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UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

TAREA 1: DEFORMIDADES DE LOS PIES

TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA
NRC: 16453

PRESENTA:
NATALIA MARTÍN DEL CAMPO HERNÁNDEZ
ID: 00438184

PROFESOR:
DR. EDUARDO ALBERTO CABALLERO QUIRARTE

FECHA DE ENTREGA:
MIÉRCOLES 31 DE ENERO, 2023

HUIXQUILUCAN, ESTADO DE MÉXICO


TAREA 1: DEFORMIDADES DE LOS PIES

PIE EQUINO VARO ADUCTO


El pie equino varo aducto, o también conocido como pie zambo, está conformado
por 3 características: 1. flexión plantar del pie en la articulación del tobillo (equino),
2. la inversión de la malformación del talón (varo) y 3. la desviación medial del
antepié (aducto). La incidencia es de 1-2 por cada 1000 nacidos vivos. Tiene 3
categorías: 1. idiopática, 2. neurógenas y 3. asociadas a síndromes. Además se
sugiere que hay un componente hereditario.

El tratamiento preferido es la manipulación del pie para estirar los tejidos,


seguida de la aplicación de un yeso semanal para sostener la corrección, repitiéndo
el proceso cada cuatro a ocho semanas; a ésta técnica se le conoce como técnica
de Ponseti y es el estándar de oro para tratar el pie equino varo. Esta corrección
debe hacerse en los primeros días de vida ya que si pasan algunos días el pie
tiende a volverse más rígido. Si quedara algún remanente de equino, se puede
hacer una tenotomía percutánea de Aquiles para lograr la corrección. Alrededor del
15-50% del total de pacientes requiere una liberación quirúrgica.

PIE PLANO
Es la disminución del arco longitudinal plantar. Puede presentarse cuando el
paciente tiene movilidad excesiva de las articulaciones y el pie es demasiado
flexible. La consecuencia del pie plano es alteración de la marcha, que haya un
exceso de valgo en el retropié y/o colapso del arco longitudinal.

El pie plano puede ser congénito o adquirido. Se dice que es congénito


cuando se presenta desde el nacimiento y, aunque no sea evidente en los primeros
años, suele identificarse al final de la primera década de la vida. Por otro lado, el
adquirido es el que se da en un pie que en el pasado tuvo un arco longitudinal
funcional normal. Se puede deber a la disfunción del tendón tibial posterior, artrosis
de articulaciones tarsometatarsianas, cambios de Charcot por neuropatía periférica
o por un colapso talonavicular secundario a trauma o artritis reumatoide.

Hay dos tipos principales de pie plano: flexible y contracto. En el flexible la


causa suele ser la hiperlaxitud, suele ser asintomático y corregirse con la
maduración esquelética. Si se llega a presentar dolor o cansancio se pueden usar
plantillas. Generalmente no presenta contractura del tendón de aquiles. Por otro
lado, el contracto se debe a la fusión de dos o más huesos del tarso, es bilateral en
el 50-60% de los casos y presenta dolor en retropié que aumenta con actividad o
bipedestación prolongada. El tratamiento para este es primero conservador con
ortesis o plantillas, y después quirúrgico.
La realización de una valoración radiográfica ayuda a diferenciar los distintos
tipos de pie plano. Generalmente se evidencia una falta de inclinación en
dorsiflexión normal del calcáneo, que suele ser de 20º o más. Se traza una línea
sobre el eje longitudinal del astrágalo y el primer metatarsiano; si ésta tiene un
ángulo de 0-15º es un pie plano leve, si es de 15-30º es moderado, y si es más de
30º es grave.

PIE CAVO
El pie cavo es cuando existe una elevación excesiva del arco longitudinal plantar.
Suele acompañarse de disminución de movimiento del pie, retropié en varo y
antepié en valgo. Además, los dedos sufren una deformación y quedan “en garra”,
reduciendo el contacto de éstos con el piso. Además, suele haber una reducción en
la superficie plantar para soportar el peso y tensión concentrada en las cabezas de
los metatarsianos.

Hay varias causas del pie cavo. Algunas son: enfermedades de células del
asta posterior (como poliomielitis), trastornos nerviosos (como enfermedad de
Charcot-Marie-Tooth), enfermedades musculares, enfermedades centrales y de
tractos largos, trastornos idiopáticos o postraumáticos después de lesiones.

En esta patología también hay distintos tipos. Primero está la deformidad en


cavo posterior. Aquí la deformidad afecta el calcáneo, que presenta un ángulo de
inclinación en dorsiflexión >40º. El segundo es la deformidad en cavo anterior,
donde el antepié presenta una deformidad en equino con el retropié en posición
neutral. Además, el cavo anterior suele localizarse en el primer y segundo
metatarsianos. Por último se encuentra la deformidad en cavo combinada. Ésta es
la más grave ya que combina deformidades anteriores y posteriores.

Es importante obtener antecedentes heredofamiliares ya que la deformidad


en cabo idiopática suele ser familiar. De igual manera, en la exploración física suele
presentarse una atrofia de los músculos de la pantorrilla. En la exploración se debe
valorar la fuerza de cada músculo, el grado de deformidad y flexibilidad de retropié,
antepié, articulaciones metatarsofalángicas y el quinto dedo.

El tratamiento conservador puede ir desde un zapato de suela blanda, un


zapato con profundidad adicional o un recubrimiento de espuma de polietileno que
de soporte para el arco. El tratamiento quirúrgico se enfoca en la corrección del sitio
de la enfermedad, evitando fusionar las articulaciones para mantener la mayor
flexibilidad posible del pie.

HALLUX VALGUS
El hallux valgus es el término médico para lo que la sociedad conoce como
juanetes. Se refiere a la deformidad en valgo del primer dedo del pie. Ésta es la
malformación más común del antepié, con una prevalencia del 23-35%. Aunque se
desconoce la etiología, se sabe que el 60% de los pacientes cuentan con algún
antecedente familiar.

El tratamiento para el hallux valgus se enfocan en aumentar. la fuerza


muscular y de soporte de peso que actúan sobre la articulación. Ya que las
deformidades tienden a progresar con el paso del tiempo, se deben corregir
mediante una cirugía. El tratamiento quirúrgico se debe postergar hasta que la
persona esté madura, debido al riesgo de recurrencia. Los resultados son
satisfactorios en el 95% de los pacientes.

REFERENCIAS
1. Rhodes J, Tagawa A, Coomer W. Diagnóstico y tratamiento pediátricos
[Internet]. 26a ed. [lugar desconocido]: McGraw-Hill Education; 2022
[consultado el 27 de enero de 2024]. Disponible en:
https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=3223&secti
onid=269876924#269876947
2. Mann J, Chou L, Ross S. diagnóstico y tratamiento en ortopedia [Internet]. 5a
ed. [lugar desconocido]: McGraw-Hill Education; 2014 [consultado el 27 de
enero de 2024]. Disponible en:
https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1596&secti
onid=98178956#1119468077
3. Toledo CB. Manual CTO de Medicina Y Cirugía: Tenth Edition. CTO Editorial;
2017

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