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UNIDAD 2.

ESTABLECIMIENTO DE LA FORMA JURÍDICA DE LA


EMPRESA.
El tejido empresarial en España está constituido básicamente por micro, pequeñas y medianas
empresas (pymes).

La creación de puestos de trabajo y el peso relativo sobre el producto interior bruto del país
recae sobre la creatividad y el trabajo responsable del emprendedor.

2.1 La empresa individual. Responsabilidad jurídica y obligaciones formales.


2.1.1 Concepto y características del empresario individual

En relación al trabajo por cuenta propia, la ley distingue diversas situaciones:

● Empresario individual o trabajador autónomo.


● Trabajador autónomo económicamente dependiente (TRADE).
● Falso autónomo.
● Trabajo “en negro”.

Empresario individual o trabajador autónomo.


De acuerdo con la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajador Autónomo, el
empresario individual o trabajador autónomo es aquella persona física que ejerce de forma
habitual y en nombre propio una determinada actividad comercial, industrial o profesional y
fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, dé o no ocupación a
trabajadores por cuenta ajena.

Trabajador autónomo económicamente dependiente.


La ley lo define como aquel que realiza una actividad económica o profesional a título lucrativo
y de forma habitual, personal, directa y predominante para una persona física o jurídica
denominada cliente, del que depende económicamente en al menos un 75 % de sus ingresos.

Este tipo de actividad debe materializarse en un contrato registrado en la oficina pública


correspondiente.

Falso autónomo.
Se produce esta situación cuando la relación es laboral, ya que existe dependencia entre el
empresario y el autónomo, aun cuando documentalmente se haya justificado como una
relación profesional.
Se considera que existe dependencia cuando se realiza el trabajo bajo la dirección y control de
la empresa, existiendo subordinación del autónomo al empresario.

Trabajo “en negro”.


Consiste en ejercer un trabajo para una empresa sin contrato, sin cotización a la Seguridad
Social y sin pago de impuestos.
Ventajas del trabajo autónomo:

● Maniobrabilidad. El empresario individual, goza de una gran capacidad para la toma de


decisiones de forma inmediata ya que decide el qué, cuándo y cómo de una nueva
acción tanto inversora como comercial o de recursos humanos.
● Economía. La sencillez en la gestión y tramitación de la puesta en marcha se concreta
en un coste más económico en la medida en que no crea persona jurídica.

Inconvenientes del trabajo autónomo:

● Responsabilidad. La responsabilidad que asume un empresario individual es ilimitada,


lo que implica la obligación de responder con el patrimonio personal de las deudas
contraídas en la actividad empresarial.
● Riesgos. En la medida en que el empresario individual hace frente en solitario a los
mismos.
● Fiscalidad. El empresario individual tributa por IRPF, que es un impuesto progresivo
que aumenta en la medida en que aumentan los beneficios. En cambio, las sociedades,
especialmente las de reducida dimensión, gozan de tipos impositivos
significativamente inferiores.
● Financiación. Dado que las posibilidades de obtener financiación externa son mayores
para las sociedades.

Conclusión: La empresa individual es la opción idónea para actividades de muy reducido


tamaño por su capacidad de maniobra y por la economía que supone, pero, en la medida que
se desee crecer, obtener mejor financiación y optimizar en lo posible el pago de impuestos, es
conveniente la organización jurídica de la empresa mediante fórmulas societarias.

2.1.2. Obligaciones formales del empresario individual


El empresario autónomo, en el ejercicio de su actividad, debe asumir diversas obligaciones
conforme a la ley:

DE CARÁCTER FISCAL.

● Inscribirse e identificarse mediante la declaración censal, la cual dará lugar a la


adjudicación de un número de identificación fiscal (NIF). Se tramita mediante los
impresos 036 y 037.
● Declaración de la actividad dentro de los epígrafes previstos en el impuesto de
actividades económicas (IAE).

El empresario individual tributa en el IRPF por los rendimientos obtenidos en su actividad.


Existen tres posibilidades:
● Estimación directa. Debe llevar los libros de contabilidad, el libro diario y el libro de
inventarios y cuentas anuales, conforme a las normas establecidas en el Código de
Comercio y legalizarlos en el Registro Mercantil.

● Estimación directa simplificada. También debe llevar libros fiscales, pero es suficiente
con libros de registro de ventas e ingresos, el de compras y gastos y el de bienes de
inversión.

● Estimación objetiva. El empresario no está obligado a llevar ningún tipo de libros de


contabilidad, aunque sí debe conservar los justificantes de sus operaciones. Consiste
en aceptar y pagar una cantidad fija que establece Hacienda para cada actividad
económica (módulos). No se paga en función de los datos reales.

Si el empresario opta por acogerse a la deducción por inversiones, debe llevar un libro de
registro de bienes de inversión.

Estar sujeto al IRPF como empresario individual comporta la presentación de las siguientes
declaraciones periódicas:

● Declaración trimestral,
✔ Modelo 130 si tributa por estimación directa, normal o simplificada

✔ Modelo 131, si ha elegido la tributación por estimación objetiva (módulos)


● Declaración trimestral de retenciones e ingresos a cuenta, en caso de que se hayan
practicado a profesionales o a empleados si los hubiese. (modelo 111).
● Declaraciones resumen anuales (modelo 390).
● Declaración anual de operaciones con terceros (modelo 347).
● Declaración de la renta, desde el 1 mayo al 30 de junio de cada año.
● Declaración y liquidación del IVA (modelo 303) de las operaciones realizadas, según la
modalidad de tributación elegida:
✔ Régimen general.

✔ Régimen simplificado para actividades agrícolas, ganaderas y forestales.

✔ Régimen simplificado, otras actividades.

DE CARÁCTER LABORAL

● La afiliación en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos ante la Dirección


Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social, a través del modelo TA.1 de
solicitud de afiliación y número de la Seguridad Social. Este organismo asignará un
número de la Seguridad Social a cada empresario para su identificación en sus
relaciones con él.

Las solicitudes de afiliación deben formularse con carácter previo al inicio de la actividad del
trabajador por cuenta propia o empresario individual.
DE CARÁCTER LOCAL

● Obtención de licencias de obras


● Obtención de licencias de apertura de actividad.

Creación de la empresa por internet


Es posible realizar algunos de los trámites de constitución y puesta en marcha. Es necesario
disponer previamente del certificado digital.

Algunos de ellos son:

● Las comunicaciones con la Seguridad Social y la Agencia tributaria,


● La comunicación de los contratos y ceses de actividad de los trabajadores…

Para agilizar los trámites necesarios para realizar una actividad empresarial, resulta muy
recomendable acudir a los Puntos de Atención al Emprendedor (PAE) que dependen del CIRCE
(Centro de Información y Red de Creación de Empresas), quienes prestan servicios de
información, tramitación de documentación, asesoramiento, formación y apoyo a la
financiación empresarial.

El empresario individual puede, si lo desea, constituirse en empresa mediante escritura pública


otorgada ante notario. Una vez otorgada la escritura, puede inscribirse en el Registro Mercantil
de la provincia en la que se encuentra domiciliada la sociedad.

2.2 Sociedades civiles y comunidades de bienes.


La idea básica es la de aportar bienes o dinero a un proyecto de actividad empresarial en las
cantidades convenidas y firmar un contrato con los acuerdos que, libremente, sean pactados
acerca de las condiciones de trabajo, formas de reparto de beneficios y de todo aquello que
se crea necesario.

Las sociedades civiles y comunidades de bienes, en sí mismas, no tienen personalidad jurídica


propia, sino que son sus partícipes quienes responden individualmente a todos los efectos
legales, fiscales, etc.

El procedimiento de constitución es simple:

✔ Las aportaciones no están sujetas a un mínimo legal ni es necesaria una escritura


pública.
✔ Es suficiente con un acuerdo privado por escrito entre las partes en el que se
describan las condiciones acordadas, salvo en el caso en que se produzca una
aportación de bienes inmuebles.
✔ Una vez dados de alta en los registros fiscales y laborales correspondientes, podrán
iniciarse las actividades.
✔ La responsabilidad de los socios es ilimitada, de la misma forma que sucede con los
empresarios individuales autónomos.
✔ Las rentas obtenidas se imputan fiscalmente a cada socio en la proporción que
participan.
✔ Cada socio tributa por IRPF de manera individual.

✔ Cada socio como empresario individual, puede elegirse cualquiera de las opciones
posibles de estimación directa, estimación directa simplificada y estimación
objetiva.
✔ La Administración Tributaria exige que sea presentada una declaración de carácter
informativo (modelo 184) en la cual se especifique la renta total obtenida por la
comunidad, la identificación de cada uno de los socios y la renta asignada a cada
socio.
✔ Desde el punto de vista del IVA, las sociedades civiles y comunidades de bienes son
sujeto pasivo del impuesto por lo que tienen la obligación de llevar y mantener el
libro de registro.
✔ Los socios partícipes deben darse de alta y cotizar por el Régimen Especial de
Trabajadores Autónomos.

2.3 La sociedad mercantil.


La sociedad mercantil se define como aquella que existe bajo una denominación social que se
encuentra conformada por el acuerdo de voluntades de varias personas, denominadas socios,
que actúan bajo el mismo objetivo de carácter económico y lucrativo.

Tres razones que justifican que un empresario individual se constituya en sociedad mercantil.

● Necesidad de financiación. (uniendo esfuerzos)


● Gestión de la responsabilidad frente a terceros. (limitando el riesgo únicamente al
capital aportado de los socios.
● Búsqueda de la eficiencia de la presión fiscal (las sociedades mercantiles ofrecen una
menor presión fiscal en cuanto al tipo de gravamen aplicable, así como diversas
posibilidades de deducciones, que no son aplicables al empresario individual.

2.3.1 La sociedad limitada.

La principal característica está explícita en su misma descripción, limitada. Esto significa que
los socios arriesgan todo aquello que han invertido en la empresa, pero no su patrimonio
particular.

Es por tanto la forma jurídica idónea para poner en práctica una idea concreta o aprovechar
una oportunidad del mercado mediante una relativamente pequeña inversión, sin riesgo para
el patrimonio particular

Características básicas de la sociedad limitada:

● Denominación social. Debe ser una denominación. Se gestione en el RMC


✔ que nunca haya sido registrada anteriormente.

✔ acompañada de la expresión «sociedad de responsabilidad limitada» o las


siglas << SRL» o simplemente «SL».
● Capital. Dividido en participaciones iguales e indivisibles, debe ser como mínimo de
3000 €, totalmente desembolsados. Es factible realizar aportaciones en especie
mediante aportación de bienes.

● Número de socios. A partir de uno (SLU), sin que exista límite alguno.
● Responsabilidad. Limitada a las aportaciones efectuadas a la empresa.
● Características de los socios. Permite delimitar con total exactitud el grado de
participación en los beneficios y en los riesgos, así como la transmisión voluntaria de
las participaciones entre los socios, cónyuges, descendientes, ascendientes o
sociedades del grupo con facilidad.
● Objeto social. A qué se dedicará. La opción más factible es la de proponer una gama
amplia de actividades dentro de un sector.
● Órganos de gestión. Puede adoptar distintos formatos (uno o varios administradores,
consejo, etc.) que deben describirse en los estatutos.
● Cotización a la Seguridad Social. Los administradores y socios cotizan a la Seguridad
Social en régimen de autónomos.
● Ahora bien, si un socio o administrador trabaja directamente en la empresa en el
proceso productivo, puede ser incluido en la nómina general y cotizar bajo el régimen
general.

La sociedad limitada nueva empresa (SLNE) es un tipo de sociedad pensado para facilitar la
constitución y puesta en marcha de una empresa que desea iniciarse en pequeños proyectos
empresariales, manteniendo plenas garantías jurídicas.

Se rige por la Ley 7/2003, de 1 de abril, y por la nueva Ley de Sociedades de Capital
promulgada en el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio

Presenta una serie de peculiaridades para ganar en rapidez en la constitución y la gestión


posterior.

La sociedad limitada de formación sucesiva (SLFS) nace con la publicación de la Ley 14/2013, de
27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización que se caracteriza
por no ser necesaria la aportación inicial de un capital social mínimo.

La sociedad pierde la denominación de sucesiva cuando se alcanza el capital mínimo (3000 €) y


pasa a ser sociedad de responsabilidad limitada.

2.3.2 La sociedad anónima.


En la sociedad anónima (SA), el capital está dividido en acciones, integradas por las
aportaciones de los socios

Los socios, como ocurre con las sociedades limitadas, no responden personalmente de las
deudas sociales.

La sociedad anónima es la forma jurídica más adecuada para proyectos empresariales de cierta
envergadura, de gran volumen de inversión y actividad.
La sociedad anónima, a diferencia de la sociedad limitada, permite, gracias a la facilidad de
transmisión de las acciones, alcanzar los objetivos de financiación según las necesidades de la
empresa mediante:

● la ampliación de capital
● la emisión de bonos, obligaciones y de otros títulos financieros
● la fusión o fragmentación de empresas.

La forma jurídica de sociedad anónima es legalmente obligatoria para los bancos y compañías
de seguros, las sociedades deportivas y otras especiales.

Las sociedades anónimas, al igual como ocurre con las sociedades limitadas, no pueden
adoptar una denominación idéntica a la de cualquier otra sociedad preexistente.

En la denominación de la sociedad anónima, deberá figurar necesariamente la indicación


«sociedad anónima» o la sigla «SA».

El capital social de las sociedades anónimas no puede ser inferior en ningún caso a 60 000 €.

A diferencia de la sociedad limitada, es posible:

● suscribir la totalidad de las acciones


● desembolsar inicialmente únicamente una parte de estas, siempre y cuando sea al
menos un 25 % elaborando un cronograma para el desembolso del 75 % restante

Como en las sociedades limitadas, se pueden realizar aportaciones no dinerarias a la sociedad.


Es posible también la aportación de un derecho de crédito.

Conclusión: Las formas jurídicas de sociedad limitada y anónima comparten diversos aspectos
fundamentales, como son la responsabilidad y la fiscalidad, entre otros. Aquello que las
diferencia es la funcionalidad de la transmisión de las participaciones o acciones en cada caso.

2.4 Cooperativas de trabajo asociado y cooperativas de transporte.


Las cooperativas son formas societarias que suponen la asociación de personas cuya intención
es la de hacer frente conjuntamente a sus necesidades de tipo económico, social o cultural.
Puede abarcar sectores muy diversos como la producción industrial, el consumo, la enseñanza
y la agricultura…

La idea cooperativista se basa en unos principios fundamentales, que definen su carácter:

● Control democrático de la organización.


● Libre adhesión de sus asociados cooperativistas.
● Neutralidad política, religiosa, sectaria o ideológica.
● Retorno de los excedentes (beneficios) a cada cooperativista, en proporción a su
contribución.

El principal objetivo de las cooperativas no es el de proporcionar el beneficio máximo al


accionista, sino el de unir los esfuerzos de todos en conseguir bienes y servicios de calidad y
retribuciones justas a sus socios.

Las cooperativas de trabajo asociado o cooperativas de producción son un tipo de


cooperativa cuyo objetivo es ofrecer a sus socios puestos de trabajo, que puede ser a tiempo
parcial o completo, a través de la organización en común de la producción de bienes o servicios
para terceros.

Es la fórmula que define las organizaciones basadas en la autogestión llevada a cabo por sus
trabajadores. Pueden ser socios trabajadores aquellos que legalmente tengan capacidad para
contratar la prestación de su trabajo.

Uno de los tipos de cooperativa de trabajo asociado más interesantes es la cooperativa de


transportistas autónomos.

Todos los socios han de ser titulares de sus vehículos y han de disponer de la correspondiente
autorización administrativa para el transporte.

La forma de facturación es a la cooperativa, aunque, si los estatutos lo permiten, también el


transportista puede facturar directamente al cliente que encarga el transporte.

Como trabajador autónomo, en este caso, el transportista puede acogerse al sistema de


estimación objetiva o módulos para sus obligaciones fiscales.

2.5 Constitución y puesta en marcha de la empresa.

El proceso de constitución es el siguiente:

1. Ha de obtener un nombre para la nueva sociedad, distinto de una sociedad existente.


Pueden proponerse hasta tres nombres diferentes. Es necesario obtener una
certificación negativa de nombre en el Registro Mercantil Central.
2. Elaborar los estatutos sociales que regirán la nueva sociedad.
3. Firmar ante notario la constitución de la sociedad, acto en el que se aportará:
● la certificación negativa de la denominación.
● los estatutos sociales.
● el comprobante del ingreso en la cuenta bancaria.
4. Se procederá al pago del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos
documentados (ITP y AJD). La cuota tributaria es el 1 % el importe del capital
escriturado.
5. Realizar la inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil de la provincia donde se
encuentra domiciliada la entidad. A partir de este momento, la sociedad ya dispone de
plena capacidad jurídico para desarrollar sus actividades.
6. El último paso es la obtención del número de identificación fiscal (NIF) en la
Administración Tributaria.

Para poder ejercer actividad se precisa:

El alta en el censo de empresarios, que es una declaración conforme se indica a Hacienda que
la sociedad va a iniciar sus actividades (impreso 026).

La licencia municipal para el ejercicio de la actividad.

En la Tesorería de la Seguridad Social, alta en el Régimen General de los Trabajadores


Contratados, previa obtención del número de afiliación de la empresa.
La comunicación de apertura de centro de trabajo a la Consejería de Trabajo de la comunidad
autónoma y la obtención y legalización del libro de visitas en la Inspección Provincial de
Trabajo.

Para poder ejercer actividad se precisa:

● El alta en el censo de empresarios, que es una declaración conforme se indica a


Hacienda que la sociedad va a iniciar sus actividades (impreso 026).
● La licencia municipal para el ejercicio de la actividad.

En la Tesorería de la Seguridad Social, alta en el Régimen General de los Trabajadores


Contratados, previa obtención del número de afiliación de la empresa.

La comunicación de apertura de centro de trabajo a la Consejería de Trabajo de la comunidad


autónoma y la obtención y legalización del libro de visitas en la Inspección Provincial de
Trabajo.

2.6 Subvenciones oficiales y ayudas para la constitución y puesta en marcha de una empresa.
Desde el punto de vista de la forma de entrega, la subvención puede ser otorgada mediante:

● Transferencia directa de dinero en la cantidad adjudicada a la cuenta del beneficiario


● Descuentos y bonificaciones en las cantidades que el beneficiario debe aportar a la
Administración por impuestos y cuotas de la Seguridad Social.

Desde el punto de vista del objeto social que persiguen se pueden distinguir las dirigidas a la
creación de nuevas empresas y las dirigidas a la creación de empleo.

● Ayudas dirigidas a la creación de nuevas empresas


✔ Destaca el programa de promoción del empleo autónomo, que puede
alcanzar los 10.000 € a fondo perdido y que va dirigido a desempleados en
general y colectivos desfavorecidos, otorgado por el Ministerio de Empleo y
Seguridad Social.
✔ El mismo ministerio propone subvenciones financieras, dirigidas a reducir
los intereses de los préstamos necesarios para la creación y puesta en
marcha de una empresa.
✔ Existe también la posibilidad de obtener subvenciones para la asistencia
técnica necesaria para la realización de estudios de viabilidad, organización
y comercialización.
✔ Subvenciones para la formación en materia de dirección y gestión
empresarial.
✔ El pago único o capitalización del desempleo, que permite cobrar en un
solo pago hasta el 100 % del importe pendiente de la prestación para
efectuar inversiones en el inicio de una actividad como trabajador
autónomo o la creación de una entidad mercantil de nueva constitución.
✔ Además de financiar la inversión necesaria, existe la posibilidad de que
sean pagadas cuotas de la Seguridad Social hasta completar la totalidad de
la cuantía de la prestación pendiente de percibir.
● Ayudas a la creación de empleo
✔ Bonificaciones en la cotización de autónomos para jóvenes de hasta veinte
años, mujeres de hasta veinticinco años, personas discapacitadas y otros
casos.
✔ Bonificaciones de las cuotas empresariales de la Seguridad Social a la
contratación de trabajadores en situación de desempleo.
✔ Ayudas complementarias de algunas comunidades autónomas a fondo
perdido, destinadas a incentivar una primera contratación indefinida que
efectúe un empresario autónomo.

2.7 Obligaciones fiscales y laborales de la empresa.

● Como gestora, la empresa tiene la obligación de:


✔ Repercutir sobre sus ventas el impuesto sobre el valor añadido (IVA),
soportar en sus compras gastos e inversiones el mismo impuesto y
proceder a su liquidación en los plazos establecidos.
✔ Retener a sus trabajadores el porcentaje de IRPF que corresponde a cada
uno de ellos y liquidarlo en los plazos previstos por la ley.
✔ Retener a los profesionales autónomos que facturen a la empresa el
porcentaje de IRPF y liquidar estas retenciones en los plazos previstos.

Las obligaciones del empresario en relación con el Sistema de la Seguridad Social son las
siguientes:

● Inscripción de la empresa en la Seguridad Social. Esta acción tiene por objeto la


obtención del código de cuenta de cotización, indispensable para tramitar las altas y
las bajas de los trabajadores asalariados.
● Alta y afiliación de los trabajadores a la Seguridad Social.
● Cotización a la Seguridad Social. La cotización a la Seguridad Social está formada por
dos cantidades:
✔ La cuota patronal, que es la parte de la cotización que corresponde al
empresario
✔ La cuota obrera, que es la parte de la cotización que corresponde al
trabajador.

La Seguridad Social se halla organizada en dos clases de regímenes:


1. El régimen general, que afecta a los trabajadores por cuenta ajena mayores de dieciséis
años que ejercen su actividad en territorio nacional y a algunos otros casos muy
específicos.
2. Los regímenes especiales, que afecta a los trabajadores por cuenta propia
(autónomos), los agrarios, los trabajadores del mar, los empleados del hogar y los
empleados en la minería del carbón.

2.8 El concurso de acreedores en situaciones de insolvencia.


El procedimiento legal de concurso de acreedores, se origina en el momento en que una
persona física o jurídica pierde la capacidad de hacer frente a los pagos que adeuda.

El objetivo del procedimiento es el de regular el reparto equitativo de las pérdidas que van a
tener que asumir los acreedores y conseguir cobrar del deudor el importe máximo posible.

La ley, en sus últimas actualizaciones, prevé que el orden de prioridad respecto al cobro de las
deudas sea el siguiente:

1. Acreedores con garantía o hipoteca (bancos).


2. Trabajadores y empleados.
3. Administraciones públicas (Hacienda, Seguridad Social,
Ayuntamientos, etcétera).
4. Proveedores.
5. Socios

Para presentar una solicitud de concurso de acreedores, debe darse alguno de los siguientes
supuestos:

● Que el deudor sea persona física o jurídica o un patrimonio de los admitidos como
sujetos pasivos de este procedimiento. Se excluyen los organismos públicos y demás
entes de derecho público.
● Que el deudor se encuentre en estado de insolvencia considerada como la
imposibilidad de cumplir regularmente sus obligaciones exigibles.

La legitimación para iniciar el concurso corresponde a:

● Si es persona física, el propio deudor o un acreedor de dicho deudor.


● Si es persona jurídica, es competente para decidir sobre la solicitud el órgano de
administración o de liquidación.
● Si es una entidad sin personalidad jurídica, quien tenga la representación, según la
legislación aplicable.

Cuando la presenta el deudor, se produce un concurso voluntario y, si la presenta el acreedor,


un concurso necesario.

Los requisitos y forma para solicitud de concurso por el deudor, son:

● La solicitud debe presentarse dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que
hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia.
● Se solicitará por escrito expresando si es insolvencia actual o inminente.
● Debe aportarse la documentación siguiente:
✔ Poder especial para solicitar el concurso.
✔ Memoria donde se expresa la historia económica y jurídica del
deudor
✔ Inventario de bienes y derechos.

✔ Relación de acreedores, clasificados por orden alfabético.

Si el deudor está legalmente obligado a llevar contabilidad, debe aportar, además:

● Cuentas anuales.
● Memoria de los cambios significativos operados en el patrimonio con posterioridad a
las últimas cuentas anuales.
● Estados financieros intermedios elaborados con posterioridad a las últimas cuentas
anuales que se hayan presentado.

El concurso de acreedores lleva a cabo los siguientes pasos:

● Fase 1: Actos previos. Se declaran los presupuestos que suponen la declaración de


concurso y el procedimiento que va a seguirse.
● Fase 2: Fase común, supone la determinación de la masa activa y pasiva del concurso,
que consiste en conocer cuánto debe y de cuánto dispone el concursado.
● Fase 3: Fase de resolución. La ley prevé dos tipos de resoluciones:
1. Convenio.
2. Liquidación.

Es preferible llegar a un convenio pactado que no a la liquidación definitiva de la sociedad, que


se considera el último recurso.

● Fase 4: Determinación de la responsabilidad. El concurso puede clasificarse como:


1. Concurso fortuito.
2. Concurso culpable.

El juez determina si los gestores han tenido alguna responsabilidad directa en los hechos que
han llevado a la empresa a la situación de insolvencia (concurso culpable) o si no ha podido ser
demostrado que así fuera (concurso fortuito).

● Fase 5: La conclusión del concurso

Es posible la reapertura del concurso dentro de los cinco años siguientes a su conclusión si se
descubrieran, posteriormente, bienes que no hubieran sido contemplados en la sentencia.

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