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La economía dominicana 1900 y 1916

características

Durante el período 1900-1916 en la República Dominicana ocurrió la sucesión de 16 gobiernos, situación


ésta que fue la genuina expresión de la más virulenta de un proceso de inestabilidad política, desconocida
hasta entonces, y que solo fue superada brevemente durante la dictadura de Ramón Cáceres entre 1905 y
1911. Sin lugar a dudas, esto repercutió de manera contundente sobre la economía dominicana de una
manera desastrosa en los aspectos económicos y financieros.

Correspondió al gobierno de Horacio Vásquez tomar algunas medidas para enfrentar el escenario
económico planteado a raíz de los problemas derivados de la vulnerabilidad económica y política en que
había caído la nación. Con las precariedades financieras que se desenvolvía la economía, el gobierno
introdujo medidas económicas draconianas como fue la obligatoriedad de pagar los derechos aduaneros en
dólares, flexibilidad en el desarrollo en el corte y labranza de madera en la zona sur, la cual se exportaba
principalmente a Inglaterra, para aumentar las recaudaciones.

La economía parecía una nave sin rumbo fruto de que las dictaduras que predominaron en la Rep.
Dominicana se convirtieron en la semilla del malestar que estimuló una prolongada parálisis de las
transformaciones de la economía y la institucionalidad del país. Pero es que la mayor fastuosidad quedó
evidenciada en las fuertes restricciones que se imponía al comercio exterior, lo que en los hechos se
interpretaba como una desorientación de criterios racionales de la política comercial.

Como se puede observar, en los primeros años del siglo XX la economía dominicana fue duramente
castigada por las diatribas políticas predominantes, incluyendo la intervención norteamericana de 1916 y las
repercusiones que tuvo la primera guerra mundial. En adición, la gran depresión de 1929 trajo como
consecuencia una tendencia hacia la monopolización, la cual se enfrentaba a una economía que se
caracterizaba por ser esencialmente agro-exportadora y la construcción del aparato industrial, en particular,
la industria azucarera.

Pero en virtud de que los ingresos de la economía dominicana dependían del envío de azúcar al mercado
exterior y los mismos productos agrícolas de exportación que se enraizaron en el siglo XIX, durante la
dictadura de Lilís, como el tabaco, café y cacao, mostrando esto una fragilidad a cualquier shock externo. En
efecto, desde inicio de la década de los 30, se produjo un impacto negativo de la gran crisis mundial, la cual
derivó en una crisis económica interna, que unida a la debilidad institucional y la crisis política, dieron paso a
un cambio político en la dirección del Estado dominicano.

Es en ese contexto que se produce una estocada a la Constitución de la República que viabilizó el ascenso al
poder del régimen trujillista, que en lo inmediato creaba las condiciones para gestar el inicio de una de las
dictaduras de mayor prolongación en la historia dominicana. Este proceso coincidió con el momento en que
también la crisis mundial que estalló en EEUU entraba en su fase más penetrante, fruto de que la economía
era absolutamente dependiente de la norteamericana.
Es en tales circunstancias que la dictadura trujillista aprovechó la ocasión para reorientar la economía
dominicana hacia un modelo de control de la economía por parte del Estado, a favor de la familia del
dictador que se beneficiaba con el desfalco al erario público. Es así como la dictadura gestionaba la
intervención del Estado en la economía y cumplir con los compromisos financieros con el exterior obligando
de manera indirecta y compulsiva a la población a pagar esos compromisos con impuestos, lo cual se tradujo
en una tragedia económica expresada quiebras de negocios, carencias y hambre que azotaba al país
convirtiéndolo en un almacén de sobrevivientes.

El país cayó al borde del colapso como resultado de que la economía dominicana fue conducida con criterios
bizantinos y monárquicos que no constituían una respuesta objetiva contra el ciclo que planteaba el
desarrollo y dimensión de la segunda guerra mundial. Esta debacle fue aprovechada por el dictador para
hacer negocios lucrativos con el monopolio de la sal, monopolio de la leche, la fábrica de calzado, dueño de
la fábrica de cigarrillos y de la empresa de elaboración de aceite de maní.

En el plano financiero, el gobierno dominicano fue utilizado por Trujillo como instrumento de sus
aspiraciones económicas, sobre la base de doblegar el poder político a su voluntad. Como prueba irrefutable
está que el dictador obtuvo grandes beneficios con la adquisición de las sucursales del National City Bank
para convertirlo en el Banco de Reservas, 1941, y la creación del Banco Central de la República Dominicana,
1947.

El tirano también realizó negocios con el pago de la deuda externa, la cual ascendía a $9, 271,855.55
dólares, suma que fue pagada al decretar que el Banco de Reservas comprara una emisión de bonos del
Estado. Esta operación lo que implicó fue un cambio de perfil de la deuda, cubierta con fuertes cargas
impositivas sobre los contribuyentes, lo que en los hechos procuraba un afianzamiento político del régimen
y la obtención de grandes beneficios personales, es decir, una estafa atroz y vulgar.

Causas y consecuencias de la ocupación


militar de Estados Unidos a República
Dominicana 1916-1924

En medio de un estado casi de guerra, el imperialismo norteamericano invadió el país y controló a las tropas
de Arias, quien se trasladó sin éxito a Santiago para tratar combatir desde allá. El Gobierno norteamericano
alegó que el Estado dominicano había violado la convención de 1907. El presidente Jimenes renunció.

El Congreso nombró presidente provisional a Francisco Henríquez y Carvajal, quien vivía en Cuba y regresó
para asumir el cargo. Henríquez se perfilaba como una figura neutral en la lucha de los caudillos. El congreso
pensaba que su elección facilitaría una pronta desocupación de las tropas invasoras, pero como el
Presidente rechazó las exigencias de Estados Unidos, el Gobierno de ese país le cortó los ingresos de las
aduanas que controlaba. Como el ficticio Gobierno dominicano no cedía, el 29 de noviembre de 1916, el
Contralmirante H.S. Knapp leyó a bordo del vapor de guerra Olimpia una proclama, donde se ponía a la
República Dominicana bajo la soberanía del Gobierno norteamericano. El mismo Knapp quedaba como
gobernador militar del país.

Causas de la ocupación

Al imperialismo norteamericano le interesaba modernizar la economía del país, sobre todo construir
carreteras para ampliar sus inversiones en la economía de exportación. La influencia de Estados Unidos era
cada vez mayor en ese rubro, principalmente en la industria azucarera, que con la guerra mundial de 1914-
1918 se había vuelto más rentable, debido a la baja de la producción de azúcar de remolacha en los países
europeos involucrados en el conflicto.

La guerra mundial disparó los precios del azúcar de 3 dólares el quintal, en 1914, a 25 dólares en 1920. Las
exportaciones de azúcar pasaron de casi 5 millones de dólares a 45 millones en esos años. Otros rubros,
como el cacao y el tabaco en hoja también crecieron. El café, en cambio, creció hasta el año 1919, cuando
alcanzó los 6.6 millones de dólares de exportación y se desplomó tras la crisis que se presentó en 1920. Las
exportaciones totales del país pasaron de poco más de 10 millones de dólares

La profunda división de la clase política de la época y el caudillismo.

Las exportaciones totales del país pasaron de poco más de 10 millones de dólares a casi 59 millones. Esos
fueron los años de la llamada “Danza de los Millones”. Las exportaciones dominicanas garantizaban el pago
de la deuda externa, contraída en buena medida con Estados Unidos.

En plena primera guerra mundial, Estados Unidos también quería prevenir la influencia de otros
imperialismos y fortalecer sus posiciones en América Latina, donde podía proveerse de alimentos y materias
primas, en tanto tenía que desviar parte de sus recursos para la guerra.

La invasión a Dominicana fue la salida que encontró el imperialismo para imponer el orden que los grupos
políticos criollos no lograban establecer. Para el imperialismo, ayer y hoy, la búsqueda de mercados donde
invertir y generar ganancias es vital.

Medidas políticas del gobierno invasor

Disolvieron las fuerzas regulares del ejército dominicano y las sustituyeron por tropas de Estados Unidos,
que asumieron las tareas de defensa y orden público. •

Decretaron el desarme de la población y la obligaron a entregarles sus armas a las autoridades


norteamericanas. A quienes se negaban se les perseguía. Esa medida garantizaba que no hubiera brotes de
militares caudillistas y que se redujera la posibilidad de resistencia a la ocupación. Se confiscaron 9,337
fusiles, 25,760 revólveres y otras armas.

En 1918 reorganizaron los cuerpos armados bajo su propia dirección. Se creó así la Guardia Nacional, que
luego pasó a llamarse Policía Nacional Dominicana.

Atraer capitales norteamericanos que podrían instalarse en zonas que antes eran impenetrables.
Para que llegaran compañías azucareras norteamericanas Se despojó de sus tierras a muchos campesinos y
hasta a algunos terratenientes en las zonas de plantación de azúcar y en lugares cercanos a ellas. Para tal fin,
se aprobaron dos leyes: •

La de impuestos a la propiedad territorial, que proveía recursos al Gobierno y obligaba a muchos


propietarios a vender sus parcelas debido a que no podían pagar el impuesto.

• La de registro de tierras, que obligaba a dividir los terrenos comuneros y despojar de sus tierras a quienes
no podían legalizarlas.

Resistencia a la ocupación

Los “gavilleros” Los llamados gavilleros fueron un agrupamiento armado que luchó contra la ocupación
hasta inicios del año 1922, cuando ya se habían anunciado los primeros planes de desocupación. Operaron
en el este del país y estaban integrados mayormente por campesinos y trabajadores de las zonas rurales
donde se expandía la producción azucarera. Incluso, hubo participación minoritaria de delincuentes
comunes que operaban antes de la ocupación. Durante los años de la ocupación, sectores intelectuales
urbanos mantuvieron un rechazo a la misma, aunque no con acciones armadas. El organismo coordinador
de este movimiento fue la Unión Nacional Dominicana, a la que pertenecían intelectuales como los
hermanos Henríquez y Carvajal, Américo Lugo, Emiliano Tejera, Fabio Fiallo, Federico García Godoy y otros.

La primera intervención militar norteamericana de (1916-1924).

En la actualidad existen muchos conceptos de ocupación militar, pero este se puede definir cuando un
ejército de una potencia o de una nación se apodera de otra. Esto puede ser de forma violenta o armada y
en algunos casos de forma pacífica.

En otro aspectos existen las ocupaciones que se desarrollan para conservar la paz o como resultado de un
proceso de invasión o conquista en la que se impone la ideología y la autoridad de la metrópoli interventora.

La República Dominicana que invadieron los marinos de Estados Unidos en 1916 era un país muy diferente al
de hoy; era un país pobre, casi totalmente rural y poco desarrollado. Con una población de menos de un
millón de habitantes para la época habitaban 48 mil Kilómetros cuadrados de territorio, de los cuales el 85%
de los habitantes vivía en las áreas rurales y se dedicaba a la agricultura. Las ciudades, aunque eran
importante centros económicos, de poder y riqueza, eran pequeñas. Las dos ciudades más grandes eran
Santo Domingo como capital de la República, y Santiago de los Caballeros, con un estimado de 21,000 y
14,000 residentes respectivamente. En todo el resto de la República, sólo Puerto Plata, La Vega y San Pedro
de Macorís tenían una población considerable de más de 3,000 personas.

Breve Reseña de antecedentes internacionales a la ocupación militar Estadounidense a la República


Dominicana (1916-1924).

La región del Caribe ha sido históricamente un foco de interés, primero para las potencias europeas y en
segundo lugar para los EE.UU desde el siglo XIX por su posición estratégica, por su proximidad y por el valor
geopolítico que le otorga su posición geográfica. Tanto México como América Central y el Caribe constituyen
un área vital para los EE.UU, particularmente en el aspecto económico y de seguridad. Así se ha hecho
patente después de todo un proceso expansionista que se inició en el territorio norteamericano con la
conquista del oeste hasta llegar al Océano Pacífico y que posteriormente prosiguió tanto hacia el Pacífico
como hacia el Caribe. (Luisa Pastor Gómez, 2016)

Entre el final de la guerra de independencia y el inicio de la Guerra de Secesión (1861-1865) se desató en


el territorio americano la rápida expansión hacia el oeste, una expansión que fue algo más que un simple
proceso de crecimiento territorial, pues estuvo asociada a elementos de tipo cultural, político, ideológico,
racial y estratégico. También cabe destacar que la expansión de los Estados Unidos hacia el resto de las
Américas estuvo afianzada bajo las doctrinas de Monroe y la doctrina del Destino Manifiesto.

La doctrina Monroe

La doctrina Monroe fue elaborada originariamente por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el
año 1823. Surgió de la intervención del presidente Monroe durante su sexto discurso sobre el Estado de la
Unión ante el Congreso norteamericano, el 2 de diciembre de 1823, y con el tiempo se convirtió en parte
fundamental de la política exterior estadounidense que la lleva a su expansión. Sin embargo, a finales del
siglo XIX con el posicionamiento de Norteamérica como nueva potencia militar e industrial emergente, la
doctrina Monroe se convertirá en la piedra angular de la política exterior norteamericana. Esta doctrina,
sintetizada en la frase «América para los americanos» establecía que cualquier intervención de los Estados
europeos en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de Estados Unidos.

La doctrina Monroe fue un arma política usada para ejercer el dominio sobre el continente e intervenir en
una zona de importancia vital. (Luisa Pastor Gómez, 2016)

La doctrina del “destino manifiesto”

El crecimiento vertiginoso y la expansión industrial del capitalismo norteamericano surgió en la gran unión
un sentimiento nacionalista que aspiraba a colocar a los Estados Unidos a la cabeza del Mundo. La expansión
territorial de EE.UU se justificó en base a la doctrina del destino manifiesto.

La frase "destino manifiesto", según O’ Sullivan, los Estados Unidos eran un pueblo escogido por Dios y
destinado a expandirse a lo largo de América del Norte. Para O’ Sullivan, la expansión no era una opción
para los norteamericanos, sino un destino que éstos no podían renunciar ni evitar porque estarían
rechazando la voluntad de Dios.

Fueron estas ideas, junto con los intereses económicos, lo que condujo a que Estados Unidos se expandiese
hacia el Oeste, después de ganarle territorios a México y que al finalizar el siglo XIX declarase la guerra a
España en (1898), se apoderara de Puerto Rico y las colonias españolas del Pacifico y reconocieran la
independencia de Cuba pero sometida a la economía norteamericana y a su influencia política.
Intervenciones estadounidenses en américa latina.

Las más importantes de estas intervenciones ocurrieron en Panamá en 1903, Nicaragua en 1909 y 1912,
México en 1941, Haití en 1915, República Dominicana en 1916 y en Cuba en varias ocasiones. La ocupación
de dominicana en 1916 a 1924 formaba claramente parte de un patrón general de influencia creciente de
Estados Unidos en el Caribe después de 1898. Y el incremento de las actividades de Estados Unidos en el
Caribe no era sino parte de su presencia creciente en América Latina, el Pacífico y el Lejano Este.

Causas y antecedentes Nacionales.

Tras el asesinato del presidente Ramón Cáceres el 19 de noviembre de 1911, la República Dominicana entró
un período de inestabilidad política surgida por la rivalidad entre los grupos y facciones existente que
pusieron en riesgo los intereses políticos y económicos de los Estados Unidos en el país, previo a la
intervención militar de 1916.

El país tuvo varios gobiernos de muy corta duración entre 1911 al 1916 como consecuencias de esa
inestabilidad política surgida posterior al asesinato del presidente Ramón Cáceres, entre estos se pueden
citar los siguientes:

Consejo de Secretarios……….. 19 de noviembre al 5 de diciembre de 1911.

Eladio Victoria……………... 5 de diciembre 1911 al 30 de noviembre de 1912.

Adolfo Alejandro Nouel…… 1 de diciembre 1912 al 4 de abril de 1913.

José Bordas Valdez………… 14 de abril de 1913 al 27 de agosto de 1914.

Ramón Báez………………… 28 de agosto al 5 de diciembre de 1914.

Juan Isidro Jimenes…………. 5 de diciembre de 1914 al 7 de mayo de 1916.

Consejo de Secretarios……… 7 de mayo al 31 de Julio de 1916.

Francisco Henríquez y Carvajal... 31 de Julio al 29 de noviembre de 1916.

Durante el gobierno de Eladio Victoria en 1912, e gobierno de los Estados Unidos acrecentó su acción
intervencionista enviando una comisión investigadora, ya que la deuda pública había sido aumentada sin el
consentimiento de Washington. Dicha comisión empeoró la situación al querer intervenir directamente en
asuntos internos del Estado Dominicano.
La Era de Trujillo.

Características generales de la Dictadura de Trujillo.

La Era de Trujillo un largo periodo de 31 años; se caracteriza por el militarismo, el unipersonal ismo y el
despotismo de su máximo caudillo y exponente: Rafael Leónidas Trujillo Molina. Trujillo utilizó su ejército
para imponer un dominio sobre el resto de la población dominicana por medio de la violencia, el terror, la
tortura, y el asesinato.

A pesar de haber usurpado el poder y de haber traicionado a sus propias filas políticas, Trujillo contó con el
apoyo norteamericano. Se impuso por la fuerza y se mantuvo por la fuerza. Mostró al mundo una ficción de
democracia, al colocar en la primera magistratura a testaferros políticos suyos que formalmente ostentaban
sus cargos, aunque el verdadero poder estuvo en sus manos por 31 años.

Trujillo utilizó el poder político y militar para enriquecerse y para favorecer a los miembros de su familia y a
sus allegados más íntimos, el gobierno fue para él un medio de engrandecimiento personal y no un
instrumento al servicio público a pesar de los esfuerzos que hicieron sus seguidores por crear una ideología
basada en una supuesta reconstrucción nacional inspirada en el más puro patriotismo.

Desde un principio el régimen de Trujillo, fue un régimen de rapiña su ambición sin límites lo llevó a buscar
el control de todos los negocios que habían en el momento de su llegada al poder.

Aun así en el régimen de Trujillo se implementó el principio de una sociedad capitalista y la visión de
“progreso”, que significaba para muchos la construcción de numerosas obras públicas como puentes,
carreteras, edificios estatales etc. También fomentó tanto la agricultura como las industrias, sin otro deseo
que organizar su “propia” empresa, ósea enriquecerse. El gobierno fue una maquinaria al servicio de su
engrandecimiento personal y la reconstrucción del Estado fue un pretexto para el enaltecimiento de su
gloria.

Escenario Político Interno.

Desde el inicio de la Dictadura, la oposición fue destruida; todas las organizaciones políticas a excepción del
Partido Dominicano, el partido oficial en el cual militaba toda la población adulta fueron desarticuladas. Se
exigía el carnet del partido “La palmita”, pues el símbolo era una hermosa palma), para todas las
transacciones públicas.

Políticas Sociales.
Trujillo tenía consciencia del efecto en la población de una política de construcción prolífica, por esto llevo a
cabo una política de este tipo muy activa. Entre los hechos más notables tenemos:

Se modernizaron las ciudades que fueron dotadas de luz eléctrica, acueductos, centro sanitarios, escuelas, y
otros servicios urbanos muchos campesinos tenían oportunidades de trabajo empezaron a emigrar hacia las
ciudades, acelerándose así el proceso de urbanización que se había iniciado en Santo Domingo durante los
años de Horacio Vásquez.

Trujillo tuvo una política educativa definida. Apoyó e incentivó la educación primaria. Desarrolló un
programa de alfabetización el cual cumplía una doble función, la instrucción de los analfabetos y la
dominación ideológica. La cartilla de alfabetización utilizada durante el régimen es un verdadero
monumento contra el comunismo y un himno de alabanza al régimen.

El sistema de salud pública amplió sus servicios llegando incluso a lugares muy apartados. El régimen de
Trujillo fue muy prolífero en materia judicial. La mayoría de los códigos (penal, civil...) fueron escritos o
modificados en las tres décadas que duró la dictadura.

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