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Análisis jurisprudencial, sentencia SC002-2018 de la Corte Suprema de Justicia.

Laura Natalia Ossa Suarez


Cód. 20191178960

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Surcolombiana


Consultorio Jurídico III
Docente: Andrés Sandino
Sentencia: SC002-2018 De la Corte Suprema de Justicia.

Rita Saboyá Cabrera, Jhon Richard, Jheyson, Joseph

Demandantes: Manuel y Luz Evelyn Umbarila Saboyá

Demandado: Codensa S.A.

El 25 de junio de 2009, José del Carmen Umbarila

falleció tras sufrir una descarga eléctrica mientras

intentaba instalar un marco metálico en su residencia. En

el intento de reanimarlo, su compañera permanente, Rita

Saboyá, sufrió quemaduras de tercer grado en sus manos

Hechos y brazos. El cableado implicado en el accidente no

cumplía con las regulaciones de seguridad, ya que carecía

del recubrimiento adecuado y no mantenía la distancia

apropiada respecto de la vivienda. Umbarila era el

principal sostén económico del hogar, en el que

dependían económicamente su compañera y dos de sus

hijos, así como una nieta.

Que se le declare civilmente responsable de los perjuicios

que les ocasionó la muerte de José del Carmen Umbarila.

Solicitaron, en consecuencia, se condene a esa empresa a

Pretensiones: pagar $5’963.493 por daño emergente; $400’000.000 a

título de lucro cesante; más los correspondientes

perjuicios morales.
El sentenciador ad quem afirmó que la responsabilidad

que se le atribuye a la empresa demandada deriva del

ejercicio de una actividad peligrosa como lo es la

generación, distribución y comercialización de energía.

Así las cosas, al demandante le corresponde probar

solamente el daño y que éste está asociado al ejercicio de

la actividad peligrosa, pues la culpa se presume. A su

turno, el guardián de la actividad deberá demostrar, para

Fundamentos del fallo librarse de responsabilidad, que ese daño se produjo con

de segundo grado: ocasión de una causa extraña, como por ejemplo, la

fuerza mayor, un caso fortuito, o la culpa de un tercero o

de la víctima.

El Tribunal determina lo siguiente:

Premisa mayor: La empresa demandada no cumplió

con las normativas de seguridad establecidas por el

RETIE y otras directrices relacionadas con la instalación

de cables eléctricos cerca de viviendas, lo que incluye no

respetar las distancias mínimas y dejar la red eléctrica

desnuda.

Premisa menor: El Tribunal consideró que la víctima no

tuvo una conducta negligente que contribuyera al

accidente, ya que no realizaba labores relacionadas con la

manipulación de las redes eléctricas y no habría sufrido


la descarga eléctrica de no ser por el descuido de la

empresa demandada.

Conclusión: Por lo tanto, la responsabilidad principal del

accidente recae en la empresa demandada, ya que su

negligencia al instalar y mantener la red eléctrica cercana

a la vivienda, incumpliendo las normativas de seguridad,

fue el factor determinante en la ocurrencia del accidente.

La parte demandada fundamentó dos cargos basados en

la causal primera del artículo 368 del Código de

Procedimiento Civil.

En el primer cargo, Codensa argumentó que la sentencia

de segunda instancia violó indirectamente varios

artículos del Código Civil debido a errores de hecho

relevantes en la apreciación de las pruebas. Sostuvo que

el accidente fue causado por la conducta imprudente de

la víctima y que el tribunal no consideró adecuadamente

Recurso las pruebas que demostraban que la víctima y otros

Extraordinario: implicados manipularon elementos metálicos cerca de las

redes eléctricas, exponiéndose al riesgo de electrocución.

En el segundo cargo, Codensa acusó a la sentencia de

violar indirectamente ciertos artículos del Código Civil

debido a errores de hecho relevantes en la valoración de


las pruebas. Argumentó que la víctima y los demandantes

contribuyeron a los perjuicios sufridos debido a su

exposición imprudente al peligro, al manipular materiales

cerca de las redes eléctricas sin precaución, a pesar de la

cercanía de la vivienda al cableado público y la

modificación de la edificación sin licencia. Codensa

consideró que esto debía conducir a una reducción de la

indemnización según lo establecido en el artículo 2357

del Código Civil.

La Corte dividió el análisis alrededor de las dos

conductas invocadas como culpas de la víctima: la

primera: las reformas sin licencia hechas a la vivienda

que lo acercaron más a las redes eléctricas y la segunda:

el acto de sacar el marco metálico por el balcón.

Frente a la primera conducta (las modificaciones sin

Consideraciones de la licencia), la Corte indicó que estas infracciones no fueron

Corte: una causa legalmente relevante del daño. Las normas

vulneradas no estaban diseñadas para prevenir el tipo de

evento que causó el daño; la regulación urbanística

infringida tenía como objetivo evitar derrumbamientos,

no prevenir la exposición al peligro de electrocución. Por

lo tanto, el tribunal introdujo el criterio del alcance del

riesgo o del propósito de protección de la norma, que


limita la responsabilidad de una persona, en este caso, de

la víctima, a los daños que resulten de los riesgos que

hacen que su conducta sea reprochable. Por lo tanto, la

atribución de responsabilidad no procede cuando el

comportamiento ilícito violó una norma que no tenía

como objetivo proteger el bien jurídico lesionado.

Frente a la segunda conducta, la Corte aplicó la distinción

entre riesgo y peligro, pues identificó que la

electrocución era para la víctima un peligro, toda vez que

quien había creado el riesgo era la demandada. Esta

conclusión implicaba que no podía haber lugar a una

exoneración de responsabilidad. A su vez analizó si la

víctima se había expuesto imprudentemente al peligro

creado por la demandada, pues esto daría lugar a una

reducción de la indemnización, y concluyó que la

conducta de la víctima no era constitutiva de culpa pues

el daño que sufrió le era imprevisible.

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