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SKLIAR, LARROSA (2009) EXPERIENCIA Y ALTERIDAD EN EDUCACIÓN

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https://www.youtube.com/watch?v=m8Dt4hlDHM0

PRÓLOGO. José Contreras Domingo


Hablar sobre la experiencia tiene algo de lo indecible que queda dentro, pero no lo podemos mostrar materialmente
como tal, le faltarán los matices de las sensaciones y emociones que se produjeron.
A todo eso que no sale en palabras, se lo escribe para dar la posibilidad a los sentidos de expresarse, aunque se nos
escape de las manos.

Experiencia y alteridad en educación.


Experiencia, como “principio de alteridad”, al usar el prefijo –ex que incluye un otro, un alterno, un algo, un eso del
acontecimiento, que es ajeno a mí. Es alteridad porque es algo fuera, distinto, completamente otro.
Como “principio de alienación” eso que me pasa no debe ser mío, no puedo estar previamente capturado o
apropiado por nada que provenga de mí.
Esa experiencia debe quedar como alteridad, esa exterioridad no debe interiorizarse, ni identificarse, ni apropiarse.
La experiencia no reduce la alteridad, la sostiene irreductible.

1.2 Reflexividad, subjetividad, transformación


La experiencia es “eso que me pasa”
La experiencia supone que algo que no soy yo, un acontecimiento, pasa.
En la experiencia, el sujeto hace la experiencia de algo y de su propia transformación.
La experiencia forma y transforma.
De la experiencia resulta la formación o transformación del sujeto de la experiencia. Por lo que el sujeto de la
experiencia no es el sujeto del saber, del poder o del querer. Tampoco es el sujeto del aprendizaje ni de la
educación, ¡es el sujeto de la experiencia!

1.3 Pasaje, pasión


Experiencia, “eso que me pasa” ese pasar como camino, travesía. La experiencia supone una salida de sí hacia otra
cosa, hacia ese “ex” y al mismo tiempo, algo que viene hacia mí, que me ad/viene.
Ese camino además supone incertidumbre, un riesgo, un experimentar eso desconocido.
El sujeto de la experiencia es como el territorio de paso, donde eso que pasa, deja una marca, una herida, un rastro.
Es un sujeto pasivo en principio, que padece la experiencia.
Dimensiones de la experiencia:
-exterioridad, alteridad, alienación: ver con el acontecimiento, con el qué de la experiencia con el eso del que me
pasa.
-reflexividad, subjetividad, transformación, con el sujeto de la experiencia con el quién con el me, de lo que me pasa.
-pasaje, pasión, con el movimiento mismo de la experiencia, con el pasar de eso que me pasa

2. Un ejemplo: la experiencia de la lectura


Un sujeto que tras leer un libro, se mira al espejo y no le ha pasado nada, no ha pasado por una experiencia, podrá
leer y comprender lo leído, pero será analfabeto en el sentido que importa. A pesar de haber comprendido y
recordado las palabras del libro, no se pone en juego a sí mismo en eso que lee, donde no hay una relación entre el
texto y su subjetividad. Es un lector que no se deja decir nada, que no se transforma.
Podría distinguirse entonces una alfabetización en el sentido de la experiencia, y no de la comprensión, porque aun
comprendiendo el sentido, seria analfabeto por no permitirse transformarse con la lectura.
Que la experiencia sea “eso que me pasa” significa:
-es una relación con algo que no soy yo (una alteridad, exterioridad)
-es una relación en la que “algo” tiene lugar en mí, mi relación con el texto, mi condición reflexiva, que me hace otro
de lo que soy, ya no puedo mirarme impávido al espejo.
-es una relación en la que algo de lo otro pasa a mí y algo de mí pasa a lo otro. En ese paso y traspaso, hay efectos,
somos afectados.
“La lectura como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro” (Larrosa p.20)

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2.1 Experiencia de lenguaje, de pensamiento, de sensibilidad.
La lectura como experiencia de lenguaje, pensamiento, sensibilidad, de sentimientos.
Lo que importa es como uno puede formar o transformar sus propias palabras en relación con las palabras de quien
es leído. Como sus palabras pueden ayudar a decir lo que aún no sabe decir o no puede o no quiere. Importa que esa
lectura ayude a formar, transformar el propio lenguaje, a hablar por uno mismo, con palabras que sean propias.
Como puedo transformar mis propios sentimientos en relación con los del autor que leo.

3. Primera lectura complementaria DIFERENCIA EXPERIENCIA DE EXPERIMENTO


Pensar la lectura como formación, como actividad que tiene que ver con la subjetividad del lector, con lo que es. Con
lo que nos hace ser lo que somos. Que nos afecta en lo propio. No es la lectura para el ocio o escapar de la rutina, ni
para adquirir conocimientos (en este caso tendremos algo que no teníamos, pero quedaremos inmodificados, siendo
los mismos).
Las nuevas relaciones con el conocimiento por abundancia de estímulos y pobreza de experiencias (conocimiento y
sujeto cognoscente como dos entidades frontera que no se cruzan, conocimiento de uso y consumo, sin dejar marca)
(subjetividad mediática, corea)
Formación como lectura, no como apropiación, no como asimilación donde modifico eso extranjero para que yo siga
siendo el mismo con eso incorporado, sino como algo que no puedo reducir a mi medida, sino como escucha donde
se está dispuesto a oír lo que no se sabe, no quiere o no necesita. Dispuesto a perder pie y dejarse tumbar por eso
que sale al encuentro.
Ex per ientia, salir hacia afuera y pasar a través.
Saber de experiencia opuesto a saber de conocimiento. 1- como saber finito ligado a su maduración; saber
particular, subjetivo, relativo, personal. 2- Gadamer, nadie puede ahorrarse la experiencia, no puede aprender de la
experiencia de otro a menos que sea de algún modo revivida. 3- saber no se separa del individuo concreto en quien
se encarna (no está fuera de nosotros)
Experiencia de lectura, no es planificada como un experimento, si se puede cuidar que se den ciertas condiciones
para su posibilidad, aun así no se garantiza que lo sea. Puede ser experiencia para uno y no serlo para otro, es el
acontecimiento de la pluralidad. Tiene siempre una dimensión de incertidumbre que no es reductible. La experiencia
es intransitiva, no se pasa de uno a otro, cada cual debe hacer la propia.
Mostrar una experiencia, no es enseñar el modo como se ha apropiado uno de ese texto, sino mostrar una
inquietud, una apertura, una escucha, mantener viva la biblioteca como espacio de formación.
3.1 Singularidad, irrepetibilidad, pluralidad.
Diferenciándola de experimento con el “principio de singularidad”, cada experiencia es siempre única, para cada
cual la suya. La experiencia desde el punto de vista del acontecimiento es la misma para todos, pero desde la
vivencia, es singular.
El principio de singularidad tiene su corolario temporal en el “principio de irrepetibilidad” aunque repitamos la
misma lectura, la experiencia vivida cada vez será diferente de las anteriores.
Otro corolario es el “principio de pluralidad”, ante el mismo acontecimiento, hay siempre una pluralidad de
experiencias singulares.

3.2 Singularidad y singularización


La experiencia es siempre de lo singular, no lo particular ni lo individual. La pasión obra sobre la experiencia, la
afecta. La experiencia se abre a lo real como singular, in-identificable, irrepresentable, incomprensible, insólito,
sorprendente. La experiencia supone que lo real mantenga su alteridad constitutiva. Así la experiencia singulariza el
acontecimiento, el “eso” de lo que me pasa.

3.3 Incertidumbre, libertad, quizá


Separar experiencia de experimento, con “principio de incertidumbre” la experiencia no puede ser anticipada, no
hay resultado conocido de antemano, no hay camino trazado previamente. La experiencia es un quizá, es el lugar de
la libertad.

4. Segunda lectura complementaria


-La experiencia y su dificultad, su rareza de ser vivida en los tiempos actuales.
Por exceso de información que no deja lugar a la experiencia, consigue que nada “le pase”
-Separar experiencia de práctica. Experiencia se vuelve rara por exceso de opinión.

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Se opina mucho sobre lo que se sabe de información. Si le falta la opinión, la posición, un juicio preparado sobre la
información, se siente en falta. La obsesión por opinar cancela también la posibilidad de hacer experiencia.
-la experiencia es cada vez más rara por falta de tiempo.
Lo que pasa, pasa cada vez más rápido y un estímulo se sucede al anterior como sucesión fugaz y efímera de
vivencias instantáneas, puntuales y desconectadas, impidiendo la memoria. Al sujeto todo le agita, le atraviesa, le
choca, pero no le pasa, no hay silencio, no hay huella donde recurrir la memoria.
-cada vez más rara por exceso de trabajo.
El sujeto optimista, progresista y agresivo, cree que puede hacer todo lo que se proponga y no duda en destruir todo
lo que se le interponga. Siempre deseando hacer, producir, modificar algo.
El sujeto de la experiencia como sujeto pasivo, no opuesto a activo, sino pasividad hecha de pasión, de
padecimiento, de paciencia, apertura y escucha.

4.1 Otra vez el principio de pasión


La experiencia no es lo que hago, sino lo que padezco, no es intencional, ni lo que yo quiera, no está del lado de la
técnica, de la acción, sino de la pasión. Esto no deja fuera que experiencia también pueda ser lugar de la acción o la
práctica. Pero no tiene que ver con la lógica del hacer, sino con su suspensión, su interrupción.

5. Tercera lectura complementaria


Re dignificar la experiencia menoscaba por la ciencia y la filosofía en su manera de ser subjetiva, de incertidumbre,
de provisional, de ser cuerpo y fugaz, finita.
5.1 Finitud, cuerpo, vida
Finitud, de un tiempo y espacio particular, limitado.
Cuerpo, sensibilidad, tacto, oído, sabor, olor, placer, sufrimiento.
Vida, con existencia finita, corporal, de carne y hueso
Reivindicar la experiencia como modo de estar en el mundo, de habitar los espacios como sujetos de la experiencia.
La experiencia también tiene que ver con el no-saber con el no poder decir, con los límites de nuestro lenguaje y de
lo que ya sabemos pensar.

Fin

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