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4 estrategias didácticas de mayor tendencia en las universidades.

1. Aprendizaje colaborativo

Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) nos


han enseñado que el aprendizaje grupal es una de las estrategias más
efectivas para impulsar los conocimientos y habilidades entre los alumnos.

Las ventajas son muchas de un grupo de mentes trabajando en equipo,


colaborando y apoyándose mutuamente para lograr una meta en común.

Algunos ejemplos de aprendizaje colaborativo

La didáctica grupal puede ser una gran estrategia, pero ¿cómo aplicarla
con los alumnos? Aquí te damos algunos ejemplos:

• Resolución de problemas entre varias opiniones: fortalece la capacidad


de trabajar en equipo para llegar a la mejor solución, mejorando su
capacidad de análisis grupal; asimismo, aprenden a ser asertivos y
escuchar a los demás.
• Foros de discusión y debates: es una estrategia colaborativa que al mismo
tiempo favorece la sana competitividad. Los alumnos aprenden a expresar
y defender sus puntos de vista, lo que los motiva a analizar, investigar y
prepararse para prever cualquier circunstancia.
• Grupos de estudio: acompañarse y apoyarse mutuamente les permite a
los alumnos resolver sus dudas con mayor rapidez y eficiencia. De forma
espontánea se organizan y generan ideas para mejorar sus hábitos de
aprendizaje.

2. Aprendizaje basado en proyectos (ABP)

El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es muy popular por su enorme


parecido a las dinámicas de trabajo y capacitación en las empresas, lo que
le agrega un valor adicional, al involucrar a los alumnos en procesos que
les permitirán familiarizarse y adquirir experiencia profesional.

Decálogo del Aprendizaje basado en proyectos:

1. Introducción motivadora: plantear las ventajas, alcances y beneficios del


proyecto a proponer.
2. Tema significativo: que esté ligado no solo a la carrera o área de estudio,
sino también a los intereses, necesidades y motivaciones de los alumnos.
3. Organización de equipos de trabajo: los miembros de cada grupo deben
tener un rol y una responsabilidad.
4. Definición de metas: esto no se debe confundir con las habilidades
esperadas en los alumnos, sino con un resultado específico; ya sea la
solución de un problema, una presentación, un producto final terminado,
o un trabajo de investigación científica.
5. Planificación: diseño del plan de trabajo donde se especifiquen los pasos,
las tareas previas, y los tiempos de ejecución.
6. Investigación: implica la búsqueda de información y el análisis de datos.
7. Gestión de la información: el procesamiento de datos, y las conclusiones
previas se tomarán en cuenta en esta fase.
8. Trabajo con el producto: todos los recursos previos serán puestos en
práctica para elaborar el producto final.
9. Difusión del producto final: generar estrategias para promocionar y
exponer el producto final a la comunidad estudiantil.
10. Retroalimentación colectiva: todas las voces involucradas en el proyecto
reflexionarán sobre los resultados obtenidos.

3. Aprendizaje adaptativo: personalización inteligente

El aprendizaje adaptativo surge como un método que ajusta los


contenidos a las necesidades, habilidades, conocimientos y competencias
de cada estudiante, apoyado de “Learning analytics”: estrategias basadas
en algoritmos y análisis de datos.

La capacidad del alumno para conocer su entorno y adaptarse a él es


fundamental para que el aprendizaje adaptativo genere un ambiente
donde los alumnos aprendan en un ambiente lleno de retos y no de
hostilidad académica.

4. Aprendizaje en el metaverso: el futuro de los entornos virtuales

El término Metaverso se ha vuelto muy popular gracias a la empresa Meta


(Facebook), aunque en realidad tiene su origen en la novela distópica
Snow Crash, un bestseller publicado por Neal Stephenson en 1992.

Pero ¿a qué llamamos exactamente Metaverso? Literalmente significa


“Más allá del universo” y su objetivo es crear entornos virtuales tan
inmersivos que puedan imitar la realidad.

Estrategias encaminadas a la educación virtual

Clases virtualizadas: a diferencia de las clases a distancia, o en línea, las


clases virtualizadas permiten una mayor interacción con los recursos,
proponiendo una experiencia inmersiva que acorta las distancias físicas y
mejora la interacción entre alumnos y docentes. Una clase virtual amplía
las posibilidades de participación, y, lógicamente, reduce los índices de
distracción y deserción.

Bibliotecas virtuales: tienen mejores recursos de adaptación que un


simple acervo digital, ya que no solo contienen documentos digitalizados,
además, su diseño le permite adaptarse a las necesidades de las
Instituciones Educativas y la comunidad académica en general. El
concepto de “virtual” se refiere a la capacidad de realizar recorridos dentro
de la biblioteca y familiarizarse con sus recursos, de una manera mucho
más eficiente y dinámica en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.
Además, existe la posibilidad de acceder sin conexión a la colección
completa.

Laboratorios virtuales: estos recursos son los que mejor se adaptan al


concepto de metaverso. Están diseñados para que la inmersión en las
actividades comunes de un laboratorio físico pueda simularse con un alto
grado de efectividad en el mudo virtual. Estamos hablando de la
posibilidad de utilizar equipos virtuales e instrumentos de alta precisión
que los alumnos podrán manipular con la misma fidelidad que en la
realidad física.

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