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NRC: 26397
PRODUCTO ACADÉMICO N° 1
DOCENTE
LUIGI ALBERTO SANCHEZ UGARRIZA
ALUMNOS
KEVIN A. FARFAN VILLA
MODALIDAD
DISTANCIA
2023
Introducción
El presente informe tiene como objetivo analizar el caso de la sentencia condenatoria contra el
ex alcalde de Chiclayo, Roberto Torres Gonzales, y otros 13 funcionarios y particulares, por los
delitos de asociación ilícita para delinquir, colusión agravada y cohecho pasivo propio,
cometidos en el marco de la organización criminal denominada “Los Limpios de la
Corrupción”, que operó entre el 2011 y el 2014. Este caso es considerado emblemático por ser
uno de los primeros en aplicar el nuevo Código Procesal Penal, que entró en vigencia en la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque en el 2010. El informe se basa en el código procesal
penal peruano vigente, así como en los principios y normas del derecho penal y procesal penal.
Los hechos que motivaron el proceso penal contra el ex alcalde Torres y sus coacusados se
remontan al periodo 2011-2014, cuando el primero ejercía el cargo de alcalde provincial de
Chiclayo, capital del departamento de Lambayeque. Según la acusación fiscal, el ex alcalde
lideró una organización criminal que se dedicó a direccionar y favorecer a determinados
proveedores y contratistas en los procesos de selección y contratación de obras y servicios
públicos, a cambio de recibir coimas y beneficios personales. La organización criminal estaba
integrada por funcionarios municipales, empresarios, abogados y testaferros, que actuaban de
manera coordinada y jerarquizada, bajo el amparo de la autoridad edil.
Entre los hechos ilícitos que se le atribuyen a la organización criminal se encuentran los
siguientes:
Caso “La Basura”: Consistió en el direccionamiento de la licitación pública para la
concesión del servicio de limpieza pública y recojo de residuos sólidos de la provincia
de Chiclayo, a favor de la empresa Limpieza del Norte S.A.C., que ofreció una
propuesta económica superior a la del resto de postores. El ex alcalde Torres recibió una
coima de S/ 1’200,000 por parte de los representantes de la empresa, que fue entregada
en partes a través de sus intermediarios.
Caso “El Agua”: Consistió en el direccionamiento de la licitación pública para la
ejecución de la obra de mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y
alcantarillado de la ciudad de Chiclayo, a favor del consorcio Chiclayo Limpio,
integrado por las empresas Graña y Montero S.A. y Caabsa Eagle S.A. de C.V. El ex
alcalde Torres recibió una coima de S/ 2’000,000 por parte de los representantes del
consorcio, que fue entregada en partes a través de sus intermediarios.
Caso “La Vía”: Consistió en el direccionamiento de la licitación pública para la
ejecución de la obra de mejoramiento de la vía de acceso al balneario de Pimentel, a
favor de la empresa Constructora y Servicios Generales S.A.C. El ex alcalde Torres
recibió una coima de S/ 300,000 por parte del representante de la empresa, que fue
entregada en partes a través de sus intermediarios.
Caso “El Parque”: Consistió en el direccionamiento de la licitación pública para la
ejecución de la obra de mejoramiento del parque principal de Chiclayo, a favor de la
empresa Constructora y Servicios Generales S.A.C. El ex alcalde Torres recibió una
coima de S/ 200,000 por parte del representante de la empresa, que fue entregada en
partes a través de sus intermediarios.
Caso “La Compra”: Consistió en el direccionamiento de la adquisición de bienes y
servicios para la municipalidad de Chiclayo, a favor de determinados proveedores, que
ofrecían productos de mala calidad o sobrevalorados. El ex alcalde Torres recibía un
porcentaje de las compras realizadas, que era entregado en partes a través de sus
intermediarios.
Durante el juicio, que duró más de cuatro años y contó con más de 300 audiencias, se
presentaron diversas pruebas que sustentaron la acusación fiscal contra los acusados. Entre las
pruebas se pueden mencionar las siguientes:
Pruebas documentales: Se presentaron documentos oficiales que demostraron la
existencia y el funcionamiento de la organización criminal, así como su vinculación con
los procesos de selección y contratación de obras y servicios públicos. También se
presentaron documentos que acreditaron la participación directa o indirecta de los
acusados en los hechos ilícitos, como actas de adjudicación, contratos, facturas, recibos,
transferencias bancarias, correos electrónicos, entre otros.
Pruebas testimoniales: Se presentaron los testimonios de más de 200 testigos, entre
ellos, los ex colaboradores eficaces, los ex miembros del destacamento Colina, los
peritos, los postores, los proveedores, los contratistas, los trabajadores municipales, los
periodistas, los fiscales, los policías, los jueces, entre otros, que relataron los hechos y
las circunstancias en que se produjeron, así como las responsabilidades y los roles de
los acusados.
Pruebas materiales: Se presentaron objetos, bienes y dinero que fueron incautados o
decomisados durante las diligencias de allanamiento, registro e intervención, que
evidenciaron la comisión de los delitos y el beneficio ilícito obtenido por los acusados.
Entre las pruebas materiales se encuentran vehículos, inmuebles, armas, equipos
electrónicos, joyas, relojes, maletines, agendas, entre otros.
Pruebas periciales: Se presentaron los informes periciales que realizaron los expertos en
las diversas ramas del conocimiento, que analizaron las pruebas documentales,
testimoniales y materiales, y emitieron sus conclusiones técnicas sobre los aspectos
contables, informáticos, financieros y documentológicos del caso.
El proceso penal contra el ex alcalde Torres y sus coacusados se desarrolló con algunas
dificultades, demoras e incidentes, que generaron cuestionamientos y críticas por parte de los
sujetos procesales y de la opinión pública. Entre los errores o irregularidades que se presentaron
en el proceso penal se pueden mencionar los siguientes:
La recusación de los jueces: Durante el juicio, la defensa de los acusados presentó
varias solicitudes de recusación contra los jueces que integraban el Colegiado B de la
Sala Penal Nacional, que tenía a su cargo el caso. La defensa alegó que los jueces tenían
una actitud parcializada, hostil y prejuiciosa contra los acusados, que vulneraba su
derecho a un debido proceso y a una tutela jurisdiccional efectiva. Las solicitudes de
recusación fueron rechazadas por el Colegiado A de la misma sala, que consideró que
no existían causales válidas para apartar a los jueces del caso. Sin embargo, estas
solicitudes provocaron la suspensión y el retraso de varias audiencias, lo que afectó el
desarrollo del juicio.
La fuga de los acusados: Durante el juicio, algunos de los acusados lograron fugarse del
país, aprovechando las medidas de comparecencia restringida o de arresto domiciliario
que les habían sido otorgadas por el Poder Judicial. Entre los acusados que se fugaron
se encuentran el ex alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, el ex gerente de
Constructora y Servicios Generales S.A.C., José Gamarra, y el ex gerente de Limpieza
del Norte S.A.C., Jorge Incháustegui. Estos acusados se encuentran actualmente en
calidad de prófugos de la justicia, con órdenes de captura nacional e internacional.
La nulidad de la sentencia: Luego de que el Colegiado B de la Sala Penal Nacional
emitiera la sentencia condenatoria contra el ex alcalde Torres y sus coacusados, el 12 de
abril de 2019, la defensa de los acusados presentó un recurso de nulidad ante la Sala
Penal Transitoria de la Corte Suprema, solicitando la anulación de la sentencia y la
realización de un nuevo juicio. La defensa argumentó que la sentencia era arbitraria,
ilegal e inconstitucional, que se basaba en pruebas insuficientes, ilícitas o falsas, que se
vulneraban los derechos de los acusados y que se aplicaban penas desproporcionadas.
El recurso de nulidad fue admitido a trámite por la Sala Penal Transitoria, que aún no ha
emitido su pronunciamiento al respecto.
Conclusiones finales