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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONÍA PERUANA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y DE NEGOCIOS

“TIPOS DE PRODUCTOS”

Estudiante:
Flores Grandez Dastty Jheraldin Andrea

Docente:
Lic. Adm. Wu Koy Fon Chonn Chang, Dr.

Escuela:
Administración

Curso:
Gestión de la Cadena de Suministros

Semestre Académico:
2023-II

Nivel y Ciclo:
Segundo – Cuarto

“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la


conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”

IQUITOS-PERÚ
2024
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................3

1. EL PRODUCTO: DEFINICIONES Y CONCEPTOS.........................................5

1.1. ¿Qué es un producto?.........................................................................................5

1.2. Características de un producto...........................................................................7

2. TIPOS DE PRODUCTOS: CLASIFICACIÓN GENERAL...............................9

2.1. Clasificación de los Productos de Consumo:.....................................................9

2.2. Clasificación de los Productos de Negocios.....................................................10

2.3. Clasificación de los productos según su durabilidad y tangibilidad................12

2.4. Otros Tipos de Productos.................................................................................13

CONCLUSIÓN................................................................................................................16

BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................17
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INTRODUCCIÓN

Entre la empresa y el consumidor se traba y se prolonga un diálogo permanente y sutil,

cuyo soporte es el producto. Se trata de reorientar la mentalidad de la empresa para dirigirla

directamente a la satisfacción del cliente. Y el producto también se tiene que ver afectado por ese

cambio.

La sociedad actual, la llamada sociedad de consumo, está inmersa en un vertiginoso

remolino de creación de nuevos productos, de ofertas cada vez más sofisticadas que, en algunos

casos, incluso saturan al consumidor. Pero es el mercado el que nos toca competir y es rápido,

muy rápido. ¡El 80 por 100 de los productos que compraremos dentro de diez años todavía no

existe! Y la empresa que tiene el derecho a aspirar a una existencia más larga que la de sus

productos, no puede desinteresarse de las leyes por las que estos evolucionan tan rápidamente.

Su supervivencia depende de la buena comprensión del fenómeno en su totalidad.

Ha hecho falta en la empresa tomar una clara conciencia de esta aceleración. En otro

tiempo, cuando se daban cuenta del aumento de la cifra de negocios, se decía: "Esto marcha".

Cuando la cifra de negocios se mantenía, se decía: "Esto se mantiene, pero podría ir mejor".

Cuando bajaba, se decía: "Esto va mal". Pero como el campo de visión no sobrepasaba los seis

meses del año, no se pensaba en unir estas variaciones de la cifra de negocios con un movimiento

fundamental que las explicara. Y, de todas formas, los productos duraban tanto que se prefería no

plantearse el problema de saber si perecerían un día.

No obstante, a veces, las empresas ofertan productos que cubren las necesidades de los

clientes y sin embargo éstos fracasan. En estos casos el resto de variables de Marketing Mix que

la rodean han sido erróneamente definidas. El producto debe estar cargado de sentido para el
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consumidor, recordarle conductas habituales, inducirle a preciadas comodidades, guiarlo en las

opciones de su vida cotidiana. Es, de alguna forma, un modelo previo de acción con el que está

de acuerdo y se siente identificado.

Si por casualidad la correspondencia se ve interrumpida, si el producto pretende llevar al

consumidor a conductas que no le convienen, si le pide esfuerzos que él no quiere hacer, si no le

dice nada o le dice cosas que no le interesan, el producto no está atendiendo a las necesidades de

quien, en el fondo, es su objetivo, su razón de ser.

El consumidor se separa inevitablemente de una empresa que ni le escucha ni le oye.

Hemos hablado bastante del producto considerado como un lenguaje, para darnos cuenta de que

este fenómeno está regido, ante todo, por leyes de orden sociológico.

En efecto, no se trata de interesarnos por un producto en sí, cuya duración de empleo

individual está en relación con la concepción técnica y la solidez, es un asunto de laboratorio y

de ingenieros, sino de considerar el producto como un modo particular de consumo; es decir,

como el elemento provisional de una civilización en evolución. De donde se deduce que el ciclo

vital del producto depende de la relación producto-consumidor que se establece en un concepto

dado. Pero la existencia de un producto de calidad y realmente integrado en las necesidades que

el Mercado demanda no significa que el proceso de desarrollo de la Función de Marketing haya

finalizado. Más bien al contrario; ése es el principio. Porque ahora hay que decirle, comunicarle

al Mercado qué producto tenemos.


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1. EL PRODUCTO: DEFINICIONES Y CONCEPTOS

1.1. ¿Qué es un producto?

De acuerdo con la definición del profesor Santesmases, un producto es “cualquier bien

material, servicio o idea que posea un valor para el consumidor y sea susceptible de satisfacer

una necesidad” El concepto de producto se basa más en las necesidades que satisface que en sus

elementos más característicos. Henry Ford fue el primero en lanzar coches en serie al mercado, y

fue el primero en dar a elegir alguna característica del producto ya que sus clientes podían elegir

el coche del color que quisieran, “siempre que fuera negro”. Poco a poco los productos han ido

acercándose más al concepto actual, en el que las características tangibles deben ir acompañadas,

necesariamente, de las intangibles.

Cuando alguien se compra un coche, se está comprando algo más que planchas de metal,

un volante y el caucho de las ruedas; se está comprando todos los elementos intangibles que dan

personalidad al coche: un diseño, un logo, una simple idea (¿te gusta conducir?) El Marketing

debe encargarse de crear un cóctel con todos esos elementos, tangibles e intangibles, y dar forma

al producto para comunicárselo al mercado de la mejor forma posible.

Stanton, Etzel y Walker, autores del libro "Fundamentos de Marketing", definen el

producto como "un conjunto de atributos tangibles e intangibles que abarcan empaque, color,

precio, calidad y marca, más los servicios y la reputación del vendedor; el producto puede ser un

bien, un servicio, un lugar, una persona o una idea".

Según Jerome McCarthy y William Perrault, autores del libro "Marketing Planeación

Estratégica de la Teoría a la Práctica", el producto "es la oferta con que una compañía satisface

una necesidad".
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Para Ricardo Romero, autor del libro "Marketing", el producto es "todo aquello, bien o

servicio, que sea susceptible de ser vendido. El producto depende de los siguientes factores: la

línea (por ejemplo, calzado para varones), la marca (el nombre comercial) y por supuesto, la

calidad".

La American Marketing Asociation (A.M.A.), define el término producto, como "un

conjunto de atributos (características, funciones, beneficios y usos) que le dan la capacidad para

ser intercambiado o usado. Usualmente, es una combinación de aspectos tangibles e intangibles.

Así, un producto puede ser una idea, una entidad física (un bien), un servicio o cualquier

combinación de los tres. El producto existe para propósitos de intercambio y para la satisfacción

de objetivos individuales y de la organización".

Según el Diccionario de Marketing, de Cultural S.A., el producto "es cualquier objeto,

servicio o idea que es percibido como capaz de satisfacer una necesidad y que representa la

oferta de la empresa. Es el resultado de un esfuerzo creador y se ofrece al cliente con unas

determinadas características. El producto se define también como el potencial de satisfactores

generados antes, durante y después de la venta, y que son susceptibles de intercambio. Aquí se

incluyen todos los componentes del producto, sean o no tangibles, como el envasado, el

etiquetado y las políticas de servicio".

Con las definiciones dadas anteriormente, podemos decir que, el producto es el resultado

de un esfuerzo creador que tiene un conjunto de atributos tangibles e intangibles (empaque,

color, precio, calidad, marca, servicios y la reputación del vendedor) los cuales son percibidos

por sus compradores (reales y potenciales) como capaces de satisfacer sus necesidades o deseos.
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Por tanto, un producto puede ser un bien (una guitarra), un servicio (un examen médico),

una idea (los pasos para dejar de fumar), una persona (un político) o un lugar (playas

paradisiacas para vacacionar), y existe para:

 Propósitos de intercambio

 La satisfacción de necesidades o deseos

 Para coadyuvar al logro de objetivos de una organización (lucrativa o no lucrativa).

1.2. Características de un producto

Un producto está formado por diferentes atributos, como hemos señalado, englobables

entre los tangibles y los intangibles que lo caracterizan y le dan personalidad. Para conocer más

en detalle un producto, son nueve los elementos que se pueden analizar de forma genérica,

aunque siempre dependerán de la naturaleza del propio producto (de acuerdo con el

planteamiento del profesor (Muñiz).

1. Núcleo: Se refiere a las propiedades físicas, químicas y técnicas del producto.

2. Calidad: Valoración de los elementos que componen el núcleo, de acuerdo con unos

criterios que son comparativos con la competencia.

3. Precio: Valor último de adquisición.

4. Envase: Elemento de protección del que está dotado el producto y que, junto al

diseño, aporta un gran componente de imagen.

5. Diseño, forma y tamaño: Permiten la identificación del producto o la empresa y,

generalmente, configura la propia personalidad del mismo.

6. Marca, nombres y expresiones gráficas: Igualmente, facilitan la identificación del

producto y permiten su recuerdo asociado a uno u otro atributo.


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7. Servicio: Conjunto de valores añadidos a un producto que nos permite poder marcar

las diferencias respecto a los demás.

8. Imagen del producto: Opinión que se crea en la mente del consumidor según la

información recibida, directa o indirectamente, sobre el producto.

9. Imagen de la empresa: Opinión en la memoria del mercado que interviene positiva o

negativamente en los criterios y actitudes del consumidor hacia los productos. Una

buena imagen de empresa avala, en principio, a los productos de nueva creación; así

como una buena imagen de marca consolida a la empresa y al resto de los productos

de la misma.

El mercado y la empresa valoran de diferente manera los atributos de un producto. Y ése

es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el Marketing, porque lo importante es

conseguir que ambos estén en la misma onda, que entiendan el producto y todo lo que lo rodea

de la misma manera. Se trata de que lo que la empresa cree que es su producto sea lo mismo que

comunique al mercado y que, a su vez, el mercado entienda el mensaje en el mismo sentido que

la empresa lo ha entendido previamente.


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2. TIPOS DE PRODUCTOS: CLASIFICACIÓN GENERAL

Es tradicional la división entre productos de consumo e industriales. Entre los primeros

cabe distinguir entre productos de consumo duradero y de consumo destructivo (no duradero). La

identificación del producto parte de una diferenciación formal del mismo y se realiza mediante la

marca y el modelo y, en algunos casos, también mediante el envase. La marca es además un

instrumento de protección legal; el modelo es un elemento de identificación dentro de la marca, y

el envase es el continente del producto, que constituye una forma de presentarlo. En algunos

productos, el envase es de importancia fundamental para su venta.

La marca se define como "un nombre, término, símbolo o diseño, o una combinación de

ellos, que trata de identificar los productos y servicios de un vendedor o grupo de vendedores y

diferenciarlos de sus competidores".

2.1. Clasificación de los Productos de Consumo:

Se dividen en cuatro tipos de productos, según su uso a nivel personal o en los hogares.

2.1.1. Productos o Bienes de Conveniencia: Un producto de conveniencia es un

artículo relativamente barato cuya compra exige poco esfuerzo. Es decir, un

consumidor no estaría dispuesto a emprender una búsqueda extensa de ese

artículo. Caramelos, refrescos, peines, aspirinas, pequeños artículos de ferretería,

tintorería y lavado de automóviles entran en la categoría de productos de

conveniencia.

2.1.2. Productos de Comparación o Bienes de Compra Comparada: Se considera

bien de compra comparada un producto tangible del cual el consumidor quiere

comparar calidad, precio y talvez estilo en varias tiendas antes de hacer una
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compra. Ejemplos de bienes de compra comparada, al menos para la mayoría de

los consumidores, son la ropa de moda, los muebles, los aparatos

electrodomésticos caros y los automóviles.

2.1.3. Productos o Bienes de Especialidad: Son aquellos productos que tienen

características únicas o identificaciones de marca para las cuales un grupo

significativo de compradores está dispuesto a realizar un esfuerzo especial de

compra. Como ejemplos se pueden citar los automóviles, artículos de alta

fidelidad, máquinas fotográficas y trajes.

2.1.4. Productos o Bienes no Buscados: Son aquellos cuya existencia no es conocida

por el consumidor o que, conociéndola, no desea comprar. Nuevos productos tales

como detectores de humo, son bienes no buscados hasta que el consumidor entra

en contacto con ellos a través de la publicidad. Los clásicos ejemplos de bienes no

buscados son los seguros de vida, enciclopedias o lápidas funerarias.

2.2. Clasificación de los Productos de Negocios

Se dividen en siete tipos de productos, de acuerdo con su uso:

2.2.1. Equipo Mayor o Instalaciones: El equipo mayor incluye bienes de capital como

máquinas grandes o costosas, computadoras principales, altos hornos,

generadores, aviones y edificios. La característica que diferencia a las

instalaciones de otras categorías de bienes de negocios es que afecta directamente

a la escala de operaciones en la producción de bienes y servicios de una

organización.

2.2.2. Equipo Accesorio o Accesorios de Equipamiento: Comprenden equipo portátil

y herramientas (por ejemplo, herramientas de mano, carretillas elevadoras) y


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equipamiento de oficina (por ejemplo, mesas de oficina, máquinas de escribir).

Estos tipos de equipos no forman parte de los productos terminados. Tienen vida

más corta que la de las instalaciones, pero más larga que la de los accesorios que

se utilizan en la explotación.

2.2.3. Materias Primas: Los bienes de negocios que se convierten en parte de otro

producto tangible antes de ser procesados en cualquier otra forma (excepto si son

necesarios para ayudar en el manejo del producto) se consideran materias primas

y comprenden:

 Bienes que se encuentran en su estado natural, como minerales, suelos y

productos del bosque y del mar.

 Productos agrícolas, como el algodón, las frutas, el ganado, y productos

animales, entre ellos los huevos y la leche cruda.

2.2.4. Componentes: Son artículos ya terminados, listos para su ensamble, o productos

que necesitan muy poco procesamiento antes de formar parte de algún otro

producto. Los ejemplos incluyen bujías, llantas y motores eléctricos para autos.

2.2.5. Materiales Procesados: Se usan directamente en la fabricación de otros

productos. A diferencia de las materias primas, han tenido algún procesamiento.

Los ejemplos incluyen lámina metálica, materias químicas, aceros especiales,

maderas, jarabe de maíz y plásticos. A diferencia de los componentes, los

materiales procesados no retienen su identidad en el producto final.

2.2.6. Suministros de Operación: Los bienes de negocios que se caracterizan por un

bajo valor monetario por unidad y una corta duración, y que contribuyen a las

operaciones de una organización sin convertirse en parte del producto terminado


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se llaman suministros de operación. Los suministros pueden ser de dos clases:

Suministros operativos (por ejemplo, lubricantes, carbón, papel para escribir a

máquina, lapiceros) y productos destinados al mantenimiento y reparaciones

(pintura, clavos, brocas). Son el equivalente de los bienes de conveniencia en el

terreno industrial, y normalmente se compran con un mínimo esfuerzo, búsqueda

y valoración de alternativas.

2.2.7. Servicios de los Negocios o Servicios a la Empresa: Incluyen mantenimiento y

servicio de reparaciones (por ejemplo, limpieza de cristales, reparación de

máquinas de escribir) y servicios de consultoría (por ejemplo, en materia legal, en

materia de dirección, en publicidad). La contratación de un proveedor externo

tiene sentido cuando cuesta menos que la contratación o asignación de un

empleado para que realice las tareas y cuando se necesita un proveedor externo a

causa de una habilidad específica.

2.3. Clasificación de los productos según su durabilidad y tangibilidad

Se dividen en tres tipos de productos, de acuerdo a la cantidad de veces que pueden ser

usados, el tiempo que duran y su tangibilidad:

2.3.1. Bienes de consumo no duraderos: Son aquellos que, siendo tangibles, suelen

consumirse rápidamente: cerveza o jabón.

2.3.2. Bienes de consumo duraderos: Son tangibles y generalmente pueden usarse

muchas veces: frigoríficos, herramientas mecánicas y ropa.

2.3.3. Servicios: Son intangibles, inseparables, variables y perecederos. En

consecuencia, suelen exigir un mayor control de calidad, credibilidad por parte


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del proveedor y adaptación a las preferencias de los consumidores. Dos ejemplos:

Un corte de cabello o un servicio de reparación del automóvil.

2.4. Otros Tipos de Productos

Según Laura Fischer y Jorge Espejo, otras clasificaciones de productos trascendentes en

la formulación de estrategias, son las siguientes:

2.4.1. Productos de consumo popular: Son productos fabricados y destinados a

consumidores finales sin la necesidad de un proceso industrial adicional. Se

encuentran en lugares accesibles al público en general y se compran regularmente

para satisfacer una necesidad; son productos destinados al mercado masivo.

2.4.2. Productos gancho: Estos productos no reditúan una ganancia considerable a la

empresa, pero sirven para vender otros o para dar una imagen al consumidor de

que la empresa cuenta con todo lo necesario.

2.4.3. Productos de impulso: Furgen como base para dar a conocer otros productos de

reciente creación y características similares; en ocasiones se hacen modificaciones

a su diseño antes de su decadencia.

2.4.4. Productos de alta rotación: Son los que se producen en gran cantidad,

rápidamente y para una temporada corta (por ejemplo, esferas navideñas, trajes de

baño, tiendas de campaña, impermeables, etcétera).

2.4.5. Productos de media y baja rotación: Estos no tienen una producción masiva. La

producción es baja o intermedia de acuerdo con el pedido de cada una de las

empresas. Entre otros, pueden citarse mosaicos, materiales eléctricos, estambres y

tornillos.
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2.4.6. Productos de temporada: Son aquellos que se producen como respuesta a la

demanda en las diferentes épocas del año (por ejemplo, juguetes, útiles escolares,

etc.

2.4.7. Productos importados: Son productos elaborados en el extranjero, cuyo precio a

veces es muy alto. Los productos pueden describirse en términos de sus

características y beneficios. Las características de un producto son sus rasgos; los

beneficios son las necesidades del cliente satisfechas por tales rasgos. Algunos

ejemplos de esos rasgos son: tamaño, color, potencia, funcionalidad, diseño, horas

de servicio y contenido estructural. Los beneficios son menos tangibles, pero

siempre responden a la pregunta del cliente: ¿En qué me beneficia? Mientras que

normalmente los rasgos del producto son fácilmente definibles, hacer lo mismo

con sus beneficios puede ser más delicado, ya que existen en la mente del

consumidor o cliente. Los beneficios más atractivos de un producto son los que

proporcionan gratificación emotiva o financiera. El beneficio que ofrece una pasta

de dientes no es una sonrisa más brillante, sino es lo que esta sonrisa puede

traerle: una pareja atractiva, un mejor trabajo, etc.

Entender las características y beneficios de su producto le permiten:

 Describir sus productos en términos importantes para su cliente.

 Diferenciar: Explique las diferencias de su producto con respecto al de sus

competidores en términos que establezcan distintos beneficios.

 Seleccionar de manera eficaz estrategias de precio y posicionamiento.

Algunos productos pueden ser: extremadamente exclusivos (productos de especialidad),

virtualmente indistinguibles de los productos de los competidores (productos genéricos), o


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pueden distribuirse entre estos extremos. Esto no quiere decir que el nivel de exclusividad sea

necesariamente mejor que cualquier otro, sin embargo, requiera de distintas estrategias de

mercadotecnia. Una estrategia potencialmente importante para los productos exclusivos es la

diferenciación, aquella que en la mente del consumidor la aparta del resto de los competidores.

Un entendimiento profundo de cómo se comparan los beneficios de su producto con los de sus

competidores le permitirá competir de manera efectiva a través de su diferenciación

2.4.8. Productos genéricos. Se perciben muy pocas diferencias, si acaso existieran,

entre todos los productos que compiten.

2.4.9. Productos de especialidad. Cuentan con características casi únicas al

compararlos con otros productos que compiten por obtener la preferencia de los

compradores.
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CONCLUSIÓN

Los consumidores perciben a los productos como elementos de beneficio que van a

satisfacer sus necesidades.

Al desarrollar productos, los mercadólogos primero deben identificar las principales

necesidades de los consumidores y así traspasarlas al producto para que éste satisfaga

eficientemente esa necesidad. Luego, deben diseñar el producto real y encontrar formas para

aumentarlo y crear el conjunto de beneficios que ofrezca la experiencia más satisfactoria al

cliente.

Asimismo, los mercadólogos deben lograr que la entrada de un producto al mercado

tenga la oportunidad de mantenerse dentro de ese mercado el mayor tiempo posible, es decir

deben crear estrategias para prolongar su ciclo de vida. Esto quiere decir que, en caso de poder

mejorar el producto, ya sea modificándolo o aumentando productos a una línea ya existente,

podría ganar ventaja sobre los otros competidores y así aumentar su participación en el mercado,

atraer más clientes y expandir la empresa.

Son muchas las razones que presionan al administrador de productos a analizar y

reconsiderar su producto o cartera de productos. Sin embargo, tomar el riesgo de mejorar el

producto en sí o las líneas con las que la empresa cuenta puede ser muy provechoso y generar

beneficios económicos.
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BIBLIOGRAFÍA

Kotler, P., Cámara, D., Grande, I., & Cruz, I. (s.f.). “Dirección de Marketing" Edición del

milenio. Prentice Hall.

Muñiz. (s.f.). Marketing del siglo XXI.

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