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D.N.I.:
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Hacer un resumen de la Jornada, destacando las principales cuestiones
éticas, bioéticas y de derecho sanitario.
En la fase final de la vida de una persona hay que intentar de entender la angustia
de nuestro paciente. Una herramienta que nos ayudará para intentar entender su
angustia es la EMPATÍA, tenemos que ponernos en su lugar para poder tratar a
nuestro paciente no tan solo de forma terapéutica o farmacológica sino también en
el ámbito social, personal y puede que hasta incluso espiritual. Tenemos que hacer
una escucha activa sin juzgar ya que no somos jueces, somos sus enfermeros.
Tenemos que hacerles sentir importantes, si nos quieren contar alguna anécdota o
vivencia importante de sus vidas, escucharla porque para ellos es importante,
tenemos que hacerles sentir importantes.
En la enfermedad grave incurable hay dos vías la eutanasia legal desde 2021 y el
padecimiento del paciente, que para ello tenemos que intentar minimizar aquellos
síntomas que les hagan sentir mejor.
“A veces hay enfermedades incurables pero ninguna es incuidable”, que gran
verdad es esta, nunca tenemos que dejar de cuidar a nuestros pacientes.
Existe un documento de voluntades anticipadas en el que nuestro paciente puede
reflejar sus deseos o voluntades en caso de que no pueda hacerlo por sí mismo,
que es contrario al derecho de protección de la vida.
Tenemos que tener una relación afectiva en entre nuestros roles enfermera-
paciente.
Se ha comentado sobre la objeción de conciencia en el ámbito de la práctica clínica,
como objeción al aborto y eutanasia que se encuentra en una norma pasiva, para
aquellos profesionales que no quieran participar en alguna de estas prácticas
clínicas.
Quién mejor que el paciente para escribir su historia, para ello tenemos que
acompañarles a escribir su historia porque es labor de todos y si su última etapa de
la vida la pasa en un hospital, pasaremos mucho tiempo tratándolo y
acompañándolo. Acompañamiento tanto al paciente como a la familia.
Acompañar al final de la vida forma parte de nuestro día a día y tenemos que
acompañarles con dignidad, para ello hay formación para poder atender a nuestro
paciente con todo el respeto y dignidad.
Los pacientes tienen derecho a una muerte digna para ello pueden ejercer su
autonomía al final de su vida con un testamento vital y amparados con la ley de la
eutanasia, la cual fue publicada en el BOE el 24 de marzo de 2121.
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El envejecimiento no es una enfermedad es un proceso natural de nuestras vidas,
nos hacemos mayores sin envejecer, dándole la espalda a la muerte, siendo un
proceso natural por el que todos vamos a pasar. La muerte antes se veía como un
proceso natural, solía acontecer en la casa rodeado de familia y amigos, hasta se
le velaba en la misma casa. Ahora por el contrario, es un proceso no natural suele
acontecer en el hospital, mecanizado y con la mínima esencia de familia.
En cuanto a la eutanasia podemos tener el dilema de objeción de conciencia ya
sea por la religión de uno mismo o por la propia profesión que nos dice que
hagamos lo mejor para nuestro paciente.
Hay que asegurar los cuidados paliativos desde Atención Primaria y/o con
equipos específicos a todos los pacientes que lo precisen y para ello es
necesaria una buena formación.
Para la atención final de la vida hay que hacerse cargo (decisión racional de
justicia), hay que cargar (decisión ética de compasión) y encargarse (decisión de
actuar con compromiso).
Muchas gracias por el seminario me han gustado mucho las ponencias, me van
a servir para mi formación como enfermero.