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El rol de la

mujer y el
cristianismo
Sandra J. Bedoya B.
La mujer ha ocupado diferentes roles
a lo largo de la historia,
condicionada mayormente por la
sociedad y la cultura.
El cristianismo irrumpió en el contexto
mediterráneo de la edad antigua, dominado
por el Imperio romano, y mejoró notablemente
la situación de la mujer dentro del marco en
que se encontraba.
Es importante destacar que en aquellos días se comprendía la
indispensabilidad de la mujer, teniendo como eje el mantenimiento y
desarrollo de la vida, ya sea como procreadora y también como criadora de
la criatura en su evolución física, social y espiritual.
Históricamente ha sido muy importante el aporte femenino en las artes,
normalmente relacionadas en sus orígenes a la comodidad y estética
hogareña.
Las relaciones entre los sexos y sus variaciones
Las variaciones en el interrelacionamiento del
hombre con la Estrategias para el cumplimiento
de la misión mujer no son una novedad. Desde
el punto de vista bíblico, tienen su origen en
la creación, donde queda claro que el plan
divino tenía un fuerte sentido de complemento
entre los dos géneros, dentro del sagrado
estado del matrimonio.
Algunos filósofos griegos nos dan una
vislumbre de la visión que tenían sobre
el rol de la mujer, a través de sus
dichos y sus escritos. Se atribuye a
Pitágoras (s. VI a. C.) la declaración
“existe un dios bueno que hizo la luz, De acuerdo a Hannah Arendt tanto la
sociedad griega como la romana asignaron
el cosmos y el varón, y existe un dios actividades “invisibles”, tanto para las mujeres
malo que hizo las tinieblas, el caos y la como para los esclavos, poniendo en relieve que
mujer”. eran civilizaciones “androcéntricas”.
Es llamativo encontrar que, en medio de estas hay que resaltar que el
culturas de la edad antigua, convivieron otras que cristianismo hizo su aporte
fueron más respetuosas con las mujeres asignándole asignando un rol más elevado a la
un rol más simétrico, este fue el caso de los fenicios y
mujer, animándolas a practicar el
los etruscos. Sin embargo, se debe reconocer que aun
recato y la modestia, de acuerdo a
dentro de la cultura romana, ensexo (Buenos Aires:
Editorial Sudamericana, 1999), 2. 2S. Douglas Olson, los consejos del apóstol Pablo,5 en
ed., Aristophanes’ Peace (Oxford, UK: Clarendon contraste con el resto de la
Press, 1998), 55, 64. 3Hannah Arendt, La condición sociedad que no daba valor a la
humana, (Barcelona: Paidós, 1975), 201.Estrategias mujer y, por lo tanto, no se
para el cumplimiento de la misión contramos interesaba en su superación.
excepciones de un mayor reconocimiento a la mujer.
También hay que resaltar que el Cuando la mayor necesidad fue la
cristianismo hizo su aporte asignando superviviencia, fue más reconocido el
un rol más elevado a la mujer, hombre y, donde las nuevas vidas eran
animándolas a practicar el recato y la particularmente necesarias, fue la
modestia, de acuerdo a los consejos del mujer la que recibió un trato
apóstol Pablo,5 en contraste con el preferencial. Básicamente, “cada
resto de la sociedad que no daba sociedad, según sus necesidades más
valor a la mujer y, por lo tanto, no se indispensables, prodigará mayores
interesaba en su superación. cuidados a los individuos o a los grupos
cuyos servicios más valore”.
La mujer Cristiana
"Mientras que todos los discípulos masculinos (de Jesús) huyeron, lo traicionaron o renegaron de
él, las mujeres estuvieron presentes al pie de la cruz y asistieron a su muerte. Fueron ellas
también las que acompañaron su cuerpo hasta el sepulcro y las que, al volver al lugar al día
siguiente, encontraron el sepulcro vacío. Fueron, por lo tanto, mujeres las primeras "en recibir el
anuncio de la Resurrección y a ellas a quienes se confió la misión de llevar la noticia a los
discípulos de Pedro", tal y como lo dice el evangelista Marcos (16, 6-7)" (L. Voyé,: 13).

Así pues, Cristo habría encargado a las mujeres transmitir el mensaje de la resurrección, "un
papel que, lejos de carecer de importancia, podría haber constituido una responsabilidad de la
mujer en "el anuncio de la Buena Nueva". (L. Voyé, ibid., cf. también F. Lautman, 1998 y E.
Schussler-Fiorenza, 1983).
Los textos evangélicos pueden por lo tanto, legitimar el acceso de las mujeres al sacerdocio.
Si la Iglesia católica se lo sigue negando tal vez sea, por una parte, porque comparte la idea
muy común de que Dios es un personaje masculino: es el Padre y tuvo un Hijo, no una hija. ¿
Cómo aceptar entonces, que el sacerdote identificado por la teología ortodoxa con un "icono
de Dios", sea una mujer? Por otra parte, sabemos que en la mayoría de las sociedades, las
mujeres son apartadas de cualquier contacto con los sagrado porque se las considera
impuras por el hecho de tener la menstruación. Perfectamente explícita en el Levítico y
oficialmente recogido en el Islam, esta representación de la mujer ha sido rechazada , por
derecho, por el cristianismo. Pero la idea de que la mujer esta manchada y es causa de
mancha, no parece en realidad, haber desaparecido de la cultura cristiana.
La mujer en el cristianismo

A largo de la historia y pese a los intentos del


patriarcalismo de borrar o mitigar la presencia de
las mujeres1, podemos rastrear sus huellas y
darnos cuenta que varias de ellas han jugado un
papel importante o han servido de modelo en su
época a otras mujeres. Algunas de las que voy a
nombrar son conocidas, sin embargo habrá otras
de las que no hayan oído hablar nunca de ellas,
pero su vida sirvió de modelo a otras mujeres, y en
las obras que dejaron bebieron grandes místicos
como el maestro Eckhart o Ruysbroeck.
En el Antiguo Testamento ya aparecen varias mujeres, pocas
pero con un papel relevante como Tamar, Débora, Ya´el,
Rajab, Betsabé, Noemí, Rut, etc. No obstante, no voy a
ocuparme de ellas, al haber otra ponente que pueda hacerlo.
En el Nuevo Testamento la presencia de la mujer también
es reducida, sabemos que estaban en el grupo de personas
En las primeras comunidades paulinas también existieron
mujeres que eran las líderes de las iglesias domésticas como
Lidia, Febe o Ninfa o que eran misioneras como Junia o
Priscila. que seguían a Jesús, así nos lo dice Lucas, (Lc
8,1b-3) y Marcos (Mc 15,40-41). También tenemos relatos
de encuentros de Jesús con ellas, como la sirofenicia, la En las primeras comunidades paulinas también
hemorroisa, la mujer encorvada, etc. Sobre alguno de estos existieron mujeres que eran las líderes de las iglesias
encuentros volveremos más adelante al tratar el tema de los domésticas como Lidia, Febe o Ninfa o que eran
textos liberadores. misioneras como Junia o Priscila.
La mujer en la Iglesia Católica
Respecto a los textos de la tradición religiosa católica,
los documentos bíblicos transmiten la mentalidad
patriarcal con que fueron escritos y hay que ser
conscientes de este hecho para interpretarlos
adecuadamente, unido a esto está la dificultad de
algunas palabras del Nuevo Testamento, que en griego
sólo existen en género masculino, como es el caso de
discípulos, que se sigue traduciendo como masculino
aunque sepamos que en ese grupo también había mujeres.
Esto es importante tenerlo en cuenta, porque el lenguaje
va configurando la mente de los oyentes, y por ello es
urgente que en las traducciones se tenga en cuenta esto
y se busque la fórmula de salvar las limitaciones que
tienen algunas palabras.
En cuanto a los ritos y normas, la mujer ha
visto reducido su campo de actuación a medida
que pasaban los siglos. En las comunidades
paulinas, las mujeres servían y colaboraban con
Pablo en la extensión de la buena noticia,
siendo un ejemplo de ello los casos de Priscila,
Febe, Ninfa, Trifena, y otras. En estas
comunidades, el presidente de la asamblea, un
profeta o doctor, era quien proclamaba la
De esta forma, la progresiva eliminación de las
Palabra, y no hay que olvidar que en esos mujeres de losministerios” en vías de formación
momentos, la mujer podía profetizar. Como se fue haciendo poco a poco, a medida que
estos cargos eran itinerantes, la Didajé las comunidades cristianas fueron adoptando
estableció que el obispo y el diácono los modos y costumbres de la sociedad
sustituyeran al profeta o doctor cuando éstos patriarcal
no estuvieran.
Hoy la mujer no ejerce ningún papel
en los sacramentos, salvo el de sujeto
pasivo. No puede acceder al diaconado
ni al presbiterado ni al obispado, pues
dichos cargos están reservados sólo y
exclusivamente para los varones.
Asimismo, el Código de Derecho
Canónico establece qué ministro debe
presidir cada sacramento, quedando
únicamente el bautismo de urgencia
como el único que puede realizar una
mujer.
La mujer en la iglesia protestante
La pastoría, a diferencia del sacerdocio católico y Esta concepción está estrechamente ligada al
ortodoxo, no es un sacerdocio. Un pastor no es un primer principio del protestantismo: Sola
hombre consagrado: es un laico (y es por ello por lo
Scriptura, La única Escritura. Significa que la
que puede casarse) que teniendo un conocimiento
teológico, puede predicar la Palabra. Biblia es la única autoridad y, por consiguiente,
que la Iglesia no puede ser considerada como
"principio supremo de legitimidad religiosa": a
diferencia de lo que ocurre en el cristianismo
romano y ortodoxo, todos los fieles están
autorizados a leer y a interpretar la Biblia. Este
principio llevó a Martín Lutero a hablar de
"sacerdocio universal de los cristianos":
La teología de la Sola Scriptura y del sacerdocio “Las mujeres accedieron en primer lugar a la
universal debería lógicamente, haber abierto a las función de predicación, y no a la de
mujeres la posibilidad de ser pastores. Pero, como administración de los sacramentos (que en el
protestantismo, se reducen sólo a dos: el
ya se ha dicho, esta posibilidad no fue un hecho bautismo y la santa-cena).
hasta el transcurso del siglo XX Esto es debido,
por una parte, a que los protestantes al igual que
los católicos, han creído en la imagen de la mujer
que San Pablo describe en sus textos, ya citados
anteriormente: un ser necesariamente sometido al
hombre y no apta, por lo tanto, para asumir
funciones de autoridad.
La mujer en la Iglesia Anglicana

La Iglesia anglicana admite el sacerdocio de


las mujeres. Al no ser la comunidad anglicana
una sola, las decisiones que toma no son de
aplicación obligatoria y menos universal. Las
resoluciones se pueden adoptar en la
provincia o en país en las que se efectúan. Modelar lo que Dios destinó en general
para toda persona en relación con Él y los
unos con los otros
La mujer en la iglesia Ortodoxa

No existe ningún “estatus” particular para la mujer en la


Iglesia, ni se constata la insuficiencia de sus derechos u
oportunidades, ni mucho menos se reivindica su función en
la práctica litúrgica, más allá de la que ya tiene durante
los servicios litúrgicos en el canto y las lecturas.

Las mujeres ortodoxas en la actualidad no necesitan


ningún rango particular ni derechos o poderes
suplementarios en la Iglesia. En la actualidad, las mujeres
en la Iglesia ortodoxa rusa tienen un amplio espectro de
posibilidades, tanto a nivel espiritual como por el trabajo
creativo, además de una plena realización social.
CONCLUSIÓN

Naturaleza y cultura, que implican lo dado y lo


propio en el ser humano, se encuentran
En definitiva, para resolver las tensiones en la
entrelazadas en la realización plena de lo humano.
relación hombre mujer, debemos volver al plan
Esto nos lleva a recordar que el concepto bíblico
divino original que tenía como fundamento un
post-lapsario referente a la relación entre el hombre complemento de ambos dentro del matrimonio,
y la mujer es que las tareas asignadas a cada uno que resulta en una sinergia en el cual ambos
implican un esfuerzo conjunto, con prioridades ganan, como así también los hijos y, en
diferentes. La mujer más cercana a la procreación y consecuencia, la sociedad.
el hombre asociado a la naturaleza a fin de
conseguir los recursos que garanticen la subsistencia.

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