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BOLETÍN DE N°12 DICIEMBRE DE 2023

JURISPRUDENCIA
UNIDAD DE ESTUDIOS. DEFENSORÍA REGIONAL METROPOLITANA SUR.
Con la colaboración del Centro de Documentación
TABLA DE CONTENIDOS

1. DETENCIÓN ILEGAL....................................................................................................................... 10
1.-Confirma detención ilegal toda vez que el control policial obedeció a que uno de los
funcionarios tenía conocimiento personal del imputado en un procedimiento previo no
siendo un indicio serio ni objetivo. (CA San Miguel 20.12.2023 rol 2582-2023) .............. 10
SINTESIS: Corte confirma resolución que declaró ilegal la detención. El control del
imputado obedeció al conocimiento personal de uno de los funcionarios actuantes, por
haber participado en un procedimiento, que arrojó la existencia de un arma en un vehículo
con la patente del que guiaba el detenido. Con arreglo al artículo 85 del Código Procesal
Penal, coincide con el criterio del tribunal, no advirtiendo el presupuesto básico requerido
en la ley, de que el control de identidad se debiera a sospechas de que es partícipe de un
ilícito. Siguiendo a la Excma. Corte Suprema, rol 26.422-2018, se requiere la existencia de
alguna circunstancia objetiva que permita inferir esa participación y que, naturalmente, no
evidencie con nitidez una situación de flagrancia. Concluye que aquello que se indica como
indicio para justificar el control policial, no estuvo fundado en circunstancias serias y
comprobables, un indicio que se bastase a sí mismo. Tampoco ocurrió conforme el inciso
2° del artículo 12 de la Ley 20.931, de un control vehicular preventivo, no solo por el tenor
nítido y determinado de la narración de la denuncia, sino porque de la referida disposición,
su sentido está en autorizar un control aleatorio, rasgo sobradamente descartado en las
particularidades del actuar policial. (Considerandos: 1, 3, 4, 5, 6)...................................... 10
2. EXCLUSIÓN DE PRUEBA ................................................................................................................ 13
2.- Confirma exclusión de testigo de la fiscalía toda vez que no consta el registro de su
declaración en la investigación lo que imposibilita su contrastación y vulnera el debido
proceso y el derecho de defensa. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 2444-2023) ................. 13
SINTESIS: Corte confirma resolución dictada por el Juzgado de Garantía de Melipilla, que
excluyó prueba testimonial ofrecida por el Ministerio Público, atendido el mérito de los
antecedentes. (NOTA: La defensa solicito la exclusión por infracción de garantías
constitucionales, al no constar registro en la investigación de la declaración del testigo de
cargo, consistente en el médico que constató las lesiones de la víctima, lo que vulnera el
debido proceso y el derecho a defensa, imposibilitando de efectuar su contraste conforme
el artículo 332 del Código Procesal Penal. La fiscalía argumentó que su nombre aparece
señalado en el parte policial y en el dato de atención de urgencia, conocido por la defensa,
por lo que no existe sorpresa y podrá contra interrogarlo. El juez decidió acoger la solicitud
de la defensa y excluir dicho testigo, considerando que es un tercero ajeno al juicio y cuya
declaración no consta en la carpeta investigativa.) (Considerandos: único) ..................... 13
3. INADMISIBILIDAD ......................................................................................................................... 14
3.- Acoge incidencia y declara inadmisible apelación de fiscalía contra resolución que
ordenó ajustar la pretensión punitiva para aplicar procedimiento simplificado al no ser
hipótesis del artículo 370 del CPP. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2497-2023) ............... 14
SINTESIS: Corte acoge incidencia de la defensoría y declara inadmisible el recurso de
apelación deducido por el Ministerio Público, en contra de la resolución dictada por el
Juzgado de Garantía de Puente Alto. Refiere que el artículo 370 del Código Procesal Penal
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dispone que las resoluciones dictadas por el Juez de Garantía son apelables cuando
pusieren término al procedimiento, hicieron imposible su prosecución o lo suspendieren por
más de treinta días y, cuando la ley lo señale expresamente. Que, atendido el mérito
de los antecedentes y por no compartir la resolución apelada la naturaleza de aquellas que
permiten el recurso de apelación según lo expuesto, el recurso de apelación es inadmisible.
(NOTA: La resolución apelada había ordenado ajustar la pretensión punitiva al marco
establecido por la Ley para la aplicación de las normas del Procedimiento Simplificado.)
(Considerandos: 1, 2) .................................................................................................................. 14
4. INTERNACIÓN PROVISIONAL ........................................................................................................ 16
4.- Acoge amparo y dispone audiencia para evaluar continuidad de la internación
provisional o la forma de cumplirla estimando que la resolución no cumple la exigencia
de fundamentación del artículo 36 del CPP. (CA San Miguel 28.12.2023 rol 931-2023) 16
SINTESIS: Corte acoge recurso de amparo de la defensoría, y dispone que el Juez de la
causa deberá citar a la brevedad a una nueva audiencia, con participación de todos los
intervinientes, en especial de la víctima, en la que se evaluará la continuidad de la medida
de seguridad impugnada, con los antecedentes siquiátricos que pudieren servirle de
fundamento y, en su caso, la forma en que ella se cumplirá, sea tal como fue decretada, o
bien, en un centro de salud privado como ofreció la víctima. En este caso, si bien la
resolución fue dictada por juez competente, en uso de sus atribuciones, en audiencia
pública en la que fueron oídos los intervinientes, estima no satisface las exigencias legales
de fundamentación, del artículo 36 del Código Procesal Penal, en cuanto a que no se
señalan los antecedentes que se tuvo en consideración para disponer la medida de
internación provisional del amparado, tal cual exige el artículo 464 del citado código, más
allá de la declaración de su padre. Que, sin perjuicio de lo señalado, la postulante de la
Defensoría Penal Pública sostuvo que la víctima, padre del amparado, ha gestionado un
cupo en un centro de salud privado para internarlo, que debe analizarse en la audiencia
fijada, junto con los demás antecedentes que hagan valer al efecto. (Considerandos: 7, 8)
........................................................................................................................................................... 16
5. LEY 18216 ..................................................................................................................................... 20
5.- Voto por mantener reclusión parcial domiciliaria nocturna toda vez que el
sentenciado no ha iniciado su cumplimiento no dándose hipótesis del artículo 27 de la
Ley 18216 y sumado su fin de reinserción social. (San Miguel 13.12.2023 rol 2462-2023)
............................................................................................................................................................... 20
SINTESIS: Voto en contra estuvo por revocar la resolución apelada, que revoco la pena
sustitutiva de reclusión parcial nocturna domiciliaria, y mantener vigente la pena sustitutiva
originalmente impuesta, permitiendo que el sentenciado quedase sometido al régimen
sustitutivo, que hasta marzo de 2018 no había estado en situación de iniciar. La disidente
tuvo únicamente presente que, con arreglo al tenor literal del artículo 27 de la Ley 18.216 el
quebrantamiento de una pena sustitutiva que acarrea su revocación por el solo ministerio
de la ley, adviene en la medida que durante su cumplimiento el penado hubiere delinquido
nuevamente y fuere condenado por sentencia firme, cumplimiento que en la especie no
había iniciado, desde que no había sido incorporado al sistema de monitoreo telemático que
le fuera impuesto en su oportunidad, a lo que cabe sumar la indiscutible finalidad de

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reinserción social de los penados que inspiró las modificaciones a la ley 18.216, introducidas
mediante la dictación de la ley 20.603. (Considerandos: 1, voto de minoría) .................. 20
6.- Concede remisión condicional ya que impedimento por microtráfico es para penas
impuestas sobre 541 días y lo contrario daría el absurdo que penas superiores por el
mismo delito tendrían más beneficios. (CA San Miguel 20.12.2023 rol 3425-2023) ....... 22
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y concede al encausado la
pena sustitutiva de remisión condicional, por el término de un año. Señala que integrando
los artículos 4 y 15 letra b de la ley 18.216, concluye que el impedimento para aplicar la
pena sustitutiva de remisión condicional a los delitos de tráfico de drogas, sólo concurrirá si
la sanción aplicada supera los quinientos cuarenta y un días de presidio menor en su grado
mínimo, lo que no sucede en la especie. Que, en consecuencia, la mención al artículo 15
que hace al artículo 4, debe entenderse referida a la pena impuesta incluyendo su cuantía
y no a su sola naturaleza, toda vez que de lo contrario se daría el absurdo de que quien
tiene una pena superior, por un mismo delito, tendría más beneficios que el que tiene una
pena menor. Que, a mayor abundamiento, si la intención del legislador hubiese sido la de
excluir de todos los ilícitos contemplados en la Ley 20.000, la remisión condicional de la
pena, lo habría señalado expresamente, como lo hizo en el inciso 3° del artículo 1° de la
mencionada ley, respecto de la pena sustitutiva de prestación de servicios en beneficio de
la comunidad. Que, por las razones señaladas y el ejercicio interpretativo efectuado,
procede acoger el recurso. (Considerandos: 3, 4, 5, 6) ......................................................... 22
7.- Mantiene pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva al no haber incumplimientos
graves que ameriten la revocación de la pena toda vez que con anterioridad no se había
intensificado ni revocado. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 3497-2023) ............................... 24
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y mantiene pena sustitutiva
de libertad vigilada intensiva, respecto del condenado, debiendo el Tribunal a quo adoptar
las medidas correspondientes a objeto de dar cumplimiento a lo resuelto. Para ello tiene en
consideración los antecedentes incorporados por la defensa, de lo que se desprende que
los incumplimientos referidos en la resolución impugnada, no son de tal gravedad que
ameriten la revocación de la pena sustitutiva impuesta al sentenciado, en los términos del
artículo 25 de la Ley 18.216, toda vez que con anterioridad no se había intensificado ni
revocado. (Considerandos: único)............................................................................................ 24
8.- Intensifica libertad vigilada intensiva con controles mensuales e ingreso a
tratamiento de adicciones considerando el consumo problemático de la sentenciada
siendo necesario reforzarla. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 3518-2023) ........................... 25
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y revoca la resolución dictada
por el Décimo Quinto Juzgado de Garantía de Santiago, en causa Rit 3341- 2020 y en su
lugar declara que se mantiene la pena sustitutiva de libertad vigilada, intensificando los
controles a uno por mes y se ordena el ingreso a un programa tratamiento de adicciones de
carácter residencial, previa evaluación correspondiente. Para esto atiende al mérito de los
antecedentes, considerando el consumo problemático de alcohol de la imputada y lo
informado por Gendarmería de Chile, estimando necesario reforzar el área de consumo e
intensificar la pena sustitutiva. (NOTA: la defensa argumentó que la imputada tenía solo 22
años, que no había otros o nuevos antecedentes penales y que el delito era un hecho
aislado, que se explica producto de la influencia de la droga y los contactos criminógenos

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del circulo que mantenía, y, además, estaba en situación de calle, lo que explicaba no haber
asistido a las audiencias, no siendo grave ni injustificado, y con la intensificación de la pena
se cumplía con los fines de reinserción social de la Ley 18.216.) (Considerandos: único)
........................................................................................................................................................... 25
6. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL ........................................................................................... 27
9.- Declara prescrita la acción penal y sobresee definitivamente al estar suspendido el
procedimiento por el artículo 458 del CPP desde el año 2020 y paralizado más de 3 años
sin diligencias posteriores útiles. (CA San Miguel 27.12.2023 rol 2627-2023) ................. 27
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y declara prescrita la acción
penal y sobresee total y definitivamente por el artículo 250 letra d) del Código Procesal
Penal. De los artículos 94 y 96 del CP y 458 del CPP, observa que la paralización en la
prosecución del procedimiento puede configurarse como consecuencia de la suspensión
del citado artículo 458, porque el referido artículo 96 no excluye tal situación, como tampoco
exige que haya precedido a la paralización un sobreseimiento temporal por rebeldía, y de
la causa, aparece que el procedimiento se encuentra suspendido por el artículo 458, el 21
de febrero de 2020, y el imputado no ha cometido nuevo crimen o simple delito, ni se
ausentó del país. En consecuencia, el procedimiento se encuentra paralizado por más de 3
años, toda vez que las diligencias que se han realizado en la causa con posterioridad, no
han resultado útiles para la prosecución del procedimiento, y han transcurrido más de cinco
años desde el día en que se habría cometido el delito. Habiéndose acusado al imputado
por un simple delito, concluye que ha transcurrido el término de prescripción de la acción
penal, de manera que su responsabilidad penal se ha extinguido en los términos previstos
en el artículo 250 letra d) del Código Procesal Penal. (Considerandos: 3, 4) .................... 27
7. PRESCRIPCIÓN DE LA PENA .......................................................................................................... 30
10.- Declara prescrita pena de 31 días por hurto toda vez que del tenor literal del artículo
97 del Código Penal el plazo de prescripción se determina por la pena concreta
impuesta en la sentencia que es de falta. (CA Santiago 20.12 2023 rol 5969-2023) ....... 30
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría, y declara prescrita la pena
de 31 días de prisión en su grado medio impuesta. Del tenor literal del artículo 97 del Código
Penal, concluye que los plazos de prescripción de las penas, deben determinarse sobre
la base de aquellas impuestas, como señala la disposición, en la sentencia respectiva,
esto es, de la pena en concreto fijada, y no de la que en abstracto señala la ley para el
delito de que se trata. Como sucede en la especie, la pena aplicada por un simple delito
puede tener una extensión que es propia de las faltas y, en ese caso, la pena es
precisamente de falta, porque su duración temporal la sitúa en las que el legislador prevé
para esta clase de infracciones. En razón de lo dicho, la regla que ha de aplicarse es la
del citado artículo 97, que obliga a estarse, precisamente, a la pena determinada concreta
en el fallo. Que, en este escenario, si la sentencia de término en el caso de autos -que
impuso una pena de prisión, propia de las faltas, quedó ejecutoriada el 4 de julio de 2017,
según se certificó, el tiempo necesario para la prescripción, esto es, seis meses, se cumplió
con creces con anterioridad al 15 de noviembre del año en curso, incluso cumplido al ser
condenado en abril de 2022. (Considerandos: 2, 3) .......................................................... 30
8. PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO .................................................................................................. 32

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11.- Confirma resolución que ordena restringir las 2 penas requeridas al exceder el tenor
del artículo 388 del CPP debiendo interpretarse restrictivamente la norma según el
artículo 5 del mismo código. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2340-2023)........................... 32
SINTESIS: Corte confirma resolución que, para proveer requerimiento de juicio simplificado,
se debe ajustar la pena a la naturaleza de dicho procedimiento. Conforme el artículo 388
del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, el Ministerio Público presentó un requerimiento
solicitando imponer al imputado dos penas de 540 días por los delitos de amenazas simples
y lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, con una pena total que
excede la permitida en el procedimiento. Si bien las sanciones por cada delito no exceden
los 540 días, la determinación del procedimiento debe realizarse atendiendo a la suma
de las penas de presidio o reclusión a que se expone el imputado, conforme a la
interpretación más acorde y que optimiza de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio
oral que garantiza el artículo 1° del citado código, que constituye uno de sus principios
básicos y, por tanto, debe servir para interpretar sus normas. Las disposiciones que obstan
el cabal ejercicio de ese derecho, ante un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, deben ser
interpretadas en forma restrictiva, como lo dispone el artículo 5°, inciso 2°, del mismo
código, por lo que estima correcta la restricción impuesta por el tribunal al proveer la
acusación que se ha deducido. (Considerandos: 1,2,3,4) ..................................................... 32
12.- Confirma resolución que para aplicar simplificado las penas requeridas deben
ajustarse al artículo 388 del CPP al exceder lo permitido interpretando restrictivamente
la norma según artículo 5 del mismo código. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2479-2023)
............................................................................................................................................................... 34
SINTESIS: Corte confirma resolución que, para proveer requerimiento de juicio simplificado,
se debía ajustar la pena a la naturaleza de dicho procedimiento. Conforme el artículo 388
del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, el Ministerio Público presentó un requerimiento
solicitando imponer al imputado dos penas de 300 días por el delito de amenazas simples
y lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, por ende, una pena total que
excede la permitida en el procedimiento. Si bien las sanciones por cada delito no exceden
los 540 días, la determinación del procedimiento debe realizarse atendiendo a la suma
de las penas de presidio o reclusión a que se expone el imputado, conforme a la
interpretación más acorde y que optimiza de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio
oral que garantiza el artículo 1° del citado código, que constituye uno de sus principios
básicos y, por tanto, debe servir para interpretar sus normas. Deriva que las disposiciones
que obstan el cabal ejercicio de ese derecho, ante un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
deben ser interpretadas en forma restrictiva, como lo dispone el artículo 5°, inciso 2°, del
mismo código, por lo que ha sido correcta la restricción impuesta por el tribunal al proveer
la acusación que se ha deducido. (Considerandos: 1,2,3,4) ................................................ 34
13.- Confirma resolución que rechaza requerimiento en simplificado en que se solicita
imponer 2 penas de 500 días conforme al artículo 388 del CPP lo que escapa a una
correcta interpretación de la norma. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2521-2023)............. 36
SINTESIS: Corte confirma resolución dictada por el 12° Juzgado de Garantía de Santiago,
atendido el mérito de los antecedentes y lo expresado por los intervinientes en la audiencia,
compartiendo los fundamentos expresados por el tribunal de primer grado en la resolución
en alzada. (NOTA: E l Ministerio Público presentó un requerimiento solicitando imponer
dos penas de 500 días por amenazas simples y por lesiones menos graves en contexto de
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violencia intrafamiliar. El tribunal rechaza el requerimiento, ya que conforme el artículo 388
del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, si bien se solicita 2 penas que separadamente,
no exceden el quantum prescrito por la norma referida, admitir a tramitación la causa
conforme el procedimiento simplificado, implicaría que no obstante su cuantía global
cualquiera sea ésta, incluso superiores a penas de crimen, podría sustanciarse conforme a
dicho procedimiento, lo que escapa a una correcta interpretación de la norma, considerando
que el mencionado procedimiento está reservado para casos en que el imputado se puede
exponer a penas menos gravosas, con eventuales penas sustitutivas quedando aquellos
casos más graves para ser conocidos conforme a las normas del juicio oral ordinario, de lo
cual se presentó reposición apelando en subsidio.) (Considerandos: único) ................... 36
9. RECURSO DE AMPARO ................................................................................................................. 38
14.- Acoge amparo y ordena cumplir a Gendarmería resolución que dispuso traslado de
imputado a la posta central resguardando su dignidad y seguridad e integridad física
conforme a normativa nacional e internacional. (CA San Miguel 29.12.2023 rol 927-2023)
............................................................................................................................................................... 38
SINTESIS: Corte acoge recurso de amparo de la defensoría, y ordena a Gendarmería el
estricto e inmediato cumplimiento dela resolución del 15° Juzgado de Garantía de Santiago,
de cuyo cumplimiento y resultado informará, tanto a dicho tribunal, como a la Corte,
dentro del término de 24 horas, bajo apercibimiento de dar cuenta al Ministerio Público, por
un eventual delito de desacato. La jueza dispuso que el amparado debía ser trasladado a
la Posta Central para la reposición de la bolsa recolectora y entrega de insumos médicos,
pero no fue trasladado, ni recibido atención médica. De acuerdo a los artículos 1º, 2°, 3°
letra e) y 6° de la Ley Orgánica de Gendarmería, y Reglas Mínimas de las N.U para el
tratamiento de los reclusos, 24°, 25° y 27, es deber del juez en cualquier etapa del
procedimiento, en que el imputado no puede ejercer los derechos que le otorgan las
garantías judiciales en la Carta Fundamental, en las leyes o en los tratados internacionales
vigentes, ejercer acciones eficaces. La resolución salvaguarda la integridad física y psíquica
no debidamente acatada, persiste un riesgo serio a la seguridad individual y la integridad
física y psíquica, y que la dignidad humana es un pilar de la institucionalidad y garantías
constitucionales, es deber adoptar las medidas pertinentes. (Considerandos: 1, 7, 8, 10)
........................................................................................................................................................... 38
10. RECURSO DE NULIDAD ................................................................................................................. 43
15.- Sentencia infringe la razón suficiente al no explicar inferencia de que el acusado
sabía que su madre había salido del inmueble y no que pensaba por error que estaba
ahí sin descartar otras hipótesis de inocencia. (CA Santiago 07.12.2023 rol 24-2023) . 43
SINTESIS: Corte acoge recurso de nulidad de la defensoría. La sentencia no explica por
qué de la prueba rendida, únicamente podía inferirse que el acusado sabía que su madre
había abandonado el inmueble y se había puesto a resguardo, y no, en cambio, que pensara
erradamente que aún permanecía ahí o habiendo salido, expuesta todavía a que la víctima
le diera alcance. No fundamenta por qué asume que supiera, al llegar al domicilio, que el
ataque o peligro para su madre hubiera cesado completamente, y no da por cierto que el
acusado se encuentre con su madre, o la vea previa al enfrentamiento con R.F y fuera del
posterior sitio del suceso. Sobre el estado de necesidad exculpante, el fallo pasa obvia la
violencia a que largo tiempo estuvo sometida A.P, y no aquilata la incidencia que esa

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situación pudo tener en generar un posible error del acusado sobre la actualidad o
continuidad de la agresión. Al aceptar que el error es vencible, necesariamente aceptan que
hay un error en la actualidad de la agresión, sólo que no es invencible, siendo patente la
contradicción, pues el error vencible es una especie de error. No cumple con descartar las
demás hipótesis compatibles con la inocencia del acusado, para la convicción más allá de
toda duda razonable de su culpabilidad. (Considerandos: 9, 12, 13, 14, 15, 16)............. 43
16.- Sentencia absolutoria no vulnera deber de fundamentación ni de valoración al
hacerse cargo de la insuficiencia de la prueba producida para demostrar la existencia
del delito y la autoría atribuida al acusado. (CA San Miguel 04.12.2023 rol 3132-2023) 57
SINTESIS: Corte rechaza recurso de nulidad de la fiscalía por absolución por robo en lugar
habitado. Las juezas del fondo anuncian la absolución y agregan que esta se debe a que,
acorde a su análisis, no se acreditó, más allá de toda duda razonable, el hecho punible ni
la participación del imputado, por la insuficiencia de la prueba incorporada al juicio oral. Las
magistradas afirman que la prueba fue insuficiente para vencer el estándar del artículo 340
del código adjetivo, en lo atingente a la demostración de la existencia del delito y, con
ello, de la autoría atribuida al acusado. Tampoco adquirieron convicción, en cuanto a la
efectiva verificación del elemento consistente en la apropiación de una cosa mueble ajena
y con ánimo de lucro, puesto que las declaraciones de los testigos son vagas, genéricas y
contradictorias. La tesis absolutoria se ve reforzada por ausencia de signos de fuerza en
las vías de acceso al inmueble, de lo que deriva que la tesis del persecutor se hace más
difusa aún. No se constatan los defectos en la fundamentación de la sentencia en la forma
indicada por el recurrente, como tampoco una omisión en el análisis de la prueba con
incidencia incontestable en lo determinado en el fallo, al punto de hacer viable que sea
revertido como único remedio procesal posible. (Considerandos: 5, 17) ........................... 57
17.- Decisión absolutoria no vulnera el principio lógico de la razón suficiente ya que la
prueba no tuvo corroboración periférica para acreditar la participación y destruir la
presunción de inocencia. (CA San Miguel 01.12.2023 rol 3150-2023) ................................ 67
SINTESIS: Corte rechaza recurso de nulidad de la fiscalía. En el hecho 1, la víctima no
compareció al juicio a aclarar las versiones de dos testigos de oídas con relevantes
diferencias en sus declaraciones, situación que es similar en el hecho 2, desde que la
víctima declaró que se le aproximó alguien por atrás, le quitó sus aros y una cadena de
oro que tenía puestos, no sintió nada ni recuerda si le dijo algo; y que no vio a la persona
ni podría reconocerla. No advierte vulneración alguna a las reglas de la lógica que se
denuncian, que al tribunal le está vedado presumir y que los indicios que pudiesen permitir
construir, desde el punto de vista de la lógica, ciertos hechos, de los que resulta que
necesitan corroboraciones periféricas, que, en este caso, no ocurren, sin que la mera
propiedad de un vehículo utilizado en un robo resulte suficiente. En consecuencia, tiene por
acreditados los delitos consumados de robo por sorpresa y el hecho 2, al delito de robo con
intimidación. Sin embargo, se arriba a la decisión absolutoria por no haber alcanzado el
estándar de convicción necesario para destruir la presunción de inocencia que beneficia
al imputado en su participación en los delitos acusados. (Considerandos: 6) .............. 67
18.- Absuelve de amenazas VIF al no haber prueba suficiente sobre el elemento
subjetivo de seriedad y verosimilitud no posible de establecer con testimonios de oídas
en ausencia de la víctima en el juicio. (CA Santiago 06.12.2023 rol 5436-2023) ............ 71

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SINTESIS: Corte acoge recurso de nulidad de la defensoría, y en sentencia de reemplazo
absuelve de amenazas. El Código Procesal Penal, no otorga a los jueces una libertad
absoluta para ponderar la prueba aportada al proceso y establecer el delito como la
participación, deben respetar la racionalidad, la coherencia y la razonabilidad que los
conduce a resolver en un determinado sentido. Si bien, podría tenerse por suficiente los
testimonios de los funcionarios policiales para acreditar los dichos que habrían proferido el
imputado a su madre, en cuanto que quemaría la casa si no accedía a sus peticiones, no
puede estimarse lo mismo en lo relativo al componente subjetivo del tipo penal, que no es
posible establecerlo con solo testimonios de oídas. Faltan elementos que permitan
suficientemente adquirir certeza o convicción que la víctima temía que en un futuro cercano
su hijo efectuare la destrucción de su vivienda, tampoco a la percepción de uno de los
funcionarios, de que la víctima estaba muy afligida, asustada de lo que le podía pasar a ella
o a su grupo familiar, y en ausencia de su testimonio en juicio, y estimar que era verosímil
la consumación del hecho, no hay certeza más allá de toda duda razonable, acerca de la
seriedad y verosimilitud. (Considerandos: 4, 6, 7, sentencia reemplazo) ........................ 71
11. RESPONSABILIDAD PENAL ADOLESCENTE .................................................................................... 77
19.- Confirma resolución que aplica regla especial sobre delitos sexuales del artículo 4
de la Ley 20.084 ya que entre víctima y el imputado existía una diferencia menor a 3
años no pudiendo procederse penalmente. (CA San Miguel 27.12.2023 rol 2640-2023)
............................................................................................................................................................... 77
SINTESIS: Corte rechaza recurso de apelación de la fiscalía y confirma la resolución
apelada dictada en audiencia por el Juzgado de Garantía de Melipilla, atendido el mérito de
los antecedentes y lo expresado en la audiencia, compartiendo los razonamientos
señalados por el tribunal de primer grado en la resolución en alzada, y de conformidad,
además, con lo dispuesto en los artículos 4 de la Ley N°20.084. (NOTA: El tribunal acogió
la solicitud de la defensa de sobreseimiento de la causa, por existir la excusa legal
absolutoria, establecida en el artículo 4° de la Ley 20.084, en el sentido de señalar que, a
la fecha de los hechos, entre la víctima e imputado existía una diferencia de edad, menor a
3 años y conforme ello, no puede procederse penalmente, debiendo sobreseerse la causa.
El ministerio público, se opuso a dicha solicitud, señalando que en este caso no se da la
regla especial de dicho artículo, por cuanto no existe una hipótesis de consentimiento por
parte de la víctima, ni relación sentimental consensuada, ya que se trata de un abuso de un
primo de 15 años hacia su prima de 12, al tocar sus zonas erógenas, sin el consentimiento
de la menor, por lo que se da el abuso de menor de 14 años del artículo 366 bis del Código
Penal.) (Considerandos: único) ................................................................................................ 77
12. SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO ..................................................................................................... 79
20.- Sobreseimiento definitivo por artículo 250 letra a) del CPP al no ser delitos los
hechos de la querella y más bien son discrepancias y disconformidad con la
investigación y determinaciones de la fiscalía. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 2862-2023)
............................................................................................................................................................... 79
SINTESIS: Corte confirma resolución que decretó el sobreseimiento definitivo por el artículo
250 letra a) del Código Procesal Penal. Se informó la voluntad del ente persecutor de cerrar
la investigación, sin que la querellante hubiera reaccionado a su respecto por medio de la
reiteración de diligencias investigativas precisas. Conforme al estado de la investigación y

8
antecedentes, adviene en la especie la causal del artículo 250 referido, toda vez que los
hechos denunciados no son constitutivos de delito penal, tal como razona el tribunal, sino
que, más bien, dicen relación con las discrepancias y/o disconformidad de la querellante
con el mérito de la investigación y determinaciones del Ministerio Público en el marco del
ejercicio de la acción penal en la causa RIT 196- 2023 del Juzgado de Garantía de
Talagante, que explica que las diligencias que en su oportunidad solicitó en los presentes
autos, en realidad son propias de aquella otra incoada con anterioridad en su contra y a
propósito de la cual se habrían cometido los presuntos delitos por los que se interpuso la
querella. Si la querellante sostiene que las imputaciones y el actuar de la querellada carecen
de fundamento y son erróneos, cuenta con acciones ordinarias y extraordinarias para
impetrar la indemnización eventualmente pertinente. (Considerandos: 1, 3) .................... 79
13. INDICES ......................................................................................................................................... 81

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DETENCIÓN ILEGAL

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.


Rit: 8305-2023.
Ruc: 2300898364-K.
Delito: Porte ilegal de municiones.
Defensor: Marcela Orellana.
1.-Confirma detención ilegal toda vez que el control policial obedeció a que uno de los
funcionarios tenía conocimiento personal del imputado en un procedimiento previo no
siendo un indicio serio ni objetivo. (CA San Miguel 20.12.2023 rol 2582-2023)
Norma asociada: L17798 ART.9; CPP ART.85; L20931 ART.12
Términos: Porte ilegal de municiones, principios y garantías procesales, recurso de apelación,
detención ilegal, control de identidad.

SINTESIS: Corte confirma resolución que declaró ilegal la detención. El control del imputado
obedeció al conocimiento personal de uno de los funcionarios actuantes, por haber participado
en un procedimiento, que arrojó la existencia de un arma en un vehículo con la patente del que
guiaba el detenido. Con arreglo al artículo 85 del Código Procesal Penal, coincide con el criterio
del tribunal, no advirtiendo el presupuesto básico requerido en la ley, de que el control de
identidad se debiera a sospechas de que es partícipe de un ilícito. Siguiendo a la Excma. Corte
Suprema, rol 26.422-2018, se requiere la existencia de alguna circunstancia objetiva que permita
inferir esa participación y que, naturalmente, no evidencie con nitidez una situación de flagrancia.
Concluye que aquello que se indica como indicio para justificar el control policial, no estuvo
fundado en circunstancias serias y comprobables, un indicio que se bastase a sí mismo.
Tampoco ocurrió conforme el inciso 2° del artículo 12 de la Ley 20.931, de un control vehicular
preventivo, no solo por el tenor nítido y determinado de la narración de la denuncia, sino porque
de la referida disposición, su sentido está en autorizar un control aleatorio, rasgo sobradamente
descartado en las particularidades del actuar policial. (Considerandos: 1, 3, 4, 5, 6)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, veinte de diciembre de dos mil veintitrés.


Oídos los intervinientes y considerando:
Primero: Que con arreglo a lo dispuesto al artículo 85 del Código Procesal Penal, la policía
deberá, sin orden previa de los fiscales, “solicitar la identificación de cualquier persona en los
casos fundados, en que, según las circunstancias, estimaren que exista algún indicio de que ella
hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que se dispusiere a
cometerlo; (…)”

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Segundo: Que en la especie lo discutido es la efectiva presencia, o no, de un indicio que
satisfaga los requerimientos del citado artículo 85. Allí radica la actuación del personal de
Carabineros que suscita el alegato de ilegalidad de la defensa y, en definitiva, el motivo de la
decisión apelada.
Tercero: Que si bien la norma fue modificada hace algún tiempo reduciendo la exigencia desde
una pluralidad de indicios a la existencia de uno solo, lo cierto es que en el presente caso el
parte denuncia asienta que ese dato indispensable para haber procedido a controlar al imputado
obedeció al conocimiento personal de uno de los funcionarios actuantes, por haber participado
en un procedimiento que arrojó la existencia de un arma en un vehículo con la patente del que
guiaba el detenido.
Al respecto, esta Corte, coincidiendo con el criterio aplicado por el tribunal de primer grado, no
advierte que en este caso tal presupuesto básico haya estado presente en los términos
requeridos en la ley, al menos no con la definición y claridad como para que el funcionario
hubiese podido estimar que la persona a la postre detenida se dispusiere a cometer, hubiere
cometido o intentado cometer un delito, esto es, que el control de identidad del que fue sujeto
se debiera a que hay sospechas de que es partícipe de un ilícito. Se requiere de la existencia
de alguna circunstancia objetiva que permita inferir esa participación y que, naturalmente, no
evidencie con nitidez una situación de flagrancia, caso en el que el escenario en que opera la
norma del artículo 85 en mención cede a los contextos descritos en los artículos 129 y 130 del
Código Procesal Penal.
Cuarto: Que, siguiendo a la Excma. Corte Suprema en la línea de lo que se viene de decir, se
cuenta con lo que el Alto Tribunal ha expresado en causa Rol N°26.422-2018: “(…) la norma
supone que la habilitación policial ha de fundarse en elementos objetivos que permitan el control
de identidad y las actuaciones que le son propias, es decir, no se trata de una mera subjetividad
o intencionalidad que crea ver el policía, validando de esa forma
cualquier elemento como indicio, por ejemplo, antecedentes policiales, estilo de vestimenta,
rango etario, sector social, sino que lo exigible es la presencia de circunstancias objetivas y
comprobables que den sustento y seriedad a la intervención policial”.
Quinto: Que acorde a lo antedicho, no queda sino concluir que aquello que se indica como indicio
para justificar el control policial del imputado no estuvo fundado en circunstancias serias y
comprobables para estimar que en ese momento se reunían los presupuestos del artículo 85
tantas veces aludido, por medio de un indicio que se bastase a sí mismo para asignar validez al
proceder policial.
Sexto: Que sin perjuicio de todo lo señalado precedentemente, se dejará anotado que en
estrados el Ministerio Público adujo que, en realidad, lo sucedido en el caso sub lite ocurrió al
amparo de lo dispuesto en el inciso 2° del artículo 12 de la Ley N°20.931, esto es, en el marco
de un control vehicular preventivo a cargo de Carabineros de Chile; sin embargo, esta Corte
disiente de ello, no solo por el tenor nítido y determinado de la narración contenida en el parte
denuncia, sino porque de la referida disposición se desprende que su sentido está, justamente,
en autorizar un control aleatorio, carácter o rasgo que viene sobradamente descartado en las
particularidades del actuar policial materia del recurso que se revisa.
Séptimo: Que, por todo lo expuesto, se mantendrá la decisión en alzada.

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Y de conformidad además con lo dispuesto en los artículos 132 bis y 358 del código Procesal
Penal se confirma, en lo apelado, la resolución dictada el veintiuno de agosto pasado por el
Juzgado de Garantía de San Bernardo.
Devuélvase.
ROL N°2582-2023- PENAL. –
Ruc: 2300898364-k
RIT: 8305-2023
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) María
Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalán R. y Abogado Integrante Adelio Misseroni R. San
Miguel, veinte de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a veinte de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente

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EXCLUSIÓN DE PRUEBA

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 338- 2023.

Ruc: 2300026572-1.

Delito: Amenazas, lesiones menos graves.

Defensor: María José San Martin.

2.- Confirma exclusión de testigo de la fiscalía toda vez que no consta el registro de su
declaración en la investigación lo que imposibilita su contrastación y vulnera el debido
proceso y el derecho de defensa. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 2444-2023)

Norma asociada: CP ART.296 N°3; CP ART.399; CPP ART.276; CPP ART.332.

Términos: Amenazas, lesiones menos graves, recurso de apelación, exclusión de prueba,


infracción sustancial de derechos y garantías.

SINTESIS: Corte confirma resolución dictada por el Juzgado de Garantía de Melipilla, que
excluyó prueba testimonial ofrecida por el Ministerio Público, atendido el mérito de los
antecedentes. (NOTA: La defensa solicito la exclusión por infracción de garantías
constitucionales, al no constar registro en la investigación de la declaración del testigo de cargo,
consistente en el médico que constató las lesiones de la víctima, lo que vulnera el debido
proceso y el derecho a defensa, imposibilitando de efectuar su contraste conforme el artículo
332 del Código Procesal Penal. La fiscalía argumentó que su nombre aparece señalado en el
parte policial y en el dato de atención de urgencia, conocido por la defensa, por lo que no existe
sorpresa y podrá contra interrogarlo. El juez decidió acoger la solicitud de la defensa y excluir
dicho testigo, considerando que es un tercero ajeno al juicio y cuya declaración no consta en la
carpeta investigativa.) (Considerandos: único)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés


Vistos:
Atendido el mérito de los antecedentes y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 352 y
370 del Código Procesal Penal, se confirma, la resolución apelada dictada en audiencia de diez
de agosto del año en curso, por el Juzgado de Garantía de Melipilla, en los autos RIT 338- 2023
Comuníquese y devuélvase vía interconexión.
N°2444-202 Penal Ruc: 2300026572-1
Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
Roberto Ignacio Contreras O., María Alejandra Rojas C. y Abogado Integrante Francisco José
Cruz F. San Miguel, seis de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

13
INADMISIBILIDAD

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.


Rit: 6935-2023.
Ruc: 2300686291-8.
Delito: Amenazas.
Defensor: Alejandro García.
tit33.- Acoge incidencia y declara inadmisible apelación de fiscalía contra resolución que
ordenó ajustar la pretensión punitiva para aplicar procedimiento simplificado al no ser
hipótesis del artículo 370 del CPP. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2497-2023)
Norma asociada: CP ART.296 N°3; CPP ART.370; CPP ART.388.
Términos: Amenazas, recurso de apelación, requerimiento, incidencias, inadmisibilidad.

SINTESIS: Corte acoge incidencia de la defensoría y declara inadmisible el recurso de apelación


deducido por el Ministerio Público, en contra de la resolución dictada por el Juzgado de
Garantía de Puente Alto. Refiere que el artículo 370 del Código Procesal Penal dispone que las
resoluciones dictadas por el Juez de Garantía son apelables cuando pusieren término al
procedimiento, hicieron imposible su prosecución o lo suspendieren por más de treinta
días y, cuando la ley lo señale expresamente. Que, atendido el mérito de los antecedentes y
por no compartir la resolución apelada la naturaleza de aquellas que permiten el recurso de
apelación según lo expuesto, el recurso de apelación es inadmisible. (NOTA: La resolución
apelada había ordenado ajustar la pretensión punitiva al marco establecido por la Ley para la
aplicación de las normas del Procedimiento Simplificado.) (Considerandos: 1, 2)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos:
Primero: Que el artículo 370 del Código Procesal Penal dispone que las resoluciones dictadas
por el Juez de Garantía son apelables cuando pusieren término al procedimiento, hicieren
imposible su prosecución o lo suspendieren por más de treinta días y, cuando la ley lo señale
expresamente.
Segundo: Que, atendido el mérito de los antecedentes y por no compartir la resolución apelada
la naturaleza de aquellas que permiten el recurso de apelación, según lo expuesto en la
motivación precedente, el presente arbitrio es inadmisible.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 365 y siguientes del Código Procesal Penal, se
acoge la incidencia planteada por la defensa y, en consecuencia, se declara inadmisible el
recurso de apelación deducido por el Ministerio Público en contra de la resolución dictada el

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dieciséis de agosto del año en curso, por el Juzgado de Garantía de Puente Alto, en causa RIT
6935-2023.
Devuélvase vía interconexión.
N° 2497-2023 Penal
Ruc: 2300686291-8
Pronunciado por la Tercera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) Sylvia
Pizarro B., María Catalina González T. y Abogado Integrante Fernando Ortiz A. San Miguel,
trece de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a trece de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente

15
INTERNACIÓN PROVISIONAL

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.


Rit: 10602-2023.
Ruc: 2301346584-3.
Delito: Desacato, amenazas.
Defensor: Anais Araneda
4.- Acoge amparo y dispone audiencia para evaluar continuidad de la internación
provisional o la forma de cumplirla estimando que la resolución no cumple la exigencia
de fundamentación del artículo 36 del CPP. (CA San Miguel 28.12.2023 rol 931-2023)
Norma asociada: CP ART.296 N°3; CPC ART.240; CPP ART.36; CPP ART.464; CPR ART.21.
Términos: Amenazas, desacato, recurso de amparo, internación provisional, fundamentación.

SINTESIS: Corte acoge recurso de amparo de la defensoría, y dispone que el Juez de la causa
deberá citar a la brevedad a una nueva audiencia, con participación de todos los intervinientes,
en especial de la víctima, en la que se evaluará la continuidad de la medida de seguridad
impugnada, con los antecedentes siquiátricos que pudieren servirle de fundamento y, en su
caso, la forma en que ella se cumplirá, sea tal como fue decretada, o bien, en un centro de salud
privado como ofreció la víctima. En este caso, si bien la resolución fue dictada por juez
competente, en uso de sus atribuciones, en audiencia pública en la que fueron oídos los
intervinientes, estima no satisface las exigencias legales de fundamentación, del artículo 36 del
Código Procesal Penal, en cuanto a que no se señalan los antecedentes que se tuvo en
consideración para disponer la medida de internación provisional del amparado, tal cual exige
el artículo 464 del citado código, más allá de la declaración de su padre. Que, sin perjuicio de lo
señalado, la postulante de la Defensoría Penal Pública sostuvo que la víctima, padre del
amparado, ha gestionado un cupo en un centro de salud privado para internarlo, que debe
analizarse en la audiencia fijada, junto con los demás antecedentes que hagan valer al efecto.
(Considerandos: 7, 8)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, veintiocho de diciembre de dos mil veintitrés.


A los folios 17, 18, 19 y 20: Téngase presente.
Vistos y teniendo presente:
Primero: Comparece doña Anais Araneda Labra, abogada, defensora penal pública, quien
recurre de amparo en favor de A.U.D, en contra del Juzgado de Garantía de Puente Alto que,
mediante resolución de 8 de diciembre de 2023, dictada en causa RIT: 10602-2023, por el Juez,
don Rodrigo Antonio Hernández Pérez decretó su internación provisional sin contar con un
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informe psiquiátrico que ilustrara de alguna grave alteración o insuficiencia en sus facultades
mentales que hicieren temer que atentará contra sí u otras personas.
Indica que, A.U.D padece de un diagnóstico de esquizofrenia paranoide crónica
descompensada, sin tratamiento desde el 2021, diagnosticado con un peritaje psiquiátrico
elaborado por el Dr. Jorge Amador González Espinoza de 10 de noviembre de 2023. Señala
que U.D fue formalizado por hechos calificados por el Ministerio Público como desacato y
amenazas en contexto de violencia intrafamiliar. Refiere que se decretó la suspensión del
procedimiento conforme a lo dispuesto en el artículo 458 del Código Procesal Penal, se ordenó
oficiar al Hospital Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak para que gestione un cupo para el
imputado, disponiendo su ingreso al Hospital ASA en el intertanto se materialice un cupo en el
referido hospital psiquiátrico.
Expone que, a pesar de no contarse con un informe psiquiátrico en los términos del artículo 464
del Código del ramo, que diera cuenta de su peligrosidad para sí mismo o terceros, el tribunal
decretó su internación provisional. Añade que, además, lleva privado de libertad más de la mitad
de la pena que eventualmente se le impondría, por aplicación del artículo 481 del Código
Procesal Penal. Hace presente que su representado goza de irreprochable conducta anterior
por lo que aún en caso de condena, cumplirá la pena en libertad lo que convierte la medida
impuesta en desproporcionada. Agrega que Urrutia Díaz no se encuentra en el ASA, si no que
en la celda individual 44.
Pide acoger la acción de amparo, dejando sin efecto la resolución que decretó la internación
provisional, disponiendo su inmediata libertad.
Segundo: Que informa al tenor del recurso doña Carolina Alejandra Toledo López, Jueza Titular
del Juzgado de Garantía de Puente Alto, señalando que, en audiencia de 8 de diciembre de
2023, la abogada recurrente estuvo a cargo de la defensa. En dicha ocasión se declaró la
detención ajustada a derecho, y la petición de la defensa de suspender el procedimiento en
virtud del artículo 458 del Código Procesal Penal, fue resuelta por el Juez, previo debate,
desestimando la solicitud.
Agrega que con posterioridad se oyó a la víctima en la audiencia, quien señala “que su hijo se
encuentra enfermo, que tiene esquizofrenia paranoide, que él es su tutor, que tiene informes y
que desea que su hijo no quede en prisión preventiva, pero si internado en algún
centro de salud, toda vez que está enfermo y no entiende lo que se le señala.”. Luego, el Tribunal
resuelve, que, en virtud de los nuevos antecedentes, se decreta la suspensión del
procedimiento en virtud del artículo 458 del Código Procesal Penal y por tanto rechaza la prisión
preventiva del imputado.
Añade que, a continuación, el Ministerio Público solicitó la internación provisional del imputado
de conformidad al artículo 464 del Código Procesal Penal, la Defensa se opuso y el juez
Hernández resolvió que “se decreta la internación provisional del imputado en hospital
psiquiátrico Horwitz. Sin perjuicio de ello, de forma provisional quedará en la Sección ASA de
CDP Santiago I, mientras se libera un cupo en dicho centro hospital”, despachándose los oficios
correspondientes para indagar sobre un posible cupo para el ingreso del imputado en dicho
centro hospitalario y para que el Servicio Médico Legal realice el informe de facultades mentales
y sobre si es peligroso el imputado para sí mismo o terceros. Finalmente, se ordenó oficiar al

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“Consultorio Bernardo Leighton, solicitando que en atención a que el imputado está siendo
investigado por delitos de amenaza y desacato en contexto de violencia intrafamiliar y que
presentaría antecedentes psiquiátricos graves, se solicita respetuosamente a dicho consultorio,
a fin de agilizar los trámites de internación administrativa a algún organismo, sin perjuicio de su
internación provisional”.
Tercero: Que, asimismo, informó al tenor del recurso Gendarmería de Chile, cuestionando la
orden del Juzgado de Garantía, ya que le ordenó mantener al imputado en una dependencia
específica -Hospital ASA-, en circunstancias de que Gendarmería tiene la potestad de mantener
a los internos en las dependencias que estimen convenientes conforme a los criterios de
segregación que manejan. Añade que la orden del Tribunal, además, es imposible de cumplir
porque mantienen un mínimo de camas en el Hospital Penitenciario, para cubrir las necesidades
de más de 5.000 internos.
Sostiene que la medida dispuesta por el Tribunal infringe los derechos del interno desde que se
le pone en riesgo ante una posible descompensación y también al personal que no está
capacitado para custodiar y tratar a personas con medidas de seguridad, lo que, a su
juicio, infringe el artículo 457 del Código Procesal Penal. Concluye que el amparado debiese ser
internado en un centro de salud de aquellos mencionados en el artículo 457 ya citado.
Cuarto: Que, también informó el Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”, que el 13 de
diciembre de 2023 mediante Oficio Ordinario N° 2764 dirigido al Juzgado de Garantía de Puente
Alto, refirió que el imputado en dicho momento se encontraba en el lugar N° 110 de una lista de
espera a nivel nacional de 111 cupos para ingreso a la Unidad de Evaluación de Personas
Imputadas sección varones (UEPI), unidad especializada al efecto que dispone solamente de
30 camas para dar respuesta a las solicitudes de internación provisional de todos los juzgados
de garantía a nivel nacional, las que se encuentran todas ocupadas.
Añade que, el 27 de diciembre de 2023, el imputado se encuentra en el lugar N° 104 de la lista
de espera a nivel nacional. Hace presente que no dispone materialmente de camas en la Unidad
UEPI para dar respuesta a lo ordenado por el Juzgado de Garantía de Puente Alto. Sin perjuicio
de ello, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 21.331 sobre Reconocimiento de Derechos
de Personas con Enfermedad Mental y en caso de presentar el imputado una condición de riesgo
vital o de secuela funcional grave, según dispone la ley de urgencia, puede ser derivado a un
Servicio de Urgencias para evaluación y atención médica inmediata.
Quinto: Que el artículo 21 de la Constitución Política de la República establece que todo
individuo que se hallare arrestado, detenido o preso con infracción de lo dispuesto en la
Constitución o en las leyes, podrá ocurrir por sí, o por cualquiera a su nombre, a la magistratura
que señale la ley, a fin de que ésta ordene se guarden las formalidades legales y adopte de
inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y
asegurar la debida protección del afectado. Agrega su inciso tercero que el mismo recurso podrá
ser deducido a favor de toda persona que ilegalmente sufra cualquiera otra privación,
perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal y seguridad individual.
Sexto: Que, el artículo 458 del Código Procesal Penal dispone que “Cuando en el curso del
procedimiento aparecieren antecedentes que permitieren presumir la inimputabilidad por
enajenación mental del imputado, el Ministerio Público o el Juez de Garantía, de oficio o a

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petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta
punible que se investiga en relación a éste”.
Por su parte el artículo 464 del mismo cuerpo legal establece que “Durante el procedimiento el
tribunal podrá ordenar, a petición de alguno de los intervinientes, la internación provisional del
imputado en un establecimiento asistencial, cuando concurrieren los requisitos señalados en los
artículos 140 y 141, y el informe psiquiátrico practicado al imputado señalare que éste sufre una
grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren temer que atentará
contra sí o contra otras personas”.
Séptimo: Que, en el caso de autos, si bien la resolución objeto del presente arbitrio fue dictada
por juez competente, en uso de sus atribuciones, en audiencia pública en la que fueron oídos
los intervinientes; se estima que la resolución impugnada no satisface las exigencias legales de
fundamentación, en los términos que exige el artículo 36 del Código Procesal Penal, en cuanto
a que no se señalan los antecedentes que se tuvo en consideración para disponer la medida de
internación provisional del amparado, tal cual exige el artículo 464 del Código Procesal Penal,
más allá de la declaración del padre del amparado.
Octavo: Que, sin perjuicio de lo señalado, la postulante de la Defensoría Penal Pública sostuvo
ante este estrado que la víctima de estos hechos –padre de la persona en cuyo favor se recurre-
ha gestionado un cupo en un centro de salud privado para internar al imputado, cuestión que
debe analizarse en audiencia fijada al efecto, junto con los demás antecedentes que las partes
hagan valer al efecto.
Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política de la República y Auto
Acordado sobre la materia, se acoge el recurso de amparo interpuesto en favor de A.U.D en
contra de la resolución de 8 de diciembre pasado dictada por el Juez señor Rodrigo Antonio
Hernández Pérez del Juzgado de Garantía de Puente Alto sólo en cuanto se dispone que el
Juez de la causa deberá citar a la brevedad a una nueva audiencia con participación de todos
los intervinientes, en especial de la víctima, en la que se evaluará la continuidad de la medida
de seguridad impugnada con los antecedentes siquiátricos que pudieren servirle de fundamento
y, en su caso, la forma en que ella se cumplirá, sea tal como fue decretada, o bien, en un centro
de salud privado como ofreció la víctima.
Regístrese, comuníquese y archívese, en su oportunidad.
N°931-2023 Amparo
Pronunciado por la Quinta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por Ministra Ana María
Cienfuegos B., Fiscal Judicial Jaime Iván Salas A. y Abogado Integrante Adelio Misseroni R.
San Miguel, veintiocho de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a veintiocho de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente

19
LEY 18216

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.


Rit: 3133-2015.
Ruc: 1500567949-1.
Delito: Porte ilegal de arma de fuego.
Defensor: Mitzi Jaña.
5.- Voto por mantener reclusión parcial domiciliaria nocturna toda vez que el sentenciado
no ha iniciado su cumplimiento no dándose hipótesis del artículo 27 de la Ley 18216 y
sumado su fin de reinserción social. (San Miguel 13.12.2023 rol 2462-2023)
Norma asociada: L17798 ART.9; L18216 ART.27.
Términos: Medidas alternativas a la privación/restricción de libertad, porte ilegal de arma de
fuego, recurso de apelación, reclusión parcial domiciliaria nocturna, reinserción social.
SINTESIS: Voto en contra estuvo por revocar la resolución apelada, que revoco la pena
sustitutiva de reclusión parcial nocturna domiciliaria, y mantener vigente la pena sustitutiva
originalmente impuesta, permitiendo que el sentenciado quedase sometido al régimen
sustitutivo, que hasta marzo de 2018 no había estado en situación de iniciar. La disidente tuvo
únicamente presente que, con arreglo al tenor literal del artículo 27 de la Ley 18.216 el
quebrantamiento de una pena sustitutiva que acarrea su revocación por el solo ministerio de la
ley, adviene en la medida que durante su cumplimiento el penado hubiere delinquido
nuevamente y fuere condenado por sentencia firme, cumplimiento que en la especie no había
iniciado, desde que no había sido incorporado al sistema de monitoreo telemático que le fuera
impuesto en su oportunidad, a lo que cabe sumar la indiscutible finalidad de reinserción social
de los penados que inspiró las modificaciones a la ley 18.216, introducidas mediante la dictación
de la ley 20.603. (Considerandos: 1, voto de minoría)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.


Oídos los intervinientes y considerando:
Que esta Corte comparte los fundamentos de la resolución dictada por el juez a quo, en cuanto
por ella se ha revocado la pena sustitutiva de reclusión parcial nocturna domiciliaria con base
en hechos que claramente satisfacen las exigencias del artículo 27 de la Ley N°18.216, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 37 de dicho ordenamiento, se confirma la resolución
apelada de ocho de agosto del año en curso, dictada por el Juzgado de Garantía de Talagante,
que revocó la citada pena sustitutiva aplicada a F.A.M.V y ordenó su ingreso en calidad de
rematado.
Acordada con el voto en contra de la ministra Pizarro S., quien teniendo únicamente presente
que, con arreglo al tenor literal del artículo 27 de la Ley 18.216 el quebrantamiento de una pena

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sustitutiva que acarrea su revocación por el solo ministerio de la ley adviene en la medida que
durante su cumplimiento el penado hubiere delinquido nuevamente y fuere condenado por
sentencia firme, cumplimiento que en la especie F.M.V. no había iniciado, desde que no había
sido incorporado al sistema de monitoreo telemático que le fuera impuesto en su oportunidad, a
lo que cabe sumar la indiscutible finalidad de reinserción social de los penados que inspiró las
modificaciones a la ley 18.216, introducidas mediante la dictación de la ley 20.603, estuvo por
revocar la resolución apelada y mantener vigente la pena sustitutiva originalmente impuesta,
permitiendo que el sentenciado quedase sometido al régimen sustitutivo que hasta marzo de
2018 no había estado en situación de iniciar.
Comuníquese y devuélvase
N°2462-2023 Penal
Ruc: 1500567949-1
RIT: 3133-2015
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) María
Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalán R. y Fiscal Judicial Tita Aranguiz Z. San Miguel, trece
de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a trece de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

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Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.
Rit: 165-2023.
Ruc: 2201286344-K.
Delito: Microtráfico.
Defensor: Oscar Manríquez.
6.- Concede remisión condicional ya que impedimento por microtráfico es para penas
impuestas sobre 541 días y lo contrario daría el absurdo que penas superiores por el
mismo delito tendrían más beneficios. (CA San Miguel 20.12.2023 rol 3425-2023)
Norma asociada: L20000 ART.4; L18216 ART.1; L18216 ART.4; L18216 ART.15 b.
Términos: Medidas alternativas a la privación/restricción de libertad, microtráfico, recurso de
apelación, remisión condicional de la pena, interpretación de la ley penal.
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y concede al encausado la pena
sustitutiva de remisión condicional, por el término de un año. Señala que integrando los artículos
4 y 15 letra b de la ley 18.216, concluye que el impedimento para aplicar la pena sustitutiva de
remisión condicional a los delitos de tráfico de drogas, sólo concurrirá si la sanción aplicada
supera los quinientos cuarenta y un días de presidio menor en su grado mínimo, lo que no
sucede en la especie. Que, en consecuencia, la mención al artículo 15 que hace al artículo 4,
debe entenderse referida a la pena impuesta incluyendo su cuantía y no a su sola naturaleza,
toda vez que de lo contrario se daría el absurdo de que quien tiene una pena superior, por un
mismo delito, tendría más beneficios que el que tiene una pena menor. Que, a mayor
abundamiento, si la intención del legislador hubiese sido la de excluir de todos los ilícitos
contemplados en la Ley 20.000, la remisión condicional de la pena, lo habría señalado
expresamente, como lo hizo en el inciso 3° del artículo 1° de la mencionada ley, respecto de la
pena sustitutiva de prestación de servicios en beneficio de la comunidad. Que, por las razones
señaladas y el ejercicio interpretativo efectuado, procede acoger el recurso. (Considerandos:
3, 4, 5, 6)

TEXTO COMPLETO:
San Miguel, veinte de diciembre de dos mil veintitrés.
Vistos y oídos los intervinientes:
Se reproduce la sentencia apelada con excepción del considerando décimo sexto, que se
elimina.
Y se tiene, en su lugar y además, presente:
Primero: Que, la defensa del condenado E.D.C.G, ha recurrido de apelación en contra de la
sentencia de tres de noviembre del año en curso que lo condenó a la pena de sesenta y un días
de presidio menor en su grado mínimo como autor del delito de tráfico de pequeñas cantidades
de sustancias ilícitas o estupefacientes que tipifica el artículo 4° de la ley N°20.000, en relación
con el artículo 1° de la misma ley, en aquella parte que se le sustituyó la pena privativa de
libertad por la de reclusión parcial nocturna en un establecimiento de Gendarmería.

22
Segundo: Que, para resolver el asunto controvertido debe tenerse presente lo siguiente:
1.- El artículo 4° de la ley N°18.216 expresa: “Con todo, no procederá la remisión condicional
como pena sustitutiva si el sentenciado fuere condenado por aquellos ilícitos previstos en los
artículos 15, letra b), o 15 bis, letra b), debiendo el tribunal, en estos casos, imponer la pena de
reclusión parcial, libertad vigilada o libertad vigilada intensiva, si procediere."
2.- Por su parte el referido artículo 15 letra b) de la misma ley expresa: “b) Si se tratare de alguno
de los delitos contemplados en el artículo 4° de la ley N° 20.000, que sanciona el tráfico ilícito
de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, o en los incisos segundo y tercero del artículo 196
del decreto con fuerza de ley N° 1, de 2009, del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones,
que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley de Tránsito, y la pena privativa
o restrictiva de libertad que se impusiere fuere superior a quinientos cuarenta días y no excediere
de tres años”.
Tercero: Que, de esta manera, integrando las dos normas transcritas se concluye que el
impedimento para aplicar la pena sustitutiva de remisión condicional a los delitos de tráfico de
drogas, sólo concurrirá si la sanción aplicada supera los quinientos cuarenta y un días de
presidio menor en su grado mínimo, lo que no sucede en la especie.
Cuarto: Que, en consecuencia, la mención al artículo 15 que hace al artículo 4, ambos de la Ley
N°18.216, debe entenderse referida a la pena impuesta incluyendo su cuantía y no a su sola
naturaleza, toda vez que de lo contrario se daría el absurdo de que quien tiene una pena
superior, por un mismo delito, tendría más beneficios que el que tiene una pena menor.
Quinto: Que, a mayor abundamiento, si la intención del legislador hubiese sido la de excluir de
todos los ilícitos contemplados en la Ley 20.000, la remisión condicional de la pena, lo habría
señalado expresamente, como lo hizo en el inciso 3° del artículo 1° de la Ley 18.216, respecto
de la pena sustitutiva de prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
Sexto: Que, por las razones antes señaladas y el ejercicio interpretativo efectuado, procede
acoger el recurso en estudio.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en las normas legales
citadas y el artículo 370 del Código Procesal Penal, se revoca, en lo apelado, la sentencia
dictada el tres de noviembre del año en curso, por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Talagante, en causa RIT 165-2023 y se declara que se concede al encausado E.D.C.G., la pena
sustitutiva de remisión condicional, por el término de un año debiendo cumplir con todas
condiciones que exige el artículo 5° de la ley N°18.216.
Regístrese y devuélvase vía interconexión.Ingreso Corte N°3425-2023.Ruc: 2201286344-K
Pronunciado por la Tercera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) Sylvia
Pizarro B., María Catalina González T. y Abogado Integrante Santiago Albornoz P. San Miguel,
veinte de diciembre de dos mil veintitrés. En San Miguel, a veinte de diciembre de dos mil
veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.

23
Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 4251-2020.

Ruc: 2000433063-4.

Delito: Tenencia ilegal de armas.

Defensor: Carolina Robledo.

7.- Mantiene pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva al no haber incumplimientos


graves que ameriten la revocación de la pena toda vez que con anterioridad no se había
intensificado ni revocado. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 3497-2023)
Norma asociada: L17798 ART.9; L18216 ART.15 bis; L18216 ART.25.
Términos: Medidas alternativas a la privación/restricción de libertad, tenencia ilegal de armas,
recurso de apelación, libertad vigilada intensiva, cumplimiento de condena.

SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y mantiene pena sustitutiva de


libertad vigilada intensiva, respecto del condenado, debiendo el Tribunal a quo adoptar las
medidas correspondientes a objeto de dar cumplimiento a lo resuelto. Para ello tiene en
consideración los antecedentes incorporados por la defensa, de lo que se desprende que los
incumplimientos referidos en la resolución impugnada, no son de tal gravedad que ameriten la
revocación de la pena sustitutiva impuesta al sentenciado, en los términos del artículo 25 de la
Ley 18.216, toda vez que con anterioridad no se había intensificado ni revocado.
(Considerandos: único)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, seis de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos y oídos los intervinientes:
Que teniendo en consideración los antecedentes incorporados por la defensa, se desprende que
los incumplimientos referidos en la resolución impugnada no son de tal gravedad que ameriten
la revocación de la pena sustitutiva impuesta al sentenciado J.H.A.Z en los términos del artículo
25 de la Ley 18.216, toda vez que con anterioridad no se había intensificado ni revocado.
Y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 37 de la Ley 18.216, se revoca en lo
apelado, la resolución dictada en audiencia de quince de noviembre del año en curso, por el
Juzgado de Garantía de Puente Alto, en causa RIT 4251-2020 y se declara que se mantiene la
pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva respecto del condenado J.H.A.Z, debiendo el
Tribunal a quo adoptar las medidas correspondientes a objeto de dar cumplimiento a lo resuelto.
Acordada contra el voto del Abogado Integrante señor Ferrada, quien fue del parecer de
confirmar la referida resolución en virtud de sus propios fundamentos.
Devuélvase vía interconexión. N° 3497-2023 Penal. Ruc: 2000433063-4
Pronunciado por la Tercera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) Sylvia
Pizarro B., Rene Cerda E. y Abogado Integrante Francisco Ferrada C. San Miguel, seis de
diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

24
Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 3341- 2020.

Ruc: 2000745639-6.

Delito: Robo con violencia.

Defensor: Alicia Parra.

8.- Intensifica libertad vigilada intensiva con controles mensuales e ingreso a tratamiento
de adicciones considerando el consumo problemático de la sentenciada siendo necesario
reforzarla. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 3518-2023)

Norma asociada: CP ART.436; L18216 ART.15 bis; L18216 ART.25 N°2.

Términos: Medidas alternativas a la privación/restricción de libertad, robo con violencia o


intimidación, recurso de apelación, libertad vigilada intensiva, cumplimiento de condena.

SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y revoca la resolución dictada por
el Décimo Quinto Juzgado de Garantía de Santiago, en causa Rit 3341- 2020 y en su lugar
declara que se mantiene la pena sustitutiva de libertad vigilada, intensificando los controles a
uno por mes y se ordena el ingreso a un programa tratamiento de adicciones de carácter
residencial, previa evaluación correspondiente. Para esto atiende al mérito de los antecedentes,
considerando el consumo problemático de alcohol de la imputada y lo informado por
Gendarmería de Chile, estimando necesario reforzar el área de consumo e intensificar la pena
sustitutiva. (NOTA: la defensa argumentó que la imputada tenía solo 22 años, que no había otros
o nuevos antecedentes penales y que el delito era un hecho aislado, que se explica producto de
la influencia de la droga y los contactos criminógenos del circulo que mantenía, y, además,
estaba en situación de calle, lo que explicaba no haber asistido a las audiencias, no siendo grave
ni injustificado, y con la intensificación de la pena se cumplía con los fines de reinserción social
de la Ley 18.216.) (Considerandos: único)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés


Vistos y oídos los intervinientes:
Atendido el mérito de los antecedentes, considerando el consumo problemático de alcohol de la
imputada y lo informado por Gendarmería de Chile, se estima necesario reforzar el área de
consumo e intensificar la pena sustitutiva.
Y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 352 y 370 del Código Procesal
Penal, se revoca la resolución dictada de diecisiete de noviembre del año en curso, dictada por
el Décimo Quinto Juzgado de Garantía de Santiago, en causa Rit 3341- 2020 y en su lugar se
declara que se mantiene la pena sustitutiva de libertad vigilada intensificando los controles a uno
por mes y se ordena el ingreso de F.A.V.G a un programa tratamiento de adicciones de carácter
residencial previa evaluación correspondiente.
El tribunal ad quo velará por dicho cumplimiento.

25
Acordada con el voto en contra de la ministra señora Ma. Alejandra Rojas Contreras, quien
estuvo por confirmar la referida resolución que revoca la pena sustitutiva de libertad vigilada
intensiva, por sus propios fundamentos.
Comuníquese y devuélvase vía interconexión.
N°3518-2023 Penal.
Ruc: 2000745639-6
Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
Roberto Ignacio Contreras O., María Alejandra Rojas C. y Abogado Integrante Francisco José
Cruz F. San Miguel, seis de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

26
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 494-2017.

Ruc: 1600783536-5.

Delito: Desacato.

Defensor: Alicia Parra.

9.- Declara prescrita la acción penal y sobresee definitivamente al estar suspendido el


procedimiento por el artículo 458 del CPP desde el año 2020 y paralizado más de 3 años
sin diligencias posteriores útiles. (CA San Miguel 27.12.2023 rol 2627-2023)

Norma asociada: CPC ART.240; CPP ART.458; CP ART.94; CP ART.96; CPP ART.250 d.

Términos: Causales extinción responsabilidad penal, desacato, recurso de apelación,


prescripción de la acción penal, sobreseimiento definitivo.

SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría y declara prescrita la acción penal
y sobresee total y definitivamente por el artículo 250 letra d) del Código Procesal Penal. De los
artículos 94 y 96 del CP y 458 del CPP, observa que la paralización en la prosecución del
procedimiento puede configurarse como consecuencia de la suspensión del citado artículo 458,
porque el referido artículo 96 no excluye tal situación, como tampoco exige que haya precedido
a la paralización un sobreseimiento temporal por rebeldía, y de la causa, aparece que el
procedimiento se encuentra suspendido por el artículo 458, el 21 de febrero de 2020, y el
imputado no ha cometido nuevo crimen o simple delito, ni se ausentó del país. En consecuencia,
el procedimiento se encuentra paralizado por más de 3 años, toda vez que las diligencias que
se han realizado en la causa con posterioridad, no han resultado útiles para la prosecución del
procedimiento, y han transcurrido más de cinco años desde el día en que se habría cometido el
delito. Habiéndose acusado al imputado por un simple delito, concluye que ha transcurrido el
término de prescripción de la acción penal, de manera que su responsabilidad penal se ha
extinguido en los términos previstos en el artículo 250 letra d) del Código Procesal Penal.
(Considerandos: 3, 4)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos, oídos los intervinientes y teniendo presente:
Primero: Que en los antecedentes de la causa RUC 1600783536-5, RIT 494-2017
del Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, seguidos en contra del acusado
E.P.H.V, por el delito de desacato en contexto de violencia intrafamiliar, consta que en audiencia
de veintiuno de febrero de dos mil veinte se suspendió el procedimiento de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 458 del Código Procesal Penal.
Asimismo, aparece que hasta la fecha no se ha practicado el informe de facultades
mentales al imputado. Además, consta que la defensa solicitó el 7 de agosto de 2023 audiencia
de sobreseimiento definitivo, fijándose la misma para el 22 del mismo mes y año.
27
El 11 de agosto de 2023 se agregó informe de Policía Internacional, que consigna que el
imputado no registra salidas del país y el 21 del mismo mes y año se incorporó el extracto de
filiación que da cuenta que el imputado no registra condenas posteriores a los hechos de la
presente causa.
Segundo: Que, en la audiencia de 22 de agosto de 2023, la defensa solicitó la
prescripción de la acción penal, solicitud que fue rechazada por el tribunal al estimar que no se
reúnen los requisitos para dar lugar a la petición planteada por la defensa.
Tercero: Que el artículo 94 del Código Penal establece que la acción penal prescribe
respecto de los simples delitos, en cinco años.
A su turno, el artículo 96 del Código Penal previene que “Esta prescripción se interrumpe,
perdiéndose el tiempo trascurrido, siempre que el delincuente comete nuevamente crimen o
simple delito, y se suspende desde que el procedimiento se dirige contra él; pero si se paraliza
su prosecución por tres años o se termina sin condenarle, continúa la prescripción como si no
se hubiere interrumpido”.
Por su parte, el artículo 458 del Código Procesal Penal señala que “Cuando en el curso
del procedimiento aparecieren antecedentes que permitieren presumir la inimputabilidad por
enajenación mental del imputado, el ministerio público o juez de garantía, de oficio o a petición
de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la conducta punible que
se investiga en relación a éste. El juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no
se remitiere el informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás
coimputados, si los hubiere”.
Como se observa de las normas transcritas, la paralización en la prosecución del
procedimiento puede configurarse como consecuencia de la suspensión que dispone el artículo
458 del Código Procesal Penal, porque el artículo 96 del Código Penal no excluye una situación
como aquélla y tampoco exige que haya precedido a la paralización un sobreseimiento temporal
por rebeldía.
Cuarto: Que, conforme a lo expuesto por los intervinientes en la audiencia respectiva y
los antecedentes de la causa, aparece que el procedimiento se encuentra suspendido por
aplicación de lo dispuesto en el artículo 458 del Código Procesal Penal, a contar del 21 de
febrero de 2020.
Del mismo modo, se desprende que el imputado, luego de haber sido acusado en este
procedimiento, no ha cometido nuevo crimen o simple delito, ni se ausentó del país.
En consecuencia, el procedimiento se encuentra paralizado por más de tres años, toda
vez que las diligencias que se han realizado en la causa con posterioridad a la suspensión
decretada por aplicación del citado artículo 458 sólo han tenido por objeto que se practique el
informe psiquiátrico al imputado, pero no resultan útiles para la prosecución del procedimiento
de un delito de acción pública.
Asimismo, han transcurrido más de cinco años desde el día en que se habría cometido
el delito, esto es, el 20 de agosto de 2016.
En este contexto, habiéndose acusado al imputado por un simple delito, cabe concluir
que ha transcurrido el término de prescripción de la acción penal, de manera que su
responsabilidad penal se ha extinguido en los términos previstos en el artículo 250 letra d) del
Código Procesal Penal, esto es, por haberse “extinguido la responsabilidad penal del imputado
por algunos de los motivos establecidos en la ley”.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 93 N° 6, 94, 95,
96 y 100 del Código Penal, 250 letra d), 253 y 370 letra b) del Código Procesal Penal, se revoca
la resolución apelada de veintidós de agosto dos mil veintitrés, que rechazó la petición de
prescripción de la acción penal y sobreseimiento definitivo planteada por la defensa de E.P.H.V
y se declara prescrita la acción penal y, en consecuencia, se sobresee total y definitivamente en
esta causa por el artículo 250 letra d) del Código Procesal Penal, respecto del simple delito que
el Ministerio Público atribuyó al imputado.
28
Regístrese, comuníquese y devuélvase vía interconexión.
N° 2627-2023 Penal.
Pronunciado por la Quinta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por Ministra Presidente Maria
Teresa Diaz Z., Ministra Ana Maria Cienfuegos B. y Abogado Integrante Carlos Hernán Espinoza
V. San Miguel, veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

29
PRESCRIPCIÓN DE LA PENA

Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago.

Rit: 5282-2017.

Ruc: 1700594510-0.

Delito: Hurto.

Defensor: Fernanda Figueroa.

10.- Declara prescrita pena de 31 días por hurto toda vez que del tenor literal del artículo
97 del Código Penal el plazo de prescripción se determina por la pena concreta impuesta
en la sentencia que es de falta. (CA Santiago 20.12 2023 rol 5969-2023)
Norma asociada: CP ART. 446; CP ART.97.
Términos: Causales extinción responsabilidad penal, hurto, recurso de apelación, prescripción
de la pena, interpretación.
SINTESIS: Corte acoge recurso de apelación de la defensoría, y declara prescrita la pena de 31
días de prisión en su grado medio impuesta. Del tenor literal del artículo 97 del Código Penal,
concluye que los plazos de prescripción de las penas, deben determinarse sobre la base de
aquellas impuestas, como señala la disposición, en la sentencia respectiva, esto es, de la pena
en concreto fijada, y no de la que en abstracto señala la ley para el delito de que se trata. Como
sucede en la especie, la pena aplicada por un simple delito puede tener una extensión que es
propia de las faltas y, en ese caso, la pena es precisamente de falta, porque su duración
temporal la sitúa en las que el legislador prevé para esta clase de infracciones. En razón de lo
dicho, la regla que ha de aplicarse es la del citado artículo 97, que obliga a estarse,
precisamente, a la pena determinada concreta en el fallo. Que, en este escenario, si la
sentencia de término en el caso de autos -que impuso una pena de prisión, propia de las faltas,
quedó ejecutoriada el 4 de julio de 2017, según se certificó, el tiempo necesario para la
prescripción, esto es, seis meses, se cumplió con creces con anterioridad al 15 de noviembre
del año en curso, incluso cumplido al ser condenado en abril de 2022. (Considerandos: 2,
3)

TEXTO COMPLETO:
Santiago, veinte de diciembre de dos mil veintitrés.
Al escrito folio 8: a todo, téngase presente.
Vistos y oído el interviniente:
Primero: Que la Defensoría Penal Pública ha deducido recurso de apelación contra la
resolución del Quinto Juzgado de Garantía de Santiago dictada en audiencia de 29 de
noviembre del año en curso, celebrada en causa RIT 5282-2017, RUC 1700594510-0, por la
que desestimó la solicitud de declarar la prescripción de la pena de treinta y un días de prisión
en su grado medio, impuesta a R.A.C.P, en calidad de autor del delito frustrado de hurto,
sustituida por la prestación de servicios en beneficio de la comunidad; y revocó la
señalada pena sustitutiva y ordenó el cumplimiento efectivo de la sanción privativa de
libertad.
Segundo: Que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 97 del Código Penal, las
penas impuestas por sentencia ejecutoria prescriben en quince años las de presidio, reclusión
30
y relegación perpetuos; en diez años las demás penas de crímenes; en cinco años las penas
de simples delitos y en seis meses las de faltas. Por su parte, el artículo 98 del mismo Código
señala que el término de prescripción comenzará a correr desde la fecha de la sentencia de
término o desde el quebrantamiento de la condena, si hubiere ésta principiado a cumplirse.
Del tenor literal del citado artículo 97, es posible concluir que los plazos de prescripción
de las penas, deben determinarse sobre la base de aquellas impuestas, como señala la
disposición, en la sentencia respectiva, esto es, de la pena en concreto fijada en el fallo y no
de la que en abstracto señala la ley para el delito de que se trata. Dicho de otro modo, como
sucede en la especie, la pena aplicada por un simple delito puede tener una extensión que es
propia de las faltas y, en ese caso, la pena es precisamente de falta, porque su duración
temporal la sitúa en las que el legislador prevé para esta clase de infracciones.
En razón de lo dicho, la regla que ha de aplicarse es la del artículo 97 del Código
Penal, que obliga a estarse, precisamente, a la pena determinada concreta y específicamente
en el fallo.
Tercero: Que, en este escenario, si la sentencia de término en el caso de autos -que
impuso una pena de treinta y un días de prisión, propia de las faltas- quedó ejecutoriada el 4 de
julio de 2017, según se certificó en la causa, el tiempo necesario para la prescripción, esto es,
seis meses, se cumplió con creces con anterioridad al 15 de noviembre del año en curso,
incluso cumplido al ser condenado en abril de 2022, por lo que correspondía acceder a
la petición principal de la defensa y declarar la prescripción de la pena alegada, motivo por el
cual, debe enmendarse la resolución impugnada.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en las normas legales citadas y
en los artículos 364 y siguientes del Código Procesal Penal, se revoca la resolución de quince
de noviembre del año en curso, dictada por el Décimo Cuarto Juzgado de Garantía de
Santiago en la causa RIT 5282- 2017, RUC 1700594510-0, y en su lugar, se acoge la petición
de la defensa y se declara prescrita la pena de treinta y un días de prisión en su grado medio
impuesta a R.A.C.P.
Acordada con el voto en contra del Abogado Integrante señor Gandulfo, quien estuvo por
confirmar la referida resolución.
Comuníquese por la vía más rápida.
Penal N° 5969-2023
Resolución incluida en el Estado Diario de hoy.
Pronunciado por la Séptima Sala de la C.A. de Santiago integrada por los Ministros
(as) Suplentes María Teresa Quiroz A., Isabel Margarita Zúñiga A. y Abogado Integrante
Eduardo Nelson Gandulfo R. Santiago, veinte de diciembre de dos mil veintitrés.
En Santiago, a veinte de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado

31
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 922-2023.

Ruc: 2201302379-8.

Delito: Amenazas, lesiones menos graves.

Defensor: Mauricio Jara.

11.- Confirma resolución que ordena restringir las 2 penas requeridas al exceder el tenor
del artículo 388 del CPP debiendo interpretarse restrictivamente la norma según el artículo
5 del mismo código. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2340-2023)

Norma asociada: CP ART.296 N°3; CP ART.399, CPP ART.1; CPP ART.5; CPP ART.388.

Términos: Procedimientos especiales, amenazas, recurso de apelación, requerimiento,


procedimiento simplificado.

SINTESIS: Corte confirma resolución que, para proveer requerimiento de juicio simplificado, se
debe ajustar la pena a la naturaleza de dicho procedimiento. Conforme el artículo 388 del Código
Procesal Penal, en su inciso 2°, el Ministerio Público presentó un requerimiento solicitando
imponer al imputado dos penas de 540 días por los delitos de amenazas simples y lesiones
menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, con una pena total que excede la permitida
en el procedimiento. Si bien las sanciones por cada delito no exceden los 540 días, la
determinación del procedimiento debe realizarse atendiendo a la suma de las penas de
presidio o reclusión a que se expone el imputado, conforme a la interpretación más acorde y
que optimiza de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio oral que garantiza el artículo 1° del
citado código, que constituye uno de sus principios básicos y, por tanto, debe servir para
interpretar sus normas. Las disposiciones que obstan el cabal ejercicio de ese derecho, ante un
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, deben ser interpretadas en forma restrictiva, como lo dispone
el artículo 5°, inciso 2°, del mismo código, por lo que estima correcta la restricción impuesta por
el tribunal al proveer la acusación que se ha deducido. (Considerandos: 1,2,3,4)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos oídos los intervinientes y considerando:
Primero: Que el artículo 388 del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, prescribe que
el procedimiento simplificado se aplicará respecto de los hechos constitutivos de simple delito
para los cuales el Ministerio Público requiriere la imposición de una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
Segundo: Que, en la especie, el Ministerio Público presentó un requerimiento de
procedimiento simplificado, solicitando imponer al imputado dos penas de 540 días de presidio
menor en su grado mínimo, por los delitos de amenazas simples y lesiones menos graves en
contexto de violencia intrafamiliar, respectivamente, por ende, una pena total que excede la
permitida en el procedimiento por el que insta el órgano persecutor.

32
Tercero: Que si bien en el caso sub iudice las sanciones que se pretende se impongan
por cada delito no exceden los 540 días de presidio, la determinación del procedimiento a seguir
bajo las reglas del simplificado ha de atender a la globalidad de la cuantía de la condena
por la que insta el ente persecutor. Así se colige de la interpretación más acorde y que optimiza
de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio oral que garantiza el artículo 1° del Código
Procesal Penal, el que constituye uno de los principios básicos de dicha codificación y, por
tanto, debe servir para la exégesis de cada una de sus normas y, en especial, de las figuras o
preceptos que importan una excepción al mismo.
De lo anterior se deriva que las disposiciones que obstan el cabal ejercicio de ese
derecho, esto es, ante un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, deben ser interpretadas en forma
restrictiva, como lo dispone el artículo 5°, inciso 2°, del mismo código.
Cuarto: Que por las anotadas razones ha sido correcta la restricción impuesta por el
tribunal al proveer la acusación que se ha deducido.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 352 y siguientes del Código Procesal
Penal, se confirma la resolución apelada de treinta y uno de julio del año dos mil veintitrés,
dictada por el Juzgado de Garantía de Puente Alto, en causa RIT: 922-2023
Comuníquese y devuélvase vía interconexión.
N°2340-2023 Penal
Ruc: 2201302379-8
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
María Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalán R. y Fiscal Judicial Tita Aranguiz Z. San
Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a trece de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

33
Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 2811-2023.

Ruc: 2300745469-4.

Delito: Amenazas, lesiones menos graves.

Defensor: Fernanda Figueroa.

12.- Confirma resolución que para aplicar simplificado las penas requeridas deben
ajustarse al artículo 388 del CPP al exceder lo permitido interpretando restrictivamente la
norma según artículo 5 del mismo código. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2479-2023)

Norma asociada: CP ART.296 N°3; CP ART.399, CPP ART.1; CPP ART.5; CPP ART.388.

Términos: Procedimientos especiales, amenazas, recurso de apelación, requerimiento,


procedimiento simplificado.

SINTESIS: Corte confirma resolución que, para proveer requerimiento de juicio simplificado, se
debía ajustar la pena a la naturaleza de dicho procedimiento. Conforme el artículo 388 del
Código Procesal Penal, en su inciso 2°, el Ministerio Público presentó un requerimiento
solicitando imponer al imputado dos penas de 300 días por el delito de amenazas simples y
lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, por ende, una pena total que
excede la permitida en el procedimiento. Si bien las sanciones por cada delito no exceden los
540 días, la determinación del procedimiento debe realizarse atendiendo a la suma de las
penas de presidio o reclusión a que se expone el imputado, conforme a la interpretación más
acorde y que optimiza de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio oral que garantiza el
artículo 1° del citado código, que constituye uno de sus principios básicos y, por tanto, debe
servir para interpretar sus normas. Deriva que las disposiciones que obstan el cabal ejercicio
de ese derecho, ante un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, deben ser interpretadas en forma
restrictiva, como lo dispone el artículo 5°, inciso 2°, del mismo código, por lo que ha sido correcta
la restricción impuesta por el tribunal al proveer la acusación que se ha deducido.
(Considerandos: 1,2,3,4)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos, oídos los intervinientes y considerando:
Primero: Que el artículo 388 del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, prescribe que
el procedimiento simplificado se aplicará respecto de los hechos constitutivos de simple delito
para los cuales el ministerio público requiriere la imposición de una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
Segundo: Que en la especie el Ministerio Público presentó un requerimiento de
procedimiento simplificado, solicitando imponer al imputado dos penas de 300 días de presidio
menor en su grado mínimo, por los delitos de amenazas condicionales y lesiones menos graves
en contexto de violencia intrafamiliar, respectivamente, por ende, una pena total que excede la
permitida en el procedimiento por el que insta el órgano persecutor.
Tercero: Que si bien en el caso sub iudice las sanciones que se pretende se impongan
por cada delito no exceden los 540 días de presidio, la determinación del procedimiento a seguir
34
bajo las reglas del simplificado ha de atender a la globalidad de la cuantía de la condena
por la que insta el ente persecutor. Así se colige de la interpretación más acorde y que optimiza
de mejor forma el ejercicio del derecho al juicio oral que garantiza el artículo 1° del Código
Procesal Penal, el que constituye uno de los principios básicos de dicha codificación y, por
tanto, debe servir para la exégesis de cada una de sus normas y, en especial, de las figuras
o preceptos que importan una excepción al mismo.
De lo anterior se deriva que las disposiciones que obstan el cabal ejercicio de ese
derecho, esto es, ante un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, deben ser interpretadas en forma
restrictiva, como lo dispone el artículo 5°, inciso 2°, del mismo código.
Cuarto: Que por las anotadas razones ha sido correcta la restricción impuesta por el
tribunal al proveer la acusación que se ha deducido.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 352 y siguientes del Código Procesal Penal,
se confirma la resolución apelada de catorce de agosto del año en curso, dictada por el 12°
Juzgado de Garantía de Santiago, en causa RIT: 2811-2023.
Comuníquese y devuélvase vía interconexión.
N°2479-2023 Penal
Ruc: 2300745469-4
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
María Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalán R. y Fiscal Judicial Tita Aranguiz Z. San
Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a trece de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

35
Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.
Rit: 2790-2023.
Ruc: 2300108416-K.
Delito: Amenazas, lesiones menos graves.
Defensor: Fernanda Figueroa.
13.- Confirma resolución que rechaza requerimiento en simplificado en que se solicita
imponer 2 penas de 500 días conforme al artículo 388 del CPP lo que escapa a una correcta
interpretación de la norma. (CA San Miguel 13.12.2023 rol 2521-2023)
Norma asociada: CP ART.296 N°3; CP ART.399, CPP ART.388.
Términos: Procedimientos especiales, amenazas, recurso de apelación, requerimiento,
procedimiento simplificado.
SINTESIS: Corte confirma resolución dictada por el 12° Juzgado de Garantía de Santiago,
atendido el mérito de los antecedentes y lo expresado por los intervinientes en la audiencia,
compartiendo los fundamentos expresados por el tribunal de primer grado en la resolución en
alzada. (NOTA: E l Ministerio Público presentó un requerimiento solicitando imponer dos penas
de 500 días por amenazas simples y por lesiones menos graves en contexto de violencia
intrafamiliar. El tribunal rechaza el requerimiento, ya que conforme el artículo 388 del Código
Procesal Penal, en su inciso 2°, si bien se solicita 2 penas que separadamente, no exceden el
quantum prescrito por la norma referida, admitir a tramitación la causa conforme el
procedimiento simplificado, implicaría que no obstante su cuantía global cualquiera sea ésta,
incluso superiores a penas de crimen, podría sustanciarse conforme a dicho procedimiento, lo
que escapa a una correcta interpretación de la norma, considerando que el mencionado
procedimiento está reservado para casos en que el imputado se puede exponer a penas menos
gravosas, con eventuales penas sustitutivas quedando aquellos casos más graves para ser
conocidos conforme a las normas del juicio oral ordinario, de lo cual se presentó reposición
apelando en subsidio.) (Considerandos: único)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, trece de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos:
Atendido el mérito de los antecedentes y lo expresado por los intervinientes en la audiencia, esta
Corte comparte los fundamentos expresados por el tribunal de primer grado en la resolución en
alzada; y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 352 del Código Procesal
Penal, se confirma la resolución dictada el dieciocho de agosto del año en curso, por el 12°
Juzgado de Garantía de Santiago, en causa RIT 2790-2023.
Devuélvase vía interconexión.
N° 2521-2023 Penal.

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Ruc: 2300108416-K
Pronunciado por la Tercera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) Sylvia
Pizarro B., María Catalina González T. y Abogado Integrante Fernando Ortiz A. San Miguel,
trece de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a trece de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

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RECURSO DE AMPARO

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 4078-2023.

Ruc: 2301089913-3.

Delito: Delito de incendio.

Defensor: Mariana Bell.

14.- Acoge amparo y ordena cumplir a Gendarmería resolución que dispuso traslado de
imputado a la posta central resguardando su dignidad y seguridad e integridad física
conforme a normativa nacional e internacional. (CA San Miguel 29.12.2023 rol 927-2023)

Norma asociada: CP ART.475; LOG ART.1; LOG ART.1; LOG ART.2; LOG ART.3; LOG ART.6;
RMNU ART.24; RMNU ART.25; RMNU ART.27; CPR ART.21.

Términos: Delito de Incendio, recurso de amparo, asistencia médica penitenciaria, reglamento


penitenciario, garantías constitucionales.

SINTESIS: Corte acoge recurso de amparo de la defensoría, y ordena a Gendarmería el estricto


e inmediato cumplimiento dela resolución del 15° Juzgado de Garantía de Santiago, de cuyo
cumplimiento y resultado informará, tanto a dicho tribunal, como a la Corte, dentro del
término de 24 horas, bajo apercibimiento de dar cuenta al Ministerio Público, por un eventual
delito de desacato. La jueza dispuso que el amparado debía ser trasladado a la Posta Central
para la reposición de la bolsa recolectora y entrega de insumos médicos, pero no fue trasladado,
ni recibido atención médica. De acuerdo a los artículos 1º, 2°, 3° letra e) y 6° de la Ley Orgánica
de Gendarmería, y Reglas Mínimas de las N.U para el tratamiento de los reclusos, 24°, 25° y
27, es deber del juez en cualquier etapa del procedimiento, en que el imputado no puede ejercer
los derechos que le otorgan las garantías judiciales en la Carta Fundamental, en las leyes o en
los tratados internacionales vigentes, ejercer acciones eficaces. La resolución salvaguarda la
integridad física y psíquica no debidamente acatada, persiste un riesgo serio a la seguridad
individual y la integridad física y psíquica, y que la dignidad humana es un pilar de la
institucionalidad y garantías constitucionales, es deber adoptar las medidas pertinentes.
(Considerandos: 1, 7, 8, 10)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, veintinueve de diciembre de dos mil veintitrés.


Al escrito folio 21: Téngase presente.
Vistos y teniendo presente:
Primero: Comparece doña Mariana Bell Santos, abogada, defensora penal pública, quien
recurre de amparo en favor de L.P.L.V, en contra de Gendarmería de Chile, por no haber dado
cumplimiento a lo ordenado por el 15° Juzgado de Garantía de Santiago el 7 de diciembre
pasado, esto es, disponer el traslado de la persona en cuyo favor se recurre a la Posta Central.
Indica que el 13 de octubre pasado L.V fue formalizado por un delito de incendio ocurrido
el 9 del mismo mes, disponiéndose su prisión preventiva durante el tiempo que dure la
investigación, plazo que se fijó en 120 días. Señala que en la misma audiencia se ofició al
38
Servicio Médico Legal para realizar un informe de facultades mentales al tenor de los dispuesto
en el artículo 458 del Código Procesal Penal. Refiere que en visita de cárcel L.V le informó que
mantenía una colostomía por herida de bala y que su bolsa recolectora se había reventado. Al
solicitar su reposición a Gendarmería de Chile la respuesta fue negativa ya que le indicaron que
no cuentan con esos insumos médicos.
Expone que, por lo anterior el 27 de noviembre pasado solicitó audiencia de cautela de
garantías, la que se verificó el 7 de diciembre, en la que compareció el abogado de Gendarmería
de Chile, e informó que su representada no contaba con tales insumos médicos, por lo que
sugirió que el interno fuese derivado al Servicio de Urgencia más cercano. Con esos
antecedentes la jueza de garantía dispuso que L.V debía ser trasladado ese mismo día a la
Posta Central para la reposición de la bolsa y la entrega de los insumos médicos necesarios.
Añade que, el 12 de diciembre en visita de cárcel, su representado le informó que no
había sido trasladado a la Posta Central, ni había recibido atención médica.
Pide que se acoja la acción de amparo, se ordene a la recurrida que concrete el
traslado de su representado con suma urgencia a la Posta Central y se dispongan las medidas
necesarias para proteger su integridad física y síquica.
Segundo: Que informa al tenor del recurso doña Minou Jancso Carstens, Jueza Titular
del 15º Juzgado de Garantía de Santiago, señalando que, en audiencia de cautela de garantías
de 7 de diciembre de 2023, se dispuso que el imputado fuese trasladado ese mismo día a la
Posta Central para que se le coloque la bolsa de colostomía y para que dicho
establecimiento de salud le entregue los insumos necesarios para el tratamiento completo.
Añade que, el 14 de diciembre se revisó la prisión preventiva del imputado, la que se
mantuvo y en dicha oportunidad se ofició al C.D.P. Santiago I para que realizara la interconsulta
en forma urgente.
Finalmente, señala que por resolución de 15 de diciembre pasado se autorizó poner al
imputado a disposición del 14° Juzgado de Garantía de Santiago para audiencia de preparación
de juicio oral agendada para el 27 de diciembre presente.
Tercero: Que informa don Sebastián Ernesto Zülch Barrios, Juez Titular del
14°Juzgado de Garantía de Santiago, e indica que el imputado no se encuentra privado de
libertad por dicho tribunal, desconociendo su estado de salud.
Cuarto: Que, asimismo, informó al tenor del recurso Gendarmería de Chile, señalando
que el Área de Salud Ambulatoria comunicó el 21 de diciembre pasado que el interno fue
atendido por dicha unidad y que se encuentra gestionando una interconsulta al Hospital
Clínico San Borja Arriarán, para una cirugía de restitución de tránsito intestinal.
Añade que se hizo entrega de KIT de colostomía al interno, el que fue ingresado de forma
particular (sic), en atención que el Área de Salud Ambulatoria no cuenta con stock disponible de
estos insumos.
Sostiene que en el informe de salud del interno consta que le han realizado las
atenciones que requiere, por lo que la facultativa que suscribe el referido informe médico,
luego de dar cuenta de los diagnósticos, tratamientos y atenciones que ha recibido, sostiene
que se encuentra en buenas condiciones, por lo que no es necesario trasladarlo a un hospital
exterior, ya que su patología no constituye una urgencia o un riesgo vital.
Previas citas legales solicita que se rechace el recurso.
Quinto: Que, también informó el Hospital Clínico San Borja Arriarán, el que refiere que,
realizadas las consultas pertinentes a su Departamento de Gestión de la Demanda, informaron
que la interconsulta referida en la presentación de Gendarmería Chile no ha llegado al
referido hospital, por lo que no le es posible informar el estado actual de la solicitud de cirugía
de restitución de tránsito intestinal.
Hace presente que se ha requerido a su Unidad de Agenda Médica realizar la citación
en el momento que obtengan la respectiva derivación.

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Sexto: Que el artículo 21 de la Constitución Política de la República establece que todo
individuo que se hallare arrestado, detenido o preso con infracción de lo dispuesto en la
Constitución o en las leyes, podrá ocurrir por sí, o por cualquiera a su nombre, a la magistratura
que señale la ley, a fin de que ésta ordene se guarden las formalidades legales y adopte de
inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y
asegurar la debida protección del afectado. Agrega su inciso tercero que el mismo recurso podrá
ser deducido a favor de toda persona que ilegalmente sufra cualquiera otra privación,
perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal y seguridad individual.
Séptimo: Que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 1º de la Ley Orgánica de
Gendarmería de Chile dicha institución “… tiene por finalidad atender, vigilar y contribuir a la
reinserción social de las personas que, por resolución de autoridades competentes, fueren
detenidas o privadas de libertad y cumplir las demás funciones que le señale la ley”.
Por su parte, el artículo 3º letra e) de dicha ley dispone que a esa institución le
corresponde custodiar y atender a las personas privadas de libertad mientras permanezcan en
los establecimientos penales, lo que se repite en el Reglamento de Establecimientos
Penitenciarios al disponer su artículo 1º: “La actividad penitenciaria... tendrá como fin primordial
tanto la atención, custodia y asistencia de detenidos, sujetos a prisión preventiva y
condenados...”
A su turno, el artículo 2º de dicho reglamento establece expresamente como principio
rector de tal actividad “…el antecedente que el interno se encuentra en una relación de
derecho público con el Estado, de manera que fuera de los derechos perdidos o limitados por
su detención, prisión preventiva o condena, su condición jurídica es idéntica a la de los
ciudadanos libres” -con el derecho a la vida y a la integridad física y síquica, el derecho a la
seguridad individual así como el derecho a la protección de la salud, garantizados a todas las
personas por la Constitución Política en el artículo 19 números 1, 7 y 9 respectivamente.
Finalmente, el artículo 6º, inciso tercero, del ordenamiento citado establece que “La
Administración Penitenciaria velará por la vida, integridad y salud de los internos…”.
Por otro lado, es importante recordar que es deber del juez de garantía de oficio o a
instancia de parte, en cualquier etapa del procedimiento en que aquel estimare que el
imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías
judiciales consagradas en la Carta Fundamental, en las leyes o en los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, ejercer acciones eficaces, conducentes al
restablecimiento de los mismos.
Octavo: Que las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los
reclusos, conocidas como “Reglas de Mandela” señalan: Regla 24: “1. La prestación de servicios
médicos a los reclusos es una responsabilidad del Estado. Los reclusos gozarán de los mismos
estándares de atención sanitaria que estén disponibles en la comunidad exterior y tendrán
acceso gratuito a los servicios de salud necesarios sin discriminación por razón de su situación
jurídica. 2. Los servicios médicos se organizarán en estrecha vinculación con la administración
del servicio de salud pública general y de un modo tal que se logre la continuidad exterior del
tratamiento y la atención, incluso en lo que respecta al VIH, la tuberculosis y otras
enfermedades infecciosas, y la drogodependencia.” Regla 25: “1. Todo establecimiento
penitenciario contará con un servicio de atención sanitaria encargado de evaluar, promover,
proteger y mejorar la salud física y mental de los reclusos, en particular de los que tengan
necesidades sanitarias especiales o problemas de salud que dificulten su reeducación. El
servicio de atención sanitaria consta de un equipo interdisciplinario con suficiente personal
calificado que actúe con plena independencia clínica y posea suficientes conocimientos
especializados en psicología y psiquiatría. Todo recluso tendrá acceso a los servicios de un
dentista calificado”. Regla 27: “1. Todos los establecimientos penitenciarios facilitarán a los
reclusos acceso rápido a atención médica en casos urgentes.

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Los reclusos que requieran cuidados especiales o cirugía serán trasladados a
establecimientos especializados o a hospitales civiles. Cuando el establecimiento penitenciario
tenga sus propios servicios de hospital, contará con el personal y el equipo adecuados para
proporcionar el tratamiento y la atención que corresponda a los reclusos que les sean remitidos.
2. Solo podrán tomar decisiones médicas los profesionales de la salud competentes, y el
personal penitenciario no sanitario no podrá desestimar ni desoír esas decisiones”.
Noveno: Que volviendo al asunto de autos, resalta que, dada la orden del juez de
garantía correspondiente, en orden a que el imputado fuese trasladado ese mismo día -7 de
diciembre pasado- a la Posta Central para que se le colocase la bolsa de colostomía y para que
dicho establecimiento de salud le entregase los insumos necesarios para el tratamiento
completo, Gendarmería de Chile no observó estrictamente dicho mandato, aunque asevera
que el KIT de colostomía se obtuvo de manera particular –sin explicarlo mayormente y
siempre reconociendo, en todo caso, que carece del mismo- y, aun cuando adjunta un informe
médico del ASA del recinto penal en que ha sido atendido el amparado de autos, en que se
consigna que su estado de salud en relación con la condición descrita en el recurso es buena,
sin riesgo vital, lo cierto es que lo relevante es que no ha cumplido lo que la judicatura clara y
perentoriamente ordenó el 7 de diciembre pasado.
Todo ello no se ve contrarrestado con la derivación al Hospital San Borja Arriarán a la
que se refiere la recurrida, no solo porque se trata de un ingreso para una cirugía reparatoria
del tracto intestinal, vale decir que no es el ingreso para una atención inmediata –urgente-
como fue decretado por el juzgado de garantía, sino que, además –y resulta especialmente
llamativo para esta Corte- porque el aludido centro hospitalario informó que no registra tal
requerimiento. Por lo demás, el hecho que Gendarmería de Chile haya informado que está
gestionando la mencionada intervención quirúrgica refuerza la constatación de que la deficiente
condición de salud del interno amparado es real, actual y seria.
Décimo: Que las razones que preceden llevan a considerar que, en suma, si en su
oportunidad el juez de la causa conoció y determinó que el interno L.V fuese trasladado de
manera inmediata a la Posta Central, lo pertinente a concluir es que, por tratarse de una
resolución que mira a la salvaguarda de la integridad física y psíquica del amparado que no ha
sido debidamente acatada, persiste un contexto que envuelve, o al menos, un riesgo serio a la
seguridad individual de aquel, lo que ha traído aparejada además la vulneración de otras
garantías fundamentales como lo es la integridad física y psíquica.
Así, habida cuenta que la dignidad humana es uno de los pilares centrales de la
institucionalidad y sistema de garantías constitucionales, es que esta Corte se ve en el deber de
adoptar las medidas pertinentes para restablecer el imperio del derecho, en la forma que se
indicará en lo resolutivo de esta sentencia.
Y visto, además, lo preceptuado en el artículo 21 de la Constitución Política de la
República y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema que rige la materia, se acoge el
recurso de amparo interpuesto en favor de L.P.L.V, interno en el Centro Penitenciario Santiago
I, en contra de Gendarmería de Chile, entidad a la que se ordena el estricto e inmediato
cumplimiento de lo dispuesto en resolución de 7 de diciembre último por el Décimo Quinto
Juzgado de Garantía de Santiago en causa RIT 4078-2023, de cuyo cumplimiento y resultado
informará la recurrida, tanto a dicho tribunal, como a esta Corte, dentro del término de 24
horas, bajo apercibimiento de dar cuenta al Ministerio Público, por un eventual delito de
desacato.
Comuníquese a la recurrente, a la recurrida y al Décimo Quinto Juzgado de Garantía
de Santiago. Úsese la vía más rápida.
Igualmente, remítase copia íntegra de estos autos a la Dirección Nacional de
Gendarmería de Chile, con copia a la Dirección Regional correspondiente, para conocimiento
y los demás fines a que pudiere haber lugar. Ofíciese vía correo ordinario y, sin perjuicio de ello,
remítase por correo electrónico.
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Regístrese, comuníquese y archívese, en su oportunidad.
N° 927-2023 Amparo
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros
(as) María Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalan R. y Abogado Integrante Carlos Hernán
Espinoza V. San Miguel, veintinueve de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a veintinueve de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por
el Estado Diario la resolución precedente.

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RECURSO DE NULIDAD

Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago.

Rit: 125-2022.
Ruc: 2100898535-6.
Delito: Homicidio simple.
Defensor: Héctor Aceituno.
15.- Sentencia infringe la razón suficiente al no explicar inferencia de que el acusado sabía
que su madre había salido del inmueble y no que pensaba por error que estaba ahí sin
descartar otras hipótesis de inocencia. (CA Santiago 07.12.2023 rol 24-2023)
Norma asociada: CP ART.391 N°2; CP ART.10 N°11; CPP ART.297; CP ART.342 c; CP
ART.374 e.
Términos: Principios y garantías procesales, homicidio simple, recurso de nulidad,
fundamentación, valoración de prueba.
SINTESIS: Corte acoge recurso de nulidad de la defensoría. La sentencia no explica por qué de
la prueba rendida, únicamente podía inferirse que el acusado sabía que su madre había
abandonado el inmueble y se había puesto a resguardo, y no, en cambio, que pensara
erradamente que aún permanecía ahí o habiendo salido, expuesta todavía a que la víctima le
diera alcance. No fundamenta por qué asume que supiera, al llegar al domicilio, que el ataque o
peligro para su madre hubiera cesado completamente, y no da por cierto que el acusado se
encuentre con su madre, o la vea previa al enfrentamiento con R.F y fuera del posterior sitio
del suceso. Sobre el estado de necesidad exculpante, el fallo pasa obvia la violencia a que largo
tiempo estuvo sometida A.P, y no aquilata la incidencia que esa situación pudo tener en generar
un posible error del acusado sobre la actualidad o continuidad de la agresión. Al aceptar que el
error es vencible, necesariamente aceptan que hay un error en la actualidad de la agresión, sólo
que no es invencible, siendo patente la contradicción, pues el error vencible es una especie de
error. No cumple con descartar las demás hipótesis compatibles con la inocencia del acusado,
para la convicción más allá de toda duda razonable de su culpabilidad. (Considerandos: 9, 12,
13, 14, 15, 16)

TEXTO COMPLETO:

Santiago, siete de diciembre de dos mil veintitrés.


VISTOS:
En los autos Ruc N° 2100898535-6 y Rit N° 125-2022 del Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Santiago, el veintiuno de diciembre de dos mil veintidós se condenó a C.E.A.Á a la
pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, más accesorias legales,
como autor de un delito de homicidio simple, en grado de consumado, cometido el día seis de
octubre de 2021 en la persona de P.A.R.F, en la comuna de Maipú.

43
En contra de la referida sentencia, la defensa del imputado dedujo recurso de nulidad, el que
fue declarado admisible y se procedió a su conocimiento en la audiencia del día 14 de noviembre
último, fijándose como fecha para la lectura de la sentencia el día de hoy.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de nulidad deducido se funda, de manera principal, en la causal de la
letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal, en relación a los artículos 342 letra c) y 297,
del mismo texto legal. Argumenta que los sentenciadores debieron realizar una valoración
acorde a los parámetros que exigen los preceptos citados, llevando a cabo una ponderación de
la totalidad de la prueba producida de forma racional e íntegra, lo que el fallo incumple,
infringiendo los principios de la razón suficiente y de no contradicción, "faltando a una motivación
concordante, verdadera y suficiente", para rechazar la tesis exculpatoria y absolutoria planteada
por la defensa como lo es el estado de necesidad exculpante y el error de prohibición
indirecto en relación a la legitima defensa de parientes.
En cuanto al primero, sostiene que se infringe el principio de razón suficiente y para ello
transcribe parte del fundamento Décimo tercero del fallo, destacando que se desestima lo
argumentado por la defensa por cuanto los sentenciadores estimaron que “…no habiéndose
acreditado la amenaza real a un mal inminente, que ameritara el sacrificio de otro bien jurídico,
la petición de la defensa no puede prosperar, pues la existencia de la amenaza, al menos
eventual, constituye una exigencia sine qua non para, al menos, considerar el estado necesidad
exculpante”. agregando que la madre del acusado “no se encontraba en el departamento de
Patricio, por lo que su vida no corría peligro, una eventual agresión física o incluso femicidio, no
se podía dar porque Emily ya había abandonado el inmueble”.
El recurrente plantea que el fallo establece dos cosas, una, que el mal que se trataba de evitar
dice relación con la madre del acusado, de quien se acreditó por parte de los sentenciadores
que era víctima de violencia de género (motivo Décimo); y dos, que solo se descarta el primer
requisito del estado de necesidad exculpante, por el hecho de no encontrarse físicamente la
madre del acusado en el interior del inmueble donde se suceden los hechos. El recurrente
postula que la infracción se configura al no considerar los sentenciadores en su razonamiento
las distintas pruebas producidas en juicio y valorarlas con perspectiva de género, por cuanto
quedó asentado que el occiso ejercía violencia intrafamiliar y de género en contra de la madre
del acusado, limitándose los sentenciadores a ponderar hacia el pasado, sin considerar el
aumento en la cantidad e intensidad de las agresiones sufridas por E.Á.P -lo que conlleva a un
estado de necesidad permanente- ni menos del mal inminente en que se encontró el mismo día
de los hechos.
Para justificar sus asertos el recurrente cita lo declarado por los testigos J.N.Ä. (hijo de Emily),
Alfredo Damiasso Passarella, psicólogo del Programa Ambulatorio de la Red Servicio Mejor
Nuñez -ex Sename- quien trataba a los hijos menores y A.Fl.S. expareja de la madre del
acusado, indicado que con estas pruebas queda claro el aumento de la violencia que generó el
occiso P.R. en contra de la madre del acusado como a toda persona por la cual ésta tuviese
algún tipo de afecto.
Luego cita el recurrente los dichos vertidos por la madre manifestando que el tribunal no se hace
cargo de ciertos hechos relatados en juicio que dan cuenta del cumplimiento de requisitos para
las causales exculpatorias solicitadas por la defensa y que son eximentes de responsabilidad

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penal, donde claramente se demuestra la intensidad de las agresiones, desde cuando se habían
transformado en un riesgo y su habitualidad.
Expone que con todo lo señalado por los testigos que menciona, cuyas declaraciones transcribe
parcialmente, queda demostrado que no se fundamentó por parte de los sentenciadores,
suficientemente, sobre todos los hechos vivenciados por los testigos y la propia defendida en el
caso de marras –E.A- y como éstos se acrecentaban con el tiempo, acortándose los episodios
de violencia pero aumentando su intensidad y gravedad hasta llegar al episodio en que
pudieron haber terminado con la vida de E.A, tal como señala la perito presentada por la
defensa, doña Norma Molina Martínez, quien claramente lo explicó en estrado, al referirse al
peritaje hecho a la madre del acusado: “Ella refiere respecto de los hechos, que ella hace dos
años había terminado con el padre de sus tres hijos, tuvo una relación altamente violenta, le
daba golpizas, la amenazaba de muerte con arma blanca, sus hijos eran espectadores, ella
trataba de sacar a sus hijos, pero igual fueron espectadores de esta situación. Ellos
deambulaban respecto a la crianza entre la casa de su madre y su casa. Hace dos años no tenía
relación con el padre de sus hijos, pero este no quería que tuviera otras parejas. El día de los
hechos la encierra con el fin de agredirla, la abusa sexualmente la accede carnalmente sin su
consentimiento, ella escapa y se produce el homicidio, no lo ve, le cuentan, ella se echa la culpa
y cuando ella dice la verdad su hijo mayor -Camilo-se entrega”.
Sin embargo, pese a todos los hechos relatados los sentenciadores solo valoran el segundo
peritaje realizado por esa profesional a C.A, más nada dicen del primero, quedando sin
valoración una situación tan importante como acreditar la situación de facto que vivía la
defendida y que conlleva a entender no solo este delito permanente del cual era víctima por P.R,
sino también la intensidad de las últimas agresiones que pasaban a un estado de letalidad
permanente.
El recurrente refiere también la falta de valoración correcta de prueba documental destinada a
acreditar los factores de riesgo desde el año 2012 hasta el día de los hechos, donde se daba
cuenta del aumento de la cantidad de denuncias (19 en total) y como se acortaban los tiempos
entre una y otra, señalando que los juzgadores estimaron únicamente que “todos estos
confirman los antecedentes de las causas penales existentes derivados de los actos de violencia
a los que se vio enfrentada E.Á”. El recurrente plantea que la testimonial y documental que
detalla, sirvieron para una valoración del contexto en que se desarrollaba la relación tormentosa
y de la que fue víctima por 12 años E.Á, sus hijos y exparejas, no haciéndose cargo de las
alegaciones de la defensa y tampoco se valoró para acreditar o desacreditar la existencia de
este mal inminente que afectaba a Emily cuando estaba junto al occiso.
Agrega que el tribunal tampoco valoró para acreditar o descartar la existencia del mal inminente
que afectada a Emily lo dicho por el perito sexológico don Claudio Molina, del Servicio Médico
Legal, por cuanto los sentenciadores al analizar el contenido de la pericia consideran “…veraz
los hechos, siendo sus afirmaciones y hallazgos concordantes en principio con el relato de E.Á,
en cuanto a que fue agredida físicamente y penetrada vaginalmente” y luego aluden a lo
declarado por el funcionario de Carabineros Bascuñán Duarte en cuanto a que “Emily dio cuenta
de esta posible violación…”, pero solo reprochan que “Llama la atención al tribunal, tal como se
consigan en la convención probatoria N° 4 que el Ministerio Público no haya adoptado las
primeras diligencias, si quiera para establecer esta situación”. Manifiesta que por lo dicho se
infringe el principio de la razón suficiente, ya que al no valorar la prueba que precisas y describe

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el enunciado evidentemente debiese haber sido otro y haber llegado los sentenciadores a otras
conclusiones.
Como segundo argumento del mismo capítulo de nulidad, el recurrente se refiere al error de
prohibición indirecto en relación a la legítima defensa de parientes, denunciando como infringido
el principio de no contradicción. Afirma que en lo atinente a esta petición subsidiaria de la
defensa, los sentenciadores sobre la base de la prueba testimonial, pericial, documental,
audiovisuales y fotográficas que se presentaron en juicio, se hicieron cargo de las alegaciones
de la defensa; para ello transcribe parte del Décimo tercero, para destacar que el tribunal realiza
un análisis de la prueba rendida y de lo que pudo acreditar en relación a la violencia de género
e intrafamiliar, para luego examinar los dichos manifestados por el acusado –que no se tuvieron
por probados- señalando que por ello no se puede acreditar el error.
El recurrente expone que luego de establecer que no se acreditó el error los juzgadores agregan
que “En efecto no se tiene certeza, que Camilo estuviese en un error del que no pudiese salir -
pese a haberse acreditado el ciclo de violencia- pues no existe prueba certera al efecto, e incluso
se puede estimar que el mismo era vencible. Por tanto, atendido los elementos analizados
anteriormente se concluye que el acusado no incurrió en un error de prohibición,
desestimándose las alegaciones de la defensa en tal sentido”. Así el recurrente postula que en
una primera instancia los juzgadores establecen que “no se encuentra acreditado el error”, pero,
párrafo siguiente afirman que no se tiene certeza que el acusado estuviese en un error con cierta
característica como los es que no pudiese salir. Es decir, está en un error, pero del cual pudo
salir, razonamiento que se ratifica en la misma sentencia cuando se asevera: “incluso se puede
estimar que el mismo era vencible”.
En este contexto el recurrente concluye que existen fundamentos contradictorios el calificarlo
como vencible, ya que solo se puede calificar un error existente, e incluso imponerle el reproche
que pudo hacer algo más para salir del mismo. En el mismo sentido -continúa el recurrente- al
momento de pronunciarse el fallo recurrido, respecto a la existencia de una agresión ilegítima,
se señala: “Así las cosa, esta agresión ilegítima no ha quedado establecida en autos y por ende
debe descartarse esta alegación de la defensa”, pero, al tratar la atenuante del artículo 11 N° 4
del Código Penal, (vindicación de ofensas) el tribunal señala “Resulta que, el carácter vindicativo
y próximo resulta evidente, puesto que, frente a un nuevo ataque a su madre, al escuchar los
gritos Camilo, reacciona en venganza por esta conducta reiterativa de maltrato”, razonamiento
donde lo contradictorio queda en evidencia ya que, por un lado se rechaza el error de prohibición
toda vez que la agresión ilegítima no se encuentra acreditada y, por otro, es el fundamento para
conceder la atenuante ya que el acusado actúa en un estado emotivo al salir rápidamente desde
su casa, con un cuchillo, hasta el lugar donde se encontraba su madre de haberla escuchado
gritar.
Agrega que otra cosa similar ocurre cuando los sentenciadores analizan la declaración de E.Á.P
al sostener que “No se acompañó ningún antecedente que dé cuenta de esta llamada de Emily
en la mañana del día de los hechos y tampoco de la recepción del llamado de Camilo efectuado
por Pedro a las ocho de la noche. En consecuencia, la afirmación sobre este punto efectuada
por Emily no cuenta con antecedentes probatorios al efecto …” Así las cosas, este antecedente
que abonaría sobre el peligro en que se encontraba Emily no fue acreditado, cuestión que
retomaremos al analizar la legítima defensa de terceros”. El recurrente reprocha que la llamada
de Pedro a Camilo a las ocho de la noche no es considerada para acreditar el peligro en que se
encontraba la madre de acusado; sin embargo, al analizar el error de prohibición asevera: “De
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la prueba rendida se ha acreditado que Camilo no le dio mayor importancia a la ausencia de su
madre por varios días, su tío y abuela tampoco, era algo habitual. Frente al supuesto llamado
de Pedro donde se le indicaba que su madre estaba retenida, no reaccionó, …”.
Así el recurrente sostiene que se valoró el llamado sólo para descartar el error de prohibición. Y
lo mismo reprocha en cuanto al el estado de necesidad exculpante, ya que se refiere a este
llamado no probado, pero luego lo da por hecho para aseverar una vindicación. Es decir, si la
sentencia se fundamenta, entre otras, en un “supuesto llamado” se infringe la razón suficiente
ya que no se puede fundar una decisión condenatoria en un hecho supuesto. Por el contrario,
si lo da por cierto para desacreditar las tesis exculpatorias y se le cuestiona por no reaccionar
ante ese antecedente, luego no puede darlo por inexistente al analizar la existencia de la legítima
defensa toda vez que ese llamado -no probado- malamente se pude valorarse para no otorgar
las causales de exculpación solicitadas. Sobre este punto sostiene que el fallo recurrido infringió
el principio de la razón suficiente al omitir en su fundamentación dichos que se encuentran
señalados en la propia sentencia al momento de rechazar la tesis absolutoria y subsidiaria
planteada por defensa y del mismo modo, infringió el principio de no contradicción al
fundamentar el rechazo de la tesis absolutoria y subsidiaria del error de prohibición en relación
a la legítima defensa de parientes.
Como petición concreta solicita se anule la sentencia y el juicio oral, determinando este tribunal
el estado del procedimiento, ordenando que jueces no inhabilitados realicen de un nuevo juicio.
Como segundo motivo de nulidad, alegado por vía subsidiaria, se esgrime el motivo de la letra
b) del artículo 373 del Código Procesal Penal, denunciando que la sentencia ha hecho una
errónea aplicación del derecho, en relación a los artículos 1° y 10 N° 11 del Código Penal, en
cuanto no considera el estado de necesidad exculpante. Señala que yerra el tribunal al sostener
que no se acreditó la amenaza real a un mal inminente, que amerite el sacrificio de otro bien
jurídico, toda vez que, a diferencia de la legítima defensa, aquí no se refiere a una acción única
que genere esa defensa -como lo sería la agresión en la legítima defensa- sino que la ley señala
que debe ser un mal grave a evitar para sí, y en el caso específico, para terceros. Cita doctrina
y jurisprudencia en apoyo de su tesis.
Agrega que, en el caso en cuestión, se permite la afectación de la vida de quien crea esta fuente
de peligro, que es Patricio, puesto que él es quien pone en riesgo a la madre del acusado, y este
actúa para evitar dicho mal grave hacia doña Emily y así permitir salvaguardar la vida de esta
última. Y es en este sentido donde se manifiesta el yerro de los sentenciadores ya que se
desestima el peligro en que se encontraba la víctima por haber logrado huir del lugar
luego de haber sido agredida momentos antes, obviando la calidad de delito permanente de la
violencia de género, tal como el propio fallo lo acredita al señalar: “El correlato de los requisitos
enunciados y el caso de marras, fue posible de establecer al tenor de la prueba rendida por la
defensa e incluso por los persecutores que E.R.Á.P, se encontraba sumergida en un ciclo de
violencia tanto física como psíquica ejercida por P.R. Durante su relación e incluso terminada
esta, Á.P fue objeto de maltrato físico por parte de R.F”. Afirma el recurrente es equivocado
desestimar el peligro en que se encontraba la víctima por haber logrado huir del lugar, por cuanto
ésta -madre del acusado- debe considerarse en un estado de peligro permanente lo que no es
aplicado por el tribunal al exigir un peligro inmediato.
En cuanto al segundo requisito del estado de necesidad exculpante el fallo señaló “Además, la
norma exige que no exista otro medio practicable y menos perjudicial, resulta del caso, que
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privar de la vida a una persona no se vislumbra como el único medio para actuar frente a una
supuesta agresión para él o su madre.” Señalando que había otros medios practicables antes
que privar a una persona de la vida. Nuevamente el recurrente estima que el tribunal yerra al
señalar que no se cumple este requisito toda vez que al cuestionar “privar la vida” se refiere al
requisito siguiente ya que sería el mal causa y no el medio. Además, el mismo fallo establece
los hechos de violencia del mismo día, que el recurrente menciona, y está claro que los demás
medios practicables antes de que el imputado actuara, ya se habían agotado; la doctrina y
jurisprudencia fijan medios de acción esperables y los sentenciadores atienden al mal causado.
En cuanto al requisito que el mal causado no sea sustancialmente superior al que se evita, el
tribunal no lo desarrolla. Pero el mal que se intentó evitar es la integridad física de la madre del
acusado, acreditado por el tribunal al señalar que “Si bien el tribunal comparte que estos años
de violencia constituyen una agresión constante…”, agregando que “… puesto que, frente a un
nuevo ataque a su madre, al escuchar los gritos Camilo reacciona…”, toda vez que siempre
debe atenderse a todos los intereses comprometidos.
En cuanto al último requisito “Que el sacrificio del bien amenazado por el mal no pueda ser
razonablemente exigido al que lo aparta de sí o, en su caso, a aquel de quien se lo aparta
siempre que ello estuviese o pudiese estar en conocimiento del que actúa”, no fue tratado en la
sentencia. Acá el acusado es quien aparta el mal de su madre y es esta última a quien no puede
exigírsele razonablemente que sacrifique o su integridad física y sexual o su propia vida, siendo
así dicho requisito es satisfecho.
En cuanto a este motivo de invalidación el recurrente solicita anular sólo la sentencia y dictar,
sin nueva audiencia, pero separadamente, la sentencia de reemplazo que se conformare a la
ley, debiendo, absolver al acusado por haber estado bajo la eximente de responsabilidad
señalada en el artículo 10 N° 11 del Código Penal, esto es, estado de necesidad exculpante.
La tercera causal de nulidad esgrimida, planteada en subsidio de las anteriores, corresponde
a la del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, pero ahora en relación a los
artículos 1° y 10 N° 5 del Código Penal, en cuanto no considera el error de prohibición
indirecto, invencible, con el que actuó Aliste Ávalos.
El recurrente cita parcialmente lo razonado en los motivos Décimo tercero y Décimo cuarto
de la sentencia, para concluir que establecida la grave, constante, periódica y permanente
violencia de género y violencia intrafamiliar a la que fue sometida la madre del acusado, como
al hecho de encontrarse en este ciclo de violencia al punto que hasta el día de los hechos fue
víctima de otra agresión, el tribunal yerra al exigir que se cumplan los requisitos de la legitima
defensa, específicamente la agresión ilegítima, como un delito instantáneo y no considerarlo
como delito permanente, es decir, es analizada en el contexto de una sola conducta del occiso
en contra de E.A y no como un estado permanente de consumación. Por ello postula que,
encontrándose la víctima y madre del encartado sometida a una violencia de género y violencia
intrafamiliar por más de 12 años, como al hecho de haber sido víctima -incluso el mismo
día de los hechos- de agresión por parte de su expareja y que motivó la salida del acusado
en su rescate -luego de escuchar los gritos de su madre- es que se acredita la existencia de
una agresión ilegítima por ser un delito permanente y en donde la situación antijurídica persiste
en el tiempo.

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En cuanto a la racionabilidad del medio empleado -continúa el recurrente- su apreciación debe
ser ex ante, lo que en la especie se traduce en dos circunstancias objetivas, como son los 12
años de violencia de género y violencia intrafamiliar de la que fue víctima no solo la madre sino
el acusado también y, en lo que respecta al día de los hechos, el conocimiento ex ante del
acusado en donde escucha los gritos de su madre y que lo motivan a reaccionar y concurrir
en su rescate, pues se encuentra establecido en el fallo recurrido que “al escuchar gritos, como
bien se acreditó, es decir, concurrir a vengar a su madre porque fue víctima otra vez de algún
tipo de agresión”. El recurrente concluye que no se le puede exigir al acusado que hubiese
esperado correr algún riesgo –ni él ni su madre- a que fuesen agredidos con una mayor
intensidad que la que generó que Emily Ávalos gritara por la nueva agresión de la que era
víctima, según se estableció en la sentencia, hecho que percibido por Camilo Aliste hace que
inicie su acción defensiva y de rescate.
En relación al tercer y último requisito -no analizado en el fallo recurrido- sostiene el recurrente
que ante la circunstancia acreditada que el acusado sale en defensa de su madre por los gritos
que escuchó de parte de ésta ante la nueva agresión, claramente la situación no fue provocada
por éste. Insiste en que yerra el tribunal toda vez que el hecho que se actúe pensando en que
la madre estaba en el interior del inmueble, pero que en los hechos ya había huido, es
justamente la circunstancia fáctica en la cual recae el error alegado. El acusado cuando llegó al
inmueble nunca tuvo la posibilidad de saber que su madre no se encontraba en dicho lugar y
solo se pudo probar ex post. En relación a los efectos de este error, en la teoría limitada de la
culpabilidad, se señala que el error invencible excluye el dolo conduciendo por tanto a la
impunidad del hecho y castiga por el cuasidelito correspondiente si el error es vencible, en el
caso en que la ley sancione expresamente la forma culposa de la conducta.
En cuanto a la dinámica de los hechos, comprobados ex post, dan cuenta de que el imputado
se encontraba en un error invencible, pues creía que su madre se encontraba en el domicilio del
occiso, escuchó sus gritos, sabía que el occiso suponía un peligro no solo para ella -según la
pauta de evaluación de riesgo del mismo día de los hechos- sino que para él mismo en razón
de todos los actos de agresión vividos para con su madre, la pareja de ésta, su hermano y él
mismo por lo que la invencibilidad del error debe apreciarse a la luz de los antecedentes de VIF
existentes, a saber: “ha quedado demostrado que Patricio Rodríguez ejercía violencia
intrafamiliar y de género contra esta deponente, es más, los testigos presentados por el
Ministerio Público expresan que la relación de Emily y Patricio era “toxica”., como lo asentó la
sentencia.
Por otro lado, aduce que aun cuando se aplicara la teoría extrema de la culpabilidad también
quedaría excluida, por cuanto en esta última, si bien el error en los presupuestos fácticos de la
legítima defensa no afecta el carácter doloso de la conducta, excluye la culpabilidad cuando el
error es invencible.
Finalmente, pide en cuanto a este motivo de invalidación, que se anule sólo la sentencia y que
este tribunal dicte, sin nueva audiencia, pero separadamente, la sentencia de reemplazo que se
conformare a la ley, debiendo, absolver al acusado por haber actuado en un error de prohibición
indirecto en relación a la legitima defensa de parientes, eximente de responsabilidad señalada
en el artículo 10 N° 4 del Código Penal.
SEGUNDO: La sentencia impugnada, en su motivo Octavo tiene por acreditados los siguientes
hechos: “Que el día 06 de octubre del año 2021, entre la 01:00 a 01:30 horas aproximadamente,
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en circunstancias que la víctima P.A.R.F se encontraba en el interior de su domicilio, ubicado en
calle La Galaxia, Block No. 2XXX, depto. No XX, comuna de Maipú en compañía de su grupo
familiar y de su expareja E.R.Á.P, procedió a discutir con ésta, retirándose Á.P del inmueble.
Posteriormente llega al lugar C.E.A.Á, hijo de Á.P, sujeto que premunido de un arma corto
punzante tipo cuchillo, procedió a agredirlo provocándole dos lesiones cortantes a la víctima,
una en la región cervical hacia lateral derecha y otra a nivel cigomática izquierda, ocasionándole
un shock hemorrágico producto de la herida corto punzante cervical, falleciendo en el trayecto
hacia el Hospital El Carmen, comuna de Maipú”. Los hechos antes descritos fueron calificados
en el fallo como la figura típica prevista en el artículo 391 N°2 del Código Penal, esto es,
homicidio simple.
TERCERO: La sentencia impugnada, en su considerando 13°, desestima el estado de
necesidad exculpante y el error de prohibición indirecto alegado por la defensa, por las
consideraciones que se reproducen a continuación. En lo referido al estado de necesidad
exculpante, indica: “Como tercera defensa se esgrime estado de necesidad exculpante, al
efecto, el profesor Enrique Cury, señala que el estado de necesidad exculpante es aquél en el
cual: ‘el autor realiza típicamente el sacrificio de un bien jurídico de valor idéntico al que trata
de salvar de un peligro actual y no evitable de otra manera’. (Derecho Penal, Tomo II, pág. 84)
De esta forma, no habiéndose acreditado la amenaza real a un mal inminente, que ameritara el
sacrificio de otro bien jurídico, la petición de la defensa no puede prosperar, pues la existencia
de la amenaza, al menos eventual, constituye una exigencia sine qua non para, al menos,
considerar el estado necesidad exculpante.
En efecto Emily no se encontraba en el departamento de Patricio, por lo que su vida no corría
peligro, una eventual agresión física o incluso femicidio, no se podía dar porque Emily ya había
abandonado el inmueble. Además, la norma exige que no exista otro medio practicable y menos
perjudicial, resulta del caso, que privar de la vida a una persona no se vislumbra como el único
medio para actuar frente a una supuesta agresión para él o su madre. Lo que impide igualmente
estimar que concurra la tercera de las exigencias del citado artículo, esto es, que el mal causado
no sea sustancialmente superior al que se evita. Así las cosas, resulta que no concurren la
mayoría de las exigencias, si es que no todas las previstas en la norma legal, por lo que resulta
imposible que se configure la eximente, alegada por su defensa.”
CUARTO: En lo tocante al error de prohibición indirecto, se rechaza por lo siguiente: “en cuanto
a la solicitud de absolución por error de prohibición, cabe tener presente que este se vincula
directamente con la culpabilidad, esto es, con la capacidad para reprocharle un hecho típico y
antijurídico. El merecimiento de pena se da por no haberse conducido como jurídicamente le era
exigible, sosteniendo la idea de la suficiente motivación normativa del autor del hecho
antijurídico. Los elementos que comprende la culpabilidad son imputabilidad, conocimiento
del injusto y la no exigibilidad de otra conducta, todas circunstancias que apuntan a garantizar
que un sujeto sólo será responsable de un hecho típico cuando su actuar además de ajustarse
a la norma prohibida sea expresión de su libertad o autodeterminación. En este contexto la
conciencia de la antijuricidad de la conducta es una exigencia consustancial al principio de
culpabilidad, desde el instante que quien no conoce la ilicitud de su conducta no se le puede
atribuir responsabilidad por la misma. Esta exigencia normativa encuentra su fundamento en la
culpabilidad reconocida normativamente, según Enrique Bacigalupo (Principios Constitucionales
de Derecho Penal, editorial Hammurabi, pg. 147) en la dignidad de las personas y el libre
desarrollo de la personalidad, vinculado directamente a las garantías constitucionales. Así este
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principio, según este autor, requiere que la aplicación de una pena esté condicionada al dolo o
culpa, a la conciencia de la antijuricidad o punibilidad, de capacidad de comportarse conforme a
derecho (imputabilidad), de una situación normal para la motivación del autor y que la sanción
sea proporcionada al hecho cometido, vinculado en la prohibición de penas inhumanas o
degradantes. En Chile, además de las razones expuestas por el referido autor español y
respecto a la conciencia de la ilicitud de la conducta ésta puede deducirse como elemento
integrante de la culpabilidad en lo establecido en el artículo 19 Nº3 inciso 6º de la Constitución
que prohíbe la presunción de responsabilidad penal, comprendiendo este concepto el principio
de culpabilidad, por lo que debe entenderse que esta garantía constitucional prohíbe presumir
cualquier elemento que constituye la culpabilidad, de tal forma que presumir de derecho el
conocimiento de la ley en materia penal, vulnera esta garantía constitucional, reconocimiento
que la Corte Suprema realizó en fallo de 4 de agosto de 1998, rol 1338-98. Por otro lado, y en
el ámbito de la ley, algunos autores (Cury) han entendido que la expresión voluntaria del artículo
1 del Código Penal exige un conocimiento del injusto. Determinado el reconocimiento jurídico
de este elemento de la culpabilidad cabe precisar que este conocimiento dice relación no con la
tipicidad de la conducta sino sólo con la prohibición de la misma, cuando hay error en los
elementos típicos se denomina error de tipo, cuando hay error en la ilicitud es un error de
prohibición, de tal forma que ejecuta su conducta asistido por la convicción de haber obrado
lícitamente.
Es este último concepto, error de prohibición, el que reclama la defensa que aconteció en este
caso. En primer término, el tribunal adhiere como ya pudo deducirse del párrafo anterior, a la
teoría de la culpabilidad, esto es, considerar que un error de prohibición no dice relación con el
dolo (el cual es un elemento del tipo) sino dice relación con la culpabilidad, considerando el dolo
como un elemento del tipo avalorado sin relación con el conocimiento del injusto. Establecido la
validez de la institución invocada por la defensa en el derecho chileno, cabe analizar en el caso
concreto si es que Aliste Ávalos, actuó pensando que obraba en legítima defensa de su madre.
En este caso, resulta importante tener presente la abundante prueba rendida por la defensa
respecto a la situación de violencia de género e intrafamiliar en cuyo ciclo se encontraba
envuelta doña Emily Ávalos Peña y Patricio Rodríguez Fuentes.
Cabe hacer presente que en este caso no ha quedado suficientemente acreditado que el actuar
del acusado obedeciera a una supuesta agresión actual a su madre, puesto que, esta ni siquiera
se encontraba dentro del inmueble de la víctima al momento de llegar C.A.a dicho departamento.
De la prueba rendida se ha acreditado que Camilo no le dio mayor importancia a la ausencia de
su madre por varios días, su tío y abuela tampoco, era algo habitual. Frente al supuesto llamado
de Pedro donde se le indicaba que su madre estaba retenida, no reaccionó, por otro lado no se
acreditaron otros eventos que aduce la defensa habrían influido en este error, como son la
existencia de gritos y exhibición de sables por parte de Patricio afuera del inmueble de Camilo,
tampoco quedó establecido estos mensajes que supuestamente recibió, como ya hemos dicho
Pedro no declaró y además el mismo Camilo en estrado habló de mensajes escritos y a su perito
le señaló mensajes de voz. así las cosas, este entorno que conllevarían este error no se
encuentra acreditado. En efecto no se tiene certeza, que Camilo estuviese en un error del que
no pudiese salir -pese a haberse acreditado el ciclo de violencia- pues no existe prueba certera
al efecto, e incluso se puede estimar que el mismo era vencible. Por tanto, atendido los
elementos analizados anteriormente se concluye que el acusado no incurrió en un error de
prohibición, desestimándose las alegaciones de la defensa en tal sentido.”
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QUINTO: Desde la perspectiva de una teoría general del razonamiento probatorio, hay dos
momentos analíticamente distinguibles que integran lo que globalmente designamos como
valoración de la prueba. El primero es el de la “valoración en sentido estricto”, que designa la
determinación del apoyo empírico que los elementos de juicio aportados al proceso proporcionan
a las hipótesis en conflicto, de forma individual y en conjunto. Desde el punto de vista de la
justificación de los enunciados probatorios, este momento correspondería al establecimiento de
relaciones lógicas de corroboración entre los enunciados fácticos que se trata de probar y los
elementos de juicio disponibles, lo que supone mostrar que a la luz de nuestros conocimientos
previos del mundo (en especial, de las generalizaciones empíricas aceptadas) esos elementos
de juicio constituyen un evento o estado de cosas predecible si suponemos hipotéticamente que
esos hechos verdaderamente han ocurrido. Esas relaciones de corroboración se expresan como
inferencias inductivas que en ningún caso pueden demostrar la verdad de una hipótesis, sino
que sólo la confirman en un cierto grado, como una posible explicación de la existencia de ese
elemento de juicio. De ahí que sea necesario considerar un segundo momento en la valoración
de la prueba, el de “decisión sobre la prueba”, en el que corresponderá determinar si el apoyo
inductivo aportado por los elementos de juicio disponibles a una hipótesis es suficiente para
tenerla por probada en el contexto de una determinada clase de proceso. Desde el punto de
vista del razonamiento justificativo, este segundo momento correspondería a la justificación de
la suficiencia de los elementos de juicio disponibles para declarar probada la hipótesis de la
acusación, de acuerdo al criterio fijado, en este caso en el proceso penal, por el estándar de
prueba “más allá de toda duda razonable”, acogido por el artículo 340 del Código Procesal Penal
(Accatino, D., “Forma y sustancia en el razonamiento probatorio. El alcance del control sobre la
valoración de la prueba a través del recurso de nulidad penal”, en Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXXII, 1er Sem., 2009, pp. 351-352).
SEXTO: Dentro del primer momento reseñado, esto es, el de la “valoración en sentido estricto”,
actúan u operan, entre otros, los principios de la sana crítica de razón suficiente y de no
contradicción. Respecto al primero, de razón suficiente, en su formulación lógica, puede
expresarse como “todo juicio, para ser verdadero, ha de menester de una razón suficiente”. Este
principio nos indica que para que un enunciado pueda ser verdadero ha de menester “elementos
objetivos que basten para poder afirmar tal juicio como verdadero.” (Maturana, J. Sana Crítica.
Un sistema de valoración racional de la prueba, Santiago, Legalpublishing, 2014, pp. 247 y 250)
Mientras que el segundo, de no contradicción, señala que “es imposible que dos juicios
contradictorios o contrarios sean verdaderos a la vez. Los juicios contrarios son juicios que se
oponen al ser idénticos en todo, salvo en que uno es positivo y otro negativo. Así, por ejemplo,
el juicio que afirma que: ‘A es B’ es contrario al juicio que niega tal enunciado, es decir, que
afirma que ‘A no es B’. Sin embargo, también puede darse una oposición contradictoria entre un
juicio positivo y otro negativo que no son totalmente idénticos, pues puede darse contradicción
aun entre juicios universales y particulares. En estos casos estamos ante juicios
contradictorios. Por ejemplo, el juicio ‘Todos los hombres son mortales’ y el juicio ‘Algunos
hombres no son mortales’ se oponen contradictoriamente entre sí, y por lo mismo no pueden
ser ambos verdaderos a la vez” (Maturana, ob. cit., pp. 243-244).
SÉPTIMO: Conviene despejar, antes que todo, que en el basamento Décimo cuarto la sentencia
reconoce expresamente el “carácter próximo” de la reacción del acusado y que esa reacción se
produce “frente a un nuevo ataque a su madre, al escuchar los gritos Camilo”. Es decir, los
sentenciadores concluyeron, de la prueba conocida en la audiencia, que el acusado sí escuchó
“gritos” de su madre, llamándolo por su nombre “Camilo”, y que frente a este llamado que
52
respondía “a un nuevo ataque a su madre”, el acusado tuvo una reacción “próxima” (en el motivo
13° el fallo señala que “se acreditó” que la reacción del acusado ocurre “al escuchar gritos” de
su madre y concurre al ser ésta “víctima otra vez de algún tipo de agresión”). Sin embargo,
estima el fallo -en los motivos Décimo tercero y Décimo cuarto- que es una reacción en
venganza, pudiéndose deducir de sus razonamientos del considerando Décimo tercero, donde
concluye que “esta agresión ilegítima no ha quedado establecida”, que con esto quieren afirmar
las sentenciadoras, en verdad, que la agresión ilegítima no existía o se mantenía cuando el
acusado llega al domicilio de R.F, precisamente porque entonces la madre del acusado ya se
había retirado, pero sin descartar que hubiese existido esa agresión antes, lo que sí habría sido
contradictorio con lo afirmado en el fundamento Décimo cuarto del fallo.
OCTAVO: En esa línea, un elemento central en que se apoya el fallo en examen para rechazar
la concurrencia del estado de necesidad exculpante y del error de prohibición indirecto que
arguye la defensa de A.Á, es la circunstancia de que cuando éste se encuentra con la víctima
R.F y la agrede mortalmente, la madre de aquél, Á.P, ya había abandonado el departamento en
que minutos antes se encontraban juntos estos dos últimos. Así señala, al negar el error de
prohibición, que “no ha quedado suficientemente acreditado que el actuar del acusado
obedeciera a una supuesta agresión actual a su madre, puesto que, esta ni siquiera se
encontraba dentro del inmueble de la víctima al momento de llegar C.A a dicho departamento”,
y al refutar el estado de necesidad exculpante, que “Emily no se encontraba en el departamento
de Patricio, por lo que su vida no corría peligro, una eventual agresión física o incluso femicidio,
no se podía dar porque Emily ya había abandonado el inmueble”.
NOVENO: La reseñada ausencia de la madre en el interior del departamento en cuestión (parte
de un block) cuando el acusado arremete contra R.F, no ha sido objeto de controversia, sin
embargo, la sentencia no explica por qué de la prueba rendida, únicamente podía llegar a
inferirse que el acusado sabía que su madre había abandonado ya el inmueble de R.F y se
había puesto a resguardo o en un lugar seguro, cuando aquél arriba a ese lugar y no, en cambio,
que el acusado pensara erradamente que aún permanecía ahí o, incluso habiendo salido,
expuesta todavía a que R.F le diera alcance. Tal descuido no resulta excusable si fue un asunto
discutido en el juicio y, además, del tenor de la prueba rendida y expuesta en el fallo, tampoco
resulta algo evidente e indiscutible. Dicho defecto, como se constatará, ha vulnerado los
principios que denuncia el recurso, esto es, de razón suficiente y no contradicción, que limitan
la libertad de valoración de la prueba.
DÉCIMO: En lo tocante al principio de razón suficiente, recordemos que el imputado, declara en
el juicio lo siguiente “pasado la una de la noche, (...) escuchó gritos de una mujer, pensó que la
vida de su mamá corría riesgo, tomó lo primero que había encima de la cocina, que era un
cuchillo, lo guardó en su espalda, en calzoncillos, salió corriendo, sentía que tenía que correr
para ayudar a su mamá, la salida de su block da a su patio, corrió al departamento de Patricio,
este estaba entre la puerta y escalera; sube, le pregunta dónde estaba su mamá, le responde
que no estaba ni ahí que la iba a matar”, describiendo luego el enfrentamiento. En esta
declaración se plantea por el imputado ignorancia sobre el alejamiento de su madre del lugar, lo
que tiene trascendencia para las pretensiones absolutorias de su defensa, lo que imponía al
tribunal, por tanto, el deber de hacer cargo de entregar las razones mediante las que lo descarta.
UNDÉCIMO: Mas, en parte alguna la sentencia establece en qué momento y lugar el acusado
habría advertido o tomado conocimiento que su madre salió del inmueble y se encuentra segura
de una agresión de R.F. Esto tampoco se desarrolla en el considerando Décimo cuarto, donde
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se reconoce la minorante del artículo 11 N° 4 del Código Penal, esto es, “La de haberse
ejecutado el hecho en vindicación próxima de una ofensa grave”. En el razonamiento Noveno el
fallo nada más asienta que “C.A.Á, sale de su domicilio con un cuchillo que toma de la cocina,
recorre el trecho que separa su vivienda y el departamento del occiso, al llegar se produce un
intercambio de palabras y A.Á utiliza este cuchillo para agredir mortalmente a R.F.”
Si bien en el considerando Décimo tercero, para descartar la existencia de una agresión ilegítima
actual o inminente, la sentencia hace ver que “hay vecinos que indican que escucharon a Emily
gritar que mandaría a Camilo a matar a Patricio y más tarde a Camilo gritar ‘lo maté, te lo maté
wevona’”, ninguna de esas afirmaciones, incluso de ser ciertas suponen forzosamente que se
haya concretado el encuentro entre Á.P y el acusado antes del enfrentamiento de éste con R.F
-como se adelantó, el mismo fallo reconoce que el acusado concurre al domicilio de aquél ante
los gritos de su madre, y ésta depone que no “arranca” en dirección a su domicilio-, ni tampoco
la segunda expresión manifiesta únicamente el cumplimiento de un encargo.
DUODÉCIMO: Entonces, y lo que se erige como lo central para lo que sigue y lo que se
resolverá, es que la sentencia no fundamenta el por qué asume que el acusado supiera, al llegar
al domicilio de R.F, que el ataque, maltrato, agresión o peligro para su madre hubiera ya cesado
completamente. Así, no se da por cierto que el acusado se encuentre con su madre, o que la
vea, en forma previa al enfrentamiento con R.F y fuera del posterior sitio del suceso (Á.P
declara que “arrancó” “y no dobló hacia el lado de su casa porque la podía pillar, arrancó a una
plaza hacia Candelaria (...) atravesó un pasaje en diagonal, se escondió para observar, observó
y Patricio no estaba, solo había una mujer en la esquina -Paola-, cuando cruza y va pasando
por su pasaje en la calle él venía de su casa y ella avanzó y cuando dobla ve que él cae, se para
y avanza como dos metros y se desplomó”). Incluso, aceptando sólo especulativamente que
tuviera noticia del alejamiento, tampoco el fallo tiene por demostrado que la madre estuviera a
una distancia tal de R.F, o con protección o auxilio de terceros, que conjurara el
riesgo -considerando que la sentencia acepta en su razonamiento Décimo tercero para el estado
de necesidad exculpante, una mera amenaza “eventual”- de que continúe la agresión o ataque
cuya existencia la propia sentencia reconoce como gatillante de la asistencia del acusado al
lugar.
DÉCIMO TERCERO: En el mismo orden, y como acusa el recurso -aunque refiriéndose al
estado de necesidad exculpante- el fallo pasa obvia la violencia a que hace largo tiempo estuvo
sometida Á.P, y que establece en su considerando 12°: “Con lo expuesto por doña E.Á.P, sus
hijos Camilo y Joseph, su hermano y su expareja A.F, cuyos relatos resultan concordantes,
exponiendo episodios y circunstancias similares, ha quedado demostrado que P.R ejercía
violencia intrafamiliar y de género contra esta deponente, es más, los testigos presentados por
el Ministerio Público expresan que la relación de Emily y Patricio era ‘tóxica’”.
Asimismo, en el motivo Décimo tercero, la sentencia reconoce que “resulta importante tener
presente la abundante prueba rendida por la defensa respecto a la situación de violencia de
género e intrafamiliar en cuyo ciclo se encontraba envuelta doña E.Á.P y P.R.F”, sin embargo,
en el párrafo siguiente no aquilata de modo alguno la incidencia que toda esa situación de
violencia pudo tener en generar un posible error del acusado sobre la actualidad o continuidad
de la agresión o del riesgo de la misma, al llevarlo a reaccionar, en razón de esa violencia, con
apuro, torpeza y con la urgencia que el riesgo que erradamente pudo creer existente, ameritaba.

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DÉCIMO CUARTO: En lo concerniente al principio de no contradicción, cuya infracción también
se denuncia en el arbitrio en estudio, en el penúltimo párrafo del motivo Décimo tercero la
sentencia concluye que “no se tiene certeza, que Camilo estuviese en un error del que no
pudiese salir” y a renglón seguido añade “e incluso se puede estimar que el mismo era vencible”.
La expresión “no se tiene certeza, que Camilo estuviese en un error del que no pudiese salir” es
sustituible sin inconvenientes por ésta “no se tiene certeza, que Camilo estuviese en un error
invencible”, es decir, únicamente descarta un tipo de error, el invencible, pero no la existencia
de un error, y tan evidente es esto que, desechada por falta de certeza la invencibilidad del error
-pero no la existencia de un error-, el fallo luego complementa “e incluso se puede estimar que
el mismo era vencible”.
Entonces, al aceptar las sentenciadoras que el error es vencible -con las relevantes
consecuencias que conlleva según la doctrina nacional pero que el fallo pasa por alto-,
necesariamente aceptan que hay un error sobre la actualidad de la agresión, sólo que no es
invencible, siendo patente la contradicción pues el error vencible es una especie de error,
presentándose por ende la contradicción arriba comentada entre un juicio particular y otro
universal.
DÉCIMO QUINTO: De ese modo, no cumple la sentencia recurrida con descartar todas las
demás hipótesis compatibles con la inocencia del acusado, excepto las hipótesis ad hoc que no
son empíricamente contrastables (Accatino, ob. cit., pp. 359-360). En efecto, para arribar a una
decisión condenatoria la sentencia necesariamente debía previamente descartar las hipótesis
compatibles con la inocencia propuesta por la defensa de estado de necesidad exculpante y
error de prohibición indirecto, cuestión que la sentencia no hace, en particular y de manera más
notoria respecto de la última.
DÉCIMO SEXTO: Por último, no está de más reiterar que el pronunciamiento condenatorio está
condicionado a que las sentenciadoras alcancen convicción más allá de toda duda razonable en
relación a todos los elementos y categorías del delito correspondiente, de modo que ante la
duda razonable respecto de la concurrencia de alguno de ellos, tal duda favorecerá al acusado,
pues sabido es que nuestro ordenamiento procesal se inclina por un falso negativo –absolución
falsa– por sobre un falso positivo – condena falsa–, con el propósito de disminuir el riesgo de la
condena de un inocente. En el caso sub-lite, lo anterior importa que los sentenciadores, para
condenar, debieron alcanzar convicción más allá de toda duda razonable de la culpabilidad
del acusado, lo que lleva implícito, afirmar con ese grado de convicción que no hubo error
de parte del acusado respecto a la actualidad de la agresión que sufría su madre, pues, ante
una duda razonable sobre este aspecto, debieron tener por no demostrado su actuar culpable.
Empero, y muy por el contrario, la sentencia, al tratar el error de prohibición indica que “no se
tiene certeza, que Camilo estuviese en un error (...) pues no existe prueba certera al efecto”, es
decir, la prueba rendida, al no ser certera, no habría permitido alcanzar certeza sobre la
existencia del error, con lo que, primero, sigue sin descartar el error, persistiendo una duda que,
de ser razonable, debió favorecer al acusado, porque tiene como contrapartida, la imposibilidad
de alcanzar convicción más allá de toda duda razonable sobre su culpabilidad; y, segundo,
parece supeditar la aceptación del error, a que el mismo se acredite por la defensa con un
estándar de convicción de certeza, es decir, un conocimiento seguro y claro del mismo, en
circunstancias que al acusador corresponde probar la inexistencia de ese error con el estándar
legal, mientras que a la defensa basta con generar en los jueces una duda razonable sobre la
culpabilidad del autor o, si se quiere, de la existencia del error.
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DÉCIMO SÉPTIMO: Atendido todo lo expuesto, es posible concluir que la sentencia recurrida
no ha cumplido con lo dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal Penal que dispone que
“Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados” y,
además impone que la fundamentación del fallo “deberá permitir la reproducción del
razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia”, ni
tampoco con contener “La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado”,
como ordena la letra c) del artículo 342 del mencionado código, configurándose de ese modo la
causal de nulidad invocada de la letra e) del artículo 374 del mismo texto, debiendo anularse el
juicio y la sentencia de este proceso, como se dirá en lo resolutivo.
DÉCIMO OCTAVO: Habiéndose acogido la causal de nulidad principal impetrada, no se emitirá
pronunciamiento respecto de las dos causales subsidiariamente deducidas.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 374 letra e), 384 y 385 del Código
Procesal Penal, se acoge el recurso de nulidad interpuesto en favor del acusado C.E.A.Á contra
la sentencia dictada el veintiuno de diciembre de dos mil veintidós por el Quinto Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de Santiago, en los autos Ruc N° 2100898535-6 y Rit N° 125-2022, y
contra el juicio que le antecedió, los que, por ende, son nulos, debiendo citarse a una nueva
audiencia de juicio oral ante tribunal no inhabilitado.
Redactó el ministro suplente señor Manuel Rodríguez.
Regístrese y comuníquese. Rol (Penal) N° 24-2023.
Pronunciada por la Segunda Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por
la Ministra señora Jessica González Troncoso e integrada p o r el Ministro suplente señor
Manuel Rodríguez Vega y por el abogado integrante señor Sebastián Hamel Rivas.
Pronunciado por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago integrada por Ministra
Jessica De Lourdes González T., Ministro Suplente Manuel Esteban Rodríguez V. y Abogado
Integrante Sebastián Ramón Hamel R. Santiago, siete de diciembre de dos mil veintitrés.
En Santiago, a siete de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

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Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 204-2023.

Ruc: 2201221686-K.

Delito: Robo en lugar habitado.

Defensor: Darío Pantoja.

16.- Sentencia absolutoria no vulnera deber de fundamentación ni de valoración al


hacerse cargo de la insuficiencia de la prueba producida para demostrar la existencia del
delito y la autoría atribuida al acusado. (CA San Miguel 04.12.2023 rol 3132-2023)

Norma asociada: CP ART.440 N°1; CPP ART.297; CPP ART.342 c; CPP ART.374 e.

Términos: Robo en lugar habitado, principios y garantías procesales, recurso de nulidad,


valoración de prueba, sentencia absolutoria.

SINTESIS: Corte rechaza recurso de nulidad de la fiscalía por absolución por robo en lugar
habitado. Las juezas del fondo anuncian la absolución y agregan que esta se debe a que,
acorde a su análisis, no se acreditó, más allá de toda duda razonable, el hecho punible ni la
participación del imputado, por la insuficiencia de la prueba incorporada al juicio oral. Las
magistradas afirman que la prueba fue insuficiente para vencer el estándar del artículo 340 del
código adjetivo, en lo atingente a la demostración de la existencia del delito y, con ello,
de la autoría atribuida al acusado. Tampoco adquirieron convicción, en cuanto a la efectiva
verificación del elemento consistente en la apropiación de una cosa mueble ajena y con ánimo
de lucro, puesto que las declaraciones de los testigos son vagas, genéricas y contradictorias.
La tesis absolutoria se ve reforzada por ausencia de signos de fuerza en las vías de acceso
al inmueble, de lo que deriva que la tesis del persecutor se hace más difusa aún. No se
constatan los defectos en la fundamentación de la sentencia en la forma indicada por el
recurrente, como tampoco una omisión en el análisis de la prueba con incidencia incontestable
en lo determinado en el fallo, al punto de hacer viable que sea revertido como único remedio
procesal posible. (Considerandos: 5, 17)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, cuatro de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos:
En estos autos RIT O-204-2023, RUC 2201221686-K del Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de San Bernardo, por sentencia de tres de octubre del actual, se absuelve a L.M.V.P de
la acusación deducida en su contra por el Ministerio Público, que lo suponía autor del delito
de robo en lugar habitado, previsto y sancionado en el artículo 432, en relación con los
artículos 440 N° 1, ambos del Código Penal, y que se habría perpetrado el 6 de diciembre de
2022, en la comuna de Buin. Asimismo, el fallo exime al Ministerio Público del pago de las costas
del procedimiento.
El Ministerio Público ha recurrido de nulidad sosteniendo que la sentencia definitiva en
referencia incurre en la causal de nulidad reglada en el artículo 374 letra e) del Código Procesal
Penal. Pide que se acoja el recurso, declarando nula la sentencia, así como el juicio oral en

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virtud del cual se dictó y, consiguientemente, se disponga la realización de un nuevo juicio oral
por el tribunal no inhabilitado que correspondiere.
El 15 de noviembre último se procedió a la vista del recurso, en la que alegaron letrados
para sostenerlo y por su rechazo, respectivamente, quedando fijada la lectura de esta
sentencia para el día de hoy.
Con lo oído y considerando:
Primero: Como se anunció en lo expositivo, el recurso de la Fiscalía se basa en la
causal de nulidad normada en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal.
Según quien recurre, la sentencia del grado no cumple con lo preceptuado en el citado artículo
342, letra c), por omisión del requisito estatuido en el artículo 297 del mismo cuerpo legal,
enfatizando el deber en que está el tribunal de argumentar conforme a los parámetros de
claridad, lógica y completitud.
El persecutor afirma que en este caso la sentencia carece de una exposición clara,
lógica y completa de la valoración probatoria de la declaración prestada por el acusado en el
juicio, por lo que no se habría cumplido con el deber prescrito en el artículo 297 del Código
Procesal Penal.
En lo medular, el recurso explica que en el fallo se describe el contenido de la declaración
prestada en el juicio por el acusado, pero al momento de valorarla, el a quo solo hizo una vaga
y tangencial referencia a ella, pese a que entraba en contradicción con el resto de la prueba
producida en el juicio, “toda vez que el acusado negó haber perpetrado la sustracción de
especies que se le imputó, lo mismo que haber ingresado a una vivienda para lograrlo y
planteó la versión de que su detención se habría debido a un conflicto entre un tercero (amigo
suyo) por una parte y la víctima y los testigos, por otra”.
Según el impugnante, no obstante, los cuestionamientos surgidos acerca de la
credibilidad de la versión del acusado plasmada en su declaración, los sentenciadores no
valoraron de forma alguna dicho medio de prueba, ni lo contrastaron con el inentendible y
extenso silencio previo del acusado en el procedimiento, puesto que no había prestado
declaración en forma previa.
En un segundo orden de argumentación, el recurso sostiene que el fallo impugnado
omite el requisito de la letra c) del artículo 342 del Código Procesal Penal, por carecer de
una exposición clara, lógica y completa de la valoración probatoria de la declaración de la testigo
N.C.V, desestimada como una prueba apta para condenar, pero con una fundamentación que
no permite la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar tal conclusión. Expone que
el tribunal del fondo describe que la testigo N.C.V declaró en el juicio sobre lo que observó en
el lugar de los hechos al momento de su acaecimiento, sin embargo, le resta credibilidad como
testigo presencial, sobre la base de insinuar ciertas contradicciones que habría entre su relato y
el de otros testigos.
El hecho que un testigo sea contradicho por otro testigo –prosigue el recurrente-, no
invalida la declaración del primero, ni la descalifica, ni le resta credibilidad por ese solo hecho,
sino que para desestimar su declaración, en este caso de N.C.V, es necesario explicitar las
razones por las cuales se le atribuye más valor a la declaración de los otros y menos
valor a la declaración de esta última, o las razones por las cuales el contenido de las
declaraciones de la testigo Callofa carecen de credibilidad o justifican considerarla indigna de
fe. Alega que nada de eso se hizo en la sentencia, de forma que no resulta reproducible el
razonamiento utilizado para desestimar tales declaraciones.
Sobre las referidas contradicciones, el recurrente trae a colación el concepto de “cabos
sueltos”, cita doctrina al efecto y concluye que el defecto que la sentencia reprocha a la
declaración de la testigo Callofa (precisión del momento en que fue revisada la mochila del
acusado y del número de personas presentes en el sitio del suceso), corresponde solo a un
cabo suelto que no constituye una duda razonable y, por lo tanto, no impide condenar.

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En un tercer apartado de la misma causal de nulidad, el recurso afirma que la sentencia
omite el requisito de la letra c) del artículo 342 del Código Procesal Penal, por carecer de una
exposición clara, lógica y completa de la valoración probatoria de la declaración del testigo
Neftalí Valdebenito Silva, desestimada como una prueba apta para condenar con una valoración
probatoria que tampoco cumple con lo previsto en el artículo 297 de dicho código, pues la
fundamentación dada al respecto en la sentencia no permite la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar tal conclusión.
Explica el impugnante que el fallo describe que dicho testigo declaró en el juicio acerca
de lo que observó en el lugar y momento de la detención del acusado, pero se le restó
valor probatorio en dos aspectos: (i) existencia de escalamiento y (ii) propiedad o posesión de
la víctima sobre las especies encontradas en poder del acusado, en ambos casos debido a la
falta de corroboración, dado que la víctima no declaró en el juicio y la ausencia de signos de
fuerza en las vías de acceso al inmueble. Sobre lo primero, el persecutor señala que lo
anterior no es efectivo si se tienen en cuenta las declaraciones de la testigo N.C.V, en las
que corrobora la existencia de escalamiento, así como que las especies encontradas al
momento de la detención pertenecían a la víctima; y en cuanto a la ausencia de signos de fuerza
en las vías de acceso al inmueble, indica que debe tenerse en cuenta que la forma de fuerza
empleada para ingresar al lugar del robo consistió, específicamente, en trepar un cierre
perimetral, y es de conocimiento general y por ello constituye una máxima de experiencia,
que al trepar una persona una reja, un portón o un cierre perimetral equivalente, no
necesariamente deja huellas en el mismo.
En cuanto a la influencia sustancial de esos defectos en lo dispositivo del fallo, el
recurrente se limita a señalar que por causa de estos se dictó sentencia absolutoria;
Segundo: La causal que ha sido invocada por el recurrente, con el carácter de motivo
absoluto de nulidad del juicio y la sentencia, cobra sentido en la omisión de la exposición clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297 de
dicho ordenamiento.
Esta última norma, a su vez, referente a la valoración de la prueba, permite a los
tribunales apreciarla con libertad, pero sin contradecir en ello los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. En este proceder,
conforme a esa disposición, el tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la
prueba producida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando en tal caso las
razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
Finalmente, el aludido artículo 297 preceptúa que la valoración de la prueba en la
sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de prueba mediante los cuales se diere
por acreditado cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados;
fundamentación que deberá permitir la reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar
las conclusiones a que llegare la sentencia.
Se trata, entonces, de una causal relacionada con el deber de fundamentación de las
sentencias y su vinculación con la ponderación probatoria conforme a las reglas de la sana
crítica;
Tercero: Asimismo, es útil recordar que, en cuanto al conjunto de reglas y principios para
la valoración de la prueba, el Código Procesal Penal introdujo el sistema de libertad probatoria
o de libre valoración, único compatible con el reconocimiento de la autonomía de cada juez
para adquirir convicción sobre los hechos del caso, manteniéndose esta exigencia de
convicción del tribunal como estándar necesario para la condena.
En ese contexto, la causal en comentario protege la garantía de la sentencia motivada y
la razonabilidad de esta, en la medida que la libertad de valoración de la prueba no puede

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desconocer los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados.
Sin embargo, es importante reiterar que el control de la adecuación del sistema de
apreciación probatoria a las reglas de la sana crítica no puede ser entendido como un ejercicio
que lleve a valorar nuevamente. Esto excedería los márgenes del recurso y la competencia de
este tribunal.
La revisión de la aplicación del sistema conforme al cual la ley manda valorar la
prueba rendida en el juicio equivale a comprobar si el razonamiento jurídico del juez se ha
adecuado a las reglas que impone el sistema de sana crítica: examinar cómo han gravitado
y qué influencia han ejercido los medios de prueba a la hora de arribar a la decisión contenida
en la sentencia;
Cuarto: Así, entonces, al abocarse a este motivo de impugnación, la revisión que
lleva a cabo el tribunal de nulidad puede serlo en dos niveles: en un primer ámbito, debe
examinarse que en el fallo se viertan razones capaces de justificar cómo y por qué se dan por
probados, o no, los hechos que se cuestionan en el recurso y, en un segundo orden, -de
naturaleza más sustancial-, debe definirse en qué medida esas razones, expresadas en la
sentencia recurrida, se ajustan a los parámetros de valoración probatoria inherentes a la sana
crítica.
Según se dijo, el control que se ejerce en sede de nulidad no está orientado a verificar si
la prueba fue correctamente apreciada, debido a que esa función le compete al tribunal de
instancia, para lo que cuenta con plena libertad, salvo los límites sentados en el artículo 297.
Dicho de otra manera, debido a que el deducido en autos es un arbitrio de impugnación,
el control que le es propio debe efectuarse con el material de convicción contenido en el fallo,
sea para verificar que exista el debido y completo razonamiento probatorio o que el existente no
transgreda las reglas de la sana crítica;
Quinto: Antes de abordar la causal que se ha hecho valer, atendido que los defectos que
se acusan por el recurrente apuntan directamente a la fundamentación dada para cimentar la
decisión absolutoria, es importante revisar el fallo bajo ese prisma y mirar sus aspectos
centrales. En este sentido, de su lectura destaca que los jueces del fondo, como primera
cuestión, repasan que la acusación levantada por el Ministerio Público en contra de L.V.P lo fue
en los siguientes términos: “El día 6 de diciembre de 2022, aproximadamente a la 01:00 horas
de la mañana, el imputado L.M.V.P, ingresó al interior del inmueble ubicado en calle La
Coordinadora 01XXX en Buin, mediante escalamiento, esto es, ingresando por vía no destinada
al efecto, y, una vez en el interior del inmueble, sustrajo 4 discos de corte, especies de propiedad
de la víctima y dueño de casa, J.A.C.M, las que guardó en la mochila que portaba. El ingreso
del imputado al interior del inmueble fue presenciado por la vecina de la víctima, N.C.V, la que
llamó al dueño de casa, quien detuvo al imputado mientras se encontraba en el antejardín,
llamando a Carabineros, los que procedieron a detener al imputado incautando en su poder las
especies sustraídas”.
Tales hechos fueron calificados por el acusador como el delito de robo en lugar habitado,
con escalamiento, previsto y sancionado en el artículo 432, en relación con el artículo 440 N° 1,
ambos del Código Penal.
A continuación, tras apuntar el tenor de los alegatos de apertura y de clausura, el tribunal
de la instancia da cuenta de lo declarado por el encausado y de la prueba rendida por el
Ministerio Público -a la que se plegó la defensa- y seguidamente, tiene por acreditado el
siguiente hecho: “Que el día 06 de diciembre de 2022, aproximadamente a las 01:00 horas de
la madrugada, frente al N° 01XXX de la Calle La Coordinadora en la comuna de Buin, fue
detenido L.M.V.P. Al interior de su mochila fueron encontrados cuatro discos de corte”.
Luego, a partir del considerando noveno, el fallo se dedica a la valoración de la prueba y
a sentar las bases de la decisión a la que se arriba, en definitiva.

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Al efecto, las juezas del fondo anuncian la absolución y agregan que esta se debe a
que, acorde a su análisis, no se acreditó, más allá de toda duda razonable, el hecho punible ni
la participación del imputado, por la insuficiencia de la prueba incorporada al juicio oral. Las
magistradas del mérito afirman que la prueba fue insuficiente para vencer el estándar del artículo
340 del código adjetivo en lo atingente a la demostración de la existencia del delito y, con
ello, de la autoría atribuida al acusado.
En ese discurrir del razonamiento judicial, el tribunal repasa los elementos de los que
se vale la acusación y con base en ellos se aboca a revisar las declaraciones de la vecina y
prima de la víctima N.C. y la del funcionario aprehensor Neftalí Valdebenito Silva, las que
desembocan en lo más básico en que, la primera dijo haber visto a un sujeto intentando escalar
el cierre perimetral pero que, ante la llegada del ofendido, huyó –sin ser identificado- y ambos
dijeron que vieron al acusado ya dentro del inmueble del afectado –sin referirse a la manera en
que habría ingresado-, lugar en que fue reducido, detenido y trasladado a la unidad
policial, donde se revisó su mochila y se le hallaron los cuatro discos de corte a que alude el
acto acusatorio.
Al alero de ese contexto factual, el a quo determina que no es constitutivo de un delito
de robo en lugar habitado, particularmente porque no tiene los requisitos suficientes para dar
por establecida su ocurrencia, porque no permite concluir inequívocamente que haya tenido
lugar el escalamiento en los términos de la acusación, antecedente indispensable del que
ninguno de los testigos se pudo percatar debido a que no se refirieron al ingreso de aquel al
inmueble. Se explica en el fallo que, si bien el aprehensor dijo que el imputado ingresó por
vía no destinada al efecto, lo que fundó en que la víctima le indicó que “dejó todo cerrado”, esta
circunstancia no fue corroborada al menos por esta, puesto que no prestó declaración en juicio.
Junto a lo anterior, las juezas del grado señalan que tampoco adquirieron convicción en
cuanto a la efectiva verificación del necesario elemento consistente en la apropiación de una
cosa mueble ajena y con ánimo de lucro, puesto que las declaraciones de los referidos testigos
son “vagas, genéricas y contradictorias” al respecto. Esta aseveración del tribunal se apoya
explícitamente en que ambos indicaron saber que los cuatro discos de corte eran de propiedad
de la víctima por lo que esta dijo, en el sentido que había trabajos de construcción en curso y
que buscó los discos que tenía, sin encontrarlos, con lo que concluía que aquellos referidos en
la acusación eran del ofendido, pero sin que este aportara corroboración alguna sobre todo ello.
Acerca de lo último, el juzgador suma la debilidad en la credibilidad de la testigo señora
Callofa, puesto que dijo haber observado en la vía pública la revisión de las vestimentas del
acusado y que en la mochila que portaba se encontraron los cuatro discos de corte, mientras
que el funcionario aprehensor sostuvo, contradictoriamente, que tal revisión se efectuó en la
unidad policial, a la que no concurrió la testigo Callofa, sino que únicamente la víctima.
En el mismo terreno del cotejo entre ambas declaraciones testimoniales, el a quo
advierte, también, que se vuelve a dar una discrepancia entre ambos deponentes en cuanto a
las personas presentes al momento de la detención, pues mientras la señora Callofa dijo que
estaban su primo y su padre, el funcionario policial –calificado en la sentencia como sujeto
imparcial u objetivo, en contraste con el nexo familiar entre la primera y el ofendido- indicó que
había alrededor de cinco personas. Lo último es conectado por las sentenciadoras con los
dichos del acusado, de lo que infieren la plausibilidad de su versión en cuanto a la forma en que
fue detenido.
A todo ese análisis, el fallo añade que la tesis absolutoria se ve reforzada por ausencia
de signos de fuerza en las vías de acceso al inmueble, de lo que deriva que la tesis del
persecutor se hace más difusa aún.
Luego del resultado de su examen del material probatorio, el resolutor vuelve a
afirmar que la prueba del Ministerio Público no es suficiente para acreditar los hechos de
la acusación en lo referente a la existencia de los elementos del tipo penal y, por tanto, de la
participación del acusado. En este sentido, las sentenciadoras apuntan que el fruto de las
61
probanzas está “muy distante de la precisión y concordancia necesarias para formar convicción
condenatoria en el tribunal, puesto que las pruebas de cargo allegadas al juicio con dicha
finalidad resultan insuficientes para superar el estándar de la duda razonable que exige el
artículo 340 del Código Procesal Penal, lo que obliga entonces a absolver al acusado de los
cargos dirigidos en su contra”;
Sexto: Sentados, entonces, los pasajes más centrales del fallo impugnado y al recordar
las tres vertientes en que se encauza el recurso en estudio, todos construidos bajo la afirmación
del recurrente de carecer de una exposición clara, lógica y completa de la valoración probatoria,
primero, de la declaración prestada por el acusado en el juicio; seguidamente, de la declaración
de la testigo señora Callofa y, tercero, de la declaración testifical del funcionario aprehensor
señor Valdebenito, queda de manifiesto que no hubo de parte de las magistradas de la instancia
una inobservancia a ese deber legal que le imponen los artículos 342, letra c) y 297 del Código
Procesal Penal.
En los párrafos subsecuentes se dará cuenta del porqué de esa última aseveración;
Séptimo: Sobre el deber de fundamentación de la sentencia, tanto la Carta Fundamental,
como el Código Procesal Penal, consagran la idea de completitud en la materia, esto es, que
debe motivarse toda la prueba, así como todo el razonamiento probatorio efectuado con base
en ella. Este parámetro predica que la motivación debe consistir en la exposición y valoración
individual y ordenada de todas las pruebas practicadas, es decir, no solo las que se refieren al
hecho principal, ni solo las que sean favorables a la hipótesis afirmada, sino también las pruebas
referentes a hechos secundarios y, sobre todo, a aquellas que, de ser valoradas positivamente,
apoyarían hipótesis distintas. Si así no ocurre, el juzgador corre el riesgo de excluir de la
motivación las pruebas cuyos resultados no coincidan con la reconstrucción de los hechos que
se pretende justificar. Por ello, no debe rebajarse la exigencia de examinar y valorar todas las
pruebas relevantes, y especialmente las que no avalan la tesis fáctica que se pretende justificar.
La sentencia que prescinde del examen analítico e individual de cada medio de prueba
corre el riesgo de caer en el vicio de unilateralidad de la valoración, por el que, una vez
identificada a priori una versión de los hechos, se tiende a considerar lo que la confirma y
a descuidar lo que la contradice, con lo que se impide llegar a una determinación verdadera de
los hechos. Con esto se produce una inversión irrazonable, pues en vez de ser las pruebas las
que permiten determinar cuándo un relato es verdadero, se tiene que el relato es el que permite
determinar que pruebas son aceptables, con lo que la finalidad de alcanzar la verdad, más allá
de toda duda razonable, se pierde. (Maturana Baeza, Javier, Sana Crítica, un sistema de
valoración racional de la prueba, Thomson Reuters, Santiago, 2014, pp.342 y siguientes);
Octavo: Pues bien, la simple lectura de los sucesivos párrafos de la sentencia del a quo,
con la motivación que emerge de los pasos que va siguiendo en su ponderación de la testimonial
de los dos deponentes a los que se ha hecho referencia –señora Callofa y señor Valdebenito- y
las consecuentes conclusiones que obtiene el tribunal de manera armónica y conectada,
termina por descartar -igualmente con razones que deja expuestas, que se comprenden sin
dificultades- la comprobación de elementos básicos del tipo penal de robo en lugar habitado,
con lo que obviamente decae la convicción sobre la participación culpable en el mismo del
acusado en este, desde que se le atribuyó al hechor de un hecho punible dos de cuyas premisas
objetivas –vía de ingreso al inmueble y la ajenidad de las especies- no se acreditaron en los
términos ineludiblemente contundentes que exige el escenario de la condena penal.
Lo precedente, como se sabe, no hace necesario que los intervinientes estén de
acuerdo con esa ponderación del juzgador –de hecho, lo corriente es que por lo menos uno de
ellos discrepe de esta-, por lo que una disconformidad no admite ser tenida como el rasero
conforme con el cual pueda medirse el estándar del vicio de nulidad planteado por el recurrente.
Lo que es preciso o se requiere, en cambio, es que el vacío en la motivación que se acuse no
mira a los frutos de aquella que sí está presente en las razones de la sentencia, como tampoco
que el impugnante comparezca enarbolando su propio análisis y conclusiones, o la existencia
62
de una interpretación alternativa –normalmente proclive a su teoría del caso- toda vez que todo
ello excede a la causal de nulidad invocada en la especie, pudiendo, incluso, dar forma a alguna
otra –artículo 374 letra e), basada en una transgresión a la sana crítica, o artículo 373 letra
b), por errónea aplicación del derecho-;
Noveno: En la especie, la reseña apuntada en supra quinto, muestra con nitidez que,
por un lado, el resolutor revisa las probanzas y en su valoración asienta que, siendo dos
los testigos, cada uno hizo un relato de lo que percibió por sus sentidos y, en esto, el fallo
resalta, por una parte, que ninguno pudo hacerlo en relación con la vía de acceso al inmueble
–Callofa, porque dijo haberlo visto ya en el interior, y Valdebenito porque solo estuvo en
condiciones para referirse a ello por los dichos justamente de la misma señora Callofa, a lo que
se suma que, de igual modo, el ofendido solo conoció lo sucedido por lo que le expresó esta
última; por otro lado, ninguno de estos deponentes estuvo en situación de respaldar con algún
antecedente objetivo o distinto de su simple impresión u opinión que los discos de corte hallados
en el bolsón del enjuiciado fuesen efectivamente de propiedad del afectado, sino únicamente
los dichos de este al aprehensor, pero que no ratificó en el juicio, al que no compareció.
Encima de lo antedicho, el tribunal del mérito pone de relieve la divergencia que se da
entre ambos testigos acerca del lugar en que se revisó la mochila que llevaba el encausado,
pues Callofa dijo que fue en el sitio del suceso, seguidamente a la detención, mientras que
Valdebenito dijo que fue en la unidad policial, a lo que se agrega que este mismo testigo señaló
que la primera no se trasladó hasta la unidad policial, circunstancia que profundiza la
discrepancia en mención, la que, de hecho, se transforma en un abierto antagonismo, al no
haber resultado esclarecida de modo alguno, sin que el recurrente siquiera lo intente.
Asimismo, a la insuficiente densidad y concordancia de la prueba que se objeta en la
sentencia impugnada, el resolutor suma la diferencia en los testimonios en cuanto al número
e identidad de los presentes al ocurrir la detención del acusado.
Pues bien, es una vez descrito todo ese entorno de hecho que el fallo alude a la tesis particular
que formuló el encausado, en orden a que su detención se habría producido a cierta distancia
del inmueble de la víctima, en tanto que el hallazgo de las especies aludidas en la acusación
no habría estado precedido de una sustracción cometida por el enjuiciado, sino del lanzamiento
de aquellas durante la huida que emprendió la persona que lo acompañaba y a quien había
dejado atrás hasta el momento que pasó corriendo por su lado y se desprendió de tales objetos,
los que el encausado recogió, pero sin haberlos sacado él desde algún inmueble del sector
del que dijo haberse alejado, vale decir, al que no ingresó.
El sentido que toman los razonamientos del a quo, muestra que ese último análisis
aparece ligado a su referencia a lo que fue la tesis alternativa sostenida por el acusado, pero
no para tenerla por cierta, sino para reflejar que resultaba un escenario plausible, desde que la
tesis del acusador no había quedado comprobada;
Décimo: Luego de todo eso, es que las sentenciadoras hacen alusión al estándar
legal o nivel básico de constatación probatoria que debía haber sido superado para los efectos
de llegar a condenar al enjuiciado, el que, empero, no lo fue, según el fallo.
Dicho con otras palabras, el juzgador se abocó al estudio de la prueba y descubrió
vacíos, carencias y desavenencias en la testifical que no quedaron zanjadas en un sentido o el
otro con el mérito de algún otro medio probatorio, fragilidad que el tribunal de la instancia ve
agudizada con la ausencia en el juicio del principal ofendido;
Undécimo: Valga enfatizar, que aquello que se reclama por el impugnante en lo
concerniente a una fundamentación que tacha de “vaga y tangencial” con respecto a la
declaración del encausado, en realidad, obedece a una mirada que, aun cuando puede
entenderse avenida con el rol natural del persecutor, no puede sino ser evaluada bajo la
perspectiva de la improcedencia de apoyar la comprobación del hecho punible en la sola
declaración del imputado. En consecuencia, si el tribunal del grado revisa el mérito de las
probanzas y, ante la falta de armonía que advierte en ellas, entiende que no queda superado el
63
parámetro de la duda razonable prescrito en el artículo 340 del Código Procesal Penal y, por lo
tanto, no alcanza a tener por acreditada la verificación del delito – como sucede en el presente
caso-, no es dable esperar que, siendo ello así, pase a buscar en el relato del sujeto pasivo
del juicio la base para tenerlo igualmente por justificado.
Por lo demás, no debe perderse de vista que, con arreglo al artículo 98 del código en
mención, la declaración del imputado constituye preferentemente un medio de defensa.
En esa tesitura es que esta Corte observa que lo que ha hecho el a quo en la especie es
coronar su examen probatorio -del que no obtiene la fuerza de convicción que era imprescindible
para condenar- con la versión del imputado que, al ser distinta y tampoco ratificada por algún
otro antecedente, de todos modos, introduce una narración que, igual que las demás, habría
sido posible concebir en la realidad. Tal argumento no aporta mayormente a la conclusión del
juzgador, puesto que, si bien estimó oportuno referirse a aquella, no era indispensable que lo
hiciera, a la luz del entendimiento que ya había alcanzado el tribunal en cuanto a la insuficiente
y/o falta de solidez de la prueba de cargo. Acorde a lo anterior, el reproche que formula el
recurrente a su respecto no alcanza a trascender en lo resolutivo;
Duodécimo: Atento a lo que se viene de decir, es que el recurso del Ministerio Público
escapa del rango de análisis al que debe ceñirse este tribunal de nulidad, desde que denuncia
que el fallo adolecería de fundamentación completa porque tres declaraciones no habrían sido
valoradas en toda su dimensión -que, por cierto, es la propia del persecutor-, con una
repercusión en lo dispositivo que el libelo no llega a exponer como era su deber, pero que
-debe sobrentenderse- la habría tenido en razón tanto de los puntos en que exhiben armonía,
como de la insignificancia que, en opinión de la Fiscalía, tendrían sus contraposiciones o
diferencias para conducir a una sentencia condenatoria.
Ahora bien, no obstante, el afán argumentativo del recurrente, la esfera en que cabe
tener en cuenta al sopesarlo en esta sede de impugnación es que, conforme al mérito de lo que
se apuntó más arriba, sus alcances no inciden en la densidad o dimensión de la aptitud
probatoria de esas declaraciones, por tratarse de un área entregada a la ponderación del
juzgador del fondo.
En relación con lo último, es necesario poner de relieve que el deber del impugnante
es más que eso, puesto que, más allá de dedicarse a referir los dichos de los testigos y a
transcribir motivos del fallo opugnado, su alegato debe articular razones que develen una
justificación para que la eventual insuficiencia en la valoración probatoria que acusa tenga el
peso suficiente para neutralizar el basamento central del fallo, en este caso, la absolución del
enjuiciado bajo el prisma cardinal previsto en el artículo 340 del Código Procesal Penal.
Dicho de otra manera, el recurrente debe apuntar con claridad, no solo su tesis, sino con
qué otro elemento de prueba vincula las faltas de sustancia que denuncia, de manera que por
esa vía se lograra contrarrestar lo constatado y concluido por el tribunal de juicio oral y, en fin,
su decisión.
Sin embargo, para lo que ahora incumbe revisar, lo que esta Corte advierte es que, más
allá de aferrarse a las claves o extremos que no son sino aquellos que naturalmente han de
ser los defendidos por la Fiscalía en cuanto aspira a conseguir una sentencia favorable en
respuesta al ejercicio de la acción penal, es que sus alegaciones no van acompañadas de la
indispensable explicitación de un puente de conexión capaz de derrumbar, tanto el rasero
estatuido en el artículo 340 del código adjetivo, como la versión de la defensa;
Decimotercero: Para dejar lo anterior totalmente en claro, es pertinente recordar que el
tribunal del mérito no evade los puntos que el recurrente pone de relieve, no obstante, los evalúa
desde un ángulo con el que, en realidad, el Ministerio Público discrepa. En efecto, el fallo
es claro en contener el razonamiento judicial por el que colige que la testimonial de la
señora Callofa y del señor Valdebenito no son bastantes para comprobar la vía de ingreso
del imputado al inmueble de la causa –y antes de ello, que todas las vías que tenía dispuestas
al efecto hubiesen estado cerradas de manera que no permitían el paso o el acceso sin
64
fuerza-, así como lo ajeno de las especies presuntamente sustraídas por él; a lo que el a quo
agrega la falta de coincidencia recíproca que mostraron ambos deponentes acerca de, por una
parte, el lugar y circunstancias de la detención del acusado; el lugar en que se habrían revisado
sus vestimentas y pertenencias; y el o los elementos de juicio derivados de todo eso para
restar plausibilidad a la teoría de descargo de la defensa que –como ya se dijo en los motivos
noveno, décimo y undécimo de esta resolución- es traída a colación por las sentenciadoras
para la sola referencia a que fue una versión más planteada, con algún margen atendible para
dar a conocer lo que pudo haber sucedido, pero que, en todo caso, no derivó en hechos que se
tuvieran por comprobados;
Decimocuarto: Valga recordar aquí algunas distinciones que conviene no olvidar a
propósito del intento de averiguar y establecer la verdad objetiva y relativa de los hechos
materia de un proceso.
Primeramente -siguiendo al profesor Taruffo (Op. cit., págs. 104-106)-, diferenciar entre
los hechos de la causa y los juicios de valor que cada quien pueda sostener sobre aquello
que estime fue lo sucedido en la especie. Lo anterior determina que el objetivo al que se
enderezan los medios probatorios dice relación con su idoneidad para brindar información
acerca de los hechos o puntos materia del debate o controversia, vale decir que no es lo más
acertado pretender extraer de ellos la comprobación de las valoraciones particulares de los
litigantes acerca de los hechos que invocan, toda vez que estas últimas, atendida la subjetividad
que las caracteriza, no admiten ser probadas en cuanto a su verdad o falsedad, sino compartidas
o no por otras personas.
En seguida, “es pertinente realizar una distinción entre verosimilitud y probabilidad, pues
el juicio de verosimilitud no proporciona (…) ningún dato cognoscitivo respecto de la verdad o la
falsedad de un enunciado, mientras que la noción de probabilidad concierne a la existencia
de razones válidas para juzgar como verdadero o como falso un enunciado. Dicho de otro
modo, la probabilidad aporta informaciones sobre la verdad o la falsedad de un enunciado,
mientras que la verosimilitud se refiere sólo a la eventual ‘normalidad’ de lo que el enunciado
describe. Los dos conceptos se refieren, por consiguiente, a criterios diferentes y no coincidentes
de evaluación.” (Michele Taruffo, Op. cit.; pág. 107).
A su vez, la verdad del contenido de una proposición depende de la realidad del
acontecimiento al que se refiere el enunciado. Su probabilidad, en cambio, dependerá de la
existencia de información -prueba- que amerite o sirva para tenerlo como verdadero. Por
consiguiente, un enunciado que en principio se considere verosímil, puede devenir en
improbable si es que no se aportan probanzas para justificarlo, y viceversa, la proposición tenida
por inverosímil podrá luego considerarse probable si la prueba así lo demuestra.
Por lo tanto, para entender que una proposición o idea es probablemente verdadera, es
indispensable que haya prueba que la confirme;
Decimoquinto: Con relación a lo que se viene de expresar es que tampoco admite otorgar
asidero al argumento del recurrente referido al atropello a una máxima de la experiencia
consistente en no haberse representado el sentenciador que el trepar para sobrepasar una
reja, cerca o cierre perimetral no necesariamente deja huellas, toda vez que esta
indicación no equivale a una “regla de vida” propiamente tal, sino a una sugerencia anidada
en la probabilidad de que ello hubiese podido suceder así, pero que, nuevamente, no se ve
respaldado por la prueba incorporada al juicio, desde que el fallo echa de menos y asienta en
su fundamento que, siendo posible hacerlo, no se probó que tales rejas, cercos o estructuras
semejantes hubiesen estado efectivamente cerrados.
Por consiguiente, más allá de que se pueda compartir o no el acierto en la valoración de
la prueba que hace el tribunal del mérito, lo cierto es que lo argüido por quien recurre no desvela
un desacierto propio de un arbitrio de impugnación, esto es, que pueda conducir a la invalidación
de la sentencia y del juicio que la antecedió, sino que cae en el ámbito de un aquilatamiento

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particular de la prueba que el recurrente considera mejor, pero que no conduce a imponer la
sanción procesal de nulidad;
Decimosexto: A la postre, lo importante en esta sede de nulidad es que, mientras el
recurrente enarbola cuestionamientos más bien asentados en la verosimilitud que estima
respecto de la tesis del robo con base en los puntos que elige en las declaraciones testificales,
las sentenciadoras decidieron el litigio revisándolas en busca del sustento de la probabilidad de
que, no obstante las discrepancias que ponen de relieve en el mérito de esa misma probanza,
de todos modos sería posible levantar y sostener –más allá de toda duda razonable- que el
acusado realizó la conducta típica correspondiente, en circunstancias que no se obtuvo
corroboración acerca del lugar preciso por el que habría ingresado al inmueble del
ofendido, ni dónde fue detenido, ni revisadas sus pertenencias, ni siquiera quiénes lo habrían
presenciado, desde que no contaron con mínimos elementos de confirmación o refrendo que
permitiesen razonar en un sentido inequívoco para llegar a la convicción de que lo pertinente
era condenar. Todo esto –ya se dijo ut supra- lo ha hecho el a quo siguiendo un camino de
reflexión explícito, articulado y suficiente, por lo que no encuentra cabida el postulado de
invalidación que se ha venido analizando en esta resolución.
Finalmente, este tribunal considera valioso dejar resaltado que, como se sabe, es claro
y no se discute, si el juzgador en lo penal conserva alguna duda razonable que no le ha sido
posible neutralizar, no está en condiciones de condenar, sino que, por el contrario, su deber es
absolver.
A la luz de lo precedente, no es dable colegir que en ese proceder va envuelto el vicio
de invalidación relativo a la fundamentación del fallo que presenta el persecutor, puesto que el
afán no es otro más que apuntar hacia la averiguación y acreditación de hechos en los que poder
fundar la decisión que, sin embargo, no se tuvieron por comprobados con razones que están
expuestas en la sentencia;
Decimoséptimo: Dado lo que se ha expuesto en los párrafos que anteceden, al no
haberse constatado los defectos en la fundamentación de la sentencia en la forma indicada por
el recurrente, como tampoco una omisión en el análisis de la prueba con incidencia incontestable
en lo determinado en el fallo, al punto de hacer viable que sea revertido como único remedio
procesal posible, el recurso del Ministerio Público no podrá ser acogido.
Y de conformidad, también, con lo preceptuado en los artículos 352, 372, 373, 374 y 384 del
Código Procesal Penal, se rechaza el recurso de nulidad interpuesto por el Ministerio Público
en contra de la sentencia pronunciada el tres de octubre de dos mil veintitrés por el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de San Bernardo en los autos RIT 204-2023, razón por la que la misma
y el juicio que la antecedió no son nulos.
Regístrese, comuníquese y devuélvase.
Redacción de la ministra Alejandra Pizarro.
N° 3132-2023 Penal.-
Pronunciado por la Cuarta Sala de esta Corte, integrada por las ministras señoras
María Soledad Espina Otero, María Alejandra Pizarro Soto y Celia Catalán Romero. No
obstante haber concurrido a la vista y acuerdo de la presente causa no firma la ministra
señora Espina Otero por encontrarse ausente.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
María Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalan R. San Miguel, cuatro de diciembre de dos
mil veintitrés.
En San Miguel, a cuatro de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

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Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 78-2023.

Ruc: 2200136133-7.

Delito: Robo con intimidación, robo por sorpresa.

Defensor: Francisco Armenakis.

17.- Decisión absolutoria no vulnera el principio lógico de la razón suficiente ya que la


prueba no tuvo corroboración periférica para acreditar la participación y destruir la
presunción de inocencia. (CA San Miguel 01.12.2023 rol 3150-2023)

Norma asociada: CP ART.436; CPP ART.297; CPP ART.342 c; CPP ART.374 e.

Términos: Robo con violencia o intimidación, principios y garantías procesales, recurso de


nulidad, valoración de prueba, sentencia absolutoria.

SINTESIS: Corte rechaza recurso de nulidad de la fiscalía. En el hecho 1, la víctima no


compareció al juicio a aclarar las versiones de dos testigos de oídas con relevantes diferencias
en sus declaraciones, situación que es similar en el hecho 2, desde que la víctima declaró que
se le aproximó alguien por atrás, le quitó sus aros y una cadena de oro que tenía puestos,
no sintió nada ni recuerda si le dijo algo; y que no vio a la persona ni podría reconocerla. No
advierte vulneración alguna a las reglas de la lógica que se denuncian, que al tribunal le está
vedado presumir y que los indicios que pudiesen permitir construir, desde el punto de vista de
la lógica, ciertos hechos, de los que resulta que necesitan corroboraciones periféricas, que, en
este caso, no ocurren, sin que la mera propiedad de un vehículo utilizado en un robo resulte
suficiente. En consecuencia, tiene por acreditados los delitos consumados de robo por sorpresa
y el hecho 2, al delito de robo con intimidación. Sin embargo, se arriba a la decisión absolutoria
por no haber alcanzado el estándar de convicción necesario para destruir la presunción de
inocencia que beneficia al imputado en su participación en los delitos acusados.
(Considerandos: 6)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, primero de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos y teniendo presente:
Primero: Que en estos antecedentes ingreso Corte N°3150-2023 Penal provenientes
del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puente Alto, en causa RIT 78-2023, por sentencia de
04/10/2023 se absolvió a N.A.O.S, en lo que interesa, de la acusación deducida en su contra de
ser autor de los delitos consumados de robo por sorpresa y robo con intimidación,
“supuestamente acaecidos el 9 de febrero del año 2022 en la comuna de Puente Alto”.
Segundo: Que en contra de dicha decisión el Fiscal Adjunto de Puente Alto, Fiscalía
Regional Metropolitana Sur Rodolfo Herrera Hoyuela interpuso recurso de nulidad invocando
como causal, la prevista en el artículo 374 letra e) en relación con el artículo 342 letra c) y en
relación con el artículo 297 inciso 1°, todos del Código Procesal Penal. En suma, sostiene que
en la sentencia recurrida hay una omisión de valoración de la prueba,
una opinión sesgada y antojadiza de la prueba rendida” e infracción a la regla de la lógica de
razón suficiente, puesto que tiene por acreditados los hechos de la acusación, más no la
67
participación del acusado. Explica que es un hecho cierto el uso del vehículo de que se trata
en los robos y, que la única conclusión posible es que la persona que se encontraba en posición
de manejarlo, es el acusado. Ello, desde que dicho móvil se encontraba en poder de aquél
al momento de la detención, al día siguiente de la comisión de los robos sin su batería
puesta, la que también estaba en su poder. Sostiene que de lo anterior se concluye que el
vehículo que se usa en los robos era del acusado, sin que se aprecie algún eventual uso por
parte de un tercero. Agrega que, de las declaraciones del acusado, resulta que el día de los
hechos, el único que usó el vehículo, es él; y, que no existe la posibilidad de que otra persona
lo usara, puesto que le sacaba la batería.
Tercero: Que como esta Corte ha señalado con anterioridad, la labor del tribunal de
nulidad, en estos casos, no consiste en efectuar una nueva valoración de la prueba rendida y
extraer de ella conclusiones fácticas propias, sino que únicamente fiscalizar la valoración y
fundamentación de la misma efectuada por el tribunal de juicio oral y su conformidad con los
parámetros de sana crítica, o constatar la ausencia de motivación, en su caso.
Cuarto: Que, por la causal esgrimida, el control de las conclusiones fácticas de la
sentencia impugnada se verificará, en los términos descritos en los artículos 297 y 340, inciso
primero, del Código Procesal Penal, por entender que dichos preceptos describen una
metodología de análisis que procura obtener una decisión racional en el fallo en estudio.
Siguiendo la postura del control amplio de las conclusiones fácticas de los tribunales
penales, son tres los pasos metodológicos indispensables y previos a la decisión acerca de
la certeza de los hechos imputados, a saber: a) la conformación del conjunto de los
elementos de prueba sobre cuya base ella es adoptada; b) la valoración misma de esos
elementos, determinando el peso o grado de probabilidad que aporta la información relevante
que de ellos se obtiene y, c) la adopción de la decisión propiamente tal (hecho probado o no
probado) a la luz del estándar de convicción.
Quinto: Que, en efecto, la doctrina ha entendido que el principio de razón suficiente exige
que para que un hecho o enunciación se tenga por verdadero, debe estar fundado de modo tal
que pueda explicarse desde una razón suficiente, lo que, en la especie, significa que debe existir
una fundamentación inequívoca respecto de los antecedentes que sirven para el establecimiento
de un hecho esgrimido por las partes.
Sexto: Que en el razonamiento undécimo, el tribunal hace la valoración de la prueba,
donde consigna que en el hecho 1, la víctima no compareció al juicio a aclarar las versiones de
dos testigos de oídas con relevantes diferencias en sus declaraciones que se detallan; que los
registros de cámaras no permiten individualizar a personas, solo vestimentas y de modo
bastante genérica tanto los videos cuanto los fotogramas incorporados; refiere que en el acta de
reconocimiento, no estuvo presente la persona que llevó a cabo la diligencia y, que la víctima
reconoce en un 60% al propietario del vehículo como el autor, sin que se consigne algún detalle
físico u otro que justifique dicho reconocimiento. También los sentenciadores allí establecen que
la situación, es similar en el hecho 2, desde que la víctima declaró que se le aproximó alguien
por atrás, le quitó sus aros y una cadena de oro que tenía puestos, no sintió nada ni recuerda
si le dijo algo; y que no vio a la persona ni podría reconocerla.
Lo anterior les lleva a consignar, sin vulneración alguna a las reglas de la lógica que se
denuncian, que al tribunal le está vedado presumir y que los indicios que pudiesen permitir
construir, desde el punto de vista de la lógica, ciertos hechos, resulta que necesitan
corroboraciones periféricas, que, en este caso, no ocurren, sin que la mera propiedad de un
vehículo utilizado en un robo resulte suficiente. En consecuencia, tiene por acreditados los
delitos consumados de robo por sorpresa y el hecho 2, corresponde al delito de robo con
intimidación. Sin embargo, en el considerando decimotercero, arriba a la decisión absolutoria
por no haber alcanzado el estándar de convicción necesario para destruir la presunción de
inocencia que beneficia al imputado en su participación en los delitos por los cuales fue
acusado.
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Séptimo: Que finalmente conviene traer a colación que el sistema procesal penal chileno
introdujo un nuevo estándar de convicción para condenar: más allá de toda duda razonable.
Esta duda razonable, en el ámbito del juicio, incorpora el principio in dubio pro reo. Al respecto,
la doctrina en Inglaterra ha ido abandonando el estándar de duda razonable y se ha ido
imponiendo, en su lugar, un estándar de firme convicción. Así, sostiene que el imputado debería
ser absuelto, incluso si pensamos que es probablemente culpable, a menos que el nivel de
culpabilidad satisfaga un estándar de prueba muy alto. De esta manera, no hay beneficio de
la duda que sea de fundamentación libre, independiente del estándar de prueba. (Laudan, Larry
“Por qué un estándar de prueba subjetivo y ambiguo no es un estándar”, Traducción de Calvo
Soler, Raúl, DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho N°28, 2005, págs.100 y 102).
En suma, según se aprecia de la sola argumentación del recurso, éste no se dirige a
impugnar premisas de razonamiento, sino a elementos del cúmulo probatorio, que el recurrente
estima como suficientes para condenar a N.A.O.S en calidad de autor de los delitos por los
cuales fue acusado por el ente persecutor, lo que impide que el presente arbitrio procesal pueda
prosperar.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 360, 372,
376 y 384 del Código Procesal Penal, se rechaza el recurso de nulidad interpuesto en
representación del Ministerio Público en contra de la sentencia definitiva de cuatro de octubre
de dos mil veintitrés dictada en los autos RIT 78- 2023 seguidos ante el Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal de Puente Alto.
Acordada con el voto en contra de la ministro Liliana Mera Muñoz, quien estuvo por
acoger el recurso y declarar la nulidad de la sentencia y del juicio oral en que recayó, teniendo
para ello en consideración los siguientes fundamentos:
1°) Que el artículo 342 del Código Procesal Penal exige que la sentencia contenga una
exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieron
por probadas, fueran ellos favorables o desfavorables al acusado y de la valoración de los
medios de prueba que fundamentaren tales conclusiones, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 297 también de dicho código. Por último, según expresamente lo ordena esta última
disposición, en su inciso segundo, el tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de
toda la prueba rendida, incluso de la que fuera desestimada, debiendo indicar en tal caso las
razones que lo llevaron a ello.
2°) Que lo anterior no es más que la obligación de fundamentar que tiene los jueces
respecto a las conclusiones a las que arriban mediante el análisis de las distintas probanzas que
fueran incorporadas en el juicio. De acuerdo a ello, necesariamente el tribunal oral debe
pronunciarse sobre toda la prueba rendida en el juicio, valorándola de acuerdo a las reglas de
la sana crítica de tal forma que resulten meridianamente claros los motivos por los que tales
probanzas han producido una determinada convicción, o, por el contrario, han sido insuficientes
para adquirirla.
3°) Que de la lectura del considerando undécimo es posible advertir, además de una
deficiente redacción, la infracción al principio lógico de razón suficiente al realizar el tribunal la
valoración de la prueba, desde que nada indica acerca de la circunstancia, que tuvo por
acreditada, de que en ambos ilícitos los delincuentes se movilizaban en el vehículo de propiedad
del acusado, para la perpetración de tales ilícitos. No existe una razón por la que, curiosamente,
luego de determinar que el mismo vehículo fuera utilizado en ambos hechos, no estableciera la
participación de su propietario, sobre todo si éste se limitó a indicar que el vehículo no lo había
utilizado, agregando que para que no lo usaran terceros le sacaba la batería, es decir, sin
justificar o explicar de alguna forma el motivo por el que dicho móvil habría sido usado para la
perpetración, y posterior huida de los hechores. Tal circunstancia tampoco la unió el tribunal
de forma lógica con el reconocimiento que una de las víctimas hizo del acusado, según lo
declaró el funcionario policial Sebastián González Fuentes.
Redactó la ministro Sra. Catepillán. Regístrese y devuélvase.
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Rol N°3150-2023-Penal
Pronunciada por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel, integrada
por los ministros señora Ma. Carolina Catepillán Lobos, señora Liliana Mera Muñoz y abogado
integrante señor Francisco Ferrada Culaciati. Certifico que no firma el abogado integrante señor
Ferrada, no obstante haber concurrido a la vista de la causa y posterior acuerdo del fallo, por
estar ausente.
Pronunciado por la Segunda Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as)
María Carolina U. Catepillan L., Liliana Mera M. San Miguel, uno de diciembre de dos mil
veintitrés.
En San Miguel, a uno de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

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Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago.

Rit: 1189-2023.

Ruc: 2300240437-0.

Delito: Amenazas.

Defensor: Alejandra Rubio.

18.- Absuelve de amenazas VIF al no haber prueba suficiente sobre el elemento subjetivo
de seriedad y verosimilitud no posible de establecer con testimonios de oídas en ausencia
de la víctima en el juicio. (CA Santiago 06.12.2023 rol 5436-2023)

Norma asociada: CP ART.446 N°1; CP ART.432; CPP ART.374 e.

Términos: Amenazas, recurso de nulidad, valoración de prueba, fundamentación, sentencia


absolutoria.

SINTESIS: Corte acoge recurso de nulidad de la defensoría, y en sentencia de reemplazo


absuelve de amenazas. El Código Procesal Penal, no otorga a los jueces una libertad absoluta
para ponderar la prueba aportada al proceso y establecer el delito como la participación, deben
respetar la racionalidad, la coherencia y la razonabilidad que los conduce a resolver en un
determinado sentido. Si bien, podría tenerse por suficiente los testimonios de los funcionarios
policiales para acreditar los dichos que habrían proferido el imputado a su madre, en cuanto que
quemaría la casa si no accedía a sus peticiones, no puede estimarse lo mismo en lo relativo al
componente subjetivo del tipo penal, que no es posible establecerlo con solo testimonios de
oídas. Faltan elementos que permitan suficientemente adquirir certeza o convicción que la
víctima temía que en un futuro cercano su hijo efectuare la destrucción de su vivienda, tampoco
a la percepción de uno de los funcionarios, de que la víctima estaba muy afligida, asustada de
lo que le podía pasar a ella o a su grupo familiar, y en ausencia de su testimonio en juicio, y
estimar que era verosímil la consumación del hecho, no hay certeza más allá de toda duda
razonable, acerca de la seriedad y verosimilitud. (Considerandos: 4, 6, 7, sentencia
reemplazo)

TEXTO COMPLETO:

Santiago, seis de diciembre de dos mil veintitrés.


VISTOS:
En estos autos, RIT 1189-2023, del 14° Juzgado de Garantía de Santiago, RUC N° 2300240437-
0, por sentencia de trece de octubre de dos mil veintitrés, el juez don José Ramón Flores
Ramírez, condenó a C.A.F.L, a la pena de trescientos días de presidio menor en su grado
mínimo, accesorias correspondientes, a la accesoria del artículo 9° letra b) de la Ley 20.066,
esto es, la prohibición absoluta de acercarse en términos violentos a la víctima, su domicilio,
lugar de estudio o trabajo, así como a cualquier otro lugar al que ésta concurra o visite
habitualmente, por el periodo de 1 año, todo ello como autor del delito de Amenazas en contexto
de Violencias Intrafamiliar, cometido el día 04 de marzo de 2023.
Cumpliendo los requisitos del artículo 4° de la Ley 18.216, se la sustituye por remisión
condicional, quedando sujeto a la vigilancia de la autoridad administrativa, por el lapso de 1 año,
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y cumplir lo establecido en el artículo 5° de la misma Ley. Debe presentarse en el CRS
correspondiente a su domicilio, una vez ejecutoriada la sentencia, para dar inicio a la condena.
En el evento de cumplir efectivamente la pena corporal, le servirán de abonos los que se
determinarán al momento de darse cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 468 del Código
Procesal Penal.
Se le exime del pago de las costas y se determina que deberán alzarse las medidas cautelares
vigentes a la fecha, luego de ejecutoriado el fallo.
En contra de esta sentencia, la defensa del sentenciado, dedujo recurso de nulidad fundados en
la causal de la letra e) del artículo 374, en relación a la letra c) del artículo 342 y, con el artículo
297, todas disposiciones del Código Procesal Penal.
El día veintiuno de noviembre del año en curso, se procedió a la vista de la causa, oportunidad,
en que lo alegaron la parte recurrente y, el Ministerio Público, quedando la causa en estado de
acuerdo y, fijándose una audiencia para el día de hoy, con el objeto de dar lectura a esta
sentencia.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Sostiene el recurrente que el fallo recurrido incurre en el motivo absoluto de nulidad
previsto en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal, esto es, cuando en la sentencia
se hubiere omitido el requisito previsto en el artículo 342 letra c) en relación al artículo 297 del
Código procesal Penal, lo que determina que el 14° Juzgado de Garantía de Santiago mediante
una valoración apartada de los parámetros que exigen las últimas dos normas citadas, llegó a
la convicción de que el imputado cometió un ilícito de amenazas que no corresponde con la
conclusión que se habría obtenido si se hubiese considerado la calidad de la prueba rendida y
realizado una racional e integra ponderación de ella vulnerándose de esta forma el principio de
razón suficiente.
Señala el recurso que los funcionarios policiales, quienes dieron cuenta que lo que presenciaron
cuando concurrieron al lugar de los hechos, fue que el imputado se encontraba en la vía pública
y que se había intentado suicidar, colgándose de un árbol, lo que coincide con lo que había
señalado la supuesta víctima y madre del imputado, que también había dicho que su hijo se
quería suicidar. Debido al anterior, estos funcionarios llevaron al imputado a constatar lesiones,
que es otro antecedente que va en el mismo sentido y por el contrario, respecto a la existencia
del delito de amenaza, solo existen los testimonios de oídas de los dos funcionarios policiales,
a los que les correspondió intervenir en el respectivo procedimiento, quienes señalan que la
madre del imputado dijo que hubieron amenazas hacia ella de parte de su hijo, ahora bien,
dichas afirmaciones no fueron corroboradas durante el juicio por la fuente principal y por ninguna
otra probanza, ya que la víctima, que era la única testigo presencial, no compareció a la
audiencia de juicio oral y el acusado ejerció su derecho a guardar silencio, por lo que se ignora
como el juzgador pudo tener por acreditada la exigencia del ilícito de amenaza, esto es, el
contexto y las circunstancias en que supuestamente se habrían efectuado, como para
determinar si revestían la seriedad, gravedad y verosimilitud necesaria al efecto, llegando al
extremo la sentencia recurrida de no hacerse cargo ni siquiera de establecer el núcleo fáctico
que se habría tenido por cierto.
Agregar el recurrente que para acreditar la existencia del hecho típico, el ente persecutor contó
únicamente con la declaración de dos testigos de oídas, con las conocidas debilidades que
presenta ese estándar de prueba, que fueron los funcionarios policiales a cargo del
procedimiento policial respectivo, que habrían dado cuenta del contenido de la denuncia
efectuada por la víctima, en cuanto a las amenazas recibidas y con ningún otro tipo de probanza,
relato, ni antecedentes que corroborara esa información, de manera tal que de aceptarse una
situación como esta se llegaría al extremo de que bastaría para la acreditación respectiva, la
realización de una sola denuncia del hecho, sin ningún otro antecedente que le corrobore y sin
ni siquiera la necesidad de su corroboración por parte de la propia afectada, atendido que la
víctima no declaro en juicio.
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Señala también, que la sentencia recurrida vulnera absolutamente, en consecuencia, el principio
fundamental de la lógica denominado principio de razón suficiente, que señala que las cosas
existen y son conocidas por una causa capaz de justificar su existencia.
Cita alguna jurisprudencia y solicita en definitiva la nulidad del juicio y la sentencia, retrotrayendo
el procedimiento al estado de realizarse nueva audiencia de juicio oral por el tribunal no
inhabilitado.
SEGUNDO: Que, ahora bien, en el motivo primero, la sentencia impugnada, establece, como
hechos los siguientes: “El día 04 de marzo 2023, alrededor de las 10:10 horas, el requerido don
C.A.F.L, bajo los efectos del alcohol y las drogas, se traslada hasta el domicilio de su madre y
víctima en la causa doña E.C.L.A, ubicada en pasaje La Arcilla N° 1XXX, comuna de La Florida,
lugar donde se ubica en el frontis del domicilio ya señalado y le pide a gritos que lo dejen entrar,
ante la negativa de la víctima, el requerido la insulta, para acto seguido amenazarla de forma
seria, grave y verosímil diciendo: “Ustedes no me ayudan en nada, la familia culiada que tengo,
les voy a quemar la casa” (sic) y comienza a lanzar objetos en dirección del interior de la
vivienda, sin causar daños”.
A continuación, la sentencia califica este ilícito como uno de amenazas simples en un contexto
de Violencia Intrafamiliar, previsto y sancionado en el artículo 296 N° 3 del Código Penal, en
relación con los Art. 5 y 9 de la Ley 20.066 de Violencia Intrafamiliar; grado de ejecución
consumado, en el cual el requerido ha tenido participación en grado de autor, en conformidad
con lo dispuesto en el artículo 15 N° 1 del Código Penal.
TERCERO: Que, el artículo 374, letra e) del Código Procesal Penal establece: “Motivos
absolutos de nulidad. El juicio oral y la sentencia, o parte de éstos, serán siempre anulados: e)
Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el artículo 342,
letras c), d) o e)”, Por su parte, el artículo 342 del mismo código, en su letra c) señala que:
“Contenido de la sentencia. La sentencia definitiva contendrá: c) La exposición clara, lógica y
completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos
favorables o desfavorables al acusado, y de la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297”. A su turno,
el artículo 297 del Código citado, Código Procesal Penal, expresa que: “Valoración de la prueba.
Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados”.
“El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de
aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido en
cuenta para hacerlo”.
“La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios de
prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieren por probados. Esta fundamentación deberá permitir la reproducción del
razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia”.
CUARTO: Que, luego, y cómo se ha sostenido en otras ocasiones, el Código Procesal Penal,
no otorga a los jueces del fondo una libertad absoluta en aquello de ponderar la prueba aportada
al proceso y así establecer tanto el delito como la participación, pues, en dicha labor deben
respetar la racionalidad, la coherencia y la razonabilidad que los conduce a resolver en un
determinado sentido. Se trata, al fin, más que de no conculcar los principios de la lógica
filosófica, -como comúnmente se suele repetir-, de algo más sencillo, en cuanto, a que, en la
labor de la valoración de la prueba, se debe respetar el sentido común, la sensatez. La octava
aceptación de la palabra “lógica” dada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, es la que más se adecua a lo que el legislador pretende en el citado artículo 297 del
Código en referencia: “Modo de pensar y de actuar sensato, de sentido común”. Couture,
resume, el significado de las reglas de la sana critica, como: “las reglas del correcto
entendimiento humano”.

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QUINTO: Que, el sentenciador, para acreditar el delito, tuvo en consideración la declaración de
dos funcionarios policiales que relataron los hechos conforme se los habría descrito la víctima.
Testimonio que se considera se encuentra contestes en lo medular, en cuanto a la fecha, hora
y lugar donde habrían ocurrido los hechos, agregando la sentencia, que señalaron que la víctima
se encontraba muy afectada y nerviosa, pues temía que se concretaran los dichos del imputado
en cuanto la habría amenazado con quemar la casa si ella no accedía a hacer lo que estaba
solicitando.
SEXTO: Que, si bien, podría tenerse por suficiente los testimonios de los funcionarios policiales
para acreditar los dichos que habrían proferido el imputado a su madre, víctima de autos, en
cuanto que quemaría la casa si no accedía a sus peticiones, no puede estimarse lo mismo en lo
relativo al componente subjetivo del tipo penal contenido en el artículo 296 del Código Penal,
esto es, la seriedad y verosimilitud de la consumación del mal proferido.
En efecto, necesario es para un Tribunal, contar en el caso como el de autos, con el testimonio
de la víctima, pues la transmisión de la sensación o parecer de la peligrosidad, creencia y
concreción del mal verbalmente señalado consumar, requiere observarlo y adquirirlo
directamente de la afectada, para mediante el análisis y ponderación de sus actitudes verbales
y corporales, más allá de sus dichos, adquirir convicción por el Tribunal que ella las cree serias
y verosímiles, esto es, que los dichos no fueron proferidos en términos de ofuscación o arrebato
momentáneo o irrisorio y que efectivamente considera posible y creíble que en un futuro cercano
sufrirá el mal prometido.
Lo anterior no es posible establecerlo con solo testimonios de oídas, independiente de la
credibilidad de esos testimonios, en cuanto a los que le hubiese manifestado la víctima, pues
este delito requiere de plus que va más allá de aquello.
Tampoco existe algún elemento adicional o complementario, a la percepción de unos de los
funcionarios declarantes, que señala que la víctima estaba muy agitada, asustada de los que le
podía pasar a ella o a su grupo familiar, y en ausencia de su testimonio en juicio, que permite
deducir o estimar que para ella era verosímil la consumación del hecho, es decir, algún otro
elemento probatorio o de contexto que contribuye a dar certeza más allá de toda duda razonable
de la seriedad y verosimilitud de los dichos del imputado.
Por lo demás, sobre este punto y según la transcripción de las declaraciones contenidas en el
considerando CUARTO del fallo recurrido, fue solo testigo Juan Manuel Palma Sandoval, quien
indicó que al tomarle declaración a la víctima “ella estaba muy afligida, asustada, que le podía
pasar algo a ella o a su grupo familiar”. El otro testigo, ninguna referencia hizo respecto a esta
cuestión.
SÉPTIMO: Que, así las cosas, es efectivo que el tribunal condenó sobre la base de elementos
sin corroboración de oídas, en cuanto a los dichos verbales del imputado, faltan elementos que
permitan suficientemente adquirir certeza o convicción que la víctima temía que en un futuro
cercano su hijo efectuare o realizare la destrucción de su vivienda mediante el incendio de ella.
OCTAVO: Que, en consecuencia, el derrotero seguido por el tribunal a quo es uno que altera la
lógica -en aquella octava aceptación a que se ha hecho referencia en el motivo cuarto-, o si se
quiere, altera la consecuencia natural y legitima, lo que es suficiente para acoger el recurso
intentado.
Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 384 del Código Procesal Penal, se acoge el recurso
de nulidad, deducido por la defensa de J.R.F.R, en contra de la sentencia de trece de octubre
de dos mil veintitrés, dictada por el Catorce Juzgado de Garantía, la que, en consecuencia, es
nula, dictándose a continuación, sin nueva vista y separadamente su sentencia de reemplazo
Redacción del ministro (S) señor Sergio Enrique Padilla Farías.
Regístrese y devuélvase.
N° 5436-2023.
No firma el abogado integrante señor Joel González Castillo, no obstante haber concurrido a la
vista y al acuerdo del fallo, por ausencia.
74
Pronunciado por la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago integrada por Ministro
Juan Manuel Muñoz P. y Ministro Suplente Sergio Enrique Padilla F. Santiago, seis de diciembre
de dos mil veintitrés.
En Santiago, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifíquese en Secretaria por el Estado
Diario la resolución precedente.
Santiago, seis de diciembre de dos mil veintitrés.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal, se dicta la
siguiente sentencia de reemplazo.
VISTOS:
Se reproduce la sentencia anulada a excepción de los considerandos SEXTO, SÉPTIMO Y
OCTAVO y parte resolutiva, que se eliminan.
Y SE TIENE EN SU LUGAR Y ADEMÁS PRESENTE:
1°: Que, con la declaración de los dos funcionarios policiales, Juan Manuel Palma Sandoval y
Luciano Enrique Ascencio Ibáñez, quienes relataron los hechos conforme se los habría descrito
la víctima, atendido que se encuentran contestes en lo medular, en cuanto a la fecha, hora y
lugar donde habrían ocurrido los hechos, permiten tener por acreditado y por ende logran la
convicción del tribunal, que efectivamente el imputado manifestó a su madre, la víctima, que
quemaría la casa si no obtenía lo que pedía y que según los hechos descritos en el considerando
PRIMERO, era ingresar al domicilio.
2°.- Lo anterior si bien permite asentar la convicción de haberse proferido por parte del imputado
los dichos propuestos en el hecho del juicio recién señalados, no son suficientes para obtener
certeza, más allá de toda duda razonable, que los mismos tengan la entidad suficiente para
atribuirles la seriedad y verosimilitud que requiere el tipo penal del artículo 296 del Código Penal,
para condenar por un delito de amenazas.
3°.- En efecto, necesario es para este Tribunal, contar en el caso como el de autos, con el
testimonio de la víctima, pues la transmisión de la sensación o parecer de la peligrosidad,
creencia y concreción del mal verbalmente señalado consumar, requiere observarlo y adquirirlo
directamente de la afectada, para mediante el análisis y ponderación de sus actitudes verbales
y corporales, más allá de sus dichos, adquirir convicción por el Tribunal que ella las cree serias
y verosímiles, esto es, que los dichos no fueron proferidos en términos de ofuscación o arrebato
momentáneo o irrisorio y que efectivamente considera posible y creíble que en un futuro cercano
sufrirá el mal prometido.
Lo anterior no es posible establecerlo con sólo testimonios de oídas, independiente de la
credibilidad de esos testimonios, en cuanto a lo que le hubiese manifestado la víctima, pues este
delito requiere un plus que va más allá de aquello.
Tampoco existe algún elemento adicional o complementario, a la percepción de uno de los
funcionarios declarantes, que señala que la víctima estaba muy afligida, asustada de lo que le
podía pasar a ella o a su grupo familiar, y en ausencia de su testimonio en juicio, para estimar
que para ella era verosímil la consumación del hecho, es decir, algún otro elemento
probatorio o de contexto que contribuyere a dar certeza más allá de toda duda razonable, de la
seriedad y verosimilitud de los dichos del imputado.
Por lo demás, y sobre este punto, fue solo el testigo Juan Manuel Palma Sandoval, quien indicó
que al tomarle declaración a la víctima “ella estaba muy afligida, asustada, que le podía pasar
algo a ella o a su grupo familiar”. El otro testigo, ninguna referencia hizo respecto a esta cuestión.
Por estas consideraciones, citas legales y lo dispuesto en los artículos 1, 3, 5, 296 N°3 del
Código Penal; 45, 47, 395 y siguientes y 405, del Código procesal penal, ley 20.066, se declara:
I.- Que, se absuelve a C.A.F.L, ya individualizado, de ser autor del delito de amenazas simples
en contexto de violencia intrafamiliar, que se habrían perpetrado el 4 de marzo de 2023, en
contra de su madre doña E.C.L.A, en la comuna de La Florida.

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II.- Que no se condena en costas al Ministerio Público, por considerar que tuvo motivo plausible
para litigar, atendida la razonabilidad del requerimiento y pruebas que ofreció, sin perjuicio que
no logró acreditarlo.
Redacción del ministro (S) señor Sergio Enrique Padilla Farías.
Regístrese y devuélvase.
Penal N° 5436-2023.
No firma el abogado integrante señor Joel González Castillo, no obstante haber concurrido a la
vista y al acuerdo del fallo, por ausencia.
Pronunciado por la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago integrada por Ministro
Juan Manuel Muñoz P. y Ministro Suplente Sergio Enrique Padilla F. Santiago, seis de diciembre
de dos mil veintitrés.
En Santiago, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

76
RESPONSABILIDAD PENAL ADOLESCENTE

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.


Rit: 412-2023.
Ruc: 2200744931-7.
Delito: Abuso sexual impropio.
Defensor: Mauricio Riveaud.
19.- Confirma resolución que aplica regla especial sobre delitos sexuales del artículo 4 de
la Ley 20.084 ya que entre víctima y el imputado existía una diferencia menor a 3 años no
pudiendo procederse penalmente. (CA San Miguel 27.12.2023 rol 2640-2023)
Norma asociada: CP ART.366 bis; L20084 ART.4.

Términos: Responsabilidad penal adolescente, abuso sexual impropio o indirecto, recurso de


apelación, excusa legal absolutoria.

SINTESIS: Corte rechaza recurso de apelación de la fiscalía y confirma la resolución apelada


dictada en audiencia por el Juzgado de Garantía de Melipilla, atendido el mérito de los
antecedentes y lo expresado en la audiencia, compartiendo los razonamientos señalados por el
tribunal de primer grado en la resolución en alzada, y de conformidad, además, con lo dispuesto
en los artículos 4 de la Ley N°20.084. (NOTA: El tribunal acogió la solicitud de la defensa de
sobreseimiento de la causa, por existir la excusa legal absolutoria, establecida en el artículo 4°
de la Ley 20.084, en el sentido de señalar que, a la fecha de los hechos, entre la víctima e
imputado existía una diferencia de edad, menor a 3 años y conforme ello, no puede procederse
penalmente, debiendo sobreseerse la causa. El ministerio público, se opuso a dicha solicitud,
señalando que en este caso no se da la regla especial de dicho artículo, por cuanto no existe
una hipótesis de consentimiento por parte de la víctima, ni relación sentimental consensuada,
ya que se trata de un abuso de un primo de 15 años hacia su prima de 12, al tocar sus zonas
erógenas, sin el consentimiento de la menor, por lo que se da el abuso de menor de 14 años del
artículo 366 bis del Código Penal.) (Considerandos: único)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés.


Vistos:
Atendido el mérito de los antecedentes y lo expresado en la audiencia, esta Corte comparte los
razonamientos señalados por el tribunal de primer grado en la resolución en alzada; y de
conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 4 de la Ley N°20.084 y 352 del Código
Procesal Penal, se confirma la resolución apelada dictada en audiencia de veinticinco de agosto
del año en curso, por el Juzgado de Garantía de Melipilla, en causa RIT 412-2023.
Devuélvase vía interconexión.
N° 2640-2023 Penal.
Ruc: 2200744931-7

77
Pronunciado por la Tercera Sala de la C.A. de San Miguel integrada por Ministra María Catalina
González T., Fiscal Judicial Carlos Osvaldo Hidalgo H. y Abogado Integrante Francisco Ferrada
C. San Miguel, veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a veintisiete de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el
Estado Diario la resolución precedente.

78
SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO

Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel.

Rit: 1470-2023.

Ruc: 2310020793-1.

Delito: Obstrucción a la investigación.

Defensor: Mitzi Jaña.

20.- Sobreseimiento definitivo por artículo 250 letra a) del CPP al no ser delitos los hechos
de la querella y más bien son discrepancias y disconformidad con la investigación y
determinaciones de la fiscalía. (CA San Miguel 06.12.2023 rol 2862-2023)

Norma asociada: CP ART.269 bis; CPP ART.248; CPP ART.250 a.

Términos: Causales extinción responsabilidad penal, obstrucción a la investigación, recurso de


apelación, tipicidad, sobreseimiento definitivo.

SINTESIS: Corte confirma resolución que decretó el sobreseimiento definitivo por el artículo 250
letra a) del Código Procesal Penal. Se informó la voluntad del ente persecutor de cerrar la
investigación, sin que la querellante hubiera reaccionado a su respecto por medio de la
reiteración de diligencias investigativas precisas. Conforme al estado de la investigación y
antecedentes, adviene en la especie la causal del artículo 250 referido, toda vez que los hechos
denunciados no son constitutivos de delito penal, tal como razona el tribunal, sino que, más bien,
dicen relación con las discrepancias y/o disconformidad de la querellante con el mérito de la
investigación y determinaciones del Ministerio Público en el marco del ejercicio de la acción
penal en la causa RIT 196- 2023 del Juzgado de Garantía de Talagante, que explica que las
diligencias que en su oportunidad solicitó en los presentes autos, en realidad son propias de
aquella otra incoada con anterioridad en su contra y a propósito de la cual se habrían cometido
los presuntos delitos por los que se interpuso la querella. Si la querellante sostiene que las
imputaciones y el actuar de la querellada carecen de fundamento y son erróneos, cuenta con
acciones ordinarias y extraordinarias para impetrar la indemnización eventualmente pertinente.
(Considerandos: 1, 3)

TEXTO COMPLETO:

San Miguel, seis de diciembre de dos mil veintitrés.


Oídos los intervinientes y considerando:
1°) Que para resolver el presente recurso, cabe considerar, primeramente, que, con lo expuesto
en estrados, es posible colegir que, mediante solicitud escrita del Ministerio Público, se informó
formalmente la voluntad del ente persecutor de cerrar la investigación, sin que la querellante
hubiera reaccionado a su respecto por medio de la reiteración de diligencias investigativas
precisas con arreglo a lo dispuesto en los artículos 248, 249 y 257 del Código Procesal Penal,
con lo cual habría posibilitado un pronunciamiento por parte de la magistrada de la causa sobre
el particular;

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2°) Que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 250 letra a) del Código Procesal Penal, procede
el sobreseimiento definitivo “Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito.”
3º) Que conforme al estado de la investigación y antecedentes colacionados, resulta ser que
adviene en la especie la causal de la letra a) del artículo 250 antes referido, toda vez que los
hechos denunciados no son constitutivos de delito penal, tal como razona el tribunal a quo, sino
que, más bien, dicen relación con las discrepancias y/o disconformidad de la aquí querellante
con el mérito de la investigación y determinaciones del Ministerio Público en el marco del
ejercicio de la acción penal en la causa RIT 196- 2023 del Juzgado de Garantía de Talagante,
circunstancia que explica que las diligencias que en su oportunidad solicitó en los presentes
autos, en realidad son propias de aquella otra incoada con anterioridad en su contra y a propósito
de la cual se habrían cometido los presuntos delitos por los que se interpuso la querella.
De lo anterior se sigue, ineludiblemente, que es procedente disponer el sobreseimiento definitivo
en la causa.
A los basamentos expresados por la señora jueza de primer grado cabe agregar, todavía, que
si la querellante considera y sostiene que las imputaciones y el actuar desplegado por la
querellada redundan en que los actos procesales dirigidos en su contra carecen de fundamento
y, en definitiva, son erróneos, entonces, cuenta con acciones ordinarias y extraordinarias para
los efectos de impetrar la indemnización eventualmente pertinente.
Y de conformidad, además, con lo preceptuado en los artículos 253, 358, 360 y siguientes del
Código Procesal Penal, se confirma la resolución de trece de septiembre de dos mil veintitrés,
dictada por el Juzgado de Garantía de Talagante en causa RIT 1470-2023.
Regístrese y comuníquese.
N° 2862-2023 Penal.
Ruc: 2310020793-1
Pronunciado por la Cuarta Sala de la C.A. de San Miguel integrada por los Ministros (as) María
Soledad Espina O., María Alejandra Pizarro S., Celia Olivia Catalán R. San Miguel, seis de
diciembre de dos mil veintitrés.
En San Miguel, a seis de diciembre de dos mil veintitrés, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.

80
INDICES
Término Página

Abuso sexual - Abuso sexual impropio p.77-78


p.13; p.14-15; p.16-19; p.32-33; p.34-35; p.36-37;
Amenazas
p.71-76
Asistencia médica penitenciaria p.38-42
Control de identidad p.10-12
Cumplimiento de condena p.24; p.25-26
Delito de incendio p.38-42
Desacato p.16-19; p.27-29
Detención ilegal p.10-12
Exclusión de prueba p.13
Excusa legal absolutoria p.77-78
Extinción de la responsabilidad penal p.27-29; p.30-31; p.79-80
Fundamentación p.16-19; p.43-56; p.71-76
Garantías constitucionales p.38-42
Homicidio simple p.43-56
Hurto simple p.30-31
Inadmisibilidad p.14-15
Incidencias p.14-15
Infracción sustancial de derechos y garantías p.13
Internación provisional p.16-19
Interpretación de la ley penal p.22-23; p.30-31
Lesiones menos graves p.13
Libertad vigilada intensiva p.24; p.25-26
Medidas alternativas a la privación/restricción
p.20-21; p.22-23; p.24; p.25-26
de libertad
Microtráfico p.22-23
Obstrucción a la investigación p.79-80
Porte de armas p.10-12; p.20-21
Prescripción de la acción penal p.27-29
Prescripción de la pena p.30-31
Principios y garantías procesales p.10-12; p.43-56; p.57-66; p.67-70
Procedimiento simplificado p.32-33; p.34-35; p.36-37
Procedimientos especiales p.32-33; p.34-35; p.36-37
Reclusión nocturna p.20-21
Reclusión parcial p.20-21
Recursos - Recurso de amparo p.16-19; p.38-42

81
p.10-12; p.13; p.14-15; p.22-23; p.24; p.25-26; p.27-
Recursos - Recurso de apelación 29; p.30-31, p.32-33; p.34-35; p.36-37; p.77-78; p.79-
80
Recursos - Recurso de nulidad p.43-56; p.57-66; p.67-70; p.71-76
Reglamento penitenciario p.38-42
Reinserción social/ resocialización/
p.20-21
rehabilitados
Remisión condicional de la pena p.22-23
Requerimiento p.14-15; p.32-33; p.34-35; p.36-37
Responsabilidad penal adolescente p.77-78
Robo con violencia o intimidación p.25-26; p.67-70
Robo en lugar habitado p.57-66
Sentencia absolutoria p.57-66; p.67-70; p.71-76
Sobreseimiento definitivo p.27-29; p.79-80
Tenencia ilegal de armas p.20-21; p.24
Tipicidad p.79-80
Valoración de prueba p.43-56; p.57-66; p.67-70; p.71-76

Norma Página

CP art. 10 N° 11 p.43-56
CP art. 269 bis p.79-80
p.13; p.14-15; p.16-19; p.32-33; p.34-
CP art. 296 N° 3 35; p.36-37
CP art. 297 p.57-66
CP art. 342 letra c p.57-66
CP art. 366 bis p.77-78
CP art. 374 letra e p.67-70
CP art. 391 N° 2 p.43-56
CP art. 399 p.13; p.32-33; p.34-35; p.36-37
CP art. 432 p.71-76
CP art. 436 p.25-26; p.67-70
CP art. 440 N° 1 p.57-66
CP art. 446 p.30-31
CP art. 446 N° 1 p.71-76
CP art. 475 p.38-42
CP art. 94 p.27-29
CP art. 96 p.27-29
CP art. 97 p.30-31
CPC art. 240 p.16-19; p.27-29
CPP art. 1 p.32-33; p.34-35

82
CPP art. 248 p.79-80
CPP art. 250 letra a p.79-80
CPP art. 250 letra d p.27-29
CPP art. 276 p.13
CPP art. 297 p.43-56; p.67-70
CPP art. 332 p.13
CPP art. 342 letra c p.43-56; p.67-70
CPP art. 347 letra e p.57-66
CPP art. 36 p.16-19
CPP art. 370 p.14-15
CPP art. 374 letra e p.43-56; p.71-76
CPP art. 458 p.27-29
CPP art. 464 p.16-19
CPP art. 5 p.32-33; p.34-35
CPP art. 85 p.10-12
CPP art.388 p.14-15; p.32-33; p.34-35; p.36-37
CPR art. 21 p.16-19; p.38-42
DL2859 art. 1 p.38-42
DL2859 art. 3 p.38-42
DL2859 art. 6 p.38-42
DL2859 art. 6 N° 10 p.38-42
L17798 art. 9 p.10-12; p.20-21; p.24
L18216 art. 1 p.22-23
L18216 art. 15 bis p.24; p.25-26
L18216 art. 15 letra b p.22-23
L18216 art. 25 p.24
L18216 art. 25 N° 2 p.25-26
L18216 art. 27 p.20-21
L18216 art. 4 p.22-23
L20000 art. 4 p.22-23
L20084 art. 4 p.77-78
L20931 art. 12 p.10-12
RMANDELA art. 24 p.38-42
RMANDELA art. 25 p.38-42
RMANDELA art. 27 p.38-42

Delito Página

Abuso sexual impropio p.77-78


p.13; p.14-15; p.16-19; p.32-33; p.34-
Amenazas
35; p.36-37; p.71-76
Delito de incendio p.38-42
83
Desacato p.16-19; p.27-29
Homicidio simple p.43-56
Hurto p.30-31
Lesiones menos graves p.13; p.32-33; p.34-35; p.36-37
Microtráfico p.22-23
Obstrucción a la investigación p.79-80
Porte ilegal de arma de fuego p.20-21
Porte ilegal de municiones p.10-12
Robo con intimidación p.67-70
Robo con violencia p.25-26
Robo en lugar habitado p.57-66
Robo por sorpresa p.67-70
Tenencia ilegal de armas p.24

Defensor Página

Alejandra Rubio p.71-76


Alejandro García p.14-15
Alicia Parra p.25-26; p.27-29
Anais Araneda p.16-19
Carolina Robledo p.24
Darío Pantoja p.57-66

Fernanda Figueroa p.30-31; p.34-35; p.36-37

Francisco Armenakis p.67-70


Héctor Aceituno p.43-56
Marcela Orellana p.10-12
María José San Martin. p.13
Mariana Bell p.38-42
Mauricio Jara p.32-33
Mauricio Riveaud p.77-78
Mitzi Jaña p.20-21; p.79-80
Oscar Manríquez p.22-23

84

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