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GRUPO 1 - Primera Entrega
GRUPO 1 - Primera Entrega
TRABAJO PRÁCTICO
Primeras observaciones
Teniendo este panorama más amplio sobre las materias, nos interesa resaltar ideas como las
concepciones de la evaluación que se tienen en cada una de estas. Como vimos en Camillioni
(1998), la evaluación de los aprendizajes se realiza en base a un programa que debe estar
constituido por un conjunto de instrumentos de evaluación, así se tienen en cuenta aspectos
como la economía del tiempo y los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En el caso del programa de Zooarqueología no se tiene muy en claro cuáles son los aspectos a
evaluar ni como es el sistema de evaluación del mismo, lo cuál dificulta el conocimiento de
los estudiantes sobre el sistema de acreditación de la materia, en cuánto a tiempo y los
procesos de aprendizaje y enseñanza que realizarán. Sin embargo, en la entrevista el docente
comunicó que en la primera clase se informa del sistema de evaluación que consiste en la
asistencia del 90% (Avocandose a lo establecido por la facultad, sin embargo, la cátedra no
sigue esto de manera tan estricta, sino que establecen que no falten más de 3 veces), y en dos
evaluaciones. La primera es de reconocimiento de material, de manera oral en el espacio de
prácticos y que es obligatoria para todos; la segunda se dispone en dos opciones a elegir por
los estudiantes, en forma de instancia individual y oral, o un trabajo de investigación con su
respectiva defensa que puede ser en grupo y sobre algún tema de interés. En ambas instancias
deben sacar 7 o más para su promoción sino irían directamente al examen final.
Estos aspectos están de forma generalizada en el programa, sin embargo, las consignas y
socialización de estas, es algo difuso y que solo se establece en la oralidad del primer día de
clases. En ambas cursadas, se ve que hay cierta falta de validez al no especificar esas
instancias didácticas correspondientes a los instrumentos de evaluación y sus propósitos:
“Así, pues, para lograr que la construcción del programa o de un instrumento de evaluación
sean válidos, es menester poner en juego no sólo una lectura fragmentada de los propósitos de
la enseñanza sino principios didácticos más generales” (Camillioni, 1998, p.9).
Con respecto a la validez de contenido, vemos en ambas materias una relación entre lo que
muestra como contenido en sus programas y la enseñanza con los instrumentos que se
utilizan para evaluar. En ambos espacios, se presentan muestras (ya sean arqueológicas o de
alguna patología de la piel) para su análisis y conocimiento de casos, y en base a eso se
realiza una evaluación de reconocimiento y exposición. Sin embargo, lo que también ambas
materias presentan es un azar en cuánto a qué ira directamente en esa evaluación, señalando
que todo el contenido de la materia está presente (teniendo entonces una no diferenciación tan
clara a un final): “La justicia de la evaluación se pone en juego, entonces, cuando se efectúa
el muestreo de los contenidos que se incluirán en el instrumento a través de las consignas de
trabajo (por ejemplo, las preguntas) que éste presenta” (p. 10).
Por otra parte, la validez de retroacción “impone la realización de acciones de corrección con
el fin de restablecer el verdadero sentido didáctico de los procesos de evaluación”
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En el programa establece que en los prácticos el docente evalúa al estudiante poniendo una nota de
concepto al final de cada actividad tomando en cuenta: lectura previa del tema, actitud e interés en la
resolución del caso clínico, presentación de propuestas diagnósticas y terapéuticas, integración y
participación en el grupo de trabajo. Sumado a actividades intercátedras que los alumnos deben
cumplir.
(Camillioni, 1998: 13). Dicho aspecto está presente en ambas cátedras, teniendo en
Zooarqueología el espacio de consulta, de construcción del objeto a investigar en el caso de la
evaluación formativa grupal, y los docentes señalando que dan el espacio para una
devolución: “Normalmente después que se les da la nota, se les hace retirar. Discutimos las
notas con los que estuvimos tomando… Después generalmente salgo yo y les digo el porqué
de la nota. Les explico. Le digo porqué me pareció…” [Fernando, 00:25:11]. Señalando que
si alguien saca 10, también le explican el porqué de su nota, o si en el caso de notar el
esfuerzo y no llegar, se conversa y se da el espacio de retroalimentación. En el caso de
Dermatología, Leandro señala que realizan una encuesta al final de la cursada para poder ver
qué aspectos cambiar de la cátedra, de las evaluaciones, etc. Y ahí salió el caso de no hacer
dos parciales diferenciados (uno para los que promocionan y otro de los que no) sino
unificarlos. Este aspecto señala el docente que se está conversando con los diferentes
docentes para poder realizarlo, ya que les parece coherente e importante, ya que salió del
alumnado. Por último, también consideramos pertinente pensar en validez de uso, con la
provisionalidad del instrumento, no se ponderan claramente sus consecuencias.
Otros conceptos
Recuperamos de Ravela (2006, ficha nº1, p.5) es aspecto de la toma de decisiones como
momento clave de la evaluación. La evaluación no termina en el muestreo de evidencia
empírica, sino que continúa con la interpretación de los datos y la toma de decisiones. Esto
último, encontramos que aparece de diferente forma en ambas entrevistas. Sobre el caso de
Dermatología, recién reponíamos la propuesta de una encuesta de devolución, que está
todavía en tiempo de preguntarse cómo se procesa, y qué implicancias puede tener para la
materia y las prácticas de enseñanza y evaluación.
CHEVALLARD, Y. (2010): ¿Cuál puede ser el valor de evaluar? Notas para desprenderse de
la evaluación “como capricho y miniatura”. Conferencia inaugural del Segundo Congreso
Internacional de Didácticas Específicas, Buenos Aires.
RAVELA, P. (2006) Para comprender las evaluaciones educativas. Serie Fichas Didácticas,
Santiago de Chile: PREAL, disponible en: www.preal.cl. (Fichas 1 a 4).