Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DE
EL VALLE DEL YAQUI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CLAUDIO DABDOUB
HISTORIA
DE
EL VALLE DEL
YAQUI
(FACSIMILAR)
EDICION E INTRODUCCION
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
PRESENTACION
Esa incansable lucha por sus tierras y su río nos trae a la memoria
a Anabailutei, Conibomeai, Muni, Bemabé, Juan Ignacio Jusacamea,
Cajeme, Tetabiate y Pluma Blanca, así como muchos otros que desde 1533
hasta 1937, las abonaron con su sangre.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CLAUDIO DABDOUB, EN EL ESPACIO MAS LARGO DE SU CAMINO
l. Historia.
IX
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Para 1933, se incorpora al Banco Agrícola Sonorense, S. A., fundado
con capital del gobierno federal, estatal y de los propios agricultores del valle,
colaborando bajo la guía del recordado Don Luis Cam bustón. Por tres
años trabaja en la institución bancaria. Se aventuró después a actividades
comerciales, confiando con ello ganarle espacios más largos a su camino en la
vida, o lo que es lo mismo, progresar por su cuenta. Posteriormente, funge
como comisionista y después pasa al ramo industrial.
X
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
su situación económica (1910), Francisco T. Dávila, Sonoro histórico y descriptivo
(1894) y Federico García y Alva, México y sus progresos. Album Directorio del
Estado de Sonora (1905-1907). Obras fundamentales en aquella época.
XI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Dr. Femando Ocaranza., Alíonso Trueba, Francisco Javier Zambrano, Alfonso
Fabila y otros más que, con sus no menos importantes trabajos, abrieron los
surcos por donde hollar sus pisadas, nuestros queridos y laboriosos
historiadores locales.
1
A pesar de todo el material historiográfico producido por los au-
tores mencionados, éste no era fácilmente accesible. Eran tiempos en los que
la investigación histórica estaba hermanada al carácter acerado y a toda
prueba del misionero jesuita y dotada de la paciencia del fraile franciscano.
XIII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
A mediados de los años sesenta, un grupo de historiadores locales,
empíricamente, trabajaba la corriente que más tarde sería llamada Mi-
crohistoria, cuyo representante más calificado es el michoacano Luis Gonzá-
lez y González, quien ya por esos tiempos preparaba su obra pionera: Pueblo
en vilo. Microhistoria de San José de Gracia (1968). Cuando su autor la
consolidó en México, ya habían pasado cuatro años de la publicación de la
obra de Dabdoub.
XIV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
En este compendio en que se construye la identidad sonorense,
sobresalen los valores de colectividad que dan sentido a la vida institucional,
fortaleciendo, a su vez, los símbolos de pertenencia al terruño que hemos
creado en comunidad a través de una herencia recibida desde los primeros
pobladores y sus acónteceres.
XV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Todo lo sonorense que somos, lo aprendimos por la tradición oral
conservada en libros como el que ahora reeditamos con el patrocinio del
Gobernador del Estado de Sonora, Lic. Manlio Fabio Beltrones R., digno
hijo de este Valle, como la obra de Claudio Dabdoub, abuelo patriarca de la
memoria provinciana de México.
11.Actualización
XVI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
La investigación histórica a partir de la obra de Claudio Dabdoub
Tendría que pasar un cuarto de siglo para que los afanes y desvelos
de todos ellos cristalizaran en instituciones sólidas y de trascendencia. Sin
embargo, a partir de la irrupción de la obra de Dabdoub, puede decirse que
XVII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
mejores tiempos llegaron, dado que entre otros singulares eventos, podemos
mencionar los siguientes: en 1975, se funda la Sociedad Sonorense de Historia,
A. C., que se nutre del grupo arizonense-sonorense que interactuaba desde
los años sesenta, denominado El Co"al de los Westerners, quienes además
de divertirse de lo lindo, hacían cosas muy serias en materia histórica. Pieza
fundamental en la creación de la Sociedad lo fue el Lic. Juan ¡\ntonio Ruibal
Corella, quien junto con Gilberto Escobosa, Armando Quijada H., Amadeo
Hernández, Ramón Angel Amante, Julieta de Amante, Felipe Ceceña Seld-
ner, Javier del Valle, Gilberto Suárez Arvizu, Héctor Alfredo Pesqueira,
Claudio Dabdoub Sicre, José Abraham Mendívil, Gustavo Rivera R., Gastón
Cano Avila, Eliseo Ramírez Alvarez, Flavio Molina Molina, Cynthia Rad-
ding de Murrieta, Arturo Oliveros, Beatriz Brannif, Ernesto Y. López y
otros, le dieron vida el 25 de noviembre de dicho año. La Sociedad cubre
todo el estado, edita un Boletín Trimestral desde 1982 y organiza un
Simposio anual a partir de 1988.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
XVIII
ciones son piedra angular en todo acontecer científico y cultural y fuente
de donde irradian importantes publicaciones, producto de su calificado
cuerpo de investigadores.
XIX
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
111. Panorama de la obra.
XX
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
jesuitas en 1767; sobresale la llegada a Pótlm, en 1769, del sacerdote Fran-
cisco Joaquín Valdez, quien realiza una extraordinaria labor industrial
durante 23 años.
XXI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
De 1920, del Plan de Agua Prieta hasta el cardenismo, lo aborda en
las páginas 218-222, mencionando que el período de 1920-1929 ha sido el más
próspero de los Yaquis desde la época de los jesuitas. Se a poya en el Gene-
ral Marcelo Zavala y Santiago García (entrevista).
XXII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Gobernador Rodolfo Elías Calles y el reparto agrario de 1937. Para esta parte
se apoyó en Federico García y Alva, conversaciones con Gustavo Dingfelder
y descendientes de colonos; diario El Imparcial de Guaymas y otros periódicos
nacionales y extranjeros.
XXIII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
en el que Cécile le manifestó que había consultado su libro en París, de donde
le surgió el interés por conocerlo, el autor le correspondió obsequiándole un
ejemplar.
Sin embargo, la crisis está ahí y antes de que el problema sea mayor,
obliga a soluciones audaces y viables, como la que ha propuesto el gobernador
Beltrones, de crear un fideicomiso, al que los agricultores y ganaderos
traspasarían sus activos, siguieran trabajándolos y al sanearse sus pasivos se
les devolverían; ello sería con el apoyo del gobierno federal y, sobre todo, con
recursos del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo u otros.
XXIV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
El Lic. Manlio Fabio Beltrones R., Gobernador Constitucional del
Estado de Sonora, además de proponer alternativas de solución a la
problemática de los sonorenses, justiprecia y valida en su exacta dimensión
las obras que honran y proyectan sobre el tiempo, por ello, patrocina la
presente edición.
XXV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CLAUDIO DABDOUB SICRE
El Autor
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CLAUDIO DABDOUB
HISTORIA
DE
LIBRERIAMANUELPORRUA,S. A.
5 de Mayo 49 México 1, D. F.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
INTRODUCCION
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
sonorense, lactado por un grupo de paisanos suyos, y ahora estimulado en su
vigoroso desarrollo por compatriotas que, venidos de todos los paisajes na-
cionales, se conjugan en este punto geográfico, ha formado un nuevo tipo de
mexicano: Trabajador incansable, plenó de optimismo, impastble a la adver-
sidad, colaborador decidido en el mejoramiento' de su nuevo hogar ciudadano
y generoso para toda obra de bien común.
Creo que si logro hacer de estos apuntes una obra cuyo contenido me-
rezca el interés de los investigadores de nuestra historia regional porque
encuentren en ella veracidad y amplitud de material, satisfaceré una nec~idad
de información que con el transcurso de los años se sentirá con mayor apre-
mio que hoy, pues el futuro les reserva muy halagüeñas perspectivas a esta po-
blación y al Valle, que apenas se encuentran en la primera etapa de su
desarrollo, aún incompleta: la región es esencialmente agrícola, y aunque
se estima que la superficie susceptible de cultivo ya prácticamente toda se en-
cuentra en explotación, la consolidación económica todavía no se ha logrado.
Una vez alcanzado lo anterior, el comercio recibirá nuevo impulso, la
ciudad continuará su desarrollo con rapidez y dentro de normas ajustadas
a un concepto del cual ha carecido: el del arraigo definitivo de sus residentes,
que estimulará el deseo de construir fincas durables y bellas en sustitución
de la mayoría de las actuales típicamente provisionales. El incipiente renglón
industrial de ahora tiene horizontes muy amplios, particularmente en su in-
dustria mediana; y si agregamos a todo esto la trascendencia que para nuestra
región encierra la carretera Mazatlán-Durango y el Ferrocarril Ojinaga-To-
polobampo, que pronto nos harán sentir su influencia, debemos concluir que,
a nuestra vez y como les sucedió a los pioneros del _Valle, tampoco nosotros
le suponemos a esta región el futuro que muy pronto será realidad.·
El haberme esforzado con cariño en algo que pudiera ser útil a nuestra
tierra es el intento de retribución ¿, en último caso, la expresión de agra-
decimiento de quien con fe se arraigó en ella, seducido por su siempre
abierta hospitalidad y encontró amplios horizontes para los vuelos de su juven-
tud, techo para su hogar y fértiles sementeras de amistad para el cultivo •
de sus sentimientos.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
LIMINAR
FERNANDO PESQUEIRA.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 5
CAPITULO 1
DESCRIPCIONGEOGRAFICAY ETNICA
DE EL VALLEDEL YAQUI
Panorama
Sa raza yaqui
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
8 CLAUDIO DABDOUB
• Las referencias a las fuentes de información aparecen ad final de esta obra, por
numeración progresiva. Igualmente aparece la bibliográfica.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 9
CAPITULO 11
ANTECEDENTES HISTORICOS
les y espirituales de cada uno de los actores de nuestro drama histórico na-
cional, y regional.
La entrada triunfal de Hernán Cork:.. a la Gran Tenochtitlán el 8 de
noyiembre de 1519, significó la muerte d:.~ ,, J\. <'roso Imperio Azteca, muerte
1
terminó su via1e en las costas de Jalisco, abatido por las tormentas. Del
otro, en el cual iba Diego Hurtado de Mendoza, no volvió a saberse.
Una segunda expedición marítima en busca de la capitaneada por Hur-
tado de Mendoza fracasó también, y entonces Cortés resolvió armar una
tercera al mando personal suyo, que se hizo a la vela el 18 de abril de
1535 con 130 soldados de infantería y 40 jinetes y logró arribar a las cos-
tas de la Baja California, que se suponía ser una isla, fundando el Puerto
de Santa Cruz (hoy de La Paz) en mayo 3 de 1535. Los ruegos de su esposa,
con quien acababa de casarse en España, y del Virrey don Antonio de Men-
doza, lo obligaron a regresar, no obstante que su propósito era continuar
hacia lo desconocido en busca de nuevos mundos.
Sin embargo, ya su estrella se ocultaba en el ocaso y sólo alcanzaría a
enviar otra expedición marítima al mando de Ulloa, en el año de 1539,
a explorar detalladamente las costas del Golfo de California (antes Mar de Cor-
tés) y hacer un mapa del mismo.
La voluntad de este hombre logró, con un puñado de soldados conquis-
tar, explorar y poblar un territorio cuyos _límites comprendían: desde el Pá-
nuco hasta Honduras sobre el Golfo de México y el Atlántico, y desde
el sur de Jalisco hasta el actual San Salvador por el Pacífico, además de ha-
ber descubierto y explorado gran parte de las costas del Mar de Cortés, ra-
zón por la que llevó su nombre hasta época ruuy reciente. Por el norte sus do-
minios incluían al entonces Reino de Michoacán.
A principios de la primavera de 154-0 le fue preciso a Cortés ir nue-
vamente a España, en donde su alma lo abandonó el 2 de diciembre de 154 7.
CAPITULO 111
Hacia el Y aquimi
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 19
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
20 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 21
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 23
hazaña ha sido tan poco jw,tipreciada en nuestra historia patria. En esta oca-
sión, los contingentes de Cortés estaban constituidos por 400 españoles, de los
cuales 16 eran de a caballo, y los tlaxcaltecas se estiman en alrededor de
50,000. De los indios aliados de Cortés no hay datos. Los castellanos per-
dieron 45 hombres, resultaron heridos la mayoría de los soldados y 15 ca-
ballos, y muerta una mula. Todo esto, repetimos, en cuatro batallas.
Diego de Guzmán tuvo seis cristianos y doce caballos heridos, más uno
de éstos muerto, en sólo una batalla que lo obligó a regresar al poblado
que encontró al cruzar el río y a esperar a que se repusieran soldados y ca-
ballos castigados, no obstnnlc haber tenido en su favor el elemento sorpresa.
Puesto que según Guzmán. no se en~ontraba reunida toda la tribu, los guerre-
ros de ésta no pueden haber sido más de 2,000. (De aproximadamente 30,000
miembros de la tribu yaqui, puede estimai::se un 20% de guerreros, lo que daría
un total de 6,000 para toda la tribu.)
Si, como es de suponer, se impresionaron los yaquis ante aquellos hom-
bres blancos y barbados, vestidos en forma que ellos nunca habían visto
y entre quienes había gran número de gente montada sobre animales desco-
nocidos, es de admirárseles cómo supieron dominar sus temores y, con gran
valor, hacer frente con toda decisión a aquellos extranjeros. El cronista
mayor de las Indias, Antonio de Herrera, comenta en sus famosas Décadas:
"quedando asombrados los españoles de encontrarse con indios que, como
los yaquis, peleaban tan bien y con tanto valor".
Para hacer una más justa apreciación del carácter de esta raza, con-
viene considerar que a lo largo <le la historia de la conquista de la que
habría de ser la Nueva España, podemos ver en los aborígenes tres actitudes
diferentes ante la aparición de los españoles: la defensiva, la huí da y la
sumisión; esta última seguida, posteriormente, de rebelión. De estas tres acti-
tudes, la más común fue la última, y la más rara, la primera, en la cual
se distinguen muy destacadamente, mencionados por orden cronológico, tabas-
queños, tlaxcaltecas, zapotecos de las sierras y yaquis.
Estas observaciones nos muestran el carácter independiente, resuelto y va-
liente de la tribu Yaqui.
De los prisioneros que los españoles hicieron a los yaquis, no fue posi-
ble obtenP.r la menor información sobre otros ríos o de la tierra adentro,
por lo que el capitán de Guzmán optó por subir el río en busca del poblado
de N ebame de que le habían hablado en el Mayo.
Por la margen derecha caminó dos jornadas de a 4 leguas cada una;
al tercer día pasó a la margen izquieTda, llegando luego a Nebame, en donde
no había casas ni maíz; los moradores habían huí do a la &ierra. Debido a lo
impetuoso de la corriente, el cruce del río tuvieron que hacerlo subiendo a
los peones, o infantes, a las ancas de los caballos, habiéndoseles ahogado
un peón que no quiso montar.
Al otro día, el capitán envió a Robledo, con ocho jinetes más, a bus-
car camino para seguir al norte, y a otros tres jinetes .a que exploraran
río arriba. Estos últimos regresaron luego para informarle que las s1errM
formaban un paso muy angosto que les impidió seguir.
Este dato permite suponer, muy fundadamente, que Nebame te encon-
traba en el lugar llamado T ecori ( entre Buenavista y Cumuripa) muy próximo
al cañón formado por dos cerros cuyas paredes bajan, como cortadas a plomo,
hasta el lecho del río. El cañón, de casi un kilómetro de largo, es muy an-
gosto y por él pasa el río. Estos cerros no pueden subirse a caballo por ser
muy escabrosos, obligando a rodearlos para poder continuar río arriba. Se
explica que los soldados de Diego de Guzmán hayan evitado hacer esta d~-
viación por ignorar cuánto tendrían que rodear, con riesgo de encontrarae con
los temidos yaquis, siendo ellos únicamente tre!.
Hay otra circunstancia que refuerza la suposición de que haya aido
Técori en donde se encontrabtt Nebame y, consecuentemente, el paso ~
cho que impidió a los tres jinetes el paso por el río: Técori es nombre de
origen Pima, y los Nebomes bajos eran un grupo o rama de aquellos, que ocu-
paban la cuenca alta del Río Yaqui formando los pueblos de Cumuripa,
Tónichi, Soyopa, Suaqui Grande, Tecoripa, etc., de donde, por antonomHia,
deben haber llamado Nebame (Nebome) al primer poblado de e!ta tribu
que se encontraba al Norte de los Mayomos. Todavía más, en este pobla.do
lograron los españoles coger una india que, según la "relación" de Diego de
Guzmán, hablaba otra lengua (se deduce que diferente a la de los Yaquis).
Todo lo anterior nos lleva n la conclusión de que si el cañón que
se encuentra en Técori fue el que impidió el paso a los exploradores, en:
tonces Yaquimi debió haber quedado localizado en Limones, según la.s distan-
cias recorridas: de este poblado subieron los castellanos aproximadamente
33 kilómetros, que son el equivalente de 8 leguas hasta donde cruzaron el
río, y de aquí a Nebame llegaron luego, pudiendo estimar lo andado en un09 2
kilómetros, y, de Nehame al cañón también fueron y vinieron luego, pór
lo que podemos considerar que no deben haber andado más de 2 kilómetros
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 25
Regreso a Culiacán
de Yaquimí al mar, más unos 10 que se estima haya bajado éste, nos da la
distancia aproximada que a lo largo del río hay hasta Limones.
A las seis leguas de haber partido del Río Y a qui, de regreso para
Culiacán, llegaron al agua je que brotaba de una peña; en dos jornadas más,
con total de trece leguas, llegaron al Mayo y siguieron río abajo como diez
leguas más en los tres siguientes días, hasta llegar a los esteros, lo cual
quiere decir que de regreso del Y a.qui tocaron este río como a doce leguas
costa arriba, probablemente entre Camoa y Conicarit.
Por la descripción que hace del terreno Diego de Guzmán, las distan-·
cías recorridas del río Mayo al Y aqui y los puntos tocados, puede asegurarse
que la ruta que siguió cuando iba en busca del Y a qui, debe de haberla hecho
partiendo de los alrededores de Tesia hacia el Norte franco, hasta encontrar
el arroyo del Cocoraque en Cabora y, subiendo por el afluente del mismo,
faldeó el grupo de cerritos que se encuentran entre este arroyo y el río Y aqui,
al Sureste de la hoy Ciudad Obregón.:,
Desde el punto denominado El Volador
se acabaron los aguajes hasta el río, al qué llegó a través del paso formado
por las faldas de los cerros al juntarse, que lo llevaron a lo que suponemos
fue Y aquimí. Parece que a su regreso al Mayo se separó ligeramente hacia el
Oriente de su ruta anterior y por eso llegó al citado río un poco arriba del
punto de partida.
Del poblado de Mayomo siguieron al arroyo de Teocomo ( que como di-
jimos anteriormente, se supone ser el de Alamos), el cual siguieron hacia la
costa, o sea que continuaron por el de El Fuerte, encontrando, en un po-
blado que estaba junto al mar, un pedazo de paño azul en poder de los indios,
y una sarta de clavos de cintas en el brazo de una india. Sacaron en claro los
castellanos "que el pedazo de pañc correspondía a otro mayor que se ha-
bían llevado otros indios, perteneciente a unos cristianos que habían lle-
gado por el mar en una casa de madera; que a cinco jornadas de allí había
un pueblo llamado Crumeme en donde los indígenas habían matado a quince
cristianos mientras dormían, quedándose con sus armas y ropas".
Del Río Fuerte continuó la expedición al Petatlán ( ahora Sinaloa), pa-
sándolo media legua abajo de la confluencia del Ocoroni, y a los dos días
si¡;uientes lleP-Ó a Tamazula P.n <lon<le volvieron a darles noticias de Cru-
meme, "que quedaba a dos jornadas de ahí". Diego de Guzmán continuó
con su gente río aba jo re~ibiendo confirmación de lo de Crumeme, dicién-
dosele también que en dicho poblado se había quebrado "la casa". A la jor-
nada siguiente llegó al pueblo buscado, en donde sólo había ocho ranchos
(casas), hallando en poder de una india vieja unas sartas de clavos de las
cintas de los cristianos.
Después de muchos días de caminar en distintas direcciones en busca
de mayores indicios, llegó fi:nalmente a Culiacán el 30 de diciembre de 1533.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 27
CAPITULO IV
parece, hacia las cimas de la Sierra Madre a donde habían huido los abo-
rígenes ante la persecución de que eran objeto por parte de los españoles
que, por orden de Nuño de Guzmán, los cazaban para venderlos como esclavos.
Desesperado Alvar Núñez Cabeza de Vaca por unirse a sus compatriotas,
logró persuadir a los indios a bajar de las sierras; finalmt.nte, encontró cristia-
nos en el río Sinaloa.
Al hacer el comentario de su ruta y refiriéndose al tramo comprendido
en lo que hoy es el Estado de Sonora, dice: "y por él ( el pueblo de Corazones,
agregado del autor), es la entrada para muchas provincias que están a la Mar
del Sur; y si los que la fueren a buscar POR AQUI NO ENTRASEN, se perde-
rán, porque LA COSTA NO TIENE MAIZ, y comen polvo de bledo y de paja y
de pescado que toman en la mar con balsas ... " Cabeza de Vaca dictó su rela-
ción encontrándose ya en México, por lo que la parte transc1 ita debe interpretar-
se que se refería a entradas de sur a norte; y tubo razón al afirmar que por la
ruta del Pueb'lo de Corazones era el camino indicado, pues se exponía a muchos
riesgos y sufrimientos quien la desechara al caminar por las estribaciones de
esta sierra, que es en extremo fragosa. No habiendo conocido Alvar Núñez
el Valle del Yaqui ni la parte ha ja de su rÍOi tenía que suponer que toda la
costa era idéntica a la que él vio, que indudablemente fue la de la región
de los seris. De todas maneras, durante muchos lustros los yaquis obligaron
a los españoles y demás viajeros a usar la ruta recomendada por Cabeza
de Vaca.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
30 CLAUDIO DABDOUB
porque su interés se satisfizo con saber que ya, por fin, se encontraba en
tierras a donde habían llegado otros hombres blancos, después de ocho años
de haber perdido todo contacto con ellos y casi la esperanza de volver a verlos,
sin embargo, los datos aportados son suficientes para esrablecer un hecho
definido.
En el trayecto de los cuatro náufragos hacia el río Y aqui para cruzarlo
(Pág. 63 de Relación de los Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca que
precede a Triunfos de N. Sta. Fe, del P. Ribas), Alonso del Castillo vio al
cuello de un indio una hebilleta de talabarte de espada, y en ella cosido un
clavo de herrar. Muy intrigados los cuatro peregrinos, investigaron por el
origen de estos objetos, logrando saber que habían pertenecido a "unos hom-
bres que traían barbas como nosotros. que habían venido del cielo y llegado
a AQUEL RIO, y que traían caballos y lanzas y espRdas, y que habían
alanceado dos de ellos, y lo más disimuladamente que podimos les pregunta-
mos qué se habían hechos c1quellos hombres. y respondiéronnos que se habían
IDO A LA MAR. y que METIERON SUS LANZAS POR DEBAJO DEL
AGUA, y que ELLOS (los hombres barbados) SE RABIAN TAMBIEN
METIDO POR DEBAJO. y que después los vieron por cima HACIA PUESTA
DEL SOL".
La vnsión dada por Jos indios desecha la suposición de que pudieran
referirse a los soldados de Die~o de Guzmán. puesto que éstos permanecieron
en ]a región casi un mes rehaciéndose de la batalla tenida con los yaquis
y explorando el río: Además, no usaron embarcaciones, que eran desconoci-
das para los indios.
En Tamazula. sobre el río Sinalon. Diego de Guzmán vio en poder de
los indios algunos objetos que no podían ~er sino de europeos, y a su regreso
del Yaqui pudo averiguar que eran <lespojos quitados a unos náufragos que
fueron muertos en dicha región de Tamazula. y que según Francisco de P.
Troncoso <5 > correspondían al navío de Diego Hurtado de Mendoza, integrante
de Ta primera expedición marítima que despachó Cortés en mayo de 1532 y
del cual en ese tiempo no volvió a saberse. En cambio, durante su explora-
ción del río Y aqui en 1533 que Je tomó casi el mes, Diego de Guzmán nada vio, ni
supo. de los hombres mencionados por Cabeza de Vaca, de quienes éste tuvo
noticias a principios de 1536, por lo que no es aventurado suponer que hayan
sido de los 40 jinetes que vinieron con Hernán Cortés en 1535, después del
fracaso de las otras dos expediciones anteriores despachadas por él mismo
a explorar las costas de la Nueva España por la Mar del Sur, y a todas las
cuales se refiere el Capítulo IV de esta obra.
Este -gran conquistador llegó y fundó el Puerto de la Santa Cruz) La
Paz, B. C.) en mayo 3 de! año mencionado, y se regresó hasta después de
la 1legada del virrey don Antonio de Mendoza en septiembre del mismo año.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 31
período de cinco meses en que según dice Madariaga (GJ refiriéndose a Cortés
y sus marineros: "Con ellos seguía, 3:unque anhelando regresar a la Nueva
España, retenido en Santa Cruz por la esperanza de salvar su fracaso CON
ALGUN DESCUBRIMIENTO MARAVILLOSO corno el de Tenochtitlán ... ",
es decir, haciendo exploraciones, y se explica que Cortés no haga mención de
las tierras del Y aquí puesto que ya se le había adelantado Diego cle Guzmán.
Si investigadores mejor documentados que el autor de la presente confir-
man esta hipótesis, entonces corresponderá a Hernán Cortés, o a sus soldados,
el segundo lugar entre los primeros hombres blancos y harbados que estuvieron
en la región <lel Yaquí.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
32 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
.' 1$
o o• ., .
PA.SSO POR TIERRA o.,._,.,
1: ALA CALIFORNIA
'} sus Confinantes Nue
VAS NAciones y Nuevas
Miffiones de l.t Comp~
delESUS
EN LA AMERIC.A SEP TEN
f1 TRIONAL.
lJ
51
JO
}Q
79
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
fWA,c.to .._ ■• •
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 33
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 35
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 37
---- ---------------- ------- -------
Desde que la expedición que comentamos salió de Durango hacia la costa,
tuvo sólo tres encuentros: Topia, Chiametla y Sahuaripa, pero ni antes ni des-
pués se viernn estos soldados en situación tan desesperada y atacados con
tanta bravura y terquedad como en el último de los citados lugares.
La columna continuó su marcha hasta Paquimé, que se supone haber
estado en el vértice de la actual frontera mexicana y los límites de Arizona
y K uevo México, de donde cansados y abatidos por el desaliento de no haber
encontrado en todo el noroeste nada de la riqueza pregonada, optaron los
soldados del capitán de Ibarra por regresarse, pero ya no por la ruta que
llevaron, pues la espantosa experiencia tenida en los filos de la cordillera,
primero, y luego en los pueblos de la Provincia de Sonora, los hicieron pre-
ferir el riesgo de enfrentarse a la tribu Y agui. Como se habrá observado,
esta expedición no conoció la entrada a la Provincia de Sonora recomendada
por Alvar Núñez Cabeza de Vaca y seguida por Vázquez de Coronado, que
le hubiera ahorrado sinsaborea y pérdidas de ~mimales en las fragosidades y
despeñaderos de la ruta que recorrieron.
El regreso de Paquimé lo hicieron por la vertiente oriental de la Sierra
Madre, habiéndola cruzado cuando consideraron que los pueblos del río de
Sonora les quedaban ya muy al no1te, pero con sorpresa vieron que, después
de 20 jornadas atroces por las gargantas que recorre el río Bavispe y de las
cuales no podían salir, se encontraban en la región de los pueblos de Guaraspi.
Cumupa y Sahuaripa que tanto trataron de evitar.
Bajaron la sierra hasta llegar a una pequeña ranchería del Valle de
Señora, de donde un guía los condujo hasta Batuco <13 > de donde bajaron
hacia el poniente hasta uno de los primeros poblados de los Seris llamado
Uparo "de gente la más pobre y silvestre de estas costas. . . andan desnu-
dos ... , comen semillas de bledos, todo género de cazas y sabandijas silvestres,
son enemigos de los del Valle de Señora y de los de Yaquimí." <u>
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
38 CLAUDIO DABDOUB
aunque pobres de ropa que cogen poco algodón; recibiólos el general con
mucho amor y regalo de rescates.
Este río de Y aquimí es el más poblado de todos cuantos anduvo el ge•
neral: tendrá en diez leguas desde la mar hacia la sierra quin~ mil hombres,
es de un cuarto de legua de arboleda de gran frescura y raudal y de mucha
frescura y cantidad de pescado bueno; poblado de muchas labores en sus
riberas de maíz, frijol y calabaza.
Es gente amorosa y ellas hermosas, andan desnudas y el cabello tendido
y largo hasta la cintura, traen sus lugares secretos cubiertos con hierbas
verdes. Fue visitando el general este río hasta la mar en la cual hallamos
ramos de coral y cantidad de conchas de perlas. Regalaron a los cristianos
estos mucho, con caza, pescado y las demás cosas de comer. que tiene su
tierra e habiendo visto el genera! la mucha cantidad de gente, bastimentos,
creyó haber de poblar una viiia como fue acordado en el consejo. (Lo cual
no pudo hacer por falta de soldados, resolviendo mejor regresar después.)
Con esta determinación pidió el general guías a los naturales las cuales
dieron de mala gana, porque les dio pena que saliesen los cristianos de su
tierra e así rogaron al general que no se fuese, que ellos le darían de comer
para todos y por el tiempo que quisiesen estar en sus tierras; a lo cual les
respondió que volvería presto a estar con ellos y desengañados de lo que
pP.dían, juntaron en breve tiempo dos mil indios gallardos, galanos y aper-
cibidos de las armas que ellos usan a los cuales les mandaron que saliesen
al camino haciendo y ordenando una buena caza en despedida y regocijo
con nosotros, e asimismo con determinación de ir a asolar sus enemigos los de
Mayombo, por cuya causa y esperanza nos regalaron y el general les entretuvo
con que los iba a ayudar en sus guerras contra sus enemigos.
Y en las playas y llanadas que están junto a una bahía salieron en ala
y cerco los dos mil indios que tomaban un cuarto de legua y como los vimos
de repente nos puso en cuidado y sospecha que nos salían de guerra, de ma-
nera que se alteraron y pusieron en armas los soldados y como sabían las
guías era regocijo que nos querían hacer dijeron que no estuviesen los cris-
tianos sospechosos; que los indios que los aguardaban era para festejarlos
con una caza y así empezaron los cazadores a poner por obra la caza, la cual
fue cercando una marisma con gran vocería e regocijo e ligereza de manera
que en breve tiempo tomaron e mataron mucha caza de venados, liebres,
conejos, codornices, de todo lo cual presentaron al general en cantidad y
alguna viva. Fue esta caza la más vigorosa y galana que he visto. No fue
el general poderoso que volviesen estos de Y aquimí y así otro día march6
con su campo por una notable espesura de montes de chiltecpín entretejido
con tunales silvestres y árboles espinosos, de manera que fue necesario ir
rompiendo y haciendo camino y aunque los indios ayudaron, fue trabajoso
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 39
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
40 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO V
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
N
E w
-·-·-·-···\
'
.'.'
(''
.1
:
,'
t ..-...--..-...............
'
.
'
~-1,
,.O
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 43
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 47
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 49
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 51
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 55
Los yaquis se hallaban tan arrogantes y soberbios que ~icieron caso om1so
de estos mensajes. Uno de ellos cogió el papel sellado y con un cordel se lo
amarró por atrás, paseándose entre sus compañeros a quienes hacía reir con
sus burlas y chistes, a la vista de los españoles, fiesta que duró el resto del
día y la noche anteriores al combate.
Y al igual que en la anterior ocasión, en cuanto se inició el alba cruzaron
resueltamente el río todos los guerreros de las ochenta rancherías que consti-
tuían la nación yaqui y atacaron el campamento enemigo con tal ímpetu, que
los defensores se vieron en situación en extremo crítica. Sin embargo, se sos•
tuvieron a costa de grandes bajas entre muertos y heridos. Los yaquis no
decaían y continuaban su ataque con el mismo frenesí del principio y, cuando
su enemigo lograba rehacerse un poco ..y pasar a la ofensiva, ellos con gran
destreza, cruzaban el río para usarlo como defensa, regresándose lueg~_para
tomar la ofensiva nuevamente.
A medida que transcurría el día, el capitán veía disminuir su gente y
perder vigor a los que quedaban en pie, por lo que se vio obligado a levantar
el campamento y organizar una retirada ordenada, "porque vió el riesgo en
que estaba de per~cer allí con casi toda su gente". (P. Ribas.)
En tanto que el enemigo sostenía la intensidad de su acometida y la llu-
via de flechas, disparadas con tremenda fuerza y
certera puntería, continuaba
causando estragos en el ejército de Hurdaide, éste levantaba su campamento y
recogía todo el bagaje. En seguida el capitán dio orden a su caudillo de
encabezar la retirada, pero que se hiciera con toda su gente peleando con ins-
trucciones terminantes de evitar a todo trance una desbandada de los indí-
genas. Entre tanto, él, auxiliado con una fracción de la caballería, protegería
al grueso del ejército quedándose a la retaguardia, que era sobre la que el
enemigo habría de cargar con mayor ímpetu.
La salida era por un paso muy peligroso por ser vega muy arbolada
que impedía usar los caballos con la necesaria libertad, oportunidad que los
yaquis aprovecharon ventajosamente flanqueando por ambos lados a la colum-
na y escudándose en los troncos de los árboles, efectuando un ataque tan vi-
goroso que los indios aliados de l~s españoles dieron la espalda y emprendie-
ron la huída, sin que hubieran podido ser contenidos. Los castellanos, conta-
giados del pánico, rompieron las armaduras de sus caballos para aligerarlos
y también huyeron dejando entrampado a su capitán y a los 22 compañeros
que con él se habían quedado, más un indio amigo que los acompañaba.
Por algunos de los soldados que escaparon en esta huída se supo que
en estos momentos tan críticos los yaquis cargaron sobre la retaguardia en-
volviendo al capitán y a los soldados que lo acompañaban, y que uno de
éstos, demostrando su gran fidelidad al jefe, le pidió que cambiaran de arma-
dura y de caballo para evitar que fuera a caer en podér del enemigo, que
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
56 CLAUDIO DABDOUB
nal de uno de los arcabuces y quemar el pajonal que tenía cerca, a donde
luego se pasaron todos con sus caballos, así que cuando llegó el fuego encen-
dido por los yaquis no sufrieron daño.
La noche se aproximaba y ya la mayor parte de los sitiadores se habían
ido a gozar del bagaje quitado a sus enemigos, repartiéndose la ropa, la plata
labrada, los aparejos de las mulas, etc., habiendo dejado un número regular
de guerreros para mantener el sitio.
Una vez que obscureció completamente, el capitán recurrió a un ardid
para salvarse de la situación tan angustiosa en que se encontraban él y sus
soldados: mandó soltar algunos de ]os caballos heridos, los que, fatigados por
el sol y la sed, al sentirse libres arrancaron en estampida hacia el río a
beber agua. Al oir los yaquis el tropel de los animales supusieron que eran
los españoles que se les huían en busca de agua, por lo que levantaron el
sitio para correr detrás de los caballos. Los castellanos aprovecharon el éxito
de su treta y huyeron en sentido contrario, o sea rumbo al sur. . . rehecha
en ellos la esperanza de alcanzar a llegar a sus hogares.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
P.QO&JBLE ,QIJ7;:J OE 4L ~,Q NUÑEZ
C4BEZ4 OE ~C.4 P0/2 SONOR4
Y DE O/EGO DE GUZM.4N .4L 12/0
Y4QU/.-
cL 4 vt:
t)léGO Oé 6(/EM'AN
OC-NEA
'
\
OM6l,IUN,
1
(
- ''
' '
N
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 59
C'n el tomo II, pág. 76 de su historia, la relaciona con la llegada del citado
barco: "Sucedió pues, que por este tiempo aportase a la costa de Sinaloa el
navío de que atrás queda escrito que entró -por el brazo de Californias y había
causado tanta novedad y temor en estas naciones; nueva que también había
llegado a la de los hiaquis. Llamando pues el capitán a algunos indios de gen-
tes cercanas a ellos y metiendo pláticas de esta ~ateria, les decía, haciendo
demostraciones de grande enojo, que andaba dando orden de hacer un castigo
nunca visto de hiaquis, abrasar y acabar con ellos, y con sus pueblos; y que
para esto iba disponiendo, que entrasen tres capitanes con sus escuadras, por
tres partes en su río a un mismo tiempo para que no se pudiesen convocar
todos juntos ni ayudarse los unos a los otros ni escaparse de sus manos. Que
ya ellos también habían sabido, cómo los españoles sabían andar por la mar
y por esa parte entraría una escuadra contra los pueblos bajos que eran los
más arrogantes; otro capitán, decía, acometería por las rancherías de lo alto
del río; y él finalmente los cogería en medio y haría un castigo notable en
ellos ... "
Posteriormente, en el capítulo que sigue a lo transcrito, el mismo autor
dice: "Por haber sido el modo de la reducciór. y victoria de esta •grande y
belicosa nación CASI MILAGROSA Y DADA MAS DE LA MANO DE DIOS
que alcanzada por armas, como más claramente se pudo colegir de la rota (DE-
RROTA) con que salió el capitán, y padeció su campo de cuatro mil indios, ami-
gos; ... " frases con las que anuncia la disposición de los yaquis para entablar
pláticas de paz, y, aunque no dice la fecha en que ésta se pactó, fácilmente puede
deducirse, por el suceso, transcrito, que fue de$pués de 1615.
La extensión dada al contenido de este sub-título y las transcripciones
hechas, han sido inspiradas por el deseo de hacer justicia al valor y prestigio
a que la tribu yaqui es acreedora, ambos menoscabados grandemente por el
sólo hecho de afirmarse en todas las obras históricas que tratan de su pacifi-
cación, que éstos "se rindieron el 25 de abril de 1610", con el comentario de
que el haber pedid0 la paz los vencidos a los vencedores inmediatamente des-
pués de su gran victoria, es un fenómeno sin precedente en los anales de los
hechos militares. Ni se rindieron, ni aceptaron la paz en seguida de sus vic-
torias: accedieron a tratar la paz por las razones que enseguida se exponen,
y lo hicieron hasta después de seis años de su último triunfo.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 61
para conocer la disposición que éstos pudieran tener para servir como media-
dores entre ellos y el Capitán español.
Habiendo sido favorable la respuesta, confirmaron a los mayos sus deseos
de paz con Hurdaide, para cuyo objeto enviaron otra embajada, pero ya de
tres mujeres. Entonces, algunos de los caciques de este río salieron a entre-
vistar al capitán a su villa, llevándole la buena nueva. Cuando regresaban
a su tierra con la respuesta encontraron en el camino a las embajadoras yaquis
acompañadas de un grupo de mayos, volviéndose todos a ver nuevamente al
capitán, quien les preguntó a las embajadoras el motivo del cambio de actitud
de su nación después de haberse mostrado anteriormente tan obstinada en
pelear con los españoles. Ellas contestaron que querían vi~ir en paz y con-
tentos como sus vecinos los mayos y demás pueblos cristianos, y no en la
espera constante de un ataque por wrpresa. Hurdaide, después de ratificarles
lo que ya había dicho a los mediadores mayos, agasajó generosamente a los
embajadores y les hizo muchos obsequios, pidiéndoles a las yaquis que su tribu
mandara caciques principales para tratar las paces. Enterados los yaquis,
mandaron a dos de los suyos para que el capitán les confirmara todo lo ha-
blado. Las razones que éstos le dieron a H urdaide para aceptar la paz, fueron
las mismas anteriores, agregando que habían visto que a pesar de haberles
asegurado los fugitivos Lautaro y Babilomo que los españoles no eran valienles
y que habían matado a muchos de sus parientes, y que los yaquis fácilmente
podrían cogerlos y celebrar sus triunfos con sus cabelleras, y continuar em-
borrachándose y teniendo muchas mujeres, todo había sido mentira, y, en
cambio, habían perdido mucha gente, y que "por otra parte echaban de ver
que los mayos sus vecinos y otras naciones cristianas, amparadas por el capi-
tán Y LOS PADRES QUE ESTABAN CON ELLAS, los tenían por hijos y se
hallaban en paz y alegres y contentos; y por tanto ellos deseaban lo mismo". <21 >
Efectivamente, al Mayo habia entrado el Padre Méndez desde 1614 e iniciado,
por medio de la evangelización, el cambio que en la forma de vida de la tribu
habían observado los yaquis.
El párrafo copiado textualmente, y la explicación que le sigue, parecen
confirmar dos suposiciones: la. Que la paz con los yaquis se hizo después del
año de 1615 y no en abril de 1610; y 2a., que la razón decisiva para que éstos
la aceptaran fue su deseo de tener en su tierra padres misioneros, lo cual
indujo al capitán y a los pc1dres de la provincia a mandar un enviado de ellos
a México para que obtuviera del virrey y del Padre Provincial de la Compañía,
autorización y misioneros para satisfacer los deseos de la tribu Yaqui antes
de que éstos se arrepintieran.
Como condiciones necesarias para poder finalizar un tratado de paz con
los yaquis, Martínez de Hurdaide les puso las siguientes:
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
62 CLAUDIO DABDOUB
la. "Que habían de venir a efectuarlas (las pláticas de paz) buen número
de caciques principales del Río.
2a. Que no habían de hacer guerra a los indios mayos sus vecinos, ni a
otra alguna nación cristiana o gentil de las que ~tuviesen recibidas
debajo del amparo del Rey; y si algunas de estas dichas naciones,
a
inquietos o revoltosos se acogiesen su Río y Nación, no los ampara-
rían, antes los prenderían y entregarían al que fuese Capitán· de
aquella Provincia.
3a. Que aunque les perdonaba los muchos caballos que habían flechado
y muerto, pero que debían de entregar los que quedaban vivos y
los platos de plata, jarros y armas de españoles que quedaron entre
ellos.
4a. y última.-Que a la:5 cabezas de los alborotes pasados, que todavÍ:l
estaban entre ellos, los darían presos. Y en caso ae <1ue n,:, hallasen
seguridad ni traza para prenderlos, los matarían o en alguna borra-
chera en que los hallasen o de otro modo que les fuera posible."
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 63
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
64 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 65
los mantuvieron más informados de los probl2mas d.e sus feligreses, es la or-
ganización política que, ligeramente aumentada en el número de funcionarios,
conservan hasta la fecha.
Llamado a México el P. Ribas para ocuparse en tareas de más jerarquía,
fue substituido por otro misionero. El número de éstos fue aumentado pos-
teriormente para poder atender a nación tan numerosa, cuyos once pueblos,
por la misma razón, fueron nuevamente reducidos para quedar en los ocho
en que se conservaron durante más de tres siglos y cuyos nombres son:
Cócorit, Bacum, Torim, Vicam, Potam, Rahaurn, Huirivis y Belem. En todos
ellos se construyeron iglesias de material a las que se les dieron campanas,
ornamentos, imágenes, etc., etc.
En breve tiempo, un elevado concepto sobre los fines de la vida terrena
y la convicción de la existencia de un alma inmortal cuyo destib.o decide el
hombre durante su permanencia en este mundo, substituyó al original que
hacía de la guerra la actividad más importante y honrosa. Para siempre
olvidaron los y~quis su bárbara y tradicional costumbre de celebrar sus vic-
torias bélicas con bailes y cantos alrededor de la cabellera de alguno de sus
enenugos.
La creencia en un Dios único, Creador y Señor de todas las cosas, acabó
con sus hechiceros y supersticiones, sucediendo el caso extraordinario de que
fueran los mismos hechiceros de la tribu los mejores propagandistas y auxi-
liares de los misioneros.
Dos de los mayores vicios del hombre y que entre los yaquis tenían
gran arraigo: la carne y el vino, cedieron su lugar al matrimonio eclesiástico
y a la comunión.
En el aspecto económico fue también notable el cambio operado en esta
nación: sin las distracciones de la guerra y con una nueva alegría en el vivir,
su afición a las labores agrícolB:s se incrementó grandemente, con la consi-
guiente ampliación de sus áreas de cultivo y la introducción de nuevas es-
pecies. Se introdujo entre ellos la ganadería, destacándose la cría de vacas,
borregos y caballos. Entraron a un régimen de excedentes agrícolas que
vendían a los españoles de la Provincia para comprar, con su producto, potros,
vestidos, adornos y otras cosas que sus nuevas formas de vida les exigían.
Muy pronto cogieron afición al vestido europeo, del cual no podían
prescindir después de haberlo adoptado.
Paulatinamente fueron substituyendo sus chozas o ramadas con casas
construidas de adobes con techos de vigas y tierra, haciéndolas más amplias.
Aunque al principio de su evangelización fue muy difícil hacerlos renun-
ciar a sus cabelleras que les llegaban hasta la cintura, constituyendo su mejor
adorno y signo de valor, fueron éstas desapareciendo a medida que se bauti-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
66 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
68 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO VI
La Nueva· España
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 69
que a España se hace de haber sido bárbara y ambiciosa con sus colonias;
sin embargo, es necesario considerar que los conceptos humanos imperantes
todavía en el siglo XYIII eran otros muy distintos a los que ahora nos son
comunes en Occidente. Siendo en Europa el feudalismo un sistema político
y sociul establecido y admitido sin objeción alguna durante siglos, es clara-
mer,te explicable su implantación en América en forma de repartimientos y
encomiendas, así como que aquí el indio ocupara el lugar del siervo europeo,
con la innovación en la encomienda, sobrt: el feudalismo, de que el enco-
mendero se obÍigaba a cuidar, instruir y educar a sus indios encomendados.
Y precisamente el valor ecuménico de la Revolución Francesa reside
en haber combatido tales conceptos imponiendo a la meutalidad occidental
los ideales de libertad para que el individuo decida su propio destino, de
su derecho a los beneficios de la justicia sin distinciones económicas ni so-
ciales, y de la fraternidad que entre todos los hombres de la tierra debe existir;·
principios proclamudos por la religión católica desde sus orígenes.
Y entonces lo admirable es, y de fo cual debemos los mexicanos sentirnos
orgullosos dada nuestra liga sanguínea, que en el mundo haya sido España
la nación primera en prorlamar los deree,hos del hombre, simbolizados en
el indio americano, y en condenar la ~sclavitud ( de la que Inglaterra fue
paladín) a través de diversas disposiciones y leyes, entre éstas la de Indias.
En cuanto a la iglesia católica, ésta ha sido involucrada en el mismo cargo
por sus enemigos que pretenden desplazarla de las conciencias mexicanas
para substituirla e infundü en ellas las teoría¡ positivistas que tanto arraigo
tuvieron todavía a principios de este siglo.
Pero es necesario saber que fue la iglesia la que, representada por
los misioneros que vinieron a la Nueva España, promovió tales principios
humanos y luchó por su cumplimiento con una tenacidad y un valor dignos
de admiración, labor que nos ha legado ]os nombres de Bartolomé de las
Casas, Motolinía, Zumárraga, Vazco de Quiroga, Kino, Garcés, Domingo de
Betanzos y otros muchos más.
Debe comprenderse que .las más nobles intenciones de un conjunto de in-
dividuos como el constituido por los religiosos y las mejores leyes como las·
de Indias expedidas por la corona española. no son poderosas y suficientes
para neutralizar las ambiciones de los hombres, ni destruir en un momento
dado las ideas y los hábitos arraigados a través de siglos.
Los d"fectos de la conquista no fueron obra de España ni de la iglesia
católica, ni tampoco de los espafü,les "c.)mo españoles", sino como hombres
de su tiempo, lo cual no es difícil demostrar puesto que entonces, y todavía
posteriormente, aún en pleno siglo XX, otras naciones nos han hecho ver
la crueldad de que son capaces con las razas que consideran inferiores.
Con excepción de este aspecto negativo, propio de su tiempo, la Nueva
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
72 CLAUDIO DABDOUB
El Noroeste
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 73
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 75
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
76 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 77-
ción norte por los pueblos de Nuestra Señora de los Remedios, Cocóspera,
San Lázaro y San José de Guebani, este último al oriente y próximo al
1ugar que actualmente ocupa Nogales.
De San José de Guebani siguió al poniente unas 60 leguas hasta San
Marcelo del Sonoydag (Sonoíta) a través de rancherías y estancias en las
que él había congregado a los indios comarcanos, para cuyo arraigo los ha-
bituaba al cultivo del maíz, del frijol, del trigo, árboles frutales, la cría de
ganado, etc. De un poblado a otro llegó a hacer jornadas hasta de 16 leguas
a través del desierto gracias a que no le faltaba algún indígena que lo lle-
vara a algún agua je, conocido solamente por ellos. Del Sonoydag siguió
al oriente al agua je del Carrizal, en la Sierra del Pinacate, llamada por él
Santa Brígida o Santa Clara; siguió con rumbo noroeste zigzagueando tras los
aguajes hasta el Río Gila. Cruzó éste y lltgó a San Dionisio, 1.poblado
de los Yumas localizado en el ángulo formado por la confluencia del citado río
con el Colorado. Pasó de regreso el Gila y siguió hacia el sur por la margen
izquierda del Colorado por espacio de cincuenta leguas, a cuyo término
ya los indios quiquimas le habían arreglado una enramada para su descanso.
Estos indígenas habitaban en el lado oriente del río, pero pasaron a la mar-
gen opuesta para recibir al Padre Kino y llevarlo a sus pueblos.
Al día siguiente de su llegada al lugar que le tenían preparado, hicieron
una balsa con árboles cortados ahí mismo y, sentando al Padre sobre una
corita o canasta impermeable tejida de ramas que estos .indios usaban para el
transporte de sus productos a través del río, lo pasaron al otro lado. De aquí
siguió a pie tierra adentro, ya en California, comprobando su teoría de que
ésta era Península. Para mayor comprobación le mandó una carta al Padre
Jesús Ma. Salvatierra a su Misión de Loreto, pero el indio encargado de
llevarlo no la entregó, posiblemente por la distancia y el temor a pasar a
través de tribus hostiles.
El regreso lo hizo por la misma ruta ya descrita, excepto al final, en el
que, antes del punto fronterizo de Guevani, se desvió hacia la Misión de
Nuestra Señora de los Remedios en ahorro de tiempo y distancia, llegando
al punto de partida, su Misión de Nuestra Señora de los Dolores, el 8 de
diciembre de 1701, después de un mes y cinco días de viaje.
A esta hazaña que, muchos años después y realizada po"J",el Capitálti
sonorense Juan Bautista de Anza, hijo del Comandante del Presidio de Tubac
(al norte de Nogales) habría de tener gran resonancia en la Nueva España,
no se le dio gran crédito ni importancia cuando la dio a coo.ocer el Padre
Kino. Fue en Francia en donde 24 años después de realizada por el Mi-
sionno se imprimieron los primeros ·mapas relativos a América haciendo apa-
recer a la Baja California como prolongación condn~ntal, incluyendo una
breve referencia de la descripción hecha por el P. Kino. Y es que cuando
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
78 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 79
perfectamente explicable y no podía ser de otro modo; puesto que eran ellos
quienes estaban creándolo todo.
Sin embargo, esta situación no podían contemplarla con indiferencia los
colonos españoles, ni mucho menos los militares. Los primeros porque veían
con codicia las tierras de los aborígenes y también porque se les impedía
·emplear a éstos como mano de obra gratuita. Los segundos, por la misma ra-
zón, y por_ celo de autoridad.
Como consecuencia, en 1732 y por orden real expedida en Sevilia, Es-
paña, se segregaron de la Gobernación de la Nueva Vizcaya todas sus provincias
del noroeste, y de la Nueva Galicia las de Rosario y Culiacán, forman-
do con ellas la Gobernación de Sonora-Sinaloa, con capital en la Villa de San Fe-
lipe y Santiago de Sinaloa, conse1vándose la misma división política ante-
rior en forma de provincias administradas por alcaldes mayóres. Fue
designaoo gobernador el entonces Capitán General de Sinaloa, coronel Manuel
Berna} de Huidobro.
El conocimiento que puede obtenerse de la actuación de este Gobernador
a través de los distintos historiadores que lo mencionan, produce la impre-
sión de que se propuso demostrar su gran iniciativa y actividad, pero que ca-
recía de los necesarios criterio y habilidad.
Aunque la fecha de su nombramiento fue la que se dice en el pá-
rrafo anterior, tomó posesión de su cargo a mediados del siguiente año o en
enero de 1734 ( difieren en fechas los historiadores), tardanza debida segu-
ramente a la deficiencia de las comunicaciones o a la lentitud de las trami-
taciones burocráticas, procediendo de inmediato a ordenar la ejecución de
cuanta medida consideró necesaria para organizar la administración pública,
militar y fiscal, así como la estructura económica, agraria y social de su
Entidad, sin omitir sus intereses particulares. Organizó las Compañías de
Pardos -indios flecheros- para el resguardo de las pertenencias de la Co-
rona ; implantó el cobro del Real Derecho de Alcabala sobre los comestibles
que se introdujeron a los pueblos, a razón de SEIS REALES por carga, y otras
diversas tributaciones; dispuso la mensura y adjudicación legal de terrenos
comunales a los pueblos, etc., etc., .disposiciones todas que produjeron mucho
disgusto e inquietud, pues se opusieron a ellas los colonos, los militares, los
jesuítas y aun los mismos indígenas, formándose dos grupos: el de los in-
conformes y el de los que apoyaban a Huidobro.
Estos conflictos son muy difíciles de juzgar, particularmente a distan-
cias de tiempo tan grandes y sin documentación suficiente. Sin embargo,
tal vez con bastante acierto puedan deducirse dos conclusiones: la primera,
que seguramente fue correcta la disposición de la Corona Española de asumir
el dominio político del territorio de que se trata, y que de hecho estaba en
manos de los Jesuítas; y segunda, que Huidobro no fue el hombre adecuado.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
82 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL y ALLE DEL YAQUI 83
que los mnos asistieran al catecismo y los adultos a -los oficios religiosos;
auxiliaban al Padre en sus menesteres, etc., etc.
A fin de facilitar su labor y hacerla más eficiente, el m1s10nero inducía
a las tribus a congregar sus diversas rancherías en la más apropiada para la
agricultura y la ganadería; concentraciones que permitían satisfacer en me-
p.or tiempo los deseos de los nuevos conversos, pues dada la escasez de Padres
que siempre se sintió en la Nueva España, éstos se veían obligados a aten-
der a varias congregaciones a la vez, no obstante las distancias que separaban
a unas de otras. Ejemplo asombroso de esta capacidad de trabajo es el Padre
Kino, de quien en páginas anteriores se hizo una breve biografía. En los nue-
vos pueb]os levantaban los indígenas la casa para la iglesia y la que había
de servir para uso del Padre, consistentes ambas en enramadas provisionales.
Logrado todo lo anterior, los indígenas eran inducidos a cultivru- sus tie-
rras con las plantas ya conocidas entre ellos; se les enseñaban nuevos cultivos
adecuados al lugar, dándoseles las semillas, se les entregaban algunas ca-
bezas de distintas clases de ganado y, posteriormente, se les enseñaban los
oficios más comunes y útiles.
De las tierras puestas en cultivo en cada pueblo, a la misión se le
asignaba un lote que era atendido por los mismos aborígenes y su producto
se destinaba al sostenimiento de los Padres, construcción y conserv1.ción
de iglesias, provisión de ornamentos y demás necesidades. El resto de las se-
menteras era propiedad de la comunidad y todos las trabajaban; se alimen-
taban con sus frutos y, con la venta de los excedentes, compraban telas,
ropa, adornos y demás cosas que les eran necesarias.
Las tierras habían sido y seguían siendo suyas, las cultivaban en común
y todos ellos disfrutaban de sus productos. En cuanto a su extensión, no había
más límite que su deseo o su capacidad, excepto cuando el área cultivable o
la cantidad de agua disponible eran reducidas.
No transcurría mucho tiempo sin que se viera a estos indígenas vestidos;
a. los varones con sombrero, camisa, pantalón y calzando, cuando menos,
huaraches; a las mujeres con sus grandes rebozos, sus blusas y sus amplias y
largas enaguas de telas de algodón; todos contentos y dedicados al trabajo.
Ellos bien montados en sus propios animales, con buenas sillas y jugando
sus cabalgaduras con tanta seguridad y maestría como si siempre las hubieran
te1.ido. (Esta exposición se refiere particularmente a la zona que ahora ocu-
pa el Estado de Sonora.)
La autoridad civil era ejercida por el Gobernador. Comúnmente se de-
signaba como tal al jefe de la tribu, entregándole la vara de mando y
asignándole el título. Algunas tribus tenían además, su capitán, otras no,
y en este caso el mismo Gobernador asumía esta función. Desempeñaba tam-
bién las funciones propias del mayordomo en las labores agrícolas o ganaderas.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
84 CLAUDIO DABDOUB
La Provinci,a de Ostimuri
y la Región del Y aqui.
Nueva Vizcaya, sobre los pueblos del Y aqui, escribió: " ... y aún siendo sus
pueblos de mucha más gente que los otros (se refiere a los de su Diócesis)
les faltan dos partes de las tres que andan fuera dispersos en aquellas pro-
vincias y en la Vizcaya ... " y detalla la situación de cada uno de los ocho
pueblos dando el número de habitantes que aún quedaban después de que
sus dos terceras partes los habían abandonado a consecuencia de las guerras
en que años antes se vieron envueltos y que les trajeron una persecución des-
piadada de parte del gobierno. Para dar una idea de la importancia derno- •
gráfica que tenían estos pueblos antes de las persecuciones dichas, a con-
tinuación se presenta una relación de los mismos con el número de personas
en cada uno de ellos, según el P. Romeral, y de las que deben haber sido en
1735, según lo antes expueslo:
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALU DEL YAQUI 87
r
había conservado indepencliente del gobierno rspañol, pues si es cierto que
lo reconocía, también lo es que ella se gobernaba de acuerdo con sus propias
tradiciones, nombraba ·sus propios gobernadores, capitanes, etc., y disfrutaba,
con respecto a todas las demás tribus, del privilegio de poseer sus armas. Era
también la única que conservaba incólume la posesión íntegra de sus tierras,
P.Uesno se sabe que entre ellos hayan permitido la convivencia de hombres
blancos, excepto la de los padres misioneros. En toda la Nuevv. España había
haciendas, estancias ganaderas y reales de minas de españoles; pero con respec-
to al Yaqui, no ·hay datos que permitan afirmar que haya habido· hasta
entonces uno solo de estos establecimientos, características exclusivas de esta
raza, que al lector le permitirán ir conociéndola y comprender las razones
que la impulsaron a persistir, durante siglos, en esa actitud que le ha dado
la i~justa fama de salvaje y sanguinaria.
CAPITULO VÍI
GUERRAS
DELYAQUI
A.ntecedentes
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 89
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 91
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
92 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 93
El tta,t,ado de paz
• • •
No obstante haberse logrado la pacificación de las tribus yaqui y mayo,
el Gral. Huidobro fue llamado a México por el Virrey, y destituido, como
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 97
de blancos. De éstos, se calcula que perecieron no menos de mil <33 >, habiendo
huído los que lograron salvarse.
Las grandes extensiones de tierras en plena producción, los millares de
cabezas de ganado en incremento constante y el sinnúmero de reales de minas
en explotación, que en conjunto hacían un centro económico de la zona sur
de lo que ahora es el Estado de Sonora, habían desaparecido casi en su
totalidad. Quedaban, si acaso, vestigios dispersos de estas fuentes de riqueza.
Pero si es lamentable la destrucción de la obra material realizada en
más de un siglo de labor inteligente y tesonera, más aún lo es el aniquila-
miento de la obra espiritual. La primera ha podido reponerse; la segunda
no se logra aún: los mayos casi han desaparecido, y los que aún quedan,
viven como el resto de los indígenas del país: semi-segregados y en condi-
ciones infrahumanas. Los yaquis, l1emendamente disminuidos como tribu y
físicamente carcomidos por las enfermedades derivadas de su exigua alimen-
tación y del ambiente insal.ubre, han logrado conservarse como nación inde-
pendiente con cuando menos parte., de su suelo patrio, su lengua, costumbres
tradiciones; pero las condiciones <le vida que conocieron hasta antes de su
insurrección en 1740 no han vuelto a verlas.
Este retroceso se inició en el noroeste a partir de la muerte del P. Kino.
Al fallecer este notable misionero, las tribus norteñas de la entonces Pro-
vincia de Sonora, particularmente las del río Gila, iniciaron su dispersión
volviendo a su anterior forma de vida seminómada, convirtiéndose nueva-
mente en elementos perjudiciales para la Provincia por sus frecuentes asaltos
y robos.
Después, a partir de la administración del gobernador Huidobro, se
produjeron los levantamientos del resto de los indígenas de toda la Goberna-
ción. Primero los pericúes de Baja California, luego los yaquis y mayos,
enseguida los seris, que aunque nunca vivieron pacificados por completo,
tampoco estaban precisamenle en rebeldía; pero desde 1742 en que se estableció
el Presidio del Pitic por Vildósola y ellos consideraron que se les quitaban
tierras suyas, se manifestó en la tribu un estado de inquietud que culminó
con su rebelión franca en 1750, dando lugar a la primera Jeportación de
indígenas sonorenses hacia el interior del país y Yucatán. ¡ Fueron las pri-
meras manifestaciones (juntamente con las persecuciones religiosas) de una
nueva época ideológica! A los seris siguieron casi simultáneamente los pimas
altos y pápagos; después las tribus del río Fuerte instigadas por yaquis y
mayos, según se dijo anteriormente, y, des,ie la fecha que hemos marcado
como inicial de esta efervescencia ( 1711), la rebelión de todos los aborígenes
del noroeste constituyó un Yerdadero problema para las autoridades españo-
las, prolongado hasta años recientes por yaquis y mayos, con incalculables
perjuicios para nuestra Entidad.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 99
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
100 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 101
la evolución del noroeste de México: "Pues si bien es cierto que los indígenas
resultaron seriamente perjudicados con la expulsión, ya que sin la tutela
de los misioneros quedaron a merced de la explotación de los españoles, de
los criollos y aun de los mestizos, no sin que opusieran tenaz resis-
tencia, también es verdad que para éstos constituyó la expulsión un
enorme beneficio, puesto que A MAS DE LAS POSIBILIDADES DE ENRI-
QUECIMIENTO ILEGAL POR EL DESPOJO DE LAS TIERRAS, la desorga-
nización de las misiones les proporcionó, a poco costo, labradores que se las cul-
tivasen, pastores que les apacentasen sus ganados y jornaleros para el laboreo
de las minas, al mismo tiempo que se eliminaba de los mercados a su in-
vencible competidor. . . La guerra se desarrollaba con inusitada activi-
dad en la Provincia de Sonora ... "
El autor de la "Crónica de Valle del Yaqui", que sólo es un aficionado
a la historia, se concreta a exponer la situación como es descrita y comen-
tada por dos historiadores de tendencia ideológica distinta ( don Roberto .
Acosta-Prof. Laureano Calvo), para que sea el lector quien juzgue los hechos
y las consecuencias que para la región del Yaqui en particular, y para el Es-
tado de Sonora en general, tuvo el procedimiento seguido en la implanta-
ción de una nueva forma de gobierno.
estableció una escuelita de primeras letras, estimuló la siembra del algodón, del
añil y de la grana, y los adiestró en multitud de industrias. Enseñó a los
yaquis a tejer el algodón y la lana en telares o tornos, de los cuales trajo
los primeros a los cinco años de su llegada.
Con esa habilidad que los miembros de esta tribu han demostrado poseer
para aprender y desempefü,r eficientemente cualquier actividad, pronto cons-
truyeron más telares, tan bien hechos que, entusiasmado el Padre Valdez,
trajo de Querétaro a un maestro tejedor muy competente que enseñó a los
indios este oficio, extendiéndose esta industria al Mayo, al Fuerte y
a las Provincias de Ostimuri y Sonora.
A iniciativa del mismo Padre se llevaron semillas de lino a los pue-
blos de Potam y Rahum, produciéndose muy buenas cosechas de esta semilla;
en Potam instaló una fábrica de medias y en Rahum un obraje para el be-
neficio de la lana, para lo que se trajo a un maestro lanero que enseñara
a diez aprendices; trajo también a yn maestro sombrerero y le entr:egó seis in-
dios para que les enseñara el oficio. ¡Volvía el Y aquí a disfrutar nueva época
de esplendor! Aunque no igualaba a la que había conocido años atrás, sin
embargo probaba que sus indios saben incorporarse al esfuerzo nacional
de superación mientras se les respeten sus formas de vida y la integridad de
su patria. Durante la permanencia del Padre Valdez entre ellos, revelaron
gran habilidad en diversas artes y oficios, resultando muy buenos carpinteros,
herreros, albañiles y hasta maestros fundidores de campanas, enseñados por
el citado Padre, quien, en 1792 y a consecuencia de sus muchos años y acha-
ques, se retiró del Y aqui y pasó al Real de Baroyeca, entonces cabecera de
la Provincia de Ostirnuri.
Estando el Padre Valdez en Baroyeca descubrió una de las minas más
ricas con que contó este Real, iniciándose en el mineral un gran auge.
Río Yaqui.-La visita del ·-Obispo de los Reyes fue en la época del P.
Valdez, e informando sobre la misma dice: "La iglesia de Bacum se man-
tiene con mucha decencia, y los gastos de ornamentos y su culto se costean
de las siembras que hacen de comunidad los indios y de los productos de los
ganados y caballada, llevando esta ]\fisión una cuenta muy clara y exacta
de las entradas y salidas. La iglesia de Cócorit está destechada y la casa del
Padre amenazando ruina, porque mal aconsejados los indios de las fami-
lias de mulatos y gente de razón que viven con ellos, no quieren trabajar
de comunidad para mantener a su padre ministro, y culto de su iglesia.
El gobierno de estos indios y puebles es particular y ha variado muy
poco del que tenían en tiempo de los expatriados misioneros (se refiere
a los Jesuítas). El Gobernador de la Provincia nombra y autoriza con acuer-
do y propuesta que le hacen los padres ministros de doctrina, un Capitán Ge-
neral que lo es de toda la nación. Este forma y tiene arregladas compañías de
soldados con sus capitanes y oficiales subalternos, llevando todos sus corres-
pondientes insignias, para ser conocidos y obedecidos en las continuas oca-
siones que se ofrecen de perseguir a los enemigos.
En cada pueblo nombra y autoriza el Alcalde Mayor de la Provincia
los indios Justicias que el padre ministro le propone; y éstos son los que tie-
nen a su cargo los bienes de comunidad, haciendo el Gobernador ( del pue-
blo) el oficio de mayordomo ... , casi todos crían ganado menor y las indias
fabrican algunos tejidos de lana, con un inmenso y prolijo trabajo, por
haber ignorado hasta ahora el uso de los tornos y telares.
Actualmente se ha establecido una fábrica de telares y tornos para lana
y algodón a solicitud del rnbredicho don Francisco Joaquín Valdez que ms-
truye y persuade a los indios ...
Las costumbres de los yaquis son en general, menos desarregladas que
los de otras naciones donde las mal meditadas órdenes del Gobierno y la to-
lerancia, o mal ejemplo de sus misioneros y ministros de doctrina los ha
viciado y casi perdido. Los yaquis son muy aplicados· al culto y decencia
de sus iglesias, obedientes a sus padres ministros de doctrina y se exceden
hasta el extremo de supersticiosos en el culto y fiestas de sus santos ... "
De cada uno de los pueblos restantes, dice el Obispo que son como
ya se ha descrit°' haciendo excepción de Huiribis, que se ha viciado y des-
ordenado mucho. Fray Antonio de los Reyes agrega una nota haciendo una
observación que confirma Jo expuesto años antes por el Obispo Tamarón y
Romeral ( de quien se tomaron los datos de la población yaqui detallados en
la página 121), al decir que no se ha podido levantar un censo de los habi-
tantes de estos pueblos debido a su costumbre de salir constantemente a tra-
bajar a las haciendas, minerales y placeres de oro de las provincias vecinas,
de la Nueva Vizcaya (Durango) y otros muchos lugares. (Se iban hasta
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 105
la Misión de Loreto, Baja California, al buceo de perlas para el que eran muy
solicitados por su habilidad.)
Después de que el P. Valdez salió del Ya qui, faltó a estos indígenas
un guía que encauzara sus vidas y que contuviera la labor de los traficantes
blancos y mulatos que, por baratijas y licor, los despojaban de su dinero
induciéndolos al vicio y desórdenes consiguientes. Corno consecuencia de este
abandono, fue decayendo su entusiasmo por el trabajo y se relajó la dis-
ciplina de la tribu, que perdió el aprecio y el respeto no solamente a las
autoridades civiles y militares sino también a los sacerdotes.
Aproximadamente en el año de 1804 se agravó esta situación, con riesgo
de que se sublevaran, al apropiarse un español influyente, del Presidio de
Buena vista, de cerca de cuatro leguas de terrenos inmediatos a Los .Hornos
(lugar del Yaqui a donde llegaron los primeros conquistadores- españoles
y después los primeros misioneros), terrenos que la tribu yaqui siempre con-
sideró suyos. <3 s>
Tal era el estado en que se encontraban los indios del noroeste al de-
clararse la Guerra de Independencia Mexicana, durante la cual los aborígenes
permanecieron indiferentes.
En el Yaqui, esta situación se prolongó hasta el año de 1825, cerrán•
dose para la tribu un período de 82 años (1743-1825) de una paz muy re-
lativa en que su odio al blanco se acentuaba cada vez más.
Deducciones
Por la margen derecha del río Y aqui, los lorneríos llegan hasta el sur
de Estación Corral y cerca de Bacum. En cambio, por la margen izquierda.
desaparecen antes de Cócorit y . el terreno, en general, es más bajo en este
lado, ascendiendo ligeramente hacia el oriente, por lo que parece muy ló-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
....-~--
......... .._ ..,............ ,..u..-.--T"4'UI •
_____
'-- - ......,,...........
• ...... ttl.111 ..._
.....,....
................
-,,---.~ ~·-----
......
'--
_,....,..._,,,, .......
......
.......
____
~ .........,u_....,
......_ ,,
_.,__....,,..._,1,JH-
,,...,. - l.tW. - H,flf --
._...., ,._ 1.141 - 111,MI --
,_,...""'~-
~-.,.... .. MI..
..--.,,.- ---
~c.-...•o...- .. _
.......... c.-.,,-.
~
,.,_o.-..,-.,u-, .. .... -.U.'1'4M...-
"''
e "'--••c_._1,,1u-,
.- .......
-----~ .- ..---
-•taC--,.11-
~
i.. ..._
-,••--
.......
,_,
-.._.
! ...
_
----
......
-.
" .......
••IMI
..
_.._~,
.........
1 ...
~-.....-
~1.111-.. ..... .
--~"·---
._...._..,
....,.__,_...._...,_,_
o... .... -.;''""'·º'·"·
~c.-.,,, __
....... c.-.,,-.
fllll11,IUM -+-~--..
~+t....:_ ... "!~ :. '"' y••;••H•
¿'l's
-e _,I L
~
.
!
e,
F ......,,-==---:J1-
~' ·-
Di...GR:AMAoc MAN.ZANA
~
~-
~ '
~.-\r
.,. --'l ----------
"\~.
,._ ..____
-----'1'<11.l.a:-.TMl'II ,
1U, ___ _
:=- .....
....-..
S\/P. DEL M\JN)Cll'I() DE C-Ul!MB.u;oo Kmt,;J
...
1-■--.....
~~
1,M..--.1••-
1111 ____ .,_._
--
,,.__....
llL----
.. ,.~o-.
1111--ciot.
!:!:::::-,-:.
.....
=- \
PLANODE LOSVALLES····--- lll~- 1,, .. ___._.._..
!!::.==-:: ...
IMo.-Clll.~----
...
111 .......c.t.~
.. ~.A41t.lt
__ ,..... ....
uu.-....- ....
_.......,.
Htl.~
_
\
YAQU!Y MAYO 11~-L-
IMl--
,,,._.........
'-,
111a---6,I,......,....,_
.....
uu.-
___
.... _
uM...-....~
••11,~
111,.------
.. -
,-..-, .. °'1aN,
~~ __ ,,,_:..,-·-
,_
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 107
g1co que en épocas muy anteriores a la conquista, .el río haya seguido el
último curso descrito (Río Muerto No. 3). A través de siglos, los materia-
les arrastrados por sus aguas y los traídos de las sierras por la erosión
de los vientos y lluvias, pueden haber obstruido esta vía cuando ya las
grandes avenidas del río habían abierto otros cauces, predominando el que,
después de un recorrido de algunos kil'ómetros hacia el poniente hasta pa-
sar por San José de Bacum, se desviaba al sur para unirse al cauce anterior
en el lugar en que todavía se ve, por los mapas, la confluencia de ambos ríos
muertos (3 y 1). Este cauce, que hemos designado por No. 1, iniciado en
San José de Bacum, muy probablemente sufrió igual suerte que su predecesor
y el río se desvió otro trecho hacia el oeste hasta cerca del actual Potarn, y
luego al norte hasta desembocar en los esteros de Las Tortugas todavía hasta
una época muy reciente, sobre la que existen los datos siguientes,. que aun-
que no son precisos, valen la pena de ser conocidos:
Ya en páginas anteriores de esta· mü,ma crónica se dice que hasta la
época del Padre Kino el principal puerto de la región era el Ilamado Del
Y aquí, en Belern, que se encuentra sobre el curso del Río Muerto designado
por No. 2 que llega al estero de Las Tortugas. Don Roberto Acosta, en Apun-
tes Históricos Sonorenses, página No. 128, cita a Francisco Vel asco (N otici,a,s
Estadísticas del Estado de Sonora, páginas 35 y 77) para decir: "Una de las
inundaciones más memorables fue la que se registró el 16 de agosto de
1770, que causó muchas muertes y desastres y acabó con casi todos los pue-
blos del río y en el que la corriente de éste, desde el pueblo de Potam
abandonó su curso para formar una nueva boca y setenta años después ( 1840),
con motivo de unas grandes lluvias, el río varió nuevamente su curso, abriendo
su cauce entre los pueblos de Potam y Rahum en el paraje llamado el Sánic,
que está a la medianía de dichos pueblos. POR DONDE ABRIO SU NUE-
VA CAJA, DEJANDO EN SECO SU CURSO ANTIGUO CON GRAN ASOM-
BRO DE AQUELLOS PUEBLOS ... " Indudablemente que fueron estas dos
inundaciones las que dieron al Y aqui el curso que hoy tiene, y que convir-
tieron en río muerto el anterior que descargaba en Las Tortugas.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
108 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO VIII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 109
sin más pausas que las indispensables para rehacerse antes que entregarse
vencido.
Teniendo por jefe a Juan Ignacio Jusacamea, llamado por los de su
raza luan Banderas, secretamente revivieron (si es que había muerto) el
convenio de federación celebrado con los mayos al preparar su insurrección
. de 1737, y, al que en esta ocasión, se adh.i.rieron los jefes Virgen y Dolores
Gutiérrez, de la vecina tribu ópata. Al igu3l que los insurgentes, los indios
tomaron por enseña una imagen de la Virgen de Guadalupe. Los principios
de su causa fueron los mismos en que apoyaron su movimiento en 1740: for-
mar una federación de tribus gobernadas por un jefe único; independizarse
de la autoridad gubernamental nacional y eliminar de sus tierras a los blan-
cos, exterminándolos totalmente, como medio de lograr sus aspiraciones (se-
ñaladas en la página 125 de esta obra).
Casi en todo acontecimiento humano hay un conjunto escalonado de
motivos que lo fermentan, y uno particular y último que lo hace aflorar o
manifestarse abruptamente. Los motivos de esta sublevación se han descrito
en los anteriores renglones; el final que la hizo estallar fue la pretensión
de las autoridades locales de exigir a los indígenas el pago de contribuciones
municipales y prediales, previa mensura y avalúo de las fincas urbanas y
rurales. (Repetición del caso Huidobro ocurrido durante el virreinato, en 1734.)
A mediados de 1825 los pueblos yaquis manifestaron su inconformidad
por conducto de una comisión, la que fue aprehendida por el jefe local de
las armas y la sublevación estalló. <37 > El jefe de las armas ordenó el fusi-
lamiento de los prisioneros, lo que enardeció a los rebeldes y acabó en ellos,
para siempre, consideración alguna hacia sus enemigos.
Aunque el movimiento fue de breve duración, hubo muchos muertos,
robos e incendios, habiendo quedado en la obscuridad los detalles de la
pacificación. De las varias fuentes consultadas, el Dr, Fortunato Hernández,
en página 112 de su obra ya cita<la, tiene una expresión que no puede me•.
nos que juzgarse como muy sincera, pues dice: "Calmada la insurrección
por causas que no dicen los historiadores ... "
Sin embargo, el siguiente año de 1826 volvió a levantarse Juan Banderas
obligando al Primer Congreso Constituyente del Estado de Occidente (Sonora-
Sinaloa) , que se reunía en su residencia de El Fuerte, a emigrar a Cosalá
en busca de seguridad para sus deliberaciones, pues había la amenaza de
una guerra tan sangrienta y cruel como la anterior. El Comandante General
en el Estado, general José Figueroa, movilizó tropas y voluntarios y fue
auxiliado, además, por una ~ección de soldados traída desde Chihuahua. Hubo
varios encuentros entre las tropas del gobierno y los indígenas, pero final-
mente y con la intervención del Presbítero Antonio Félix de Castro, padrino
de Banderas, éste se sometió, <37 > siendo indultado por los gobiernos federal
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
110 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 111
n. 'Za blanca; pero fue él quien introdujo entre los aborígenes el uso de las
a mas de fuego y la fabricación de pólvora, para lo cual obtuvo los servi-
ci..s de algunos yoris. Enriqueció las poblaciones ribereñas del Y aqui y
de,· Mayo con el botín arrancado a otros pueblos, lanzó de sus dominios a
la gente de razón y, a su raza, le dejó como herencia la convicción de su in-
fluencia en los destinos regionales, creencia que ha llegado a verificarse en
el curso de varias generacicmes. (Francisco de P. Troncoso y Dr. Fortunato
Hernández.)
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 113
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 115
la noche, porque según se dijo, los indios se habían echado sobre la guardia.
Si pretendieron fugarse, o no, los indios encerrados en la iglesia, sólo lo supo el
coronel Bustamante; lo cierto es que en aquella hora se rompió sobre ellos
el fuego, produciendo una confusión indescriptible. La artillería se colocó en la
puerta del edificio e hizo disparos con metralla sobre aquella multitud inde-
fensa ; el templo se incendió y perecieron más de 70 indios, logrando escapar
el resto en medio de la confusión y el desorden."
Y en estos. momentos críticos, en los que parece que ya todo está per-
dido, cuando en los pueblos vigorosos surge el hombre superdotado que se
impone a lo imposible y c-ambia el curso de la historia. José María Leyva
Cajeme (abstemio, en cahíta), encarnando la altivez de su raza, impulsado
por el espíritu de ella fraguado en quién sabe cuantos siglos de luchas en
po;5 de los más elementales derechos humanos, Patria y Libertad, 7:-seentrega .
a la ca usa de sus hermanos de sangre que no podían concebir que la es-
clavitud fuera la aÍternativa de la muerte, sino su sinónimo. ¡Y tenían razón!
Y al igual que sus antecesores que cerraron a los conquistadores es-
pañoles la entrada a Sonora; que Muni y Bernabé; que Juan Banderas;
Mateo Marquín, etc., Cajeme alentó en sus hermanos la energía requerida
para pasear por todo el sur del &tado sus triunfos y derrotas, estimulados
por el característico percutir de sus tambores guerreros y por su emblema
eterno: EL YAQUI PARA LOS YAQUIS ... O PARA NADIE.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 117
¡ Qué jugadas del destino! Quien pronto habría de ser uno de los más
destacados caudillos de la tribu Yaqui, el famoso "Ca jeme", que legaría su
apodo a una de las regiones más conocidas y pu jan tes de la república ¿ cuándo
hubiera podido suponer que su pieza de caza era nada menos que el hombre
que habría de forjar el emporio agrícola más importante de México en el
propio territorio de su tribu?
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 119
.embargo, esta derrota de los indios no fue más que el •principio de esta gue-
rra.
El gobernador avanzó hacia el centro del territorio de los indígenas, per-
siguiéndolos, pero éstos se defendían en los bosques organizados en pequeños
grupos, hasta que Pesqueira se vió obligado a retirarse para atender la revo-
·lución que tomaba fuerza en el estado.
No habiendo logrado aniquilar ni rendir a los yaquis, éstos quedaron or-
gullosos con su r.esistencia, substraídos a la obediencia del gobierno del esta-
do y Cajeme poseedor de un gran prestigio, como consecuencia de la retirada
de las fuerzas de Pesqueira.
El nuevo jefe de la trjbu reorganizó el sistema político de la misma dán-
doles a sus pueblos gobernadores, alcaldes, temastianes ( sacerdotes iydígenas) ,
etc., Restableció la importancia de las asambleas populares convocándolas cada
vez que creía necesario someter a la consideración de la tribu algún asunto,
a cuyas resoluciones se sujetaba. También organizó la hacienda creando ingre-
sos mediante la imposición de impuestos a las lanchas que hacían el comer-
, cip entre el puerto de Guaymas y Médano, por la desembocadura del río; co-
braba derechos de pea je a los que traficaban por tierra y vendía la sal que
hacía extraer de los grandes criaderos que hay en el litoral de su "nación"
Cobraba rescate por el ganado que cogía perteneciente a los ranchos inme-
diatos.
Además de esto, hacía que cada pueblo, tanto del Yaquí como del Mayo,
destinara por cierto tiempo un número de indígenas que sembraran y co-
sectaran maíz y frijol para el jefe de la tribu, pagando los mismos pueblos
a los trabajadores dedicados a estas labores.
Para hacerse de elementos de guerra, despojaban de sus armas a los
viajeros y a los desertores del ejército, que entre los yaquis encontraban re-
fugio seguro; a los patrones de las lanchas que iban a Guymas les exigían
una determinada cantidad de cartuchos, que también adquirían por compra
los indios que salían a dicho puerto, ·a las haciendas y a los minerales próxi-
mos, pagándolos a muy buen precio. Otra de las disposiciones de guerra del
caudillo fue la obligación para los gobernadores de los pueblos de ambos ríos,
de tener siempre listos, bien armados y equipados, cierto número de hombres.
Cajeme adoptó el titulo de capitán general de los ríos Yáqui y Mayo,
designando en este último un lugarteniente que ejecutaba sus órdenes estric-
tamente. Tuvo al principio un teniente general, Loreto Molina, pero pronto
se disgustó con él y lo obligó a salir del Yaqui.
No Jodían haber faltado los movimientos de oposición en su contra, pe-
ro siempre los dominó. En una ocasión se tramó. una conspiración para pro-
vocar un levantamiento y quitarle el mando, pero la descubrió oportunamente
y mandó fusilar a todos los que la encabezaron. En otra ocasión, un indio
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
120 CLA:UDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 121
que hago alusión sufrió del gobierno del Sr. Ignacio Pesqueira en las diver-
sas correrías que dicho funcionario dispuso se hicieran en su contra, con
pretextos más o menos plausibles, en el largo período de veinte años que
duró su administración, con la causa de que separados del movimiento civili-
zador del estado de Sonora, hayan permanecido en su desconfianza, sustraídos
a la vida común de los pueblos limítrofes, procurando gobernarse por sí
mismos, negando siempre que les fue posible la obediencia a aquel gobierno
del estado, que en lugar de hacerles probar las ventajas de la vida civilizada,
los perseguía cuando a su intento de política se ofrecía, obligándolos a per-
sistir en su estado de salvajismo.
No faltaron ni faltan entre esos indios algunos cabecil1as que exploten
las circunstancias en que ~e hallan, y se les ha vísto dominados, conforme
a sus usos primitivos; y hoy día, José M. Cajeme es el jefe a quien recono-
cen, sin que intervengan las autoridades legítimas para nada en su especial
manera de vivir.
Ese jefe es un hombre que mal lee y escribe, y que en tiempo de la
intervención sirvió como sargento en uno de los cuerpos de infantería que
se organizaron para la defensa nacional, cosa que le dio algún prestigio entre
los suyos, y que acabó por colocarlo entre 'ellos como hombre principal. El
verdadero valor de este cacique, en la actualidad es poco, pues los constan-
tes abusos que comete han acabado con su prestigio, y sus graves enferme-
dades con su actividad, pues últimamente se encuentra postrado en la más
completa inacción, debido a los males crónicos que padece.
Los indios Mayos muy especialmente, mal soportan su tiránica domina-
ción, e i;fluenciados como están por la vecindad de los habitantes de Navo-
joa, posible sería separarlos en caso ofrecido de los Yaquis. Sólo los holgaza-
nes de que está rodeado Cajeme, será, según se me asegura, con los que en
rigor cuente en caso de que por medios conciliadores se pretenda ocupar mi-
litarmente esas comarcas, teniendo en definitiva que· hacer la guerra única-
mente a esa pequeña porción, después de haber prudentemente separado a los
demás de la mala causa que los une.
El mayor número de combatientes que todos unidos pueden presentar,
será de poco más de dos mil hombres, de los que trescientos tendrán armas
de repetición, algunos mil fusiles del antiguo sistema y el resto flechas.
Los vecinos de Navojoa a que hago al41ión, han sostenido por sí solo•
las irrupcio..,es que sobre ellos han hecho los indios; y avezados como están
a los peligros de esa clase de guerra, conocedores de los usos de sus natura-
les enemigos, e interesados más que ningunos otros en acabar con su pre-
ponderancia, se prestarán gustosos a formar ~os o tres compañí¡¡s francas,
cuyos serviciso serán de grandr utilidad, si ,r
fin se resuelve como creo,
obligar a ponerse bajo la obediencia del gobierno a las tribus en relación.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
122 CLAUDIO DABDOUB
Las tierras del Y aqui y Mayo, de las que acompaño el croquis que más
puede aproximarse a su verdadera situación, son las más Ieraces del estado
de Sonora; y esas tribus que las habitan, ascienden próximamente a catorce
mil individuos; pocos pueblos verdaderamente habitados tienen, pues según
las estaciones y trabajos a que se dedican, cambios de residencia contentándo-
se con vivir a la sombra de los árboles, o guarecidos en chozas construidas
ligeramente. Muchos de esos indígenas salen a trabajar, derramándose en todo
d estado, y han llegado a ser los mejores brazos de servicio en Sonora, pues.
son fuertes por organización y tenaces en las tareas.
Por lo expuesto, he creído que la mayor parte de esa gente es suscep-
tible de civilización; que haciéndoles probar las ventajas de la vida social,
entrarían en ella, y que más bien que una guerra de exterminio en su contra
(los subrayados son del autor de la crónica). se debería simplemente ocupar
los terrenos donde habitan, persiguiendo a los pocos que fuera necesario, de-
jando en pósesión a los demás de _,alguna parte de tierra necesario, dejando
en posición a los demás de alguna parte de tierra distribuida conYenientc-
mente.
Esta idea la apoyo también en que siendo tan escaso de habitantes el
estado de Sonora, y con la peligrosa inmigración que actualmente tiene. in-
migración que amenaza ahogar allí el elemento nacional, más urgente se
hace aprovechar cuanto antes esas tribus, que hoy son una cantidad negati-
va entre los habitantes de-1 estado, y mañana podrán ser un precioso y ne-
cesario contingente de resistencia.
Varias gestiones se han hecho para que se efectúe una campaña en el
Yaqui y Mayo, y hoy acompaño tres piezas relatiYas. numeradas del 5 al 7,
comprendiendo una interesante nota que se sirvió dirigirse el 6 del actual
el Sr. gobernador Luis E. Torres, con los dos anexos a que ella se refiere.
siendo el prime:o de los cuales, la excitativa que sobre la campaña dicha
elevó a ese Ministerio el propio funcionario el 30 de noviembre del año
pasado, y el segundo el acuerdo previo de la legislación sobre el mismo ob-
jeto, donde se ven diversas consideraciones de importancia. (Los documentos
mencionados por el Gral. Reyes son: carta del gobernador Torres para el
secretario de guerra y marina acompañándole el aeuerdo de la legislatura
del estado, y el acuerdo susodicho; ambos solicitandtl del gobierno federal
el envío de 1,000 hombres para ocupar los territorios Y aquí y Mayo, permi-
tiendo con n presencia la colonización de los mismos.)
"Las varias versiones hechas por la prensa oficial, sobre licenciar una
parte del ejército, me han sugerido una idea referente a la ocupación del
Y aqui y Mayo, y que por si acaso fuere de tomarse en consideración, me per-
mito iniciar sin desarrollarla del todo, por si fuese ociosa su manifestación.
Dado el supuesto que se pretendiera dar de baja algunas tropas, la pri-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 123
mera dificultad sería tener una provechosa ocupación para multitud de ser-
vidores de la nación, que tal vez se habían envejecido en la carrera militar
y que tendrían que retirarse de ella sin patrimonio alguno. A esas tropas se
podrían dedicar a ocupar las fértiles tierras a que vengo refiriéndome, re-
partiéndoseles una parte de ellas después, según su categoría, y obligándolos
con un sistema secillo de colonización a seguir bajo la obediencia de sus ofi-
ciales, percibiendo sueldo por un poco de tiempo, entre tanto podrían lograr
el fruto de sus trabajos.
Se conseguiría con este medio, además de lo dicho, acabar para siempre
en la localidad a que hago alusión, con la inconveniente influencia de los
indígenas, y con las probabilidades de sus revueltas; aumentar la población
de Sonora, que tanto necesita de ser reforzada con motivG de la inmigración
extranjera, y levantar con gente patriota el espíritu nacional eJ· el citado
estado.
Al ocuparse el Yaqui y Mayo, de cualquier modo que sea, se va a tro-
pezar con dificultades para satisfacer la avidez de todos los que han denun-
ciado terrenos allí; pues tengo datos, y en . el anexo número 5 se habla de
esto, donde consta haberse hecho denuncios que exceden en mucho a la ex-
tensión de tierra que esos ríos abrazan; y 'de atender esos denuncios, queda-
rán sin nada absolutamente los desgraciados indios, desposeídos entonces hasta
de lo más necesario para vivir. Por lo que, para la repartición de lotes, ya
sea que se atiendan o no mis proposiciones anteriores, creo que se necc 1ita
una disposición especial que salve los inconvenientes que este excepcional caso
presenta.
Estando en Guaymas el mes anterior, me presentó el señor jefe de ha,
cienda un telegrama de la tesorería, en que se le expresaba que quedaba yo
autorizado para hacer los gastos necesarios en organizar fuerzas que redu-
jeran la sublevación de los indios Y aquis; y me apresuré luego a manifestar
en parte telegráfico del 22 del propio mes, que habían cesado las alarmas
referentes al levantamiento aludido, porque sin razón corrió la voz en So-
nora de que los indios hacían preparativos, especie que no es exacta, pues
si bien es cierto que se encuentran, como he dicho, fuera de la obediencia
del gobierno, merodeando clandestinamente algunas veces, pocos de ellos en
las pequeñas rancherías circunvecinas, y amenazando y hasta robando a los
viajeros que se internan en sus comarcas, cierto es también que no intentan
hasta ahora un levantamiento general.
Con los informes que expongo, ya ese ministerio se podrá formar una
verdadera idea de las circunstancias y de las cosas de que vengo hablando,
y sabrá resolver lo que fuere conveniente."
La respuesta del secretario de guerra fue la siguiente, fechada en julio
19 de 1881: "He dado cuenta al presidente de la república con el oficio de
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
124 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 125
ciar los titánicos esfuerzos desplegl:!.dospor sus hijos por hacer florecer estas
áridas y abandonadas planicies mexicanas y que _tan expuestas estuvieron
de ser segregados de la patria.
Los citado indios siguen a la defensiva, y las fuerzas· del Estado por su im-
potencia no se movieron más. El nuevo Gobernador dispone que sólo en caso
de ataque •se defiendan las poblaciones hasta que ese Supremo Gobierno
resuelva sobre el particular, y yo suplico su resolución.-B. Reyes"
Estos sucesos pusieron a las tribus de que se trata en lo que pudiera cali-
•ficarse de "estado de guerra". Las reuniones de sus jefes eran frecuentes, las
moviiizaciones constantes; los asaltos y robos a los ranchos próximos, así como
sus amenazas a las poblaciones comarcanas mantenían a toda la región en un
ambiente de gran intranquilidad, que obligaba a los vecinos a mantenerse
siempre armados y a los destacamentos federales en estado de alerta.
Cajeme ya contaba con gran cantidad de elementos de guerra y ejercía
un gran predominio sobre sus tribus; pero algunos de sus miemb~os sentían
disgusto contra él por sus abusos y exceso de rigor por conservar ·su absolu-
tismo. Entre los descontentos se encontraba Loreto Molina, quien anterior-
mente fue su teniente general y que habiendo sido despedido, tuvo que huir
del Yaqui.
Desde entonces pretendía quitarle el poder a Cajeme, para lo cual había
empleado varios medios, pero todos le habían fallado, por lo que optó por dar
un golpe de mano, reuniendo entre los principales inconformes a unos treinta
hombres bien armados y de su entera confianza. En una incursión secreta
y violenta llegaron a la casa de Cajeme ( en Potam), el 28 de enero de 1885,
pero su intento fracasó al no encontrar al Caudillo que había salido ese
mismo día para el río Mayo. Entonces quemaron su casa, maltrataron a su
familia, se batieron con algunos de sus hombres apresando a varios de ellos,
que tuvieron que abandonar al ser alcanzados por otros indios adictos a
Cajeme. El 30 de enero Molina informaba de este suceso al Prefecto de
Guaymas, diciéndole que esperaba sus órdenes.
Según el caudi1lo yaqui, el origen de este atentado contra su vida fue
otro distinto al expuesto oficialmente, según se puede ver por su carta diri-
gida al Capitán de Puerto en Guaymas, y que transcribimos porque, además,
ayuda a conocer mejor al biografiado:
"Capitán General del Río Y aqui y Mayo.-Comunico a Ud. que el Go-
bierno del estado a mandado recerbadamente de Guaymas, á este rio de mi
mando, al teniente Gral. loreto Molina con una escolta de 22 hombres bien
Armados, para que me asalten y me Asecinen, Cuya escolta se desembarcó
en las Cruses el 28 de Enero proccimo mes pasado como a las do-
ce de la noche asaltaron mi casa y no habiéndome incontrado saquiaran mi
casa y Golpiaron a mi familia con las Armas, y la dejaron en paños menores, y
estando una niña mia de 8 años en la Cama dentro de la casa el Teniente Gral.
Loreto Molina con sus propias manos le prendio fuego a-la casa por dentro y fue-
ra, y una mujer que trajeron eyos mismos pricionera mujer de uno de mis Sar-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
128 CL~UDIO DABDOUB
gentos salbó a mi mna sacandola de las yamas del fuego, y hasta por no
dejar quemaron la cosina de mi casa, y a las mismas horas que asaltaron
mi R~ferida casa á prendieron a un Gral. dormido en su casa que es el Gral.
Juan Siquili y Cuatro mas que incontraron, y por estar saquiando mi referida
casa mi Reiterada casa hubo lugar de irse el Gral pricionero y á cierta
distancia lo ernpesaron a Foguiar y se embicio tanto en tirar que empezaron
a tirarles a unas familias que biben a pegados á mi, porque bieron allí
unos dos jobensitos de dose a trese Años que a uno de eyos le irieron la
mano derecha y despues de todo esto se debolbieron para Guayrnas, corno
á la una y media de la mañana con cuatro presos y de los esteros paraya
empesaron a quitar bestias y cobijas y uno de mis Capitanes con doce hombres
les dio alcance en los Chiltepines y los disperso á balasos •como á las tres y
media de la tarde y les quitó los presos y se reunieron en la Cruz de· piedra
y de hoy para ya empesaron a quitar bestias y Cobijas a los diligenceros de
este rio y sé. que estan sobre las Armas a yme~iaciones de Guaymas, -y hay
le adjunto una lista con la prec;:en(e Comunicación los nombres de los inde-
bidos mas conosidos que Carga en la escolta el Gral Loereto Molina por este
Vil acontecimiento é detenido las embarcaciones que se incuentran en este
rio de ese distrito de Guaymas haora las lanchas que cargan de setenta cargas
de lenña arriba tienen que salir por docientos pesos 200 $ pesos Cada uno
y las que cargan de Cincuenta cargas arriba tendrán que salir por Cincuenta
50 $ pesos Cada uno Conplaso de diez días 10 días y de no haserlo asi que
no Cuenten con sus embarcaciones lo que tendrá ud la bondad Co. Capitan de
Puerto de Ponerselo en Conocimiento a las Autoridades que ud Crea Com-
beniente y si mismo a los dueños de dichas embarcaciones pongo en Conoci-
miento de ud para los fines Conciguientes.-Médano Febrero 3 1885.-José
Ma. L. Cajerne.-Co. Capitan de Puerto del Distrito de Guaymas-Lista de
los indebidaos que Carga en su escolta el Gral Loreto Molina,
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 129
dispusieron para la vanganza, que fue lo que sus autores pretendieron, segun
parece.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 131
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
132 CLAUDIO DABDOUB
de pistolas, y flechas para los más. Con la tierra extraída del foso y con
grandes y gruesos troncos de árboles y rama tejida, hicieron aspilleras en
sus parapetos. Tras estas líneas fortificadas tenían otras más, entre las cuales
pusieron trampas de lobo con estacadas. El mismo general decía que con-
sideraba poder tomarla siempre que fuera auxiliado con unos 800 ó 1,000
soldados más.
Para hacer más efectivo el sitio puesto a los rebeldes e impedir que por
la costa se proveyeran de alimentos y armas, la Secretaría de Guerra, por pe-
tición de Carbó, ordenó que el vapor "Demócrata" fuera a Guaymas. Ese
mismo mes (Julio), Cajeme comisionó a dos de sus generales para entre-
vistarse con el Comandante del Destacamento en Tórim para decirle que estaba
dispuesto a hacer las paces, pero siempre que las tropas del gobierno aban-
donaran el Y aqui, lo cual no le fue aceptado.
Como se había iniciado la temporada de lluvias, que impedía a las tropas
movilizarse con oportunidad y rapidez, fueron retiradas a las poblaciones
limítrofes a fin de conserYar el sitio que tenían sobre los sublevados, los
que, aniquilados por el hambre· y las privaciones de la guerra, se encon-
traban en una situación en extremo difícil, inclinando a algunos de ellos por
la paz, particularmente en el Mayo. Para eYitar que esto sucediera, el Cau-
dillo emprendió viaje a este río, mandó fusilar al jefe que ahí lo repre-
sentaba y lo substituyó con otro de su confianza, cambió a algunos de los
jefes de la tribu y los dejó nuevamente dispuestos a continuar la lucha.
Aprovechó el receso en que las lluvias tenían a las tropas del gobierno
para levantar el ánimo de su gente, hacerse de YÍYeres y ganados en los
ranchos de la comarca, fabricar pólvora y flechas, reforzar sus fortificaciones.
las abasteció lo mejor que pudo y se estableció en Rahún con una fuerza
numerosa, destacando una avanzada sobre Pitahaya para vigilar al enemigo.
En diciembre del mismo año, ya para iniciarse otra Yez la campaña
contra los sublevados, algunos vecinos de Guaymas pidieron permiso al Gral.
Marcos Carrillo, quien provisionalmente substituyó como Jefe de la Zona
al Gral. Carbó ya fallecido, para entrevistar a Ca jeme proponiéndole la paz.
Este los invitó a que pasarc1n a Potam, en donde los señores de que se trata
encontraron reunidos a todos los gobernadores de los pueblos Yaquis y Mayos,
quienes, después de largas deliberaciones, estuvieron dispuestos a firmar
la paz.
Cuando todo se encont,aba ya dispuesto para la firma del acta relativa,
se presentó Cajeme manifestando que también él aprobaba esa determina-
ción, tomó el documento y dijo que su palabra valía tanto como su firma y
que los pueblos nunca habían firmado ningún papel para hacer la paz. Este
acto, y la actitud adoptada por el Caudillo, dieron fin a las negociaciones;
pero Cajeme había ganado tiempo, que era lo que pretendía.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 133
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
134 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 135
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 137
h_aber comido. Así, era necesario cuidarlos dRndoles los alimentos con pre-
caución para nutrirlos poco a poco. A pesar de aquella miseria tan grande,
nunca se les oía proferir una queja y la soportaban con verdadero orgullo.
1\Tilos niños revelaban jamás con el llanto el hambre que los devoraba y
que tenía sus cuerpos macilentos y enjutos.
La soberbia de aquella raza altiva no se doblegaba ni ante aquel infor-
tunio sin ejemplo. Estaban vencidos, enteramente vencidos e impotentes;
pero no humillados ni abatidos. La gran mayoría de la tribu, creyendo igno-
minioso el acercarse al vencedor para deberle un puñado de maíz, había
preferido seguir defendiéndose en los bosques hasta no quedar uno vivo, 0
salir clandestinamente de la sierra y del río para venir a las haciendas y
poblaciones del interior a buscar la vida con su trabajo. Se vieron por
entonces en Guaymas, en Hermosillo y otros lugares, muchos indios extenua-
dos por la miseria, hambrientos, casi sin poderse sostener, buscando qué
comer al amparo de los de su raza que viven ...:onstantemente en dichas
•
pobl ac10nes."
Un bandido puede estar dispuesto a jugarse la vida en un momento
dado ; pero solamente los grandes ideafüitas aceptan la miseria, y hasta la
inanición, antes que renunciar a sus principios.
Y esto explica que los pocos yaquis que todavía podían sostenerse en
pie continuaran peleando. El sitio puesto a su territorio les impedía abaste-
cerse de lo indispensable para vivir; las tropas federales y las del Estado
continuaban persiguiéndolos en toda la extensión del mismo y aún en las
islas próximas; a Cajeme Jo buscaban hasta en las cuevas del Baca tete; ellos
vivían de agua, bledos y mezquites, hasta que el agotamiento y la falta de
parque los paralizó, quedando pacificada la región, y entonces ya los "yoris"
de los pueblos co111arcanos empezaron a afluir a comerciar con las tropas
destacadas en los poblados yaquis, a apacentar sus ganados y a cultivar las
tierras de este río; terminando así el año de 1886.
Cajf'.me, no pudiendo sostenerse ya en las tierras de sus mayores, se
refugió en San José de Guaymas (próximo al puerto del mismo nombre, desde
el 6 de febrero del año 8iguiente, sin que quienes lo sabían pensaran en
delatarlo, hasta que el 11 de abril lo denunció una india (posiblemente es-
posa de alguno de los enemigos del Caudillo) ante el Administrador de Rentas
del· Puerto, quien comunicó la noticia al señor Francisco Seldner y éste la
telegrafió al Gobernador del Estado, don Luis Torres, que se encontraba
t!n Nogales y quioo violentamente se trasladó a Guaymas en un tren extra-
ordinario. Cajeme fue aprehendido el día 12 por el Gral. Martínez al mando
de una escolta.
A la familia del prisionero, que vivía en Guaymas, se le permitió per-
manecer a su lado, y al público verlo y observar con gran interés cómo este
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
138 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
-- ..
_,
, •.,.ne .. C...1t.•d.a
..........
Ck» 111•~•1 ~
All•.tfa. 1,111
-
Al.-lldóe•
hu"°, 11,HI ,.. U.
AJonloll,
""'ºª PIIUl7,
u. .....
• ,.....
U.tu
...
CAl.,!(MT(
e-.
... jol,
..........
u.u,
...
,..
,.........
Llaau, 1,lt.t
...
~:~~.
U,tlt
llt,IU
""-J....-,
..
..,..
J.111
..,.._
....... ···"
,u.u,
Va.lo.- de •• tc1Hcha1
IHt.111,IUtt
lup. Al,_..• ltll
M,111 MM
I
o'--
·~ '---.
~ '
J .. R/P,1/t1,l.'ft:7 #IJ ~-
1.- R✓o ,,t,a,-'VlJ ~e ~
'--R✓P#V,t.k,llTP,+'1'~ ~, ' '
-
11.1
...
... 1,1
......,..
...........
t.l
.. ,......,.oau....,..>n1t-1H1
IC&T '-
t.l l,t
.1111 ......
H,I H.I
..,
11,1
0d
U,1
Jf
1,1
o
~~
✓
......................
POal.ADOI CN
, , a. •~ oa. \' A.QUI
________ ...__....,..
... ....
_..,.,.,.
ACUAl Ct R.IEGO
PERIMEH.O
IN...--C:.-,OT'Nlata
lll...--lM ...,._
Utl.-c.l
ltU.~-----LAala
....................
Utl.-C:.-.,......._ '\\
\
........... C.dlle ltH.-na.d
1111.....C:., AJ...,_
... .--e- .. a.. 1111..-ncoPACO
1111..-AJ• .. '""._...
..
111.-eu "" ........ N\lañe
.. ,.-o-,.i ... Vk1ltriA uu.~ 14•...,._
.......
1111.-YaJ..A NU.U.
\
IH..-l'UDLO T4Q!JT Ull.-&I .........
,,,.-~ _.........
YAOUI
...... Y MAYO
tt t.-()o(.
lftT-«1
1111,-c.l.
Ult.-A...Ueo
a,.,,.
CMnl■Y
A■lollN ao..J•
L CMIMt
1 ...
UU,-IU
HH.-hir
• ••• .-hr
l•Miillo
... • C616rM•
...... ..
1111,-0....Mla
Utl.-U •• Oc_.,,• IIH,-&I .._.
-..:::_--,~
~ '-
--w+tl\4t M LU 4+41 Hl "YtlLI
~-!,~~~•~~~=- C~wthaa•
~~""!"'.:.;=-:.-:.~11111":;!',,!.!.'~~ ': L., c,UHTl'tll. "'' c:r..tt ...,.,.,,z...o.t. w. -..M..rLA.., u v-.. ea. ,, •• OCA.I.. ".,. "-C:n:o
~u- ..... , lfTC.""- ---- CAOA CAi.U Gll.. VM.LI V.OIC A 10 UN CAt.,INO
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA D~ EL VALLE DEL YAQUI 139
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
140 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 141
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
142 CLAUDIO DABDOUB
ellos, sino también porque precisamente las mujeres y los ancianos eran
los más ardientes enemigos del yori y quienes mantenían siempre latente en
sus hombres el espíritu .de lucha, que desde niños les inculcaban. En la tribu
Yaqui eran guerreros no solamente los jóvenes, sino también sus mujeres,
sus hijos y sus padres ancianos, ¡todos!
Quienes vivieron muy cerca de estos combatientes en los últimos años,
explican el porqué de la fama de los yaquis como tiradores excelentes.
Dicen que generalmente el soldado de línea tira sobre el enemigo, a bulto
sobre el grupo; en cambio, los yaquis hacen cada uno de sus disparos sobre un
blanco previamente escogido. Desde niños son guerreros y grandes cazadores,
lo que les permite lograr una pieza con cada bala.
En el año de 1893 empezó a notarse que las partidas de insurrectos
constituidas anteriormente por 15 ó 30 hombres, habían sido aumentadas a
100, 150 y hasta 200 guerreros, causando así más daños, no solamente por
su mayor fuerza sino porqu~ cuando eran derrotadas, se dividían en grupos
pequeños que se dispersaban por rumbos muy diversos, descontrolando a los
destacamentos (generalmente de 150 soldados), e impidiéndoles la persecu-
ción, Después de burlar a sus perseguidores volvían a integrar el conjun~
to original, con notable precisión de tiempo y lugar, para continuar sus
ataques; táctica y movimientos que causaban muchos y constantes destrozos
a las tropas del gobierno, con pérdidas mínimas para los alzados. Una de
las haciendas más frecuentemente atacadas era Ta del Bacójori, del general
Lorenzo Torres, causándole siempre daños de consideración a pesar de que
se encontraba protegida por un destacamento como de 40 soldados.
Varias veces se habían hecho intentos de paz por parte de los jefes
militares, pero los indígenas invariablementt insistían en su~condiciones
ya expuestas en páginas anteriores, que eran inadmisibles para el Gobierno.
Sin embargo, en diciembre de 1896, el coronel Francisco.· Peinado se
puso en comunicación con TetabULte por medio de un emisario, y aunque la
respuesta fue la ya conocida~ el jefe Y aquí no cerró las puertas, sino que dio
lugar a una tregua que le servía de descanso y la aprovechaba muy bien
recibiendo los obsequios que se le enviaban en forma de ropa, bastimentos,
ganados y dinero para toda su gente, a todo lo cual correspondía con car-
tas muy cariñosas y llenas de agradecimiento; pero, muy desconfiado, no acep-
taba asistir a las conferencias a que era invitado para facilitar un acuerdo.
Entonces, en un acto de indiscutible valor, el coronel Peinado convino con
su adversario en subir hasta el campamento de éste, en el Tetacombiate
(punto de la Sierra del Bacatete que habían tenido ocupado los federales
y que para estas pláticas evacuaron para entregárselo a los yaquis), en com-
pañía de una pequeña escolta, y de ahí continuar solo al encuen¡ro de
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 143
acta transcrita siguen más firmes, y según afirma Troncoso, los indios so-
metidos fueron 390 con 74 familias.) <44 >
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 145
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 147
don Fernando M. Beltrán., quien desarrolló una magnífica labor entre los
indios.
Como medida de precaución, el general don Luis Torres enviaba fre-
cuentemente comisionados de su confianza a recorrer el Y aqui, quienes le in-
formaban de la tranquilidad que imperaba en la zona. Pero a principios
de julio de 1899 el capitán lo. Loreto Villa ( yaqui), primero con res-
puestas displicentes y después en forma franca, le dijo al general Torres
que había observado síntomas alarmantes entre la tribu, la que preten-
día que los yoris salieran del territorio.
En ocasiones anteriore5, cuando el mencionado general se enteraba de
algún rumor de inquietud, reunía a los jefes de los pueblos yaquis para
que le expusieran cualquier motivo de inconformidad que pudiera haber y, al no
saber de ninguno, les pedía consultar con sus respectivos pueblos. Estos,
reunidos en asambleas, manifestaban que no había disgusto, que estaban con-
tentos y agradecidos. Pero no pasaba desapercibida la voz de algún anciano
de la tribu que decía: "Todo está muy bien; ¿pero cuándo se van lo~
yons.• ?"
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
148 CLAUDIO DABDOUB
que la paz que firmamos en Ortiz, fue con la condición de que se fueran
tropas y blancos y eso todavía no lo cumplen; al contrario, en lugar de
cumplirlo fueron a quitar las armas.
"De suerte que ahora son ustedes del todo el negocio, y nosotros no ten-
dremos la culpa de todas las desgracias que haya. Los ocho pueblos del
Yaqui."
Tanto el general Troncoso (Pág. 239) como el doctor F. Hernández
(Pág. 169) deducen que este levantamiento se había estado preparando desde
mucho tiempo antes, ya que en tres días se pusieron en armas, en todo-
el territorio, más de 3,000 guerreros con sus familias, habiendo aprovechado
lo.s dos años de paz para ensilar sus cosechas, reunir 5,000 ó 6,000 cabe-
zas de ganado vacuno y otro tanto de lanar, hacer gran acopio de armas,
parque y demás elementos de guerra, todo lo cual ocultaban en la sierra
y en los bosques.
Es muy probable que así haya sido, puesto que hay una razón, clara y
concreta, que fatalmente ten.dría que llevarlos a esta resolución. De los tres
principios tradicionales de la tribu, se encontraban cumplidos únicamente dos,
y no en toda su amplitud: "Gobierno autónomo, con autoridades de su pro-
pia raza" y, "El derecho ..1 conservar sus armas". Faltaba el tercero: "Com-
pleta soberanía e integridad territorial". La nación se encontraba invadida por
tropas del Gobierno Federal y sus tierra~ estaban siendo entregadas a los
yoris.
Aunque no es verdad lo que se afirma en el mensaje de Vicam, de que en
el acta de paz de Ortiz se haya incluido el cumplimiento de alguno de
tales principios, sí, en cambio, fueron claramente exigidos por el caudillo
yaqui en los arreglos preliminares de paz, según consta en los párrafos de'
la correspondencia que entre éste y el coronel Peinado estuvo cruzándose;
párrafos de los cuales, por brevedad, se transcribe lo esencial, habiéndolos
tomado de la obra del doctor Hernández (Págs. 156, 157 y 158):
El 10 de enero de 1897, decía el coronel Peinado al Tetabiate: "Siem-
pre he visto en ti a un hombre de corazón bueno y a los tuyos los quiero
mucho, porque son hombres trabajadores.
Lo que te dije en mi anterior, pronto estoy a cumplirlo.
No sólo se les dará dinero, sino que contarán con fierros para sembrar,
bueyes para sus arados, cabras, Yacas y el terreno que quieras, ya sea en la
sierra o en los Pueblos.
Si quieres, te puedo dejar uno solo para ti, Vicam, para que con
los tuyos se ocupen de trabajar libremente; pero han de dejar ~sa vidé
y han de ser amigos del Gobierno, etc.
Ya mando que los d,:stacamentos no salgan, sino que permanezcan e1
sus cuarteles y cuando se arregle la paz, los retiraremos poco a poco y no vol
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 149
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
150 CLAUDIO DABDOUB
De[X)rtacwnes a Y ucatán
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 151
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
152 CLAUDIO DABDOUB
en contra de la raza yaqui. Sin embargo, el párrafo que sigue, del mismo
genera], parece revelar todo lo contrario y que el elogio hecho a tal dispo-
sición demuestra ta~to, habilidad política y profundo sentido humano: elo-
gia en forma extremada las disposicio,nes recibidas, pero posteriormente y
con disimulo sugiere una modificación de las mismas.
"Después de lo anterior expuesto, surge en la mente la idea de que,
sacando del Estado a toda la tribu, sería el remedio radical; y en efecto ese
sería sin la menor duda; pero esto traería como consecuencia inelu.dible
un mal mayor, causando un trastorno económico al Estado, cuyas consecuendas
no son calculables. El yaqui está incrustado en nuestro modo de ser social:
es el peón de campo, el vaquero del rancho, el peón de raya de las labores, el
barretero de las minas, el trabajador en las reparaciones de los ferrocarriles,
el peón de mano en la obra de albañilería de la ciudad, el atrevido ma-
rinero y en muchos casos, el hombre de confianza de las familias. ¿ No
se cometería al deportarlos, un acto de injustücia y hasta de ingratitud, con él
que sirve con la excelencia de su energía física, todas las manifestaciones del
trabajo? Por otra parte, no pudiendo por el momento substituir al Estado
de esos brazos, ¿ de qué magnitud sería el trastorno para el propietario,
para el industrial, el minero, etc., arrancándole los únicos medios de que pue-
de disponer para su negocio?
Así, pues, es inconcuso, que para contener este estado de rebelión, deben ser
empleados medios de mayor rigor, castigando tanto al que se encuentre con
el carácter de combatiente como al que se descubra como auxiliar dentro de
las poblaciones, sea de la raza que fuere. Muy digno de llamar la aten-
ción del Supremo Gobierno es el hecho de que, durante catorce años de
la lucha, no han sülo bastantes para rendir a esta tribu los elementos milita-
res que se han aportado al Yaqui, y esto hace pensar necesariamente que
la solución del problema no resüle esencialmente en la guerra (subrayados
del autor de esta crónica), y que aplicar el remedio único y radical, que es
la destrucción de toda la raza. ni es justo, ni es civüizador, ni es muy po-
sible practicarlo, porque como se ha dicho, el yaqui vive incrustado en
nuestro modo de ser social y constituye un quince por ciento de la población
total del Estado. Efectivamente, ¿ cómo sería posible tomar cinco o seis mil
hombres con sus correspondientes familias, y desarraigarlos, estando por otra
parte diseminados en la inmensa extensión de Estado?"
Y luego sugiere una solución: "El engrandecimiento de la agricultura
del río Y aqui traerá como consecuencia inmediata la depresión de la que ya no
existe (seguramente se refiere a la depresión) de muchos años atrás en
Hermosillo y Ures, y de ahí la causa de que los hacendados de aquella región
se hayan manifestado siempre, si no contentos, sí indiferentes a la guerra del
Y aqui, cuyo estado siempre los favorece. Cuando los indios están en guerra,
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 153
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
154 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 155
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
156 CLAUDIO DABDOUB
mosillo y Ures. Las tropas del gobierno se encontraban muy diezmadas por
las bajas sufridas en las emboscadas, encuentros, falta de agua, insolaciones
y enfermedades diversas, notándoseles ya el cansancio y la desmoralización.
(Mensaje del general Luis Torres en Pág. 313 de la obra del general Tron-
coso.)
En julio de 1901, una columna exploradora de alrededor de 200 hom-
bres seguía las huellas de un grupo indígena. Quien había encontrado y
seguido esta huella durante varios días fue el mayor José Loreto Villa,
que tuvo que dejarla para proveerse de agua; al continuar su camino la
columna de soldados federales y subir por una vereda, se encontró con una par-
tida de unos 30 yaquis con sus familias que venían por el cañón del Mazo-
~oba ( cerro ya descrito). El jefe de la columna, teniente coronel Torres,
ordenó al mayor Villa que atacara por el cañón, mientras él atacaba por
la izguierda. •Los yaquis se dividieron en dos fracciones, una como de 10
hombres tomó las alturas y la otra se quedó en el cañón al mando de su jefe,
iniciándose el tiroteo. El ~ayor Villa destacó 25 hombres sobre los que to-
maron las alturas y él, ~on el resto, atacó por el centro del cañón.
El oficial de la vanguardia de Villa le avisó a éste que los que se reti-
raban por el cañón iban dejando un rastro de sangre. El mayor ordenó
a sus soldados que dejaran las maletas y siguieran la huella a paso veloz,
habiendo alcanzado al grupo como a los mil metros. Estos, viéndose apremia-
dos, colocaron al herido detrás de una peña y se fortificaron en puntos
altos para defenderlo, haciendo fuego sobre sus perseguidores. El herido,
con la rodilla destrozada por un tiro de mausser, serenamente se defendía
disparando su carabina con toda calma hasta que, herido mortalmente en el
pecho y en una mandíbula, quedó exánime, por lo que sus defensores se dis-
persaron. Grande fue la sorpresa de los federales al reconocer, en el cadá-
ver que tenían a sus pies, al caudillo yaqui T etabiate. Trasladado al cam-
pamento federal de Tetacombiate, en el Bacatete ( donde se había arreglado la
paz cuatro años antes) , fue sepultado ahí mismo en un acto de imponente so-
lemnidad, con las tropas en formación. Su tumba aún existe en el mismo lu-
gar en que fue inhumado.
A pesar del amplio y detallado plan de campaña elaborado por militares
e ingenieros del Cuerpo de Estado Mayor destacados en el Yaqui; de la casi
total destrucción de los bosques de este río y de la apertura de caminos en
todas direcciones, incluso dentro de la zona montañosa del macizo del Ba-
catete ; del establecimiento de destacamentos en cuantos puntos se conside-
ró ventajoso; a pesar del grado de miseria y agotamiento a que. fue redu-
cida la tribu y de la tenaz e ininterrumpida persecución de que era objeto
hasta en sus propias madrigueras de la Sierra, y no obstante el desastre
de la Mesa del Mazocoba, de la pérdida del destacado jefe Opodepe y del
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
1-Gral. don Bernardo Reyes. 6-El Coronel Peinado estrecha la mano a ··Teta-
biute" en la ceremonia de la "Paz de Ortiz".
2-José Ma. Leyva "Cajeme". 7-Familias de guerreros yaquis conducidas por las
sierras del Bacatete a G uaymas, para su depor-
3-Juan Maldonado "Tetabiate". taci<Ín a Yucatán ( 1906).
8--Esposas, madres y niños yaquis en Guaymas,
4-Generales Luis E. Torres y Francisco Peinado para su embarque a Y11catán (1906).
(de pie) y "Tetabiate" (al centro. sentado), con
sus secretarios Loreto Villa y Luis Espinosa. 9-Yaquis presos en la Penitenciaría de Hermosi/lo
(1906).
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
5-Acto oficial de la ·'Paz de Ortiz". JO-Luis Bule con dos de sus hijos.
11-Gral. Luis E. Torres, Gobernador de Sonora en 16-EI biplano "Sonora", marca Curtiss, en el cam-
1910. pamento de Empalme, Son.
12-Sr. Ramón Corral, ex Gobernador de Sonora y 17-EI a1·iador Gustavo Salinas, preparándose para
Vice Presidente de la República en 19 JO. un 1·11e/osobre Mawtltín en el biplano ''Sonora··.
18-O/iciules obre¡.wnistas e11 su marcha arrolladora
13-Tte. Coro11el, Alvaro Obref?Ón, Presidente M,mi- al centro del país.
cipal de Huatabampo en 19/2.
19-EI famoso jefe yaqui. Tte. Coronel. Lino Mora-
14-Sr. José Ma. Maytorena, Gobernador de Sono- les (apoyado en el furxán). A su derecha, los
ra en 1912. of il'iales _vaq11isIgnacio Flores y Trueba.
15-Luis Bu/e (en el centro. marcado con ··x·· > con 20-E11tre Cmmtitlá11 v Teolov11ca11, el Gral. Ohre-
uno de sus contingentes yaquis.
MADE AVAILABLE BY Todos con PRIDE
THE YAQUI armasPROJECT - FOR
¡.:ún firma el a,USE
EDUCATIONAL ta· de re11diciá11de la ciudad de
ONLY
de fuego. MéxiC'o.
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 157
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
158 CLAUDIO DABDOUB
al mando del capitán Barrón, encontrándose con los rebeldes, quienes uni-
formados igual que ellos y con el mismo distintivo ro jo, les hicieron supo-
ner que se encontraban con sus propios compañeros; pero al pedirles la
contraseña tuvieron por· respuesta el famoso redoblar del tambor yaqui, ini-
ciándose el combate.
Cuando ya los rebeldes envolvían a las fuerzas del gobierno, la opor-
tuna llegada de su caballería los salvó de ser aniquilados.
A pesar de que los yaquis, ya muy disminuídos en número, se encon-
traban en la situación de miseria y acosamiento ya descritos, continuaron •
peleando hasta que, en enero de 1909, Luis Bule y sus subalternos Ignacio
Mori, Luis Matus y Luis Espinosa aceptaron entrevistarse en Pitahaya con don
Luis Torres para discutir las proposiciones de paz que éste les hacía.
Cuando se encontraban reunidos en el punto convenido, llegó un centi-
nela yaqui para informar a sus jefes que el general don Lorenzo Torres, al
frente de un buen número de tropas federales, estaba sitiando la zona en que
ellos se encontraban y bahía cerrado las veredas que conducían a la sierra.
Mori, Matus y Espinosa, echando mano de sus armas, dieron a sus hombres
la orden de seguirlos y abandonaron Pitahaya para reanudar la guerra, que-
dándose únicamente Bule con unos 500 indígenas.
A pesar de que los yaquis, ya muy disminuidos en número, se encon-
que conservó pacíficamente hasta que Sonora tomó partidpación activa en
el movimiento revolucionario iniciado en 1910.
LA REVOLUCION
CAPITULO IX
El Maderismo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 159
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
160 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 161
Zapatismo y Orozquismo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
·162 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 163,
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
164 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
lhsTORIA DÉ EL VA.LLE DEL y AQUI 165
Luego los defensores del flanco derecho, en donde el combate era muy reñi-
do, recibieron la orden de atacar, obteniendo igual resultado.
La audacia y la oportunidad de sus movimientos dieron a los maderis•
tas el triunfo, que tuvo gran importancia por haberles quitado a los rebeldes
• la artillería de que se apoderaron al destrozar al general Salas en Rella-
no, Orihuahua. En el combate de "Ojitos", con toda su decisión se incor-
poró la tribu Yaqui al movimiento armado nacional iniciado en 1910 en
una nueva fase de su legendaria lucha por el reconocimiento de sus derechos.
De vuelta a Sonora, el teniente coronel Obregón fue destacado a perse-
guir a una columna de 900 orozquistas mandados directamente por José Inés
Salazar. Obregón, con 180 infantes, la atacó en un acto temerario, logran-
do la dispersión completa del enemigo en un reñidísimo combate verificado
en San Joaquín (9 kilómetros al norte de Fronteras). El enemigo dejó casi
todo lo que traía, incluso sus cabalgaduras; su jefe, Inés Salazar, huyó
herido.
El general Sanginés, desde que conoció al teniente coronel Obregón,
le manifestó su simpatía y confianza reteniéndolo frecuentemente para con-
versar; después para oír sus opiniones en la formulación del plan de combate a
desarrollar en "Ojitos", ocasión en que admiró su intuición como estratega.
En Sabinal, Chihuahua, lo presentó al general Victoriano Hue~ta (quien ha-
biendo substituido al general Salas en el mando de la División del Norte pronto
destruyó al órozquismo), quien pasaba triunfante hacia Ciudad Juárez. ·En
la presentación, el general Sanginés Ie dijo a Huerta: "Mi general: tengo
el gusto de presentarle a usted al teniente coronel Obregón, quien quitó la ar-
tillería en la Batalla de Ojitos", a lo que Huerta respondió, tendiéndole
la mano al presentado: "Ojalá que este jefe sea una promesa para la Patria."
Sofocado e1 movimiento orozquista y aniquilado en la Batalla de San
Joaquín el grupo que se internó a Sonora, Obregón, considerando terminada
la campaña militar, se concentró a Hennosillo con su batallón, en donde le
fue comunicado su ascenso a Cor~nel. Entregó el mando de sus tropas y se
regresó a Huatabampo para atender sus tierras.
El Constitucionalismo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
166 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 167
Toma de Naco
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
168 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 169
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
170 CLAUDIO DABDOUB
importante. Por el otro flanco destacó al coronel Ramón V. Sosa, entre cu-
yos efectivos contaba con el Batallón "Fieles de Huírivis" al mando del ca-
pitán primero Lino Morales. (Huírivis es uno de los ocho pueblos yaquis, y
yaquis eran también ..todo3 los integrantes del batallón, incluso su coman-
dante Lino Morales.)
Cuando se inició el combate y el esfuerzo se concentraba en estrechar
a los federales, los mayores yaquis Bule y Urbalejo "redujeron el círculo
al enemigo y al frente de sus fuerzas se batían como leones, a cuerpo des-
cubierto". <5 a> Luis Bule, con un balazo en la cabeza, tuvo la satisfacción
de morir peleando y caer, cara al sol, en la propia tierra de sus mayores.
El coronel Florencio Fimbres. ex subalterno de Obregón y superviviente
de este combate, le platicó al autor de este libro que hubo un momento en
que, por la escasez de parque y la superioridad de armamentos del enemigo,
se consideró la necesidad de abandonar el campo, lo que pudo evitarse gra-
cias a la oportuna llegada de un tren con municiones, en el que tam-
bién llegó Alvarado con sus tropas. (Alvarado se incorporó a Santa Rosa a
las 11 de la mañana del primer día de combate.)
Que de éstas, 232 eran soldados yaquis que antes del ataque a Naco se
encontraban a las órdenes del general Pedro Ojeda, defensor de la plaza. En
esa ocasión, dice el coronel Fimbres, él y el mayor Urbalejo fueron comi-
sionados para atraerse a los yaquis de Ojeda, "que eran los que peleaban".
Al cruzar éstos la frontera para salirse de Naco antes del combate, fueron
aprehendidos por fuerzas ele Estados Unidos, conservándolos detenidos ,hasta
que el Gobernador Interino Pesqueira obtuvo rn libertad, siendo puestos in-
mediatamente a las órdenes de Alvarado.
Al llegar éstos a Santa Rosa, se les envió a unirse a la fracción del
Cuerpo Auxiliar Federal de~tacada en "El Aguajito". Avanzando rápidamente
por detrás de las posiciones del flanco derecho llegaron al punto que se les
asignó, observaron cuidadosa y lentamente el campo de batalla, se distribu-
yeron a sus posiciones y, verificando el estado de sus armas, quedaron en es-
pera de órdenes para entrar en acción. Cuando se hubo terminado la distri-
bución de parque a las tropas y recibieron la orden de combate, "los yaquis
recién llegados, bien descansados y comidos" entraron a Ia lucha llenos de
brío y, peleando con extraordinaria decisión, hicieron replegarse al enemi-
go hasta una hondonada en donde se encontraban los jefes bien protegidos con
artillería y ametralladoras emplazadas en la periferia y aprovechando los
accidentes del terreno; refugio que jefes y tropas abandonaron esa noche
protegidos por la obscuridad.
En "El Aguajito" se peleó con encarnizamiento durante los tres días ba-
jo un ardiente sol de mayo, haciendo más penosa esta situación los cerritos
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 171
de piedra que actuaban como condensadores de1 calor. El aguaje fue atacado
repetida y desesperadamente por los sedientos sitiados; pero los yaquis se
conservaban pegados al suelo como los cactus a las hendiduras de las pie-
dras de los cerros en que se encontraban.
Según el parte de Obregón correspondiente a esta batalla. <57 > "El ma-
yor Urbalejo, que sucedió en el mando al mayor Bule, no regresó a este cam-
pamento hasta que la batalla se terminó, no habiéndose podido relevar en
las posiciones que ocupaba, permaneció en ellas los tres días de combate,
durante los cuales los federales estuvieron disputándoselas constantemente."
Del mismo documento se toma el siguiente párrafo, subrayando los nom-
bres de los elementos yaquis que aparecen mencionados en el mismo: "Me
siento orgulloso de comandar una columna como ésta. A los coroneles CahraL
Alvarado y Diéguez, Sosa y Camacho nada hubo que ordenarles; obraron con
verdadera iniciativa y oportunidad. Los mayores Gutiérrez, Manzo. Acosta.
Trujil1o, Bule, Félix. Manríquez, Urbalejo, Contreras y Amavisra. estuvic--
ron heroicos. La oficialidad toda estuvo con grandes bríos y entusiasmo. pu-
diéndose aun hacer mención de Tos siguientes: capitán primero de artillería
Maximiliano Kloss; capitanes primeros Lucas Oros y Guadalupe Ramírez,
de las fuerzas al mündo dei mayor Acosta; capitanes segundos, de las mismas
fuerzas, Julio Montiel, Guillermo MacGregor y Feliciano Acosta; capitán pri-
mero Miguel Valenzuela y capitán segundo Agustín Cháve=. de las fuerzas del
coronel ATvarado; capitán primero Pablo Quiroga, de los Voluntarios de Ca-
nanea, a1 mando del coronel Diéguez, teniente Enrique Urfas. capitanes se~un-
dos Tiburcio Morales y Guillermo Palma, del 4o. Batallón Irregular de So-
nora, al mando del mayor Manzo, y todos los oficiales del BatalMn Fielrs de
Huírivis, que comanda el C'apitán primero Lino Morales."
En este com_bate part.iciparon más de 2.300 elementos de tropa huertista
(es decir, no incluidos oficiales ni jefes) y 2,588 constitucionalistas. de
los que, cuando menos, 741 eran yaquis (209 de Bule y 232 llegados con AJ.
varado, conjunto que constituyó el Batallón Auxiliar Federal en Santa Rosa.
más 300 del Batallón "Fieles de Huírivis"). De la misma raza eran los je-
fes Bule, Urbalejo y Lino Morales. Este cuadro nos permite observar que del
t~tal de los victoriosos combatientes de Santa Rosa. el 29% lo constituyeron
las tropas yaquis, destacando su... actuación valiente y decidida .
Los federales perdieron 422 hombres muertos, 180 prisioneros. (:?;ran
cantidad de dispersos, carros con parque y provisiones y casi todo su equi-
po militar. Los constitucionalistas tuvieron 42 muertos y 89 heridos. Este triunfo
les mereció a los coroneles Obregón y Alvarado su ascenso a Generales Bri-
gadieres ordenado por el Prim·er Jefe del Constitucionalismo, don Venus-
tiano Carranza.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
172 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 173
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
174 CLAUDIO DABDOUB
coronel Hill, que defendía este punto, reforzándolo con parte de la columna
del coronel Alvarado.
Cuando éste llegó a ]a hacienda, ya los federales hacían esfuerzos inaudi-
tos por desalojar a los defensores y posesionarse del agua. El general Alvarado
asumió el mando y distribuyó sus batallones yaquis intercalándolos entre los
diversos contingentes que defendían la hacienda. En el centro de la línea
defensiva quedaron la la. y 3a. compañías del Cuerpo Auxiliar Federal (yaqui)
y los 40 hombres del batallón "Voluntarios Benito Juárez"; a la derecha, fuer-
zas de Trujillo y Rivera Domínguez y 4a. compañía del citado Cuerpo Auxil~ar
Federal; a la izquierda, 2a. Compañía del mismo Cuerpo Auxiliar Federal,
fuerzas del mayor Fructuoso Méndez ( constituidas por yaquis no sometidos)
y Voluntarios del río de Sonora, de Guaymas y de Zaragoza.
Como la retaguardia federal se aproximaba a Santa Rosa amenazando
"El Aguajitó", Obregón mandó proteger el primer punto y, con la poca gente
que le quedaba, reforzó eI segundo, colocándose personalmente al frente de
su Estado Mayor y de 1~ Escolta del Cuartel General y ordenó al coronel
Ochoa que hostilizara el flanco derecho del enemigo para retirarlo de estos
puntos, maniobra que concentraba toda la fuerza de los 4,000 hombres del
general O_ieda sobre los defensores de Santa María.
Como a las 9 de la noche de ese mismo día el general Alvarado le pedía
al general Ohn~gón que se atacara la retaguardia enemiga; pero éste le
<'xpuso la situación tan crítica que se confrontaba y le participó que desde
las 5.30 de la tarde le había mandado al coronel Ochoa con 400 hombres y
4 ametralladoras para reforzar el lado oriente de Santa María. por <lon<leel
enemigo tenía posibi1idade3 de escapar.
Entre tanto, los federales habían atacado rudamente el centro y el ala
izquierda de las defensas de Santa María, siendo rechazados con pérdidas por
la 2a. Compañía del Cuerpo Auxiliar Federal, voluntarios del río Sonora, de
Guaymas y de Zaragoza, quienes obligaron al enemigo a replegarse. le qui-
taron sus posiciones y las ocuparon ellos.
A la una de la mañana del día siguiente el general Alvarado le supli-
caba al general Obregón que le mandara refuerzos. a lo que éste le mandó
confirmar que ya le había mandado a Ochoa con 400 hombres y 4 ametra-
1ladoras y que su propia situación le impedía enviarle más gente.
A las tres de la mañana Obregó:g ordenó un movimiento que dio por
resultado la aprehensión de 13 federales, quienes informaro·n que sus com-
pañeros estaban escapando por el oriente de Santa María; momentos después
Alvarado confirmaba la noticia y reportaba que el coronel Ochoa no había
cumplido las órdenes que se le dieron.
Inmediatamente se movilizó Obregón hacia Batamotal para cortarle la
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 175
retirada a Ojeda en su huída hacia Guaymas, logrando hacerle una gran can-
tidad de prisioneros e infligirle una derr.Jta completa.
Levantado el campo, se incineraron más de 300 cadáveres de las tropas
derrotadas, se recogieron cañones, rifles, ametralladoras, parque en abundan-
cia, $ 8,000.00, trenes, etc. Los constitucionalistas tuvieron 27 muertos y
30 heridos.
En el parte de esta batalla rendido por el general Obregón se hace
mención especial de los siguientes jefes: general brigadier Salvador Alvarado,
coronel Benjamín Hill, teniente coronel Francisco Urbalejo, mayores Lino Mo-
rales y Fructuoso Méndez, coronel Trujillo, etc., etc.
Después de este triunfo, Obregón consideró la conveniencia de atacar
Guaymas, pero en virtud de que los federales concentrados en el puerto eran
numerosos todavía, estaban magníficamente pertrechados, eran abasteci<los
constantemente por mar y, además, tenían muy buenas defensas naturales,
expuso a sus colaboradores su opinión de que podría tomarse la plaza, pero
a un precio elevadísimo en vidas y municiones, por lo que consideraba más
aconsejable inmovilizar al enemigo por medio de un sitio y continuar la mar-
cha al sur; opinión que mereció la aprobación de todos y se llevó a efecto.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
176 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 177
nador Constitucional del Estado, sería para nosotros la mejor bandera." Idea
que repite en el segundlo párrafo subsiguiente: "En nuestro empeño porque
Maytorena tomara la digna resolución que le insinuábamos, llegué yo, en
cierta ocasión, a hablar en íos siguientes términos: "Señor Maytorena: yo no
necesito su persona para salir a la campaña; necesitamos solamente su apelli-
do, que en estos momentos representa la legalidad. Protesto a usted que
tomaré cualquiera de las plazas fronterizas que usted me indique, para que en
ella establezca usted su Gobierno y de allí pase la línea internacional cuando
no quede otro recurso para salvar su vida."
Cuando después de tomada la plaza de Nogales supieron los revolucio•
narios sonorenses, por los periódicos estadunidenses, que Carranza no había
reconocido a Victoriano Huerta, se alentaron mucho, "Primero, porque el señor
Carranza, conservando su carácter de Gobernador Constitucional del Estado
de Coahuila, 'representaba la autoridad legítima de aquel Estado; y segundo.
porque conocíamos el importante papel que éste había tenido en el partido
antirreeleccionista y en la r~volución de 1910." (Págs. 39 y 40.)
Y por si toda la anterior transcripción aún permitiera dudas respecto a
la explicación buscada sobre la actitud sonorense al renunciar a la jefatura
del constitucionalismo, haciendo caso omiso de sus méritos, la siguiente su•
gestión que Obregón le envió a Carranza con los comisionados por el Gobierno
y los principales jefes militares del Estado para felicitarlo por su actitud y
expresarle su adhesión incondicional al Plan de Guadalupe, sirve de corolario
a la misma idea de legalidad ya expresada y la complementa brillantemente
al compendiar en una frase final toda una exposición de los peligros que en
tales circunstancias representaría para la nación que los jefes militares se
dividieran por sus ambiciones políticas. La sugestión dice en su parte medu-
lar: " ... que expida un decreto inhabilitándonos a todos los jefes que toma-
mos parte en el actual movimiento armado, para ocupar puestos públicos, dado
que todas las desgracias nacionales se han debido a desenfrenadas ambicwnes
de los militares".
Todo acontecimiento es susceptible de juicios diversos, y hasta opuestos,
pero seguramente que cualquier variante que hubiera ocurrido en el desen-
volvimiento de los hechos comentados en este subcapítulo, hubieran tenido
consecuencias perjudiciales extremadamente lamentables.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 179
Culiacán, el general Obregón, por razones tácticas en las que mucho consideró
el ahorro de sangre, municiones y tiempo, hizo con Mazatlán lo mismo que
I
con Guaymas: inmovilizar por tierra al enemigo.
En Guaymas, los sitiados hacían esfuerzos infructuosos por romper el
cerco. En uno de estos intentos, ocurrido el 14 de noviembre de 1913, tra-
taron de abrir brecha hacia el sur avanzando sobre la vía del ferrocarril,
que en Empalme forma una Y. En el centro de esta letra se encuentra la
citada estación; su brazo derecho sale de Empalme con dirección al oriente
hasta Cruz de Piedra, que se encontraba en poder de los revolucionarios. Entte
el citado tramo de vía y el mar, al sur de la misma, queda una faja de
terreno ~rido y suelto que fue el escenario del combate originado por el intento
que se relata.
Al entrar en contacto las avanzadas de unos y otros, el general Ramón
V. Sosa, jefe del campamento revolucionario establecido en Cruz de Piedra>
inmediatamente hizo movilización de tropas para contener el avance enemigo.
Los voluntarios yaquis del teniente coronel Fructuoso Méndez montaron rá-
pidamente sobre sus cabalgaduras y salieron a escape en auxilio de la van-
guardia que ya se encontraba. en el campo de fuego, situado como a medio
camino entre una y otra estación del ferrocarril, como a ocho kilómetros del
campamento constitucionalista. Este batallón yaqui entró en acción flan-
queando al enemigo por el lado de la playa para aliviar la presión concen-
trada sobre sus compañeros situados sobre la vía; en seguida se agregó la
Caballería de Quiriego encabezada por Benjamín Enríquez; frenéticamente
entró al combate la caballería yaqui Cajeme, a las órdenes de José María
Ca jeme, pariente del famoso Caudillo Yaqui de igual nombre muerto en 1887;
luego llegaron las Guardias Especiales de Wistano Gaytán y otros cuerpos
más, haciendo un total de aproximadamente 2,000 hombres contra más de
3,000 .federales que, mandados por el general Gil, constituían la columna
enemiga. Este general fue el mismo derrotado por Obregón en Santa Rosa.
En el encuentro que se relata, el general Gil siguió la táctica usada por
el general Ojeda en Ortiz y Santa María, consistente en hacer avanzar su
columna sobre la vía, con la protección de plataformas blindadas y artilladas,
,
llevando al frente una vanguardia de zapadores e infanterías para despejar
por completo un amplio radio de terreno antes de ocuparlo. No obstante estas
precauciones, su derrota fue completa y tuvo que replegarse con los restos
de su columna después de haber perdido gran cantidad de gente, armas y
• •
municiones. Extendida su columna sobre la vía del ferrocarril, presentó a los
yaquis de Fructuoso Méndez desplegados por su flanco, sobre la playa, un
magnífico blanco que los "venaderos del Bacatete" aprovecharon hasta el último
momento.
El sitio de Guaymas se sostuvo con batallones constituidos en gran p1
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
180 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 181
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
182 CLAUDIO DABDOUB
mas que fueron testigos de este hecho. Lo afirmado por el general Zavala
en su crónica lo confirma.)
Bombardeo de Topolobampo. El segundo suceso, similar al anterior, acon-
teció cuando regresaba a Sinaloa el general Obregón con nuevos contingentes
sonorenses para reforzar a los que marchaban al sur; pero en Estación San
Bias se separó de su colunma para visitar en Topolobampo a la tripulación
del cañonero Tampico, ordenando al aviador Gustavo Salinas que lo siguiera
en el biplano Sonora.
El Tampico se había pasado al constitucionalismo, pero en un combate
con los cañoneros Guerrero y Morelos resultó con daños de consideración,
quedando encallado a 12 kilómetros del muelle y bajo el amago de los buques
mencionados, que trataban de apoderarse del Tampico y de su tripulación,
la que tenía órdenes del g~neral Obregón de no abandonar el barco.
En Topolobampo, después de una ob~er\'ación hecha desde los cerros de
la bahía, Obregón le dio in5trucciones al aviador Salinas de que cuando él se
encontrara a bordo del cmionero, desde el avión arrojara bombas sobre el
Guerrero y otro barco mercante que en esos momentos lo aprovisionaba.
Cuando el T ampico izó su pabellón para indicar la presencia del general
en jefe, el enemigo intentó acercársele en dispo5itivo de combate, pero siendo
recibido por las descargas del único cañón que le quedaba al T ampico, se
regresó a su fondeadero, considerando seguramente, ante tan resuelta actitud,
que ninguna ventaja obtendría de trabar combate contra un buque semi-
hundido. Fue entonces cuando apareció el Sonora sobre los barcos federales,
viéndose en seguida las columnas de agua levantadas por las explosiones de
sus bombas. Inmediatamente levaron anclas los buques huertistas saliendo
a alta mar, no habiéndolos perseguido el biplano sonorense debido al corto
radio de acción que entonces tenían estas máquinas. Este pnmer combate
aeronaval en el mundo, tuvo lugar el 15 de abril de 1914.
Sobre este hecho, extraordinario en su época, comenta el general Obregón
en su obra varias veces citada (pág. 10) : "He querido hacer hincapié en el
vuelo efectuado en aquella ocasión por Salinas y Madariaga, por considerarlo
el más atrevido de cuantos se practicaron durante la campaña por estos avia-
dores, pues la distancia que tuvieron que recorrer, con un tiempo poco fa-
vorable, fue de más de 18 kilómetros, mar adentro, y en circunstancias en
que soplaba una brisa fuerte, habiendo tenido que mantenerse a una altura
mayor de 3,000 pies para ponerse a salvo del fuego de la fusilería de a bordo
del cañonero enemigo. Estos datos demue<-tran la intrepidez de nuestros avia-
dores."
Alvaro Obregón y GustJ.vo Salinas, aunando iniciativa y audacia, reali-
zaron dos hazañas de indudable trascendencia unfrersal puesto que el uso
experimental del avión pasó a la órbita militar, propiciando el asombroso
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 183
desarrollo que actualmente tiene la aviación. Las guerras son el gran acelera-
dor de la mayoría de las manifestaciones de la inventiva humana. Esta ex-
periencia mexicana pronto fue secundada por las potencias participantes en
la Primera Guerra Mundial.
Las prácticéls de bombardeos aéreos continuaron durante los preparativos
del sitio de Mazatlán, ante la expectación de los buques de guerra extran-
jeros que las presenciaban. En uno de estos Yuelos se descompuso el motor
del biplano y éste se vino al suelo. estre1lándose, aunque afortunadamente se
salvaron sus pilotos Gusta,o Salinas y Teodoro Madariaga, no obstante las
graves contusiones sufridas.
Encontrándose Pl Territorio Sur de Ba.ia California en poder de los huer-
tistas, Obregón destacó ge11te a apoderarse del mismo, habiendo tenido com-
pleto éxito la maniobra según el parte rendido al jefe citado después de
que, sitiado el puerto de fazatlán y reforzado el Cuerpo de Ejército del Nor-
oeste con nuevos batallones, avanzaba victorioso por el occidente de la Re-
pública.
De los nuevos batallones incorporados a las fuerzas del jefe sonorense,
cinco procedían de la región del Mayo, de los que uno fue destinado a reforzar
el sitio de Guaymas y los otros cuatro se agregaron a las fuerzas expedicio-
narias del sur.
Al autor de esta obra no le ha sido posible conocer cuántos. de los 4.000
hombres reclutados en el 1ayo. fur-ron aborígenes de ese ríe. De los yaquis.
puede estimarse que unos 2,000 quedaron a las órdenes <lel jefe del sitio
de Guayrnas, general Salvador Alvarado; pero a excepción de éstos. de los
900 del 3er. Batallón de Sonora al mando del coronel Fructuoso l\téndcz asig-
nado al sitio de Mazatlán y del 200. Batallón de Sonora al mando del mayor
Lino Morales que acompañó al general Obregón en su avance sobre Gua-
dalajara, tampoco ha podido conocer el número de indígenas aportados por
Ta tribu yaqui al movimiento revolucionario mexicano.
En esa época, la situar.ión que la tribu yaqui pre~entaba era muy sm-
gular, ya que si aparentemente era confusa y se prestaba para afirmar que
la tribu era movida únicamente por un impulso gurrrero congénito, analizada
su conducta revela un crilerio notablemente lógico y realista de parte de
esta raza:
En una de las facetas de, esta situación encontramos a un considerable
número de mier.vbros de la tribu yaqui compartiendo con los yoris del cons-
titucionalismo los azares de una cruenta lucha sostenida contra un enemigo
también yori; una segunda faceta, de la que no se ha hecho mención. nos
muestra la guerra a muerte que otro grupo de la misma tribu libraba simul-
táneamente contra todo yori que pretendiera usufructuar sus tierras, aunque és-
tos fueran constitucionalistas. Pero hay más: esta segunda faceta se comple-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
184 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 185
que no les eran indispensables en el norte, para iniciar por tierra el cruce
de las abruptas sierras que se interponen entre Tepic y Guadalajara. El trans-
porte de la artillería, municiones e impedimenta tuvo que hacerse en carros
de mulas, ya que en esa época el Ferrocarril Sud-Pacífico llegaba únicamente
hasta la capital de Nayarit.
Precisamente en los días en que se hacían estos preparativos -junio
de 1914- el general Villa se puso en contacto con el general Obregón, por
telégrafo, para exponerle sus dificultades con el Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista e invitarlo a desconocer a éste, a lo que se negó el caudillo
sonorense.
Salvado el obstáculo que las sierras nayarita~ representaban para la mar-
cha de las fuerzas norteñas, dominada toda la vertiente del Pacífico hasta
Nayarit y con varios pueblos de Jalisco en su poder, el Cuerpo de Ejército
del Noroeste se concentró en Ahualulco, Jalisco, preparándose para su en-
cuentro con la División de Occidente del ejército huertista, fuerte en más
de 12,000 hombres al mando de su general en jefe, José María Mier.
Mientras el general Obregón se dedicaba a reconocer la región para
escoger el campo de batalla, las avanzadas de ambos contendientes entraban
en contacto, siendo entonces cuando el mencionado jefe recibió un telegrama
comunicándole su ascenso a general de división. Al día siguiente, 2 de juli~,
recibió otro telegrama fechado en Zacatecas el 25 de junio en que el general
Villa le comunicaba que habiéndole cortado el Primer Jefe los abastecimien-
tos de parq.ue y carbón para sus trenes. había resuelto regresarse al norte;
que al no avanzar él ni el general González al sur, Obregón quedaría solo.
AF:regaba que por amistad y compañerismo le hacía ver lo peligroso que, en
tales circunstancias, sería para el jefe sonorense, y para la causa, que éste
se aventurara en proseguir su avance.
Efectivamente, la situación era extremadamente grave para la revolución.
Divididos sus principales hombres frente al enemigo. que aún era muy po-
deroso, el desastre era fácil de suponerse. De las dos grandes divisiones mili-
tares que constituían la fuerza del movimiento, la del norte se retiraba y la
del noroeste, extendidas sus líneas a lo largo de más de 1,600 kilómetros,
tendría que enfrentarse al grueso del ejército federal cuya fuerza aumentaba
al concentrarse en la región central del país. El movimiento constitucionalista
nuevamente se encontraba en circunstancias muy parecidas a las de su fase
inicial.
Cuando la •traición de Victoriano Huerta amenazó con acabar con la
naciente Revolución Mexicana, ésta fue salvada por la visión y entereza de
don Venustiano Carranza y la decisión de los sonorenses, resurgiendo al am.
paro del escudo de Sonora.
Meses después se afirmaba con eI arriesgado avance de las fuerzas del
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
186 CLAUDIO DABDOUB
general Obregón, secundado por el de Francisco Villa, quien con sus mag-
níficos triunfos de Torreón y Ciudad Juárez dividía la atención del general
Huerta. Con esto, la Revolución, fuerte y optimista, era transportada del
norte hacia el sur sobre los hombros de dos adalides que la llevaban en
triunfo arrollador. Solamente ellos dos la sostenían, pero ¡ sobre qué magní-
ficos hombros!
Lamentablemente, uno de estos caudillos, seducido por sirenas ambiciosas
e intrigantes, se eximió de continuar aportando su esfuerzo cuando vio frus-
trada su pretención de ser él solo el guía y apoyo de aquella marcha.
No obstante que toda la fuerza militar y política del Primer Jefe derivaba
de la adhesión de aquellos dos únicos caudillos que venían destrozando al
ejército del usurpador, don Venustiano Caranza, ante la insubordinación de
Villa, audazmente entregó su suerte a la única carta que le quedaba: Obregón
con su Cuerpo de Ejército del Noroeste ; carta incierta puesto que toda la
fuerza de ésta se estaba jugando, en esos mismos días, en un albur decisivo.
Y en ese momento crucial de la Reolución Mexicana, Sonora, una vez más,
respondió ¡PRESENTE!
Villa, después de su ruptura con Carranza, se replegó al norte; la suerte
del Primer Jefe quedaba en manos de Obregón; éste confirmó su adhesión
a don Venustiano y su lealtad a los principios revolucionarios por los cuales
luchaban y, juntos, volvieron a encontrarse, como hacía un año, en idéntica
situación a la prevaleciente al principio del movimiento constitucionalista, o
si se quiere, en condiciones más angustiosas: sus tropas se hallaban cruzando
los primeros tiros con la División de Occidente, la que completamente des-
cansada, superior en número y mucho mejor equipada, tenía además la gran
ventaja de la posibilidad de recibir refuerzos de la capital del país y de otros
muchos lugares. Esto último indujo al general Obregón a atacar de inme-
diato al enemigo, en vez de esperar a llevarlo, como era su estrategia, al
campo de batalla escogido por él.
Destrozados los federales en las dos famosas y trascendentales batallas
de Orendáin y Castillo libradas los días 6, 7 y 8 de julio de 1914, Guadala-
jara fue ocupada, sin pelear, por las fuerzas del caudillo sonorense.
La División de Occidente del ejército huertista, formada por más de
12,000 hombres, perdió en estos dos combates más de 2,000 soldados muertos
y más de 5,000 prisioneros, gran cantidad de dispersos, 18 trenes, cerca de
40 locomotoras, medio millón de pesos y todo su equipo militar, contra
únicamente 300 ha jas, entre muertos y heridos, de los constitucionalistas ce~>.
El Cuerpo de Ejército del Noroeste continuó por el centro de la Repú-
blica agregando laureles a sus armas hasta llegar a la capital de 1~ misma, la
que le fue entregada al ya general de división Alvaro Obregón, previa de-
signación que para el caso hizo en su persona el Primer Jefe, don Venustiano
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 187
•Carranza. Este, que desde su salida de Sonora fue siempre acompañado por
el 4o. Batallón de Sonora al mando del coronel Francisco R. Manzo, se incor-
poró al Ejército del Noroeste en Teoloyucan (inmediato a la capital de la
República), en donde también se encontraba ya el general de división Pablo
González, jefe del Cuerpo de Ejército del Nore8te.
Encontrándose ya en la capital, el general Obregón recibió el parte rendido
por el general Ramón F. !turbe con fecha 11 de septiembre sobre la captura
del puerto de Mazatlán lograda después de cinco días de reñidísimos y san-
grientos combates, en que los yaquis hicieron gala, como siempre, de ese
valor y sangre fía que dejó huellas imborrables entre quienes los co-
nocieron como soldados en esa época. En la parte relativa al tercer día de
lucha, di_ce el documento mencionado: " ... y otra vez el enemigo recupera
'La Lechería'. Pero si los contrarios se obstinan en conservar esta posición
a toda costa, también por nuestra parte hay hombres tenaces que abrigan
iguales propósitos; tras breve reposo, el teniente coronel Damy reunió ]os
restos de su tropa, y poniéndose a la cabeza de ~llos, pues la mayor parte
de su oficialidad estaba herida, avanzó impetuosamente sobre 'La Lechería',
con ánimo de tomarla a viva fuerza y mantenerse en ella a todo trance.·
El 3o. de Infantería (FORMADO POR 757 soldados yaqui~ al MANDO DEL
CORONEL FRUCTUOSO MENDEZ) otra vez vuelve a la carga y sostiene este
movimiento: se despliega en orden de combate con la misma precisión que si
estuviera en el campo de maniobras, entra d fuego en el más perfecto orden;
arrolla al enemigo, lo hace ganar sus trincheras y queda otra vez dueño de
'La Lechería'." ¿ Se quiere mayor derroche de disciplina, arrogancia y valor?
Al dividirse los revolucionarios en dos grupos hostiles: villistas y carran-
cistas, el general Obregón se declaró, como se dijo ya, adicto a estos últimos,
aunque con muy pocas fuerzas a consecuencia de la deserción de subalternos
suyos que con t~do y tropas se pasaron al villismo, entre ellos Lucio Blanco
con toda la división de caballería que se le tenía confiada; Rafael Buelna,
Juan Cahral, Ramón V. Sosa, Jesús Trujillo, etc.
Entre loE.batallones fieles del Cuerpo de Ejército del Noroeste quedaron
el 200. Batallón de Sonora al mando de Lino Morales, integrado por yaquis,
mayos y otros cuerpos sonorenses.
Con la División del Noreste sucedió igual cosa: unos jefes continuaron
fieles a don Venustiano, pero otros defeccionaron.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
188 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 189
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
190 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 191
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
192 CLAUDIO DABDOUB
todos serenos, todos inmutables, con ese entrecejo de austeridad que tanto
los identifica." {Gregorio López y Fuentes.)
"La verdad es que los yaquis lo hicieron todo. ¡Malditas alimañas!
Los había entre las ramas de los huizaches, detrás de los cercados, metidos
hasta el cuello en los vallados. ¡ Hervidero de ... ! Si se me figura que
todavía los traigo en los calcetines." {Personaje de Mariano Azuela.)
CAPITULO X
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 193
·vador Alvarado, a quien intrigó con los coroneles Francisco Urbalejo y José
María Acosta, jefe de las fuerzas yaquis, logrando quitárselas.
Así resultó que gran parte de la tribu Yaqui quedó dentro del grupo vi-
llista, constituyendo el grueso de las fuerzas de Maytorena con las que éste
logró obtener el control del Estado. Otra parte, también muy numerosa, que-
dó en el campo carrancista, produciéndose, por primera vez, la división de
los contingentes yaquis incorporados al ejército nacional.
En Sonora quedaron en poder de los constitucionalistas únicamente las
plazas de Naco y Agua Prieta, ocupadas por el general Plutarco Elías Calles,
quien, con toda entereza y sin más apoyo que 2,500 hombres, permane-
ció adicto al Primer Jefe, uo obstante que había quedado completamente ais-
lado en un inmenso mar villista que se extendía desde Baja California hasta
Nuevo León, sin posibilidad alguna de ser auxiliado. Para aniquilarlo, May-
torena destacó sobre Naco alrededor de 3,000 hombres de los batallones
yaquis 60., llo. y 120., incluida la caballería yaqui al mando del coronel
Fructuoso Méndez.
Los generales Calles y Hill, que con alrededor de 1,500 hombres se dis-
pusieron a defender Naco, resistieron los furiosos y repetidos ataques lan-
• zados por el enemigo de~de octubre de 1914 hasta enero de 1915, en
cuyo transcurso los villistas fueron reforzados con tropas enviadas desde
Baja California.
Convenido un armisticio para evitar las complicaciones que con Estados
Unidos estaba provocando la lucha por el peligro en que se encontraban los
residentes del lado americano, Naco fue declarada plaza neutral y el general
Calles se concentró a Agua Prieta. Las fuerzas de Maytorena se concretaron
a vigilar y hostilizar a los defensores de la mencionada plaza.
Al tener noticias el general Calles de que Villa se aproximaba pro-
cedente de Chihuahua con más de 12,000 hombres y que lo atacaría, con-
centró en Agua Prieta las fuerzas con que ya había iniciado su ofensiva
contra los maytorenistas. Para auxiliarlo, el general Obregón le mandó 4,000
hombres a través de territorio americano. Acabando de recibir este refuer-
zo que aumentó sus efectivos a 6,500 hombres, fue rudamente atacado por
6,500 ó 7,000 hombres de las fuerzas de Villa, a las que se sumaron como
2,500 ma ytorenistas.
No obstante la superioridad numérica del enemigo y de que éste con-
taba con bastante. artillería de grueso calibre, el general Calles resistió el im-
pacto con la firmeza que singularizó su carácter de acero, logrando, en noviem-
bre lo. de 1915, rechazar y dispersar a los atacantes, después de haberles
hecho gran cantidaa de prisioneros e infligirles fuertes pérdidas.
El general Villa, que había continuado hacia el centro del Estado con
el resto .de su columna, a la que se incorporaron más de 2,000 hombres al
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
194 CLAUDIO DABDOUB
mando del Gral. Urbalejo, avanzó sobre Hermosillo, que acababa de ser
evacuado por las fuerzas de Maytorena y ocupado por los generales Diéguez
y Flores con 6,000 hombres que habían llegado por el sur.
El general Manuel M. Diéguez tomó la iniciativa y atacó al general Villa,
cuyas fuerzas eran muy superiores en número de hombres, en caballería y
en artillería, habiéndose trabado el combate en la hacienda de "El Alami-
to", próxima a la capital del Estado, con resultados desastrosos para las
fuerzas del Centauro.
Rehechas éstas y auxiliadas con la llegada del general Medinaveytia al
frente de 1,500 hombres de caballería de la columna que había sido derro-
tada en Agua Prieta, se lanzaron nuevamente a tomar la plaza de Hermosillo;
pero el resultado fue fatal para la División del Norte, pues fue completa-
mente aniquilada. Villa, con los restos de la misma, se regresó a Chihuahua
después de haber inutilizado la poca artillería que salvó, pero que no pudo
transportar a través de la Sierra Madre.
Quienes han analizado este episodio de la vida del guerrillero duran-
guense no explican claram.:!nte el fracaso de Villa en Sonora, quien tuvo a
sus órdenes más de 15,000 hombres en momentos en que los constitucionalis-
tas apenas empezaban a recibir refuerzos, y que, además, tenía el control
de los puertos fronterizos de Naco y Nogales que le permitían abaste-
cerse de cuanto necesitara y le daban el dominio sobre las comunicaciones fe.
rroviarias y telegráficas del Estado, facilitándole movilizar rápidamente sus
contingentes y coordinar sus movimientos.
El general Juan B1:,rragán, en su Historia del Ejército y de la Revo-
lución Constitucionalista, juzga que uno de los errores del Centauro fue ha-
ber dividido sus fuerzas, destacando una parte de ellas sobre Agua Prieta
y la otra sobre Hermosillo. Pero Villa lo hizo, seguramente, porque aun
así era manifiesta su superioridad en hombres, caballería y artillería, tan-
to sobre Calles como sobre Diéguez y Flores.
Tal vez el relato que el general Marcelo Zavala hace en su obra inédita
a que ya se ha hecho referencia, aporte el dato complementario, pero muy
importante, relativo a los factores que deciden la victoria en los comba-
tes: el estado moral de jefes y tropas.
Tomando este relato a partir de los preliminares del primer encuentro
entre las tropas de Villa y las de Diéguez, cerca de Hermosillo, dice el
general Zavala: <69 >
"Además de la tercera y cuarta compañías del llo. Batallón de Sonora
de la que meses atrás me había separado, encontré a mi jefe el ya coro~el
Agustín Chávez ( yaqui), a quien me presenté poniéndome a sus órdenes.
Nos daba gusto volver a vernos y platicar largo y tendido. Así vine
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 195
. a saber que en el campamento estaba el general Villa y que entre sus gene-
rales estaba nuestro general Francisco Urbalejo a quien yo respetaba grande-
mente por su recta mentalidad de militar y por su disciplina.
En esta hacienda de El Alamito fue donde nos dieron alcance las fuer-
zas del general Diéguez, generalizándose un combate que se le llamó después
el de "El Alamito".
Cediendo nosotros al empuje carrancista, nos retiramos replegándonos
más al norte, a Zamora, que es una estación sobre la vía, presentando resis-
tencia y tratando de que nuestro movimiento no se volviera pánico. EL GE-
NERAL ZAVALA PELEABA EN EL llo., CONSTITUIDO POR YAQUIS.
Ya en Zamora no pudimos sostenernos y seguimos nuest!a retirada más al
norte. . • El general Villa, entre su Estado Mayor, observaba las operacio-
nes sin comentar nada, inescrutable y sin pronunciar palabra, notando la
confusión de nuestra retirada.
No bien habíamos llegado a Pesqueira cuando el llo. recibió la orden
de auxiliar al Batallón "Guerrero" al cual le estaban proporcionando magní-
fica ~;>ateta. El "Guerrero" ya se venía replegando hacia Pesqueira cuando
llegamos en su auxilio entrando inmediatamente en la trifulca. En medio de
ella logramos apoderarnos de una ametralladora carrancista lanzándola; pero
tuvimos que soltarla pues era más estorbo que trofeo. A pesar de nuestros
alardes era evidente que no las teníamos todas con nosotros. Perdimos un
tren de impedimenta completo con soldados, familiares ...
En nuestro campamento de Pesqueira pasamos la noche lamenta.ndo las
distintas muertes que habíamos sufrido. Lo:. jefes se mostraban hoscos, des-
nwra/,izados. Al día siguite Villa se dirigió a los jefes y oficiales de viva voz:
"Mucho me apena tener que anunciar que debido al poco espíritu com-
bativo de mis general,es voy a tener que retirarme a Chihuahua con una poca de
gente escogida. El ánimo combativo de ayer me demostró mucho que desear.
Noté que no se hizo frente a los carrancistas de manera definitiva sino que
nos concretamos a correr sin ton ni son."
De esta manera siguió hablando por un buen rato haciendo la crítica de
las operaciones, sin encolerizarse, poniéndolos sobre ascuas, calmadamente,
hasta que dejó la palabra.
Inmediatamente la tomaron los aludidos para ofrecer una acción
más efectiva e intensa picados en su amor propio. El coronel Higinio Gutiérrez
(YORI, PERO COMANDANTE del 130. BATALLON DE INF ANTERIA, YA-
Q:UI), no obstante que su bataUón había sido uno de los más castigados la
víspera, pidió como posición de combate la vía, para avanzar sobre ella hacia
Hermosillo (PARA EL SEGUNDO ENCUENTRO). Esta sería una de
las posiciones más peligrosas ya que el enemigo estaba regado desde Zamo-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
196 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 197
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
198 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 199
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
200 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 201
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
202 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 203
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
204 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 205
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
206 CLAUDIO DABDOUB
general José Guillermo Carbó (muy afecto a la bebida y hasta calificado como
dipsómano por algunos escritores), supo que, a consecuencia de sus excesos,
iba a ser removido de la la. Zona Militar, pero como se encontraba endeudado
en Guaymas y Hermosillo, aceptó ]a sugestión· que le hicieron sus acreedores
de provocar ]a rebelión de la tribu Yaqui, lo que obligaría al Gobierno Fe-
deral a dejarlo al frente de la campaña y a él Je permitiría resolver sus pro-
blemas económicos.
Rotas las hostilidades en 1917, nuevamente entraron a la región miles
y miles de soldados de las tres armas, todos perfectamente armados y abun-
dantemente pertrechados, poniéndose en práctica la más cruel e inhumana de las
disposiciones del Porfirismo: la deportación, al sur, de fas esposas, hijos y
demás familiares de los guerreros indígenas. ¡ En plena injciación del régi-
men revolucionario!
Taies disposiciones provocaron una reacción tan fuerte entre la tribu,
que originaron un hecho dd que todavía conservan un recuerdo muy vivo sus
actuales supervivientes.
En diciembre 7 de i917, los yaquis atacaron la Estación de Espe•
ranza (próxima al actual Ciudad Obregón, del que entonces sólo existía una
caseta del ferrocarril), debido a esa práctica, pues unos días antes las tro-
pas federales habían aprehendido a un grupo numeroso de familias indí-
genas que se encontraban trabajando en los campos agrícolas del VaUe del
Yaqui, enviándolas por tren con destino al sur, en calidad de rebeldes co-
gidos en campaña.
Enterados los yaquis de esta aprehensión '/ stguros de que sus "parien-·
tes" serían deportados a Yucatán, se enardecieroJ} y mandaron a un gru-
po de guerreros a rescatar a los cautivos: pero cuando llegaron a Esperanza
encontraron que el convoy ya había salido ...
Burlados los yaquis, atacaron la Estación, ;iendo rechazados por el des-
tacamento federal que la guarnecía, cuyo jefe, general Roberto Cruz, resul-
tó herido. Frustrado el rescate de los deportados, la venganza de los abo-
rígenes se hizo sentir en toda la región del Y aqui y centro del Estado
durante dos años, hasta octubre de 1919 en que el recién electo Goberna-
<lor Constitucional de Sonora, don Adolfo de la Huerta, obtuvo nuevamente
la aprobación del Gobierno Federal para procurar la pacificación de la tribu por
medio de negociaciones.
De la Huerta dejó en libertc1d a las mujeres yaquis presas en la Pe-
nitenciaría del Estado, en Hermosi11o, enviándolas al Bacatete como emisarias de
paz, con lo que se inició el regreso de los alzados a sus pueblos. :poco des-
pués envió dos emisarios a buscar el contacto con los jefes rebeldes; pero a
consecuencia de la forma en que las pláticas se desarrollaban, don Venustiano
Carranza se opuso a que las mismas continuaran, pues surgieron diferencias de
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 207
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
208 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 209
familias a la tribu, trató y aún continúa tratando con el aludido Primer Ma-
gistrado, la dotación de las tierras necesarias para que laboren por su
propio esfuerzo, dentro de los medios de la civilización su propia existencia
y ayuden a laborar la existencia de los demás a fin de que sean igualmente
ayudados.
El C. Presidente ha estado proponiendo e insinuando a este Ejecutivo que
la dotación de tierras solicitadas, sea en cualquiera otra Entidad de la Repú-
blica <*>;pero este Gobierno no ha estado' ~nforme ni puede convenir en que
así sea, porque tal determinación nos conduce inevitablemente al fracaso de
los tratados con muy grave perjuicio para la paz del Estado y de la Re-
pública en general, o cuando menos crecerían las dificultades, puesto que el es-
tado sociológico de la tribu, además de ser conocido por su obstinación
en hacer tal o cual cosa, no se avendría fácilmente a abandonar su peque-
ña patria, en vía de concesión en los tratados, que tal vez no comprende-
ría a fondo y por lo mismo desconfiaría de ellos.
Sin embargo, tengo fe en que el C. Presidente convendrá con este Eje-
cutivo, en que no hay solución posible fuera de esta concesión plenamente jus-
tificada y espero que la resolución será favorable, dado que la dotación de
tierras no presenta las mayores dificultades si se pone en parangón desde
luego con las que presenta la contienda."
Después de haber dado por terminadas las pláticas de paz, don Ve-
nusti~no Carranza dio orden al Jefe de Operaciones en Sonora, general
Juan Torres S., de abrir la campaña contra los yaquis; pero el Gobernador
se opuso terminantemente. El Primer Magistrado pidió la aprehensión de De
la Huerta, no siendo obedecido por el gener_al Torres, quien fue destituí-
do del mando con órdenes de entregarlo ral general Juan José Ríos, a lo
que los jefes sonorenses se opusieron. Con igual objeto fue enviado el ge•
neral Manuel M. Diéguez, pero tampoco fue reconocido.
Entonces, pasando por alto al Congreso de la· Unión, el Presidente de la
República declaró desconocidos los poderes de Sonora y nombró Goberna-
dor al señor Ignacio L. Pesqueira en marzo de 1920 y ordenó al general Dié-
guez que, con fuerzas suficientes, lo apoyara. (Los párrafos posteriores a la
transcripción futron extractados de Nociones de Historia de Sonora, del pro-
fesor L. Calvo, Págs. 301/2. Otras fuentes dicen que la movilización mi-
litar comprendió a 8,000 hombres.)
Y con esto vuelve la t,·ibu Yaqui a constituir parte de un grave problema
nacional. Si no fue su problema la causa directa de los sucesos desarro-
llados con posterioridad inmediata a lo acabado de narrar, cuando menos pre-
cipitó los acontecimientos.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
210 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 211
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
212 CLAUDIO DABDOUB
Desde fines del año de 1918 se habían iniciado los trahajos políti-
cos para la sucesión presidencial, cuyas elecciones se verificarían en junio de
1920.
Después de diez añ.os ele luchas en los campos de batalla, en las que las
juventudes mexicanas se habían iniciado desde su pubertad, forjando su ca-
rácter en la vida de las movilizaciones continuas, del redoble de los tam-
bores y de las notas marciales de los clarinés, de los traqueteos de las ame-
tralladoras y el estruendo de los cañones; en que las victorias los acercaban
a la materialización de sus ideales y las derrotas les templaba el alma, ha-
bituándolos a identificar las armas de fuego con la solución de sus proble-
mas,. se veían ahora sumergidos en un ambiente cada vez más caldeado
por las pasiones políticas. Diez años de divisiones ideológicas que dejaron una
poderosa legión de gentes con el pecho y el cerebro corroídos por la hu-
millación y el rencor de la derrota y que constituían el fuego que mantenía
en inquietante ebullición a todo ~l conjunto nacional.
El grupo de exiliados en Estados Unidos, afiliados a la Alianza Li-
beral Mexicana, proyectaba iniciar otra revolución en México, para cuyo oh•
jeto el genera, Felipe Angeles se internó a la República y se unió a Fran-
cisco Villa en el Estado de Chihuahua, tomando Parral y Ciudad Juárez.
En __varias partes del País continuaban en armas distintos gr1,1pos
cuya sumÍsión no parecía poder lograrse.
En estas circunstancias, el general Alvaro Obregón lanzó desde Noga-
les, en junio de 1919, un manifiesto criticándole al Gobierno su incapaci-
dad para resolver éstos y otros problemas, y aceptando figurar como candidato
a la Presidencia de la República, inició su gira de propaganda electoral.
En todo su recorrido hasta la Capital Mexicana fue objeto de gran-
des manifestaciones de entusiasmo y apoyo, que siguieron repitiéndose e~
los Estados del centro y del norte ante la hostilidad, cada vez más fuerte,
de autoridades civiles y militares, hasta darse el caso, en el puerto de Tam-
pico, de ser atropellados los obregonistas por las fuerzas federales de ese lugar,
pues el candidato de don Venustiano Carranza era el ingeniero Ignacio Bo-
nillas (sonorense originario de San Ignacio, aldea próxima a Magdalena).
F,i tales circunstancias, el proceso militar que en México se le abrió al
candidato Obregón acusándolo de complicidad con el general Roberto Ce-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 213
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
214 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 215
mente los toques de corneta y veía recortarse nítidamente los uniformes contra
el color alazán de las cabalgaduras. Cuando bajo la mirada aguda de mi
esposa, que me atravesaba de parte a parte, la voz del Güero me sacó de
entre mis pensamientos preguntándome:
-¿ Qué dices, hombre, aceptas? -le contesté:
-Mi general, cuente conmigo a la hora que sea.
-En ese caso, te diré que quiero que me acompañes a la sierra del Ba-
catete a ver al Morí para conferencia -agregó mientras endulzaba su café
y me pasaba la azucarera.
¡A la sierra! ¡ Con el Morí ! ¡ Con los indios broncos!
-Ya mandé un emi:!'ario para avisarle a Ignacio Morí, que es el
jefe de los indios broncos. Nosotros lo vamos a esperar en el Guapari para ha-
cer pacto y acuerdo con ellos. Al volver de la sierra y mientras salimos
a México, organizamos la gente para el viaje. Si yo me pierdo de vista,
te presentas al general Alvarado, él ya sabe y te dará órdenes -decía, mien-
tras saboreaba su café y el mío se enfriaba lastimosamente abandonado-. En
nuestro viaje al sur no sabemos qué cosa& vamos a topar, de manera que,
definitivamente, no vamos a llevar mujeres ni familiares de ninguna clase,
dado que necesitamos movernos rápidamente, pues la idea es hacer el viaje
rápido, como zarpazo de tigre. -Se levantó y empezó a despedirse--. "Bueno,
me voy; no tengQ que recomendarte discreción, pues ya sabes que hay que
tenerla. . . o nos va en ello la vida."
-¿ Cuándo vamos a ir a Ta sierra, mi general?
-Vamos a ir a mediados del mes -se caló el sombrero y se despidió-.
Queden ustedes con Dios. . . y perdone, señOTa
,. -agregó, dirigiéndose a mi
esposa- pero usted se casó ·con un militar.
La entrevista en el Cañón
del Guapari
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
216 CLAUDIO DABDOUB
raba contra Carranza. La idea era que ellos, los indios, guardaran la reta-
guardia en Sonora. A la entrada del cañón nos recibieron quince indios
armados que nos marcaron el alto y nos pidieron los caballos. Desmontamos los
tres y seguirnos a los indios, según indicación que nos hicieron.
A poco andar encontramos a la indiada toda que rodeaba a sus "co-
banaguas" (gobernadores), que estaban sentados formando un semicírculo,
al que nos acercamos gravemente.
El "Güero" se adelantó hasta quedar dentro del semicírculo, y Matus y yo
quedamos atrás de él, a unos cuatro pasos. La conferencia dio principio y em-
pezaron los tratados. El "Güero" Méndez estaba usando la lengua yaqui y don-
de no encontraba palabras suficientes usaba el castellano. Lo mismo hacían
los yaquis: hablaban en su lengua, pero en los pasajes que el general Méndez
solicitaba, usaban el casteJlano.
Entre otras cosas, se acordó que bajaran a Oroz la mayor cantidad de in-
dios armados que se pudiera; que unos cincuenta yaquis escogidos fungie-
ran como la escolta de Adolfo de ]a Huerta hasta México, bajo las órdenes
directas de un yaqui llamado Francisco Flores, con el grado de capitán. Se
tomaron otros acuerdos de los que no me di cabal cuenta atento como es-
taba a la escena de los "cobanaguas" y el jefe de ellos, Ignacio Mori, indio cha-
parrón, fuerte y de cara du_ra.
Todo lo acordado se traslaclaba inmediatamente al papel, escrito en má-
quina por un joven yaqui de nombre Luis Salcido, jnstruído y que ha-
blaba mglés, además de español y, naturalmente, del yaqui. Su inglés era
del bueno, de escuela, y no solamente lo hablaba sino que lo escribía a la
perfección; había sido educado en la escuela para indios de Phoenix, Ariz.
Otro de los secretarios era Juan Rivera, indio también muy entendido en
esos meitesteres de leyes, escribanías y oficinerías. (También era intérprete
en yaqui, español e inglés.)
Esa misma tarde nos desocupamos de la misión; quedó todo redac-
tado a satisfacción de ambas partes. Restaba ser enviado el escrito a Hermo-
sillo para la firma del Gobernador De la Huerta; pues sin la firma del
Gobernador yori no se movería ni un solo indio. Pero no nos confiaron
los papeles; los llevaría un mensajero yaqui que vendría con nosotros. Para
nuestra sorpresa, el mensajero resultó ser mensajera, una india entrada en
años y en carnes (HA SIDO COSTUMBRE TRADICIONAL DE LOS YA-
QUIS, Y TAL VEZ DE LA MAYORIA DE LAS TRIBUS ABORIGENES DE
MEXICO, QUE LAS MISIO~ES DE PAZ Y EMBAJADAS SEAN DESEM-
PE~ADAS POR MUJERES, QUIENES, EN CUALESQUIERA CIRCUNS-
TANCIAS DE PAZ. O DE GUERRA, SON GRANDEMENTE RESPETA-
DAS). Con· sus enaguas floreadas y su chillona camisa bajo el rebozo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 217
más estridente, aún oyó las recomendaciones que los "cobanaguas" le ha-
cían al entregarle los papeles, que recibió y guardó bajo su ropa, en el pecho.
En Oroz estaba esperando un tren a la comisión del "Güero" Méndez, que
ahora venía acompañado por la mensajera. La india no se asustó con el tren.
Subió intrépidamente con los "yoris" y salieron a Hermosillo.
Aproximadamente una semana después, quizá ya con noticias de su
mensajera, los indios broncos empezaron a bajar de la sierra en gran nú-
mero a formar campamento en Estación Oroz. Llegaban en grandes parti-
das, llevando a sus mujeres y ocupándose inmediatamente de levantar ra-
madas, mientras las mujeres encendían hogueras para sus comidas. Venían
mal vestidos, pero perfectamente armados y municionados, constituyendo
un contingente de dos mil quinientos combatientes.
A fines de abril llegó al campamento militar de Lencho la orden pe-
rentoria de que la artillería se concentrara inmediatamente a México. . . ¡mal'
síntoma!, las fintas preliminares principiaban. Luego. el 23 de abril se firmó
el Plan de Agua Prieta, desconociendo abiertamente a Carranza. . . y se vi-
nieron los preparativos del choque armado.
A mediados de mayo nuestros telegrafistas de Agua Prieta intercepta-
ron un mensaje cifrado que el Presidente Carranza enviaba a los jefes
ferrocarrileros, en el cual les ordenaba concentrar en Mazatián material ro-
dante suficiente para movilizar ocho mil hombres y efectivos de combate.
Quizá era esto cierto o era un simple sondeo para explorar la actitud de
los firmantes del movimiento en su contra; pero el genera) Angel Flores tomó
pie en esto para levantar el espíritu de lucha exclamando: "¡ Pues bien, vamos
a quitarles la molestia <le venir; nosotros vamo:; a encontrarlos!"
El general Angel Flores era el gen{ral en jefe de las fuerzas adheri-
das al Plan de Agua Prieta. Inmediatamente de recibido el mensaje inter-
ceptado, giró órdenes en el sentido de movilizarnos rumbo a México, la Ca-
pital, y de no detenernos hasta entrar al Palacio Nacional.
Y o me había presentado al general Salvador Alvarado a mi vuelta de
la comisión del Guapari. El general estaba en Torim y en el nuevo plan
de gobierno fungía como Secretario de Hacienda y Crédito Público.
Ya con el movimiento en marcha y la gente abordando los trenes
en el campamento de Lencho llegó el Gobernador De la Huerta para ocu-
par el convoy que usaría en la jornada de dos mil kilómetros a México.
Recibió su escolta de cincuenta yaquis broncos que lo acompañarían a una
vista todo el trayecto.
Con la llegada del Gobernador del Estado coincidió la llegada del ge-
neral Alvarado, quien me ordenó sumarme a la escolta del Gobernador para
que sirviera de enlace entre los indios cerriles y los blancos, atendiendo
a los deseos, pagos y alimentación de la escolta.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
218 CLAUDIO DABDOUB
"Bajo la bandera del Plan de Agua Prieta nos movíamos sobre la Ca-
pital de la República en franca rebelión contra el Presidente Carranza. Va-
rios convoyes militares habían 8alido del campamento de Lencho, en
Sonora, llenos de soldados con todos sus efectivos de combate. Avanzábamos
sobre los rieles a marchas forzadas~ haciendo estaciones únicamente para car-
gar agua y pedir vía libre al sur.
El general Roberto Cruz avanzaba por tierra a varios días de distancia
adelante de nosotros, protegiendo con su caballería los puentes ferrocarrile-
ros que usaríamos en nuestro avance. Desde San Blas, Sinaloa, la caballería
de Roberto Cruz limpió, en su tarea de escoba, a los carrancistas y los em-
pujó hacia el sur, dejando protegidos los puentes para nuestro paso ulterior.
Al llegar a Culiacán, un telegrama esperaba a don Adolfo de la Huerta
con esta sorprendente noticia: "Con esta fecha las Cámaras de Gobierno, Di-
putados y Senadores, se honran en comunicar a usted que le ha sido con-
ferido e] interinato como Ejecutivo de la Nación". También nos esperaban
las noticias de la salida de Carranza rumbo a Puebla.
Cuando se supo que llevábamos al Presidente Interino de la Nación, fue
grande el entusiasmo entre toda la tropa de los trenes. Por la noche conti-
nuamos nuestro viaje a México.
Ah~ra la escolta de yaquis broncos se convertía en escolta presidencial,
que vino a quedar bajo mi mando directo por orden del general Fructuoso
Méndez.
La noticia de la muerte de Carranza mientras salía por Puebla, cla-
mando por fuerzas militares que no le respondieron, la recibimos con filosofía
y resignación. Pero hasta que llegamos a México y supimos los deta11es de la
traición de que fue objeto por parte del asesino, nos conmovió llenando de
desprecio a ese Judas que obró con estúpida iniciativa propia tratando de la-
brarse una posición en el nuevo gobierno, pero que se le quedó colgada como
un dis~riminante sambenito.
En Mazatlán nos esperaba el Guerrero para llevarnos a Manzanillo a
tomar los trenes a México, según itinerario acostumbrado. Llegamos a la
capital de la República el 30 de mayo de 1920. La escolta presidencial se
alojo en el· cuartel de El Chivatito, en C.hapultepec, y yo con ellos. Todos
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 219
los días el Presidente De la Huerta nos visitaba, inquiriendo qué cosas nece-
sitábamos, y para hacernos ver que no se olvidaba de su escolta.
Apenas transcurridos tres meses, ya la escolta presidencial de cincuenta
yaquis broncos no quería seguir en la capital. Ofrecimientos, ruegos, premios,
nada les hacía mella: querían devolverse a Sonora. Nunca dieron explica-
ciones de por qué querían devolverse; simple y sencillamente, tenían que
volver a Sonora.
No eran los únicos yaquis dentro de los cuerpos militares que habían
sostenido el Plan de Agua Prieta; raro era el que no los contaba entre sus
filas; pero estaban confinados en los cuarteles, fuera de la vista •directa de
los grandes personajes de ]a política. No así esa escolta de cincuenta yaquis
broncos traídos directamente de su sierra del Bacatete, y que estaba presente,
día y noche, en el Palacio Nacional y lado a lado del Presidente Interino don
Adolfo de la Huerta. ¡Y no hubo modo de detenerlos!"
Con los sucesos comprendidos en esta transcripción, terminó para la Tribu
Yaqui un larguísimo período de siglos que en su historia ocupa un amplio
espacio teñido con el púrpura de la sangre derramada por varias genera-
ciones, y el negro luctuoso de las vidas entregadas sin restricción en aras
de la libertad de su nación. ¡ Ante fuerzas superiores, y casi aniquilados sus
cuerpos por el cansancio y la inanición, su alma vigorosa los sostuvo en pie
de lucha por su independ1::ncia, desde un 4 de octubre de 1533 hasta un
día del mes de abril de 1920. En esta fecha lograron ver el triunfo de sus
derechos naturales y que se les viera como seres humanos! ¿ Hay en la historia
universal otro pueblo o raza que iguale este ejemplo de amor patrio?
A partir de entonces se procedió a la desocupación de los pueblos yaquis
por parte de los blancos y mestizos distríbuidos en Potam, Torim, Bacum y
Cócorit, pero habiéndose aprestado a hacer resistencia los de Bacum y Có-
corit, e] Gobierno prefirió demorar su evacuación. Seguramente la tribu acce-
dió a esperar al ve:r que todo lo convenido se le venía cumpliendo; entre otras
cosas, la construcción de iglesias en Bacum, Vicam Pueblo, Potam, Belem,
etcétera etcétera.; se les pagaban haberes a todos los varones yaquis y con-
tinuamente les llegaban trer.es con provisiones y ropa.
El autor de esta crónica no pudo investigar si en la paz de 1920 hubo
algún arreglo respecto a la zona afectada por la concesión adquirida por la
Cía. Constructora Richardson, S. A. para la colonización de la margen izquierda
del río; pero es probable que sí lo haya habido puesto que los aborígenes se
mantuvieron pacíficos hasta el año de 1926.
La rebelión de don Ac1olfo de la Huerta en diciembre de 1923 no alteró
esta situación. ya que aunque era de esperarse que los yaquis lo apoyaran.
no se movieron. Se supone que esto se debió a la aprehensión del general
Fructuoso Méndez, en el estado de Hidalgo, y su fusilamiento, precisamente
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
220 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 221
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
222 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 223
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
224 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 225
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
226 CLAUDIO DABDOUB
ACUERDO
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 227
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
228 CLAUDIO DABDOUB
• • •
(Como resultado de la junta que celebraron el día 19 de febrero de
1938 con el señor Presidente de la República los titulares de las Secreta-
rías de Educación Pública, de Agricultura y fomento, de la Asistencia Pú-
blica y de la Defensa Nacional y de los Departamentos Agrario, de Salu-
bridad y de Asuntos Indígenas, reunión a la que asistieron también el
general Miguel Enríquez, comandante de la Zona Militar de Sonora, y el in-
geniero Guillermo de la Garza, que presidirá la Comisión de Fomento Agrícola y
Ganadero de las Colonias Yaquis, el C. Primer Magistrado de la Nación
expidió el siguiente ACUERDO a ]as dependencias antes citadas):
"El Gobierno Federal, siguiendo su propósito ·de prestar la atención es-
pecial que merece la población indígena, ha estudiado con todo cuidado
el problema de la tribu yaqui, principalmente en sus aspectos de trabajo,
de educación y de salud en que se encuentran hombres, mujeres y niños,
observando en estos últimos años un franco empeño de la misma tribu a
dedicarse al cultivo de las tierra~, a la cría de ganado y a formar sus pue-
blos para dejar la vida errante que se vieron obligados a seguir debido a la
campaña que sostuvieron dentro del territorio del Estado de Sonora.
Una observación muy halagadora es la que nos presenta la propia tribu
al interesarse de manera empeñosa por la escuela para la educación de sus hi-
jos, demostrando con esta actitud que no es rebelde a la civilización y que
por sus Q<>ndicionesde raza fuerte y por su inteligencia natural, puede cons-
tituir la base de una •población vigorosa y útil para el país, si le propor-
cionamos los medios necesarios para mejorar sus condiciones de vida.
El estado de salud de un alto porcentaje de la población yaqui es de-
primente, debido especialmente a la mala alimentación y a la falta de atención
médica, y considera el Gobierno que esto puede remediarse pronto, en virtud
del espíritu de traba jo que priva en el ánimo de la tribu para hacer produ-
cir la • tierra y el interés también que ponen al facilitar la labor de los
médicos.
Atendiendo a todas estas circunstancias, ratificadas por el informe ren-
dido por el C. general Miguel Enríquez, jefe de la 4a. Zona Militar, en el es-
tudio que hizo de las condiciones que prevalecen actualmente en el seno de
las CQlonias Yaquis, y tomando en cuenta también las peticiones hechas por
la Cornisión integrada por los jefes yaquis que últimamente entrevistaron al
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 229
suscrito, se dictó ayer en la junta celebrada con los titulares de las depen-
dencias que deben intervenir para desarrollar el programa señalado por el
Ejecutivo en las colonias de la tribu ya qui, como sigue:
Secretaría de Agricultura: Nombrará una Comisión de Fomento Agrí-
cola y Ganadero de las Colonias Yaquis y dispondrá la realización de las
obras de irrigación necesarias, ministración de sementales, implementos, di-
rección agrícola y refacción económica previa a las operaciones que des-
pués de un año se harán con el Banco Nacional de Crédito Agrícola.
Secretaría de Educación Pública: Desarrollará intenso plan educativo
mediante la fundación de escuelas, ministración de profesores y útiles en co-
laboración con el
Departamento de Asuntos Indígenas: Atenderá al mejoramiento del In-
ternado Indígena existente y verá que rinda el máximo beneficio.
Secretaría de la Asistencia Pública: Establecerá casas de maternidad
y jardines de niños en el seno •de las propias colonias resolviendo cuantos
problemas sean de su jurisdicción.
Departamento de Salubridad: Ejecutará el total saneamiento de la Re-
gión.
Comandancia de la Zona Militar de Sonora: Dará contribución y apoyo
para facilitar la labor de la Comisión de Fomento Agrícola y Ganadero.
Del Gobernador del Estado, se solicitará su cooperación a la labor dis-
puesta, para reducir la venta e introducción de bebidas embriagantes en la zo-
na que abarca toda la región del Río Y aqui, incluyendo Ciudad Obregón.
ACUERDO
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
230 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 231
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
232 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 233
PRESENTE:
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
234 CLAUDIO DABDOUB
RESUELVE
I.-La Tribu Yaqui podrá disponer, durante cada año agrícola, has-
ta la mitad del caudal que se al:mac,enará en la presa de la "Angostura" para
fines de riego de sus propias tierras.
II.-Las extracciones deberán corresponder a las necesidades agrícolas de
su zona irrigable en la margen derecha del citado río, independiente-
mente del aprovechamiento de las aguas no controladas en la presa de la
"Angostura".
IIL-La tribu Yaqui tendrá derecho a disponer de dichas aguas a me-
dida que las tierras de su propiedad que vayan abriendo al cultivo, lo
reqmeran.
IV.-La tribu Yaqui deberá poner más actividad en desmontar la ma-
yor extensión de tierras que le sea posible para el mejor aprovechamiento
de las aguas.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 235
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
236 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO XI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 237
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
238 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 239
pelear, pero que prefería hacer un arreglo pacífico ~ que precisamente por
eso estaba él ahí; que en ese entendido, continuara:
-"Mira, Presidente, cuando el gobierno fue derrotado y nos vm1e-
ron a pedir la paz ... " El general Cárdenas respondió:
-"Bueno, el gobierno fue derrotado. . . sigue, pues."
Y efectivamente, como decía el Gobernador yaqui, ellos nunca pidieron
la paz ni se rindieron. A través de su larga historia podrá verse unas ve-
ces, y deducirse otras, que siempre se les ofreció la paz por medio de
emisarios, y que cuando ellos la propusieron alguna vez, fue con condicio-
nes, sin omitir nunca la elemental para la tribu: la desocupación de su te-
rritorio.
En su trato con los extraños a su raza, los yaquis son serios y extre-
madamente reservados y hasta simulan no entender el castellano, dando la im-
presión de ser huraños. Pero son todo lo contrario, pues a diferencia del
resto de los aborígenes del País, que son callados y tristes, el yaqui con-
vi~ con los suyos en broma continua, entrediciéndose burlas y puyas, ju-
gando y correteando, aun después de un día de intensa labor.
Sor: muy limpios en sus personas, trabajadores, eficientes y honrados.
Las mujeres, con características físicas similares, aunque de ca'ra más ovalada y
carácter risueño y dócil, son, por regla general, bonitas.
Aunque en el párrafo anterior se dice que s.on trabajadores y así se
les considera en los ranchos del norte de Sonora, actualmente, en el Valle
del Yaqui se les tiene en el concepto de flojos, t~to entre los cont,ra-
tistas que han hecho trabajos de desmontes en sus tierras, como entre el per-
sonal de los bancos oficiales que los refaceion~n y los agricultor~s que los
ocupan en sus campos agrícolas, en contradicción con las expresiones que de
ellos han dejado escritas algunos obispos que los visitaron en épocas ante-
riores, militares que los trataron durante mucho tiempo durante el régimen
de don Porfirio Díaz, y agricultores que, todaví~ hace 15 años, cuando en
esta región se cultivaban· grandes extensiones de arroz que tenía que ser
cortado con hoz y por tareas, pedían gente a los gobernadores de la tribu,
pues cada yaqui hacía fácilmente el doble de las tareas que lograban los
peones ajenos a su raza. Lo mismo sucedía en otros trabajos.
¡Alguna razón muy poderosa debe haber en el cambio experimentado y que
se concreta al Valle del Yaqui ! •
Pudiera ser efecto de la liberalidad con que se les trató desde 1920
proporcionándoles alimentos, ropa, dinero para sus gastos y hasta para sus
festejos, todo sin mediar esfuerzo u obligación de su parte como reciproci-
dad; sistema que desde 1930 ha tomado la forma de habilitaciones, refaccio-
nes y salarios para sus trabajos agrícolas, ganaderos y marítimos, creándo-
les la conciencia de ser acreedores a estos beneficios, sin constituirse en
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
240 CLAUDIO DABDOUB
deudores de algo, ya que ellos consideran que esta r ráctica es sólo compen•
sación por los terrr.nos que se les han quitado.
También pudit;ra deberse su falta de entusiasmo por trabajar sus tierras
a las deficiencias oficiales: avíos retrasados, salarios retelnidos hasta por
más de mes y medio, cargos hechos en sus cuentas por mercancías no entre•
gadas o por trabajos caros y mal hechos, cosechas de las que no ven producto
ni beneficio, etc. ( Quejas escuchadas por el autor de esta crónica cuando
las han presentado al C. Gobernador del Estado, señor Obregón, y a fun-
cionarios federales que los han visitado.) • Y como siempre se ha preten-
dido explotarlos (y aún se hace), ellos se rehusen a permitirlo.
El caso de la raza yaqui ha sido muy delicado y ~omplejo, por ser un
problema preponderantemente humano provocado por las ambiciones y pre-
juicios del yori ( como designación genérica de blancos y mestizos), en opo-
sición a la razón y a la justa defensa que la tribu ha hecho de sus dere-
chos naturales y hereditarios; intereses opuestos que la comprensión y el
profundo sentido humano de dos hombres, don Adolfo de la Huerta y el ge-
neral Lázaro Cárdenas, han sabido conciliar; aunque sin alcanzar a evitar la
situación que se comenta.
La solución dada a este problema seguramente ha sido la más justa y
adecuada, pero probablemente la falla provenga de su forma de aplica-
ción y de la deficiencia de un factor elemental que interviene en ella:
el elemento humano a que tan acertadamente hizo alusión el general Calles
en una ocasión.
Pero el aspecto más triste que presenta la raza yaqui concentrada en
su territorio, posiblemente como consecuencia de su poca dedicación al tra-
bajo, es su creciente afición al alcoholismo, que está extendiéndose también
al uso de estupefacientes, cuyas plantas cultivan en sus propios terrenos.
Pasando a otro rasgo de su carácter, han demostrado poseer todavía
el estoicismo de sus antepasados. Hoy corno antes, permanecen imperturbables
ante su propio dolor, ya sea físico o moral.
Recientemente, un niño de alrededor de diez años se abrió un pie
de un hachazo. Cuando una misionera católica le vio vendado y sucio el pie,
lo sentó en una silla, le quitó las vendas y, careciendo de suficiente elemen-
tos, le lavó lo mejor posible la herida, se la desinfectó con alcohol en
la carne viva y le puso yodo antes de volver a vendarlo. Pese al intenso do-
lOI"de estas curaciones, el chamaco solamente apretaba las dos manitas
sobre las orillas del asiento de la silla, pero no se le oía la menor queja,
ni se le veía gesto alguno de dolor.
Impresionante fue otro caso sucedido en 1957. Un camión lleno de
indígenas chocó contra otro vehículo, volcándose e incendiándose, resultando
muchos muertos y heridos entre los yaquis. Regados cadáveres y heridos en
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 241
Religión
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
242 CLAUDIO DABDOUB
tusiasmo abrazaron la religión que éstos les enseñaron y a ella han per-
manecido fieles hasta nuestros días, conservando sus ritos, ceremonias y
celebraciones con apego extraordinario a la liturgia del Rito Romano. Los cam-
bios recientemente adoptados por la Iglesia Católica Romana no han que-
rido aceptarlos. Cuando el padre misionero que frecuentemente los visitaba ( al-
rededor de 1957) y les dio a conocer el cambio de la celebración de la
Resurreción del Señor, ellos lo escucharon muy atentos, sin decir palabra.
Al pretender el padre· que adoptaran la nueva modalidad, ellos dijeron: "para
los yaquis, el Sábado de Gloria es el sábado. . . es el costumbre ... ", y
así han seguido celebrándola.
Desde luego, la religión católica la entienden y la interpretan en una
forma que es resultante de sus antiguas creencias, de sus costumbres y de su
estado cultural, lo que no es fenómeno exclusivo de ellos, sino del hombre
en general; pero indudablemente que debe ser motivo de admiración el que pe-
ae a la ignorancia en que han vivido, hayan moldeado sus propias costumbres
dentro de un patrón moral conformado por el catolicismo.
Sus conmemoraciones religiosas son muchas, dada su gran afición a las
fiestas, siendo las más importantes la de Semana Santa, el día de los Fieles
Difuntos, la Navidad, la Epifanía ( el 6 de enero, en que cambian sus autori-
dades) ; pero a la que conceden importancia primordial es a la dedicada a la
Virgen del Camino, o Visitación dt:;la Santísima Virgen a su prima Isabel; ce-
lebración que se verifica el 2 de julio. Para esta celebración se reúnen en
Loma de Bacum todos los demás pueblos trayendo sus mejores matachi-
nes y danzantes en general. (Anteriormente la reunión se hacía en Bacum,
cuando todavía era suyo.)
La autoridad y servicios religiosos los desempeñan los maestros y sa-
cristanes .{temastianes, en yaqui). De unos y otros hay varios en cada
pueblo, pero uno de los maestros es el principal o jefe de los demás y
encargado de cuidar· el templo del poblado y dar servicio en el mismo;
a éste le llaman Maestro Y oohue, y temastimole al sacristán mayor. A las
mujeres dedicadas a los menesteres de las iglesias les llaman tenanchis.
Los maestros son designados por sus mamás, desde niños, para este
oficio, entregándolos a los instructores religiosos para que les enseñen las
costumbres y tradiciones de su raza, la lectura y uso del misal, sus obliga- -
ciones, etc.
Los chapayecas (fariseos) actúan como autoridades civiles en Semana
Santa y también cuando los pueblos quedan sin dichas autoridades entre el
término de las salientes y el principio de las nuevas, cada fin de año. (Tri-
bus ~\quis, Alfonso Fabila, Pág. 256.)
Tmito los chap<,t1ecas como los danzantes (pascolas, matachines, coyo-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 243
Forma de Gobierno
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
244 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 245
Costumbres
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
246 CLAUDIO DABDOUB
bir cuando ella sabe, etc.,. etc. Ya mayores, los padres continúan la forma-
ción del joven. Son muy celosos de la instrucción de sus hijos y muy poco
afectos a confiar ésta a terceras personas. Se ha dado el caso de que al
aceptar enviar a sus niños a una escuela o a aprender catecismo, asistan ellos
a presenciar las clases para tener la seguridad de que no va a haber desvia-
ción en la instrucción.
En cuanto a los niños, es tanto su interés por aprender que, según pla-
tica una catequista católica que los ha tratado mucho, cuando les daban cla-•
ses de escritura y lectura eran tantos los alumnos, que estas misioneras optaron
por comprarles pelotas y otros juguetes a fin de que mientras unos niños es-
tudiaran, otros jugaran, pues no era posible darles clases a todos simultánea-
mente. Sin embargo, tuvieron que hacer esto último en virtud de que en
cuanto empezaban a dar sus clases, los niños a quienes les correspondía ju-
gar dejaban de hacerlo para escuchar las lecciones.
Igual interé~ están demostrando los adultos en los pueblos en que se les
dan clases nocturnas, particularmente en Vicam. Lamentablemente, el profe-
sorado destinado a la tribu yaqui no ha demostrado tener empeño y compren-
sión para satisfacer estas ansias de saber.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 247
tienen terrenos nivelados y, sobre todo, buenos jefes) que les permiten cubrir
la habilitación, abonar a cuenta de la refacción concedida para desmontes y
compra de maquinaria y obtener remanentes.
También fue organizada una cooperativa de pescadores y, pese a las de-
ficiencias que pueda tener, los resultados han venido siendo favorables.
Entre los miembros de la tribu hay quienes individualmente explotan 30,
40 y hasta 90 hectáreas, o que tienen sus ranchitos ganaderos.
Todo lo realizado en el aspecto de la superación económica de esta ra-
za ha tomado mucho tiempo y ha requerido grandes inversiones de dinero
por el hecho mismo de que se ha empezado a hacer todo, es decir, nada había
anteriormente, pero el obstáculo más grande ha consistido en vencer los
fracasos propios de la experimentación iniciada y, sobre todo, vencer la des-
confianza, muy explicable del indígena, y encauzarlo por sendas de traba jo,
organización y disciplina a que no puede estar acostumbrado quien, genera-
-ción tras generación, se vio obligado a formarse en la guerra para defender
su patrimonio territorial, sus costumbres y su independencia.
Los resulta<los que vienen observándose parecen justificar la esperanza
de que pronto los yaquis corresponderán a .tales esfuerzos, para su propio be-
neficio y de la nación.
Problema soda!,
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
248 CLAUDIO DABDOUB
Considera.cwnes generales
Los juicios qu<' sobre la tribu yaqui se formen los lectores después de
finalizar este capítulo, serán, probablemente, muy diversos y hasta encon-
trados. Es posible que la mayoría coincida en juzgar que se ha sobreestima-
do a este grupo aborigen y se ha gastado demasiado dinero en beneficiarlo.
Adt:zmás, hay quienes pretenden que se imponga al mismo la organiza-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI
( *) Que el autor de esta obra reconozca tus cualidades humanas del general Cár-
denas, no significa que comparta su ideología.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
250 CLAUDIO DABDOUB
los yaquis en paz durante más de cien años, se elevó su nivel cultural y sus
miembros se constituyeron en los más fuertes productores agrícolas, ganade-
ros y artesanales de todo el noroeste. Pero lo primero que hicieron los misio-
neros fue aprender su dialecto, idiosincracia, organización política, económica
y social, respetándolas y adaptándose a ellas.
La obra que el gobierno federal ha venido realizando con la tribu Y aqui
es digna de ser conocida y apreciada; pero solamente ha faltado un elemen-
to esencial: "Hombres adecuados para llevar a feliz término el programa; hom-
bres con más disposición al apostolado que al oro."
CAPITULO XII
Para poder comprender y· juzgar los hechos históricos, así como la con•
ducta de los hombres que en ellos intervinieron, es preciso conocer la época
y las circunstancias en que los primeros se desarrollaron y los segundos ac-
tuaron.
De donde resulta necesario presentar un breve bosquejo, cuando menos,
de la situación imperante en México en la época en que se iniciaron los acon-
tecimientos comprendidos en esta segunda parte de la presente crónica y en
que fue concebido el Valle del Y a qui.
La estructuración económica de la Nueva España iniciada a raíz de la
conquista de Hernán Cortés, fue truncada por la lucha de independencia de
1810.
Desde entonces, entre continuas guerras intestinas e internacionales, aque-
lla maltrecha economía mostraba, en forma impresionante, sus desesperadas an-
sias de vivir, pese a las sangrías y mutilaciones de que se le hacía víctima.
Entre el ir y venir de los ejércitos en pugna, una y otra vez sobre casi
todo el territorio nacional, los ranchos ganaderos se acababan, los campos en
cultivo eran abandonados, las minas paralizadas y los ingenios azucareros que-
mados .
. Fácilmente puede comprenderse que una situación como la descrita, soste-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 251
nida a lo largo de 66 años, tiene que acabar con la organización aún de países
más fuertes.
Hasta que el general Porfirio Díaz asumió la Presidencia de la Repú-
blica, en noviembre de 1876, fue cuando se cortó el prolongado período de
guerras eslabonadas que se iniciaron con la de Independencia.
A partir del Plan de Tuxtepec que llevó al poder al general Díaz, la
agonizante economía de México ( que propiamente ya no era economía) entró
en un período de convalescencia para, lentamente, recuperar color y fuerza
hasta ponerse en condiciones de concebir un vástago: la Revolución Mexicana
de 1910. Sin haber creado previamente fuentes de trabajo y riqueza, no
hubiera sido posible pensar en la superación social del pueblo.
No siendo el objeto de esta exposición analizar el turbulento y dilatado
período de luchas comprendido de 1810 a 1876, sino Ú?ica y concretamente
presentar un panorama del estado económico de México en ese lapso, se con-
tinuará con el de Sonora.
La situación en esta Entidad no era mejor que la del resto del país; antes
bien, fue más crítica. Aunque su suelo no registró las movilizaciones humanas
nacionales, sus elementos locales en pugna (reflejando los movimientos políti-
cos e ideológicos que se sucedían en el país) lo recorrieron en toda su ex-
tensión; pero, además, sus fuentes de producción tuvieron que ser, simultá-
neamente, defendidas tenazmente de las frecuentes acometidas de los apaches,
jocomes y sumas, así como de los efectos destructores de las rebeliones de las
tribus yaqui, mayo y seri.
Pero en tanto que la República pudo iniciar la reconstrucción de su
economía al hacerse cargo de la Presi<J.encia don Porfirio Díaz, en nuestra
Entidad se estrellaron todos los esfuerzos pacificadores del Gobierno Federal,
según habrá podido observarse a través de toda la primera parte de esta
crónica.
No obstante, ya reducido el problema a las tribus yaqui y mayo, y ami-
norado el de los apaches, desde 1883 pudo la administración Torres-Corral
auspiciar el desarrollo económico de Sonora, que se manifestó en su mitad
norte con el surgimiento de empresas mineras, ferrocarriles, ganadería, etc.
El sur, exceptuando la región de Alamos, era extremadamente riesgoso para
el inversionista y, por lo tanto, cerrado al mismo.
En la región sur se sostenían los mestizos nativos y los de otras regiones
alentados por las perspectivas de lograr hacerse de un buen pedazo de tierra
en las márgenes del Yaqui ; unos y otros sin más bienes que el temple de su
carácter que los disponía a jugarse la vida por lograr su objetivo, quedándose
en Ta región, vivos o muertos, según la suerte lo dispusiera.
Eran los días en que habiendo sido muerto ya el irreductible caudillo
Cajeme y suponiéndose terminadas las Campañas del Yaqui, surgió el nuevo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
252 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 253
No. 1.-Lote cono de 6,000 hectáreas situado sobre el límite norte del Ejido
de Huírivis ( cada ejido está delimitado por un cuadrado) y cruzado
por el cauce antiguo del río Yaqui. Al norte de esta propiedad se
encuentra el punto Las Cruces, y al oriente el ·de Pithaya y el pueblo
de Belem.
No. 2.-El Guamú,:hil, formado por un polígono irregular de aproximada-
mente 1,500 hectáreas, situado al poniente del Ejido de Potam y a1
sur del de Huírivis. Por la esquina noreste de El Guamúchil pasa
el mismo cauce antiguo del río Yaqui a que acaba de hacerse re-
ferencia. (En este lote vivía y sembraba el caudillo Cajeme cuando
su casa fue asaltada pcr el excapitán yaqui Loreto Molina, originando
la insurrección de 1885 referida en páginas anteriores.)
No. 3.-En el ángulo opuesto al ocupado por El Guamúchil, y sobre el lado
norte del Ejido de Potam, tenía el coronel Torres otro lote cuadrado
de 1,450 hectáreas, que en algunos planos modernos aparece a nom-
bre de su posterior propietario, un norteamericano apellidado Cranz.
No. 4.-Retirada hacia el oriente de esta última propiedad y sobre el lado
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
254 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 255
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
256 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 257
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
258 CLAll DIO DABDOUB
------------------------------------ --------··-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
~
.,.......
... •-
.._ _,,--..
....,
'-
.. -~
...,..,.._..__,,
_
_
_ ... ._
111 UI__ _
<>".U.U GR.
..., ....
........
.. - -• ___,.._,-
__
___
~
~
..:::
~~=·
~
~::
......
¡;;;¡,
......
.,..
...
~\ '" •
~'SJJ.
,_.,
,P~º"'/"'ª"uu.s ~
Aw ✓al1'-<W7 To-""'"5
-· ·---- """
...,. ... ~--
r .... ~- ,. ~-, ..-~-..---/ . .,,.,.,__w,
.,....,._.,_ .... ....;_,
~
···--·-
··-~----.
-.....oaUt&lla.l.Ll-hQol.ll
..
1n•--•~
lºN~--
uu.-~-
·••.-hf .......... Uil--
....~, .....,.
111-~ ::::::...=
~QCH LMAYO 111-c-
IMl--cl
!!:~--
..... i..•o....
(--i. p ...
uu-lil
• ... _,.,_
.. ...,..
c.w-
·--··-
HU--
Ult--
U...,__
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 259
CAPITULO XIII
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
260 CLAUDIO DABDOUB
Plan de Promontorios:
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
262 CLAUDIO DABDOUB
Amavisca eran como 400, según el general Troncoso, y entre quienes se encon-
traba el capitán de caballería José María Leyva Cajeme ( circunstancia que
ya se comentó en la biografía de este caudillo).
Reforzado con dos secciones, el coronel Otero obligó a Conant a replegarse
a Quiriego, en tanto que tropas del gobierno recuperaban Alamos, pero que
luego fueron desalojadas por el enemigo.
Al aproximarse el coronel Salazar Bustamante reforzado con la sección
de Amavisca, Carlos Conant abandonó Alamos, siendo alcanzado y derrotado
en el poblado Los Tanques, por lo que se internó a Chihuahua y en Chí-
nipas entregó las armas. Cuatro días después, el coronel Próspero Salazar
Bustamante entró con sus tropas a la Villa mencionada violando la soberanía
del Estado de Chihuahua, recogió las armas entregadas por Conant, cateó la
población en busca de los fugitivos logrando encontrar a don Cayetano Monzón
y lo ahorcó con lujo de crueldad, regresándose a Sonora.
Refiriéndose a esta rebelión, hace el siguiente comentario el Prof. Eduardo
W. Villa en su Historia del Estado de Sonora: "Muy posible es que surja en
la mente del lector esta pregunta: ¿ Por qué si existía descontento y antipatía
contra el Gobierno pudo éste sofocar tan fácilmente la rebelión, haciéndola
morir en los instantes mismos de nacer? Contestamos: Esto se debió muy
principalmente a la falta de un jefe caracterizado que unida a su valor, po-
pularidad y prestigio, hubiese poseído la inteligencia necesaria para amalgamar
y dar cohesión a esos sentimientos de antip~.tía diseminados por el vasto
territorio del Estado, ya que para arriesgarse en aquella empresa, difícil por
cierto, era necesaria la acción conjunta de todos aquellos elementos, y no el
e~fuerzo de uno, cien o más hombres aislados, que indudabler.;énte irían al
fracaso, dada la magnitud y fortaleza del coloso que se trataba de derribar."
Despµés de los sucesos de Chínipas, Conant fue aprehendido en Sinaloa
y entregado a las autoridades de Alamos, en donde fue condenado a la pena
de muerte; pero gracias al auxilio que le prestó un -amigo suyo, que dis-
frazado de mujer y ocultando en la comida un par de pistolas, pudo entrar
a la celda de don Carlos y entregarle las armas, amedrentaron a los guardias y
escaparon a caballo. Para entonces, la Legislatura del Estado le había con-
mutado la pena de muerte por la de diez años de destierro de Sonora.
Recobrada su libertad en 1874 en la forma descrita, según versión dada
al autor por familiares del biografiado, éste se dedicó a la minería en
Ocampo, Chihuahua, en donde fue representante de la Casa de Alzúa, accio-
nista y superintendente de la Cía. Minera de Santa Juliana y presidente
municipal del citado mineral.
Desempeñaba este puesto político cuando en el mineral de Pinos Altos,
conespondien.te a su jurisdicción, se suscitó un sangriento zafarrancho que
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 263
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
264 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 265
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
266 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
ALGUNOS DE LOS JEFES DEL CUERPO 29-Gral. Pablo Quiroxa.
Df. EJFRCJTO DEL NOROESTE:
30-Gral. Arnulfo R. Gúml':.
21-Gru/. EuKC'lltO MurtÍnl':.. 31-Gru/. Macario Gaxiola.
22-Gral. Safnulor A lrurado. 32-Gral. Pedro A /muda.
23-Gral. Eduardo Hay.
33-Gra/. Jc,s,ís M. Gar:a.
24-Gral. Jo.1é Amarilla.\ (ym¡ui pum).
34-Gral. J11u11José Río.,.
25-Gral. Ranuí11 F. lturhl'.
35-Sr. Adolfo de la H11<'rt11. Pn•1id1•1111•
J<' la Re-
26-G ral. A ar<Í11Sáe11:.. p,íh/ica.
27--Gra/. An,?elMADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Flores.
36-Sirl"ienta _vaqui el<' ru:.a p11ra, con 1111 hijo dl'I
28-Gral. Fra11cisco Serrallo. 11111trimo11io clt!I a/1/or ,le esta cflínicu.
37-Varones yaquis. 43-Gral. Ah-aro Obregán, ex Presidente de la Repú-
blica y agrirnltor del Yuqui.
38-39-Hombre y mujer yaq11is.
40-Carlos Conant Maldonado. Visionario sonorense 44-Gral. Plutarco Elías Calles, Presidente de la Re-
creador del emporio agrícola del Valle del Ya- pública.
qui, y proyectista de los del Mayo y de El
45-Sr. Rodolfo Elías Calles, Gobernador de Sonora.
Fuerte. Triángulo de estadistas sonorenses que colocó al
41-Sr. Herma11 Federico Bruss, pionero en la agri- V alfe del Yaqui en el futuro.
cultura y e11 la industria del Yaqui.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT 46-Primera calle USE
- FOR EDUCATIONAL de Cajeme;
ONLY aspecto en 1925. (Hoy
42--Torim, R. Y., e11 1907. calle Sufragio Efecti~·o.)
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 267
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
268 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 269
primera) don Carlos cedía aI senador Felipe Arellano, al señor Alberto Are-
llano ( ahogado de los tribunales de la República) y al señor Roberto Santa
María ( de quien solamente se dice que era empleado) un trece y un tercio de
los derechos de la concesión a cada uno ( un total de 40% porque le ayudaran
a obtenrr lo que las leyes concedían (¡nada nuevo bajo el sol! ) , y al señor
• Tomás Macmanus, de Chihuahua, un 5% de los mismos, reservándose Co-
nant el resto, o sea el 55%.
En la misma cláusula primera se agrega que tales derechos se hacen ex-
tensivos también a los beneficios que se deri.ven de la realización, en todo o en
parte, del proyecto de colonización, o de cualquier otro contrato o título
que directa o indirectamente se deriven del mismo.
La cláusula segunda de esta escritura libera a los beneficiarios mencio-
nados de todo gasto de explotación y de organización de una compañía ex-
plotadora. Se conviene en que los de explotación se reembofaarán a Co-
nant del fondo que se constituya para el caso al organizarse la compañía; y
los de organización serán por cuenta de la sociedad que se constituya.
En cuanto a los gastos de deslinde, serán por cuenta de Conant, para ser-
le compensados posteriormente con el 25% ( un tercio del total deslinda-
do) . Pero se hace la aclaración de que del 25% de terrenos con que se com-
pensará a Conant por los trabajos de deslinde, la tercera parte será de terrenos
con posibilidades de riego del río, y el resto sin esa posibilidad.
La cláusula quinta permite saber que esta escritura rescindfa un con-
trato anterior · celebrado el 6 de diciembre de 1889, estableciendo la remu-
neración que los señores Arellano, Santa María y Macrnanus obtendrían por
su intervención en este negocio.
Tanto en el preámbulo de esta escritura como en su cláusula primera, se
expone que el señor Conant está por suscribir el contrato-concesión con la
Secretaría de Fomento, lo que efectivamente se hizo al día siguiente de fir-
mada la escritura de cesión que se viene analizando. De esto se deduce que para
obtener dicha concesión fue condición previa la legalización de los derechos
a que se habían hecho acreedores los dos señores Arellano y el señor Santa
María, así como el señor Macmanus.
La segunda escritura ( documento No. 5 del apéndice), es un poder que los
cesionarios a que se refiere el documento anterior extienden a favor de don
Ca"rlos para que, en representación de ellos como co-asociados, pueda organi-
zar una compañía explotadora del' contrato-concesión, autorizándolo para dis:
poner, a favor de, sodo o socios capita/,istas, de la parte que del total de
la concesión creyera necesario. Esta escritura se hizo el mismo día que la
anterior primero citada, también en México, D. F.
Al día siguiente, 21 de agosto de 1890, se formalizó el contrato de colo-
nización y uso de aguas de los ríos ya mencionados, entre la Secretaría de Fo-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
270 CLAUDIO DABDOUB
Característ.icas principales
de la concesión
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 271
dades. El canal principal del río Yaqui se construyó tal como fue proyec-
tado; el del Mayo, sobre la margen derecha, tendría el mismo objeto que
el conocido ahora por Canal Alto ( alimentado por el Yaqui), con la dife-
rencia de que éste inicia el riego en tierras que el otro no hubiera podido al-
canzar, pero aprovechando terrenos de mejor calidad y regando, también,
la zona intermedia entre ambos ríos.
Sobre el Fuerte se autorizaba un canal derivado de cualquiera de sus dos
márgenes.
La novena cláusula permitía abrir un segundo canal en cada uno de los
tres ríos a que el contrato se refiere, siempre que estos otros canales se
hicieran en la margen opuP-sta a aquella en que se hubieran construido los
primeros y que, entre unos y otros, no tornaran en conjunto más de las dos
terceras partes de los escurrimientos anuales de cada río.
En la cláusula veinticuatro se prevé la posibilidad de aprovechar los
canales como medios de navegación, uso que dicha cláusula autorizaba siem-
pre que las tarifas de cobro fueran previamente aprobadas por la Secreta-
ría de Fomento.
La cláusula veintiséis marca la zona a deslindar, comprendiéndola desde la
margen derecha del Mayo ( de Camos al mar); hasta incluir casi la tota-
lidad del territorio actualmente reconocido a la tribu Yaqui. (El artículo 32
recomendaba tener prudencia en los trabajos de deslinde para evitar con-
flictos con los pueblos yaquis y mayos, a los que las Comisiones Geográ-
fica Exploradora de Sonora y Científica habían dotado de tierras, que debe-
rían respetárseles aunque carecieran de títulos.)
En lás cláusulas veintiocho y veintinueve se establecía que del área
total d~ terrenos baldíos, demasías y huecos que los deslindes arrojaran
en esta zona, se compensaría a o los concesionarios los gastos de apeo y
deslinde, fraccionamiento de terrenos y levant3miento de planos, con la ter-
cera parte de dicho total.
Además, el Gobierno se obligaba a vendt~rles al o a los concesionarios,
hasta la mitad de las 2/3 partes que a él le correspondieran ( o sea una
tercera parte del total que se deslindara) a razón de noventa centavos hec-
tárea, cuyo importe se pagaría con bonos de la Deuda Pública no diferida;
para cuyo objeto señalaba trescientas mil hectáreas sobre la margen dere-
cha del río Yaqui ( cláusula 34).
De esto último puede deducirse que a la zona delimitada a que se refieren
los párrafos que anteceden (Yaqui-Mayo), se le estimaba un área de alre-
dedor de un millón de hectáreas, puesto que la fracción de territorio Ya-
qui localizada al norte del río escasamente pasará de las trescientas mil
hectáreas que le corresponderían al Gobierno y que se obligaba a vender,
y que el área del Y aqui al Mayo y del Golfo de California hasta la línea
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
272 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 273
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
't:. f
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 275
con resguardos dados por el gobierno; a los expulsos de los Estados y aun
a los que todavía permanezcan con las armas en la mano. 3.-A cada fa-
milia que se comprometa a colonizar en dicho Estado se le dará la déci-
ma parte de un sitio de ganado mayor. 4.-A cada persona mayor de
quince años se le costearán las cabalgaduras o carros que sean necesarios
para su transporte, los cuales harán suyos al momento de llegar al sitio que
deba colonizar. 5.-A cada una de las personas expresadas, que pasen de
quince años de edad, .se les asistirá desde el día que salgan del lugar de su
residencia hasta un año cumplido con cuatro reales diario, y a los menores
de quince años con dos reales. 6.-Ninguna persona p0drá separarse de la
colonia antes de dos años sin permiso del gobierno, y las que lo hicieran
perderán las tierras que se les hubieren donado y quedarán obligadas a
pagar todo lo que hubieren recibido del mismo gobierno. 7.-A cada fami-
lia de las que compongan la colonia se les dará una yunta de bueyes y
una vaca o su valor, dos arados y los instrumentos de carpintería y labranza
que el gobierno estime necesarios. 8.-Del terreno que se destine para for.
mar las poblaciones, se dará a cada familia un solar para que se levante la
casa de su habitación. 9.-Los transportes se harán bajo la dirección de
la persona o personas que el gobierno designare. 10.-Las colonias queda-
rán sometidas al jefe o jefes políticos que el gobierno señalare, y luego
que se hayan repartido los solares instalarán su gobierno municipal, con-
forme a las leyes del mismo Estado." <86 >
Cuando este documento fue expedido, la Nación se encontraba envuel-
ta en una de sus tantas guerras civiles; esta vez originada por las leyes ra•
dicales expedidas por los últimos regímenes •Y, en particular, por el que se
encontraba en el poder. En esta situació~, proyecto tan estupendo como el
contenido en el documento transcrito no podía prosperar.
Entre tanto, el incomunicado y casi desértico territorio de Texas (sobre
el que doce años antes se había confirmado a los señores Austin la autoriza-
ción para colonizarlo), había progresado en tal forma que sus tierras habían
adquirido mucho valor, la población había crecido rápidamente y los colonos
prosperaban de tal suerte, que en 1835 había como treinta mil emigran-
tes, en su mayoría norteamericanos, que se dedicaban principalmente al
cultivo del algodón y la caña de azúcar y a la explotación de los bosques
por sistemas modernos, habiendo establecido máquinas despepitadoras, inge-
nios y aserraderos. La sola cosecha de algodón en ese año tuvo un valor de
$5,400.000.00. (8 7)
El decreto de colonización expedido por Gómez Farías fue derogado tres
años después (en abril de 1837) por Anastasio Bustamante, para establecer la
manera de hacer efectiva la colonización. Esta se haría por medio de ventas
o de hipotecas y su importe se aplicaría a la amortización de la deuda na•
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
276 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 277
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
278 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 279
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
280 CLAUDIO DABDOUB
año de 1893 en que, según el general Tronco (obra ya citada, pagina 203),
"el canal que abre la Empresa Conant ha recibido nuevo impulso con la lle-
gada de una draga para hacer la excavación".
Tres años después lograba la compañía llegar al kilómetro 13.5, lo que
constituyó un acontecimiento regional recibido con gran júbilo por los veci-
nos de Cócorit, ya que del punto citado se le derivaba el canal previamente
hecho por la Comisión Científica de Sonora para dar riego a ejidatarios y
colonos del pueblo mencionado y del de Bacum. El paso de las aguas de un
canal al otro fue celebrado con una ceremonia popular, en la que se bautizó
la obra de la Comisión Científica con el nombre de Canal Porfirio Díaz, que
aún conserva, y cuyas compuertas actuales se encuentran a unos cuantos me-
tros aguas aba jo de donde estuvieron los originales. Próxima al kilóme-
tro 13.!:>del canal se formó posteriormente la población y estación ferrovia-
ria de Esperanza.
Al principio del párrafo que a_ntecede se dij o que tres años después de
haber recibido la draga, lograba la empresa llegar al kilómetro 13.5 Ade-
más de la boca-toma y de los túneles comunicantes, había construido el dique
de contención de las aguas del río para levantar su nivel y hacerlas pa-
sar al canal; pero para la fecha en que alcanzaba el kilómetro 13.5, la
Sonora & Sinaloa lrrigation Co. se enfrentaba a grandes dificultades econó-
micas y al riesgo de perder la concesión. La cláusula 6a. del contrato le im-
ponía la obligación de haber terminado los 40 kmts. del canal, con su
correspondiente dique o presa, a los cuatro años, como máximo, de haber
sido aprobados por la Secretaría de Fomento los planos y perfiles de la~;
obras.
Aseguran los familiares de don Carlos que la compañía se encontra-
ba quebrada en 1896, y parece que, de hecho, así era, pero no legalmente,
ya que la Sonora & Sinaloa lrrigation Co. fue declarada en quiebra por
los tribunales de Guaymas tres o cuatro años después, en virtud de la de-
manda interpuesta en su contra por don Carlos Conant y demás acreedores.
Considere el lector la desesperación del autor de concepción tan fan-
tástica como la de Conant, tan problemática para ser acogida con la se:
riedad y confianza necesarias para invertir en ella millones y millones de
pesos, que después de haber logrado superar éste y otros muchos obstáculos
y de palpar ya la materialización de los juegos de su fantasía, ver que len-
tamente y en movimiento incontenible, la materia se regresaba a la nada ...
Lar, inmensas planicies salpicadas de mezquites y cactus de los Va-
lles Ye.qui, Mayo y Fuerte, que su imaginación había contemplado tornarse
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 281
tion Co. y que la compañía había hipotecado para arbitrarse fondos para la
construcción del canal. (Escritura No. 342 ya citada, págs. 2 y 3.)
Se hace la aclaración en esta escritura y otras diversas, de que el terreno
entregado a don Carlos no era en pago, sino en devolución, en virtud de que
la cuarta parte de que se trata no quedaba incluida en la aportación de
Conant, ni nunca había perdido sus derechos sobre ella por enajenación o
• venta, sino que sólo había autorizado a la compañía a incluirl'os en la hipoteca
que ésta haría para arbitrarse fondos.
De estas 35,509 hectáreas que se devolvían a Conant, 24,425 serían de
agricultura y bajo riego, y 11,084.5 hectáreas de terreno de cría ( así aparecen
anotadas las cantidades en la escritura No. 466 del 2 de septiembre de 1904,
tirada ante el mencionado licenciado Gaxiola).
Hechas por el ingeniero Stocker las mediciones, ajustes, liquic4lción final
y entrega de terrenos a don Carlos, éste recibió los siguientes: ( es~ritura No.
470, del 7 de septiembre de 1904, mismo Notario ya citado).
8,000 hectáreas de agricultura comprendidas en los lotes marcados en
el plano de la compañía bajo los números 57, 84, 85, 112, 113, 140, 141, 168,
169, 196, 197, 224, 225, 252, 253, 277, 278, 293, 294 y 300, de 400
hectáreas cada uno.
150 hectáreas ya poseídas bajo cerco en la labor Los Citos (posteriormente
conocida por San Antonio), a inmediaciones del pueblo de Cócorit, 14,298.25
hectáreas en la colindancia sur de los ejidos del mismo pueblo, 2,000 hectá-
reas en los lotes 22, 228, 229, 248 y 258, haciendo un total de 24,448.25 hec-
táreas de agricultura.
De cría se le entregaron 12,505.46.96, también en la colindancia sur de
los ejidos de Cócorit.
Luego dice la escritura: "como de los terrenos agrícolas resultaba un
excedente de 23 hectáreas y de los de cría de 1,420.96.96, Conant pagará
su importe a razón de $ 10.00 hectárea de agricultura y de $ 2.00 la de cría,
con importe total de $3,071.94, que le sería descontado de 'su crédito' de
$ 28,983.13 que le tiene reconocido el Consejo de Incautación."
Sumando el valor de los terrenos de agricultura, de pastoreo y el saldo
neto que aún le quedaba, resulta que a Conant se le reconoció, en total, un
crédito con cargo a la empresa de $295,404.62, que en esa época era un ca-
pital de mucha consideración.
Valle del Yaqui entre las calles Base y 100, con los siguientes números de la
nomenclatura antigua (la actual nomenclatura aparece entre paréntesis) : 57
(109), 84 (111), 85 (113), 112 (115), 113 (117), 140 (119), 141 (121),
168 (123), 169 (125), 196 (127), 197 (129), 224 (131), 197 (129), 224
(131), 225 (133), 252 (135, 253 (137), 227 (139), 278 (141), 293 (143),
294 (145), 300 (147).
A la partida final de 2,000 hectáreas le corresponden los números que
se anotan a continuación: 222 (331), 228 (437), 229 (533), 248 (535) y
258 (637), situadas en el ángulo noroeste del fraccionamiento del Valle.
Las 14,298.25 hectáreas no fraccionadas, pero incluidas corno de cultivo,
quedaron comprendidas entre los linderos sur de los cuadriláteros ejidales de
Torim, Vicam y Potam, y la Calle Base del Valle.
En la escritura No. 466 ya mencionada, se die~ que esta última fracción
de terrenos se localiza al sur de los ejidos de Cócorit, lo cual, como se ve,
es un error, mismo que se comete-' con relación a las 12,505 hectáreas de
agostadero al situarlas también al sur de los citados ejidos. La verdadera
localización de estas últimas es la siguiente: Partiendo de la esquina sureste
del mencionado cuadrilátero ejidal de Cócorit, se sigue hasta la esquina nor-
este del mismo y desde d,mde, por la margen izquierda del río Yaqui, se
continúa hasta Hornos. De este punto se sigue hacia el sur el lindero poniente
del' rancho El Aguacal,iente hasta su esquina suroeste, para continuar por el
lindero sur del mismo hasta la mojonera Chinibampo. De aquí se continúa
al sur sobre el lindero poniente del rancho Bachoco hasta el cerro J azaruhui,
de donde se recorre en dirección suroeste, rumbo al Tejapobampo, una dis-
tancia de 500 mf'tros. De aquí se tira una línea al poniente astronómico hasta
llegar al canal ( cruzando perpendicularmente la carretera internacional a
aproximadamente 4.5 kilómetros al norte de la avenida Náinari de Ciudad
Obregón). Se sigue el canal aguas arriba hasta su intersección con el lindero
sur de los ejidos de Cócorit, y de aquí al oriente hasta el punto de partida.
(Escritura No. 446 citada, hoja No. 7, cuya descripción detallada es posterior
a la primera general que contiene los errores ~eñalados.)
En forma menos precisa, pero más fácil de captar con sólo conocer la
región, pudiera decirse que estas últimas 12,505 hectáreas de agostadero com-
prendían desde la línea perpendicular que corta la carretera internacional a
4.5 kilómetros al norte de la avenida Náinari, hasta Hornos; área limitada al
oriente por los cerros de ese mismo rumbo y al poniente por el Canal Prin-
cipal hasta donde lo cruza la carretera internacional, para continuar hasta
Hornos por la margen izquierda del Y aqui.
Intestado de José María Parada:-A los herederos de don José María
se les reconoció un crédito de $61,661.05 proveniente de la aportación de
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA. DE EL VALLE DEL YAQUI 285
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 289
dear el río Yanui hasta cruzarlo en Corral. De aquí toma rumbo franco
al sur, pasando por donde ahora se encuentran Esperanza y Ciudad Obregón,
desde donde se desvía al sureste.
Pero la herencia dejada por don Carlos Conant no se concreta a los ki-
lómetros de canal excavados y puestos en servicio, a un magnífico frac-
.cionamiento del Va lle, a la apertura al cultivo de nuevos terrenos antes con-
siderados sin valor y a Ta dotación de agua de riego a los colonos (yaquis y
blancos) de los pueblos de Cócorit y Bacum mediante el canal Porfirio Díaz,
construido por el Gobierno Federal en cuanto el de Commt fne una rea-
lidad, sino que esta herencia fue valiosamente enriquecida con los experi-
mentos agrícolas hechos por el mismo don Carlos y por don José María
Parada.
Para el objeto, Conant y Parada sembraron trigo, maíz y frijol con
buenos resultados, plantaron árboles frutales de distintas especies y experimen-
taron con otros productos a fin de encontrar los cultivos más adecuados para
el nuevo distrito de riego creado por ellos; el primero en su labor de Los
Citos al sur de Cócorit, y el segundo en su hacienda La Esperanza, al norte
y a la vista del actual poblado de Providencia.
Ya para la fecha en que murió don Carlos Conant, en 1907, varios agri-
cultores más se habían establecido en el Nuevo Valle del Y aqui, estimula-
dos por el ejemplo de los dos grandes luchadores a que se ha venido ha-
ciendo referencia en estos párrafos.
¡ In Merrwriam!
Y así, unos hombres arriesgaron su capital y otros sus vidas para que
las aguas del río Yaqui, enriquecidas con sangre humana, hicieran fértiles
estas tierras y prósperos a sus moradores.
Pero, ¿ cómo esperar que éstos los recuerden cuando ni siquiera saben
quién fue Carlos Conant Maldonado? ¡ Que esta crónica sea un homenaje a su
memoria y a la de sus leales compañeros!
CAPITULO XIV
ro, S. A., de Chihuahua, y también una agenria del Banco Nacional de Mé-
xico, S. A.
El comercio era bastante fuerte, destacando las firmas de F. Loaiza y
Cía. (mercancía en general, implementos agrícolas y maquinaria) ; La Ciudad
de París, que además de fabricar ropa vendía tejidos, calzado, sombreros
y novedades de París; La Mercería de la Paz, S. A. y la Cía. Ferretera,
S. A., que manejaban ferretería en volúmenes muy fuertes; la firma L. ].
Pavlovich y Hno. se dedicaba al empaque y exportar,ión de naranja a L,tados
Unidos y Canadá, con un movimiento de alrededor de 200 furgones anuales.
La Capital del Estado se enorgullecía de poseer el Colegio Sonora (pri-
maria y secundaria), y los colegios de los famosos profesores Carlos M. Calleja
e lng. Felipe Salido, éste, Director también del Colegio Sonora.
Distrito de U res: Aunque su cabecera ( de igual nombre) había de-
jado de ser la capital del Estado, el distrito seguía teniendo importancia
por el conjunto de elementos económicos que le daban vida propia. Con-
taba con algunos fundos mineros en activ.idad: bastantes haciendas en que
se explotaba la agricultura ( aunque en escala reducida en la mayoría de
ellas) y la ganadería, además de algunas industrias como molinos de trigo.
trapiches de caña, la fábrica de hilados y tejidos Los Angeles, de la Cía.
Industrial del Sur Pacífico, S. A., en San Miguel de Horcasitas.
Entre los molinos harineros de la ciudad de Ures (6,000 habitantes),
se encontraba El Urense, de don Francisco F. Aguilar, con capacidad de
45 cargas de harina cada 24 horas; el de don Lucas Arvizu en su hacienda
San Francisco, de 20 cargas de capacidad; el molino de San Rafael, en la
hacienda del mismo nombre, con capacidad de 60 cargas en 24 horas. marca
Allis Chalmer. muy moderno, que contaba, además, con una planta eléctrica
para el servicio de la hacienda.
De ésta y otras haci_endas eran propietarios los hermanos Francisco de
P., Eugenio, Alberto (abogado) y Arturo Morales; éste último establecido
en Guaymas con una ferretería muy grande.
En virtud de que actualmente se supone que fue en el Valle del Yaqui
en donde se inició y desarrolló la mecanización de la agricultura sono-
rense, de esta hacienda de San Rafael se hará una descripción más amplia que
de las otras del Estado por haber sido una de las más avanzadas en este as-
pecto.
Los hermanos Morales se preocuparon mucho por trabajar sus tierras lo
mejor posible. Para el efecto, después de barbecharlas con arados de dis-
cos, las desterronaban con rastras, también de discos; para tirar el grano
usaban sembradora~ mecánicas marra Buckeye; finalme11 te, para la cosecha
del trigo tenían, al igual que otras haciendas sonorenses, máquinas cega-
doras y trilladoras, éstas últimas generalmente marca Aultman Taylor, movi-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
296 CLAUDIO DABDOUB
das por vapor. Pero los hermanos Morales tenían ya, en esa época, el úl-
timo adelanto en trilladoras: la Cosechadora Combinada que, tirada por 36
mulas, cogía y cortaba el trigo, limpiaba el grano y lo ensacaba. Para la
alfalfa empleaban rastrillos automáticos y cortadoras McKormick, haciendo y
prensando las pacas con una máquina movida por vapor. De su casa, en Ures,
a sus haciendas, tenían c•Jmunicación telefónica.
El aspecto que más destacó a la ciudad de Ures fue la instrucción que
en la misma se impartía, haciendo famosos en el Estado los nombres del es-
critor, poeta y profesor don Enrique Quijada y del profesor don José Lafon-
taine, quienes posteriormente ganaron para la ex capital el nombre de La
Olvidada Atenas.
Distrito de Magdal,ena: En él operaban ]a lmuris Mines Co. Ltd., próxima
a Imuris ( compañía inglesa que bajo la inm,~diata superintendencia del se-
ñor F. H. Seymour trabajaba ocho minas ubicadas en la jurisdicción del
pueblo del Imuris. Sus nombres eran: San Imuris, San Juan, Sheba, Santa
Rosa, San José, Erin, Bonanza y Ophir. Esta compañía tenía construido un ra-
mal, de ferrocarril de las minas a la hacienda de Beneficio que estaba
sobre la línea del F errocarrü de Sonora, con cuyo motivo se formó allí
una nueva estación que se llamó Cerro Blanco. Para la explotación de esas
minas la Compañía ocupaba de cuatrocientos a quinientos operarios) ; el mi-
neral de Cerro Prieto trabajado por la compañía Banco del Oro Mining
Co.; La Higuera Mining Co.; Pembrake Mining Co.; y otras de menor im-
portancia. En Nogales se encontraba establecida una fábrica de pastas de
l'a firma A. R. Campillo y Cía., Sucrs. De este distrito se sabe que ha-
bía cuando menos dos molinos de trigo.
Distrito de Moctezuma: También minero, contaba entre sus principales em-
presas a la Moctezuma Coopper Co.; El Transvaal; Cía. Minera de Cobre;
El Tigre Suertudo; la Negociación Minera de Lampazos del licenciado
Miguel A. tópez, etc. La agricultura y la ganadería también se explotaban.
aunque en escala reducida; el comercio era regular, dada la poca pobla-
ción de la zona y a que las compañías mineras tenían sus propias tiendas.
Distrito de A rizpe: Región minera por excelencia, tenía gran cantidad de
·,'.undos en explotación que producían oro, plata, cobre y otros metales. En
este distrito se encuentra el mineral de Cananea explotado por varias com-
pañías dependientes de un mismo propietario. de las que la más famosa
ha sido la CananP.a Consolidated Copper Co., que para ] 907 había extraído
metales por valor de más dt $8,000,000.00 a boca de mina. La empresa men-
cionada poseía una gran fundición, el Banco ele Cananea, un gran almacén
de mercancías generales; una empresa de ser,·icios públicos ( agua y gas) ;
otra fraC'cionadora de terrenos; hospital para sus empleados y trabajadores;
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 297
en la reg10n los tiroteos producidos por los asaltos de los aborígenes. Intem-
pestivamente sonaban las primeras descargas, caían uno o dos peones. . . los
demás, juntamente con sus patrones, empuñando las armas se parapetaban
detrás de los bordos de los canales de riego y de los mosquitos más próximos
y respondían al ataque. Unas veces lograban ser auxiliados por algún desta-
camento que acertaba a oir el tiroteo o ser avisado por un "propio" (enviado
personal) ; pero otras veces, 1,olos defendían sus vidas hasta caer el último
o rechazar al enemigo. Cuando esto se lograba, recogían a sus muertos y he-
ridos para luego continuar como habían sido sorprendidos: trabajando. ¡Mu-
chos cayeron, otros viven aún; pero los arados seguían roturando las entra-
ñas vírgenes de las tierras del nuevo valle y ampliando el área de cultivo!
(Este sub-capítulo fue formado con descripciones, datos y anuncios conte-
nidos en el álbum-directorio del estado de Sonora, dirigido y editado por
Federico García y Alva.-lmpreso en la imprenta oficial, dirigida por Anto-
nio B. Monteverde.-Hermosillo 1995-1807.)
servicios de transporte por carros hasta Ures, a cuya población proyectaba pro-
longar su ferrocarril.
Este señor llegó a Sonora en 1890 en calidad de minero; vendió una de
sus concesiones y se dedicó al transporte ferroviario y carretero.
Ferrocarril de Nacozari.-Construido por la Phelp-Dodge Co., por cuenta
de la Moctezuma Copper Co., daba servicio del mineral de Nacozari a Agua
Prieta, en la frontera, haciendo un recorrido de 124 kilómetros; fue inaugu-
rado en 1904. Después se prolongó con un ramal de 8.5 kilómetros de Naco-
zari a El Porvenir. <1 >
Ferrocarrües de Cananea-Río Yaqui-Pacífico.-Este ferrocarril era propie-
dad de la Cananea Consolidated Copper Co. Operaba del Mineral de Cananea
a Naco, haciendo un recorrido de 61 kilómetros y se inauguró en enero de
1902; pero, además, se estaba construyendo un ramal a lmuri.s el que, en
definitiva, se desvió a Nogales. Este ramal parte de estación del río, al norte
de Cananea, y su longitud hasta Nogales es de 122 kilómetros, habiendo sido
inaugurado en julio de 1907. Según el proyecto, de Cananea se prolongaría el
ferrocarril hacia el sur para tocar Arizpe, Ures y el Mineral de San Marcial,
próximo a Guaymas. No habiéndose realizado esta prolongación, al tramo de
Naco a Cananea le ha quedado el nombre de ferrocarril de Cananea.
Ferrocarril Río Grande-Sierra Madre y Pacífico.-En el sub-capítulo an-
terior, sección Sahuaripa, se hizo mención del famoso mineral de Trinidad (y
de su mina más famosa, la Dios Padre) que acababa de ser adquirido por
una compañía formada por el coronel William C. Green.
Este mineral se encuentra muy próximo a Yécora, que a su vez está en
la frontera con Chihuahua. Para sacar los metales de este fundo, se inició
la construcción del Ferrocarril río grande-sierra madre-pacífico, del que el
álbum-directorio anteriormente mencionado dice al final de la seción dedica-
da a Sahuaripa: " ... llegará al citado mineral de la Trinidad (se supone que
vendría de paso del norte, pues su nombre así induce a pensar) y continuará
a La Bufa y La Dura, hasta conectar con el ferrocarril de Canaena-Río Yaqui
y Pacífico". Sería una pronlongación del tramo de alrededor de 250 k. de
El Paso a Terrazas, Chih.
Para hacer esta conexión, de la Dura se tenderían los rieles por la mar-
gen derecha del río Y aquí hasta Corral, de donde continuarían a Empalme,
distante 10 kilómetros <le Guaymas. En Empalme entroncaría con el ferrocarril
de Sonora, que llegaba a Nogales.
(1) La concesión de este ferrocarril comprendía hacia el Sur, pasando por Cumpas,
Moctezuma, Sahuaripa y finalizar en Topooobampo; las terracerías alcanzaron a llegar
a Cumpas, según refieren quienes vivieron en esa región. sin haberse podido continuar
a consecuencia de los ac,ontecimientos de 1910.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
306 CLAUDIO DABDOUB
Unión Americana dando a conocer el Valle del Yaqui y sus inmensas posi-
bilidades, comparando las obras de irrigación que se realizaban en él
con las que el Gobierno americano también estaba llevando a cabo en Es-
tados Unidos. Daba a conocer los proyectos de comunic:ción ferroviaria
y telefónica dentro del Valle y de la apertura del puerto del Tóbari.
A los interesados en adquirir tierras en el Y aqui los invitaba a venir a
conocerlas, y para fomentar este movimiento organizó algunas excursiones por
el Ferrocarril Sud-Pacífico. Dos ejemplos de esta propaganda se muestran
en seguida:
ALL ABOARD
FOR MEXICO
at 4 P. M. for
YAQUI VALLEY
MEXICO
300,000 ACRES
AT $ 25 PER ACRE,
(traducción)
libre.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 311
TODOS A BORDO
A MEXICO
El tren sale de
MERCED (en California) el 15 de marzo de 1909
a las 4 P. M. para
300,000 ACRES
---•••---
OPENING OF THE
FAMOUS YAQUI RIVER VALLEY LANDS
825.00 - 825.00 - AN ACRE - $25.00 - $25.00
IN TIIE STATE OF SONORA
MEXICO
Most fertile irrigated Iand on nearer Kansas City, Chicago and New
Earth, located on the Gulf of Cali- York by many miles than any part 1of
fornia. North of Southern part of Washington, , Oregon or CalifomiL
Texas, East of Salt Lake City and On main line of Southern Paciñc
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
312 CLAUDIO DABDOUB
R. R., with the famous sea-port of now $ 25 however, this price will be
Guaymas only forty miles distance, more attractive to sorne, perhaps,
and fine market; close to vast timber than the opening price, as our terms
and coal resources, and the richest give longer time. Come and see us.
mining district in the wórld. CALLAR 0R WRITE THE
A country with natural and mod- F0LL0W-ING AGENTS
ern advantages second to none. DUNGAN & MILES, Exeter
Wheat, corn an all grains, sugar L. CHAMBERS. Visalia
cane, rice, cotton and tobacco, MORRIS0N & GRIMSLEY, Lindsay
oranges, lemons, bananas and other PHILLIPS & L0CKYER, Porterville
such products are being successfuf- FOTHERGILL & HUNSAKER, Tu-
ly grown. lare SPECIAL REPRESENT ATIVE
Tomatoes, beans, peas and cant- A. N. GREEN, Visalia
aloupes six . weeks ahead of the No cyclones, blizzards, droughts,
Imperial, or Salt River Valleys. . ✓ . flood or flost. 365 growing days a
Eight crops of alfalfa each year. 300 days sunshine.
year. Plenty of water for irriga- Oimate dry and very similar to
tion at low cost with canal comple- Tulare County, but warmer in winter
ted to land. and tempered by cool breezes in
We don't ask you to believe what summer. Malaria and fever unknown.
we say, but we do ask you to ¡?;oand LAND LEVEL. NO ALKALI 0R
see our land when we wilI SHOW HARD P AAN. S0IL THE BEST
YOU As we advertised, our price is FORTYFEET DEEP.
(Traducción Libre) :
Las tierras más fértiles del mun- la vía tronca) del Ferrocarril Sud-
do y con riego. Se localizan so- Pacífico; con el famoso puerto de
bre eI Golfo de California, a la al- Guaymas a cuarenta millas, que es
tura norte de la parte Sur de Texas; un mercado magnífico ; pe~ado a
al este de la ciudad· de Salt Like, grandes extensiones de bosques ma-
. y muchas millas más cerca de dereros y yacimientos de carbón, así
Kansas Qty, Chicago y Nueva como al distrito minero más rico del
York, que •cualquier lugar de Wash- mundo.
ington, Oregon o California. Sobre Es una región que cuenta con
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 313
Mucho celebramos haber hecho una publicación tan oportuna, y nos pro•
ponemos tomar todos los datos indispensables para tratar esta cuestión, de gran
interés para el porvenir agrícola de Sonora."
Pocos días después apareció este otro artículo en un diario de la Capi-
tal de la República (Libro de Recortes, Pág. 77, sin nombre ni fecha anotada):
"Hace algunos días nos ocupamos extensamente en. estas columnas del mag-
no proyecto de la Secretaría de Fomento iniciado por el señor licenciado Mo-
linfl, Ministro de ese ramo, referente a la colonización de la región del
Yaqui.
Debido a que el señor Molina calculó como base indispensable de éxito,
la irrigación de esos terrenos. desde luego le ha dado curso, y parece que
le prestará todo ~u apoyo al proyecto de la Compañía Richardson para le-
vantar una gigantesca presa en el río Yaqui, que sirva para la irrigación de
la extensa zona de tierra que será coloniza«:Ia.
Al referirnos en días pasados a la iniciativa del señor Ministro de Fo-
mento, hablamos también, pero entonces de pasada y muy someramente; de la
construcción de aquella presa que era por así decirlo, la base de su.stenta-
ción del proyecto. En posesión de mayores datos· y detalles obtenidos en
una entrevista celebrada con el señor Alberto Stein, representante de la
Compañía Richardson en esta capital, podemos, mejor informados, decir al pú-
blico el estado de estos trabajos y la marcha de las gestiones para reali-
zarlos cuanto antes.
En la solicitud que la Compañía Richardson hizq a la Secretaría de Fo-
mento, dice la cantidad de agua que puede proporcionar el río Yaqui, en los
siguientes términos: el río Yaquí lleva cada año, más que suficiente agua
para regar una extensión de doscientas sesenta mil hectáreas, continuamen~e,
pues el gasto que se necesita para este fin, sería un total de 3,940,000,000
de metros cúbicos al año, o sea un promedio de 125,000 litros por segundo.
Con fecha 16 de febrero de 1909, se le otorgó a la Compañía Cons-
tructora Richardson, S. A., una concesión del Gobierno, en virtud de la cual se
le otorgaba el derecho de aprovechar cincente. y cinco mil litros por •se-
gundo, con el fin de regar terrenos por el lado sur del río Yaqui.
Esta cantidad de agua sería suficiente para el regadío de ciento vein-
te mil hectáreas aproximadamente, siempre que esta cantidad de agua la lle-
vara el río continuamente, pero no es así, pues no lleva ninguna durante
los meses de mayo y junio, y muy poca en febrero, marzo y abril.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
316 CLAUDIO DABDOUB
Total: !21,350,000.00
Con este sistema se han construido ya, por el lado sur del río, y con
un gasto que pasa de dos millones de pesos plata, cuarenta kilómetros (tar-
de) veinte kilómetros del ramal este del canal principal, cincuenta kilóme-
tros de laterales primarios. setenta kilómetros de laterales secundarios y
ciento cincuenta kilómetros de laterales terciarios, con sus correspondien-
tes obras, compuertas principales y secundarias. puentes, etc., etc.
cana, y además darían trabajo a una población de quince mil a veinte mil
obreros.
tlán y Guaymas; pero quedaron los yaquis broncos, los que nunca· qmSie-
ron incorporarse a ninguno de los grupos en pugna y quienes aprovecharon
tan magnífica oportunidad para tratar de reconquistar la completa soberanía
de sus tierras destruyendo los puebles, haciendas y ranchos habitados por
los blancos. En julio de 1915 atacaron y tomaron Pueblo Yaqui después de
un reñidísimo combate en que derrotaron a civiles y miembros de un pe-
•queño destacamento que les hicieron resistencia. Entre los civiles se encon-
traba don Gustavo Dingfelder, antiguo subalterno de don Carlos Conant.
La defensa del pueblo fue hecha en el Campo 4 7 (antigua nomenclatura), de
donde se replegaron los supervivientes al poblado, protegiéndose, con sus
familias, en un gran almacén, en tanto los indios quemaban el pueblo y se
retiraban después de fraca&ar en un intenso de tomar el improvisado reduc-
to de los defensores. Buenavista, Baroyeca y otros poblados fuer-0n ocupa-
dos por los indígenas.
En esta irrupción general al Valle Nuevo, el único lugar que resistió
los ataques con éxito fue el Campo 66 (ahora 1009), que entonces mar-
caba el límite sur de la zona en cultivo y que estaba ocupado y defendido
por Herman Federico Bruss, otro legendario personaje de esta región y de
quien se hará refe:::encia posteriormente.
Desde entonces, los ataques a los campos y a los pueblos fueron cons-
tantes y las emboscadas continuas. Los pobladores de Cumuripa, Buenavis-
ta y otros lugares próximos a la Estación de Esperanza, se vinieron a ésta
buscando la protección del destacamento que allí se encontraba.
Los colonos que habían venido a poblar estas tierras resolvieron aban-
donarlas y regresar a sus lugares de origen, con la esperanza de volver
cuando la situación dejara de ser tln peligrosa. Gran número de ellos de-
jaron sus propiedades al cuidado del señor Bruce, quien se obstinó en que-
darse.
Aquí cabe decir que la naturaleza tiene sus leyes para modelar y ase-
gurar el desenvolvimiento de Ja obra que el hombre está destinado a hacer
en la tierra, y una de ellas es la selección de los más aptos para las em-
presas ? realizarse.
El escenario que ha venido describiéndose requería hombres de aspira-
ciones, aficionados a la tierra, valientes y, además tenaces en sus propó-
sitos; cualidades indudables entre quienes se quedaron, recribados después
por las asechanzas de los yaquis, hasta lograr supervivir los más hábiles
o afortur.ados. Entre éstos, es ejemplo típico el del señor don José María
Parada, cuyo padre de igual nombre, fue uno de los que ayudaron a Conant a
hacer r~alidad su sueño cuando ya todo parecía perdido. La hacienda y de-
más propiedades de la Testamentaría de José Ma. Parada (señor) las había
tomado en arrendamiento su hermano, don Jesús Antonio, hasta que éste se
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
320 CLAUDIO DABDOUB
vieja (margen derecha del río) había recibido un golpe de muerte con la des-
trucción de sus industrias, de su comercio y de sus campos que queda-
ron en el abandono y se cubrieron de monte p.tra volver, la mayoría de ellos,
a su primitivo estado. El Valle Nuevo también había sido destruido y casi
despoblado.
De ]a Calle 20 al sur quedaba un núcleo de extranjeros, muy redu-
cido, que hacía de este rincón de México su patria adoptiva, y de cuyo gru-
po era representativo el señor H. F. Bruss.
Al norte de la misma Calle, en las tierras que correspondieron a Conant,
Parada y demás subcontratistas de las obras de irrigación, quedaba un núcleo
de nativos aferrado a su solar de siempre, que ni antes ni después aban-
donarían. Ambos núcleos proporcionaron al moribundo infante de Carlos Co-
nant el aliento vital que le permitiría ponerse nuevamente en pie y prose-
guir desarrollándose vigoroso y optimista.
Después de declarada la primera guerra mundial, los aliados bloquearon
los mares, viéndose obligados los barcos alemanes a permanecer en los puertos
en que esta medí.da los cogió. Guaymas y Santa Rosalía (Baja California)
tenían un tráfico marítimo muy intenso con los puertos alemanes por el trans-
porte de metales de las minas del boleo, en Baja California, hacia Alemania
y Francia, barcos que regresaban a los citados puertos mexicanos con carbón y
mercancías diversas, como lastre. Algunos barcos veleros se vieron obligados
a quedarse en estos puertos, y como la guerra se prolongaba, les fue necesario a
sus tripulaciones resolver aquella situación insostenible, optando muchos de
ellos por irse a Estados Unidos.
Enterado de esto el seiíor Bruss, hizo un viaje a Guaymas con objeto de
invitar a sus paisanos a venirse con él, sin dejar de advertirles lo que les es-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 321
Para mayor precaución, tenía unos "huelleros" (individuos muy hábiles para
encontrar y seguir rastros) que constantemente recorrían los alrededores del
campo para saber oportunamente cuando se acercaban los yaquis, así es que
siempre estaba preparado.
Al presentir un ataque, inundaba su campo con agua para impedir que
el enemigo se arrastrara por el suelo ocultándose y ponía en estado de alerta
a su gente, toda al igual que él, resuelta y de muy buena puntería, y como
los yaquis siempre atacaban de día, para los defensores era fácil verlos desde
lejos y empezar a causar estragos desde antes del ataque. El tenía un rifle
alemán con mira telescópica y era famoso como tirador, Io que agregado a
la dificultad de caminar por el lodo, y el obstáculo que significaba la empali-
zada, hacía muy difícil y costosa la toma de este baluarte, dejando de ser atrac-
tivo.
No solo resultó muy buen agricultor y notable peleador, sino también co-
cinero muy industrioso. En su campo siempre tenía cerdos, gallinas y verdu-
ras que le permitían hacer constantemente jamones, salchichas, tocinos, quesos,
etc., etc. y tener una alacena bien provista de alimentos, tanto conservados co-
mo frescos, además de una provisión constante de cerveza, como buen alemán,
todo lo cual daba lugar a que su casa siempre estuviera llena de gente, en
su mayoría paisanos, a los que él atendía y obsequiaba.
A pesar de que la región se despoblaba rápidamente a consecuencia del
horror a los yaquis, Bruss continuó aferrado a su parcela jugándose la vida
constantemente, pues si en 1915 fue su campo al único que escapó aI focendi~
no por e!o dejaban de hostilizarlo. En una ocasión, el ataque fue tan tenaz
en su persistencia y tan decidido en su propó-,ito de tomar el reducto, que de
no haber sido porque don GustaYo Dingf elder alcanr:ó a oír el tiroteo y !e
vino con gente a darle auxilio, hubieran perecido todos los defensores. Cuan-
do don Gustavo logró entrar a la casa la encontró regada de cadáveres y heri-
dos, quedando en pie solamente don Federico Bru!S y unos cuantos soldados
federales que ya habían perdido a su jefe. Con el refuerzo que trajo don Gus-
tavo Dingfelder lograron sostener la defensa hasta que el enemigo se retiró
porque obcurecía.
La presencia de soldados federales era debida a la necesidad de prote-
ger a los habitantes y propietarios del Yaqui, ya que careciendo de seguridad
los extranjeros emigraron a Estados Unidos y los mexicanos al norte del Esta-
do, unos, y otros al sur del país, y los de menos posibilidades o nativos de
la región se concentraron en los poblados cercanos como Cócorit, Esperanza,
Fundición o Navojoa.
Y no sólo se quedó aquí Bruss, sino que habiéndose reducido la frecuen-
cia y la intensidad de los ataques, se resolvió a poner. en práctica un proyecto
que tiempo atrás venía tratando de realizar: instalar un molino beneficiador
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
324 CLAUDIO DABDOUB
bien auxiliando a los demás i::olonos cuando eran atacados. En esa época, su
ilusión era una buena cosecha, un magnífico rifle y un buen caballo: veloz
para escapar. a las emboscadas, ligero para brincar sobre cercos y canales, y
resistente al calor y a los grandes esfuerzos a que lo obligaba constantemente.
A pesar de que luchó tanto contra los yaquis es amigo de ellos y cono-
ció a todos los jefes de la tribu en esa época. En la agricultura su fortuna
ha sido variable por su mismo temperamento inquieto; pero en compensa-
ción tiene una numerosa familia muy estimada y magníficamente relacionada,
y conserva a su lado a su esposa. Cuando platica sus aventuras bélicas le
brillan los ojos a este hombre de estatura regular, ancho de hombros y com-
plexión robusta (sin ser gordo), pies arqueados y firmes en el suelo, ojos
cafés verdoso y cara sanguínea. Solamente cuando termina sus relatos se pone
triste porque vuelve a su realidad: ya su familia no le permite trabajar por-
que en 1955 sufrió un síncope cardíaco, y aunque ya tiene alrededor de 72
años, se siente deseoso y obligado a atender su negocio agrícola y a ser el
jefe activo de su hogar.
hicieron Obregón y Calles sin haber lastimado en forma alguna el más orto-
doxo de los principios del derecho de propiedad!
La noticia de la compra de la Cía. Constructora Richardson por el go-
bierno causó un júbilo muy grande en Sonora y, particularmente, entre los
agricultores mexicanos del nuevo valle, pues les abría las puertas a un jirón
de su propia patria en donde, desde el momento en que la operación se realizó,
podrían aspirar a poseer su pedazo de tierra para vivir de él, y en sí cons-
truir su hogar y dejarlo a sus hijos. Anteriormente, a lo más a que podían
aspirar era a que se les arrendara un pedazo.
El Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero se dedicó de inme-
diato a prolongar cana1es a fin de abrir nuevas áreas al cultivo, aumentar
la capacidad de éstos, reparar puentes y compuertas, etc., y la producción tu-
vo un aumento rápido.
Los hombres del valle del Ya qui siempre han vivido en un ambiente de
lucha constante. En los primeros tiempos, unos, los aborígenes. luchaban por
defender su territorio y su independencia; otros, los blancos. por trabajar y
hacerse un porvenir, a cuyo esfuerzo agregaron luego el de ampliar las áreas
de cultivo mediante obras de riego, de donde nació el hermoso proyecto de
irrigación del valle nuevo; en su tiempo, el más grande, adelantado y· comple
to de todo el continente.
La iniciación de este proyecto por don Carlos Conant Maldonado hasta
dejarlo en su primera etapa de trabnjo y mostrando la amplitud de posibilida-
des que ofrecía al futuro, fue la primera fase de lo que el Yalle habría de
significar social y económicamente dentro del conjunto nacional.
El segundo acto trascendente para el Valle del Yaqui fue la mexicaniza-
ción realizada por Obregón y Calles, por la razón ya expuesta en los párra-
fos precedentes.
Pero si ya para estas últimas fechas el hombre del Ya qui no tenía que
jugarse la vida en su propósito de conservar un pedazo de tierra que traba-
jar, tenia que luchar, en cambio. contra otros dos problemas que también le
8ignificaban la amenaza de perder esa misma tierra por la que siempre había
peleado a vida o muerte. Esos problemas eran la carencia de fuentes ade-
cuadas de recursos que le resolvieran su necesidad de habilitación para tra-
bajar, y las condiciones bajo las que se veía obligado vender su producción.
El agricultor regional venía desenvolviéndose sobre la base de comprar
su terreno a crédito, ponerlo en condiciones de cultivo valiéndose de sus es-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 329
La nueva región agrícola que ha sido el tema de esta segunda parte del
presente libro, ha venido desarro1lándose con gran prisa, en ocasiones hasta
dando saltos. Si las circu!lstancias ya dadas a conocer en páginas anteriores
lo han detenido, ha sido momentáneamente, para luego recuperar su_ ritmo
acelerado.
En 1913 había en cultivo un área de aproximadamente 11,000 hectáreas,
que ha jaron a alrededor de 6,000 en 1916-17. De esta fecha en adelante, es
decir, en cuanto terminó la revolución y pese a la ofensiva desencadenada en-
tonces por la tribu Y aqu i, voh·ió a subir el hectareaje a la cantidad primero
anotada, en el que se conservó hasta 1920. Luego continuó aumentando pau-
latinamente hasta pasar de 15,000 en el ciclo 1923-24; para el siguiente ciclo
saltó a 25,531, de donde al año brincó nuevamente a 37.033. & interesante
estimar lo que significa abrir al cultivo cerca de 10,000 hectáreas en un ciclo,
y luego al siguiente inmediato otras 11,500 más.
Para el ciclo 1937-38 se habían puesto en cultivo 52,511 hectáreas. para
las cuales no eran suficientes ni la capacidad de captación de agua de las
obras ni las de conducción del canal principal, que tenía un máximo de 40
metros cúbicos por segundo, por lo que anualmente se perdía gran porcentaje
de las siembras, unas por falta del primer riego y otras por insuficiencia de
agua para los siguientes riegos, pues debe recordarse que en estas regiones las
lluvias son extremadamente escasas, inadecuadas para siembras de temporal-.
Con objeto de reducir estos trastornos, el Banco Nacional de Crédito Agrí-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 331
agua por hectárea y el. riesgo de no dar completos los riegos. Entonces el
agricultor, pasando sobre el jefe de sección, quitaba tablas en su \compuerta
para 'dejar pasar más agua a su terreno~ con la consiguiente tedpcción par{l
sus vecinos quienes, al notarlo, alteraban la situación en su favor, dándose fre-
cuentemente el caso de que los más decididos protegieran su compuerta vigilán-
dola día y noche pistola en mano.
En esa época no solamente se produjeron e-stos casos de fuerza, sino que
también los hubo de ingenio. Uno de estos últimos, que en un principio pro-
dujo gran confusión a los jefes de sección, fue ver que .sin razón definida el
agua de su secci6n no hubiera alcanzado a cubrir la prorrata establecida. Y
era que algún usuario ingenioso~ en vez de quitar tablas a su compuerta,
aprovechaba Ta obscuridad de la noche para meterse al agua. y, por medio de
rajas de madera metidas entre tabla y tabla de la compuerta daba paso al
agua sin que nadie lo notara, pues-:.oque el agua pasaba por aba-jo. _
La que se le había asignado brincaba por encima de las tablas de la
compuerta y daba la medida correspondiente al volumen que le correspondía;
la que pasaba por abajo nadie la veía.
Las pérdidas económicas que anualmente sufría eI valle como consecuen-
cia de la insuficiencia de agua y el peligro que la conducta de los agriculto-
res representaba para la región, indujeron al gobierno ,federal a realizar el
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
332 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO XV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 335
seguía un local grande de adobe ocupado por las oficinas del banco de depÓ•
sito Elías CaUes y Cía., de don Rodolfo Elfas Calles y de don José Camalich.
Finalmente y ya en la esquina con la calle No Reelección, la planta de
luz antes mencionada.
Ese mismo año de 1925, se le dio a CaJeme la categoría de Comisaría,
designándose como primera autoridad al Señor Ignacio Ruiz.
"NUMERO 16"
líneas r1ue ~e enrnrntrnn al C":-tl'de los Blocks números 29, 30, 31, 32, 33,
:1-1,_35. 36. :n, 38, 39, !JO, !J,l, 42, 1505, 1605,
1705, i805, 1905, y 2005
hasta encontrar el cauce del río, el cual se seguirá hasta la desembocadu-
ra en el Golfo de California; de aquí siguiendo todo el litorial de la cos-
ta hasta la desembocadura del Arroyo del Cocoraqui y de este punto si-
guiendo la línea divisoria entre los Distritos de Guaymas y Alamos hasta el
punto de partida.
TRANSITORIOS:
FA U STO TOPETE.
El Secretario de Gobierno,
J. G. LIZARRAGA.
PERIODO DE 1929-31
Francisco S. Elías May0 1929-septiembre 1930:
lnterinato 1929-31: Gustavo D. Cuevas.
Consejero designado en substitución de] Ayun-
tamiento en funciones durante el Movimiento
Renovador de 1929).
Septiembre 1930-St.pt. 1931:
Flavio F. Burquez.
PERIODO DE 1931-33
Rodolfo Elías Calles Septiembre l '.)31-Sept. 1932:
1931-35: Viviano l\fartínez.
Quien meses después fue destituido, previa au-
ditoría fiscal ordenada por el Gobierno Estatal.
y- substituido por el señor Vicente 1exía en su
carácter de ler. Regidor.
Septiembre 1932-S~pt. 1933:
Manuel Lópf:'z Rivera.
PERIODO DE 1933-35
Septiembre 1933-Sept. 1935:
Manuel EscamilJa.
Hasta este ú!timo, los distintos regímenes mu-
nicipales habían realizado una mejor labor que
otros, pero todos habían contribuido al mejora-
miento de la ciudad, habif:'ndo oe!,tacado f:'1prf:'!-i-
dido por el Sr. Ignacio Mondaca. El sf:'ñor Mon-
daca construyó el primer mercado de la ciudad.
el primer rastro y colocó los primeros arbotante
para el alumbrado público. (Datos tomados del
Directorio General <lel Valle del Yaqui, el Sr. José
. Luis Pérez R., año 1948. editado en su propia
imprenta.)
R,iclolfo Elfos Calles. El período conc;tructivo finalizó con la actuación
] 931-1935. del agricultor regional l\1anuel M. Escamilla. de
1933 a 1935, siendo Gobernador del Estado don
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
346 CLAUDIO DABDOUB
CAPITULO XVI
DESENVOLVIMIFNTOESPIRITUAL Y CULTURAL
DE CIUDAD OBREGON
A.specto religioso
Nuestro Santísimo Padre, el Señor Juan XXIII, Papa por la Divina Providen-
cia, mediante las letras apostólicas "cum petiisset", dadas bajo sello el día
veinte de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, que es el primero
de su Pontificado, teniendo en cuenta nuestra petición y el ,consejo de
los Eminentísimos Cardenales que presiden los negocios consistoriales, se-
paró de la Diócesis de Sonora algunas partes de su territorio y cons~i-
tuyó una nueva Diócesis que por el nombre de la misma Ciudad Obregón,
será llamada Diócesis de Ciudad Obregón.
Por consiguiente, nuestro santísimo padre, por las mismas letras se ha digna-
do diputamos para que ejecutemos los mandatos ~que en ellas se dis-
ponen y establecen.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 355
Dado en la ciudad de Obregón, el día 24 del mes de febrero del año de mil
novecientos sesenta.
mente el cabildo catedral según las normas que se darán en un decreto poste-
rior, mientras esto se hace, elíjanse los consultores diocesanos. Queremos ade-
más, que después que se cumplan estos decretos, los sacerdotes que tengan
oficio o beneficio en la diócesis fundada, queden adscritos a ella; los demás
clérigos allí donde tengan legítimo domicilio. Formarán la mesa episcopal: los
bienes que corresponden a la diócesis de Ciudad Obregón, según lo mandado
por el Canon 1500 del código de derecho canónico; los donativos de los fie•
les y las obvenciones de la curia episcopal. Por lo que toca al régimen, ad-
ministración, elección del vicario capitular en sede vacante y otras cosas se-
mejantes, obsérvense íntegramente las leyes comunes. Las actas y documentos
que se refieran a esta iglesia, envíense a ella lo más .pronto posible, y guárden•
se allí religiosamente en el archivo de la curia. Por lo demás, queremos que
el venerable hermano Luigi Raimondi, o aquel a quien él designe dándole las
facultades necesaria5, haga que estas órdenes nuestras sean cumplidas. Cuan-
do haya ejecutado estos mandatos ordenará que se levanten actas y cuidará
que sean enviadas tn fieles copias a la sagrada congregación consistorial. Si
en ese tiempo algún otro está al frente de la dt.Jegación apostólica en México,
él cumplirá nuestras órdenes. Es nuestra voluntad que estos decretos sean efi.
caces hoy y en el tiempo porvenir; de manera que las cosas por ellos ordena-
das, sean observadas religiosamente por aquellos a quienes corresponda y
de ese modo consigan su efecto. A la eficacia de estas ordenanzas ningunas
prescripciones en contrario podrán oponerse, de cualquier género que sean
pues por estas letras las derogamos todas. Por tanto, si alguien, investido de
cualquier autoridad, a sabiendas o ignorándolo obrare en contra de lo que nos
hemos ordenado, mandamos que sea tenido por írrito y sin ningún valor. A
nadie, además le es lícito destruir o corromper estos documentos de Nuestra
voluntad; antes bien, a las copias y ejemplares de eIIos, ya impresas, ya ma•
nuscritas, que llevan el sello de algún varón eclesiástico y la firma de algún
notario público,· se les dará la misma fe que tuvieran éstas, si fueran mos-
tradas.
Si alguno, .en todo o en parte despreciare o de algún modo denigrare
estos decrétos nuestros, sepa que incurrirá en las penas establecidas para aque-
llos que no obedecieron los mandatos de los romanos pontífices. Dado en
Roma, junto a San Pedro, el día veinte de junio del año dt>l señor mil nove•
cientos cincuenta y nueve, primero de nuestro pontificado.
"
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 359
año del señor mil novecientos cincuenta y nueve, Segundo de Nuestro Pon-
tificado.
A la fecha de escribir estos apuntes, la ciudad y el Valle cuentan con los si-
guientes templos católicos:
Instrucción Pública
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
360 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 361
En 1942, se publicó Cajeme Deportivo, revista que fue dirigida por el se-
ñor Guillermo Graff, J r.
En diciembre de 1944 se principió a publicar Revista Radwfónica, de
la cual después, con el nombre de Voces, fue director el joven Enrique Robles
Medina.
(Hasta aquí, los datos sobre el periodismo regional fueron toma-
dos del Directo, io General del Valle del Y aqui, editado en 1948, por el se-
ñor José Luis Pérez R.)
En septiembre 16 de 1954 fue fundado otro diario, Ultima Hora, del
que fue y es director general el profesor Hexiberto Salazar, y director du-
rante los primeros meses el señor Ramón Martínez Montes.
En diciembre de 1955 el periodista Manuel Mark fundó la revista men-
sual Guía, de la que él mismo ha sido el director, y que es de información
regional y general.
Por último, en abril 6 de 1960 apareció un diario más El Dictamen
de Sonora, creado por vados miembros del grupo político cle oposición Par-
tUo Demócrata de Cajeme.
De todos los anteriores subsisten el Diarw del Y aqui; el Heraúlo del Yaqui,
El Dictamen de Sonora y Ultima Hora, así corno las revistas Tres Valles
y Guía; además de algunos otros órganos de Instituciones Privadas.
Ha habido otros periódicos y revistas, pero de vida eHmera o tan re-
ciente, que al momento de hacer estos apuntes no puede predecirse si apa-
recerán sus siguientes números.
48-CAJC.AfE J::N 1915116.-Hotrl l<11tuKu rn com- Nur,·u Rtpúh/1111" llflmhir/1 ,lww). E,i Gm•rr,·r,,
trmC'i,ín, ,u.,, fr,nu o Byrrly Hnos .. ,,nrbos SI.J• ,Y j dt Frhrtm. ,sq,linu. S. O, 8yuly Hum J4-CD ORREGVN EN /Vó1-Cnll,- <;¡,,.,,,,,,, 111•
l,rr lu qut l,oy u , ullt j dt F,brtn1. t,w ¡_,mu r) uhora rl ttnlfo ,on,('r,ml Jt CJ ,,, ,Ir pon,,-ntt' u ortt'lllr
Ohrn:,in
SI-CV OBREGON EN 1961.-F.11 ,1 ,;,,~,,¡., 111/1·- SJ-CD. OBREGON EN 1961.-Avr N,ii11uri, "' 1111
4Y-C Al EME EN /VJS/16.-Sobrt la, actuoltJ ,·u- ,,,,, .-:quirrdu l11 lglr.,iu
Cmrdrul J, CJ ()hu- ut"rdtcfr.
lln G1Jrrrtru y S,mora, tsqu,na N. E., ti tdi/itio >!""· mú, ""'""· tm1thu "'")'"" Jrl Au,l,tur,.1
J Cla:·MADE
dr Ch,n~ Ch11n11 . .5utl .. ,nAVAILABLE
wnwurwí11. BY THE YAQUI PRIDE
Almm 1r11I: tnPROJECT
ti er,u,,, '"- FOR
Plu:11EDUCATIONAL
\lan·lm V r/ USE ONLY
Al fondo. u Ju llf/Uit'f'Ju Y svbu lá munra caflt /rc•mt' df'I Pulm ,r, '.fmm 1f'(d euu 1tinl111 ulrm: 56-CD OBREGON 1:.\J /V61 -AH Nu111on, tmul
57-Vegetación del Valle del Yaqui: mezquites y figura de abanico: Estadio Deportivo A /varo
cactus. Obregón; y entre éste y la calle 5 de Febrero,
casi hasta la esquina, edificio de dos pisos de la
escuela primaria "Cajeme".
j8-RED DE CAMINOS VECINALES DEL Y A-
QVJ, PAVIMENTADOS (1961).-Extremo sur
de la c:iudad e iniciac:ión del Valle. A la izquier- 59-RED DE CAMINOS VECINALES DEL Y A.-
da, c:arretua Nogales-Guadalajara ( Ave. Miguel QUI, PAVIMENTADOS (1961).-De derecha a
Alemán, dentro de la ciudad). A I centro y hasta izquierda, calle Meridiano, con dirección norte-
el fondo, c:al/e 5 de Febrero. al salir de la ciudad sur: y de izq11ierda a derecha, arbolada, la c:al/e
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI
y entrar al Valle. Centro de la fotografía. co11PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL
"600", USE ONLY
de este a oeste.
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 363
CAPITULO XVII
Suelos
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 367
Irrigación
Los terrenos del Y aqui son regados, casi en su totalidad, con las
aguas de su río. Solamente a unas 8,000 hectáreas localizadas fuera del pe-
rímetro de riego autorizado se les da agua del subsuelo a base de bombeo.
Como ya se dijo anteriormente, dos grandes presas permiten el máxi-
mo aprovechamiep.to, mediante la captación y almacenamiento de los escu-
rrimientos del río: La de La Angostura, sobre el río Bavispe, en el Norte
del Estado, con capacidad de 865,000,000 de mts. 3 , y la Alvaro Obre-
góo, a aproximadamente 40 kmts. al norte de C. Obregón, con capacidad de
3,000,000,000 de mts. 3 • En . esta última se encuentra instalada una planta
hidroeléctrica para la generación de 19,200 Kwts. de energía. Entre am-
bas presas se está construyendo una tercera, la de El Novilw, pero
que no es de almacenamiento para fines agrícolas, sino para la generación
de 90,000 kwts. más de electricidad.·
El control de estos almacenamientos de agua, su distribución y venta
entre los usuarios del Valle, lo ejerce un organismo denominado Comité
Directivo del Distrito de Riego del Río Yaqui, cuyó vocal ejecutivo es el
Gerente local de las oficinas de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, Vo-
cal Secretario el Agente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería en
el Estado; los demás miembros de la misma son· designados por los diversos
grupos usuarios 1 tales como un representante de los pequeños propieta-
rios, otro de los ejidatarios, etc.; directiva que apru~ba los precios
del agua, el área que debe sembrarse de cada cultivo, los reríodos de siem-
bra y demás aspectos administrativos del sistema de control de aguas
y siembras, siendo digna de ser alabada la actuación desarrollada por
este organismo, ya que ha permitido a la región obtener el máximo benefi-
cio de sus esfuerzos productivos. EI Distrito de Ri~go del Valle del Y a-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
368 CLAUDIO DABDOUB
Población
Aunque el Valle del Yaqui, corno tal, puede considerarse que se ini-
cia a la altura del Estero de las Guásimas (al sureste de ]a Bahía de
Guaymas), entre 1a Sierra del Bacatete y ]as playas del Golfo de Cortés,
el presente estudio se refiere particularmente a la zona comprendida dentro del
Distrito de Riego del Río Yaqui.
Tal como ya se dijo, la mencionada zona no tiene límites precisos. Si hi-
drográficamente pudiera confinarse a la cuenca baja del río Yaqui la demar-
cación sureste la fijaría su parte-aguas con la cuenca del Mayo, y la del norte
seguiría las orillas de la Sierra del Bacatete hasta Estación Peón, frente al
Estero de Las Guásimas. fero si como Valle del Yaqui designamos a la uni-
dad agrícola, de riego y económica que tiene por centro de operaciones a Ciudad
Obregón, entonces, por el sureste, el Yaqui 5e desborda sobre el del Mayo
y, por el norte se extiende únicamente a las vegas de la margen derecha
del río Yaqui.
Esta unidad agrícola-económica y de riego, comprende a los municipios
de Cajeme, de Bacum, comisarías de los Municipios de Navojoa, de Hnata-
bampo y Etchojoa por el sur, y de Guaymas y Empalme por el norte. Conse-
cuentemente, es difícil precisar el número de sus habitantes en un trabajo que
no es precisamente un estudio demográfico. Sin embargo, puede hacerse una
estimación con base en los siguientes datos censales de 1960.
162,822
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 371
hasta enero de 1961; meritoria obra realizada por la Junta Local de Cami-
nos Vecinales, a la fecha presidida por el Sr. Germán Pablos Otero, agri-
cultor regional.
El sistema de comunicaciones terrestres del Yaqui, y el hecho de
poder ser transitado en todo tiempo, ha propiciado el desarrollo de la in-
dustria del transporte de pasajeros y carga por toda la región para como-
didad de los agricultores y de los habitantes de los poblados disemina•
dos dentro del Valle que a diario, particularmente los domingos, visitan
Ciudad Obregón y Navojoa.
eomunicaciones
(Exteriores) .-Las tiene el Valle hacia el norte y el sur por el Ferro•
carril del Pacífico, S. A. y la Carretera Internacional que, en Benjamín
Hill (en el norte del Estado), entroncan con la carretera y ferrocarril que
comunican al Estado de Baja California. Por aire, sirven al Yaqui Aero-
naves de México, S. A., que lo comunican con las principales poblaciones
del Pacífico, Tijuana y México, D. F. mediante varios vuelos diarios; Trans Mar
de Cortés que hace dos vuelos semanarios, en cada sentido, hacia Chihua-
hua y Ciudad Juárez, por el orienle, y hacia la Baja California, por el po•
niente. Su aeropuerto es moderno, amplio y tiene un bello y funcional edificio.
Recibe aviones DC-3 y DC.6 en su pista de 900 mts. de largo, dispuesta para
prolongarse a 1300, estando pendiente de construirse otra adicional.
Además, para dar salida a su producción hacia los mercados interna-
cionales, y aun nacionales en auxilio del Í'!rrocarril, cuenta con el Puer-
to de Guaymas distante 125 kilómetros de Ciudad Obregón.
El puerto permite la entrada de grandes buques de hasta 30 pies de ca-
lado y cuenta ya con muy buenos muelles, que continúan aumentándose y
dotándose de bodegas.
Desde luego, también tiene las comunicaciones telegráficas y telefó-
nicas comunes en nuestro País, siendo actualmente magnífico el último servicio
mencionado, tanto a la Capital de la República (todavía muy recientemente
era pésimo) como a cualquier parte del mundo.
Electrificación
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 373
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
374 CLAUDIO DABDOUB
Sistemas de trabajo
Producción agrícol,a
Rend.
Superficie en Producción por Hec-
CULTIVOS Hectáreas Total tárea Importe Total
(Tons) (Tons)
(1) El excedente sobre 23(\.000 hectáreas es debido a que en el mismo ciclo agrícola se
levanten "obre el mismo terreno dos cosechas de distinto producto.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
380 CLAUDIO DABDOUB
Ganadería
Perspectivas
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 381
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
382 CLAUDIO DABDOUB
18 Despepitadoras de algodón.
1 Desborradora.
3 Molinos extractores de aceites.
2 Molinos harineros funcionando ("5", Arrocera, y Harinera del Río
Yaqui, S. A.).
3 Molipos harineros parados (Molinera, Castel o, Harinera del Yaqui).
3 Molinos arroceros funcionando ("65", Arrocera y Harinera del Río
Yaqui, Molinos del Y aqui) .
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 383
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
384 CLAUDIO DABDOUB
una realidad en el Valle, pues es inconcebible que año por año se les prenda
un fósforo a alrededor de 300,000 toneladas de paja de trigo cunado la in-
dustria nacional está requiriendo estas materias primas para su desenvolvi-
miento. La misma industrialización propicia su desarrollo, pues al amparo
de unas industrias se establecen otras menores, pero complementarias.
En tanto que los proyectos grandes no se realizan, generalmente son to-
mados como elucubraciones mentales y seguramente que así será recibida eata
larga exposición; pero el autor considera que existen razones fundamentales
para que la industrialización del Valle del Yaqui adquiera muy pronto un
desarrollo que hará del Sur de Sonora. un centro manufacturero de gran
magnitud.
. La lejanía e incomunicación en que el Estado de Sonora permaneció hasta
recientemente,· le fue muy favorable en muchos aspectos; pero perjudicial
en otros.
Los obstáculos de comunicaciones insuficientes y costosas leQ.tamente están
siendo salvados, pero como por un sino adverso o como si tratárase de probar
el carácter del sonorense, el mismo gobierno federal le tiene actualmente levan-
tada una barrera casi infranqueable a su industria básica, primaria, que
debiera ser la más fuerte y característica de la Entidad: la Industria Harinera.
El Estado de Sonora está produciendo el 50% del total nacional de trigo;
en cambio, del Distrito Federal podría decirse, exagerando, que no conoce las
espigas de esta gramínea y, sin embargo, en él se encuentrá el grueso de la
industria del trigo, dándose el caso absurdo de que de Sonora se envíe la
materia prima a lo largo de 2,000 kilómetros, para que luego nos sea devuelta,
procesada en harinas, pastas, galletas ·y pan, después de pagar fletes de ida
y de regreso y, más absurdo aún, ahogando a la industria harinera sonorense
(en la relación de industrias, se habrá observado cuántos molinos trabajan
y cuántos han sido clausurados en Cajeme, situación que refleja fielmente la
de todo el Estado) . Este absurdo es posible porque a los molinos del Distrito
Federal les paga la antigua CEIMSA parte de los fletes del transporte del trigo,
y luego subsidia con $ 50.0Ó cada tonelada entregada a las panaderías, po•
niendo, en estas condiciones, en situación desventajosa a los molineros sonorenses.
Pero como esto es contrario a toda ley económica y a todo principio
industrial, la situación descrita no podrá perdurar mucho tiempo.
Bosquejo sodológico
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 385
sur, en el Mayo se observa un ligero cambio del estilo de las poblaciones del sur,
de sus costumbres y maneras de ser, modificadas por ]a influencia sonorense~
En Ciudad Obregón, no existe claramente definido ni _un ambiente ni otro,
sino un tercero con influencia de los otros dos; pero, sin embargo, de carac-
terísticas muy propias.
Esto como consecuencia de ser una región enteramente nueva, poblada
con gentes venidas de todas partes del país y también de distintas nacionea_
con un porcentaje muy bajo de habitantes nácidos en el Valle, los que, desde
luego, todavía son· muy jóvenes. Esos hombres han venido con el objeto
único de trabajar para desprenderse _de su pobreza y forjarse un porvenir ri-
sueño. Ni vínculos de sangre, ni relaciones de familia ni viejas amistades
obligan a unos con otros; nada, excepto el objetivo ya dicho. Cada uno trae
sus propios problemas, sus herencias étnicas, sus costumbres y sus conceptos
y entran al Valle del Y aqui a constituir un conglomerado humano diferente
al del Estado y al de ]a República, para formar la materia prima de genera-
ciones nuevas con características singulares.
• El hecho de haber abandonado su medio de vida, bueno •o malo, pero ya
conocido, su ambiente, su tierra y, por lo general, su fami]ia, para aventurarse
a tierras lejanas y por completo desconocidas, dejando buenos climas para
sufrir e] rigor de los ardientes soles de Sonora que elevan !as temperaturas
hasta 115 grados F. (42°C), en un afán de cambiar su propio destino, revela
un carácter ambicioso, luchador y resuelto, comparable al de los admirables
conquistadores de otras épocas y que, por lo mismo, constituyen una clase
de hombres seleccionados, en cuanto a su carácter.
De donde ha resultado una sociedad aún no integrada y juzgada, frecuen-
temente, como insensible, en cierta forma' egoísta y un tanto en,¡anecida por
el éxito, que produce a los recién avecindados en la región una sensación de
rechazo carente de simpatía. En realidad, es una sociedad constituida por
individuos luchadores, agresivos, confiados en sus capacidades, tesoneros y
muy emprendedores que, en un momento dado, desconciertan a los foráneos
con sus gestos de comprensión humana y generosidad; hombres que, .una
vez conocidos a fondo, resultan, desvirtuando el primer juicio que de ellos
pudo haberse formado, nobles, confiados y serviciales. Demostraciones de estas
cualidades se ven, no solamente en forma de actos individuales, sino también
colectiv'ls, y gracias a esto existen en la ciudad el Cuartel de Bomberos, la
Cruz Roja y su edificio; el Hospital Civil, el' lnstiuto Tecnológico, el Instituto
La Salie, el Progreso y otras instituciones de servicio creadas por iniciativa
y esfuerzo privado, y ha podido la Junta de Mejoramiento Mora), Cívico y
Material realizar su extraordinaria labor.
Es necesario saber y comprender lo anterior, para aceptar que, después
de unas pocas más de generaciones, el Valle del Yaquí presentará a la Re-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
386 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 387
Me yergo en tu corazón
para meterme en tus venas;
un signo de admiración.
El eco de tu canción
me va cuajando en el pecho
y tras el solo derecho
de entregarme porque sí,
me voy acercando a ti,
sobre' un tapiz de barbecho.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
388 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 389
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
390 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 391
APENDICE
No. 1
Todos los historiadores que se han referido a estos náufragos están de acuer-
do en que, desde las playas de la Florida, atravesaron el continente americano has-
ta las costas del Océano Pacífico. Difieren respecto a la ruta seguida y la zona del
Pacífico a donde vinieron a salir.
Estudiando la relación dejada por e.l propio Cabeza de Vaca ("Triunfos de Nues-
tra Santa Fe ... ", del padre Andrés Pérez de Ribas, Tomo l, agregada entre la
portada y el principio de la obra. puede establecerse como seguro que desembarca-
ron en Tampa, Florida, cuya bahía y terreno coinciden en sus característioas con
las descripciones de Cabeza de Vaca ( además de que en dicho puerto existe una gran pla-
ca afirmando esta suposición), y que por tierra siguieron la costa del Golfo de México.
a veces internándose tierra adentro. hasta el río Alahama y que, después de cruzarlo,
bajaron a la desembocadura del mismo, en donde el capitán Pánfi,}o de Narváez, Cabe-za de
Vaca y más de 200 compañeros construyeron cinco pequeños veleros con madera
de los árboles del bosque: hicieron cuerdas y jarcias con las crines y colas de sus ca-
ballos y, con sus ropas, las velas. A este lugar le pusieron Bahía de Cahal·los, segu-
ramente porque en ella se comieron los que les quedaban ( Pág. 22, oh. cit.) En sus
cinco embarcaciones se hicieron a la mar tratando de seguir próximos a las costas.
Después de 40 días de navegación pasaron frente a la desembocadura de un río muy cau-
dailoso, probablemente el Mississipí. del que se ahastecieron de agua dulce. (Pág. 25
oh. cit.) Una fuerte y prolongada tormenta dispersó las embarcaciones, de las que uni-
camente dos pudieron volver a reunirse: pero que luego fueron nuevamente dispersa-
das por otra tormenta, quedando solos Cabeza de Vaca y compañero de bote. Estos lo-
graron tomar tierra en una isla ( muy probablemente la de Galveston) que bautizaron con el
nombre de Mal Hado y por cuyos nativos supieron de otros españoles que se encon-
traban cerca, siendo éstos 1loscapitan~s Andrés Dorantes y Alonso del CastiJlo con sus com-
pañeros de barco. (Pág. 30. oh. cit.)
Imposibilitado de continuar por hahers~ enfermado, Cabeza de Vaca fue deja-
do en la isla por sus compañeros, de donde logró escapar a tierra firme después de
un año de cautiverio y se convirtió en mercader, proporcionándoles hierbas, con-
chas y otros artículos a 1Jastribus del lugar casi durante seis años más, en su afán de conse-
guir que otro de los náufragos, Lope de Oviedo, que se encontraba en poder de los na-
tivos de una isla próxima, pudiera escapar con él, cosa que al fin lograron, habiendo
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
392 CLAUDIO DABDOUB
fueron obsequiados con taleguillas de margarita, alcohol molido (sulfuro de plomo usa-
do por los indígenas para pintarse), cuentas y MANTAS DE VASA (BISONTES).
Había tunas, piñones y pinos chicos, de donde puede obtenerse la conclusión de que
se encontraban en una región que, aunque árida y con clima semi-cálido ([as tunas).
era elevada y montañosa (piñones y pinos), y puesto que el mismo Alvar Núñez
dice que caminaron TIERRA ADENTRO, HACTA LAS MONTA~AS y que en una
porción del recorrido caminaron RIO ARRIBA (acababan de cruzar el que fundada-
mente su supone el Bravo), parece indudable que se encontraban ya en la actual Me-
seta Central Mexicana, entre Chihuahua. Coahuila y Nuevo México. El HERMOSO
RIO mencionado puede haber sido el Conchos, o el mismo Bravo al sur de Presi-
dio, en donde existe el Big Bend National Park. Por la existencia de cueros de Bi-
sonte ( comúnmente llamados búfalos), debe ser ésta una región del Norte de México
(límite actual), próxima a las visitadas por estos animales.
Del poblado asentado en las riberas del MUY HERMOSO RIO en adelante, los
datos son por completo indefinidos. pues la relación carece de rumbos, de ríos
que por sus características permitan buscar su identificación y aun de distancias o tiem-
pos de recorridos. No obstante y a pesar de lo problemático de fijar los puntos visi-
tados por los náufragos que nos ocupan, los historiadores que han estudiado este caso coin-
ciden en el hecho de que Cabeza de Vaca y sus compañeros llegaron a la meseta centra[
mexicana próxima a la actual frontera con Estados Unidos de Norteamérica, y es de aquí
en adelante en donde aparecen las divergencias sobre la ruta que los caminantes si-
guieron hasta llegar a,I Pacífico.
En tanto que unos sostienen que éstos cruzaron los desiertos de Chihuahua ha-
cia el Poniente y cra Sierra Madre a la altura de los límites de Sonora con Sina-
loa hasta llegar al río Fuerte. otros opinan que lo hicieron más al norte y que en-
traron a Sonora por el sur de Arizona. siguiendo ese rumbo hasta Ures, al que atribuyen
ser el Pueblo de Corazones, para continuar hasta el río Fuerte después de atravesar
el río Yaqui.
Fijando Rumbos.-Del "Río Hermo!'io" si&1,1ieron"por tantas suertes de gentes y
de tan diversas lenguas, que no basta memoria a poderfas contar ... ", lo cual quiere decir
que caminaron muchísimo; pero, como se dijo antes, sin dar rumbos ni mayores da-
tos de identificación, excepto cuando dice: "E yendo con éstos Oos indígenas que
los acompañaban PASAMOS UN GRAN RIO, que VENIA DEL NORTE; y pasados unos
LLANOS DE TREINTA LEGUAS, hallamos mucha gente que LE.TOS DE ALU venía a
recebirnos".
No habiendo en todo el norte del altiplano mexicano más río de importan-
cia que el Conchos y que éste corre con rumbo sur-norte, parece que no queda
otra conclusión que dar por hecho que el río a que se refiere Cabeza de Vaca
"QUE VENIA DEL NORTE", es el Bravo, o sea que había caminado hacia el Norte.
En apoyo de la suposición de que hayan caminado con este rumbo, hay las
circunstancias de que. poco antes de cruzar la SIERRA DE SIETE LEGUAS, en el
pueblo en que les dieron fa pieza de cobre fundido con la figura de un rostro (obra cit.
Pág. 56), al preguntarles ellos a los indios que si de donde lo habían traído, ésto!'
dijeron "QUE LO RABIAN HABIDO DE OTROS SUS VECINOS. . .QUE LO HA-
BIAN TRAIDO DE HACIA EL NORTE. Y QUE ALU HABIA MUCHO."
Caminaron mucho por valles extensos y áridos, pasando de unas tribus a otras,
en cuya peregrinac1on pasaron "Un gran río, que venía del Norte ... ", lo que parece
confirmar que ellos caminaban en sentido opuesto, es decir, del sur.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
394 CLAUDIO DABDOUB
Las ponderaciones que los indios hacían de las regiones del Norte y el haber cru-
zado Alvar Núñez y c-0mpañeros un río que venía . del Norte, y que se supone haya
sido el Bravo, aguas abajo 9el actual Ciudad Juárez, hacen coincidir a varios histo-
riadores sobre esta supuesta ruta.
Continúa Cabeza de Vaca relatando que los indios que de lejos habían veni-
do a recibirlos, •los "GUIARON POR MAS DE CINCUENTA LEGUAS DE DESPO-
BLADO DE MUY ASPERAS SIERRAS, y por ser TAN SECAS NO HABIA CAZA
EN ELLAS. y por esto pasarnos mucha hambre, y al cabo un río muy grande (se
supone que el mismo río Bravo, aguas arriba de la vez anterior), que el agua nos
daba hasta los pechos; y desde aquí nos comenzó mucha de la gente que traíamos
a adoo.escer DE LA MUCHA HAMBRE Y TRABAJO QUE por aquellas sierras habían
pasado, que por EXTREMO ERAN AGRAS Y TRABAJOSAS". (Obra cit .. Pág. 58).
¿No es una descripción en extremo semejante a la correspondiente a la de la región
montañosa de Nuevo Méx(co y Arizona? Sin embargo, nada puede asegurarse, ni me-
nos con respecto al río muy grande que dicen haber pasado.
Después pasaron por unos Hanos al cabo de las sierras, en donde los recibie-
ron otros indígenas que venían de "MUY LEJOS DE ALLI."
A éstos últimos, los castellanos les dijeron que querían ir A LA PUESTA DEL SOL,
lo que demuestra que no caminaban hacia el Poniente, y tal vez sí al Norte, como
se ha venido suponiendo en este estudio.
Los indígenas se negaron a llevarlos al Poniente. diciéndoles que aa gente esta-
ba muy lejos y que eran sus enemigos; sin embargo los "blancos" consiguieron
que los indios mandaran a una mujer de su tribu y a una cautiva a buscar a las gen•
tes del Poniente para que vinieran a recibir a los hombres blancos, y éstos 4as siguie-
ron, para luego esperarlas en determinado lugar. Como transcurrieran cinco días sin que
regresaran las mensajeras, los castellanos pidieron a los indios que los llevaran hacia
el Norte, pero tampoco quisieron. Fin~mente, llegaron las mujeres diciendo que ha•
bían encontrado muy poca gente porque ésta se había ido "a las vacas" (bisontes).
Sin embargo, ante el empeño de Alvar Núñez, guiados por las dos mujeres, anduvieron tres
jornadas hacia el Poniente, al cabo de las cuales los españoles y sus acompañantes in-
dígenas se detuvieron. Al día siguiente continuaron adelante Alonso del Castino, el Negro
Estebanico y las guías hasta un río que cotTÍa entre unas sierras, en donde había un
pueblo. De aquí Ailonso del Castillo se regresó con seis indígenas, en tanto que Es-
tebanico quedaba esperándolos junto con los nativos del poblado a que acababan de
filegar. En este último pueblo encontraron casas de asiento, calabazas, frijoles y maíz,
así como mantas de "vacas".
Desde este pueblo en adelante las características continuaron siendo las mismas
en cuanto a las construcciones, abundancia de comida, de cueros de vacas, así
como las de los indígenas, de quienes dice Cabeza de Vaca: "Es la gente de mejo-
res cuerpos que vimos, y de mayor viveza y habilidad y que mejor nos entendían y res·
pondían en fo que preguntábamos; y llamárnoslos de las Vacas, porque la mayor par•
te que de ellas mueren es cerca de allí; y porque aquel río arriba MAS DE CINCUENTA
LEGUAS,van matando muchas de ellas. Esta gente andan del todo desnudos, a la ma•
nera de los primeros que hallamos. Las mujeres andan cubiertas con unos cueros de ve-
nados, y algunos pocos de hombres, señaladamente los que son viejos, que no sirven
para fa guerra."
Hay historiadores que suponen que este río y estos indígenas son los del Ya-
qui; ~ros los del río Sonora, y ha habido quien afirme que se trata de un río y
tribu dti norte de Sinaloa. Sin embargo, al autor de esta obra le parece que, des-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 395
pués del GRAN RIO QUE VIENE DEL NORTE, a que se refirió Cabeza de Vaca,
después de haber estado en el "Muy Hermoso" que supusimos fuera el Conchos o el
Bravo, entre Chihuahua y Coahuila, este otro de las Vacas viene a ser el eslabón
de unión entre la ruta hasta el altiplano mexicano, y la porción final de ,la misma.
Este río llamado de las Vacas por Alvar N úñez tiene caracttnst1cas que c.oinciden
en mucho con uno muy importante de Estados U11idus Jel Norte, el río Coforado;
características tales como las siguientes:
Longitud: A partir del punto en que se encontraba Cabeza de Vaca cuando hace
el relato del río que se trata de identificar, de sus gentes y de la determinación
que tomó respecto ail rumbo a seguir, dice que el río lo llamaron de las Vacas porque
la mayor parte de dlas mueren "cerca de allí", y porque río arriba van matando
muchas de ellas MAS DE CINCUENTA LEGUAS. Al decir que mueren cerca
de allí, y que son MAS de 50 leguas, quiere decir que del pueblo en que se encon-
traba hacia el norte, el río tiene más de 220 Kmts. (sin saber en donde nace).
Después dice, como se verá más adelante, que de ese mismo punto de partida ha;;.
ta donde ellos siguieron el río, que fue río abajo, anduvieron 17 jornadas.
Por ser terreno escabroso cabe considerar que taJl vez no caminaban las 7 leguas
diarias estimadas como normales para un infante, sino 6, lo que equivaldría a 102 le-
guas, o sean 450 Kmts., al cabo de las cuales cruzaron el río (lo cual quiere decir
que éste n.o había terminado). Estas estimaciones de distancias dan un total "mínimo"
de 670 kilómetros de longitud parcial del río. Sumando eil recorrido del Yaqui desdo
su desembocadura y del Bavispe hacia su extremo norte, difícilmente dan un total de 800
Kmts. Los demás ríos sonorenscs son más cortos; en cambio, el Colorado tiene un curso
de 2,500 Kmts.
Dirección: El río Colorado sigue, a partir de su nac1m1ento, un curso general
de noreste a suroeste hasta el Gran Cañón; de aquí a la Presa Hoover, dirección po-
niente, y de esta Presa a su desembocadura, dirección sur.
Particularidad: Su curso río arriba lllevaba a la región de las Vacas (bisontes).
pues el río nace próximo a la frontera de EE. UU. con Canadá, al sur del Mis-
souri. Los bisontes (comúnmente llamados búfalos), se extendían desde el lago "Great
Slave", en el noroeste del Canadá, hasta el Sureste de Nuevo México y Norte de
Florida; pero con mayor abundancia en las Grandes Praderas del centro-norte de EE. UU.
y a lo largo del _Missouri. Subiendo el Colorado se llegaba a la región de los Búfalos.
A partir de la región noroeste de Arizona, en donde st:: t'lncuentra el Gran Cañón, hasta
Ua desembocadura del Colorado, todo el curso de éste es árido y caliente, por lo que sus
indígenas andaban desnudos.
Fijación de Puntos: El pueblo tomado como punto de partida para el !'sturlio
de las características del río ( en el que se encontraba Cabeza de Vaca) puede ser
aguas arriba de la Presa Hoover, de la que hasta Yuma, Arizona, puede estimarse
un curso de 450 kilómetros. En Yuma pudo haber sido en donde Cabeza de Vaca
y compañeros cruzaron el río, después de las 17 jornadas recorridas. Después de ellas,
o sea en Yuma, dice que vio la mar del Sur. que se supone haya sido el Golfo de
Cortés.
Después de las primeras 17 jornadas a lo largo del río y de cruzar éste, y de ver
la mar del Sur, siguieron otras 17 por llanos y entre unas sierras muy grandes, en-
contrando gente que no comía sino polvo de paja, es decir. que no tenía que comer.
Este último trayecto hace suponer que fue a través del desierto de Altar. Más adelante
de su relación ( Pág. 63), C. de Vaca vuelve a describir a estas gentes y dice: "la
costa no tiene maíz, y comen polvo de bledo y de paja y de pescado que toman en
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
396 CLAUDIO DABDOUB
la mar con balsas. Las mujeres cubren sus vergüenzas con yerba y paj,a. Es gente
muy opaca y triste". ¡ Como si describiera a los seris !
( Ultimo dato de identificación del Colorado.-Para llegar al centro de Sonora,
1
C. de Vaca y sus comp añeros anduvieron 17 jornadas (más de 450 kmts). después
de haber dejado el río, sin haber encontrado otro intermedio. Esto solamente pudo
haber sido del Yaqui hacia el norte, ya que para el sur sigue inmediatamente el Mayo
y después los muchos de Sinaloa. Para el norte hay el Sonora y el Asunción ( éste en
pleno desierto de Ailtar); pero ninguno de los dos lleva sus aguas al mar, pues éstas
se pierden en las arenas del desierto mucho antes de llegar al mar.
Finalmente, llegaron a unas casas de asiento, donde había mucho maíz, calabazas,
frijoles y mantas; poblado que, como se dice en el texto principal de esta obra;
ya debe haberse encontrado en Sonora y que llamaron Pueblo de Corazones.
APENDICE
No. 2
PROVINCIA DE OSTIMURI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
398 CLAUDIO DABDOUB
Referencia No. 10 Río abajo de Conicárit. todos los pueblos ribereños del Mayo se
encuentran en su margen izquierda. Esta circunstanC'ia dejó a los
pueblos mayos, de Camoa al poniente, dentro de la jurisdicción
de la Provincia de Sinaloa, lo cual es confirmado por el primer
Obispo de Sonora y California, Fray Antonio María de los Reyes,
en su relación ya citada en "bibliografía", en la que a las mi-
siones de la Gobernación de Sonora-Sinaloa las clasifica por ríos,
incluyendo en el del Mayo a "Camoa, Navojoa y Santa Cruz, con
sus correspondientes pueblos de visita," agregando en el último
párrafo relativo a la Misión de Camoa: "El Govierno y policía
de sus pueblos, es del cargo del ALCALDE MAYOR DE LOS
ALAMOS, ... ", disipando toda duda sobre la jurisdicdón a que
pertenecía, que era la de la Provincia de Sinaloa.
Continúa describiendo las MISIONES DE OSTIMURI como
sigue: "Esta Provincia se estiende treinta íleguas, entre Norte y
Poniente; y de Norte a Sur más de ciento, DESDE LA SIERRA
MADRE O TARAHUMARA, hasta EL GOLFO DE CALIFORNIA:
Se halla situad.a entre los dos Ríos Mayo y Hiaqui. . . princi-
piando con la Misión de CONICARIT, con sus tres Pueblos de
Macoyagui, Tepagui y Batacosa.''
Referencia No. 11 La alusión que el Gral. Feo. de P. Troncoso hace respecto al
Yaqui al decir en la pág. 49 de su obra "Guerras con las Tribus
Yaqui y Mayo": " ... al Ale-alde Mayor ( que entonces fo era de
"OSTIMURI Y YAQUI'', don Manuel de Quiróz y Mora) ... "
confirma lo dicho sobre la jurisdicción a que correspondía -la
región ocupada por la tribu Y aqui.
Referencia No. 12 Fueron sus Capitales San Ildefonso de Ostimuri cuando fue de-
clarada Prov.; Río Chico en 1726 según lo dice en su Diario el
Cap. Don Pedro de Rivera <fue visitó la Prov.-, Buenavista, pos-
teriormente ( Calvo. pág. 96) Baroyeca 110 era en 1792 ( Acosta 123,
y Calvo, sin citar fecha, pág. 96).
APENDICE
Número 3
Que en uso de las amplias facultades con que me hallo investido, he decretado la
siguiente ley para castigar los delitos contra la nación, contra el orden, la paz pública
y las garantías individuales.
ART. l. Entre los delitos contra la independencia y seguridad de la nación, se
comprenden:
I.-La invasión armada, hecha al territorio de la República por extranjeros y meji-
canos, ó por los prime.ros solamente, sin que haya precedido declaracion de guerra por
parte de la potenc:ia á que pertenezcan.
II.-El servicio voluntario de mejicanos en las tropas extranjeras enemigas, sea cual
fuere el carácter con que las acompañen.
III.-La invitación hecha por mejicanos, ó por extranjeros residentes en la Repú-
blica, á los súbditos de otras potencias, para invadir el territorio nacional, ó cambiar la
forma de gobierno que se ha dado la República, cualquiera que sea el pretexto que
se tome.
IV.-Cualquiera especie de complicidad para excitar ó preparar Ua invasion, ó para
favorecer su realización y éxito.
V.-En caso de verificarse la invasion, contribuir de alguna manera á que en los
puntos ocupados por el invasor, se organice cualquiera simulacro de gobierno, dando su
voto, concurriendo á juntas. formando actas, aceptando empleo ó comision, sea del invasor
mismo, ó de otras personas delegadas por éste.
ART. 2. Entre los delitos contra el derecho de gentes, cuyo castigo corresponde im-
poner á la nacion, se comprenden:
1.-La piratería y el tráfico de esclavos en las aguas de la República.
11.-Los mismos delitos, aunque no sean cometidos en dichas aguas, si los reos son
mejicanos, ó, si, caso de ser extranjeros, se consignaren legítimamente á las autoridades
del país
111.-El atentar á la vida de los ministros extranjeros.
IV.-Enganchar á los ciudadanos de la República, sin conocimiento y licencia del
Supremo Gobierno, para que sirvan á otra potencia, ó invadir su territorio.
V.-Enganchar ó invitar á los ciudadanos de la República, para que se unan á los
extranje10s que intenten invadir ó hayan invadido su territorio.
ART. 3. Entre los delitos contra la paz pública y el orden, se comprenden:
1.-La rebelión contra las instituciones políticas, bien se proclame su abolición ó
reforma.
11.-La rebelión contra las autoridades legítimamente establecidas.
111.-Atentar á la vida dal supremo jefe de la nacion, ó a la de los ministros
de Estado.
IV.-Atentar á la vida de cualquieira de los representantes de la nacion en el local
de sus sesiones.
V.-El alzamiento sedicioso, dictando alguna providencia propia de ·la autoridad, ó
pidiendo que ésta la expida, omita, revoque ó altere.
VI.-La desobediencia formal tle cualquiera autoridad civil ó militar á las órdenes
del supremo ma[listrado de la nacion, trasmitidos por los conductos que señalan las
leyes y la ordenanza del ejército.
VII.-Las asonadas y alborotos públicos, causados intencionailmente con premedita-
c10n o sin ella, cuando tienen por objeto la desobediencia ó el insulto á las autoridades,
perpetrado por reuniones tumultuarias que intenten hacer fuerza en las personas ó en
los bienes de cualquiera ciudadano; vociferando injurias; introduciéndose violentamente
en cu.ilquier edificio público ó particufar; arrancando los bandos de los lugares en que se
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
400 CLAUDIO DABDOUB
fijan para conoc1m1ento del pueblo; fijando en los mismos proclamas subversivas ó pas-
quines que de cualquiera manera inciten a la desobediencia de alguna ley ó disposicion
gubernativa que se haya mandado observar. Serán circunstancias agravantes, en cuales-
quiera de los casos referidos, forzar las prisiones, portar armas y repartirlas, arengar
á la multitud, tocar las campanas, y todas aquellas acciones dirigidas manifiestamente á
aumentar el alboroto.
VIII.-Fijar en cualquier paraje público, distribuír y comunicar abierta y clandes-
tinamente copia de cualquiera disposición verdadera ó apócrifa que se dirija á impedir
el cumplimiento de alguna órden suprema. Mandar hacer tales publicaciones y cooperar
a que se verifiquen, leyendo su contenido en los lugares en que eU pueblo se reúne, ó
Yertie!ldo en ellos expresiones ofensivas é irrespetuosas contra las autoridades.
IX.-Quebrantar el presidio, destierro ó la confinacion que se hubiere impuesto por
autoridad legítima á los ciudadanos de la República, ó el estrañamiento hecho á los que
no lo fueren; así como separarse Jos militares sin licencia del cuartel, destino ó resi-
dencia que tengan señalados por autoridad competente.
X.-Abrogarse el poder supremo de la nacion, el de los estados ó territorios·, el <le
los distritos, partidos y municipalidades, funcionando de propia autoridad ó por comisión
de la que no fuere legítima.
XI.-La conspiración, que ·es el acto de unirse algunas o muchas personas, con
objeto de oponerse á la obediencia de las Jeyes, ó al cumplimiento de las órdenes de
las sutoridades reconocidas.
XII.-Complicidad en cualesquiera de los delitos anteriores, concurriendo a su per-
pctral'ión de un modo indirecto. facilitando noticias a los enemigos de la nac1on
o del gobierno, especialmente si son empleados públicos los que las revelan; minis-
trando recursos a los sediciosos o al enemigo extranjero, sean de armas, víveres, ba-
gajes, o impidiendo que las autoridades los tengan; sirviendo a los mismos enemi-
~os de espías, correos, o agentes de cualesquiera clase, cuyo objeto sea favorecer
la empresa de ellos o de los invasores, o que realicen sus planes los perturbado-
res de la tranquiilidad pública esparciendo noti<.iits falsas, alarmantes, o que debili-
ten ,,t entusiasmo público. suponiMdo hechos contrarios al honor de la República,
o comentándolos de una manera desfavorable a los intereses de la patria.
ART. 4. Entre los delitos contra las garantías individuales, se comprenden:
I.-El pilagio de los ciudadanos o habitantes de la República para exigirles res-
cate. La venta que de ellos se haga o el arrendamiento forzado de sus servicios
o trabajo.
II.-La violencia ejercida en las personas, con objeto de apoderarse de sus bie-
nes y derechos que constituyan legítimamente su propiedad.
III.-El ataque a las mismas personas a mano armada, en las e;iudades o en des-
poblado. aunque de este ataque no resulte el apoderamiento de Ja persona o de sus
bienes.
ART. S. Todos los ciudadanos de la República tienen derecho de acusar ante la
autoridad que establece esta ley, para juzgar los dcl.itos que ella expresa, a los indi-
vidnos que los hayan cometido.
ART. 6. La autoridad militar respectiva, es la única competente para conocer de-
los delitos especificados en esta ley; a cuyo efecto, luego que dicha autoridad tenga co-
nocimiento de que se ha cometido cualesquiera de ellos; bien por la fama pública,
por denuncia o acusación. o por cua!lquiera otro motivo, procederá a instruir la
correspondiente averiguación con arreglo a la ordenanza general del ejército, y a la ley
de 15 de septiembre de 1857; y la causa, cuando tenga estado, se verá en consejo de gue-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 401
rra ordinario, sea c.ual fuere la categoría, empleo o comisión del procesado. En los lu-
gares donde no hubiere comandantes militares o generales en jefe, harán sus veces
Jos gobernadores de los Estados.
ART. 7. El Procedimiento hasta poner la causa en estado de defensa quedará ter-
minada por el fiscal, dentro de sesenta horas; y en el plazo de veinticuatro, eva-
cuada aquella; acto continuo se mandará reunir el consejo de guerra.
ART. 8. Siempre que una sentencia del consejo de guerra ordinario, sea confir-
mada por el comandante militar respectivo, generales en jefe o gobernadores en su
caso, se ejecutará desde luego, sin ulterior recurso,· y como está prevenido, para
el tiempo de guerra o estado de sitio.
ART. 9. En los delitos contra la nación, contra el orden, la paz pública y las ga•
rantías individuales que se han especificado en esta ley, no es admisible el recurso de
indulto.
ART. 10. Los asesores militares, nombrados por el Supremo Gobierno, asistirán
necesariamente a los consejos de guerra ordinarios, como está prevenido en Ja ley
de 15 de septiembre de 1856~ (ó 57?) para ilustrar con su opinión a los vocales de di-
cho consejo. Los dictámenes que dieren a los comandantes militares, generales en jefe
o gobernadores, fundados legalmente, deberá!". ejecutarse conforme a la circular de
6 de octubre de 1860, pues como asesores necesarios, son verdaderamente responsa•
bles por las consultas que dieren.
ART. 11. Los generales en jefe, comandantes militares o gobernadores a quie-
nes incumba el exacto cumplimiento de esta aey, y sus asesores, serán responsables per-
sonalmente de cualquiera omisión en que incurran por tratarse del servicio nacional.
P E N A S
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
402 CLAUDIO DABDOUB
------------------------------··-----··-----
ART. 18. El atentado contra la vida de los representantes de la nación de que habla
la fracción IV del art. 3, será castigado con pena de muerte, si llegare a ser he-
rido el representante; si sólo fuere amagado con armas, la pena será de cuatro
a ocho años de presidio, al arbitrio del juez; entendiéndose, siempre que no haya si-
do el primer agresor, de hecho, el mismo representante, pues en tal caso el de-
lito será considerado y sentenciado conforme a las foyes comunes sobre nnas.
ART. 19. Los delitos de que hablan las fracciones I, II y V del art. 3, serán cas-
tigadas con pena de muerte.
ART. 20. La desobediencia formal de que habla la fracción VI del art. 3, será
castigado con pérdida del empleo y sueldo que obtenga el culpable y cuatro años de tra-
bajos forzados, siempre que por tal desobediencia no haya sobrevenido algún perjui-
cio a la nación, el cual, si se verifica, se tomará en cuenta para aumentar la pena
al arbitrio del juez.
ART. 21. Los que preparen las asonadas y alborotos públicos, de que habla
la fracción VII del art. 3, y los que concurran a ellos en los términos expresados en di-
cha fracción, u otros semejantes, sufrirán la pena de diez años de presidio, o la de muer-
te, si concurren las circunstancias agravantes referidas al final de dicha fracción; sin
perjuicio de responder con sus bienes por los daños que individualmente causare.n.
ART. 22. Los que cometieren los delitos de que habla la fracción VIII del art.
3, sufrirán ila pe.na de seis años de presidio.
ART. 23. A los que evadan el presidio que se les hubiere impuesto, por auto-
ridad legítima se les duplicará la pena; y si por segunda vez reincidieren, se les im-
pondrá pena de muerte; así como a los extranjeros que expulsados una vez
del territorio nacional, volvieren a él sin permiso del gobierno supremo. Los miJita-
res que se separen del cuartel, destino o residencia que tengan señalados, sufrirán la pér-
dida de empleo y cuatro años de presidio.
ART. 24. Los que se arroguen el poder público, de que habla la fracción
X del art. 3, sufrirán fa pena de muerte.
ART. 25. El delito de conspiración do que habla la fracción XI del artículo 3o.
será castigado con pena de muerte.
ART. 26. A los que concurran a la perpetración de los delitos de que habla la
fracción XÜ del art. 3o., facilitando noticias a los enemigos de tla nación o del go-
bierno,, ministrando recursos a los sediciosos, 0 al enemigo extranjero, sean de armas,
víveres, dinero, bagajes, o impidiendo que las autoridades los tengan; sirvan de es-
pías a los enemigos, de correos, guías o agentes de cualesquiera clase, cuyo objeto
sea favorecer la empresa de aquellos, o de los invasores, sufrirán la pena de muerte. Los
que esparcieren noticias fatlsas alarmantes, o que debilitaren el entusiasmo público, su-
poniendo hechos contrarios al honor de la República, o comentándolos de una ma-
nera desfavorable a los intereses de la patria. sufrirán la pena de ocho años de presidio.
ART. 27. Los que incurran en los delitos especificados en las fracciones I, II y III
del art. 4o. sufrirán ,la pena de muerte.
ART. 28. Los reos que sean cogidos infraganti delito, en cualquiera acción
de guerra, o que hayan cometido los especificados en el artículo anterior, serán iden-
tificadas sus personas y ejecutados acto continuo.
DISPOSICIONES GENERALES
• muerte: serán castigados con seis anos de trabajos forzados los que lo hicieren en las po-
blaciones.
ART. 30. Los individuos que tubieren en su poder armas de mumc10n, y no las hu-
bieren entregado conforme a lo dispuesto en el decreto del día 25 del mes próximo
pasado. sino las presentan dentro de ocho días, después de publicada esta ley, serán:
los mexicanos, tratados como traidores, y como a tales se le~ impondrá aa pena de muer-
te; los extranjeros sufrirán la de diez años de presidio.
ART. 31. Los jefes y oficiales de la guardia nacional que fueren llamados al ser-
vicio en virtud de esta ley, percibirán su haber del erario federal, durante el tiempo
de fa comisión que se les diere.
Por tanto, mando se imprima, publique y observe. Palacio Nacional de Méjico,
á veinticinco de enero de miil. ochocientos sesenta y dos.-Benito Juárez.-Al C.
Manuel Doblado, ministro de relaciones y gobernación.
Y lo comunicó a V. para su inteligencia y cumpl.limiento.
Libertad y reforma, Méjico, enero 25 de 1862.-Doblado.
• • •
(Tomado de Historia de México, por don Niceto de Zamacois. Apéndice, Docu-
mento No. 1, del Tomo XVI. Editor: Juan de la Fuente Párres.-Barcelona, ConseJo
de Ciento, 301 y 303. Méjico, Callejón de Santa Inés, No. 5.)
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
404 CLAUDIO DABDOUB
rido, les cede un cuarenta y cinco por ciento de los derechos que tiene adquiridos y
de los que en lo futuro les correspondan a virtud del contrato que está para forma-
lizar con la Secretaría de Fomento, ya sea que se originen por la realización en
todo o en parte del objeto a que se refiere dicho contrato, o bien que sean determinados
por cualquier título que directa o indirectamente se relacione con la referida conce-
sión, en el concepto de que considerando esta dividiJa en cien partes iguales, de
ellas corresponderán trece y un tercio a cada uno de los señores Felipe Arellano, licen-
ciado Alberto Arellano y Roberto Santa María, .:> en junto el cuarenta por ciento; cinco a:l
señor Macmanus y al cedente las cincuenta y cinco restantes.
2a. SEGUNDA. El citado señor Conant declara que la cesión a que se contrae
en Ja cláusula anterior habrá de entenderse libre de todo género de gastos para
sus contratantes aun tratándose de los de explotación y de fos que sean previos para or-
ganizar la compañía a que se refiere el contrato con la Secretaría de Fomento y
que tiene derecho de organizar el declarante, pues en cuanto a aquellos, serán ero-
gados por el señor Conant, reembolsánnosele su importe del fondo que se fije al cons-
tituirse la compañía explotadora; resp~cto de lo!> segundos. quedarán a cargo exclu-
sivo de la misma compañía, y los que se originen por el deslinde de baldíos en el
Estado de Sonora, serán cubiertos también por el cedente, a quien se le compensa-
rán con una cuarta parte en. junto o veinticinco por ciento de la tercera parte de
terren·JS a que por el deslinde da derecho al cesionario el contrato respectivo: esa cuar-
ta parte le será efectiva al señor Conant, aplicándosele un tercio en terrenos de
los que puedan ser regados con aguas del río Y aqui, y los dos restantes en terre-
nos que no tengan esa condición, esto es, sin agua de riego: en consecuencia, sólo
las tres cuartas partes que quedan de la tercera que en terrenos habrá de corres-
ponder por el deslinde que se practique, serán las únicas disponibles para ser apli-
cadas a los comparentes en la proporción establecida ail final de la cláusula primera.
3a. TERCERA. Que supuesto lo convenido en las precedentes cláusulas, los ce-
sionarios señores Arellano, Santa María y Macmanus, se reputarán co-propietarios
del otorgante en todo lo relativo a la concesión de que se trata, y con tal carácter po-
drán disponer a su arbitrio y sin más limitaciones que las legalmente impuestas, de los
derechos que a cada uno de ellos cede d señor Conant, y ejercitar libremente todas las
acciones correlativas y actos de riguroso dominio, para todo lo cual consiente este mis-
mo señor en que si los interesados lo solicitan, se les expida los testimonios de
esta escritura correspondientes.
4a. CUARTA. El repetido señor Conant hace constar que no tiene cedidos a nin-
guna otra persona ni afectos a responsabilidad los derechos materia de éste contrato, y
para los efectos del artículo mil seiscientos veintiocho del Código Civil, por no en-
tregar a sus contratantes título alguno que funde esos propios derechos pues carece de él
aún, supuesto que como lo ha manifostado no se ha suscrito la concesión o con-
trato relativo, que se obliga, si necesario fuere. a hacer que se protocolice ila repe-
tida concesión una vez formalizada, a fin de que cada uno de los señores cesionarios, pueda
integrar su título con el testimonio que habrá de expedírsele.
Sa. QUINTA. Los repetidos señores Felipe Arellnno, Roberto Santa María y licen-
ciado Alberto Arellano por una parte, y eil señor Conant por la otra, dan por rescin-
dido en todas sus estipulaciones, el contrato de cesión remuneratoria que este
último formalizó a aquellos el día seis de diciembre de mil ochocientos ochenta
y nue·,e en instrumento público otorgado ante mí: los tres primeros señores y don Tomás
Macmanus declaran igualmente que como por esta escritura se modifican dos dere-
chos de propiedad a la concesión de que se trata, consienten en que el señor don
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA ·DE EL VALLE DEL YAQUI 405
Felipe Arellano continúe ejere:itando el poder general que con ese motivo . le con-
firió el señor Cona1_1ttambién ante mí por escritura de veintirés de noviembre del
año próximo pasado, con objeto de que siga representando a dicho señor o a· la com-
pañía que este organice, ante la Secretaría de Fomento. Que wl cumplimiento de lo es-
tipulado se obligan las otorgantes conforme a derecho. Leído ste instrumento cuyo
valor y fuerza manifestaron conocer los interesados y conformes con su tenor, lo rati-
ficaron y firmaron. Doy fe.-Tomás Macmanus.-Carlos Conant.-Felipe Arellano.-
Roberto Sta. María.-Alberto Arellano.-Roberto Contreras.-Vicente Madn.-Ram E.
Ruiz.
Sacóse da! registro de instrumentos públicos de mi cargo para el señor Carlos
Conant, en cuatro fojas útiles, con las estampillas correspondientes, quedando adheri-
das al protocolo los de renta interior por valor de dos pesos en cada boja. México,
agosto veinticinco de mil ochocientos noventa.-Correjido.-Doy fe.-E. r.- de ellos.-
Vale.
Firma: Ram. E. Ruiz.-Un sello que dice: RAMON E. RUIZ REPUBLICA MEXI-
CANA.-NOTARIO PUBLICO
( Escrito copiado textuwlmente del testimonio original, en poder del señor Clau-
dio Dabdoub S.)
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
406 CLAUDIO DABDOUB
concesión de que se trata crea necesario, y además también en favor de esos mismos ca•
pitalistas, de la parte que del total de la concesión de que se trata c,rea necesario,
y además también en favor de esos mismos capitalistas y con relación a los derechos
que tienen adquiridos los dos señores Arellano y don Roberto Santa María hasta
de un cinco por ciento en junto o sea del uno y dos tercios por ciento de la repre-
sentación de cada uno de ellos. por venta o en alguna otra forma que le parerica, siempre
que de hacerlo así realice la organización de la citada compañía, y en el concepto
de que el precio en que verifique la enagenación de ese cinco por ciento y sus
términos de pago, se le fijan en carta particular de esta fecha suscrita por los seño•
res Arellano y Santa María: para todo lo cual autorizan al mandante a firmar las es-
crituras del caso con todos los requbitos de estilo y estipulaciones que concertare.
Que a estar y pasar por cuanto ejecute el señor Conant en virtud de este mandato, &e
obligan los otorgantes conforme a derecho. Leído este instrumento cuyo valor y fuerza
manifestaron conocer los interesados y conformes con su tenor, lo ratificaron y firma•
ron. Doy fe.-Tomás Macmanus.-Felipe Arellano.-Roberto Santa María.-Alberto Are•
llano.-Vicente Macín.-Roberto Contreras.-Ram E. Ruiz.
Sacóse del registro de instrumentos públicos de mi cargo para el apo.derado señor
Conant, en dos fojas útiles, con las estampillas correspondientes. Méjico, agosto vein-
tidós de mil ochocientos noventa. Correjido. Doy fe.-Firma: Ramón E. Ruiz. Un sello
que dice: Ramón E. Ruiz REPUBLICA MEXICANA. Notario Público. LOS QUE SUS-
CRIBEN. CERTIFICAN: que el sello y firma anterior, son del Notario púhlico en ejer-
cicio C. Ramón E. Ruiz. México, agosto veintidós dt: mil ochocientos noventa. Un sello
que dice: LIC. CARLOS CARPIO. REPUBLICA MEXICANA. Notario Público. Fir-
mado. Un sello que dice: Manuel M. Marín. República Mexicana. Notario Público.
Ffrmado Manuel M. Marín. Un sello que dice: RAFAEL ·cARPIO. República Mexi•
cana. NOTARIO PUBLICO. Firma: Rafael Carpio. EL GOBERNADOR DEL DISTRITO
FEDERAL: CERTIFICA: que las firmas y sellos que anteceden son de los Notarios
públicos en ejercicio que expresan. Méjico, agosto veintidós de mil ochocientos no•
venta. J. Ceballos. Firma. El infrascrito Oficial Mayor de la Secretaria de Rela-
ciones Exteriores, certifica: que el señor don José Ceballos es Gobernador del Distrito
Federal y suya la firma que antecede. México. agosto 23 de 1890. Firmado.
(Escrito copiado textualmente del testimonio original, en poder del señor Clau•
dio Dabdoub S.)
CONTRATO
presente año entre el C. general Carlos Pacheco, Secretario de Estado y del Despa-
cho de Fomento, en representación del Ejecutivo, y el C. Canlos Conant, para abrir ca-
nales de irrigación en las márgenes de los ríos "Mayo", "Yaqui" y "Fuerte', y para
compraventa y colonización de terrenos.
"Justino Fornández, diputado presidente.-Joaquín Redo, senador presidente.-Ro-
sendo Pineda, diputado secretario.-Enrique M. Rubio, senador secretario."
"Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumpli-
miento.
"Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo de la Unión en México, a 20 de diciem-
bre de 1890.-Porfirio Díaz.-Al C. Gra:l. Carlos Pacheco, Secretario de Estado y del
Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio."
Y lo comunico a Ud. para su inteligencia y demás fines.
Libertad y Constitución, México, diciembre 22 de 1890.-Pacheco.
Por tanto, mando se imprima, publique y circule.
Palacio de Gobierno deil Estado, Hennosillo, diciembre 31 de 1890.-Ramón Corral.-
Enrique Monteverde, O. M.
• • •
El Contrato a que se refiere el decreto que antecede es el siguiente:
CONTRATO
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
408 CLAUDIO DABDOUB
y el tercero lo abrirá la Empresa sobre cualquiera de las márgenes del río Fuerte, par-
tiendo del punto que juzgue más conveniente.
Art. 4o.-La Empresa queda obligada ~ presentar oportunamente a la Secretaría
de Fomento, para su examen y aprobación, los proyectos correspondientes a cada dique
o presa y a cada cana:! principal, comprendiendo una memoria descriptiva y los pla-
nos y perfiles necesarios, en los que han de constar los volúmenes de agua que se han
de tomar en las diversas épocas del año, las dimensiones de los canales y su pen-
diente y los detalles necesarios para la construcción de las presas o diques y de las
compuertas para las boca-tomas.
Art. 5o.-Los reconocimientos del terreno para la localización del primer dique
o presa del primer canal principal, sobre una de ilas márgenes del río Yaqui, los
comenzará la Empresa a los tres meses de la promulgación del presente contrato,
y diez meses después presentará a la Secretaría de Fomento los planos y perfiles, re-
lativos a dichas obras, por dup:licado y a escaJa conveniente, solicitando la aproba-
ción de dicha Secretaría. El duplicado de dichos planos se devolverá a la Empresa
oportunamente, con la nota de haber sido o no aprobados.
Art. 60.-Los trabajos de excavación del primer canal principal, comenzarán a los
cuatro meses de la fecha de la aprobac.ión de fos p:lanos por la Secretaría de Fo-
mento, debiendo quedar terminados los primeros cuarenta kilómetros de dicho canal
y el correspondiente dique o presa, dentro de los cuatro años siguientes.
AJt. 7o.-Los trabajos de excavación del segundo canal principal en la margen de-
recha del río Mayo, comenzarán un año después de haber dado principio a los del
primer canal principal del Yaqui, debieudo quedar terminados los primeros cuarenta ki-
lómetros y el correspondiente dique o presa, dentro de los cuatro años siguientes; a cuyo
fin presentará la Empresa oportuhamente, a la Secretaría de Fomento, para su apro-
bación, ila memoria y los planos correspondientes a dichas obras.
Art. 80.-Los trabajos de excavación del tercer cánal principal sobre cualquie-
ra de las márgenes del río Fuerte, comenzarán previa autorización de la memoria y pla-
nos c,orrespondientes, dos años después de haberse dado principio a los del segundo
en la márgen derecha del Mayo, debiendo quedar terminados los primeros cuarenta ki-
lómetros, así como el respectivo dique o presa, dentro de Uos cinco años siguientes.
Art. 9o.-Podrá la empresa abrir un segundo canal principal sobre cada uno
de los ríos Ya qui, Mayo y Fuerte. en la margen opuesta a la de que hablan las tres
bases anteriores, siempre que haga uso de ese derecho un año después o antes de ha-
ber terminado el primer canal en cada uno de dichos ríos; pero en ningún caso
podrá tomar más de las dos terceras partes del agua de cada río, sino que sola-
mente tomará para cada uno de estos segundos canailes la cantidad de agua que de
esas dos terceras partes no pueda o no quiera utilizar en el otro; y los plazos para
-la apt:irtura y construcción de estos segundos canalPs y sus diques, serán respectiva-
mente los mismos que se señalen para abrir y construir los de la margen opuesta.
A1t. 100.-Una vez concluidos los canales con su presa y compuertas correspon-
dientes, se expedirá a la Empresa el títuilo de propiedad que le asegure el derecho de uso
y aprovechaminto de las aguas en cada río y en la proporción aprobada.
Art. llo.-El dique o presa que se construya sobre cada río en :la boca o pun-
to de partida en cada canal principal, será de mampostería, de piedra de construc-
ción 11ólida, y tendr~ la altura y espesor necesarios, así como el suficiente número de
compuertas para impedir que el río en sus grandes avenidas invada el canal princi-
pail y los distribuidores. La Empresa presentará oportunamente a la Secretaría de Fo-
mento los proyeotos y planos correspondientes a todos fos diques para su aprobación.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 409
Art. 120.-Podrá construir la Empresa sobre cada canal principal y sus distri-
buidores, los puentes que juzgue necesarios para el tráfico general, siempre que
atraviese con sus canales allguna calzada o vía de uso público, cuyos planos se presen·
tarán a la Secretaria de Fomento para su áprobación.
Art. 130.-Para la ejecución de los trabajes de construcción de los canales y pre-
sas, la Secretaría de Fomento, nombrará un ingeniero inspector, cuya remuneración, no
excediendo de doscientos cincuenta pesos mensuales. será pagada por la Empresa, la
que dará aviso del principio de los trabajos de construcción, para que se haga el nom-
bramiento de dicho inspector.
Art. 140.-La Empresa tendrá el derecho de vía por Ia anchura hasta de se-
tenta metros en toda ila extensión de cada uno- de los canales principales, y del tri-
ple de la anchura de los canales y acequias, también en toda su extensión.
Art. 150.-Los terrenos de propiedad nacional que ocupare la empresa en todas las
extensiones de que habla la base anterior y los que necesite para grandes receptácu-
los y depósitos de agua, almacenes, estaciones y otros edificios, los pagará la Em-
presa enterando su valor en ila Tesorería General de la Federación en títulos de la Deuda
Pública no diferida, a razón de setenta y cinco c~ntavos por hectárea; pudiendo tomar
libremente y sin retribución ninguna, de los terrenos de propiedad nacional y rios,
los materiales de toda especie que necesite para sus obras, edificios y canales.
Art. 160.-La Compañía o compañías podrán tomar, conforme a las leyes de ex-
propiación por causa de utilidad pública, los terrenos y materiales de construcción de pro-
piedad particular, necesarios para el establecimiento, reparación de los canafos y sus
depen :!encías, estaciones y demás accesorios; y mientras estas leyes no se den por el
Congreso de la Unión, se observarán las reglas siguientes.
1.-En caso que no haya avenimiento con los propietarios de los terrenos o ma-
teriales de construcción, se nombrará perito valuador para cada una de las partes,
y ambos presentarán a las mismas sus avaiúos dentro del término de ' ocho días~
contados desde su nombramiento; si los availúos son discordantes~ se someterá el negocio
a conocimiento del Juez de Distrito del Estado en donde estén situados el terreno o
materiales de cuya expropiación se trata, para que nombre un perito tercero en discordia.
que emita su dictamen dentro del perentorio término de ocho días, contados desde su
nombramiento, sobre lo q-qe sea de justicia dar por indemnización al dueño de los te-
rrenos o materiales que deben ser ocupados. El Juez de Distrito, tomando en cuenta
las opiniones de los peritos y J.as pruebas que las partes fo presentaren, mientras
aquellos emitan su dictamen, fijará el monto de la indemnización dentro de tres días.
El fallo del JuerL de Distrito se ejecutará sin más recurso que el de responsabilidad.
11.-Si el dueno de ila propiedad que deba ser <>cupada por la causa de utmdad
pública para la construcción y reparación de los canales, de sus dependencias y acce-
sorios, no nombrase su perito valuador dentro del término de ocho días después de no-
tificado por el Juez de Distrito, a pedimento de la Compañía, dicho funcionario nom-
brará de oficio un valuador que represente los intereses del dueño.
111.-En todo caso en que sea necesario ocurrir al Juez de Distrito-, dicho fun-
cionario, si la Compañía lo pidiere o no le fuere posible fijar la cantidad de terreno
que necesite ocupar, comenzará el juicio, señalándcse por el Juez, previa audiencia
del ingeniero del Gobierno, o en ausencia de éste del perito que nombrase el mismo juez,
una suma que deberá quedar en depósito mientras el juicio se sustancia, autorizando
a na C<'mpañía para ocupar provisionalmente el terreno o material de que se trate,
sin perjuicio de que si el avalúo definitivo de los peritos fuere mayor o menor
que la suma depositada por la Compañía, pague lo que faltare o recoja el exceso.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
410 CLAUDIO DABDOUB
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL y AQUI 411
• toda su negociación, inciluso el valor de los terrenos y demás propiedades que adquie-
ra, ni las acciones, bonos u obligaciones que la Empresa emita, podrán ser gravados
por impuesto a:lguno federal o local, sea de la clase que fuere, con excepción del
Timbre, que se causará con arreglo a la Ley relativa. Asimismo estará exoeptuada
Ja Empresa de los impuestos de aguas, por diez años, siempre que éstas sean aplicadas a
irrigación o fuerza motriz.
Art. 21.-Queda la Empresa en libertad para celebrar contratos y convenios pa-
ra el uso del agua que conduzca en sus canales, con los dueños de los terrenos de
propiedad particular que se encuentren en el curso de diohos canales.
Art. 22.-La Empresa queda obligada a dar en conjunto, por término de diez años,
a contar desde el en que se pongan en explotación Jos canales, hasta la mitad del
agua que éstos conduzcan, a los pobladores de lo& ríos Yaqui y Mayo por donde
dichos canales pasen, para el riego de los terrenos que cultiven por sí o por me-
dio de las personas que de ellos dependan, cobrándoles por el uso del agua cuo-
tas equitativas que en ningún caso excederán de una octava parte de cada una de sus
cosechas, reservándose ~a Empresa la otra mitad para el riego de sus propios terrenos
o para los usos que mejor le convengan; pasado ru término de diez años. el arren-
damiento será convencional, conforme a lo estipulado en el artículo anterior. Se ten-
drán por pobladores de los ríos Yaquis y Mayo, para los efectos del presente ar-
tículo, a los indígenas de [os pueblos formados sobre las márgenes de dichos ríos, y
a las personas a quienes el Gobierno ceda o haya cedido o vendido terrenos den-
tro de los ejidos de los expresados pueblos y a los que adquieran legalmente propie-
dades dentro de dichos ejidos.
Para el uso de las aguas del río Fuerte; la empresa pactará libremente sus con-
diciones con ilos respectivos habitantes o dueños de terrenos.
Art. 23.-La Empresa comenzará a hacer uso de las aguas que conduzcan
sus canales, tan luego como se puedan utilizar, sujetándose para tomarla, al Regla-
mento general de aguas, en todo ,lo que no esté previsto en este contrato.
Art. 24.-En la parte de los canales en que la navegación pueda establecerse. la Em-
presa queda facultada para ello, debiendo presentar a esta Secretaría para su examen
y aprobación las tarifas para la explotación de dkhos canales, y proponiendo al mis-
mo tiempo ilas bases con las cuales se han de hacer de navegación; quedando en
todo caso sujeta a las reglas generales que sobre e&te punto establezca el reglamento
de la materia.
Art. 25.-La Empresa perd~rá el derecho al uso de las aguas que se le con-
cede por el presente Contrato, en el caso de que dejare de utilizarlas en un perío-
do de diez años, quedando el Gobierno en libertad de concederlas a otras empresas.
Art. 26.-El suscrito o la Compañía que organict:1, quedan autorizados para que sin
perjuicio de tercero que mejor derecho represente, deslinden:
I.-Los terrenos baldíos que se encuentren en la zona comprendida entre los ríos
Yaqui y Mayo, del Estado de Sono".'l\,,y dentro de los límites que en seguida se expresan:
Comenzando en el pueblo de Camoa, se tirará una línea recta que pasando por el
•
/pueblo de Buenavista, termine sobre la sierra del Bacatete en su parte más alta,
de donde se tirará una línea recta que pasando por Mapolibampo termine a la
orilla del Golfo de Cortés. siguiendo la orilla del mar, hasta la desembocadura del
río Mayo y ,luego por la margen derecha del mismo Mayo hasta terminar en el pue-
blo de Camoa, punta de partida.
11.-Los baldíos que igualmente se encuentren en la mencionada zona, no medi-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
412 CLAUDIO DABDOUB
dos ni deslindados hasta hoy por las Compañías deslindadoras, según sus respectivas con-
cesiones, con intervención, de la autoridad competente.
111.-Las demasía~ se encuentren dentro de las propiedades particulares que
haya dentro de fa menci<>nada zona.
Art. 27.-Las operaciones principiarán dentro del plazo improrrogable de tres me•
ses de la fecha de este Contrato, conforme a la ley de colonización vigente.
Art. 28.-Los gastos que se eroguen en el apeo y deslinde, fraccionamiento de te•
'rrenos y levantamiento de los planos correspondientes, que se remitirán a la Secretaría
de Fomento con las diligencfas judiciailes relativas para su aprobación, serán por
cuenta de los concesionarios, debiendo concluirse las operaciones en el término de tres
años, contados desde la fecha de la promulgación de este Contrato.
Art. 29.-En compensación de las erogaciones que hagan los concesionarios al prac-
ticar el deslinde de fo que se trata, se -les expedirá el título de propiedad de la ter-
cera parte de los terrenos deslindados. conforme a la ley de 15 de diciembre de
1883, quedando • obligado el Gobierno a venderles otra tercera parte o sea la mitad
de lo que al Gobierno corresponde, una vez terminado el deslinde, a razón de no-
venta centavos por hectárea, por cuya otra tercera parte se les expedirá también e1
título correspondiente, debiendo- enterar los interesados en la Tesorería General de la
Federación el valor de dicha otra tercera parte en títulos de la Deuda Pública no
diferida, en la forma siguiente:
Veinticinco por ciento al tomar posesión de los terrenos, y el resto en cuatro anua-
lidades y por igua:les partes, quedando, entretanto los terrenos hipotecados especialmente
al pago.
Art. 30.-Si al hacerse el deslinde de las demasías, previo aviso al Juzgado de Dis-
trito correspondiente, el concesionario o la Compañía o compañías que organice. como
agentes de la Secretaría de Fomento y persiguiendo la ocultación, entrasen en tran-
sacción con alguno o algunos de los interesados, queda facultado para ello, pero debe
someter a la misma Secretaría, las transacciones que celebre, con los antecedentes
relativos, dando conocimiento desde luego a dicho juzgado, para que no admita
denuncia alguna, ni aun de los mismos poseedores sobre esas demasías, supuesto que
los concesionarios no obran como denunciantes, sino en representación del Gobierno.
que es el que administra ffos bienes de la Nación, única dueña de los terrenos baldíos,
huecos y demasías, y no es el caso en que queda el recurso a los ocultadores, de
denunciar sus propias demasías, por tratarse según se ha dicho, de la Nación cuyos deire-
chos son preferentes, puesto que se hace referencia a uria propiedad suya.
Art. 31.-Si lo que obtenga por dichas transacciones fuere dinero, se aP'licará
una tercera parte a ilos concesionarios y las dos restantes al Gobierno, y si fueren
terrenos, se adjudicará a los mismos concesionarios, una tercera parte como compen•
sación de gastos y gestiones. Si el arreglo lo hicieren los particulares directamente
oon la Secretaría de Fomento, los concesionarios se sujetarán a los términos del arre•
glo que se haya tenido, con solo derecho a la tercera parte de lo que corresponda
al Gobierno, si hubieren ejecutado todas das operaciones del deslinde de las demasías
de que se trata.
Si el arreglo lo hiciere el Gobierno durante las operaciones de deslinde, se le
abonará a la empresa. de lo que co1Tesponda roGobierno por el arreglo que hiciere, una
parte proporcional.
Art. 32.-La Compañía usará de mucha, prudencia al practicar sus operaciones, y
en caso de cuailquiera dificultad con los pueblos, dará cuenta a la Secretaría de
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
HISTORIA DE EL VALLE DEL YAQUI 413
Fomento, para que el Gobierno críe toda clase de facilidades a éstos y les de toda
especie de garantías, dictando en cada caso dicha Secretaría, las medidas que juzgue
necesarias, y procurando dejarlos en quieta, pacífica y legal posesión de los terrenos
necesarios, en aquellos casos en que no tengan títulos.
Art. 33.-Conforme se vayan midiendo los terrenos, los concesionarios irán remi-
tiendo las diiligencias y planos relativos al Ministros de Fomento, para que aprobados
Que sean, se les otorgue el título de propiedad por la tercera parte que les corres•
ponda y por la que les venda el Gobierno.
Art. 34.-De las dos terceras partes que corresponden al Gobierno en los deslindes
respectivos. una vez que dentro de los plazos concedidos hasta ahora, queden aqucllos
terminados por Ias Compañías que hoy los tengan contratados, venderá a la Empresa
basta trescientas mil hectáreas sobre la margen derecha del río "Y aqui", colindando con
los pueblos de indígenas, situados sobre dicha margen; hasta cien mil hectáreas. sobre
la margen izquierda del río "Mayo", colindando también con los pueblos indígenas, si-
tuados sobre esa margen; y hasta cien mil hectáreas sobre una o ambas márgenes del
río "Fuerte"; y las quinientas mil hectáreas que suman estas tres partidas o las que
resulten enajenables en las localidades expresadas. se computarán con las que la Com-
pañía adquiera por deslinde y compra en la zona designada en el inciso I del artículo 26
dP. este contrato, a fin de que lo que falte para comp'1etar un millón de hectáreas, se
le venda y entregue a la empresa en cualquiera otra parte del estado de Sonora o del
de Sinaloa, que ella designe; y si las compañías que hoy tengan contratados esos deslin-
des, no Oo hicieren dentro de esos plazos. el subscrito, o la compañía por él ~rganizadas,
tendrán derecho a verificarilo, previa autorización de la Secretaría de Fomento, bajo
las condiciones estipuladas en los artículos anteriores, con el fin de que así tenga el
gobierno en dichos estados, a la mayor brevedad posible, los suficientes terrenos baldíos
para que se Ie complete a la compañía el millón de hectáreas que el gobierno se obliga
a enajenarle.
Si resultare más de un millón de hectáreas en las operaciones, el exceso no se
venderá a la compañía, sino que quedará para el g~bierno.
Art. 35.-El precio de los terrenos de que .habla el artícuOo anterior, hasta comple-
tar el mHlón de hectáreas, será también el de noventa centavos por hectárea, pagaderos
en los mismos términos. plazos y especies de que habla el artículo 29.
Art. 36.-La empresa quedará obligada a establecer un habitante o colono por ca-
da mil hectáreas, en el lugar o lugares que juzgue más convenientes de la superficie
que por venta se le enajena.
Art. 37.-Un veinticinco por ciento, por lo menos, de dichos habitantes o colonos,
serán extranjeros, y el resto mexicanos, y quedarán establecidos dentro del término de
tres años, contados desde la fecha en que se de a la empresa posesión de fos terrenos
que se le vendan, y los colonos disfrutarán de todas las prerrogativos y franquicias que
conceJe la ley de colonización de IS de diciembre de 1883 y demás disposiciones vigen-
tes hasta hoy o que en lo de adelante se dieran sobre el particular.
Art. 38.-Si dentro del plazo señailado en la base anterior, no hubiere la empresa
colocado el total correspondiente de habitantes o colonos, pagará al gobierno por vía
de mt.lta, cuarenta pasos en títulos de la deuda pública, por cada individuo que falta
para formar el total.
Art. 39.-Conforme vaya la empresa estableciendo los habitantes o colonos de que
se trata, lo comprobará ante la Secretaria de Fomento, con la certificación de los go•
biernos o de los jueoes de distrito de los estados de Sonora y Sinaloa, debiendo constar
en esa comprobación la fecha del establecimiento de cada uno.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
414 CLAUDIO DABDOUB
ARTICULO TRANSITORIO
El valor de los timbres que cause el contrato por el importe total de los terrenos
que el gobierno queda obligado a vender, se pagará por mitad entre el gobierno y el
concesionario o la compañía o compañías por él organizadas, cuando se expidan los títu-
los de propiedad de dichos terrenos, y se pueda determinar su valor total.
México. agosto veintidós de mil ochocientos noventa.
Cl\rlos Pacheco.-Carlos Conant.
Al gobernador del estado de Sonora.-Hermosillo.
Sacado del libro "MEMORIAS DEL ESTADO DE SONORA., TOMO II.
Páginas del No. 388 al 396.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
NOTAS
1) Pérez de Ribas, Andrés. "Historia de los Triunfos de Nuestra Santa Fe". (Particu-
larmente tomo m, Libro Quinto.)
2) Quintero, lng. Filiberto L. "Historia de la Región del Río Fuerte" (inédita), cap.
III, p. 107, en que cita la introducción del Lic. Buelna a su obra "Arte de la Lengua
Cahita".
"Memorias de Nuño de Guzmán". Apéndice: 4\1 y 3\1 Relaciones Anónimas.
3) Quintero, lng. Filiberto L. Relación de Diego de Guzmán y 2~ Relación Anónima,
en Apéndice de "Memorias de Nuño de Guzmán". "Historia de la Región del Río
Fuerte", cap. m, pp. 115/131, y "Relación del capitán Diego de Guzmán", de la
colección de documenots inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organiza-
ción de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía. Pacheco y Cárde-
nas. (Se consultó una copia de la Relación mencionada). Sin embargo, la respon-
sabilidad en cuanto a localización probable de pueblos y lugares, particularmente
del río Fuerte al Yaqui, es del autor de la presente obra.
4) Relación Anónima. "Memoria" ... de Nuño de Guzmán, pp. 171/2.
5) Troncoso, Gral. de Brig. Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y
Mayo", p. 38.
6) Madariaga, Salvador de "Hernán Cortés", p. 637.
7) Trueba, Alfonso. "Las 7 Ciudades". Expedición de Francisco Vázquez de Coro-
nado, p. 13.
8) Schtarman, Joseph H. L. "México, Tierra de Volcanes", p. 115.
9) Schtarman, Joseph H. L. "México, Tierra de Volcanes", p. 118.
10) Saravia, Atanasia G. "Apuntes para la Historia de la Nueva Viscaya", p. 112. La
fecha dada por el Sr. Saravia la toma de "Francisco de !barra and Nueva Viz-
caya", de J. Lloyd Mechan, de quien dice que cotejó documentos y corresponden-
cia en el Archivo General de las Indias.
11) De Obregón, Ea/tazar. "Relación de Descubrimientos Antiguos y Modernos", p.
141.
12) De Obregón, Baltazar. "Relación de Descubrimientos Antiguos y Modernos", p.
146/7.
13) De Obregón, Ea/tazar. "Relación de Descubrimientos Antiguos y Modernos", p. 230.
14) De Obregón, Ea/tazar. "Relación de Descubrimientos Antiguos y Modernos", p. 230.
15) De Obregón, Bu/tazar. "Relación de Descubrimientos Antiguos y Modernos", p.
231/3.
16) Pérez de Ribas, Andrés. 'Triunfos de Nuestra Santa Fe ... ", tomo I, p. 242.
17) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos de Nuestra Sana Fe ... ", tomo II, p. 68.
18) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos de Nuestra Santa Fe ... ", tomo 11, p. 68.
19) Calvo Berber, Prof. Laureano. "Nociones de Historia de Sonora", p. 79.
20) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos de Nuestra Santa Fe ... ", tomo 1, p. 297/301.
21) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos de Nuestra Santa Fe ... ", tomo u, p. 80.
22) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos de Nuestra Santa Fe ... ", tomo 11, p. 84.
23) A costa, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 60.
24) Pérez de Ribas, Andrés. "Triunfos d(! Nuestra Santa Fe ... ", tomo II, p. 109.
25) A costa, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 57, quien lo toma de Gerard
Decorme, "La Obra de los Jesuítas", tomo 11, pp. 202/4.
26) Venegas, P. J. Miguel. "Noticia de la California ... ", tomo I, p. 219.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
27) Decorme, P. l. Gerard. "La Obra de los Jesuítas Mexicanos", tomo u, p. 40S,
nota 24.
28) Acosta, Roberto. "Apunte& Históricos Sonorenses", p. 82.
29) Acósta, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 82, quien tomó el dato de
"Noticias Estadísticas del Estado de Sonora", de José Francisco Velasco, p. 77.
30) Calvo Berber, Prof. Laureano. "Nociones de Historia de Sonora", p. 99/100.
31) Calvo Berber, Prof. Laureano. "Nociones de Historia' de Sonora", p. 100.
32) Acosta, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 93/94.
33) A costa, Roberto. "Apuntes Históricos: Sonorenses", p. 93.
34) A costa, Rob~rto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 95.
35) Acosta, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 113.
36) Acosta, Roberto. "Apuntes Históricos Sonorenses", p. 129.
31) Almada, Francisco R. "Diccionario de Historia, Geografía y Biología Sonorenscs".
Guerra del Yaqui, p. 334.
38) Troncoso, Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", p. 50. .
39) Troncoso, Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", pp. 64/67.
40) Hernández, Dr. Fortuna/o. "Las Razas Indígenas de Sonora ... ", p. 134.
41) Hernández, Dr. Fortunato. "Las Razas Indígenas de Sonora ... ", p. 145.
42) Hernández, Dr. Fortunato. "Las Razas Indígenas de Sonora ... ", p. 150 (y también
referencia N9 43).
43) Troncoso, _Franciscode P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", pp. 167/8.
(Ambos coinciden en cuanto al envío y misiones de estos comisionados, pero difie-
ren en algunos detalles. Además, el Dr. Hernández sólo menciona al Jefe de la Co-
misión Científica, Gral. García Peña, en tanto que el Gral. Troncoso hace mención
únicamente del Jefe de la Geográfica, Cnel. Díaz. Parece que primero llegó al
Yaqui la Geográfica y que posteriormente la Científica la substituyó o se le unió.
En la región sólo recuerdan a esta última.)
44) Troncoso, Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", p. 233.
45) Tron.coso, Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", p. 235.
46) Hernández, Dr. Fortunato. "Las Razas Indígenas de Sonora ... ", p. 169.
41) Troncoso, Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", pp.
264/66. •
48) Calvo Berber, Prof. Laureano. "Nociones de Historia de Sonora", p. 273.
49) Calvo Berber, Prof. Laureano. "Nociones de Historia de Sonora", p. 274.
Villa, Prof. Eduardo W. "Historia del Estado de Sonora", p. 395. .
50) /barra, Jesús. Obra inédita, p. 22.
51) Casasola, Archivo de "Historia Gráfica de la Revolución", pp. 234/36, 316/17 y
332.
52) Blanco Moheno, Roberto. "Crónica de la Revolución Mexicana." (Ver Plan de Aya-
la), p. 230.
53) Barragán Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y· de la Revolución Cons-
titucionalista", tomo 1, p. 130. •
54) Obreg6n, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", 2f Edición, p. 30.
53) Obreg6n, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", 2v. Edición, p. 487.
(Cuadro que muestra los contingentes con que Al varado participó en Santa Rosa.)
56) Obreg6n, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", p. 59.
51) Obregón, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", p. 62. .
58) Guzmán, Martín Luis. "Memorias de Pancho Villa", p. 180. .
59) Barragán, Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y de la Revolución Cons-
tituclonalista", tomo 1, p. 240. (Aunque discrepa en la cantidad al afirmar que fue-
ron $ 2,000.00, confirma el hecho.) • . •
60) Guzmán, Martín Luis. "Memorias de Pancho Villa", pp. 187 y 195.
61) Barragán Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y de la Revolución Cons-
titucionalisat", tomo 1, p. 243. (Dice: ... Villa estableció su Cuartel General en
Ascensión ... y desde allí se estuvo comunicando con el Sr. Carranza y con los
Jefes de Sonora para que le suministraran municiones ... )
62) Barragán Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y de la Revolución Com-
titucionalista", pp. 434/ 47. •
63) Barragán Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y de la Revolución Conati-
tucionalista", pp. 191/211. .
64) Guzmán, Martin Luis. "Memorias de Pancho Villa", p. 196.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
65) Obregón, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", p. 140.
66) Obregón, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", p. 194.
67) Guzmán, Martín Luis. "Memorias de Pancho Villa", pp. 852/857.
68) Barragán Rodríguez, Gral. Juan. "Historia del Ejército y de la Revolución Cons-
titucionalista", p. 296.
69) Zavala, Gral. Marce/o. "Mezclilla y sombrero de petate", capítulo x.
70) Muñoz, Rafael F. "Pancho Villa, Rayo y Azote", p. 93.
71) Obregón, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", pp. 471/73.
73) Obregón, Gral. Alvaro. "Ocho mil kilómetros en Campaña", p. 474.
74) Villa, Prof. Eduardo W. "Historia del Estado de Sonora", p. 360.
75) Maytorena G., Don José María. "Primer Informe de Gobierno", Sep. 23, 1912.
Archivo del Museo y Biblioteca de Sonora. .
76) García, Santiago. Versión de estos acontecimientos dada al autor de la obra por el
señor Santiago García, telegrafista del F. C. Sud-Pacífico en Vícam, cuando suce-
dieron.
77) Troncoso, Gral. Francisco de P. "Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo", pp.
167/68.
78) Hernández, Dr. Fortuna/o. "Las Razas Indígenas de Sonora", p. 149.
79) Villa, Prof. Eduardo W. "Historia del Estado de Sonora", pp. 406/408.
80) López Aparicio, Alfonso. "El Movimiento Obrero en México", pp. 91, 92 y 94.
81) López Aparicio, Alfonso. "El Movimiento Obrero en México", p. 105.
82) López Aparicio, Alfonso. "El Movimiento Obrero en México", pp. 105/ 113.
83) Toro, Lic. Alfonso. "Compendio de Historia de México, la Revolución de Indepen-
dencia y México Independiente", 12~ Edición, p. 323.
84) González Cossío, Francisco. "Historia de la Tenencia y Explotación del Campo
desde la Epoca Precortesiana hasta las Leyes del 6 de enero de 1915", tomo I,
p. 132.
85) González Cossío, Francisco. "Historia de la Tenencia y Explotación del Campo
desde la Epoca Precortesiana hasta las Leyes del 6 de enero de 1915", tomo 1,
p. 134.
86) González Cossío, Francisco. "Historia de la Tenencia y Explotación del Campo
desde la Epoca Precortesiana hasta las Leyes del 6 de enero de 1915", tomo I,
pp. 142/44.
87) Toro, Lic. Alfonso. "Compendio de Historia de México", p. 324.
88) González Cossío, Francisco. "Historia de la Tenencia y Explotación del Campo
desde la Epoca Precortesiana hasta las Leyes del 6 de enero de 191S", tomo 1,
pp. 144/46.
89) González Cossío, Francisco. "Historia de la Tenencia y Explotación del Campo
desde la Epoca Precortesiana hasta las Leyes del 6 de enero de 1915", tomo 1,
pp. 147/69.
90) Sierra~ Lic. Justo. "Juárez, Su Obra y su Tiempo", pp. 267 /69.
91) Uruchurtu, Lic. Manuel R. y Almada, Francisco R. "Apuntes Biográficos de Ramón
Corral". "Diccionario de Historia, Geografía y Biografía Sonorense". Colonización,
p. 165.
92) Troncoso, Gral. Francisco de P. "Las Guerras con las tribus Yaqui y Mayo", pp.
278/79.
93) Uruchurtu, Lic. Manuel R. "Apuntes Biográficos de Ramón Corral" ...
94) "Album de Recortes de Periódicos de la Epoca, en manos del autor de esta crónica",
p. 77.
95) Idem. p. 21. (Nota necrológica de don David Richardson.)
96) ldem. p. 77.
97) ldem. p. 74.
98) Idem, p. 21.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
-
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
INDICE DE MATERIAS
Liminar 1
lntroducci6n 3
CAPITULO I
CAPITULO Il
ANTECEDENTES HISTORICOS
El soldado español y el guerrero mexicano 11
Primeras exploraciones de Cortés : 13
Primeros descubrimientos en el noroeste . 15
CAPITULO m
CAPITULO IV
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Exploraci6n del río Yaqui que ha permanecido en el misterio . 29
Fray Marcos de Niza, explorador . 31
Francisco de Coronado sale a la conquista de Cíbóla y Quivira 32
Otro virrey, y un conqui;tador más, don Francisco de !barra, escuchan a las fabu-
losas sirenas de Cíbola y Quivira . 33
El capitán don Francisco de /barra envía mensajeros á gestionar paso por el Y aqui 37
CAPITULO V
Su primer combate con los españoles dio a los yaquis 74 años de paz y tran-
(fuilil/Jzd 40·
Llegan a la provincia de Sinaloa los primeros misioneros . 41
El capitán Diego /vf artínez de Hurdaide. Algunos datos biográficos y principales
acciones militares 44
El capitán Hurdaide cumple la amenaza hecha a los Zuaques cuando era caudillo 46
Diego Martínez de Hurdaide vuelve a México, regresando con dos misioneros más 48
Hurdaide entra al Yaqui, cerrando un período de más de 74 años de receso entre
las armas españolas y las yaquis . 49
Segunda entrada al Y aqui, y primer combate . 52
El capitán Hurdaide regresa al rio Yaqui para lavar sus armas de la afrenta
recibida 54
Llega a la villa de Sinaloa la noticia de la derrota y muerte del capitán y sus
soldados 57
Pacto de paz y amistad entre yaquis y españoles . . • .
,I'"
58
Los yaquis explican al capitán Hurdaide su cambio de actitud 60
Entran los primeros misioneros al río Yaqui,· acontecimiento de trascendencia para
el actual Estado de Sonora 62
El capitán Martín·ez de Hurdaide finaliza su misi6n 66
Datos biográficos del padre Andrés Pérez de Rivas 67
CAPITULO VI
La Nueva España 68
El noroeste 72
La obra del padre Kino 74
Reorganizaci6n política del noroeste y trastornos subsecuentes 80
Método empleado por los jesuitas para la pacificación de los indígenas; organiza-
ción religiosa, económica y social" implantada en sus pueblos 82
La provincia de Ostimuri y la región del Yaqui . 84
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CAPrruLO VII
.Antecedentes . 87
Primera rebeli6n de los Yaquis en 1740 88
~~~~-
Fundaci6n del real presidio de San Carlos de Buena Vista
"
97
Efectos del cambio de sistema político 97
La expulsi6n de los jesuitas 99
Don Francisco Joaquln Valdez, patriarca del Yaqul 101
La ejemplar obra de incorporaci6n de los in,dígenasdel noroeste llega a su término 102
Les rfos muertos del Yaqui 105
Deducciones 106
CAPITULO VIlI
CAPrruLO IX
LA REVOLUCION MEXICANA,
NUEVA ETAPA EN LA lllSTORIA DE LA TRIBU YAQUI
El maderumo 158
Zapati.mao y oro-zquismo 161
El corutitucionallsmo 165
Toma de Naco . 167
Combate de Santa Rosa 169
Batalla de Santa Maria . . 172
!4ta al n<:,roesteel primer Je/e 175
Avance al nu y primeros usos del avi6n como bom.bardero 178
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
La entereza del primer jefe y la lealtad de un caudillo salvan de la anarquía a
la revolución 184
Los combates de Celaya y su trascendencia 187
CAPITULO X
CAPITULO XI
CAPITULO XIl
CAPITULO XIll
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
Primeras gestiones ante la Secretaría de Fomento . 267
Características principales de la concesi6n . .. 270
Obtenida la concesi6n, fue constituida una empresa para realizar la.r obras 277
Quiebra la "Sonora & •Sinaloa lrrigation Co." . 280
Liquidación de la "Sonora & Sinaloa lrrigation Co." . 281
Localización de los terrenos entregados a Conant, Parada y .Albino .A.Imada 283
Don Carlos Conant Maldonado, luchador inquebrantable 286
Herencia de don Carlos Conant 1• .289
¡In Memoriam! . 291
CAPITULO XIV
CAPITULO XV
CAPITULO XVI
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
CAPITULO xvn
Suelos . 366
lrrlgaci6n 367
Poblacl'cHl 368
Comunicaciones 369
Electrificaci6n 371
Diltribuci6n de la propiedad agrícola 372
Siltemas de trabajo . . 376
Organización de los agricultores 377
Producci6n agrícola. . 378
Ganaderla 380
Per,pectivas 380
Bosquejo M>Ciol6gico 384
Canto al Valle del Yaqut Poema por el profesor Bartolomé Delgado de Le6n 387
A.plndices:
'
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
BIBLIOGRAFIA
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
lbarra, Jesús. Obra inédita de la que el autor de la presente crónica tiene una copia.
(Los padres del Sr. !barra y él mismo, vivieron esta época en la región.)
Kino, P. Eusebio Francisco. Favores Celestiales. Editorial Cultura. México, 1913-22.
(Impreso por la Secretaría de Gobernación.)
López, Rafael F. (Periodista y escritor, bien documentado biógrafo de Pancho Villa.)
Pancho Villa, Rayo y Azote. Populibros "La Prensa". México, D. F., 1955.
Museo y Biblioteca de Sonora. Archivo. Hermosillo, Son.
Nuño de Gpzmán. Memorias de los Servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde
que fue nombrado Gobernador de Pánuco en 1525. José Porrúa e Hijos, Sucs.
México, D. F., 1955.
Obregón, Gral. Alvaro. Ocho mil Kilómetros en Campaña. 2a. edición. Fondo de Cul-
tura Económica. Talleres de ..Gráfica Panamericana", S. de R. L. Parroquia 911.
México, 1950.
Pérez de Ribas, Andrés. S. J. Historia de los Triunfos de Nuestra Santa Fe entre Gen-
tes las más Bárbaras y Fieras del Nuevo Orbe. 3 tomos. Editorial Layac. México,
D. F., 1944.
Quintero, lng. Filiberto L. Historia de la Región del Río Fuerte. Inédita.
Saravia, Atanasio G. Apuntes para la Historia de la Nueva Vizcaya. Imprenta Reveles.
México, 1938.
Schlarman, Joseph H. L. México, Tierra de Volcanes. 3a. edición. Talleres de Impresora
Govil, México, D. F., 1953.
Sierra, Lic. Justo. Juárez: Sri Obra y su Tiempo. 2a. edición. Imprenta de la Universidad
Nacional Autónoma de México. México, 1956.
Toro, Lic. Alfonso. Compendio de Historia de México. La Revoluci6n de Independen-
cia y México Independiente. 12a. edición. Editorial Patria, S. A. Ave. Uruguay No.
25. México, D. F., 1960.
Troncoso, Francisco del P., Gral. de Brig. Las Guerras con las Tribus Yaqui y Mayo
del Estado de Sonora. Tipografía del Departamento de Estado Mayor. México,
1905.
Trueba, Alfonso. Las 7 Ciudades, Expedición de Francisco Vázquez de Coronado. Li-
breto No. 27 de la colección "Figuras y Episodios de la Historia de México". Edi-
torial Campeador, Distribución JUS. México, 1955.
Uruchurtu, Lic. Manuel R. Apuntes Biográficos de Ram6n Corral. Tipografía "La Euro-
pea". México, 1910.
Anónimo. Album de recortes de periódicos de la época formado indudablemente por
un funcionario de la Cía. Constructora Richardson, que obra en manos del autor
de esta crónica.
Vasconcelos, José. Hernán Cortés, Creador de la Nacionalidad. Ediciones Xóchitl. Méxi-
co, D. F., 1941.
Venegas, S. J. Miguel. Noticia de la California y de su Conquista Temporal y Espiri-
tual. Editorial Layac, México, D. F., 1944.
Villa, Prof. Eduardo W. Historia del Estado de Sonora, 2a. edición. Editorial Sonora.
Hermosillo, 1951.
Zavala, Gral. Marcelo. Mezclilla y Sombrero de Palma. Obra inédita.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
En la ciudad de México a los 21 días del mes de
marzo de 1964 -aniversario del natalicio de
don Benito Juárez- se terminó la impresión
de esta Historia de El Valle del Yaqui,
editado por la Librería de Manuel Po-
rrúa, S. A. en los Talleres de Comer-
cial Nadrosa, S. A., bajo la dirección
del Sr. don Juan N. Chávarri.
La edición consta de 2,000 ejem-
plares
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY
En Imprenta Concepto Gráfico de Hermosillo, Sonora, México.
el día 25 de agosto de 1995, bajo la dirección del Lic. José
Rómulo Félix Gastélum, se terminó la impresión
facsimilar de: Historia de El Valle delYaqui,
a la que se le adicionaron 26 páginas. Su
composición se hizo en tipo
Times bold.
MADE AVAILABLE BY THE YAQUI PRIDE PROJECT - FOR EDUCATIONAL USE ONLY