Está en la página 1de 2

¿Qué funciones desempeña?

La sangre desempeña tres funciones, transporte, regulación y protección.

La primera de ellas hace referencia a la capacidad de la sangre de transportar gases,


nutrientes, hormonas y sustancias de desecho. La sangre se encarga del transporte de oxígeno
desde los pulmones a las células del organismo y del transporte de dióxido de carbono en
sentido inverso. También se encarga del transporte de los nutrientes absorbidos en el tracto
digestivo hacia los tejidos del organismo, del transporte de hormonas desde las glándulas
endocrinas hasta sus tejidos diana, y del transporte de sustancias de desecho y de calor hacia
los órganos encargados de su eliminación.

La función de regulación incluye el mantenimiento de la homeostasis de todos los líquidos


corporales, ya que gracias a la sangre se regula el pH, la temperatura corporal y la composición
hidroelectrolítica de las células y tejidos del organismo.

La función de protección es doble, en primer lugar, la capacidad de coagulación que tiene la


sangre previene la pérdida excesiva al lesionarse un vaso. Y, por otro lado, algunos de sus
componentes nos defienden frente a las enfermedades, los diferentes tipos de glóbulos
blancos y una amplia variedad de proteínas como anticuerpos, interferones o factores del
sistema del complemento

¿Qué papel juega la sangre en nuestro sistema inmunitario?

El sistema inmune está formado por diferentes líneas de defensa frente a las infecciones, una
primera línea la forman la piel y las mucosas, una segunda línea la constituyen las defensas
internas que engloban a las proteínas antimicrobianas, los fagocitos las células NK (del inglés
“natural killers”), el proceso inflamatorio y la fiebre. Muchas de estas defensas internas se
encuentran formando parte de la sangre bien de la matriz líquida donde podemos encontrar
las proteínas antimicrobianas como los interferones, los factores del complemento y otros;
bien como células sanguíneas que forman parte también del sistema inmune, ya que tanto los
fagocitos como las células NK son glóbulos blancos. Además, los linfocitos juegan un papel
clave en el proceso inflamatorio que es un mecanismo de respuesta defensiva de tipo
inespecífico por parte del organismo frente a lesiones tisulares.

¿Cuáles son las principales patologías que afectan a la sangre?

Las principales patologías de la sangre las podemos abarcar bajo el nombre de discrasias
sanguíneas, el término discrasia hace referencia a una alteración permanente cualitativa o
cuantitativa de la sangre, en particular de los elementos formes. Según nos centremos en un
tipo u otro de elemento formes tendremos diferentes patologías, así podemos hablar de
patologías de los glóbulos rojos, de los glóbulos blancos y de las plaquetas.
Las patologías de los glóbulos rojos se pueden clasificar en las que son de tipo cuantitativo y así
tendremos la policitemia, que hace referencia a un recuento superior a lo normal de hematíes,
y la anemia, que hace referencia a niveles bajos de hemoglobina, una proteína que se
encuentra en el interior de los glóbulos rojos, por lo que a menudo se asocia a un número bajo
de estos. Pero las alteraciones de los hematíes también pueden ser cualitativas, relacionadas
con moléculas de hemoglobina anormales, lo que produce alteraciones morfológicas y
también anemia, como es el caso de la anemia drepanocítica (en la que los hematíes contienen
hemoglobina tipo S).

También podría gustarte