Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición

UNIVERSIDAD DE SONORA RESUMEN

Departamento de Ciencias Químico-Biológicas
Facultad interdisciplinaria de ciencias químico-biológicas y de la salud
Temas selectos de Anatomía y Fisiología
Licenciatura en Ciencias Nutricionales

Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición

Andrade Cano F., González Núñez A., Irigoyen Ortega A., Madrid Leyva M.,
Vázquez Molina A. A.

Resumen Summary Resumo

La enfermedad de Crohn es un
trastorno inflamatorio crónico que afecta
el sistema digestivo, caracterizado por
inflamación y daño en cualquier parte del
tracto gastrointestinal, desde la boca
hasta el ano. Los síntomas comunes
incluyen dolor abdominal, diarrea,
pérdida de peso y fatiga. Esta
enfermedad puede tener un impacto
significativo en la calidad de vida de
quienes la padecen.
En cuanto a la relación con la nutrición, la
enfermedad de Crohn puede interferir
con la absorción normal de nutrientes
debido a la inflamación y la presencia de
úlceras en el tracto digestivo. Esto puede
llevar a deficiencias nutricionales, como
de vitaminas y minerales. Además,
algunos pacientes pueden experimentar
intolerancias alimenticias y pérdida de
apetito, lo que complica aún más la
obtención de una nutrición adecuada.
En la gestión de la enfermedad, la
planificación dietética personalizada
puede desempeñar un papel crucial. Los
pacientes a menudo trabajan en
colaboración con nutricionistas y
profesionales de la salud para encontrar
una dieta que mitigue los síntomas y
garantice la ingesta adecuada de
nutrientes. En algunos casos, se pueden
recomendar suplementos nutricionales o
ajustes específicos en la dieta para
abordar las necesidades individuales y
minimizar las posibles complicaciones
asociadas con la enfermedad de Crohn.
Crohn's disease is a chronic
inflammatorydisorder that affects the
digestive system, characterized by
inflammation and damage anywhere in
the gastrointestinal tract, from the mouth
to the anus. Common symptoms include
abdominal pain, diarrhea, weight loss, and
fatigue. This disease can have a significant
impact on the quality of life for those
affected.
Regarding its relationship with nutrition,
Crohn's disease can interfere with the
normal absorption of nutrients due to
inflammation and the presence of ulcers in
the digestive tract. This can lead to
nutritional deficiencies, such as vitamins
and minerals. Additionally, some patients
may experience food intolerances and loss
of appetite, further complicating the
attainment of proper nutrition.
In managing the disease, personalized
dietary planning can play a crucial role.
Patients often collaborate with
nutritionists and healthcare professionals
to find a diet that alleviates symptoms and
ensures adequate nutrient intake. In some
cases, nutritional supplements or specific
adjustments to the diet may be
recommended to address individual needs
and minimize potential complications
associated with Crohn's disease.
A doença de Crohn é um distúrbio
inflamatório crônico que afeta o sistema
digestivo, caracterizado por inflamação e
danos em qualquer parte do trato
gastrointestinal, desde a boca até o ânus.
Os sintomas comuns incluem dor
abdominal, diarreia, perda de peso e
fadiga. Esta doença pode ter um impacto
significativo na qualidade de vida daqueles
que a sofrem
Quanto à relação com a nutrição, a doença
de Crohn pode interferir na absorção
normal de nutrientes devido à inflamação
e à presença de úlceras no trato digestivo.
Isso pode levar a deficiências nutricionais,
como vitaminas e minerais. Além disso,
alguns pacientes podem experimentar
intolerâncias alimentares e perda de
apetite, o que complica ainda mais a
obtenção de uma nutrição adequada.
Na gestão da doença, o planejamento
dietético personalizado pode
desempenhar um papel crucial. Os
pacientes frequentemente colaboram
com nutricionistas e profissionais de saúde
para encontrar uma dieta que alivie os
sintomas e garanta a ingestão adequada
de nutrientes. Em alguns casos, podem ser
recomendados suplementos nutricionais
ou ajustes específicos na dieta para lidar
com as necessidades individuais e
minimizar as possíveis complicações
associadas à doença de Croh.

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 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica
que causa inflamación e irritación en el tubo digestivo.
Esta enfermedad afecta con más frecuencia al intestino
delgado y el comienzo del intestino grueso. Sin
embargo, la enfermedad puede afectar cualquier parte
del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano.
La enfermedad de Crohn puede ocasionar dolor
abdominal, diarrea, pérdida de peso, anemia y fatiga.
Algunas personas pueden no presentar síntomas
durante gran parte de sus vidas, mientras que otras
pueden tener graves síntomas crónicos que nunca
desaparecen.
Además, suele comenzar en la juventud y se
diagnostica por lo general antes de los 30 años.
La razón más importante por la cual suele ser muy
grave esta enfermedad es porque no cuenta con una
cura, solamente se puede controlar a través de una
dieta nutritiva y equilibrada. Por consiguiente, puede
aumentar el riesgo de cáncer de colon, especialmente
si afecta a una gran parte del colon o el recto. Los
pacientes deben tener su colon revisado cada uno o dos
años para detectar cáncer o cambios que puedan
preceder al cáncer.
La enfermedad de Crohn es una forma de
enfermedad intestinal inflamatoria (EII). Ciertamente,
puede causar problemas a la hora de elegir lo que
comes y bebes. La afección no solo causa inflamación
del tracto digestivo y síntomas incómodos, sino que
las consecuencias a largo plazo pueden también incluir
desnutrición.
Para complicar las cosas, tus hábitos alimentarios
pueden empeorar los síntomas. Si bien no existe una
dieta conocida que cure la enfermedad de Crohn,
comer y evitar ciertos alimentos puede ayudar a
prevenir los brotes.
ETIOPATOGENIA
Su etiopatogenia implica factores genéticos,
inmunológicos y ambientales. Existe una
predisposición genética, con la identificación de genes
relacionados con el sistema inmunológico. Se piensa
que una respuesta inmunológica anormal desencadena
la inflamación crónica en el intestino. Factores
ambientales, como la dieta y el tabaquismo, pueden
contribuir, al igual que la disfunción de la barrera
intestinal y cambios en la microbiota intestinal.
Aunque se han identificado estos elementos, la
comprensión completa de la enfermedad sigue siendo
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un área de investigación activa. El tratamiento se
centra en controlar los síntomas y reducir la
inflamación, pero aún no existe una cura.
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo para el desarrollo de la EC
parecen estar relacionados con cambios en el
microbioma intestinal o trastornos en la mucosa
intestinal y la genética.
SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD DE CROHN
Los síntomas más frecuentes en la enfermedad de
Crohn son los intestinales y los que se derivan de ellos:
- Dolor abdominal.
- Diarrea con o sin moco y sangre, a veces
estreñimiento.
- Fisuras y úlceras.
- Cansancio y fatiga.
- Fiebre.
- Falta de apetito y pérdida de peso
- Malestar general y debilidad.
TRATAMIENTO NUTRICIONAL
El tratamiento nutricional es esencial en los pacientes
con EC. Por una parte, proporciona las pautas de
alimentación adecuadas para evitar la estimulación de
factores proinflamatorios.
Y asegurar una evolución favorable, pero no
reemplaza el tratamiento farmacológico, que sigue
estando en primera línea. Los pacientes graves que no
han sido alimentados por períodos de tiempo
prolongados tienen un alto riesgo de sufrir síndrome
de realimentación (SR) una vez esta se restaure. El
riesgo es aún mayor en pacientes con previo estado de
desnutrición como es común en pacientes con EC
hospitalizados. Un cuadro de SR se presenta con
hipofosfatemia, hipomagnesemia, hipopotasemia,
cambios en el balance hídrico y metabolismo
hidrocarbonado, déficit de electrolitos y vitaminas,
especialmente tiamina. Estos fenómenos tienen
consecuencias negativas para el paciente a nivel
cardiovascular, respiratorio, neurológico,
hematológico que inician a poco tiempo de haber
reintroducido la alimentación.
Criterios diagnósticos tradicionales para definir la
enfermedad de Crohn (Lennard-Jones, 1980).
 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
MALABSORCIÓN DE NUTRIENTES
La malabsorción de nutrientes en pacientes con
enfermedad de Crohn puede ocurrir debido a varios
factores relacionados con la inflamación y las
alteraciones en la estructura y función del tracto
gastrointestinal. Algunas de las razones incluyen:
Inflamación intestinal: La enfermedad de Crohn se
caracteriza por la presencia de inflamación crónica en
la pared intestinal. Esta inflamación puede afectar la
capacidad de absorber nutrientes en el intestino
delgado, donde ocurre la mayor parte de la absorción
de nutrientes.
Daño en las vellosidades intestinales: La
inflamación prolongada puede causar daño en las
vellosidades intestinales, que son pequeñas
proyecciones en la mucosa del intestino delgado
responsables de la absorción de nutrientes. Si estas
vellosidades están dañadas, la superficie de absorción
se reduce, lo que puede llevar a la malabsorción.
Formación de fístulas y estenosis: La enfermedad de
Crohn puede dar lugar a la formación de fístulas
(conexiones anormales entre distintas partes del tracto
gastrointestinal) y estenosis (estrechamiento del
intestino). Estas complicaciones pueden dificultar el
paso de los alimentos a través del tracto digestivo,
afectando la absorción de nutrientes.
Cambios en la flora intestinal: La enfermedad de
Crohn puede alterar la composición de la flora
intestinal, el conjunto de microorganismos que habitan
en el tracto digestivo. Estos cambios pueden afectar la
absorción de nutrientes y la digestión.
Afectación del colon: En algunos casos, la
enfermedad de Crohn también puede afectar el colon,
lo que puede contribuir a la diarrea crónica y a la
pérdida de electrolitos y nutrientes esenciales.
La malabsorción de nutrientes en la enfermedad de
Crohn puede llevar a deficiencias nutricionales,
pérdida de peso, fatiga y otros problemas de salud. Es
importante que los pacientes con enfermedad de
Crohn reciban atención médica y nutricional adecuada
para abordar estos problemas y mejorar su calidad de
vida. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta,
suplementos nutricionales y, en algunos casos,
medicamentos antiinflamatorios o inmunosupresores.
INTERACCIÓN FÁRMACO NUTRIENTE
Es importante tener en cuenta que hay fármacos que
se utilizan para tratar la enfermedad de Crohn que
favorecen la malabsorción de nutrientes:
Colestiramina: disminuye la asimilación de grasas y
vitamina A, D, E y K.
Corticoides: afectan a la absorción del calcio y su
uso masivo puede provocar insuficiencia renal.
Salazopirina: disminuye la absorción de vitamina
B9 (ácido fólico).
DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE
La inflamación del tracto digestivo provoca dolor,
diarrea y náuseas que, a su vez, resultan en un
consumo reducido de alimentos junto con hábitos
alimentarios erráticos, afectando eventualmente el
estado nutricional del paciente; Por tanto, la
desnutrición es un desafío común en los pacientes con
EC. La incidencia de desnutrición varía según las
diferentes herramientas de detección nutricional y
criterios de diagnóstico; varios estudios sugieren que
la incidencia oscila entre el 20 % y el 85 % en
pacientes con EC, La Sociedad Europea de Nutrición
Parenteral y Enteral (ESPN) define la desnutrición
como una condición en la que la falta o la ingesta
insuficiente de nutrientes conduce a cambios en la
composición corporal que resultan en disfunción física
y mental y afectan el resultado clínico de la
enfermedad En general, la incidencia de desnutrición
en pacientes con EC sigue siendo alta, lo que puede
deberse a varios factores. Los pacientes con EC a
menudo experimentan dolor abdominal, pérdida de
apetito, náuseas, vómitos, diarrea y otros síntomas
gastrointestinales comunes, que pueden conducir a
dietas restringidas y una reducción en la ingesta de
alimentos. Además, una ingesta dietética reducida
también puede provocar deficiencias en
oligoelementos como el zinc y el cobre, que afectan el
sabor y, por tanto, afectarán aún más al apetito.
Además, cuando el paciente experimenta una
enfermedad activa, aunque puede haber un mayor
consumo de nutrientes, la suplementación de
nutrientes puede ser insuficiente, agravando aún más
la aparición de desnutrición.
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 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
DEFICIENCIA DE VITAMINAS
Es cierto que los problemas relacionados con la
alimentación en la enfermedad de Crohn pueden
justificar la consideración de vitaminas y suplementos.
Según la Clínica Mayo, los multivitamínicos pueden
ser una opción beneficiosa para abordar la
desnutrición causada por la dificultad del intestino
delgado para absorber adecuadamente los nutrientes
de los alimentos. Estos suplementos son
particularmente útiles cuando la dieta se ve limitada
durante brotes de la enfermedad.
En situaciones donde la dieta es muy restringida, los
multivitamínicos con minerales pueden ser útiles para
complementar los nutrientes faltantes. Además, se
destaca la importancia del calcio como suplemento,
especialmente si la ingesta de productos lácteos es
limitada.
A menudo se observan deficiencias de vitaminas en
pacientes con EC. La ingesta suficiente de
micronutrientes es esencial para mejorar el resultado
clínico. Los estudios han demostrado que los
antioxidantes como las vitaminas A, C y E pueden
reducir el estrés oxidativo, retardar la inflamación y
retrasar la aparición y el desarrollo de enfermedades
hasta cierto punto. Las vitaminas B funcionan como
cofactores de enzimas metabólicas esenciales y
median en el metabolismo de grasas, proteínas y
carbohidratos. Las vitaminas B también desempeñan
funciones en la modulación inmunitaria mediada tanto
por la dieta como por el microbioma intestinal.
Además, la suplementación con vitamina B en la dieta
de pacientes con EC produce diversos efectos
antiinflamatorios y reducciones en el estrés oxidativo
sistémico y los síntomas clínicos, como lo demuestra
un estudio clínico.
DEFICIENCIA DE MINERALES
Al mismo tiempo, las deficiencias de minerales
también son comunes en la EC. El calcio y el fósforo
desempeñan funciones importantes en el crecimiento
y desarrollo óseo y los pacientes con EC tienen
deficiencias graves de estos minerales (deficiencia del
100%), lo que puede aumentar el riesgo de
osteoporosis en los pacientes. Otros minerales
desempeñan funciones importantes en la regeneración
de tejidos y protegen las células del daño de los
radicales libres, lo que influye en la curación y el
pronóstico de diversas enfermedades. En este estudio,
observamos una asociación entre la ingesta de minera-
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les individuales y el estado nutricional de los pacientes
con EC, y una mayor ingesta de minerales reduce la
incidencia de desnutrición. Por lo tanto, especulamos
que la suplementación adecuada de varios minerales
puede ser eficaz para mejorar el estado nutricional del
paciente o retrasar la progresión de la enfermedad.
Sobre todo, encontramos que la ingesta promedio de
micronutrientes estaba por debajo de los DRI y, como
la ingesta dietética y el estado nutricional están
correlacionados, los médicos deben centrarse en la
ingesta de micronutrientes para garantizar un buen
estado nutricional.
ALIMENTACIÓN EN LA AYUDA DE LOS
SÍNTOMAS
Aunque la dieta no puede curar la enfermedad de
Crohn, ciertos enfoques dietéticos pueden ayudar a
manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Es
importante trabajar en colaboración con tu médico y
posiblemente un dietista para adaptar la dieta según tus
necesidades individuales.
- Evitar alimentos fibrosos y grasos, como nueces,
semillas, frutas y verduras crudas, que pueden ser
difíciles de procesar para personas con esta
enfermedad.
- Mantener una hidratación adecuada,
especialmente si se ha experimentado la diarrea.
La enfermedad de Crohn puede aumentar el riesgo
de deshidratación, por lo que es esencial beber
suficientes líquidos.
- Evitar las bebidas gaseosas. Las burbujas en estas
bebidas pueden aumentar la distensión abdominal
y causar malestar, especialmente en individuos
con inflamación en el tracto gastrointestinal.
Además, las gaseosas pueden irritar el
revestimiento del tracto digestivo, aumentar la
producción de gas y contener azúcares o
edulcorantes artificiales que podrían desencadenar
síntomas.
- Comer comidas más pequeñas con mayor
frecuencia. En lugar de tres comidas grandes,
considera comer porciones más pequeñas con
mayor frecuencia a lo largo del día. Esto puede
ayudar a reducir la carga sobre tu sistema
digestivo y minimizar los síntomas, como la
hinchazón y el malestar abdominal.
CONSUMO DE FRUTAS Y VERDURAS
Las frutas y verduras son fuentes importantes de fibra
dietética, y en algunos casos, la fibra puede ser proble-
 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
mática para las personas con enfermedad de Crohn
durante los brotes. La fibra insoluble, presente en la
piel y las semillas de algunas
frutas y verduras, puede ser difícil de digerir y puede
aumentar la irritación del intestino.
Cocinar las verduras y pelar las frutas pueden
hacerlas más fáciles de digerir.
Eliminar la piel y las semillas puede reducir la
cantidad de fibra insoluble y hacer que estos alimentos
sean más suaves para el sistema digestivo.
Algunas personas pueden beneficiarse de una dieta
baja en FODMAP, que restringe ciertos tipos de
carbohidratos fermentables. En este caso, elegir frutas
y verduras bajas en FODMAP puede ser útil.
No es necesario que elimines todas las frutas y
verduras de tu dieta, pero algunas frutas y verduras
pueden ser excepcionalmente difíciles para el tracto
digestivo de Crohn, ya sea por el contenido de fibra o
FODMAP. Debemos de limitar en lo posible:
manzanas con piel, brócoli, repollo, coliflor,
alcachofas, cerezas, melocotones o duraznos y
ciruelas.
PROTEÍNAS Y CARNES
La proteína es un nutriente esencial para el cuerpo y
desempeña un papel crucial en la reparación de tejidos
y el mantenimiento de la masa muscular. Es
importante asegurarse de obtener suficiente proteína,
especialmente durante los periodos de enfermedad y
recuperación. La carne es una fuente rica en proteínas,
pero la elección de la carne y la forma en que se
prepara pueden influir en cómo se tolera la
enfermedad. Carnes magras, como pollo, pavo o
pescado, pueden ser opciones más suaves que carnes
grasas o procesadas. La forma en que se cocina la
carne puede marcar la diferencia. Optar por métodos
de cocción suaves, como asar al horno, hervir o
cocinar a la parrilla, en lugar de freír, puede facilitar la
digestión.
INGESTA DE SODIO
Los pacientes con enfermedad de Crohn pueden tener
ciertas consideraciones en relación con el consumo de
sodio. La enfermedad de Crohn es una enfermedad
inflamatoria crónica del tracto gastrointestinal, y las
necesidades dietéticas pueden variar según la
gravedad de los síntomas y la presencia de
complicaciones. Aquí hay algunas consideraciones
relacionadas con el sodio en pacientes con enfermedad
de Crohn:
- Dieta baja en residuos: En algunos casos, se
recomienda a las personas con enfermedad de Crohn
seguir una dieta baja en residuos. Esta dieta limita la
ingesta de alimentos que son más difíciles de digerir y
pueden aumentar el volumen de las heces. Algunos
alimentos bajos en residuos también pueden ser bajos
en sodio.
- Manejo de la diarrea: La enfermedad de Crohn a
menudo se asocia con síntomas como diarrea. La
diarrea puede llevar a la pérdida de sodio y otros
electrolitos, lo que podría requerir ajustes en la
dieta para garantizar un equilibrio adecuado.
- Hidratación: Es importante que los pacientes con
enfermedad de Crohn se mantengan bien
hidratados, especialmente si experimentan
diarrea. El sodio es un electrolito esencial que se
pierde con la sudoración y la diarrea, y reponerlo
puede ser crucial para mantener el equilibrio
electrolítico.
- Suplementos: En algunos casos, puede ser
necesario considerar suplementos de sodio si hay
pérdida significativa debido a la enfermedad o a la
terapia utilizada para tratarla.
- Individualización de la dieta: Las necesidades
dietéticas pueden variar de un paciente a otro. Es
fundamental trabajar con un profesional de la
salud, como un nutricionista o dietista, para
individualizar la dieta según las necesidades
específicas del paciente y adaptarla a la gravedad
de la enfermedad.
Es importante destacar que las recomendaciones
dietéticas pueden variar según la fase de la
enfermedad, la presencia de complicaciones y la
respuesta individual del paciente. Por lo tanto, es
crucial que los pacientes con enfermedad de Crohn
reciban orientación y supervisión nutricional de
profesionales de la salud para garantizar una dieta
adecuada y evitar deficiencias nutricionales.
INGESTA DE LÍPIDOS RECOMENDADOS
El consumo de grasas saludables, también conocidas
como grasas buenas, puede ser beneficioso para
pacientes con enfermedad de Crohn, pero es
importante tener en cuenta la respuesta individual de
cada paciente y adaptar la dieta según las necesidades
y tolerancias específicas. Aquí hay algunas
consideraciones relacionadas con el consumo de
grasas en pacientes con enfermedad de Crohn:
- Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos
omega-3, presentes en alimentos como pescado
graso (salmón, trucha, sardinas), semillas de chía,
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 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
nueces y aceite de linaza, tienen propiedades
antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas en la
enfermedad de Crohn. Pueden ayudar a reducir la
inflamación y mejorar la respuesta inmunológica.
- Aceite de oliva: El aceite de oliva virgen extra es una
fuente de grasas monoinsaturadas que puede ser
incluida en la dieta. Estas grasas pueden ser mejor
toleradas en comparación con algunas grasas
saturadas.
- Aguacates: Los aguacates son ricos en grasas
monoinsaturadas y contienen una variedad de
nutrientes beneficiosos. Pueden ser una fuente de
calorías saludables para aquellos que necesitan
aumentar su ingesta calórica.
- Frutos secos y semillas: Algunos pacientes con
enfermedad de Crohn pueden tolerar frutos secos y
semillas, que son fuentes de grasas saludables y
proteínas. Sin embargo, en algunos casos, puede ser
necesario elegir formas procesadas o trituradas para
facilitar la digestión.
- Limitación de grasas saturadas: Aunque las grasas
saturadas son esenciales en la dieta, se recomienda
limitar el consumo de grasas saturadas, especialmente
aquellas provenientes de fuentes menos saludables
como carnes procesadas y alimentos fritos.
Es importante señalar que las respuestas
individuales a ciertos alimentos pueden variar en
pacientes con enfermedad de Crohn, y algunos
alimentos pueden desencadenar síntomas. Por lo tanto,
es fundamental trabajar con un profesional de la salud,
como un nutricionista o dietista, para desarrollar un
plan dietético personalizado que satisfaga las
necesidades nutricionales del paciente y minimice los
síntomas de la enfermedad.
Además, la introducción de nuevos alimentos debe
realizarse gradualmente para observar la respuesta del
cuerpo y ajustar la dieta según sea necesario. La
supervisión médica y nutricional regular es esencial
para garantizar que el plan dietético sea seguro y
efectivo.
PRONÓSTICO Y OTRAS CONSIDERACIONES
El manejo dietético puede ser clave para evitar la
recurrencia de brotes en la enfermedad de Crohn. No
obstante, la respuesta de los pacientes a alimentos y
bebidas varía, lo que significa que ciertos alimentos
pueden desencadenar brotes en algunos individuos y
no en otros.
En términos generales, si identificas un alimento que
agrava tus síntomas, es prudente evitarlo por comple-
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to. Experimentar con la eliminación y posterior
reintroducción de alimentos puede ayudar a evaluar su
impacto en los síntomas. La adopción de comidas más
pequeñas y frecuentes puede aliviar la carga sobre el
tracto digestivo.
Las investigaciones actuales exploran diversas
áreas, como el uso de probióticos, la ingesta de omega-
3 presente en el pescado y el aceite de linaza,
alimentos fibrosos como el psyllium que llega sin
digerir al colon, triglicéridos de cadena media
presentes en el coco, la intolerancia al gluten, una dieta
baja en FODMAP, y una dieta enteral rica en fibra.
Es crucial reconocer que la influencia en los
síntomas no se limita solo a los alimentos consumidos,
sino también a la forma en que se cocinan y preparan.
Optar por alimentos horneados y asados en lugar de
fritos y grasos podría ser beneficioso, especialmente
dado que la enfermedad de Crohn puede dificultar la
digestión de grasas, exacerbando síntomas como la
diarrea.
Aunque la dieta juega un papel crucial en el
tratamiento global de la enfermedad de Crohn, esta es
una afección compleja que abarca diversos aspectos.
Frecuentemente, se requieren múltiples enfoques de
tratamiento de apoyo, no limitándose únicamente a la
dieta.
Según el CCFA, se destaca que la dieta, aunque
puede prevenir y aliviar síntomas, puede no ser
suficiente para abordar la inflamación subyacente y las
cicatrices que originan los síntomas en primera
instancia.
SOPORTE NUTRICIONAL ARTIFICIAL
En general, y al igual que en otras situaciones clínicas,
el uso de soporte nutricional artificial en la EII está
indicado cuando el estado nutricional no se puede
mantener de forma adecuada mediante la dieta oral
convencional. En este caso, la nutrición enteral con
dietas-fórmula químicamente definidas suele ser la
técnica de elección, ya sea suplementando la dieta
normal (nutrición enteral parcial) o en forma de
nutrición enteral total. En ambos casos la nutrición
enteral puede administrarse por vía oral, a través de
sonda de alimentación o mediante otro sistema de
acceso digestivo (gastrostomía, yeyunostomía). La
elección de una dieta-fórmula particular debería
basarse en los principios básicos de fisiología
digestiva y de nutrición. En casos extremos, cuando no
es posible subvenir a las necesidades energético-
proteicas mediante nutrición enteral, está indicada la
 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
nutrición parenteral. En algunos pacientes debe
considerarse la necesidad de nutrición artificial
(enteral o parenteral) a domicilio.
Son, por tanto, candidatos a recibir un soporte
nutricional artificial los pacientes con malnutrición
grave evidenciada por alteración de los parámetros
nutricionales. También, aquellos pacientes con
malnutrición moderada que no realizan una ingesta
oral adecuada, ya sea por anorexia, aumento de los
requerimientos, presencia de
malabsorción/maldigestión o aumento de las pérdidas
intestinales. Finalmente, existe un grupo importante de
pacientes que en la primera evaluación presentan un
estado nutricional normal o casi normal, pero en los
que la gravedad del brote es muy probable que origine
malnutrición a corto plazo si no se inicia un soporte
nutricional artificial. Como se ha dicho, en todas estas
situaciones, la nutrición enteral es el tipo de soporte
nutricional de primera elección, siempre que exista un
tracto gastrointestinal accesible y, al menos en parte,
funcionante. A continuación, se desarrollan algunos
aspectos para la EC.
El soporte nutricional artificial, enteral o parenteral,
es la única forma de mantener el estado nutricional en
algunos pacientes con EC extensa o complicada. La
simplicidad de su uso, su menor coste y la menor
frecuencia de complicaciones inherentes a la técnica
ha hecho que la nutrición enteral sea el tipo de soporte
nutricional más utilizado en estos pacientes. Por otro
lado, se ha demostrado que para el tratamiento de los
mismos no es necesario el
"reposo intestinal", incluso en casos con fístulas o
masa inflamatoria. Sin embargo, la nutrición enteral
está contraindicada en pacientes con fístulas medio-
yeyunales de alto flujo, obstrucción intestinal
completa, íleo paralítico, sepsis intra-abdominal,
hemorragia gastrointestinal grave o perforación
intestinal. En estos casos la nutrición parenteral total
es de elección.
Los pacientes con múltiples estenosis intestinales
que requieren una dieta sin residuos estricta pueden
necesitar nutrición enteral a domicilio para mantener
un aporte energético-proteico correcto. En estos casos,
está indicada la administración de suplementos orales
bebidos, o en casos más graves, la administración de
la dieta de nutrición enteral a través de una
gastrostomía endoscópica percutánea. Por otro lado,
aquellos casos con múltiples resecciones y síndrome
de intestino corto pueden requerir el uso combinado a
domicilio de nutrición parenteral total (para subvenir
las necesidades nutricionales) y nutrición enteral (para
promover la adaptación de intestino residual).
EFECTO TERAPÉUTICO PRIMARIO DE LA
NUTRICIÓN ENTERAL
En la EC, la nutrición enteral podría ejercer un efecto
antiinflamatorio específico, y se ha sugerido que
podría ser efectiva para inducir la remisión clínica en
los brotes de actividad de la enfermedad. Aunque tres
meta-análisis de los múltiples estudios controlados
que se han efectuado han concluido que los corticoides
son significativamente más efectivos que la nutrición
enteral para inducir la remisión de la enfermedad La
nutrición enteral estaría indicada como tratamiento
primario de la EC, sobre todo, en los pacientes con
contraindicaciones al tratamiento esteroideo. Entre
estas cabe destacar los brotes de actividad en pacientes
con osteoporosis marcada y en niños y adolescentes en
fase de crecimiento. El efecto beneficioso de la
nutrición enteral intermitente o cíclica para mejorar el
crecimiento en estos pacientes es claro, y se ha
mostrado superior que los corticosteroides. La
importancia de la nutrición enteral como tratamiento
primario en niños ha sido recientemente enfatizada por
un meta-análisis de los estudios exclusivamente
pediátricos, que muestra que la nutrición enteral es tan
efectiva como los esteroides en la inducción de la
remisión. Sin embargo, como se comenta en una
editorial que lo acompaña, esta conclusión puede estar
sesgada por la inclusión en el análisis de estudios con
muy pocos pacientes y tasas de remisión
excepcionalmente altas. Son necesarios más estudios
para definir con claridad otras posibles indicaciones de
la nutrición enteral. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que alrededor de un 20-30% de los pacientes
tratados con corticoides desarrolla
corticodependencia, requiriendo el uso continuado de
estos fármacos para mantenerse en remisión. Esta
situación obliga, con frecuencia, a administrar
fármacos inmunosupresores como la azatioprina. Por
ello, el tratamiento de los brotes de actividad de la
enfermedad con nutrición enteral, aunque menos
efectivo que el tratamiento con corticoides, podría
estar indicado sobre todo en los brotes iniciales, con
actividad leve-moderada, en pacientes jóvenes, ya que
puede retrasar la necesidad de administrar corticoides
en muchos de ellos y la aparición de las
complicaciones de este tipo de terapia.
La utilidad de la nutrición enteral como terapia
primaria de la inflamación intestinal activa se descu-
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 Enfermedad de Crohn y su relación con la nutrición
brió de manera fortuita, cuando pacientes adultos que
recibieron una dieta elemental antes de la cirugía
experimentaron una mejoría, no sólo en el estado
nutricional previsto, sino también, inesperadamente,
en la actividad inflamatoria de la enfermedad de
Crohn. La eficacia fue sugerida aún más por los
resultados de los primeros ensayos controlados,
aleatorios y pequeños versus la terapia con
corticosteroides realizados tanto en adultos como en
niños. Se han proporcionado pruebas directas e
indirectas de una disminución de la inflamación de la
mucosa con la nutrición enteral, aunque el mecanismo
de acción sigue siendo una conjetura. Son muy
conocidos el fracaso de los corticosteroides para
inducir la curación de la mucosa, los efectos
secundarios cosméticos no deseados con el uso a corto
plazo y los efectos adversos más graves del uso a largo
plazo.
CONCLUSIONES
La enfermedad de Crohn es una enfermedad
inflamatoria crónica del tracto gastrointestinal
que puede afectar a cualquier parte del sistema
digestivo, desde la boca hasta el ano. Aunque se
desconoce la causa exacta de la enfermedad de Crohn,
se cree que factores genéticos, ambientales e
inmunológicos pueden desempeñar un papel en su
desarrollo.
Algunas características clave de la enfermedad de
Crohn incluyen la inflamación persistente, la
formación de úlceras, la posibilidad de afectar
cualquier capa de la pared intestinal y la presencia de
complicaciones como fístulas, estenosis y abscesos.
Los síntomas pueden variar ampliamente y pueden
incluir dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso,
fatiga y otros problemas gastrointestinales.
El manejo de la enfermedad de Crohn implica un
enfoque multidisciplinario que incluye tratamiento
médico, cambios en la dieta, manejo del estrés y, en
algunos casos, intervenciones quirúrgicas. Los
tratamientos médicos pueden incluir medicamentos
antiinflamatorios, inmunosupresores y terapias
biológicas. La elección del tratamiento dependerá de
la gravedad de la enfermedad y de la respuesta
individual del paciente.
La enfermedad de Crohn puede tener un impacto
significativo en la calidad de vida de los pacientes, ya
que puede afectar tanto la salud física como la
emocional. El manejo a largo plazo implica un
cuidado continuo y una colaboración estrecha entre el
paciente y un equipo de profesionales de la salud, que
8
puede incluir gastroenterólogos, nutricionistas, psicó-
logos y otros especialistas.
Es fundamental para los pacientes con enfermedad
de Crohn recibir un seguimiento médico regular para
monitorear la progresión de la enfermedad, ajustar el
tratamiento según sea necesario y abordar cualquier
complicación. Además, la educación del paciente
sobre la enfermedad, la adopción de hábitos de vida
saludables y el apoyo emocional son componentes
importantes en la gestión integral de la enfermedad.
En resumen, la enfermedad de Crohn es una
condición compleja que requiere un enfoque integral
para el tratamiento y la gestión. Con un manejo
adecuado, muchos pacientes pueden llevar una vida
relativamente normal, aunque la enfermedad puede ser
crónica y, en algunos casos, puede requerir
intervenciones más intensivas a lo largo del tiempo.
Palabras claves
SR: Síndrome de realimentación.
EC: Enfermedad de Crohn.
ESPN: Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y
Enteral.
CCFA: Crohn's & Colitis Foundation of America.
FODMAP: Oligosacáridos, Disacáridos,
Monosacáridos y Polioles fermentables.
EII: Enfermedad intestinal inflamatoria.
Agradecimientos
A nuestro profesor de Anatomía Herminio Ramírez.
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