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TEMA 65 – LAS PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS. ANTECEDENTES.

INVALIDEZ NO CONTRIBUTIVA:
CONCEPTO, BENEFICIARIOS, CUANTÍA Y RÉGIMEN JURÍDICO. JUBILACIÓN NO CONTRIBUTIVA:
CONCEPTO, BENEFICIARIOS, CUANTÍA Y RÉGIMEN JURÍDICO. PRESTACIÓN POR RAZÓN DE
NECESIDAD A FAVOR DE LOS ESPAÑOLES RESIDENTES EN EL EXTERIOR Y RETORNADOS.

1. LAS PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS. ANTECEDENTES

Las pensiones no contributivas se pueden definir como prestaciones económicas que se reconocen a
aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes
para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo
suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.

Los primeros antecedentes se pueden encontrar, en la Ley de 21 de julio de 1960, en virtud de la cual se
podía conceder determinadas ayudas económicas, denominadas pensiones asistenciales, a las personas que
acreditasen una situación de grave necesidad.

La Ley 50/1984, de presupuestos generales del Estado para 1985, supuso un intento generalizado de
estas pensiones asistenciales, pero aun configuradas como prestaciones graciables.

La Ley 26/1985, de 31 de Julio, incrementó la cuantía de las prestaciones asistenciales.

La Ley 26/1990, de 20 de Diciembre, fue la que por primera vez configuró en España las prestaciones no
contributivas como un derecho subjetivo para todas las personas que reuniesen los requisitos establecidos en
dicha Ley.

La Ley 28/1992, de 24 de noviembre, declaró extinguidas las pensiones asistenciales reguladas en la Ley
21 de Julio de 1960, permitió la subsistencia de las reconocidas con anterioridad aunque eran incompatibles con
las pensiones no contributivas de la Ley 26/1990.

La ley 26/1990 fue derogada por el Real Decreto Legislativo 1/1994. De 20 de junio, y este a su vez
derogado por el Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de Octubre, Texto Refundido de la Ley General de la
Seguridad Social (LGSS).

En la actualidad las pensiones no contributivas se encuentran reguladas en el Titulo VI (arts 363 a 373)
del Real Decreto Legislativo 8/2015.

Actualmente el artículo 109.3 del TRLGSS establece que la naturaleza de las prestaciones de la Seguridad Social
será la siguiente:

a) Tienen naturaleza contributiva:

1. ª Las prestaciones económicas de la Seguridad Social, con excepción de las señaladas en la letra b) siguiente.

2. ª La totalidad de las prestaciones derivadas de las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades


profesionales.

b) Tienen naturaleza no contributiva:


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1. ª Las prestaciones y servicios de asistencia sanitaria incluidos en la acción protectora de la Seguridad Social y
los correspondientes a los servicios sociales, salvo que se deriven de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales.

2. ª Las pensiones no contributivas por invalidez y jubilación.

3. ª El subsidio por maternidad no contributivo incluido en la prestación por nacimiento y cuidado del menor.

4. ª Los complementos por mínimos de las pensiones de la Seguridad Social.

5. ª Las prestaciones familiares económicas,es decir: a) las asignaciones periódicas por hijo o menor acogido a
cargo; b) las prestaciones de pago único: por nacimiento o adopción de hijo en supuestos de familias
numerosas, monoparentales y en los casos de madres discapacitadas; por parto o adopción múltiples.

IMV

2. INVALIDEZ NO CONTRIBUTIVA

Normativa

• Arts. 363 a 368 de la LGSS.

• Real Decreto 357/1991, de 15 de marzo, por el que se desarrolla en materia de pensiones no


contributivas la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, por la que se establecen en la Seguridad Social prestaciones
no contributivas.

• Orden PRE/3113/2009, de 13 de noviembre, por la que se dictan normas de aplicación y desarrollo del
Real Decreto 357/1991, de 15 de marzo.

Concepto

Se puede definir la invalidez no contributiva como aquella que deriva de deficiencias, previsiblemente
permanentes, de carácter físico o psíquico, congénitas o no, que anulen o modifiquen la capacidad física,
psíquica o sensorial de quienes las padecen.

Beneficiarios

Tienen derecho a la pensión de invalidez no contributiva, las personas que cumplan los siguientes requisitos:

• Ser mayores de 18 años y menores de 65 años de edad, en la fecha de la solicitud.

• Residir legalmente en territorio español, siendo español o extranjero, y haberlo hecho durante cinco
años, de los cuales dos serán inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud. Los períodos de residencia
cumplidos en los países de la Unión Europea, Espacio Económico Europeo y Suiza se entienden cumplidos en
territorio español.

• Estar afectadas por una discapacidad o por una enfermedad crónica en un grado igual o superior al
65%.
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Para tener derecho al complemento de la pensión se exige un grado de discapacidad del 75% y se tiene que
precisar el concurso de tercera persona para los actos esenciales de la vida.

o El grado de discapacidad se determina mediante la aplicación de los baremos contenidos en el


Anexo I del Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, siendo objeto de valoración tanto las
limitaciones en la actividad que presente la persona como, en su caso, los factores sociales
complementarios relativos, entre otros, a su entorno familiar y situación laboral, educativa y
cultural que dificulten su integración social.

o A los efectos de la aplicación de la Ley General de la Seguridad Social, se entenderá que están
afectadas por una discapacidad en un grado igual o superior al 65%, aquellas personas que
judicialmente hayan sido declaradas incapaces.

o Según el artículo 4.2 del Real Decreto Legislativo 1/2013, se considerará que presentan una
discapacidad en grado igual o superior al 33 por ciento los pensionistas de la Seguridad Social que
tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente en el grado de total, absoluta o gran
invalidez, y los pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una pensión de jubilación o
de retiro por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad.

La DA 25ª DE LA LGSS establece que se considerará también a efectos de prestaciones a una persona con una
discapacidad igual o superior al 65 por ciento las personas que como medida de apoyo a su capacidad jurídica y
mediante resolución judicial, se haya nombrado curador con facultades de representación plenas para todos los
actos jurídicos

La disposición transitoria tercera entiende que están afectadas por una discapacidad en un grado igual o
superior al 65% las personas que antes de la reforma del Código Civil de dos de junio del 2021 estuvieran
incapacitadas judicialmente

• Carecer de rentas o ingresos suficientes.

Se considera que existe insuficiencia, cuando los ingresos y rentas de que disponga o se prevea va a disponer el
interesado, en cómputo anual, de enero a diciembre, sean inferiores a la cuantía, también en cómputo anual, de
la pensión no contributiva que se fije para un beneficiario en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales
del Estado.

Ahora bien, aunque el solicitante carezca individualmente de rentas o ingresos suficientes, si convive con otras
personas en una misma unidad económica, únicamente se entiende cumplido el requisito de carencia de rentas
o ingresos suficientes, cuando la suma de los de todos los integrantes de aquélla sea inferior al límite de
acumulación de recursos siguiente:

o Convivencia con su cónyuge y/o parientes consanguíneos de segundo grado:

Dicho límite será equivalente a la cuantía, en cómputo anual, de la pensión más el resultado de multiplicar el
70% de dicha cifra por el número de convivientes, menos uno.

o Convivencia con alguno de sus padres o hijos:

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Si la convivencia, dentro de una misma unidad económica, se produce entre el solicitante y sus descendientes o
ascendientes, en primer grado, por consanguinidad o por adopción, el límite de acumulación de recursos será
equivalente a dos veces y media la cuantía que resulte de aplicar lo indicado en el párrafo anterior.

Según el artículo 363.4 de la LGSS, existe unidad económica en todos los casos de convivencia de un beneficiario
con otras personas, sean o no beneficiarias, unidas con aquél por matrimonio o por lazos de parentesco por
consanguinidad hasta el segundo grado.

El requisito de residencia legal para el reconocimiento y conservación del derecho a la pensión queda acreditado
siempre que, teniendo el interesado domicilio en territorio español, resida en el mismo, ostentando la condición
de residente.

De acuerdo con el artículo 363.5 de la LGSS, se consideran ingresos o rentas computables cualesquiera bienes y
derechos, derivados tanto del trabajo como del capital, así como los de naturaleza prestacional:

Se consideran rentas de trabajo:

✓ las retribuciones integras o brutas, tanto dinerarias como en especie, derivadas del ejercicio de actividades
por cuenta ajena;

✓ los rendimientos derivados de actividades por cuenta propia o por actividades económicas, computándose
por su rendimiento íntegro o bruto menos aquellos gastos que sean necesarios para su obtención.

✓ las prestaciones reconocidas por cualquiera de los regímenes de previsión y protección social, financiados
con cargo a recursos públicos o privados;

✓ cualesquiera otras percepciones supletorias de éstas, a cargo de fondos públicos o privados, así como las
aportaciones o contribuciones satisfechas por terceros a planes de pensiones.

Consideración de rentas de capital: Se computan como rentas de capital la totalidad de los ingresos o
rendimientos brutos que provengan de elementos patrimoniales, tanto de bienes como de derechos, sobre los
que el solicitante o las personas que integran su unidad económica de convivencia ostenten un título jurídico de
propiedad o usufructo, incluyéndose las ganancias patrimoniales y plusvalías.

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Rentas o ingresos no computables:

De acuerdo con el artículo 7 de la Orden PRE /3113/2009, de 13 de noviembre, se excluyen del cómputo de
rentas:

✓ la asignación económica por hijo a cargo, tenga o no éste la condición de persona con discapacidad;

✓ las deducciones fiscales de pago directo por hijos menores a cargo;

✓ el subsidio de movilidad y compensación para gastos de transporte, establecido actualmente en el Real


Decreto Legislativo 1/2013 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las
personas con discapacidad y de su inclusión social;

✓ los premios o recompensas otorgadas a personas con discapacidad en los centros ocupacionales;

✓ las subvenciones, ayudas o becas destinadas a compensar un gasto realizado;

✓ las prestaciones económicas y en especie otorgadas al amparo de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de


promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia.

✓ Los rendimientos obtenidos por el ejercicio de actividades artísticas a las que se refiere el artículo 249
quater, en tanto no excedan del importe del salario mínimo interprofesional en cómputo anual. Los
rendimientos que excedan de esta cuantía se tomarán en cuenta a efectos de la consideración de las rentas
o ingresos anuales a que se refiere el artículo 364.2.

De acuerdo con la disposición adicional única del RD 1191/2012, de 3 de agosto, se excluye también del
cómputo de rentas el complemento de pensión por tener como residencia habitual una vivienda alquilada.

Cuantía de la pensión

El artículo 364 del TRLGSS dispone que la cuantía de la pensión de invalidez no contributiva se fijará, en su
importe anual, en la correspondiente Ley de presupuestos generales del Estado, fraccionán- dose su pago en 14
pagas, 2 de las cuales son extraordinarias.

En el ejercicio 2023 y conforme a lo establecido en la Ley 31/2022, de 23 de diciembre, de presupuestos


generales del Estado para 2023 el importe de las pensiones no contributivas se ha incrementado respecto el
año anterior, en un 8,5 %.

No obstante, como medida extraordinaria prevista en el Real Decreto-Ley 20/2022, de 27 de diciembre, con
efectos desde el 1 de enero de 2023 y para todo ese año, se aplicará a las pensiones de jubilación e invalidez del
sistema de la Seguridad Social, en su modalidad no contributiva, un incremento extraordinario consistente en el
resultado de aplicar al importe de la pensión establecido a 1 de enero de 2022 un porcentaje que complemente
el porcentaje que resulte de lo establecido en la Ley de presupuestos del estado para 2023, hasta alcanzar un
porcentaje total del 15 %. Por lo tanto, el nuevo importe queda fijado en 6.784.44 euros anuales

➢ Un solo beneficiario en la misma unidad económica:

La cuantía de la pensión será la que se fije en la correspondiente Ley de Presupuestos Generales del
Estado. Durante 2023, su cuantía está fijada en 484,61 euros íntegros mensuales, abonándose dos pagas

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extraordinarias del mismo importe, que se devengarán en los meses de junio y noviembre. (6.784,54 euros
íntegros anuales).

➢ Varios beneficiarios en la misma unidad económica de convivencia

Cuando en una misma unidad económica de convivencia concurra más de un beneficiario con derecho a pensión
de esta misma naturaleza, la cuantía de cada una de las pensiones vendrá determinada en función de las
siguientes reglas:

1. Al importe referido antes se le sumará el 70 por 100 de esa misma cuantía, tantas veces como
número de beneficiarios, menos uno, existan en la unidad económica.

2. La cuantía de la pensión para cada uno de los beneficiarios será igual al cociente de dividir el
resultado de la suma prevista en la regla primera, por el número de beneficiarios con derecho a
pensión.

3.
Cuantía individual 202
Nº de beneficiarios
Anual Mensual
2 6.784,54 + [70% x 6.784,54 x (2-1)] : 2 5.766,86 € 411,92 €
3 6.784,54 + [70% x 6.784,54 x (3-1)] : 3 5,427,63 € 387,69 €

➢ Reglas comunes a los supuestos de uno o varios beneficiarios:

1ª) Las cuantías resultantes, calculadas en cómputo anual, son compatibles con las rentas o ingresos
anuales de que en su caso disponga cada beneficiario, siempre que los mismos no excedan del 35 por 100 del
importe en cómputo anual, de la pensión no contributiva. En otro caso, se deducirá del importe de la pensión no
contributiva la cuantía de las rentas o ingresos que excedan de dicho porcentaje del 35%, con la siguiente
salvedad:

En el caso de personas que con anterioridad al inicio de una actividad lucrativa vinieran percibiendo pensión de
invalidez no contributiva, durante los cuatro años siguientes al inicio de la actividad, la suma de la cuantía de la
pensión de invalidez y de los ingresos obtenidos por la actividad desarrollada no podrá ser superior, en cómputo
anual, al importe, también en cómputo anual, de la suma del indicador público de renta de efectos múltiples,
excluidas las pagas extraordinarias y la pensión de invalidez no contributiva vigentes en cada momento. En caso
de exceder de dicha cuantía, se minorará el importe de la pensión en la cuantía que resulte necesaria para no
sobrepasar dicho límite. Esta reducción no afectará al complemento por tercera persona.

2ª) En los supuestos de convivencia del beneficiario o beneficiarios en una misma unidad económica con
personas no beneficiarias, si la suma de los ingresos o rentas anuales de todos los componentes de la unidad
económica, más los importes de la pensión o pensiones no contributivas calculadas conforme a lo dicho
anteriormente superase el límite de acumulación de recursos establecido, la pensión o pensiones se reducirán,
para no sobrepasar dicho límite, disminuyéndose, por igual cuantía, cada una de las pensiones.

3ª) La cuantía mínima de la pensión a reconocer será, en cualquier caso, igual al 25 por 100 de la
cuantía de la pensión fijada para un beneficiario en la Ley de Presupuestos, aunque el cálculo resultante de la
aplicación de las reglas anteriores hubiera dado un resultado inferior a dicho porcentaje.

La cuantía de la pensión se incrementará con un complemento del 50% del importe de la pensión de
invalidez en su modalidad no contributiva fijada para un beneficiario en la Ley de Presupuestos, siempre que el
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beneficiario esté afecto de una discapacidad o enfermedad crónica en grado igual o superior al 75% y que, como
consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales, necesite el concurso de otra persona para realizar los actos
más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.

Complemento por tener como residencia habitual una vivienda alquilada: Tienen derecho al
complemento, las personas que cumplan, a la fecha de la solicitud, los siguientes requisitos:

1. Tener reconocida una pensión de jubilación en su modalidad no contributiva o de invalidez no


contributiva de la Seguridad Social, en la fecha de la solicitud y en la fecha de resolución.

2. Carecer de vivienda en propiedad.

3. Ser titular del contrato de arrendamiento de la vivienda.

4. No tener con el arrendador de la vivienda alquilada relación conyugal o de parentesco, por


consanguinidad, afinidad o adopción hasta el tercer grado, ni constituir con aquél una unión estable y
de convivencia con análoga relación de afectividad a la conyugal.

5. Tener fijada su residencia, como domicilio habitual, en una vivienda alquilada. Se entenderá que es el
domicilio habitual cuando la vigencia del contrato de arrendamiento no sea inferior a un año y el
pensionista haya residido en la misma durante los 180 días inmediatamente anteriores.

Si en la misma vivienda alquilada conviven dos o más personas que tuvieran reconocida una pensión de la
Seguridad Social no contributiva, sólo tendrá derecho a este complemento aquel que sea el titular del contrato
de arrendamiento o, de ser varios, el primero de ellos.

El complemento de pensión se devenga anualmente, abonándose en un único pago.

Para el año 2023, se establece en 525 euros anuales

Las normas para el reconocimiento de este complemento serán las establecidas en el Real
Decreto 1191/2012, de 3 de agosto, por el que se establecen normas para el reconocimiento del complemento
de pensión para el alquiler de vivienda a favor de los pensionistas de la Seguridad Social en su modalidad no
contributiva

Régimen jurídico de la pensión

➢ Efectos económicos:

o Iniciales: Desde el día primero del mes siguiente a aquél en que se presente la solicitud.

o Extintivos: Último día del mes en que se haya producido la causa determinante de su extinción.

➢ Efectos inherentes al reconocimiento de la pensión:

o Derecho a la asistencia sanitaria de la Seguridad Social. (exención en el pago farmacéutica)

o Acceso a los servicios sociales establecidos para los pensionistas del Sistema de la Seguridad
Social.

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➢ Suspensión y recuperación: Los beneficiarios de la pensión de invalidez no contributiva que sean
contratados por cuenta ajena, se establezcan por cuenta propia o se acojan a los programas de renta
activa de inserción para trabajadores desempleados de larga duración mayores de cuarenta y cinco años
recuperarán automáticamente, en su caso, el derecho a dicha pensión cuando, respectivamente, se les
extinga su contrato, dejen de desarrollar su actividad laboral o cesen en el programa de renta activa de
inserción, a cuyo efecto no se tendrán en cuenta, en el cómputo anual de sus rentas, las que hubieran
percibido en virtud de su actividad laboral por cuenta ajena, propia o por su integración en el programa
de renta activa de inserción en el ejercicio económico en que se produzca la extinción del contrato, el
cese en la actividad laboral o en el citado programa.

➢ Extinción: El derecho a la pensión de invalidez no contributiva se extingue cuando en el beneficiario


concurra alguna de las siguientes circunstancias:

✓ Pérdida de la condición de residente legal o traslado de su residencia fuera del territorio español por
tiempo superior a 90 días a lo largo de cada año natural, a menos que la ausencia esté motivada por
razones de enfermedad debidamente justificadas.

✓ Mejoría de la discapacidad o enfermedad crónica que determine un grado inferior al 65%.

✓ Disponer de rentas o ingresos suficientes, en los términos establecidos.

✓ Fallecimiento del interesado.

✓ Pérdida de la nacionalidad.

Revisión del grado de discapacidad o enfermedad crónica

El grado de discapacidad o enfermedad crónica será revisable en tanto que el beneficiario no haya cumplido los
65 años, por:

o Agravación o mejoría de la situación de discapacidad o enfermedad crónica.

o Variación de los factores sociales complementarios.

o Error de diagnóstico o en la aplicación del correspondiente baremo.


De oficio, por el órgano gestor (IMSERSO u órgano correspondiente de la Comunidad Autónoma con
competencias transferidas). A tal fin, en la propuesta del órgano de calificación de la discapacidad o enfermedad
crónica se establecerá, cuando proceda en atención a las circunstancias concurrentes, el plazo máximo en que
deba efectuarse la primera revisión del grado de discapacidad o enfermedad crónica que se declare. Asimismo,
en cada una de las revisiones que se efectúen se determinará, en su caso, la fecha de la siguiente revisión.

A instancia del interesado, una vez hayan transcurrido dos años desde la fecha en que se le haya reconocido el
grado de discapacidad o enfermedad crónica. Las posteriores revisiones podrán instarse después de
transcurrido un año desde la fecha de resolución de la petición de revisión anterior. Los plazos precedentes no
serán de aplicación, cuando se acredite suficientemente la variación de los factores personales o sociales
valorados.

Efectos económicos:

➢ Si se reduce el grado inicialmente reconocido, los efectos económicos tendrán lugar desde el día 1º del mes
siguiente a aquel en que se haya dictado la resolución.

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➢ Si se aumenta el grado de discapacidad inicialmente reconocido y/o se declara la necesidad del concurso de
otra persona, los efectos económicos de la revisión tendrán lugar:

o Desde el día 1° del mes siguiente al de la solicitud del interesado, si la revisión se instó por el propio
interesado.
o Desde el día 1º del mes siguiente a aquél en que se haya emitido el oportuno dictamen por el equipo de
valoración y orientación del IMSERSO o del correspondiente organismo de la Comunidad Autónoma, si la
revisión se produjo de oficio.

Incompatibilidades

La condición de beneficiario de la prestación de invalidez no contributiva es incompatible con la percepción


de las pensiones asistenciales reguladas en la Ley 45/1960, de 21 de julio, así como con la percepción de los
subsidios de garantía de ingresos mínimos y de ayuda por tercera persona, a que se refiere la disposición
transitoria única del Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General
de los derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.

En estos supuestos, deberá ejercitarse opción en favor de alguna de las prestaciones declaradas incompatibles.

La condición de pensionista de invalidez no contributiva por parte del hijo con discapacidad es
incompatible con el derecho de los padres o de aquél, cuando sea huérfano absoluto, a percibir la asignación
económica por hijo a cargo.

En tales supuestos, deberá ejercerse la correspondiente opción que, en el caso de que los beneficiarios sean
diferentes, deberá formularse previo acuerdo de ambos. A falta de acuerdo, prevalecerá el derecho a la pensión
de la Seguridad Social de invalidez no contributiva.

En los casos en que se viniese percibiendo una pensión no contributiva y se optase en favor de la asignación
económica por hijo con discapacidad a cargo, los efectos económicos de la pensión no contributiva se
extenderán hasta el último día del mes anterior a aquél en que han de surtir efectos económicos las
asignaciones por hijo a cargo reconocidas.
Es compatible con IMV

Compatibilidades

La percepción de la pensión de invalidez no contributiva no impedirá el ejercicio de aquellas actividades, sean o


no lucrativas, compatibles con el estado de la persona con discapacidad o enfermedad crónica y que no
representen un cambio en su capacidad de trabajo, en tanto que las rentas que del mismo se deriven, sumadas,
en su caso, con otros ingresos del pensionista o de las demás personas de la misma unidad económica, no
superen los respectivos límites de recursos establecidos, y sin perjuicio de que tales rentas sean tenidas en
cuenta para la determinación de la cuantía de la pensión.

A este respecto, los perceptores de las pensiones de invalidez en su modalidad no contributiva, están obligados
a comunicar al organismo gestor correspondiente la realización de cualquier trabajo, sea por cuenta propia o
ajena.

La pensión de invalidez no contributiva es asimismo compatible con los ingresos del trabajo durante los cuatro
años siguientes al inicio de la actividad comenzada tras el reconocimiento de la pensión.

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Es compatible con IMV

Obligaciones de los beneficiarios

▪ Los perceptores de las pensiones de invalidez no contributiva, están obligados a comunicar, en el plazo
máximo de 30 días desde la fecha en que se produzca, cualquier variación de su situación de convivencia,
estado civil, residencia, recursos económicos propios o ajenos computables por razón de convivencia y
cuantas puedan tener incidencia en la conservación o en la cuantía de su pensión.

▪ Los beneficiarios deberán presentar, durante el primer trimestre de cada año, una declaración de los
ingresos o rentas computables de la respectiva unidad económica, referidos al año inmediatamente
anterior. Al mismo tiempo, declararán las posibles variaciones en los ingresos correspondientes al año en
curso, a efectos de modificar la cuantía a abonar, en su caso, según el importe vigente de la pensión.

▪ Cuando del incumplimiento de estas obligaciones, se derive una percepción indebida de prestaciones, el
interesado deberá reintegrar las cantidades indebidamente percibidas, desde el primer día del mes
siguiente a aquél en que hubiera variado la situación, cualquiera que sea el momento en que se detecte la
variación, salvo que la acción para solicitar la devolución hubiera prescrito por transcurso del plazo de
cuatro años.

Gestión

La gestión, que incluye el reconocimiento del derecho y la determinación del grado de discapacidad o
enfermedad crónica, corresponde a los órganos pertinentes de las Comunidades Autónomas, salvo en Ceuta y
Melilla, donde la competencia sigue atribuida al IMSERSO.

3. JUBILACIÓN NO CONTRIBUTIVA

El régimen jurídico de esta prestación es idéntico al de la invalidez no contributiva con las siguientes
particularidades:

Normativa: Arts. 369 a 372 LGSS.

Son beneficiarios de la pensión de jubilación, en su modalidad no contributiva, las personas que cumplan los
siguientes requisitos:

➢ Tener cumplidos los 65 años de edad.

➢ Residir legalmente en territorio nacional, siendo español o extranjero, y haberlo hecho durante diez
años entre la edad de 16 años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos deberán ser
consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión. De acuerdo con el Reglamento
CE/883/2004 se totalizan los períodos de residencia cumplidos en los países de la Unión Europea,
Espacio Económico Europeo y Suiza.

➢ Carecer de rentas o ingresos suficientes en los términos indicados para la invalidez no contributiva.

➢ Compatible con IMV

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Se establece también para estos pensionistas el complemento de pensión por residencia habitual en vivienda de
alquiler, indicado anteriormente en la pensión de invalides no contributiva.

Los efectos económicos del reconocimiento del derecho a la pensión de jubilación no contributiva se producirán
a partir del día primero del mes siguiente a aquel en que se presente la solicitud (art.371 LGSS).

La gestión corresponderá al IMSERSO o al órgano de la Com. Autónoma que haya asumido esta competencia. Se
financian con cargo a las aportaciones del Estado al presupuesto de la Seguridad Social.

Se extinguirá por pérdida de la condición de residente o traslado fuera de territorio nacional por más de 90 días,
salvo enfermedad; por rentas superiores a las fijadas para la obtención de la pensión, y por fallecimiento. Los
efectos económicos se extenderán hasta el último día del mes en que se haya producido la causa de extinción.

Será incompatible con el trabajo del pensionista, con la pensión de invalidez no contributiva, con las pensiones
asistenciales de la Ley 45/1960, subsidios de garantía de ingresos mínimos y ayuda de tercera persona y si la
condición de pensionista recae en el hijo discapacitado es incompatible con el derecho de los padres, o de
aquél, si es huérfano absoluto, con la asignación económica por hijo a cargo.

Las pensiones de invalidez y jubilación en su modalidad no contributiva quedarán incluidas en el Registro de


Prestaciones Sociales Públicas.

A tal fin, las entidades y organismos que gestionen las pensiones de invalidez y jubilación aludidas vendrán
obligados a comunicar al Instituto Nacional de la Seguridad Social los datos que, referentes a las pensiones que
hubiesen concedido, se establezcan reglamentariamente.

4. LA PRESTACIÓN POR RAZÓN DE NECESIDAD A FAVOR DE LOS ESPAÑOLES RESIDENTES EN EL EXTERIR Y


RETORNADOS

La prestación por razón de necesidad se establece en el artº 19 de la Ley 40/2006, de 14 de diciembre, del
Estatuto de la ciudadanía española en el exterior y se desarrolla por Real Decreto 8/2008, de 11 de enero, por el
que se regula la prestación por razón de necesidad a favor de los españoles residentes en el exterior y
retornados, modificado en su artículo 26 por Ley 25/2015, de 28 de julio.

La prestación por razón de necesidad comprende las siguientes prestaciones:

• La prestación económica por ancianidad.


• La prestación económica por incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo.
• La asistencia sanitaria.

Beneficiarios de la prestación por razón de necesidad

Tendrán derecho a la prestación por razón de necesidad, siempre que cumplan los requisitos que después se
indicarán:

Los españoles de origen nacidos en territorio nacional que, por motivos económicos, laborales o de cualquier
otra naturaleza, salieron del país y establecieron su residencia en el extranjero.

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b) Los españoles de origen no nacidos en España que acrediten un período de residencia en nuestro país de 10
años previo a la presentación de la solicitud de la prestación, siempre que ostentaron durante todo ese periodo
la nacionalidad española.

Requisitos de la prestación por razón de necesidad

1. Haber cumplido 65 años de edad en la fecha de la solicitud de la prestación económica por ancianidad; o,
para la prestación económica de incapacidad, ser mayor de 16 y menor de 65 años y estar en situación de
incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo en la fecha de la solicitud.

2. Residir legal y efectivamente en aquellos países donde la precariedad del sistema de protección social
justifique la necesidad de esta prestación, de acuerdo con los parámetros de evaluación establecidos por la
Dirección General de Migraciones.

3. No pertenecer a institutos, comunidades, órdenes y organizaciones que, por sus reglas o estatutos estén
obligados a prestarles asistencia.

4. Carecer de rentas o ingresos suficientes en los términos establecidos en el artículo 5 del Real Decreto.

5. No poseer bienes muebles o inmuebles con un valor patrimonial superior a la cuantía anual de la base de
cálculo correspondiente al país de residencia. Se exceptúa la vivienda habitualmente ocupada por el
solicitante de la prestación.

6. No haber donado bienes en los cinco años anteriores a la solicitud de la prestación económica, por un valor
patrimonial superior a la cuantía establecida correspondiente al país de residencia, valorándose dichos
bienes según las normas establecidas para el impuesto que lo grave. Se exceptúa la vivienda habitualmente
ocupada por el solicitante de la prestación que haya sido donada con reserva de usufructo total y vitalicio a
favor del mismo siempre que sea el único bien inmueble que posea.

➢ Se considerarán rentas o ingresos insuficientes las que, en cómputo anual de enero a diciembre, sean
inferiores a la cuantía anual de la base de cálculo que se establezca para el país de residencia. Los
ingresos que deberán declarar los solicitantes, tanto en su solicitud inicial como en la Fe de vida y
declaración de ingresos, se referirán al año en que se presenten las solicitudes o las renovaciones.

➢ No obstante lo anterior, cuando el solicitante carezca de rentas o ingresos suficientes, si convive con
otra u otras personas en una misma unidad económica familiar, únicamente se entenderá cumplido
dicho requisito cuando la suma de las rentas o ingresos computables a todos los integrantes de aquélla,
en los términos previstos en el apartado anterior, sea inferior a la cuantía de la base de cálculo en
cómputo anual del país de residencia, más el resultado de multiplicar el 70 por 100 de dicha cifra por el
número de convivientes, menos uno.

➢ Existirá unidad económica familiar en todos los casos de convivencia de un beneficiario con otras
personas, sean o no beneficiarios, unidos con aquél por matrimonio o por lazos de parentesco por
consanguinidad o adopción hasta el segundo grado. La pareja de hecho del solicitante será considerada
como miembro de la unidad económico-familiar, siempre que dicha situación sea reconocida por la
legislación vigente en el país de residencia y se acredite documentalmente.

Cuando no exista una situación de separación legal, divorcio o denuncia por abandono de hogar y uno de los
cónyuges traslade su residencia a un país distinto o retorne a España, se mantendrá la consideración de unidad

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económico-familiar a todos los efectos. Esta situación se aplicará igualmente a las parejas de hecho reconocidas
legalmente.

Naturaleza de la prestación económica

La prestación económica tiene el carácter de personal e intransferible y no podrá otorgarse como garantía de
ninguna obligación, salvo lo establecido en los apartados siguientes.

Cuando el beneficiario se encuentre acogido en un Centro asistencial cuyo mantenimiento esté subvencionado
con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, la Dirección General de Migraciones podrá abonar una parte
de la prestación a un representante autorizado del Centro para participar en el coste de la financiación de los
gastos de estancia del interesado, entregando el resto directamente al mismo.

En ningún caso la cantidad abonada en concepto de gastos de estancia al centro de acogida podrá ser superior
al coste real de los mismos. En todo caso no superará el 75 por 100 del importe de la prestación que perciba el
beneficiario.

Base de cálculo y cuantía de la prestación económica


La base de cálculo de las prestaciones económicas correspondiente a cada país de residencia se fija, partiendo
de los fondos que anualmente se consignen en la correspondiente partida presupuestaria del Ministerio de
Empleo y Seguridad Social, de acuerdo con los indicadores económicos y de protección social de cada país de
residencia. A estos efectos se tienen en cuenta los siguientes indicadores:

a) Renta per cápita.


b) Salario mínimo interprofesional.
c) Salario medio de un trabajador por cuenta ajena.
d) Pensión mínima de Seguridad Social.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social establecerá las bases a partir de los indicadores anteriormente
referenciados, y dará conocimiento al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

La Dirección General de Migraciones fija anualmente la base de cálculo correspondiente a cada país en euros y
en moneda local, con efectos de 1 de enero de cada año natural, sin que su determinación pueda verse afectada
por las oscilaciones del tipo de cambio entre el euro y la respectiva moneda local que puedan producirse a lo
largo del año, salvo que las oscilaciones del tipo de cambio entre el euro y la respectiva moneda local supere el
15 por ciento.

La cuantía de la prestación será el resultado de restar a la base de cálculo establecida, según lo indicado en el
apartado anterior, las rentas o ingresos anuales de que, en su caso, disponga el beneficiario.

Cuando en una misma unidad económica concurra más de un beneficiario con derecho a una prestación de esta
misma naturaleza, la cuantía de cada una de las prestaciones vendrá determinada en función de las siguientes
reglas:

a) Al importe referido para cada país se le sumará el 70 por 100 de esa misma cuantía, tantas veces como
número de beneficiarios, menos uno, exista en la unidad económica de convivencia.
b) La cuantía de la prestación para cada uno de los beneficiarios será igual al cociente de dividir el
resultado de la suma prevista en el apartado a) por el número de beneficiarios con derecho a prestación.
c) De las cuantías resultantes de la aplicación de lo establecido en los apartados anteriores, calculadas en
cómputo anual, se deducirá, en su caso, las rentas o ingresos anuales de que disponga cada beneficiario.

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En los casos de convivencia del beneficiario o beneficiarios con personas no beneficiarias, si la suma de los
ingresos o rentas anuales de la unidad económica más la prestación, calculadas conforme a lo dispuesto en los
apartados anteriores, supera el límite de acumulación de recursos establecidos en el artículo 5, la prestación o
prestaciones se reducirán, para no sobrepasar el mencionado límite, disminuyendo en igual cuantía cada una.

En cualquier caso, la cuantía máxima de la prestación no superará la establecida en España en cada momento
para la modalidad no contributiva de las pensiones de jubilación de la Seguridad Social.

La cuantía mínima de la prestación a reconocer será, en cualquier caso, igual al 25 por 100 de la cuantía de la
prestación.

Determinación de la situación de incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo

Se considerará que existe incapacidad absoluta para todo tipo de trabajo cuando los beneficiarios padezcan
deficiencias, previsiblemente permanentes, de carácter físico o psíquico, congénitas o no, que les inhabiliten por
completo para toda profesión u oficio.

La valoración de la situación de incapacidad se realizará por los médicos facultativos de la entidad que preste la
asistencia sanitaria a los beneficiarios de la prestación por razón de necesidad, teniendo en cuenta, a estos
efectos, tanto la edad del beneficiario como sus posibilidades reales de integración en el mercado de trabajo del
país de residencia.

La entidad aseguradora expedirá un informe donde se dictamine la incapacidad del solicitante de acuerdo con la
valoración efectuada. Asimismo, se hará constar la necesidad de revisión de la situación de incapacidad y el
plazo para realizarla.

La Dirección General de Migraciones y las Consejerías de Empleo y Seguridad Social de las Embajadas, o, en su
defecto, los Consulados o Secciones consulares de las Embajadas podrán instar en todo momento la revisión de
la situación de incapacidad del beneficiario de la prestación.

Asistencia sanitaria

o En el caso de que los beneficiarios de la prestación por razón de necesidad carezcan de la cobertura de
asistencia sanitaria en el país de residencia o cuando su contenido y alcance fueran insuficientes, tendrán
derecho a cobertura de dicha contingencia en los términos regulados en el Real Decreto 8/2008.

o La totalidad del coste de dicha asistencia no podrá ser repercutida sobre la prestación económica. La
Dirección General de Migraciones determinará anualmente el coste que se repercutirá en la citada
prestación.

o Se podrán suscribir convenios, acuerdos o cualquier otro instrumento jurídico donde se determine el
alcance de la prestación de asistencia sanitaria y su financiación. A tal fin se tendrá en cuenta la cartera de
servicios comunes del sistema Nacional de Salud regulada en el Real Decreto 1030/2006, de 15 de
septiembre, que establece las prestaciones sanitarias y farmacéuticas garantizadas en España a los
beneficiarios del Sistema Nacional de salud.

o Siempre que exista suficiencia presupuestaria también podrán beneficiarse otros españoles residentes en
los países en los que se haya suscrito un Convenio para la prestación de la asistencia sanitaria, en situación
de necesidad debidamente acreditada, así como el cónyuge y los familiares de nacionalidad española, por

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consanguinidad o adopción en primer grado de los beneficiarios de la prestación en razón de necesidad,
siempre que dependan económicamente de éstos y además formen parte de la unidad económica de
convivencia. (Artº 21.3 del Real Decreto 8/2008, de 11 de enero).

Pensión asistencial por ancianidad para españoles de origen retornados

Los españoles de origen residentes en los países donde la precariedad del sistema de protección social
justifique la existencia de la prestación por razón de necesidad podrán ser beneficiarios de pensión asistencial
por ancianidad cuando retornen a España.

Tendrán derecho a la pensión asistencial por ancianidad:

a) Los españoles de origen nacidos en territorio nacional que, por motivos económicos, laborales o de cualquier
otra naturaleza, salieron del país y establecieron su residencia en el extranjero.

b) Los españoles de origen no nacidos en España que acrediten un período de residencia en nuestro país de 8
años previo a la presentación de la solicitud de la prestación, siempre que ostentaran durante todo ese periodo
la nacionalidad española.

o El derecho a la pensión asistencial por ancianidad para los retornados se reconocerá siempre que
acrediten los requisitos exigidos en el artículo 369 de la LGSS para tener derecho a una pensión de
jubilación en su modalidad no contributiva del sistema español de Seguridad Social, salvo el referido
a los periodos de residencia en territorio español.
o La cuantía de la pensión asistencial será la que se fije en la Ley de Presupuestos Generales del
Estado para la pensión de jubilación en su modalidad no contributiva del sistema de Seguridad
Social, en cómputo anual y referido a 12 mensualidades. (Artículo 25.5 RD 8/2008).

Los españoles de origen residentes en el exterior que retomen a España así como los trabajadores por cuenta
ajena y por cuenta propia y los pensionistas españoles de origen residentes en el exterior en sus
desplazamientos temporales a nuestro país tendrán derecho a la asistencia sanitaria cuando, de acuerdo con las
disposiciones de la legislación de Seguridad Social española, las del Estado de procedencia o las normas o
Convenios Internacionales de Seguridad Social establecidos al efecto, no tuvieran prevista esta cobertura.

Los familiares de los españoles de origen retornados que se establezcan con ellos en España, y los de los
pensionistas y trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia españoles de origen, residentes en el exterior,
que les acompañen en sus desplazamientos temporales a España, tendrán igualmente derecho a la asistencia
sanitaria en España, a través del Sistema Nacional de Salud, cuando, de acuerdo con las disposiciones de
Seguridad Social española, las del Estado de procedencia o las normas o Convenios internacionales de Seguridad
Social establecidos al efecto, estos familiares no tuvieran prevista esta cobertura.

A los efectos indicados, se entenderá que son familiares con derecho a asistencia sanitaria:

✓ El cónyuge de las personas indicadas o quien conviva con ellas con una relación de afectividad análoga a la
conyugal, constituyendo una pareja de hecho.
✓ Los descendientes de las personas indicadas o los de su cónyuge o los de su pareja de hecho, que estén a
cargo de aquellas y sean menores de 26 años o mayores de dicha edad con una discapacidad reconocida en
un grado igual o superior al 65 por ciento.

El reconocimiento del derecho a la asistencia sanitaria en todos estos supuestos corresponde al Instituto
Nacional de la Seguridad Social, el cual expedirá el documento acreditativo del derecho. Este derecho se

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conservará hasta que el beneficiario reúna los requisitos establecidos para obtenerlo de acuerdo con las
disposiciones de Seguridad Social española, las del Estado de procedencia o las normas o Convenios
Internacionales de Seguridad Social.

Gestión

Corresponde a la Dirección General de Migraciones el reconocimiento y pago de la prestación económica por


razón de necesidad, sin perjuicio de las competencias atribuidas en relación con la instrucción y custodia de los
expedientes a las Consejerías de Empleo y Seguridad Social.

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