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Trabajo de autopsia psicológica :

I. Antecedentes:

La autopsia psicológica tiene raíces que se extienden a lo largo de la historia de las


investigaciones sobre suicidios y el interés por comprender los factores detrás de la toma de
decisiones de personas que han fallecido. Aunque el término "autopsia psicológica" se
atribuye a los psicólogos Norman Faberow, Robert Litman y Edwin Shneidman en el siglo
XX, sus fundamentos se relacionan con los trabajos de Émile Durkheim y Sigmund Freud en
el siglo XIX. Durkheim, un sociólogo pionero, exploró las causas sociales del suicidio,
mientras que Freud contribuyó a nuestra comprensión de la psicología de la
autodestrucción.

A lo largo de los años, la autopsia psicológica ha evolucionado y se ha adaptado a las


necesidades de las investigaciones forenses y de salud mental. Su desarrollo metodológico
ha permitido obtener una comprensión más profunda de las motivaciones detrás de actos
autolesivos y ha demostrado ser útil en numerosos contextos.

En la concepción popular, el término "autopsia" generalmente se asocia con la


determinación de las causas de la muerte realizada por un médico forense. Sin embargo, en
algunas situaciones, surgen circunstancias que plantean interrogantes y que solo pueden
abordarse a través de una "autopsia psicológica". Estas situaciones resaltan la importancia
de comprender el contexto y el estado mental del difunto antes de su fallecimiento, con el
propósito de esclarecer los motivos detrás de la muerte.

Por ejemplo, lo que inicialmente parece ser un homicidio podría en realidad ser un suicidio.
Por lo tanto, es fundamental que un profesional competente realice una investigación
exhaustiva que examine los antecedentes y los eventos previos a la fecha de la defunción.

II.Qué implica la Autopsia Psicológica?


Cuando oímos el término "autopsia", inmediatamente pensamos en un médico realizando
disecciones en un cadáver para determinar las causas de la muerte. Sin embargo, si se
agrega el adjetivo "psicológica" a esta ecuación, es probable que no comprendamos de
inmediato a qué proceso se refiere. En este caso, el protagonista principal es el perito
psicólogo, cuya labor consiste en crear una representación precisa de la personalidad del
individuo fallecido y examinar las trayectorias de su vida, así como posibles motivaciones
detrás de su muerte.

Llevar a cabo una investigación pericial detallada y minuciosa es esencial para analizar en
profundidad la psicología del sujeto, utilizando documentos y entrevistas con familiares y
allegados para obtener una imagen lo más completa posible.

El origen de esta práctica se encuentra en los casos de muertes en circunstancias


ambiguas. Con el propósito de esclarecer estos eventos, se desarrollaron diversas técnicas
que eventualmente se consolidaron en lo que hoy conocemos como autopsia psicológica.
Este enfoque implica una colaboración multidisciplinaria entre las áreas de criminología,
psicología y medicina.
II. Objetivos de la Autopsia Psicológica

La autopsia psicológica busca arrojar luz sobre el estado mental de un individuo fallecido en
el momento de su muerte. El enfoque principal está en casos de suicidio o muertes
inusuales cuyas circunstancias no están claras. Al realizar una autopsia psicológica, un
profesional de la salud mental se embarca en un proceso que puede ayudar a revelar las
luchas emocionales y psicológicas que llevaron a la muerte del individuo. A menudo, el
objetivo es comprender si hubo un trastorno mental subyacente o una crisis emocional que
contribuyó al trágico desenlace.

III. Componentes de la Autopsia Psicológica


La realización de este tipo de procedimientos requiere, en primer lugar, la participación de
un profesional competente, un psicólogo forense. Es crucial que este experto visite la
escena del crimen para realizar una observación detallada.

La observación de la escena puede proporcionar pistas sobre la personalidad del individuo y


revelar evidencias que sean útiles como pruebas en el proceso pericial. La investigación se
centra en responder preguntas como si existía alguna motivación previa a la muerte, cuáles
fueron las causas del fallecimiento y cómo se encontró al difunto en un primer momento.

La correlación de estos elementos y el esfuerzo por establecer una relación causal entre
ellos son fundamentales en el proceso de autopsia psicológica. Además de la observación
de la escena, es esencial acceder al historial clínico del paciente, abordando tanto aspectos
de salud física en busca de posibles patologías, como aspectos de salud mental para
comprender su estabilidad emocional y personalidad.

Cuándo Realizar una Autopsia Psicológica


Las autopsias psicológicas no deben ser consideradas a la ligera, ya que solo se justifican
en circunstancias específicas. Pero, ¿cuándo es apropiado realizar una autopsia
psicológica? Por lo general, se recurre a esta herramienta cuando existen dudas sobre las
circunstancias de la muerte, es decir, cuando se cuestiona si se trata de un homicidio, una
muerte natural, accidental o un suicidio.

Otra razón importante para realizar una autopsia psicológica es determinar el estado mental
del difunto antes de su fallecimiento, especialmente en situaciones relacionadas con
herencias o seguros de vida, donde los familiares pueden tener motivos para apelar o
impugnar ciertos aspectos legales.

En casos que involucran seguros de vida, la autopsia psicológica desempeña un papel


esencial al determinar las causas de la muerte, ya que esto afecta directamente la
percepción de la indemnización por fallecimiento.

Independientemente de la razón, es fundamental contar con la intervención de un perito


competente que pueda identificar los detalles del caso y comprender cómo interpretarlos.

Usos de la Autopsia Psicológica


Una pregunta común es: ¿para qué sirve realizar una autopsia psicológica? Esta
herramienta, en manos de psicólogos forenses, se utiliza principalmente para agilizar y
facilitar investigaciones criminales. Se aplica especialmente en casos donde se encuentran
cuerpos en circunstancias ambiguas, y los investigadores tienen dificultades para
determinar si se trata de un homicidio o un suicidio.

Cuando la policía se enfrenta a una escena de muerte, se ponen en marcha los


mecanismos de investigación criminalística. El primer paso es determinar las causas de la
muerte, que pueden ser naturales, accidentales, suicidio u homicidio. En muchos casos, la
autopsia psicológica es esencial para obtener respuestas en esta fase.

Además, el estudio de la personalidad del individuo puede ayudar a establecer medidas


preventivas para evitar futuros suicidios. Estas investigaciones pueden proporcionar datos
que, una vez compartidos, aclaren patrones de comportamiento, lo que puede contribuir a
prevenir situaciones similares en el futuro.

La determinación del estado mental del individuo antes de su muerte también puede influir
en las circunstancias posteriores al fallecimiento. Por ejemplo, si la autopsia psicológica
revela que la persona no estaba en pleno juicio, se pueden tomar decisiones sobre la
validez de testamentos o procesos judiciales relacionados con este estado.

Técnicas Comunes en la Autopsia Psicológica


Cada profesional puede tener su enfoque particular para realizar autopsias psicológicas,
pero existen técnicas y herramientas comunes que son ampliamente reconocidas. A pesar
de la falta de un modelo estandarizado, ciertos elementos clave deben ser examinados
detenidamente:

- Recopilar datos sobre los antecedentes demográficos del difunto, así como sobre sus
relaciones sociales.
- Realizar un análisis de posibles indicios de actitudes y comportamientos suicidas.
- Realizar entrevistas cognitivas con familiares y personas cercanas.
- Observar la escena del crimen.

Estas técnicas son esenciales para recopilar información que ayudará a establecer causas y
relaciones causales entre el lugar de los hechos y la personalidad del individuo fallecido.

Técnica MAPI
El Modelo de Autopsia Psicológica Integrado, o técnica MAPI, es un protocolo que involucra
una entrevista que evalúa diversas dimensiones relacionadas con el individuo fallecido. El
objetivo principal es obtener una representación precisa y poco sesgada, evitando la
subjetividad en la evaluación.

Las dimensiones más importantes que se examinan son las mentales, afectivas,
psicosociales e interpersonales. Este proceso busca abordar las lagunas en diferentes
aspectos de la personalidad del individuo, como inteligencia y juicio, estados de ánimo,
relaciones sociales y antecedentes personales. La técnica MAPI sigue un enfoque
multidisciplinario que implica la colaboración de diversos profesionales, desde criminalistas
hasta psicólogos, para llegar a un consenso en la decisión y reflejar los resultados en un
informe pericial psicológico.

Entrevistas Cognitivas
Las entrevistas cognitivas, que son parte del método MAPI, también son una herramienta
por derecho propio. Estas entrevistas están dirigidas principalmente a familiares del fallecido
o a personas cercanas que lo conocieran bien, como amigos o compañeros de trabajo. Es
esencial que los entrevistados tengan un conocimiento íntimo del individuo fallecido para
proporcionar información relevante para la investigación pericial.

Estas entrevistas ayudan a conocer la vida previa del individuo, incluyendo sus rutinas,
pensamientos y comportamiento. Además, pueden tener un valor terapéutico al ayudar a los
familiares a asimilar la situación. Es importante realizar estas entrevistas cuando haya
pasado el tiempo suficiente para que las emociones se estabilicen, evitando hacerlo
inmediatamente después del fallecimiento, cuando las emociones pueden nublar el juicio.

Cómo se Lleva a Cabo una Autopsia Psicológica


Cuando se realiza una autopsia psicológica, es fundamental contar con un profesional
competente, generalmente un perito psicólogo. Estos especialistas están bien preparados
para llevar a cabo investigaciones periciales, ya que tienen conocimientos sobre el
comportamiento y las pautas de conducta humanas.

Algunos autores han propuesto dimensiones esenciales que deben incluirse en una
investigación pericial psicológica. Estas dimensiones pueden ser variadas y abarcar
diferentes aspectos:

- Información personal del fallecido, como nombre, edad, sexo, ocupación, religión, estado
civil, entre otros.
- Detalles sobre la muerte.
- Historia familiar, incluyendo hermanos, cónyuge, enfermedades médicas, intentos de
suicidio y más.
- Historia de muertes en la familia.
- Modelos familiares de respuesta al estrés.
- Tensiones recientes o problemas pasados.
- Historia de consumo de alcohol y drogas en el entorno familiar.
- Relaciones interpersonales.
- Fantasías, sueños, premoniciones y pensamientos sobre la muerte, el suicidio o
accidentes antes de la muerte.
- Cambios en los hábitos, intereses, alimentación, patrones sexuales y otras rutinas antes
de la muerte.
- Información que describa los planes de vida.
- Evaluación de intenciones.
- Tasa de letalidad.
- Reacciones de las personas que recibieron la noticia de la muerte.
- Comentarios y anotaciones especiales.

Estas dimensiones son fundamentales para abordar los objetivos específicos de la


investigación pericial. Estos objetivos pueden variar según las circunstancias que motiven el
informe pericial, ya sea para una compañía de seguros de vida, un cliente particular o en
casos de disputas testamentarias.

Como mencionamos anteriormente, las técnicas especializadas, como el método MAPI y las
entrevistas personales, se utilizan para recopilar información relevante que ayude a
establecer las causas y relaciones causales entre el lugar del crimen y la personalidad del
individuo fallecido

III. Metodología de la Autopsia Psicológica

El proceso de autopsia psicológica es meticuloso y requiere recopilar información de varias


fuentes para reconstruir el rompecabezas de la vida del individuo fallecido. Esto involucra:

- Entrevistas con familiares y amigos: Los seres queridos proporcionan información valiosa
sobre el comportamiento, las emociones y los cambios en el individuo antes de su muerte.

- Examen de documentos: Los registros de atención médica, escritos personales y


correspondencia pueden proporcionar pistas sobre el estado mental del individuo.

- Investigación de áreas clave: Los psicólogos forenses analizan aspectos como el uso de
sustancias, antecedentes médicos, salud mental, factores estresantes, relaciones
interpersonales, comportamiento y comunicación.

- Información personal y biográfica: Esto incluye detalles sobre la vida de la persona, como
ocupación, estado civil o de relación, antecedentes penales y familiares, y otros factores
que pueden haber contribuido a su situación.

IV. Casos y Aplicaciones

La autopsia psicológica se aplica en una variedad de contextos legales y de salud mental:

- Procedimientos de capacidad testamentaria: En casos en que se cuestiona la capacidad


de una persona fallecida para ejecutar un testamento válido en algún momento anterior.

- Litigios de seguros de vida y de indemnización laboral:** Cuando se cuestiona la causa de


la muerte de una persona, incluida la existencia de posibles factores psicológicos que
puedan haber contribuido.

- Litigios penales:Cuando el estado psicológico de una persona fallecida es relevante para


aspectos de un procedimiento penal.

Además, las agencias de salud mental utilizan la autopsia psicológica como una
herramienta para evaluar los casos de clientes que se suicidan. Esto contribuye a
comprender las causas del suicidio y a identificar buenas o malas prácticas en la atención
de la persona. Además, estas investigaciones tienen el potencial de mejorar la atención y la
práctica futuras.

V. Limitaciones y Fiabilidad
La autopsia psicológica no está exenta de limitaciones. La falta de estandarización en la
técnica y capacitación de los investigadores puede aumentar la probabilidad de
evaluaciones poco fiables y opiniones no válidas. Además, una limitación obvia radica en la
incapacidad de los psicólogos para evaluar directamente al individuo fallecido. Esto significa
que deben basarse en fuentes de información de terceros, que pueden estar sujetas a
sesgos o inexactitudes. Por ejemplo, los informantes pueden distorsionar la representación
del estado mental y la conducta del difunto, ya sea de manera consciente para influir en un
caso legal o inconscientemente debido a sus propias emociones.

A pesar de estas limitaciones, la autopsia psicológica sigue siendo una herramienta valiosa
para explorar el estado mental postmortem, especialmente en casos donde no hay una
explicación clara de la muerte.
La duda sobre su fiabilidad y validez es una de las razas por las que esta técnica no se
emplea con mayor frecuencia. Existen limitaciones significativas en la confiabilidad de las
conclusiones obtenidas mediante autopsias psicológicas. Por ejemplo, la falta de una
técnica o procedimiento de evaluación estandarizado, es decir, la uniformidad en la
capacitación de los investigadores en la aplicación de esta técnica, aumenta el riesgo de
evaluaciones poco confiables y opiniones inválidas.

Además, una limitación evidente es la incapacidad del psicólogo para evaluar directamente
al individuo cuyo estado mental en un momento anterior es relevante, ya sea mediante
entrevistas o la administración de pruebas psicológicas, si es apropiado.

Otras limitaciones incluyen el tiempo transcurrido, la falta de registros o su disponibilidad


limitada, así como los posibles recuerdos erróneos de terceros que son entrevistados por el
examinador, ya que las personas pueden verse afectadas y ser menos precisas.

Un factor particular que influye en la confiabilidad de la autopsia es cuando los informantes


entrevistados por el psicólogo distorsionan las representaciones del estado mental y el
comportamiento del difunto. Esto puede ocurrir de manera consciente, por ejemplo, cuando
los informantes buscan un resultado específico en un caso legal, o de manera inconsciente,
cuando los informantes no reconocen ni informan comportamientos suicidas debido a la
culpabilidad por la muerte.

Se ha realizado una cantidad limitada de investigaciones para examinar la confiabilidad y


validez de las opiniones formadas a través de autopsias psicológicas.

¿Por qué mueren las personas?

Este tipo de información es valiosa para comprender la psicología de quienes se quitan la


vida y entender por qué toman esa decisión. Uno de los principios fundamentales en
suicidología establece que casi todos, el 90% o más, de quienes se suicidan sufren uno o
varios trastornos mentales, y se establece un vínculo causal entre ellos. Los estudios de
autopsia psicológica constituyen una de las principales fuentes de evidencia para respaldar
esta afirmación.
En resumen, la autopsia psicológica es un proceso complejo y multidisciplinario que busca
arrojar luz sobre las circunstancias de la muerte de un individuo, teniendo en cuenta su
personalidad y motivaciones. Un perito psicólogo desempeña un papel central en este
proceso, y se utilizan diversas técnicas para recopilar información que es crucial en
investigaciones criminales y situaciones legales.

Sin embargo, se plantea la pregunta de si es posible diagnosticar aspectos psicológicos o


psiquiátricos de personas fallecidas únicamente a través de entrevistas con familiares o
amigos. ¿Puede considerarse fiable un diagnóstico basado en la información obtenida
mediante preguntas a estos informantes?

La autopsia psicológica por sí sola no puede considerarse como un elemento único y


suficiente para establecer un diagnóstico. Para obtener una comprensión más allá del
diagnóstico de trastornos mentales, se sugiere complementar los resultados de la autopsia
con enfoques cualitativos que se centren en la comprensión más profunda del suicidio.

Se aconseja llevar a cabo entrevistas cualitativas con un número sustancial de informantes


en cada caso de suicidio, permitiendo que cada uno cuente su versión de por qué creen que
su ser querido se quitó la vida. A partir de estas narrativas, se puede analizar con el
propósito de descubrir las razones detrás de la decisión de esa persona de poner fin a su
vida en ese momento específico.

Esto, a su vez, contribuirá a nuestra comprensión global del suicidio, lo que significa para
las personas que lo llevan a cabo en sus contextos individuales y, por lo tanto, informará las
prácticas de prevención del suicidio.

A medida que los campos de la psicología forense e investigativa continúan evolucionando,


es posible que esta herramienta se convierta en un recurso más prominente de lo que ha
sido en el pasado.

VI. Contribución a la Suicidología

La autopsia psicológica ha sido fundamental para confirmar la relación entre los trastornos
mentales y el suicidio. Estudios basados en esta técnica han demostrado que
aproximadamente el 90% o más de las personas que se suicidan padecen uno o más
trastornos mentales. Estos hallazgos han sido una base importante para la comprensión de
las causas del suicidio.

Sin embargo, la validez de realizar un diagnóstico psicológico o psiquiátrico postmortem


basado únicamente en la información de familiares y amigos aún es motivo de debate. Esta
cuestión plantea desafíos en la interpretación de los hallazgos de la autopsia psicológica,
especialmente cuando se trata de determinar la presencia y la naturaleza de los trastornos
mentales en el individuo fallecido.

VII. Enfoques Complementarios


Para abordar las limitaciones de la autopsia psicológica, se sugiere utilizar enfoques
cualitativos adicionales. Realizar entrevistas cualitativas con múltiples informantes cercanos
al fallecido, como familiares y amigos, puede proporcionar una visión más completa de la
vida y las circunstancias que llevaron al suicidio. Cada informante tiene la oportunidad de
contar su historia y ofrecer perspectivas personales, lo que puede arrojar luz sobre por qué
la persona decidió quitarse la vida en ese momento específico. Este enfoque enriquece la
comprensión general del suicidio, sus significados para las personas involucradas y sus
contextos individuales. Contribuye significativamente a la prevención del suicidio al revelar
factores que no siempre son evidentes en los datos objetivos recopilados durante la
autopsia psicológica.

VIII. Conclusiones

En conclusión, la autopsia psicológica es una herramienta valiosa en investigaciones


forenses y de salud mental. Aunque presenta limitaciones en términos de estandarización y
la obtención de información de terceros, sigue siendo fundamental para la comprensión del
estado mental de individuos fallecidos, especialmente en casos de suicidio. Para lograr una
comprensión más completa y precisa, es necesario complementar los resultados con
enfoques cualitativos que se centren en la experiencia subjetiva y las percepciones de los
familiares y amigos cercanos.

IX. Futuro de la Autopsia Psicológica

El futuro de la autopsia psicológica dependerá de los avances en su metodología y


aplicación. A medida que se desarrollen mejores prácticas y se aborden las limitaciones, es
posible que esta técnica desempeñe un papel aún más crucial en investigaciones futuras.
Con la creciente atención a la salud mental y la prevención del suicidio, la autopsia
psicológica podría ser una herramienta dominante en la mejora de la atención y la práctica
en estos campos.

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