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EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS

EN LA CORDILLERA CENTRAL
RONCESVALLES - TOLIMA

HÉCTOR SALGADO LÓPEZ


Profesor Asistente
Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad del Tolima

Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales


Banco de la República
Universidad deiTolima
Fondo Mixto de Cultura deiTolima
Santafé de Bogotá, O.C.1998
Carátula: Loma con plataformas de
vivienda t'!>calonadas (Finca La Granja)

FUNDACION DE I NVESTIG/\C JONES


ARQUEOLOCI CAS NACIONALES. No. úú

BANCO DE L/\ RE PU BLICA

EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORD ILLERA


CENTRAL RON CESV/\LLES - TOLIMA
Primera Ed ici6n. 1<)9H

© 19lJI{ HiTT<JI( S¡\1.(,¡\l)(l L<ll'l:l

Armada d igit a l e impresión


Edi10ra Cuadalupc Llda. Tel.: :!úlJ 07 Xl:l
E-mail: ~uad a <í_t col l.t.c lcrom.conl.CO
Santak de l~o~ot;\, I) .C .. Colombia

Prinr.:d and madt' in Colombia 1 lmpn:'>o v hecho l'Il Colomhi:1


CONTENIDO

Pág.
FECHAS DE RADIOCARBONO ..................................... ....... .. 7
AGRADECIMIENTOS .... ................ .......................................... 9
P.ARTICIPANTES ............. .. ...... .. .. ...... .. ........... .................. .. ....... JI
INTRODUCCIÓN ............. ......... .... ........................................... 13

Capítulo l
LA REGIÓN .................... .. .......... ... .. ..... .. .. .. ... .. .... .... ................ 15
1. Localización Geográfica .. .. ........ . .... ........ ... .... ... ..... ............ J5
2. El medio Natural ...................................... .. .. ..... ................ 15
3. Geología y Geornorfología ................................................ 18
4. Economía Regional .. .. .. .. .. .. ... .. ... .. .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 18

Capítulo ll
ANTECEDENTESARQUEOLÓGICOS .................................. 21
I. La .Zona Plana del Val1e del Magdalena y la Ve.rtiente
Occcidental de la Cordillera Oriental ..... ,............................ 22
2. La Cordillera Central en el Tolima y Regiones Adyacentes .. 25

Capítulo III
METODOLOGÍA ............. ............................................... ........... 27
l. Can1po ............................................................................. 27
l . l. Reconocimiento y Prospección .. .. ............................ . 27
1.2. Excavaciones....... .................................................... ... 28
2. Laboratorio .. ...... ..... ............ ... .... ... .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. .... .. ....... . 29
2.1. Análisis de los Materiales Cerámicos y Líticos.......... 29
2.2. Ot ras Muestras...................... .......... .................... ....... 30
3. ln fo nne final .... ........................................................... ... ... 31

Capítulo IV
LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA .. .. .... ........ ..... ............ 33
l. La Exploración , .... .. .. .. .. ... .. .. ... .. .. .. .... .... ... .... ....... ..... .. ... ... .. .. .. .. 33
1.1 . Rosales, Londres y Siberia .... .......................................... 35
1.2. Buenos .Aires ........... .... .......... ...................................... ..... 37
J .3. La Granja........ .......... ....................................................... 37
l .4. El Jordán.......................................................................... 40
1.5. Patio Bonito y El Reflej o .................................... .... ......... 40
6 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Capítulo V
EXCAVACIONES ARQUEOLÓG ICAS ....................................... 43
l . Fisiografía General de la Región de Roncesvalles .. ... ...... ..... . 43
2. Excavaciones en Sitios de Asentamientos ............................ . 44
:.l. Buenos Aires ....................................................... ........ 44
2.2. La Granja .......... ................. ........................................ 52
2.3. El} ordán ..................................................... ................ 61
2 .4. Patio Bonito...... .................................... ...................... 84

Capítulo VI
LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS .................................... 89
l. La Cerámica.......................................................................... 89
1. 1. Criterios Metodológicos ............ ............................. ..... 89
1.2. Cerámica Formativa .... .. .. .. .. .. .... .. .. .. .. ... .... .................. 90
1.3. Comparación de los Grupos Cerámicos
del Período l ardío.. .............................. ....................... 93
2. El Material Lítico .................................................................. 108

C apítulo VII
PAUTAS DE ASENTAMIENT O PREHISPÁNICAS EN
LA CORDILLERA CENTRAL DEL TOLIMA .............................. 113

ANEXO 1
D escripción Formal y Técnica de Los Grupos Cerámicos
del Sistema Alfarero de Roncesvalles -Tolima ........ .................... 125
A. Período Fom1at ivo ................................................................. 125
B. Período Tardio ................................. ................... ................... 127

ANEX0 2

Estudio Palinológico ..... .. .. .... .. ...... .. .. .... ... .. .... .. ..... .... .. ... .. .... .... .. ... . 133

ANEX03
Análisis Fisicoquírnicos de Suelos.. .............................................. 145
Indice de Figuras.......... ............. ...................................................... 14<)
lndice de Fotografías....................... .............................. .................. 159
lndice de Lám inas........................... ................................................ 161

BIBLIOGRAFÍA .................... ........... ........... ....... ............................ 163


FECHAS DE RADIOCARBONO

TARDIO
Beta- 111973 L:t Granja 1020 ± (l(l a. p.
Terraza 1 H70- 19'30 l - <.JtJO d.C.
R./\ 1: 100 - 1 15 cm

Reta- 113703 La Gran ja 1030 ± 60 a. p.


Pl<~taforma 3 1{60 - t 920 J- 980 d.C.
U.E.3: 40 - 50 Cll\

FORMATIVO

Bet.a- 1 167ó3 El Jord:\1' 2850 .:!.: 50 a.p.


'Jc rrazR 1 RSO-llJOO J-lJ50 <I.C.
U.E. l-1: 110 - 130cm

PRECERA.M lCO

Beta- ll 6764 El Jordán 9760 .:!.: 160 a. p.


Terraza 1 7650 -1 7R 1O J - 7970 a.C.
U. E.l4: II 0 - 130cm

Bcw - 1 1 197'1 El Jo rd <i ll 12910 ± 60 a.p.


' lcrra~:a
1 1OCJOO -1 10960 J- 1 1010 a.C.
U.E. 10: l00-120cm
10 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

toa los profesores César Velandia ]agua y Manuel León Cuanas,


quienes siempre han imaginado un rnuseo universitario que lidere
la investigación arqueológica regional; por lo cual impulsaron el
inicio de este trabajo.
De igual manera, queremos reconocer el interés, por divulgar
los resultados, demostrado por los profesores de la Universidad
del Tolima, Luis Fernando Rozo (Comité de Investigaciones) y
César Augusto Zambrano (Fondo Mixto) y su gestión, en dichos
organismos, para la aprobación de los apoyos económicos de la
publicación.
Aparte de las personas que se mencionan en la lista de parti-
cipantes, se agradece el esfuerzo denwstrado por Gloria Rivera en
las labores de laboratorio; Martha Barrero y Ricardo Rivera e n la
digitación del manuscrito. Así n1isrno, un especial agradecimiento
para la arqueóloga Alba Nelly Gómcz por su decidido apoyo e
interés en la elaboración v redacción del texto.
Nuestros agradecimientos también son para el colega Camilo
Rodríguez., por enseñarnos los materiales cerámicos y permitirnos
consultar sus diarios de campo y los estudios de la cerámica no
publicados, de las investigaciones que adelantó c1.1 C haparral y
Herrera (Tolima).
Por último, nuestra gratitud se hace cxtcnsiv::~ a la cornuni-
dad de Roncesvalles; en especial al párroco Osear Fcrnándcz, a la
profesora Aleyda Gómcz Torres, su esposo Jorge Murillo y a Samuel
Casuu'leda porque con su cooperación y apoyo se mejoró nuestra
estadía en campo; a los prOpietarios de los predios (Isabel Castro,
lrma Galindo, Julio Pelácz y Ncftalí liméncz) por permitirnos ade-
lantar las excavaciones.
AGRADECIMIENTOS

La real izac ión de la presente investigación arqueológica no hu-


biera sido posible sin los aportes financieros de ciertas instituciones
y la colaboración de un grupo de personas que brindaron su apoyo;
a todas ellas hacemos llegar nuestra más sincera gratitud.
La Universidad del Tolima, a través de la Facultad de Cien-
cias de la Educación y del Museo Antropológico, proporcionó per-
son al, equipos e instalaciones; además faci litó el tiempo necesario
para adelantar las labores investigativas. El Comité Central de
Investigaciones, asumió parte de los costos del proyecto. La Fun-
dación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales FlAN del
Banco de la República, tamb ién proporcionó recursos económi-
cos para adelantar el proyecto. Igualmente, el Fondo M ixto para
la Promoción de la Cultura y las Artes del Departamento del
Tolim.a ayudó a financiar la investigación.
Igualmente, agradecemos a los Doctores Luis Duque Gómez,
Director Ejecutivo de la FlAN; Luda Durán Pin illa, Directora del
Com ité Central de Investigaciones, Universidad del Tolimn y José
Eusebio Suárez Gaitán, Director durante ese período del Fondo
Mixto, por considerar y creer en la propuesta de investigación;
por apoyar a la FlAN, en la edición del presente lib ro, a través ele
la aprobación de partidas económicas tendientes a cofinanciar la
pub! icación.
A las actuales y anteriores directivas ele la Unive rsidad del
Tolima, espedalmente a la Doctora Sandra Amaya por brindar la
oportunidad para el desarrollo de la investigación arqueológica
en la institución. También, presentamos un especial reconocimien-
10 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

toa Jos profesores César Velandia Jagua y Manuel León Cuartas.


quienes siempre han ilT1aginado un museo universitario que lidere
la investigación arqueológica regional; por lo cual impulsaron el
inicio de este t rabajo.
De igt.~.al rnanera, queremos reconocer el interés, por divulgar
los resultados, demostrado por los profesores de la Universidad
del Tolirna, Luis Fernando Rozo (Comité de Investigaciones) y
César Augusto Zambrano (Fondo M ixto) y su gestión, en dichos
organismos, para la aprobación de los apoyos económicos de la
publicación.
Aparte de Jas personas que se mencionan en la lista de parti-
cipantes, se agradece el esfuerzo denwstrado por Gloria Rivera en
las labores de laboratorio; Martha Barrero v Ricardo Rivera en la
digitación del manuscrito. Así m ismo, un eSpecial agradecim.iento
para la arqueóloga Alba Nelly Gómez por su decidido apoyo e
interés en la elaboración y redacción del texto.
Nuestros agradecimientos también son para el colega Cam ilo
Rodríguez, por enseñarnos los mateliales cerárrlicos y permitirnos
consultar sus diarios de campo y los estudios de la cerámica no
publicados, de las investigaciones que adelantó en Chaparral y
Herrera (Tolima).

Por último, nuestra gratitud se hace extensiva a la comuni-


dad de Roncesvalles; en especial al párroco Osear Fcrnándcz. a la
profesora Aleyda Gómez Torres, su esposo Jorge Murillo y a San1uel
Castai'\eda porque con su cooperación y apoyo se rnejoró nuestra
estadía en campo; a los propietarios de los predios (Isabel Castro,
lrma Galindo, Julio Pelácz y Neftalí Jiméncz) por perrnitirnos ade-
lantar las excavaciones.
PARTICIPANTES

DIRECfOR PETROGRAFÍA
Héctor Salgado López Javier Rojas

EQUIPO EN CAMPO TOPOGRAFÍA


Jhony Carvajal Diana Tocora
Alba Nelly Gómez Camilo A. Escobar
Martha Barrero
Ricardo Rivera DIBUJANTE
Gloria Rivera César Bonill<:l
Catalina Oíaz (Temporada 1998) José Ledesman Díaz

GUAQUERO ANALJSTA DE SISTEMAS


Hugo Alberto Montenegro Y. Fidel C laudio Silva A.

AUXIUARES ENlABOMTORIO DIGITACION DE TEXTOS


Gloria Rivera Martha Barrero
Martha Isabel Banero Ricardo Rivera
Ricardo Rivera
Walter Cataño FOTOGRAFÍAS
Catalina Díaz Héctor Salgado L
Ji mena Bustos ¡ho ny Carvajal
Alba Nelly Gómez
ANÁLISIS D.E
RADIOCARBONO OBREROS
Beta Analytic Inc. , Florida Rubén Sanabria
ferney Uribe
ID ENTIFICACION DE PAISA- lesús Hernández
JES E INTERPRETACIÓN DE
SUELOS CONDUCTORES
Pedro José Botero Hernán Cómez
Sam uel Cast<:u1eda
PALINOLOGÍA M arg::~rita
V
Dell.(ado
<..

Alexis Jaram illo


Gustavo Lozano C.
INTRODUCCIÓN

La historia prehispánica de los grupos humanos que habj-


taron la cordiJlera Ce ntral , en el actual departamento del
Tolima, es muy compl eja al igual que las relacion es culturales
que establecieron con otras áreas del suroccide nte colo1T1biano.
La gran altura de la cordillera no fue un obstáculo para la co-
municación entre los valles cálidos del Magdalena, Cauca y las
vertientes andinas, permitiendo el intercambio y el estableci-
miento de diversos patrones de asentamiento.
A partir de 1996 la Universidad del Tolima, a través del
Museo Antropológico, inició el desarrol lo de un programa de in-
vestigación arqueológica regional, cuyo priJT1er proyecto fu e rea-
li zado en el municipi o de Roncesvallcs - Tolima y sus resultados
se describen en la presente publicación. El propós ito general fue
el de localizar, identificar y evaluar los recursos a rqueológicos de
la zon a escogida, por medio de prospección arq ueológica y de
excavaciones parcial es en los sitios más representativos.
La información obtenida ayuda a incrementar el conocimien-
to sobre la dinámica cuJtural de las sociedades prehispánicas que
habitaron las vertientes v zonas altas de la co rdillera Central, en
es ta región del Tolim a y' so n un aporte significativo te ndi ente a
superar el nivel descriptivo que, a partir de rasgos es ti lísticos (tan-
to en cerám ica como en orfebrería, etc), ha caracterizado el esta-
blecimiento de relac iones culturales preh ispánicas entre !;,1 re-
gión toli mense y otras áreas arqueológicas del surocc idente co-
lombiano, como: San Agustín, Quimbaya, valle rnedio del río
Cauca y Calima.
14 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDiLLERA CENTRAL

En su conj unto, los haiiazgos arqueológicos de Roncesvallcs-


Tolirna contribuyen al estudio del ptoceso l'üstórico regi onal. pre-
hjspánico del suroccidente colombiano, En los yacimientos investi-
gados se identificaron ocupaciones aborígenes que amplían la se-
cuencia cultural y cron ológica prehispánica del Tolima, desde fina-
les del Pl eistoceno y Holoceno Temprano (XIll a X milenios a. p.),
al formativo tardío (s iglo IX a .C.) y hasta los desarrollos
prehispánicos tardíos de Jos siglos lX a XII después de Cristo.
Las evid encias encontradas y los estud ios especiales (suelos y
polen), aportan nueva información sobre las antiguas pautas de asen-
tamiento, rnanejo y aprovecham iento del medio ambiente. Asimis-
mo, se pudo ampliar y complem entar la distribución espacial de
formas y decoraciones cerámicas de la ocupación mas tardía en la
cordillera Central y posibles relaciones con la vert iente occidental
de la misma cordillera (región Quimbaya) y valle d el Magdalena, al
norte del departamento del Tolima, incluyendo las estri baciones de
la cordillera Oriental.
Investigaciones arqueológicas, con un enfoque regional, como
la presente, proporcionan importante información que ayuda a
mejorar nuestro conocirniento del pasado prehispánico de la zona,
a través de la reconstrucción de un proceso histórico, con una di-
rnensiól"l ternporal, de más de d iez rriil años de historia precolombi-
na en el departamento d el Tolima. l guahncntc, son un aporte ten-
diente a d esnütificar las imágenes impuestas por la historiot,rrafia
tradicional, referente a un pasado prehispánico cuya antigüedad se
rem.onta a l período de la conquista y colonia cspal''lola; época en la
cual surgieron representaciones fantásticas para, j\tstificar el exter-
minio de los habitantes aborígenes (léase Pijaos y otras parcialida-
des) , de la cordillera Central en el Tolima y que todavía perduran
en el imagin ario colectivo.
Capítulo 1

LA REGIÓN

l. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
La región objeto de la presente investigación está sitt.tada en la
parte alta, vertiente oriental de la cordillera Central, en el departamento
del Tolima y pertenece jurisdiccionalmente ál municipio de Roncesvalles,
cuya cabecera municipal está ubicada a los 4o O1' de Latitud No1te v 75°
32' de Longitud Oeste (lGAC 1980~ 1386), (Foto 1). ·

El municipio de Roncesvalles se ubica al suroeste de l de parta-


mento del Tolima. li m itando por el norte con l.as rnunicipalidades
de Rovira y Cajamarca. por el oriente con Rovira v Sa n Antonio,
por el sur San Antonio, Chaparral y al occidente con los departa-
mentos del Valle de l Cauca y Quindío (lGAC 1980: 1386; Polanco
1995: 33), (Fig. 1).

2. EL MEDIO NATURAL
El territorio de Roncesvalles en toda su extensión es montaJioso
v tiene un área de 778 Km ~, distribuidos entre los pisos térmicos: Medio
1.03 Kmz (13.2<Yu), Frfo36 1 Km:.! (46.4%) v Páramo 314 Km·1 (40.4%) .
(lGAC 1980: 1386; Castañeda 1982). ·

El área ob jeto J e estudio arqueológico sólo ha comprendido el


piso biocl imático frío, que corresponde con el típico Bosque de N iebla
y en él se distinguen dos biozonas o formaciones vegetales. La prime-
ra de ellas es el Bosque Húmedo Mont3no Bajo (BH-MB), que se
distribuye entre los 2000 y 3000 msnm; se caracteriza por una
biotemperauua entre los 12 y los 1SOC, un promedi o anual de lluvias
entre 1000 y 2000 mm anuales. La segunda formac ión, presente en la
16 EXPLORACIONES AI<QUEOLÓC ICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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LA REG10N 17

zona explorada, es el Bosque muy Húmedo Montano Bajo (Bmh-MB),


que se localiza entre el área de Páramo y la aJHerior formación , en una
franja altitudinal que varía de 1900 a 2900 m.snm con temperaturas
que van de t2 a 18oC y una lluvjosidad anual de 2000 a 4000 mm
(Polanco L995: 34 a 39; Espinal y Montenegro; l963), (Fig. 2).

La Topografía varía desde lomas onduladas con suave relieve y


cimas planas. hasta montañas escarpadas con fuertes pendientes. La
vegetación nativa ha sido fuertemente intervenida y se le halla ubica-
da en reductos, dentro de las áreas agropecuarias y en zonas de difícil
acceso, donde se observan variadas especies arbóreas entre las cuales
sobresalen los robledales (Quercu s Humboldtii) y la palma de cera
(Ceroxylo n Quindiu en se) o árbol nacional, que le dan un contraste
muy característico al paisaje de la región de Roncesvalles. Paisaje que
tiende a desaparecer debido al uso indiscriminado de la palma de cera.
dado que se usa para hacer cercas. canales de agua, construcciones de
viviendas, encierros para ganado y huertos, alinderamientos de casas
en poblados y encienos de patios , pero sobre todo la explotación de
cera. utilizada como fuente de energía. para el consumo de los habi-
tantes de la región. (Polanco 1995: 23-40).

Roncesvalles junto con otros municipios del Tolima en la vertien -


te oriental de la cordillera Central corno: lbagué. Cajamarca, Rovira y
Santa Isabel, son portadores de reservas del árbol nacional denomina-
do palma de cera, las cuales constituyen una riqueza de biodiversidad
tan especial que constituyen patrimonio de carácter universal, de ahí
lo importante de su preservación . (Polanco 1995: 23 -40).

La vegetación nativa, puede alcanzar alturas elevadas con riqueza


de especies, lo que genera una biodiversidad tanto en la tlora como en
la fauna existentes; las zonas no alteradas aun cuentan con especies
variadas de líquenes, orquídeas, musgos. bromelias y aráceas, que cre-
cen entrernezcladas con el bosque. (Espinal y Montenegro 1963 ;
Polanco L995 ).

Las áreas despejadas de bosque natural se aprovechan en su ma-


yoría con potreros de pasto para una gan aderíit extensiva de muy baja
productividad en detrimento de la zona forestal. En el Tolima i!Oio el
30% de las tierras de cordillera, que corresponden a bosques nativos.
son aptas para la agricultura y la ganadería (Corpes 1986: 55).
18 EXPLORACIONES ARQOEOLOGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

3. GEOLOGÍA Y GEOMORFOLOGÍA
La geología de la región la constituyen grandes 11údeos de rocas
ígneas y metamórficas recubiertas por mantos de cenizas volcáJ1icas
pertenecientes a los períodos geológicos Triásico- Jurásico y Cretáceo;
los sedi mentos del Cuaternario están representados por diversos de-
pósjt.os de aluviones recientes (lGAC 1988). Los suelos son bien
drenados, profundos y con alta fertilidad (Castat1eda 1982).

Geográficamente sobresalen los Páramos de Barragán y Cumbarco,


el alto de Tribuna, el cerro Argelia, la cuchilla del Valle, el cañ ón de la
India v la depresión de la Yerbabuena, paso natural montañoso, por
dond.é desciende el río Cucuana y que ha perrnit.ido la comunicación
con la vertiente occidental de la cordillera Ce ntral (Barragán y Santa
Luda, en el d epartamento del Valle del Cauca y Pijao en el Quindío),
(lGAC 1980: 1386; Castañeda 1982) .

Roncesvalles pertenece a la red hidrográfica del sur del Tolitna


(cuenca del río Sa.ldat1a) ; los principales anuentes son el Cucuana,
Cucuaníta, Chilí. San Marcos y otras corrientes menores (Castai'led a
1985).

4. ECONOMÍAREGIONAL
Roncesvalles al igual que la mayoría de los municipios del Tolima,
que están ubicados en las partes mas altas de la cordillera Centra l, no
tienen mayor reJev<:Ulcia en el desarrollo económico del depa1iamento:
en cornparación con los del Val le del Magdalena donde se observa un
notable crecimiento de la agricultura industrial mecan izada. Esta dife-
renciación es debida a la f<dta de vías de comunicación , procesos des-
centrali zadores y cambios e n los prograrnas políticos (Espinosa et al.
1996: 136).
La base económica de ésta región es la ganadería y en segu ndo
renglón se e ncue ntra el cultivo de papa el cual se utiliza para la rota-
ción de potreros; además existen otros cultivos transitorios como fri-
jol, maíz, algunas frutas, legun1bres y hortalizas que no son muy re·
presentativas en la economía de la región (C01·pes 1986:47) .
LA REGLÓN 19

Este panorama económico podría cambiar gracias a la tendencia


de " ... transformación de los sectores privados, público y político para
continuar el desarrollo económico y social del Tolima, que en el marco
de la apertura económica, tiende a consolidarse mediante la integra-
ción regional con los departamentos de Caldas, Quindfo y Huila" (Es-
pinosa etal. 1996 ~ 135).

Existen otras perspectivas de crecimiento econón1ico para la re-


gión como es la apertura de la carretera Roncesvalles- Buga. Esta vía
comunicará el Tolima con el valle del Cauca y hará parte esencial de la
troncal del pacífico: Villavicencio - Bogotá - Buenaventura; tcunbién
servirá para unir al occidente colombiano, de una forma mas directa,
con el mercado venezolano .
Capítulo 11

ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS

Debido a su privilegiada posición geográfica el departamento del


Tolima es una región de suma importancia para contribuir a compren-
der los desarrollos prehispánicos de otras áreas culturales como el Va-
lle del Magdalena y el suroccidente colombiano. Sin embargo, en el
contexto regional , es una de las zonas menos estudiadas
arqueológicamente. En general , la investigación arqueológica en el
Tolima ha sido de carácter ptmtual, esponidica y st.l jeta más a criterios
personales que institucionales.

Las investigaciones arqueológicas en el actual departamento del


Tolima y en regiones periféricas, se iniciaron en la década de los cua-
renta. Los investigadores Gerardo Reichel-Dohnatoff y Al ida Dussán ,
en su trabajo de campo en el valle del río Magdalena resaltaron la
importancia de la dispersión espacial de urnas funerarias a lo largo de
dicho valle. En Arrancaplumas (Honda- Tolima) identificaron vasijas
fitamorfas y decoración aplicada en forma de racimo de "chupas", (un
fruto silvestre de la región) ( 1944); posteriormente, Reichel-Dolmatoff
( 1986) relacionó esta cerámica con la tradición Zambrano (costa Cari-
be colombiana) y la ubicó dentro de la etapa Formativa tardía; tam-
bién relacionó este tipo de cerámica con la cordillera Oriental (Guaduas,
Tocaima y la Sabana de Bogotá), específicamente con el tipo Mosquen\
Rojo Inciso y la fase Machalilla de la costa pacífica ecuatoriana.

En el municipio del Espinal (Tolima), los investigadores Julio


Cesar Cubillos y Vktor Bedoya (1954) llevaron a cabo excavaciones
e n un sitio de enterramiento; luego de analizar los materiales, conclu-
yeron que algunas características de fonna y decoración de esta cerá-
mica se relacionaban con otros est ilos de las riberas del río Magdale-
na, especialmente los localizados entre el sitio la Jabonera y Puerto
Wilches (Santander) .
22 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

En 1976 Marianne Cardale realiza excavaciones en el nordeste de


la población de Pubenza, (Tocaima - Cundinamarca); dentro del ma-
terial destacó la presencia de tres t ipos cerám icos: Pubenza Rojo Ba-
ilado, Pubenza Policromo y la cerámica con impresión de estera y pro-
pone que dichos estil os pueden pertenecer a una tradición que se de-
sarrolló entre el yalle del Magdalena y la parte suroccidental de la
Sabana de Bogotá (Cardale 1976) . A finales de esta década Gonzalo
Correal realizó una prospección a lo largo del río Magdalena ubicando
sitios del perfodo precerámico y propone la existencia de una tradición
de Chopper para dicha región (Co rreal 1977).

A partir de la década de 1980 la Fundación de Investigaciones


Al·queológkas Nacionales- FlAN -del Banco de la República h a veni-
do auspiciando una serie de prospecciones y excavaciones (en suma-
yor parte trabajos de grado), en diferentes partes del Tolima y en zo-
nas circunvecinas con lo cual se ha dado tm nuevo énfasis a la arqueo-
logía regional y se ha generado un mejor conocimiento acerca de la
historia prehispánica de dos áreas específicas:

l. La zona plana del valle del Magdalena y la vertiente


occidental de la cordillera Oriental
Los arqueólogos Castaño y Oávila ( 1984) efectuaron excavaciones
en Jos sitios Mayacas y Colorados (Puerto Salgar - Cundinam arca);
excavaron pisos de vivienda, basureros, talleres líticos , cementerios
nucleados, etc., datados en el siglo XII d.C. Con relación al material
cerámico, identificaron un complejo Alfarero Tardío que denominaron
Colorados. el cuál se caracteriza por su función doméstica y funeraria
y una decoración con motivos aplicados - modelados , incisa intermi-
tente, incisa simple, digital corrugada y excisa.

Fernando Á vila ( 1985) realizó una prospección arqueológica en


las márgenes del río Venadillo (Tolima), en el municipio del mismo
nombre. El análisis del material cerámico le pennit i.ó establecer rela-
ci.on es con la cerámica de Pubenza. Mayacas y Colorados, Espinal y el
horizonte de urnas funerarias del Valle del Magdalena. En la misma
época Cecilia de H ernández adelantó exploraciones y excavaciones en
jurisdicción de Armero - Tolima; ubica los materiales como pertene-
cientes al formativo tardío ( 1978).
ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS 23

En el municipio de Guaduas (Cundinamarca) , las arqueólogas


Cecilia de Hernández y Carmen Cáceres ( 1989) excavaron un basme-
ro (sitio Guaduero) el cual tiene dos dataciones, una por radiocarbono
(siglo IIl a.C.) y otra por termoluminiscencia (siglo V d. C.). Dentro
del material cerámico recuperado identificaron cuatro tipos cerámicos~
Guaduero Liso, Guaduero Aplicado , Guaduero Pintado y Guaduero
Inciso. El Guaduero Aplicado se caracterizó por vasiías con decoración
aplicada en forma de cresta (son los mismos en forma de racimos de
''chupas" descritas por Reichel-Dolmatoffy D ussán). concha y botón.

Trabajos más recientes como los de Peña ( 199 J), Mendoza y


Quiazua ( 1990) han hecho más evidentes las relaciones culturales que
existieron entre los grupos que habitaron el Valle del Magdalena y el
altiplano Oriental a Jo largo de la cuenca del río Bogotá.

Desde 1989 Arturo Cifuentes ha realizado una serie de investiga-


ciones en los alrededores del rnunkipio de Honda. Los reconocimien-
tos. prospecciones y excavaciones en ambas márgenes del río Magda-
lena, le han permitido identificar dos períodos diferentes caracteriza-
dos por su material cerámico: El Formativo Tardío (en Arrancaplumas
y el río Sabandija) y el período tardío cercano a la Conquista (quebra-
da El Perico) , (Cifuentes 1989, 1991 , 1993).

En Arrancap.lumas obtuvo una fecha del siglo I a.C. e identificó


dos grupos cerámicos denominados A y B. El grupo A presentó simili-
tudes en formas y diseños con la cerámica de Guaduero y. especial-
mente, con el tipo Guaduero Aplicado: Platos planos, macizos, platos
pandos, cazuelas, bases trípodes. copas y vasijas aquilladas (con bor-
des evertidos y apliques en forma de concha v cresta), botellones. apli-
ques y figurinas (Cifuentes 1991, 1993).

El grupo B se caracterizó por diseños acanalados en forma de


espiral y apliques mamilares, formas como cuencos hemisféricos , vasi-
jas campaniformes, cazuelas y olfas subglobulares o con hombro. Se-
gtm dicho investigador, este material guarda relación con la cerámica
de Zambranoy Malambo (bajo Magdalena). Además comparte carac-
terísticas con el tipo Guaduero Inciso (Cifuentes J 991 , 1993).

En el río Sabandija (hacienda Bremen, la cerámica corresponde a


la fase media (siglos l X a. C. a II d. C.) del Período Herre ra de la
24 EXPLORACIONES ARQUEOLOGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Sabana de Bogotá (Formativo Tardío), específicamente a los tipos


M osquera Roca Triturada, Zipaquirá Desgrasan te T iesto y Mosquera
Rojo inciso. También se encontró cerámica del tipo Guaduero Liso
(Cifuentes 1993).

En síntesis, C\fuentes propone que el grupo A es originario de la


Saba11a de Bogotá y de sus estribaciones hacia el Valle del Magdalena.
Con respecto al tipo Mosquera Ro jo Inciso considera que "puede pro-
ceder de otra región arqueológica, como es el sur del Alto M agdalena,
donde existe una cerámica similar que pertenece al período Formativo
( 1100-200 a. C.)'', (Cifuentes 1993:50).

Las investigaciones más recientes realizadas por Cif\tentes ( 1994)


en el rnunicipio del Guama- Tolima, específicam ente en la vereda La
Chamba, le permit iemn excavar un sitio cerámico (fechado en 1640 d .
C.). Tecnológicamente identificó dos grupos cerámicos denominados
Chamba Rojo PuJido y Chamba Café Presionado; este último es simi-
lar al tipo cerámico Chaparral Café Presionado, descrito por Chacín
( 199 1, L995) en la cordillera Centrai (Chaparral), el cual se caracteri-
za por tener decoración presionadn t riangular sobre el hombro y el
labio de algunas formas cerámicas (Ci fuentes 1994).

En el departamento del Tolima a partir de la década de los 90, se


han adelantado estudios arqueológicos de rescate. financiados por el
estado y empresas privadas. buscando cubrir extensas :\reas geográfi-
cas para llevar a cabo proyectos de extensión eléctrica y redes de hi-
drocarburos. Entre ellos se destaca la prospección del corredor proyec-
tado para el Gasoducto Centro - Oriente, por toda la zona del Valle
medio del río Magdalena, entre Gualanday (Tolima) y Barrancabenneja
(Santander) , (JCAN - ECOPETROL 1995).

A partir de dicha exploración se excavó el sitio Pi pintá ll , locali-


zado en cercanías a la confluencia de los ríos Guarinó y Magdalena (la
Dorada-Caldas) . Fueron encontrados dos pisos de ocupación; en el
primero la cerámica es tardía (siglo VIl d.C.) y presenta las mismas
características de la alfarería del complejo Colorados. El material de la
pri mera ocupación tiene relación con la de los grupos ronnativos A y B
descritos para Arrancaplumas- Honda (Gómez y Correcha 1995 ).

Otro sitio excavado recientemente fue San Felipe. localizado en


cercanías de Mariquit·a. El materi al ce rámico pertenece ni período for-
ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS 25

mativo y se relaciona estrechamente con los est ilos alfareros identifi-


cados eñ la región de. Honda- La Dorada y con la cerámica tardía de la
cordillera Central (Salgado et al. 1997).

2. La cordillera Central en el Tolima y regiones adyacentes


Los resultados de las investigaciones realizadas en la zona
cordillerana del Tolima indican la presencia de dos grandes períodos
de ocupación prehispánica a saber:

El precerámico todavía poco documentado; los datos cronológicos


lo ubican entre el Holoceno Temprano y Medio (V Ill - VI milenio
a. p.) y podría alcanzar edades del Pleistoceno Terminal Presenta una
tecnología lítica simple relacionada con la tradición precerámica pro-
puesta para otras zonas del Surocddente (Cali tTia y el Valle Medio deJ
río Cauca), señalando adaptaciones tempranas a las vertientes de las
cordilleras andinas de Colombia (INCIVA 1995 ,1996; INTEGRAL
1995; lNVlAS 1996; Munera s.f.; Munera et al. 1998; Rodríguez 1989,
1991 ,1995 y 1997; Salgado 1989y 1995;GneccoySalgado 1989).

El segundo período corresponde a sociedades agroa)fareras que


se asenta,rofl en la región; los datos cronológicos indican la presencia
de grupos agrícolas y cerámicos a partir del Siglo IV d. C. hasta los
siglos XVI y XVII de nuestra era (Cubillos 1945; Rodríguez 1989,
1990 y J 991; Chacín J 995; Cifuentes 1994). Sin embargo, se desco-
noce en qué momento se inició esta ocupaciórí y es de suponer que la
misma comenzó en el primer milenio antes de Cristo.

Los arqueólogos que han trabajado recienternente en la zona re-


conocen dos estilos alfareros con materiales cerárnicos, supuestamen-
te relacionados. El primero de ellos, ha sido propuesto por Rodríguez
( 1989,1990 y 1991) para la región de Herrera y Chaparral y está aso-
ciado a fechas del siglo IV d.C. EL segttndo se ha documentado a partir
de las excavaciones realizadas en la región de Chaparral por Cubillos
( 1945 ), Rodríguez ( 1989, 1991 ), Chacín ( 1991 , 1995) y Cifuentes
( 1994); cuenta con fechas tardías que lo sitúan entre los siglos XV y
XVI d.C. Para Chacín, la cerámica se caracteri za por una decoración
presionada triangular denominada, Chaparral Café Presionado o
Chamba Café Presionado (según Cifuentes). Ttadicionalmente estos
rnateriales culturales han sido asignados como pertenecientes a la et-
26 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

nia Pijao, lo cuaJ no deja de ser una hipótesis que espera ser confron-
tada a través de investigación etnohistórica y arqueológica en la zona.

En la región del sur del Tolima también se ha documentado la


presencia de un estilo de metalurgia y una cerámica (unas pocas vasi-
jas enteras y bordes de cuencos) que presentan semejanzas estilísticas
y tecnológicas con la orfebrería y la alfarería de la ocupación Yotoco de
la región Calima, en la cordillera Occidental )' Valle del río Cauca
(Cubillos 1945; Rodríguez )989 y 1991; Chacín 1995),

H acia la parte media de la cord illera Central, Arnold Tovar ( 1981)


adelantó exploraciones y excavaciones en el calión del rio Anaime
(Cajamarca- Tolirna). Por sus características técnicas y estilísticas (pas-
ta. formas, decoración , tratamiento, etc.) la muestra cerámica recolec-
tada pertenece al período tardío; sin embargo la fecha de radiocarbono
(l ii milenio a.C.) asociada a dichos materiales no corresponde con
ellos y debe hacer parte de un evento natural.

Para la década de los 90 en la zona central de la cordillera havun


incremento de tesis de grado, de diferentes universidades. Alvaro Osorio
( 1992), adelanta exploraciones en el Líbano- Tolima y Fernando Ruiz
( 1994) prospecta la vertiente oriental de la cordillera en el parque de
Los Nevados; estos trabajos describen pautas de asentamiento
prehispánicas y materiales arqueológicos de la ocupación tardía en
ambas vertientes de la cordillera.

Recientemente Daniel Ramírez ( 1996), explora la cuenca alta del


río Combeima, tesis que junto con la de Barrero, Ramírez y Rivera
( 1997), también adelantada en el municipio de l bagué (sitio La
Martinica , montañas que circundan el valle de Las Lanzas) , señalan la
existencia en la región de pautas de asentamiento y de materiales
cerámicos que corresponden con la ocupaciÓTl tardía de la cordi llera
Central en el Tolima; así como la presencia de cerámica relacionada
con los esti los del Cauca Medio (Quimbava Tardío), de la otra ver-
tiente cordillerana.
Capitulo lll

METODOLOGÍA

La metodología utilizada para el desarrollo de la investigación tuvo


en cuenta tres fases de trabajo: Campo, laboratorio e informe final.

Para este efecto se contó con un equipo humano conformado por: un


investigador Principal, un asistente de investigación. un arqueólogo, tres
auxiliares en campo. un gttaquero y estuchan tes del Departamento de Cien-
cias Sociales (Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad del Tolima).

l. CAMPO

1.1. R econocimiento y Prospección


Con el fin de dar inicio, en el museo antropológico de la Univer-
sidad del Toli rna , a un programa de investigación arqueológica en la
cordillera Cent ral (departament o del Tol ima), se realizó un reconoci-
miento arqueológico en los municipios de San Antonio de Calam1a y
Roncesvalles, durante el mes de octubre de 1995.

En San Antonio se tuvo conocimiento de un sitio en donde . al


construir un os estanques para cu ltivos piscicolas. aparecieron una serie
de elementos arqueológicos. Fue posible reseñar una industria lítica en
cuarzo conformada por desechos de talla y numerosos cantos irregulares
sin modificaciones huma nas; tambié n se recogieron unos pocos dese-
chos y un núcleo lascado en Chert (Fig. 32: 3), pero sin duda el artefacto
más sobresaliente fue el que e ncontraron los m oradores del lugar: se
trata de una azada o instrumento con doble acanaladura de enmanga·
miento. Este tipo de artefacto se ha convertido en un indicador material
de ocupaciones precerá micas tempranas en vari ados a111bie ntes del
suroccidente colombiano (Ver Fig. 3 1 e lndice de figuras). Este reporte
se hace a manera de antecedente para futuros trabajos en la zona.
28 EXPLORACIO NES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

En general el reconocimiento permitió identificar un mayor poten-


cial arqueológko en la jurisdicción de Roncesvalles: área que fue esco-
gida para adelantar el presente proyecto.

La prospección se llevó a cabo en tres temporadas de campo, du-


rante los me.'>es de juJio- Agosto de 1996, Noviembre- Dicien1bre del
mismo ai\o y Agosto de 199 7. La exploración se realizó teniendo en
cuenta las cuencas hidrográficas y zonas aledai1as de los ríos Cucuana
y Cucuanita, en veredas cercanas a la cabecera municipal. El procedi-
miento utilizado consistió en recorridos generales en vehículo y acaba-
llo, permitiendo seleccionar algunos predios que posteriormente fueron
cam inados detenidamente.

Los procedimientos técnicos que se adelantaron en cada pnsihle


sitio comprendieron recolecciones superfici ales. pozos de sondeo, de
prueba y sondeos con barreno y mediacaña.

1.2. Excavaciones
Del resultado de la prospección se identificaron y excavaron sitios
de asentamiento prehispán ico en terrenos de las fincas:
- Patio Bonito: Dos rasgos an¡ueolúgicos.
- Buenos Aires: Un corte de 3 x 1 m. un rasgo arqueológico y una tumba.
- La Granja; Tres cortes desde 1 x 2 m hasta 1 x 5 m y un rasgo
arqueológico.
- El Jo rdán : Quince cortes desde 1 x 1 m hasta 1 x 3 m y un rasgo
arqueológico.

Todas las excavaciones se realizaron en plataformas y terrazas


de vivienda, se procuro excavar áreas donde los sondeos indicaron
mayor presencia de materiales culturales (bordes y caída de las te-
rrazas) ; igualmente, se excavaron pozos de diferentes formas y ta-
maños que contenían una mayor presencia de actividad antrópica
(rasgos arqueológicos). Los trabajos en El Joi·dán consistieron en una
serie de trincheras que cortaron el sitio sobre su eje central , desde la
parte posterior ha~ta su caída final en el frente de la plataforma.

En todos los sit i.os el proceso de excavación se reali2'.ó en niveles


convencionales de lO ó 20 cm d e acuerdo a la presencia de materiales
culturales y siempre teniendo en cuenta los cambios estratigráficos n a~
turales o los producidos por actividades humanas. Al final de los
M ETODOL.OGiA 29

hori zontes culturales se profundizaron las excavaciones hasta los sue-


los parentales, con el fin de conocer mejor los procesos de formación
de cada sitio.

Los materiales arqueológicos fueron debidamente empacados y


rotulados al iguaJ que las muestras de carbón , suelos (para el análi sis
de polen). Se realizaron levantamjentos topográficos detallados de
los sitios donde se efectuaron las e...xcavaciones.

Toda la información obtenida fue registrada en diarios de cam po


fonnularios, dibujos a d iferentes escalas y fotografías que ilustnm los
diferentes procesos de prospección y excavación. En general la fáse de
campo tuvo tma duración de sesenta y cin co días.

2. LABORATORIO
Al finalizar cada temporada de campo inmediatamente se rea-
lizó la correspondiente etapa de laboratorio con el propósito de pro-
cesar y analizat los materiales y no dejar acurnulado este t raba jo
para el final del proyecto. La fase de laboratorio contó con un grupo
de apoyo con formad o por auxiliares. monitores. dibujante. analista
de sistemas y especialistas en diferentes áreas relacionadas con la
presente investigación.

2.1. Análisis de los !vlateriales Cerámicos y Líticos


La totalidad d e los materiale,o; obtenidos fueron inicialmente la-
vados. Una ve.z concluido el proceso de lavado y secado se procedió a
marcar todos los elementos con un código que consistió en las inicia-
les del muni cipio (Roncesvalles = R C) , más un número único y con -
secut ivo para cada elemento, pata un total de 3694 elementos , ar-
queológicos (3021 fragmen tos cerám icos y 673 líticos). Cada uno fue
registrado en un libro de inventario donde se hizo una breve descrip-
ción del mismo.

Un a vez finalizada la marcación e inventario , se procedió a reali-


zar el estudio y clasificación de los materiales. Para la cerámica se esta-
blecieron gn1pos a partir de un rasgo sobresaliente corno es el color del
bano (Llanos y Duran 1983; Salgado 1986 '! 1989). Para el análisis de
30 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

la cerámica también se tuvieron en cuenta las características técn icas


de la pasta (desgrasante, textura y cocción); el tratamiento superficial
(grado de erosión, pulido, manchas de hollín); orientación de los bor-
des, reconstrucción de formas de vasijas y técnicas decorativas: espesor
de las paredes y diámetros.

Para tal propós i~o se disefió una ficha en la cual se consignó toda
la información descrita anteriormente, junto con los datos de proce-
dencia de cada elernento. La información de las fichas fue procesada en
una base de datos ( Microsoft Access). El análisis de estos datos en la
base, en general, permitió establecer los rangos de mayor popularidad
en el color del baño, formas , decoraciones etc., para los grupos cerámicos
establecidos.

Los artefactos líticos se clasificaron siguiendo algunos parámetros


ya establecidos taJes como: materia prima y categoría morfo-funcional
(Correal y Van der H ammen 1977; Correal 1979, 1990; López 1991 ).

2.2. Ot1'as Muestras

2.2.1. Carbón Vegetal


Las muesuas de carbón provienen de las diferentes excavaciones y
de los suelos procesados en laboratorio por medio de flotación. Este
carbón fue cuidadosamente limpiado, seleccionado y rotulado.

Se diseñó un formulario donde se consignó toda la infonnación


de las muestras de carbón obtenidas en excavación y flotamiento: nú-
mero de muestra, sitio, procedencia, tipo de muestra, litros de suelo
flotados , peso y análisis a realizar.

2.2.2. Suelos
Se tomaron muestras de suelos para tres tipos de análisis diferentes.
El primer tipo fue el estudio de caracterización de suelos y fósforo total.

En los sitos excavados también se recolectaron suelos para ser


flotados y obtener más muestras de carbón y restos botánicos. El tercer
tipo de muestra fue utilizado para el análisis palinológico.
METODOLOGÍA 31

2.2.3. Macrorestos
Dentro de las muestras de suelos flotados se recuperaron granos y
fragmentos de tusas de maíz; las cuales fueron limpiadas mecánica-
mente y con xilol, posteriormente se consolidaron con paraloid.

3. INFORME FINAL
En la fase final de la investigación se integraron todos los estudios
especiales (paisajes, suelos , polen y radiocarbono), ju11to con los datos
arqueológicos; una vez condensada y analizada toda la información,
se redactó el informe final
Capítulo IV

LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA

l. L.l\ EXPLORACIÓN
El objetivo general del proyecto era el de localizar y evaluar los
recursos arqúeológicos de la región de Roncesvalles, con el propósito
de obtener información que se pudiera relacionar con la historia cultu-
ral de las sociedades prehispánicas que habitaron las vettientes de la
cordillera Central, en el actual departamento del Tolima. Por lo tanto,
a nivel metodológico se tea!izaron u na serie de prospecciones con el fin
de localizar sitios arqueológicos y posteriormente adelantar excavaciones
parciales en los asentamientos más representativos.

En cada posible sitio arqueológico se hicieron recolecciones super-


ficiales de materiales cerámicos y líticos (si eran observados en superfi-
cie) y pozos de sondeo, a través de todo el sitio, para detenninar el
tamaf\0 del n1ismo, la estratigrafía, la densidad y profundidad cultural
del asentamiento.

Con el propósito de generar los resultados de terreno se efectuaron


cuatro temporadas de campo, la primera de qL¡jnce días de prospección
(entre julio y agosto de 1996), la segunda de veinte días de prospección
y excavaciones (entre noviembre y diciembre del mismo ai1o), la tercera
de veinte días (en agosto de 1997) y diez días en febrero de 1998 con el
fin de desarrollar las últimas excavaciones.

Inicialmente, se realizó un recorrido en vehículo con el fin de ha-


cer un recollocitniento general del paisaje de la región y observar las
posibilidades arqueológicas del mismo para determinar, con una ma-
yor aproximación, en qué áreas se debería centrar el trabajo de campo;
razón por la cual se adelantó un reconocimiento de la cuenca del río
Cucuana a lo largo de su angosto valle y del suave cañón que forma
hasta la depresión de La Yerbabuena a unos 3 700 msnm, en los límites
con el Valle del Cauca.
34 EXPLORACIONES ARQUEOLÓG ICAS E LA CORD ILLERA CE TRAL

Foto l. Panorámica de la cabecera mu nicipal de Roncesvallcs1 Tol ima.

Foto 2. Vista panorámica de la cuenca del rio Cucuana.


LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA 35

En general, La Yerbabuena es una zona con un paisaje de tierra


fr(a y de páramo donde no fue posible determiJ\ar rasgos arqueológi-
cos sobre el terreno (Tambos), si n embargo por sus suaves caracterís-
ticas topográficas es tma ruta natural que fácilmente permite la comu-
nicación entre los dos lados de la cordillera Central (Foto 2).
De la misma fom1a se recorrieron parte de las veredas San José,
San Marcos y Dinamarca, tomando el carreteable que de Roncesvalles
conduce al corregimiento de Santa Helena. Se recolectaron mater.iales
superficiales (cerámica y líticos), en terrenos removidos por activida-
des agrícolas actuales, en las fin cas Orinoco , Curubera y Holanda. Al
inspeccionar la tOpografía y el paisaje de las veredas recorridas fue
posible observar, sobre las lomas, áreas planas con probabilidades de
contener restos materiales de asentamientos precolombinos.
Finalmente, se visitaron las veredas El Diamante y El Mirador
(localizadas al noreste de la cabecera municipal), región donde el río
Cucuana se empieza a encaflonar profundamente y las lomas presen-
tan un relieve mucho más inclinado, al igual que una transición a un
área fisiográfica de clima medio. Las posibilidades arqueológkas en
esta parte fueron muy pocas, por el paisaje tan accidentado.
Una vez finalizados los recorridos antes descritos y debido a difi-
cultades de orden público y logístico , se decidió que IÓ mas prudente
sería desarrollar los trabajos de exploración arqueológica en inmedia-
ciones de la cabecera municipal de Roncesvalles, en diferentes predios
que pertenecen a la cuenca alta de los ríos Cucuana y Cucuanita (Fig.
1). A continuaci ón se presentan los diferentes predios que se
prospectaron (Fotos 1 y 2).

1.1. Rosales, Londres y S iberia


La prospección arqueológica se centró al norte de la población,
sobre una serie de lomas altas que bordean el pequei1o vall e y cañón
del río Cucuana; la topografía se can~cteriza por ser desde suave hasta
bastante quebrada. El primer predio explorado fue Rosales. antigua
hacienda. hoy repartida en parcelas. Sobre las cimas y costados de las
lomas ; entre los 2.460 y 2.600 msnm, se observaron agrupaciones de
áreas planas. desafortunadamente alteradas por labores agrícolas en
las cuales no fue posible adelantar trabajos arqueológicos (Foto 3).
Jnmedü1tamente al noreste de Rosales se encuentran las hacien-
das Londres y Siberia, las cuales también fueron objeto de una deteni -
da exploración arqueológica. Entre los 2.480 y 2. 700 msnm se obse r-
36 EXPLO RACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Foto 3. Relieve de lomas con cimas planas (Hac1endas Rosales y Londres).

Foto 4. Paisaje de alta montaña en la hacienda La :S1bena


LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA 37

varon , sobre las Jomas, agrupaciones de plataformas artificiales de


regular tamaño y terrazas naturales muy grandes (algunal' con un área
mavor a los J 500 m'! ); varios de estos sitios conservan uno o más
huécos grandes de anliguas actividades de guaquerín. En general, so-
bresalen por la ausencia de un estrato o capa cultural sobre el área
plana y de rellenos sobre los costados, ind icando que su función de-
bió ser para actividades agrícolas o funerarias (Foto 4).

1.2. Buenos Aires


Posteriormente, los trabajos de prospección continuaron en la fin-
ca Buenos Aires, donde se explor6 una loma cuyo filo rnás aJto se
encuentra a una altura de 2.450 msnm , lugar donde se ubicó una gran
teiTaza de forma serniovalada (terraza uno). Las diferentes pruebas rea-
hzadas indican que este sitio fue modificado con cortes y rellenos arti-
ficiale s, conservándose un horizonte con elementos culturales sobre el
borde de la terraza. Descendiendo esta lorna se encuentra un conjwHo
de 19 plataformas o tambos de menor tanuu1o, formando un patrón de
asentamiento disperso; de este grupo se sondearon ocho tJmbos (e n
total se realizaron 147 pozos de prueba e n toda la loma ).

Los sondeos realizados en la parte baja de la loma sef1alaron que


en esa zona tambjén se realizaron modificaciones a la topografía natu-
ral, para acondicionar el sitio como área habitacional (terraza dos,
Figs. 2 y 3; .Foto 5).

1.3. La Granja
La prospección arqueológica continuó en la finca La Granja, pre-
dio adyacente a Buenos Aires (vereda San Marcos). Sobre el filo más
alto de una extensa loma que baja al río Cucua11a (24 70 a 2360 msnm) ,
se identificó un patrón de asentamiento indígena -:onformado por g-ran-
de~> plataformas artificiales (en algun~.ts hay huecos producto del sa-
queo de Jos sepulcros) ven la zona de alturas medias se distl'ibuyen
tambos o plataformas de menortamaño (ocho en tmal). Se pro~>pectaron
detenidamente cuatro de ellos, de los cuales sobresale el codificado
con el número t res por su gran tamaño (722 m 1 de superficie) . por una
pared posterior mayor a los 5 m de altura y por :Su buen estado de
preservación (Figs. 2 y 8; Fotos 6. 11 y 12) . En general este yacimiento
fue seleccionado para reali zar varios cortes arqueológicos con el fin ele
poder documentar el período de construcción del mismo, por medio de
cronología absoluta y tratar de buscar ocupaciones más antiguas.
38 EXPLORACIONES ARQUEOLÓC JCAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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Figu ra 2.
LA EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA 39

<
40 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

1.4. El Jordán
El lindero entre las fincas La Granja y El Jordán corta una serie de
cuatro planes o terrazas dispuestas sobre el filo de la loma (Figs. 2 y
8), en algunas hay huecos de gran tamaño que corresponden a las tumbas
saqueadas a comienzos de este siglo. Es importante resaltar el trabajo
de ingeniería y remoción de tierra hacia el frente de las terrazas, el cual
permite obse_rvar e l corte de la pared trasera que en algunos casos
alcan za alturas su periores a los 4 m (Figs. 2 y 8; Foto 6).

Sobre el costado oriental, a una dist ancia de 33 metros de este


grupo de grandes espacios modificados se localizó otra terraza de gran
tamaño (codificada con el número uno). Fue sometida a una rigurosa
prospección. Se practicaron pozos y sondeos con mediacaña, los cua-
les permitieron observar la estratigrafía y la forma como un relleno
artificial cubrió parte del borde y del área plana deJ sitio. Por su buen
estado de conservación y por la gruesa capa de relleno (70 a 80 cm de
profundidad), este sitio se seleccionó para adelantar excavaciones par-
ciales, por med io de cortes de diferentes tamailos (fotos 14 a 16). La
parte baja de esta terraza es una loma de pendientes suaves, en la cual
se observan pequeños y medianos sitios de vivienda esparcidos sobre
los diferentes filos ; varios de ellos se sometieron a sondeos los cuales
no reportaron horizontes culturales bien conservados .

1.5. Patio Bonito y El Reflejo


También , fue ob jeto de prospección la finca Patio Bonit o, un pe-
queño predio localizado en inmediaciones del casco urbano, al no·
roeste del misrno; en este lugar se realizó una recolección superficial
de materiales cerámicos con caracterfsticas burdas, revueltos con ties-
tos delgados y finos, lo mismo que evidencias de guaquería en la parte
mas alta y central del sitio, área donde se adela ntaron excavaciones
arqueológicas.

Otra de las fincas visitadas en cercanías del á rea urbana fue el


Reflejo, en la vereda Cucuanita; se registró una tumba guaqueada, de
la cual se recuperaron dos dijes e n concha marina y un fragrnento de
cristal de xoca (Fig. 30: 5 y 6). Se realizó una prospección con pozos
de sondeo y una recolección superficial en un potrero recién arado.
Este sector presenta una topografía de pequeí1a~ lomas con cimas pla-
nas, donde no fue posible localizar mas tumbas.
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Capítulo V

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS

Finalizada la exploración se se leccionaron cuatro predios (Bue-


nos Aires, La Granja. El Jordán y Patio Bonito) para adelantar
excavaciones parciales con el fin de identificar depósitos arqueológi-
cos no penurbados que permitieran contextualizar culturalmente
los materiales obtenidos e n los sondeos y recolecciones superficia les;
conseguir muestras de carbón bien asociadas para datación y para
aurnentar y refinar la secuencia cronológica de la cordillera Central
en el Tolirna; así mismo, recuperar sedirnentos para a nal izar la pre-
sencia de planta:; a través de semillas (macrorestos) y polen.

Los anterjores ob jetivos tenían como propósito obtener infor-


mación relacionada con los posibles cambios en los patrones de asen-
tamiento a través del tiempo, definir los medios de subsistencia (for-
mas de aprovechamiento agrícola del suelo) y tratar de tener una
mavor claridad acere::\ de posibles desplazamientos d<.> grupos entre
distintas regiones fisiográficas (la parte alta de la cordi llera Central
y sus vertientes hacia el valle del Magdalena y a la región Quimbaya).

l. FISIOGRAFÍA GENERAL DE LA REGIÓN DE


RONCESVALLES
La í'A>na está conforrnada por laderas erosionales (L), con algu-
nas cimas res iduales; pendientes muy indinadas hasta escarpadas
que permiten frecuentes rnovimientos masivos de los suelos. Las ci-
mas se presentan subredonde<tdas (C), hasta subangulares con pen-
dientes moderadamente indinadas hasta casi planas.

El paisaje es montai'loso cubierto por gruesas capas de ceniza


volcánica que recubren rocas metamórficas e intrusivas. Los vallecitos
44 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

son muy estrechos en V, de tipo fuertemente erosiona! (Fig. 2). El


clima es frío y m uy húmedo, se presenta la provincia climática del
Sub - Páramo m uy Húmedo (SP) donde la utilización de la tierra
está muy restringida por las extremas condiciones cl imáticas.

Como se puede observar en la figura 2, la ubicación preferencial


de las áreas arqueológicas está sobre las cimas subredondeadas, debi-
do a:

- Posición dominante en el relieve.

- Suelos más profundos y estables.

- Mayores posibilidades para con.struccion,es con 1nenor esfuerzo


de trabajo.

2. EXCAVACIONES EN SITIOS DE ASENTAMIENTOS

2. 1. Buenos A ires
Den.tro de Jos precUos de la fi nca Buenos Aires se prospectaron
dos terrazas y 19 plataformas o tambos, que fo rmaban un patrón
de asentamiento disperso ubicado en una ladera erosiona) con una
cima subredondeada, a un a altura entre 231 O y 2450 msnm (Figs.
2 y 3; Foto 5).

La terraza denominada uno se localizó en la parte más alta de


la ladera (2459 msnm ), su forma es ovalada y su área total plana de
1600 m¿ . El lugar fue sondeado con 40 pozos, además se hicieron
pruebas con barreno y mediacaña; por medio de esta prospección se
localizaron dos rasgos arqueológicos y una tumba en el costado orien-
tal de la terraza.

El rasgo uno es un pozo circular irregular con un diámetro de 90


cm y tma profundidad de 115 cm; la entrada del pozo se identificó a
40 cm en un estrato de ceniza volcánica amarilla revuelta. A 86 cm de
profundidad el suelo tomó una tonalidad oscura (negra) '! aumentó
n otablemente el material arqueológico. Entre 90 y 1 15 cm se encontró
una concentración de piedras de variados tamaños. en diferentes posi-
ciones (horizontal vertical y oblicua), con presencia de desgaste y car-
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 45

PLANTA

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Figura 4
46 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Foto 7. Proceso de excavación del Rasgo Arqueológico Uno. Terraza Uno (Buenos Aires
- La granja).

Foto 8. Excavación del Rasgo Arqueológico Dos. Terraza Uno (Buenos Aires).
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 47

bón adherido (dos fragmentos de manos de moler), asociadas a peda-


zos de barro quemado y fragmentos cerámicos (Fig. 4; Foto 7) , entre
ellos un borde con decoración incisa formando un achurado cruzado y
muescas ttiangulares en una línea horizontal alrededor del cuello de la
vasija 1 (Fig. 28: 11. ; Lám. JI: 7). Además, se observó la presencia de
abundante carbón vegetal en trozos grandes que permitieron conocer
por rnedio de análisis de C 1q la época en que fue hecha y rellenada
dicha estructura: La muestra enviada a laboratorio (37 gr.) se tomó del
nivel l 00 - liS cm de profundidad. El resultado proporcionó una fe-
cha del siglo X d.C. para la ocupación de este sitio (930 :t 60 d. C.; sin
calibrar, Beta- 111973).

lgualn1.ente, el rasgo dos es un pozo de forma cuadrada de l 00 cm


de lado que se evidencio desde los 40 cm de profundidad. descendien-
do hasta 116 cm en total. El relleno estaba compuesto por ceniza vol-
cánica revuelta de color café - amarillenta, el cual contenía algunos
fragmentos cerámicos y abundante carbón; este relleno penetra en el
horizonte de diabasa roja entre 95 y el piso final (a 116 cm); en estos
últimos 21 cm, sobre el extren10 nororiental del pozo se encontró una
pequeí'\a acumulación de partes de una misma vasija (Figs. 5 y 26: 1;
Fotos 8 y 9).

Con relación a la finalidad que pudieron tener estas estructuras


verticales se ha descartado la posibilidad de que fueran depósitos de
basuras por el poco y clasificado material arqueológico que se encon-
tró en el interior de los mismos. Por el contrario, la alta cantidad de
grandes pedazos de carbón podrían corresponder a una actividad pri-
maria, como un fogón hecho bajo 1a superficie con el fin de preservar
el fuego, de los fuertes y fríos vientos; pues el sitio se localiza en 1a
cúspide de una loma.

En est a terraza también, se excavó una pequeña tumba de pozo


con cámara lateral , orientada en dirección oriente- occidente; el inicio
del pozo de forma rectangular (94 X 1OOcm), se detectó a 50 cm de
profundidad; descendiendo hasta 140 cm. Ala entrada de la cán1ara el
piso se profundiza fonn ando una zanja ovalada de 25 cm de ancho por
35 co1 de espesor que fo rma una grada, hasta ll5 cm, separando el

Ce,·ámic.a ton esw s rasgos decorativos hn sido d c nomi11ada Tm:aim a inciso y fue
reponarl;.J po r Merui.ola v Quiazun ( 1990) e n la c ut:ntil d el rín Hogolá y en In regió n
del Gu:uno pOI' Cifuent e-~ ( 1994).
48 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Foto 9. Rasgo Arqueológico Dos. Terraza Uno (Buenos Aires).

Foto 10. Pequeña tumba de pozo con cámara lateral (Terraza Uno. Buenos Aires- La granaja).
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 49

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•1.13 - >.:· ·1.14 FINCA BUENOS AIRES
TERRAZA 1
RASGO AROUEOLOGICO 2
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CONVENCIONES
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Figura 5
50 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGlCAS EN LA CORDlLLERA CENTHAL

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RONCESVALLES - TOLIMA
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TERRAZA 1
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CONVENCIONES
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Figura 6
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 51

pozo de la cámara, cuyo piso se encuentra entre 120 y 129 cm de


profundidad, la pequeña cámara es de forma ovalada (de 80 X 58 cm),
(Fig. 6; Foto 10). Pudo comprobarse que tanto en el pozo como en la
cámara no hubo ningún tipo de ofrenda ni restos en descomposición
(pudre) que indicaran el enterramiento de una persona, lo cual penni~
te especular que esta construcción no fue utilizada.

Asimismo, sobre las pendientes de la loma se ubicaron 19 pl ata-


formas de diversos tamai'los. cuyas áreas oscilan entre 28 y 464m 2 , de
todas se sondearon ocho, por medio de 55 pozos, además de sondeos
con barreno y n1ediacafla; las pruebas proporcionaron muy poco mate-
rial y no indicaron la presencia de evidencias arqueológicas que
a111erüaran labores más específicas en los sitios (Fig. 3; Fotos 5).

La terraza dos está ubicada en la parte inferior de la ladera entre


2350 a 2360 msnm y corresponde a la parte superior de una pequena
colina que fue cortada y modificada; su forma es circular irregul ar y
su área es de aproximadamente 2000 m2 (Fig. 3). En este sitio se
realizaron pozos de prueba (26) y sondeos con barreno y mediacai'la,
tratando de localizar tumbas y/o concentraciones de materiales
arqueológicos.

Hacia la parte rneclia de la terraza (costado oeste) las pntebas


indicaron un mayor número de elementos arqueológicos dentro de
unos horizontes oscuros; por lo cual se realizó un corte de 2 x l m
que pe.rnútió identificar seis horizontes (A. Ap 1, ABp 2b 1, Ap.lb2, B y
C; que presentaron características similares a los suelos hallados en
la finca La Granja. por lo cual se tomó como referencia las descrip-
ciones de los perfil es de este predio), (Fig. 7).

En general la cerámica proveniente de esta excavación fue poca y


la mayoría (95%) se encontró en el tercer horizonte (ABp;¿b 1 ), algunos
fragJnentos alcanzaron a penetrar en el horizonte subyacente (Ap 3 b2).
La poca cantidad, posición (en su mayoría vertical) del material, así
como la distribución de pequei\as partículas de carbón en el corte,
indican que estos elementos provienen de los sitios de vivienda que se
encuentran sobre la pendiente de la loma; los cuales fueron arrastra-
dos por procesos de escorrentía hasta el área más cercana (la terraza
1). El gran t.'lmaf10 de la terraza, las modificaciones (cortes y aplana-
mientos) que se realizaron , íunto con la ausencia de rasgos arqueoló-
gicos (como tumbas, basureros, etc.) , asi como el e~>pesor de los hori-
52 EXPLORACiONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

zomes ABp2 b 1 (6Scn1) y Ap3 b2 (85cm) y su tonalidad oscura permiten


argumentar que en la terraza se realizaron prácticas agrícolas.

2.2. La Granja
La finca La Granja está ubicada entre 2360 y 2460 msnm y se
caracteriza por un relieve de lomas (entre 2460 y 2360 msnm), con
pendientes fuertes a medias que bajan al do Cucuana (cimas
residuales laterales); sobre estas lomas hay una serie de terrazas y
plataformas artificiales, conformando u11 patrón de asentamiento
nucleado disperso (Fig. 8; Fotos 6, ll , J 2 y carátula).

Los trabajos consistieron en sondear dichos sitios y adelantar


excavaciones en tres de ellos (tambos l, 3a y 3') con el objetivo de
recuperar elementos culturales (cerámica, líticos y carbón) para aná-
lisis, datación y profundizar el conocimiento sobre el tipo de cons-
trucciones que se hicieron en el lugar.

Los sondeos y pozos de prueba dentro del área de vivienda del


tambo 1 ( 180 m 2 ), dieron muy poco material cultural; sü-1 embargo,
se delimitó una unidad de excavación por medio de un corte de 1 x
1.5 m a la salida de la plataforma, sobre su margen oriental. Se excavó
usando niveles convencionales de lO cm de espesor, profundizándose
hasta los 100 cm, en los horizontes culturalmente estériles, para te-
ner un mejor control estratigráfico. Los materiales culturales (80 ele-
mentos) se depositaron entre 20 y 60 cm de profundidad. entre los
horizontes Ap 1b 1 y ABp 1b2 (Fig. 9).

La segunda excavación se realizó sobre una suave caída que pre-


sentó la plataforma 3a en su parte oriental. El corte comprendió
una unidad de 2 x 1.5 m; se excavó en niveles convencionales de
1Ocm, pero teniendo en cuenta la depositación natural de los estra-
tos y se descendjó hasta los 150 cm en la diabasa natural, (horizon-
te C). Los fragmentos cerámicos ( 4 76), líticos (74) y el carbón vegetal
se encontraron hasta los 100 cm de profundidad, depositados en los
cuatro primeros horizontes (A, Ap 1b 1 , Ap2b 2 yAC) siendo mayor su
cantidad entxe los niveles 20 a 60 cm (horizontes Ap 1b 1 y Ap 2b2).
(Fig.9).
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54 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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EXCAVACIONES ARQUEOLóGICAS 55

Foto 11. La granja, vista de las plataformas Tres y Cuatro.

Foto 12. La granja. panorámica en planta de las plataformas Tres, Tres A y Cuatro.
56 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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Figura 9
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 57

Las modificaciones artificiales sobre el paisaje (tambos) y la au-


sencia de basureros profundos indica un patrón de asentamiento
característico de las áreas de !aJera para el período tardío. además
la estratigrafía cultural observada en los cortes uno y dos (tambos J
y 3a) conoboran la presencia de una sola ocupación no muy densa
demográficamente a través de un largo período de tiempo. La última
plataforma que se excavó, en La Granja, fue la codificada con el
número tres , pues durante las actividades de prospección se pudo
determinar que sobre la parte frontal de este sitio se depositó un
relleno artificial que entre 65 y 70 cm de profundidad cubrió parte
de una antigua su perficie o paJeosuelo. Los trabajos consistieron en
la realización de una trinchera de 5 x l m, que se inició desde el
borde hacia el centro del área plana de la plataforma. Esta excava-
ción se efectuó con el propósito de documentar el contenido del re-
lleno, saber si la superficie enterrada contenía materiales arqueoló-
gicos y su pertenencia cultural (Foto 12).

Se excavó en n iveles de 1O cm, hasta donde fueron más notorios


los restos arqueológicos (60 cm de profundidad en promedio; para un
total de 305 fragmentos). También, se pudo establecer que de la anti-
gua superficie solamente se conse¡;va un tramo rnuy estrecho (de más
o menos 70. cm de ancho), sobre el frente de la platafonna '! a una
profundidad promedio de 70 al 05 cm (Fig. 10).

En general. los suelos de las excavaciones realizadas en las plata-


fonnas 1, 3a y 3 en predios de la finca La Granja presentan iguales
características de fonnación y similar distribución estratigráfica, -por
lo cual se han tomado como base para la descripción de los horizon-
tes, los perfiles norte y sur de la unidad de excavación 3 de la plata-
forma 3 (Fig. 10).

La Granja, Platt~fonua 3

Pared: Norte

Color: En húmedo 1OYR 2/ 1, negro.

Textura al tacto: Franco arcilloso.


58 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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EXCAVACJON ES ARQUEOLÓGICAS 59

Estructura: En bloques su bangulares finos.

Consistencia: En hú med o, friable; en mo jado, ligeramente


pegajosa; ligeramente p lástica.

Poros : Abundantes finos, regulares medios.

Raíces: Abundantes finas y medias, vivas y muertas.

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Color: En húmedo J OYR 2/2, café muy oscuro.

Textura al tacto: Franco arcillosa.

Estructura: En bloques sub angulares medios y fi nos.

Consistencia: En húmedo, pegajosa y p lástica.

Poros: Abundantes finos y medios.

Raíces: Abundan tes fi nas, vivas y muertas.

Color: En hú1nedo l OYR 3/3, café muy oscuro.

Textura al tacto: Franco arcillosa.

Estructura: En bloques subangulares medios y finos.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado, pegajosa y


plástica.

Poros: Regul<:lres, finos y medios.

Raíces: Pocas y muy fi nas.

Color: En húrnedo 1OYR 3/3. café oscuro; pocas man-


chas lOYR 4/6, cafés ama rillentas oscuras.
60 EXPWRACTONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Textura al tacto: franco arcillosa arenosa.

Estructura: En bloques subangulares finos.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado, ligeramente


pegajosa y ligeramente plástica.

Poros: Abundantes finos y medios.

Raíces: Escasas y finas.

AB

Color: En húmedo 1OYR 4/6, café amarillento oscuro.

Textura al tacto: f ranco arcillosa arenosa.

Estructura: En bloques subangulares medios y finos.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado, ligeramente


pegajosa y ligeramente plástica.

Poros: Abundantes finos y m edios.

Raíces: Escasas y muy finas.

Color: En húmedo 1OYR 6/4, café amarillento claro.

Textura al tacto: franco arcillosa arenosa.

Estructura: En bloques subangulares medios.

Consistenda: En húmedo, friable; en mojado, ligeramente


pegajosa y ligeramente plástica.

Poros: Abundantes muy finos y medios.

Raíces: No hay.
EXCAVACIONES ARQUEOLÓG ICAS 61

Las condiciones químicas del suelo en La Granja (con excepción


de los horizontes AB y B suelos naturales de la región) revelan alta
capacidad de ahnacenarniento de nutrientes (CCC) '! una a lta can -
tidad de cationes (Ca, Mg, K, Na ), esto unido al abundante carbón
orgánico, fósforo y un ph cercano n la neutralidad, hacen de ellos
suelos excelentes para la agricultura. No obsrante el clima (frío muy
húmedo, en transición hacia áreas de subpáramo) no es óptimo para
grandes cultivos (ver anexo 3).

Dentro del perfil estratigráfico se identificaron tres horizontes A


sepultados (Ap 1, Ap~b , y Ap:lb) que muy posiblemente fueron tapa-
dos con los movimientos de tierra para la adecuación de los sitios;
todos estos horizontes prese~1tan altas cantidades de carbón vegetal y
fósforo indicando la fuerte influencia antrópica (el mayor porcentaje
de fósforo total lo presentan los horizontes Ap~b 1 con 2.405 ppm y el
A con 4220 pprn, siendo de los más altos conocidos en los .suelos co-
lombianos), (Fig.l O; Anexo 3).

El paleosuelo (Ap3 b) contenía muy poca cerámica que no difiere


de la encontrada en los horizontes superiores (Ap 1 y Ap~b 1 ) . En gene-
rallos materiales provenientes de estos suelos (lo mismo que los en-
contrados en las plataformas l. y 3a) se caracterizan por presentar ele-
mentos diagnósticos en forma y decoración (cuencos, ollas, asas gran -
des y muescas triangulares) de la cerárnica del período tardío en la
cordillera Central del Tolima (figs. 23: 1O, 26: 3, 29: 1-2 '! 30: 3; Lám .
lll: 3 y 4). Asociado a este material también se hallaron fragmentos de
vasijas (copas y cuencos) del Complejo Cauca Medio. que deben pro-
venir de la región del Quind{o en la vertiente occidental de la cordille-
ra Central (figs . 24: l , 26: 5 ; Lárn. ] l: 2). Una mnestr;a de carbón
(nivel 40 -50 cm, Cuadrículas A, B, C, D y E) sumi nistró una edad de
920 ± 60 d.C. (sin calibrar, Beta- 113703). Este result.ado permite
inferir que entre los siglos lX y X d .C. fue la época del desarrollo de
estos asentamientos tardíos y sus vínculos con otras áreas arqueológicas.

2.3. El Jordán
Los terrenos de las Oncas La Granja y El Jordán presentan un
pa isaje si milar. formado po r un alto cerm ; sus lados so n lade ras
erosionales sobre las cuales se encuentran sitios de habitaci ón , a isla-
dos o en pequenos grupos. La parte supe rior de las pe ndientes corres-
62 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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EXCAVACIONES ARQLfEOLÓGICAS 63

ponden a una cima amplia - alargada, sobre las cotas de los 2460 a
23 70 n1_snsm. Dicha cima se caracteriza por presentar una serie de
estmcturas arqueológicas o grandes plataformas artificiales que so-
bresalen en la topografía de la región por su tamaño y forma. Su
excelente posidón las convierte en un lugar estratégico, desde donde
se domina el paisaje de la cuenca del río Cucuana y sus alrededotes.
(Figs. 2 y 8; Foto 6 y carátula).

La cirna esta conformada por cuatro superficies planas ovala-


das de gran tamaño, cuyas dimensiones varían entre 4000 y 13000
rn 2. Estas grandes planadas se construyeron cortando la pendiente
y/o retirando parte o la totalidad de la cúspide de la cima y deposi-
tando los suelos alrededor del área que se proyectaba ampliar, hasta
lograr el tamaño deseado (Fig. 8; Foto 6).

En estas terrazas se realizaron una serie de sondeos por medio


de pozos, barrenos y mediacaña permitiendo observar el suelo
parental (diabasa) casi en superficie y saber que el horizonte de ce-
niza volcá1üca fue retirado. en gran parte de la estratigrafía natural,
para ser usado como relleno sobre los lados; igualmente Jos sondeos
mostraron la carencia de material arqueológico (cerámica y lítico) .
Otra de las características de estos espacios es la presencia, en algu-
nos de ellos, de uno o varios orificios (entre uno y cuatro) que corres-
ponden a tumbas de gran tamaño; saqueadas a comienzos de siglo
por buscadores de tesoros, según la información oral de los habitan-
tes de la zona.

A pesar del tiempo y de la constante intervención moderna, en


estas terrazas, también se han conservado otros rasgos superficiales
como son restos o tramos de antiguos caminos y/o senderos. Entre
las terrazas dos. u-es y cuatro fue posible observar parte de un cami-
no, del cual se ha mantenido un tramo de 155 m de largo, variando
el ancho entre 4 y 6.5 m y 40 cm de profundidad actual, muy pro-
bablemente por la continua sedimentación en la hondonada del ca-
mino. Igualmente, se registraron algunos caminaderos más cortos y
angostos entre tambos (finca La Granja entre las plataformas dos y
tres) y otro atraviesa la terraza dos de Buenos Aires (Fig. 8; Foto 13).

Pautas de asentamiento que incluyan grandes obras de ingeniería


prehispánica (tambos, grandes terrazas y caminos) similares en for-
mas de construcción, tamaño y posible ftmción han sido estud iadas en
64 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

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66 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Foto 14. El Jordán. panonimica de la Terraza Uno.

Foto JS. El Jordán. Terraza Uno. Linea de excavaciones sobre el eje central.
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 67

otras áreas arqueológicas de la región andina (Calima, cordillera Occi-


dental), (Bray J 992; Cardale 1996; Herrera l992 ; Herrera et al. 1990;
Salgado 1986; Salgado 1993).

Al costado oriental de la cima y a 33 m de distancia de la platafor-


ma cinco se localizó una terraza de menor tamaño, de forma ovalada y
con un área de 3102 m 2 (terraza uno). Esta planicie fue seleccionad-a
para adelantar excavaciones parciales por varias razones (Figs. 2 y 8;
Foto 14):

- El buen estado de conservación.


- La locaJi¿ación con respecto al resto de las plataformas.
Su tamaíio permitiría desarrollar la metodología de campo propuesta
para conocer la forma de construcción de estas pla nicies.
• La posibilidad de encont.ri\r evidencias culturales mú:; tetnpnuuts, ta-
padas por relle nos de la ocupación más tardía.

Con el propósito de conocer la fonna de construcción de la terra-


za, la extensión y el espesor de las capas culturales, se trazó una línea
a lo largo de Ja misma desde atrás, en el inido de la pared posterior,
(construida sobre la pendiente), la cual atravesó toda la superficie pla-
na hasta la caida al frente del borde, donde la loma aumenta nueva-
mente su pendiente (Figs. 11 y 12; Fotos 15 y 1G).

Este transepto perrnitió conseguir la forma de la superficie con


sus desniveles naturales y artificiales. A lo largo de dicha línea se
delimitaron doce unidades de excavación de diferentes dimensiones
(U.E.I a l2); los espacios entre las excavaciones fueron sondeados
con barreno y mediacai1a, cada 50 cm, 1 m o 2 m.

Con el fin de verificar los datos obtenidos en el transepto se hi-


cieron cortes y sondeos en otras partes, pero siempre sobre la caída
(U.E.l3, 14 y 15). En general , las excavaciones y los sondeos suminis-
traron informac ión acerca de la estratigrafía natural y artificial de la
terraza, permitiendo reconstruir, ap roximadamente, por medio de un
perfil vertical, la forma interna de la terraza (Fig. l 2).

A diferencia de las otras terrazas, esta presenta un a pequeña área


plana de forma ovalada (2 1 x 7m) , en la parte posterior, cerca a la
pared {que en la actual idad se encuentra un poco erosionada); dicha
planicie hace parte del piso natural de la colina (que no fue retirado en
el momento del desarrollo de la obra); se diferencia del resto de la
68 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EiN LA CORDILLERA CENTRAL

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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 69

terraza por una altura de 50 cm aproximadamente. Desconocemos el


pmpósito por el cual se dejó este espado en desnivel con respecto al
piso de la terraza (Fig. 1 1).

Los diferentes sondeos y los quince cortes realizados permiti eron


establecer la estratigrafía de la terraza ; para la descripción se han to-
mado como base los perfiles norte de las unidades de excavación 1, 1O
y 14 (fig. 13 a 18; Fotos l 7 y 18; Anexos 2 y 3):

El Jordá11, Terraza 1

Pared: Norte

Color: En húmedo lOYR 3/2, café grisaceo muy os-


curo.

Textura al tacto: Franco arcillosa.

Estructura: En bloques subangulares medios.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado pegajosa y plás -


tica.

Poros: Abundantes finos , regulares medios.

Raíces: Regulares muy finas, pocas medias.

Color: En húmedo 1OYR 3/3 , café oscuro.

Textura al tacto: franco arcillosa.

Estructura: En bloques subangulares medios.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado, pegajosa y


plástica.

Poros: Abundantes finos, regulares medios.


70 EXPLORACIONES A RQUEOLÓG ICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

UNII:WJ DE EXCAVAaON 4

UNII:WJ DE EXCAVAoCION a

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RONCESVAll..ES- TOUMA
FONCA a Ja~RDM
TERRAZA 1
PERFILES ESTRATIGRAFICOS f_:!¡J ABprab t CNUIWIWIIIDCIKIR)
PARED NORTE F---i e MWILLO
ESCALA o¡;¡¡;iiiiiii!!!!!!!!50iiiiiiiii30 cm. [1]} C 1 MWILLO "D..ID

C] ca !DIO

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Figura 14
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 71

Raices: Regulares muy finas . pocas medias.

Color: En húmedo l OYR 3/6, café amarillento oscu-


ro.

Textura al tacto: Franco limoso.

Estructura: En bloques subangulares finos y medios .

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado ligeramente


pegajosa y ligeramente pl.ástica.

Poros: Abundantes finos, poco medíos.

Raíces: Pocas finas v medias.

Color: En húmedo lOYR 2/2. café muy oscuro.

Textura al tacto: Franco 1imoso.

Estructura: En bloques subangulares finos y medios.

Consistencia: En húmedo, friable; en mojado , ligeramente


pegajosa y ligeramente plástica.

Poros: Abundantes muy finos y medios.

Raíces: Pocas finas y medias.

Color: En húmedo 1OYR3/2. café grisáceo muy oscuro.

Textura al tacto: Franco arcilloso.

Estr uctura: En bloques subangulares finos y medios.


72 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS BN LA CORDILLERA CENUAL

Consistencia: En húmedo, friable; e.n mojado, ligeramente


pegajosa y ligeramente plástica.

Poros: Abundantes finos v medios.

Raíces: Pocas muy finas y medias.

Color: En húmedo 1OYR 6/4, café amarillento claro.

Textura al t acto: Franco arcilloso.

Estructura: En bloques subangulates meclios a finos.

Consistencia: En húmedo, friable; mojado, ligeramente pe-


gajosa y ligeram.ente plástica.

Poros: Abundantes finos, poco medios.

Raíces: Pocas finas.

e
Color: En húmedo 7.5YR 6/8, amarillo rojizo, con
pocas rnanchas.

Textura al tacto: Arcillo limoso.

Estructura: En bloques an!,•1.Ilares gruesos y medios.

Consisten cia: En húmedo, firrne; en motado, pegajosa y pl{\.S-


tica.

Poros: Regulares finos y medios.

Raíces: Pocas muv finas.

Las unidades de excavación posibilitaron la identificación


esuatigráfica en la parte plana de la siguiente manera: Entre los prime-
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 73

RONCESVAUS - TOI.JMA
IFIICA 1!11. JORDM
TEitlltAZA 1
PERFILES ESTitATIGitAFICOS
PARED NOitTE
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~DE ElCCAVAaOH 1

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[[] C1 .w.wu.o AQDI)
[21 a CAFI! MIM&1BfTO aMO

B CJ AOJO
- Apab2 CW'E tiiJ'f OKUIO
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Figura 15
74 EXPLORACIONES ARQUEOLÓG ICAS EN LA CORD ILLERA CENTRAL

Foto 16. El Jordán. Excavaciones sobre el borde de la terraza. unidades de Excavación


Nueve a Quinco;:.

Foto 17. Unidad ele Excavación Diez. perli les estratigráficos paredes Norte y Oeste.
El Jordán .
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 75

ros 52 m de largo (desde la pared) se realizaron seis cortes de 1m:~. y


uno de 2 x 1 m , donde se registró la presenci~ de tres horizontes. en
cada excavación, con simUares secuencias (A, ABp 2b 1, y un e que va-
ría entre e, e, y C) ; en las unidades uno y tres se evidencio el hori-
zonte Ap , que corresponde al suelo formado en el últin1o período de
ocupación preh ispánica del sitio (Fígs. 11 a 14). El horizonte ABp 2 b 1
es un relleno que aparece inmediatamente después del material parental
(horizonte C); lo que permite suponer que el corte para la constmc-
ción de la terraza se realizó hasta la diabasa o suelo parental. retiran-
do los horizontes A y B de la estratigrafía original para formar el relle-
no ABp 2b 1 que aparece en toda la terraza y de manera más abundante
en la pendiente (Figs. 15 a 18). En los últimos 14m del área plana se
realizó un corte de 1 m :~. (unidad de excavaciól'l 8) y una serie de son-
deos con barreno y mediacaña que mostraron , que en esta zona solo
se cortó desde el horizonte B; encima de est e aparece el suelo de relle-
no (Fig. 15).

Además de los cortes que se hicieron con propósitos estratigráficos


se adelantaron sondeos en toda la superficie horizontal y en los costa-
dos de la terraza con el fin de ubicar rasgos arqueológicos (de pósito~
de cerámica, tumbas, etc.). Fue posible localizar, hacia el extremo no-
reste . un pozo irregular de forma aproximadamente circular ( 1 m de
diámetro) con una profundidad de 106 cm. El relleno que cubría el
hueco estaba conformado por un suelo café - an1.arillento, piedras de
mediano tamaño (entre 3 y 25 en} de diámetro) quemadas e impreg-
nadas de hollín, abundante carbón en trozos grandes y unos fragmen-
tos de cerámica (Fig. 1'J).

A partir del inicio de la pendiente hasta la caída final de la terraza


se excavaron tres cortes de 1m~ (Nns 9, ll y 12), uno de 3 x 1m (N°
1O) , otro de 2 x 1m (N" 14) y el último de 1.5m x lm (N° 15), (Figs.
11 y 12); estas excavaciones permitieron conocer la formación natllral
ele Ía pequei1a colina que compone el frente de la terraza y reconstwir,
con un confiable grado ele precisión. los eventos naturales y culturales
sucedidos en el lugar (Figs. 15 a 18).

La base de la secuencia natural es el horizonte C y com~sponde él


arci llas derivadas de la roca meteorizada. es el más profundo y sola-
mente se alcanzó con barreno a n1ás de 2m bajo la superficie. Encima
del horizonte C se produce una sedimentación de cenizas volcánicas
76 EXPLORACIONES ARQUEOLOGICAS EN LA CORDI LLERA CENTRAL

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EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 77

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78 EXPLOR ACIONES ARQUEOLÓG ICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

que debe corresponder con la lluvia, de ceniza deposiLadas, sobre la


regió n hace, aproximadamente, :w .OOO a i1os antes del presente (hori-
zonte B). Por acción del tie mpo di chas cenizas se meteori znn y trans-
fonnan originando un perfil na tural de suelo (A- AJ3 - 13) , el cual
debió formarse en un ambiente sereno y extenderse por LOda la peqttc-
i1a colin a; de dicho perfil . actualmente, solo se conserva p::trte del que
fue e l horizonte AB, cuya equivalencia en las excavaciones es el hori-
zonteAp ~ b'.l (Figs. l2, 16 y 17; Fotos 17y 18).

En promedio desde los 130cm de profundidad el horizonte Ap~ b.l


conserva una serie de evidencias directas e indirectas que sustentan la
presencia de una primera ocupación humana en el siti o.

- En primer lugar dos tnuestras de radiocarbono , recogidas en los


niveles 100- J 20cm v 1 1O- 130cm en las unidades de excavación 1O
y 14 respectivamente dieron una antigüedad de J 2.91 O ± 60 aüos a.p.
(Beta- 1 1 L972) ~' 9760 ± 160 a11os a. p. (Beta- 1 16764 ). (ve r fechas
de radiocarbono y cuadro 1).

- Las fechas representan un largo Período de habitación en el si-


tio , confo nrtado, posiblemente, por una serie de eventoc; de ocupación
y ab:-~ndono a través de rnucho tiempo, como también lo confirma el
espesor que todavía tiene el horizonte Ap}> .~ (40cm en promedio ). a
pesar de que In parte superior de este suelo se erosionó completamen-
te como consecuencia de la acción de los ocupantes y seguramente por
condiciones ambientales natura les. Cuando sucedió este evento el
antíguo horizonte A fue eliminado y con él se perdieron la mayoría de
los vestigios materiales (a rtefactos). de la actividad huma na. que se
habían depos itado en esre suelo y solo quedó el a ntíguo AB ( Ap ~b 3 )
que conserva a lgunos rasgos de actividades antrópicas y nawra les, las
cuales se reflejan en la co loració n oscura, indicando aportes de mate-
ria o rgá nica humificada, e n un horizonte cuyo lín-.ite superior no es
claro (de gradual a difuso), corno consecuencia de haber est:Kio ex-
puesto en la superficie a diversas alteraciones y finalm ente ser sepul-
tado por nuevos eventos de sedimentación eólica.

- Al m ismo tiempo, e n este horízonte (Ap 4 b 1) se observa n


alteraciones y disturbios e n 1:-.s condiciones natura les de la estructura
del c;ue lo (tonalidad oscura, compactación y mezcla). ocasionadas
por pi <ioleo y en generaJ po r las actividades desarrollada e n e l lugar.
Por otra parte, caracterís ticas químicas co mo el fósforo to tal (indica-
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 79

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80 EXPLORACION ES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDl LLERA CENTRAL

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PLANTA
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RONCESVALLES- TOLIMA
FINCA ELJOR)AN
TERRA ZA!
RASGO ARO UEOlO GICO 1

CONVENCIONES
IZUD:l NA 1CES
ammiD HU II US

Figura 19
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGlCAS 81

dot del grado de influencia humana sobre un suelo), no so n natura-


les pues, el fuerte incremento en el porcentaje de fósforo total ( 1050
ppm , anexo 3 ), signi fi ca que d ichas cantidades fueron agregadas al
suelo por la acción del hombre, ind icando la presencia de una fuerte
:tctividad antrópica sobre este horizonte .

-Los resultados del estud io de polen indican que aJ horizonte


Ap.¡b.1 corresponde la zona de polen l, la cual está dividida en dos
subz.onas de polen (lA a 135cm y 1B a l20ém de profundidad, res-
pectivamente). Las condiciones cliJnáticas de est a zona son las más
húmedas y frías a las que estuvo sometido el área del yacimiento.

En general en la zona 1 se observa un predominio de una vegeta-


ción de bosque alto and ino constituído por robledales y Cyatheas en
un estado suces ional natural. La presencia de helechales de
pterydophitas con dominancia de Polypodium sp, cuyas taxas son
rnuy altas para este tipo de ambientes, señalan que en el {uea hubo
intervención de carácter antrópico. por tT\edio del despeje de la co-
bertura vegetal , con el fin de tener espacios libres o claros dentro del
bosque; en la parte superior de la secuencia (sub zona 1B) las áreas
despejadas son de mayor e>.'tensíón, lo mismo que las cantidades de
helechos, indicando retrocesos del bosque y una mayor interven-
ción humana sobre el m.edio pero sin hacer uso del suelo en cultigenos
(ver anexo 2).

· La cahtidad de evidencias materiales líticas recuperadas en el


horizot1teAp.¡b3 fue mínima, solo seis elementos y de los mismos ape-
nas dos pueden considerarce artefactOs (Fig. 32: l , 2 y 3; ver índice
de figs., para una descripción más detallada).

Esta poca evidencia limita cualquier interpretación que se pre-


tenda reali zar referente a las estrategias de sübsistencia y al tipo de
tecnología lftica que portaban los grupos humanos que, en diferen-
tes momentos de ocupación , habitaron la colina durante el período
precerám.ico.

Esta evidencia negativa (ausencia de artefactos), suscita Ja discu-


sión acerca del grado de importancja que tienen los efectos
postdeposicionales sobre el registro arqueológico, de un determinado
depósito (Gnecco, l997: 36- 39); que para el presente caso debieron
ser intensos procesos erosivos y de bioturbación que desestabilizaron
82 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Foto 18. Unidad de excavación Catorce. Pared E~ te. El Jo rdán


EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 83

la parte superior del antiguo perfil (horizonte A), dando como resulta-
do la pérdida de los materiales arqueológicos por arrastre erosivo.

No obstante lo antetior, en parrafos precedentes se examinaron


datos e información provenientes de [echamientos por radiocarbono,
at1álisis fisico-químicos e interpretació11 de suelos y estudios de po-
len., que sustentan, con un acertado grado de confiabilidad, una ocu-
pación precerámica en el sitio El Jordán (Roncesvalles - Tol ima),
para el período comprendido entre el Pleist oceno terminal y princi-
pios del H oloceno.

El creciente impacto antrópico sobre el paisaje desestabiliza las


condkiones ambientales en el área del yacimiento y deja de ser un
lugar atractivo como campamento y, según el registro radiocarbónico,
es deshabitado durante milenios. Nuevas lluvias de ceniza volcánica
fom1an otro suelo (horizonte Ap3b), el cual queda en contacto direc-
to con el suelo restante del perfil anterior (horizonte Ap 4 b:¡); procesos
de bioturbación (mesofauna) mezclan parciahnente la zona de fronte -
ra de los dos suelos, motivo por el cual el límite entre estos dos hori-
zontes no es abrupto (Fígs. 16 y 17; Fotos 17 y 18).

Este horizonte presenta cambios en la estructura natural del sue-


lo que se reflejan en la coloración bastante oscura (café muy oscuro) ,
compactación por pisoteo y mezcla de cerámica con partículas de sue-
lo quemado y liticos rnenudos que indican a.lteraciones propiciadas
por los nuevos ocupantes del sitio.

Lo anterior se reafirma con el incremento en las cantidades de


fósforo total ( 1300 ppm) y con los resultados del anál isis de polen. el
cual registra un paisaje que continúa siendo dominado por vegetación
de bosque andino (zona de polen 2), pero m\ty perturbada con respec-
to a Ja.c; condiciones observadas en el anterior horizonte. También se
reconoce una alta presencia de helechos (D eenstaedtiaceae) que evi-
dencian intervención humana, pero sin aprovechamiento del suelo en
prácticas agrícolas . Confonne n lo descdto puede plantearse que el
área de la terraza era un espacio abierto de helechales al interior de
una vegetación boscosa, de robles y de cyatheas (ver anexos 2 y 3).

EJ propósito principal de los cortes adelantados en el borde de la


terraza era el ele tratar de hallar, dentro de los horizontes enterrados,
una cerámica diferente , a la de los suelos superiores , que permitiera
84 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGJCAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

documentar un periodo de ocupación amerior al tardío para la región


de Roncesvalles- Toli ma.

En general, la excavación de este paleosuelo (horizonte Ap1bJ


proporcion ó una pequeña muestra de cerám ica ( 104 tiestos') en su
mayoría pedazos de cuerpo (solo 13 fragmentos diagnósticos); no
obstante , se pudo establecer que por sus características técnicas y
formales corresponden a un sistema alfarero diferente al registrado
en los demas sitios estudiados en Roncesvalles y por lo tanto a otro
período de ocupación prehispánic<J.

Madera carbonizada, en trozos grandes, asociada a fragmen-


tos de bordes y decorados (Fig. 22: 3 , 4, 5 y 8), se recogió entre 100
y 11 Oc1n de profundidad, en un espacio de 30 cm de ancho. en la
un idad de excavación 14, para formar una muestra de 9.38 gr; la
cual dato, la base del horizonte Apjb1 , entre 850 y 950 años· a.C.
(900 :±: 50 a.C. ; sin calibrar, Beta- 116763). Este resultado es la
edad para los inicios de una ocupación agroalfarera que por su tem-
poralidad pertenece al período formativo de la región andina (ver
fechas de radiocarbono y cuadro 1) .

El último evento relacionado con la dinán1ica de asentamiento


prehispánico en la terraza uno de El Jordáti ocurre cuando en una épo-
ca posterior otro gmpo portador de pautas ele asentamiento diferen-
tes , decide ampliar el tamaño del sitio con propósitos que no tenemos
claros; entonces sobre el horizonte Ap.,b1 se deposita un relleno
(ABp 2b 1) que cubre toda la terraza. Encima ele este relleno se conser-
vó, en algunos sectores, partes del suelo que se formó durante la ocu-
pación tardía del sitio (horizonte Ap 1), especialmente en la zona cer-
cana a la pared posterior y en las pendientes (Unidades 1, 3 y 1O a 15 ;
Figs. 13 y 16 a 18; Fotos 16 a 18). Es probable que este suelo ocupa-
cional , de poco espesor, no se haya conservado en sectores del área
plana de la tenaza debido a la utilización moderna del sitio (agricultu-
ra y ganadería) y a procesos erosivos naturales.

2.4. Patio Bonito


El sitio corresponde a una colina cuya parte superior es plana y
que cae al río Cucuana; se realizaron sondeos sobre el borde, al rede-
dor de un área que había sido guaqueada, pennitiendo localizar dos
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 85

rasgos arqueológicos de formas nmy simples; ambos presentaron poca


profundidad ( 150 cm) y ausencia de cámaras. El procedimiento de
excavación , consístíó en retírar los diferentes estratos desde la capa
hún1ica superficial , transición , ceni¿a volcánica y posteriormente J;:¡
diabasa roja donde finalizaban los pozos en el piso <le las mismH.<>
(Figs. 20 y 21 ).

Los fragmentos cerárnicos hallados en los rellenos de los pozos


son similares a Jos recuperados en los sitios de vivienda, lo que. al
menos, permite inferir que estos rasgos arqueológicos pertenecen a l
mismo período de ocupación referenciado en los asentamientos: sin
embargo no hay claridad acerca de la verdadera función que desem-
peñaron estas estructuras verticales y sl realmente fueron sepulcros
(no se encontraron vasijas enteras u otros objetos que indicaran ajuar
funerario , ni restos óseos humanos).
86 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

PLANTA

RONCESVALLES - TOLIMA
FINCA PATIO BONITO
RASGO AROUEOLOGICO 1

CORTE A- A'

CONVENCIUN ES ISCALA o'l;¡¡¡¡.....,.,...¡¡¡;


3u o m.

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Figura 20
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS 87

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PLANTA

RON CESVALLES - TOLIMA


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CONVENCIONES EICAl.l. ~

IZEZlCEl OA 1Cts
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Figura 2 1
Capitulo VI

LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS

l. LACERÁMICA

1 .l. Criterios Metodológicos


La cerám ica obtenida en las dife rentes fase~ de Gunpo . en el mu-
nicipio de Roncesvalle s, fu e est udia da partiendo de cri lerioc;
metodológicos planteados, para cJa<;ificar b ce rá mica. en otra-. áreas
a rqueológicas de la región andina como son: San Agustín , Calima y
norte del Valle del Cauca ( Ll a no~ v Duran 1983 ; Lla noc; 1988;
Salgado 1986 y 1989). ·

Los materiales cerámicos tardíos fueron clas ifi cado~ e n grupoc;


de acuerdo al color de l baño o e ngobe que presenta ron . El engohe
observado en los fragmentos pern1itió agruparlos en cuatro grupos,
que presentan una variada gama de tonalidades: Rojo (ro jo. rojo
claro); café (café, claro, oscuro, rojizo~' amarillento): amarillo rojizo
y gris (gris, oscuro y rojizo). Además, se encontraron algunos frag-
mentos de color crema pero por su poca cantidad no se analizaron
como grupo, estos fueron eswdiados como elementos independien-
tes. Tres de los grupos presenta n un baño superficial con la misma
arcill a de la pasta di luida y solarncmc el grupo rojo presenta un bai\o
de u n color d iferen te a la su perficie de la pa~ta .

Una vez establecidos los grupos. se inicic1 el a núlisis de la!> de-


más ca racterísticJs t écnicas. form a les y decorativas presentes e n la
cerámica, información que se registró en una planti lla o ficha que
fue el sistema de alimentación de la base de datos elaborada para el
proyecto. ( Las características formal es, técnicas y decorativas de cada
gnq)o se encuentran en el anexo 1).
90 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Las propiedades estudiadas aparecen en la plantilla en ocho varia-


bles que, a su vez están divididas en ca racteres rnás específicos así:

Referencia: Presenta la locali1.aci(>n precisa del fragmento; sitio.


número, yacimiento y profundidad.
- Pasta: Se annliz6 la composición del desgrasan te q11e consistió b:ísica-
me.nte en arenas, compuestas de: Cuar:w , feldespato , mica. biotiia y
pirita de hierro. Igualmente se estud iú la textura, la cual varía entre
fina- compacta. granulosa- burda a friable, granulosa- porosa a com-
pacta. 'J'ambién se observó el tipo de cocción a q11e fue sometida la
vasija, partiendo de la presenci:1 o tW de núcleo se pudo establecer
una oxidación cnmplet<J o incompleta.
- Tratamiento Superficial: Permitió observar si e l fragmento presentaba
pulimemo, el tipo de alisado, la erosi()n '! las manchHs de hollín :;obre
las superficie~ : igualmente se tomó el color del ha1io v el espesor de la:-;
pan:!cles de cada demento.

La!\ tres variables anteriores se aplicaron a la totalidad de la


muestra, las que se describen a continuación sólo se llevaron a cabo
en fragmentO$ diagnósticos que permitieron registrar información
más específica.

- A pnrtir de lo:; fragmentos (jllt' presentaron bnrcle~ fue po!'ihle analizar


v obtener:
1, ()rientat i<Ín de los bordes: Sobresalen nbíerto!>. directo.~,. re~tringídos .
2. Oit\metro de las \'ilsij<ls, que oscill'1 cntn: 7 y 32 cm . ·
3 . Formas de las vasijas donde primaron los cuencos v las ollas.
- Técnicas decorativas: Se re¡.,•i.~traron las técnicas: 'Acanalad<1 , aplica-
da. presionada, impresa'! pintura negativa: pero las mú~> abuncl:111tes
fueron las muescas y l~t incisión.
- Igualmente. ~e anal i :~.aron volantes de U$0, bn:-:e~ y a~as.

En el caso de la cer:lm ica formativa. se agrupó de acuerdo al


color del baño o engobe que presentaron los fragmento:-: '! a conti-
nuación se realizó e l respectivo análisis de las características técni-
cas. forrnales v decorativas de la certímica. con los mismos criterios
tnetodolúgicos que se habían utilizado para clasificar la alfareáa del
período tardío.

1.2. Cerámica Formativa


En su totalidad la cerárn.ica de este período proviene de un solo
sitio; terraza J de El Jordán y de las excavaciones realizadas sobre el
LOS MATRl~lALI!S AltQUEOLOGICOS

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92 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

borde (unidades de excavación 10, 14 y 15). La posición estratigráfica


de estas evidencias y el resultado de C 14 ratifican la gran antigüedad de
la cerámica.

La tOtalidad de la muestra analizada fue de 104 fragmentos. dis-


tribuidos de la sigu iente ma1.1era: 67 elementos en la U.E. 1O; 33 ele-
mentos en la U.E. 14 y 4 en la U.E. l5 , Dichos materiales fueron clasi-
ficados ele acuerdo al co lor del baño o engobe que presentaron sus
superficies. dando como resultado la conformación de dos grupos
cerámicos para el período prehispánico formativo (las caracte rísticas
forma les, técnicas y decorativas se encuentran en el anexo 1).

El primer grupo presenta un bai'\o rojo en dos tonalidades (rojo y


rojo amarillento) y est<~ representado por una mínima cantidad ( 15
fragmentos). El grupo con baño café es el rnás numeroso (89 elemen-
tos en total) v tiene una mavor variedad de tonalidades: Café (33
y
fragmentOs); ~afé claro (42) café pálido (J 4) .

En general los dos grupos comparten las mismas características


técnicas con leves variaciones en dcsgrasante y textura de la pasta; el
tratamiento superficial es muy similar a pesar de que la cerámica café
tie n de<~ ser menos acabada {superficies ennegrecidas y ton hollín).

El dibujo de los borde:-: obtenidos (siete en total). permite inferi r


que las fom1as corn-esponcle n a pequeñas vasijas globulares (Fig. 22:
1-3 y 6). Fragmentos decorados solamente se encontraron se is, los
cuales presentan una técnica consistente en pequei'tas acanaladuras
solas o lineales paralelas (Fig. 22: 4 , 7 y 8) y solo tres tiestos conser-
van una franja de pintura roja en la supe rficie interna.

Finalment e, podernos decir que la muestra de cerámica fom1ativa,


de RoncesvaJles - Tolima. no es representativa ni en tamaño de Jos
fragmentos, cantidad total y elementos diagnósticos (bordes y decora-
dos) que permitan aproximarnos a las fo rmas de las vasijas y recons-
truir un estilo alfarero para dicho período. En In muestra se observan
algunos rasgos (tonalidad de los baíws , tratatniento superficial, tama-
lÍO de desgrasante, espesor de las paredes) que recuerdan las cerám i-
cas de la tradición temprana en el suroccide nte Colombiano. Sin ern-
bargo, estas apreciaciones subjetivas no permiten conjeturar ¡·elacio-
nes o nexos estilísticos con cerámicas de épocas sim ilares en otras áreas
a rqueológicas como: El Formativo de San Agustín; el Marrón Inciso
LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS 93

del Cauca Medio v Viejo Caldas e lla n1a en Calima v valle medio del
río Cauca. - ·

1 .3. Comparación de los Grupos Cerámicos del Petíodo Tardío


Los mateTiales cerámicos obten idos en las reco l ccc i one~ superfi-
ciales. pozos de sondeo y excavaciones, permitieron estab lecer un
sistema alfarero perteneciente al período cultural prehisp~ínico tar-
dío. Igualme nte . se hallaron algu nos elementos foráneo!> a dicho sic;-
tema, q u e podrían estar indicando intercambios o movimientos e n-
tre diferentes áreas arqu eológicas.

Los porcenta jes obtenidos en la muestra analizada (291 7 frag-


men tos e n total ) nos indican que e l g rupo café es el m~ s a bundante,
pues representa las tres t ercer<~s partes de la muestra (76%). le si-
guen e n proporción el amarillo rojizo ( 1 1.6%), el bar1o rojo (6. 7%) y
el gris (4.64%) y por último unos elementos de color crem a (nueve
tiestos) , (Gráfica l ).

En general. la cerámica prco;ema el mismo desgrasanre para todo


e l sistem a a lfarero (aren a de río), pero la textura varía segú n el gru-
po de colo r (ver anexo 2); e n cu anto la cocción la mayor parte d e la
nntestra (92%) prese ntó una cocció n en atmósfer<l oxidant e com -
p leta y una mínima parte tiene unn atmósfera oxidante incompleta.
Con relación a el trata mie n to ~ up e rficial la mayor parte de la cerá -
mica e ta emsion ad a (89%), más d e la n.1itad co n se rvt~ m anc has de
h o llín (66%) y el 11% presenta huellas de pulimento.

L O!. grupos cerámicos se distribuyen en diferemes cantidades


para todos los sitios. p redomina ndo el gmpo café seguido por el
a m ari ll o rojizo, rojo y gris. El sitio que mayor cantidad de cerámica
proporc ionó fue La Granja co n un total de 11 91 fragme ntos q u e
eq11iva le n a l 40% d e la muestra total ; le ~ igue Buenos Aires con 5 63
fragme ntos ( 19.3 %); el Jordá n con 390 tiestos ( 13%) y en m enores
propo rcio nes los sitios d e prospecció n y la finca Patio Bon ito que
aunque allí se ad elantaron excavacio nes las cantidades de materia-
les cer:lm icos no fueron significmivas (Cráfica 1 ).

Estratigr áficam ente los g rupos cerámicos se encu entran repre-


sentados e n todos los cortes, pero las frecuencias cerámicas varían
94 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Grupos Cerámicos

Grupos Cerámicos por Sitio


35~o ~------------------------------------~

Total Grupos Cerámicos

Gráfi ca 1
LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS 95

de un nivel a otro, por e jernp lo en todas las unidades de excavación


los niveles donde se hallaron la mayor cantidad de cerámica fueron
de 40 a 60 cm . En los rasgos arqueológicos las frecuenc ias más altas
se encontraron a mayor profundidad. Así mismo. la comparación en-
tre diferentes niveles de excavación pem1itió identificar que todos
los grllpos están presentes en una misma secuencia estratigráfica,
sustentando la pertenencia de estas evidencias arqueológicas a un
solo período cultural (El Tardío).

Las formas que se lograron reconstruir a través del dibujo permi-


ten inferir que el sistema alfarero tardío de Roncesvalles esta com-
puesto en su mavor parte por ollas, cuencos y copas, algunas con
muescas e incisiones; al igual que aplicaciones, también se encuentran
gran cantidad de asas y en mínima proporción los cántaros , botellones
y figu1inas (entre 1 y 3 elementos) , (.Figs. 23 a 30; Láms, [ a Ill).
Las formas ITtás comunes en todos los sitios fueron orl as, cuencos
asas'! bases de posibles copas (en La Granja, El Jordán . Bu~no1. Ai-
res. Patio Bonito, La Esperanza, Matadero, La Curubera '!El Reflejo ).
De todos los sitios excavados La Granja es el que presenta la mayor
cantidad y variedad de formas (35 bordes).

Con relación a las decoraciones las más comtme:-; para todos los
sitios son las muescas triangulares, luego le siguen las incisiones en
forma ovalada y lineal y las muescas rectangulares (están presentes en
La Granja. Buenos Aires , El Jordán. El Colegio, La Curubera , La Pro-
videncia, El Matadero y El Reflejo); aplicaciones se conservaron en
solo dos fragme ntos, acanaladura e impresiones uno solo por técnica
(de La Granja) y pintura positiva roja en franjas verticales, apenas en
tres tiestos (La Granja, Buenos Aires y El Jordán), (Figs. 23 a 30 e
Índice de Figuras; Lárns. 1 a lll e índice ele Láminas).

En general, tiestos decorados se encontraron en poca cantidad


(55 en total) distJ·ibuidos en los diferentes niveles de excavación hast.:'\
los 70 cm de profundidad en promedio. Las muescas triangulares al
ser la más común de las técnicas decorativas reiteran una característica
estética de la alfarería tardía de lél cordi llera Central en el Tolima.

En términos generales, la cerámica procedente de Roncesvalles se


caracteriz.a por su sencillo tratamiento superficial, por su poca diversi-
dad formal y por presentar una mínima variedad de técnicas decorati-
96 EXPLORAOONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDlLLERA CENTRAL

vas. Las anteriores particuhu"idades son rasgos distintivos de la alfare-


ría de los grupos que se asentaron en la cordi llera Central , del departa-
mento del Tolima, durante el Período tardio. Cerámica similar ha sido
investigada en Chaparral (Rodríguez 1991; Cubillos 1945). región si-
tuada un poco más al sur de la presente zona de estudio, donde se le ha
denominado Chaparral Café Presionado (Chacín 199 J v 1995) v re-
cientemente Chamba Café Presionado sobre los contrafuértes de 1á cor-
dillera Central, en El Guamo- Tolima (Cifuentes 1994).

Recientemente, en la parte baja del cañón de La Línea se han


realizado dos proyectos arqueológicos ~ Daniel R<unírez ( 1996). ex-
ploró la cuenca alta del río Combeima, tesís que junto con la de
Barrero, Ramírez y Rivera ( J 997). también adelantada en el muni-
cipio de !bagué (sitio La Martinica, lomas adyacentes al Valle ele las
lanzas), seí1aJan la existen cia en la región de pautas de asentamien-
to y de materiales cerámicos que corresponden con la ocupación tar-
día de la cordillera Central en e11olima.

En la cerámica tardía de Roncesva1les se reconocen elementos.


formales v decorativos. externos q~.:le sei1alan cm1tactos e intercam-
bios con otras zonas arqueológicas periféricas. Tanto en excavaciones
como en recolecciones superficiales se recuperaron fragmentos con
decoración presionada circular zon ificada y caolín blanco (ocasio-
nalmente), (Figs. 23: 12; 24: l; 26: 5 a 7; Lám. 11: 2, 3), que corres-
ponden a cuencos y copas; formas características del Complejo Cauca
Medio que se di¡¡tribuye por la región geogrúfica del Quin<.lío y Viejo
Caldas (Bruhns L976. J 990; Osorio 1986. 1990; Salgado 1996 y 1997).

Dos disei'los decorativos de la alfarería de la Cordillera (F.igs.


26: 2; 28: 11; Lám. 11: 7); se encuentran en los materiales cen\micos
de sitios local izados en el Valle del Magdalen_a (centro. norte del
Tolima y piedemonte ele la cordillera Oriental), (Avila 1985; Cifuentes
1994; Cubillos 1954; Mendoza y Quiazúa 1990; Salgado et al. 1997) .
A pesar de que las técnicas decorativas son similares , los disei'los
varían un poco, elementos que permiten plantear la existencia de
diferencias estilísticas dentro de la tradición cultural tardía~ estas
pueden estar sef1alando grupos cultmales diferentes compartiendo
ciertos patrones culturales que se estarían reflejando. e.c:;pecíficamente,
e n afinidades estilísticas entre la alfarería de la cordi ll era v la del
valle del Magdalena .
LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS 97

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108 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA COLWILLI3RA CENTRAl

2. ELMATERIALLÍTICO
La muestra analizada solo abarcó los materiales del período tar-
dío. no se tuvo en cuen ta el material precerámico por su mínima
cantidad. El estud io se reali zó pa rtiendo de la materia prima y de
los procesos tecnológicos segu idos para la fabricación de los artefac-
tos lít icos.

Dentro de los 430 elementos de la muestra se identificaron cua-


tro grupos diferentes de materia prima:

- M at erial Í gneo l ntrusivo

Granod ioritas 42

Basaltos 226

- O c Origen Vo lcánico

Piroclastos (pómez ) 18

- Sedimentarias

Chtrt 19

- M e t am órfico

Pizarra (esquistos verdes) 17

Cuarzo (metamórfico) 15

Cunrzo (lechoso) 68

Dentro de la muest ra hallada priman los desechos de talla (4ó%).


seguidos por las nücrolascas ( 18%). algunas de ellas con posibles bor-
des activos co mo: cuchíUos (3%), raspadores (7%) y punzones ( 1'Jtf1).

También se encontraron 60 cantos rodados (la mi tad presenta


de<;gaste en algunas de sus caras). ·~o núcleos, 5 pulidores , 5 manos
de moler, 4 artefactos múltiples y un cin cel (ver Figs. 33 y 34 e índ ice
de figuras).
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110 EXPLOHACIONES ARQUWLÓCJCAS EN LA CORD I LLEI~A CBNTHA L

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LOS MATERIALES ARQUEOLóGICOS 111

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112 EXPLORACIONES ARQUEOLóGICA S EN LA CORDfLLERA CENTRAL

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Capítulo VII

PAUTAS DE ASENTAMIENTO
PREHISPÁNICAS EN LA CORDILLERA
CENTRAL DEL TOLIMA

El departamento del Tolima se encuentra ubicado geográficamente


en el centro del país, zona de suma importancia para el movimiento
de grupos hun1anos a Jo largo de todos los períodos histórico~;; por lo
tanto, es una región estratégica para comprender Jos procesos sociales
prehispánicos locales. así corno los de otras áreas del centro v del
suroccidente colombiano. Los diferentes pasos naturales, entre la
cordillera Central y los valles del Cauca y Magdalena, sien1pre facili-
taron la comunicación y el intercambio de ciertos productos y espe-
cialmente de un pensarniento simbólico que, en términos generales,
unificó las distintas áreas culturales del suroccidente del país ,

En el panoran.1.a investigativo regional ha teni do más continui-


dad la arqueología de campo en San Agustín, Quimbnya y Calima,
á reas periféricas al Tolima; lo cual le ha permitido a los arqueólogos
plantear una interpretación general relacionándo etHre s í, la historia
prehispánica de tan extensa región incluyendo en la misrna el área
tolimense.

A partir de los resultados que se t ie nen para algunas pa rtes de


la cordillera Central y el vall e del río Magdalena es posible plantear,
para la región toli mense, un esquema de periodización cultural el
cual se basa esencialmente en datos cronológicos. en los cambios
que se observan, a través del t iempo. en la tecnologfa lítica, en Jos
diferentes estilos cerámicos y orfebres, en las pautas de asentam ien-
to y en las relaciones culturales con las áreas enunciadas anterior-
mente. Dicho esquema comprende cuatro períodos: Precerrimico.for-
matitiO, clásico regional)' tardío.
114 EXPLORACIONES ARQUEOL0GtCAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Las investigaciones realizadas en la cordillera Cent:ral del Tblima


(sitio el Prodigio en Chaparral y El Pomo en El Fresno: Rodríguez
1991, 1995 y l 997), señalaban que los pdmeTos pobladores habi<m
habitado la región duraJlte el Holoceno Medio (7000 a 5000 ai'los
a.p.). Uno de los aportes mas relevantes de la presente investigación
es el de habet ampliado la profundidad cronológica, de la ocupación
precerámica, al Holoceno Temprano (X milenio a.p.) y hasta finales
del Pleistoceno (Xlll milenio a.p.). de acuerdo a fecharniento s por
radiocarbono (ver cuadro 1 y fechas de radiocarbono).

En Roncesvalles. desafOll.unadamente. Jos horizontes donde se


depositaron las evidencias arqueológicas precerámicas estuvieron so-
metidos a eventos naturales postcleposicion;;¡les que erosionaron casi
en su totalidad el depósito, conservandose solo se is elementos líticos,
los cuales están asociados a la datación m<'ls antígua del sitio (ver capí-
tulo V, numeral 2.3. y Fig. 32).

De acuerdo al registro arqueológico, que se ha conservado en Jos


otros sitios de la región tolimense. la tecnología lítica, de este período,
es bastante sencilla y está orientada a unas estratégias a lternativas de
subsistencia basadas en la manipulació n de vegetales (recolección y
molienda de frutos y raíces comestibles), al manejo incipiente de di-
versas plantas (horticultura rudimentaria) y en una menor proporción
a la cacería de pequei'\as presas.

Sitlos que incluyan artefactos líticos similares también han sido


estudiado!; en otras áreas del sumccidente colombiano como el valle
de Popayán , Calima (cordillera Occidental). en el Viejo Caldas y not-
te del valle medio del río Cauca. Las si111ilitudes tecnológicas en los
conjuntos líticos presentes en estos sitios indican una amplia disper-
sión del registro arqueológico y una dinámica de poblamiento que in-
cluye adaptaciones a los valle!' y vertientes de las cordilleras con vege-
tación tropical y a los bosques sub:mdinos y alto andinos de las zonas
más elevadas. También permiten inferir la existencia de una sola tradi ~
ció11 cultural precerámica , en el suroccidente colombiano. desde épo-
cas muy tempran;.lS (INC IVA 1995 ; Integral 19lJ5; Múnera y Monsalve
et al. 1998: Rodtiguez 1991 . 1Y95 y 1997; Salgado 19Hóa. 1986. 19t59
y J 995; Gnecco y Salgado 1989).

D e acuerdo a la información cron<)lógica disponible se conoce


que los grupos recolectores - horticultores acerámicos habilaron di-
CORRELACION ESTRATIGRÁFlCA Y EVENTOS DE OCUPACIÓN PREHISPÁNICA RONCESVALLES - TOLIMA >
e
ESTRATIGRAFIA
CRONOLOGIA ACTIVIDAD :;!
(j)
PROFUNDIDAD ( HORIZONTES ) EDADC RESULTADOS EVENTO FOSFORO TOTAL ANTRO PICA
COHIIENCIONAL CAUBRADOS (POlfH "1 MA~OM.STOS}
om
.;ro a -Z>cm A ACTUAL 4.200iiiim
)>

Ap,
896 a 1170d.C.
TARDIO 930 • 1970 ppm ~
·23a -39 em Café muy oscuro OCUPACION El Jordán • la Granja
z
--1
AGROAlFARERA )>
890 a 1165 d.C ~
ABp,b, 1020 t 60 O.p.
m

..J.9a~cm
Café Amarillenlo
OSQJro
(relleno artificial)
La GranJa
RA1 · 100. 115 cm TARDIO
OCUPACION
273 • 2405 ppm
El Jordán - la Granja TUSAS DE MAIZ
~
Ap,b, 1030 ± 60 a.p.
AGROALFARERA
"'m'
;::;!

SUelo de La Granja U .E.3: :r;


ocuoaciOn 40·50cm Vi
'V
Vegetaco6n bOSCOsa )>.
andina bastante
perturt>ada.
z
Ap,b, 2850 t 70 a.p. FORMATIVO 1300 • ~ 830 ppm ()
-94 a ·11 0cm Café Muy OSQ.WO El Jordán 1215 a 830 a.C. OCUPACION El Jordiln - La Granja Plantas invasoras, )>
U.E 14 : 100- 110 cm CE,RAMICA tala excesiva y (j)
ampllac16n del e$pacio
abierto alrededOr del
yacimiento.

9760 ± 160 a,p.


El Jordán 9650 a 8465 a.e Atea$ bOscosas
u .e . 1~: 110- 130 em dominadas por
-110a-151 em Ap•b, OCVPACION tOSOppm robledales y diVé<s•dad
Cafégn~ PRECERAMICA de Cyatheas. eon leve
muy oscuro int&tvención antróptca
E.s la zona mas 'rla y
12.910 ± 60 a.p . Su antlgOeded no húmeda de toda la
El Jotdiln pennite la -secuencia.
U .E. 10· 100·120 cm ealillraci6o
8
· 151o · 161 cm Calé Amarl~ento SIN OCUPACION 312ppm
_Qscuro
.......
.......
C uadro 1 t:../1
116 EXPLORACJONES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRA L

versas regione s geográficas de l suroccidente hasta el ai'lo 2.000 a.C.


(Salgado J 986a, 1989 y 1995 ; Mún era y Monsalve 1998) , época a
partir del cual se inicia un período de aproximadame nte quini·entos a
mil af10s. sin mucha infom1ació n arqueológica que exp lique los pro-
cesos d e cambio e n los s is t e rTras '>oc ioeconómicos de grupos
igualitarios (bandas) h:1cia sociedades jerarqui zadas.

Entre mediados del segundo e inicios del prim er rrlilenio a.C.


aparecen e n el registro arqueológico evidencia,<; de un período forma-
t ivo tardío re presentado por sociedades agrícola.<: con un alto desa-
n·ollo de la cerámica y de la orfe brería y claros indicios de compleji-
dad social: llama en la región Calima y Valle del río Cauca : la fase
t emprana de San Agustín, en e l alto Magdalena y de Tumaco- l()lita ,
en la costa pacífica colombo- ecuatoriarr a y quizás grupos portado-
res del esti lo Marrón In c iso d e l Viejo Ca ld as y de la región
Antioque i'la.

Estas tempranas comunidades agroal fareras perduran hasta el


siglo 1 a.C.: los materiales ce rá micos y orfebres conservan afinidades
esti lísticas entre sí, pues comparte n elementos formal es y temas
icon og ráficos indicando int erca n'lbio de conocimiento ..:; y un
pemamie nto si mbólico sirnilar (Cardale 1992 : Cardale et al. 1989;
Lla nos 1995 y 1997; Salgado 1993; Salgado y Rodríguez 1994; San-
tos 1993).

H asta a ho ra en el To lima 110 existía información recogida , por


especia listas , que permitiera establece r in ferencias relat ivas· a la pre-
senc ia de comunidades de l período formativo tardío e n la región.
Otm de las co ntribuci o n c~ del prec;ente estudio e<; la de haber regis-
n·ado un sue lo . de ocupación J e l período form a tivo tardío. que fue
posi ble dat;.ir en e l año 900 a.C. y cuyo resultado cal ibrado propor-
ciona una edad estimada con un rango de a ntigüedad que es tá entre
12 15 ~~ 83 0 aí'los a.C. (Cu<ldrn 1 y fe chas de rad ioc;uhono).

En términos gene ra les, l<:l cerá mica se identifi ca con In de los


esti los a lfareros tempran os de o tras áreas como San Aguc;tín. Calima
y Viejo Ca ldas. No o bst ante. la muestra es poca y no muy d iagnóst ica
lo cua l limita nuestras deducciones.

Finalmente, la docume ntnc i<'>n de este período de ocupación, en


la cord ille ra Centra l t o lime nsc. abre nuevn s perspectiva<; de investi-
I,AUTAS DE ASENTAMIENTO PREHISJ'ÁNICAS 117

gación sobre el formativo a nivel del suroccidente del país y rcafinn,1,


una vez más, que e l desconocimiento sobre un de-terminado período
arqueo lógico puede d eherse nuís a la care ncia d e estudi os sislemáti -
cos que a la ausencia de yaci mientos de dich a época en IItH\ región .

En los últ imos sig los d el prime r milenio antes d e C ri sto se pro-
dtll.:en una serie de cambios que se i'lalan un desarro ll o hm:in c;n<: i e d <~­
des con una mayor complej idad soc io -cultural. El registro arqueoló-
gico muestra la existencia de un período tr:.msicional. que -.c puede
c;ituar entre los o;iglos cuarto~' primero antes de C.-isto , con una o;e rie
de transfo rmaciones graduales en varios eleme ntos de las pauta. . de
asen tam ie nto , e n los estilos cerám icos y en la tnetalurgia; confo r-
má ndose culturas con una ma rcada tendencia reg ion al e ide ntidad
propia, las cuales tuvie ron su período de máximo ec;plrndnr en los
prime ros 500 a 700 ai\os del primer Milenio de nuestra era.

A esta época se le puede denominar como e l período clás ico


regiona l de l suroccidente colombiano y en e lla se inscriben cu lturas
re~ionales como San Agustín (desarrollo de la arquitectura Mep;alítica
y del arte escu ltórico) y Tierradentro (construccic'ln de hipogeos y
estatuaria), e n el Macizo Colombiano: Tumaco - Tolita. en el li toral
Pacífico; Yotoco, en Ca lim a: Ma laga na. en el va lle del Cauca;
Q uimbaya clásico, en el vie jo Caldas (norte d e l valle medio d el río
Cauca .v An tioq ui a) .v Tolima, en la zona ce n tral del país.

Estas comunidades d e agricultores sedent ario:; sobresalen por


haber ocupado toda la v;Hiedad de pais::tjes ex iste n te!) en el
su roccidente (costa , llanura a luvial, vertientes de las cord illeras, v:~­
lles interandinos cál idos y templados, páramos y nevados ); al igual
que por una fina y bien acabada alfare!Ía con diferentes estilos
cerámicos en cada región y por una ma jestuosa meta lu rgia con fine s
ritua les y de prestigio (A rchi la 1996: Bray 199:l; Bruhns 1990;
c,u·da le et a l. J 989; Ca rda le 19Sl2: Ll a nos 1990. 199 5 V 1997; Pl él-
zas y Fa lchetti 1983: Plazas 1990 y 1992; Salgado 1993 y 1996;
Sa ntos 1993).

En tre los diferentes esti los cerámicos v o rfeb res de toda la re-
gión se obse rva una gra n similitud en técnicas, motivos y en menor
proporción for mas que se comparten; indicando t:ontactos por 111edio
de redes de intercambio de bienes mate1iales "objetos de lujo" v a
nivelec; de pensamiento "simbolismo", a larga distancia , en tod<; el
118 EXPLORACIONES A RQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

suroccidente (Langebaek, 1993 y 1995; Gnecco l99 6) . EstOs víncu-


los también penTlite n sugerir que las diferentes á rea:, estuv ieron
culturalme..r1te interrelacionadas )' postular la existencia de una "ho-
mogeneidad cultural básica" para toda la región (Carda le y Herrera
1995; Llanos 1997; Museo de l Oro 1996; Plazas v Fa lcheui 1983;
Salgado y Rodriguez 1994 ). ·

Para la región tolimense, la información científica disponible para


esta época es aun rnuy fragmentaria . H ace mas de rned io .siglo en la
regió n sur del Tolin\a se docume nt6 la existencia de un estilo de me-
talurgia que presenta marcadas afinidades estilísticas y tecnológicas
con la orfebrería clás ica C al inl a, de la cordillera Occidental
(específicamente co n la del periodo Yotoco). (Cubillo~ 1945; Pérez
de Barradas 1954 y 1966). Recienten1ente, estas similit11des han sido
nuevamente obse rvadas y reconfirrnadas en piezas de metal prove-
ni e nte ~ del sitio Malagana, en la sue la plana de l Va lle de l Cauca
( M use o del Oro 1996; He rrera ct al. l 99 S).

Con relació n a la a lfa rerfa , investigaciones posteriores adelanta-


das en la misma zona (municipio de C haparral ), tamb ién han repor-
tado la presencia de unas pocas vasijas y fragmentos d e cuencos co n
los típicos rasgos de fo rma y decoración de la a lfarería Yotoco
(Rodríguez 1989 y J99J : Chacín 19<) 1 y 1995).

Varios auwre han deste~cado estos fragn1entarios datos (01-fe-


brería y cerámica), los cuales les han permitido postular contactos e
intercambios entre el Tolima v otras á reas culturales del suroccidente
corno Calima, vall e medio dei río Cauca y el alto M agda lena e infe rir
la presencia de culturas regio na les co n identidad propia. pero rela-
cionadas entre si a través de un pensamiento s imbólico que se expre-
saba por medio de ra gos iconográfi cos compartidos entre dichas re-
giones (Pérez de Barradas 1954; Plazas y Falche tti l 983; Card:tle et
a l. 1989; Cardale y Herrera 1995; Bn1~r 1992; Salgado y Rodríguez
1994; Llanos 1995 v 1997).

Este es uno de los péríodos donde "e hace más nmnri a la ause n-
cia de investigación que permita conocer la dinám ica de los cambios
cultura les sucedidos durante los prirneros siglos después de C risto
(t ran sfo rmación e n las pautas d e a.,.o;e ntamiento, e n los estilos
cerámicos y orfebres) y obtener resultados de C 14 que t1yuden a pre-
cisa r la cronología.
PAUTAS DE ASENTAMIENTO PR EHISPÁNICAS 119

En la arqueología regio nal del To lima :::e conocen dos d atacio nes
del siglo IV d .C.. las cuales están ubicadas dentro del marco
crono lógico esperado para el clásico region al del suroccicle nt e. Las
fech as provienen ele excavaciones en sitios de viv ie nda de la regi6n
de H errera y Chaparral y .se obtuvieron en los niveles más profundos
de ho rizontes antrópicos sepul tados pot capas de ceniza volcánica y
rellenos posteriores (Rodríguez 1989. 1990 y 1<)9 1).

Los materiales asoc iados a los niveles fechados correspo nd en a


fragmentos de cerán1 ica que en sus características (Pasta, desgrasa nte ,
espesor, baños y tratamiento) difieren un poco de la cerámi ca de los
niveles superiores: indi cando dife rentes fases de ocupación _v sugi-
riendo cambios progresivos en la cerámica y un vinculo ancestral e n-
tre Jos materiale s w lturales de un período (Clás ico regiona l) y los
del tardío. Sí las deducciones de Rodrígu ez ( 1989. 1990. 199 1 ?
comunicac ión p e rso nal 1998) son correctas, los análisis d e
radiocarbono d el siglo IV d. C. serían la únicas d~üaciones que se
tienen, hasta ahora. para el período CJ:1sicn Region al en la zo na
co rdillerana del Tolima.

Otras evidencias relacionadas co n el período clé1sico regional pa ra


el Tolima, provienen de piezas producto del saqueo. para las cual es
se desconoce su asociación de hallazgo (entre ellas una parte de 1 ::~
colección del Museo de la Univers idad del Tolima) , Así mi sn1 0, se
conoce n conjuntOs encontrados en salvamentos. co mo el reali zado
por Velandia v León en El EspinaJ (co municación pe rsonal 1995) . o
el dE>! al"to anterior en Suárez (Botiva, comunicació n personal 19 96).

En ombos lugares se trata de enterram ie ntos. en tumbas de pozo


con cámara lateral. acompaúados de cerámicas (especialmente cn-
pas, ollas y alcarrazac;) , decoradas con engobes rojos. complej os di-
sei'los geon1étricos en pintura negativa y decoración esgrafi ada . En
general. por su form a y decoraci<) n. estas vasijas y. ocasionalmente,
la orfebrería asociada (pa ra el caso de Suárez). presentan un a estre-
cha relación estilística, ct~yo~ elementos mas sobresa lientes pueden
ser asignados formal y temporalmente a los inicios del primer mil enio
después de C risto o época de Jos d esarroll.os culturales regionales en
el suroccid ente ele Colombia ,

Reciente mente. en el municipio de El Guamo, ha sido reportado


Lm sitio de asentruTIÍento que se caracteriza por una estratigrafía donde
120 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRA L

se conservaron tres fases de ocupación antrópica, intercaladas con


eventos naturales (Tobas vokáníca- v arenas de río ), que señalaban
ro~ibles avalanch as, inundaciones y abandonos ternporales del lugar
(C ift¡ente-s 1994).

En los niveles más profundos sobresalen dos grupos cerámi cos


(Cuamo Ondulado y Guanw Pintado), relativamente nuevos para
esta región periferica al vall e del Magdalena ( Piedemonte ori.euta l de
la co rdillera Central). Por sus características formales y decorativas
(alGuTazas, cue ncos , vasijas globulares y aquilladas, fr-anjas de pin-
tura ro ja encima de Jos bat1os , ondulaciones v crestas sobre los bor-
des). el autM (Cifuen te,<> t 994 }, ubica esta oc¿tpacíón, temporalmen-
te , hacia mediados del pri mer 1nileni o después de Cristo.

Dicha edad concuerda con la periodización arqueológica que he-


mos abo rdado en los {d timos párrafos; sin ernbargo, estos materiales
parecen in scribirse más dentro de la problemática de las ocupacion es
del "denominado Formativo'' del valle dt>l Magdalena. Hasta tanto
no se tengan mayores datos de campo, no se podrá argu mentar nin-
gún tipo de relación entre los desanollos cultu rales contemporáneos
de la zona corclillerana v los de las vertientes bajas'! zonas cercana¡;
al valle del Magdalena.

Para tennin ar. ]a falt<1 de investigació n de campo orientada a


reso lver interrogantes sobre la di námica de los desarrollos culturales
ocurrídos, en los primeros siglos después de Cristo, en el Tolima ~r la
ITIÍnima información confiable y disponible acerca de los hall azgos
producto de la guaque r í::~ (procede n c ia~' asociación) so lo permiten.
en el momento , hacer corre laciones esti lísticas. con otras áreas cu ltu-
rales, de los materiales de cerámica v oro que durt~nte décadas se han
reconocido como "cultura o estilo To lim a" y que conforman lasco-
lecciones que sobre la región exponen diferentes museos.

El último período de ocupación prehispánica en el Tolima es el


que cue nta co n un mavor número de sit ios reportados, lo cual no
quiere decir que e~:te mejor invest igado. Los arqueólogos que han
trabajado recienten•ente en la zona reconocen una ocupación que
corresponde a grupos agroalfarerns que se asentaron a lo largo de la
cordillera Cen tral. En Ot ras áreas arq ueológicas del surocciden te co-
lombiano se han ident ificado pt~utas. de asentamiento ubi cadas
crnnológicam.ente entre los siglos VI y XV I d. C.. conocidas como:
PAUTAS DE ASENTAMIENTO PREHISPÁNICAS 121

Período Reciente en San Agustín ; Sonso en Calima; Complejos Cauca


Medio, Caldas, etc., en la región Quimbaya. Para estas regiones se
cuenta con una vasta información sobre las pautas de asentamiento y
los materiales arqueológicos (cerámica y metalurgia) , un amplio marco
de referencia cronológico y un mejor manejo interpretativo de los
procesos culturales desarrollados en dichas centurias.

Para el departamento de Tolima, este periodo se ha documenta-


do a partir de exploraciones y excavaciones reali zadas en la región de
Herrera, Chaparral, alrededores de lbagué y El Guamo (ver Capitulo
11). La cronología absoluta que fecha la fase tardía de este período
está conformada por dos fechas de ( 14 ; las mismas estan datando el
final entre mediados del siglo XV y los inicios del siglo XVll d. C.
(Chadn 1991 , 1995; Cifuentes 1994).

La época inicial del período tardío aún está por establecerse pues.
como se expuso anteriormente, los datos cron ológicos del siglo lV
d.C., pueden estar fechando una fase temprana de ocupación, rela-
cionada con el desaxrollo cultural tardío de siglos posteriores,
otorgandole una n1ayor profundidad cronológica al tardío en el "lb lima
con relación a Otras regiones del suroccidente.

Sin embargo , las dataciones obtenidas en Roncesvall es indican


una edad radiocarb6nica del siglo X d.C., para los asentamientos tar-
díos de la zona; s i estos mismos resultados son analizados d entro de
la curva de calibración se puede concluir que dicha temporalidad esta
en un intervalo entre los siglos IX a Xll d.C. (ver cuadro 1 y fechas
de radiocarbono). Esta información concuerda más con el cuadro
cronológico de otros desarrollos agroalfareros tardíos, con1o el Com-
plejo Cauca Medio del viejo Caldas (en Roncesvalles , fragmentos de
este estilo están asociados a las fechas de ( 14 ).

La alfarería de este período en el Tolima, se encuentra en toda la


cordillera Central; en general, sobresale por tener unos rasgos estilísticos
y fonnales similares como son la poca variación de formas, la sencillez
en sus decoraciones y el poco acabado superficial . Para el caso especí-
fico de Roncesvalles se estableció un sistema alfarero conformado por
cuatro grupos cerámicos (Baño Rojo, Café, Amarillo Roiizo y Gris);
en el cual predominaron pocas fo11nas correspondientes a ollas y cuen cos
de diferentes tamaños con escasa decoración, sobresaliendo técnicas
como el presionado o muescas triangulares en la parte superior de las
122 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

vasjjas (ver Figs. 23, 24, 25, 27 y 28) también son frecuentes las asas
macizas y figurinas burdas (Figs. 29 y 30). Cerámica con estas mismas
características ha sido estudiada con anterioridad, u11 poco mas al sur,
sobre la misma cordíllera Central en Chaparral y Herrera (Rodríguez
1990 y 1991; Chacín 199 1 y 1995) y en el piedemonte de la misma
cordillera, municipio del Guamo (Cifuentes 1994).

Dentro deJ sistema alfarero establecido para Roncesvalles se re-


conocen algunos elementos cerámicos foráneos, que indican inter-
cambios con otras regiones periféricas. Se identificaron fragmentos
de copas y/o cuencos del Complejo Cauca Medio (con decoración
presionada circular y caolín blanco y corrugado u-regular; figs. 23:
12,24: J i lO , 26:5 a 7; Lám. Ir: la 3) , establecido para el actual
departamento del Quindío y el Viejo Caldas; cuya temporalidad está
ubicada a partir del siglo X d.C. (Bruhns 1976. 1990 y 1995;
Rodríguez 1987; Osorio 1986 y 1990; Salgado 1996 y 1997). Así
tuismo, entre los materiales fue posible registrar partes de una mis-
ma vasija que, por sus atributos de forma y decoración (los bordes
pertenecen a una vasija subglobular con incisiones achuradas y pre-
siones o muescas alrededor del cuello , Fig. 28: 11 : Lám. 11 : 7) , com-
parte afinidades estilísticas con la cerámica conocida como Tocaima
Inciso; que se distribuye desde la cuenca baja del río Bogotá hasta El
Espinal y El Guan1o (Tolima) (Mendoza y Quiazúa 1990; Rozo 1990;
Cifuentes 1994; Cubillos y Bedoya 1954).

La presencia en la cordillera Central de cerámica que proviene


del valle del Magdalena y el piedemonte de la cordillera Óriental,
permite sugerir la existencia de relaciones entre los grupos tardíos de
ambas regiones, las cuales pudieron iniciarse desde épocas t empra-
nas dentro de periodización del Tardío.

Los grupos portadores del estilo alfarero tardío , en Roncesvalles,


desarrollaron unas patttas de asentamiento caracterizadas por obras
civiles que comprenden la presencia ele numerosos tambos para esta-
blecer viviendas dispersas sobre las laderas y grandes plataformas
artificiales cuya finalidad no es muy clara. En algunas partes de este
antiguo paisaje se conservan tramos de canünos y senderos que unían
entre sí las plataformas y ocasionalmente los tambos.

Un aspecto notndo del paisaje arqueológico de Roncesvalles es


la ausencia de campos de cultivo sobre las laderas; no obstante esta
PAUTAS DE ASENTAMIENTO PREHISPÁNICAS 123

ausencia no implicaría la falta de prácticas agrícolas, pues los resulta-


d os a rqueológico s (gra n os y tu sas de maíz) y Jos análisis
fisi coquímicos evidencian suelos con buenas co ndiciones agrícolas;
además, los estudios de polen confirman alteraciones antrópicas del
bosque natural desde finales del Pleistoceno, las cuales se asentuaron
mas durante el Formativo y seguramente en el Tardío.

Las investigaciones de Barrero et. al 1997, Chacín 1995 , Osa rio


1992, Ramírez 1996, Rodríguez l99l , Ruiz 1994 y Tovar l98l de-
muestran la presencia de u na pauta de asentamiento en tambos y
cimas modificadas, para otras zonas de la cordillera Central en el
Toli ma. Sin embargo, la región arqueológica que presenta una mayor
similitud en sus pautas de asentamient o tardías con las reportadas
en la presente investigación es Calima, en su período Sonso.
Anexo 1

DESCRIPCIÓN FORMAL Y TÉCNICA DE LOS


GRUPOS CERÁMICOS DEL SISTEMA
ALFARERO DE
RONCESVALLES- TOLIMA

A. PERÍODO FORMATIVO
l. Con Baño o Engobe

l . Rojo

Pasta:

Color: Amarillo Rojizo (7.5 YR 7/ 6) y Café fuerte (7.5


YR 5/ 6).

Desgrasan te: Abundante arena de granos finos , fragmentos


medianos de cuarzo lechoso y feldespato, p iri-
ta de hierro en poca cantidad.

Textura: Fina y compacta.

Cocción: En atmósfera ox1dante bien controlada y en


rnuy pocos se observa núcl eo central negro
por cocción incompleta.

Supe!ficie:

Baño: Presenta dos ton alidades, una es el Rojo en


la cara interna ( 1OR 4/4) y Café pálido
( J OYR 6/3) en la cara externa; la otra es Rojo
Amarillento (SYR 5/ 6) en ambas superficies.
126 EXPlORA ClONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORD1LLERA CENTRAl

Tratam iento: Ambas superficies bien acabadas y evidencian


huellas de pulidor, unos pocos conservan bri-
llo y hollín.

Espesor de
las paredes: D e 5 a 9 mm.

Bordes: Solamente tres bordes de los cuales uno es res-


tringido y los restantes son abiertos.

F01·mas: Los bordes corresponden posiblemente a un


cuenco y a pequeñas vasijas globulares.

Díámetro: El tamaño peq ueño de los fragmentos no per-


mitió registrar el diámetro.

Decoración: Los fragmentos con baJ'\o rojo amarillento pre-


sentan Llna decoración de acanaladuras lineales
paralelas, no muy profundas, y un solo fragmen-
to presenta una banda de pintura roja interna.

2. Café

Pasta:

Color: Los mismos colores de la superficie.

D esgrasan te: Arenas de granos medianos y finos , fragmentos


medianos de cuarzo lechoso, feldespato y líticos,
pequei1as cantidades de óxido ferroso, mica-
biotita y pirita de hierro.

Textura: Compacta- Granulosa.

Cocción: Atmósfera oxidante bi en controlada a excep-


ción de los que tienen tonalidad café.

Supeiflcie:

Baño: De la misma pasta dilnído, en este grupo se


observan tres tonalidades; café (7.5YR 5/4 ); café
claro (7.5YR 6/4); café pálido (J OYR 6/ 3). En
ANEXO 1 127

los fragmentos café claro hay algunos con ho-


llí n y superficies totalmente n egras por
exposición al fuego.

Tratamiento: Regular en ambas superficies; se observan res-


tos de hollín y superficies ennegrecidas por
fuego. Solamente Jos fragmentos de tonalidad
café pálido presentan un mejor acabado de la
superficie.

Espesor de las
Paredes: Entre 6y 1Omm.

Bordes: Solamente hay dos bordes abiertos.

Formas: Parecen corresponder a pequeñas vasi jas glo-


bulares.

Diámetro: El tamañ o pequeúo de los fragmentos no per-


mitió registrar el diámetro.

Decoraciones: Un fragmento y un borde conservan franja


de pintura roja en la cara interna y sobre el
labio; dos fragmentos presentan acanaladuras
lineales paralelas.

B. PERÍODO TARDIO
l. Con Baño o En gobe

l. Rojo (6. 74% del total de la muestra).

Pasta:

Desgrasante: Se observaron pequer1os y finos granos de cuar-


zo, feldespato y mica biotita y en algunos frag-
mentos se detectó la presencia de pequeñas can-
tidades de óxido ferroso.

Textura: Es fina - compacta y en algunos fragmentos se


observó una pasta granulosa porosa.
128 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Cocción: El 100% de la muestra presentó una cocción


en atmósfera oxidante completa.

Supe¡ficie:

Baño: Es diferente al co lor ele la pasta. Rojo ( LOR


4/6, 5/6, 5/8; 2.5YR 5/6, 5/8); Rojo claro
(2.5YR 6/8).

Tratamiento: El 70% ele los fragmentos presentan huellas de


pulimento, solo el 30% tiene manchas de ho-
ll fn y en general la mayoría (77%) están
erosionados.

Espesor de las
Paredes: Oscilan entre 5 y 14 mm pero el más común es
deS mm.

Bordes: Los de mayor frecuencia son abiertos ( 11) y


ligeramente abiertos y en una mínima propo~­
ción con dirección restringida, directa, ligera-
mente restringida y d irecta.

Formas: Las formas que predominaror\ fueron cuencos,


fragmentos de posibles copas. asas y una
figurina antropomorfa.

Diámetro: Aunque fueron pocos los bordes que pennitie-


ron registrar sus diámetros debido a su tama-
ño, los obten idos oscilan entre 7 y 32 cm.

Decoración: La más común fue el presionado circular en


cuerpos (3) y en una tTiínjma proporción
mu escas triangulares y rectangulares al igual
que un cuerpo con presionado circular con
engobe blanco dentro de los círculos.
ANEXO 1 129

Il. Con Baño de la Misma Pasta


l . Café (76.6 o/o del total de la muestra).

Pasta:

Desgrasante: Cuarzo, feldespato, mica-biotita, pirita de hie-


rro en granos de finos a gruesos y oxido de hie-
rro en forma de manchas y de granos finos.

Textura: Granulosa - porosa a bw·da, granulosa - porosa


a compacta y esponjosa- burda a friable.

Cocción: El 93% en atmósfera oxidante completa y el


7% en atmósfera oxidante incompleta, es de-
cir, presenta núcleos negros y grises).

Supe¡:ficie:

Baiio: Este grupo mostró varias tonalidades debido


a diferentes grados de cocción , erosión inten-
sa, hollín y manchas de humo que presentan
algunos fragmentos, teniendo en cuenta es-
tos elernemos se decidió agrupar las tonali-
dades formando un solo grupo, pues sus otras
características son iguales. Café ( 1OYR 5/3;
7.5YR 413 , 5/3, 5/4). Café claro (lOYR 6/4;
7.5YR 6/4). Café rojizo (2.5YR 4/4; 5YR4/4,
5/4). Café Amarillento (1 O YR 5/6). Café os-
curo (5YR 3/2).

Tratamiento: El 81.4 %de los fragmentos tienen manchas de


hollín, solo eJ 65% presenta huellas de pulimen-
tO y la mayoría (89.4%) están erosionados.

Espesor de las
Paredes: Oscilan entre 4 y 20 mm, pero los rnás comu-
nes son 7. 8, 9 y 1O mm y el espesor de las
asas es de 9 a 42 mm.

Bordes: Los de mayor frecuencia son abiertos (32) y li-


geramente abiertos (18). en menor proporción
130 6XPL0RACJONES ARQUEOLÓGICAS EN LA COHDILLERA CENTRAL

le siguen los directos ( 11), restringidos, ligera-


mente abie1tos y ligeramente restringidos.

Formas: Predomina n las o llas, ( 14 fragm entos) y en


menor proporción los cuerpos y bases de po-
sibles copas.

Diámetro: Entre 8 v 32 cm.


'
Decoraciones: Las más co1nunes fueron muescas triangulares
y rectangulares en cuerpos ~, bordes (25 frag-
mentos), incisio nes ovaladas y lineales (8 frag-
mentos), y varios cuerpos con: pintura positi-
va ro ja (3), cuerpos acanalados (2). muescas
( 1), incisiones ( 1) y u no con aplicaci6n de una
rana y muescas triangula res; otro cuerpo con
incis ió n lineal cruzada , (achurado cruzado) y
muescas triangulares.

2. Amarillo Rojizo ( 11.63% de la muestra total)


Pasta:

D esgrasan te: Cuarzo, feldespato, mica - biotita y pirita de


hierro d e granos finos a gruesos, no se o bser-
vó presencia de óxido de hie rro.

Textura: Es granulosa, burda y en la mayoría friable.

Cocción: El 89% en atmósfera oxidante completa y el


restante en atmósfera oxidante incompleta (es
decir prese ntó núcleos negros y grises).

Su pe1ficic:
Baf1o: Amarillo Ro jizo (5YR 6/(, , ()/8: 7.5 YR ó/6) .

Tratamiento: El 82 o/o de los frag mentos tie nen manc ha!'. de


hollín. solo el 7 1% presentan huellas de puli-
dor y la gran mayoría (92%) están erosio nadas.
ANEXO 1 131

Espesor de las
Paredes: Oscilan entre 5 y 14 mm. pero el más común
es de 8 rnm .

Bordes: Los de mayor frecuencia son abienos ( l 1) , y


en una mínima proporción con dirección li -
geramente restringida, restringida , ligeramen-
te abierto v d irectos.

Fomws: Predom inaron las ollas y con un solo elemen-


to: base, volante de uso, y figurina.

Diámetro: Oscilan entre 1O y 28 cm.

Decoraciones: Las más comunes son muescas triangulares y


rectangulares (11), y un cuerpo con pi ntura
positiva ro ja.

3. Gris (4.64% del total de la muestra)

Pasta:

Desgrasan te': C uarzo, feldespato y nüca-bintita de granos


finos a gruesos. no se observó prese ncia de
óx ido fe rroso.

Textura: Granulosa-burda y granulosa-compacta.

Cocción: El 98'111 en atmósfera oxidante completa y e l


restante en atmós fera oxidante incompleta.

S uperficíe:

Baño: Gris (7.5 YR 5/1 ); Gris Rojizo Oscuro (2.5 YR


4/l, 5/ 1).

Tratamiento: El S 1% de los fragmen tos t ienen manchas d e


ho llín. Solo el 22% presentan huellas ele puli-
mento y la gran mayoría (92%) está n
erosionados.
132 EXPLORAOONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Espesor de las
Paredes: Oscilan entre 4 y 14 mm pero el mas común es
de4 mm.

Bordes: Los de mayor frecuencia son abiertos y en una


menor proporción, restringidos.

Formas: Las formas que predominan son las ollas.

Diámetro: Los bordes fueron muy pocos y pequef\Os por


esta razón solo se obtuvo un solo diúmetro
de 20 cm.

Decoraciones: Este grupo es poco sígnificativo debido a su


poca cantidad, solo un cuerpo tiene muescas
ovaladas.
Anexo 2

ESTUDIO PALINOLÓGICO

Alexis Jarami llo


Gustavo Lozano

RESUMEN
Se observaron dos zonas bien definidas detertTiinadas por dos
eventos culturales diferentes. Una basal que en su interior contiene
dos subzonas: Un í'\ primera subzona ( 1A) ubicada en el espectro
obtenido a 1.35 m, donde se observa la presencia de extensas áreas
boscosas dominadas por robledales, pero con manifestaciones muy
sutiles de in tervención y perturbación del ecosistema; se conservan
altas poblaciones de especies nativas. aunque se puede inferir algún
uso del espacio al interior del bosque, a esta subzona se encuentran
asociadas las condiciones climáticas más frías v húm edas observa-
das en todo el espectro bioestratigráfi co.

En la segunda subzona ( lB ) se observa un retroceso de las áreas


boscosas asociado a incrementos ele Pteridophytas (Helechales), s in
presentarse un uso intensivo del recurso forestal ; no hay evidencias
de ningú n tipo de cultivo, ni selectivid ad de especi e!>, lo que si mues-
tra es la ampliación espacial de la zona intervenida que redujo la
población de los elementos de bosque.

En la segunda zona representada por la muestra tomada a 1.00


m, se observa el área de la terraza aún dominada por la vegetación
boscosa andina pero rnuy perturbada y un ecos istema deteriorado
con respecto las condiciones observadas en la zona ant cl"ior.
134 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

En general la población de especies fué muy alta, en particular en


las muestras de 1.00 y 1.20 m, mientras hacia la parte basal del análi-
sis, ubicada a 1.35 m de profundidad , las poblaciones son relativa-
ment e inferiores.

ZONACJÓN
Suelos asociados a andisoles en altitudes alrededot" de los 2000 a
2500 msnm, hacia el costado oriental de la cordillera Central, p resen-
tan un porcentaje entre el 1O - 48 % de polen bien preservado en los
suelos, entre un l5 - 63% de polen deteriorado determinable y entre
un 12- 38% de polen deteriorado indeterminable (Salomons 1989).

La zonación de la terraza 1, tmidades de excavación 1O y 14, en


La fin ca El Jordán (Roncesvalles- Tolima) se caracteriza por pÍ·esentar
2 zonas bien definidas. Una zona basal denominada zona uno con dos
subzonas (A-B) y una zona superior, en total se realizó la interpreta-
ción con base en 798 granos contabilizados donde se reconocieron 112
palinomorfos.

Tabla l. Distribución vertical de zonas y subzonas


de la secuencia pedoestratigráfica de la
terraza 1 , U .E . 10 y 14 , El Jordán
(Roncesvalles- Tolima).

ZONA SUB ZONA PROFUN DIDAD (cm)

2 100
120 -135
lB 120
lA 135

En este diagrama la vegetación cerrada (bosque) , est á provista por


Quercus sp -Fagaceae-, Cyathea sp 1- Cyatheaceae -,CJ,athea sp 2-
Cyatheaceae -,Cyathea sp 3- Cyatheaceae -, Cyathea sp 4- Cyatheaceae
-, Cyathea sp 5- Cyatheaceae -, Cyathea sp 6- Cyatheaceae -,Cyathea
sp 7- Cyatheaceae -. Cyatltea cf Hon-ida - Cyatheaceae -, Cyathea cf
trichipteris - Cyath eaceae -,Hedyosmum sp - Chl oranthaceae -,
ANEXO 2 135

Rubiaceae. Cecropia sp - Cecropiaceae -, Caesalpinaceae, Smilax sp -


Smi lacaceae -. Clethra sp - Clethraceae -, Ficus sp- Moraceae -. Croton
sp- Euphorbiaceae -, Salvia sp- Labiatae -, Bignoniaceae, 13romeliaceae
l nd e t 1, Bro meliaceae Ind et 2, Tabehuia sp - Bignoniaceae - .
Anacardiaceae, Loranthaceae, Ficus sp- Moraceae -.

La vegetación a bie rta esta suministrada p o r Gramin eae y


Cyperaceae, se tomaron independ ienteme nte todas las Arecaceae. y
los e lementos p ioneros están rep resentados por Co mpositae y
Melastomataceae.

1. ZONA DE POLEN 1: 120 - 135 cm


Las muestras procesadas provienen de la unidad de exc<wación 14
(pared sur- horizonte Ap 4b.J Un 70 - 85 % de los granos de polen
están preservados, mientras que los granos de pol en dete riorados
determinables estan en tre un lO- 15 %y e l porcentaje ,de polen dete-
riorado indeterminable fue inferior al 1O- 15 % .

Esta zona se dividió en dos subzonas, se caracteriza por poseer


40 especies en la subzona superior o lB y 67 especies e n la subzona
inferior o lA. Presenta pobl aciones elevadas de palinomorfos, pero
d ebe observarse corno la dive rsidad es mavor e n la subzo na B
(superior) con respecto a la subzona A (inferi o r). En esta wna. e n
gene ra l, se observan extensas áreas boscosas dominadas por robl e-
dales. gran diversidad de Cyatheas y otros elementos de bosque los
cuales fueron intervenidos an t róp icamente. evidenciando retn)cec;os
del bosque y de los rob ledales hac ia la parte superior de la zona. No
se observan á reas de pastizales, ni á reas dominad as po r e leme ntos
pioneros.

Esta zona pone de n1 an ifi esto una vegetación producto de un


estado su cesional natura l leve m ente intervenido por actividad
antrópi ca; se sugeriere para esta zona un ambiente de bosque con la
apertura de claros en su inte ri or no por acción natural si no producto
de la ma nipulación del ecos is tema, se observan como pos iblemente
estos claros son de mayor extensión espacia l hacia la parte superior
de la zona (1 B) q ue en la parte inferio r. las condjciones ambientales
de esta zona son mucho más húmedas que las observadas en la zona
dos y ligera mente m ás frías.
136 EXJYLORAGONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORD ILLERA CENTRAL

1.1 . Subzona de Polen lA: 135 cm


Esta subz.ona se caracteriza por presentar 73 especies, mostrando
un espectro bastante diverso. Se observa aquí la presencia de bosque
alto andino con una uistribución en el espectro particular de 4 1.45% o
sea un 79. 18% del espectro general, le sigue lo elementos pioneros
con una distribución en el espectro particular de 5.8 l % o sea un ll.09
o/o uel espectro general, Arecaceae presentan una distribución en el
diagrama particular d. e 4 . 72 o/o o sea un 9 .O l %del diagrama general y
por último Gram ineae quien presentan una distribución en el d iagra-
ma particular de 0.36 o/o o sea un 0.68 'Ml del dia6rrama general.

Esta zona se caracteriza por presentar poblaciones interesantes


de Quercus sp - Fagaceae · 14 ,54 %, Cyatlzea cf t7'ichipteris -
Cyatheaceae - 0 .36 %, Cyathea ~f h.onida ~ Cyatheaceae - 0 .36 %,
C_yathea sp 1 - Cyatheaceae - 4.36 % CJ!athea sp 2 - Cyatheaceae -
0.72 %, Cyathea sp 3 - Cvatheaceae - 2.18 % Cyathea sp 4 -
Cyatheaceae- 2.18 o/o Qyathea sp 5- Cyatheaceae- O. 72 %. Cyathea
sp 6 - Cyatheaceae - O. 72 %, Cyatheaceae - O. 72 %, Araceae 0.36 %,
Cornpositae Indet 1 · 4.36 %, Acaulimalva purpúrea - Malvaceae-
1.09 %, Piperaceae 0.36 o/o, Pol,ypodium sp 1 . Polypocliaceae - 10.9
%, Polypodium sp 2 - Polypodiaceae - 1.09 %, Polypodíum sp 3 -
Polypodiaceae- O. 72 %, Polypodium sp 4 - Polypodiaceae- 0.72 %,
Polypodium sp 5- Polypodiaceae · 1.81 %, Arecaceae 4.36 %. Hypolepis
sp · Deenstaedtiaceae - 5.45 %. Loranthaceae 2.9 %, Ficus sp -
Moraceae- 5.09 o/o, Bignoniaceae O. 72 %. Valelian.a sp- Valerianaceae
· 0.36 %, Brorneliaceae 0 .36 o/o Croton sp - Euphorbiaceae - 0.36,
Selaginella sp 1 - Selági n e ll aceae - O. 72 %. Selaginella sp 2 .
SeJaginellaceae · O. 72 %, Vittaria sp 3.27 %. Salvia sp - Labiatae -
t.09 <M,, Tabebuia sp- Bignoniaceae- 3 .27 %.

El yacimiento presenta en este momento unas condiciones de bos-


que alto andino dom inado por robleuales y Cyatheas con las condicio-
nes particulares de bosque en las proporciones más elevadas observa-
das en todo el perfi l gracias a la mayor diversidad registrada alli y
posiblemente a la mayor cobertura que este presentaba en ese 11\0-
mento. Este bosque se caracteriza por tener unas condiciones de ele-
vada humedad, la cual es ligeramente superior a la observada en la
subzona 1B y posiblemente las condiciones más frías a la que estuvo
sometido el yacitniento.
ANEXO 1 137

La presencia de helechales de Pterydophita~ con dominancia de


Polypodium sp cuyas poblaciones son muy altas para este tipo de an1-
bientes, así como la presencia muy su til de elementos pioneros, ponen
de manifiesto que el área en este momento ya presentaba perturba-
ción de carácter antróptco posiblemente enfocando el esfuerzo en el
despeje de cobertura vegetal para adecuación del terreno o la búsque-
da de espacio fís ico; es ele aclarar que no se observa elemento cultiva-
do alguno o evidencia de selectividad de especies tanto en el uso del
recurso forestal, como en el etnobotánico. No se observan claros aso-
ciados a vegetación de pastizales (Gram ineae) y los elementos pione-
ros se encuentran en poblaciones muy bajas.

Esta zona en general pone de manifiesto una vegetación producto


de un estado suces ional natural muy levemente interven ido por activi-
dad antrópica posiblemente en la búsqueda de espacio físico sin co-
bertura vegetal.

1.2. Subzona de Polen 1B: 120 cm


Esta subzona se caracteriza por presentar 40 especies mostrando
un espect ro menos diversü en comparación con la subzona anterior.
Se observa aquí una disrninución de las áreas de bosque alto andino
con una distribución en el espectro particular de 28.3% o sea un 9 LO
% del espectro gen eral. le sigue los elementos pioneros con una d istri-
bución en el espectro particular de 2.8% o sea un 9.0% del espectro
general , Arecaceae presentan u na distribución en el diagrarna particu-
lar de 0.3 % o sea un 1.O % del d iagrama general. No se observó la
presencia de gram i neas.

Se caracteriza por presentar poblaciones interesantes de Araceae


4.6% , Pilularia sp-M arcileacea - 0.3 cyo, Compositae lnclet 1-2.4%.
Auth urium sp - Araceae · 16.2 %, Quercus sp - Fagaceae - 18 %,
H edy osmum sp - Cloranthaceae- 0.37 %, Monolete psilado 1 1.9 %,
Malvaceae 0.6 %. P iperaceae 0.3 %, Polypodium sp 1 - Polypod iaceae
- 14.0 o/o, Polypodium sp 2- Polypodiaceae- 3.2 %, Pob1podhun sp 3 ·
Polypodiaceae - 1,8 %. Pob1podium sp 4 - Polypodiaceae - 0.6 91,,
Cyathea sp 1 - Cyatheacea.e- 6. 1 %, Cyathea sp 2- Cyatheaceae- J .5
%. Cy ath.ea sp 3- Cyatheaceae- 0.6 %. Arecaceae 0.3 o/o, Ly copodium
sp - Lycopodiaceae t .8 o/o, Selagiitella sp 1 - Selaginellaceae - 1.8 %,
Selaginella sp 2 - Selaginellaceae - 1 .2 %. Cvperaceae 0.3 %,
138 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGiCAS EN LA CORDll..LERA CENTRAL

D ennstaedtía sp - Dennstaedtiaceae- 0.3 %, Apocynaceae '? 0.3 %,


Rubiaceae 0.6 %, Malphigiaceae 0.3 %, Croton sp- Euphorbiaceae-
0.3 %, Miconia sp - Melastomataceae - 0.3 %, Hypomicetes (Hon-
gos) 0.3 %,Bromeliaceae 0.3 %, G ramm itis sp ? - Grammitidaceae-
l.22 %, Valeriana sp- Valerianaceae - 0.3 %, Bignoniaceae 0.9 %.

El yacimiento presenta en este momento unas condiciones de bos-


que alto andino dominado aún por robledales los cuales, a pesar de
la disminución de la zona boscosa, mantienen su s poblaciones e in-
cluso muestran un leve incremento ; esto posiblemente, debido a una
gran <lisponibilidad de bancos de semillas e individuos juveniles en
el zotobosque (lo cual es muy característico de los robledales), apro-
vechando los claros para germinar y crecer; todo esto gl"acias a que
no se sometió el bosque a procesos intensivos v constantes de t<1la.

También se observa el aumento en las poblaciones de helechos


Pterydophitas; asociado a que la actividad antrópica de la región
pudo modificar levemente el paisaje sin hacer uso del suelo eón fines
agrícolas. Tampoco se evidencia selectividad en el uso del recurso
forestal, ni claros asociados a vegetación de pastizales (Gramineae)
y los elementos pioneros se encuentran en poblaciones bajas.

La terraza en este momento se encuentra dominada por elemen-


tos de bosque los cuales "iOn muy homDgéneos en su composición y
moderadamente diversos (Robledales). Se pueden observar condicio-
nes dirnáticas húmedas y frías , pero ligeramente más secas que las de
la subzona lA.

2 . ZONA DE POLEN 2 : 100 cm


La muestra analizada proviene de la U.E.l O (pared norte- hori-
zonte Ap.~b) . Una vez procesada fue pos ible hacer un conteo de 336
granos que se caracterizan por presentar un porcentaje de 80 a 85 o/o
de grat1os bjen preservados e identificables, un 5 a un lO% de granos
de polen deteríorados pero identificables '! un 1O - 15 Wo de granos
deteriorados no identificables.

La muestra presenta una elevada población de granos con una


alta diversidad de especies . Se observaron un total de 65
palinomorfos. Se presenta una marcada don1it1ancia de lns elementos
ANEXO 2 139

de bosque representada con un 24.03 % del espectro particular y un


79.46% del espectro general , le siguen en su orden las Arecaceae las
cuales constituyen un 3.85 o/o del espectro particular o sea un 12.73%
del diagrama general; los elementos pioneros tienen una distlibuci6n
en el espectro particular de 1.4 7 %, que en el diagrama generAl repre-
sentan un 4.86 %, las Gramíneas están representados con una distri-
bución del 0.89% en el espectro panicular equivalente a un 2.94 q.{)
del diagrama general.

Se observan en es ta nwestra pob laciones interesantes de


Moraceae- 0.89 %, Cyathea sp 1 - Cyatheaceae- 2.08 %, Cyathea sp
2- Cyatheaceae- 6.25 %, Cyathea sp 3- Cyatheaceae- 0.89 o/o Cyathea
sp 4 - Cyatheaceae - 1.48 %, Cyathea sp 5 - Cyatheaceae - 0.89 %.
Cyathea sp 6 - Cyathe:etceae - 0.59 %, Cyathea sp 7 - Cyatheaceae
LAS %, Cecropia sp - Cecropiaceae 2.08 %, H edyosmum sp -
Chloranthaceae 1.48 %. Ericaceae 1. 78 %, Rubi aceae 0.59 %.
Bignoniaceae 0.29 %, Quercus sp - Fagaceae 2.08, Caesalpinaceae
0.29%, Polypodium sp 1 - Polypodiaceae 1. 19 %. Gramineae 0.89 9-ú,
Deenstaedtiaceae (?) 15.4 %. Cyperaceae 3.57 %, Asteraceae Indet. l
0 .89 %, Po[ypodium sp 2 - Polypodiaceae 0.89 %, Peperomia sp -
Piperaceae 0.89 %, Polypodium sp 3 - Polypodiaceae 1. 19 % .
Lycopodiunl sp- Lycopodiaceae 2 .98 %, Arecaceae 3.~5 %, Anthuryum
sp.- Araceae 1O.~ J %, Selaginellasp.- Selaginellaceae 4. 75%, .Ericaceae
4.16 %, Asteraceae 1.4 7% y Smilax sp. - SmibKaceae 0.89 %.

Esta muestra no presenta indicios de taxa cultivables. lo que indi -


ca que el área del yacimi ento no fué utilizada en est e motnento para
agticultura. En general la muestra representé\ un área dominada por la
vegetación boscosa andina bastante intervenida con respecto a la.;; con-
diciones arnbientales observadas anteriormente. No existen zonas de
pastizales de grarnineaes. Se observa una elevada presencia de vegeta-
ción pionera y una mayor ampliación del espacio disponible en el bos-
que a partir de la tala, indiscriminada y excesiva, por los moradores dd
sitio, disminuvendo considerablemente la extensíón del bosque alre-
dedor del yaci.miento; se observa muy poca regener::~ción del mismo y
una muy alta intervención del ecosistema.

Algo que es muy particular es la alta presencia de helechos


(Deenstaedtiaceae) seiiala ndo que el área del yacim iento presenta
intervención al interior del bosque pero sin aprovechamiento del
140 EXPLORACIONES A RQUEOJ..OGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

recurso suelo, el yacimiento puede observarse con1.o un parche de


helechales al interior de bosques de robledales y de Cyatheas.

Las condiciones ambientales posiblemente fueron má~> húmedas


que las observadas en la subzona anterior (lB) , muy similares a las
observadas en la subzona 1A, pero la temperatura fué ligeramente la
más cálida de todas registradas.

3. CONCLUSIONES
- La bioestratigrafía del yacimiento en la rerr¡¡za 1, unidndes de ex-
C<I V<tció n 1O y 14 pone de manifíesto el uso del espacio del v ;;tcimi en -
tOpara actividades de canícter antrópico, de~c\e 1.35 m hast¡¡ 1.00
m de profundidad que fue lo ana lizado con dicho fíu .
-De acuerdo al manejo ambient:1 l. el es p<1cl o del yaci miento fue ocupa-
do por dos grupos diferentes, en condiciones temporales distinta ~ y con
manejos sobre el eco~ iste ma sin nada en común. Una ocupación basal
ubicada en la zona l , la cual deteriora m11y levemente el medio '! los
recursos alrededor de él: mientras el segundo asentamiento, obst·rvado
en la zona 2, deteriora fuertemente d bosque a partir de una 1ala exten·
siva. pero aún sin aprovechamiento del suelo.

4. TABLA DE ESPECIES OBSERVADAS


En la distribución alfabétita de la lista cada tipo identificado
es colocado bajo su nombre genérico y familia.

Nombre Científico Fa milia


Jamesonia sp Adiantaceae
Anacardiaceae Anacardiaceae
Pistia sp Araceae
A nthuryum sp Arace ae
Arace ae 1ndet l Araceae
Arecaceae lndet 1 Arccaceae
Arecaceae !ndet 2 Arecaceae
Areca.ceae 1ndet 4 A.reca.ceae
Arecaceae l ndet 3 Are caceae
ANEXO 2 141

Apocynacec1e ('?) Apocynaceae


Tabelnda sp Bignoniaceae
Bignoniaceae lndet 1 Bignoniaceae
Bignoniaceae Jndet 2 Bignon iacec1e
Bromeliaceae Indet 1 Bromeliaceae
Bromeliaceae Indet 2 Bromeliaceae
Caesalpinaceae Caesalpinaceae
Cecropía sp Cecropiaceae
C henopodiaceae Chenopodiaceae
Hedyosmum sp Chloranthaceae
Clethra sp C lethraceae
Compositae indet 1 Compositae
Compositae indet 2 Com positae
Com positae indet 3 Compositae
Compositae indet 4 C:ompositae
Cyathea cf tríchipteris Cyatbeaceae
C,yathea cf horrida Cyatheaceae
Cyatltea sp indet l Cvatheaceae
Cyathea sp indet 2 Cyatheaceae
Cyathea sp indet 3 Cyatheaceae
Cyathea sp índet 4 Cyatheaceae
Cyathea sp indet 5 Cyatheaceae
Cyathea sp indet 6 Cvatheaceae
Cyathea sp 1ndet 7 Cvatheaceae
Cyperaceae Cyperaceae
Hypolepis sp Deenstaecltiaceae
D eenstaedtiaceae Deenstaed tiaceae
Diaporthacea Oiap01thacea
Ericaceae 1ndet l Eri.caceae
Ericaceae - lndet 2- Ericaceae
Croton sp Eu pho rbiaceae
Quercus sp Fagaceae
Granlineae Gramineae
142 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Grammitís sp Gramtnitidaceae
Sal11ia sp Labiatae
Loran thaceae Loranthaceae
Lycopodíum sp Lycopodiaceae
Malphigiaceae Malphigiaceae
Malvaceae Malvaceae
Acaulímalva cf purpurea Malvaceae
Pilularía sp M ar sileaceae
Miconia sp Melastomataceae
Ficus sp Moraceae
Moraceae Moraceae
Onnagraceae Onnagraceae
Passifloraceae Passi f1 oraceae
Peperomia sp Piperaceae
P íperaceae Piperaceae
Polypodium aureum Polypodíacea
Polypodium sp lndet l Polypodiacea
Po(ypodium sp ¡ndet 2 Polypodiacea
Polypodium sp indet 3 Polypod iacea
Polypodium sp í ndet 4 Polypodiacea
Polypodíwn sp indet S Polvpodiacea
Pteris dejlexa Pte rídaceae
Cephaelis sp Rubí aceae
Psychotria sp Rubiaceac
Rubiaceae Rubiaceae
Selaginella sp lndet 1 Sellaginellaceae
Selaginella sp Indet 2 Sellaginellaceae
Selaginella cf asperula Sellagi nellaceae
Smilaxsp Sm ilacaceae
Solanaceae Solanaceae
Tltelipteris sp T helipteridaceae
Umbelliferae Umbelliferae
Valerianaceae Valcrianaceae
A N EXO 2 143

Valeriana sp Valerianaceae
Monolete psUado
H ypomicetes
aecidiospora
Coniochaeta
Gelasinospora retispora
Saccoloma sp
Lindsaea cf pendula
Acrostichum sp
Spirogyra
Sphaeroedes
Bryohita
ascospora tipo l
ascospora tipo2
Espora Indet l
Espora Indet 2
Espora Indet 3
Espora Indet 4
Espora Ind~t 5
Espora Indet 6
Espora lnde.t 7
lndet l
lndet 2
I..ridet 3
lndet 4
lndet 5
lndet 6
lndet 7
Indet 8
Indet 9
Indet 10
lndet 11
lndet 12
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o o
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1 1 1
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'r ~ 9 p
10 Profundidad (cm)

p l>
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ID 111 ~ Nombre del horizonte
CT CT
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r- o
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1
ID

1
'
N Zonación general del sitio

Polypodium sp indet 1- Polypodiace•

o ~
::0 o
Polypodium sp indet 2

~
r ~ ~ 1 Polypodium sp indet 3

Polypodium sp indet 4

~ .
i Polypodium sp indet 5
Cyathea of trich ipteria - Cyatheacasc

Cyathea of horrida

Cyatheaceae
. 1 Cyathea sp indet 1

. ' Cyathea sp indet 2

Cyathea sp indet 3
Cyathea sp indet 4

Cyathea sp indet 5

Cyathca sp indet 6

• Compositae indet 1

Compositae indet 2

Compositae indet 3

Compositae indet 4
Solaginella sp in del 1 - Soliagina li aceae

Solaginella sp indet 2

Solaginella of seperula

• Aracea indct 1

Pilu laria sp- Marsileaceae

1 1 Quercus sp • Fagaceae

1 Monolete paliado

Aracaceae indet 4

Aracaceae

Cyperaceae

1 Oeenstaedtiaceae

Apocynaceae (?)

Rubiaceae

Psychotria sp- Rubiaceae

Malphiglaceae

Croton sp • Euphorbiaceae

Mlconia sp • Melastomataceae
Hypomicetas

Bromeliaceae lndet 1

Bromeliaccae lndet 2

Oiaporthacea

Grammitis sp- Gramm itidaceae

Valeriana sp · Valerianaceae

Bignoniaceae

• Tabebula sp • Bignoniaceae
Gramíneas

Ascospora tipo 1

Ascospora típo 2

Espora indet 1

Espora indet 2

Espora indet 3

Espora indet 4

Espora indet S

Espora indet 6
Espora indet 7

Cecropia sp • Cecropiaceae

Peperomia sp • Piperaceae

Hedyosmum • Chloranthaceae

Malvaceae

Acuaulinalva cf purpurea . Malvaceae



Lycopodium sp • Lycopodiaceae
Moraceae

Ericaceae 1

1 1 Anthuryum sp ·Araceae

Jamesonia sp • Adiantaceae

Valerianaceae

Caesalpinaceae

Chenopodiaceae

Sphaeroedes
!
Loranthaceae
• Erlcaceae- lndet 2

Smilax sp • Smilacaceae

Umbelliferae

Cephaelis sp • Rubiaceae

Bryohita

Aecidiospora
. Coniochaela
1 Hypolepis sp • Deenstaedtiacea

.
Solanaceae

Ficus sp • Moraceae

Vitaria

Clethara sp • Clethraceae

Drabasp

Gelasinospora restipora

Saccoloma sp

Ranunculaceae

Pteris deflexa • Pteridaceae

Onnagraceae

Polypodium aureum

Llndssea cf pendula

Passífloraceae

Salvia sp. Labiatae

Acrostichum sp

lndet 1
lndet2

lndet 3

lndet4

lndetS

lndet6
lndet7

lndet8

lndet 9
lndet 10

lndet 11

lndet 12
Thelipteria sp

Piperaceae

Pistia sp • Araceae

. Arecaceae lndet 1

Arecaceae lndet 2

Spirogyra

Dignoniaceae indet 2
Cyathea indet 7
1 1
Elementos pioneros

1
1 Elementos del Bosque

1 Arecaceae

1 1 Pteridophyta

'
. 1
Greamineae

Fungi
Bryophyta
Anexo 3

ANÁLISIS FISICOQUÍM ICOS DE SUELOS


RONCESVALLES- TOLI MA
LA GRANJA m
ANÁLIS IS FISJCOQ UÍMICO S DE SUELOS X
v
r
PLATAFORMA TRES o;:;:l
UN IDAD DE EXCAVACIÓN TRES :>
n
PARED NORTE 6
z
ITl
(fJ

:>
;;:;¡
o
e
m
HZTE GRANULOMETAIA COMPLEJO DE CAMBIO me/100 gr SATURACIONES % e p AL o
r
% o¡o %
Textura
Ph P. TOTAL
ccc BT Ca Mg K Na ST Sea SMg SK % ppm meg/100g o()
Arena Umos Arcilla 1:1 ppm
A 64 26 10 FA 48 4,200 50.0 24 6 150 67 26,0 030 492 300 134 52 122 954 15 ;=;
>
Ap, 52 24 24 FArA 5.5 1,970 34,0 16,1 11.4 3,3 1,2 0,20 47.4 33.5 9,7 3,5 4,7 35,2 - (fJ

m
AP,¡b, 30 FArA 6,2 2.405 30.0 14,7 10,3 3 ,1 1,2 0,20 49,0 34,3 10,3 3,8 1,8 58,5 - z
38 32
AP3b1 72 20 8 FA 6,3 1,830 33.5 12,8 7,9 3,9 0,8 0,20 38,2 23,6 11 ,6 2,4 2,2 12,8 - r
>
AB 66 24 10 FA 62 481 30 1 93 4.6 34 11 0 ,20 30,9 15.3 11 3 37 1 3 4,0 - n
8 68 20 12 FA 60 559 280 94 48 33 12 020 33.6 17 1 11 8 4 1 09 95 - o
;;:;¡
o
r
r
ITl
;;:;¡
>
')
m
z
-l
;;:;¡
>
r
)>
z
r.l
X
o
RONCESVALLES - TOLIMA
EL JORDÁN
TERRAZA UNO, UNIDAD DE EXCAVACIÓN UNO
PARED NORTE

HZTE GRANULOMETRI A COMPLEJO DE CAMBIO me/ 100gr SATURACIONES % e p AL


% % % Ph P. TOTAL
Arena Limos Arctila
Textura
1: 1 ppm
ccc BT Ca Mg K Na ST Sea SMg SK % ppm meg/100g

ABp2b 1 36 22 42 Ar 5,9 422 26,0 9.4 6.7 2,0 0,6 0, 10 36,2 25.8 7,7 2,31 1.8 2,0 -
e 30 26 44 Ar 60 59 23.5 74 4.6 21 0.6 0 10 31 5 19 6 8.9 2.55 05 0.5 -
rr1
X

RONCESVALLES - TOLIMA "o


r'

:::0
EL JORDÁN >
n
ANÁL ISIS FISICOQUÍ MICO DE SUELOS 6
z
TERRAZA UNO, U NIDAD DE EXCAVACIÓ N DIEZ m
V1
PARED NORTE >
;;::
1)
em
or '
HZTE GRANULOMETRIA COMPLEJO DE CAMBIO me/100 qr SATURACIONES % e p AL o
% % % Ph P. TOTAL ppm meg/100g
9
Textura
1:1 ppm
ccc BT Ca Mg K Na ST Sea SMg SK % ()
Arena Limos Arcilla >
Ap , 56 20 24 FArA 5,5 930 31 ,0 3,90 3,0 0,50 0,30 0,10 12,6 9,7 1,6 1,0 3,9 3,0 V1
m
ABp2b1 52 24 24 FArA 5,3 273 28,7 1,30 0,8 0,30 0,06 0,10 4,5 2.8 1,0 0,2 2,5 1,2 0,7 z
22 12 FA 5.4 1,300 30,0 0,70 0,3 0,20 0,06 0,10 2,3 l,O 0,7 0.2 3,8 1,5 0,5 r'
AP:Jb2 66 >
Ap~bs 74 20 4 FA 5,5 1,050 30,0 0,90 0,3 0.45 0,05 0,10 3,0 1,0 1,5 0,2 2,7 2,5 - ()

B 70 22 8 FA 52 312 27 o o 70 03 020 o 06 o 10 2.6 1 1 07 02 11 1S 08 o;;::


o
r'
r'
en
;;::
>
()
m
z
-i
;;::
>
r'
ÍNDICE DE FIGURAS

l. Mapa con locali zación geográfica de la región estudiada. Toma-


do de la carta generallGAC, No. 263, escala 1:25000, departa-
mento del Tolirna.
1. Mapa un idades fi siog ráficas de la región de Roncesvalles toma-
do de la aerofotografía No. 160, vuelo (2 11 8, lGAC), escala
1:22.400.
3. Levantamiento topográfico de Buenos Aires.
4. Buenos Aires , terraza 1, planta y corte del rasgo arqueológico
LIJ"'\0.

5. Buenos Aires, terraza 1, planta y corte del rasgo arqueológico


dos.
6. Buenos Aires. terraza 1, planta y corte d e la twnba l.
7. Buenos Aires, terraza 2, pe rfiles estratigráficos de la U.E. l , pa-
redes oeste y sur.
8. Levantam iento topográfico de La Gran ja y El Jordán.
9. La Granja, plataformas 1 y 3a, petfiJes est1·atigráficos d e las U.E.
1 y 2, pared norte.
1O. La Granja, plataforma 3, perfil estraügráfico de la U.E.3, pare-
des notte v sur.
11. El Jordán, terraza 1, levantémtiento en planta.
12. El Jordán, terraza 1, reconstrucción estratigráfi ca.
13. El Jordán, terraza 1, perfil es estratigrMicos de las U.E. l, 2 y 3,
pared norte.
14. El Jordá t1, terraza l , perfiles estratigráficos de las U. E. 4 , 5 y 6,
pared norte.
150 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

15. El J ord~m, terraza l. perfiles estratigráficos de las U.E. 7, 8 y 9.


pared norte.
16. El Jordán, terraza 1, perfil estratigráfico de la U.E. 1O, paredes
norte y oeste.
17. El Jordán , terraza l . perfil estratigráfico de la U.E. 14 . paredes
norte v ~ur.
18. El Jordán, terraza l. perfiles estratigráficos de las U.E. 1 l, 12 y
13 paredes norte.
19. El Jordán , terraza 1, planta y corte del rasgo arqueológ ico uno.
20. Patio Bonito, planta y corte del rasgo arqueológico uno.
21. Patio Bonito, planta y corte del fé\sgo arqueológico dos.
22. Reconstrucción aproximada de formas y decoraciones del siste-
lna a lfarero formativo de RoncesvaJles - Tolima.
1. Vasija subglobular, bai1o café. El Jordán, terraza 1, U.E. 14,
cuadrícula B: 80-90 cm, No. 3597.
2. Vasija subglobular con franja de pintura roja en el labio
interno, bai1o Café. El Jordán , terraza l. U.E. 10:90 - lOO
cm, No. 3040-304 1.
3. Vasija globular, baño rojo. El Jordán, terraza l. U.E. 14,
cuadriculaA: 100-llOcrn, No. 3589.
4. Fragmento con acanaladuras lineales paralelas . bai'lo rojo.
El Jordán, terraza 1, U .E. 14, cuadrícula A: 100- J 1O cm.
No.3590.
S. C uenco de borde restringido, bai1o rojo. El Jordán, terrazH
l . U.E. 14, cuadrícula A: 110- 11 O cm, No. 359 1.
6. Vasija de borde ligeramente directo, bai1o rojo. El Jordán ,
terraza l, U.E. l4, cuadrícu la B: 80-90 cm, No. 3596.
7, 'Fragrnento con acanaladuras lineales paralelas, baño café.
El Jo ruán , terraza l, U. E. 14, cuadrícula A: 90-1 00 cm ,
No. 3587.
8. Ftagmento acana lado y pintura roja en el interior, baño
rojo. El Jordán. terraza 1, U .E. 14, cuadrícula A: 100-1 1O
cm, No. 3594.
INDICE DE FIGURAS 151

9. Fragmento con acanaladura lineal paralela, bai'lo café.


El Jordán, terraz::l J, U.E. 10: 100 crn , No. 3091.
lO. Fragm e nto con acanaladura linea l paralela, ba1ío café.
El Jordán, terraza 1, U.E. 10: 100 cm, No. 3087.
1 l. Fragmento con acanaladura lineal paralela. baíw café .
El Jordán. terraza 1, U.E. 10: 100 cm, No . 3092.
23. Reconstrucción aproxin1ada de formas y decoraciones del s i~> ­
tema alfarero tardío de Roncesvalles - Tolima .
Cuencos:
l. Restringido, baño café o~>curo. El Jordán , terraza 1, ra¡;go
arqueológico 1: SO- 60 cm. No. 2854.
2. Abierto con muescas triangulares sobre el borde , bai1o café.
La Providencia, recolecciÓn supelficial , No . 538.
3. Ligeramente abierto con muescas triangulares sobre el
borde y decoración aplicada incisa, baJio amarillo rojizo .
Buenos Aires, terraza 2, pozo de sondeo, No. 3335.
4. Abierto. baf10 café. Buenos Aires. terraza l. pozo de son-
deo. No. 3493.
5. Ligeramente abierto. bai'lo café oscuro. Matadero. reco-
lección superficial, No. 907.
6. Ligeramente abierto, batío amarillo roji zo. Buenos Aires,
terraza 1, rasgo arqueológico dos: 106- 107 cm. No. 2487.
7. Ligeramente abierto, baJíO café. Matadero , recolección su-
perficial, No. 393.
8. Directo, b;.u1o amarillo rojizo. 13uenos Aires. ten·aza 1. ras-
go arqueológico dos: 106 - 116 crn, No. 402.
9. Ligeramente directo, bmío café claro. Matadero, recolec-
ción superficial. No. 397.
10. Ligeramente directo. b<uío café. La Granja, plataform a 3 ,
U .E. 3, 40- SO cm. No. 1754.
L l. Ligeramente directo, baf10 café. La Providencia, recolec-
ción superficial, No. 2 J 8.
152 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

12. Ligeramente directo con presionado circular zon ificado v


caolín blanco (esti lo Cauca Medio), bat'lo rojo. El Colegio,
recolección superficial. No. 496.
24. Reconstrucción aproxjmada de fonnas y decoraciones del siste-
ma alfarero tardío de Roncesvalles - Tolima ,
Vasijas G lobulares y Subglobulares:
l. Subglobular con Presionado circular zonificado (estilo
Cauta Medio). bai'lo rojo. La Granja, plataforma 1. U.E.
2 . 30 - 40 cm, No. 1 121.
2. Subgl obula1~ batio café. Matadero, recolección superficial,
pozo de sondeo l . No. 423 .
3. Subglobular con muescas t:Jiangulares, bar'lo café. El Retle-
jo, recolección superficial , No. 540.
4. Subglobular con aplicación. baf\o rojo. Matadero . Fecolec-
ción superficial, No. 707.
5. Subglobular con muescas triangulares, bai'\o café, Matade-
ro, pozo de sondeo l. No. 424 .
6. Globular con muescas triangulares, baño café . Matadero .
pozo de sondeo 1, No. 897.
7. Subglobnlar con muescas trianb'tdares. bai1o café. Matade-
ro. recolección superficial, No. 425.
8. Globular con muescas triangulares, baño café. Mataderó.
recolección superficial. No. 388.
9. Subglobular con incisión lineal y bai'\o café. El Colegio,
recolección superficial. No. 509.
1O. Subglobular con corrugado irregular (estilo Cauca Medio).
baño café. El Colegio, recolección superficial , No. 2671.
25. Reconstrucción aproximada de formas y decoraciones del siste-
ma alfarero tardío de Roncesvalles- Toli n1a.
Vasijas Globulares, Subglobulares y Cuencos:
l. Globular con muescas triangulares zonificadas ~' aplica-
ción zoomorfa, batío café. La Providencia, recolección su-
pe.rficial , No. 221.
INDICE DE FIGURAS 153

2. Globular con muescas triangulares, bañ'o café. Matadero,


fecolección superficial, No. 896.
3. Subglobular con muescas triangulares, ba1-10 café. Buenos
Aires. terraza 2, pozo de sondeo. No. 3296.
4. Subglobular con muescas triangulares, baúo café. La Gran-
ja, plataforma l. pozo de sondeo 5. No. 2164.
5. Fragmento con doble hilera de muescas triangubres, baflo
amarillo rojizo. La Granja - Buenos Aires. terraza 1. pozo
de sondeo 14, No. 3202.
6. Globular con mues<.:<\$ triangulares. baiin café. La Granja.
plataforma 1, pozo de sondeo 4. No. 2 159.
7. Subglobular con doble hilera de muescas rectangulares,
baño café. La Granja - Buenos Aires, terraza 1, pozo de
sondeo 14, No. 3203.
26. Reconstrucción aproximada ele fonnas y decoraciones del siste-
ma alfarero tardío de Roncesvalles - Tolima.
J~ Fragmento con incisión circular zonificada lineal, baño ama-
rillo rojizo. Buenos Aires , ten-aza 2. rasgo arqueológico 2,
106- 1 16 cm, No. 2496.
2. Fragmento con acanaladuras poco profundas. ba•io café.
La Providencia, recolección superficial, No. 230.
3. Fragmento aplicado (cordón), baño café. La Cranja, plat:t-
fonnn 3, U.E. 3: 40- 50 cm. No. 1751.
4. Fragmento con orificio, bai'lo café, El Reflejo. recolección
superficial. No. 545.
5. Fragmento con presionado circular zonifkatlo y caolín blan-
co (esti lo Cauca Medio). baño café. La Granja, platafor-
ma 3, U.E. 3: 40- 50 cm, No. 1752 .
6. Fragmento con presionado circul<1r zonificado (estilo Caucn
Medio). lxu1o rojo. La Curubera, recolecc ión .<ouperficial ,
No. 136.
7. Fragmento con presionado circular zonificado y caolín blan-
co (esti lo Cauca Medio), baño rojo. La Curubera, recolec-
ción superficial. No . 135.
154 EXPLORAC IONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CO RDILL ERA CENTRAL.

27. Reconstrucción aproximada ue formas y decoraciones del siste-


ma alfarero tardío de Roncesvalles - Tolima .
Vasijas Globulares:
l. Baño atnarillo rojizo. La Curubera, recolección superficial,
No. 114.
2. Baí10 café. La Curubera. recolección superficial , No. ll 5.
3. Baño arnJrillo rojizo. Matadero, recolección superficiaL No.
304.
4. Baño amarillo rojizo. El lordán, terraza l . U. E. 12: 20-
30 cm, No. 3132.
5. Baño café. La Curubera. recolección superficial , No. 117.
6. Baf1o gris . El Jordán, terraza 1, U.E. 9: 60 - 80 cm. No.
2971.
7. Baño café, con muescas triangulares. Buenos Aires, terra-
za 2, U.E. 1: 40- 50 cm. No. 2598.
8. Baño café, con muescas triangulares . La Granja, platafor-
ma l. Pozo de Sondeo 5. No. 2165 .
9. Baño amarillo rojizo. La Curubera, recolección superficial.
No. 116.
1O. Baño café. La Curubera. recolección superficial , No. 122 .
11 . Baflo rojo. Buenos Aires, tenaza l , rasgo arqueológico 2.
~O- 90 cm, No. 2425.

12. Baño rojo. Buenos Aires. terraza 1, rasgo arqueológico 2,


90 - 100 cm, No. 2455 .
13. Bai1o amarillo rojizo. El Jordán , terraza 1, rasgo a rqueoló-
gico 1, 50 - 60 crn. No. 2851.
14. Baño café. La Esperanza, recolección superficial, No. 271.
15. Baño café, con muescas triangulares. El Colegio, recolec-
ción superfici al, No. 5l0.
16. Baño rojo. La Granja. platafonna 3a, U. E. 2: 20- 30 crn,
No. 1062.
l 7. Baño rojo. La C urubera, recolección superficial. No. 1 19.
INDICE DE FIGURAS 155

18. Baño amarillo rojizo. La Gran ja, plataforma 3a. U.E. 2:


50- 60 cm, No. l330.
19. Baño café. Patio Bonito, tumba 2, pozo, No_ 1995.
20. Baño café. La Esperanza, recolección su perficial, No. 270.
28. Reconstrucción aproximada de formas y decoraci ones del siste-
ma alfarero tardío de Roncesvalles - Tolima.
Vasijas Subglobulares:
L Baúo amarillo rojizo. La Granja , platafonna 1, rasgo ar-
queológico 2: 90- l 00 cm, No. 2322.
2. Baño gris, El Jordán , terraza 1 U.E. 9: 70- 80 cm, No.
2970.
3. Baño rojo. La Granja, plataforma 3a, U.E. 2, 20- 30 cm,
cuadrícula No. 2699.
4. Bano café con muescas triangulares. La Granja, platafor-
Ina 1, Pozo de Sondeo 1, No. 21 19.
S. Baño café con muescas triangulares. El Jordán , terraza 1,
U. E. 13:20 cm, No. 3149.
6. Ba1ío café con muescas triangulares. El Refle jo, Tecolec-
ción superficial, No. 543.
7. Baño café. Matadero. recolección superficial , No. 904.
8. Bai'lo café. Matadero , recolección superficial, No. ~05 .

9. Baño café. La Granja, plataforma 3, U.E. 3: 30- 40 cm,


No. 2709.
10. Baño café con muescas triangulares. La Granja, platafor-
ma 3a, U.E. 2: 20 - 30 cm, No. 1065.
1J. Baño café con achurado cruzado y muescas triangu lares
(estilo Tocaima IncisO') . La Granja, terraza 1, rasgo arqueo-
lógico 1: 95 - 98 crn, No. 232 J .
l2. Baño café. Matadero, recolección superficiaJ , pozo de son -
deo 1, No. 2435.
29. Reconstrucción aproximada de formas del sistema alfarero de
Roncesvalles - Tolirna .
156 EXPLORACION'ES ARQUEOLóGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

Asas:
l. De argolla, baño café. La Granja, plataforma 3: U .E. 3, 40
-50 cm. No. 1757.
2. De argolla, baño café. La Granja, platafonna 3: U.E. 3, 30
- 40 cm, No. 1755 .
3. De argolla, bal"io café. La Esperanza, recolección superfi-
cial , No. 268.
4. De argolla, bal"io crema con incisiones punteadas en línea.
La Curubera, recolección superficial , No. 128.
5. De argolla, baño café. La Granja, plataforma 3a, U.E. 2,
40-50 cm, No. 1207.
6. Aplicad a, bai1o amarillo ro jizo. La Curubera, recolección
superficia l, No. 129.
Bases:
7. Troncónica, baño café. El Jordán, U.E. 12, capa negra, No.
3135.
8. Baño rojo. La Providencia, recolección superficial, No. 220.
9. Baúo rojo. La Curubera. recolección superficial. No. 132.
30. Reconstmcción aproximada de formas y decoraciones del s iste-
ma alfarero tardío de Roncesvalles- Tolima.
Figurinas:
l. Rostro de forma triangular. baño amarillo. La Curubera,
recolección superficial, No. l 13.
2. Rostro de forma ovalada, baúo rojo. Patio Bonito, tumba
2. pozo, No. 2003.
3. Rostro aplicado, bat"lo café rojizo. La Granja, plataforma
3 , U .E.3, cuadricula C: 20- 30 cm, No. 1593.
4. Volante de uso, baúo amarillo rojizo. La Providencia, re-
colección superficial , No. 225.
5 y 6. Cuentas de collar. El Reflejo, tumba saqueada, recolección
superfici al.
TNDJCE DE FIGURAS 157

3 ). Artefactos líticos precerámicos de San Antonio- Toli ma.


l. Artefacto con doble aca naladura latera l (Azada).
Villahermosa, sitio 1, recolección superficial , colecció n pri-
vada.
2. Fragmento de canto rodado en cuarzo. Villahermosa. sitio
l, recolección superficial, No. 10.
3. Fragmento de canto con huellas de calentamiento por fue-
go. Villahermosa, sitio l , recolección superficial, No. l 9 ,
4. Cu chilla en cuarzo lechoso . Villahermosa, sitio 1, No. 7.
32. Artefactos líticos precerám.icos de RotlCesvalles y SanAmonio-
Tolitna.
L Cortador en basalto. El Jordán, terraza 1, U, E. 10: 1 10-
120 cm, No. 3109.
2. Desecho de talla en cuarzo. El Jordán , terraza 1, U.E. J 0:
t00-120 cm , No . 31 13.
3. Núcleo lascado en C hert. San Antonio, Yillahermosa. sitio
l . recolección superficial , No. 2.
4. Golpeador en arenisca. El Jordán. terraza 1, U.E. l 0: 1OO-
l20cm,No.3 1I4.
33. Artefactos líticos del Período tardío, Roncesvalles- Tolima.
l. Mano de moler part ida en u n extremo. Buenos Aires · La
Granja, terraza 1, rasgo arqueológico J : 106 cm, No. 233 7.
2. Pulidor. El Jordán, terraza l , U. E. 2 : 20-30 cm , No. 2898.
3. Raspador. El Jordán. terraza l, U.E. 9, No. 2974.
34. ArtefactOs líticos del peliodo tardío Roncesvalles- 1\Jlima.
l. Núcleo lascado. Buenos Aires - La Granja . terraza J , rasgo
arqueológico uno: 94-115 cm. No. 2345.
2. Cincel fragmentado. Matadero, recolección superfi cial, No.
422.
3. Machacador. El Jordán, terraza 1, U.E. 8, No. 2930 .
ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS
l. Panorámica de la cabecera municipal de Roncesvalles - Tolima,
tomada desde el lindero El Jordán -La Granja.
2. Vista panorámica de la cuenca alta del río Cucuana, tomada desde
La Granja.
3. Relieve de lomas con dmas planas (haciendas Rosales y Lon-
dres).
4. Paisaje de alta montaña en la hacienda La Siberia.
5. Buenos Aires, Panorámica de la terraza uno en la pat1e alta de la
loma (en primer plano, encima del carreteable ).
6. En primer plano lomas de La Gran ja con plataformas de vivien-
da, en la parte superior grandes terrazas artificiales (li ndero con
la finca El Jordán).
7. Proceso de excavación del rasgo arqueológico uno, terraza uno
(Buenos Aires- La Granja).
8. inicio de la excavación del rasgo dos, terraza u no (Buenos Ai-
res).
9. Rasgo arqueológico dos , terraza uno (Buenos Aires).
JO. Pequeña tumba de pozo con cámara lateral (terraza uno, Bue-
nos Aires - La Granja).
11. La Granja. vista de las plataformas tres y cuatro.
12. La Granja, panorámica en planu1 de las plataformas tres , tres a y
cuatro; al fondo la población Je Roncesvalles.
13. Ascenso de camino por el borde de la terraza dos, (El Jordán).
14. Panorámíca de la terraza uno, (El Jordán).
15. El Jordán, terraza uno. Línea de excavaciones sobre el eje cen-
tral.
160 EXPLORA C IONES A RQ UEO LÓGICAS EN LA CORDILLERA CENTRAL

16. El Jordán, excavaciones sobre el borde de la terraza (unidades 9


a 12).
t7 Unidad de excavación diez, perfiles estratigráficos. paredes nor-
te y oeste (El fordán).
18. Unidad de excavación catorce, pared este, (El Jordán).
INDICE DE LAMINAS
I. Cerámica del Período Tardio
l. Bo rde de vas ija globu lar con m.uescas triangu lares. bai\o
café. Matadero, recolección superficial, No. 896.
2. Borde de vasija subglobular con muescas triangulares, baño
café. El Reflejo, recolecc!ón superficial , No. 540.
:3 . Borde de vasija subglobula r con muescas triangulares , baJ'1o
café. Matadero. recolección superficial , No. 388.
4. Fragmento con doble hilera de m.uescas triangulares, bai1o
amarillo rojizo. La Granja-Buen os Aires , terraza l. pozo
de sondeo 14. No. 3202.
11. Cerámica del Período Tardío
l. Fragmento con presionado circular zonificado y caolín blan-
co (estilo Cauca Medio), baño rojo. La Curubera, recolec-
ción superficial , No. J35.
2. hagmento con presionado circular zonificado (estilo Cauca
Medio). baóo café. La Granja. plataforma 3. U.E. 3: 40-
50 cm, No. 1752.
3. Bo rde de vasija subglobular con decoración corrugada (es-
tilo Cauca Medio), bailo café. El Colegio, recolección su-
perficial , No. 2671.
4. Borde de cuenco lige r•a mente ::~bierto con muescas trian -
gulares sobre el borde y decoración aplicada incisa. batio
amarillo rojizo. Bue11os Aires, plataforma 2, pozo de son-
deo. No. 3335.
5. Borde de vasija subglobular con muescas ttiangulares. ba11o
café. Buenos Aires , platafo1ma 2. pozo de sondeo, No.
3296.
162 EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA COHDILLERA CENTRAL

6. Fragmento con orifici o, baño café. El Retlejo, recolección


superficial, No. 545.
7. Borde de vasija subglobular con achurado cruzado y
muescas triangulares (estilo Tocaíma Inciso), baño café.
La Granja, plataforma l, rasgo arqueológico l: 95-98 cm ,
No. 2321.
111. Cerámica del Período Tardío
l. Rostro de forma ovalada, bai1o rojo. Patio Bonito, tumba
2, pozo, No. 2003
2. Rostro de fonna triangular, baño amarillo. La Curubera,
recolección superficial. No. 113.
3. Asa de argolla, baño café. La Granja, plataforma 3, U.E.
3: 40-50 cm, No. 175 7.
4. Asa de argolla, baúo café. La Granja, platafonna 3, U.E.
3: 30-40 cm, No. 1755.
5. Asa de argolla, baño crema con incisiones punteadas en
línea. La Curubera, recolección superficial, No. 128.
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La impresión de este libro se terminó
en el mes de diciembre de 1998,
en los Talleres Gráficos de
EDITORA GUADALUPE LTOA.
Santafé de Bogotá, D.C., - Colombia

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