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ORÍGENES DEL CRISTIANISMO

– EL CRISTIANISMO NO ES UNA RELIGIÓN QUE SURGE DE UN


METEORITO. NO ES NADA ORIGINAL. ES UNA MEZCLA DE
VARIAS RELIGIONES.
– AL PRINCIPIO ES JUDEO-CRISTIANISMO, ES UNA RAMA DEL
JUDAISMO. ALEJANDRO MAGNO SIGLO IV A.C. EXTIENDE LA
CULTURA GRIEGA POR TODO EL MEDITERRANEO, Y EL
JUDAÍSMO ES INFLUIDO POR GRECIA, ROMA, EGIPTO E IRÁN.
– PABLO DE TARSO REINTERPRETA A JESÚS Y COMIENZA A
VENDER DENTRO DEL MUNDO MEDITERRANEO DEL IMPERIO
ROMANO SUSTITUYENDO AL MESÍAS FALLIDO JUDÍO, HACE
UN SALVADOR UNIVERSAL, ACEPTABLE POR LA CULTURA
GRECO-ROMANA.
– LOS PAGANOS DEL MEDITERRANEO COMPRAN ESA IDEA. POR
QUE LA RELIGIOSIDAD GRIEGA ES PARECIDA A LA QUE
VENDE PABLO, NADA QUE VER CON EL JUDAÍSMO
TRADICIONAL.
– PABLO REINVENTA A JESÚS. AL SER DE TARSO, CIUDAD DE
CULTURA GRIEGA URBANITA, PABLO ES COSMOPOLITA Y EN
TARSO ERA MUY CONOCIDA LA RELIGIÓN DE LOS MISTERIOS.
– DICHA RELIGIÓN SE BASA EN QUE LA PERSONA QUE SE
PURIFICA Y HACE UNA SERIE DE RITOS, Y QUE SI SU VIDA SE
PARECE A UNA DIVINIDAD RESUCITADA, PUEDE CONSEGUIR
LA VIDA ETERNA. ESTA ES LA RELIGIÓN QUE SE CONOCE MUY
BIEN EN EL MEDITERRANEO.
– CUANDO PABLO VENDE SU RELIGIÓN ES COMPRADA CON
AGRADO. POR QUE DICE QUE TODO LO QUE LOS CIENTOS DE
DIVINIDADES PUEDEN DARTE, JESÚS, ÉL SÓLO TE PUEDE DAR
LO MISMO Y DE FORMA MUY FÁCIL. DEJAD A ESAS
DIVINIDADES, VENID A JESÚS Y CONSEGUIRÉIS LA
SALVACIÓN DE FORMA GRATUITA.
– NO ES QUE PABLO COPIE LA RELIGIÓN DE LOS MISTERIOS,
LO QUE HACE ES CONTRAPONER LOS MISTERIOS A LO QUE ÉL
ENSEÑA SOBRE JESÚS.
– PABLO CREE QUE VIENE EL FIN DEL MUNDO EN ESA
GENERACIÓN Y QUE DIOS TIENE QUE CUMPLIR LA PROMESA
A ABRAHAM ANTES QUE VENGA EL MESÍAS. SE CREARÁ UN
NUEVO CIELO Y UNA NUEVA TIERRA.
– LA PROMESA ES TRIPLE: DESCENDENCIA ELEGIDA Y
NUMEROSA, LE DARÉ LA TIERRA PROMETIDA (ISRAEL) Y
SERÁ PADRE DE MUCHOS PUEBLOS. DE AHÍ QUE TIENEN QUE
CONVERTIRSE LOS PAGANOS UNOS POCOS DE MUCHOS
SITIOS PARA QUE ESOS MUCHOS PUEBLOS SIRVAN AL
MESÍAS QUE VIENE ENSEGUIDA.
– DE AHÍ QUE PABLO PREDICA, HACE MIEMBROS Y SE MARCHA
A OTRO LUGAR. DAMASCO, ANTIOQUÍA, GALACIA, ROMA,
ETC...
– DURANTE 4 SIGLOS, HASTA CONSTANTINO QUE LO RESUELVE
LLAMANDO A 1000 OBISPOS DE ROMA Y EDITANDO 50
CREDOS NICENOS PARA LAS IGLESIAS, ACABA CON LAS 2
CORRIENTES ADEMÁS DE LA PAULINA QUE ERAN LA JUDEO-
CRISTIANA DE JERUSALÉN Y GALILEA, Y LA GNOSIS QUE ES
CONOCIMIENTO REVELADO DEL MUNDO ESPIRITUAL.
GNÓSTICO SIGNIFICA CONOCEDOR. Y CONSTANTINO LAS
ELIMINA DEL CREDO OFICIAL QUEDANDO EL CRISTIANISMO
CONVERTIDO EN LO QUE PREDICABA PABLO. GANADOR
PABLO Y SUS SUCESORES HASTA HOY.
– PABLO PUSO LOS FUNDAMENTOS CRISTIANOS Y SUS
DISCÍPULOS TERMINARON SU TEOLOGÍA. P.E. LOS
ESCRITORES DE HEBREOS, COLOCENSES, EFESIOS, ETC... LOS
EVANGELISTAS, JUAN... ES DECIR, LOS DISCÍPULOS DE
PABLO TERMINAN LA TEOLOGÍA QUE HOY CONOCEMOS.
– NOTA: DIONISIO EL EXIGUO POR ORDEN DEL PAPA JUAN I,
SE EQUIVOCÓ. EN MT. Y LUCAS SE DICE QUE NACIÓ JESÚS
CON HERODES EL GRANDE, ÉSTE MURIÓ EN EL 4 A.C. Y SI
MANDÓ MATAR A LOS NIÑOS DE 2 AÑOS, PUES NACIÓ EN EL 6
A.C. PERO SAN IRENEO OBISPO DE LYON Y NACIDO TURCO
DEL 130 AL 202 QUE FUE DISCÍPULO DE POLICARPO,
DISCÍPULO DE JUAN EVANGELISTA. DICE QUE JESÚS MURIÓ
CON 50 AÑOS, ASÍ QUE NACIÓ 15 A.C.
– NOTA: LA ESTRELLA SALIÓ DE ORIENTE SE POSA EN
JERUSALÉN Y LUEGO HACIA ABAJO 8 KMS. A BELÉN. LOS
SABIOS SON DE IRÁN, RELIGIÓN IRANIA MUY RESPETADA
POR LOS JUDÍOS. SIMBOLIZA QUE EL MESÍAS VIENE PARA
TODOS, JUDÍOS Y GENTILES. REPENSACIÓN DEL MESÍAS Y DE
JESÚS. LEYENDA TEOLÓGICA. LOS REYES NACEN EN EL SIGLO
V.
– NOTA: EL BELÉN NACE EN EL 1200 CON FRANCISCO DE ASÍS,
EN ITALIA.EL BUEY Y EL ASNO DICE ISAÍAS QUE CONOCEN A
SU DUEÑO, Y TÚ ISRAEL NO CONOCES A TU MESÍAS. SE
PONEN Y ASÍ TODO EL MUNDO DEBE CONOCER AL MESÍAS
JESÚS, SU DUEÑO.
– NOTA: ISAÍAS ES DEL SIGLO VIII A.C. PERO EN ISAÍAS HAY
AL MENOS 4 PROFETAS DISTINTOS. QUE VAN HASTA EL
SIGLO V. PUES EN EL SIGLO VI A.C. ESTÁ EL LLAMADO EXILIO
A BABILONIA, EL ACTUAL IRAK, PERO SOLO FUERON LA
CÚPULA SACERDOTAL LA QUE SE LLEVARON ALLÍ, FUE
NABUCODONOSOR QUIEN LOS LLEVÓ, ASÍ QUE ESO DE TODO
EL PUEBLO ES MENTIRA.
– NOTA: ISRAEL ERA EL REINO DEL NORTE Y JUDÁ EL REINO
DEL SUR, ESTABAN UNIDOS DURANTE SALOMÓN, LUEGO SE
SEPARAN POR QUE LOS CONQUISTAN EN FECHAS DISPARES,
SIGLO VIII EL NORTE Y SIGLO VI EL SUR.
– Y EN EL SIGLO V A.C. LA CÚPULA SACERDOTAL Y DE
PODEROSOS VUELVE A ISRAEL, EL NORTE. Y REFUNDAN EL
NUEVO ISRAEL.
– NOTA: LO QUE VIENE EN 1 CORINTIOS DE QUE LAS MUJERES
NO PREGUNTEN EN LA IGLESIA, QUE PREGUNTEN EN CASA AL
MARIDO ES UNA GLOSA POSTERIOR. PABLO TENÍA MUJERES
APÓSTOLES. ESO ES DE DISCÍPULOS DE PABLO UNOS 40
AÑOS DESPUÉS.
Pablo, falsedades sobre su nacimiento y ascendencia. (Jesús no
Existió)

Si hacemos un análisis e investigación un poco más profundo no


enteraríamos de muchas mentiras y contradicciones que rodean el
lugar de nacimiento y la supuesta ascendencia Judía de Pablo.

Muy probablemente no nació en Tarso: el propio San Jerónimo


(autor de la Vulgata Latina y uno de los principales “padres” de la
Iglesia) así lo dice en su “De viris illustribus”: según él, Saulo
habría nacido en Giscala, en Judea, emigrando junto con sus
padres a Tarso (23, 615-645) (hay que advertir que Tarso no era
territorio judío por lo que él o sus antepasados sólo pudieron
residir allí tras una emigración o destierro); más tarde, en el siglo
IX, Focio, patriarca de Constantinopla, diría algo parecido a
Jerónimo (Ad Amphilocium, 66) Focio dice “cautividad”; si esto es
cierto recordemos que los judíos deportados y prisioneros
llevados a Tarso no obtenían la ciudadanía romana; esto según
Suetonio en su “Vida de los doce Césares, Augusto”. Tarso obtuvo
el título de ciudad libre en el 172 aC y todos los recién llegados
tenían derecho a la ciudadanía pero el monarca que dio ese
privilegio a la ciudad fue Antíoco IV Epífanes, enemigo visceral de
los judíos: persiguió a todos ellos hasta el punto de intentar
suprimir su religión. Es imposible pensar en ser tarsiota y judío. El
romano Pompeyo decretó más tarde que Tarso fuese ciudad
romana con lo que sus habitantes con cierta riqueza poseían la
ciudadanía romana: Pablo y sus antepasados no pudieron tener
los mismos estatutos que los paganos ricos de la ciudad por lo que
no debía poseer la ciudadanía romana.

En Hechos 20, 18 les dice a los ancianos de Efeso que antes no


había estado en Asia y definiéndose ajeno al Asia Menor
(Recordemos que Tarso estaba en Asia), y después lo confirma a
los gálatas (Gálatas 1, 21).

Se pone en duda incluso que fuese judío, aunque él se tiene como


tal (Hechos 21, 39; 22, 3; II Corintios 11, 22, Filipenses 3, 5),
basándose en otras frases del propio Pablo (Hechos 20, 20-21; 26,
3; Gálatas 1, 8-9; I Tesalonicenses 2, 14-16; I Corintios 9, 19-21,
en donde dice que no está bajo la Toráh)

Se puede incluso llegar a suponer que era descendiente de


Herodes el Grande y de los asmoneos, siendo, pues, una especie
de príncipe: nunca dice nada de su padre ni de su familia (ni en
Hechos ni en las cartas), su primitiva aversión al cristianismo
naciente, su poder en varias situaciones; en el final de la carta a
los romanos dice:

Romanos 16, 11

Saludad a los de casa de Aristóbulo. Saludad a Herodión, mi


pariente...
Cabe hacer notar que Aristóbulo y Herodión son nombres típicos
de la dinastía de Herodes. Esa carta fue escrita para los habitantes
de Roma, como su título indica, e históricamente vivía en ese
tiempo en Roma un Aristóbulo, Aristóbulo III, hijo de Herodes de
Calcis y su sucesor, y primo de Agripa II. “Herodión” en realidad
no es nombre sino un diminutivo en honor al fundador de la
dinastía, Herodes el Grande: ¿a quién se refería Pablo? ¿Tal vez a
Agripa II? En Hechos 13, 1 se dice que Pablo (y otros) estaba en
la Iglesia de Antioquía “junto con el tetrarca Herodes”.

Por otra parte, afirma que es ciudadano romano, asegurando


incluso que esa ciudadanía la tenía por nacimiento (Hechos 22,
28), es decir, no adquirida, lo cual contradice lo de su nacimiento
judío. Varios versículos, aparte de ese último, nos llevan a aceptar
aquel nacimiento y aquella condición: Hechos 21,32; 23,10. En
ambos versículos los soldados romanos protegen a Pablo de la
chusma. Incluso da órdenes a los centuriones romanos: Hechos
23, 17. En 23, 23 son movilizados 470 soldados (!!!!!) para
acompañar a Pablo a la presencia del procurador Félix, precisando
que Pablo tenga su propia cabalgadura. Claudio Lisias, el que da la
orden anterior, le envía una carta a Félix haciéndole notar que
Pablo es romano (23, 27) y, consecuentemente, es tratado
cortésmente y vuelve a ser protegido (24, 23; 27, 3,43; 28, 16,
30-31). Se le permite defenderse a sí mismo (26, 1), cosa
difícilmente creíble si no hubiese sido romano. Podría sospecharse
que Félix tenía alguna simpatía por Pablo y que no es compartida
por el resto de los romanos, pero esto se viene abajo cuando
vemos que también su sustituto (Festo) trata benévolamente a
Pablo. En 26, 27ss Pablo interpela al propio Herodes Agripa II, rey
de Calcis. De esto se puede deducir que Pablo no es un simple
romano de a pie, sino un ciudadano romano de alto rango que
llama la atención de reyes y que no se está de apelar al mismísimo
emperador (Nerón) para que sea juzgado por él y no por los judíos
de Jerusalén.

Sin embargo, otros versículos hacen sospechar que no era


romano:

A pesar de la amabilidad de Félix en algunos versículos, lo


encierra en prisión.

Sus imprecaciones contra los dioses romanos (I Cor 10, 20; Ga 4,


8): ningún romano podía hacer eso y quedar impune: todo lo
contrario, el ciudadano romano debía obligatoriamente dar
homenaje a los dioses romanos bajo pena de perjurio.

Ser tarsiota, judío y ciudadano romano a la vez era prácticamente


imposible: sólo los tarsiotas de alto rango podían acceder a la
ciudadanía romana y todos los personajes de alto rango eran
paganos, griegos, pues eran obligados a participar en los cultos
paganos. Ningún judío haría eso.

¿Fue tratado cortésmente no por ser romano sino por ser


herodiano?

.
Razones para dudar del origen judío de Pablo en otros pasajes:

- Comete el error de insistir en esa ascendencia judía y decir que


era de la tribu de Benjamín (Romanos 11, 1; Filipenses 3, 5): la
parte de los benjaminitas que sobrevivieron en Palestina a la
deportación del rey asirio Salmanassar terminaron por fusionarse
con la tribu de Judá hasta llegar al punto de que perdieron su
identidad y todos, sin distinguir entre tribu de Judá y de Benjamín,
se llamaban “judíos”. Reclamar en aquella época ser de la tribu de
Benjamín equivalía a decir que se desconocía la identidad judía,
sus costumbres, su historia, cosa absurda para un judío fanático.

- Su insistencia en hacer ver que era judío: Pablo, en el siguiente


pasaje, parece decir con bastante claridad que él era judío en una
hipérbole entre “los judíos” y “los que no lo son”:

1 Corintios 9, 19-21.
9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo
de todos para ganar a mayor número.

9:20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los


judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté
sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que
están sujetos a la ley;

9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley
(no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley.

- Probablemente no tuvo como maestro a Gamaliel (una de las


causas podría ser simplemente porque no era judío). Pablo no
seguía una de sus principales enseñanzas: Gamaliel enseñaba la
moderación entre las relaciones de judíos y nazoreos, cosa que no
hacía el Saulo convertido después en Pablo; todo lo contrario,
como hemos visto antes, era uno de los principales detractores de
la secta nazarea. Gamaliel difícilmente pudo influir en el
comportamiento de Saulo en ese tiempo, que es lo que suele hacer
un maestro: el entonces llamado Saulo era “insensato, rebelde,
descarriado, esclavo de toda clase de concupiscencias y placeres,
lleno de envidia y de maldad, digno de odio...”, según dice Pablo a
Tito de sí mismo (Tito 3, 3-4): Hechos 5, 34.

Es probable que estuviese casado según se desprende de


versículos como Romanos 1, 26 o I Corintios 9, 5, aunque no lo
diga abiertamente pues sería una contradicción a posiciones que
defiende en otros versículos (I Corintios 7, 8; 9, 6).

Debía ser rico, tanto que el procurador Félix espera de él una


fuerte suma de dinero (Hechos 24,26), cosa que también
contradice otros versículos, como el Hechos 18,3, en donde se
dice que su oficio era el de fabricante de tiendas, oficio de gente
humilde, esclavos o mujeres.

Esa insistencia en hacer ver que era judío tiene su punto lógico:
Pablo, para llegar a convertirse en un personaje destacado en el
primitivo cristianismo en donde casi todos sus componentes eran
judíos, ha de pasar como tal. Un gentil, fuese de donde fuese, no
hubiera obtenido más que un puesto de segunda categoría, como
he apuntado antes. ¿Cómo iba a presentarse afirmando que el
propio Jesús le había encomendado su misión sin ser judío?
Señalar que eso lo dice Pablo a comunidades fuera de Israel, fuera
de Jerusalén, en donde nadie lo conocía. Pero, ¿y en territorio
judío?: allí sí debían saber si lo era o no y Jerusalén era una
ciudad más bien pequeña (unos veinticinco mil o treinta mil
habitantes a lo sumo en esa época) en donde todos se conocían:
allí no podía tergiversar sus orígenes por lo que o bien en verdad
era judío o bien adoptó esa identidad en algún momento antes de
presentarse en Jerusalén por primera vez. Y en verdad que lo
consiguió: Pablo llegó a convertirse en el verdadero fundador del
cristianismo, en oposición a las intenciones de Jesús el cual dijo
que no había tiempo ni de predicar por todas las ciudades de
Israel antes de que volviese por lo que difícilmente tenía intención
de fundar iglesia alguna, el que puso sus bases (I Corintios 3,10)
y su principal ideólogo, sobre todo después de las confrontaciones
con sus otros miembros destacados: Pablo traicionó a Jesús: como
se está viendo, o bien porque no conocía fielmente sus
enseñanzas o bien porque las distorsionó a propósito.
Pablo NO era Judío de nacimiento. (Jesús no Existió)

Ya en el artículo anterior pudimos constatar que hay bastantes


posibilidades de que Pablo sea un ciudadano romano y no ser
Judío. En este artículo presentaremos más evidencia que apoya el
planteamiento de que Pablo no nació ni fue Judío, sino que se
consideraba como tal e incluso puede que se convirtiera al
judaísmo después con el fin de llevar a la trascendencia su
ideología particular.

Recordemos que Pablo era (según sus propias palabras)


ciudadano romano de nacimiento.

Hechos 22,27-28

22:27 Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú ciudadano


romano? El dijo: Sí.

22:28 Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí


esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de
nacimiento.

Pero… ¿Podía ser Pablo Romano y Judío al mismo tiempo?

En primer lugar, es evidente que si nuestro Pablo era judío de


raza, no podía tener esta ciudadanía en aquellos tiempos. Ningún
judío de Oriente era ciudadano romano, por la excelente razón de
que, al aceptar esa dignidad, era expulsado de inmediato de la
nación judía, y se le sometía a la terrible ceremonia del herem,
o expulsión definitiva, que afectaba tanto a la vida presente como
a la futura.

Todo ciudadano romano debía participar en el culto a los dioses


del Imperio, en especial al de las divinidades tutelares de la
ciudad de Roma, y le estaba prohibido participar en el dedicado a
divinidades extrañas no reconocidas por el Senado romano, y
menos aún en el de una divinidad ilícita. Es decir, que si el culto a
Yavé, dios único, asimilado por Roma a Zeus, permitía a los más
altos dignatarios del Imperio hacer ofrendas en el Templo de
Jerusalén, a un judío de raza no le era posible hacer lo mismo con
respecto a los Dea Roma, como Vesta, Apolo, Venus, antepasados
de la gens Julia, los Dea Genitri y, especialmente, los Dea
Victoria. Un Romano podía adorar al el Dios judeo-cristiano; un
judío jamás podía adorar a un Dios romano.

Pero ¿qué decir de un judío de raza que durante años se dedicó a


hacer triunfar el culto a un cierto rebelde llamado Jesús,
crucificado por un procurador romano por haber pretendido ser
«rey de los judíos»? Y ese mismo judío de raza añadiría, además,
injurias blasfematorias para con los dioses del Imperio: «¡Servís a
dioses que no lo son!» (Gálatas, 4, 8), o «Lo que sacrifican los
gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican» (I Corintios, 10,
20).

¡Es sencillamente increíble!

Si Pablo, un Romano de nacimiento hubiese atentado contra el


imperio romano se trata, efectivamente, de un caso de agitación
política, oculta bajo un aspecto externamente religioso, como
subrayaban los miembros del Sanedrín, ya que la ley
Julia calificaba de «crimen majestatis» todo lo que constituyera,
de cerca o de lejos, «un atentado contra el pueblo romano o el
orden público», y declaraba culpable de este crimen a
«quienquiera que, con la ayuda de hombres armados, conspire
contra la república, o por el cual nazcan sediciones».

Por otra parte, si Pablo era de hecho un «no judío» de origen, si


fue circuncidado de adulto, podía ser perseguido según los
términos de las leyes romanas en caso de que esta circuncisión
hubiera sido efectuada a petición suya, después de haber sido
admitido a la ciudadanía romana.

Las leyes del Imperio no prohibían a un ciudadano romano su


conversión al judaísmo, pero no aceptaban todas sus
consecuencias. Si un prosélito se hallaba frente a una de las
obligaciones de las que los judíos de raza estaban dispensados
(como el servicio militar, por ejemplo), no estaba cubierto por el
privilegio judaico. Tampoco podía rehusar participar en el culto a
los dioses del Imperio sin correr el riesgo de ser acusado de
ateísmo.

Sin lugar a dudas. Pablo no ignoraba nada de todo esto, y en caso


necesario siempre podía haber alguien que le delatara ante la
autoridad ocupante. Ahora bien, en Roma, ante el tribunal impe-
rial, Pablo sabe que gozará de la influyente protección de Séneca,
hermano del procónsul Galión, quien tan misteriosamente lo ha
protegido en Corinto. Y pone todo su interés en ser conducido a la
capital del Imperio. ¿Quién, en aquella época, no acariciaría seme-
jante sueño?

Y como coronación a esas relaciones y esas halagadoras


protecciones hacia Pablo, resulta que después de Félix y Drusila,
acuden a Cesárea Marítima el rey Herodes Agripa II y la princesa
Berenice, su hermana, quien, tras haber enviudado de Herodes de
Caléis, vive incestuosamente con él. Ambos son hermanos de
Drusila y, por lo tanto, cuñados del procurador Félix. Las dos
mujeres son célebres por su belleza. La familia está, pues,
completa, y podemos suponer que fue Pablo el motivo de esta
reunión. ¿Curiosidad? Indudablemente, pero también hay otro
motivo, que pronto conoceremos. El tono de las conversaciones es
bastante amistoso, y la llegada de la pareja real debió de causar
sensación: «Así que al día siguiente llegaron Agripa y Berenice
con gran pompa, y entraron en la sala de la audiencia, rodeados
de los tribunos y de los personajes de más relieve de la ciudad».
(Hechos, 25, 23.)

Esos tribunos eran cinco, y cada uno de ellos estaba al mando de


una de las cinco cohortes de veteranos acantonados en Cesárea.
¡Cuánto interés y cuánta preocupación por ese supuesto
«tarsiota», antiguo deportado, antiguo esclavo del Imperio!
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Veamos una prueba más de que no era un judío de raza. Los


sacerdotes tomaban para sí y para su familia ciertas partes de las
víctimas ofrecidas, porque debían vivir del altar, simplemente,
tanto de los donativos directos como de esos trozos extraídos.
Pero jamás se sobrentendió que, al consumir el cordero sacrifi-
cado durante la gran Pascua anual, las familias judías devoraran a
Yavé, el Dios de Israel, ¡el Eterno! Enunciar semejante hipótesis
hubiera sido castigado como el peor de los sacrilegios.

Pues bien, Saulo sostiene dicha idea. Y no sólo la sostiene, sino


que la enseña, la afirma, la justifica y la pone en práctica: «Os
hablo como a hombres inteligentes. Juzgad vosotros mismos lo
que os digo. El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es acaso la
comunión con la sangre de Cristo? El pan que fraccionamos ¿no es
acaso la comunión con el cuerpo de Cristo? [...] Mirad a
los israelitas según la carne: ¿por ventura los que comen de las
víctimas no entran en comunión con el altar?». (Pablo, I Corintios,
10, 15-19.)
1 Corintios 10,15-19

10:15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que


digo.

10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la


comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no
es la comunión del cuerpo de Cristo?

10:17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos,


somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo
pan.

10:18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los


sacrificios, ¿no son partícipes del altar?

10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea


algo lo que se sacrifica a los ídolos?

En este pasaje Saulo nos demuestra que:

a) Cree en un uso de origen absolutamente pagano: la comunión


con los dioses mediante la ingestión parcial de las ofrendas;

b) No se considera como un israelita según la carne, se sitúa


aparte, con losgentiles a los que se dirige;

c) Lo que enuncia es una enormidad: la comunión con el altar, es


decir con el Dios de Israel, compartiendo las víctimas entre Dios y
los sacerdotes. Y semejante ignorancia, semejante herejía son
impensables por parte de un hombre que se vanagloria de haber
pasado el tiempo de sus estudios a los pies de Gamaliel, nieto del
gran Hillel, y célebre doctor (Hechos de los Apóstoles, 22, 9).
Más aún, desarrolla su teoría eucarística justificándola mediante
esas mismas costumbres paganas:

1 Corintios 10,19-22

10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea


algo lo que se sacrifica a los ídolos?

10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los


demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que
vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los


demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de
la mesa de los demonios.

10:22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más


fuertes que él?

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¿Por qué Pablo experimenta la necesidad de precisar que, «de la


descendencia de Abraham», él es «del linaje de Israel»? Porque
si, ya en aquella época (siglos IV y V), en ciertas esferas eruditas
se sabía que él tenía orígenesidumeos, y que fue príncipe, de la
casa de los Herodes, los escribas anónimos que pusieron las
palabras en su boca quisieron a toda costa echar tierra sobre el
asunto.

En efecto, en este caso habría sido también «de la descendencia


de Abraham», pero por la línea de Ismael, el primer hijo de
Abraham, tenido por su esclava Agar, sirvienta de su estéril
esposa, Sara, y que fue el tronco de la nación árabe. Y entonces
no sería judío, y no podían atreverse a insinuar que Jesús hubiera
tomado como decimotercer apóstol a un no judío. Así que el
escriba anónimo que «arregla» el texto primitivo de los Hechos en
el siglo IV o V también se empeña a toda costa en hacer
desaparecer esa molesta verdad. De ahí la anormal insistencia
sobre el carácter hebreo de Pablo, precisión repetida en tres
ocasiones, y subrayada además por la indicación de la tribu y la
secta.

Continuemos, y observemos que, acto seguido, san Jerónimo se


mostrará mucho más categórico en lo referente al nacimiento en
Giscala:

«El apóstol Pablo, llamado antes Saulo, debe contarse aparte de


los doce apóstoles. Era de la tribu de Benjamín y de la ciudad de
Císcala, en Judea. Cuando ésta fue tomada por los romanos,
emigró con sus padres a Tarso, en Cilicia, y luego fue enviado por
ellos a Jerusalén, para que estudiara allí la Ley, y fue instruido por
Gamaliel, hombre muy sabio, al que Lucas recuerda». (Cf.
Jerónimo, De viris illustribus, M. L. XXIII, 615-646.)
.

Sea como fuere, el sobrenombre de “tarsiota” dado a Pablo tiene


su origen simplemente en el medio que utilizó para su
huida. Recordemos que debió de huir de Damasco de noche, en un
cesto grande (Hechos, 9, 25) ( II Corintios 11,32-33). Porque en
griego tarsos significa «nasa, cesto, espuerta». Saulo de Tarso
significa, en realidad, «Saulo del cesto», apodo humorístico. Cosa
que ya hacían presagiar las afirmaciones contradictorias sobre su
nacimiento en Giscala, en la alta Galilea.

En conclusión, volvemos a nuestras afirmaciones precedentes, a


saber, que Saulo-Pablo no era judío de raza. De ello resulta que
nada se opone a que fuera ciudadano romano. Pablo buscó e
insinuó su judaísmo con el objetivo de acercarse a sus
pseudopaisanos judíos e imponerles su propia ideología personal
a base de mentiras, manipulaciones y maniobras oscuras. Típico
de Pablo.

Pablo, Mentiroso por convicción propia. (Jesús no Existió)


El Jesús que usted conoce no sería lo que es sin la intervención de
Pablo. Si no hubiese sido por Pablo, la idea del Jesús mesiánico se
hubiese quedado archivada con el resto de los “Jesuses” y
pseudomesías judíos de la época. Por esto, analizar el personaje
de Pablo de Tarso es indispensable para negar de forma definitiva
la existencia de Jesús y corroborar su carácter mítico.

Y que mejor manera de comenzar a visualizar la personalidad y


figura de Pablo que confirmando el titulo del artículo:

Si amigo Cristiano lector, el mismo Pablo reconocía que era un


mentiroso y como veremos mas adelante, tenía mucha razón. Hay
tantas mentiras, contradicciones y falacias en los escritos y en la
supuesta vida de Pablo, que el autodenominarse “Mentiroso” se
queda corto.

Pero, ¿Dónde dice en la Biblia que Pablo se llama a si mismo un


mentiroso?
Romanos 3,7

Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su


gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?

¿Entiende amigo lector lo que significa este versículo?... Pablo


dice en una de sus cartas que si él miente con el objetivo de
glorificar y propagar a Dios… no debería ser considerado un
mentiroso como tal. Dice muy claramente “MI mentira” dando a
entender que ha recurrido a ella para aumentar la gloria de Dios.

¡Es increíble leer estas palabras de un apóstol de Jesús! Podemos


asumir con sobrada propiedad que muchas de las palabras e
historias que nos cuenta Pablo en sus Cartas son solo meras
mentiras y falsedades con la intención de propagar su recién
ideado Cristianismo.

De hecho, a partir de este artículo analizaremos todas estas


falsedades, mentiras, falacias, engaños y contradicciones que
rodean la vida del Primer Gran Cristiano. Cuestionaremos hasta tal
punto la vida y obra de Pablo de Tarso, que inclusive podríamos
concluir fácilmente (como muchos historiadores y estudiosos lo
han hecho ya) que nunca existió el personaje de Pablo, siendo
ficticia tanto su vida como sus obras y viajes.

Veamos un poco en el presente artículo algunas característica


personales del Apóstol Pablo que nos hacen cuestionarnos muchas
de sus virtudes.

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- Pablo de Tarso, originalmente se llamaba Saulo. También
llamado El Apóstol de los Gentiles.

- Nació en Tarso de Cilicia entre el 5 y el 10 aC (Hechos 9,11;


21,39; 22,3)

- Ciudadano Romano.

- Judío (Gálatas 2, 15; Filipenses 3, 6) de la tribu de Benjamín


(Romanos 11, 1; Filipenses 3, 5)

- Profundo conocedor del judaísmo, llegó a hablar y escribir el


griego como su propia lengua.

- Debido a su excesivo celo rabínico, dirigió una violenta campaña


contra la secta de los nazoreos (o nazarenos), los seguidores de
Jesús de Nazaret.

- Pablo presencia y aprueba la muerte del primer mártir, Esteban:


Hechos 7, 51-52

- Era fariseo (Filipenses 3, 6)


- De aspecto físico más bien poco agraciado, como él mismo dice
en I Corintios 15, 8, de acuerdo con la primitiva tradición cristiana
y el libro apócrifo “Los Hechos de Pablo” (2, 3) en donde se dice
que era “de pequeña estatura, escasos cabellos, piernas
arqueadas, cejijunto, nariz aguileña...”; Juan Crisóstomo
(Principes Apostolorum, siglo IV), confirmó que Pablo era de baja
estatura: dijo que tenía tres codos de altura, es decir, metro y
medio, si bien para la época no era “excesivamente” bajo:
correspondería a una persona actual de un metro sesenta y tres
centímetros, centímetro más, centímetro menos.

- Según dice él mismo, llegó a ser instruido por Gamaliel (Hechos


22,3), famoso doctor de la Ley que predicaba la moderación en las
discusiones entre los judíos con los primeros cristianos (Hechos 5,
34ss). Pablo, pero, no debía seguir en ese aspecto a su Maestro,
pues como hemos visto era uno de los más acérrimos adversarios
de la doctrina de Jesús.

- Es muy probable que Pablo sufriese de una enfermedad mental y


dificultades en el habla, correspondiéndose con un cuadro de
epilepsia debido a movimientos y ataques espasmódicos
involuntarios. 2 Corintios 12,7-9; Gálatas 4, 13-14. La enfermedad
es crónica pues Pablo le pide a Dios que se la quite y éste le
responde que no pues por medio de ella tiene su fuerza; Por otra
parte, en 2 Corintios 12,2 Pablo dice:

2 Corintios 12,2

"Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años -si en


el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe- fue
arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre -en
el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe- fue
arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el
hombre no puede pronunciar".

Probablemente se trate de epilepsia: ésta enfermedad produce


vacíos o ausencias a las que parece aludir Pablo ("si en el cuerpo
o fuera del cuerpo no lo sé") y que sería el tiempo en que Pablo ve
visiones, apariciones y es arrebatado al “tercer cielo y al paraíso”:
Pablo nos dice, además, que hay, por lo menos, tres cielos. En el
tiempo de Pablo, con toda seguridad, lo que le ocurría sería
diagnosticado como epilepsia (los médicos griegos decían de la
misma que era la enfermedad "que cae"), Hechos 9, 3-9. Aunque
el diagnóstico moderno, con toda seguridad, relacionaría lo que el
propio Pablo dice que le ocurre con la histeria y, seguramente, en
la rama de la “histeria epileptoide”. Es muy posible que el suceso
acaecido en el camino a Damasco y la transformación de Pablo en
un ferviente seguidor de Jesús, se haya debido a un ataque de
epilepsia acompañado con visiones.

- Poco atractivo, posible epiléptico y con dificultades en el habla,


como se ha dicho anteriormente. Esto podría haber creado en él
un síndrome de inferioridad que procurase paliar con su fuerte
educación clasicista y su poder de mando al frente de tropas de
represión.

- Su doctrina aparece recogida en sus epístolas (cartas) a los


Romanos, Corintios (2), Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses,
Tesalonicenses (2), Timoteo (2), Tito y Filemón. Parece ya estar
claro que Hebreos no fue escrita por Pablo (según la mayoría de
los exegetas el autor sería Apolo, un judío de Alejandría que fue
ayudante de Pablo) y no sabemos a quien va dirigida, a pesar del
título, pues el autor no lo menciona: ¿cristianos de origen judío?,
¿de origen no judío? No parece que sea el autor de II
Tesalonicenses, I y II Timoteo y Tito y hay serias dudas de que lo
sea de Efesios y Colosenses, sobre todo de la primera. En resumen
podemos decir que de las únicas que se tiene certeza de que es el
autor son: I Tesalonicenses, I y II Corintios, Gálatas, Romanos,
Filipenses y Filemón. También se puede asegurar que sólo ésta
última es de su puño y letra; normalmente se servía de un
secretario.

Sin embargo su manera de escribir era confusa, vaga e imprecisa,


hasta el punto que el mismo Pedro (o el autor de II Pedro) dice
que algunos puntos de sus escritos “son difíciles de entender” (II
Pedro 3, 16), por lo que confiar ciegamente en sus cartas (y
menos creer que son inspiradas por Dios) es excesivamente
confiado e ilusorio.

Partiendo de esto que mencionamos en el articulo de hoy (lo cual


veremos más adelante que es solo la punta del iceberg), nos
iremos involucrando y descubriendo poco a poco con toda la
oscuridad, confusión y descaradas manipulaciones que han
rodeado la vida del famoso “Apóstol de los Gentiles” conocido a
partir de ahora por nosotros como “Pablo el Mentiroso”:

2 Corintios 12,16

Pero admitiendo esto, que yo no os he sido carga, sino que


como soy astuto, os prendí por engaño,
Pablo de Tarso: Más Errores, Mentiras y Contradicciones. Parte 1.
(Jesús no Existió)

Hay tanto material e información sobre Pablo de Tarso que es


difícil abarcarlos todos en solo algunos artículos.

Veamos ahora algunos puntos interesantes, aislados y muy


precisos que simplemente nos confirman que lo que los cristianos
piensan y creen de su “Gran Apóstol” está lleno de falsedades y
mentiras en ocasiones bastante descaradas y cínicas:

________________

Los planes de Pablo.

Recordemos que Pablo nació (supuestamente) en el seno de una


familia nabatea de alto rango, con posibles orígenes principescos;
su calidad de ciudadano romano, sus anteriores actividades de
rapiña feudal, bandido cuando se presentaba la ocasión, sus
antiguas funciones de jefe de una policía supletoria, le hacen despreciar al
pueblo judío, dispuesto a rebelarse contra el ocupante romano.
Además recordemos que no era de un aspecto físico nada
agraciado y posiblemente sufría de alguna vergonzosa
enfermedad. Como se sentía secretamente odiado y despreciado
por las masas judías, sus simpatías se inclinaban hacia los
gentiles.

De todo esto se resentirá la doctrina que poco a poco irá formu-


lando, de cara a la realización de un plan que acaricia
profundamente y que ya hemos tratado en este blog en los
artículos dedicados a Pablo. Además, su formación religiosa es
inicialmente pagana en su infancia. Aunque la Idumea estuviera
integrada en la provincia de Judea desde los reyes asmoneos, sólo
es judía en la imaginación de aquéllos. Allí abundan los templos
paganos, y es testimonio el de Ascalón, en el que era sacerdote
uno de sus antepasados directos. De manera que para Saulo-Pablo
esa doctrina que comienza a formular en sí mismo reflejará,
inconscientemente, sus pasadas creencias. No puede asimilar el
estricto monoteísmo de Israel. Y así, también inconscientemente,
transpondrá el trinitarismo pagano de los viejos cultos de la
Nabatea contemporánea, todavía latente en Idumea, en un
trinitarismo bien propio.

Pablo vio el resultado de las mezclas político-religiosas con los


múltiples levantamientos guerrilleros de la época, especialmente
el movimiento zelote. No se ganaba nada atacando a Roma en el
plano material. Y tampoco tenía ningún interés, más bien al
contrario. En cambio, con una doctrina seductora, que recogiera
los temas que hasta entonces habían atraído siempre a los
paganos cultos, predicando una doctrina que recordara la de los
“misterios” a los que estaban acostumbrados los gentiles,
descartando todo aquello que pudiera hacer levantarse en contra
los poderes temporales, obligando a los fieles a vivir como
individuos sometidos y dóciles, se tenía la posibilidad de reunir a
muchísima gente. Haciéndolo así, podía crearse un verdadero
imperio “espiritual”, con una capital, provincias regidas por
gobernadores también “espirituales”, y que vigilaran unos missi
dominiperfectamente serios. Dicho imperio existía ya, y era el de
la Diáspora judía, sobre el que reinaba el sumo sacerdote de
Israel, quien no solamente disponía de poder de jurisdicción, sino
también de extradición, y que recibía desde muy lejos los
impuestos y los diezmos. Y para Pablo ése era el único refugio. En
efecto, al hacerse circuncidar y al convertirse oficialmente al
judaísmo,cortó con sus orígenes árabes. Roma no admitía la
circuncisión para losgentiles que abrazaban el judaísmo. A
continuación, y en virtud de la Lex Cornelia, emperadores como
Adriano y Antonino el Piadoso, prohibieron formalmente dicho rito
mediante la publicación de edictos. A los hombres libres que se
hicieran circuncidar les esperaban penas diversas, como
expulsión, confiscación de los bienes o pena capital. En los
tiempos de Saulo-Pablo todavía no regía tanta severidad, pero los
romanos ya mostraban un rechazo formal hacia todo latino o
griego que se hubiera pasado al judaísmo. De manera que nos
encontramos a nuestro hombre no sólo separado del mundo
idumeo y nabateo, sino también del romano y del griego. ¿Qué
podía hacer?

¿Integrarse en los zelotes, entre los mesianistas, dirigidos por los


“hijos de David”? Ni hablar. ¡No tenía ningún porvenir! Los
primeros puestos estarían siempre reservados a los verdaderos
“hijos de la Alianza”, a los elegidos de Yavé. De modo que Pablo
sólo hará que le admitan momentáneamente. De esta decisión
nacerán contactos episódicos, que sólo durarán algún tiempo, con
Simón-Pedro y Jacobo-Santiago, tal como nos lo cuentan los
Hechos de los Apóstoles. Luego, cuando los jefes mesianistas
hayan sido progresivamente eliminados por las legiones romanas
de la manera que ahora sabemos, nuestro hombre podrá al fin
volar con sus propias alas. En el período preparatorio habrá tenido
tiempo de introducirse, de familiarizarse con los principios y las
tradiciones de la nueva corriente “cristiana”.

Queda el problema de una doctrina que le permita presentarse


como portador de un mensaje de salvación. Ya hemos dicho antes
que tuvo conocimiento de la obra de Filón de Alejandría, un
extenso trabajo en el que el autor presenta una interpretación
alegórica del Pentateuco, especialmente en su Nomon hieron
allegoriai. Sobre todo tiene la originalidad, siendo judío de
nacimiento, de atreverse a afirmar que Dios no establece ninguna
diferencia entre los hombres, que no es el nacimiento lo que
confiere la nobleza, sino la sabiduría y la virtud. Todos los que se
apartan de la idolatría para acudir al verdadero Dios son
miembros del auténtico Israel, que no es elde la carne y el naci-
miento. Y para Filón, que expresaba por primera vez esta
enseñanza secreta de los doctores de la Ley, esta especie de
cosmopolitismo del judaísmo es la garantía de que constituye la
verdadera y la mejor de las religiones.

Y esto colmará de gozo a nuestro Pablo. Su concepción de Jesús-


Mesías, que extraña en especial a los zelotes, como a Simón-
Pedro, quien en las Homilías Clementinas le replica que Jesús
jamás se había pretendido Dios, podrá elevarse, gracias a Filón, al
nivel del Logos platónico, del Verbo divino, y le permitirá relegar
el Metatrón-saar-ha-Panim de los cabalistas a segundo plano.
Porque Pablo no inventó nada en este terreno; cuando predica el
Verbo es Filón quien habla.

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Ocultando su lugar de nacimiento

Se desprende de los Hechos que Pablo era en un principio llamado


"Saulo", y que su lugar de nacimiento fue Tarso, una ciudad de
Asia Menor (Hechos 9,11 y 21,39 y 22,3). Sin embargo,
curiosamente el mismo Pablo en sus cartas, nunca menciona que
él vino de Tarso, incluso cuando describe parte de su biografía. En
su lugar, da la siguiente información sobre sus orígenes:

Romanos 11,1
1 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna
manera. Porque también yo soy israelita, de la
descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.

Filipenses 3,5

5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu


de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley,
fariseo;

Parece que Pablo no estaba ansioso por difundir a los


destinatarios de sus cartas que vino de algún lugar tan remoto
como Tarso, el motor de fariseísmo.

________________

Pablo, un “joven”de 57 años’.

San Jerónimo, en su Comentarios sobre la Epístola a los


Filipenses, (XXIII -M. L. XXVI, 617-643.) dice que los padres del
apóstol Pablo eran de Giscala, en Judea, y cuando la provincia fue
devastada enteramente por el ejército romano, y los judíos se
dispersaron por todo el universo, fueron transferidos a Tarso, en
Cilicia. Pablo, entonces todavía “un joven (adolescentem), siguió
la suerte de sus padres”.

La deportación de los habitantes de Giscala tuvo lugar durante la


represión llevada a cabo por Varus (quien crucificó a dos mil
prisioneros judíos en las colinas de los alrededores de Jerusalén),
es decir en los años 6 al 4 antes de nuestra era. Ahora bien, se nos
dice que en aquella época Pablo era todavía un
joven (adolescentem). Así pues, habría nacido hacia el año 21
antes de nuestra era, y contaría alrededor de quince años cuando
se produjeron esos acontecimientos. Esto parece difícilmente
compatible con la cronología clásica, ya que en este caso habría
contado 57 años cuando se produjo lalapidación de Esteban, en el
año 36 de nuestra era.

¿Qué dice Hechos?

Hechos 7,58

58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los


testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se
llamaba Saulo.

Y entonces, ¿Cómo pueden decir los Hechos de los Apóstoles: “un


joven que se llamaba Saulo” si ese “joven” tenía 57 años?
Además, en este caso habría muerto a los 88 años (en el 67 de
nuestra era), cosa difícilmente compatible con su actividad y sus
numerosos viajes.

____________

Pablo, Maestro del disfraz

Pablo después de separarse de Bernabé, cambió también de


identidad. A partir de la expedición a Pafos, tomará el nombre de
Pablo (en griegoPaulos), en lugar de Saulo. Cosa fácil.

¿Qué debía ser entonces un salvoconducto proporcionado por las


autoridades romanas, para pasar de una provincia del Imperio a
otra? Probablemente un título de formato reducido, sobre papiro o
pergamino. Debió de resultar fácil transformar el nombre
primitivamente inscrito: SAVL, en PAVLVS. Y así, ¿quién podría
identificar a ese hombre de nombre latino, que hablaba griego, a
partir de ahora originario de Tarso, en Cilicia, con un judío (que su
desafortunada circuncisión le obligó a ser) al que busca la policía
romana en Chipre?

Mejor aún, más tarde, a su regreso a Jerusalén, y para escapar a


toda identificación, se rapará los cabellos, bajo el falaz pretexto
de un voto, y se mezclará con otros cuatro peregrinos que se
hallan en el mismo caso. Y para mayor seguridad, cargará en su
nombre y por ellos con los gastos de la ceremonia (Hechos de los
Apóstoles 21,24). Cosa que, de hecho, representa el pago de su
complicidad, como resulta de ese mismo pasaje de los Hechos:

Hechos 21,21-24

21 Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a


todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de
Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni
observen las costumbres.

22 ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque


oirán que has venido.

23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros


cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.

24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos


para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que
no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que
tú también andas ordenadamente, guardando la ley.

Es evidente que las acusaciones imputadas a Saulo-Pablo son


verídicas, combate la circuncisión y las costumbres judaicas. Y
también es evidente que esas precauciones que le aconsejan
tomar sus discípulos locales no son otra cosa que una estrategia
de guerra. Todo ese parágrafo destila doble discurso. Para Pablo
se trata de poder raparse la cabeza, es decir, de cambiar de
fisonomía, haciendo uso de un motivo altamente válido a los ojos
de los judíos de Jerusalén. Después, lejos de la ciudad, en las
otras provincias, esto le permitirá cambiar más completamente
todavía de fisonomía, afeitándose a continuación la barba y el
bigote.

_______________

Pablo contra las fieras…

Pablo tuvo que sufrir muchas supuestas duras pruebas físicas en


el curso de sus campañas de propaganda. Lo menos que puede
decirse es que se adjudica un bonito papel, y que, en la realidad,
seguro que fue muy diferente. ¿Qué nos dice? “batallé en Efeso
contra fieras...” (1 Corintios 15,32.)

Si tomamos los Hechos de los Apóstoles en los pasajes que


relatan la permanencia de Pablo en esta ciudad, constataremos
que no hay nada de eso. Basta con releer los Hechos (19, 1-40), y
se ve a nuestro hombre acusado de unas tentativas de arruinar el
tráfico local (la fabricación y la venta de efigies de la Diana de
Éfeso), y librarse de ello gracias a la discreta protección (una
más) de los asiarcas de la ciudad. También aquí su título de
ciudadano romano lo protegió oficialmente; los asiarcas, en
efecto, eran elegidos cada año por las ciudades de la provincia de
Asia. Estaban encargados de presidir el culto de Roma y del
emperador, así como los juegos celebrados en dicha ocasión;
cuando expiraba su cargo, conservaban el título. Como la función
acarreaba grandes gastos de representación, exigía de los
candidatos una situación social muy elevada. Los magistrados y
sacerdotes de Roma no podían lanzar a las fieras, con los
condenados a muerte del origen más bajo, a un ciudadano del
Imperio. Eso habría constituido un escándalo que les habría
costado muy caro, si se tenían en cuenta las leyes romanas.

Por otra parte, la frase antes mencionada parece insinuar que


Saulo-Pablo combatió “victoriosamente contra las fieras”. Ahora
bien, tales combates no eran los de los condenados a muerte, que
eran lanzados delante de las fieras desarmados; entonces se
trataba de especialistas llamados venatores que, aunque menos
considerados que los gladiadores clásicos, ejercían un oficio con
toda regla, que requería una técnica de combate, según la fiera a
la que se enfrentaban, y esos venatores llevaban entonces unos
nombres de guerra, justificados por su reputación a los ojos del
público. Prestar a Pablo esta posibilidad es absolutamente
descabellado.

Lo mismo sucede, pues, con la afirmación en la que nos dice con


aplomo: “Fui librado de la boca del león” (2 Timoteo 4,17) Cuando
escribe esta carta a su lugarteniente, que entonces estaba en
Efeso, se halla por segunda vez en Roma, trasladado de Troas en
el año 66. Está encerrado en la custodia pública, esperando el final
de su proceso. Ha comparecido ya ante los magistrados romanos
por todos los hechos que se le reprochan. Pero no ha corrido el
peligro de que le echaran a los leones, dado que todavía ignora la
sentencia que será pronunciada contra él. Por otra parte, no corría
tampoco dicho riesgo de ejecución durante su primer proceso ante
el tribunal del César a consecuencia de su “apelación”, ya que era
ciudadano romano, y el suplicio de las fieras no se aplicaba jamás
a esa aristocracia del Imperio.

No eran “fieras” o “leones” reales… creo que esto es obvio,


aunque muchos Creyentes Cristianos siguen utilizando el
argumento del “Pablo circense” domador de animales salvajes.

Ver: Parte 2. Pablo de Tarso, Más Falsedades, Manipulaciones e


Incoherencias.

Pablo de Tarso, Más Falsedades, Manipulaciones e Incoherencias.


Parte 2 (Jesús no Existió)
Veamos otra serie de razones que nos llevan a pensar en la
falsedad que rodea al Apóstol Pablo y que por razones de espacio
no fue nombrado en los artículos anteriores.
Ver: Parte 1, Pablo de Tarso, Más Errores, Mentiras y
Contradicciones.
_____________
El “Proyecto Paulino”
Hemos visto cual era el sueño de Pablo. Como ya se ha señalado
varias veces en este blog, Pablo ha cortado con la dinastía
herodiana, ha sido rechazado por los judíos a causa de su pasado,
tanto en su calidad de aristócrata bandido como por ser miembro
de una familia odiada y despreciada; desde su circuncisión y sus
relaciones, quizás interesadas, pero aun así reales, con los sectas
rebeldes (posiblemente los zelotes), se ha vuelto sospechoso a los
ojos de los romanos. Sólo le queda un campo, el de una religión
nueva, que no sea sospechosa desde el punto de vista de la
legalidad romana, que sea fácil de difundir entre los gentiles, por
ser sincretista, y que le abra un imperio espiritual análogo al del
pontífice de Israel.
Rápidamente supo adquirir una autoridad indudable en el seno de
una secta judeocristiana, la de los nazarenos, rama mística de las
más antiguas (si no la más antigua) en el cristianismo naciente.
Los miembros de la secta se reclutaban únicamente entre los
judíos de raza, querían que se observara la ley de Moisés,
honraban a Jesús como un hombre justo y santo, nacido de padre
desconocido según los unos, de donde la leyenda de que el que lo
engendró fue el Espíritu Santo, y de un padre y una madre
perfectamente carnales según los otros. Sobre el hecho de que
Pablo fue durante un tiempo el jefe de la secta tenemos como
prueba que el evangelio de ésta, llamadoEvangelio de los Doce
Apóstoles, o Evangelio de los Hebreos, se considera también que
fue posiblemente el que Pablo denomina “mi evangelio” (Ya
veremos esto)
Por otra parte, los Hechos de los Apóstoles confirman que fue
durante un tiempo el jefe de dicha secta:
Hechos 24,5

5 Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y


promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el
mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.

Esta es la acusación de Tértulo, abogado del Sanedrín, cuando


compareció ante el procurador Félix, en Cesárea, una delegación
de sanedritas que había acudido a él para denunciar a Pablo.
_____________
“El Evangelio de Pablo”
Podemos notar que Pablo tenía su propio “Evangelio”.
Veamos:
Romanos 2,16

16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos


de los hombres, conforme a mi evangelio.

Romanos 16,25

25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la


predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio
que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos

2 Corintios 4,3

3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los


que se pierden está encubierto

2 Corintios 11,4

4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que


os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que
habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis
aceptado, bien lo toleráis

Gálatas 1,6

6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del


que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente.

Gálatas 1,8

8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os


anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema.

2 Tesalonicenses 2,14

14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para


alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

2 Timoteo 2,8

8 Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado


de los muertos conforme a mi evangelio,

Como se ve, el Pablo del Nuevo Testamento no cita ningún otro


evangelio canónico más que el suyo, sólo presenta éste, y censura
a quienquiera que predique otro. ¿O es que acaso si existió un
“evangelio” escrito por Pablo y que está sospechosamente
“desaparecido”?
Recordemos amigos lectores que los 4 evangelios canónicos son
posteriores a las cartas y escritos de Pablo. Por lo tanto si existió
un evangelio paulino, este fue más antiguo que los que conocemos
del Nuevo Testamento. ¿Acaso los evangelios del nuevo
testamento son copias del desaparecido evangelio de Pablo?
Si se fijan en los versículos anteriores, Pablo condena a cualquiera
que ose seguir a cualquier otro evangelio que no sea el suyo… por
lo tanto amigo lector Cristiano, usted estaría “Pecando” al leer
esos 4 evangelios que no son de Pablo.
¿Quién está mintiendo, Pablo o los evangelios Canónicos? Es
probable que los dos.
_____________
Pablo y los Ebionitas.
Una fuente de información sobre Pablo que nunca se ha tomado
suficientemente en serio es la de un grupo llamado “los
Ebionitas”. Sus escritos fueron suprimidos por la Iglesia, pero
algunos de sus puntos de vista y tradiciones se han conservado en
los escritos de sus opositores, en particular en el amplio tratado
sobre las herejías de Epifanio. De esto se desprende que la
filosofía Ebionita estaba muy presente en los antecedentes de
Pablo y en el Antiguo Testamento que es fomentada por el propio
Pablo en el Nuevo Testamento. Los Ebionitas declararon que Pablo
no tenía antecedentes o formación farisaica; él era el hijo de
gentiles, se convirtió al judaísmo en Tarso, llegó a Jerusalén,
cuando un adulto, y se adhirió al Sumo Sacerdote como un hombre
de su confianza. Decepcionado en sus esperanzas de progreso,
rompió con el Sumo Sacerdote y buscó la fama con la fundación de
una nueva religión. Esta sospecha, aunque no es fiable en todos
sus detalles, es sustancialmente correcta. Tiene mucho más
sentido que todas las características desconcertantes y
contradictorias de la historia de Pablo según nos cuentan los
documentos oficiales de la Iglesia.
Los Ebionitas eran estigmatizados por la Iglesia como herejes que
no entendieron que Jesús era una persona divina, y afirmaban en
cambio que él era un ser humano que vino a inaugurar una nueva
era terrenal, tal y como fue anunciado por los profetas judíos de la
Biblia. Por otra parte, los Ebionitas se negaron a aceptar la
doctrina de la Iglesia, derivada de Pablo, que Jesús abolió o
invalidó la Torah, la ley judía. En cambio, los Ebionitas observan la
ley judía y se considera a sí mismos como Judíos. Los Ebionitas no
eran herejes, como la Iglesia afirma, ni “re-judaizantes”, como los
eruditos modernos los llaman; pero los auténticos sucesores de
los discípulos y seguidores inmediatos de Jesús, cuyas opiniones y
doctrinas se transmitieron fielmente, creían que los Ebionitas
estaban correctamente derivados del mismo Jesús. Eran el mismo
grupo que anteriormente había sido llamado “los Nazarenos”, que
fueron dirigidos por Santiago y Pedro, que habían conocido a
Jesús durante su vida, y se encontraban en una posición mucho
mejor para conocer sus objetivos de Pablo, que conoció a Jesús
sólo en sueños y visiones. Así, la opinión sostenida por los
Ebionitas sobre Pablo es de extraordinario interés y merece una
reflexión respetuosa, en lugar de desecharla como “propaganda
difamatoria”, que ha sido la reacción de los eruditos cristianos
desde la antigüedad hasta los tiempos modernos.

_______________
El error de Ananías
En el episodio de la curación de Saulo, en Damasco, a través de
Ananías (Hechos de los Apóstoles 9,10-19), ¿cómo podía saber el
citado Ananías lo de la aparición de Jesús a Saulo, si en su
comunicación mediúmnica con el mismo Ananías, Jesús no le dice
nada al respecto? Basta con releer y comparar los versículos 10 al
16 del capítulo 9, así como los versículos 17 y 18 del mismo, para
convencerse. Tenemos, pues, una incoherencia más.
________________
Pablo sin “Poderes Apostólicos”
Pablo lo único que hacía era enseñar, él no bautizaba, y él mismo
lo quiso subrayar:
1 Corintios 1,17

17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el


evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se
haga vana la cruz de Cristo.

Cosa que, recordémoslo, es una prueba más de que no había reci-


bido los famosos “poderes apostólicos”.
Y ese escrúpulo, esa vacilación, hacen que se cierna una duda
sobre la realidad de la misión que Jesús supuestamente le confió.
Si no, ¿por qué Jesús, tras resucitar en carne y hueso, cuerpo
glorioso, en tres dimensiones, que comía y bebía como ustedes
amigos lectores y como yo, iba a verse en la imposibilidad de
infundir con las palabras y los gestos clásicos, ese Espíritu Santo
necesario para la fundación de toda Iglesia? Porque ese Espíritu
Santo jamás lo recibió en las formas sacramentales acostum-
bradas en los tiempos apostólicos. Jamás obtuvo sino un simple
acuerdo, concretado por un simbólico apretón de manos, que ya
estaba en uso en las sociedades secretas de los “misterios”:
Gálatas 2,9

9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo,


Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos
dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de
compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles,
y ellos a la circuncisión.

Así pues (cosa a la que nadie parece haber prestado atención)


ningún obispo puede vanagloriarse de tener una filiación
apostólica que se remonta hasta san Pablo. Lo que, teniendo en
cuenta el hecho de que muy probablemente Pedro jamás estuvo
en Roma convierte en un misterio la identidad del verdadero
fundador apostólico de ese obispado.
_____________
Pablo Pro-Romano
Pablo nunca tuvo en sus epístolas alguna palabra de reproche o
condena en contra del Imperio Romano (es lógico, tenia muy
buenos amigos allí); para él el Imperio romano es una potencia
positiva, que ha proporcionado la fortuna a su familia; y también,
cuando al esclavo hebreo tenían que dejarle obligatoriamente en
libertad al cabo de siete años de servicios (Éxodo 21, 2), ya que el
séptimo le aportaba la libertad, Saulo-Pablo no tuvo una sola
palabra de condena para ese azote social que es la esclavitud. Es
más, plantea como principio que toda autoridad, sea la que fuere,
ha sido decidida por Dios (Romanos 13,1-7). Todo cuanto cons-
tituye función de las autoridades, magistrados, todo eso es
voluntad de Dios, y “¡para eso pagáis impuestos!”. Uno se imagina
sin dificultad las reacciones de los desgraciados judíos, explotados
y exprimidos por Roma, ante tan cínicas afirmaciones.
______________
Pablo muere en España
Clemente de Roma hace morir a Pablo en España:
“Después de haber enseñado la justicia al mundo entero, y tras
alcanzar los confines del Occidente, sufrió su martirio ante
aquellos que gobiernan...”

Clemente de Roma, Epístola a los Corintios.

Esto a fin de ocultar la muerte en Roma, y los motivos reales de


ella.
______________
Como ya lo hemos visto en el transcurso de los artículos dedicados
a Pablo, se se concluye con una certeza casi total de que tuvo la
intención de construir, mediante una serie de artilugios y
manipulaciones una religión nueva cuyo fundador sería él, un
imperio espiritual que abarcaría la cuenca mediterránea oriental y
central. Esta ambición germinó en él cuando frecuentaba a
Gamaliel, el doctor supremo de Israel. Había podido constatar que
la autoridad del cohén-ha-gado I, el sumo sacerdote, se extendía
por todo el Imperio romano, en el seno de todas las comunidades
judías de la Diáspora, tanto en el campo fiscal como en el de la
legalidad penal. Y la propia Roma no se había atrevido a
restringirla, exceptuando el jus gladiiapenas llegaron los
procuradores, en lo que concernía a los actos de sedición política y
de bandolerismo por parte de grupos armados. Pero en lo que
concernía al ámbito religioso, según un estudio minucioso llevado
a cabo por Jean Juster en su libro Les Juifs dans 1'Empire
romain tanto sobre obras talmúdicas como sobre los textos
neotestamentarios, parece que se puede afirmar con certeza que
el Sanedrín utilizaba libremente el derecho al castigo supremo
contra los judíos en materia de crímenes religiosos. Sin duda,
después del año 70, con la destrucción de Jerusalén, y la
dispersión del consejo sanedrita y su jefe, este poder se le dejó al
sumo sacerdote por tolerancia de los romanos. Luego desapareció,
tras la gran revolución final del año 135.
Y Pablo vio en todo este poder casi inmaculado la posibilidad de
hacerse una lucrativa carrera exponiendo su particular teología.
. Pablo, El Falso Apóstol (Jesús no Existió)

Cuando el Creyente Cristiano escucha la palabra “Apóstol” de


seguro que el primer personaje que le viene a la mente es Pablo
de Tarso. Y es que Pablo siempre ha sido considerado el más
grande de todos los apóstoles, de hecho es el “Apóstol por
excelencia”… Pero, ¿Se merecía ese titulo Pablo? ¿Qué es en
realidad un Apóstol?

Lo primero que debemos hacer es diferenciar lo que es un


“Apóstol” de un “Discípulo” ya que muchos Creyentes confunden e
intercambian los términos; e incluso le asignan ambas
definiciones a Pablo.

Según RAE “Discípulo”: (Del lat. discipŭlus).

m. Persona que aprende una doctrina, ciencia o arte bajo la


dirección de un maestro.

Un discípulo es básicamente el alumno de un maestro. El término


no es muy común en el Antiguo Testamento (Isaías 8,16), pero en
los escritos rabínicos (1 Crónicas 25,8) es una figura muy familiar
como alumno de un rabino, de quien aprendía el saber tradicional.
En el mundo griego, de la misma manera, los filósofos estaban
rodeados de sus alumnos. Dado que los alumnos a menudo
adoptaban las enseñanzas características de sus maestros, la
palabra llegó a significar adherente a una concepción particular en
religión o filosofía.

Los seguidores de Juan el Bautista eran conocidos como sus


discípulos (Marcos 2,18; Juan 1,35). Probablemente se aplicaba
este término a sus seguidores más allegados. Practicaban la
oración y el ayuno de acuerdo a sus instrucciones (Marcos 2,18;
Lucas 11,1), y algunos de ellos le prestaron auxilio cuando estaba
en la cárcel, y se ocuparon de su sepultura (Mateo 11,2-7; Marcos
6,29).
Aunque Jesús (así como Juan) no fue oficialmente reconocido
como maestro (Juan 7,14s), entre el pueblo era conocido como
maestro o rabino (Mr. 9,5; 11,21; Jn. 3,2), y los que se asociaban
con él eran conocidos como discípulos. A veces el vocablo puede
aplicarse a todos aquellos que aceptaban su mensaje (Mt. 5,1; Lc.
6,17; 19,37), pero también puede referirse más precisamente a
aquellos que lo acompañaban en sus viajes (Mr. 6,45) y
especialmente a los doce apóstoles (Mr. 3.14)

Aquellos que se hicieron discípulos fueron enseñados por Jesús y


designados como sus representantes para predicar su mensaje,
expulsar demonios, y sanar enfermos (Mr. 3.14s).

Según Lucas, los miembros de la iglesia primitiva eran conocidos


como discípulos (Hechos 6,1 y frecuentemente a partir de ese
momento). Esto aclara que los discípulos terrenales de Jesús
formaron el núcleo de la iglesia, y que el modelo de la relación
entre Jesús y sus discípulos terrenales sirvió de pauta para la
relación entre el Señor resucitado y los miembros de su iglesia.

Sin embargo, lo interesante de esto es que el vocablo “discípulo”


no aparece fuera de los evangelios y Hechos. Curiosamente
ninguna epístola ni el Apocalipsis lo nombra.
_________________

Según RAE “Apóstol” (Del lat. apostŏlus, y este del gr. ἀπόστολος,
enviado).

- m. Cada uno de los doce principales discípulos de


Jesucristo, a quienes envió a predicar el Evangelio por todo
el mundo.

- m. U. también referido a San Pablo y a San Bernabé.

“Apóstoles” son los hombres escogidos por Jesús, para que


estuvieran con él y para enviarlos a predicar:

Mateo 10,2-3

10:2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero


Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de
Zebedeo, y Juan su hermano;

10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo


hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4Simón el
cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó

Pero creo que donde mejor se define la diferencia de estos


términos es en Lucas:

Lucas 6,12-16

6:12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche


orando a Dios.

6:13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió


a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:

6:14 a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su


hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,

6:15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado


Zelote,

6:16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó


a ser el traidor.

Según esto, discípulos son todos sus seguidores, pero apóstoles


son solo los 12 elegidos.

En todo caso la palabra “Apóstol” solo aparece en los Evangelios


en 8 pasajes, todos relacionados con los 12 escogidos
directamente por Jesús. (Mateo 10,2; Marcos 6,30; Lucas 6,13;
9,10; 11,49; 17,5; 22,14; 24,10) El evangelio de Juan nunca
nombra este término.

Pero sin duda quien más lo utiliza es el libro de Hechos y las


cartas de Pablo.
.

De acuerdo con algunos teólogos, lo expuesto en la Biblia indica


que son cinco las características necesarias para ser llamado
Apóstol. Un Apóstol verdadero debe poseer las 5 características:

- Haber conocido a Jesús.

- Haber sido escogidos y enviados por Jesús.

- Haber sido testigos de Jesucristo resucitado.

- Dar la vida por Dios y por el evangelio.

- Seguir a Jesucristo.

Todos los Apóstoles, excepto Matías, que fue elegido por sorteo
para reemplazar al Judas Iscariote, cumplieron estas cinco
características. En el caso de Pablo de Tarso, recordemos que no
está claro si vio a Jesucristo, dado que sólo se menciona que
escuchó la voz de Jesucristo y quedó ciego en el camino a
Damasco (suponiendo que no es un engaño o actuación de Pablo,
o en su defecto una manifestación de su enfermedad).
Posteriormente firma sus escritos como “Pablo, Apóstol de los
gentiles”

Según esto Pablo NO debería ser considerado apóstol.


Basándonos en los conceptos e interpretaciones de ambos
términos, Pablo sería en el mejor de los casos solo un “Discípulo”
de las enseñanzas de Jesús; ya que en realidad era discípulo de
Gamaliel (Hechos 22,3), pero si consideramos que un discípulo es
básicamente el alumno de un maestro y seguidor de sus
enseñanzas, Tanto Pablo, como usted amigo lector Cristiano
pueden considerarse “Discípulos” de Jesús.

Pero ni Pablo, ni Bernabé, ni usted ni nadie con excepción de los


12 escogidos directamente por Jesús (y posiblemente incluyendo
a Matías), deberían tener el privilegio de utilizar la denominación
de Apóstol.

Pero claro, Pablo, en su afán de conquistar el mundo a través de


su nueva teología no dudó ni un instante de autodefinirse y gritar
a los cuatro vientos su condición de “Apóstol de Jesús”

1 Romanos 1,1

1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol,


apartado para el evangelio de Dios,

¿De donde sacó Pablo la idea de que el era un Apóstol? ¿Acaso se


lo dijo Jesús en alguna de sus visiones? ¿O fue designado por
alguno de los 11 apóstoles elegidos directamente por Jesús? No,
nada de esto. El solito se puso los galones.

Es interesante y hasta algo divertido lo que dice Jesús en Mateo:

Mateo 10,5-6

10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones,


diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de
samaritanos no entréis,

10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

Jesús instruye a sus 12 APÓSTOLES elegidos por el para que no


vayan a predicar a los gentiles (romanos por ejemplo)… y Pablo
contradiciendo absolutamente todas estas instrucciones de Jesús,
no solo se “roba” el término de apóstol, sino que hace
exactamente lo contrario que Jesús prohibió: Pablo fue
directamente a predicar “por camino de gentiles” hasta tal punto
que llego a la capital gentil del mundo: Roma.

Si esto no es ser desobediente y descarado, no sé que lo será.

Además, recordemos que el mismo Pablo era un gentil. El mismo


se denominaba romano de nacimiento (Hechos 16,37; 22,27-28).
Siendo muy probable que se convirtiera al judaísmo
circuncidándose mucho después.

En serio amigos lectores Cristianos, ¿A quien se le ocurre creer


que Jesús (que no quería que predicaran a los gentiles) iba a
elegir como su más grande Apóstol a un Gentil Romano? Pensar o
siquiera insinuar esto es creer que Jesús se contradijo
aparatosamente.

______________

Pero amigo Cristiano lector, no son necedades mías de Ateo


cuando hago esta acusación sobre el atrevimiento y el descaro de
Pablo de apropiarse indebidamente del titulo de “Apóstol”.
Inclusive ya en sus epístolas esta acusación rondaba sobre la
cabeza de Pablo. En varias cartas, Pablo trata con acusaciones
hechas por ciertos rivales no nombrados de que él no es un
apóstol legítimo. Pablo nunca discute el punto.

1 Corintios 9,11-12

9:11 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el
Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?

9:2 Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente


lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el
Señor.

De hecho, Pablo afirma que él ha "visto" al Señor en la misma


forma que Pedro y todos los demás lo han hecho.

1 Corintios 15,7-8

15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los


apóstoles;

15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció


a mí.

Ésta es una referencia obvia a las visiones, una de las formas


clásicas de revelación religiosa que utiliza Pablo.

Y para colmo de males, Pablo se atreve a despreciar a los que han


visto en el pasado directamente a Jesús y que son lo apóstoles
legítimos:

Gálatas 2,6

Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan
sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace
acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada
nuevo me comunicaron.

Pablo simplemente dice que le importa un comino la reputación de


los que han hecho otros en el pasado; siendo esta una clara
alusión a los apóstoles directos de Jesús (principalmente Pedro).
Concluyendo que como Dios “no hace acepción de personas” el
tiene el derecho de ser considerado igual o superior a ellos.

________________

De esta manera, amigo lector, nos vamos dando cuenta de lo


increíblemente astuto, manipulador y mentiroso que es Pablo; que
naciendo gentil romano, no judío; basándose en supuestas
“Visiones” y contradiciendo las escrituras, a los verdaderos
apóstoles y sobretodo a Jesús… se autoproclamó sin ningún tipo
de vergüenza como el más grande apóstol, predicador y elegido
por Jesús para llevar su teología personal y contradictoria a todo
el mundo.

Es asombroso que un personaje tan oscuro y escabroso como lo


fue Pablo, sea la base del cristianismo que ha predominado en el
mundo occidental y que es quizá la religión con más fieles e
influencia en el mundo.
.

Pablo de Tarso: Conclusiones desde el Ateismo. (Jesús no


Existió)

A pesar de que aun queda mucho que decir sobre Pablo de Tarso;
creo que con los artículos aquí expuestos podemos develar la
mascara de santidad que siempre ha rodeado al “Gran Apóstol” y
ver al fin su verdadero rostro.

¿Cómo es visto Pablo por los Ateos?

Las opiniones expresadas a continuación son conclusiones


personales que pueden o no ser compartidas por otros Ateos. Pero
en lo que si coincidimos todos los descreyentes es que fue Pablo y
no Jesús el responsable del Cristianismo moderno que recorre el
mundo actualmente.

¿Existió Pablo literalmente como figura histórica?

Es muy probable que si. Pero evidentemente no un “Pablo” exacto


como lo muestran las escrituras (mago, curandero, milagroso)
sino como un individuo extremadamente astuto que por una serie
de circunstancias adversas de la vida, vio en su época la
oportunidad perfecta de salir de su anonimato y “crear” una
religión basada en un ser totalmente mágico y milagroso.

Claro, cabe la posibilidad que inclusive el mismo Pablo fuese un


invento más de los miembros de la iglesia primitiva para darle
forma y apoyo a sus planes teológicos. Aunque admito que esto es
menos probable.

Quizá Pablo lo único que deseaba era tener una oportunidad entre
muchos de los movimientos religiosos que abundaban en esa
época, pero su propuesta fue tan extraordinariamente buena y
efectiva que después fue tomada por otros interesados
transformándola de acuerdo a las necesidades del momento y
adornándola con milagros y hazañas sobrenaturales llegando a
crear lo que conocemos hoy como Cristianismo.

_____________

Pero, se preguntará usted amigo lector Cristiano… ¿Por qué


Jesús?

La respuesta sería… ¿Y por qué no?

De seguro este “Jesús” era uno de los tantos autodenominados


Mesías que abundaban en el siglo I y que como tantos otros de
seguro fue crucificado. Sus seguidores queriendo darle a su líder
un carácter sobrenatural (para seguir con la revolución basada
ahora en un personaje mágico) simplemente lo resucitaron.

Por eso, al tomar como eje de su plan a un Jesús, crucificado por


los romanos, cuyos ayudantes y hermanos afirmaban que había
resucitado después de su muerte, Pablo tenía la partida ya casi
ganada, porque:

a) Perpetuaba un tema que era familiar entre los medios


helenísticos cultos, tema que había llegado hasta los medios
populares y que éstos se habían apresurado, a cristalizar de forma
real, en un personaje que bastaba sólo con ofrecerles;

b) De hecho hay un candidato razonable para ocupar el puesto de


este “Jesús”, era Jesús-bar-Juda, revolucionario posiblemente
líder de alguna secta mesianista, y sus partidarios le habían hecho
ya a Pablo la mitad del trabajo preparatorio, al montar la leyenda
de la resurrección.

_________________

Si repasamos a muy “grosso modo” las conclusiones que hemos


podido obtener en el transcurso de estos artículos dedicados a
Pablo; tenemos:

- Que el mismo Pablo de autodefinía como un mentiroso y


engañador… lo cual es algo que ni los mismos Creyentes pueden
negar ya que Pablo lo expresa en algunas de sus cartas.

Ver artículo: Pablo, Mentiroso por convicción propia


.

- Todo sobre el nacimiento y la ascendencia de Pablo es una


conveniente confusión. Según él mismo es judío, romano, fariseo;
y también descubrimos que está emparentado nada más ni nada
menos que con el mismo Herodes, perteneciendo de está manera
a la dinastía Herodiana; por lo tanto Idumeo y de raíces árabes.

Ver artículos:

Pablo, falsedades sobre su nacimiento y ascendencia;

Pablo NO era Judío de nacimiento

- Pablo mintió al decir que era “fabricante de tiendas”:

Ver artículo: Pablo, mentiras sobre su oficio como fabricante de


tiendas

- Notamos que hay muchas mentiras en torno al supuesto


“Apedreamiento de Esteban” donde Pablo fue testigo.

Ver artículo: Pablo; Mentiras sobre el apedreamiento de Esteban

- Por supuesto que su conversión en el camino hacia Damasco


tampoco está exenta de irregularidades

Ver artículo: Pablo y los problemas de su conversión hacia


Damasco

- Pablo manipula a sus lectores afirmando que toda su iluminación


está basada en “visiones”; pudimos comprobar lo falso de todo
esto.

Ver artículo: Pablo y sus Visiones. Más mentiras y contradicciones

- El mismo Pablo nos dice en sus cartas que sufre de alguna


enfermedad física; podemos concluir que esta afección podría ser
desde ataques de epilepsia hasta inclusive sífilis. Todo esto de las
visiones puede originarse de un problema patológico.

Ver artículo: Pablo y sus posibles Enfermedades

- Podemos concluir enfáticamente que Pablo NO es ningún apóstol


ni nada parecido; todo esto basado en misma información Bíblica.

Ver artículo: Pablo, El Falso Apóstol

- Pablo ignora y manipula las leyes Judías de las que suele


presumir de su conocimiento; principalmente en el tema de la
circuncisión.

Ver artículos:

Pablo; entre mentiras, circuncisiones y Timoteo

Pablo y su ignorancia sobre las leyes Judías

.
- Todos, absolutamente todos sus supuestos viajes alrededor del
mundo para promover su doctrina están llenos de mentiras,
problemas históricos y geográficos, manipulaciones y descarados
engaños.

– Pablo; entre mentiras, circuncisiones y Timoteo (Jesús no


Existió)
Pablo es un mentiroso y manipulador… lo he dicho en varias
ocasiones en los últimos artículos y creo que las evidencias tanto
bíblicas como históricas hablan por si mismas. El presente nos
ilustrará una vez más como Pablo es capaz no solo de engañar a
los inocentes y crédulos que le rodean, sino también como
manipula y modifica a placer las leyes judías para lograr sus
propósitos. Hablo específicamente de la poco conocida historia de
la circuncisión de Timoteo.

Timoteo era un joven de madre judía y padre griego (Hechos


16,1), nacido en Listra y se cree que fue convertido al cristianismo
en el primer viaje de Pablo donde estaba Listra incluida en el
itinerario. Y antes de acompañar a Pablo en sus viajes, fue
circuncidado por el mismo “Apóstol”… Veamos como nos lo cuenta
la Biblia:

Hechos 16,1-3

16,1 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí


cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía
creyente, pero de padre griego;

16,2 y daban buen testimonio de él los hermanos que


estaban en Listra y en Iconio.

16,3 Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole, le


circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos
lugares; porque todos sabían que su padre era griego.

Ojala el creyente Lector pudiese leer con calma este fragmento


bíblico que acabo de transcribir y notará todas las incoherencias e
incongruencias que parten de aquí.
Porque en el versículo siguiente ya se observa la evidente
contradicción:

Hechos 16,4

Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas


que habían acordado los apóstoles y los ancianos que
estaban en Jerusalén, para que las guardasen.

Pero… ¿Acaso Pablo no es Cristiano ya? ¿Por qué un apóstol


Cristiano como Pablo va a ir de ciudad en ciudad comunicando
decretos judíos? ¿Qué decretos son ésos?... Aquí los tenemos:

Hechos 15,28-29

15,28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a


nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias:

15,29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de


sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si
os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.

Aquí no se habla para nada de circuncisión... Porque de lo que


aquí se trata es de la Ley de Noé, menos severa que la Ley de
Moisés. Por consiguiente, la operación efectuada sobre Timoteo
por el propio Pablo fue una circuncisión clandestina, no ritual, con
el fin de engañar, y por lo tanto cínica y sacrílega.

Ahora bien, él no tenía ninguna autoridad para efectuarla, al no


ser judío, y menos aún sacrificador. Y si hubiera sido judío; Pablo,
a quien se nos presenta como jefe de una milicia al servicio del
Sanedrín, demostraba con esta función puramente laica que no
era sacerdote. Porque es más que dudoso que Gamaliel, doctor
supremo de Israel, hubiera recibido entre sus discípulos a un
joven judío destinado simplemente a desempeñar el papel de
jenízaro. Así pues. Pablo mintió al pretender haber sido educado
“a los pies de Gamaliel” (Hechos 22,3).

Veamos cómo se desarrollaba esa circuncisión ritual.

Exigía la presencia de tres mohelim (sacrifícadores), y de siete


testigos varones adultos. La circuncisión, que comenzaba con el
cuchillo ritual el primer mohel, se terminaba dentibus. La primera
aspiración de sangre la tragaba ese primer mohel, que
representaba a “Dios, el primer servido”. Las dos aspiraciones
siguientes las escupían a continuación los otros dos mohelim en
una copa de vino de bendición. Con ese vino consagrado se
frotaba los labios del joven circunciso. La copa circulaba luego del
padre a los invitados varones, y todos bebían de ella. Tenía lugar
así la comunión con el Israel humano, y luego venía la comunión
con Dios. El resto del vino pasaba a la madre, que lo mezclaba con
pasteles y con confituras que eran distribuidas en seguida entre
los amigos de la familia. (Cf. León de Módena, gran rabino de
Venecia, Cérémonies & Coutumes juives, p.131.)

Por último, durante esta triple comunión con Dios, los sacerdotes
y los laicos, se cantaba el salmo 16 de Ezequiel: “¡Revive en tu
sangre!”. Y ésta era la única circunstancia en que los judíos
podían ingerir sangre.

¡Aquí cogemos a Saulo-Pablo con las manos en la masa! Porque no


tenía absolutamente ningún derecho a efectuar esa operación
ritual, que era realizada sucesivamente por tres
mohelim (operadores) en presencia delshamoch (notario), y de al
menos seis testigos mayores. Esta circuncisión sacrílega es una
falsedad más que añadir en el expediente de Pablo.

Además, como se ve por este relato. Pablo no tenía complejos, y


para realizar con gran desenvoltura el rito más sagrado de la
Antigua Alianza; ignorando completamente todos los rituales
anteriormente mencionados. Porque un hijo de Israel “educado
los pies de Gamaliel” jamás se habría atrevido a cometer tal
impiedad.

Este constituye, pues, un gran sacrilegio de Saulo-Pablo, y es fácil


de concebir que suscitara entre los judíos un fuerte odio cuando
fuera conocido por ellos.

_____________________

Llama poderosamente la atención el que Pablo decidiera (siendo


ya Cristiano) circuncidar a Timoteo. Recordemos que Pablo
procede de una familia de incircuncisos (es el reproche esencial
que los judíos hacen a la dinastía idumea de los Herodianos), por
lo que es adversario de la circuncisión y de los tabúes judaicos,
cosa que un judío de raza, presa tanto de un subconsciente
hereditario como de la educación recibida en su primera infancia,
jamás se atrevería a infringir, y menos aún a combatir.

Veamos:

Hechos 15,1-35 ; 21,21

Romanos 4,9

Gálatas 5,2 ; 6,12

Filemón 3,3

Colosenses 3,11

Gálatas 6,15

I Corintios 7,19

Podrá constatarse que esos textos son categóricos: Pablo es


enemigo de los ritos judaicos esenciales. Y en su libro Saint Paúl,
apotre Giuseppe Ricciotti saca la conclusión: “El evangelio
particular de Pablo no imponía esos ritos; es más, incluso los
excluía”

____________________

Una de las excusas que suelen dar los Creyentes a esta “extraña”
decisión de Pablo de circuncidar a Timoteo es que como iban a
comenzar una serie de viajes a través de zonas llenas de Judíos,
era necesario hacerse pasar por ellos; y la mejor manera era
circuncidándose.

No puede ser más ingenuo e iluso este argumento. Si fuese cierto,


comprobamos entonces más mentiras, manipulaciones y
maniobras por parte de Pablo que pretende engañar al público que
recibirá su doctrina (vaya manera de comenzar a predicar,
manipulando y engañando) ¿o es que acaso los judíos iban
revisando a cada uno de los genitales de los extranjeros para
corroborar sus raíces judaicas? ¿Qué clase de ejemplo le está
dando a su discípulo Timoteo cuando le pide que ofrezca una parte
de su cuerpo para engañar a quienes les rodean e inclusive
sabiendo que Pablo está en contra de esa practica? Esto es
realmente asombroso, contradictorio y alucinante.

____________________

Debemos aclarar algo amigos lectores. Pablo NO


estaba circuncidado desde niño ya que No era judío, era idumeo,
hermano de Costobaro, nieto de la hermana de Herodes el Grande
(amiga de la emperatriz Livia). Los idumeos y nabateos son de
raíces árabes; por lo que Pablo con el fin de convertirse en jefe de
la policía política judeo-idumea tuvo que hacerse circuncidar más
adelante y así convertirse oficialmente al judaísmo, cortando con
sus orígenes árabes

Por otra parte, Roma no admitía la circuncisión para los gentiles


que abrazaban el judaísmo (Pablo era romano de nacimiento). A
continuación, y en virtud de la Lex Cornelia, emperadores como
Adriano y Antonino el Piadoso, prohibieron formalmente dicho rito
mediante la publicación de edictos. A los hombres libres que se
hicieran circuncidar les esperaban penas diversas, como
expulsión, confiscación de los bienes o pena capital. En los
tiempos de Saulo-Pablo todavía no regía tanta severidad, pero los
romanos ya mostraban un rechazo formal hacia todo latino o
griego que se hubiera pasado al judaísmo. De manera que nos
encontramos a nuestro Pablo no sólo separado del mundo idumeo
y nabateo, sino también del romano y del griego. ¿Qué podía
hacer?...

¡Fácil! inventar y convertirse el mismo en el líder de una nueva


religión…

¿Ya lo va entendiendo amigo Cristiano lector?

– Pablo de Tarso: Conclusiones desde el Ateismo. (Jesús no


Existió)

A pesar de que aun queda mucho que decir sobre Pablo de Tarso;
creo que con los artículos aquí expuestos podemos develar la
mascara de santidad que siempre ha rodeado al “Gran Apóstol” y
ver al fin su verdadero rostro.

¿Cómo es visto Pablo por los Ateos?

Las opiniones expresadas a continuación son conclusiones


personales que pueden o no ser compartidas por otros Ateos. Pero
en lo que si coincidimos todos los descreyentes es que fue Pablo y
no Jesús el responsable del Cristianismo moderno que recorre el
mundo actualmente.
¿Existió Pablo literalmente como figura histórica?

Es muy probable que si. Pero evidentemente no un “Pablo” exacto


como lo muestran las escrituras (mago, curandero, milagroso)
sino como un individuo extremadamente astuto que por una serie
de circunstancias adversas de la vida, vio en su época la
oportunidad perfecta de salir de su anonimato y “crear” una
religión basada en un ser totalmente mágico y milagroso.

Claro, cabe la posibilidad que inclusive el mismo Pablo fuese un


invento más de los miembros de la iglesia primitiva para darle
forma y apoyo a sus planes teológicos. Aunque admito que esto es
menos probable.

Quizá Pablo lo único que deseaba era tener una oportunidad entre
muchos de los movimientos religiosos que abundaban en esa
época, pero su propuesta fue tan extraordinariamente buena y
efectiva que después fue tomada por otros interesados
transformándola de acuerdo a las necesidades del momento y
adornándola con milagros y hazañas sobrenaturales llegando a
crear lo que conocemos hoy como Cristianismo.

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Pero, se preguntará usted amigo lector Cristiano… ¿Por qué


Jesús?

La respuesta sería… ¿Y por qué no?

De seguro este “Jesús” era uno de los tantos autodenominados


Mesías que abundaban en el siglo I y que como tantos otros de
seguro fue crucificado. Sus seguidores queriendo darle a su líder
un carácter sobrenatural (para seguir con la revolución basada
ahora en un personaje mágico) simplemente lo resucitaron.
Por eso, al tomar como eje de su plan a un Jesús, crucificado por
los romanos, cuyos ayudantes y hermanos afirmaban que había
resucitado después de su muerte, Pablo tenía la partida ya casi
ganada, porque:

a) Perpetuaba un tema que era familiar entre los medios


helenísticos cultos, tema que había llegado hasta los medios
populares y que éstos se habían apresurado, a cristalizar de forma
real, en un personaje que bastaba sólo con ofrecerles;

b) De hecho hay un candidato razonable para ocupar el puesto de


este “Jesús”, era Jesús-bar-Juda, revolucionario posiblemente
líder de alguna secta mesianista, y sus partidarios le habían hecho
ya a Pablo la mitad del trabajo preparatorio, al montar la leyenda
de la resurrección.

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Si repasamos a muy “grosso modo” las conclusiones que hemos


podido obtener en el transcurso de estos artículos dedicados a
Pablo; tenemos:

- Que el mismo Pablo de autodefinía como un mentiroso y


engañador… lo cual es algo que ni los mismos Creyentes pueden
negar ya que Pablo lo expresa en algunas de sus cartas.

Ver artículo: Pablo, Mentiroso por convicción propia

- Todo sobre el nacimiento y la ascendencia de Pablo es una


conveniente confusión. Según él mismo es judío, romano, fariseo;
y también descubrimos que está emparentado nada más ni nada
menos que con el mismo Herodes, perteneciendo de está manera
a la dinastía Herodiana; por lo tanto Idumeo y de raíces árabes.

Ver artículos:

Pablo, falsedades sobre su nacimiento y ascendencia;

Pablo NO era Judío de nacimiento

- Pablo mintió al decir que era “fabricante de tiendas”:

Ver artículo: Pablo, mentiras sobre su oficio como fabricante de


tiendas

- Notamos que hay muchas mentiras en torno al supuesto


“Apedreamiento de Esteban” donde Pablo fue testigo.

Ver artículo: Pablo; Mentiras sobre el apedreamiento de Esteban

- Por supuesto que su conversión en el camino hacia Damasco


tampoco está exenta de irregularidades

Ver artículo: Pablo y los problemas de su conversión hacia


Damasco

.
- Pablo manipula a sus lectores afirmando que toda su iluminación
está basada en “visiones”; pudimos comprobar lo falso de todo
esto.

Ver artículo: Pablo y sus Visiones. Más mentiras y contradicciones

- El mismo Pablo nos dice en sus cartas que sufre de alguna


enfermedad física; podemos concluir que esta afección podría ser
desde ataques de epilepsia hasta inclusive sífilis. Todo esto de las
visiones puede originarse de un problema patológico.

Ver artículo: Pablo y sus posibles Enfermedades

- Podemos concluir enfáticamente que Pablo NO es ningún apóstol


ni nada parecido; todo esto basado en misma información Bíblica.

Ver artículo: Pablo, El Falso Apóstol

- Pablo ignora y manipula las leyes Judías de las que suele


presumir de su conocimiento; principalmente en el tema de la
circuncisión.

– Pablo y su ignorancia sobre las leyes Judías (Jesús no Existió)


Repasemos un par de cosillas amigo Creyente lector. Recordemos
que Pablo estudió y se instruyó bajo el amparo de Gamaliel,
reconocido doctor de la ley y prominente miembro del sanedrín:

Hechos 22,3

Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero


criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel,
estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso
de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.

Y recordemos también que Pablo fue miembro de la policía Judía


del Sanedrín con la autoridad de perseguir y capturar Cristianos;
hasta tal punto que obtenía “permisos” para perseguir Cristianos
llegando incluso a sitios geográficamente muy apartados
como Damasco.

Todo esto nos hace pensar que Pablo tenía un conocimiento


bastante amplio y profundo de las leyes judías.

Pues no; no es así. Como veremos a continuación, el


desconocimiento de Pablo de los elementos más básicos de los
estatutos y costumbres Judías, son francamente escandalosos y
terribles. Veamos algunos de ellos.

_____________

Pablo al llegar a Jerusalén se reúne con un grupo de ancianos


Judíos muy “Celosos por la ley”, los cuales le reclaman a Pablo el
que esté predicando enseñanzas opuestas a las leyes judías:

Hechos 21,17-26

21:17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos


recibieron con gozo.
21:18 Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a
Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos;
21:19 a los cuales, después de haberles saludado, les contó
una por una las cosas que Dios había hecho entre los
gentiles por su ministerio.
21:20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le
dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay
que han creído; y todos son celosos por la ley.
21:21 Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas
a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar
de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni
observen las costumbres.
21:22 ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto,
porque oirán que has venido.
21:23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros
cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
21:24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus
gastos para que se rasuren la cabeza; y todos
comprenderán que no hay nada de lo que se les informó
acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente,
guardando la ley.
21:25 Pero en cuanto a los gentiles que han creído,
nosotros les hemos escrito determinando que no guarden
nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado
a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación.
21:26 Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y
al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el
templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la
purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por
cada uno de ellos.

Los cuatro hombres que debían cumplir esas ceremonias de puri-


ficación eran judíos que habían hecho el voto del nazireato para
un tiempo dado. Esas ceremonias implicaban gastos
considerables; se comprende, pues, que al tomar Pablo a su cargo
a éstos, infiltrándose entre ellos sin haber hecho antes el voto
previo (¡y con razón!), cae en el caso de corrupción de
cuatronazirim, crimen muy grave, tanto para él como para ellos, y
en el de falsa declaración de nazireato, verdadero sacrilegio, ya
que profanaba las ceremonias de liberación de ese estado

El versículo 24 aclara que se deben rasurar la cabeza. Esto es muy


contradictorio ya que en 1 Corintios

1 Corintios 11,14

La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es


deshonroso dejarse crecer el cabello?
En efecto, esa frase demuestra su fraude durante esa ceremonia
sacrílega, y sobre todo que jamás fue judío. Porque un judío
insultando al nazireato no es ninguna tontería... Además, Jesús
llevaba los cabellos largos.

Indudablemente, Flavio Josefo nos cuenta en sus Antigüedades


judaicas, que Herodes Agripa I pagó a veces los costos del fin del
nazireato de numerosos nazirím que no poseían dinero, pero lo
hizo de manera oficial y en su calidad de soberano, sin participar
él mismo en ello clandestinamente. De hecho, lo que perseguía
Pablo era cambiar de cara alegando un motivo oficial y confesable.
De ahí su sacrílega artimaña.

_____________

En Jerusalén, el tribuno Lisias convoca al Sanedrín y llama a su


presencia a Pablo, que acude bajo la protección de los legionarios.
Es entonces cuando nuestro Pablo tiene la audacia cínica de
declarar:

Hechos 23,1
Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones
hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante
de Dios hasta el día de hoy.

Debido a este atrevimiento, el sumo sacerdote Ananías ordena a


uno de los que están a su lado que le golpeen en la boca.

Hechos 23,2

El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que


estaban junto a él, que le golpeasen en la boca.

Y Pablo declara, furioso:

Hechos 23,3

Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared


blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la
ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?

Con cal viva se blanqueaban los umbrales, los dinteles y las puer-
tas de los sepulcros utilizados para alertar a los judíos y evitarles
el contacto con un lugar impuro, en el que se descomponía
lentamente un cadáver. Los calificativos de “sepulcro” y de “pared
blanqueada” equivalían por lo tanto a tratar a alguien de
podredumbre o de carroña. (Jesús, por cierto, tampoco se privó de
utilizarlos; véase Mateo 22,27 y Lucas 11,44)

Pablo, dándose cuenta entonces de la magnitud de la torpeza que


había cometido, replicó sin inmutarse a los judíos que le acusaban
de haber insultado al “soberano pontífice de Dios” (Hechos 23,4);
A lo que Pablo asombrosamente responde:

Hechos 23,5
Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote;
pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo.

Esto constituye una prueba más de que no era judío, y que no


creció espiritualmente “a los pies de Gamaliel”, como afirma. Por-
que en ese caso conocería el rostro de aquel que le sucedió, su
sucesor directo; habría tenido que encontrarle forzosamente,
como simple cohén, en la casa de Gamaliel. Pero, sobre todo,
conocería sus ropas y ornamentos rituales, y sabría, así
identificarlo entre los sanedritas.

¿Quién pensaría, por ejemplo, un sacerdote católico romano que,


en presencia de un concilio, no supiera distinguir al papa por sus
ornamentos particulares, su puesto, su importancia y su
autoridad? Pablo demostró aquí su ignorancia total y absoluta de
las leyes y costumbres judías.

_____________

De hecho es seguro que Saulo-Pablo mintió al asegurar que


estudió la religión judía “a los pies de Gamaliel”, el doctor
supremo, tal como él pretende (o como se le hace decir) en los
Hechos 22,3. Ignora completamente sus detalles.

Cuando declara, despectivo: «¿Acaso Dios se ocupa de los


bueyes?» (1Corintios 9,9), aquí razona como buen idumeo, como
árabe, pero no como hijo de Israel. Si no, recordaría las
prescripciones de Moisés respecto a los animales, prescripciones
llenas de una piedad y una dulzura totalmente extrañas a la época
en que fueron dictadas y a los pueblos que eran entonces
enemigos de Israel. Citemos unos pequeños ejemplos: Génesis
9,9-10; Éxodo 23,5; 12 y 19; Deuteronomio 22,10, etc. Y el animal
al que se sacrifica o al que se inmola no debe sentir la muerte,
para ello, el filo del cuchillo no ha de tener defecto alguno, ya que
el animal no debe sufrir en absoluto. De lo contrario, la carne es
impura y no es apta para el consumo.

Convengamos que, para la época de su promulgación, semejante


ley implicaba un avance moral considerable respecto a las leyes
en vigor. Esta benevolencia hacia estos animalitos la hereda
Moisés del antiguo Egipto. El cristianismo, al ser paulino de
origen, ignorará todo eso...

Si revisamos las epístolas atribuidas a Saulo-Pablo resulta que


solo conoció las escrituras judías a través de su versión griega,
llamada de los Setenta, la utilizada por los Gentiles que se habían
adherido a la religión judía. Ahora bien, si hubiera estudiado, y
durante largo tiempo, claro está, “a los pies de Gamaliel”, rabino
de Israel, los cursos de teología habrían tenido lugar en arameo,
sobre textos hebreos.

“El rabinismo de Pablo es superficial, y ni siquiera le ha


inculcado ese respeto a la ciencia sagrada que era su propia
razón de ser. Se diría que a los verdaderos rabinos, a los
fariseos puros, sólo los ve a través de un prisma que los
deforma, y no me sorprendería que fuera, en efecto, así”.

(Cf. Ch. Guignebert, Le Christ, V.)


_____________

Por otra parte, y mucho mas asombroso aun; cuando vemos que
Pablo asegura que la ley del Sinaí no fue dada a Moisés por el
Eterno, sino por uno o varios ángeles (Hechos 7,30, 36, 38 y 53)
¡!!!!!!! Contradiciendo lo que el Antiguo Testamento afirma, Pablo
dice que fueron ángeles y no Dios quien le dio las leyes a Moisés.
Es evidente que esta afirmación deriva de la de Saulo-Pablo en su
Epístola a los Gálatas

Gálatas 3,19

Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las


transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue
hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en
mano de un mediador.

Ahora bien, esa misma afirmación según la cual la ley del Sinaí fue
promulgada por ángeles, los Hechos la colocan en boca de
Esteban, el diácono, en el instante en que va a ser lapidado por los
judíos, exasperados por lo que ellos consideran blasfemias. Por
increíble que parezca, Esteban no sabe que el Antiguo Testamento
fue Dios quien aparece en la zarza ardiente… ¿O todo es una
manipulación?:

Hechos 7,30

Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el


desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.

¡Y Saulo-Pablo todavía no se ha convertido! E incluso está allí,


según parece, montando guardia delante de las vestiduras de los
ejecutores (Hechos 7,58). Su Epístola a los Gálatas, por lo tanto,
todavía no está escrita. Pero en esto no pensó el escriba anónimo
del siglo IV.

______________

Es conveniente recordar que el judaísmo comprendía dos


categorías de fieles, y uno sólo se convertía verdaderamente en
“hijo de Israel” al cabo de dos etapas, a saber:

1) Prosélitos de primer grado, llamados “temerosos de Dios”.


Éstos observaban la Ley de Noé (de ahí su nombre de noacitas),
es decir que no consumían sangre, y por este motivo, ninguna
carne procedente de animal ahogado (Génesis 9,1-7)

2) Prosélitos de segundo grado, llamados “de justicia”.


Observaban la Ley de Moisés con todo su rigor: prohibición de
sangre, de carnes consagradas y ofrecidas en altares dedicados a
otros dioses, de carnes procedentes de animales ahogados o
impuros, etc. (Deuteronomio, capítulos 12-26).

Es fácil sacar la conclusión de que Saulo-Pablo ni siquiera fue pro-


sélito de primer grado, un “temeroso de Dios”, porque al tener
que respetar la Ley de Noé, que imponía la fecundidad sexual
(Génesis 9,7), no habría podido aconsejar a sus seguidores:

1 Corintios 7,38

De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el


que no la da en casamiento hace mejor.

También hay que recordar la irregular circuncisión que le realizó


su discípulo Timoteo, de la cual debemos suponer que ni siquiera
fue un cohén regular el que la practicó.

____________

Pablo ilustrado y adoctrinado por el Maestro Gamaliel... Mentira.

Pablo profundo conocedor de las leyes y costumbres Judías…


Mentira también.

¿Hasta donde podrá apretar la venda en los ojos de los Cristianos


que se empeñan en ver a Pablo como un “Apóstol” digno de
Jesús?

– Pablo, mentiras sobre su oficio como fabricante de tiendas.


(Jesús no Existió)
Vivo en un pueblo llamado Aegio, que está ubicado al norte de la
península del Peloponesso, en la región de la Axaia (Acaya),
Grecia. Es un pueblo pequeño de apenas unos 25 mil habitantes
establecido en una zona agraria famosa por la calidad de su
aceituna (de donde se obtiene un excelente aceite) y un vino
espectacular. A pesar de ser un pueblo pequeño tiene una historia
legendaria; fue fundado incluso antes que Atenas, perteneció a la
liga Aquea y fue sumamente importante en las batallas
emancipadoras de Grecia en contra de sus invasores. La gente de
este pueblo se siente muy orgullosa de su pasado histórico. Pero
curiosamente una de las cosas que más enorgullece a sus
pobladores, no son precisamente los aspectos mencionados antes,
sino el hecho de ser el sitio donde en el siglo I vivió y trabajó
Pablo de Tarso en su oficio de hacer tiendas.

La presuntuosidad del habitante de Aegio sobre este “hecho


Bíblico” es muy notoria, hasta tal punto que es una de las
primeras cosas que mencionan cuando preguntan sobre los
aspectos culturales e históricos de la ciudad. Sin embargo cuando
se trata de profundizar en los detalles de la historia todo se
comienza a confundir y a difuminar: no hay una referencia precisa
ni del sitio donde se estableció ni del año exacto. Al parecer todo
está basado en lo que la “tradición” dice.

Inclusive hay dudas bastante serias sobre el oficio de constructor


de tiendas con pelos de cabra por parte de Pablo. Sobre esta
“teoría” tratará el presente articulo.

Recordemos que todo judío tenía que poseer un oficio manual, y


los rabinos igual que los demás. Esta costumbre era ley, y un viejo
proverbio judío decía que “Un hombre sin oficio era considerado
como un bandido en potencia”

¿De donde viene la idea de la actividad laboral de Pablo?

Hechos 18,2-3

18:2 Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto,


recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto
Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de
Roma. Fue a ellos,

18:3 y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y


trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.

El hombre que tiene el mismo oficio que Pablo es Aquilas,


originario del Ponto, reino del Asia Menor del Nordeste. De modo
que no es sino un judío de la Diáspora, procedente de una región
donde se vive en tiendas. Su propio nombre no es hebreo.

Ahora bien. Pablo, según se nos dice, viene de Jerusalén, donde


ha realizado todos sus estudios rabínicos a los pies del gran
doctor Gamaliel (Hechos, 22,3), lo que representa toda su
adolescencia y su edad madura hasta su conversión.

Problemas con el “oficio” de Pablo:

- Hace más de un milenio que los judíos se han vuelto sedentarios


en Palestina. Al haber dejado de ser un pueblo nómada, ya no
viven bajo tiendas, sino en aldeas y ciudades. Numerosos rabinos
son carpinteros y canteros.

- El tejer tiendas con pelo de cabra solo estaban destinadas a


nómadas paganos, sería indigno de un judío legalista como
presumía ser Pablo. Se trata de un oficio y una necesidad propia
de aquellos que han salido de pueblos en gran parte dedicados al
pastoreo, es decir de árabes, idumeos y nabateos.

Interesante esto. Recordemos que es muy posible que Pablo


estuviese emparentado de forma directa con la dinastía
Herodiana, los cuales eran Idumeos (ver el artículo: Pablo,
Falsedades sobre su nacimiento y ascendencia); si este era su
oficio real, sin duda estaba muy ligado a los Idumeos. Incluso
algunos afirman que Pablo estaba emparentado con Cypros (su
bisabuela) que es de filiación nabatea. Esta última, según nos dice
Flavio Josefo, pertenecía a una de las más ilustres familias de
Arabia (cf. Flavio Josefo, Guerra de los judíos. I, vi), familias a las
que todavía hoy se conoce como las de los «señores de las
grandes tiendas».

- Otra cosa que nos hace dudar de su “oficio” es que ni los


aristócratas (como se supone que es Pablo) ni los hombres en
general son quienes tejen las tiendas de pelo de cabra, pues esta
tarea está reservada a las mujeres del pueblo o a los esclavos.

- Ya en la época cuando se supone que Pablo vino a Grecia a


trabajar como fabricante de tiendas, no habían pueblos nómadas
que las necesitasen. Como hemos visto anteriormente, esta era
una vivienda típica de árabes y orientales, no de Griegos
establecidos.

- Como nos dice el ya leído pasaje de Hechos 18,3 donde Pablo


conoce a el colega de trabajo Aquila y su mujer Priscila; éstos
acaban de llegar a Corinto, expulsados de Roma por el edicto de
Claudio César (cf. Suetonio,Vida de los doce Césares:
Claudio, XXV). Nuestro Pablo se asocia a ellos en la fabricación y
comercialización de tiendas (según se nos dice Hechos 18,3).

Veamos ahora dos preguntas embarazosas:

I. ¿Qué posibilidad tiene el hecho de que Aquilas y Priscila vivie-


ran jamás en Roma, fabricando y vendiendo tiendas, cuando Italia
no tenía ya ninguna población nómada? Los campesinos vivían en
chamizos o en granjas importantes, y los ciudadanos habitaban en
casas de varios pisos, hechas de madera o de piedra. El populacho
vivía en las catacumbas.

II. ¿Qué plausibilidad hay en el hecho de que Aquilas, Priscila y


Pablo vivieran en Corinto, ciudad griega, capital de la provincia ro-
mana de Acaya, célebre por su urbanismo, y que se mantuvieran a
base de una fabricación y un comercio semejantes? En la Grecia
antigua sucede lo mismo que en la Roma imperial: no existe el
nomadismo. E imaginar que esas tiendas eran exportadas supone
ignorar que los pueblos itinerantes de Asia Menor, de un tipo
particular, viven desde siempre en una autonomía latente.
Además, los importantes rebaños de cabras que acompañan a sus
regulares migraciones cíclicas subvienen a las necesidades de sus
artesanos. Cada clan familiar en el seno de cada tribu posee su
«oficio» rudimentario, efectuado por las mujeres. Y por otro lado,
¿con qué moneda, con qué dinero hubieran saldado semejantes
adquisiciones esas arcaicas etnias? Es indudable que los
embutidos gálicos se vendían en Roma, y que los vinos de Grecia
se exportaban, pero los únicos capaces de aprovecharlo eran la
rica aristocracia romana y algunos plebeyos enriquecidos.
Resulta difícil imaginar a Saulo-Pablo trabajando interminables
horas en un oficio como el de tejer para asegurar la cama y la
mesa a unos colaboradores que se arrellanan mirándolo. Además,
no era cohén (sacerdote) ni doctor de la Ley, al no ser judío. (Ver
artículo: Pablo no era judío de nacimiento). Por lo tanto no podía
subsistir del diezmo sacerdotal en las comunidades que visitaba.
Concluimos pues que era rico, o que poseía unos recursos
misteriosos. Cosa que viene justificada por el hecho de que viviera
en Roma durante dos años sin hacer ninguna otra cosa que lo que
dicen los Hechos:

Hechos 28,30

Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa


alquilada, y recibía a todos los que a él venían,

_______________________________

Así que amigos Cristianos lectores, (y mis cuasipaisanos de Aegio)


nos vemos obligados a deducir que, una vez más, el escriba
anónimo que redactó este pasaje de los Hechos de los Apóstoles
dio rienda suelta a su imaginación también aquí, y que Saulo-
Pablo jamás fabricó tiendas. Disponía de otros recursos, y aquí
tenemos la prueba:

Hechos 20,33-34

20:33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.

20:34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido


necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me
han servido.

Lo lamento de verdad… pero esta es otra mentira más de nuestro


querido y astuto Pablo.

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