Está en la página 1de 12

1

Final Moderna.

Martínez Millán plantea que el principal problema de los estudios de la Edad Moderna
es que se centran en elementos transicionales buscando elementos para explicar al
capitalismo y al Estados Moderno. Esta etapa, sin embargo, que va desde el XI al XVIII tiene
características propias en cuanto a su desarrollo político que se basó en ideas de la filosofía
práctica que indicaba subordinar lo humano a principios éticos y virtudes que el padre o
príncipe debe tener. La influencia es aristotélica: Renacimiento.
Comenzaré hablando de la monarquía española para luego compararla con la francesa y
la inglesa. Para ello utilizaré las siguientes variables: rol de la aristocracia/nobleza, relación
con los grupos emergentes, situación de la estructura económica
¿Por qué tuvieron diferentes formas las monarquías de los tres países europeos? ¿Cómo
se formaron? ¿Cuál fue el rol de las diferentes clases sociales en estos procesos? ¿Qué
incidencia tuvo en ello la formación social estructural que se desarrollaba?
Comenzaré hablando de la Monarquía francesa que sí se conformó como absolutista.
Anderson afirma que Francia inició una progresión hacia la concentración monárquica y la
marginación de la nobleza de espacios de poder más importantes. Este proceso, sin
embargo, se vio interrumpido por tres eventos que sirvieron de escenario para la ofensiva
anti absolutista.
El fin de la guerra de los Cien Años implicó no sólo la victoria sobre Inglaterra sino que
también produjo cambios hacia el interior. La situación bélica había llevado a la
conformación de un ejército regular de tropas pagas con un impuesto que se cobraba
directamente a la aristocracia. Es decir, el Estado comenzó un desarrollo embrionario de
dos de los atributos más importantes para la centralización del poder: el uso de la violencia
fuera de las manos de una clase social específica y la capacidad de extraer recursos a través
de imposiciones fiscales.
El siglo XV pretendió seguir en esa línea pero los resortes del poder siguieron en manos
de la nobleza por lo que Carlos VII y Luis XI se enfrentaron al desafío de generar espacios
locales donde se vean reflejadas las decisiones centrales. De esta forma, aunque el poder
coercitivo era aún débil, se observa una expansión territorial del Estado que se ocupa de
dividir el territorio para administrarlo mejor. Durante el reinado de Luis XI se crean 12
gobernadurías administradas por príncipes reales o nobles que rendían cuentas al rey.
Siguen existiendo, en paralelo, los parlamentos locales con autoridad judicial que
contribuían a la composición de los Estados Generales y limitaban sus acciones, sobre todo
en materia impositiva. Esta situación condujo a que el siglo XV no fuera el tiempo en el que
2

el Rey arremetiera contra el poder de la nobleza ni torcieron su capacidad de contribución


preservando sus privilegios, dentro de las cuales estaba la exención de impuestos.
El siglo XVI está marcado por los enfrentamientos en torno a la disputa religiosa entre
protestantes y católicos. En este contexto, una facción de la nobleza aprovecha para
levantarse en sus pretensiones respecto del trono. Más allá de las connotaciones locales
que adquirió en los diferentes lugares y cómo se generalizó, puntualmente la de Francia,
aprovecho este espacio para recordar cómo se gestó la discordia religiosa que condujo a
involucrar al resto de los países.
Siguiendo a Burke, el siglo XIV vió emerger en Europa al movimiento renacentista como
creador de una Antigüedad a la que se pretende recuperar. Si bien surge en Italia como
consecuencia de una menor penetración de los rasgos culturales medievales (caballería,
vasallaje, catolicismo) del cual Francia era el epicentro la hegemonía cultural de la Alta Edad
Media, y la preservación de las instituciones laicas y civiles en el tiempo (universidades,
medicina, derecho), dicho movimiento fue extendiéndose y ha tomado la particularidad
específica de cada zona en un proceso de re significación y cotidianización. Lo que resalta es
una nueva concepción de la persona, como individuo, pero no estuvo alejado del
catolicismo, al contrario.
Sin embargo, el marco dado al autoconocimiento y la introspección del alma generó un
terreno fértil para las críticas a las actividades y el monopolio de la salvación en manos de la
Iglesia. Siguiendo a Cameron, el Renacimiento llegó al norte de Europa y, a partir del él
Martín Lutero tomó contacto con lecturas clásicas mientras se iba afirmando una corriente
más filológica que filosófica que permitiera romper con la estrechez del círculo capaz de
interpretar los textos antiguos. Este es un rasgo que se observa en Lutero, la ruptura que
provoca al lanzarse a la interpretación de la Biblia y romper con la unidad religiosa de
Europa, pese a que sus motivaciones no fueran estrictamente religiosas. De hecho se
observa una “mayor asimilación del humanismo renacentista por parte de los Papas del
siglo XVI que significaba una reconciliación con Italia dejando en un segundo plano la
reforma de la Iglesia” (Abellán) por eso, se afirma que Lutero es un hombre medieval que
frena la modernidad al retrotraerse “resituando en el centro de la vida humana la cuestión
de la gracia y de la salvación” (Abellán) en si crítica a las Indulgencias papales y su relación
con la justificación. En este sentido, Lutero pretendía reforzar el sentido de la confesión
porque, a diferencia del renacimiento humanista que destaca la bondad humana él la pone
1
en tela de juicio, cuando cuestionó las indulgencias por dinero. A partir de allí, ante la
negativa de la Iglesia, refuerza el sentido de “El justo vive por la fe”: Dios quiere salvarnos,
1
Insertar fuente de dignidad humana vs hombre malo de lutero y calvino
3

no por la justicia y sabiduría propias. Llegamos a Él para que Él nos haga justos al reconocer
que no somos capaces de sobreponernos al pecado. Esto lo hace cuando creemos en sus
palabras; mediante tal acto de fe nos justifica, es decir, nos tiene por justos (Comentario a
la Epístola de los Romanos)”.
A Francia el protestantismo llegó en su forma calvina. A diferencia de Lutero, Calvino no
estaba inclinado a la tolerancia religiosa, fue mucho más radical e impulsó la creación de
comunidades e Iglesias y manifestaba que su reforma era total, a diferencia de Lutero ya
que rechazaba del culto católico todo aquello que pareciera idolatría además del hecho de
que eran internacionalistas y no buscaban la conformación de iglesias nacionales. Por estas
razones, se había intensificado en Francia el recelo hacia el grupo reformado que, si bien
era minoritario, contaba en sus filas con personajes de las altas esferas de la nobleza
provinciana. Así, la Santa Liga y los hugonotes llevaron adelante una guerra civil que se
externalizó al involucrar a Inglaterra y a España pero también arrastró consigo a las clases
populares. Si bien los objetivos fueron, claramente, limitar a la monarquía, los 30 años que
duró la guerra civil no implicó que no tomaran conciencia de que, al involucrarse los
sectores populares, no tardaron en cerrar filas de intereses. Nunca fue religioso, de hecho,
según Anderson, no más del 10 % de la población representaba esa disidencia aristocrática.
Fueron los siglos XVII y XVIII los escenarios de un endurecimiento de la centralización
monárquica con objetivos absolutistas. Este proceso estuvo basado en quitar poder a la
nobleza y formar unidades administrativas racionales en cuya cabeza administrasen
personajes de otras capas sociales. Así, desde el reinado del Enrique IV, se centraliza el
poder en París y comienza una progresiva reducción de gastos mientras se generaban
impuestos indirectos al consumo y se legaliza La Paulette (alquiler para heredar cargo). Al
mismo tiempo, comenzaron a abolirse las altas dignidades, castillos y duelos. Esto último
coincide con un proceso que venía desde el siglo XVI con la conformación de una caballería
ligera, estructuras modernas y pagas (aunque los altos cargos siguen en manos de la
nobleza). Lo que significa esto es que se les quita la función que daba valor a su estamento
dentro de la teoría de las tres órdenes.
En la gestión de Richelieu se creó también el sistema de intendencias cuyos titulares
eran nombrados por el Rey y el cargo no se podía comprar. Si tenemos en cuenta la
descripción que Goubert hace del sistema podemos percibir la importancia que los
intendentes adquieren en una estructura en la que el Rey no puede designar sucesor, no
puede decidir sobre impuestos sin la aprobación de los Estados Generales. De este modo,
su capacidad legislativa depende exclusivamente de la existencia de personajes que acaten
4

y hagan acatar sus órdenes. Sin embargo, el personal era escaso así como el elemento
coactivo necesario para su ejecución efectiva.
Pero, siguiendo al mismo autor, las políticas de los reyes contra las sociedades no se
limitaban a la creación de estos intandants sino que también generaban nuevos cargos a
través de su venta (que redundaba para la Corona en beneficios económicos). Lo que
sucede es una superposición de cargos para la misma función que, por supuesto, generan
incomodidad en los Parlamentos que había creído recuperar terreno durante las Guerras de
Religióin.
Ahora bien, observamos que hay incorporación de nuevos estratos económicos a la
estructura política pero que ésta, a su vez, no se moderniza ni se democratiza sino que se
refuerzan los resortes del absolutismo. Los autores que se trabajaron para comprender el
proceso, Goubert y Elías, presentan un escenario que explica por qué el Rey no termina de
eliminar a la nobleza y emprende la construcción de una burocracia independiente de ella.
La penetración del capital comercial en las estructuras del Estado no implicó una
renovación legislativa en pos del desarrollo capitalista aunque se pueda asumir que la
compra de cargos o derechos eran una inversión (préstamos a la nobleza o al Rey) en sí
misma casi sin riesgos (más adelante analizaremos cómo esto afectó al proceso de
transición al capitalismo). De todos modos, esta porción burguesa no pudo evitar ser
absorbida por los hábitos de vida y consumo de la nobleza.
La nobleza, por su parte, fue alejada de sus dominios así como de su actividad guerrera
para ser trasladada a la Corte central de Versalles. Allí, comenzó a cumplir tareas de servicio
al Rey, muchas de ellas domésticas. Otras de sus funciones históricas como las de
consejeros o magistrados, fueron eliminados y rebajados a tareas de retiro para que sus
tareas sean cumplidas por los intadents. Así, la nobleza es marginada pero dentro de una
nueva estructura pero no se la burocratizó ni se le quitó su potestad de judicial.

El proyecto absolutista francés, sin embargo, tuvo otros contrapuntos de los que hubo
de ocuparse y estos fueron los Grandes quienes verdaderamente podrían disputar el poder
porque son tan poderosos e independientes que no están representados en ningún
estamento. Después de la Guerra de Religión, esa autonomía la perdieron desde lo material
porque se les quitaron las fortalezas pero también desde lo ideológico pues ha quedado
revelado completamente el carácter legítimo del Rey por sobre el resto de la nobleza.
La cuestión de la legitimidad tiene que ver con la protección de la nobleza a la que
quiere marginar: el Rey es un noble y protege los privilegios de quienes pueden disputarle
el poder obligándolos moral y legalmente a no poder emprender otro estilo de vida. Es
5

legista, protector y mediador entre nobles y con la burguesía que también penetra en la
Corte.
EL ABSOLUTISMO Y NO OTRA COSA FUE POSIBLE EN FRANCIA PORQUE LAS
ESTRUCTURAS DE CLASES NO FUERON MODIFICADAS.
El proceso de conformación del absolutismo español está asociado, en su fundamentación, a la
apropiación de las ideas del Renacimiento del siglo XVI en las que se enfatiza en la necesidad
de renovar el poder político aunque ello no implique un cambio brusco sino progresivo en el
que se forma una burocracia organizada y un ejército de mercenarios sin vínculos feudales
que: “porque en último término lo que constituye la realidad del Estado es su dimensión
isntitucional, esto es, el constituir el aparato de gobierno compuesto por complejas
instituciones. De tal manera que el crecimiento y consolidación del Estado absolutista
determina un progresivo y paradójico distanciamiento entre el rey y las concretas y cotidianas
tareas de gobierno. Entre el Rey y los súbditos se interpone el Estado pero es el momento en el
que más es aquel, y su familia, deificado” (Tomás y Valiente; El gobierno de la Monarquía y la
administración de los reinos en nota al pie de García Marín)
Veremos en este caso, cómo se consolida el absolutismo de la mano de la nobleza que recibe
muchas influencias de la corte de Nápoles y de Aviñón.
Enfatizaré en esta cuestión, en primera instancia, porque es de suma importancia para
comprender la composición cualitativa de la estructura monárquica española. Siguiendo a
Aguade Nieto, con la llegada de la dinastía Trastárama se produce una renovación de la
nobleza: una parte desaparece por un cuestión biológica que implicó la persecución de las
facciones contrarias a Pedro I (agregar árbol genealógico) pero los demás toman otros matices
al mezclarse con personas de otro origen traídos por los Reyes Católicos.
El pensamiento político de los Reyes Católicos tenía dos ejes: soberanía y burocracia como
sustancia del control político del territorio. Apoyado en un poder coercitivo más fuerte, el Rey
sostiene el carácter semi-sagrado de la Edad Media 2 pero adquiere un político en virtud de que
garantiza el bienestar del pueblo estando a la cabeza de su grupo de funcionarios sin que esto
implique división de poderes: “Ministros que ayuden al gobierno a admitirlos , y la razón y la
necesidad los admite, pero el Príncipe muestre y de a entender que las órdenes y resoluciones
son sólo suyas (E Narbona; Doctrina política y civil escrita en aphorismos en nota al pie de
García Marín)”. Así, entonces, la jurisdicción es sólo ejercida por el Rey y transferida por el
tiempo que quiera y a quien quiera. Sólo se da jurisdicciones indisolubles cuando se trata de
primeras instancias.

2
Pintura renacentista
6

Los autores hacen referencia a las teorías de la construcción de un Estado señorial en un


aparente proceso de refeudalización como consecuencia de los mecanismos utilizados para
salir de la crisis del XIV. En este sentido, Atienza Hernández, al analizar la estructura de poder
aristocrática resalta la importancia del mayorazgo como forma en que la Monarquía colaboró
para que la nobleza no pierda su poder de tierra frente a su creciente endeudamiento:
“mandamos que las cosas que son de mayorazgo, sean villas o fortalezas (…), muerto el
tenedor del mayorazgo, luego sin otro acto de aprehensión de posesión se traspase la posesión
civil y natural en el siguiente según la disposición del mayorazgo, aunque otro tenga la
posesión de esas villas en vida del fundador del mayorazgo”. Se interpretó con esto que la
Corona estaría, de ese modo traspasando poder jurisdiccional pero en realidad la conservación
de esos señoríos no anulan la preeminencia del Rey, el derecho soberano es de él y todos los
poderes derivan de él.
¿Cómo se conformó esa estructura de poder? ¿Qué rol ocupó la Iglesia? ¿Qué lugar ocupó el
Renacimiento en la armonización entre los ideales de modernización jurídico política y la
necesidad de orden social?
En primer lugar es destacable cómo la Monarquía española, a partir de los Reyes Católicos,
hace surgir una idea de la cosa pública asociada a la vida religiosa pero es una vida activa. Este
es un rasgo que se observa no sólo en las formaciones institucionales y jurídicas sino también
en la no separación de las nociones de delito y pecado.
Una de las características fundamentales de la conformación del absolutismo ibérico tiene que
ver con que es plurisjurisdiccional con muchos núcleos autónomos, distantes, con derecho y
lenguas propios (Sicilia, Nápoles, Cataluña, Portugal hasta su independencia). Sin embargo, la
justicia nunca dejó de ser potestad absoluta del Rey, no ha sido enajenada como en el caso
francés, porque gobernar es administrar la justicia. El rey designa a los jueces y se dividen los
tribunales superiores (Consejo Real, Consejo de la Corte, Consejo de Navarra, Canchillerías y
Audiencias). Siguiendo a de las Heras, si bien la organización es carente de coherencia en
cuanto a que las funciones muchas veces se pisan entre sí, se observa una creciente
burocratización e interés por el hecho de que se realice a través de letrados formados para la
compilación de las diferentes leyes y utilizando la imprenta, dio como resultado la publicación
dela norma jurídica en textos de referencia obligatoria.
El carácter legislativo civil no se distinguía, de todos modos, de los rasgos canónicos y,
siguiendo a Clavero, tiene sentido en la medida en que el objeto de gobierno es el orden social
por lo que esas leyes indican cuáles son las transgresiones que merecen un castigo. Esta
indefinición de delito y pecado se da en un contexto de avance de la Iglesia sobre la herejía
mientras Europa se dirimía entre el catolicismo o las diferentes vertientes reformistas. Una de
7

las respuestas de la Iglesia fue la Inquisición que la Monarquía hispánica ha aplicado desde el
propio seno de su estructura absolutista y la ha utilizado para perseguir a sus propios
detractores, internos y externos. Las exigencias constantes eran uniformidad de creencias y
sometimiento a la normativa inquisitorial pero, en la realidad actuó como agente político a
favor de los reyes en aquellos lugares donde surgían grupos opositores. De este modo, como
aclara Contreras, fue un autor clave que neutralizó instituciones autónomas mientras la
Monarquía, a través de los letrados la imprenta y la universalidad del castellano incentivaba un
naciente patriotismo generando las condiciones para un nacionalismo xenófobo e intolerante
en materia religiosa que muchas veces no termina en matanzas sino, más bien, en la
imposición de tributos especiales o la expropiación de sus bienes. Esto puede observarse en el
hecho de que la institución se adjudica la observancia no sólo entre los cristianos sino entre
todas las personas: “Nosotros creemos que el papa, vicario de Cristo, no sólo ostenta poder
sobre los cristianos sino sobre todos los infieles. Cristo no hubiera sido un buen pater familias si
no hubiera legado a su vicario en la tierra el poder absoluto sobre todos los hombres” (El
Manual de los Inquisidores).
Siguiendo a Clavero, la indistinción entre delito y pecado es la base del orden social porque la
ley es todo el orden: religioso y jurídico. Ni siquiera el Renacimiento humanista lo puso en
debate: el estado es el objetivo, no el sujeto de acción: razón de estado es la preservación del
hombre: “En un principio (…) los pobladores vivieron dispersos como animales. Después al
multiplicarse (…) buscaron al más robusto y lo hicieron jefe y le obedecieron (…) se ordenaron a
dar leyes y ordenar castigo a quien las quebrantara. De esta forma se sostuvo la noción de
castigo” (Maquiavelo, El Príncipe)
Lo que se destaca es que son procesos acusatorios con fines coactivos a través de la tortura o
lo sacramental. Se defienden valores, honores, instituciones; no la vida porque ésta sólo tiene
valor mientras tiene alma y ésta es inmortal.
Así, vemos que la aparición de las bases del estado moderno en España no resultan de la
contradicción entre la monarquía y la nobleza. Se conservan sus privilegios pero, siguiendo a
Atienza Hernández, deben supeditarse a la voluntad del monarca. Los que pudieron, se
adaptaron y, de hecho, siguieron siendo los mayores propietarios de tierras asi como los
detentores de los puestos más altos de algunas instituciones no ejecutivas. A su vez, la nobleza
quiere un poder centralizado para que se conserve el orden social.
Esto puede observarse, incluso en las revueltas, o potenciales revueltas, que se gestaron en el
XVII en medio de profundas presiones tributarias para hacer frente a las guerras: a pesar de las
disconformidad por la centralización castellana, los grupos dominantes de Cataluña por
ejemplo sabían que necesitaban la protección de la Corona para seguir prosperando, no así el
8

caso portugués. Siguiendo a Ellioth, se observa algo similar en Sicilia y Nápoles donde el
descontento es popular mientras las clases acomodadas son colaboracionistas respecto del
gobierno de Madrid.
Las condiciones de Inglaterra fueron diferentes. En lugar de absolutismo, encontramos un
proceso de democratización temprano como consecuencia de conflictos violentos. Siguiendo
los textos de Hill y Anderson es clave entender la Guerra Civil que se desarrolló entre 1642 y
1651 donde se enfrentaron militar y políticamente grupos parlamentarios y el poder real. La
clave está en el avance realista hacia un gobierno que necesitaba centralizar su poder para
recaudar recursos y atender a los conflictos externos contra España y Francia.
La antesala fue el gobierno sin Parlamento de Carlos I que provocó la revuelta de la nobleza,
reintrodujo impuestos y creó otros. Además, era un convencido del derecho divino a gobernar
por encima de todos. El problema comienza a tenerlo con la nobleza escocesa.
Finalizada la Guerra Civil comienza un período conocido como Interregno que abarca entre
1649 y 1660. En este periodo, siguiendo el esquema de Hill se adoptaron medidas que
“enseñaron” a vivir en cierta libertad. Se terminó de unificar el territorio, se destruyen los
castillos de los señores, la Cámara de los Comunes queda como institución que representa a
toda la población (aquí no hay división y representación estamentaria), hubo libre comercio y
se dictaminó el Acta de Navegación que implicó un gran impulso a la industria y al comercio.
En términos políticos fue abolida la Cámara de los Lores aunque con la restauración la clase
propietaria reafirma su poder.
El autor sostiene que en esos años se da una modernización de la mentalidad de la sociedad
que permitió avanzar hacia la Revolución Industrial. Habla de una tolerancia religiosa que
permitió la libre actuación de las diferentes capas sociales así como la idea de un control sobre
la naturaleza atendiendo, por supuesto, a que esa flexibilidad no implique un trasvase de
riqueza hacia los sectores a oprimir.
Estas circunstancias implicaron que la monarquía nunca más intentara un proyecto absolutista
para lo que no tiene apoyo de la nobleza, de la burguesía en ascenso ni tampoco un aparato
militar que sostenga coactivamente, en el peor de los casos:
“Resulta evidente que la monarquía absoluta, a la que ciertas personas consideran el mejor
gobierno del mundo, es en realidad incompatible con la sociedad civil (…) cuya finalidad es
evitar y remediar los inconvenientes del estado de naturaleza (…) Allí donde existan personas
que no disponen de una autoridad a quien recurrir para que decidan en el acto las diferencias
(…) siguen en estado de naturaleza.
9

(…) ese príncipe absoluto reúne poderes sin participación de nadie, no existe (…) ,nadie capaz
de decidir con justicia e imparcialidad. Ese hombre (…) está en tan estado de naturaleza como
sus súbditos.” (Locke; Dos tratados del gobierno civil, 1690)

¿Qué características sociales dieron cuerpo a esta Monarquía Parlamentaria que la distinguió
de los otros dos casos presentados?
El caso inglés muestra una progresiva penetración del comercio en el campo y las ciudades
cuyo eje gira en torno a la producción de lana y la industria doméstica. Podemos hacer
referencia, en este punto, al Kaufsystem descripto por Kriedte en el que se puede observar
que ya hay producción para el mercado pero que el comercio actúa de intermediario entre el
productor y el consumidor. Para el comerciante, la mercancía es valor de cambio, en cambio
para el productor es valor de uso pues con ello obtiene los productos complementarios de la
subsistencia. El comerciante no es dueño de los medios de producción ni fija los ritmos de
trabajo porque el productor tiene una base material desde donde extrae su sustento que es la
tierra.
Mientras sucede esto, se perfila un cambio en la mentalidad de la sociedad. Aquellas
referencias que hace Hill, sumado a los eventos políticos que permitieron un período de paz se
abren las posibilidades más concretas para la materialización de los cercamientos. Con el freno
del absolutismo y la abolición del Star Chamber, se derribó el último obstáculo para los
enclouser. Si bien no hubo traspaso masivo de propiedad, lo que sí sucedió es que las tierras se
ampliaron, se cercaron y se subdividieron para el arriendo. De este modo, se fueron forjando
relaciones de propiedad no feudales impulsadas por los terratenientes (gentry), ahora movidos
por el dinero, que están sentados en el Parlamento.
Por su parte, el arrendatario tiene una relación con la tierra de la que pretende sacar un
beneficio. Por eso realiza las inversiones e innovaciones (el cercamiento es una innovación
necesaria) necesarias así como la incorporación de mano de obra asalariada.
Estas nuevas relaciones de producción son los ejes de la revolución agraria: una clase
terrateniente que legaliza el cercamiento y una arrendataria que invierte. Sin embargo, afecta
directamente a la aldea campesina que, aunque ya está diversificada hacia el interior, pierde
los derechos sobre las tierras comunales, base esencial de su economía, en pos de los
cercamientos para labranza de cereal.
Con la progresiva desaparición de la base agraria, el campesinado pierde independencia pues
cae su defensa ante el sometimiento del capital. Volviendo a Kriedte, es el momento en el que
se ubica el Verlagsystem, el sistema en el que el capital comienza a infiltrarse en el proceso de
producción. Pero lo más destacable de esta fase (no hablo de fases en tono evolutivo sino para
10

diferenciarlo de otros procesos) no es que hay mayor productividad sino que se profundiza en
la división de trabajo a causa de la estrechez del trabajo de la tierra. El dominio del capital se
consolida con la centralización de las distintas fases productivas dispersas durante la proto-
industrialización.
Pese al progresivo camino hacia la industrialización la industria doméstica siguió siendo
relevante y permitió el crecimiento del comercio gracias a los bajos salarios y la flexibilidad
para incrementar el trabajo que se fundamentaba, básicamente, en el uso de mano de obra
femenina e infantil. En este sentido, Federici aporta que el análisis respecto de la acumulación
originaria y dice que no se completa sin tener en cuenta la sujeción de las mujeres y la
apropiación no solo de su trabajo durante la proto- industria sino también de su cuerpo para la
reproducción de mano de obra sujeta a la dictadura del salario.
En el caso francés hemos observado cómo se construyó el absolutismo a costas de la nobleza.
Sin embargo, no es la existencia de privilegios lo que redundó en la ralentización de la
transición francesa respecto de Inglaterra. Siguiendo a Brenner la clave está en la preservación
de las tenencias campesinas y la incapacidad de quitarles sus medios de producción para
generar un mercado de tierras o un proceso de cercamiento. Esto tiene que ver con su alianza
natural con la monarquía que, en su proceso hacia el absolutismo, se transforma en una
maquinaria extractiva independiente de la nobleza feudal a quien encierra, como ya vimos, en
la corte.
La defensa de la tenencia libre por parte de la monarquía tenía fines netamente impositivos: el
campesino tendría más producto para pagar impuesto y así quitó a la nobleza su base material.
La monarquía tuvo otro resorte para extraer recursos y al mismo tiempo debilitar a la nobleza
que fue la burguesía a quien vende cargos del nuevo aparato burocrático. Como hace
referencia Moore, la monarquía francesa, en lugar de burocratizar a la nobleza, ennobleció y
feudalizó a la burguesía.
Con esto último, se reconstituyen dominios. Lo importante acá es que no se modifican las
relaciones de clases en el campo. Es decir, aunque la burguesía forma parte del Estado, ésta se
feudalizó y ennobleció haciendo de su “propiedad” una herramienta para extraer del
campesino del modo feudal; es decir, las relaciones de clase no fueron modificadas. La
burguesía no genera condiciones de inversión e innovación para maximizar los beneficios del
campo, sino que extrae de ellos el producto renta, igual que el señor, para luego vender.
Gracias a esto la ciudad tiene grano. De este modo se observa cómo las prácticas comerciales
penetraron de modo feudal, sin modificar las estructuras empujando a que el capitalismo,
incluso, las refuerce como parte de un sistema de privilegio extractivo. Es desde esta óptica
11

que debe entenderse por qué el campesinado, apoyado en el Rey para el sostenimiento de sus
derechos consuetudinarios, termina por rebelarse ante ese sistema.
El campesinado no podía desarrollar las bases de una revolución agraria tampoco, no tenía
resto.
El caso español tiene algunas características compartidas con Francia. En este caso, también se
manifiestan movimientos sociales pero que refuerzan las estructuras básicas de las relaciones
feudales reforzando el sistema fiscal para la obtención de préstamos.
Según Yun Casalilla la oportunidad histórica para la transición temprana estuvo en la forma en
que se superó la crisis bajomedieval acaecida en el XIV que fue transformada en una crisis de
liquidez, es decir, con los sectores dominantes endeudados con una burguesía banquera y
comercial que va ocupando puestos y también obteniendo rentas. Este proceso, que muchos
denominan “refeudalización” es en realidad una característica de pautas inversoras para el
caso burgés y para la corona y la nobleza tiene que ver con la baja rentabilidad ocasionada por
la estabilidad del valor de las rentas en un contexto de subida de precios generalizado en el
que, además, no se tienen las herramientas para actuar sobre ello luego de la Guerra de las
Comunidades.
Si hubo desarrollo productivo, demográfico y comercial en algunas zonas, como Castilla, ¿por
qué se repiten los períodos en los que no se logra abastecer a las ciudades? porque no fueron
modificadas las relaciones de clase y un sistema rentistísico cada vez mas opresivo que se
completa con el permiso monárquico de subastar tierras comunales. En esta lucha por el
excedente, ningún grupo opera en pos de la modernización e innovación.
Tampoco el campo liberaba mano de obra porque las condiciones antiguas de la agricultura
remitía en el mismo tipo de crisis antigua que afectaban el nivel demográfico. Hay comercio de
grano pero es por cómo opera la renta, no hay inversión industrial más allá de la producción de
consumo de subsistencia, la adquisición de materia prima para exportar. No hay estimulo de
demanda, no hay mercado interno y los gremios demasiado fuertes.
Las contradicciones llegan al XVII para manifestarse en ese contexto como una crisis
generalizada que consolida al norte de Europa como el nuevo epicentro del desarrollo, la
nueva hegemonía. Gual cita a Hobsbawm para destacar que se trata de una crisis de recesión
dentro de un momento más amplio que es la transición. Las causas de esta crisis son las
contradicción internas que he explicado con anterioridad y que se manifiesta en una caída
demográfica, hambre y pestes en aquellas zonas donde más afianzados estaban los derechos
comunales.
12

Es importante detectar, en este punto, cómo la guerra es relavante en todo el período que
abarca la materia y cómo influye en el devenir político y económico de los tres ejes
geográficos analizados.
En este contexto, siguiendo a Sanchez Marcos, se expande el Barroco que es expresión de esta
crítica y en oposición al clasicismo. Nace en Roma y tiene más presencia en los reinos católicos
siendo en Francia compartido

Característica económica de la nobleza- vínculo con el estado y ahí Brenner


Destaco, para comenzar, los aportes de Brenner quien asume como necesario la importancia
de que es la estructura de clases lo que determina

También podría gustarte