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Clasificación
Para el estudio de las posibles localizaciones de los cordales incluidos, usaremos la clasificación de Pell y Gregory.
Esta clasificación se basa en una evaluación de las relaciones del cordal con el segundo molar y con la rama
ascendente de la mandíbula, y con la profundidad relativa del tercer molar en el hueso
RELACIÓNDELCORDALCONRESPECTOALARAMA ASCENDENTE DE LA
MANDÍBULA Y EL SEGUNDO MOLAR
CLASIFICACIÓN DE WINTER
Winter propuso otra clasificación valorando la posición del ter- cer molar en relación con el eje longitudinal
del segundo molar (fi- gura 12.3).
- Mesioangular.
- Horizontal.
- Vertical.
- Distoangular.
- Invertido.
POSICIONES DEL TERCER MOLAR
INFERIOR.
(A) MESIOVERSIÓN.
(B) HORIZONTAL.
(C) VERTICAL.
(D) DISTOVERSIÓN.
(E) INVERTIDO.
(F) VESTIBULOVERSIÓN.
(G) LINGUOVERSIÓN.
(I) ERUPCIONADO.
(A) 1.8 erupcionado
correctamente y 4.8 en
mesioversión.
(B) 2.8 erupcionado
correctamente y 3.8 en
distoversión.
(C) 2.8 en distoversión y 3.8
en inclusión intraósea.
(D) Inclusiones intraóseas,
2.8 en mesioversión y 3.8
en posición horizontal.
Para autores como Licdholm y cois., y Krutsson y cois, los
cordales en posición mesioangular tienen de 22 a 34 veces más
posibilidades de provocar patología que un tercer molar
erupcionado o en inclusión intraósea completa. La posición
distoangular tiene un riesgo de 5 a 12 veces mayor de dar
patología.
TEORÍA MECÁNICA
La irritación y la inflamación son debidas a la falta de espacio, a la dureza de la encía y a la
resistencia del hueso.
Esta patogenia mecánica explica también que las presiones del tercer molar contra el
segundo molar y contra el grupo incisivo-canino produzcan desplazamientos dentarios
(apiñamiento anterior) y alteraciones de la oclusión (contactos prematuros y patología
disfuncional de la articulación temporomandibular).
TEORÍA DE CAPDEPONT
TEORÍA NEUROLÓCICA
Complicaciones mucosas
Complicaciones por celulitis buco/aciales
Complicaciones ganglionares
Complicaciones óseas
COMPLICACIONES
TUMORALES
Granulomas
El proceso infeccioso crónico local puede inducir la formación de tejido de granulación que se
encuentra sobre todo en la cara posterior del tercer molar aunque también puede aparecer en sus
caras vestibular, mesial y lingual.
En la radiografía se evidencia un simple engrasamiento del saco pericoronario que traduce la
existencia de este espesamiento o membrana, más o menos gruesa, de tejido de granulación que
deberá ser eliminada al hacer la extracción del tercer molar.
Quistes paradentales
Pueden aparecer granulomas marginales en las zonas anterior o pos- terior que son considerados
por algunos autores como quistes latero- coronarios, quistes inflamatorios colaterales o
paradentales.
Quistes Radiculares
No debemos dejar nunca un tercer molar, si con ello se compromete la extirpación correcta de una
lesión neoplásica.
ESTUDIO DE LAS RAÍCES
Ningún molar tiene características parecidas a las que presenta el tercer molar inferior, en lo que respecta a
número, forma, tamaño, disposición y anomalías de las raíces.
En su conjunto, las raíces del tercer molar pueden asemejarse a un cono de base superior, que coincide con el
cuello dentario.
Son también frecuentes los terceros molares con ambas raíces unidas o fusionadas
formando una única raíz de forma cónica. Pero en algunos casos nos encontramos con tres,
cuatro y cinco raíces que dan lugar a una disposición radicular caprichosa que escapa a
toda norma
ESTUDIO DE LAS RAÍCES
La forma de la corona y de las cúspides es muy importante cuando la vía de extracción del
tercer molar queda completamente obstruida por el segundo molar.
En estos casos, las cúspides del cordal se superponen a la superficie distal del segundo
molar en la radiografía in- trabucal; en esta circunstancia, aplicar fuerza sobre la cara mesial
del diente incluido puede implicar la lesión de las estructuras de soporte del segundo molar e
incluso su luxación.
ESTUDIO DE HUESO
Hueso mesial
Hueso vestibular
La extracción que exige efectuar ostectomía del Es sumamente sólido y resistente, y de distinto
hueso pericoronario se logra, en el caso del espesor dependiendo del tipo de inclusión del
hueso mesial, tras la eliminación de la porción cordal. El estudio radiográfico es poco útil para
vestibular y el vértice de este hueso mesial, su estudio, pues la mayor densidad radiográfica
para permitir en un tiempo posterior el apoyo en de la corona del tercer molar incluido resta
ellos del instrumental quirúrgico. nitidez y exactitud a su imagen.
Hueso distal
Hueso interradicular
Denominado "septum". Debe valorarse El hueso distal es de una arquitectura sólida y se
adecuadamente la posible existencia de describe como una ancha planicie deprimida en
trastornos del hueso como osteodistrofias o su centro, pero en múltiples ocasiones en esta
neoplasias óseas lo cual complicaría aún más la zona se presentan numerosos procesos
intervención quirúrgica, pero generalmente este patológicos originados casi siempre a expensas
tipo de patología es muy rara y fácilmente del saco pericoronario (quistes foliculares) o del
demostrable en las radiografías. ligamento periodontal (quistes paradentales).
CONDUCTO DENTARIO INFERIOR
Se inicia en la cara interna de la mandíbula en el agujero mandibular (limitado por delante por la
espina de Spix) y recorre el hueso hasta la altura de los premolares inferiores, es decir, hasta el
agujero mentoniano. El conducto dentario inferior está protegido por una cortical, que le es
propia, y que en la radiografía se identifica como dos líneas radioopacas.
Si comprobamos que el tercer molar incluido tiene una relación estrecha con el conducto
dentario inferior y su contenido, deberemos explorar muy bien la radiografía y sería
conveniente tenerlo bien localizado mediante tomografía computadorizada. Antes de la
intervención quirúrgica deberemos advertir al paciente de la posibilidad de que presente
una parestesia postoperatoria del nervio
El suelo del seno maxilar es el proceso alveolar, y su punto más declive está situado en el
adulto a nivel de los ápices del primer y segundo molar. No obstante, el tercer molar mantiene
con él, en todas sus fases de desarrollo, una relación muy estrecha; puede incluso afirmarse
que algunos cordales están separados del seno maxilar por una fina capa de hueso.
La pericoronaritis suele ser el problema más frecuente; en este caso se debe retrasar la
extracción del cordal hasta controlar la infección aguda; para ello se indica antibioticoterapia
y analgésicos-antiinflamatorios junto con medidas higiénicas locales como enjuagues con
antisépticos.
Tipo de solución cáustica usada con este fin: las más frecuentes son la de ácido crómico, fenol,
ácido tricloroacético, solución amoniacal de nitrato de plata de Howe, o cristales de nitrato de
plata fundidos sobre el extremo de una sonda de plata.
La experiencia clínica nos enseña que la mayoría de dientes incluidos, incluso los situados de
forma intraósea profunda, acaba provocando alguna complicación más pronto o más tarde.
Como los problemas operatorios y postoperatorios son muy poco importantes si no hay un
proceso patológico presente en el cordal incluido
Se recomienda extraer estos molares apenas se tiene la evidencia de que
no hay suficiente espacio o están en una posición que no les permitirá
hacer una erupción normal. Como el crecimiento maxilar se completa entre
los 16 y 18 años, la decisión debería adoptarse en este momento. A esta
edad las raíces se han formado aproximadamente la mitad o las dos
terceras partes y esto facilita su extracción.