FILOSOFÍA 1º BACHILLERATO.

EL PROBLEMA DE LA RELACIÓN MENTE-CEREBRO EN

LA FILOSOFÍA ACTUAL

MONISMO O MATERIALISMO ELIMINATIVO

Algunos filósofos (Paul Churchland) defienden un materialismo eliminativo que se caracteriza por
rechazar conceptos que se consideran ficticios (que no nombran nada real) procedentes de la
“psicología” popular, la religión, los deseos, las creencias o la superstición (alma,voluntad, etc.) La
mente y los procesos mentales no existen, son el producto de una ilusión: sólo existe el cerebro y
sus procesos neuronales. Un proyecto científico que tenga en cuenta dichas ficciones está
condenado al fracaso. Se propone, en lugar de partir de nociones de la psicología popular, que se
empiece a investigar por los componentes más básicos del cerebro, como las neuronas, los
neurotransmisores y las leyes físicas y químicas que intervienen a ese nivel. Están convencidos de
que la investigación científica que parta de ese suelo firme logrará explicar todos los procesos y
facultades que caracterizan al ser humano.

Este tipo de materialismo es una concepción reduccionista dado que considera que las propiedades
más complejas, como las relacionadas con las facultades mentales superiores, se pueden explicar a
partir de realidades pertenecientes a un nivel más básico como el que estudia la neurología. Para los
reduccionistas, en los niveles de organización superiores no emerge ninguna característica que no
pueda ser explicada a partir de elementos más simples. (Cercano a esta postura estaría S. Pinker).

Texto:
“A lo largo de los siglos, los hombres han caído en la tentación de atribuir esas notables diferencias
[entre los seres humanos] a algún factor adicional -un alma-, ubicado en algún sector del cuartel
corporal. Hasta no hace mucho tiempo, esa idea de un mágico ingrediente extra era la única
explicación posible de la conciencia que tenía alguna posibilidad al menos de parecer sensata. Para
muchos, de hecho, la idea del dualismo es aún hoy la única concepción de la conciencia que tiene
sentido, pero los científicos y los filósofos están de acuerdo en que el dualismo es falso; tiene que
serlo. Cada uno de nosotros está hecho de robots mecánicos [las células] y punto; no hay
ingredientes no físicos, no robóticos en la receta de los seres humanos”. (Daniel Dennett, Dulces
sueños)

FUNCIONALISMO

Según esta concepción la mente se define, no por su estructura física o por los materiales de los que
se compone (cerebro, neuronas) sino por las funciones que ejecuta. Los contenidos o estados
mentales cumplen una función que es independiente de las redes neuronales y de los componentes
neuroquímicos. Tales elementos no aportan ninguna información o explicación sobre dicha función
(aunque sean necesarios para ella). En el cerebro no hay ningún ingrediente o compuesto especial
que explique los estados mentales.

Es decir, la mente no existe como tal sino que es una función, algo que se hace. Pero la mente no se
explica sólo por el cerebro.

Por ejemplo (según Nick Block) un carburador se define por su función, que consiste en mezclar el
aire con el combustible de un motor, y no por sus componentes. Ocurre lo mismo con los procesos
1
mentales que son funciones cerebrales que tienen un soporte neurofísico (cerebro), pero que no
varían aunque su soporte material fuera distinto. El proceso de sumar puede ejecutarlo un órgano
como el cerebro o una máquina como una calculadora. Por tanto, un estado mental no se identifica
por sus propiedades físicas sino por sus propiedades funcionales (no materiales).

Texto:
“Ahora bien, ¿qué quiero decir al afirmar que el cerebro tiene propiedades no-físicas? Quiero decir
que posee propiedades que son “definibles en términos que no aluden a la física o a la química
cerebral”. Si nos parece extraño que un sistema físico tenga propiedades que no son físicas,
prestemos atención a un ordenador. Un ordenador tiene muchas propiedades físicas. Tiene cierto
peso, por ejemplo; tiene también cierto número de circuitos o chips, o cualquier otra cosa. Tiene
propiedades funcionales, tales como tener cierto programa. Pues bien, este último tipo de propiedad
es no-física, en el sentido en que puede ser llevada a cabo por un sistema, no importa cuál pueda ser
su composición. […] Un espíritu incorpóreo podría presentar cierto programa, un cerebro podría
presentar cierto programa, una máquina podría presentar cierto programa, pero la organización
funcional de los tres (el espíritu incorpóreo, el cerebro y la máquina) podría ser exactamente la
misma aun cuando su materia, su sustancia, fuese completamente diferente”. (Hilary Putnam, Razón,
verdad e historia)

Para el funcionalismo cualquier estructura material podría ser capaz de reproducir las funciones
mentales. Entre cerebro y mente habría la misma diferencia que existe entre hardware (el soporte
físico de un ordenador) y software (los programas informáticos). Esto significa que, para los
funcionalistas, no es necesario estudiar el cerebro para reproducir los estados mentales. A partir de
las premisas del funcionalismo se ha desarrollado la Inteligencia Artificial (IA), que pretende
construir programas informáticos que emulen el pensamiento humano y reproduzcan estados
mentales.

EMERGENTISMO

El emergentismo es una concepción filosófica que explica el origen de la mente y la conciencia a

partir de las siguientes ideas:
- Los estados mentales y conscientes son procesos complejos que surgen por la interacción de
los componentes del cerebro más simples, como las neuronas.
- Las neuronas en interacción producen estados mentales, pero los estados mentales no se
explican ni se reducen a las propiedades de las neuronas. La mente no se puede explicar a
partir de sus constituyentes (cerebro), de la misma manera que las propiedades del agua
(H2O) no se encuentran ni en el Hidrógeno ni en el Oxígeno por separado.

El emergentismo rechaza, además del dualismo, el reduccionismo (monismo o materialismo

eliminativo), posición que pretende explicar el todo (mente) a partir de las partes (neuronas). La
conciencia y los estados mentales como recuerdos o percepciones no se pueden comprender
estudiando las neuronas de forma aislada, sino en su interacción. A día de hoy esta corriente
filosófica no es capaz de explicar cómo aparecen los estados mentales a partir del cerebro, y así lo
reconocen sus defensores como John Searle, pero constituyen una vía de investigación que descarta
otras propuestas filosóficas como el dualismo, el monismo y el funcionalismo.

- Se opone al dualismo, dado que considera que es incorrecto que alma y cuerpo seas
independientes o que la sustancia inmaterial sea superior a la sustancia material.
- Se opone al monismo, tanto materialista como espiritualista. Al materialismo por negar sin más la
existencia de la propia mente y de los estados mentales. Al espiritualista por rechazar la materia.
- Es muy crítico con el funcionalismo, ya que el emergentismo considera que la mente emerge del
2
cerebro y sólo del cerebro, es decir, rechaza que otros soportes físicos como las máquinas puedan
llegar a tener estados mentales, a pensar, e incluso a comprender lo que hacen. A diferencia del
funcionalismo, el emergentismo defiende que las neurociencias proporcionan información
fundamental para comprender cuestiones como la conciencia o la libertad. El emergentismo no
considera, por tanto, que los componentes físicos sean secundarios a la hora de entender la mente.

“No se puede desprender la mente del cerebro, del mismo modo que no se puede disociar el caminar
de las piernas”. (Mario Bunge)

Texto:
“Resumamos nuestro punto de vista general acerca del modo como las investigaciones sobre el
cerebro pueden ayudarnos a responder a las diferentes preguntas que aquí nos interesan: el cerebro
es un órgano como los demás; se trata de una máquina orgánica. La conciencia es causada por
procesos neuronales de nivel inferior del cerebro y es ella misma un rasgo del cerebro. Como se
trata de un rasgo que resulta de ciertas actividades neuronales, podemos considerarla un rasgo
emergente del cerebro”. (John Searle, Dos biólogos y un físico en busca del alma)

La habitación china:
para refutar el funcionalismo, Searle ideó el experimento mental de la habitación china, que
pretende demostrar la diferencia entre realizar una operación mecánica y ser consciente de ella: son
actividades muy diferentes. No es lo mismo que una máquina traduzca ciegamente un término y que
comprenda significado de dicha palabra. El experimento mental consiste en lo siguiente: una
persona está en el interior de una habitación cerrada que tiene dos ranuras, por una de ellas recibe
papeles con mensajes en chino. Aunque desconoce este idioma la persona ha sido entrenada para
devolver por la otra ranura una respuesta (otro papel) con signos en chino. Esta respuesta puede
tener sentido para un observador exterior pero no para el individuo de la habitación que, al igual que
una computadora, domina la operación mecánica pero no entiende el idioma, es decir, no
comprende lo que hace ni es consciente de ello ni de los significados. Una computadora puede
manipular símbolos, pero no comprende lo que hace (no tiene estados mentales).

INTERACCIONISMO

Karl Popper propuso la teoría de los tres mundos. A los dos mundos reconocidos por la filosofía
clásica (realidad física y biológica: Mundo 1. Y realidad mental: Mundo 2) él propone el Mundo 3
que se correspondería con las creaciones humanas, sean materiales, artísticas o inmateriales como
las ideas o las teorías científicas. En el ser humano se distinguen también estos tres tipos de realidad:
Mundo 1: la realidad material o cuerpo, que incluye el cerebro. Mundo 2: las realidades mentales
(inmateriales), como las experiencias subjetivas, que interactúan con el cuerpo. Mundo 3: las
realidades no naturales (culturales) producidas por la mente, sean materiales o inmateriales.

Según Popper, mente y cuerpo son dos realidades independientes que no pueden ser reducidas la
una a la otra, a pesar de que la mente sea un producto que emergió por la evolución del cerebro.
Esta concepción se conoce como dualismo interaccionista: cerebro y mente son independientes pero
interactúan.