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Estado y clases sociales en Europa Moderna

La transición del feudalismo al capitalismo es uno de los temas más complejos de la historia
moderna y uno los cuales hay más debates en la historiografía. Este período remite a un
proceso multidimensional por la cantidad de variables sociales, políticas, culturales y económicas
que intervienen, y por el lapso de más de doscientos años. Sintetizo en tres apartados: 1) el
rol del mercado, 2) la renta de la tierra, 3) las manufacturas y la produccion artesanal.

1) Mercado a renta de la tierra y las manufacturas y producción artesanal

El rol del mercado en la transición. La hipótesis de Maurice Dobb es que esta se produce por
causas internas dado que la necesidad de consumo de la nobleza lleva a una sobreexplotación
del campesinado. Provocando fugas, rebeliones y mortalidad entre los campesinos. El feudalismo
no podra seguir con la mano de obra del campo, provocando cambios en el sistema productivo.
La tesis de Dobb es que la lucha de clases influyó, más que la moneda y el comercio, en la caída
del feudalismo.
Hacia 1950 Paul Sweezy presenta una crítica a Dobb dando prioridad a las causas exógenas al
feudalismo. El desarrollo urbano llevó a la ampliación del mercado y al aumento del comercio al
punto de destruir la economía agraria feudal.. Dobb responderá a esta crítica argumentando que
la ciudad, el mercado y comercio que la acompañan no es incompatible con el feudalismo porque
por ella se vehiculiza el comercio a larga distancia. En este intento de negar la incompatiblidad
entre comercio y feudalismo, Astarita asegura que el consumo es un requisito del dominio de los
señores y es por el mecanismo de las relaciones sociales dominantes y la lógica de dominación
de clase.
Siguiendo la tesis de Dobb y Astarita, a lo largo del siglo XVI se dará un crecimiento del comercio,
una expansión del mercado y un mayor impulso de las ciudades pero afirman que no fue un
proceso externo al sistema feudal dado que estos procesos se desarrollaban en su interior.
Para Perry Anderson el debate de causas externas-internas se resuelve demostrando que “…el
feudalismo europeo es el primer modo de producción de la historia que le da un lugar autónomo a
la producción y al comercio urbano. Hacia el siglo XVI las redes comerciales, el descubrimiento y
conquista de América y la apertura de nuevas rutas hacia Asia permitieron una expansión del
comercio y el mercado con una suba de precios entre los que se encuentran en primer lugar los
artículos de primera necesidad.
El crecimiento tendrá lugar en Inglaterra y Países Bajos con una estructura agraria que, a través
de cercamientos permitirá un sistema de explotación más intensivo y de rotación de cultivos.
Peter Kriedte plantea que hay fenómenos que demuestran que este sigue siendo un sistema
feudal entre los que destaca la inexistencia de mercados internos significativos junto con la
continuación de la extracción del excedente. Surgen mecanismos de acumulación nuevos: como
la expansión del mercado mundial.
Wallerstein, y Andre Gunder Frank sostienen que en el siglo XVI aparece una economía-mundo
basada en el modo de producción capitalista. Para Wallerstein fue la división del trabajo en la
economía mundo y la revolución de los beneficios (la baja de los salarios frente a los precios) lo
que permitió la acumulación de capital básico en el centro a través de la transferencia de
materias primas por manufacturas de una región a otra. Se fundamenta con la teoría de la
dependencia según la cual subdesarrollo y desarrollo coexisten en el tiempo como necesidad del
sistema mundial capitalista.
Para Wallerstein el capitalismo no se define por el modo de producción dominante sino por su
inserción en el sistema mundial y de este modo no ve contradicciones con el trabajo forzado que
se da en la periferia y el trabajo libre en el centro. Esta es la esencia del capitalismo.
Astarita plantea que este estudio de dimensiones desmesuradas que propone Wallerstein implica
una totalidad homogénea del mercado mundial que no es tal y deja fuera largos períodos de la
historia... la oposición causas externas-internas oscurece el largo proceso de articulación de
modos de producción diferenciados ya que “…el dominio del modelo de producción capitalista no
sólo se realizó mediante la destrucción de otros modos de producción, sino también mediante su
preservación.
El crecimiento de la economía europea que se da hacia el siglo XVI en el sistema feudal encontrará
sus propios límites. Eric Hobsbawm utiliza el concepto de “crisis de siglo XVII” para explicar por
qué el crecimiento del siglo XVI no desembocó en la Revolución Industrial. Estos límites ueden
resumirse en la inexistencia de una revolución agrícola que liberara la mano de obra campesina y
produjera la separación entre productores y medios de producción y la no existencia de un
mercado externo e interno significativos... La crisis del XVII creará un mercado internacional
monopolizado por una potencia hegemónica (Inglaterra) y esto a su vez abrirá el camino para
crear “mercados en expansión” que impulsarán la revolución industrial de la mano de la
producción algodonera.

Renta de la tierra

El papel de la renta de la tierra en el proceso de transición... es importante... la estructura de


propiedad de la tierra y extracción del excedente en el sistema feudal.
La soberanía fragmentada que implica el feudalismo se refleja en la propiedad de la tierra: la
propiedad eminente y el derecho de uso.
La propiedad eminente en última instancia está en manos del Rey y mediante lazos de vasallaje
crea una red de delegaciones de esa misma propiedad. Por otro lado podemos diferenciar el
dominio útil de esa tierra, el derecho de uso, que dadas las características de la propiedad
territorial en el feudalismo queda muchas veces en manos de campesinos. El señorío como unidad
de producción durante el feudalismo se divide en dos: por una lado las tierras del dominio donde
el señor tiene derecho de uso, propiedad eminente y jurisdiccional en razón de la delegación
vasallática de un feudo.
Por el otro las tierras entregadas a censo donde el señor pierde el dominio útil que pasa a al
campesino.
El señorío solariego comprende las rentas y censos fijos que se derivan de la propiedad eminente
que detenta el señor en las tierras entregadas a censo que se pagan como reconocimiento a su
dominio eminente. El señorío jurisdiccional expresa el carácter más arbitrario de la sujeción del
campesinado a la servidumbre. Comprende las rentas que vienen del derecho jurisdiccional:
derecho a ejercer justicia (y así recaudar), monopolio sobre molinos y graneros, impuestos al
consumo y cobro de peajes.
Pierre Goubert confecciona una lista de las diferentes vías de extracción del excedente. Lo
significativo en el proceso de transición es el peso cada vez menor que tendrá a través del tiempo
la renta señorial como reconocimiento al titular del señorío y el peso cada vez mayor de la renta
territorial o renta de la tierra pagada al propietario de esa tierra en la relación privada de
arrendamiento, y no en virtud del cargo de titular del señorío. Este proceso cobra impulso a partir
de la salida de la crisis del siglo XIV cuando se reduce la explotación directa del dominio(la reserva
señorial) a través de corveas que implicaban la obligación del campesino del censive a prestar su
fuerza de trabajo. A partir de aquí y sobre todo entre el siglo XVI y XVIII, irá cobrando cada vez más
importancia el arrendamiento a corto plazo como mecanismo de extracción del excedente que es
la renta de la tierra fija mientras dure el contrato (7 a 9 años) tras el que el señor volverá a
recuperar el dominio útil de esas tierras. Los excedentes recolectados así serán cada vez mayores
que los recolectados por la totalidad de las tierras entregadas a censo. Por otra parte, autores
como Guy Bois, plantean que el feudalismo tiene un problema estructural ya que a una fase de
expansión siguen fases de recesión, sucesivamente, pero que en determinado momento el
volumen total de la renta feudal tenderá a la baja. Esto se explica por la ley de baja tendencial de
la tasa de tributo (renta del censive más renta jurisdiccional). La tasa de rendimientos decrecientes
implican una baja del tributo y la única forma de expansión que permite la comunidad campesina
(caracterizada con fuertes elementos chayanovianos como fuerza autónoma a la que el contexto
exterior no puede transformar) es extensiva. Esto determinará tierras marginales que producen
cada vez menos a un costo cada vez mayor. Brenner propone otra explicación de los cambios a
largo plazo en la historia. Este autor plantea que para superar la visión maltusiana que ve en el
desequilibrio entre recursos y población la única explicación hay que ver qué pasa con las fuerzas
productivas. El eje para explicar la transición es el papel de la lucha de clases en las
transformaciones que se dan en el campo. Es el equilibrio de fuerzas entre las clases lo que
determina la distribución de la renta y el cambio en la sociedad. Así, lo que diferencia las
experiencias históricas de Inglaterra, Francia y Europa Oriental es el surgimiento o no del
capitalismo agrario. Lo que permitió que esto se diera en Inglaterra y no ocurriera en Francia fue el
equilibrio de clases en cada sociedad y la diferencia estructural de la estrategia del Estado (las
bases agrarias que tendrá en Francia y no en Inglaterra). Hacia el siglo XVII ya hay capitalismo
agrario en Inglaterra. La expropiación de tierras al campesinado (primero mediante iniciativa
señorial y hacia 1700 con leyes del Parlamento) es acompañada por transformaciones en la
producción que sólo podían realizarse mediante la descomposición de la comunidad campesina y
la perdida de los derechos comunales que implicaban la fragmentación e intercalado de las
parcelas y un tradicionalismo y rutina que impedían cualquier innovación. De acuerdo con
Mantoux podemos concluir que “así las enclousures y el acaparamiento del suelo por los grandes
terratenientes tienen como última consecuencia el poner a disposición de la industria una gran
cantidad de fuerzas sin empleo. Es el aflujo de estas fuerzas vivas lo que hace posible el
desembolbimiento de la gran industria.”iv Manufacturas y producción artesanal: 5 Para referirnos
a manufacturas y producción artesanal en este largo proceso de transición necesariamente
debemos hablar de industria domiciliaria o protoindustria. Este término fue acuñado hacia 1970
por Franklin Mendels para explicar el proceso de transición y este modelo clásico analiza la
protoindustrialización como la primera fase del proceso de industrialización. De acuerdo con él, as
características de la protoindustria que se expandirá con fuerza hacia la segunda mitad del siglo
XVI y tendrá su auge en el siglo XVIII son: una expansión de industrias domésticas de producción
artesanal en el campo, donde no hay concentración de trabajadores en el espacio, que produce
tejidos baratos y livianos para mercados extraregionales o internacionales. Esto tendrá como
consecuencia una revolución en las pautas demográficas ya que permite progresos con poca
tierra; una liberación de la población de su base rural; una profundización de la especialización por
regiones; y el debilitamiento de los gremios tradicionales que evitan la reproducción ampliada. El
modelo clásico plantea un paso del verlocsistem (una variante en la que pequeños productores
campesinos producen por encargo de un empresario comerciante que es propietario de parte o
todos los medios de producción) al factorysistem (fábrica con una máquina de vapor). Esto se
logró mediante la concentración de capitales, ampliación de las redes comerciales y un mayor
entrenamiento empresarial que permitió esta primera fase como experiencia. Si bien este modelo
explica de manera convincente el proceso de transición hacia el capitalismo (en lo referente a la
producción manufacturera), deja afuera la necesidad de un proceso de acumulación primitivo (la
separación de productores y medios de producción que permitieron los cercamientos). Peter
Kriedte, enriquece este modelo y propone analizar la protoindustria como la segunda fase hacia la
industrialización que implicó previamente la abolición de la servidumbre. Junto con autores como
Schlumbohm insiste en que el papel de la protoindustria fue imponer masivamente las relaciones
de producción asalariadas imprescindibles para el capitalismo industrial. Pero esto no fue
condición suficiente para el surgimiento del capitalismo. La protoindustria tiene influencia en la
abolición del feudalismo pero no en el despegue del capitalismo ya que puede coexistir con el
mantenimiento de la estructura socioeconómica tradicional, como lo demuestran numerosos
estudios de caso realizados en los últimos tiempos. Hará falta una revolución de las fuerzas
productivas, además de la generalización de las relaciones de producción asalariadas, en el paso a
la revolución industrial. Autores como Iradiel llaman la atención sobre los cambios en la estructura
de la demanda que al orientarse a productos de calidad inferior producirá la decadencia de la
industria de lujo tradicional y una ampliación del mercado. Carlos Astarita, a diferencia del modelo
clásico y de los aportes de Kriedte, plantea que la protoindustria es una relación de producción
capitalista donde hay una semiproletarización (aunque no analiza qué pasa con el sector que aún
tiene acceso a los medios de producción). Por lo tanto se diferencia de quienes analizan la
protoindustrialización como etapa de transición planteando que es la primera etapa del desarrollo
capitalista. El aporte de estudios de caso realizados en las últimas décadas permiten afirmar que el
modelo clásico de protindustrialización, entendido como un momento de la transición hacia el
capitalismo se aplica sólo a algunas regiones de Europa Occidental (Flandes, algunas zonas de
Inglaterra y Alemania). Estos estudios microhistóricos acotan el modelo general convirtiéndolo casi
en una excepción. La protoindustrialización sería una forma más, transicional, de acumulación en
el sistema feudal. Estos estudios son valiosos porque aportan matices y una mirada más ecléctica a
los procesos de cambio 6 en la historia. Sin embargo, considero que los modelos generales son
útiles porque permiten generar leyes generales para analizar los procesos de cambio en el largo
plazo en regiones tan vastas como Europa. El historiador deberá cuidarse de no olvidar de que no
se trata de leyes físicas sino que se aplican a las sociedades humanas con todo lo que tienen estas
de común y diferente. 2- La gran discusión alrededor del carácter de clase gira en torno a si el
Estado Absolutista fue la primera forma de Estado burgués; un estado con cierto grado de
autonomía o un estado de clase de la nobleza feudal. En cuanto a la caracterización como Estado
Burgués esto corresponde a un viejo paradigma (aunque retomado por algunos autores en los
últimos tiempos). A la burguesía le resulta funcional el Estado Absolutista ya que le permite
acumular y de esta forma renuncia al poder político. Este es un incipiente Estado burgués contra la
nobleza feudal. Norbert Elias caracteriza como Estado árbitro entre la burguesía y la aristocracia al
Estado Absolutista de los siglos XVI al XVIII. En su análisis el autor rechaza la lucha de clases como
motor de la historia planteando que “las relaciones ambivalentes entre capas sociales de una y la
misma asociación estatal y el hecho de que las capas sociales oscilen entre la dependencia
recíproca y el antagonismo son (…) más frecuentes de lo que hasta ahora se ha mostrado. El
ancien régime estaba lleno de tales relaciones ambivalentes.”v . Esta relación ambivalente se daría
porque la nobleza necesita a los reyes, dada su debilidad financiera y para mantener a raya a la
creciente burguesía y esta a su vez necesitaba al rey como protector frente a los privilegios de la
nobleza. Que ninguna crezca demasiado es condición necesaria para asegurar el poder del
monarca que debe ser árbitro para gobernar. Perry Anderson constituye una visagra entre la visión
del Estado absolutista como Estado burgués o como estado árbitro entre nobleza y burguesía. El
autor afirma que “los cambios en las formas de explotación feudal que acaecieron al final de la
época medieval no fueron (…) insignificantes; (…) son precisamente esos cambios los que
modifican las formas del Estado. El Absolutismo fue (…) un aparato reorganizado y potenciado de
dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional
a pesar y en contra de las mejoras que habían conquistado (…). El Estado Absolutista nunca fue un
árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente
burguesía contra la aristocracia: fue la nueva caparazón política de una nobleza amenazada.”vi .
Esta es una crítica al análisis de Engels que lo veía como producto del equilibrio entre la vieja
nobleza feudal y la nueva burguesía urbana. “Los señores que continuaron siendo propietarios de
los medios de producción fundamentales en cualquier sociedad preindustrial fueron, desde luego,
los nobles terratenientes. Durante toda la temprana edad moderna, la clase económica y
políticamente dominante fue, pues, la misma que en la era medieval: la aristocracia feudal.”vii El
Estado Absolutista es la única salida que encuentra Europa para superar la crisis del siglo XIV que
trastocó la fuente de extracción del excedente de la nobleza en la dinámica de lucha de clases que
resultó favorable al campesinado. La salida será la renta feudal centralizada en manos del Estado
mediante la cual la nobleza ganará mayor poder económico y perderá poder político. Por eso
Anderson plantea que el absolutismo fue un “aparato reorganizado y potenciado de dominación
feudal”. Sin embargo, no minimiza el papel de la burguesía al plantear que fue justamente su
creciente 7 importancia y el rol que jugará en la financiación de los estados (por la venta de
cargos) lo que permitió las características del absolutismo en occidente. Por el contrario en oriente
la ausencia de una burguesía urbana fuerte determinó el sometimiento del campesinado a la tierra
(necesidad apremiante de la aristocracia terrateniente dada la relación desfavorable entre
hombres y tierra.) Monsalvo Antón analiza la aplicación de la tesis de la renta feudal centralizada y
reflota la idea de un Estado árbitro entre las clases. A partir de estudios de caso tratará de
demostrar que la centralización impositiva no es tal ya que en algunas regiones de Francia el Rey
permite que diferentes instituciones (Parlamentos, Estados Generales a nivel provincial)
cooptados por grupos dominantes locales decidan sobre los impuestos. Si bien reconoce que en
algunos casos sí se confirma el modelo Anderson, Monsalvo Antón insiste en que esos impuestos
vuelven de diferentes maneras a manos de la nobleza. Pero su gran discusión con Anderson gira
alrededor del carácter de clase del Estado. Monsalvo Antón plantea que el Estado siempre tiene
un carácter de clase y por eso debemos buscar su composición pero hay que difernciar entre la
determinación en última instancia y cierto grado de autonomía que adquiere el bloque
hegemónico para gobernar. Tampoco acepta la idea de que en el ancien Régime la nobleza pierda
poder político y gane poder económico. Economía y política no pueden disociarse en el período
preindustrial ya que la extracción del excedente se realiza ejerciendo diferentes formas de poder
político. La necesidad de recurrir a la compulsión extraeconómica hace que el Estado tenga que
descentralizarse en los señoríos que son vistos como órganos del Estado, como unidades políticas
y unidades de extracción del excedente. “(…) Se puede demostrar, en primer lugar, que las clases
dominantes no pierden el poder político en al proceso de centralización, puesto que el nuevo
estado central es el medio de seguir ejerciéndolo directamente, siendo las clases dominantes el
único sujeto auténtico del nuevo estado, y no los reyes o los órganos de la monarquía.”viii Desde
una perspectiva gamsciana, Monsalvo Antón utiliza el concepto de bloque dominante para
analizar el carácter de clase del Estado Absolutista. En el período que nos ocupa, el Estado es el
espacio donde se dirimen los conflictos entre la burguesía urbana, la nobleza y la Iglesia y al mismo
tiempo el intermediador entre el bloque dominante y las clases dominadas. El Estado representa
los intereses del bloque hegemónico y esto le permite un mayor grado de autonomía relativa. “La
organización estatal, que es intrínsecamente tan poco monolítica como la estructura de clase que
la determina proporciona unidad política al conjunto del bloque social hegemónico, garantizando
la reproducción social. (…) Pero el estado no cumple este papel debido a su carácter exterior,
sustantivo o de sencillo instrumento de la clase dominante señorial, sino en virtud de su
autonomía relativa, tanto entre fracciones del bloque social como entre aparatos, y se expresa por
la especificidad tanto del poder político que se realiza en el estado central como del personal del
estado.”ix Entonces, ¿por qué es importante determinar el carácter de clase del Estado?
Retomando a Brenner que ve en la lucha de clases el motor de cambio a largo plazo de la
sociedad, podemos decir que el equilibrio de fuerzas entre las clases es el que determina la
diferencia estructural de la estrategia que se dará el Estado paras salir de la crisis del siglo XIV. Hay
tres formas que tendrá nobleza para continuar recaudando el excedente campesino: los tributos
señoriales, la renta de la tierra o el impuesto estatal. En Inglaterra los recursos del Estado no
tenían una base exclusivamente campesina ya que los impuestos se cobraban sobre campesinos,
nobles y burgueses. La nobleza no pudo encontrar una vía estatal a la salida de la crisis como
medio de solventar sus 8 ingresos porque esta rompe la estabilidad entre facciones de la nobleza y
la monarquía. Fue el control de la tierra por parte de los señores lo que les permitió prescindir de
la centralización estatal (Modelo Francés y Español) y de la coerción extraeconómica directa
(Modelo de Europa Oriental). Por esa razón los señores intensificarán los mecanismos económicos
de extracción del excedente basados en la renta de la tierra y se volcarán a la agricultura comercial
en las tierras del Dominio. Fue la existencia de la gentry, una clase terrateniente de carácter
aristocrático (no noble) que se integrará al bloque de poder hegemónico, lo que dio su carácter
especial al Estado Inglés. Brenner plantea que luego de la revolución inglesa el Estado tomará un
carácter de clase con la alianza entre nobleza y gentry, beneficiando a los grandes propietarios de
tierras que impondrán una explotación racional, consolidación de la propiedad privada y la
consiguiente proletarización del campesinado. “En Inglaterra era una Estado central eficaz pero
barato lo que parecía convenir a las clases dominantes. La descentralización inglesa era también
administrativa. La burocracia se mantuvo reducida. La estabilidad del sistema descansa en nobles
locales, pequeños burgueses, “gentry”, terratenientes locales…”x . Fue esta estructura social lo
que permitió una superación más precoz del sistema feudal. Es decir que fue el equilibrio de clases
lo que permitió en Inglaterra la expulsión de la mano de obra del campo a través de los
cercamientos. Fue también el equilibrio de la lucha de clases lo que dio a Europa Oriental el rasgo
particular que tomó el estado absolutista donde el campesinado quedará sometido a la
servidumbre y atado a la tierra. Pero aquí la debilidad de la burguesía urbana hizo necesario el
recurso señorial de vivir del estado central. “El Estado Absolutista del este fue la máquina
represiva de una clase feudal que acababa de liquidar las tradicionales libertades comunales de los
pobres. Fue un instrumento para la consolidación de la servidumbre, en un paisaje limpio por
completo de vida urbana o resistencia autónoma.”xi. El primer objetivo de los terratenientes no
fue fijar el monto de las cargas sino atar al campesino a la tierra. Se volcarán a la agricultura
comercial (cereales para Europa occidental) pero se dará en las reservas señoriales mediante
prestaciones de trabajo. La debilidad de una burguesía urbana que pudiera modificar el carácter
del Estado absolutista provocó que no se diera en oriente le fenómeno de la venta de cargos. La
nobleza de servicios seguirá aferrada a su bastión. Lo que la impidió en Francia la solución al estilo
Inglés fueron las bases de poder del Estado que estaban en el agro. El campesinado es fuerte en
Francia y la vía oriental también será impracticable. Aquí se fortalecerán los mecanismos
centralizados y las prerrogativas jurisdiccionales como vías de financiación para obtener rentas
fiscales. Es decir que a nivel micro no se logra la extracción del excedente por lo que será el Estado
el que cobre los impuestos que luego serán redistribuidos a la nobleza. Este es el modelo de la
renta feudal centralizada que plantea Perry Anderson. El campesinado saldrá fortalecido por el
resultado del proceso de lucha de clases a la salida de la crisis que produjo una caída demográfica
y una disminución de las rentas señoriales. Los campesinos mantendrán sus derechos sobre la
tierra y los señores acuden al Estado central para la obtención de los excedentes del campesinado
que se dará a través de cargos remunerados en el ejército y la administración. El caso español a la
salida de la crisis del siglo XIV, que analiza Monsalvo Antón, tiene grandes parecidos con el modelo
Francés que plantea Perry Anderson, pero con las especificidades históricas propias de la sociedad
castellana. Grandes sectores de la nobleza que no poseen tierras y un campesinado fuerrte dada la
tradición de “Consejos” que se consolidó en el proceso de reconquista harán inviables las vías
Inglesa y Oriental. Como consecuencia de la reconquista el campesinado tendrá acceso a la tierra
por la necesidad de poblar el territorio. La nobleza tendrá que compartir con el 9 campesinado, la
Iglesia, sectores de la oligarquía urbana y la monarquía la posesión de tierras (es aquí cuando
Monsalvo habla de bloque de poder). Esta estructura socioeconómica determina que la única vía
de extracción del excedente a la que puede recurrir la nobleza para salir de la crisis sea el
impuesto estatal o renta feudal centralizada (dada la debilidad de los señores y la poca tierra en
sus manos). A diferencia del caso francés, en España esto se sumará a una crisis política de la
monarquía que deberá crearse una base de poder para legitimarse y responderá otorgando
señoríos a titulares que no tendrán la propiedad de esas tierras. La única vía para su reproducción
como clase será el impuesto estatal (la alcabala) que por una merced de la monarquía pasa a
recolectarse a nivel local. NOTAS i Perry Anderson “El Estado Absolutista”, Madrid, SigloXXI, 1979.
Pag. 15 ii Carlos Astarita “Análisis crítico de los modelos interpretativos dominantes sobre el
intercambio desigual en la historia” Boletín de Historia Social Europea, Facultad de Humanidades,
Universidad Nacional de La Plata, 1989. Pag. 35) iii Idem. Pag. 50 iv Paul Mantoux “Las
modificaciones de la propiedad territorial” en La Revolución Industrial en el sigloXVIII , Madrid,
Aguilar, 1962. Pag. 168 v Norbert Elias “La sociedad cortesana”, México, FCE, 1982. Pag. 239 vi
Perry Anderson “El Estado Absolutista”, Madrid, SigloXXI, 1979. Pag. 12 vii Idem. Pag. 14 viii José
María Monsalvo Antón “Poder político y aparatos de estado en la Castilla bajomedieval.
Consideraciones sobre su problemática”. Stvdia Historica. Historia Medieval, IV, 2, Universidad de
Salamanca, 1986. Pag. 113-114. ix Idem. Pag. 143 x Idem. Pag. 133 xi Perry Anderson “El Estado
Absolutista”, Madrid, SigloXXI, 1979. Pag. 195

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