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Tema 1.

La configuración de la monarquía española.


Generalidades:
Los ¨Estados Modernos¨ o ¨Monarquías Modernas¨ se desarrollan a partir de vínculos personales que articulan el
poder. La herencia medieval tenía este tipo de vinculación que quedaba extinguida a la muerte del señor. Por este
motivo, las Monarquías conformaron un poder más estable y permanente, que no se circunscribía a la vida de una
persona, para que pudieran perdurar en el tiempo. Aunque se han acunado varios términos para definir este proceso -
¨Estado Moderno¨, ¨Estado Nacional¨, ¨Estado Renacentista¨ - los más propios serían los de ¨Monarquía Autoritaria¨ o
el de ¨Primitivo estado Moderno¨. Afecta este modelo a varios países europeos - Francia de los Valois, Inglaterra de
los Tudor y la Castilla de los Reyes Católicos- y tiene como características comunes las siguientes:

o La Corona pretende controlar a los diferentes grupos sociales y los Órganos representativos, en caso
de tenerlos.
o Mejora los instrumentos de poder para conseguirlo, en especial con la presencia de un número mayor
de funcionarios que se especializan por áreas.
o La Corona se apoya sobre todo en el Consejo del Rey, que es el órgano con mayor autoridad del
Estado.
o La Corona fomenta otros instrumentos que refuerzan su poder, en especial la Hacienda – para
conseguir mayores ingresos – y el ejército – que ya no es feudal – reclutando a mercenarios que serán
luego el fundamento de los contingentes permanentes.

No sin dificultades, los diferentes estamentos privilegiados y las ciudades apoyaron el fortalecimiento del poder del
príncipe por encima de todos ellos. A cambio, la monarquía aportaba el fundamento divino y legal que justifica su
poder y preeminencia sobre el resto de la sociedad.

La soberanía pues se relaciona a esta nueva situación de superioridad del príncipe en su territorio. Y otros conceptos,
como el del bien común, se ponen en conexión con el comportamiento político del príncipe. La corona posibilita la
estructura del Estado, que se concreta en la aparición de una serie de instituciones generales, cuyo objetivo es la
integración de toda la sociedad para ser gobernada, proceso que se desarrolla a lo largo de la Edad Moderna.

El papel de estas monarquías será integrar a todos estos grupos sociales dentro de su ámbito de competencias,
recorriendo toda la sociedad y uniéndola con una serie de lazos no institucionales, entre los cuales, la fidelidad fue el
elemento más relevante para dar cohesión a toda ella

El surgimiento de una institución esencial, como la propia Corte, fue también esencial, pues fue, a no dudarlo, el lugar
de encuentro entre las élites del reino y los diferentes monarcas, y, de ella, emanaron las leyes del reino, elaboradas
por los letrados. Pero, además, la propia Corte sirvió para centralizar aún más el poder del monarca, incrementado a
través de manifestaciones culturales y la propia conducta de los cortesanos.

La monarquía de los reyes católicos.

Matrimonio entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469. No puede vincularse este matrimonio con el
concepto de unidad nacional de España, pues ambas coronas tienen solo la vinculación personal lograda por este
matrimonio. El resultado práctico fue la unificación del reino de castilla y Aragón. En 1479, Fernando se convierte en
rey de Aragón. En Castilla, sin embargo, el proceso será más complejo dado el enfrentamiento civil entre Juana la
Beltraneja – apoyada por Francia, Portugal y parte de la nobleza – e Isabel, apoyada por Aragón, parte de la nobleza y
clero (Guerra de sucesión en Castilla 1474 – 1479). Por medio del Tratado de AlcaÇovas con Portugal (1479), que
concedía a este reino peninsular el derecho a navegar por el Atlántico al sur de las Canarias, este apoyó a Isabel y su
reivindicación al trono castellano.

Resueltos los conflictos en Castilla, se firmó la llamada Concordia de Segovia (1475), por la cual cada rey reinaba en
su territorio y se mantenían los fueros e instituciones propias de cada uno. Dicho de otro modo: cada reino era
independiente y tenia sus cortes, leyes, fronteras y moneda.

Contrasta la diversidad de reinos y territorios que reúnen los Reyes Católicos en sus personas con una frágil estructura
administrativa e institucional que los articula. Al no existir instituciones comunes en los reinos, el principio esencial
fue el de la relación personal entre ambos mandatarios, lo que consiguió mantener la existencia de la propia
Monarquía. Esta Monarquía integra la Corona de Castilla y la de Aragón y, al poco tiempo, se añade el reino de
Navarra.

Diferencias entre ambos reinos al momento de producirse la unión. Castilla estaba en fase expansiva, tenía mayor
extensión territorial y un número elevado de población. Aragón se encontraba en una fase de crisis que hacía poco
posible el proceso de fortalecimiento de la monarquía, que se veía obligada a negociar con los órganos de gobierno.
Por este motivo, la diferencia sustancial entre ambos reinos era que Castilla era más centralista y Aragón más pactista.

Una vez superado el conflicto sucesorio en 1479, y siendo ya ambos reyes en sus respectivos reinos, el primer objetivo
común de ambos fue el restablecimiento del orden, sobre todo en el mundo rural. En este sentido, aparece la Santa
Hermandad, milicias populares organizadas por las ciudades para asegurar el orden. Esta institución nueva se implantó
de forma generalizada en Castilla y estuvo administrada por la Corona. En sus comienzos, tuvo un carácter
provisional, pero fue manteniéndose con el paso de los años, sobre todo debido a sus buenos resultados. Sirvió, pues,
para devolver el orden a Castilla.

Los Reyes Católicos actuaron con dureza contra los nobles, que eran los rivales mayores al fortalecimiento de su
poder. Lo hicieron nobiliar de varios modos: recuperando parte de su matrimonio en favor de la Corona, destruyendo
algunos castillos y sentenciando a muerte a algunos de ellos. Pero tampoco hay que olvidar que beneficiaron a la
nobleza, por ejemplo, con la constitución del mayorazgo, regulado en las leyes de Toro de 1505, aspecto éste esencial
para el mantenimiento del poder. Por otro lado, beneficiaron a muchos con la concesión de señoríos. El balance fue
que, al final de su reinado, la alta nobleza castellana seguía estando en la cúspide de la sociedad.

Las Órdenes Militares eran asimismo un freno para el poder de los monarcas, por los grandes dominios territoriales
que tenían, los cuales les conferían poder e influencia. La forma de control que emplearon los Reyes Católicos fue
muy sencilla: nombrar a Fernando Gran Maestre de cada una de ellas, a medida que el puesto quedaba vacante.
Cuando se completó el proceso, en 1523, lograron del Papa Adriano VI una Bula que vinculaba las Órdenes a la
Corona de forma permanente.

Fecha importante en este proceso de reordenación de la Corona castellana fue 1480. En las Cortes, celebradas en
Toledo, se reorganizó el antiguo Consejo de Castilla. Hubo también otro en Aragón. Se promulgó un nuevo
reglamento y se modificó su composición, dando entrada en el mismo a los letrados que, merced a su formación
jurídica, adquirieron influencia en este Órgano en detrimento de los tradicionales magnates (podían asistir a las
reuniones del Consejo, pero no tenían derecho a voto). Y, como nexo entre la Corona y el Consejo, aparece la figura
de los secretarios reales. Su procedencia social era de la media y baja nobleza y se convirtieron en una de las piezas
clave de esta nueva maquinaria burocrática. La variedad de asuntos a tratar hizo que fuesen surgiendo los Consejos
especializados que se conformaron como divisiones permanentes del Consejo Real. Los Reyes Católicos crearon dos
con carácter definitivo:

- Consejo de Órdenes Militares (cuestión ya vista)

- Consejo de Inquisición. Dedicado a cuestiones religiosas, era el único implantado en todo el territorio,
destinado a salvaguardar la ortodoxia, pero con una finalidad claramente política, en manos de los monarcas.
El origen está en la Inquisición Papal. En Castilla, el modelo se adapta para que esté en manos de los
monarcas la designación de los inquisidores. La dependencia, pues, estatal de un tribunal eclesiástico es uno
de los rasgos más característicos de la Inquisición castellana. El modelo se impuso en Aragón y así, puede
afirmarse que es institución común a todos los reinos, como lo era la Corona. Su vigencia se extiende desde
1478, Bula de Sixto IV autorizando su creación, hasta 1834, cuando desaparece definitivamente.

Las reformas trazadas por los Reyes Católicos en este ámbito, no se limitan sólo a la administración central. Los
municipios tenían que ser igualmente controlados para asegurar en ellos la presencia real. En las Cortes antes
mencionadas de 1480 se nombran corregidores para todas las ciudades más importantes de la Corona de Castilla. Y en
1500 se perfilaron sus funciones que, básicamente, se circunscribieron a ser los representantes del monarca en los
municipios. Presidía las reuniones de los ayuntamientos e intervenía en las cuestiones más importantes para la Corona,
entre ellas, la designación de los procuradores en Cortes. La propia evolución del cargo hizo que fuese acaparando
poder municipal con el paso de los años, reemplazando a otros cargos enviados por el monarca en momentos
concretos (pesquisidores, por ejemplo) aunque hubo protestas de los municipios por esta injerencia cada vez mayor de
los corregidores en pueblos y ciudades. Los corregidores no alteraban el régimen institucional de las ciudades, pero se
aseguraban de que funcionasen conforme a los intereses políticos de la Corona.
Otro de los mecanismos de control real lo ejercieron sobre las Cortes. En teoría, este Órgano representaba a los tres
estamentos (nobleza, clero y pueblo llano). El pueblo llano estaba representado por los procuradores de las ciudades.
Las dos funciones más destacadas eran:

- Jurar a los reyes y a los herederos a la corona (simboliza este acto el pacto del rey y el reino)

- Conceder servicios, es decir, impuestos. Este derecho podía haber supuesto un freno importante al poder real
en caso de que las cortes castellanas no hubiesen estado tan controladas por la monarquía. Y, además, era
requisito indispensable que fuesen convocadas por el rey y acudiese a ella un representante legal. Solo 18
ciudades tenían representación en ellas, enviando a dos regidores.

En Aragón, las Cortes tenían un carácter diferente. Se observa en los siguientes principios:

- Las Cortes se convocaban con regularidad (dos o tres años, dependiendo de los reinos)

- Tenían también las funciones anteriores enumeradas para las castellanas, pero deliberaban las cuestiones por
separado (por estamentos)

- Tenían bien limitadas su capacidad legislativa y defendieron sus fueros e instituciones medievales cuando el
rey pretendía alterarlos.

El último mecanismo de control real fue el ejercido en el terreno judicial. Los Reyes Católicos defendieron a ultranza
su autoridad en este terreno. La Chancillería de Valladolid era el Alto Tribunal castellano y se reformó en varias
ocasiones diversificando sus salas y funcionarios para conseguir mayor eficacia. Luego se crearía otra chancillería en
Granada en 1505 (trasladada de Ciudad Real) Recopilación legislativa de Díaz Montalvo en 1480.

Los Reyes Católicos, pues, llevaron a cabo una reorganización del Estado que posibilitó que sus sucesores tuvieran un
instrumento adecuado para imponer su autoridad. Y, en el terreno de la política exterior, pusieron asimismo el germen
de la proyección imperial posterior.

- 1492 se termina la conquista de la España musulmana con la incorporación del reino nazarí de Granada.
Colón descubre América, abriendo el Nuevo Mundo a la acción peninsular.

- Política matrimonial y militar. Sus objetivos son:

o Estrechar los lazos con Portugal.


o Aislar a Francia, rival de Aragón.
o Cambio de rumbo: se pasa de una dinastía medieval centrada en los intereses peninsulares como era la
Trastámara, a la casa Habsburgo, dinastía centroeuropea, que vincula el destino de los reinos
peninsulares a la política de esta zona europea.

Por lo tanto, las claves de la política exterior serán cinco:

- Finalizar la Reconquista. La guerra de Granada (1483-1492) como culminación de este proceso de


Reconquista. Tres factores esenciales:
o Carácter belicista de Castilla que acaba de salir de una Guerra civil.
o Falta de pago de impuestos.
o Ideal de cruzada para unificar la religión cristiana.

- En la Guerra de Granada influye a favor de Castilla las disensiones internas del reino nazarí (lucha por el
poder entre el rey de Granada y su hijo Boabdil) y utiliza además Castilla a la nobleza y la Santa Hermandad
en el desarrollo de los combates. Pueden destacarse 3 fases:
o 1481-1487. El objetivo es conquistar la parte occidental, con dos episodios clave: la defensa de
Alhama y la conquista de la ciudad de Málaga.
o 1487-1489. El objetivo ahora es hacerse con la parte oriental del reino.
o 1490-1492. Que termina con la toma de Granada en 1492 tras un año de asedio y la firma de las
capitulaciones por parte de Boabdil.
- Expandirse por el territorio africano y atlántico.

- Estrechar los lazos con Portugal.

- Estrechar las comunicaciones con el Norte de Europa (intereses de la lana).

- Política mediterránea (Aragón), que lleva a la confrontación con Francia, con tres ejes:
o Recuperar los condados del Pirineo (Rosellón y Cerdaña)
o Anexionarse Navarra. Se hizo por las armas desde 1512 a 1515 en que queda integrado el reino en la
Corona de Castilla.
o Conquistar Nápoles. Constitución de Ligas. Tras diversos hechos de armas, en que sobresale el genio
militar del Gran Capitán, este territorio fue integrado en la Corona de Aragón.

La organización de la Monarquía bajo el Emperador Carlos V (1500-1558).

- La política de alianzas matrimoniales de los Reyes Católicos, junto a la muerte prematura de varios posibles
descendientes, favoreció el tránsito de una dinastía peninsular como era la de Trastámara a una dinastía
centroeuropea, como era la de la Casa de Habsburgo. Los Habsburgo o Austrias reinarán en la Península por
espacio de dos siglos.

- En 1516, tras la muerte de Fernando II de Aragón, las dos grandes Coronas peninsulares pasarán a una misma
persona, Carlos I, designado como Gobernador junto a su madre, la reina Juana, ante la incapacidad de esta
última. La herencia de Carlos I no era sólo de los reinos peninsulares, sino que fue titular además de los
siguientes territorios por derecho de herencia:

o De su abuela paterna, María de Borgoña, heredó los Países Bajos, Luxemburgo, y el Franco-
Condado.
o De su abuelo paterno, Maximiliano, los Estados Habsburgo -en especial los territorios austríacos- y la
posibilidad de llegar a ser Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (que consigue en 1519).
o De su abuela materna, Isabel I, Castilla y América.
o De su abuelo materno, Fernando II, Aragón, Sicilia, Cerdeña, Nápoles.

- Carlos I, que llegó a ser el gobernante más poderoso de su tiempo, no dotó a los territorios de instituciones
comunes o universales. Cada uno mantuvo sus instituciones, leyes y elementos particulares. Por tanto, el
elemento que los integraba era su propia persona. Y cuando sus vasallos se referían a este variado conjunto de
territorios particulares empleaban la expresión ‘Monarquía’. Castilla -dentro de este conjunto- organizada
como una monarquía moderna por sus abuelos maternos, la cual contaba, por añadidura, con las riquezas de
América, se convierte en el eje de este Imperio.

- No obstante, Carlos I tuvo que recurrir a diferentes instrumentos para coordinar el gobierno de tan vasta
extensión territorial. La corte fue el espacio político donde confluía las redes de poder en torno al soberano y
donde se articuló la colaboración con las élites sociopolíticas de los distintos reinos en torno a su figura. De
este modo, su gobierno se articuló no en mandos institucionales u órganos burocráticos sino más bien en
fórmulas extrainstitucionales que se cimentaban en el servicio y la merced como elementos de favor real que
dieron cohesión a la Monarquía.

- Carlos I llegó a la Península en 1517. Sin hablar el idioma y rodeado de consejeros flamencos (‘rapiña
flamenca’). En las Cortes de Valladolid (1518) se le pide incorpore a castellanos a su servicio. Y pese al gesto
de hacer alguna concesión en este sentido, lo cierto es que cuando parte de la Coruña en 1520 para ser
coronado Emperador, la situación era alarmante.

- Hubo dos movimientos que pusieron en riesgo su gobierno al frente de las dos Coronas peninsulares: la crisis
de las Comunidades (movimiento comunero), que estalló en Castilla en 1520, y las Germanías en la zona
levantina.

- Ambos movimientos presentan características diferenciales. En las Comunidades -revuelta para algunos,
revolución para otros- se dejó sentir el malestar por la salida de la moneda hacia Flandes y los nombramientos
de dignidades a extranjeros. La elección imperial sirvió de acicate a este movimiento pues los castellanos
recelaban de que esta nueva dignidad supusiera el alejamiento del joven rey de Castilla e introducía otro hecho
incierto como era la vinculación de la Corona a otra política diferente a la tradicionalmente establecida. El
servicio otorgado al monarca y el hecho de dejar el reino en manos de un regente, preceptor suyo, Adriano de
Utrecht, fueron los precipitantes de la rebelión comunera. Toledo fue el epicentro del movimiento al que
siguió el levantamiento de otras ciudades. Las ciudades sublevadas formaron una Junta Santa que se
autoproclamó única autoridad en el reino. Desde el exterior, Carlos tomó una serie de medidas que sirvieron
para ganarse el afecto de la alta nobleza y burguesía que venían con miedo la deriva revolucionaria de las
Comunidades, los cuales contaron, además, con el apoyo de Portugal. En el lado comunero, los sublevados no
consiguieron el apoyo de la reina Juana y perdieron la colaboración de Burgos, la ciudad comercial más
importante por entonces del norte de España. Y así, el ejército real aplastó el movimiento comunero en
Villalar y aunque Toledo resistiera unos meses más, la causa estaba ya perdida. Maravall defendió el carácter
revolucionario del movimiento estudiando sus aspectos políticos (afirmaba el carácter democrático y
constitucional del movimiento y lo calificó como ‘la primera revolución moderna en España’ y, quizá, en
Europa). Pérez incidió en el enfrentamiento entre la burguesía industrial de Segovia o Toledo y la mercantil de
Burgos. Nieto por ejemplo completó la imagen que se tenía de este movimiento como revolución urbana en un
estudio que realizó sobre los movimientos anti señoriales. La nobleza castellana se sintió amenazada y esto
explica el apoyo al monarca.

- Las Germanías estallan por varios motivos:

o La precipitada marcha de Carlos para hacerse con la Corona Imperial deja sin efecto la convocatoria a
las Cortes Valencianas.
o Estallido de la peste en 1519 a lo que se une problemas de abastecimiento de trigo y el temor a
incursiones de corsarios turco-berberiscos en la zona levantina.
o El miedo al contagio hace que nobleza y patriciado urbano abandone la ciudad. Ante ello, la
población que permanece solicita al monarca la formación de germanías -milicias gremiales- y
defender la ciudad en caso se ser preciso.

- Autores como García Cárcel han rastreado los precedentes medievales del movimiento. Para Valencia, el XV
fue un periodo expansivo en el que se incrementó la población. Esto provocó tensiones en el mundo urbano
complicadas por periodos de peste. Los artesanos agrupados en gremios experimentaron además fuertes
tensiones sociales por la desproporción en el número de maestros, oficiales y aprendices. Había muchos
maestros que frenaban el progreso social de las otras escalas. Esta causa se uniría a las ya comentadas, en
especial la escasez de trigo y la intervención mayor de la Corona en los asuntos municipales, que acabaron por
impulsar el movimiento.

- La Corona aprobó las Germanías en principio y, para cubrir la ausencia de líderes en el ámbito urbano, se
formó la Junta de los Trece, que se hizo con el control municipal de la ciudad de Valencia. Luego cambió su
política, y la Corona favoreció a la nobleza y la oligarquía urbana, enviando un ejército para reprimir el
movimiento. El movimiento agermanado se difundió por el campo y adquiere un marcado carácter anti
señorial y anti mudéjar. En 1521 se dominó este movimiento cuyas ideas principales habían sido las
siguientes:

o Precedentes medievales.
o Movimiento social en las ciudades protagonizado por los gremios.
o Revuelta anti señorial en el campo.

- Política imperial de Carlos V

o La elección como Emperador en 1519 le supuso un estatus más elevado al del resto de monarcas
europeos. Ideal imperial que ha intentado descubrirse en este personaje y que generó un debate
historiográfico que ha sido estéril sobre todo por la falta de fuentes que apoyen estos principios.
Incluso en las Memorias del Emperador, redactadas al final de su mandato, no existe una formulación
de las ideas que, supuestamente, articulaban este ‘ideal imperial’.

o La política exterior de Carlos V tuvo como fundamento la defensa de una serie de intereses dinásticos,
religiosos y políticos, en una Europa que se hallaba dividida entre tres grandes estructuras políticas:
Francia, el Imperio Turco y el Imperio de Carlos. Conflictos:

 Con Francia, era inevitable. Deseo francés de quebrar el ‘cerco Habsburgo’. Los espacios en
conflicto entre ambos estados eran, básicamente, Italia, Navarra y la herencia borgoñona.
Francisco I, monarca galo, ocupó el Milanesado, pero fue derrotado en la famosa batalla de
Pavía (1525). Se alió luego con el Papa Clemente VII y provocó el saqueo de Roma por parte
de los imperiales (1527). El enfrentamiento entre los Habsburgo y los Valois, primero, y
luego los Borbones, marcan la historia política europea de los siglos XVI y XVII.
 Con el turco, en el Mediterráneo y en la frontera oriental de Europa. Tuvo luces y sombras,
con episodios tan destacados como la conquista de Túnez en 1535 y fracasos sonados como la
derrota de Argel de 1541. En la zona oriental, consigue salvar el primer asedio de Viena.

 Con los protestantes, por cuestiones confesionales, después de la aparición de la Reforma.


Esto provoca el surgimiento de las Guerras de Religión. Los príncipes alemanes en general
apoyaron la reforma luterana y formaron la Liga de Esmalcalda, la cual fue derrotada en la
famosa batalla de Mühlberg. El conflicto terminará con la Paz de Augsburgo (1555) por la
que se declara la libertad confesional en los Estados alemanes.

La Monarquía Hispánica de Felipe II (1558-1598)


- Carlos V repartió su herencia patrimonial a lo largo de una serie de abdicaciones sucesivas, entre los años
1554 a 1556.

o Su hermano Fernando recibió las tierras patrimoniales de los Habsburgo (Austria) además de la
dignidad imperial.

o Su hijo Felipe, el resto: las Coronas de Castilla y de Aragón, el reino de Nápoles, América, Flandes,
Franco-Condado.

- Además de ello, Felipe era rey consorte de Inglaterra por su matrimonio con María Tudor (enlace propiciado
por su padre para proteger Flandes).

- En 1580, la diplomacia y la intervención militar consiguen colocar en el trono portugués a Felipe II, sumando
este reino -y sus posesiones ultramarinas- al resto de los territorios que conformaban la Monarquía Hispánica.

- La Monarquía Hispánica tenía los mismos problemas que el Imperio de Carlos V: la formaban un
conglomerado heterogéneo de territorios, de inmensa proporción y con desequilibrios internos, complicados
de gobernar. La Corona de Castilla seguía siendo la pieza fundamental para administrar este vasto legado,
pero con una diferencia sustancial: su padre, había sido, en resumidas cuentas, un extranjero y un monarca
viajero, con evidentes rasgos medievales en su actuación política. Su hijo, a cambio, había nacido en la
Península y había sido educado en ella, y fijó de forma estable su residencia en Castilla, convirtiéndola en la
sede de la administración y núcleo económico y político de su Monarquía.

- Para el gobierno y la administración de esta Monarquía, Felipe II continúa con el sistema polisinodial
diseñado por los Reyes Católicos, que consiste en una burocracia eficaz a través de una serie de instituciones,
que son los Consejos. Los hay de carácter sectorial (Consejo de Estado o de Hacienda, por ejemplo) y de
carácter territorial (Consejo de Castilla, de Aragón, de Indias). Sus miembros son, principalmente, letrados,
así como nobles y alto clero. El rey despachaba los asuntos con sus ‘secretarios’ manteniéndose también las
Chancillerías (órgano judicial) y una administración local (corregidores), aunque durante su mandato se
produjeron bancarrotas y problemas fiscales.

- Los objetivos primordiales fueron los siguientes:

o Guerras para mantener la hegemonía de la Monarquía Hispánica.


o Protección de la herencia territorial recibida.
o Defensa del catolicismo.

- Felipe II heredó de su padre la política exterior. Ejes:

o En el marco de la rivalidad Habsburgo-Valois, lucha en Italia, luego trasladada a la frontera franco-


flamenca. Concluye con la firma del Tratado de Cateau-Cambresis de 1559, en que se reconoce la
preeminencia española con condiciones no demasiado estrictas para Francia. Se inicia, pues, un largo
periodo de paz hispanofrancés. Sólo a final del siglo, un hugonote, Enrique de Borbón, se convierte en
heredero legítimo al trono francés y esto hace que Felipe II se decida a intervenir para poner en él a
Isabel Clara Eugenia, hija de su matrimonio con Isabel de Valois,
comocandidatacatólicaalacoronafrancesaPerolarenunciaalprotestantismodeEnriquedeBorbónfuelacaus
a de que se instalara en Francia una nueva dinastía, la de los Borbón, que heredará la política Valois
de enfrentamiento con la Casa Habsburgo.
o Lucha contra el islam. Tanto internamente -problema morisco (musulmán bautizado después de la
aprobación de la Pragmática de los Reyes Católicos en 1502- como en el exterior -Imperio Turco y
piratas berberiscos-. Los problemas internos con los moriscos -no quería Felipe II que fuera una
‘avanzadilla’ para los turcos, además del trato sufrido por esta comunidad a la que se le había
prohibido su lengua y costumbres- provocó la rebelión de las Alpujarras (1568), sofocada por Juan de
Austria con la dispersión de los moriscos por Castilla. A esto se unió la pérdida de algunas posesiones
-Túnez, Chipre, etc.- además del acceso al Papado de Pío V -firme defensor del espíritu de cruzada
hicieron que la ofensiva general contra el Imperio otomano se convirtiera en uno de los ejes de su
acción exterior. Lepanto (1571) no supuso más que una victoria moral, sin resultados prácticos. Y si
bajó la actividad bélica en el Mediterráneo, se debió, sobre todo, a otras causas internas de ambos
Imperios, turco e Hispano.

o Enfrentamientos con Inglaterra. Los intentos de alianza con Inglaterra se frustraron por la muerte de
María Tudor y la llegada al trono inglés de Isabel I, que restauró el anglicanismo. Esto supuso: 
Rivalidad por el dominio del Atlántico.

o Apoyo de Isabel I a la rebelión de los Países Bajos.

o Apoyo de Felipe II a las conspiraciones católicas en Inglaterra.

o En este marco de enfrentamiento entre ambas Coronas, el momento álgido fue la pérdida de la Gran
Armada en 1588. Sus consecuencias no fueron tan dramáticas como las indicadas por la historiografía
tradicional ya que, pese al desastre, regresó más de la mitad de la flota a sus puertos del Cantábrico.
Las hostilidades se reanudaron, pero no hubo éxitos, excepción hecha del ataque inglés a la bahía de
Cádiz en 1596.

o Problemas en los Países Bajos. Éste fue el auténtico quebradero de cabeza de Felipe II. Se inició en
1568, es decir, muy al principio de su mandato, pero se enquistó a lo largo de su reinado. Sus causas
fueron:

 Oposición política a un gobernante que no era nacional (Carlos era flamenco).


 Malestar por la política fiscal y religiosa aplicada.
 Presencia de tropas extranjeras.
 Desarrollo del calvinismo en algunas zonas

- Para hacer frente a este desafío, hubo de mantenerse un cuerpo armado que fue en incremento conforme
avanza la decimosexta centuria. Y ello conllevaba un aumento significativo de los gastos. Los motines por el
retraso en las pagas era algo habitual en el ejército. También hay que decir que se aplicaron diferentes
políticas en función de los gobernadores elegidos: como ejemplo, el duque de Alba propuso como sistema
para administrar el territorio una política de ‘mano dura’; más tolerantes fueron Requesens y Juan de Austria;
y, sobre todo, destacó Alejandro Farnesio que fue quien estuvo más cerca de alcanzar una solución al
conflicto. Se valió, para ello, de las diferencias existentes entre las provincias del Norte -con predominio de la
burguesía calvinista- y las del Sur, donde la nobleza tradicional, que hablaba francés, estaba más preocupada
por sus derechos políticos más que por los confesionales. Consiguió, pues, que la zona del Sur aceptara la
autoridad de Felipe II. A cambio las 7 provincias del Norte se coaligaron en la Unión de Utrecht, continuando
la lucha armada. Poco antes de morir, Felipe II intentó solucionar el conflicto cediendo los territorios a su hija
Isabel Clara Eugenia y a su marido el archiduque Alberto. Había cláusulas que acompañaron a esta cesión,
como la de que los territorios volverían a la Corona hispana en caso de no tener descendencia el matrimonio
(como de hecho sucedió). Los holandeses (Provincias Unidas) se negaron a aceptar a los nuevos soberanos y
continuaron la guerra.

- Bancarrotas de la Hacienda, debidas a esta política exterior. Pese a los intentos de reorganizar la Hacienda, no
consiguió nunca equilibrar el presupuesto. Castilla estaba exhausta por la presión fiscal. Casos destacados
tuvieron gran repercusión social: en 1590 se aprobó un impuesto temporal, llamado millones, que se hizo
luego perpetuo, y cuya característica es que afectaba a todos los estamentos (era, pues, universal) aunque es
verdad que afectaba más a los pecheros. Y se generalizaron las protestas. El legado que dejó Felipe II a su hijo
fue peor que el que él mismo había recibido.
Crisis generalizada y teoría absolutista. Los instrumentos de la administración de los Estados.

- Debate historiográfico sobre la existencia o no de una crisis generalizada en el siglo XVII. Hoy puede
afirmarse que hubo una crisis generalizada en el continente europeo que otros estudios extienden a ámbitos
tan distantes como Méjico y Japón. Y aunque se cerraron conflictos de la centuria anterior, surgieron otros
nuevos, como la Guerra de los Treinta Años, que fue un conflicto europeo. En especial, el año 1640 fue difícil
para muchos Estados, como la Monarquía Hispánica (revueltas catalana y portuguesa) pero también para
Inglaterra y Francia. Autores como Hobsbawm -marxismo- parten del reconocimiento de ‘crisis generalizada’
para enmarcar el proceso en la última fase de transición de la economía feudal a la capitalista. Su tesis es que
la crisis propició una concentración del poder económico que contribuye a la acumulación del capital siendo
Inglaterra el único país que aprovechó esta coyuntura y lo que explica que fuese allí donde surgiese a
‘revolución industrial’. Frente a este autor, Trevor Roper, de tendencia liberal, justifica los problemas
aparecidos en Europa a lo largo del XVII como consecuencia del enfrentamiento Estado-sociedad que se
verifica con el paso de las monarquías renacentistas a las absolutas. Las corrientes historiográficas se
engloban, a grandes rasgos, en una de estas dos posturas.

- Fue en el siglo XVII cuando la idea absolutista del Estado adquiere mayor presencia en buen número de
Estados europeos (evolución del reforzamiento del poder real que antes llamábamos ‘primitivo Estado
moderno’). Los teóricos del absolutismo fueron dos: el inglés Hobbes, autor del Leviathan (1651) [TEXTO
NÚM. 4] y el francés Bossuet, en su libro Política sacada de las Sagradas Escrituras (1677) [TEXTO NÚM.
5]. Pero existen diferencias entre los modelos propuestos por ambos. Para el primero, la base del poder
absoluto del monarca no está en el derecho divino de los reyes sino en la existencia de un contrato. Lo explica
así: el hombre en estado natural viven en la anarquía y guerra (‘el hombre es un lobo para el hombre’) y
necesita por ello ceder el control voluntariamente a un gobernante. Su modelo absolutista está basado en una
concepción utilitaria y su pensamiento es fundamentalmente individualista. Para el segundo, los principios de
la política están contenidos en la Sagrada Escritura. Estudiados estos textos, llega a la conclusión de que la
monarquía es la forma de gobierno más natural, antigua y común. La autoridad del rey es sagrada, paternal y
absoluta. Por lo tanto, quien atenta contra este poder, comete no sólo un delito sino también un sacrilegio.
Ambos teóricos, no obstante, por diferentes motivos, defienden el poder ilimitado de monarca.

- Vinculado a estas tesis absolutistas están los instrumentos para conseguir esta organización administrativa
que, en esencia, siguen siendo los mismos antes vistos:

o Desarrollo de una burocracia civil.


o Organización de la Hacienda.
o Recaudación de impuestos.
o Ejército permanente.

- Por lo tanto, la pieza clave la administración central continuaba siendo los Consejos y los secretarios. Pero,
junto a estos elementos ya vistos en la organización administrativa anterior, adquiere fuerza otras figuras
políticas, como los validos en España, o los primeros ministros en Francia. Su importancia política queda
atestiguada en que muchos se convierten en los verdaderos rectores de la política del Estado. El número de
funcionarios aumentó de forma considerable en el siglo XVII. Se incrementan las actividades del gobierno
central, al igual que crecen las necesidades financieras de la Corona, lo que impulsa la creación de nuevos
puestos en la administración (con carácter venal muchos de ellos). Al tiempo, se nombran funcionarios
provisionales dependientes de la Corona para controlar a determinados miembros de la administración (los
más poderosos) o desempeñar trabajos especiales (intendentes en Francia, por ejemplo).

- La venta de cargos públicos fue una importante fuente de ingresos para las monarquías absolutas. Pero la
monarquía también procura desarrollar sistemas de tributación regulares. La presión fiscal aumentó en toda la
centuria.

- Por otro lado, el establecimiento de un ejército permanente fue otro de los instrumentos fundamentales de las
monarquías absolutas. El crecimiento de los efectivos militares conllevó además el aumento de una
importante burocracia con ello relacionada (avituallamiento, intendencia, etc.)

El gobierno de los “Austrias menores”


- La Monarquía Hispana experimental un retroceso en el panorama internacional durante el siglo XVII que
contrasta con el ‘Siglo de Oro’ cultural que tuvo. Algunas causas
o Demografía. Retroceso producido por varios factores: naturales (pestes y hambre), coyunturales
(expulsión de los moriscos, aumento de vocaciones y emigración a América), bélicos (continuados
conflictos militares). Todos estos factores combinados provocaron que fuese significativo el descenso
de la población durante la primera mitad de la centuria. En la segunda mitad, y dependiendo de las
zonas, hubo recuperación (sobre todo en la periferia, no en el centro peninsular).
o Crisis en la agricultura y ganadería.
o Producción industrial afectada.
o Comercio internacional. Tanto el Atlántico como el Mediterráneo pasaron a estar más controlados por
extranjeros que españoles. El comercio con Indias se traslada de Sevilla a Cádiz. El monopolio
americano se quiebra con el florecimiento del contrabando y la piratería, que tuvo en este siglo su
‘edad de oro’. El tráfico de metales preciosos traídos de América disminuyó en la primera mitad del
siglo, volviendo a reactivarse a partir de 1660.

- Para compensar la pérdida que suponía el volumen del comercio con América, los ‘Austrias menores’
recurren a todo tipo de medidas para incrementar la recaudación (venta de juros, títulos de deuda pública,
venta de tierras, cargos, títulos, etc.). Pero, entre todas estas medidas, la alteración del valor de la moneda fue,
sin duda, en más utilizado (moneda de vellón, con menos proporción de plata hasta que desaparece y es
completamente una moneda de cobre).

- En el terreno social, el siglo XVII refleja también los cambios que se producen en la economía. Los
estamentos privilegiados incrementan el número de sus miembros por la costumbre de la venta de títulos por
parte de la Corona (en todos sus niveles, incluido el más bajo, con la concesión de hidalguías). Pese a todo, la
nobleza -aun con dificultades económicassigue acaparando poder social y político. En verdad, era el
estamento mejor preparado para capear las dificultades de la crisis del siglo XVII. Por lo que respecta al clero,
parece que las dificultades económicas provocaron un incremento de las vocaciones, a pesar de la oposición
de las Cortes y la Corona. Finalmente, el estamento del ‘Tercer estado’ o ‘pueblo llano’ tenía muchas
diferencias dado el elevado número de situaciones diferenciales que tenía.

- Los arbitristas con sus proyectos de reforma -exagerados e irreales en bastantes ocasiones- muestran una
imagen muy certera de las preocupaciones de los contemporáneos. Iban, sobre todo, dirigidas a remediar los
efectos de una situación económica adversa. Los más importantes fueron González de Cellórigo y Fernández
de Navarrete, entre otros.

El reinado de Felipe III (1598-1621)

- Con relación a su padre, representa el paso de un régimen personalista a uno de valimiento. Su decisión de
delegar el gobierno en la figura del valido no tenía precedentes. Siempre se explica la aparición de esta figura
política por la debilidad y falta de talento de los monarcas. Sin embargo, Tomás y Valiente habló de un
intento de la alta nobleza por acaparar el poder político de la Monarquía. Con el valido, los nobles introducen
una figura política entre el monarca y sus secretarios que representa sus intereses. También justificaba la
existencia del valido por la complejidad que había ido adquiriendo el funcionamiento de la administración.

- El Duque de Lerma fue el primer valido de la Monarquía. Como sus sucesores, no tuvo título ni oficio
público. Tan sólo actuaba por delegación del monarca firmando documentos de estado en su nombre.

- La reforma de la administración fue necesaria también, dado que el sistema polisinodial era lento y había
cruce de competencias entre varios Consejos. Especialmente significativo era el caso del Consejo de Indias
pues la distancia provocaba la demora en la toma de decisiones y aparece, como solución, la llamada ‘Junta de
Guerra de Indias’, integrada por un presidente, dos consejeros del de Indias y otros dos del de Guerra. Las
Juntas, pues, se impulsan como medio de mejorar la administración del estado, que precisaba decisiones más
ágiles. Por ejemplo, las Juntas proliferaron en el terreno de la Hacienda a partir de 1600. Sin embargo, las
Juntas no solucionaron el problema de gobierno y fueron un fracaso. En bastantes casos, las luchas de poder
entre sus miembros paralizaban la toma de decisiones rápidas y las convertían en instrumentos ineficaces

- En su reinado se llevó a cabo la expulsión de los moriscos, como hecho más destacado de su política interior.
Esta comunidad se resistía a la integración. Se estima en 300.000 sus miembros, con mayor peso en Valencia
y Aragón y menos en Castilla. Se ultima la expulsión en 1609. Fue una operación logística de envergadura
que pudo hacerse gracias a la situación de paz que vivía la Monarquía. Comenzó por Valencia y, cuando se
completó, se efectuó los restantes. Las consecuencias fueron devastadoras, en especial para Valencia, donde
muchos lugares quedaron abandonados y la repoblación no pudo compensar pues las condiciones impuestas
por los nuevos propietarios -la nobleza- eran más exigentes. En verdad, fue a la nobleza el estamento social al
que la Corona quiso compensar por los efectos económicos que tuvo el decreto de expulsión

- En el exterior, Pax Hispanica.

El reinado de Felipe IV (1621-1665)

- La llegada de Felipe IV fue seguida por el ascenso de Baltasar de Zúñiga y su sobrino, Gaspar de Guzmán,
conde de Olivares y duque de Sanlúcar la Mayor. Ambos tenían la misión de restaurar Castilla y rehacer la
grandeza de una Monarquía que consideraban estaba en declive. Obviamente, lo primero era desplazar el clan
nobiliario que había sustentado los anteriores mandatarios, Lerma, el duque de Uceda, etc. Ahora, en el centro
del nuevo equipo de gobierno estaba la familia de los Guzmanes y sus parientes los Zúñiga. Entre 1621 y
1622 estuvo a la cabeza de la estructura el tío del conde-duque de Olivares, Baltasar de Zúñiga

- Olivares trató de llevar a la práctica un plan de reforma propuesto por el Consejo de Castilla mediante la
creación de una serie de Juntas. La Junta de Reformación responde a la necesidad de investigar todo aquello
que fuese susceptible de reformarse y proponer los remedios para hacerlo. En agosto de 1622 celebró su
primera reunión, recogiendo muchas de las ideas de los arbitristas. Los Memoriales que redactó este Órgano
contestan a las claras la idea del valido de reformarlo todo, no sólo la economía, sino la sociedad, la
administración, las finanzas, etc. Como ejemplo, sobresalen las siguientes actuaciones:

1. Lucha contra la corrupción y la venalidad de los cargos. Decreto de 1622 por el que se obliga a todos los que
habían ejercido tareas de gobierno desde 1592 a presentar una relación de bienes antes y después de ejercer
tareas de gobierno.

2. Incremento de la población. Algunas medidas fueron las de obstaculizar la emigración, favorecer la


inmigración y dotar con premios a las familias numerosas.

3. Reducción del consumo. Se dictaron leyes suntuarias y se aconsejó a los nobles que volvieran al origen de su
riqueza, es decir, a sus dominios territoriales para explotarlos.

4. Medidas de tipo moralizante. Se clausuraron burdeles y teatros y se censuraron las novelas

5. Nivel de enseñanza. Se estimularon la creación de centros que ofrecían una formación más práctica a la
minoría dirigente, orientada a las tareas de gobierno

6. Deseo de modernizar la economía. Impulsando, sobre todo, la producción.

- En 1625 se creó una nueva Junta, llamada de Población, Agricultura y Comercio. La bancarrota de 1627
convenció a Olivares de prescindir de los baqueros extranjeros y sustituirlos por portugueses. Pero, sobre
todo, destacaron sus propuestas para mejorar la Hacienda, campo en que se propuso aumentar el rendimiento
de los impuestos y repartir la carga económica entre todos los reinos de la Monarquía Hispánica. Con las
siguientes ideas:

1. Sustituir los ‘millones’ por un impuesto único que no pasaba por la aprobación de las Cortes. Rechazado por
la mayoría de las ciudades.

2. El régimen señorial se fortaleció porque la Corona permitió la cesión de vasallos a la jurisdicción señorial
mediante compra.

- El objetivo de Olivares era prestigiar la hegemonía en Europa convirtiendo a Felipe IV en un gran rey. En
1624 entregó al monarca un escrito conocido como Instrucción secreta o Gran Memorial en el que esbozaba
los principios básicos de su gobierno. Los aspectos tratados más significativos eran los siguientes:

1. Medidas contra los ‘grandes’.


2. Reducción de las propiedades de la Iglesia.
3. Problema en las relaciones de Castilla con los reinos periféricos.
4. Engrandecer la figura del monarca.

- ¿Cómo conseguir estos principios? Existían tres caminos posibles:

1. Integración gradual de los reinos utilizando un sistema de alianzas matrimoniales además de que los nacidos
en un reino ocupasen los cargos políticos en otro para que las diferencias fuesen desapareciendo
gradualmente.

2. El monarca como impulsor de negociaciones con los diferentes reinos, movilizando al ejército para mostrar su
poder.

3. El monarca visitara un reino y, con la excusa de sofocar una revuelta, impusiera en el mismo las leyes
castellanas, como si fuese un reino conquistado.

- Era, en cualquiera de los caminos seguidos, un proceso de largo recorrido. Por eso, redactó otros menos
ambiciosos, pero de ejecución más inmediata, como su proyecto de Unión de Armas. La finalidad de este proyecto
era conseguir la cooperación militar de los distintos territorios de las Monarquía para crear un ejército de 140.000
hombres, mantenido de forma proporcional a su población. Pretendía, pues, aliviar a Castilla del esfuerzo en la
defensa del Imperio y vincular en este objetivo común a los diversos reinos de la Monarquía.

- La cuestión a resolver era cuándo llevar a cabo este proyecto pues había que superar las trabas que lo
frenaban, básicamente los fueros y privilegios de cada reino. Un paso se dio cuando Felipe IV convocó las Cortes
del Reino de Aragón en 1626 en las que -salvo Cataluña- aportaron algo más de lo habitual a esta causa común
(dinero, no hombres).

La crisis de 1640

- Es una fecha importante pues la Monarquía Hispánica tuvo que hacer frente a una de sus crisis más profundas.
La rebelión estalló en Vizcaya, Cataluña, Portugal, Nápoles, Sicilia, Valencia y amenazaba también Andalucía
y Aragón. No todos los movimientos fueron igual de importantes pero fueron coincidentes y fue una dura
prueba para la Corona.

- Cataluña había planteado que la pretensión de Olivares no tenía cabida en las leyes del Principado pero,
además, se había sobrevalorado su capacidad demográfica y económica. Por estos motivos, las Cortes
rechazaron la Unión de Armas. El estallido en 1635 de la guerra con Francia (Olivares buscaba mantener el
prestigio internacional de la Monarquía) enturbiaron aún más la situación. La guerra se trasladó a esta frontera
y provocó graves altercados con motivo del alojamiento de las tropas entre los campesinos y la soldadesca
(Corpus de Sangre). En este contexto, los campesinos y las clases bajas de la ciudad se hicieron con el control
de Barcelona. Este movimiento social se extendió por el Principado y generó más tarde en una revolución
política coordinada por la Diputación, órgano que pidió a Francia ayuda para luchar contra el gobierno
castellano. Pero la implantación en Cataluña de un gobierno francés no mejoró las cosas y, por ello, en 1652,
Barcelona volvió a reconocer a Felipe IV como rey, fracasando la rebelión pero prometiendo el monarca
respetar las leyes y privilegios del Principado.

- Otro espacio de conflicto fue Portugal. Aquí las quejas de corrupción por no respetar los privilegios y leyes
del reino, se unieron al descontento de la nobleza -por no concederle mercedes- y los sectores económicos -
por la política de ultramar y la aparente indefensión de las colonias-. Aprovechando los sucesos en Cataluña,
se depuso a la virreina Margarita de Saboya y se proclamó rey de Portugal al duque de Braganza, ratificado
por las Cortes. En 1668 se reconoce la independencia de Portugal. La unión de todos los sectores sociales
contra la Monarquía Hispánica fue lo que causó el triunfo del movimiento.

- En zonas de Andalucía hubo conspiraciones nobiliares que fueron fácilmente sofocadas al no tener más
apoyos sociales. Más importantes fueron los conflictos que estallaron en Nápoles y Sicilia provocados por
malas cosechas, presión fiscal y conflictos entre la nobleza y tercer estado. La guerra se mantuvo por años.

- Como conclusión, existieron en los años centrales del XVII revueltas de Estado y levantamientos populares en
los diferentes territorios que formaban la Monarquía Hispánica que pondrían a la Corona en jaque y la
llevarían al borde del desastre. Los intentos de reforma de Olivares fueron un fracaso sonado y los reinos
periféricos resistieron los proyectos que pretendieron unirles a Castilla, reino que no pudo recuperar nunca la
posición hegemónica que tuvo en el pasado.

- La carrera política de Olivares no pudo resistir estos desastres de mediados del siglo. El monarca le dio una
salida honrosa. Y estos desastres de 1640 obligaron a la Corona a replantear su política exterior, aliviar sus
compromisos internacionales y buscar la paz (Francia y las Provincias Unidas eran los principales problemas).
Paz de Westfalia de 1648 (fin de la Guerra de Treinta Años), Tratado de Münster de 1648 (Provincias Unidas,
se reconoce por parte de la Monarquía Hispánica. Importante fue el cambio de rumbo en la política
internacional: idea del equilibrio entre potencias va adquiriendo fuerza) y Paz de los Pirineos de 1659 (con
Francia). En este último caso, la Monarquía Hispánica entregó Rosellón, Cerdaña y Artois a Francia y se fijó
el enlace matrimonial de María Teresa -hija de Felipe IV- con Luis XIV. Francia ya era la potencia
hegemónica en Europa.

Carlos II y la tímida recuperación (1665-1700)

- Desde un punto de vista historiográfico, este reinado se ha considerado tradicionalmente como el mejor
exponente de la “decadencia española”. Cuestiones como la personalidad del nuevo rey, su incapacidad para
tener descendencia y la propia situación internacional, con una Francia emergente y preponderante,
consolidaron esta afirmación. Los estudios de Kamen contribuyeron a ir corrigiendo esta visión general del
reinado. Y, partiendo este estudio pionero de un estudio demográfico y económico en la zona de la periferia,
construyó la teoría de que, en vez de ahondar en la idea de que este reinado es el más importante exponente de
decadencia, su autor cree que aparecen los primeros síntomas de recuperación (en los años 80 del siglo) que
tendrán luego su continuidad en la centuria siguiente.

- Dada la minoría de edad del joven rey y la Regencia de Mariana de Austria, su madre que se impuso, se
permitió que la alta nobleza fuese recuperando su protagonismo político.

- A finales del reinado, se observa una recuperación demográfica que anuncia el cambio de tendencia que se
producirá en el siglo XVIII.

- También la actividad económica -agricultura, industria y comercio- experimenta una recuperación. En el


primer sector mencionado fue modesta y más acusado en los otros dos sectores. En 1679 se había constituido
la Junta general de Comercio para estas actividades que se centró en Castilla con el objetivo de fomentar la
actividad manufacturera y suprimir las moneda de baja calidad. Esta experiencia, con mejores resultados, se
trasladó a la periferia. En Cataluña, por ejemplo, se fomentó la inversión en la industria mediante concesión
de privilegios a cualquier persona -nacional o extranjero- que crease un nuevo establecimiento. Y aunque los
resultados fuesen asimismo modestos, los cambios operados preludiaban un cambio de mentalidad que
anunciaba las reformas ilustradas. En este sentido, destaca la Pragmática de 1682, donde se proclamó la
compatibilidad en la dedicación a la actividad industrial con la pertenencia al estamento nobiliario.

- Kamen dividió esta recuperación tardía de la economía española en dos zonas muy diferentes:

o Cataluña y el País Vasco, territorios más resguardados de las epidemias y al margen de las
manipulaciones de la moneda, iniciaron un evidente despegue industrial y comercial.
o En la Meseta y el Sur peninsular, las dificultades se prolongaron, al menos, hasta el 1680.

- La Monarquía Hispánica estuvo al socaire de las potencias europeas, sobre todo de Francia, que aprovechó
diferentes acuerdos para ampliar sus fronteras:

o Paz de Nimega (cesión del Franco Condado).


o Paz de Aquisgrán (se reconoce la independencia portuguesa).
o Paz de Ryswick (se devuelven a la Monarquía Hispánica ciertas posesiones a cambio del
reconocimiento de que el trono español pudiese recaer en un miembro de la familia real francesa).

- Problema de sucesión. Carlos II muere sin descendencia, planteando un conflicto. Tres posibles candidatos:

o Felipe de Anjou, francés (nieto de Luis XIV).


o El archiduque Carlos de Austria (hijo del emperador Leopoldo I).
o El príncipe José Fernando de Baviera (biznieto de Felipe IV).

- Carlos II designó en su testamento como sucesor al primero. Pero el temor al establecimiento de un bloque
hispano-francés preponderante, provocó el rechazo a Felipe por parte de algunos países europeos y fue el
origen de la Guerra de Sucesión.

Generalidades

- En los estados europeos del XVIII, la mayor tensión política estaba entre la tendencia a la monarquía absoluta
y la resistencia a la misma por parte de otros sectores, especialmente la nobleza. Pero este panorama era
diferente según se considerase uno u otro Estado (Francia y España eran, en verdad, los modelos absolutistas
más acabados). En la segunda mitad del siglo, se producen una serie de reformas de carácter absolutista y en
consonancia con las nuevas ideas ilustradas, que se conoce con el nombre de despotismo ilustrado. La alianza
que se establece entre monarquía absoluta e Ilustración fue sólo posible porque muchos filósofos consideraban
que un gobierno fuerte y enérgico era imprescindible para imponer las nuevas leyes basadas en la razón y
frenar los obstáculos de la ignorancia y fanatismo.

- Hay grandes similitudes de los ‘déspotas ilustrados’ con sus antecesores: les unía el deseo de reforzar su
propio poder y hacer frente a los gastos de la administración y ejército. Para conseguir mayor recaudación, los
ilustrados concibieron la reducción de los privilegios de la nobleza y el celo, supresión de las trabas gremiales,
mejora de la condición de los campesinos, etc. Medidas de este tipo, encaminadas a mejorar el nivel de vida
de los súbditos o la libertad intelectual (educación) son buen exponente del desarrollo de las ideas ilustradas.

- Teoría del equilibrio de poder. Esto implica que ningún Estado fuera lo suficientemente fuerte como para
imponer la hegemonía. Y si existía un Estado que amenazase este equilibrio -como la Francia del Rey Sol-
debía actuarse coaligándose otros estados para conculcar dicho peligro. En este sentido, el peligro de que se
sentara en el trono español un candidato francés fue visto como una amenaza contra ese equilibrio y, en
consecuencia, se formó una alianza antiborbónica encabezada por Inglaterra, Holanda y Austria. Tras largos
años de guerra, se llegó, en 1713, a la Paz de Utrecht, por la que se reconoce a Felipe V como primer rey
borbón de España, cediendo, a cambio, sus posesiones europeas aunque conservando el territorio americano.
Otras consecuencias:

o Gran Bretaña obtuvo Gibraltar.


o Austria, los Países Bajos españoles (Bélgica) y algún territorio más en Italia.
o Algunos príncipes alemanes recibieron el título de reyes (Brandeburgo).

Guerra de Sucesión Española (1701-1713)

- De 1701 a 1703 el escenario del conflicto estuvo fuera de la Península. En 1704, el archiduque Carlos,
pretendiente austríaco, desembarcó en Lisboa por ser Portugal aliada de los ingleses, que se apoderaron de
Gibraltar. En 1705, Valencia y Cataluña se sublevaron a favor del archiduque y en 1706 Mallorca y Aragón se
suman a esta misma causa. Por lo tanto, Felipe V estaba amenazado desde Lisboa y desde el Este de la
Península y tuvo que abandonar Madrid, ciudad en la que entró el archiduque. Más tarde, el apoyo de las
provincias castellanas hizo que Felipe V pudiera recuperar la capital. En 1707, tras la famosa batalla de
Almansa, las tropas hispanofrancesas recuperan Valencia y Aragón, cuyos fueros fueron abolidos.

- El hambre y las condiciones climáticas permitieron en 1710 recuperar Madrid para el archiduque. La reacción
de Felipe V y algunas decisivas batallas fortalecieron su posición militar. La muerte sin hijos del emperador
Leopoldo I hizo que el trono pasara a su hermano Carlos, y se retiró de la contienda española (Holanda e
Inglaterra no querían la reconstrucción del Imperio de Carlos V en su figura). Francia también estaba exhausta
y esto hizo que buscaran la paz en las condiciones antedichas. La guerra se prolongó hasta el 1714 año en que
las tropas de Felipe V entraron en Barcelona.

- Causas complejas para que esta Guerra se convirtiera en una contienda civil. Esto evidenciaba lo mal
cohesionada que estaba la Monarquía Hispánica pues el reino de Castilla optó por Felipe en tanto que Aragón
lo hacía por Carlos. Castilla acogió a Felipe y a la nueva dinastía bien en contraposición a la situación
anterior. Tan sólo la alta nobleza castellana era poco proclive dado que habían tenido mucho poder en los
últimos años del reinado de Carlos II.
o Cataluña y Valencia habían conocido una recuperación económica y, además, poca injerencia del
gobierno central en la etapa final de Carlos II y deseaban mantener este mismo escenario. Socialmente
hablando, la nobleza de estos territorios era más proclive a Felipe que el pueblo llano, que apoyaba a
Carlos.

o El clero se sumó a la actitud de apoyo popular a uno y otro bando y, en Castilla, acogió la causa
felipista y en Aragón la austracista.

- Felipe no se mostró abiertamente en contra de los fueros al principio. De hecho los respetó en el País Vasco y
Navarra. Pero cuando los suprime en Aragón y Valencia, Cataluña prolongó el conflicto porque temía lo
mismo. La Guerra de Sucesión trajo un cambio significativo en la posición internacional de España.

o La pérdida de sus territorios en Flandes e Italia motivó que España dejase de tener una posición
hegemónica como con la anterior dinastía Habsburgo (con el coste económico que ello había
supuesto).

o Consecuencia de lo anterior, fue el cambio también en la dirección de los asuntos internacionales,


cuyo centro de gravedad estaba ahora en América, que constituía el gran reto para España. Y la
oponía a Inglaterra que era el país que amenazaba estas posesiones coloniales.

o Fomento de la alianza hispano-francesa. En relación con la situación anterior, los nuevos intereses
españoles sustituyeron la anterior rivalidad con Francia por una alianza con esta nación. Esta
cooperación se articuló en los llamados Pactos de Familia, alianzas militares entre las dos ramas
Borbón, española y francesa, con dos objetivos claros:

 Recuperar las posesiones españolas perdidas en el Tratado de Utrecht.


 Detener el avance británico en América.

o Fueron tres los Pactos de Familia suscritos, dos en tiempos de Felipe V por problemas dinásticos y
uno en tiempos de Carlos III en relación a la guerra de Independencia americana.

o Imposibilidad económica de mantener dos frentes abiertos, en Europa y en América.

Felipe V (1700-1746)

- Nunca aceptó lo estipulado en Utrecht pues su honor como rey le obligaba a procurar recuperar sus posesiones
italianas. Este intervencionismo en Italia se reforzó, aún más, por el matrimonio con su segunda esposa, Isabel
de Farnesio, de origen italiano. Quería, además, dejar en herencia algunos principados italianos a sus hijos,
Carlos y Felipe, que tenían pocas posibilidades para heredar el trono español, dada la existencia de hijos del
primer matrimonio.

- El abate Alberoni fue el promotor de esta política italiana. En 1717 dirige la invasión de Cerdeña y en 1718 la
de Sicilia, ambas posesiones que habían estado bajo la órbita española pero que suponían ahora una violación
de los acuerdos de Utrecht. En 1724 Felipe V abdicó en su hijo Luis I, que gobernó unos meses, hasta que su
muerte causó la vuelta de su padre Felipe V al trono, hasta su muerte en 1746. Durante esta segunda etapa, la
influencia de Isabel de Farnesio fue mayor aún y el ministro más destacado de su gobierno fue José Patiño,
quien fortaleció la marina de guerra española como instrumento para el dominio de América.

- En 1727 hubo un sonado fracaso en recuperar Gibraltar. Se modificó la política y se firmó con Francia y Gran
Bretaña el Tratado de Sevilla de 1729, por el que el infante Carlos obtuvo ciertas posesiones italianas del
norte. Este acuerdo con Gran Bretaña fue efímero pero con Francia se concretó en un acercamiento (Primer
Pacto de Familia de 1733).

- En América, se incrementó el contrabando británico consecuencia de las limitadas concesiones obtenidas en


Utrecht. Ello produjo la guerra de 1739.
- En 1740, un nuevo conflicto europeo -la guerra de sucesión austríaca- provocó la intervención española en
Italia al lado de Francia (Segundo Pacto de Familia de 1743). Sin resolverse este conflicto, fallece Felipe V en
1746.

- El balance de su reinado presenta luces y sombras:

o Aspecto positivo fue la mejora de la marina de guerra antes citada.


o Como elemento negativo, el intervencionismo en Italia fue poco rentable para el interés nacional.

- Tampoco haría nada por superar el atraso cultural del pueblo español y la Inquisición actuó con fuerza contra
los judaizantes de origen portugués (en este sentido, escasa actitud ilustrada)

La reforma de la Administración. Los Decretos de Nueva Planta

- Más importante fueron las reformas interiores que tuvieron efectos tan positivos como una mejora de la
eficacia administrativa que facilitaron la recuperación económica.

o Los Decretos de Nueva Planta se aprobaron entre 1707 y 1716. Suprimieron los fueros, instituciones y
Cortes del antiguo Reino de Aragón (por apoyar al archiduque Carlos) pero se mantuvieron en otros
territorios peninsulares por el apoyo a su causa (fueros vasco y navarro).

 Los Decretos guardan relación con el deseo de unificar la legislación y administración


española, manifestado ya en reinados anteriores.

 Los Decretos posibilitaron la participación de los súbditos de la Corona de Aragón en el


comercio americano (antes exclusivo de Castilla).

 Los Decretos suprimieron las aduanas interiores y fomentaron la contribución económica a la


Corona de otros espacios diferentes al castellano. Mejora de las infraestructuras de
comunicación.

 Los Decretos introducen en Aragón un nuevo sistema municipal por el que los regidores de
todas las ciudades importantes serían designados por el monarca.

- Se establece, pues, un nuevo modelo de Estado con los Borbón en España. Lo más sobresaliente fue la política
centralista en la que el monarca asume los tres poderes y se impone una unificación territorial, hacendística y
administrativa.

o En el gobierno central, el Consejo de Castilla sigue siendo el órgano más importante.

o Aumentó el poder de los Secretarios de Estado y Despacho (antiguos Consejos), que luego pasarán a
denominarse ‘ministros’. De esta figura dependían los ‘intendentes’, de inspiración francesa, que se
encargaban del gobierno de las provincias, con amplias atribuciones (policía, recaudación de
impuestos, reclutamiento, obras públicas, etc.). España se dividió en 11 provincias o intendencias,
gobernadas por un capitán general que asumía la jefatura militar. Se adopta la uniformidad
institucional a través de las Cortes Generales del Reino (ya no existen una por Reino), con reducidas
funciones.

o Reorganización de la Hacienda. Se implanta un nuevo impuesto, llamado ‘catastro’ (catastro de


Ensenada). Simplificación de la recaudación con la implantación de una ‘única contribución fiscal’.

o En el terreno económico, más que la creación de manufacturas estatales (reales fábricas, orientadas a
artículos de lujo, fue el mantenimiento de la estabilidad monetaria que pudo hacerse con la llegada de
remesas constantes de plata americana.

o Otras cuestiones destacadas:

 Establecimiento de la ley sálica


 Intensificación de la política regalista (capacidad de los monarcas de intervenir en los
nombramientos eclesiásticos).
 Reorganización del espacio americano, con la creación de nuevos Virreinatos e intendencias
en América.

Fernando VI (1746-1759)

- Su programa político se basaba, de un lado, en mantener una política de neutralidad con relación a los asuntos
europeos (a diferencia de su padre) y, de otro, centrarse en la reorganización interna y en el control más
efectivo del comercio americano. La paz permitió concentrar los esfuerzos en los problemas interiores. Dos
grandes figuras políticas: el marqués de Ensenada y José de Carvajal y Lancaster. Algunas medidas del
primero ya han sido apuntadas (catastro de Ensenada, modernización de España, etc.). También estableció el
Real Giro de 1752, banco para hacer transferencias de fondos públicos y privados del extranjero, que es
antecedente del Banco de San Carlos. En cuanto al segundo, el principal conflicto que tuvo la Monarquía fue
su enfrentamiento con Portugal por la colonia del Sacramento, desde la que se facilitaba el contrabando
británico por el Río de la Plata. Consiguió suscribir en 1750 el Tratado de Madrid por el que Portugal
renunciase a esta colonia y a su pretensión de libre navegación por el Río de la Plata.

- Minorías como los gitanos fueron tratados con especial severidad en su reinado, con persecuciones como la de
1748 en la que encarceló a 12.000 de ellos. Y con los judíos, aunque fueron perseguidos por su padre, en
muchos lugares se mantuvo la hostilidad popular hacia ellos, estando vigente los ‘estatutos de limpieza de
sangre’.

- Concordato de 1753. Relaciones entre la Corona y la Santa Sede. El Papa se negó a reconocer el patronato
universal como una regalía de la Corona —tesis sustentada por la Monarquía española, y fundamentada en el
escrito de Gregorio Mayans, titulado Examen del Concordato de 1737—, si bien aceptó el dominio de la
Corona sobre los beneficios eclesiásticos — suponía el reconocimiento de facto del patronato universal—,
excepto de 52 que se "reservó", precisamente, como prueba de que se trataba de una gracia pontificia. El
regalismo -es decir, la tendencia a situar la Iglesia bajo control real, lograría un gran éxito con este
Concordato que, como se indica, extiende el derecho del patronato regio, con lo que la Corona nombrará a la
mayoría de los cargos eclesiásticos españoles.

El despotismo ilustrado de Carlos III (1759-1788)

- Previamente, había sido rey de Nápoles, trono al que renunció para hacerse cargo de la herencia española
tras la muerte de Fernando VI sin hijos. Ya en este reino había conocido las ideas ilustradas. Tenía un
carácter enérgico y defendía sus ideas propias. Pero no tenía una inteligencia excepcional y las tareas de
gobierno no le interesaban tanto como otras actividades más lúdicas, como la caza. Dos ideas destacadas de
su reinado:

o Impulsó una política de reformas interiores en España. En ocasiones, esta línea reformista
provocaría malestar y revueltas (motín de Esquilache, ministro italiano que mejoró las calles de
Madrid e intentó acabar con el uso tradicional de la capa y sombrero de ala ancha, provocando un
descontento popular en que se mezclan motivaciones tradicionalistas y xenófobas y se complican
con crisis de subsistencia por la escasez de alimentos).

o Reanudó la participación española en los conflictos internacionales, en oposición a su predecesor


(Tercer Pacto de Familia, participando en la Guerra de los Siete Años y en el proceso de
independencia americana al lado de Francia y contra Gran Bretaña). En este sentido, todo apunta a
un interés en mantener este comercio americano en disputa.

- Dos fueron los grupos influyentes, sobre todo después de culminar la expulsión de los colegiales y jesuitas: el
grupo de aristócratas, encabezado por el conde de Aranda y los altos funcionarios de origen más modesto,
llamados golillas, plebeyos o hidalgos sin título. A este último grupo pertenecen los más destacados
ministros de monarca (Pedro Rodríguez de Campomanes, luego conde de Campomanes; y José Moñino,
luego conde Floridablanca).
- La presencia de las ideas ilustradas se hace patente en este reinado, en concreto en la década de los años
sesenta. Y, aunque moderadamente, las ideas ilustradas se extendieron por España. En 1765 surgieron, en
diferentes ciudades, las Sociedades de Amigos del País, con el objetivo de mejorar el nivel cultural y
fomentar la economía.

- Entre otros, uno de los instrumentos para la difusión de las ideas ilustradas en España fue la prensa (El
pensador, que aparece en Madrid entre 1761 y 1767, con un contenido crítico hacia la ociosidad de la
nobleza y la enseñanza clerical). Pero la prensa era cara y tenía sólo unos pocos miles de lectores. Madrid y
otras grandes ciudades fueron los centros del movimiento ilustrado español.

- Los ministros de Carlos III fueron, por lo general, proclives a la Ilustración. Y su influencia se observa, por
ejemplo, en los intentos de reformar la educación. Jugó en ello un papel considerable la expulsión de los
jesuitas pues esta orden había tenido mucha importancia en este terreno (consecuencia del motín de
Esquilache, por aprovechar el gobierno el mismo para expulsarlos). Las reformas de Pablo Antonio de
Olavide en la Universidad de Sevilla -incluyendo las matemáticas y suprimiendo la presencia de clérigos
regulares con sus disputas teológicas- o la reforma de los planes de estudio en las universidades castellanas,
fueron arrinconando al escolasticismo como núcleo central de la educación, abriendo la universidad a las
nuevas corrientes.

- Todos estos esfuerzos se hicieron visibles al finalizar el siglo XVIII. Existía un interés por la ciencia,
aparecieron los jardines botánicos y observatorios astronómicos, creados bajo el patrocinio de Carlos III. La
economía se empezó a estudiar (mercantilismo, luego fisiocracia).

- El principal enemigo de estas nuevas ideas era la Inquisición. La posesión de libros censurados era un pecado
que podía suponer la excomunión. Carlos III procuró controlar a este Órgano, pero nunca se atrevió a
pensar, como ilustrado, que tuviese que ser suprimida. Es más, consintió el juicio a Olavide de 1778, que le
valió la condena de ‘hereje’ y la de ser confinado en un monasterio por ‘desacato a las prácticas católicas y
elogio de libros prohibidos como los de Montesquieu o Voltaire.

- La influencia de la Revolución Francesa hizo que algunos ilustrados tendiesen al conservadurismo para evitar
el contagio con las ideas revolucionarias. De este modo, surge una generación ilustrada más joven, que no
reniega de la monarquía como forma de gobierno pero que adopta una actitud más crítica y tiende hacia el
liberalismo, rasgo que será muy destacado y visible en el reinado de su sucesor, Carlos IV.

- En líneas generales, las reformas emprendidas por Carlos III no responden a un programa coherente ni
pretenden modificar la estructura básica de la sociedad española. Sobre todo, son un intento de mejorar las
condiciones de vida de los españoles, guiadas por una interpretación más moderada de las ideas ilustradas.
En algunos casos, además, las reformas emprendidas fueron más lejos en la práctica que en el reflejo que
tenían en la legislación. Por ejemplo, la abolición de la tortura que proclamaron los soberanos ilustrados en
Europa se tradujo en España en una derogación de esta práctica en los tribunales, pero sin estar incluida
como ley. Otras cuestiones no tuvieron demasiada trascendencia, como la Cédula de 1783 en que se
disponía que la realización de trabajos manuales no envilecía. Reformas tan interesantes como la de
Campomanes en el ámbito municipal (1766) no tuvieron tampoco mucho efecto práctico en el control que
seguían ejerciendo las oligarquías en este espacio. Por todo, las reformas fueron:

o De escasa influencia, aunque destacadas, en parte por la timidez con que se abordaron estos
proyectos, por la burocracia existente y por la resistencia de los sectores por ellas afectados.
o Se pararon como consecuencia de la influencia de la Revolución Francesa.

El reinado de Carlos IV (1788-1808)

- El parón de este proceso reformita se acentúa aún más en este reinado. Carlos IV compartía con su padre la
afición a la caza pero estaba menos implicado que él en las tareas de gobierno. Esto se traduce en el hecho
de que dejase en manos de Manuel Godoy, que manejó las riendas del gobierno.
- Manuel Godoy era, además, el favorito de la reina María Luisa y la relación que ambos mantuvieron dieron
lugar a muchas sospechas y comentarios que cercenaron el prestigio del monarca.

- Godoy tenía cualidades para el gobierno y, en cierto modo, continuó la política ilustrada pero estaba
mediatizado por su principal preocupación, la de evitar el contagio revolucionario en España, y esto se
materializó en una política represiva.
- En política exterior, una vez superada la fase más dura del proceso revolucionario francés, se impondrían de
nuevo los retos estratégicos que unían a España con Francia (Tratado de San Ildefonso de 1796).

- La oposición interna hacia Godoy eclosionó en los hechos cruciales de 1808.

La política borbónica en América.

- En términos generales, los Borbón propiciaron una “segunda conquista de América”, con las siguientes
características:
o Se crean nuevos Virreinatos, en concreto dos más, con lo que el territorio americano se estructura
en cuatro:

 Nueva España
 Perú
 Nueva Granada
 Río de la Plata

o Se pierde progresivamente el control del comercio americano (sobre todo, por la presión ejercida
por Gran Bretaña).

o Se introduce en América el sistema de intendencias.

o Se suprime el Consejo de Indias y la Casa de Contratación y se establece el Reglamento de Libre


Comercio.

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