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La gallinita ciega

Este es otro de los juegos clásicos para niños al aire libre,


pero al que también se puede jugar en interiores cuando el
tiempo no es favorable. Jugar a la gallinita ciega es muy
sencillo:
1.Un niño o una niña empieza siendo la gallinitia ciega,
pues tendrá que encontrar a los demás sin poder verlos.
Para ello hay que colocarle un pañuelo o venda en los
ojos.
2.Los demás deben corretear a su alrededor, en un área
delimitada, procurando que quien hace de gallinita no
los toque.
3.Los que corren pueden hacer ruidos, como palmadas,
hablar, cantar o gritar para dar pistas a quien hace de la
gallinita para que se oriente un poco mejor, o incluso
lograr así que se desoriente un poco más, al menos al
principio.
4.Cuando la gallinita ciega consigue pillar a otro de los
niños o niñas, este pasa a ser la gallinita y la partida
empieza de nuevo.
Carrera de 3 patas
Entre los juegos para niños al aire libre también se
encuentran las carreras de 3 patas, también
llamadas carreras de 3 pies. Mediante esta actividad, se
fomenta la coordinación de los más pequeños.
1.Hay que dividir a todos los jugadores en parejas.
2.Cada jugador tiene que colocarse al lado de su pareja y
se les ata una pierna a la del otro. De esta forma, pasan
a tener 3 "patas".
3.Se colocan todas las parejas en fila en el punto de
salida.
4.En cuanto empieza la carrera, los dúos deben llegar a la
meta corriendo o andando y para ello tienen que
coordinar muy bien los pasos con su compañero.
5.La primera pareja que llegue será la vencedora.
La comba
Saltar a la comba es un juego que los niños pueden jugar
en grupo o solos. Si juegan individualmente o en parejas la
cuerda ha de ser más corta, pero si juega un grupo de niños
la cuerda tendrá que ser de las largas y la tendrán que sujetar
dos niños o, si es bastante grande y pesada, dos adultos.
Cada uno debe saltar la comba en movimiento evitando
tocarla, por lo que hay que calcular el ritmo prestando
atención al momento en que la cuerda está arriba y al
momento en que está rozando al suelo. La dificultad está en
aumentar el ritmo del giro de la comba o realizar todo tipo de
movimientos en función de las habilidades de cada
participante. Incluso se pueden saltar dos combas con
movimientos contrarios a la vez.
Limbo
Para jugar al limbo se necesita un tipo de barra o palo, ya
sea de madera, una escoba o cualquier palo largo y algo
de música animada.
1.Se coloca el palo apoyado entre sillas o un soporte
similar o bien, dos adultos tendrán que sostenerlo.
2.Los niños tendrán que pasar por debajo de la barra.
3.A medida que todos lo consigan, la altura de la barra
bajará. Por ello, el primer nivel o la primera ronda debe
ser con la barra alta y luego ir bajando progresivamente.
4.Si se choca contra la barra se pierde y se queda
descalificado. El jugo termina cuando solo queda un
niño o niña porque los demás han sido descalificados al
tocar la barra y este/a ha conseguido superar todos los
niveles.
1. Sillas musicales
El juego de las sillas musicales ayuda a los niños a resolver, de forma
pacífica, una situación problemática y, que en cierta medida, es injusta,
aunque siempre amistosa.

El juego es sencillo de preparar: se colocan sillas puestas en círculo, mirando


hacia fuera. La cantidad de sillas que debe haber debe ser menor a la cantidad
de participantes. Por ejemplo, si son 8 los niños quienes juegan, deben haber
como máximo 7 sillas.

Se pone a sonar música y, mientras, los niños tienen que dar vueltas alrededor
de las sillas. Una vez la música deja de sonar, todos los niños deben intentar
conseguir sentarse.
El niño o niña que se haya quedado sin silla queda descartado y, tras ello, se
quita otra silla. Esto se hace hasta que solo quede una silla y dos
participantes. Quien sea el último en lograr tener un sitio, gana el juego.

Este juego es ideal para enseñarle a los pequeños a cómo encajar la


frustración de haber perdido, que no pasa nada por no haber conseguido
ganar y que, a veces, la vida es un poco injusta, pero no por ello es el fin del
mundo.

2. Simón dice…
El juego de Simón dice es ideal para ayudar a los niños a prestar atención y
tener en cuenta unas instrucciones determinadas. El juego es bastante simple,
aunque su dificultad va incrementando a medida que va progresando el juego.
Una persona, quien puede ser el maestro o uno de los niños, ordena hacer un
gesto, que puede ser o muy cotidiana o muy alocada.

Pero, cuidado, los niños deben hacer caso a lo que se dice siempre y
cuando la instrucción empiece con "Simón dice…". Si el encargado de
ordenar las instrucciones empieza diciendo la orden sin usar esa muletilla y
alguien hace lo que ha dicho, queda descartado.

Por ejemplo, si se dice ‘Simón dice que os toquéis la nariz’, los niños tienen
que tocarse la nariz, en cambio, si la orden es ‘Dad una patada al aire’ y uno de
ellos lo hace, ha perdido. Pero no únicamente hacer algo cuando no se usa la
muletilla se penaliza con la desclasificación. También no prestar atención y no
obedecer cuando se ordena un "Simón dice…" implica perder.

Es ideal para trabajar la movilidad, además de que fomenta que los niños
estén más callados y pendientes de quien dirige la actividad, sin querer
perderse ni un solo detalle.

Policías y ladrones
Si sois un grupo de personas grande, el juego de policías y
ladrones (popularmente conocido como "polis y cacos") os
resultará muy entretenido. Se juega de la siguiente forma:
 Se dividirán todos los participantes en dos equipos: uno
serán ladrones y otros policías.
 Se elegirá un lugar que actúe de cárcel.

 Los policías darán unos segundos a los ladrones para


que huyan.
 A medida que les pillen, les llevarán a la cárcel.

 Si un ladrón suelto toca a un ladrón encarcelado, le


liberará.
 Cuando todos los ladrones estén encarcelados, se
cambian los papeles.
Este es otro juego tradicional para niños al aire libre que no
necesita material.
zorro astuto.
Este juego también se ha llamado Grandmother’s Footsteps (Los pasos de la
abuela) y se puede jugar en grupos de hasta diez jugadores. A los niños
pequeños les encanta, pues el suspenso que crea el hecho de acercarse a la
meta sin dejarse atrapar les produce una gran emoción. Puede pedir a los niños
más grandes que representen el papel del zorro para que el juego sea lo más
justo posible.

Qué se necesita:
 Un espacio amplio y abierto
 Una pared o una línea que sirva de base/ meta (home base)

Cómo se hace:
1. Se elige al jugador que representará el papel de zorro. Éste tiene que
alejarse de los demás
2. Los otros jugadores se acercan sigilosamente al zorro por detrás e
intentan tocarle la espalda antes de que éste se dé la vuelta para intentar
atraparlos
3. Antes de que el zorro pueda darse la vuelta, los demás jugadores deben
contar hasta diez en voz baja o alta, y tan rápido o tan despacio como prefieran
4. Cuando el zorro se dé vuelta, todos los demás jugadores deben
“congelarse”
5. Si el zorro ve a algún jugador moviéndose o cayéndose, ese jugador
deberá regresar al punto de partida

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