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Biografía:

Índice:

1. Fecha de nacimiento.

2. Lugar de nacimiento.

3. Educación.

4. Identificación religiosa.

5. Conversión.

6. Obra literaria.

7. Viajes misioneros.

Fecha de nacimiento:

Saulo Pablo nació entre el año 5 y el año 10 en Tarso (en la actual Turquía), por entonces

ciudad capital de la provincia romana de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor.

Fecha

En la Epístola a Filemón, se declaró ya anciano (presbytés). La escribió estando preso, bien

a mediados de la década del año 50 en Éfeso, o bien a principios de la década del año 60 en

Roma o Cesarea. Se supone que en aquella época se alcanzaba la ancianidad hacia los

cincuenta o sesenta años. A partir de este dato, se estima que Pablo nació a comienzos

del siglo I, hacia el año 10. Por lo tanto, fue contemporáneo de Jesús de Nazaret.

2. Lugar de nacimiento:
Nacido en Tarso

Los Hechos de los Apóstoles señalan en tres ocasiones que Pablo nació en Tarso. En el

desarrollo del diálogo con Ananías, situado en el primer relato de la “conversión”, Dios

manda a éste que imponga las manos a “uno de Tarso llamado Saulo” (Hch 9,11). El mismo

Pablo revela al tribuno que le ha detenido: “Yo soy un judío, de Tarso de Cilicia, una

ciudad no insignificante” (Hch 21,39) e, inmediatamente después, afirma a la

muchedumbre judía de Jerusalén que “nació en Tarso de Cilicia” (22,3). Las litotes con la

que Pablo alaba su ciudad natal (Hch 21,39), aunque sea estereotipada, es justa y esta buena

reputación de la ciudad es algo compartido1 por lo que se refiere al período que nos ocupa.

La ciudad turca de Tarsus Çayi (100.000 habitantes) recobra los vestigios de una gloria

pasada hoy apenas perceptible. Tarso2, ciudad situada en el curso inferior del río Cydnus,

al oeste de la llanura de Cilicia, después de haber sido gobernada, desde el año 400 a. de

Cristo, por vasallos del Imperio persa, había caído en poder de los Seléucidas. 1

Localización de las principales sinagogas de la diáspora durante los siglos I y II, de acuerdo

con evidencias procedentes de la literatura, la papirología, la epigrafía y la arqueología. El

mapa pone de manifiesto la dispersión judía por el mundo helenístico y romano.

Iglesia de San Pablo en Tarso (Turquía), construida durante los siglos XI o XII. Rediseñada

y renovada en 1892, la iglesia fue abandonada en 1923 tras el éxodo de la comunidad

cristiana de Tarso, consecuencia de la guerra greco-turca (1919-1922). Luego, fue

1
LÉGASSE, SIMON. 2008. CONOCIENDO A JESÚS EN EL A.T. Cristología y tipología Bíblica. Editorial
CLIE. Barcelona, España.
ligeramente modificada y utilizada para otros fines. En 1994 el Ministerio de Cultura la

catalogó como museo histórico y se convirtió en un monumento protegido.

Lucas afirma que Pablo era oriundo de Tarso,j ciudad situada en la provincia de Cilicia,

información considerada digna de crédito. Corrobora esta tradición que la lengua materna

de Pablo era el griego desde su nacimiento, y que no se observan semitismos en su uso de

este idioma.

Además, Pablo utilizó la Septuaginta, traducción al griego de los textos bíblicos, empleada

por las comunidades judías del mundo antiguo más allá de Judea. Este conjunto concuerda

con el perfil de un judío de la diáspora nacido en una ciudad helenística. A esto se suma la

inexistencia de tradiciones alternativas que mencionen otros posibles lugares de

nacimiento, con excepción de una noticia tardía de Jerónimo de Estridón que consigna el

rumor de que la familia de Pablo procedía de Giscala, ciudad de Galilea, noticia

considerada en general carente de respaldo.

Por entonces, Tarso era una ciudad próspera, de cierta importancia (Hechos 21, 39).45

Capital de la provincia romana de Cilicia desde el año 64 a. C., estaba enclavada a los pies

de los montes Tauro y a orillas del río Cidno,48 cuya desembocadura en el mar

Mediterráneo servía a Tarso de puerto. Tarso poseía importancia comercial, ya que formaba

parte de la ruta que unía Siria y Anatolia.49 Además era el centro de una escuela

de filosofía estoica.5051 Se trataba, pues, de una ciudad conocida como centro de cultura,

filosofía y enseñanza.52 La ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana por

nacimiento.k Como se explicó anteriormente, esta situación constituye una explicación

posible de que Pablo fuera ciudadano romano pese a ser hijo de judíos.
3. Educación:

Primeros años, educación y estado de vida[editar]

Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín,m el libro de los Hechos de los

Apóstoles señala además otros tres puntos respecto de Pablo: que fue educado en Jerusalén;

que fue instruido a los pies del famoso rabino Gamaliel;n65 y que era fariseo.o

Educación, «a los pies de Gamaliel»

La educación de Pablo es objeto de muchas especulaciones. La opinión mayoritaria de los

especialistas señala que recibió la educación inicial en la misma ciudad de Tarso. 6667

Asimismo, se sugiere que se habría mudado a Jerusalén posteriormente, siendo

adolescente,68 o ya un joven.69 Algunos estudiosos, que mantienen una actitud de gran

reserva respecto de la información brindada por los Hechos, objetan estos datos. 70 Otros no

encuentran razón suficiente para descartar los datos del libro de los Hechos 22, 3 referidos a

su educación a los pies de Gamaliel I el Viejo, autoridad de mente abierta. 71 Según Du Toi,

los Hechos y las cartas paulinas auténticas respaldan como más probable que Pablo fuera a

Jerusalén en sus años de adolescencia. Más importante aún, este estudioso remarca que la

dicotomía Tarso–Jerusalén debería superarse mediante el reconocimiento de que la persona

de Pablo fue un punto de encuentro e integración de una variedad de influencias. 72 La

educación de Pablo a los pies de Gamaliel sugiere su preparación para ser rabino.73

4. Identificación religiosa:

Fariseo
Que Pablo fuera fariseo es un dato que llegó a nosotros a partir del pasaje autobiográfico de

la Epístola a los filipenses:

Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de

hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto

a la justicia de la Ley, intachable.

Epístola a los filipenses 3, 5-6

Sin embargo, estos versículos forman parte de un fragmento de la carta que algunos autores

consideran un escrito independiente posterior al año 70.747576 Hyam Maccoby cuestionó que

Pablo fuese fariseo al afirmar que no se observa ningún rasgo rabínico en las cartas

paulinas.77

Con todo, el carácter fariseo de Saulo Pablo en su juventud suele ser aceptado sin

reticencias por otros autores,7879 a lo que se suman las palabras puestas en boca del Apóstol

por el libro de los Hechos:

Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi

nación, en Jerusalén. Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar

que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.

Hechos de los Apóstoles 26, 4-5

En resumen, Saulo Pablo sería un judío de profundas convicciones, estricto seguidor de

la Ley mosaica.

5. Conversión.
Conversión en el camino para Damasco.

Por Caravaggio, en la Basílica de Santa María del Popolo, en Roma. En las obras de arte y

en la creencia popular se tiene la imagen de que Pablo cayó de su caballo, cuando ni en

las epístolas paulinas ni en los Hechos de los Apóstoles se menciona la caída de un caballo.

Podría tratarse, pues, de un anacronismo.

Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, luego del martirio de Esteban, Saulo Pablo

se dirigió a Damasco, hecho que los biblistas tienden a situar en el término del año

subsiguiente a la lapidación de Esteban, según se comenta en la sección anterior (ver

además el análisis de V. M. Fernández y bibliografía allí citada).4

Entretanto Saulo, respirando todavía amenazas y muertes contra los discípulos del Señor, se

presentó al Sumo Sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si

encontraba algunos seguidores del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a

Jerusalén. Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le

rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo,

¿por qué me persigues?» El respondió: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien

tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer». Los

hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a

nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le

llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin ver, sin comer y sin

beber.

Hechos de los Apóstoles 9, 1-9


La conversión de San Pablo (1542), obra de Miguel Ángel. En la espiritualidad cristiana, el

episodio de Pablo derribado dio origen a una expresión técnica, las llamadas «gracias

tumbativas».103

Interior de la llamada casa de Ananías o capilla de San Ananías, en Damasco. Se trata de

una cripta de dos habitaciones, situada a unos cuatro metros por debajo del nivel de la calle

actual. Se la asocia con el lugar en que Saulo Pablo recuperó la vista y fue bautizado por

Ananías.

Pablo mismo presentó esta experiencia como una «visión» (1 Corintios 9, 1), como una

«aparición» de Jesucristo resucitado (1 Corintios 15, 8) o como una «revelación» de

Jesucristo y su Evangelio (Gálatas 1, 12-16; 1Corintios 2, 10). Pero nunca presentó esta

experiencia como una «conversión», porque para los judíos «convertirse» significaba

abandonar a los ídolos para creer en el Dios verdadero, y Pablo nunca había adorado a

ídolos paganos, ni había llevado una vida disoluta. Los biblistas tienden a acotar a un marco

muy preciso el significado del término «conversión» aplicado a Pablo. 104 En realidad, cabe

que Pablo interpretara que tal experiencia no lo hacía menos judío, sino que le permitía

llegar a la esencia más profunda de la fe judía. 4 Por entonces, el cristianismo aún no existía

como religión independiente.105

Existen varios puntos sin resolver respecto de este relato. Por ejemplo, en 1 Corintios 9, 1

Pablo señaló que «vio» a Jesús, pero en ningún pasaje de los Hechos (Hechos 9, 3-7; 22, 6-

9; 26, 13-18) ocurre tal cosa. Más aún, los tres pasajes de Hechos no coinciden en los

detalles:106 si los acompañantes quedaron en pie sin poder hablar o si cayeron por tierra; si

oyeron o no la voz; asimismo, el hecho de que Jesús hablara a Pablo «en idioma hebreo»,
pero citando un proverbio griego (Hechos 26,14). Sin embargo, el núcleo central del relato

coincide siempre:107

— Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

— ¿Quién eres tú, Señor?

— Yo soy Jesús (de Nazaret), a quien tú persigues.

Las epístolas paulinas guardan silencio sobre los detalles de este episodio, aunque el

comportamiento previo y posterior de Pablo es señalado por él mismo en una de ellas.

[…]pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

Pues ya estáis enterados de mi conducta anterior en el Judaísmo, cuán encarnizadamente

perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos

de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis

padres. Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su

gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los gentiles, al

punto, sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalén donde los

apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco.

Epístola a los gálatas 1, 12-17

Bab Kisan, uno de los ocho portales de la antigua ciudad de Damasco. El muro fue

construido en la época romana. Se lo suele asociar con el lugar en que Saulo Pablo fue

descolgado por los discípulos de las murallas en el interior de un canasto para escapar de

los judíos que habían tomado la decisión de matarlo (Hechos 9, 23-25). Hoy alberga la

capilla de San Pablo.


En otra de sus epístolas afirmó:

Y en último término [Cristo resucitado] se me apareció también a mí, como a un abortivo.

Primera epístola a los corintios 15, 8-9

Como resultado de esa «experiencia» vivida en el camino a Damasco, Saulo de Tarso, hasta

entonces dedicado a «perseguir encarnizadamente» y «asolar» con «celo» a la «Iglesia de

Dios» según sus propias palabras,p transformó su pensamiento y su comportamiento. Pablo

siempre habló de su condición judía en tiempo presente,q y señaló que él mismo debía

cumplir las normas dictaminadas por las autoridades judías.r Probablemente nunca

abandonó sus raíces judías, pero permaneció fiel a aquella experiencia vivida, considerada

uno de los principales acontecimientos en la historia de la Iglesia.108

Después del suceso vivido por Pablo en el camino de Damasco, Ananías lo curó de su

ceguera imponiéndole las manos. Pablo fue bautizado y permaneció en Damasco «durante

algunos días».

Desde la década de 1950 se presentaron trabajos científicos que sugirieron la presunta

epilepsia de Pablo de Tarso, y se postuló que su visión y experiencias extáticas pudieron

ser manifestaciones de epilepsia del lóbulo temporal.111 También se propuso

un escotoma central como dolencia de Pablo, y que esa condición podría haber sido

causada por retinitis solar en el camino de Jerusalén a Damasco. Bullock sugirió hasta seis

posibles causas de la ceguera de Pablo en el camino a Damasco: oclusión de la arteria

vertebrobasilar, contusión occipital, hemorragia vítrea secundaria/desgarro de retina, lesión

causada por un rayo, intoxicación por Digitalis, o ulceraciones (quemaduras) de la

córnea.113 Con todo, el estado de salud física de Pablo de Tarso permanece desconocido
6. Obra literaria:

Las epístolas paulinas auténticas

San Pablo escribiendo sus epístolas, obra de Valentín de Boulogne o Nicolás Tournier, del

siglo XVII.

Las cartas auténticas de Pablo son un conjunto de escritos neotestamentarios conformado

por las siguientes obras:

 la Primera epístola a los tesalonicenses

 la Epístola a los filipenses

 la Primera epístola a los corintios

 la Segunda epístola a los corintios

 la Epístola a los gálatas

 la Epístola a Filemón

 la Epístola a los romanos.

Este corpus de epístolas auténticas es único en más de un sentido:

1. Porque se conoce a ciencia cierta su autor, y su autenticidad resulta

reconocida ampliamente desde el análisis científico-literario actual.262263264265

2. Porque su fecha de redacción es la más antigua de los libros del Nuevo

Testamento, apenas 20-25 años posterior a la muerte de Jesús de Nazaret, y

probablemente anterior incluso a la de los evangelios en su versión


definitiva conocida hoy, por lo que constituyen documentación de carácter

capital en cualquier análisis sobre los inicios del cristianismo.266

3. Porque ninguna otra personalidad del Nuevo Testamento se conoce a nivel

semejante a través de sus escritos.267

El conocimiento que Pablo tenía de la cultura helénica —hablaba fluidamente tanto

el griego como el arameo— le permitió predicar el Evangelio con ejemplos y

comparaciones comunes de esta cultura, por lo que su mensaje cosechó un pronto

éxito en territorio griego. Pero esta característica también dificultó por momentos la

exacta comprensión de sus palabras, ya que Pablo recurría en ocasiones a nociones

helenísticas alejadas del judaísmo, mientras que otras veces hablaba como un judío

estricto y observante de la Ley.bu De ahí que en la Antigüedad algunas de sus

afirmaciones fueran calificadas como «τινα δυσνοητα» (transliterado, tina dysnoēta,

que significa puntos ‘difíciles de entender’; bv y que hasta hoy se susciten polémicas

en la interpretación de ciertos pasajes y temas de las cartas paulinas, como, por

ejemplo, la relación entre judíos y gentiles, entre gracia y Ley, etc. Por otra parte,

es claro que sus epístolas fueron escritos de ocasión, respuestas a situaciones

concretas. Por ello el análisis exegético moderno, más que esperar de cada una de

ellas una formulación sistemática del pensamiento del Apóstol, examina las

dificultades y particularidades que él presenta, analiza su evolución y debate sobre

su integridad.

Aunque las cartas tuvieron por función inmediata abordar problemas resultantes de

situaciones concretas, es muy verosímil que las comunidades a las cuales estas

cartas estuvieron dirigidas las hayan atesorado, y que prontamente las compartieran
con otras comunidades paulinas.268 Así, resulta altamente probable que hacia fines

del siglo I estos escritos ya existieran como corpus, resultante del trabajo de una

escuela paulina que recopiló sus cartas para conformar el legado escrito del

Apóstol.269

Las epístolas pseudoepigráficas[editar]

Existe, además de las cartas de Pablo, un conjunto de escritos epistolares que se

presentan como suyos pero que la crítica moderna, conocedora del fenómeno de la

pseudoepigrafía típico de las obras antiguas orientales y griegas, atribuye a

diferentes autores asociados con Pablo.270271 Se trata de las siguientes obras:

 la Segunda epístola a los tesalonicenses

 la Epístola a los colosenses

 la Epístola a los efesios

 la Primera epístola a Timoteo

 la Segunda epístola a Timoteo

 la Epístola a Tito.

El hecho de que se sugiera que estos escritos canónicos son pseudoepigráficos

o deuteropaulinos, lejos de quitarle notoriedad al Apóstol la incrementaron, 272273

porque significa que una «escuela», quizá ya establecida en torno al mismo

Pablo y depositaria de su legado, recurrió a la autoridad del Apóstol para

validar sus escritos


7. Viajes misioneros:

Viajes misioneros[editar]

Artículo principal: Viajes misioneros de Pablo

A partir del año 46 comienzan los tres grandes viajes misioneros de Pablo, que el

revisionismo moderno interpreta se iniciaron con anterioridad, después del año 37. Los tres

viajes son en realidad una clasificación con fines didácticos.118

De izquierda a derecha, los recorridos que habría realizado Pablo durante el primero,

segundo y tercer viaje, según el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Magnitud de los viajes[editar]

Pablo hacía generalmente sus viajes a pie (2 Corintios 11, 26). 119120 El esfuerzo realizado

por Pablo de Tarso en sus viajes es digno de mención. Si se cuenta únicamente el número

de kilómetros de los tres viajes por Asia Menor, se puede dar el siguiente resultado, según

Josef Holzner:121

Pilar de San Pablo en Pafos, Chipre. Según Hechos 13, 7-12, el Apóstol convirtió en esta

ciudad al procónsul romano Sergio Paulo, durante su primer viaje.


 Primer viaje: desde Atalia, el puerto a donde llegó desde Chipre, hasta Derbe, ida y

vuelta, 1 000 km.

 Segundo viaje: desde Tarso hasta Tróade, 1 400 km. Si se tiene en cuenta el

desplazamiento por Galacia hasta su capital, Ancira, hay que añadir 526 km

más. Por lo tanto, solamente dentro del Asia Menor recorrió por lo menos

1 926 km. Este cálculo de mínimos se debe a que la narración de los Hechos de

los Apóstoles es muy general y se limita a decir que atravesó la región de

Galacia y Misia.

 Tercer viaje: de Tarso hasta Éfeso, 1 150 km. A ello hay que sumar el recorrido

por la región de Galacia. En este viaje, solo dentro del Asia Menor recorrió

un mínimum de 1 700 km.

A lo anterior habría que añadir los viajes por tierras de Europa y por mar, los

caminos difíciles, las diferencias de altitud, etc. De una forma muy vívida,

Pablo mismo describió en el pasaje siguiente lo que estos viajes implicaron:

En peligros de muerte he estado muchas veces. Cinco veces recibí de

los judíos cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado con

varas; una vez fui apedreado; tres veces padecí naufragio; un día y

una noche pasé en el abismo. Viajes frecuentes; peligros de ríos;

peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los

gentiles; peligros en la ciudad; peligros en despoblado; peligros en el

mar; peligros entre falsos hermanos; trabajos y fatigas; noches sin

dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y
desnudez. Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la

preocupación por todas las Iglesias. ¿Quién desfallece sin que

desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo sin que yo me abrase?

2 Corintios 11, 23c-29

En efecto, como viajero desprotegido de toda escolta, sería víctima fácil de

bandidos, en particular en zonas rurales poco frecuentadas. Los viajes

marítimos no eran más seguros: los vientos podían ser de ayuda proa al este,

pero era peligroso poner rumbo a poniente y los naufragios eran frecuentes en

cualquier sentido. Aun en las grandes ciudades greco-romanas como Éfeso,

Pablo no dejaba de ser un judío, posiblemente con un zurrón al hombro,

queriendo cuestionar toda la cultura en nombre de quien había sido considerado

un criminal crucificado.122 Ni aun los «suyos» (los de su «clase», «raza» o

«estirpe», es decir, los judíos) dejaban de sancionarlo. 123 Finalmente, su labor ni

siquiera finalizaba luego de predicar el evangelio de Jesucristo o conformar una

comunidad.124

El teólogo protestante alemán Gustav Adolf Deissmann enfatizó el punto al

comentar que sentía «indecible admiración» a vista del esfuerzo puramente

físico de Pablo, que con toda razón podía decir de sí mismo que «azotaba su

cuerpo y lo domaba como a un esclavo» (1 Corintios 9, 27).125

Primer viaje[editar]

Pablo y Bernabé en Listra (1650), obra del artista holandés Nicolaes

Pietersz. Berchem. Musée d'art et d'industrie, Saint-Étienne (Francia).


Enviados por la Iglesia antioquena, Bernabé y Pablo partieron en el primer

viaje misional (Hechos 13-14), acompañados por Juan Marcos, primo de

Bernabé que oficiaba de auxiliar. Del relato surge que Bernabé habría dirigido

la misión en sus inicios.126 Zarparon de Seleucia, puerto de Antioquía ubicado a

25 km de la ciudad, hacia la isla de Chipre, patria de Bernabé.wAtravesaron la

isla desde Salamina en la costa oriental de Chipre, hasta Pafos en la costa

occidental.

En Pafos, Pablo logró un converso ilustre en la persona del procónsul romano

Sergio Paulo.x En su séquito se hallaba el mago Elimas, que procuró apartar al

procónsul de la fe. Pablo lo llamó «repleto de todo engaño y de toda maldad,

hijo del Diablo y enemigo de toda justicia», y dejó a Elimas ciego. Viendo lo

ocurrido, el procónsul creyó. Desde Pafos los misioneros navegaron

hacia Perge, en la región de Panfilia, en la costa sur del Asia Menor central. Es

aquí donde el relato de los Hechos de los Apóstoles comienza a llamar a Saulo

con su nombre romano Pablo, quien en adelante encabeza la misión. En esta

etapa los dejó Juan Marcos para regresar a Jerusalén, con gran disgusto de

Pablo como se indica más adelante.y

Pablo y Bernabé continuaron viaje tierra adentro, hacia la Anatolia centro-

meridional, tocando las ciudades del sur de Galacia: Antioquía de

Pisidia, Iconio, Listra y Derbe. La norma constante en Pablo, tal como la

presenta los Hechos, era la de predicar primero a los judíos a quienes suponía

más preparados para recibir el mensaje. El relato de los Hechos muestra

también la oposición activa que hacían «los de su raza» al anuncio evangélico.


Ante la resistencia abierta que le opusieron manifestó su intención de dirigirse

en adelante a los gentiles.z Los paganos comenzaron a acogerlo

gozosamente.Nota 6
Pablo y Bernabé deshicieron el camino desde Derbe, por

Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, hasta Perge; embarcaron en Atalía con

dirección a Antioquía de Siria, donde Pablo pasó algún tiempo con los

cristianos.aa

Si bien las epístolas auténticas de Pablo no brindan ninguna información sobre

este primer viaje, mencionan en cambio que predicó a los gentiles con

antelación al concilio de Jerusalén y que sufrió una lapidación, la cual tendría

correspondencia con la que padeció en Listra, según los Hechos.127

Concilio de Jerusalén[editar]

Ícono que representa a Santiago el Justo. Los textos de Gálatas 2, 9 y

Hechos 12, 17 y 15, 13 producen la misma impresión: que Santiago

ocupaba el primer lugar en la Iglesia de Jerusalén al momento del Concilio

de Jerusalén.

Artículo principal: Concilio de Jerusalén

Después de la primera misión paulina y durante la breve estadía del Apóstol en

Antioquía, arribaron algunos judaizantes,128 cuya prédica señalaba la necesidad

de la circuncisión para salvarse,129 por lo que desencadenaron un conflicto no

menor con Pablo y Bernabé. La Iglesia de Antioquía envió a Pablo, Bernabé y

algunos otros (entre ellos Tito, según Gálatas 2, 1) a Jerusalén para consultar a

los apóstoles y ancianos.130 Según las palabras del propio Pablo, esta sería su
segunda visita a Jerusalén después de su conversión («una vez más en catorce

años»). Este acontecimiento se data tradicionalmente del año 49, en tanto que

las posturas revisionistas varían en la datación, entre los años 47 y 51. 131 Según

Thiessen, este conflicto activó en Pablo su propia conversión, llevándola a

debate público como argumento para instruir acerca del riesgo que implicaba

admitir la circuncisión.132

Si bien con algunos matices, este hecho aparece tanto en la Epístola a los

gálatas como en el libro de los Hechos,133 y dio lugar a un conciliábulo

conocido como el Concilio de Jerusalén, en el que triunfó la postura de Pablo

sobre no imponer el ritual judío de la circuncisión a los conversos gentiles.134

La decisión adoptada en el concilio implicó un avance en la liberación del

cristianismo primitivo de sus raíces judías para abrirse

al apostolado universal.135 La cuestión resuelta allí parece haber sido puntual,136


137
aunque con implicaciones doctrinales que excederían el problema planteado.

En efecto, Pablo denunciaría más tarde la inutilidad de las prácticas cultuales

propias del judaísmo, que incluían no solo la circuncisión (Gálatas 6, 12) sino

además las observancias (Gálatas 4,10), para desembocar finalmente en la

concepción de que no es el hombre el que logra su propia justificación como

resultado de la observancia de la Ley divina, sino que es el sacrificio de Cristo

el que lo justifica gratuitamente, es decir, que la salvación es un don gratuito de

Dios (Romanos 3, 21-30).138

Controversia en Antioquía[editar]

Artículo principal: Incidente de Antioquía


San Pedro y San Pablo (c. 1605), óleo sobre tela de Guido Reni que se

conserva en la Pinacoteca de Brera. Ambos apóstoles tuvieron presencia

decisiva en el Concilio de Jerusalén y fueron protagonistas de la

controversia posterior en Antioquía.

Tras el concilio de Jerusalén, Pablo y Bernabé retornaron a Antioquía donde

tendría lugar una disputa de importancia. Según Gálatas 2, 12-14,

habiendo Simón Pedro comido con los gentiles, abandonó esta práctica ante la

llegada de hombres de Santiago que presentaron objeciones a esa praxis.139

Pablo reconocía la posición de Pedro, a quien consideraba uno de los pilares de

la Iglesia de Jerusalén,ab pero se sintió obligado a protestar y «le resistió en el

rostro».ac Le advirtió a Pedro que estaba violando sus propios principios y que

no caminaba rectamente de acuerdo con la verdad del evangelio. ad No se

trataba, pues, de una mera diferencia de opinión. Según Bornkamm, Pablo veía

en la actitud de Pedro una recaída en el legalismo, que volvía la espalda al

evangelio y a lo acordado anteriormente en Jerusalén, minimizando la

importancia de la fe en Cristo como superior a la ley.140

Es dudoso el resultado final de este incidente respecto de la prevalencia de una

opinión u otra.141142143 En cualquier caso, el conflicto tuvo consecuencias. Según

la Epístola a los gálatas, Bernabé también tomó posición a favor de los hombres

de Santiago, y esta podría ser una razón adicional de la separación de Pablo y

Bernabé, ae y de la salida de Pablo de Antioquía en compañía de Silas.

Segundo viaje[editar]
Vía Egnatia, calzada romana que atravesaba la península balcánica para

enlazar por mar con la vía Apia conducente a Roma. Fue utilizada

parcialmente por Pablo de Tarso en su segundo viaje.

Cimientos del puente romano que cruzaba el río a las afueras de la puerta

occidental de la antigua Filipos. Las piedras de pavimentación que

perduraron (a la derecha) son parte de la vía Egnatia, la calzada romana que

facilitaba los viajes a través de Macedonia a comienzos de nuestra era.

Probablemente cerca de allí se conformó a mediados del siglo I la

comunidad cristiana de Filipos, una de las más apreciadas por Pablo.

En el segundo viaje misionero Pablo se hizo acompañar por Silas. Partieron de

Antioquía y, atravesando las tierras de Siria y Cilicia,

alcanzaron Derbe y Listra, ciudades del sur de Galacia. En Listra se les

unió Timoteo (Hechos 16, 1-3).144 Luego, a través de Frigia, se encaminó hacia

el norte de Galacia, donde fundó nuevas comunidades. Por la Epístola a los

gálatas se sabe que Pablo enfermó mientras atravesaba Galacia y que, durante

esa estadía no planificada, gracias a su predicación surgieron allí las

comunidades gálatas.af No pudiendo proseguir hacia Bitinia, partió de Galacia

hacia Misia y Tróade, donde se presume se le unió Lucas.Nota 7

Decidió ir a Europa, y en Macedonia fundó la primera Iglesia cristiana europea:

la comunidad de Filipos.145 Después de sufrir azotes con varas y prisión a

manos de pretores romanos en Filipos,ag Pablo pasó a Tesalónica, ah donde tuvo


una corta estadía destinada a la evangelización, matizada por sus controversias

con los judíos.

La hostilidad de Tesalónica parece haber torcido la idea inicial de Pablo que,

según los autores, sería la de dirigirse a Roma, capital del Imperio. Así lo

indicaría el hecho de que Pablo transitó la reconocida Vía Egnatia hasta que,

luego de Tesalónica, cambió el rumbo para adentrarse más en Grecia.146147 En

efecto, la estancia en Tesalónica finalizó con la huida de Pablo a Berea,ai y su

posterior viaje a Atenas,aj donde intentó infructuosamente atrapar la atención de

los atenienses, famosos por su avidez de novedades, con un discurso en

el Areópago sobre el evangelio de Jesús resucitado.ak De allí se dirigió

a Corinto, donde permaneció durante un año y medio,al acogido por Aquila

y Priscila,am un matrimonio judeocristiano que había sido expulsado de Roma

debido al edicto del emperador Claudio,148 y que se convertirían en amigos

entrañables de Pablo.149 Durante su estadía en Éfeso, Pablo fue conducido ante

el tribunal de Galión, procónsul de Acaya.an Se trata de Lucio Junio Anneo

Galión, hermano mayor del filósofo Séneca, cuyo mandato se menciona en la

llamada inscripción de Delfos, una evidencia epigráfica que originalmente se

hallaba en el templo de Apolo, descubierta en Delfos (Grecia) en el año 1905.150

Desde el punto de vista histórico, esta prueba es considerada clave y segura, 4151
152
y permite datar de los años 50 a 51 la presencia de Pablo en Corinto. 153 En el

año 51, Pablo redactó la Primera epístola a los tesalonicenses, el documento

más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente volvió a Antioquía.

Tercer viaje[editar]
Véase también: La mujer en las epístolas de Pablo de Tarso

El tercer viaje de Pablo de Tarso fue sin dudas complejo, y enmarcó su misión

más sufrida, por varias razones. Esta etapa incluyó la experiencia de una muy

fuerte oposición (en su propio decir, «fieras»ao y «muchos adversarios»ap) y de

tribulaciones (con probable prisión) que llegaron a «abrumar» al Apóstol, aq

además de verse jalonada por las crisis que sacudieron las comunidades de

Galacia y de Corinto y que motivaron la intervención de Pablo y de su equipo,

por medio de sendas epístolas suyas y de visitas personales. Sin embargo, a la

postre fue una de las misiones más fecundas. Tradicionalmente esta etapa se

data de los años 54 a 57, en tanto que las posturas revisionistas tienden a

ubicarla entre los años 51 y 54. En esa etapa de su vida, Pablo escribió buena

parte de su obra epistolar.

Desde Antioquía, Pablo pasó por el norte de Galacia y Frigia «para confirmar a

todos los discípulos» que había allí,ar y siguió hasta Éfeso, capital de Asia

Menor,Nota 8 donde fijó su nueva sede de misión, 154 y desde donde evangelizó

toda el área de influencia acompañado por el equipo que dirigía.155156

Predicación de San Pablo, uno de los vitrales realizados por Joseph

Ehrismann (1880-1937), ubicado en el Templo protestante de " Notre

Seigneur Jésus-Christ" en Bischheim, Departamento del Bajo Rin, en la

región de Alsacia.

Primero se dirigió a los judíos en la sinagoga pero, como luego de tres meses

seguían manifestándose incrédulos, comenzó a impartir sus enseñanzas en la


«escuela de Tirano».as No se dispone de más información sobre esta «escuela».

Sin embargo, esta breve noticia se considera verídica, aun por parte de quienes

asumen una actitud de desconfianza ante el libro de los Hechos de los

Apóstoles (por ejemplo Helmut Köester, discípulo de Bultmann, Bornkamm y

Käsemann).157 Algunos conjeturan que se trataría de una escuela de retórica que

alquilaba el local a Pablo en las horas libres. 158 El texto occidental (códice de

Beza) indica que Pablo enseñaba allí desde las 11 de la mañana hasta las 4 de la

tarde («desde la hora quinta hasta la décima»). Si esta noticia es cierta, podría

tratarse de una forma temprana de catequesis, efectuada de modo regular. Pero

según Vidal, es posible que la enseñanza diaria de Pablo en «la escuela de

Tirano» apuntara a una especie de escuela teológica paulina en esa ciudad,

lugar de estudio de temas relacionados con la interpretación de la Escritura.159

Poco después de llegar a Éfeso, Pablo habría escrito su carta a las iglesias de

Galacia, motivada por las pretensiones de unos misioneros judaizantes

opositores del Apóstol, que exigían la circuncisión a los cristianos gálatas de

origen gentil.160 Tanto la carta, un manifiesto de la libertad cristiana para

oponerse a la tentativa de judaización de aquellas Iglesias, como su portador

Tito, tuvieron éxito al lograr la conservación de la identidad paulina de las

comunidades de Galacia.

También en esta etapa llegaron a oídos de Pablo noticias sobre graves

problemas surgidos en la Iglesia de Corinto: formación de facciones dentro de

la comunidad, animadversión contra el propio Pablo, escándalos, y problemas

doctrinales diversos, de todo lo cual se tiene noticia únicamente por sus


cartas.161 Pablo les escribió por lo menos cuatro epístolas (según Vidal

García, op.cit., hasta seis). De ellas se conservaron hasta hoy las dos conocidas,

probables resultantes de la fusión por parte de un recopilador, quizá a fines del

siglo I, de los originales fragmentados de cuatro.162 Las primeras dos cartas, hoy

probablemente fusionadas en la que conocemos como Primera epístola a los

corintios, constituyeron serias advertencias a esa comunidad contra las

dramáticas divisiones dentro de ella,at al igual que contra algunos casos

escandalosos, como el de la unión conyugal incestuosa, au y la práctica de la

prostitución.av Los problemas con esta comunidad continuaron, fomentados por

unos misioneros enfrentados con el equipo paulino. Esto dio ocasión a la

tercera carta, representada hoy por el fragmento de 2 Corintios 2, 14 - 7, 4. 163

Entre la tercera y la cuarta carta, Pablo se dirigió a Corinto en la que constituyó

una visita dolorosa: se encontró con una Iglesia levantada contra él, que incluso

lo agravió públicamente.164 A su vuelta a Éfeso, Pablo escribió la cuarta carta a

la comunidad corintia (2 Corintios 10, 1-13, 13), conocida como la Carta de

las lágrimas.165166 No se trataba solo de un mensaje apologético de defensa

frente a sus adversarios, sino que estaba cargado de emotividad.

Artemisa como la «Señora de Éfeso», imagen datada del siglo I. Se trata de una

copia romana de la estatua que era objeto de culto en el templo de Artemisa

(Éfeso). Actualmente se conserva en el Museo arqueológico de Éfeso (Selçuk,

Turquía).
Se considera segura la estadía de Pablo en Éfeso durante 2 o 3 años. 167 Entre los

sucesos narrados por los Hechos se cuentan el enfrentamiento de Pablo con los

siete hijos exorcistas de un sacerdote judío y la llamada «revuelta de los

plateros», una sublevación hostil provocada por un tal Demetrio y secundada

por otros orfebres consagrados a la diosa Artemisa. La prédica de Pablo habría

irritado a Demetrio, quien fabricaba pequeños santuarios de plata copiando el

de Artemis de Éfeso, con no pocas ganancias para él.

«Compañeros, vosotros sabéis que a esta industria debemos el

bienestar; pero estáis viendo y oyendo decir que no solamente en

Éfeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo persuade y aparta a mucha

gente, diciendo que no son dioses los que se fabrican con las manos.

Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en

descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa

sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a

quien adora toda el Asia y toda la tierra».

Palabras de Demetrio, según los Hechos de los Apóstoles 19, 25-27

El tono del relato de los Hechos y el cuadro que describe es diferente del de las

epístolas paulinas, por lo cual algunos estudiosos no están seguros de su

historicidad.168 En cambio otros, aun señalando la ausencia de estas noticias en

los escritos de Pablo, encuentran en sus cartas posibles alusiones a la

tumultuosa estancia del Apóstol en Éfeso.169 Las dificultades que Pablo habría

padecido en Éfeso sugieren que el Apóstol podría haber sufrido prisión allí.

Esta posibilidad es importante no solo como hecho biográfico, sino además a la


hora de datar el tiempo y lugar en que Pablo escribió su Epístola a los filipenses

y la Epístola a Filemón, cuyas redacciones en el decir del propio Apóstol

tuvieron lugar mientras estaba prisionero (Filipenses 1, 12-14; Filemón 1, 8-

13).170171

Imagen que representa a San Pablo escribiendo, de una versión manuscrita

de las cartas de san Pablo datada de los inicios del siglo IX

(Württembergische Stuttgart Landesbibliothek, HB II 54). El origen del

manuscrito se atribuye a la Abadía de San Galo, bajo el escriba Wolfcoz. La

imagen resulta de una antigua tradición medieval de representar al autor de

un texto. Se cree que es una de las primeras representaciones de san Pablo

en el arte europeo. La inscripción dice: «S(AN)C(TU)S PAULUS» y «sedet

hic scripsit» («se sienta aquí y escribe»).

No se puede aseverar si, luego de su estancia en Éfeso, Pablo marchó

inmediatamente a Corinto o pasó de Macedonia al Ilírico, por vez primera, para

girar una breve visita de evangelización.aw En cualquier caso, Pablo llegó a

Corinto, en la que probablemente sería su tercera visita a aquella ciudad.

Permaneció tres meses en Acaya.ax

En aquella época Pablo escribió la que, según la mayoría de los especialistas,

fue la última carta de su autoría que se conserva: la Epístola a los romanos,

datada de los años 55 a 58.Nota 9 Esta carta es el testimonio más antiguo de la

existencia de la comunidad cristiana de Roma, y su nivel de importancia es tal

que Bornkamm llega a referirse a ella como «el testamento de Pablo». 172 Pablo
señala entonces su proyecto de visitar Roma, ay y desde allí marchar a Hispania

y el Occidente.

Entre tanto, Pablo venía pensando en regresar a Jerusalén. En ese tiempo

procuró que sus iglesias gentiles realizaran una colecta para los pobres de

Jerusalén.173174 Cuando ya había decidido embarcarse en Corinto con rumbo a

Siria, algunos judíos tramaron contra él una conjura y Pablo resolvió regresar

por tierra, a través de Macedonia.az Acompañado por algunos discípulos de

Berea, Tesalónica, Derbe y Éfeso, Pablo se embarcó en Filipos hacia Tróade,ba

pasando luego por Aso y Mitilene.bb Bordeando la costa de Asia Menor, navegó

desde la isla de Quíos a la isla de Samos y luego a Mileto, donde pronunció un

importante discurso a los ancianos de la Iglesia de Éfeso convocados allí.bc

Luego navegó hasta la isla de Cos, Rodas, Patara de Licia y Tiro de

Fenicia,bd Tolemaida y Cesarea Marítima.be Por tierra llegó a Jerusalén, donde

habría logrado entregar la colecta que tan arduamente había reunido.175

Se sabe por la Epístola a los romanos 15 que Pablo veía con cierta

preocupación su retorno a Jerusalén, tanto por la posibilidad de ser perseguido

por los judíos como por la reacción que pudiera tener la comunidad de

Jerusalén hacia su persona y hacia la colecta realizada por las comunidades que

él había fundado.176Llamativamente, los Hechos de los Apóstoles no comentan

la entrega de la colecta, lo que podría ser indicio de un final conflictivo en el

cual Pablo no alcanzó a disolver los recelos que aún perduraban en la

comunidad de Jerusalén respecto de su predicación

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