Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El sepulcro Vacío: Los relatos evangélicos de los acontecimientos del domingo de Pascua comienzan
todos narrando que las mujeres encontraron vacío el sepulcro de Jesús. Muflner dice: «Precisamente, el
sepulcro vacío de Jesús implica la identidad corpórea entre el crucificado y el resucitado, con tal que no
se deje de ser consciente de la diversidad cualitativa del cuerpo glorificado de Jesús». El sepulcro vacío
de Jesús, a no ser que se suponga que los apóstoles robaran su cuerpo (Mt 28, 11-15), es indicativo de
que la resurrección del Señor se refiere al cuerpo que pendió muerto en la cruz y que descansaba en el
sepulcro. No parece que haya otras explicaciones posibles, mucho menos si tenemos en cuenta el modo
El lenguaje técnico de las apariciones. Las apariciones del resucitado, se repite cuatro veces la palabra
orthé; se trata del aoristo pasivo del verbo órao (= ver). Hay que insistir en que la traducción exacta de
esta palabra no es «se apareció», sino «se mostró», «se hizo ver», «se dio a ver» En Hch 10, 40,
encontramos una interpretación del sentido del término orthé, referido a las apariciones del resucitado
“Dios lo resucitó al tercer día y le dio hacerse manifiesto”. De este modo, hay que decir no sólo que el
cuerpo que estuvo en la cruz y fue sepultado, es el cuerpo que resucitó, sino que ese mismo cuerpo es el
Las escenas de reconocimiento. Entre ellas se sitúa la aparición de Jesús en la tarde del mismo
domingo de Pascua, narrada en Lc 24, 36- 43 44. Jesús se aparece en medio de los apóstoles. Ante su
aparición inesperada, los apóstoles sienten temor, porque “creían ver un espíritu” (v. 37). Hay, por tanto,
una primera insistencia en que tienen ante los ojos un cuerpo real. Pero hay otra insistencia ulterior por
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
parte de Jesús: “ved mis manos y mis pies, porque yo soy el mismo”. Es curioso que Jesús muestra,
como medios de reconocimiento, las manos y los pies, que normalmente no son medio para reconocer a
alguien (el medio normal es evidentemente el rostro). La segunda insistencia, más allá de afirmación de
la realidad física del cuerpo del resucitado, es mostrar que el cuerpo que tienen ante los ojos, es el
mismo que estuvo crucificado. Se trata, por tanto, de una neta afirmación de identidad corpórea.
La transformación gloriosa del cuerpo del Señor resucitado. La resurrección de Jesús no puede
colocarse en paralelismo con los milagros de resurrección (resurrección de la hija de Jairo, la del hijo de
la viuda de Naim o la de Lázaro). Por el contrario, “Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere,
la muerte no tiene ya dominio sobre Él” (Rm 6, 9). La sustracción del cuerpo resucitado de Jesús a la
muerte sólo es posible porque ese cuerpo ha sido objeto de una profunda transformación, en virtud de la
cual pasa a ser “el cuerpo de su gloria” (Flp 3, 21). Este nuevo modo de ser del cuerpo resucitado de
Jesús se manifiesta en la manera misma de realizar sus apariciones. pero el modo de hacerse presente y
de actuar indica que su corporeidad, aunque plenamente real, no pertenece ya a este mundo terreno
2. Hans Urs Von Balthasar recuerda una frase lapidaria de san Agustín: “Sea el mismo Dios, después de esta
vida, vuestro sitio”, EXPLICAR que significa.
El camino a la felicidad está en Dios y sin duda alguna, Dios es fuente de nuestra felicidad y meta de
nuestro apetito. Concibe la felicidad como gozo de la verdad y cada hombre es lo que ama, ser el mismo
Dios, implica compartir la gloria de Cristo en su resurrección, pues el mismo dice: “sean santos como
vuestro padre Celestial es Santo” (Mt 5,48), después, de esta vida estaremos con Cristo siempre y cuando
nuestra vida este al par con la del Señor, compartiremos y estaremos con Cristo glorificados pues “seremos
semejantes a Él” (1 Juan 3,2). Ser cada vez más semejante a Cristo es el deseo de cada creyente, y es
alentador saber que Dios tiene el mismo deseo para nosotros. De hecho, la Sagrada Escritura dice que Dios
"predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29). Haciéndonos
semejantes a Cristo es la obra de Dios, y lo verá cumplirse hasta el final (Filipenses 1:6).
3. ¿Explicar cuál es la perplejidad actual ante la muerte y la existencia de realidades posteriores a la muerte?
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
La esperanza cristiana de llegar, un día, como resucitados, al encuentro definitivo con Cristo resucitado,
constituye el motor último de nuestro comportamiento de cristianos. J. Moltmann'. Sugiere, “Con ella quiere
expresarse que, porque un día estaremos gloriosamente resucitados con Cristo, hemos de vivir ya ahora
como resucitados”. El cristiano en el bautismo está ya destinado a esa resurrección final y ha tenido, en su
interior, una resurrección mística al recibir el sacramento (Rm 6, 3-4). “Si habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; apeteced las cosas de arriba, no
las de la tierra” (Col 3, 1-2). De este modo, Cristo resucitado es el fundamento último de nuestra esperanza,
la cual se abre más allá de los límites de esta vida terrestre. Asimismo, la esperanza es un encuentro
definitivo con Cristo después de la muerte que ofrece al cristiano motivos y fuerza para su fidelidad.
4. ¿Explicar en qué sentido la venida gloriosa del Señor es la respuesta a la búsqueda del hombre?
Se señala, en primer lugar, que el hombre se halla en una incansable búsqueda de Dios. Esta búsqueda
constituye tanto la pregunta fundamental de los filósofos como la pregunta fundamental de las religiones, lo
que el hombre encuentra en este doble esfuerzo de búsqueda. El cristianismo subraya que históricamente
existe también un movimiento de Dios al encuentro del hombre que se manifiesta en la larga historia de la
revelación, descrita sintéticamente en el comienzo de la carta a los Hebreos: “Después de haber hablado
Dios antiguamente, en muchas ocasiones y de muchas maneras, a nuestros padres en los profetas, en estos
días finales nos habló en su Hijo” (Hb 1, 1-2). Se comprende, por ello, que la revelación busca un encuentro
con el hombre, al que se le pide aquella respuesta fundamental que llamamos fe, la cual es punto de partida
para un ulterior diálogo de amistad entre Dios y el hombre. El encuentro último definitivo tiene lugar en la
venida gloriosa de Cristo resucitado y en la perfecta comunión del hombre, también ya resucitado, con Él.
“Cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3, 2). En
este sentido, también en el estadio escatológico, Cristo sigue siendo el camino hacia el Padre.
5. ¿En qué momento se realizará la resurrección de los muertos según el NT y justificar bíblicamente?
El Nuevo Testamento atribuye a la resurrección de los muertos un momento temporal completamente
determinado. San Pablo escribe a los Tesalonicenses: «El Señor en persona, al grito de mando, a la voz del
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
arcángel y al toque de la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero;
después nosotros los que vivimos, los supervivientes, junto con ellos, seremos arrebatados en las nubes al
encuentro del Señor en el aire» (1 Ts 4, 16-17). Es decir, el momento en que se considera la resurrección de
los muertos tendrá lugar el mismo dia que suceda la segunda venida de Señor su Parusía. Como todos
mueren en Adán, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su propio orden: la primicia
hombre muere, después de la muerte no se puede hablar de distancia con respecto a la Parusía. Por estar, al
morir, fuera del tiempo, el hombre comienza entonces a ser indistante a ella. De este modo, puede decirse
que para cada hombre la resurrección sucede en el momento de la muerte, ya que la muerte, al sacarlo del
tiempo, suprime toda distancia temporal de él con respecto a la Parusía. Pero, por otra parte, la afirmación
de la resurrección en la muerte no significa una especie de resurrección sucesiva; donde no hay tiempo, no
hay sucesión: «El día de nuestra resurrección es para todos el mismo y, sin embargo, no está separado del
día de la muerte por ningún intervalo de siglos pues estos intervalos de tiempo se dan sólo aquí, pero no allí,
en la presencia de Dios, donde "mil años son como un día"». Cada hombre resucita en el momento de su
propia muerte y, sin embargo, por ser la resurrección un evento escatológico y, por ello, supratemporal,
todas las resurrecciones son simultáneas entre sí y con la Parusía. Se espera así poder salvaguardar el
7. ¿Según J. Ratzinger en vez de hablar de Aevum, hace la distinción entre tiempo físico propio de la vida
terrena y “tiempo antropológico” para la vida del más allá, explicar?
El ser creado no posee nunca su propia vida sino por una sucesión de actos. Pero dondequiera que hay una
sucesión de actos, puede señalarse un antes y un después, lo cual equivale a introducir una cierta noción de
tiempo.
8. ¿Explicar en qué sentido nuestra resurrección gloriosa es también trinitaria?
El designio de Dios Padre que nos predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para que éste sea el
primogénito entre muchos hermanos (Rm 8, 29), llegará así a su culminación, cuando la semejanza con el
Hijo sea también corporal. El resucitado dará a conocer plenamente a los suyos, ya resucitados, el Nombre
del Padre, el Logos del Padre, su Persona divina como hijo eterno del Padre.
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
Como las Personas divinas son esencialmente relativas, el hombre resucitado ve en el Hijo, al Padre y al
Espíritu Santo. El cuerpo resucitado configurado por el espíritu, está, en último término, configurado por el
Espíritu Santo. Al ÉL se le atribuye, como a su artífice inmediato, nuestra futura resurrección gloriosa.
9. ¿El NT habla de nuestra semejanza con Cristo en nuestra resurrección “porque le veremos tal cual es”
(1Jn 3, 2): explicar?
El contacto de los resucitados con Cristo resucitado los hace percibir la gloria externa de Este. Pero esa gloria
externa, reflejo de la gloria increada de cristo, es tal que provocaría en el hombre resucitado el interrogante
sobre el enigma de la realidad interna del Señor, si no fuera acompañada de un conocimiento directo de esa
realidad, que es la Persona Divina del Logos. Así se cumplirá la petición de Jesús a su Padre: “Padre, quiero que
aquellos que me has dado, estén también conmigo. Donde estoy yo, para que contemplen mi gloria que me has
dado porque me amaste antes de la creación del mundo” (Jn 17, 24).
10. La vida eterna consiste en la visión de Dios, ¿cómo explicar que ella implicará un sentido de intimidad y
de posesión personal mutua?
En efecto, las personas no se poseen, en cuanto personas, encerrándolas en una habitación bajo llave. Tal modo
de posesión equivaldría a poseer a una persona como si fuera una cosa. Las personas se poseen por la
comunicación interpersonal en la que, de modo mutuo, la una comunica la otra, sin velo alguno, su propia
intimidad. De este modo, hay que decir que las personas se poseen por una interrelación a través del
conocimiento mutuo y del mutuo amor. No olvidemos que Dios no es una cosa, sino un Ser personal. A partir
de la Persona de Cristo, las Personas divinas serán poseídas en la vida eterna. El hombre poseerá a las Personas
trinitarias con un conocimiento nuevo que supera las fuerzas de la creatura, y que procede de que Dios se le da a
conocer, y con nuevo amor correspondiente a ese conocimiento.
11. En el NT, es a Dios Padre a quien se le atribuye nuestra resurrección como la de Cristo (cf. Hch 2, 32; Rm
8, 11): ¿explicar?
Hch 2, 32: a Jesús lo resucitó Dios. La palabra Dios, cuando no hay alguna matización ulterior, se refiere al
Padre.
Rm 8, 11: El que resucito a Cristo entre los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por medio del
su Espíritu. El es texto es sumamente importante, porque mantiene, a la vez, una atribución de la resurrección al
Padre u una presentación de Espíritu Santo como realizador de ella con el Padre.
12. A la pregunta acerca de la suerte de los de Cristo que han muerto: ¿cuáles son los elementos de respuesta
desde el AT?
En las concepciones más antiguas de los israelitas existían la persuasión de que un núcleo personal de los
hombres que vivieron, siguen subsistiendo en una especie de domicilio común de todos los muertos: mientras
que los cadáveres son depositados en los sepulcros, una especie de sombras de los que vivieron, es decir, los
refaim subsisten en el sheol. La distinción real entre cadáveres y refaim por una parte y sepulcro principalmente
familiar y sheol por otra es cierta.
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
Refaim: son como sombras echados en el polvo, están como dormidos y, al menos normalmente, no conocen lo
que sucede en la tierra. más importante es que no alaban a Dios, lo que quizás implica no sólo una alusión al
estado de sueño en que se encuentra los refaím, sino también al valor cultual del cuerpo, sin el cual difícilmente
concebiría un judío primitivo que se pueda dar culto de alabanza. Los refaím, a pesar del estado de sueño en que
se encuentra, conserva cierta conciencia de sí, y pueden ser excepcionalmente despertados.
17. ¿Explicar la diferencia entre la escatología a doble fase y la de una sola fase?
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
Doble fase: La esperanza escatológica se estructuró de modo que se la concebía con una fase que se extiende
entre la muerte de cada individuo y la resurrección final, y otra que se inaugurará con la Parusía del Señor y la
resurrección de los muertos, Define «la muerte natural» como «separación del alma del cuerpo». Mantiene que
las almas de los justos siguen existiendo entre la muerte y la resurrección, aunque en lo que puede considerarse
su posición preponderante.
Una fase: la Iglesia afirma la continuidad y la subsistencia, después de la muerte, de un elemento espiritual que
está dotado de conciencia y de voluntad, de manera que subsiste el mismo "yo" humano, carente mientras tanto
del complemento de su cuerpo». Con esta afirmación se enseña la existencia de una fase escatológica previa a la
resurrección, de la que sería sujeto el alma separada del cuerpo por la muerte. La posibilidad de esta fase se funda
en la dualidad característica de la antropología cristiana.
18. ¿En qué consiste la teoría de la muerte total (Thnetopsiquismo) y cómo responderle desde el punto de
vista de la teología católica?
todo el hombre muere en la muerte, y la resurrección debe entenderse como una nueva creación. Se
pretendía que el hombre no pudiera presentar nada propio ante el juicio de Dios, no sólo las obras, pero ni
siquiera la inmortalidad natural de su propia alma.
sólo se mantendría la seriedad de la muerte, si ésta afecta a todo el hombre y no sólo al cuerpo. Finalmente
ya que la muerte es pena del pecado y todo el hombre es pecador, todo el hombre debe ser afectado por la
muerte; no se entendería que precisamente el alma, en la que está la raíz del pecado, se librara de la muerte.
Se responde que hay que mantener la indivisibilidad del hombre y la seriedad de la muerte que afectaría a
todo el hombre. Ahora bien, si la muerte afecta al hombre todo, sería irrelevante que la resurrección tenga
lugar en el momento siguiente o que se difiera hasta la Parusía; en toda hipótesis habría que concebir la
resurrección como nueva creación con todas.
la escatología de almas entre la muerte del individuo y la resurrección), el terna de la resurrección, corno
objeto único de esperanza, aparecería en toda su grandeza
19. ¿En qué consiste la teoría de la resurrección en la muerte y cómo responderle?
Es la teoría que sostiene que la resurrección se da en el momento en que el cuerpo concreto del hombre que
vivió se ha convertido en cadáver. Respondería que es una teoría muy reduccionista, ya que vincula al
acontecimiento de la resurrección con lo meramente corporal y no brinda una amplitud concreta a la realidad
existencial que se plenifica en el encuentro con Cristo resucitado.
20. En 1957, el teólogo protestante Oscar Cullmann publicó una obra titulada: “Inmortalidad del alma o
Resurrección de los muertos”. Este título fue muy revelador de la concepción que tiene el autor de la
antropología y la escatología: CRÍTICAR esta posición y sus consecuencias antropológicas y
escatológicas, a la luz de la teología católica.
Es una frase disyuntiva que significa una invitación a optar entre uno de los dos elementos, si se añade que sólo
el segundo es bíblico, no es dudoso en qué dirección habrá de hacerse la opción. Evidentemente es una hay una
mezcla, fruto de la experiencia helenista que tiende a contaminar el dato bíblico.
ANDRÉS MAURICIO GIRAL ALARCÓN III DE TEOLOGÍA
21. ¿La antropología subyacente a la escatología cristiana es dualista o materialista: explicar?
Rta: Es una antropología de doble fase o de la dualidad, no ha de confundirse con el dualismo (platónico), ya
que nos encontramos con el esquema cuerpo-alma, como realidades que constituyen al hombre pero que son
separables entre sí.
23. ¿El alma separada de su cuerpo por la muerte es un estado ontológicamente perfecto o imperfecto:
explicar?
En estado imperfecto, ya que es una realidad incompleta, pues el alma sólo es una parte del hombre y, no
podríamos hablar de integridad e identidad plena del hombre.
24. ¿Qué aportará la resurrección futura al alma separada que tiene ya la visión de Dios?
Por la resurrección se da un aumento intensivo de lo que es substancial en la bienaventuranza, es decir, un aumento
intensivo de la misma visión de Dios, un aumento intensivo de la posesión de Dios