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“No es el conocimiento del hombre lo que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social
es lo que determina su conciencia”. Autor: Karl Max
“La filosofía aparece cuando la realidad se ha explicitado ya a sí misma”. Autor: Georg Wilhelm
Friedrich Hegel
Esta idea refleja la perspectiva de Hegel sobre la relación entre la filosofía y la realidad. Hegel
sostenía que la filosofía tiene un papel crucial en comprender y explicar la realidad, pero
también creía que la filosofía se desarrolla en un momento en el que la realidad ha alcanzado
cierto nivel de autoconocimiento o auto explicación. En otras palabras, según Hegel, la filosofía
surge cuando la realidad ha alcanzado un estado en el que sus contradicciones internas y
tensiones se han vuelto evidentes y necesitan ser reconciliadas y comprendidas de manera
sistemática. Esta perspectiva es parte de la filosofía hegeliana, que enfatiza la dialéctica y la
evolución del pensamiento a lo largo del tiempo, donde la filosofía cumple un papel crucial en
capturar y comprender el proceso en constante cambio de la realidad.
Según Sartre, no hay una esencia humana predeterminada o una naturaleza fija que determine
la existencia de una persona. En cambio, cada individuo existe primero y luego define su
esencia a través de sus elecciones y acciones.
A continuación, se destacan algunos de los aspectos centrales de la ética sartreana: La mala fe,
la autenticidad, libertad y responsabilidad y el otro y las relaciones humanas. Es importante
destacar que la ética de Sartre es individualista en el sentido de que destaca la responsabilidad
personal y la toma de decisiones autónoma. Sin embargo, también reconoce la interconexión
de las vidas humanas y la importancia de las relaciones sociales en la construcción de la ética
personal.
La frase sugiere que si no hay un dios que establezca normas morales objetivas y universales,
entonces no hay fundamentos absolutos para determinar qué está permitido o prohibido en
términos morales. En ausencia de una autoridad divina que dicte lo correcto y lo incorrecto, la
responsabilidad recae en los individuos para crear sus propios valores y tomar decisiones
éticas.
La "física social" de Comte tenía como objetivo aplicar el positivismo, un enfoque que aboga
por la observación empírica y la recopilación de datos para entender y prever los fenómenos
sociales. Comte creía en la posibilidad de descubrir leyes sociales que pudieran guiar el
comportamiento humano de una manera objetiva y científica.
Marcuse argumenta que en las sociedades industriales avanzadas y tecnológicas, los individuos
se han vuelto "unidimensionales" en su pensamiento y comportamiento. Esto significa que las
personas están conformadas y limitadas por la lógica y las demandas del sistema tecnocrático
y capitalista en el que viven.
En el siglo XIX, Kierkegaard abordó la cuestión de la existencia auténtica desde una perspectiva
existencial y religiosa. Argumentó que la mayoría de las personas viven de manera inauténtica
o "estética", enfocándose en placeres superficiales y evitando enfrentar preguntas
fundamentales sobre la existencia y la relación con lo trascendental. Siguiendo con Heidegger,
la existencia auténtica implica la apropiación individual de la propia existencia, reconocimiento
de la finitud y la posibilidad de la muerte, así como la asunción de la responsabilidad por las
elecciones.
La persona: Boenccio y Locke
Estos filósofos abordan la cuestión de la persona desde perspectivas distintas. Boecio se centra
en la naturaleza de la persona en relación con la voluntad y la libertad, mientras que Locke
explora la identidad personal a través de la conciencia y la memoria. La reflexión sobre la
persona implica, a menudo, consideraciones filosóficas, éticas y metafísicas que han sido
exploradas a lo largo de la historia de la filosofía.
El término "socialismo utópico" se utiliza para describir estas visiones idealizadas de una
sociedad socialista, que a menudo carecían de un análisis detallado de la transformación
concreta de la sociedad y, en su lugar, se centraban en concepciones idealizadas de la armonía
y la cooperación. Aunque estas ideas influyeron en el desarrollo del pensamiento socialista y
comunista, la crítica principal que recibieron fue la falta de un análisis práctico y concreto de
cómo se llevaría a cabo la transición hacia estas formas de sociedad.
En términos generales, la trascendencia implica ir más allá de los límites o las restricciones, ya
sea en el conocimiento, la libertad, la ética o la búsqueda de la unidad y la totalidad.
Razón instrumental: Theodor W. Adorno y Max Horkheimer
la distinción entre ser en sí y ser para sí en la filosofía de Sartre destaca la naturaleza única y
desafiante de la existencia humana, enfocándose en la libertad y la responsabilidad que
acompañan a la conciencia.
La plusvalía según Marx es un concepto que destaca la diferencia entre el valor total creado
por el trabajo y el salario recibido, resaltando la explotación en el sistema capitalista. La teoría
de la plusvalía es una parte fundamental de la crítica marxista al capitalismo y su análisis de las
relaciones de producción.
Nietzsche propuso la idea del eterno retorno como un pensamiento especulativo y desafiante.
La pregunta central que plantea es si estaríamos dispuestos a vivir nuestra vida exactamente
de la misma manera, con todas sus alegrías y sufrimientos, una y otra vez, infinitamente.
El materialismo dialéctico, se parte de una base materialista, lo que significa que la realidad
objetiva, incluidas las condiciones económicas y materiales, es la base fundamental que da
forma a la sociedad y la historia.