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El suicidio

El suicidio afecta en nuestra sociedad y es un gran problema, lo cual parece que es una

moda suicidarse y son varios factores que influyen al suicidio como, Intentos previos de suicidio,

Antecedentes y experiencias familiares, Presión social relacionada con la orientación sexual o la

identidad de género, Racismo, Depresión, Otras enfermedades psiquiátricas, Consumo de alcohol

y otras sustancias, Problemas de conducta, etc. Por eso hay que buscar una forma de evitar el

suicidio en adolescentes entonces ¿Cómo lo evitamos?

Pero antes tenemos que saber que es el suicidio, como afecta en los adolescentes y como

afecta en nuestra sociedad.

Suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la vida. Una persona que se suicida posea

la intención de morir y causa su propia muerte. La principal motivación que lleva a una persona a

terminar con su vida es un profundo malestar psicológico. Esto puede ser causado por una

miríada de situaciones que crean sentimientos insostenibles de incomodidad y una gran

desesperanza para el futuro.

El suicidio, ponerle fin a tu propia vida, es una reacción trágica a situaciones de vida

estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse. El suicidio es un fenómeno que

se ha estudiado en adolescentes en diferentes países del mundo desde el punto de vista de los

cambios sociales, culturales, económicos y tecnológicos recientes. El incremento del suicidio en

los adolescentes se ha convertido en un problema de Salud Pública en México.

La adolescencia es un período de desarrollo estresante lleno de cambios mayores:

cambios corporales, cambios en pensamientos y cambios en sentimientos. Los fuertes


sentimientos de estrés, confusión, miedo e incertidumbre, así como la presión para tener éxito y

la capacidad de pensar sobre cosas en nuevas formas, influyen en las capacidades de un

adolescente para resolver problemas y tomar decisiones.

Para algunos adolescentes, los cambios normales del desarrollo, cuando se combinan con

otros eventos o cambios en sus familias, como el divorcio o mudarse a una comunidad nueva,

cambios de amistades, dificultades en la escuela u otras pérdidas, pueden ser muy tristes y

volverse abrumadores. Los problemas pueden parecer muy difíciles o embarazosos de superar. El

suicidio puede parecer una solución para algunos.

A nivel mundial, se producen más muertes por suicidio, que por la suma de homicidios y

guerras juntos (57% suicidios / 43% víctimas de guerras y homicidios), que, en números, se

traduce en casi un millón de víctimas

al año. Particularmente en México, la

tasa de suicidios ha aumentado de casi

400% durante los últimos veinte años,

siendo hoy en día, la segunda causa de

muerte de jóvenes de entre 15 y 29


Estadística de suicidio en durango
años.

Sin embargo, no podemos hablar de suicidio sólo haciendo referencia a números y

estadísticas, pues detrás de cada muerte autoinfligida, existe una historia de intenso sufrimiento

acumulado a lo largo de mucho tiempo, tanto de la persona que decide acabar con su vida, como

de sus seres cercanos. Además del dolor que cada fallecimiento siembra en los 14 millones de

sobrevivientes mexicanos (personas que han perdido a seres cercanos por suicidio), esta
problemática deja consecuencias de gran trascendencia para las familias, para nuestra sociedad y

para nuestro país, en general.

El suicidio es, sin duda alguna, UN GRAVE PROBLEMA SOCIAL Y DE SALUD

PÚBLICA, que pone en evidencia la quiebra tanto en personas (de índole biológico, psicológico

y ambiental), como de las comunidades, pues refleja un malestar generalizado que puede

manifestarse en exclusión social, falta de empatía, debilidad de las tradiciones, violencia,

pobreza económica, entre otros. Quizá conocer algunas de las consecuencias que este tipo de

fallecimientos genera en México, nos permita tener una dimensión adecuada del impacto del

suicidio en nuestro país.

¿Cómo podemos evitar el suicidio?

Una solución rápida de este problema será buscando ayuda en una institución médica o

psiquiátrico, pero además buscando apoyo de la familia pues es nuestro principal punto de apoyo

o un amigo, maestro o un adulto de confianza.

Según la “Línea de la Vida” da una recomendación en la página del gobierno de México

la cual da información del suicidio la cual es la siguiente:

En el Día Mundial contra la Depresión que se conmemora este 13 de enero, recomendó

realizar tareas programadas, establecer horarios para dormir y despertar, así como de

alimentación. Además, actividades lúdicas, ejercicio y mantener el contacto con amigos y

familiares a través de diferentes tecnologías.

Y además da las siguientes recomendaciones:


Las personas que se sientan estresadas, tristes o con alguna alteración emocional, insistió,

no deben esperar a que el problema avance, pueden recibir apoyo emocional u orientación en la

Línea de la Vida al 800 911 2000 o consultar el sitio web de coronavirus en

https://coronavirus.gob.mx/salud-mental/, donde encontrarán información sobre salud mental y

otras líneas de atención.

La Secretaría de Salud, a través de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP), la

Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) y la secretaria técnica del Consejo Nacional

de Salud Mental (STConsame) realizan esfuerzos conjuntos para que con la Estrategia Nacional

de Prevención de Adicciones Juntos por la Paz se impulse un cambio de enfoque para atender la

salud emocional y la depresión, con acciones para fomentar la autoestima y la autovaloración,

con base en cuatro ejes estratégicos: educación, bienestar, cultura y comunicación. En el eje de

salud hay componentes de prevención, atención y rehabilitación especializados en materia de

salud mental y adicciones.

En entrevista, Ortega Ruiz señaló que la depresión se reconoce como una “condición

médica o cerebral y un trastorno, más que una cuestión de voluntad”, aseguró Hiram Ortega.

Además, manifestó que los focos de alarma para sospechar que alguien padece depresión es que

por lo menos durante dos semanas la persona presente tristeza y anhedonia, es decir, que pierde

el interés en realizar actividades que anteriormente eran placenteras o llamaban su atención.

Otros síntomas cognitivos se asocian a la percepción que se tiene de uno mismo, de las

personas que se encuentran alrededor, del mundo o del futuro, ya que solo se consideran cosas y

experiencias negativas y se tiene un panorama de desesperanza.


También se pueden presentar síntomas físicos como menor energía, falta de

concentración, alteraciones de sueño y del apetito que se puede ver reflejado en la variación del

peso corporal durante el último mes.

Las personas adultas mayores manifiestan irritabilidad y cambios súbitos de ánimo, y las

y los niños menores de ocho años presentan dolores de estómago o cabeza, mareos y nauseas.

El síntoma más grave, enfatizó el especialista, es la existencia de ideas suicidas, y es que

entre 70 y 90 por ciento de los suicidios se asocia con depresión.

El trastorno depresivo mayor se caracteriza porque la persona no se levanta, no se baña,

no quiere socializar, se aísla y empieza a tener ideas de muerte o hasta alucinaciones. Si es

recurrente, de difícil tratamiento o resistente a éste se puede convertir en una enfermedad

discapacitante.

Ortega Ortiz señaló que, en algunos casos, la depresión se puede remitir o curar como tal

y en otros solo se controla, por lo que es fundamental la valoración adecuada, y que el

tratamiento depende del nivel de gravedad.

Las personas con comorbilidades son más proclives a padecer depresión, pues el estado

proinflamatorio de enfermedades como diabetes o hipertensión, combinado con estrés alteran las

características circulatorias, endócrinas o metabólicas que hacen que la sangre, lípidos, glucosa u

hormonas se liberen de manera diferente. Asimismo, la depresión también incrementa la

posibilidad de desarrollar diabetes o problemas circulatorios.

Información sacada de(https://www.gob.mx/salud/prensa/014-linea-de-la-vida-ayuda-

profesional-para-personas-con-depresion)
Tal vez la gente se suicida por todos problemas o sus enfermedades mentales como

podemos ver con la información presentada posteriormente el suicidio también parece que es una

moda pues cualquier problema, vamos a suicidarnos, pero hay alguna gente que se suicida por

enfermedades.

El suicidio también ha tenido cambios y se ha visto de forma diferentes a lo largo del

tiempo como en la edad media el suicida no sólo se era un pecador, sino que se convirtió en un

delincuente ante la Ley, merecedor de castigos físicos y sociales extremos, y la mirada en la

iglesia la cual era para los primeros cristianos la muerte voluntaria no estuvo estigmatizada,

produciéndose de hecho un fenómeno que alarmó enormemente a los primeros obispos de la

Iglesia.

Pero también el suicidio se clasifica va dependiendo del método utilizado como:

Método suave: Este tipo de formas son casi indoloras para una persona, ya que

generalmente no causan dolor ni otros tipos de daños. El ejemplo más común es la gran ingesta

de medicamentos. Este método proporciona un cierto espacio de ahorro para el hombre, e incluso

le permite arrepentirse y buscar ayuda.

El camino difícil: Esté tipo de métodos son más agresivos porque los medios utilizados

implican una mayor probabilidad de sufrimiento y muerte. Mientras que en el primer caso la

persona ha optado por un papel pasivo, en este caso adquiere un papel más activo al recurrir al

uso de armas, ahorcarse, tirarse al vacío, etc.

Otro seria con tiempo se refiere si tiene un plan o no:

Premeditado: Este tipo de suicidio ocurre cuando las personas hacen planes, dónde y

cuándo implementarlos. En estos casos, la persona puede presentar un cambio brusco de


comportamiento a medida que se acerca la fecha fijada, ya que la ansiedad previa deja paso a la

calma de tomar una decisión firme.

Impetuoso: Tales suicidios ocurren sin planificación previa. La persona puede haber

tenido pensamientos suicidas antes, aunque nunca tuvo un plan o estrategia para ello. En este

caso, el hombre decidió quitarse la vida en un momento de extrema desesperación. Esto puede

ocurrir, por ejemplo, en personas con trastorno bipolar que deciden suicidarse durante su fase

maníaca.

Pero no todo está perdido también podemos ayudarlos reconociendo los signos de alerta:

Aislamiento, Persistencia de ideas negativas, Dificultad para comer, dormir y trabajar,

Desesperanza, Llanto inconsolable, Repentino cambio de conducta.

También podemos ayudar con: mostrando interés y apoyo, estar atentos es la forma de

acompañar, el diálogo no es un interrogatorio, sino compartir un momento. Sí la persona no

accede a realizar un tratamiento no hay que obligarla. Seguir acompañando y dialogando,

mientras uno mismo realiza una consulta con un profesional

Si estás preocupado por alguien o necesitas acompañamiento, no estás solo. Puedes pedir

ayuda a tus amigos, a tu familia, en el centro de salud más cercano a tu casa, en el hospital, en tu

escuela, en el club de tu barrio, en el templo religioso.

En conclusión, el suicidio es un gran problema en nuestra sociedad pero gracias a los

expertos ya se puede evitar, pero desgraciadamente mucha gente no sabe como evitarla ni como

ayudar, entonces porque no ayudamos a nuestra comunidad, porque en el suicidio no estamos

solos.

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