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LA EMANCIPACION DE LA MUJER

Y COMPROMISO ECLESIAL

Sergio Ulloa Castellanos

A Manera de Introducción
Escribir sobre la mujer y reflexionar sobre su papel en la
historia, es labor que no solo concierne a las mujeres, sino también a
cuantos nos interesamos por la liberación y la supervivencia de
nuestro mundo y de la raza humana. Es preciso que los hombres y
las mujeres aporten sus experiencias, estén dispuestos a aprender y
a convertirse y a redefinir sus funciones. Esta es la validez de este
ensayo.
Sin embargo, se nos plantea una cuestión .¿Cómo ser el sujeto
de su propia historia? Un feminismo radical buscará resolverla en la
medida en que la mujer se libere a sí misma, mientras que una
postura patriarcalista afirmará que solo por medio de la
subordinación la mujer podrá autoafirmarse, pues responde "al
cumplimiento del orden natural de la Creación".
El presente ensayo se elaborara bajo la tesis de que la historia
humana se construye como varón y hembra. Ni el varón ni la mujer
por sí mismos como seres separados y diferentes son los que
construyen la historia como historia integral de la salvación. Será
más bien en la unidad e integración; esto es, en la solidaridad
humana como varón y mujer donde no solo se expresará esta
historia sino también la liberación de ambos y por tanto, la
construcción del reino sobre nosotros. Estamos conscientes de que
mientras las mujeres sigan sufriendo la injusticia y deshumanización
que se derivan del patriarcado social y religioso, necesitaremos cada
vez más una teología critica que exprese la alineación y el dolor a la
que esta sujeta la mujer sobre todo en los países latinoamericanos.
Creemos en una Teología Total, de carácter unitiva, pero es menester
superar la teología dualista, esto es, la patriarcal y también en
algunos casos la postura competitiva de la teología feminista.
Para llevar a cabo esta investigación hemos escogido una buena
selección de artículos que la revista Concilium presenta en su diálogo
teológico, porque creemos que esta revista responde a las exigencias
de establecer un diálogo con la Doctrina Social Católica, como a las
inquietudes de terminar mi seminario de titulación. Como las raíces
teológicas de este pensamiento se encuentran relacionadas con la
visión del Vaticano II, pero a la vez confrontadas con una visión de
liberación y en un diálogo ecuménico, nos ha parecido pertinente

1
trabajar con este material. La riqueza de las lecturas tomadas ha
constituido una novedad para el ejercicio pastoral de nuestra
vocación. La evolución de la reflexión teológica y la confrontación
critica sobre muchas tradiciones y "verdades" que no se cuestionan,
han hecho que estas páginas revelen un poco este peregrinar.
Plataformas Usadas Para la
Dominación de la Mujer
A.- Desde una Postura Religiosa-Biblicista
Existen aun hoy posturas argumentando que la mujer fue
creada exclusivamente para ser "ayuda idónea" del varón (Génesis
2:18-20). Esto es, que su razón de ser en este mundo está en
función de apoyar, fortalecer y animar la obra del varón. La
interpretación fundamentalista sostiene que los textos bíblicos exigen
la subordinación de la mujer al varón como verdad revelada por Dios.
Así, los cristianos están obligados a mantener dicha "revelación"
frente a los movimientos que proclaman la igualdad como signo de
justicia y libertad. Esto quiere decir que la mujer si quiere cumplir
este mandato ha de llegar al matrimonio, para que desde esta
plataforma pueda cumplir su "vocación de ayuda" o de subordinación
voluntaria. Una de las implicaciones de esta postura es que 1a mujer
entonces tendrá necesariamente el cometido de "darle hijos al
marido" y ser la "madre" protectora. Con razón se afirma:
"Las mujeres no pueden ocupar un puesto que no sea el
de la dedicación a las tareas domésticas. Las mujeres
alcanzan la categoría a que les es dado aspirar no
mediante el desarrollo de su propia personalidad, sino -
en virtud del matrimonio y la educación de los hijos." 1
Tradicionalmente se ha entendido Génesis 2 como el origen de
la mujer para el varón y para cumplir la tarea de la procreación. Este
pasaje ha sido una arma para rebajar a la mujer como ser de
segunda categoría, creyendo que toda mujer fue creada después del
varón 2. La teología tradicional católica y su propagación en la
religión popular ha desarrollado la teoría de la sexualidad
exclusivamente para procreación. La encíclica papal "Rerum
Novarum" así lo manifiesta, dando a entender que el fin del
matrimonio es para que cumplan el mandato divino de
"Henchir la tierra". 3

1
E. Carroll, “¿Es posible superar el dominio masculino?” Concilium, No. 154, año XVI, 1980, p.58
2
También se usa sobre todo el pasaje de Pablo a Timoteo, donde se argumenta la sujeción de la mujer
porque fue creada después del varón. Muchos eruditos bíblicos opinan que este texto fue un añadido
para sujetar a las mujeres del siglo II. Véase: “Pablo y el Antifeminismo”, que está en la bibliografía.
3
J. Iribaren. Editores: Ocho Grandes Mensajes. Duodécima edición, Madrid, BAC, 1981, p.25

2
Hay interpretaciones fundamentalistas de los textos bíblicos,
especialmente los de San Pablo, con vistas a afirmar el dominio del
hombre sobre la mujer como parte natural de la creación y de la ley
divina. Pero si colocamos estos textos aislados que apoyan tal punto
de vista en el contexto de otros textos y del mensaje evangélico en su
totalidad, perderán toda su fuerza 4
"No se puede poner en duda que los interpretes
contemporáneos de la Biblia forman parte de la larga
tradición de dominio masculino que convirtió a la mujer
en víctima. Reconstruyen su imagen del primitivo
cristianismo conforme a su modelo de predominio
masculino. Como dan por supuesto, sin entrar en
mayores precisiones, que el primitivo movimiento
cristiano refleja las valores de la sociedad Judía o
helenística contemporáneas, se establece por definición
que las mujeres solo pudieron tener una función
marginal en aquel" 5
B.- Desde La Estructura Institucionalizada De La Iglesia.
Es de todos bien sabido que Jesús no dejo un programa para
la organización y estructuración de la iglesia cristiana. Aun en
tiempos de Pablo, la guía y autoridad espiritual se basaba en el
carisma de las profetas que en la funcionalidad y capacidad de
organización de las lideres.
Después del primer siglo, tras la muerte de los guías espirituales
y carismáticos fue dándose paso a los ministros Jerárquicos. De
apóstoles y profetas a administradores y funcionarios. De vivencia
espiritual a control de la autoridad. De allí se empezó a organizar la
iglesia a partir de las estructuras patriarcales a que se atenía la
familia en esos momentos. Comenzó así la repartición de funciones,
papeles, trabajos, puestos y claro está a la mujer le tocó los puestos
de "apoyo” y subordinación y a los varones les tocó los puestos de
poder, jerarquía y mando. 6 Las instituciones fueron tomando una
función netamente ideológica. Es por eso que Marx asignara más
tarde a las instituciones una función claramente ideológica:
" la de defender y encubrir el orden social vigente,
haciéndolo aparecer como un orden objetivo, “natural” al

4
E. Carroll. Op cit. p.62
5
E. Fiorenza, “La mujer en el primitivo movimiento cristiano” Concilium. No. 111 Año XII, 1976,
p.12
6
Ver el ensayo del Maestro Sergio Ulloa, “De la institucionalización de la iglesia a la vida
comunitaria”, en Oikodomein, revista publicada de la Comunidad Teológica de México. No. 8 Año
2001, pag. 25-38

3
que tiene que someterse el individuo y las clases
sociales" 7
"Así pues., cuanto mas se adaptaba el cristianismo a
las instituciones sociales y religiosas de la época
convirtiéndose de este modo en una parte de la sociedad
y de la cultura patriarcales del mundo grecorromano
mayor era la exigencia de relegar la autoridad de las
mujeres a unos grupos marginales o de limitarla a unas
funciones definidas por su condición femenina. El orden
de las diaconizas., por ejemplo ya no estaba al servicio de
la iglesia en su totalidad., sino únicamente del grupo
formado por las mujeres." 8
La institucionalización de las estructuras de la iglesia cristiana
ha silenciado y ha hecho invisible la participación de las mujeres y
su responsabilidad en las mismas, porque estas estructuras son
patriarcalistas y se mantienen con el apoyo de una cierta teología
androcéntrica, es decir, masculina.
Dicha institucionalización no surge a partir del siglo II sino que
desde Aristóteles aparece este sistema eminentemente masculino
escalonado en dominación y subordinación. El concibe como de
orden natural el que los hijos y las mujeres y los esclavos estén en
dependencia y bajo la propiedad del varón, quien es concebido como
la cabeza de la familia. Por eso Aristóteles va a definir el matrimonio
como “la unión de un gobernante natural con un súbdito natural”.
Claro está, como las mujeres y los hijos no tienen la capacidad para
gobernar en virtud al orden natural, es al varón a quien le pertenece
este privilegio. 9 A partir de esta visión es que se empieza a
institucionalizar todas las estructuras humanas, incluyendo la
familia. La filosofía aristotélica no ha caído en desuso, más aún, ha
sido influencia para las ideologías contemporáneas:
"La filosofía patriarcalista de Aristóteles es también el
entramado básico de la sociedad democrática
occidental y de su filosofía política y legal...El capitalismo
no ha sustituido al patriarcalismo, sino que lo ha
modificado y a la vez reforzado. Dicho brevemente: el
sexismo misógino, el clasismo racista y el colonialismo
expansionista son ideologías que legitiman y perpetúan
las desigualdades y opresiones patriarcalistas basadas
en la diversidad de las naturalezas humanas”. 10

7
Juan A. Estrada. La Iglesia: Institución o Carisma, Madrid, Ed. Sígueme, 1984, p.181
8
E. Fiorenza, Op. Cit p.22
9
Vease Ramón Xirau, Historia de la Filosofía, México, UNAM, 1982, pp. 112-134
10
E. Fiorenza, “Romper el Silencio” Concilium. No. 202, año XXI, 1985, p.305

4
C.- Desde Una Ideología del Poder Masculino
Perspectiva Funcionalista
Hemos dicho hasta aquí, que una de las maneras mas dañinas
de dominar es a través de la formación de estructuras de poder que
organicen, dirijan la vida publica y privada de la humanidad. Los
efectos de esta construcción estructural a nivel eclesiástico pero
también social, es que los que quedan estructuralmente como
subordinados se les excluye de la participación y de la toma de
decisiones que sean significativas para el rumbo de la historia.
“En apoyo de esta forma de dominio se monta toda una
ideología para racionalizar el estado actual de las cosas.
Con el tiempo, el sistema y su ideología (en tanto que
promueven los intereses del dominante y a la vez
deshumanizan al subordinado), son aceptados como la
“realidad de las cosas” o porque “así tienen que ser las
cosas”. 11
Esta racionalización ideológica, ha demostrado que la mujer,
por cuestión de su "ser femenino" tiene ciertas características
naturales como el ser delicada, tierna, intuitiva, débil, impulsiva,
emotiva, receptiva, pasiva, abnegada, frívola, adaptable y religiosa.
Por el contrario, los varones tienen todas Aquellas cualidades que si
les parecen deseables para si mismos: racionales, afirmativos,
lógicos, activos, fuertes, nacidos para mandar, competentes, dotados
de autoridad, etc. A partir de este funcionalismo, es que se considera
a la mujer como la más apta ayuda, compañera y sostén para otros.
Con esta clara división y diferenciación, se intenta hacer de la mujer
un ser obediente y auxiliar, como se supone que debe ser, de acuerdo
con la ideología masculina, y reprimir en las mujeres de cada
generación la experiencia creciente de la ampliación de sus
capacidades. Esta situación de la mujer tiene síntomas de tragedia,
cuando las opresiones que sufren son opresiones consentidas”.
Rubem Alves lo dice de esta manera:
"Son opresiones que rinden dividendos...son
aceptadas porque son provechosas. Es como si hubiera
ciertas situaciones en las que las mujeres son
cómplices de su propia opresión". 12
Es decir, hay veces que la mujer ya se creyó definitivamente
que su ser es y tiene únicamente las características antes
mencionadas y que por tanto no puede aspirar a ser creativa,
responsable y sobre todo con elección profesional, can capacidad de

11
E. Carroll, Op cit. pp.56-57
12
Rubem Alves, Teólogos de la Liberación hablan sobre la mujer. San José, DEI, 1986 p.81.

5
decisión, autoridad y con llamamiento vocacional, porque su
estructura biológica no se lo permite.
D.-Desde La Situación Social/Urbana
En Un Contexto Marginal
Una de las consecuencias que remarcó la urbanización de las
sociedades fue la estratificación de los cometidos sociales,
significando una reducción de la categoría social de la mujer. Es
decir, su papel social fue reduciéndose poco a poco hasta situarlas al
ámbito del hogar. Pero esta reducción al campo doméstico:
"...no mantuvo a las pobres mujeres apartadas de los
talleres, las minas y las fabricas, sino que mantuvo el
trato especial que se les daba, ahora en términos de
unas peores condiciones de trabajo y un salario
inferior. Cuando las mujeres trabajan fuera de la casa,
siguen cargando los pesos, psicológico y laboral, de las
tareas caseras y de la familia. Este trabajo doble...podría
constituir una de las razones más importantes de que se
llegara a excluir a las mujeres de la esfera de la política
publica." 13
En Latinoamérica aun hoy se ven en zonas marginadas que las
mujeres son las que tienen el mayor índice de analfabetismo y de
una menor educación, encerrándolas aun mas en trabajos
infrahumanos de "ayuda domestica" o bien, en la exclusividad de las
tareas de su propio hogar. Así, dichas mujeres tienen menor
capacidad critica para transformar la sociedad, pocas oportunidades
para aumentar su cultura y educación y nulas alternativas para
conocer y desarrollar sus talentos en el ejercicio de su vocación.
Lamentablemente para las mujeres pobres es doble su opresión: por
su condición de pobreza y por su feminidad. Tienen que trabajar por
ejemplo como costureras 14 con salarios bajos y todavía se ven
obligadas, en tanto que son mujeres a mantener el sostén domestico
del hogar y el procreativo, todo esto ejerciéndose dentro del sistema
de trabajo y dominio masculino.
"El desarrollo de la industrialización masiva que la
urbanización difunde cada vez mas sobre el mundo,
sustituye de modo creciente a la producción económica
de la familia por un trabajo que se realiza en un lugar
alejado del hogar. Las mujeres como grupo se marginan

13
E. Carroll, Op cit. P.58
14
En México uno de los trabajos más explotadores es el de las costureras, pues trabajan
clandestinamente y sin ninguna seguridad. Se estima que más de 800,000 mujeres trabajan así en la
capital.

6
de la producción y se vuelven dependientes en el aspecto
económico del trabajo masculino para sobrevivir." 15
Esta separación entre la esfera pública (masculina) y el
dominio privado (femenino), genera un sistema económico de
opresión para las mujeres. Veamos porque:

El sistema económico femenino se basa en el


presupuesto de que cada familia consta del padre ideal
que detenta los medios de vida de toda la familia. Se
justifica a su vez por el presupuesto de que todas las
mujeres son trabajadoras eventuales o desempeñan un
empleo para pagarse sus caprichos, pues terminarán
par casarse y quedar embarazadas. Los salarios bajos y
las puestos menos relevantes que ocupan las mujeres se
justifican porque se supone que el salario de la mujer es
de carácter complementario. Se supone que la vocación
'natural' de la mujer es el trabajo doméstico y el cuidado
de los hijos, y de ahí que no se cuente su trabajo como
un capitulo más del producto nacional." 16
Plataformas Liberadoras Para
la Emancipación de la Mujer
A.-Desde Una Perspectiva Bíblica

Mientras los fundamentalistas protestantes como católicos


prefieren usar los primeros capítulos del Génesis para argumentar a
favor de la subordinación de la mujer como orden natural de 1a
creación; nosotros preferiremos hacer justicia con los relatos
originales presentándolos como fuente de liberación y haciendo caso
también al mensaje general de Dios a través de Jesucristo por influjo
del Espíritu Santo: mensaje de liberación integral.
El teólogo latinoamericano Rene Padilla en su articulo: "La Pareja
Humana en Perspectiva Bíblica" sostiene que la pareja humana
según el relato de la creación ha sido creada en igualdad delante de
Dios por la vocación que ésta tiene delante del mundo de que
"señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra" (1:26). Tanto varón como hembra les ha sido dado ese encargo
(1:27). El mismo pensamiento es confirmado de nuevo más adelante,
en Génesis 5:1-2 donde ambos pertenecen la misma humanidad y
son variantes del ser que Dios creó a su imagen y semejanza y al

15
Rose Mary Ruether, Mujer Nueva, Tierra Nueva. Buenos Aires, Ediciones Megápolis, 1977, pp.22-
23
16
E. Fiorenza, Op cit. P.306

7
cual llamo Adán. Ambos son responsables delante de El por el
gobierno de la Creación.
Esto significa que la imagen y semejanza que tenemos de Dios ha
de ser reconocido por la humanidad, por nuestra igualdad y no por
la inferioridad que imprimimos a nuestra relación; por comunión y
no por la desintegración y división; por el compartir las tareas y no
por los egoísmos enfermizos que se provocan por querer dominar.
Esto significa que desligar a la mujer de la vocación que tiene delante
de Dios es quitarle su libertad y su ser mismo. Por eso Padilla va
sostener que:
"Tanto la mujer como el varón, por encima de su sexo
esta su humanidad y que su realización como ser
humano no depende del sexo complementario sino del
cumplimiento de su vocación como imagen de Dios...Por
eso la primera preocupación de la mujer no puede ser
casarse y tener hijos. Si a veces lo es se debe a las ideas
impuestas por el sexo masculino. Su lugar en el mundo
no depende de su sexualidad sino de su vocación. Es
asunto de vocación y no de biología." 17
Esta visión del capítulo 1 del Génesis nos hace optar por otra
interpretación de Génesis 2 ya no entendido éste de manera
tradicional, como lo hemos presentado más arriba, sino de la manera
siguiente:
Creemos que el cap. 2 no nos habla de la creación de la mujer
como humanidad pues si fuera así, sostendríamos que toda mujer
fue creada para el varón cosa que seria contrario al mensaje de
liberación de toda la Biblia. En el capítulo 1 nos habla de que "varón
y hembra" han sido creados para el ejercicio de su vocación pero no
se habla nada de esa comunión intima que se encuentra en lo que la
Biblia llama matrimonio y Dios no ha querido pasar por alto este
acontecimiento. Lo que para los animales no se necesita un acto
especial para su unión, para el hombre y la mujer si, porque no se
trata de cualquier unión sino de encontrar un verdadero
compañerismo, esa colaboración mutua que los unifica para siempre.
De allí que en el capitulo 2 se pase a narrar no tanto la creación de la
mujer sino la creación del vínculo permanente de un hombre y una
mujer. Es decir, la mujer fue creada en sus orígenes con el varón,
pero aun no existía ese vínculo de compañerismo idóneo.
Es por eso que no podemos sostener que la Biblia dice que la
mujer como ser humano fue creada exprofeso para romper la soledad

17
René Padilla, “La pareja Humana en perspectiva bíblica”. Boletín Teológico de la Fraternidad
Teológica Latinoamericana. México, 1981, pp.10-11

8
del varón, porque esto implicaría su inferioridad, su incapacidad
vocacional y la jerarquía del varón sobre la mujer, a lo que Dios se
opone desde el principio. Entonces, ¿cómo interpretar el pasaje en
donde se saca de la costilla del varón a una mujer? En primer lugar
no significará el origen de la mujer sino un acto simbólico en donde
Dios pone énfasis en la necesidad de que el vínculo de pareja sea una
formación y elección bajo Su dirección.
La importancia en este pasaje está pues, en la conciencia
humana de que al unirse varón y mujer es con el propósito de ser
plenamente unidos en igualdad y comunión, en fundamento de amor
y en reciprocidad de vocaciones para responder a Dios como imagen
y semejanza suya y ser testimonio al mundo de la justicia humana a
través de sus relaciones de solidaridad fraternal. Ciertamente son
relaciones solidarias que han de manifestarse en el ámbito del
matrimonio pero que se extienden como modelo para todo tipo de
relaciones humanas.
Son implicaciones que han de reconocer que ya no más se
impone el varón a ser la cabeza y la mujer el corazón de la familia,
sino que ambos son seres humanos complementarios y que han de
actuar como iguales, abriendo camino hacia la unión “parental”, es
decir, donde las funciones del padre y de la madre se aproximen
cada vez más entre si, tanto en la educación de los hijos como en
trabajo en el hogar. Se trata pues de unificar aquellos "roles”
familiares que ideológicamente han causado división y jerarquía.

B.-Desde Una Comunidad


de Fe

Hemos dicho que uno de los problemas de la jerarquización


como el de la institucionalización de la iglesia, ha conseguido que la
mujer sea cada vez más silenciada y limitada en el ejercicio de su
vocación y en la expresión de su ser libre. Pues bien, creemos que
una iglesia sin esta estructura de poder puede conseguir que la
mujer se exprese libremente. Un testimonio de este hecho liberador
nos lo puede dar Leonardo Boff:
"En las comunidades de base, especialmente, se ha
creado un espacio muy importante para la liberación
de la mujer, no tanto a raíz del tema mismo de la
liberación de la mujer sino por el hecho de que más
de la mitad de las coordinadoras de las comunidades
son mujeres. En todas las comunidades de base son
ellas las que están mucho más empeñadas en el
trabajo; son mucho más fieles, ellas son las que
garantizan la continuidad de los grupos, generalmente

9
muy frágil...Además, yo veo que existe más y más la
conciencia de que la mujer debe participar de todos
les niveles de la iglesia, en la reflexión teológica y en
muchos otros lugares, incluso, en las decisiones de
las opciones pastorales." 18
Esta participación de las mujeres en las CEB tiene como meollo
la desestructuración institucional y patriarcal, porque en la medida
en que el control del poder por medio de normas, leyes y jerarquías
se desarticulan de la iglesia, mayor libertad de expresión, de acción y
de misión se vislumbra para una participación unitiva y una
corresponsabilidad vocacional.
Se trata de construir comunidades evangélicas de fe donde la
mujer no viva todavía ejerciendo tareas de ayuda sino de
participación real en la pastoral. Que las mujeres tengan la parte de
responsabilidad y participación iguales a la de les varones, haciendo
caso a su llamamiento, vocación y anhelo de encarnarse en las
realidades de su iglesia y mundo. Lo esencial de nuestro esfuerzo es
por una comunidad de fe donde la mujer pase de la mera influencia a
la decisión y acción responsable, de la situación de inferioridad y de
puro instrumento de auxilio para el varón a la construcción no solo
nivelada a la del varón sino unificada para la construcción del reino.
Creemos que la iglesia ya no necesita de autoridades que impongan,
organicen y se hagan ayudar de subordinados, sino de la comunidad
que actúa con varones y mujeres en la búsqueda de una humanidad
mejor.
Es importante señalar que la igualdad en el ejercicio vocacional
y vivencial no es para entrar en competencia y separación, se trata
de una igualdad que tenga su fin en la unidad.
"Necesitamos un objetivo más profundo...que la sola
equiparación de derechos... un objetivo que permita a
los varones y a las mujeres aunar riquezas y su
dinamismo propio para la construcción de un
mundo no nivelado, sino unificado” 19
C.-Desde Una Ideología Liberadora
Perspectiva Dialéctica
Hemos señalado anteriormente que si bien es cierto, las
diferencias que se han tratado de establecer entre hombres y
mujeres es para que estas ultimas queden subordinadas a los

18
Leonardo Boff, Teologos de la liberación hablan sobre la mujer, Op cit. Pp.107-108
19
M. Agudelo, “El compromiso de la iglesia en la Emancipación de la Mujer” Concilium, No. 154
pp.138-139

10
primeros, también es cierto que dichas diferencias que se han
tratado de remarcar constantemente (sexuales, físicas y de
personalidad) provocan rechazos, debido a cierto temor que ocasiona
lo diferente. Así pues, las diferencias que han creado los varones, por
un lado marcan la subordinación y por otro el rechazo y la
separación.
Creemos que toda dominación es el resultado de la incapacidad
humana para tratar las diferencias, caracterizándose como
"inferiores" e imponiéndose alguna forma de relación basada en la
dependencia. Por eso, es menester elaborar una pastoral dialéctica
que sepa integrar y enriquecer las diferencias humanas en términos
de unidad y trabajo común. Ha de ejercerse en una perspectiva
dialéctica y no más funcionalista, para que en una tensión creadora
se establezca una reciprocidad de las conciencias y voluntades en
igualdad y comunión.
Aun más, afirmamos que solo siendo varón y mujer la
humanidad es imagen de Dios (Gn 1:27). Esto quiere decir que este
pasaje declara que cada quien, como ser humano es “varón y mujer”
. Es decir, cada varón tiene dentro de sí una mujer y cada mujer
tiene dentro de sí un varón. Esto es conocido en el psicoanálisis
Jungiano como “el anima y animus”. Dicho de otro modo, afirmamos
que para que un varón sepa relacionarse con la mujer, tendrá que
saber primero que hay una mujer en su interior, pero a la vez tendrá
que relacionarse con su feminidad para tratar a la mujer como a sí
mismo, esto es, con dignidad e integridad. Esto sucede también a la
inversa. Si la humanidad no descubre que las diferencias externas
que percibe en el ser del otro sexo están en uno mismo, no podrá
superar dichas diferencias externas mencionadas arriba y acabara
oprimiendo o siendo objeto de opresión.
Creer que el varón representa y ejecuta únicamente lo masculino
y la mujer únicamente lo femenino ocasiona que los varones
monopolizan estos rasgos "masculinos": la racionalidad, el mando y
el poder social. Logrando con esto que también las mujeres cumplan
con su papel de dependencia, adorno y pasividad. Es por eso, que
hoy más que nunca hemos de ejercer una labor en el ámbito de la
teología pastoral, para que cada vez más asumamos con conciencia
la superación de este obstáculo.
"El hombre, articulado en varón y mujer, se revela
dentro de una estructura hondamente dialéctica..El
hombre nunca se experimenta como una identidad
perfecta, sino como una diferencia, donde la persona
vive permanentemente en una comunidad de su
identidad con sus diferencias. La estructura

11
fundamental del ser humano consiste en el Y. Ser uno
mismo y lo diverso de aquello con lo que se relaciona. El
hombre se enriquece en el diálogo con lo distinto de
si. La personalidad humana asume, acepta y soporta las
diferencias. Esto le hace un ser abierto a lo nuevo. Es
estructura dialéctica, llena de tensiones y con peligro
constante de rechazar las diferencias y cerrarse sobre sí
misma." 20
A lo que queremos llegar es que para que sean eliminadas las
opresiones visibles y las ocultas, es menester que cada ser humano
integre lo racional con lo sensible, lo objetivo con lo subjetivo, en una
palabra, lo masculino con lo femenino. Las exageraciones en ambos
polos son el machismo por un lado y el feminismo por otro. Conciliar
los opuestos y enriquecerse con el conflicto que viene del otro, es la
mejor manera de comenzar la emancipación no solo ya de la mujer
sino del varón.
Hacia una solidaridad
Cristiana No Patriarcal
A manera de conclusión
Ciertamente empezamos hablando que es menester que se de la
emancipación de la mujer, también es cierto que dicha emancipación
no llegará hasta que el varón no se libere de su estructura
patriarcalista. Por tanto estamos hablando de una sola
emancipación. No de dos luchas que emprenden por separado las
mujeres y por otro, los varones sino de una misma lucha y una
misma visión de igualdad. Igualdad que tiene como fin no solo la
misma participación de derechos sino la unidad en la construcción
de un mundo mejor. Unidad que vale por solidaridad cristiana.
Si la unidad fraternal es el criterio y propósito de la verdadera
liberación humana, hemos de trabajar entonces por una
despatriarcalización del lenguaje, no solo siendo éste inclusivo sino
unitivo. Es decir, donde no solo se mencione a las mujeres sino que
participen en la definición y rumbo del mundo. Pues no se trata de
un lenguaje que hable generalidades y se use para entrar en
competencia sino crear un lenguaje teológico en absoluta
especificidad cama el que aparece en muchas casas en el lenguaje
poético.
Otra consecuencia clara en el ejercicio vacacional de mujeres
como de varones, ha de traducirse ya no más como dos realidades
distintas sino como dos conciencias transformadas en una sola. Esto

20
Leonardo Boff, “Visión Ontológica-Teológica de lo masculino y lo femenino”, Selecciones de
Teología. Madrid, pp.16-17

12
quiere decir que hemos de descubrir que el llamamiento vacacional
no se da individualistamente sino comunitariamente, es decir en la
unidad de varón y mujer, donde no es más el varón el llamado sino la
pareja, más aún, la comunidad de redimidas. Lamentablemente
hemos hecho del llamamiento de Dios un patrimonio personal de
unas cuantos, cuando en realidad el llamado de Dios al servicio y a
la entrega es de "sacerdocio universal". Por tanto, proponemos que
no solo se “ordenen” a las mujeres sino a las parejas pastorales y
mas aún, será el tiempo de que sea la comunidad de fe entera la que
se considere a si misma ordenada para compartir la Pa1abra, y los
"sacramentos" al mundo entero en virtud de Jesucristo. Ya no más
una jerarquía siendo la portadora de la noticia evangélica sino la
comunidad de fe participando, anunciando y compartiendo las
riquezas del evangelio.
Hoy necesitamos nuevos modelos de relaciones basadas en la
igualdad y nuevas capacidades para actuar también coma iguales. Lo
que más necesitamos es una entrega a la solidaridad humana
enraizada en la fe de renunciar a toda presupuesta tacita acerca de
la superioridad de las varones o de los blancos, una fe que brote
directamente de nuestras creencias acerca de la imagen de Dios.
Necesitamos un cambio radical de nuestros intereses, que nos lleve a
cumplir la voluntad de Dios, dejar de atender a la vida desde una
postura de dominación para adquirir una idea nueva de la libertad
que corresponde al pueblo de Dios.
¿Independencia o unidad? ¿Es la independencia una palabra
liberadora y un valor central que las mujeres descubren por sí
mismas o dicha liberación se encuentra en una solidaridad humana
que necesariamente ha de darse pues forma parte de nuestra
condición de criaturas? Claro está, ante la dependencia la mejor
opción es la independencia, pero no se trata de conformarse, pues
sabemos que Dios nos creó en solidaridad para poder reflejar así su
reino sobre nosotros.
"Nosotros no somos proyecto neutro ni obra de
nuestras manos ni hemos escogido nuestra situación
histórica y geográfica. El contexto de nuestra vida
incluye un antes y un después, con el que estamos en
relación o del que no podemos desentendernos
impunemente. No estamos ontológicamente solos. Hay
una unidad -que es objeto de fe- del mundo, una
totalidad, una meta" 21

Dorothy Solle, “padre, Poder y Barbarie: Interrogantes feministas a una religión autoritaria”,
21

Concilium, No, 163 año XVII, 1981, pp.410-411

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Creemos por tanto en una comunidad de mujeres y hombres
sin subordinaciones ni privilegios. En la comunión con Jesucristo “no
hay hombre ni mujer, sino que todos somos uno” (Gálatas 3:28-29).
Solo una comunidad de personas liberadas del sexismo y del dominio
de unas clases sobre otras, puede llegar a ser imagen del Dios uno y
Trino. Así es como Dios no será ya un mero símbolo del poder del
hombre, sino expresión de su fuerza liberadora: la fuerza que le
otorga la fe y le hace escuchar, la fuerza que le revela el amor
traducido en solidaridad.

BIBLIOGRAFÍA

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