS
En este orden de ideas, partiendo de los términos de referencia expedidos por el ICANH
(Artículo 2.6.5.5 sobre la fase de diagnóstico y prospección del Título V del Decreto 138
de 2019), el objetivo de esta fase consistió en identificar y caracterizar los posibles bienes
arqueológicos que se puedan encontrar depositados en el área de trabajo del proyecto. En
este sentido, se evaluaron los posibles impactos y se plantearon las medidas de manejo
correspondientes para la zona y su potencial arqueológico.
Es así como la primera fase metodológica consistió en la recopilación y análisis de fuentes
documentales en la cual se plantea una primera aproximación sobre la cartografía histórica
del área de influencia directa e indirecta, con el fin de comprender las dinámicas y cambios
de la línea costera y eventuales puertos, vegetación, modificaciones antrópicas, entre
otros. Para ello, se consultaron los archivos, centros de documentación de entidades
públicas y privadas, así como bibliotecas de Bogotá, además de la documentación
digitalizada disponible en el Portal de Archivos Españoles (PARES), Gallica y Europeana.
Se buscó, entonces, obtener cartografía histórica, documentación de diferentes periodos y
referencias bibliográficas que dieran cuenta de los componentes marítimos del área de
estudio. De igual forma, se realizó una reconstrucción histórico-social de los componentes
naturales del área de interés y se identificaron posibles materiales culturales asociados a
los recursos naturales subacuáticos. 42
De esta manera se realizó la planeación de las líneas del levantamiento dividiendo el área
en 3 subzonas. Para ello, la operación contó con dos métodos de operación del SBL (por 43
medio de instalación fija a un poste y por medio de Sonar Remolcado) de manera que “se
garantizó el cubrimiento en las áreas más bajas sin poner en riesgo el sonar en las áreas
adyacentes a la línea de costa, y remolcado en el área central o más profunda; se
obtuvieron imágenes de alta calidad, excelente resolución y una alta precisión en posición
dadas también las condiciones” (Para más información ver Guzmán, 2021 anexo 14.4). El
análisis de la información recopilada se realizó mediante el software Hypack Versión 2020
en WGS 84 zona 18, realizando los ajustes necesarios a las imágenes con el fin de generar
una mejor visualización del fondo marino y facilitar su interpretación. Finalmente se
exportó el área del levantamiento en geotiff y kml para facilitar su visualización en otros
dispositivos.
Por otro lado, vale la pena aclarar que la prospección geofísica con la Ecosonda
SideImaging (tal y como se planteó en la solicitud de registro del programa) no se adelantó
debido a la sugerencia señalada entre los comentarios del ICANH para el diagnóstico
entregado (punto 9 del radicado interno 6162 del 27 de agosto del 2021). Por esta razón,
no se generó información, datos en bruto o crudos y/o anexos correspondientes a esta
prospección.
44
Ilustración 3-2 KML del levantamiento con SSS (ver líneas de navegación y mosaico en paleta de color
sepia: https://drive.google.com/drive/folders/1Tk4nx9oyzfLcCw12fW1nAWzhEtfTL_my)
Así pues, en el caso del perfilador quedará registrada la anomalía dispuesta en un estrato
del subsuelo y ello implica verificarla mediante sondeos. La excavación subacuática, en
este caso una cata o un sondeo, se considera una actividad intrusiva y deberá realizarse
para verificar si la anomalía, derivada del perfilador, es de carácter cultural y si es
arqueológica. Implica que, si esta actividad de excavación halla un contexto asociado al
PCS, el solo hacer una remoción de sedimentos en la etapa de prospección no intrusiva
afectará inmediatamente el contexto. Por lo que, es importante aclarar que el hipotético
contexto arqueológico enterrado está en una fase de estabilización importante con su
entorno y ambiente anóxico, lo que ha permitido que el material orgánico arqueológico se
preserve. La exposición del material arqueológico a condiciones distintas producto de la
excavación, pondrá en riesgo la integridad del contexto y se iniciará una etapa de
deterioro. Implica que, cuando se hagan estas excavaciones en la fase de prospección, el
material identificado debe manejarse según estándares de conservación de materiales
sumergidos, ya sea ex situ o in situ (tal y detallará en su apartado).
Con base en lo anterior, y partiendo de las dos primeras fases descritas, la tercera fase
correspondió al procesamiento, interpretación y generación de reportes en la cual, al
terminar las labores de campo, los datos en su medio respectivo fueron post-procesados,
analizados y discutidos en los informes en los que se incluyó la descripción de las
anomalías identificadas e interpretadas y de las operaciones de campo, así como la
generación de mapas con la localización de las líneas planeadas y ejecutadas. Así se buscó
integrar la información de los datos provenientes del sensor remoto con la información
batimétrica, para poder interpretar la relación de las anomalías identificadas con su
entorno, y definir si pueden formar parte de bienes o contextos de PCS. Luego de haberlas
analizado, fue posible indicar áreas de recurrencia de anomalías de carácter cultural. Como
parte de los resultados del barrido, se generó una cartografía de distribución de anomalías.
Ahora bien, con base en el barrido se generaron áreas de densidad de anomalías, que se
verificaron mediante un reconocimiento SCUBA.
47
Ilustración 3-3 Ejemplos de barridos circulares con buceos arqueológicos en el lecho marino (Bowens,
2009)
48
La cuarta fase, correspondió al buceo arqueológico no intrusivo que, con base en una
cartografía de potencialidad derivada de los documentos de archivo y los resultados de
anomalías evidenciadas en la prospección geofísica, se reconoció el área. En esta
inspección visual, donde se emplearon técnicas tales como la revisión por búsquedas
circulares, se registraron las anomalías a partir de fotografías y video. No obstante, las
actividades de registro estuvieron condicionadas por las variables de visibilidad limitada.
Para esta labor, se contó con un buzo arqueólogo y dos buzos acompañantes y supervisores
de las faenas de buceo. La información recolectada en campo fue registrada mediante
fichas de prospección en las que se corroboró la existencia de cultura material subacuática.
Adicionalmente, durante los recorridos con buceo se usó un detector de metales
subacuático para evidenciar posibles elementos metálicos en el fondo marino, aunque no
se obtuvieron resultados positivos asociados a bienes y contextos del Patrimonio Cultural
Sumergido
En este sentido, en las áreas aledañas a la línea costera donde se tenderá el cable se
realizaron pozos de sondeo de 50 cm por 50 cm cada 25 m. Posteriormente, esta
información derivada del trabajo de campo se contrastó con la información documental y
oral, lo que permitió definir la naturaleza de las posibles evidencias arqueológicas
identificadas, así como su vulnerabilidad, niveles de afectación, riesgos e impactos y 49
posibilidades de preservación y protección. Todo lo anterior, permitió generar un plan de
actividades para el manejo del patrimonio arqueológico.
En este orden de ideas, la aproximación en tierra estuvo dividida en dos momentos que
permitieron tener un control preciso de la verticalidad y horizontalidad: por un lado, la
realización de cortes estratigráficos; y por el otro, la ejecución de pozos de sondeo. En
primer lugar, los cortes estratigráficos consistieron en tres (3) intervenciones (de 2 m de
largo por 1 m de ancho, donde la profundidad dependió del comportamiento estratigráfico
del suelo, o en su defecto, según la profundidad necesaria para las obras) determinadas
por el primer acercamiento a campo sujeto a las áreas directas y próximas que intervendrá
la disposición del cable.
En segundo lugar, los pozos de sondeo se realizaron en función del trazado directo y zona
próxima donde se tenderá el cable en su sección terrestre, por lo que se excavaron cada 10
m conformando una grilla equidistante en las zonas observadas sin pavimentar o de playa
tanto en Castillo Grande como en Manzanillo; tuvieron dimensiones de 50 cm de largo
por 50 cm de ancho y la profundidad dependió de la estratigrafía evidenciada o la
50
profundidad a llegar por las obras. Ambos tipos de intervenciones estuvieron determinadas
por las características del suelo y la presencia de infraestructuras o afectaciones
contemporáneas que determinaron, en el caso de los sondeos, la realización o el descarte
de las excavaciones. Cabe resaltar que, en algunos casos, fue necesario el uso de la
motobomba para evitar la inundación de las intervenciones por el nivel freático.
Así pues, los procesos asociados a los cortes estratigráficos y a los pozos de sondeo
correspondieron a la verificación continua de la presencia o ausencia de evidencias
asociadas al Patrimonio Cultural Arqueológico de la Nación, así como la caracterización
de su naturaleza, su posible vulnerabilidad, niveles de afectación, riesgos e impactos y
posibilidades de preservación y protección. Lo anterior, se complementó con la
información ya recopilada y por recoger en fuentes documentales históricas, cartográficas,
gráficas y orales.
51
El levantamiento con sonar de barrido lateral fue realizado entre punta Manzanillo y
Bocagrande en la Bahía de Cartagena. Se utilizó el Sonar de Barrido Lateral (SBL), una
herramienta tecnológica más completa para la investigación arqueológica en contextos
subacuáticos, ya que permite levantar la plataforma continental discriminando formas
sedimentarias y antrópicas que permite relacionar directamente las condiciones
hidrodinámicas y rasgos morfológicos.
Esta herramienta metodológica, además de localizar las ruinas y las obstrucciones entre
las líneas de levantamiento, da otra información del fondo marino. Por ejemplo, combina
las muestras del fondo marino con los contornos de la profundidad para producir la
clasificación del fondo marino, información de una gran relevancia para la interpretación
de los contextos sumergidos.
Ilustración 3-7 Instalación Fija en un Poste (Starfish 450F Towed SideScan Siystem: Ficha Técnica)
De acuerdo con los criterios de búsqueda en áreas donde se desconoce la profundidad por
seguridad, se inician los barridos instalando el sonar en poste fijo a la embarcación
sumergido por debajo de quilla, con el fin de obtener una idea inicial del área de estudio
y de esta forma asegurarse de la presencia o no de objetos que puedan poner en riesgo la
integridad del sonar.
● Sonar Remolcado
54
Ilustración 3-8 Sonar Remolcado (Starfish 450F Towed SideScan Siystem: Ficha Técnica)
Estos dos métodos tienen sus ventajas y desventajas: el primero solo se puede realizar en
áreas cubiertas y donde casi no existe oleaje, ya que afecta a la calidad de las imágenes, y
si es profunda el área las sombras acústicas no estarán definidas y, por ende, es más difícil
interpretar. Ventajas es que se pueda llegar a aguas muy someras sin exponer el sonar, el
posicionamiento de las imágenes es 100% más preciso, algo muy importante a la hora de
efectuar la cartografía e inspección de los objetos detectados. El segundo está restringido
en bajas profundidades, las áreas deben ser conocidas y de morfología estable, se debe
hacer un reconocimiento inicial del área a una altura segura y luego planear el
levantamiento, este permite establecer la altura óptima para obtener la mejor sombra
acústica.
55
Ilustración 3-9 Distribución de Equipos (Starfish 450F Towed SideScan Siystem: Ficha Técnica)
Teniendo en cuenta la morfología del área de estudio y las condiciones del meteomarina
del área en estudio, se utilizaron los dos métodos de instalación a la embarcación, de esta
manera se garantizó el cubrimiento de las áreas más bajas sin poner en riesgo el sonar en
las áreas adyacentes a la línea de costa y remolcado en el área central o más profunda y
obteniendo imágenes de alta calidad, excelente resolución y una alta precisión en posición
dadas también las condiciones.
56
Las líneas azules corresponden a las líneas planeadas cada 25 metros desde del centro del
tendido de cables, los cuadros rojos son las zonas 1, 2 y 3 como se dividió el área de
estudio, y el trazado en color negro corresponde a el recorrido del tendido de los cables.
En postproceso se realizaron los ajustes de las imágenes para llegar a una visualización
óptima del fondo marino e interpretación, el levantamiento se efectuó en WGS 84 zona
18 y empleando el software hidrográfico Hypack Versión 2020.
Por otro lado, los equipos que se utilizaron para este trabajo fueron de última tecnología
y garantizan máximas precisiones y resolución de los datos recolectados. Entre ellos se
utilizaron el GPS G-Star IV y los equipos Sonar de Barrido Lateral STARFISH 450F.
Respecto a los Software, se utilizó Hypack 2020 para el control de la navegación del
sistema de recolección de los datos y posterior procesamiento, ya que es el paquete
hidrográfico más utilizado a nivel mundial. El Software SCANLINE versión 2.1 para
controlar el sonar, analizar los datos obtenidos e identificar anomalías.
075 32 18.0464 W
1 Anomalía 1_area1 10 23 34.5259 N
075 32 14 W
2 Anomalía 2_area1 10 23 33.331 N
075 32 12.5185 W
3 Anomalía 3_area1 10 23 32.2136 N
075 32 12.9509 W
10 Anomalía 10_area1 10 23 32.835 N
075 32 12.3861 W
11 Anomalía 11 area_1 10 23 32.1007 N
075 32 15.3316 W
12 Anomalía 12_area1 10 23 32.5428 N
10 23 29.94 N
15 Anomalía 15_area1 075 32 13.6013 W
075 32 39.99 W
18 10 23 33.5774 N
Anomalía 3_area2
Durante las excavaciones, tanto de los pozos de sondeo como los cortes, se evidenciaron
cuatro unidades estratigráficas principales: la primera corresponde a capa superficial
vegetal relacionada con raíces en los primeros 2 cm de profundidad; la segunda a una capa
de arena de playa con grava a partir de los 30 cm; la tercera a un estrato de arena de color
gris y la cuarta, hacia los 1,20 metros de profundidad a un estrato de arena rojiza con
maderas. Por otro lado, el nivel freático comenzó a presentarse entre los 40cm hasta el
metro de profundidad, lo que dificultó la visibilidad de los estratos.
Respecto a la presencia de elementos como: espolones, tubos de gas, cintas de peligro que
anunciaban cables eléctricos, imposibilitaron la realización de algunos pozos para
alcanzar la profundidad de 1,30 metros, tales como: el pozo 8 (tubo amarillo), pozo 9 (tubo
verde), pozo 21 (espolón), pozo 47 (espolón), pozo 55 (cinta amarilla de peligro), pozo 65
(espolón), pozo 75 (tubo) y pozo 78 (placas de cemento).
Debido a que las condiciones del área donde se realizaron las excavaciones (área de la
playa) eran muy similares, se evidenció el nivel freático desde los 40 cm de profundidad
y la cobertura de los suelos fueron en su mayoría pastos, arena de playa, algunas
bioperturabaciones (medias y bajas) compuestas por raíces causadas por las palmas que 63
oscilaban entre los 10 cm y 30 cm, material de relleno y maderas de color rojizo.
Corte 1
El corte 1 se realizó en una zona verde contigua a la Subestación de Bocagrande y a la
cancha deportiva. Se encuentra en una zona de planicie en cercanía al mar, aunque está
cubierta por una capa vegetal. Se escogió este espacio para realizar el poste ya que es una
zona menos transitada e intervenida. Además, según el análisis de las fuentes
documentales, está en cercanías a donde se pudo haber localizado la Escollera de
Bocagrande.
En este corte se identificaron cinco unidades estratigráficas. La UE101 se caracterizó por
ser una capa arenosa negra con gravas y raíces. Hacia los 2 cm apareció la UE102 arenosa
de compactación suelta de color beige. En la UE103 se encontró una capa arenosa grisácea
con gravas pequeñas. La UE104 se caracterizó por ser una capa arenosa de compactación
muy suelta donde se encontraron algunos restos de baldosa contemporánea. Finalmente,
la UE105 es una capa de color café oscuro, arenosa, suelta, sin material cultural.
64
Corte 3
El corte 3 se realizó en una zona verde entre el sendero para deportistas y la entrada del
Club Naval. Se escogió esta zona dado que no se observaron intervenciones antrópicas
recientes en el territorio y se buscaba caracterizar la estratigrafía del terreno.
67
Es importante señalar que esta zona fue intervenida por el consorcio Pacaribe, con
Asocastillo y Cardique en el año 2010 para la reconstrucción del Parque de Castillo
Grande. Los objetivos de estas obras fueron la recuperación de andenes, la construcción 69
de pérgolas y al final del parque, la construcción de una plaza, así como la cancha
polifuncional, el alumbrado y la restauración de puntos de agua (Jaraba, 2012). Este tipo
de intervenciones explican las razones por las que se encontraron gran cantidad de
materiales contemporáneos y rellenos.
Pozo 81 Pozo 83
73
Pozo 85 Pozo 86
74
Zona 2: Playa Castillo Grande 1
Corresponde a una zona de playa en el barrio de Castillo Grande. Actualmente se
desarrollan actividades turísticas que contemplan infraestructura tales como carpas,
puestos de comida, instalación de sillas, entre otros. Las intervenciones realizadas en esta
zona corresponden con 26 pozos de sondeo.
En los pozos 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 56, 58, 59, 60, 61, 63, 70 y 71 se identificó sólo
una unidad estratigráfica correspondiente a la arena de playa.
En el pozo 49, 50, 51 se identificó solo una unidad estratigráfica correspondiente a arena
de playa.
En el pozo 64 se identificó una unidad estratigráfica caracterizada por ser arena de playa
gris con presencia de raíces.
En el pozo 69 se identificó una unidad estratigráfica caracterizada por ser arena de playa
con presencia de raíces.
Pozo 46 Pozo 47
Pozo 51 Pozo 54
Pozo 55 Pozo 56
78
Pozo 57 Pozo 58
Pozo 61 Pozo 63
79
Pozo 71
Zona 3: Playa Castillo Grande 2
Corresponde a una zona de playa en el barrio de Castillo Grande. Actualmente se 80
desarrollan actividades turísticas que contemplan infraestructura tales como carpas,
puestos de comida, instalación de sillas, entre otros. Cabe resaltar que presenta más
movimiento que la zona anterior Las intervenciones realizadas en esta zona corresponden
con 26 pozos de sondeo.
El pozo 22 tuvo dos unidades estratigráficas. La primera es una capa vegetal y la segunda
correspondió a la arena de playa.
En el pozo 25 se identificó una unidad estratigráfica. Es una capa de arena de playa con
presencia de ladrillo contemporáneo y hacia el metro de profundidad aparece en nivel
freático
En el pozo 28 y 29 tuvo dos unidades estratigráficas. La primera es una capa vegetal con
raíces y la segunda correspondió a la arena de playa.
Pozo 21 Pozo 22
Pozo 23 Pozo 24
Pozo 25 Pozo 26
84
Pozo 27 Pozo 28
Pozo 29 Pozo 30
Pozo 31 Pozo 32
85
Pozo 33 Pozo 34
Pozo 35 Pozo 39
Pozo 41 Pozo 42
86
Pozo 45
Zona 3: Playa Laguito y Subestación de Bocagrande
Corresponde a una zona de playa entre el barrio de Castillo Grande y Laguito frente al
Hospital de Bocagrande. Actualmente se desarrollan actividades turísticas que
contemplan infraestructura tales como carpas, puestos de comida, instalación de sillas,
entre otros. Adicionalmente, se presentan actividades deportivas en la cancha, actividades
de embarco y desembarco de lanchas hacia la Isla de Tierrabomba y de parqueo de
vehículos.
En la zona entre la cancha y la subestación se realizaron los pozos a una distancia de 10m
mientras que el resto de la zona a 25m. Cabe resaltar que la zona ha sido previamente
intervenida por la construcción de espolones, la construcción de la cancha, el hospital y el
parqueadero. Las intervenciones realizadas en esta zona corresponden con 20 pozos de
87
sondeo y un corte.
Ilustración 3-17 Ejemplo de radargrama de cable eléctrico detectado en los estudios realizados
previamente por la empresa, en la zona correspondiente a los pozos descartados.
En el pozo 8 se identificaron cuatro unidades estratigráficas. La primera corresponde a la
primera capa vegetal con raíces. La segunda unidad corresponde a una capa arenosa café
con gravas y hormigas. La tercera unidad corresponde al material de relleno con una
textura arcillosa con gravas y se encuentra un tubo amarillo de PVC. La cuarta unidad
corresponde a una capa arcillo-arenosa con material de relleno con corales y gravas.
Pozo 10 Pozo 11
90
Pozo 12 Pozo 13
Pozo 14 Pozo 15
Pozo 17 Pozo 18
91
Pozo 19 Pozo 20
3.2. IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN DE MANEJO ARQUEOLÓGICO
En función del contexto jurídico enmarcado en las leyes 14 de 1936, 163 de 1959, 397 de
1997 y 1185 de 2009, los decretos reglamentarios 264 de 1963 , 833 de 2002 y 1080 de
2015, los artículos 63 y 72 de la Constitución Política de Colombia de 1991, así como el
Artículo 2.6.5.7. Título V, Decreto 138 de 2019, que garantizan la protección y
recuperación de las evidencias históricas y arqueológicas del territorio colombiano, en el
presente apartado se enlistan las diferentes actividades asociadas las medidas de manejo a
desarrollar en la continuación del presente Programa de Arqueología Preventiva, así como
sus correspondientes metas. En este sentido, se pretenden establecer las fases
metodológicas a ejecutar durante y posterior a las actividades de verificación y monitoreo
en la implementación del Plan de Manejo Arqueológico. 92
A partir de las medidas de manejo aprobadas según la resolución 1491 de 2022 y teniendo
en cuenta que no se identificaron evidencias arqueológicas durante la fase de prospección,
además de determinar el potencial bajo del polígono, la medida considerada se vinculó al
monitoreo arqueológico. Por otro lado, para el polígono subacuático se realizó el
monitoreo de las anomalías no verificadas visualmente durante la fase de prospección, así
como la correspondiente verificación posterior a la disposición del cable submarino.
Ocho de las nueve anomalías resultaron positivas, identificándose piedras, tubos, llantas
y un armazón metálico de gran tamaño, donde todas estas evidencias culturales
contemporáneas (por sus características y propiedades, se puede señalar que datan de las
décadas recientes) fueron documentadas fotográfica y fílmicamente, observándose en la
mayoría de casos una buena preservación, y se identificó su materia prima (gracias al
detector). Las profundidades oscilaron entre uno (1 mts) y catorce metros (14 mts), el
suelo era en su mayoría sedimentario con algunas secciones lodosas y presencia de corales
vivos y muertos, así mismo se observó fauna marina y la visibilidad oscilaba entro los
diez centímetros (10cm), en algunos casos, hasta los dos metros (2mts) en otros. Toda esta
información se encuentra reseñada y detallada, junto a su correspondiente anexo
fotográfico, en las fichas de registro expuestas a continuación.
113
115
116
119
Evidencia del uso de estos materiales se encontró en el Convento de los Dominicos, con
fragmentos cerámicos predominantemente locales con herencia de los grupos
prehispánicos con las eventuales diferencias que después del contacto con los hispanos,
pudieron haberse marcado en las formas y decoraciones de las vasijas (Therrien 2003),
incluyendo la influencia del elemento africano que tuvo suficiente relevancia en la ciudad
de Cartagena.
No obstante, se mantuvieron a lo largo de todo el periodo colonial las técnicas de
elaboración indígena, así como la cocción a bajas temperaturas y el bruñido o alisada de
las superficies
Las formas empleadas para este tipo son las ollas, cuencos, copas y budares. Las
decoraciones en el periodo de contacto mantienen el estilo de su herencia prehispánica,
los cuales disminuyen para el periodo colonial cuando se introducen decoraciones con
sellos o la aplicación de rollos de arcilla en los bordes, estos últimos de tradición africana
(Therrien et al 2002: 48-49). 123
• Crespo Rojo Arenoso variedad torneado: Asociado al periodo colonial, por la
utilización del torno en su manufactura, presenta las mismas características de arcilla
descritas para el tipo anterior, aunque con pocas variaciones en las formas producidas
(Therrien et al 2002: 49-50).
• Crespo Café Arenoso: La arcilla empleada en este tipo generalmente es color café,
aunque según la cocción puede presentar núcleos que oscilan del gris al negro. Lo más
característico es la granulosidad de la pasta y las abundantes inclusiones de mica, cuarzo
y cuarzo lechoso triturado.
Las vasijas asociadas a este tipo cerámico generalmente se vinculan al uso en la cocina,
por las huellas de hollín encontradas en varias de ellas, formas como ollas, tinajas y
budares son frecuentes. Sin embargo, a partir del siglo XVII se introducen los bacines,
forma vinculada a uso higiénico y evidentemente influenciado por las costumbres
europeas. El tipo café arenoso desaparece hacia 1700 y 1750 (Therrien et al 2002: 48-49).
• Mompox Arenoso: Otros tipos de manufactura local se dieron en la costa caribe y
es probable que hayan llegado a la ciudad de Cartagena. Uno de esos centros periféricos
de producción pudo haber sido el puerto de Mompox, allí se encontraron vestigios de un
tipo cerámico que empleaba arcillas de textura arenosa y compacta de coloración gris a
crema con núcleos más oscuros y con mica como desgrasante. Por la baja densidad de
estos fragmentos no se han identificado las formas de vasija para este tipo, pero es
probable que hayan sido de uso culinario.
Tradición Criolla
La importancia que tenía para los españoles el hecho de seguir manteniendo un estilo de
vida similar al que llevaban en la península Ibérica, se manifestó en la producción de loza
con formas y técnicas de origen europeo, aunque empleando arcillas locales. En este
contexto surge la fábrica de loza de los jesuitas en la isla de Tierra Bomba, conocida como
el Tejar de San Bernabé, que funcionó aproximadamente entre 1650 y 1770, aunque se
plantea que la producción de loza se mantuvo por otras fábrica que existieron en la ciudad
hasta las luchas independentistas (Therrien et al 2002: 50).
Entre los productos hechos por la fábrica de los jesuitas se pueden mencionar los platos,
tazas, escudillas, usados en la mesa y en un contexto de uso higiénico los lebrillos y
bacines (Therrien 2003). Existen dos tipos cerámicos asociados a esta tradición, para lo
hallado en la ciudad de Cartagena: Cartagena Rojo Compacto y Mayólica Cartagena.
• Cartagena Rojo Compacto: Las arcillas empleadas en este tipo son de grano fino,
textura compacta y sin desgrasante visible, con una sola cocción las piezas presentan
pastas de color generalmente rojizo, aunque puede variar a naranja o con núcleo de color
crema. La superficie se torna naranja oscura y en algunas se observan baños de color
blanco generalmente hechos con cal.
Además de las formas mencionadas atrás, hay evidencia de producción de botijas para el
almacenamiento de líquidos, tinajas, anafes, candelabros, entre otros (Therrien et al 2002:
50-51).
• Cartagena Rojo Compacto, variedad fino: Con paredes más delgadas hubo una
125
variedad del tipo anterior, representado básicamente en tazas y envases pequeños, que
generalmente tienen un baño blanco en ambas caras (Therrien et al 2002: 51).
Las formas más comunes para este tipo son platos, tazas, pocillos, jarros, floreros,
candelabros, bacines y lebrillos (Therrien et al 2002: 51).
Tradición Europea
Dada la ubicación estratégica del puerto de Cartagena y la importancia que adquirió en las
actividades mercantiles del imperio Español, al puerto llegaron una variedad de materiales
provenientes de Europa y de otros puntos de la América colonial. La diversidad de
elementos encontrados en Cartagena evidencia no solo el comercio lícito que se ejercía
durante la colonia, sino también la llegada de productos de contrabando, por ejemplo los
ingleses durante el siglo XVI y XVII (Therrien et al 2002: 90), sin embargo es difícil
asociar los materiales a una u otra actividad.
A partir del siglo XVIII, con la política de apertura comercial de los Borbones, se
empiezan a establecer en el continente americano varias casas comerciales de origen
inglés, esto permite la entrada de materiales que se vuelven bastante comunes en los estilos
de vida de la gente para este momento, lo que se evidencia en el registro arqueológico de
126
estos materiales, aunque es claro que se presentan de manera más frecuente en centros
comerciales como Cartagena (Therrien et al 2002: 90-91).
A grandes rasgos podemos organizar en cinco grupos los materiales foráneos que pueden
hallarse en Cartagena, esto se realiza bajo el criterio de tipo de producción y estilo
decorativo de las cerámicas.
Aunque no son exclusivamente del periodo temprano, las botijas fueron vasijas
ampliamente difundidas en todos los emplazamientos fundados por los españoles. Estos
recipientes eran empleados para almacenar y transportar líquidos (agua, vinos, aceites,
etc.). De acuerdo con Deagan (http://www.flmnh.ufl.edu/histarch/gallery_types/) se
pueden reconocer tres periodos de producción para esta forma cerámica, la más temprana
(1490-1570) de formas globulares bordes evertidos y asas que se conectan con los cuellos.
El periodo medio (1560-1800) no presenta asas, y tienen las bocas redondeadas y aparecen
en mayor frecuencia los vidriados que en el periodo temprano. Finalmente, las botijas del
periodo tardío (1800-1900) con paredes más delgadas al del periodo medio, en algunos de
los cuellos se observan una banda o anillo aplicado directamente en los cuellos.
Entre los tipos vidriados más tempranos se caracterizan aquellos de pasta blanca y pasta
roja (Siglo XVI y mediados del XVII), con superficies lisas y lustrosas, a diferencia del
vidriado El Morro (1550-1650) con textura granulosa y burda en la superficie; de estos
tipos se han hallado formas que van desde los platos, las tazas, escudillas, morteros,
lebrillos y bacines (Therrien et al 2002: 92-93).
• Porcelana: Tal vez uno de los estilos más apreciados en el mundo colonial fue esta
antigua tradición cerámica de Asia, convirtiéndose en lujosos bienes de prestigio que
realizaban largas travesías para llegar a sus destinatarios (Therrien et al 2002: 101).
Ejemplo de esta tradición es el tipo Kraak (1550-1644) de origen chino, con motivos
florales, paisajísticos y taoístas en su superficie
128
(http://www.flmnh.ufl.edu/histarch/gallery_types). Tal vez piezas como estas inspiraron
el siguiente estilo cerámico.
De influencia italo-hispano se reconocen los tipos cerámicos Ichtucknee azul sobre blanco
(1600-1650), Sevilla azul sobre azul (1550-1630) y Sevilla azul sobre blanco (1530-1650)
(Therrien et al 2002: 95-96).
Por un lado se encuentra la Tradición Local, evidencia del uso de estos materiales se
encontró en el Convento de los Dominicos, con fragmentos cerámicos predominantemente
locales con herencia de los grupos prehispánicos con las eventuales diferencias que
después del contacto con los hispanos, pudieron haberse marcado en las formas y
decoraciones de las vasijas (Therrien 2003), incluyendo la influencia del elemento
africano que tuvo suficiente relevancia en la ciudad de Cartagena (Del Cairo 2008)
Ilustración 3-30 Fragmentos cerámicos tipo Crespo Rojo Arenoso Sitio K0+100 (Propia)
Por su parte la Tradición Criolla, se manifestó en la producción de loza con formas y
técnicas de origen europeo, aunque empleando arcillas locales. En este contexto surge la
fábrica de loza de los jesuitas en la isla de Tierra Bomba, conocida como el Tejar de San
Bernabé, que funcionó aproximadamente entre 1650 y 1770, aunque se plantea que la
producción de loza se mantuvo por otras fábrica que existieron en la ciudad hasta las
luchas independentistas (Therrien et al 2002: 50 en Del Cairo et al 2008). Entre los
productos hechos por la fábrica de los jesuitas se pueden mencionar los platos, tazas,
escudillas, usados en la mesa y en un contexto de uso higiénico los lebrillos y bacines.
• Cartagena Rojo Compacto: Las arcillas empleadas en este tipo son de grano fino,
textura compacta y sin desgrasante visible, con una sola cocción las piezas
presentan pastas de color generalmente rojizo, aunque puede variar a naranja o con
131
núcleo de color crema. La superficie se torna naranja oscura y en algunas se
observan baños de color blanco generalmente hechos con cal (Del Cairo 2008).
Tradición Europea:
Para el caso de cada área de monitoreo donde se halló el material arqueológico se muestran
los principales resultados que arrojó el análisis tipológico del material cerámico por cada
unidad de excavación, según el comportamiento estratigráfico de cada una.
Sitio 1 y sitio 2 de la Subestación de Bocagrande (Zona 1)
134
Zona 1
Estrato 3 / 80-110 cms
Subestación Bocagrande
Crespo Rojo Arenoso
Bordes 0
Cuerpos 9
Cuerpo con Decoración 0
Cartagena Rojo compacto
135
Cuerpo 1
Total 10
Zona 1
Estrato 3 / 80-110 csms
Subestación Bocagrande
Crespo Rojo Arenoso
Bordes 0
Cuerpos 11
Cuerpo con Decoración 1
Cartagena Rojo compacto
Cuerpo 1
Bases 1 136
Cuello 1
Bordes 1
Loza Industrial
Cuerpo 1
Buckley Ware Glazed
Cuerpo 1
Total 18
137
Ilustración 3-33 Secuencia entre 1650 y 1800 según presencia de material cerámico (Propia)
Ilustración 3-34 Secuencia entre 1750 y 1800 según presencia de material cerámico (Propia)
Sitio 3 Subestación de Bocagrande (k0+100)
139
Sitio K0+100
Estrato 3 / 80-110 cms
Subestación Bocagrande
Crespo Rojo Arenoso
Bordes 6
Cuerpos 12
Cuerpo con Decoración 0
Cartagena Rojo compacto
Cuerpo 2
Bordes 1
140
Botija vidriada
Cuerpo 1
Loza industrial
Bordes 3
Base decorada 1
Cuerpo decorado 1
Total 27
Botija: s. 16 al 19
141
Ilustración 3-36 Secuencia entre 1750 y 1805 según presencia de material cerámico (Propia)
En definitiva, con la información analizada es posible determinar que existe una mayor
posibilidad que los materiales cerámicos que fueron hallados durante las actividades de
monitoreo arqueológico en la zona de Bocagrande, podrían corresponder a posibles
asentamientos asociados con campamentos para la construcción de obras militares
asociadas a la escollera submarina. En este sentido, y de acuerdo al cruce cronológico de
fechas según tipos de cerámica se podría establecer la hipótesis que el área pudo estar
ocupado desde la segunda mitad del siglo XVIII.
4. CONCLUSIONES DEL PROGRAMA DE ARQUEOLOGÍA
PREVENTIVA
El área de estudio ubicada en los barrios de Castillo Grande y Laguito, así como
Manzanillo, se ha caracterizado por tener múltiples transformaciones por cambios en la
vegetación, la línea de costa y las actividades antrópicas de la zona. En este sentido, el
Laguito ubicado a escasos metros de la zona de estudio.
142
Ilustración 4-1 Diferencias en la vegetación en el área de estudio según la cartografía histórica. Tomado
de Salas, 1742, Arévalo 1777, Fidalgo 1795, Anguiano 1805.
“era un lago limitado en el primer tercio del siglo XX, era una fuente hídrica débil
que iba hacia la bahía por una barra de arena inestable, poseía una gran boca, en
cuyo fondo en donde se construyó lo que hoy día se conoce como el Hotel Caribe. Ya
para los años 60 el distrito decidió hacer una intervención y dragarlo para darle
profundidad y con la arena y caracolejo extraído de su lecho se estabilizaron los
terrenos lo que en la actualidad conocemos como El Laguito, sobre estos terrenos se
han construidos edificios residenciales y turísticos. Hoy día se conoce que la
inestabilidad de la boca del cuerpo de agua es producto del efecto de la combinación
entre la construcción del Espigón Iribarren y de los rellenos hechos para edificar el
Hotel Hilton, en su extremo sur” (Ramírez Llerena, 2019).
143
Ilustración 4-2 Fotografías a detalle del estrato encontrado en el corte 2 y de la formación de un manglar
vivo (Propia)
Ilustración 4-3 Transformaciones de la línea costera en el área de estudio entre 1752 y 2022 (Propia)
Este fenómeno ha causado la necesidad de construcción de obras de protección costera en
diferentes zonas del barrio de Laguito y Castillo Grande. En este sentido, cabe resaltar que
un periodo más reciente (entre 1969 y 2022) la línea de costa se ha desplazado, ganándole
terreno al mar entre 65 y 20 m dependiendo del tramo. Los espolones se pueden observar
a lo largo de la playa e incluso en algunas zonas es posible observar algunos que ya
quedaron en desuso porque ya se adquirió un sector importante de playa como en la zona
del Hospital de Bocagrande. En este sentido, de acuerdo a las entrevistas abiertas
realizadas a las fuentes orales aseguran que la playa fue creada recientemente gracias a la
acción de estas obras costeras hace unos 20 años aproximadamente (Jaider Rodríguez,
perteneciente a la comunidad de Tierrabomba, comunicación personal).
145
Otras intervenciones que se han realizado en la zona corresponden con cables terrestres y
submarinos de líneas de servicios públicos (Gas, agua. Electricidad). Esto es posible
observar en los planos realizados por la empresa y el estudio de Georradar que realizaron
previo al inicio de las actividades arqueológicas.
Ilustración 4-5 Detalle del mapa donde se observan las diferentes adecuaciones de la zona. Proporcionado
por la empresa J.E. Jaimes Ingenieros
Finalmente, cabe resaltar que a lo largo de las diferentes intervenciones fue posible
encontrar cultura material asociada a periodos contemporáneos como elementos de
146
plástico, materiales constructivos contemporáneos (ladrillos), y en algunos casos
elementos de botellas o envases de vidrios recientes.
Ilustración 4-6 Ejemplo de Radargrama de cables eléctricos en la zona de estudio según el estudio
realizado previamente por la empresa
Ladrillo Contemporáneo Ladrillo Contemporáneo
148
6. RESULTADOS DE LAS ACTIVIDADES DE ARQUEOLOGÍA PÚBLICA
REALIZADAS
En la fase de Arqueología Pública de este proyecto, que responde al Decreto 1080 de 2015
modificado por el Decreto 138 de 2019, se propone desarrollar un programa de
divulgación participativa en el sector de influencia, donde se tenga presente la importancia
patrimonial del componente arqueológico alrededor de la transformación del paisaje
marítimo a través del conocimiento de los actores sociales con mayor influencia e impacto
como son las comunidades locales afrodescendientes y los residentes del sector de Castillo
Grande y Bocagrande.
150
152
Tabla 6-1 Capturas Página Web Proyecto Arqueológico (Propia)
INICIO
153
154
158
PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA
159
160
161
162
8. BIBLIOGRAFÍA
Alcaldía de Cartagena de Indias (2001). Decreto No. 0977 de 2001 “Por medio del cual
se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito Turístico y Cultural de
Cartagena de Indias”. Distrito Turístico y Cultural.
Ariza, L. (2016). La mirada detrás del fuerte: Arqueología del paisaje histórico de los
procesos de construcción militar colonial en Bocachica y Barú, Cartagena de Indias -
Colombia. Universidad Externado de Colombia.
Bowens, A. (Ed.) (2009). Underwater Archaeology. The NAS guide to Principles and
Practice (Second Edi).
CCO. (2011) Hacia el reconocimiento de la cultura marítima en Colombia-Proyecto
Marco de Cultura Marítima. Comisión Colombiana del Océano.
Del Cairo, C. (2013). Entre naves y fuertes: Arqueología de las batallas costeras de 1697
y 1741 en Bocachica. Isla de Tierrabomba, Cartagena de Indias. Instituto Colombiano de
Antropología e Historia (ICANH).
Del Cairo, C. (2021). Prospección y Formulación del Plan de Manejo Arqueológico para
la Construcción del Hotel Joy Resort Barú, localizado entre Santa Ana y Barú, Cartagena
de Indias. Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
Del Cairo, C., García, C., Cruz, J., Ortiz, C. & Borrero, R. (2012). Estudio arqueológico
en el marco de la consultoría de estudios técnicos y proyecto de restauración integral en
el fuerte de San Fernando y la Batería de San José, Bocachica, Cartagena de Indias,
Bolívar. Informe Fuerte de San José. A&A Arquitectos.
Del Cairo, C., García, C., Cruz, J., Ortiz, C. & Borrero, R. (2012). Estudio arqueológico
en el marco de la consultoría de estudios técnicos y proyecto de restauración integral en
el fuerte de San Fernando y la Batería de San José, Bocachica, Cartagena de Indias,
Bolívar. Informe Fuerte de San Fernando. A&A Arquitectos
Del Cairo, C., García, M., Peña, O., Pérez, J., Montaguth, K., Fuquen, C., Páez, A. & 165
Villada, D. (2002). Arqueología de un naufragio. Memorias del curso del patrimonio
cultural sumergido. Ministerio de Cultura de Colombia & Escuela Almirante Padilla.
Del Cairo, C., Fuquen, C., García, M., Pérez, F. & Peña, O. (2003). El ataque inglés a
Cartagena. Arqueología de un naufragio. Castillo, N & Alvis, D. (eds) El mundo marino
de Colombia: Investigación y desarrollo de territorios olvidados. Universidad Nacional de
Colombia.
Del Cairo, C., Roa E. & Manrique, M. (2014). Informe Final Prospección arqueológica y
Plan de Manejo Arqueológico para el Cable Submarino en Cartagena de Indias. ICANH
Del Cairo, C., Palacio, L., Manrique, M., Peñarete, A., Chávez, A., Estupiñan., E. & Riera,
C. (2016). Prospección arqueológica y formulación del Plan de Manejo Arqueológico para
Landing Place Marina, Castillo Grande Cartagena de Indias. Bathymetrics S.A.S -
Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
Del Cairo, C. & Palacio, L. (2017). Prospección Arqueológica Y Formulación Del Plan
De Manejo Arqueológico Para La Marina De Eduardoño, Barrio Manga, Cartagena De
Indias. Fundación Terrafirme
Del Cairo, C., Riera, C., Aldana, J., Báez, V., Caro, G., Chávez, A. & Peñarete, A. (2019).
Patrones de Navegabilidad, Accidentalidad y Hundimientos en el Caribe Colombiano:
Siglos XVI-XX Como insumo para el registro nacional de patrimonio arqueológico
sumergido. Fase piloto 1. Cartagena de Indias e inmediaciones y Riohacha. Universidad 166
Externado de Colombia - Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
Del Cairo, C., Riera, C., Matiz, P., Garcés, J., Álvarez, P., Báez, L. V., Aldana, J.,
Amórtegui, A., Rozo, L., Rossi, V., & Sánchez, C. (2020). Componente Arqueológico del
Diagnóstico del PEMP Fort Bahía, Cartagena de Indias e Inmediaciones. Ministerio de
Cultura - Universidad Externado de Colombia - Escuela Taller de Cartagena de Indias.
Del Cairo, C. & Báez, V. (2021). Proyecto Obra Marítima Construcción Espolones Isla
Draga en Cartagena De Indias, Departamento de Bolívar. Dirección General Marítima
(DIMAR).
Del Cairo, C., Riera, C., Aldana, J. & Báez, V. (2021a). Arqueología de los Naufragios de
Bocachica y Manzanillo: Una Aproximación a los Procesos de Formación de Contextos
Arqueológicos Sumergidos. Boletín Científico Centro de Investigaciones Oceanográficas
e Hidrográficas (CIOH), 39 (2).
Del Cairo, C. Borrero, R., Báez, V. & Aldana, J. (2021b). Programa De Arqueología
Preventiva Para El Proyecto Diagnóstico Y Prospección Arqueológica Para La
Construcción De Muelles De Embarcadero En El Sector De La Coquerita, En El
Municipio De Coveñas, Departamento De Sucre. Instituto Colombiano de Antropología e
Historia (ICANH).
Dorta, M. (1988). Cartagena de Indias: Puerto y plaza fuerte. Fondo Cultural Cafetero.
France, D. (2008). Human and nonhuman bone identification: a color atlas. CRC Press.
Gómez, J. & Montes, N. (2020). Plancha 5-04 del Atlas Geológico de Colombia 2020.
Servicio Geológico Colombiano. Bogotá.
Jaraba, Y (02 de agosto del 2012) Parque de Castillo, pulmón verde en medio de cemento.
El Universal. https://www.eluniversal.com.co/cartagena/parque-de-castillo-pulmon-
verde-en-medio-de-cemento-86153-DWEU170175
Martín, J. & Quijano, J. (2016). Prospección arqueológica subacuática y formulación del 168
Plan de Manejo Arqueológico para el Estudio de Impacto Ambiental para el dragado del
terminal marítima de COMPAS, Bahía de Cartagena, Bolívar.Aqua & Terra Consultores
Asociados.
Martín, J., Quijano, J., Beltrán, C. & Espinosa, J. (2016). Prospección Arqueológica Y
Formulación Del Plan De Manejo Arqueológico Para La Ampliación Del Canal De
Acceso (Variante) A La Bahía De Cartagena
O'Connor, T. (2008). The archaeology of animal bones. Texas A&M University Press.
Olsen, S. (1973). Mammal Remains from Archaeological Sites: Part I-Southeastern and
Southwestern United States.
Olsen, S. (2004). Fish, Amphibian and Reptile Remains from Archaeological Sites:
Southeastern and Southwestern United States, Appendix: The Osteology of the Wild
Turkey (Vol. 56). Peabody Museum Press.
Orduña, M., Del Cairo, C., Riera, C., Báez, V. & Aldana, J. (2021). El Paisaje Fortificado
de Cartagena de Indias (Colombia) como Herramienta para la Planeación, Gestión y
Protección del Patrimonio Arqueológico. I Congreso Iberoamericano de Arqueología
Náutica y Subacuática (CIANYS). http://hdl.handle.net/10498/25256
Restrepo, J., Franco, D., Escobar, J., Correa, I. D., Otero, L. & Gutiérrez, J. (2013). Bahía
de Cartagena (Colombia): distribución de sedimentos superficiales y ambientes
sedimentarios. Latin American Journal of Aquatic Research. 41(1): 99-112.
Therrien, M., Uprimny, E., Loboguerrero, J., Salamanca, M., Gaitán, F., & Fandiño, M.
(2002). Catálogo de cerámica colonial y republicana de la Nueva Granada (producción
local y materiales foráneos. Costa Caribe y Altiplano Cundiboyacense-Colombia.
Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales (FIAN). 170
https://drive.google.com/drive/folders/13SH0HqhV4dOSS7S1D2AkMhJaj4
Ayk0kv
https://drive.google.com/drive/folders/17hZ8GSIhqLf-OrILBE-
8mA05uFXDKb4Z
https://drive.google.com/drive/folders/1m5cOGpka9OamITuyomciVAJDer
A0HoNY