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Independientemente de
escrache y fascismo lo problemático que resulta ese criterio,
lo cierto es que difícilmente la situación
Héctor Ghiretti política actual del país pueda caliicarse
Universidad Nacional de Cuyo, Argentina de normal, al menos desde el punto de
vista democrático-liberal. Desde entonces
el kirchnerismo, facción proveniente del
Vasos comunicantes peronismo y otras fuerzas políticas, no
ha abandonado el poder, generando una
seguidilla de tres períodos de gobierno
En el discurso democrático no hay peor consecutivos en la que Kirchner, falle-
condena que caliicar a una persona, una cido en 2010, fue sucedido por su esposa,
institución, una idea o actitud de fascista. Cristina Fernández. A medida que el clima
El fascismo parece ser la condición más económico y social le era cada vez más
abyecta y horrenda en materia de sensibi- adverso, el kirchnerismo –que comparte
lidad política contemporánea. La suma de algunos rasgos del llamado populismo lati-
todo lo que un demócrata rechaza y detesta. noamericano– comenzó a impulsar polí-
Esta idea de radical enemistad entre fas- ticas progresivamente más agresivas en
cismo y democracia está, sin embargo, materia de comunicación, propaganda y
lejos de ser indiscutida. Yaacov Talmon, hegemonía cultural e institucional, con un
profesor de la Universidad Hebrea de fuerte acento en lo ideológico.
Jerusalén, publicó a ines de los cincuenta Las últimas elecciones presidenciales
un libro fundamental para comprender la de 2011 supusieron una arrasadora victoria
naturaleza el fascismo: Los orígenes de la por el 54% de los votos, lo que se tradujo
democracia totalitaria. Talmon sostenía en una radicalización del proyecto hege-
que fenómenos políticos como el fascismo mónico, sintetizado en la consigna pre-
eran en realidad subespecies de la demo- sidencial del “vamos por todo”. En este
cracia. Las contemporáneas teorías sobre el clima de total superioridad del gobierno, la
populismo no hacen sino reairmar indirec- esfera pública ha experimentado una serie
tamente este parentesco. Estas corrientes de fenómenos distorsivos. La oposición
subterráneas que conectan fenómenos apa- se halla desarticulada y ha perdido capa-
rentemente antitéticos permanecen insos- cidad de respuesta. Las voces críticas y la
pechadas para las formas más vulgares o disidencia han sido acorraladas a ámbitos
supericiales de caracterización ideológica. reducidos. No son infrecuentes episodios
Así, algo que parece totalmente rechazable de presión institucional, vigilancia y tam-
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desde el punto de vista democrático es casi bién extorsión (conocidos como “aprietes”)
inevitablemente tildado de fascista. a través de organismos del Estado. En este
clima enrarecido, muchos dirigentes polí-
ticos e intelectuales no han dudado en
Un ambiente político enrarecido advertir tendencias “totalitarias” y deriva-
ciones “fascistas” en el gobierno.
Una de las promesas que hiciera el ex El descontento ciudadano, en con-
presidente Néstor Kirchner al recibir el secuencia, ha buscado formas no insti-
bastón presidencial en 2003, después de tucionales de expresión, tales como las
una profunda crisis económica, política y huelgas, las marchas callejeras y otras
social, fue convertir a la Argentina en un formas de protesta directa, al menos hasta
Una paradoja argentina: escrache y fascismo 163
deliberada, o como se diría en un giro tam- casos quizá más lagrantes de escrache
bién propiamente rioplatense, “mandar del siglo pasado fueron los que protago-
al frente”. Originariamente escrache no nizaron los antifascistas, es decir, aquellos
tiene un signiicado propiamente político, que lucharon (o decían luchar) contra el
aunque fue asiduamente empleado por los fascismo y sus aliados.
activistas de derechos humanos en el sen- El escarnio al que se sometió en
tido ya mencionado a partir de mediados Francia, Italia, Bélgica y otros países libe-
de la década de 1990, tal como consigna rados de las fuerzas del Eje a las mujeres
el Diccionario del habla de los argentinos. “colaboracionistas” que habían tenido
El escrache ha pasado a ser un tipo de algún tipo de comercio afectivo o carnal
acción en el cual un grupo de descontentos con los ocupantes, rapadas, mancilladas,
que reprueba las ideas o las acciones de golpeadas, y hasta vejadas, incluso junto a
una persona y que, organizado u operando sus pequeños hijos, muestra la miseria que
de forma espontánea, advierte y aprovecha muchas veces mostraron los vencedores.
la exposición en algún lugar público de Hay interesante literatura sobre el tema
la víctima para dirigirle insultos, burlas, –vale la pena mencionar Les vaincus de la
reproches y protestas o cánticos denigrato- libération, el venerable y valiente libro
rios. Ocasionalmente está acompañado de del escritor y veterano de la Resistencia
otras formas de expresión como pancartas, francesa, Paul Sérant– pero quien quiera
disfraces, y también puede dar lugar a agre- ponerse rápidamente en contacto con el
siones físicas leves como golpes o empu- fenómeno (y las duras consecuencias para
jones, el lanzamiento contra el escrachado sus victimas) lo puede encontrar en ilmes
de sustancias y objetos tales como pintura, como el clásico Hiroshima mon amour,
huevos, verduras, zapatos, algún luido de Alain Resnais, o Malena, de Giuseppe
repugnante, etc. En el ámbito político, la Tornatore, protagonizados por Emanuelle
práctica del escrache es propia de grupos Riva y Monica Bellucci, respectivamente.
opositores o disidentes que impugnan la
acción o la política que llevan a cabo uno o
varios dirigentes o funcionarios, o su ideo- Escrache y democracia liberal
logía, o aspectos de su vida personal que
no se condicen con su función o su cargo, La condición de posibilidad del
o asuntos de su vida pasada que lo desca- escrache es que el grupo que lo realiza
liican directa o indirectamente para dicha no tema perder por ello las garantías indi-
función. viduales, que son consagradas por los
sistemas democrático-liberales. Puede
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