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5.2. El bienio reformista.

El gobierno provisional republicano presidido por Alcalá-Zamora, compuesto por Republicanos, socialistas y
nacionalistas, convocó unas elecciones constituyentes a la par que comenzaba reformas urgentes en todos los
ámbitos.

El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino con
23 años. Gran variedad de ideologías y un 65% de participación. El resultado fue mayoría para los partidos
republicanos: PSOE, Partido Republicano Radical, Partido Republicano Radical Socialista, ERC, Acción
Republicana y Derecha Liberal Republicana. Este arco parlamentario duró hasta 1933.

Gobierno.
Con la nueva constitución aprobada en diciembre de 1931, se organizó un nuevo gobierno con Alcalá como
presidente de la República y Azaña presidente del gobierno. Era un gobierno entre republicanos de izquierda
y socialistas. El contexto internacional era muy complicado y no favorecía la estabilidad del nuevo gobierno:
Crisis económica mundial y establecimiento de dictaduras: Alemania, Italia, URSS.
Algunos ministros fueron: Azaña, Álvaro de Albornoz, José Giral, Santiago Casares, Prieto, Francisco Largo
Caballero… Es un giro hacia la izquierda.

Reformas
Azaña continuó con la política reformista:
--Religiosa: para reducir la influencia, disolvieron a los Jesuitas, se confiscaron sus bienes, se aprobó el
divorcio, se secularizaron los cementerios y se formuló la ley de congregaciones. Además, se produjeron
asaltos a conventos, iglesias… La Iglesia se opuso a la República de forma tajante.
--Militar: comenzó con el gobierno provisional para republicanizarlo y modernizarlo. Se facilitó el retiro, se
redujeron las regiones militares, se cerró la Academia de Zaragoza... Todas las reformas quedaron frenadas
por la falta de presupuesto. Se generó un malestar en el ejército.
--Agraria: comenzó con el gobierno provisional para eliminar el latifundismo y crear pequeños propietarios
para modernizar la producción y que fueran fieles a la República. La aprobación de la Ley de reforma agraria
en 1932 buscaba el reparto de tierras. Se creó el IRA para expropiar la tierra y repartirla, bien de forma
individual o colectiva. El dinero escaso, la oposición de propietarios y la lentitud de reformas provocaron el
descontento del campesinado.
--Laborales: el socialista Largo Caballero con el objetivo de mejorar la vida laboral, promovió convenios
colectivos, se protegió el derecho de huelga y seguros sociales. Esto no sirvió para frenar el paro que era muy
amplio en toda España.
--Educativa: con el objetivo de mejorar el nivel educativo, se siguió el modelo de la Institución Libre de
Enseñanza, se promovió la enseñanza primaria (nuevas escuelas, nuevas plazas de maestro...). La ausencia de
dinero hizo difícil el asentamiento de la reforma.
--Organización territorial: para favorecer la descentralización, se favoreció la creación de gobiernos
autonómicos. En 1932 se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña y el de Estella de 1931 fue rechazado
por el gobierno reformista y se volvió a presentar en 1934 con la separación de Navarra. Fue paralizado por el
gobierno conservador. El Estatuto vasco se aprobó en 1936. La oposición en estos años fue intensa:
monárquicos, CEDA, FAI, CNT y UGT.

Azaña, ante estos movimientos, con el avance de los radicales y derechistas en las municipales de 1933 y con
la coalición deshecha, convocó elecciones para el 19 de noviembre de 1933. En estas, las derechas se
presentaron unidas, las izquierdas separadas, el anarquismo no quiso participar y era la primera vez que
votaron las mujeres.

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