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ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA

CUESTIONARIO GENERAL SOBRE LA ESCATOLOGÍA


1. ¿Cuáles son los 4 datos fundamentales de la Resurrección de Jesús y explicarlos?
El sepulcro vacío.

El lenguaje técnico de las apariciones.

Las escenas de reconocimiento.

La transformación gloriosa del cuerpo del Señor resucitado.

El sepulcro Vacío: Los relatos evangélicos de los acontecimientos del domingo de Pascua comienzan

todos narrando que las mujeres encontraron vacío el sepulcro de Jesús. Muflner dice: «Precisamente, el

sepulcro vacío de Jesús implica la identidad corpórea entre el crucificado y el resucitado, con tal que no

se deje de ser consciente de la diversidad cualitativa del cuerpo glorificado de Jesús». El sepulcro vacío

de Jesús, a no ser que se suponga que los apóstoles robaran su cuerpo (Mt 28, 11-15), es indicativo de

que la resurrección del Señor se refiere al cuerpo que pendió muerto en la cruz y que descansaba en el

sepulcro. No parece que haya otras explicaciones posibles, mucho menos si tenemos en cuenta el modo

de hablar de los evangelios a propósito de las apariciones de Cristo resucitado.

El lenguaje técnico de las apariciones. Las apariciones del resucitado, se repite cuatro veces la palabra

orthé; se trata del aoristo pasivo del verbo órao (= ver). Hay que insistir en que la traducción exacta de

esta palabra no es «se apareció», sino «se mostró», «se hizo ver», «se dio a ver» En Hch 10, 40,

encontramos una interpretación del sentido del término orthé, referido a las apariciones del resucitado

“Dios lo resucitó al tercer día y le dio hacerse manifiesto”. De este modo, hay que decir no sólo que el

cuerpo que estuvo en la cruz y fue sepultado, es el cuerpo que resucitó, sino que ese mismo cuerpo es el

que «se dio a ver».

Las escenas de reconocimiento. Entre ellas se sitúa la aparición de Jesús en la tarde del mismo

domingo de Pascua, narrada en Lc 24, 36- 43 44. Jesús se aparece en medio de los apóstoles. Ante su

aparición inesperada, los apóstoles sienten temor, porque “creían ver un espíritu” (v. 37). Hay, por tanto,

una primera insistencia en que tienen ante los ojos un cuerpo real. Pero hay otra insistencia ulterior por
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parte de Jesús: “ved mis manos y mis pies, porque yo soy el mismo”. Es curioso que Jesús muestra,

como medios de reconocimiento, las manos y los pies, que normalmente no son medio para reconocer a

alguien (el medio normal es evidentemente el rostro). La segunda insistencia, más allá de afirmación de

la realidad física del cuerpo del resucitado, es mostrar que el cuerpo que tienen ante los ojos, es el

mismo que estuvo crucificado. Se trata, por tanto, de una neta afirmación de identidad corpórea.

La transformación gloriosa del cuerpo del Señor resucitado. La resurrección de Jesús no puede

colocarse en paralelismo con los milagros de resurrección (resurrección de la hija de Jairo, la del hijo de

la viuda de Naim o la de Lázaro). Por el contrario, “Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere,

la muerte no tiene ya dominio sobre Él” (Rm 6, 9). La sustracción del cuerpo resucitado de Jesús a la

muerte sólo es posible porque ese cuerpo ha sido objeto de una profunda transformación, en virtud de la

cual pasa a ser “el cuerpo de su gloria” (Flp 3, 21). Este nuevo modo de ser del cuerpo resucitado de

Jesús se manifiesta en la manera misma de realizar sus apariciones. pero el modo de hacerse presente y

de actuar indica que su corporeidad, aunque plenamente real, no pertenece ya a este mundo terreno

2. Hans Urs Von Balthasar recuerda una frase lapidaria de san Agustín: “Sea el mismo Dios, después de esta
vida, vuestro sitio”, EXPLICAR que significa.
El camino a la felicidad está en Dios y sin duda alguna, Dios es fuente de nuestra felicidad y meta de

nuestro apetito. Concibe la felicidad como gozo de la verdad y cada hombre es lo que ama, ser el mismo

Dios, implica compartir la gloria de Cristo en su resurrección, pues el mismo dice: “sean santos como

vuestro padre Celestial es Santo” (Mt 5,48), después, de esta vida estaremos con Cristo siempre y cuando

nuestra vida este al par con la del Señor, compartiremos y estaremos con Cristo glorificados pues “seremos

semejantes a Él” (1 Juan 3,2). Ser cada vez más semejante a Cristo es el deseo de cada creyente, y es

alentador saber que Dios tiene el mismo deseo para nosotros. De hecho, la Sagrada Escritura dice que Dios

"predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29). Haciéndonos

semejantes a Cristo es la obra de Dios, y lo verá cumplirse hasta el final (Filipenses 1:6).

3. ¿Explicar cuál es la perplejidad actual ante la muerte y la existencia de realidades posteriores a la muerte?
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La esperanza cristiana de llegar, un día, como resucitados, al encuentro definitivo con Cristo resucitado,

constituye el motor último de nuestro comportamiento de cristianos. J. Moltmann'. Sugiere, “Con ella quiere

expresarse que, porque un día estaremos gloriosamente resucitados con Cristo, hemos de vivir ya ahora

como resucitados”. El cristiano en el bautismo está ya destinado a esa resurrección final y ha tenido, en su

interior, una resurrección mística al recibir el sacramento (Rm 6, 3-4). “Si habéis resucitado con Cristo,

buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; apeteced las cosas de arriba, no

las de la tierra” (Col 3, 1-2). De este modo, Cristo resucitado es el fundamento último de nuestra esperanza,

la cual se abre más allá de los límites de esta vida terrestre. Asimismo, la esperanza es un encuentro

definitivo con Cristo después de la muerte que ofrece al cristiano motivos y fuerza para su fidelidad.

4. ¿Explicar en qué sentido la venida gloriosa del Señor es la respuesta a la búsqueda del hombre?
Se señala, en primer lugar, que el hombre se halla en una incansable búsqueda de Dios. Esta búsqueda

constituye tanto la pregunta fundamental de los filósofos como la pregunta fundamental de las religiones, lo

que el hombre encuentra en este doble esfuerzo de búsqueda. El cristianismo subraya que históricamente

existe también un movimiento de Dios al encuentro del hombre que se manifiesta en la larga historia de la

revelación, descrita sintéticamente en el comienzo de la carta a los Hebreos: “Después de haber hablado

Dios antiguamente, en muchas ocasiones y de muchas maneras, a nuestros padres en los profetas, en estos

días finales nos habló en su Hijo” (Hb 1, 1-2). Se comprende, por ello, que la revelación busca un encuentro

con el hombre, al que se le pide aquella respuesta fundamental que llamamos fe, la cual es punto de partida

para un ulterior diálogo de amistad entre Dios y el hombre. El encuentro último definitivo tiene lugar en la

venida gloriosa de Cristo resucitado y en la perfecta comunión del hombre, también ya resucitado, con Él.

“Cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3, 2). En

este sentido, también en el estadio escatológico, Cristo sigue siendo el camino hacia el Padre.

5. ¿En qué momento se realizará la resurrección de los muertos según el NT y justificar bíblicamente?
El Nuevo Testamento atribuye a la resurrección de los muertos un momento temporal completamente

determinado. San Pablo escribe a los Tesalonicenses: «El Señor en persona, al grito de mando, a la voz del
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arcángel y al toque de la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero;

después nosotros los que vivimos, los supervivientes, junto con ellos, seremos arrebatados en las nubes al

encuentro del Señor en el aire» (1 Ts 4, 16-17). Es decir, el momento en que se considera la resurrección de

los muertos tendrá lugar el mismo dia que suceda la segunda venida de Señor su Parusía. Como todos

mueren en Adán, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su propio orden: la primicia

Cristo; después los de Cristo en su Parusía (1 Co 15, 22-23).

6. ¿Explicar la teoría de la resurrección en la muerte o atemporismo de K. Barth y Brunner?


Dicen: La muerte coloca al hombre fuera del tiempo. Así, sea cual fuere el momento histórico en que un

hombre muere, después de la muerte no se puede hablar de distancia con respecto a la Parusía. Por estar, al

morir, fuera del tiempo, el hombre comienza entonces a ser indistante a ella. De este modo, puede decirse

que para cada hombre la resurrección sucede en el momento de la muerte, ya que la muerte, al sacarlo del

tiempo, suprime toda distancia temporal de él con respecto a la Parusía. Pero, por otra parte, la afirmación

de la resurrección en la muerte no significa una especie de resurrección sucesiva; donde no hay tiempo, no

hay sucesión: «El día de nuestra resurrección es para todos el mismo y, sin embargo, no está separado del

día de la muerte por ningún intervalo de siglos pues estos intervalos de tiempo se dan sólo aquí, pero no allí,

en la presencia de Dios, donde "mil años son como un día"». Cada hombre resucita en el momento de su

propia muerte y, sin embargo, por ser la resurrección un evento escatológico y, por ello, supratemporal,

todas las resurrecciones son simultáneas entre sí y con la Parusía. Se espera así poder salvaguardar el

aspecto colectivo de la resurrección final.

7. ¿Según J. Ratzinger en vez de hablar de Aevum, hace la distinción entre tiempo físico propio de la vida
terrena y “tiempo antropológico” para la vida del más allá, explicar?
El ser creado no posee nunca su propia vida sino por una sucesión de actos. Pero dondequiera que hay una
sucesión de actos, puede señalarse un antes y un después, lo cual equivale a introducir una cierta noción de
tiempo.
8. ¿Explicar en qué sentido nuestra resurrección gloriosa es también trinitaria?
El designio de Dios Padre que nos predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para que éste sea el
primogénito entre muchos hermanos (Rm 8, 29), llegará así a su culminación, cuando la semejanza con el
Hijo sea también corporal. El resucitado dará a conocer plenamente a los suyos, ya resucitados, el Nombre
del Padre, el Logos del Padre, su Persona divina como hijo eterno del Padre.
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Como las Personas divinas son esencialmente relativas, el hombre resucitado ve en el Hijo, al Padre y al
Espíritu Santo. El cuerpo resucitado configurado por el espíritu, está, en último término, configurado por el
Espíritu Santo. Al ÉL se le atribuye, como a su artífice inmediato, nuestra futura resurrección gloriosa.
9. ¿El NT habla de nuestra semejanza con Cristo en nuestra resurrección “porque le veremos tal cual es”
(1Jn 3, 2): explicar?
El contacto de los resucitados con Cristo resucitado los hace percibir la gloria externa de Este. Pero esa gloria
externa, reflejo de la gloria increada de cristo, es tal que provocaría en el hombre resucitado el interrogante
sobre el enigma de la realidad interna del Señor, si no fuera acompañada de un conocimiento directo de esa
realidad, que es la Persona Divina del Logos. Así se cumplirá la petición de Jesús a su Padre: “Padre, quiero que
aquellos que me has dado, estén también conmigo. Donde estoy yo, para que contemplen mi gloria que me has
dado porque me amaste antes de la creación del mundo” (Jn 17, 24).

10. La vida eterna consiste en la visión de Dios, ¿cómo explicar que ella implicará un sentido de intimidad y
de posesión personal mutua?
En efecto, las personas no se poseen, en cuanto personas, encerrándolas en una habitación bajo llave. Tal modo
de posesión equivaldría a poseer a una persona como si fuera una cosa. Las personas se poseen por la
comunicación interpersonal en la que, de modo mutuo, la una comunica la otra, sin velo alguno, su propia
intimidad. De este modo, hay que decir que las personas se poseen por una interrelación a través del
conocimiento mutuo y del mutuo amor. No olvidemos que Dios no es una cosa, sino un Ser personal. A partir
de la Persona de Cristo, las Personas divinas serán poseídas en la vida eterna. El hombre poseerá a las Personas
trinitarias con un conocimiento nuevo que supera las fuerzas de la creatura, y que procede de que Dios se le da a
conocer, y con nuevo amor correspondiente a ese conocimiento.

11. En el NT, es a Dios Padre a quien se le atribuye nuestra resurrección como la de Cristo (cf. Hch 2, 32; Rm
8, 11): ¿explicar?

Hch 2, 32: a Jesús lo resucitó Dios. La palabra Dios, cuando no hay alguna matización ulterior, se refiere al
Padre.
Rm 8, 11: El que resucito a Cristo entre los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por medio del
su Espíritu. El es texto es sumamente importante, porque mantiene, a la vez, una atribución de la resurrección al
Padre u una presentación de Espíritu Santo como realizador de ella con el Padre.

12. A la pregunta acerca de la suerte de los de Cristo que han muerto: ¿cuáles son los elementos de respuesta
desde el AT?
En las concepciones más antiguas de los israelitas existían la persuasión de que un núcleo personal de los
hombres que vivieron, siguen subsistiendo en una especie de domicilio común de todos los muertos: mientras
que los cadáveres son depositados en los sepulcros, una especie de sombras de los que vivieron, es decir, los
refaim subsisten en el sheol. La distinción real entre cadáveres y refaim por una parte y sepulcro principalmente
familiar y sheol por otra es cierta.
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Refaim: son como sombras echados en el polvo, están como dormidos y, al menos normalmente, no conocen lo
que sucede en la tierra. más importante es que no alaban a Dios, lo que quizás implica no sólo una alusión al
estado de sueño en que se encuentra los refaím, sino también al valor cultual del cuerpo, sin el cual difícilmente
concebiría un judío primitivo que se pueda dar culto de alabanza. Los refaím, a pesar del estado de sueño en que
se encuentra, conserva cierta conciencia de sí, y pueden ser excepcionalmente despertados.

13. ¿Explicar la evolución del concepto de “Sheol” en Israel?


Es una expresión que implica que distinciones de posiciones, y era la parte más baja, era con estratos
diferenciados.
Ahora está dividió en dos o más estratos, en uno, en el que las almas de los piadoso gozan de cierta
bienaventuranza preliminar, y un espacio separado de él en que los pecadores padecen tormentos
La primera es de suma importancia: el sheol deja de ser un lugar indiferenciado por la introducción del
pensamiento de retribución ultraterrena.

14. ¿Explicar la escatología del libro de la sabiduría?


La escatología y la antropología del libro de la sabiduría pueden explicarse recurriendo a categorías
exclusivamente judías, se utiliza la palabra nefesh, y se habla de que los justos viven eternamente y en el Señor
está su recompensa, el alma es la portadora del estado postmortal.
La suerte ultramundana de los impíos se denomina «muerte»; no en el sentido de aniquilación (pensamiento que
constituye en el c. 2, el gran error de los impíos), sino en cuanto que les falta la «vida eterna». Es, más bien, la
caída en el sheol después de la muerte y la permanencia en él. Allí sufren: «serán presa del dolor y su memoria
perecerá»(Sb 4, 19) 86
15. ¿Cuál es el significado profundo del diálogo de Jesús con el buen ladrón (Lc 23,42-43)?
Es interesante constatar que no habla en modo alguno del Reino de Dios, sino de un estadio intermedio presente
seµepov) llamado Paraíso. Por el mismo hecho, se afirma la supervivencia para un período que sigue
inmediatamente a la muerte, a «hoy» mismo, y el término «paraíso» no puede ser sino la morada de los justos,
previa a la resurrección, de la escatología judía contemporánea a Jesús. A la luz de este texto puede afirmarse:
«Es, pues, suficientemente claro que Jesús enseñó algún tipo de "estado intermedio", tal como lo enseñaba el
judaísmo tardío
16. ¿Explicar la doctrina de san Pablo acerca de la comunión con Cristo inmediatamente después de la muerte?
La muerte es ganancia sólo porque implica y aporta una intensificación de la comunión con Cristo comenzada
ya en la tierra: «estar con Cristo».
El doble punto de vista desde el que se puede considerar la realidad de la muerte, hace posible un doble
sentimiento frente a ella.
Para ello, mirando la realidad de la muerte con ojos de fe, qué es vivir y qué es morir: vivir es habitar en el
cuerpo y estar ausentes, mientras que morir es estar ausentes del cuerpo y presentes junto al Señor.

17. ¿Explicar la diferencia entre la escatología a doble fase y la de una sola fase?
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Doble fase: La esperanza escatológica se estructuró de modo que se la concebía con una fase que se extiende
entre la muerte de cada individuo y la resurrección final, y otra que se inaugurará con la Parusía del Señor y la
resurrección de los muertos, Define «la muerte natural» como «separación del alma del cuerpo». Mantiene que
las almas de los justos siguen existiendo entre la muerte y la resurrección, aunque en lo que puede considerarse
su posición preponderante.
Una fase: la Iglesia afirma la continuidad y la subsistencia, después de la muerte, de un elemento espiritual que
está dotado de conciencia y de voluntad, de manera que subsiste el mismo "yo" humano, carente mientras tanto
del complemento de su cuerpo». Con esta afirmación se enseña la existencia de una fase escatológica previa a la
resurrección, de la que sería sujeto el alma separada del cuerpo por la muerte. La posibilidad de esta fase se funda
en la dualidad característica de la antropología cristiana.

18. ¿En qué consiste la teoría de la muerte total (Thnetopsiquismo) y cómo responderle desde el punto de
vista de la teología católica?
todo el hombre muere en la muerte, y la resurrección debe entenderse como una nueva creación. Se
pretendía que el hombre no pudiera presentar nada propio ante el juicio de Dios, no sólo las obras, pero ni
siquiera la inmortalidad natural de su propia alma.
sólo se mantendría la seriedad de la muerte, si ésta afecta a todo el hombre y no sólo al cuerpo. Finalmente
ya que la muerte es pena del pecado y todo el hombre es pecador, todo el hombre debe ser afectado por la
muerte; no se entendería que precisamente el alma, en la que está la raíz del pecado, se librara de la muerte.
Se responde que hay que mantener la indivisibilidad del hombre y la seriedad de la muerte que afectaría a
todo el hombre. Ahora bien, si la muerte afecta al hombre todo, sería irrelevante que la resurrección tenga
lugar en el momento siguiente o que se difiera hasta la Parusía; en toda hipótesis habría que concebir la
resurrección como nueva creación con todas.
la escatología de almas entre la muerte del individuo y la resurrección), el terna de la resurrección, corno
objeto único de esperanza, aparecería en toda su grandeza
19. ¿En qué consiste la teoría de la resurrección en la muerte y cómo responderle?

Es la teoría que sostiene que la resurrección se da en el momento en que el cuerpo concreto del hombre que
vivió se ha convertido en cadáver. Respondería que es una teoría muy reduccionista, ya que vincula al
acontecimiento de la resurrección con lo meramente corporal y no brinda una amplitud concreta a la realidad
existencial que se plenifica en el encuentro con Cristo resucitado.

20. En 1957, el teólogo protestante Oscar Cullmann publicó una obra titulada: “Inmortalidad del alma o
Resurrección de los muertos”. Este título fue muy revelador de la concepción que tiene el autor de la
antropología y la escatología: CRÍTICAR esta posición y sus consecuencias antropológicas y
escatológicas, a la luz de la teología católica.
Es una frase disyuntiva que significa una invitación a optar entre uno de los dos elementos, si se añade que sólo
el segundo es bíblico, no es dudoso en qué dirección habrá de hacerse la opción. Evidentemente es una hay una
mezcla, fruto de la experiencia helenista que tiende a contaminar el dato bíblico.
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21. ¿La antropología subyacente a la escatología cristiana es dualista o materialista: explicar?

Rta: Es una antropología de doble fase o de la dualidad, no ha de confundirse con el dualismo (platónico), ya
que nos encontramos con el esquema cuerpo-alma, como realidades que constituyen al hombre pero que son
separables entre sí.

22. ¿Explicar cuáles son los fundamentos de la antropología cristiana en el NT?


Mt 10, 28. Es un hecho querido por Dios que el alma pervive después de la muerte terrestre hasta que en la
resurrección se una de nuevo al cuerpo.
• 2 Co 5,2-4. Esperanza posterior al despojo corporal.
• 1 Ts 5,23. Esquema tricotómico; cuerpo-alma-espíritu.
• Otros textos sobre la futura resurrección y la Promesa de la vida eterna; 2 M 7,9.11.14.22-23.28 y 36.
Flp 1,21-24. 2 P 1,14).

23. ¿El alma separada de su cuerpo por la muerte es un estado ontológicamente perfecto o imperfecto:
explicar?

En estado imperfecto, ya que es una realidad incompleta, pues el alma sólo es una parte del hombre y, no
podríamos hablar de integridad e identidad plena del hombre.

24. ¿Qué aportará la resurrección futura al alma separada que tiene ya la visión de Dios?
Por la resurrección se da un aumento intensivo de lo que es substancial en la bienaventuranza, es decir, un aumento
intensivo de la misma visión de Dios, un aumento intensivo de la posesión de Dios

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