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CONSEJOS PARA BRINDAR UNA BUENA ATENCION

 Contratar a personas que estén dispuestas a ofrecer un excelente servicio.


 El proceso de atención también engloba tanto a clientes como a empleados.
 Admitir los errores y plantear soluciones.
 Nunca califique a los clientes por su apariencia.
 Ser Cortez, servicial y con buena actitud.
 Si no se cuida lo básico, de nada servirán los detalles y los extras.

CASOS:

Mi educación

Un comercial de una empresa de diseño de páginas web e imagen corporativa visita a un


cliente al que no conoce aún.
El cliente recibe amablemente a este agente en su despacho, dispuesto a escuchar lo que
tenga que ofrecerle en cuanto a imagen corporativa.
Durante el apretón de manos, el vendedor ya apunta maneras: mirada altiva, actitud de
estar de vuelta de todo, estrechar de manos lánguido...
En cuanto que ambos se sientan, lo primero que comenta el comercial es: -Mira, he estado
viendo tu página web y, sinceramente, me ha parecido una porquería. ¿Quién te la ha
diseñado? Porque es realmente mala, vaya colores y menudo diseño...

El cliente, conteniendo la ira y recurriendo a toda la educación que le inculcaron en casa y en


el colegio, le responde lo siguiente: -Pues verás, la web es nueva, tiene aproximadamente
15 días de vida. Y, en cuanto al diseño... es mío. Y, en cuanto a los colores, son los
apropiados para nuestra actividad, creo que no conoces el sector. Te voy a explicar el porqué
de la elección.... Y, así, el cliente le da una lección de cómo y porqué se utilizan
determinados colores y diseños para ese sector, que el vendedor desconocía por completo.

La profesionalidad no se demuestra con una actitud soberbia y prepotente, se muestra con


firmeza, con seguridad y con asertividad. Siempre de la mano de la calidez y del trato de
igual a igual.

No me molestes, que tengo un mal día

Una amiga me cuenta el bochorno que sintió en una tienda de moda. El espectáculo comenzó
con varias empleadas discutiendo sobre sus horarios de trabajo, sin gritar pero sin
importarles que la clientela les escuchara. Cuando le llega el turno para ser atendida, la
empleada, que venía calentita, pagó con la clienta su malestar, con mala cara, brusquedad
en el tono, etc. Como si fuera culpa suya.

Esta clienta dejó las prendas que iba a comprar y se marchó con una sensación muy
negativa.

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