Está en la página 1de 15

B. 853. XLIV.

Bonder Aaron (Emperador Compañía Financiera


S.A.) y otros el B.C.R.A. si resol. 178/93.

Buenos Aires, Á 9 di nDvi euc.hre dJ¿ cW/S

vistos los autos: "Bonder Aaron (Emperador Compañía Finan-


ciera S.A.) y otros c/ B.C.R.A. s/ resol. 178/93".

Considerando:

1°) Que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Con-


tencioso Administrativo Federal, Sala V, al rechazar los recur-
sos de apelación planteados ante ella, confirmó -en lo que in-
teresa- las sanciones aplicadas a los señores Herman Osvaldo
Bonder y Mario Efin Groisman, -por presuntas infracciones al
régimen financiero cometidas con motivo de su actuación en Empe-
rador Compañía Financiera S .A.- mediante la resolución 178/93
del Superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias del
Banco Central de la República Argentina, las que consistieron en
multas de $ 148.000 Y $ 24.800 e inhabilitaciones por cuatro
años y diez meses, y un año, respectivamente.

2°) Que, contra tal decisión, los sancionados deduje-


ron el recurso extraordinario obrante a fs. 4711/4717 vta., que,
tras ser respondido a fs. 4720/4722 vta., fue concedido en los
términos de la resolución de fs. 4723, Y resulta formalmente
procedente pues existe cuestión federal bastante, al encontrarse
en discusión el alcance que cabe asignar a la garantía de obte-
ner un pronunciamiento sin dilaciones indebidas , derivada del
arto 18 de la Constitución Nacional y de los tratados interna-
cionales referidos a ella, en especial, la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) en su
arto 8.

-1-
3°) Que el caso de autos tiene su origen en un suma-
rio, llevado a cabo por el ente rector del sistema monetario y
bancario, sobre la base de lo dispuesto por el arto 41 de la Ley
de Entidades Financieras, que tuvo por obj eto la investigación
de diversas infracciones a la normativa financiera, y que cul-
minó con la aplicación de las referidas sanciones administrati-
vas, pecuniarias y de inhabilitación.

4°) Que los agravios se centran en sostener que


transcurrieron más de siete años desde la presentación de los
alegatos -y catorce desde la resolución sancionatoria del BCRA-
hasta que el tribunal a qua dictó la sentencia. Sobre esa base,
los recurrentes aducen que se cumplió el plazo de prescripción
de seis años establecido en el art. 42 de la Ley de Entidades
Financieras y que en el caso se justifica la aplicación del ins-
tituto de la prescripción de la acción penal para no vulnerar la
garantía a ser juzgado en un plazo razonable, consagrada en el
arto 18 de la Constitución Nacional y arts. 5 y a, inc. 1, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Además, cuestiona-
ron la causal de interrupción de la prescripción prevista en el
citado art. 42. Afirmaron que debe entenderse referida a las
"secuelas del sumario" y no a las del recurso de apelación ante
la cámara pues, de lo contrario, se afectarían garantías consti-
tucionales. En subsidio, solicitaron que se declare la prescrip-
ción de la pena.

5°) Que para el adecuado examen de los referidos


agravios, corresponde señalar que el art. 75, inc. 22, de la
Constitución Nacional, que reconoce ~on jerarquía constitucional
diversos tratados de derechos humanos, obliga a tener en cuenta

-2-
B. 853. XLIV.
Bonder Aaron (Emperador Compañía ,Financiera
S.A.) y otros el B.C.R.A. si resol. 178/93.

que el arto 8, inc. 1, del Pacto de San José de Costa Rica, re-
ferente a las garantías judiciales, prescribe no sólo el derecho
a ser oído sino también el de ejercer tal derecho con las debi-
das garantías y dentro de un plazo razonable; y a su vez, el
arto 25, al consagrar la protección judicial, asegura la tutela
judicial efectiva contra cualquier acto que viole derechos fun-
damentales reconocidos por la Constitución Nacional, la ley o la
Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. Al respecto,
el Tribunal ha afirmado que el derecho a obtener un pronuncia-
miento judicial sin dilaciones previas es un corolario del dere-
cho de defensa en juicio consagrado en el arto 18 de la Consti-
tución Nacional, derivado del "speedy tria]" de la enmienda VI
de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica. En es-
te sentido, se ha expedido esta Corte al destacar que "la ga-
rantía constitucional de la defensa en juicio incluye el derecho
de todo imputado a obtener un pronunciamiento que, definiendo su
posición frente a la ley y a la sociedad, ponga término del modo
más rápido posible a la situación de incertidumbre de innegable
restricción que comporta el enjuiciamiento penal" (Fallos:
272:188; 300:1102; 332:1492 y causa "Losicer, Jorge Alberto y
otros", Fallos: 335:1126).

6°) Que en el citado precedente "Losicer" la Corte


llegó a la conclusión de que como resultado del extenso trámite
del sumario administrativo llevado a cabo en la esfera del Banco
Central de la República Argentina -en el que se dictó resolución
después de haber transcurrido dieciocho años desde el acaeci-
miento de los hechos supuestamente infraccionales y quince desde

-3-
que se dispuso su apertura-, se vulneró la garantía de la defen-
sa en juicio (art. 18 de la Constitución Nacional) y el derecho
a obtener una decisión en el "plazo razonable" al que alude el
inc. 1 del art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y, por tal motivo dejó sin efecto la resolución sancio-
natoria, sin que haya sido obstáculo para ello la circunstancia
dé que el plazo de prescripción establecido en el arto 42 de la
Ley de Entidades Financieras no haya llegado a cumplirse debido
a las interrupciones que se produjeron por diversas diligencias
de procedimiento que tuvieron lugar en el aludido sumario, en
cada caso, antes de que se completara el plazo legal de pres-
cripción.

7°) Que, como se señaló, en el caso sub examine los


recurrentes invocan la prescripción establecida por esa misma
norma para vertebrar su planteo de raigambre constitucional, con
especial referencia a la demora que endilgan al tribunal a qua.
Al respecto corresponde señalar, en primer lugar, que la pres-
cripción del citado arto 42 no resulta aplicable en la instancia
judicial, habida cuenta de que el dictado de la resolución san-
cionatoria por el superintendente financiero constituye el lími-
te para el ejercicio de la potestad a la que se refiere la pres-
cripción prevista en el mencionado artículo de la Ley de Entida-
des Financieras. Sin embargo -y a semej anza de "Losicer"-, la
circunstancia de que no se cumpla la prescripción legal -en
aquel precedente, debido a las causales de interrupción verifi-
cadas en el sumario administrativo y en esta causa, por ser in-
aplicable esa norma al trámite judicial en el que los recurren-
tes centran sus agravios- no obsta a que esta Corte examine y

-4-
B. 853. XLIV.
Bonder Aaron (Emperador Compañía Financiera
S.A.) y otros el B.C.R.A. sI resol. 178/93.

resuel va la cuestión constitucional planteada, que consiste en


determinar si, en el caso, como resultado del extenso trámite de
la controversia, se vulneró la garantía de defensa en juicio
(art. 18 de la Constitución Nacional) y el derecho a obtener una
decisión en el "plazo razonable" al que alude el inc. 1, del
arto 8 Convención Americana sobre Derechos Humanos, pues -como
se señaló- los apelantes reclaman que se declare extinguida la
acción sancionatoria por prescripción como forma de consagrar
efectivamente dichas garantías.

8 0) Que, sentado lo que antecede, es útil consignar


que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos tiene dicho que el derecho de acceso a la justicia im-
plica que la solución de la controversia se produzca en un plazo
razonable, ya que una demora prolongada puede llegar a consti-
tuir en sí misma una violación de las garantías judiciales. La
razonabilidad de dicho retraso se debe examinar de conformidad
con el "plazo razonable" al que se refiere el arto 8.1 de la
Convención, y éste en relación a la duración total del procedi-
miento que se desarrolla hasta que se dicta sentencia definitiva
(caso "Valle Jaramillo y otros vs. Colombia" sentencia del
27/11/08, pág. 48, párrafo 154).

9°) Que, por lo dicho, el "plazo razonable" de dura-


ción del proceso al que se alude en el inciso 1, del art. 8,
consti tuye, entonces, una garantía exigible en toda clase de
proceso, difiriéndose a los jueces la casuística determinación
de si se ha configurado un retardo injustificado de la decisión.
Para ello, ante la ausencia de pautas temporales indicativas de

-5-
esta duración razonable, tanto la Corte Interamericana -cuya ju-
risprudencia puede servir de guía para la interpretación de los
preceptos convencionales (Fallos: 318: 514; 323: 4130, entre
otros)- como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos -al expe-
dirse sobre el punto 6.1 de la Convención Europea para la Pro-
tección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales que
contiene una previsión similar- han expuesto en diversos pronun-
ciamientos ciertas pautas para su determinación y que pueden re-
sumirse en: a) la complejidad del asunto; b) la actividad proce-
sal del interesado; c) la conducta de las autoridades judiciales
y d) el análisis global del procedimiento (casos "Genie Lacayo
vs. Nicaragua", fallada el 29 de enero de 1997, párrafo 77 y
"López Álvarez v. Honduras", fallado ello de febrero de 2006;
"Kbnig", fallado ellO de marzo de 1980 y publicado en el Bo-
letín de Jurisprudencia Constitucional 1959-1983 en Madrid por
las Cortes Generales).

10) Que en el caso sub examine los recurrentes se


agravian especialmente por el período de más de siete años que
transcurrió desde el 22 de noviembre de 2000 (v. fs. 4579 vta.),
fecha en que se presentó el último alegato, hasta el 5 de febre-
ro de 2008, cuando se dictó la sentencia (fs. 4679/4697). Si
bien es verdad que ese lapso excede el que normalmente puede in-
sumir el estudio de la causa para dictar sentencia en las ins-
tancias de grado, a juicio de esta Corte, la razón determinante
para concluir que en el presente caso fue vulnerada la garantía
de la defensa en juicio de los recurrentes y su derecho a obte-
ner una decisión en el plazo razonable al que alude el arto 8,
inc. 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, radi-

-6-
B. 853. XLIV.
Bonder Aaron (Emperador Compañia Financiera
S.A.) y otros el B.C.R.A. sI resol. 178/93.

ca en la evaluación del criterio enunciado bajo la letra "d H


en
el considerando que antecede; es decir, "el análisis global del
procedimientoH, que comprende tanto el sumario llevado a cabo en
la órbita del Banco Central, como la instancia judicial de revi-
sión cumplida ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Con-
tencioso Administrativo Federal. Y desde tal perspectiva, se ve-
rifica que los hechos considerados como infracción a las normas
financieras tuvieron lugar entre los años 1982 y 1983; la reso-
lución sancionatoria de la autoridad administrativa se dictó en
el año 1993; las actuaciones fueron remitidas a la cámara en
agosto de 1994 y ese tribunal dictó sentencia el 5 de febrero de
2008. Es decir, casi veintiséis años después de ocurridos los
hechos investigados. Esa extensión resulta injustificada, máxime
al no advertirse que se trate de un asunto de especial compleji-
dad o que haya sido la actuación procesal de los sancionados la
que haya interferido en el normal desarrollo de los procedimien-
tos (confr., en igual sentido, causa "Fiszman H
, Fallos:
332:1492; en especial, considerando 4° y sus citas).

Por ello, habiendo dictaminado la señora Procuradora Fis-


cal, se hace lugar al recurso extraordinario y se revoca la sen-
tencia con el alcance que resulta de lo expuesto en el presente.

-//-

-7-
-//- Con costas (arts. 68 y 279 del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación). Notifíquese y devuélvase.

RICARDO LUIS LORENZETTI

./

E. RAUL ZAFFARONI

-8-
B. 853. XLIV.
Bonder Aaron (Emperador Compañia Financiera
S.A.) y otros e/ B.C.R.A. s/ resol. 178/93.

Recurso extraordinario interpuesto por Herman Osvaldo Bonder y Mario Efim


Groisman, con el patrocinio de los Dres. Raúl E. Baglini y Carlos H. de Casas.

Traslado contestado por: el Banco Central de la República Argentina, represen-


tado por la Dra. Susana N. de Rosa.

Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Adminis-


trativo Federal, Sala V.

-9-
~-
,
Para acceder al dictamen de la Procuración General de la Nación ingrese a:
http://www.mpf.gov.ar/dictamenes/2010/monti/junio/1/bonder_aaron_b_853_l_xliv.pdf
BONDER AARON (EMPERADOR COMPAÑÍA FINANCIERA S.A.) Y
OTROS cl B.C.R.A. si RESOL. 17&193
S.C., B 853, L.XLIV. <.RECURSO EXTRAORDINARIO)
gll~ ~"""""",tÚ ik Go'Vaet<Wt

Suprema Corte:

-1-
A fs. 4679/4697, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal (sala V) resolvió rechazar los recursos de
apelación interpuestos por Banco Caudal S.A., Herman Osvaldo Bonder, Mario
Efim Groisman, Alberto Luis Granata, Hugo Raul Sochi, Edmundo Angel Prieto
y Jorge H. Guiñazú Reta y confirmó la resolución 178/93 por la que el Banco
Central de la República Argentina rechazó los planteos de prescripción de
algunos de los apelantes y sancionó a todos por las irregularidades cometidas en
los términos del arto 41, incs. 1),3) Y 5) de la ley 21.526, con costas.
Para así decidir -específicamente en relación al tema
planteado en el recurso extraordinario de autos, sólo respecto de los señores
Herman Bonder y Mario Groisman y en tomo del planteo de prescripción
formulad~ expresó que, en concordancia con lo dictaminado por el señor
Fiscal de Cámara a fs. 3730, correspondía el rechazo del agravio por entender
que de los términos literales del arto 42 de la ley de entidades financieras no era
válido afirrílar que durante el periodo que media entre la comisión de los hechos
y la aplicación de las sanciones haya transcurrido sin interrupciones el plazo de
prescripción previsto en dicha disposición.

-I1-
Disconformes, los señores Bonder y Groisman interpusieron
el recurso extraordinario de fs. 4711/4717, contestado por la contraria a fs.
4720/4722, concedido por tratarse de la interpretación y aplicación de los arts. 41
y 42 de la ley 21.526 de carácter federal y denegado respecto de la arbitrariedad
alegada (fs. 4723) sin que se presentaran en queja.
Sostuvieron que la sentencia es arbitraria desde que la alzada,
al ratificar la resolución del BCRA, impuso una sanción cuando la acción
punitiva estaba prescripta, al igual que estaban prescriptas las penas impuestas,
en lugar de declararla de oficio.
Entendieron que la demora en que incurrió el tribunal ----<lesde
la presentación de alegatos hasta la sentencia transcurrieron más de siete años y
desde la resolución sancionatoria del BCRA.más de catorce-- justifica la
aplicación del instituto de la prescripción de la acción penal en tanto la
naturaleza penal de las sanciones detalladas en los arts. 41 y 42 de la ley 21.526
exige la aplicación subsidiaria de las nonnas del Código Penal, en especial las
garantias del debido proceso penal y de la defensa en juicio. Agregaron su
derecho a ser juzgados en un plazo razonable, garantía establecida en el arto 8°
del Pacto de San José de Costa Rica.
Afinnaron que la causal de interrupción de la prescripción del
arto 42 !le la ley de entidades financieras debe entenderse referida a las "secuelas
del sumario" y no a las del recurso de apelacíón ante la cámara porque sino ello
importaria una analogía in malam partem, interdicta por el arto 18 de la
Constitución Nacional. A todo evento, plantean la inaplicabilidad e
inconstitucionalidad de la causal de interrupción de la prescripción "secuelas de
juicio" prevista en el art: 42 de la ley 21.526.
En subsidio, solicitaron que se declare la prescripción de la
, .

pena, porque indicaron quepor más que el arto 42 establezca que el plazo de tres
años corre a partir de que la sancíón esté finne, el precepto vulnera el derecho de
ser juzgado en un plazo razonable desde que nada le impidió a la entidad haber
ejecutado la pena -y no lo hizo- dado que el efecto del recurso de apelación
interpuesto es solo devolutivo.
Fundaron su derecho en los arts. 18 de la Constitución
Nacional y 8.1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos
(derecho a ser juzgados en un plazo razonable) y en que se violaron las garantías
de debido proceso y defensa en juicio por la omisión de la cámara de
pronunciarse de oficio sobre la prescripción de la acción punitiva.

2
-I1I-

Sin peIjuicio de que el recurso extraordinario intentado fue


concedido por entenderse cuestionado el alcance y la interpretación de normas de
carácter federal, a mi modo de ver, es formalmente inadmisible y por ello,
considero que fue mal concedido desde el momento en que no se encuentra
configurada una cuestión federal típica.
En rigor, son los propios recurrentes quienes descalifican el
fallo con base en la doctrina de la arbitrariedad. Aun así, denegada la apelación
contra la tacha alegada, no presentaron la pertinente queja.
Cierto es, pues, que no está planteada específicamente en
'. autos una controversia en punto a normas federales -----<) al menos la impugnación
. pretendida fue genérica y sin mayor fundamento, a la vez que no formó parte del
recurso de apelación- y los argumentos de los actores no se dirigen a cuestionar
. la interpretación dada por la cámara a las' disposiciones del arto 42 de la ley
21.526 -<le hecho textualmente expresan "La resolución de la CNACAF se
pronuncia en parte sobre la prescripción de la acción durante el proceso sumarial
planteada en el recurso de apelación, rechazándola. Cabe simplemente aclarar
aquí que, dado que la prescripción que pretendemos se declare mediante un
nuevo pronunciamiento no sólo se produjo con posterioridad sino que su curso
comenzó a correr también después de nuestro recurso de apelación, obviamente
entonces no se trata de la misma prescripción que la CNACAF rechaza en su
sentencia. Con lo cual no corresponde refutar lo allí dicho por ella."-. Los
recurrentes se limitan a peticionar la aplicación de las normas penales referidas a
la prescripción de la acción y a los precedentes relacionados con la denominada
"secuela de juicio" que no fueron motivo del fallo recurrido ni materia del juicio
y que sostienen que son de aplicación en los supuestos de sanciones
administrativas dada su naturaleza penal cuando V.E. tiene desde antaño dicho
que "las correcciones ,disciplinarias [impuestas por el Banco Central] no
importan el ejercicio de jurisdicción criminal propiamente dicha ni del poder

3
ordinario de imponer penas, por lo que no se aplican, a su respecto, los principios
generales del Código Penal en materia de prescripción" (Fallos: 256:97;
261:118; 275:265; 281:211, entre otros).

-IV-
En virtud de lo expuesto, opino que el recurso extraordinario
interpuesto por los señores Herman Bonder y Mario Groísman fue
incorrectamente concedido y, por ende, que corresponde así declararlo.
Buenos Aires, ;¡. de junio de 2010.
ES COPIA LAURA M. MONTI

También podría gustarte