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La sentencia Simmenthal estableció que el derecho comunitario prevalece sobre la legislación nacional de los estados miembros. En este caso, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea resolvió que las tasas sanitarias italianas sobre la carne vacuna eran incompatibles con el reglamento comunitario aplicable. Además, dictaminó que los jueces nacionales deben aplicar el derecho comunitario de forma plena y eficaz, aunque exista legislación nacional posterior en contradicción. Esta sentencia reafirmó la supremac
La sentencia Simmenthal estableció que el derecho comunitario prevalece sobre la legislación nacional de los estados miembros. En este caso, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea resolvió que las tasas sanitarias italianas sobre la carne vacuna eran incompatibles con el reglamento comunitario aplicable. Además, dictaminó que los jueces nacionales deben aplicar el derecho comunitario de forma plena y eficaz, aunque exista legislación nacional posterior en contradicción. Esta sentencia reafirmó la supremac
La sentencia Simmenthal estableció que el derecho comunitario prevalece sobre la legislación nacional de los estados miembros. En este caso, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea resolvió que las tasas sanitarias italianas sobre la carne vacuna eran incompatibles con el reglamento comunitario aplicable. Además, dictaminó que los jueces nacionales deben aplicar el derecho comunitario de forma plena y eficaz, aunque exista legislación nacional posterior en contradicción. Esta sentencia reafirmó la supremac
En primer lugar, vamos a proceder con un breve resumen de la sentencia en cuestión
para su posterior comentario y reflexión. El litigio principal opone, por un lado, a la Amministrazione delle Finanze dello Stato y a la Sociedad Anónima Simmenthal, con base también en Italia, por el otro. En un juicio anterior el Pretore de Susa, que es el órgano jurisdiccional competente de la nación, había planteado una cuestión para responder a la incógnita planteada con respecto a la compatibilidad de las tasas sanitarias italianas de carne vacuna con respecto a las del reglamento comunitario aplicable -en este caso, el nº805/68 de 27 de junio de 1968-. La primera sentencia del Tribunal de Justicia estableció la incompatibilidad entre ambos reglamentos, por lo que el Pretore ordenó a Hacienda que se devolvieran las tasas correspondientes más los intereses, pero la Administración se negó y, tras la publicación de una ley respecto a la materia -posterior a las normas comunitarias-, condicionó al TC italiano a exigir una cuestión de inconstitucionalidad a la mencionada ley -por lo que al primer juez no le era permitido resolver el pleito- debido a la recientemente añadida jurisprudencia a dicho tribunal. Tras esto, el Pretore planteó al TJCE una demanda prejudicial debido a la aparente contradicción entre la jurisprudencia de ambos tribunales. Finalmente, el TJCE resolvió la cuestión a favor de Simmenthal esgrimiendo como argumentos que el derecho comunitario surge efecto en todos los países en el momento de su entrada en vigor y que deja inaplicado toda legislación nacional que se contradiga con él, pues en caso contrario se negaría el compromiso efectivo de los Estados Miembros, personificado en el Tratado. A su vez, también vincula a los jueces a aplicar, en la medida de sus competencias el derecho comunitario de forma plena y eficaz, aunque exista legislación nacional posterior.
En mi opinión, esta sentencia da aparente solución a una cuestión que se ha planteado
desde que dos ordenamientos jurídicos distintos se enfrentan entre sí. El hecho de que se imponga la supremacía del derecho comunitario europeo sobre cualquier derecho patrio, escudándose en que el primero es la encarnación del acuerdo entre los estados que conforman la UE me parece de vital importancia, de ahí que se haya llevado una función integradora dentro de los ordenamientos de cada país miembro para que no sucedan contradicciones como la expuesta anteriormente.