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Correspondencia con Gaspar

Hola Belen
Vi la película (sin dudas ya "es", o "hay aqui", una película).
Se nota un fuerte trabajo de desmalezamiento y re siembra. Se abren historias,
lugares y personajes, se acelera el tempo del relato. Al mismo tiempo, puedo
decir que en la otra versión había algo de diario en borrador, que tenía su
encanto y su singularidad. Lo que se gana se pierde, siempre.

Me parece que el montaje va por muy buen camino. Que hay una enorme cantidad y variedad
de materiales, que revelan un mirar. Imágenes que esconden sentidos, eso está muy bueno.
(¿palabras igual mentiras? ¿imagen igual a depósito de mensajes ocultos?)

Antes de seguir: tomá de estas palabras lo que te guste y lo que no te guste también, para
hacer con ello lo que quieras. El sentido de conversar sobre una película antes de que esté
"cerrada" (las decisiones respecto de su propio material), no puede ser sino desmontar
fragmentos y tratar de sacar algo a la luz. Hay una enorme cantidad de películas posibles en
todo ese material. Eso es potencia, en todos los sentidos del término (fuerza, poder, pero sobre
todo de capacidad de convertirse en otras cosas, nuevas).

Lo que se ganó en vértigo y sorpresa, siento a la vez que se perdió un poco en desarrollo de
situaciones y personajes. En ese sentido, las escenas y las transiciones se entremezclan y la
narración se diluye, se dispersa (Deleuze metió la cola). Creo que Congresos tiene un montón
de historias, que todas esas historias están buenísimas, y que reflejan una voz y una mirada.
Entiendo que hay mucho trabajo para llegar hasta acá, y que la vida es una sola y hay que vivirla,
y que no es gratis. Aún consciente de todo esto, pienso que el montaje puede aún reflexionar
muchísimo sobre el material. Y yo creo que vale la pena.

Desgrano algunas preguntas para habilitar esa reflexión. Algunas son más concretas, otras más
difusas, todas son personales y pueden no ser compartidas.

1.

A los 20 minutos entra el primer off. Me suena extraño, ajeno. Yo diría, en general, que
hay que trabajar mucho sobre el off. Y en particular, que debería aparecer un off
anterior, para introducir el elemento y que no resulte fuera de registro cuando aparece
por primera vez tan avanzada la película.
2.

Este tipo de película, tan abierta, creo que se beneficia de cierto rigor en el empleo de
los materiales. Entender un poco más cuales son los elementos que intervienen (en este
caso podríamos enumerar: cámara hogareña en mano, ciudades, viajes, una directora
que aparece fuera de campo, pero está presente, y una voz off que va a reflexionar y/o
narrar).

3.

2. Hay un personaje fascinante, para mi gusto, desaprovechado. M.L. Yo sé algo de ella porque
vi la versión anterior, y porque conversando con vos me contaste un poco. Creo que esa historia
puede estar un poco más transparente, menos encriptada, y darle cohesión y ritmo a la película.
(¡nada como un buen villano!)

3. También hay algo con la madre, en los intertítulos y en una mención tuya. ¿Por qué no ser un
poco más explicíta, menos hermética? No creo que la película vaya a ser para grandes y chicos
con pochoclo en el Hoyts, pero si se anima a delinear un poco más sus personajes y sus
conflictos (oh, esa palabra tan de manuales cinematográficos), va a ganar espacio en la
sensibilidad de quienes la miren, les va a hacer seguirla con mayor interés, entregarse a ser
conducidos por la narradora protagonista en su viaje, su Odisea.

4. También siento que desde el sonido se puede entretejer todo un poco más. Que el sonido de
un plano aparezca en planos anteriores, o se encabalgue sobre escenas posteriores (por
ejemplo, el brillante dúo de perro y saxo, o tantos otros momentos sonoros muy buenos pero
que solo aparecen en su propia escena diegética).

5. Me gusta todo lo que reaparece, lo que se reformula. El ángel de la plaza, la chica punki vista
en la computadora, continuando su entrevista, etc. Siento que hay que buscar más esas
ligazones, esos nudos de sentido, que dan dirección a la historia.

En términos generales, me gusta mucho la película, me interesan cada uno de sus momentos,
me interesan sus intenciones. Siento que puede todavía ganar muchísimo más dramatismo,
entendiendo esto como la capacidad de encantar al espectador. De tomarlo de la mano y no
soltarlo a su suerte. O, si se quiere, soltarlo por momentos para que divague, pero reaparecer
para reconducirlo por pasadizos secretos que solo la narradora conoce, y en cumplimiento del
pacto preexistente que implica el cine, señalar las puertas del laberinto para conducir al
espectador a la salida, el fin.
Además de las situaciones absurdas de los Congresos de filosofía, la película quiere pensar los
cuerpos como moradas, el nomadismo y la extranjería, la memoria, el desamparo del individuo,
y tantas otras cosas. No quisiera resignar ni un poco de todas las posibilidades que el material
tiene para que esos temas seduzcan, golpeen, iluminen, sacudan, hagan preguntas y arriesguen
claves posibles para todos aquellos q quienes estos temas sean de interés, y acepten el desafío
de mirar Congresos.

Para no aburrir, corto acá. Si algo no se entendió o te parece que vale la pena aclarar o
profundizar, no dudes en escribir. Me gusta la película y creo que tiene mucho para crecer.

Abrazo

Gaspar

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[Mensaje recortado] Ver todo el mensaje

Gracias de nuevo, y quería decirte que te respondí tu mail, con preguntas y


comentarios en violeta de algunas cosas que no tengo claras y que fui pensando
a partir de tu devolución, en el mail de respuesta al tuyo. Quería avisarte
por las dudas que no vieras el resto del mensaje...o sea hay una respuesta en
negro y después a diferentes párrafos de tu mail...
en fin, espero que se entienda
abrazos
b

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