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Tema 4
Tema 4
El Derecho colectivo del Trabajo tiene que ver con la representación de los sujetos
colectivos, la negociación colectiva y las medidas de conflicto colectivo.
I. LA LIBERTAD SINDICAL
El art. 28.1 CE ha sido objeto de desarrollo por la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto,
de Libertad Sindical (LOLS). Dicha ley resulta aplicable a los trabajadores, pero en un
concepto más amplio que el que establece el art. 1 ET, ya que incluye en su ámbito a
otros sujetos que no se atienen a la estricta definición de trabajador que señala el ET. A
su vez, la LOLS, tal y como permite la Constitución, establece limitaciones y
prohibiciones al derecho de libertad sindical.
Según el art. 28.1 CE, "todos tienen derecho a sindicarse libremente"; sin embargo, el
art. 1 LOLS matiza los sujetos que se comprenden en la proclamación genérica que hace
el precepto constitucional.
Así, gozan de libertad sindical plena los trabajadores que ejercen una actividad
profesional por cuenta ajena. Los extranjeros tienen los mismos derechos que los
nacionales españoles siempre que tengan la residencia.
- También tienen limitado el derecho a la libertad sindical los parados, los jubilados
y los trabajadores por cuenta propia o autónomos sin empleados a su servicio,
consistiendo dicha limitación, en general, en la prohibición de fundar sindicatos
que tengan por objeto la defensa de sus intereses, pudiendo en cambio adherirse
o afiliarse a sindicatos ya constituidos.
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del Estado que no tengan carácter militar (Cuerpo Nacional de Policía y Cuerpos
de policía de las CCAA y Policías Locales), a los que se permite constituir
sindicatos propios de ámbito nacional.
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capacidad de acción de todos los sindicatos federados o confederados, con el fin de
obtener mejores resultados en el desarrollo de la actividad sindical.
Por su importancia, hay que hacer mención especial a los sindicatos y asociaciones
empresariales más representativas.
• Los que acrediten el 10 por 100 o más del total de delegados de personal, de los
miembros de los comités de empresa y de los correspondientes órganos de las
Administraciones públicas (criterio de la audiencia).
• Los sindicatos o entes sindicales afiliados, federados o confederados a una
organización sindical de ámbito estatal que ostente la consideración de más
representativa de acuerdo con señalado en el punto anterior (criterio de la
irradiación o adhesión).
• Los sindicatos que en dicho ámbito acrediten, al menos, el 15 por 100 de los
delegados de personal, de los representantes de los trabajadores en los comités
de empresa y en los órganos correspondientes de las Administraciones públicas,
siempre que cuenten con un mínimo de 1.500 representantes y no estén
federados o confederados con organizaciones sindicales de ámbito estatal.
• Los sindicatos o entes sindicales afiliados, federados o confederados a una
organización sindical de ámbito de Comunidad Autónoma que tenga la condición
de más representativa de acuerdo con los términos señalados en el punto
anterior.
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C) Sindicatos cuasi más representativos o suficientemente representativos.
• Son los que cuenten con un 10 por 100 o más de representantes unitarios de los
trabajadores en un ámbito geográfico y funcional específico.
• Las que cuenten con el 10 por 100 o más de las empresas y de los trabajadores
en el ámbito estatal.
• Las que cuenten en dicho ámbito con el 15 por 100 o más de los empresarios y de
los trabajadores (salvo que estén integradas en federaciones o confederaciones de
ámbito estatal).
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III. LA REPRESENTACIÓN COLECTIVA DE LOS TRABAJADORES EN LA EMPRESA
Los comités de empresa son el órgano representativo y colegiado del conjunto de los
trabajadores de la empresa o centro de trabajo para la defensa de sus intereses,
constituyéndose en cada centro de trabajo cuyo censo sea de 50 o más trabajadores.
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• De 1.000 en adelante, dos por cada mil o fracción con un máximo de setenta y
cinco.
Cuando existan varios centros de trabajo con cincuenta o más trabajadores (que
constituyan varios comités de empresa), podrá pactarse en convenio colectivo la
constitución y funcionamiento de un comité intercentros, con un máximo de 13
miembros, que tendrá las funciones que se prevean en el convenio colectivo que acuerde
su creación. El comité intercentros se añade a los comités de empresa de cada centro de
trabajo de la empresa como representación global de la misma.
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El comité de empresa tendrá derecho a emitir informe con carácter previo, y en un plazo
máximo de 15 días desde que hayan sido solicitados y remitidas las informaciones
correspondientes, en las siguientes cuestiones:
- Reestructuraciones de plantillas y ceses totales, definitivos, parciales o
temporales.
- Reducciones de jornada.
- Traslado total o parcial de instalaciones.
- Procesos de fusión, absorción o modificación del estatus jurídico de la empresa
que incida en el volumen de empleo.
Los miembros del comité de empresa y los delegados de personal, como representantes
legales de los trabajadores, tendrán, a salvo de lo que se disponga en los convenios
colectivos, las siguientes garantías (art. 68 ET):
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d) Prohibición de discriminación: no podrá ser discriminado en su promoción
económica o profesional en razón del desempeño de su representación.
Por lo que se refiere a la retribución del crédito horario, tales horas deben ser retribuidas
por la empresa como si hubieran sido efectivamente trabajadas, esto es, con los
complementos salariales normales y habituales a que cada trabajador tenga derecho.
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Por su parte, y sin perjuicio de lo que se prevea en CC, las secciones sindicales de los
sindicatos más representativos y de los que tengan representación en los comités de
empresa o cuenten con delegados de personal, tendrán los siguientes derechos (art. 8.2
LOLS):
- Secciones sindicales
TIPOLOGÍA - Delegados sindicales
Gozan de las siguientes atribuciones (que pueden ser mejoradas por convenio
colectivo):
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Secciones sindicales con implantación Þ Además de las atribuciones anteriores
(aquellas que cuentan con presencia en los Þ Derecho a estar representadas por delegados
órganos unitarios de la empresa)
sindicales
Son, pues, los representantes de la sección sindical, pero sólo podrán elegir delegados
sindicales aquellas secciones sindicales que cuenten con implantación o presencia en los
órganos de representación unitaria y siempre que la empresa cuente con 250
trabajadores o más. Se eligen con arreglo a la siguiente escala:
En el supuesto de que los delegados sindicales no formen parte del comité de empresa,
su situación será la siguiente:
- Tendrán las mismas garantías establecidas legalmente para los miembros de los
comités de empresa.
- Podrán asistir a las reuniones de los comités y de los órganos internos de las
empresas en materia de seguridad e higiene.
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5. Cuadro de diferencias entre la representación unitaria y la sindical
Respecto a la regulación legal:
Representación unitaria Viene regulada en el ET de forma muy minuciosa, por lo que deja poco
campo a los convenios colectivos
Representación sindical Deben ser elegidos por y entre los afiliados al sindicato
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IV. DERECHO DE REUNIÓN DE LOS TRABAJADORES (las asambleas de
trabajadores)
Los trabajadores de una misma empresa o centro de trabajo tienen derecho a reunirse
en asamblea (arts. 77-80 ET).
La asamblea podrá ser convocada por los delegados de personal, el comité de empresa o
centro de trabajo, o por un número de trabajadores no inferior al 33 por 100 de la
plantilla. La asamblea será presidida, en todo caso, por el comité de empresa o por los
delegados de personal mancomunadamente, que serán responsables del normal
desarrollo de la misma, así como de la presencia en la asamblea de personas no
pertenecientes a la empresa. Sólo podrá tratarse en ella de asuntos que figuren
previamente incluidos en el orden del día. La presidencia comunicará al empresario la
convocatoria y los nombres de las personas no pertenecientes a la empresa que vayan a
asistir a la asamblea, y acordará con este las medidas oportunas para evitar perjuicios en
la actividad normal de la empresa.
Cuando por trabajarse a turnos, por insuficiencia de los locales o por cualquier otra
circunstancia no pueda reunirse simultáneamente toda la plantilla, sin perjuicio o
alteración en el normal desarrollo de la producción, las diversas reuniones parciales que
hayan de celebrarse se considerarán como una sola y fechadas en el día de la primera.
Lugar de reunión
El lugar de reunión será el centro de trabajo, si las condiciones del mismo lo permiten, y
la misma tendrá lugar fuera de las horas de trabajo, salvo acuerdo con el empresario.
Convocatoria
La convocatoria, con expresión del orden del día propuesto por los convocantes, se
comunicará al empresario con cuarenta y ocho horas de antelación, como mínimo,
debiendo este acusar recibo.
Votaciones
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V. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
1. El convenio colectivo
En el cuadro clasificatorio del sistema de fuentes del Derecho del Trabajo, los convenios
colectivos se sitúan entre las fuentes extraestatales y entre las fuentes profesionales. Deben
situarse dentro del ordenamiento interno porque son normas nacionales, pero no provienen
de los órganos del Estado con capacidad normativa -del Parlamento o del Gobierno-, sino
del poder atribuido a los representantes de los trabajadores y empresarios; por ello,
también se sitúa entre las fuentes profesionales al provenir del ámbito profesional.
Desde luego, la principal peculiaridad en el sistema de fuentes del Derecho del Trabajo
viene constituida por la existencia del convenio colectivo, cuyo poder normativo reconoce la
Constitución en el art. 37.1, estableciéndose su procedimiento de elaboración en el Título III
del ET (arts. 82 a 92). Que esto sea posible y que el convenio colectivo tenga capacidad
normativa se debe a que existe una norma de reconocimiento en el ordenamiento estatal
que habilita a los citados sujetos colectivos para crear normas laborales a través de la
negociación colectiva.
La elaboración de los convenios colectivos corresponde a los propios interesados de su
existencia, los trabajadores y empresarios, aunque los capacitados y legitimados para
hacerlo sean los representantes de los trabajadores (sindicatos, comités de empresa…) y los
empresarios o sus organizaciones (asociaciones empresariales), si la actividad negociadora
se desarrolla en ámbitos superiores a la empresa –ámbito supraempresarial-.
Con este poder negociador, en las relaciones de trabajo van a regir “normas pactadas”,
procedentes de la negociación colectiva entre representantes de trabajadores y
empresarios, y la validez de estas normas viene respaldada por el art. 37.1 CE, que
reconoce el derecho de negociación colectiva y encarga a la ley garantizar su ejercicio, así
como la “fuerza vinculante” de los convenios.
Conforme al art. 37.1 CE y los arts. 3.1.b), 3.2 y 82 y ss. ET, el convenio colectivo es fuente
del Derecho, tiene eficacia normativa y crea derechos y obligaciones entre las partes que lo
conciertan, de modo que viene a constituir la norma más directa y específica que regula las
relaciones entre trabajadores y empresarios.
Puede definirse, por tanto, el convenio colectivo como el acuerdo entre representantes de
los trabajadores y el empresario o empresarios para regular las mutuas relaciones y el
sistema de relaciones laborales en su dimensión colectiva e individual.
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El convenio colectivo, como norma pactada que es tiene su fundamento en el principio de
“autonomía colectiva”, que presupone capacidad de organización y de creación de reglas
para regular las correspondientes relaciones jurídicas y de esa capacidad gozan los
representantes de los trabajadores y empresarios en el ámbito laboral. No obstante, la
norma pactada, que suele recibir el nombre de acuerdo o convenio colectivo, presenta
frente a la norma estatal muchas diferencias:
1. El convenio colectivo nace de un proceso de negociación entre dos partes -laboral y
empresarial-, lo cual requiere una mínima disposición hacia el acuerdo, y presupone la
posibilidad de que no haya pacto y de que se frustre la regulación proyectada.
2. No procede de los órganos del Estado con capacidad normativa, sino que emana de sujetos
privados -representantes de trabajadores y empresarios-, lo cual exige una acotación previa
de los sujetos legitimados, a veces tras la comprobación de su capacidad de representación
de trabajadores o empresas.
3. Aunque pueda tener un ámbito general, intersectorial o interprofesional, el “ámbito
funcional” natural del convenio es la empresa o el sector al que se aplica, con distinto
“ámbito geográfico o territorial”, ya que puede ser provincial, regional o nacional, lo cual
obliga previamente a una acotación o determinación de los espacios o “unidades” adecuados
para desarrollar la negociación y en los que se va a aplicar el convenio.
4. Suele ser una norma temporal o coyuntural –con vigencia para uno o varios años-, que
requiere una revisión periódica para su adaptación (sobre todo en los temas salariales) a las
circunstancias cambiantes del mundo de la producción y del trabajo. Esto es lo que se
conoce como el “ámbito temporal” del convenio.
5. No hay una reserva de materias en favor del convenio colectivo, pero sí hay aspectos que
obligatoriamente tienen que establecerse en el convenio y otros que son típicos o propios
del convenio (clasificación profesional, salarios, tiempos de trabajo...), por lo que se
requiere una auto-restricción de la ley, para salvaguardar un “espacio vital” en favor del
convenio colectivo.
6. El convenio colectivo está sometido a la ley por el principio de jerarquía, pero en su
relación con las normas estatales se rige también por el principio de competencia, del que
se deriva una cierta distribución de papeles o funciones entre ley y convenio colectivo a la
hora de regular el trabajo asalariado.
7. Dentro de las cláusulas del convenio las hay con distinta eficacia y vigencia, dependiendo
de que sean de contenido normativo o de contenido obligacional.
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condiciones de representatividad, tanto para instar la iniciativa de la negociación del
convenio como para formar parte de la comisión negociadora y para alcanzar la mayoría
suficiente de los sujetos negociadores que finalmente lo aprueben.
Sólo estos convenios son fuente del Derecho y, por tanto, gozan de dos tipos de eficacia:
a) Eficacia normativa: lo que significa que se le reconoce la condición de ser fuente
del Derecho, con la eficacia de las normas emanadas del Estado, aunque con un rango
jerárquico menor. El convenio colectivo está supeditado a las normas de rango superior y
las normas de rango inferior nunca pueden contradecir a las de rango superior. Por ello, en
el art. 3.1 ET se establece el principio de jerarquía normativa en las relaciones laborales,
cuando se señala que: “los derechos y obligaciones concernientes a la relación laboral se
regulan: a) Por las disposiciones legales y reglamentarias del Estado. b) Por los convenios
colectivos. c) Por la voluntad de las partes (…)”.
b) Eficacia general o erga omnes: ya que obliga a todos los empresarios y
trabajadores incluidos dentro de su ámbito de aplicación, con independencia de que se
encuentren o no afiliados a las organizaciones firmantes del pacto. El convenio colectivo
afecta, por tanto, a todos y también a terceros no firmantes.
En conclusión, el convenio colectivo estatutario tiene valor normativo y eficacia general en
su ámbito funcional y territorial de aplicación (art. 82.3 ET); por ello, se aplica a todos los
trabajadores y empresarios comprendidos en el ámbito de aplicación de que se trate (la
empresa, el sector…) de forma automática y sin necesidad de acto adicional alguno, salvo
su publicación en el Boletín Oficial que corresponda –a semejanza de las normas estatales–
y otras obligaciones de registro y depósito de convenios.
Tiene efectos imperativos y obligatorios para todos los contratos de trabajo de su ámbito de
aplicación y ni el contrato de trabajo -o cualquier otro pacto individual- ni cualquiera de las
partes unilateralmente pueden excluir la aplicación de dicho convenio.
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sistema de clasificación profesional, la estructura del salario, la cuantía del salario, la
cuantía en que se retribuyen las horas extraordinarias, los tipos de complementos salariales
y su retribución, la jornada de trabajo, el régimen disciplinario con la determinación de
sanciones o faltas a imponer al trabajador ante incumplimientos de sus obligaciones
laborales, materias sindicales, mejoras asistenciales, etc.
b) Cláusulas obligacionales o convencionales, o contenido obligacional del convenio:
comprende aquellas cláusulas que crean derechos y obligaciones únicamente para las partes
firmantes del convenio. Se considerarían de contenido obligacional las cláusulas de
administración del convenio y, entre ellas, estarían la llamada cláusula de paz laboral, como
compromiso de no emprender medidas de conflicto durante el periodo de vigencia del
convenio, o la designación de la Comisión paritaria del convenio.
Es importante distinguir entre cláusulas normativas y obligacionales del convenio porque,
aunque se trate de un convenio colectivo estatutario, la eficacia normativa y general del
convenio sólo se predica de la parte normativa, ya que las cláusulas obligacionales sólo
tienen eficacia limitada, una eficacia contractual que, por tanto, sólo vincula a las partes
firmantes.
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conformidad con lo establecido en el art. 82.3 ET, adaptando en su caso los procedimientos
que se establezcan en los acuerdos interprofesionales.
-Forma y condiciones de denuncia del convenio, así como plazo mínimo para dicha
denuncia antes de finalizar su vigencia.
- En la negociación de los convenios existe el deber de negociar medidas dirigidas a
promover la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito
laboral y, en su caso, el deber de negociar planes de igualdad (en las empresas de más de
250 trabajadores).
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C) Ámbito personal: designa a los trabajadores a los que se aplica el convenio y, aunque
normalmente el convenio suele aplicarse a todo el personal de la empresa (incluso
considerándose discriminatoria o nula la exclusión de ciertos trabajadores -temporales, fijos
discontinuos o trabajadores a tiempo parcial-), se admite, en cambio, la exclusión de
algunas categorías o franjas de trabajadores -cuadros directivos, técnicos o determinadas
categorías profesionales dentro de la empresa-, que puede que incluso hayan negociado un
convenio colectivo de franja. En este sentido, cuando se consulta el ámbito personal del
convenio colectivo hay que comprobar que la categoría profesional del trabajador no esté
excluida de la aplicación del convenio, siempre con una justificación objetiva y razonable.
Los Convenios colectivos de franja regulan las relaciones de trabajo de un grupo de
trabajadores dentro de un colectivo más amplio, ya sea dentro de una empresa o dentro de
un sector de actividad; suele darse en grupos profesionales con características peculiares
(por ejemplo, convenio franja de pilotos o de tripulantes de cabina).
D) Ámbito temporal: el convenio colectivo debe fijar su ámbito temporal, es decir, debe
delimitar su duración y vigencia.
En virtud del principio de modernidad aplicable a la vigencia de los convenios colectivos
y, como consecuencia de él, en la sucesión entre convenios del mismo ámbito, el art. 86.4
ET señala que: “el convenio que sucede a uno anterior deroga en su integridad a este
último, salvo los aspectos que expresamente se mantengan”; lo que significa que el
convenio posterior deroga al anterior en su integridad, salvo que expresamente se haya
decidido mantener vigente alguna parte del articulado del convenio anterior, en cuyo caso
se aplicarían conjuntamente ambos convenios. Por ello, para la elección del convenio
aplicable, hay que estar seguros de que el convenio colectivo que se pretende aplicar es el
vigente y para ello habrá que asegurarse de que se trata del último convenio publicado.
El convenio entrará en vigor en la fecha que acuerden las partes (art. 90.4 ET), con
independencia de cuál sea la fecha de su registro, depósito y publicación en el Boletín Oficial
correspondiente (se pueden retrasar o adelantar sus efectos) y, en cuanto a su duración,
también son las partes negociadoras del convenio las encargadas de fijarla (art. 86.1 ET),
pudiendo pactarse distintos periodos de vigencia por materias o grupos homogéneos de
materias dentro del mismo convenio (por ejemplo, salario, jornada...).
Llegado el plazo que marca el convenio, éste no se extingue automáticamente, sino que es
necesaria la denuncia preavisada de las partes. Según el art. 86.2 ET, “salvo pacto en
contrario, los convenios colectivos se prorrogarán de año en año si no mediara denuncia
expresa de las partes”; es decir, que si no se denuncia un convenio ni se negocia uno
nuevo, el convenio sigue vigente aunque haya finalizado el plazo que se fijó.
No obstante, y para evitar el vacío de regulación que se produciría desde la denuncia del
convenio hasta la aprobación de uno nuevo, existe lo que se conoce como ultraactividad
del contenido normativo del convenio colectivo (art. 86.3 ET), que significa que una vez
denunciado el convenio, la parte normativa del mismo seguirá vigente hasta que entre en
vigor el nuevo, perdiendo en cambio su vigencia las cláusulas obligacionales. La regla de
ultraactividad tiene carácter disponible, pues opera salvo pacto en contrario, ya que el
convenio colectivo puede establecer un procedimiento diferente.
Durante el tiempo que dure la ultraactividad del convenio ya denunciado, las partes pueden
utilizar procedimientos de mediación y arbitraje para solventar sus discrepancias en la
negociación colectiva.
Transcurrido un año desde su denuncia sin que se hubiera alcanzado un nuevo convenio y,
en su caso, sin que se hubiese dictado un laudo arbitral a tal efecto, se produce la pérdida
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de vigencia del convenio colectivo, salvo pacto en contrario, y se aplicará, si lo hubiere, el
correspondiente convenio colectivo de ámbito superior (art. 86.3 ET).
Para los casos de ausencia de norma colectiva, tal y como acabamos de señalar, existen dos
mecanismos al respecto, la adhesión y la extensión (art. 92 ET).
A) La adhesión
En virtud de la adhesión, las partes negociadoras, en lugar de negociar un convenio propio,
pueden sumarse a un convenio ya existente que sea de diferente ámbito. Para ello se deben
cumplir una serie de requisitos:
- el ámbito sobre el que va a operar la adhesión no puede estar regulado por ningún
convenio;
- los sujetos capacitados para tomar la decisión de adherirse son los capacitados y
legitimados para negociar y firmar el convenio;
B) La extensión
Gracias a la extensión, la autoridad laboral puede decidir la aplicación de lo dispuesto en un
convenio colectivo a un ámbito determinado, donde o no existe ningún convenio colectivo
(porque haya especiales dificultades a la hora de negociarlo) o no existen interlocutores
válidos para la negociación. En cuanto al convenio a extender, se prefieren los de ámbito
superior a la empresa que pertenezcan al mismo o parecido sector funcional (por ejemplo,
imagínese que el convenio colectivo del pequeño comercio de Málaga se extiende al
pequeño comercio de Sevilla, por carecer de uno negociado en su propia provincia).
La extensión deben solicitarla las partes legitimadas para negociar en el ámbito de que se
trate (si las hubiera) y la competencia para resolver corresponde al Ministerio de Trabajo o
al órgano correspondiente de las CCAA.
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Durante la vigencia de la extensión cualquiera de las partes legitimadas podrá promover la
negociación de un convenio colectivo propio, no pudiendo negarse la parte receptora de la
comunicación de la negociación porque la extensión continúe vigente.
En cuanto a su vigencia, la extensión finalizará cuando finalice la del convenio colectivo
extendido, aunque si la extinción de dicho convenio se produce por la negociación de uno
nuevo, las partes legitimadas podrán solicitar la sustitución del convenio inicialmente
extendido por el nuevo y, también y una vez finalizada la vigencia inicial del convenio
extendido, podrán solicitar la extensión de otro convenio colectivo más acorde con la
realidad sociolaboral de su ámbito, si bien durante la tramitación de la nueva solicitud se
mantendrán los efectos del anterior convenio extendido hasta que se resuelva el
procedimiento.
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estructura de la negociación colectiva, fijando, en su caso, las reglas que han de resolver los
conflictos de concurrencia entre convenios de distinto ámbito. Estas cláusulas podrán
igualmente pactarse en convenios o acuerdos colectivos sectoriales, de ámbito estatal o
autonómico, por aquellos sindicatos y asociaciones empresariales que cuenten con la
legitimación necesaria.
2. Art. 84.2 ET: prioridad aplicativa del convenio de empresa. Se permite que la
regulación de las condiciones establecidas en un convenio de empresa, que podrá
negociarse en cualquier momento de la vigencia de convenios colectivos de ámbito superior,
tenga prioridad aplicativa respecto del convenio sectorial estatal, autonómico o de ámbito
inferior en las siguientes materias:
a) La cuantía del salario base y de los complementos salariales, incluidos los
vinculados a la situación y resultados de la empresa.
b) El abono o la compensación de las horas extraordinarias y la retribución específica
del trabajo a turnos.
c) El horario y la distribución del tiempo de trabajo, el régimen de trabajo a turnos y
la planificación anual de las vacaciones.
d) La adaptación al ámbito de la empresa del sistema de clasificación profesional de
los trabajadores.
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empresa. Así lo establece en la actualidad el art. 82.3 ET, que permite que cuando
concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, mediante acuerdo
de empresa, se declare la no aplicación en ese ámbito de las condiciones de trabajo
previstas en el convenio colectivo de sector o en el de la propia empresa. Este acuerdo de
descuelgue puede afectar a jornada de trabajo, horario y distribución del tiempo de trabajo,
régimen de trabajo a turnos, sistema de remuneración y cuantía salarial, sistema de trabajo
y rendimiento, funciones que excedan de los límites de la movilidad funcional del art. 39 ET
y mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social, es decir, a todas las
materias que se contemplan en las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo
del art. 41 ET, más las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social.
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ET), pero, siempre sometidas a la ley, al convenio colectivo, a lo pactado por las partes y a
los usos y costumbres.
Tales órdenes no son normas ni reglas en sentido estricto, pero pueden referirse a la
organización y ejecución del trabajo en la empresa (sistema de trabajo, horarios de entrada
y salida…), a la organización y gestión de recursos humanos (promoción, participación...), a
la disciplina y régimen del personal (principios éticos o de comportamiento, conductas
sancionables, atuendo, atención al cliente…) o a la actuación de la propia empresa (“código
ético”). En tal caso, pueden condensarse o compilarse y, a veces, se incorporan a un
Reglamento de Régimen interno, a “circulares de empresa”, o a “códigos de conducta”, que
habrán de someterse a lo dispuesto por la ley, el convenio colectivo, a los usos y
costumbres y a lo pactado por las partes.
En muchos casos, nacen de previsiones más generales recogidas en el convenio colectivo,
como complemento y desarrollo de éste, y tales reglamentos o códigos son elaborados
mediante un proceso de negociación colectiva entre los representantes de los trabajadores y
la dirección de la empresa, o por encargo previo del correspondiente convenio colectivo. Si
nacen de un proceso de negociación colectiva, son vinculantes en los mismos términos que
el convenio o acuerdo colectivo.
La legitimación puede definirse como la facultad de que dispone un sujeto para realizar
de determinados actos con plena eficacia y validez jurídicas. En materia de negociación
colectiva y, con carácter general, están legitimados para negociar los representantes de
trabajadores y de empresarios. No obstante, el ET establece rígidas exigencias en cuanto
a la capacidad negociadora de las partes.
• Legitimación inicial: hace referencia a los requisitos que se han de cumplir para
tener derecho a participar en la negociación; es decir, determina a qué sujetos se
les reconoce la facultad de designar representantes en la comisión negociadora.
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A) Legitimación en convenios de ámbito de empresa o inferior
Legitimación inicial
Trabajadores
Empresas
Legitimación plena
La comisión negociadora quedará válidamente constituida cuando cada uno de los bancos
represente a la mayoría respectiva.
Adopción de acuerdos
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B) Legitimación en convenios supraempresariales
Legitimación inicial
• Sindicatos que cuenten con un mínimo del 10 por 100 de los miembros de los
comités de empresa o delegados de personal en el ámbito geográfico y funcional al
que se refiere el convenio.
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Legitimación plena
Adopción de acuerdos
Además, para que el Convenio sea válidamente acordado por dichas representaciones, es
necesario que voten favorablemente el acuerdo la mayoría de cada una de las dos
representaciones (patronal y sindical).
VI. LA HUELGA
(arts. 1-11 RDL 17/1977, art. 28.2 Constitución Española y STC 11/1981)
Concepto
Son ilícitas o abusivas las huelgas rotatorias, las de celo o trabajo a reglamento, las que
se realicen en sectores estratégicos con la finalidad de interrumpir todo el proceso
productivo y, en general, cualquier forma de alteración colectiva del régimen de trabajo
distinta a la huelga (art. 7 RDL 17/1977). Son las que se convocan y organizan con la
finalidad de generar un daño grave y desproporcionado a la empresa. Comportan una
presunción iuris tantum de ilegalidad.
• Cuando se inicie o se sostenga por motivos políticos o con cualquier otra finalidad
ajena al interés profesional de los trabajadores afectados.
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• Cuando sea de solidaridad o apoyo, salvo que afecte al interés profesional de
quienes la promuevan o sostengan.
Procedimiento
Convocatoria. Por los trabajadores reunidos en asamblea o por los representantes de los
trabajadores o por acuerdo adoptado por las organizaciones sindicales con implantación
en el ámbito laboral al que la huelga se extienda.
Comité de huelga. Debe designarse un comité de huelga, que estará formado como
máximo por 12 trabajadores de los centros de trabajo afectados. Corresponde a dicho
comité participar en cuantas actuaciones sindicales, administrativas o judiciales se
realicen para la solución del conflicto, así como garantizar durante la huelga la prestación
de los servicios necesarios para la seguridad de las personas y de las cosas,
mantenimiento de locales, maquinaria, instalaciones y demás atenciones necesarias para
reanudar la actividad de la empresa (servicios de seguridad y mantenimiento).
Desarrollo de la huelga
Pese a la huelga, están obligados a prestar sus servicios los trabajadores que atiendan
servicios de seguridad o mantenimiento de la empresa.
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mantenimiento, que deben prestarse en todas las huelgas, afecten o no a servicios
esenciales de la comunidad.
Efectos
A) Huelga legal
No queda afectada por el ejercicio del derecho de huelga la duración de las vacaciones
anuales (ni su retribución).
B) Huelga ilegal
El carácter ilegal de la huelga provoca que no se suspenda el contrato y que, por tanto,
se esté ante un incumplimiento del trabajador (ausencia al trabajo).
Situación de baja en Seguridad Social, sin derecho a prestación por IT ni por desempleo.
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Resolución de la huelga
Concepto
• Notorio peligro de violencia para las personas o de daños graves para las
cosas (cierre defensivo).
- No es un derecho fundamental.
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Actuaciones
- La reapertura del centro de trabajo se efectuará, una vez extinguidas las causas
que lo motivaron, a iniciativa del propio empresario o a instancia de los
trabajadores o requerimiento de la autoridad laboral.
Efectos
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