3.

Defienda esta afirmación, explicándola: «Las primeras comidas

cristianas arraigan en tres grandes arquetipos: el de la multiplicación
de los panes, el de una comida orientada hacia la esperanza del Reino
y el de una anámnesis de la muerte del Resucitado de donde brota la
salvación para toda la humanidad».

Los tres arquetipos tienen una fuerte impronta escatológica. El primero se

inscribe en el marco del ya pero todavía no. La multiplicación de los panes es
un signo del reino y los cristianos siguen comiendo de ese pan milagroso
multiplicado por Jesús en el desierto. Es signo del banquete mesiánico.
El segundo arquetipo es claramente escatológico y lleno de la
esperanza del mundo venidero, donde el Cordero reina a la derecha del
Padre. La contemplación de la cruz lleva es el camino hacia el Reino futuro, u
Reino de vida y libertad, en donde el grito Maranta es un llamado esperanzado
del arribo de ese Reino.
El tercer arquetipo anuncia la muerte de Jesús y establece la realidad
del aquí y ahora de la Resurrección. El permanece en el pan y en el vino
resucitado y glorificado y se nos entrega como pan de vida. Es la nueva
alianza de la salvación. El participar de la mesa de su cuerpo y de su sangre
nos hace participar en su muerte y resurrección. Caminar su mismo camino.
En esta comida Jesús se entrega, se da en sacrificio por los suyos, por eso
también es un sacramento de su Pasión.

6. Hemos señalado en clase dos controversias eucarísticas en la Edad Media, una en el siglo IX y
otra en el siglo XI. Elija una de ellas, explicándola.

Primera controversia: Pascasio Radberto y Ratramno (S. IX)

Pascasio Radberto (780-860/865) y Ratramno (+ 868), son los principales participes de las
controversias eucarísticas. Los dos eran monjes benedictinos de la misma abadía en el norte de
Francia. El primero era el abad y el segundo monje y discípulo del anterior.

Radaberto sostiene un realismo verdaderamente extremo: Destaca la identidad real entre el

cuerpo eucarístico de Cristo y su cuerpo histórico. En la eucaristía se hace presente el mismo
cuerpo histórico de Jesús. Se da a comer ese mismo cuerpo que nació en el útero de la Virgen
María por obra del Espíritu Santo.
 Otra pregunta interesante que se realiza Pascasio es si el cambio del pan y el vino es en
figura o en verdad. Aquí hay un problema terminológico. Para los Padres “figura” significaba
“figura real”, pero para Rodoberto podía significar lo opuesto a “verdad”. Pero el trata de usar los
dos términos. Además, en algunos pasajes de su obra, la Eucaristía es llamada una comida
espiritual y no hay una identificación material entre el cuerpo histórico y la Eucaristía, lo que
suaviza su realismo. Otro aspecto que hay que destacar es que Radaberto subraya la unidad de
Cristo.

En cambio, Ratramno, razonaba a la inversa que Pascasio: el cuerpo eucarístico de Cristo no puede
ser idéntico al histórico y su presencia hay que entenderla en un sentido más bien simbólico y
espiritual.

Aquí también hay un problema terminológico cuando Ratramno dice “figura”, o “misterio”,
entiende la presencia de Cristo en una manera alejada de la “realidad” porque una figura no es la
realidad.

En las respuestas a las preguntas realizadas por el rey Carlos el Calvo plantea que la
eucaristía el cuerpo de Cristo es sacramento del cuerpo histórico de Cristo. Si fuera el mismo
cuerpo histórico no podría ser sacramento de él. Hay que distinguir el cuerpo histórico de Cristo
con el cuerpo en la eucaristía, este es en “figura”. Para Ratramno la Eucaristía es el cuerpo de
Cristo en figura, hay una presencia espiritual, invisible y divina.

Es de destacar que ninguno niega la presencia real de Cristo en la eucaristía. La discusión

versa sobre el modo en que esta presencia se da.