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Brother Secret - Terminada
Brother Secret - Terminada
Equivocado.14
Él lo dejaría.9
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La hora de salida llegó.
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—Vete a cambiar.
HoSeok no contestó.
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Era su hermano.
—¿Qué?
—Mamá nos dio permiso para ir al parque porque yo soy un
niño grande y puedo cuidarnos
—respondió JiMin mientras saltaba de la emoción.
Y entonces, lo besó...
CAPÍTULO 5 ( Cegado )
iMin corría a toda velocidad por los pasillos para llegar a
clases.
—Hae Ji-ah, hija, hace días que no venías por aquí —dijo la
señora Jeon mientras la abrazaba.
Nada.
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—Hy... hyung.
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—Jung...
—Kookie...
Estaban jodidos.
CAPÍTULO 7 ( Descubierto )
—¡Jeon JungKook! —gritó la señora Jeon mientras
caminaba directo hasta su hijo y lo separaba de JiMin a
empujones.
Ella lo haría.
JungKook simulaba peso muerto mientras era arrastrado
por su hermano. En el instante que cruzaron la puerta de su
habitación y la cerraron tras él, se paró derecho y miró a
JiMin quien suspiró aliviado.
—Y-yo...
—JungKookie...
Su alma se partió.28
—Perdón...6
Y con sólo aquella palabra pronunciada por su hermano,
JungKook cayó. Entonces la puerta se cerró tras él
dejando su amor al descubierto.
CAPÍTULO 8 ( Castillo de
arena )
—Yo... n-nada.
Ella no podía permitir eso, por esa misma razón, aquel día
de verano dejó descansar su mente y disfrutar de su
familia. Ella no pensaría mal de sus hijos, sólo por aquel día
no lo haría.
—¡Mami! ¡Ayúdameeeee!2
Los señores Jeon reían sin parar. Ver a sus hijos corretear
y jugar como si aún fueran niños, los llenaba de felicidad. A
la buena señora Jeon no le importó sus estúpidos
pensamientos y disfrutó la vista de sus lombrices jugando,
ella sonrió sinceramente.
—¡Cuidado lombrices! Se van a caer —decía entre
carcajadas.
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—Quiero un helado de vainilla con galletitas de chocolate
por favor —pkdió el rubio mientras aún era sostenido por la
mano de su hermano—, JungKookie ¿qué sabor de helado
quieres?1
—Mamá...
—Hola mamá.
—Aún duele...28
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—No es por eso, es porque me gustas ¡soy yo! ¡Kim Sae Na!
La chica más popular de todo este maldito colegio ¿por
qué no quieres salir conmigo? ¡¿Te gusta alguien más?! —
gritó furiosa.2
—Hyung...
—¡Señor Jeon!
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—Dime mamá.
JiMin temblaba.
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Hay palabras que nos matan, hay silencios que nos salvan.
Definitivamente lo haría...
CAPÍTULO 11 ( Cállate )
Era pasada la media noche y los hermanos Jeon no
regresaban a casa aún.2
Tae Hee y Jae Chan los habían llamado durante todo el día,
mas no respondieron, incluso entre ellos no habían hablado
absolutamente nada, no tenían nada que decirse o tal vez
sí, pero no se atrevían.
Ya era tiempo.
Lloraron.10
Lloraron mientras se abrazaban como si nunca lo hubieran
hecho.Tomados de la mano se acercaron hasta la cama de
JiMin y cayó uno a cada lado. Los zapatos fueron
desprendidos, mientras JungKook apegaba el cuerpo de su
hermano hasta él. JiMin hundió su rostro en él y éste lo
estrechó aún más, cerraron los ojos más calmados, las
lágrimas se iban secando poco a poco.
—JiMin...
—Duele...
—JungKook...
Y lo volvió a embestir.
Y así lo hizo.
—¡Jeon JungKook!
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Así fue.
Cuando abrió la puerta de al frente, encontró a sus dos
hijos acurrucados, durmiendo plácidamente. La pierna de
JungKook apresaba todo el cuerpo de JiMin y lo abrazaba
con fuerza, la señora Jeon se tensó, sus lágrimas cayeron
aún más fuertes y por dentro se repetía mil y un veces que
aquello no era verdad, que todo era producto de su
estúpida mente, que JungKook y JiMin, sus pequeñas
lombrices, no tenían nada entre ellos.54
—¿Qué pasó?
—No, yo no es...
—S-sí
—Señor Jeon ¡buenos días! —saludó una muy alegre Hae Ji.
Entonces lo hizo.
—JiMinnie...
—JiMin...
—No...
—Hae Ji-ah, hablemos por favor.4
—No.
—Hae...
—JungKookie...
—JungKook, y-yo...
—Si piensas que te dejaré que decidas, estás equivocado.
Tú de aquí no saldrás, yo no voy a dejarte ir, ya no más...95
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—Oh...
—Yo... vamos por el mismo camino, así que te esperé.25
—No.
—¿Estás segura?
—¡Sí!
—¿Realmente lo piensas?2
—Yo...
—¡Dilo!
—¡No!
—¡Hazlo!
—¡No, entiende!
—Sae Na ¡dilo!
—Pero tú...
—Hae Ji...
Ella tenía que ser fuerte. Con tal de ver aquella hermosa
sonrisa en el rostro de JiMin y esos bellos ojos iluminarse,
ella sería fuerte, a él jamás le brillaron los ojos cuando
estuvo con ella, pero cuando estaba con JungKook o
hablaba de él, parecían dos luceros alumbrando la más
terrible oscuridad. Ella siempre lo había sabido y aunque su
corazón hoy estuviera destrozado y su alma estuviera
cayéndose en pedazos, ella los protegería.32
Su amor era puro y sincero, tal como el que ella sentía por
JiMin y aunque quiso, trató y rogó a Dios de rodillas por
estar equivocada, no lo estaba. Ellos se amaban y ella no
podía romper aquellas ilusiones. ¿Quién era ella para
exponer tan dulce amor? Hae Ji sabía que no era enfermo,
que no era indebido, era sólo amor, estaba segura de la
clase de personas que eran ambos hermanos y sabía que
su amor no era ilegal. No cuando parecían estar
sufriendo.28
Por eso, ella los ayudaría, ella los cuidaría, ella los haría
sentir protegidos...
CAPÍTULO 14 ( Decisiones )
Jeon Tae Hee abrió la puerta de su casa y sonrió muy
feliz.15
—Sí...
—Sí...
—Voy a buscarlo ahí, apúrate —le dijo sonriendo y cerró la
puerta.
—Mamá...
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Perdidos.2
—Celoso...
—Suena agotador.
—To... toma.
—¡Me importa una mierda! ¿Sabe quién soy yo? ¡Soy Jeon
JiMin! Mi padre es dueño de esta maldita clínica ¡déjeme
entrar!29
Nada.
—¡No!
—¡Cállate!3
—¿YoonGi?
Protegerlo.4
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—Hyung —zollozó.
—¡Hobi! —exclamó.2
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—S-señora Jeon...
Lo vio tras los cristales junto a varios niños más, niños que
si eran fuertes y que vivirían sanos. Vio entonces a su
pequeño, se veía tan débil, tan frágil, le reprochó el haber
nacido así.4
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—Sí irá HoSeokie —asintió Tae Hee—, sólo dije que no iría
para que esa mocosa no vaya también.
—Entonces ¿irás?
—Sí.
—Lo serás —acotó y sin decir nada más dio por finalizada
la discusión.
—Escapémonos.47
—JungKookie...
—JungKook...
JiMin se lo merecía.
No se lo merecían.1
—JungKook-ah.
—¿Yo? ¿Yo significaba amor? —el rubio abrió sus ojitos con
demasía.
—JungKookie...
—¡Qué vanidoso!3
—¿Siempre?
—Siempre...
Simples hermanos.
—JungKo...2
—¡No! Sigamos con esta estúpida farsa entonces, quédate
con Hae Ji, despierta en sus brazos y yo amaneceré cada
día con Sae Na —respondió resignado. Jeon JungKook
estaba dolido.
Y JiMin lloró.
Cruelmente le dolía.
Lo era todo.
—Sí ¿qué más sería? —la señora Jeon les dio una sincera
sonrisa.1
—Sí mamá.
Delicioso.9
Nuevamente delicioso.14
—JungKook-ah...
Y lo hizo.
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Jeon Tae Hee miraba por la ventana del avión las ciudades
bajo ella. Se sentía cansada, el secreto que llevaba sobre
sus hombros la atormentaba. Ella sabía que sus hijos
estaban devorándose en una cama, solos. A ella no le
importó aquello, pronto sus hijos dejarían de esconderse,
dejarían la infelicidad y serían los de siempre. Tae Hee les
regresaría la sonrisa, pues ahora sólo veía tristeza en ellos.
Ella estaba a sólo un paso de cambiarlo todo, un mes de
vacaciones se pasaría rápidamente y entonces todo se
calmaría. Ella dejaría que sus lombrices jueguen un poco
más.5
Estaba lista ella también para jugar todo lo que tenía por
su familia.
CAPÍTULO 22 ( No fue
suficiente )
—¿YoonGi?
—Claro que sí, hemos pasado año nuevo juntos desde hace
años.
—Así me amas.
—JiMin...
—¡YoonGi hyung!
Emocionado.
—Gracias hyung...
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JiMin y JungKook guardaban todos los alimentos que
habían preparado en tuppers para llevarlo a la fogata. Sus
amigos le habían dicho que no podrían estar con ellos
antes, pero que el 31 de diciembre llegarían por la tarde
para pasar el año nuevo, juntos.
—Hae Ji-ah...
La pelinegra hundió su cabeza en el pecho de JiMin y éste
puso su mentón en la cabeza de ella. La quería, de eso no
había duda y le dolía el saber que podría romperle el
corazón. Pero más le dolería hacer que el corazón de
JungKook doliera.
—Puedo ver las estrellas en tus ojos, por eso son bellas.
—Irremediable dolor.
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—¡Conyugal!20
—Gran ¿Qué?
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—Pe... pero.
—¿Quién? ¿Yo?
—¿Que?
—¿Cómo así?
—¡Ay no!
—Es que...
—JungKook no...
—JungKookie...
De nuevo...
——————————————————————
—S-sí.
—¿Q-qué?
—Hyung...
—¿Un... un mariachi?
—Grazie giovane.3
—¿Qosa?8
—Non dico nulla solo perché sei un bel ragazzo —le guiñó
un ojo y ante la mirada furiosa del menor de los Jeon, se
retiró.2
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—¡Tae!
Extrañaba a JiMin.
—Hae Ji-shi, ya terminé mi turno ¿terminaste de comer? —
TaeHyung se había acercado silenciosamente.
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—¡Pero es mi casa!2
—Y-yo...
—Hyung, duele...
—Dígame doctor.
—He estado llamando al joven JiMin. Sé que está de
vacaciones con su familia, pero necesito comunicarme
urgentemente con él ¿Crees que puedas decirle que me
llame lo más pronto posible?4
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Era otra.
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-No noona... ¿Le dijo algo más? ¿Por cuánto tiempo pidió
vacaciones?
Lo habia extrañado.
-¡TaeHyung-ah! -gritó aliviado-. Dios mío ¿Dónde te habias
metido? ¿Estás bien? ¿Por qué no has contestado mis
llamadas? ¿Por qué tienes el celular apagado?
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-Pues es mi novia JiMin, obvio que tengo que estar con ella
¿no? -el silencio se apoderó del momento. El corazón de
JiMin sintió un golpesito y sus ojos avisaron unas lágrimas
innecesarias. JiMin no lloraría, no lo iba a hacer.8
-Pues Hae Ji tambien es mi novia y si quiero puedo besarla
delante tuyo y delante de quien sea ¡¿Entendiste
JungKook?!
-¿Perdón?
-Pero...
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<<>>
No quería fallarles.
Deseó estar tan borracho y que aquello que vio sea solo
una ilusión de su mente. No estaba lúcido, pero sabía lo
que había visto y se odió y odió a JiMin por el irreparable
dolor que estaba sintiendo. Lo odió por la ira que recorría
sus venas y lo intoxicaba con malos pensamientos.
Pensamientos que jamás pensó tener hacia el que era su
amor.
Amargura.
—Te dije que nos vamos ¿no oíste? —le dijo con la poca
cordura que le quedaba.
—JungKook...
—Eres mi novia ¿no? Vámonos, quiero irme con mi novia y
disfrutar lo que queda de esta hermosa noche —agregó con
sarcasmo mas su voz debido al alcohol, no se escuchaba
claramente.
Estupideces.
—Te quiero —le soltó sin saber lo que decía. Aquellas dos
simples palabras hicieron que la castaña se quede inmóvil
siendo así más fácil de llevar.
—Por favor...
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JiMin y Hae Ji llegaron a la fiesta nuevamente. En silencio
caminaron hasta donde estaban sus amigos. El rubio se
encontraba más lúcido, quería irse pues para el la noche ya
había acabado.
—Ve a buscarlo JiMin —le indicó Hae Ji—, para poder irnos.
—Sí.
—Disculpa ¿sabes dónde está JungKook? —le preguntó
mas el muchacho seguía embelesado mirándolo—. ¿Hola?
—Eh... eh sí, s-se fue con Sae Na, por allá —le indicó con el
dedo.
Era él. Cayó al piso lentamente, rodeó sus piernas con sus
brazos y abrió los ojos con demasía. Estaba escuchando al
amor de su vida haciendo el amor con alguién más. Las
lágrimas no tardaron en aparecer y así mismo su corazón
no tardó en morir. El dolor de saborear veneno tal letal, le
destruyó la existencia.2
Por él pudo fingir que era feliz aunque por dentro roto
estaba. Por él pudo fingir que era fuerte aunque el dolor y
la culpa lo atormentaba. JiMin deseó siempre que su amor
con JungKook fuera perfecto, que no se vieran todas sus
debilidades, pero había soñado con una flor que no florecía
por mucho que la cuidara.17
Falso amor.11
Era falso amor. Ese amor era malo, una mentira bella que
por JungKook creó. Ese amor era loco, JiMin cambió por su
hermano convirtiéndose en un muñeco que hacía lo que él
quería. Lo enfermaba ese falso amor, lo lamentaba pero era
falso amor.2
Caminó dos pasos más. Sabía lo que verían sus ojos dentro
de poco, sus piernas temblaron. JungKook le hizo creer
que era todo para él y le creyó, pero de repente escuchó
aún mas fuertes los gemidos jadeantes del pelinegro. ¿Por
qué le había jurado en vano una eternidad si tenía
caducidad? ¿Por qué fingió amarlo como a nadie más? ¿Por
qué le hizo creer que no podía vivir sin él? JungKook era
todo para JiMin, pero él era nada para JungKook.2
—JungKook-ah...
Desesperado.
Se mudaría.
Su madre le había ofrecido un departamento hace meses y
tal vez esa era la mejor decisión. El plan inicial también era
ese. Dentro de unos meses, se iría a vivir con JungKook a
un departamento y vivirían ahí hasta mantenerse solos,
simulando una vida de hermanos. Pero ahora todl había
cambiado y esta vez se mudaría solo. Y pensar que aquella
tarde había aceptado la propuesta de su madre, sonrió
melancólico. Bendita ironía.
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—Claro que no, es más, debes usar tus jeans negros, los
que son todo rasgados en las piernas —Le sugirió.
—JiMinnie...
—Mamá...
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—JiMin...
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—Hae Ji...
JungKook se arrepintió.
—No hay nada que explicar. Las cosas son claras de hoy en
adelante, tú eres mi hermano menor, yo soy tu hyung,
trátame con el respeto que merezco y cumple con tu rol de
hermano ¿Lo entendiste?10
—No... ¡No!
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—JiMin hyung...
—Suel... ¡Suéltame!
—Así es, los novios tienen que andar juntos siempre ¿no? —
habló un sereno Min ante la mirada sorprendida de JiMin y
un avergonzado y ruborizado Jung HoSeok.4
—¿Podemos verlo?
—Sí, entren chicos, él está despierto —indicó el doctor—.
JiMin, tú quédate, quiero hablar contigo.
—¿Por qué?
—Sí.
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—Dígame.
—¿Qué es TaeHyung para ti? —preguntó. El corazón de
JiMin latió con fuerza, esa pregunta no era muy casual y no
la esperaba en absoluto.
—¿Estás molesto?
—¡Ay Kookie! Creo que esta escena la tuve hace dos años,
así que aquí vamos de nuevo —murmuró sonriendo—. Bebé
¿estás celoso?
—Ya sé que es estar celoso mami y ¡no! No estoy celoso —
respondió empujando su lengüita por el interior de su
mejilla derecha. Tae Hee vio aquel gesto y volvio a sonreír.
Nuevamente.40
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—¿Qué?
Dicen que los latidos del corazón de los padres son iguales
a los de los hijos. En ese mismo instante, los corazones de
la familia Jeon latían por igual, lejos de aquella casa, otro
corazón tambien estaba latiendo, con demasiada fuerza
quizás.
—Minnie...
—No hagan eso, po-por favor, eso esta mal —Les dijo el
castaño con dolor.
—Pe-pero...
—Pero nada, además desde mañana iremos a la clinica de
mi padre, empezarás el tratamiento lo más antes posible.
Llamaremos a tu ma...
—Pero Tae...
—No es verdad.
—Lo es mamá ¿por qué eres así con él? ¿Es porque no
tiene dinero? Nunca creí que fueras de esa clase de
personas, siempre hablas de la humildad y cosas así
¿acaso es sólo una fachada?
—JiMin, no me hables así, soy tu madre y me debes respeto
—Le respondió ante la mirada decepcionada de su mayor
hijo—. ¿Ves todo lo que ocasiona ese chico? Es tan débil,
tan llorón, no es nada valiente, ni siquiera sé cómo diablos
tiene una beca en su universidad, el no parece nada
inteli...6
<<>>
Las semanas pasaban demasiado rápido y lo que se
negaban a que ocurriera, estaba pasando. TaeHyung se
veía cada vez más delgado, el bello color de su piel
morena, era ahora más clara debido a la debilidad. Su
hermoso cabello sedoso y castaño se había ido. Las
quimioterapias tenían efectos secundarios y aunque
TaeHyung se esmeraba en ser fuerte, los dolores eran cada
vez peores.
—Si no ¿q-qué?
—TaeHyung no lo resistirá.
—Ju...
—JungKook...
<<>>
JiMin llegó junto a Min YoonGi a Daegu. Eran casi las cinco
de la tarde cuando llegaron hasta una humilde casa, con
una puerta azul medio despintada. Ambos habían viajado
a ver a la madre de TaeHyung. Ahora que el castaño
necesitaba un donante, los médicos les habían dicho que lo
más probable era que sus familiares sean compatibles para
la operación de medula osea. De todas formas, todos se
harían el examen, incluyendo los médicos del hospital,
quienes le habían tomado demasiado cariño al castañito de
sonrisa cuadrada.10
—¿Qu-quién es?
—¿Eh?
Era lo mejor
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—Ma-mamá
—¿Qué?
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—Tae...
—TaeHyung-ah...
—Tae...
—Dile que lu-luche por su amor y que sea feliz... que jamas,
jamas voy a olvidarlo y que lo amo demasiado, que lo amo
para si...5
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—JiMin...
<<>>
—You're my all.
—Say goodbye.
<<>>
<<>>
—L-lo haré, pero por fa-favor, si... si algo sa-sale mal, n-no
avises a mi ma-mamá.
—Pero Tae...
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—JiMin...
—Hy-hyung...
Nunca lo hizo.
<<>>
Pocos.
JiMin sintió que eran pocos los recuerdos que dio y llegó a
la conclusión de que esa era la razón por la cuál ahora se
encontraba ahí. Sentado en el suelo de su habitación,
pensando que lo quiere, que lo quiso tanto y que el amor
que sentía por él, le era necesario.1
Quiso desaparecer.
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—JiMinnie...
Sí, sí lo era.
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Quizás no era que lo haya perdido, sino que tal vez todo era
un sueño donde sus sentimientos se han involucrado por
circunstancias que aun todavía estaba intentado llegar a
comprender y a descifrar, pues ni el mismo JiMin misma
entendua como el calor se podía volver hiel en cuestión de
momentos.
———————————————————————
—Esstá bien.
<<>>
<<>>
—Ma-mamá...
—Sí, sí, sí, sé que lo amas y eso facilitó las cosas, incluso
si no lo amaras, igual te tenías que casar con él, era una
orden de tu padre.
—¡No!
Pero todo dio una vuelta entera cuando dos meses despues
Tae Hee anunciaba su embarazo. Fue un embarazo
complicado, estuvo a punto de perder a su adorado bebé
muchas veces, pero ella rezó siempre a su Dios que la
ayudase, que no la dejara caer.
—Se-señora Jeon...
—¿Por qué no trajiste a mi hijo? ¿Dónde está?
—Por favoe Jae Chan, sabes que digo la verdad. Tae Hee
es una buena chica, de buena familia y posición, pero al
parecer lo único que no puede hacer bien es tener a un hijo
sano y fuerte heredero de los Jeon.
—Pe-perdóname...26
<<>>
Su padre parecía sin vida al igual que él, jamás pensó que
le afectaría tanto la muerte de TaeHyung, incluso él
tampoco sabía que le iba a doler tanto en el corazón, ahí
dentro donde palpitaba el dolor.
Cuando estaba a punto de entrar a su casa y poder así
echarse en su cama y no levantarse jamás, su móvil sonó.
—¿S-sí?
—Pe-pero...
—¿Qué?
—Do-doctor.
—S-sí...
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—TaeHyung hyung.
—Hyung...
—Hazlo, no te des po-por vencido, él... él te ama
demasiado, lucha Kookie, prométemelo.11
<<>>
Mas no duró mas. Sabía que si ella fue capaz de dejar que
su propio hijo muriera sin hacer nada por salvarlo,
entonces todos corrían peligro.
JiMin.
—¿Mmamá?
Gangseo.
No, no lo era.
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Lo logró.
—S-sí...
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Su esposa.
Devastado.1
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—Ha-Hae Ji...
—¡Suéltame!
—Estás enferma...
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JungKook recorrió el lago mientras a su mente llegaba los
momentos felices que vivió con su familia. ¿Cuándo fue que
todo cambio? ¿Era este el castigo por haberse enamorado
del que era su hermano sabiendo que era imposible? No, no
lo era.
—¡No!
—Mamá...
—¡No!
—¿Q-qué?
—¡Noooo!8
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—¿JungKookie...?
—¡Suéltalo!
—Ha-Hae Ji shi...
—¿D-dónde esta-tamos?
Era débil.
Para JiMin, su mamá lo era todo y por eso, tal vez sólo por
eso ocultó tantos años el haberse enamorado
prohibidamente de su hermano, para no causarle ningún
dolor a la mujer que le dio la vida. Pero al final, el amor que
sentía por JungKook había sido incluso mucho más grande
y se lanzó al abismo de sus besos, dejando que todo al
rededor fluya son importar un mañana. Hubo veces que
sintió tanto miedo, tanto temor de decepcionar a los seres
que le habían dado la vida, que lastimó a JungKook. Mas
ahora, ya no importaba nada, necesitaba a su madre, claro
que sí, pero en ese momento sólo el amor de JungKook
podía curarlo.
—M-mami...
—Mamá...
—Mamá...
<<>>
—Hae Ji-shi...
—¡Cállateeee!
El sonido de la bala al salir, retumbó el lugar. El cuerpo de
Sae Na fue tiroteado a quemaropa tres veces más ante la
atónita mirada de todos los presentes. La sangre
esparciendose y los espasmos presentes en aquella
castaña, daban a entender que moriría. Nadie podía
salvarla. Pero se lo merecía, eso es lo que Tae Hee
pensaba cuando tiró del gatillo cuatro veces. Esa perra
estaba a punto de decir la verdad y JiMin no podía
escucharla, jamás debería hacerlo.23
Jae Chan entró con lágrimas en los ojos por lo que Tae Hee
había dicho. Era verdad. Cada palabra que había salido de
la boca de JungKook hace unas horas, era verdad y aunque
había rogado para que fuese mentira, al parecer sus
oraciones habían sido en vano.
—Acaba con esto ¡mira lo que has hecho! ¡Baja esa arma!
No era lo correcto.
—¡Vete JungKook!
—Por favor vete JungKook... por favor —Rogó con todas las
fuerzas de su alma lúcida para salvar al amor de su vida.3
A su amor prohibido.
—¡Mi hijo! ¡No! ¡No por favor! ¡No quiero dejarlo por favor!
Se lo merecía.6
—S-sí mamá.
Tae Hee nunca pensó que aquel niño viviría, Tae Hee creyó
que el secreto de hermanos que ella guardaba, nunca se
sabría. No contó con que aquel niño que abandonó, sería el
mejor amigo del hijo que crió y llegaría a su vida
nuevamente.
<<>>
<<>>
—JiMin-shi~9
Aquella tarde fue hermosa para los Jeon. Sus amigos reían
sin parar y los juegos fueron totalmente divertidos, pues
mientras estuviesen juntos, todo estaría muy bien.
—JungKook-shi...
<<>>
—¡Cállate!
—Kookie, J-JungKookie...
—Juntos...
—Hy-Hyung...
—JungKook-ah...
—S-sí JungKookie.
—Ju-JungKook-ah
Cálida.
—¡Hae Ji-ssi! —La besó por todo el rostro—. Mi Hae Ji, Dios,
te he extrañado tanto, tanto.
—¡Hyung!
—¡Hobi!4
TaeHyung.43
Fue difícil, para JiMin fue muy difícil cuando despertó dos
meses después de un coma del que parecía no querer
despertar. Incluso aquello no fue lo peor de todo, lo más
trágico fue cuando tuvo que reaccionar a la realidad de su
vida. El como tuvo que explicar cada cosa que paso a sus
seres más cercanos y el cómo tuvo que decirle la verdad a
la señora Park.2
Su verdadera mamá.
—JiMin.2
Click.
FIN