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Lucas Pensiero
Eje temático 1: Teoría General de los Derechos Reales
1.1 - Metodología. Los derechos reales en el nuevo Derecho Privado, Público Constitucional y Administrativo.
Ubicación de los derechos reales en la clasificación de los derechos individuales y de incidencia colectiva; de
los derechos subjetivos y de los bienes. Derechos reales y consumo.
Metodología:
El Código Civil y Comercial unificado tiene un Título Preliminar y 6 Libros, cada uno de éstos divididos en Títulos,
los que a su vez están divididos en Capítulos, y algunos de éstos divididos, a su vez, en Secciones. Dentro del
método adoptado, se advierte que en numerosas ocasiones el Código sienta reglas generales (disposiciones generales)
sobre una figura o un grupo de figuras, para luego entrar a la regulación específica de las mismas.
Los derechos reales se encuentran legislados en el libro IV, compuesto por los siguientes títulos:
Titulo I:Disposiciones generales: Aquellas que, salvo los casos específicamente regulados, se aplicarán a todos los
derechos reales
Titulo II:Posesión y tendencia: Trata las dos relaciones de poder, relaciones reales, de hecho, entre una persona y
una cosa
Aqui se produce el quiebre, ya que se tratan los derechos reales "en particular"
Titulo III: Dominio
Titulo IV: Condominio
Titulo V: Propiedad horizontal
Titulo VI: Conjuntos inmobiliarios (clubes de campo, barrios cerrados, parques industriales, empresariales o
nauticos). También abarba los tiempos compartidos y los cementerios privados
Titulo VII: Superficie
Titulo VIII: Usufructo
Titulo IX, X y XI: Uso, habitacion y servidumbre
Titulo XII: Hipoteca, anticresis y prenda (Derechos reales de garantía)
Titulo XIII: Acciones posesorias y las acciones reales.
Ahora bien, no puede abordarse el estudio de los Derechos Reales en este Código dirigiéndonos solamente al Libro
Cuarto: «Derechos Reales» (arts. 1882 y sig.), ya que los temas que son atinentes a esta materia están regulados
también en otros libros y secciones, tales como puede observarse en:
-Libro I:
Titulo 3 - Capítulos 1 y 3: se regulan los bienes con relación a las personas, los derechos de incidencia Colectiva, y
la vivienda. En la 2ª sección del Capítulo 1 se ocupa específicamente del dominio privado y público, enunciaciones y
caracteres, y en especial el derecho de aguas. En la sección 3ª sección del mismo Capítulo se regula lo que llama
«bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva»: son normas que marcan la existencia de límites a los
derechos individuales sobre los bienes, que tienen por objeto no afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los
ecosistemas. Es lo que llamamos también límites al dominio en protección del medio ambiente.
El Capítulo 3 de este título sobre bienes, está dedicado a la protección de la vivienda familiar. Debe tenerse en cuenta
que este CCyC ha derogado la ley 14.394 (1954), que entre otros temas regulaba -en sus arts. 34 a 50- lo que
llamábamos Bien de Familia. Incorporado ahora el instituto dentro del CCyC, como lo que algunos llaman «vivienda
protegida», habrá que prestar atención a ciertos aspectos que han sido modificados o aclarados, sobre los cuales la
doctrina y jurisprudencia no ofrecían coincidencias.
Algunas de estas novedades han sido, por ejemplo: aceptar expresamente la subrogación real (art. 248), incluir como
beneficiario al concubino/a, poder constituir como vivienda protegida un inmueble en condominio entre personas que
no tengan parentesco entre sí, lo que ha habilitado la constitución por ambos concubinos de la vivienda protegida -
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
hasta antes de ahora prohibido por la ley 14394 y aceptado por alguna jurisprudencia y bajo ciertos requisitos-; ha
incluido a los créditos por expensas comunes posteriores a la afectación como vivienda protegida, entre los que
pueden provocar la ejecución del inmueble, etc.
Libro VI
Titulo 1 - Capítulos 1 a 3: Regula disposiciones comunes a los derechos personales y reales, abarcando las normas
de prescripción, sus clases y las causas de suspensión o interrupción, que van de los arts. 2532 a 2553.
Titulo 2: Regula los privilegios, tratados en los arts. 2573 y siguientes. Es importante su estudio porque incluye, por
ejemplo, en los privilegios especiales a los derivados del derecho real de anticresis, a los créditos por las expensas
comunes en la propiedad horizontal, etc.
Libro IV: Este libro está compuesto de 13 Títulos, a su vez divididos en Capítulos y Secciones. Sus normas se
expresan entre los arts. 1882 a 2276.
Es útil tener en cuenta que el Código ha establecido Disposiciones Generales en distintas áreas de su estudio.
Podemos verlo al comienzo de libro 4º donde se sientan los principios comunes a todos los derechos reales
Con igual método continúa en el Titulo II, de Posesión y Tenencia (disposiciones generales a partir del art. 1908); en
el Título III de Dominio (disposiciones generales art. 1941 y sig.); en el Titulo IV, cap. 1 de Condominio
(disposiciones generales art. 1983 y sig.), en el Título V, Cap. 1 de Propiedad Horizontal (disposiciones generales
art. 2037 y sig.); en el Título VIII de derecho real de Usufructo (disposiciones. generales art. 2129 y sig.); en el
Titulo XI de Servidumbres (disposiciones generales art. 2162 y sig.); en el Título XII de Derechos reales de Garantía
(disposiciones comunes art. 2184 y sig.); en el Título XII, cap. 4 de Prenda (disposiciones generales art. 2219 y sig.);
y en las Defensas del Derecho Real (acciones reales), en el Título XIII, cap. 2 (disposiciones generales arts. 2247 y
sig.).
En el Título V -Capítulo 10- trata la prehorizontalidad solamente como contrato.
Para el estudio del dominio fiduciario, hace una remisión a las normas del Libro 3º, Título 4, capítulos 30 y 31 (que
regulan los contratos) y además deroga la ley 24.441 en lo que atañe a este tema (arts. 1 a 26 de esa ley).
Las acciones de defensa son reguladas conjuntamente en Título XIII -acciones posesorias y acciones reales, antes
separadas en su ubicación en el Código anterior- y luego del desarrollo de la posesión y de todos los derechos reales
regulados en el Libro IV.
Las acciones reales se ubican luego del tratamiento de todos los derechos reales hecho en este Libro IV, receptando
así la crítica generalizada por la ubicación de este tema en el código derogado, que lo hacía luego del derecho de
dominio y condominio, y antes del resto, como si estas acciones no estuvieran dirigidas a los titulares de cualquier
derecho real
1.2 - Concepto. Origen histórico. Concepciones doctrinarias. Definición legal del Código Civil y Comercial.
Comparación entre los derechos reales y personales.
Origen histórico
Su origen se remonta al Derecho Romano bajo el término "ius in re" que significa "Derecho sobre la cosa". Podemos
definirlo como las relaciones jurídicas directas e inmediatas entre una persona y una cosa.
Concepciones doctrinarias
Doctrina Clásica: Esta teoría separa los derechos reales de los personales, por tanto, también es denominada
doctrina dualista.
- Ortland: La definición que brinda se encuentra transcripta en la nota del 497 del viejo CC, estableciendo que un
derecho personal es aquel que da la facultad de obligar individualmente a una persona a una prestación cualquiera y
un derecho real es aquel que da la facultad de sacar de una cosa cualquiera un beneficio mayor o menor.
- Demolobe: Establece que el derecho real es el que crea entre las personas y las cosas una relación directa e
inmediata, de tal manera que no se encuentran en ella sino dos elementos, a saber: la persona, que es el sujeto activo
del derecho, y la cosa, que es el objeto.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Entonces, a partir de estas definiciones, podemos concluir en la conceptualización del Derecho Real, considerándolo
como una relación directa e inmediata entre la persona y la cosa; y al Derecho Personal concebirlo como una relación
entre el titular del derecho y el deudor obligado a cumplir una prestación en beneficio del primero
Doctrinas no clásicas:
1. Teoría unitaria personalista: se denomina de esa manera porque unifica los derechos reales y personales
(unitaria) en una sola categoría: derechos personales (personalista).
Planiol considera que todo derecho importa una relación entre personas. Así como en los derechos personales la
relación se establece entre acreedor y deudor, en los derechos reales dicha relación existe entre el titular del derecho
y todo el mundo, excepto el. Por tanto, los derechos reales no serían más que derechos personales en los que la
prestación consistiría en una abstención a cargo de todas las personas.
2. Teoría unitaria realista: También unifica los derechos reales y personales en una sola categoría, pero en derechos
reales. Establece que mientras los derechos reales recaen sobe una cosa determinada, los derechos personales no
recaerían sobre la persona del deudor sino sobre su patrimonio, ya que el patrimonio del deudor es garantía común de
los acreedores.
Esta doctrina fue objeto de serias críticas, ya que el objeto de la obligación no es el patrimonio del deudor, sino que
el poder de agresión patrimonial es a título de sanción, en caso excepcional de incumplimiento
3. Teoría ecléctica: Trata de compatibilizar las ideas de la doctrina clásica, con la teoría unitaria personalista. Critica
a ambas por haber tenido en cuenta solo uno de los aspectos del derecho real; entonces se elaboraron definiciones
que incluyan elementos que integran ambos conceptos. Así, Allende definió al derecho real como un derecho
absoluto, de contenido patrimonial, cuyas normas sustancialmente de orden publico establecen entre una persona
(sujeto activo) y una cosa determinada (objeto) una relación inmediata, que previa publicidad obliga a la sociedad
(sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto contrario al mismo (obligación negativa), naciendo para el caso
de violación una acción real, que otorga a sus titulares las ventajas inherentes al iuspersequendi y al iuspreferendi
Dualismo poderes – facultades.
Este es un criterio sustentado por Edmundo Gatti, para quien el poder jurídico es un derecho subjetivo cuya esencia
consiste en un señorío de la voluntad sobre personas o cosas, que se ejerce de propia autoridad y, por lo tanto, en
forma autónoma e independiente de otra voluntad.
La facultad jurídica, en cambio, es un derecho subjetivo cuya esencia consiste en una pretensión, o sea, la posibilidad
por parte del titular de requerir de una persona determinada cierto comportamiento.
Entonces, en cuanto al poder jurídico real, es un poder sobre cosas determinadas, de carácter patrimonial, regulado
principalmente por normas de orden público. Los poderes jurídicos reales son susceptibles de adquisición a titulo
originario o derivado y pueden ejercerse por medio de representante. Pueden ser perpetuos o temporarios y son
protegidos por acciones reales.
Definición legal del CCyC
El Código define en su artículo 1882 al "Derecho Real" como "el poder jurídico de estructura legal, que se ejerce
directamente sobre su objeto, en forma auyónoma y que atribuye a su titular facultades de persecución y preferencia
y las demás previstas en el código"
Análisis de la definición
Poder jurídico: Relacion de poder. Un derecho subjetivo
de Estructura legal: el poder jurídico esta regulado por leyes de orden público y se aplica el principio de numerus
clausus (el número de derechos reales ya está determinado de manera que no pueden crearse nuevos)
Se ejerce sobre su objeto de manera directa y autónoma: la relación es inmediata, directa entre el titular y la cosa.
El sujeto activo puede sacar de la cosa un beneficio mayor o menor sin que medie persona obligada a
suministrárselo. No hay un sujeto que se interponga entre el sujeto activo y la cosa.
1.3 - Regimen Legal. Trascendencia política, económica y social. Incidencia del orden público. Sistema del
número cerrado. Caracterización de los enumerados en el código y fuera del código. Clasificación
Incidencia del orden publico
1.4 - Elementos de los Derechos Reales. Sujeto activo: Titular. Regla y excepciones. Singularidad o pluralidad.
Objeto: cosa. Totalidad o parte material. Por una parte indivisa o alicuota. Bien o derecho.
Elementos de los derechos reales:
Los elementos de los Derechos Reales se pueden dividir en: sujeto (tanto personas humanas como jurídicas),
objeto(cosas) y causa. También podemos decir que reconocen como casa fuente a los hechos y actos jurídicos
Sujeto
Tal como se mencionó supra, el sujeto puede ser tanto las personas humanas como las jurídicas. Dentro del elemento
“sujeto” podemos encontrar que son los titulares de los Derechos reales
Derechos reales exclusivos: van a admitir que el titular, sea solo una persona humana (dominio perfecto) tiene que
ser individual y no plural, en cambio en los derechos creditorios si se permite esta pluralidad.
El sujeto pasivo de la relación jurídica esta siempre conformado por personas indeterminadas, que son con las
personas o el titular entra en contacto también hay un sujeto activo dentro de la misma, la cual va a ser la que
desarrolla la relación o hecho jurídico.
Objeto
Objeto: es la cosa material. El Art. 1883 establece que el derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material
de la cosa que constituye su objeto, por el todo o por una parte indivisa.
Es decir que las facultades de usar, gozar y disponer que derecho real le reconoce al sujeto deben aplicarse sobre un
objeto material, corpóreo e individualizado
Ejemplos:
Patrimonio: es el conjunto de bienes de una persona, es decir, que tienen valor económico. Es un atribuno de
la persona
Mortis causa
La cosa no
era hurtada
ni perdida
C. Adquiere
la cosa de
A (titular B. Solo era Buena Fe.
real de la tenedor de Tiene una
cosa) la cosa convicción
de que B es
el titular
Transmite
el bien a
titulo
oneroso
Como lo describe el título de la norma, el presente versa sobre otro modo de adquisición legal, esta vez, cuando se
adquiere una cosa mueble no registrable, ni robada ni perdida. En rigor, se trata de una protección que dispensa la ley
en favor de aquel que la adquiere creyendo en la titularidad del derecho de parte de aquel que lo transmite.
Para ello deben cumplirse distintos presupuestos que traducen el principio de seguridad dinámica. En efecto, si bien
existe un principio en cuya virtud nadie puede transmitir sobre una cosa un derecho ni mejor ni más extenso que el
que se tiene (art. 399 CCyC), casos como el que trata este artículo son una clara muestra de la protección de aquel
que obra de buena fe y paga (título oneroso).
1.6.- Adquisiciones derivadas. Concepto. Principio del nemo plus iuris. Regla de transmisibilidad y
excepciones. Convalidación. Teoría del título y el modo. Extinción.
Adquisición derivada: hay traslado del derecho de un sujeto a otro. Encontramos dos clases de adquisición derivada:
por mortis causa y por acto entre vivos. La adquisicón derivada por acto entre vivos de derechos reales que se ejercen
por la posesión requiere la concurrencia del título y del modo, ya que la tradición por sí sola no sirve para transmitir
el derecho real, si no va precedida de un negocio jurídico antecedente que justifica la transmisión. En el caso de los
Derechos que no se ejercen por la posesión, se requiere solamente el título.
Principio del nemo plus iuris
Art. 399. Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el que tiene, sin
perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas.
Así, el que tiene un dominio revocable sobre un inmueble, según consta en su título, no puede transmitir sobre el
mismo un dominio irrevocable (art. 1966).
Este principio se relaciona con el de convalidación de los derechos reales, establecido por el art. 1885, por el cual el
que transmitió o constituyó un derecho real que no tenía derecho a transmitir o a constituir, si lo adquiere después, se
entiende que transmitió o constituyó un derecho real verdadero como si lo hubiera tenido al tiempo de la transmisión
o de la constitución.
La excepción de este principio la brinda el art. 392.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Conversión. Convalidación.
El art. 1885 del nuevo CCyC legisla sobre la Convalidación, proclamando: Art. 1885. Convalidación. Si quien
constituye o transmite un derecho real que no tiene, lo adquiere posteriormente, la constitución o transmisión queda
convalidada
Mediante este artículo se consagra el principio general de convalidación de los derechos reales, que apunta a un acto
jurídico originariamente ineficaz que posteriormente, por un suceso que ocurre luego de su celebración, adquiere
validez con efecto retroactivo al momento de su otorgamiento para el cumplimiento de los efectos legales
pertinentes.
El código anterior tenía un sistema similar, pero tenía una excepción en la hipoteca, ya que era indispensable para la
constitución de ese derecho real, que la cosa se encontrase en cabeza de quien constituía la hipoteca. Ahora este
principio rige para todos los derechos reales.
Cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste pasa la posesión a quien la tenía a su nombre,
Cuando el que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de otro, quien la adquiere
desde que el tenedor queda notificado de la identidad del nuevo poseedor.
Tampoco es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro, reservándose la tenencia y constituyéndose en
representante del nuevo poseedor. La posesión se adquiere asimismo por el apoderamiento de la cosa
¿Y si no hay título suficiente?: La tradición solo hace adquirir la posesión pero no el dominio. Ejemplo: si vendo un
inmueble y, con boleto de compra venta, el vendedor le da el inmueble al comrpador, éste será poseedor pero no
titular del dominio hasta que no se haga la escritura. Entonces, deben concurrir título y modo suficientes para
transmitir los derechos reales que se ejercen por la posesión.
1.7.- Oponibilidad de los Derechos Reales. Publicidad. Publicidades suficientes: registral y posesoria.
Publicidad registral inmobiliaria. Sistemas de Publicidad Registral. Derecho comparado. La publicidad en la
Ley 17.801. Antecedentes. Sistema y principios registrales. Funcionamiento. Recursos.
Los Derechos Reales son oponibles erga omnes, por lo que requieren publicidad para ser conocidos y oponibles a
ciertos terceros
No registrales: sistemas en los que se usan otros medios para lograr la publicidad de los Derechos Reales en
lugar de la inscripción en el registro
Registrales: sistemas en que sí se usa la inscripción en el registro correspondiente para lograr la publicidad
del derecho real. Encontramos:
o Sistema registral de transcripción o Inscripción:
Transcripción: exige que se inscriba todo lo relacionado con el derecho real en cuestión.
Inscripción: sólo exige una síntesis, un resumen del titulo a inscribir
o Sistema registral Personal o Real:
Personal: Los títulos se anotan cronológicamente y luego se hace una lista por orfen
alfabético con el nombre de los titulares.
Real: se tiene en cuenta la cosa por lo que con los datos de la cosa se llega a un informe
sobre su estado jurídico.
o Sistema registral Declarativo o Constitutivo:
Declarativo: la inscripción sirve como publicidad, para declarar a los terceros que entre las
partes ya existe un derecho real.
Constitutivo: donde la inscripción es exigida para que se constituya el derecho real, tanto
entre las partes como frente a terceros (Caso de los vehículos)
o Sistema registral que Convalida o No convalida Títulos:
Convalida: la inscripción subsana cualquier vicio que el título pudiera tener.
No convalida: la inscripción no convalida el título ni subsana defectos
Derecho Comparado
Los sistemas registrales son las formas de inscribir y los efectos que le otorgan a esa inscripción. La ley 17711
adopta el sistema de folio real.
El autorizante (escribano) del documento que se pretente inscribir o anotar o bien su reemplazante legal
Quien tuviere interés en asegurar el derecho que se ha de registrar
Los que constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o exitingan derechos reales sobre inmuebles.
Los que dispongan embargos, inhibiciones y dempas providencias cautelares
Los establecidos por otras leyes provinciales
Requisitos:
Titulares
Poder judicial
Organismos del Estado
Quienes ejerzan las profesiones de abogado, escribano, procurador, ingeniero, agrimensor, arquitecto,
contador o martillero
Los martilleros públicos, gestores de asuntos judiciales y administrativos reconocidos por el Registro
Quienes no estando comprendidos en la enumeración precedente, acrediten tener interés legítimo.
Concepto
Se han elaborado diferentes conceptos, que resaltan aspectos internos y externos de la figura; a continuación, se
ensaya uno que intenta contemplar los rasgos fundamentales de la PCI:
La Propiedad Comunitaria Indígena es un derecho colectivo y de fuente constitucional; vincula a los Pueblos
Indígenas con el territorio, dentro del cual definen su desarrollo material y espiritual, en base a su cosmovisión, sus
prácticas, valores y conocimientos tradicionales; lo que le permite su supervivencia y desarrollo con identidad
económica, social y cultural.
Caracteres de PCI
a) Derecho colectivo
Los derechos colectivos surgen como un constructo jurídico-político diseñado como concepto disyuntivo de la
división dicotómica entre bienes públicos y bienes privados; este binomio conceptual que predominó en la
racionalidad teórica de la modernidad entró en crisis a partir de su insuficiencia para dar respuestas a los nuevos
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
problemas; particularmente con la aparición del derecho indígena. Nuevas indagaciones en la filosofía, la sociología
y tímidamente en el campo del derecho abren paso a nuevas construcciones teóricas, en la búsqueda de respuestas
alternativas.
El pensamiento bidimensional público/privado en el campo jurídico no da cuenta de los principios de solidaridad,
cohesión, complementariedad en los que se fundan las relaciones que caracterizan al hombre no como centro de la
naturaleza sino como un componente de ella. En este intersticio, se configuran los derechos colectivos como
categoría de derechos diferentes a las clásicas publico/privado. Así, en los derechos colectivos indígenas; el nuevo
sujeto jurídico titular es un ser comunitario, expresión de la paridad cósmica, ligado a los derechos a la identidad
cultural, la autonomía y la libre determinación. El disfrute de los bienes que le corresponden a este sujeto de derecho
no puede realizarse de modo individual sino como componente de la comunidad.
b) Origen constitucional
La reforma constitucional del año 1994 incorpora en el art. 75 inc. 17 una serie de derechos indígenas que se derivan
del reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas que habitan el territorio argentino;
entre ellos se declaran el de la posesión y propiedad comunitaria de las tierras tradicionalmente ocupadas; y la
entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo de los pueblos indígenas.
c) Derecho humano
Constituye un derecho humano y es el fundamento jurídico para definir el territorio, base de la subsistencia de los
Pueblos Indígenas, y de su desarrollo con identidad cultural y espiritual. La CIDH considera que el derecho a la
tierra/territorio es un derecho humano; debido a la conexión intrínseca que los integrantes de los pueblos indígenas
tienen con su territorio, la protección del derecho a la propiedad, uso y goce sobre éste es necesaria para garantizar su
supervivencia (Sarayaku vs. Ecuador, 2012 ).
d) Especial vínculo material y espiritual
“para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión producción sino
un elemento material y espiritual del que deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y
transmitirlo a las generaciones futuras” (Awas Tingni, 2001); y “la cultura de los miembros de las comunidades
indígenas corresponde a una forma de vida particular de ser, ver y actuar en el mundo, constituido a partir de su
estrecha relación con sus territorios tradicionales y los recursos que allí se encuentran, no solo por ser éstos su
principal medio de subsistencia, sino además porque constituyen un elemento integrante de su cosmovisión,
religiosidad, y por ende, de su identidad cultural...los estados deben tener en cuenta que los derechos territoriales
indígenas abarcan un concepto más amplio y diferente que está relacionado con el derecho colectivo a la
supervivencia como pueblo organizado, con el control del hábitat como una condición necesaria para la reproducción
de su cultura, para su propio desarrollo y para llevar a cabo sus planes de vida…” (Yaxye Axa, 2.005).
e) Función de garantía:
El art. 75 inc. 17 de la Constitución nacional, dispone que la PCI no será enajenable, transmisible ni susceptible de
gravámenes o embargos; estas limitaciones que la determinan como intransmisible e inembargable se deben
comprender como garantías tendientes a la protección de los pueblos indígenas y sus comunidades; no debe olvidarse
la historia de abusos y despojos a los que han sido sometidos. El convenio 169 de la OIT en el art. 17 apunta a
respetar la autonomía de los pueblos y sus prácticas tradicionales, imponiendo la protección frente a abusos de
terceros.
Estandares internacionales de la PCI
Los estándares mínimos internacionales elaborados a partir de la Jurisprudencia y doctrina de la CIDH son
obligatorios para los Estados partes del sistema interamericano de protección de los derechos humanos, de
conformidad con la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados de 1969. Se enuncian de la siguiente
forma:
El art. 21 de la Convención americana de derechos humanos se debe interpretar a la luz del convenio 169 OIT.
El concepto de tierra/territorio se debe interpretar a partir del especial vínculo con la tierra que determina a los
pueblos indígenas como sujetos colectivos.
Corpus: es la posibilidad de disponer físicamente de una cosa. No es necesario el contacto físico con la cosa,
basta con la posibilidad física de ejercer una influencia inmediata sobre ella y de excluir toda influencia
extraña.
Si ese poder físico con la cosa esta acompañado del animus domini se configura la posesión, si falta habrá
tenencia.
Animusdomini: intención de comportarse con la cosa como lo haría el dueño. Actitud de no reconocer en
otra persona un derecho superior. El ladrón sería poseedor por ejemplo.
Síntesis:
Para Savigny:
o P= c + a + A - Posesión (P) es igual al contacto físico o mera yuxtaposición local (c) acompañado de
un mínimo de voluntad (a), todo lo cual configura el corpus, mas el animus domini (A).
o T= c + a - La tenencia (T) es equivalente al corpus (c+a), en ausencia del animus domini.
Presunción de poseedor: Art. 1911. Presunción de poseedor o servidor de la posesión. Se presume, a menos
que exista prueba en contrario, que es poseedor quien ejerce un poder de hecho sobre una cosa. Quien
utiliza una cosa en virtud de una relación de dependencia, servicio, hospedaje u hospitalidad, se llama, en
este Código, servidor de la posesión.
Se trata de una presunción iuris tantum que puede ser destruida por prueba contraria: quien pretenda que
quien tiene un poder de hecho sobre una cosa no es poseedor, sino tenedor, deberá probarla.
Presunción de fecha y extensión: Art. 1914. Presunción de fecha y extensión. Si media título se presume
que la relación de poder comienza desde la fecha del título y tiene la extensión que en él se indica.
Dicho artículo se refiere al título como causa de la relación de poder, o sea, el acto jurídico válido para
establecerla, que varía según se trate de posesión o tenencia; en el primer caso puede ser un contrato de
compraventa y en el segundo un contrato de locación.
Tratándose de una presunción, puede producirse prueba en contrario tendiente a demostrar, por ejemplo que
un locatario, tenedor del inmueble en virtud del contrato de locación, adquiere la cosa por donación y
comienza a poseerla como dueño.
El título solo sirve como prueba de la adquisición y de la extensión, en caso que la relación de poder no se
ejerza sobre toda la cosa sino solo sobre una parte de ella. Cabe entender por título también a los
instrumentos privados
Principio de inmutabilidad de la causa: Art. 1915. Interversión. Nadie puede cambiar la especie de su
relación de poder, por su mera voluntad, o por el solo transcurso del tiempo. Se pierde la posesión cuando
el que tiene la cosa a nombre del poseedor manifiesta por actos exteriores la intención de privar al poseedor
de disponer de la cosa, y sus actos producen ese efecto.
Facilita la prueba y desvirtúa la crítica de Ihering en el sentido de que el animus domini era un elemento
variable sujeto al capricho de las personas. Pues nadie puede cambiar la especie por su propia voluntad, con
lo cual no es cierto que el poseedor pueda cambiar la idea y convertirse en tenedor, como sostenía Ihering al
examinar la teoría de Savigny.
Tampoco es posible alterar la especie de la relación por el solo transcurso del tiempo.
Si el poseedor se convierte en tenedor (propietario que vende su casa y continua habitándola como locatario),
el código presume que continúa como tal hasta tanto no se pruebe lo contrario. La prueba no será difícil,
basta con presentar los contratos (compraventa y locación); el cambio de la relación surge de circunstancias
Muebles:
o Hurto: hay que tener en cuenta un elemento primordial que es la apropiación, sea violenta o no, con
la consiguiente privación de la cosa para el poseedor legítimo.
o Estafa: prevista en el código penal. Uno de los supuestos es la del inc. 9 art. 173: “el que vendiere o
gravare como bienes libres, los que fueren litigiosas o estuvieren embargados o gravados; y el que
vendiere, gravare o arrendare como propio, bienes ajenos”.
o Abuso de confianza: vicio común a la posesión de cosa mueble o inmueble, se configura cuando
alguien ha recibido la cosa con obligación de restituirla pero no lo hace. Intervención de titulo
Inmuebles:
o Violencia: hay que diferenciar la violencia en la posesión de la violencia en el título: la primera se
refiere a las vías de hecho, que implican el empleo de la fuerza material o moral para establecer la
relación real entre el poseedor de mala fe y la cosa; la segunda vicia el título y puede conllevar su
nulidad, pero no vicia la posesión misma.
o Clandestinidad: se requiere que medie ocultamiento, que la posesión no sea pública respecto del
anterior poseedor, aun cuando los terceros conozcan la situación. No es necesario que el anterior
poseedor conozca lo sucedido, basta con que haya podido conocer la usurpación.
o Abuso de confianza.
Relatividad de los vicios: quien adquiere una posesión en forma viciosa solo reviste este carácter frente a quien fue
víctima del vicio, mas no frente a terceros.
Tradición
ARTICULO 1924.- Tradición. Hay tradición cuando una parte entrega una cosa a otra que la recibe. Debe consistir
en la realización de actos materiales de, por lo menos, una de las partes, que otorguen un poder de hecho sobre la
cosa, los que no se suplen, con relación a terceros, por la mera declaración del que entrega de darla a quien la
recibe, o de éste de recibirla.
La tradición es la forma de adquirir la relación de poder respecto de una cosa que otro posee o tiene; debe
diferenciarse del desapoderamiento y del apoderamiento, ya que aquel presta su consentimiento en que la adquisición
se realice. Es la entrega voluntaria, de lo contrario habría desapoderamiento. Es un medio bilateral, se opera por la
voluntad de los intervinientes.
Significa entrega de la cosa. Es el desplazamiento de la posesión o de la tenencia de la cosa que se va a transmitir, a
la persona del adquirente, con el consentimiento concurrente de ambas partes sobre su realización.
Es suficiente con que la cosa sea puesta a su disposición, en tanto el destinatario haya manifestado su
consentimiento, expreso o tácito, de recibirla. La entrega es la faz externa del acuerdo de voluntades.
Naturaleza jurídica: acto jurídico, ya que se trata de un acto voluntario (art. 260), lícito (art. 259) y es un acto
jurídico bilateral. Debe manifestarse por un hecho exterior, por la realización de actos materiales de por lo menos
una de las partes.
Importancia de la tradición:
Es constitutiva de derechos reales.
Modo de adquirir la posesión y cumplimiento de una relación obligacional (obligación que tiene el vendedor
de entregar la cosa al comprador).
Publicidad de los derechos reales en materia de cosas muebles no registrables.
Es la forma de cumplir o ejecutar la obligación de dar, desplazando los riegos de la cosa al accipiens.
Formas de hacer la tradición: el código además de adoptar el sistema del título y modo a los efectos de la
transmisión de los derechos reales, sigue el sistema romano, el cual exige la entrega material de la cosa pero de una
forma menos ritualista, ya que exige actos materiales pero también reconoce efectos a la “mera declaración”, entre
las partes.
Los actos materiales admiten 3 posibilidades:
Traditio brevi manu: cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste por un acto jurídico pasa el
dominio de ella al que la poseía a su nombre. Ejemplo: el locatario que compra el inmueble locado.
Cuando el que la posea a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de otro. El requisito es la
notificación al locatario o al depositario que es el deudor cedido.
Constituto posessorio: cuando el poseedor le transfiere a otro reservándose la tenencia y constituyéndose en
poseedor a nombre del adquirente. La situación es inversa aquí, el poseedor deviene tenedor. Ejemplo: soy
dueño del dpto. y lo vendo pero permanezco en el mismo como inquilino. Se exige escritura de venta y
contrato de alquiler.
Por último, cabe decir, que la mera declaración no suple los actos materiales “con relación a terceros”, de modo que
entre las partes tendrían pleno efecto.
Otras formas de tradición
ARTICULO 1925.- Otras formas de tradición. También se considera hecha la tradición de cosas muebles, por la
entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas u otros documentos de conformidad con las reglas respectivas,
sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y orden de otro, cuando el remitente las entrega a quien debe
transportarlas, si el adquirente aprueba el envío
Tradición de cosas muebles que deben transportarse: son supuestos en los cuales la entrega no se realiza
de mano en mano y “se considera hecha por la entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas, u otros
documentos”. Tales documentos representan a las mercaderías. Esto facilita el comercio, de lo contrario no
sería posible (menos el internacional).
Se trata de la entrega de documentos, esta forma de tradición es aplicable cuando el poder de las cosas queda
materializado en un documento que en el trafico jurídico vale como la cosa misma. Solo es aplicable a las
cosas muebles.
El conocimiento es el documento que acredita la entrega de la mercadería a los efectos del transporte por
agua. Es un título representativo de la mercadería que, cuando es entregado, transfiere la posesión y la
propiedad de ellas.
La carta de porte cumple similar función cuando se trata del transporte terrestre o aéreo (art. 1298).
La entrega de la factura pone las cosas a disposición del adquirente (art. 1145).
Cabe agregar también a los certificados de depósito y los warrants.
Cosas remitidas por cuenta de otro: se opera la tradición si “el adquirente aprueba el envió” ya que dicho
agente actuara como representante del adquirente. En este supuesto, hay actos materiales de ambas partes:
del tradente al remitir la mercadería y del adquirente a través de la recepción de su agente (representante).
ABANDONO TRADICIÓN
Puede ser poseída por cualquier persona, incluso la El tradente se desprende de la cosa a favor de la
posesión puede ser retomada por quien la abandono, en persona a la cual quiere transmitirla.
tanto no haya sido adquirida por un tercero.
Otros modos: los modos bilaterales de adquirir relaciones de poder son causales de extinción como la tradición,
traditio brevi manu y el constituto posesorio, pues mientras alguien adquiere la posesión, la pierde el transmitente
2.4 Efectos. Derechos y deberes inherentes a las relaciones de poder. Efectos de la buena o mala fe. Frutos.
Productos. Mejoras. Riesgos. Efectos propios de la posesión y de la tenencia.
Derechos y deberes inherentes a las relaciones de poder
Deberes
“Art. 1933. Deberes inherentes a la posesión. El poseedor y el tenedor tienen el deber de restituir la cosa a quien
tenga el derecho de reclamarla, aunque no se haya contraído obligación al efecto.
Deben respetar las cargas reales, las medidas judiciales inherentes a la cosa, y los límites impuestos en el Capítulo
4, Título III de este Libro”
Estos deberes son previstos para el poseedor como para el titular del derecho real aun cuando no sea poseedor.
Obligación de restituir: tanto el poseedor como el tenedor pueden tener la obligación de restituir la cosa sobre la
que ejercen el poder de hecho. Ejemplo: el locatario debe restituir al poseedor, el usufructuario al dueño. No siempre
existirá el deber de restituir en la posesión, ello dependerá del tipo de derecho que se ejerza y de la calidad del
poseedor. Cuando se trata de la tenencia siempre existe esa obligación.
La obligación de restituir existe aun cuando “no se haya contraído obligación al efecto”. Ejemplo: quien encuentra
una cosa perdida está obligado a devolverla.
La restitución debe ser hecha a “quien tenga el derecho de reclamarla”.
Si la cosa es mueble no registrable y el deudor hace, a título oneroso, tradición de ella a otro, el acreedor no
tiene derecho contra los poseedores de buena fe, sino cuando la cosa le fue robada o se ha perdido.
Si la cosa es inmueble o mueble registrable, el acreedor tiene acción real contra terceros salvo que se trate de
subadquirentes de buena fe y a título oneroso.
Cargas reales que afectan la cosa: el hecho de que la cosa se encuentre gravada con un derecho real (servidumbre o
hipoteca) impone que quien posea la cosa deba respetarlo. Es una consecuencia del iuris persequendi y de su
oponibilidad erga omnes. Se trata de cargas reales (derecho real sobre cosa ajena visto de quien lo soporta).
Para alguna doctrina las cargas reales abarcan a los impuestos, tasas y contribuciones que pesan sobre el objeto, pero
el CCyC no incluye estos deberes (art. 1888).
Las medidas judiciales impuestas a la cosa deben ser respetadas por los poseedores o tenedores de ella. Ejemplo: si
se trabó alguna medida cautelar.
Frutos, mejoras y productos
“ARTICULO 233.- Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se
altere o disminuya su sustancia. Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.
Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia.
Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son separados.”
Frutos: es una parte de la cosa, no un accesorio salvo los civiles, que puede ser separada o extraída de ella sin
ocasionarle un perjuicio o menoscabo importante. Ejemplo: cría de un animal, frutos de un árbol o planta, alquileres
de un inmueble.
Producto: implica la modificación o menoscabo de la sustancia de la cosa. Una vez separado la cosa no los produce
como la madera extraída de un árbol
ARTICULO 1934.- Frutos y mejoras. En este Código se entiende por:
a) fruto percibido: el que separado de la cosa es objeto de una nueva relación posesoria. Si es fruto civil, se
considera percibido el devengado y cobrado;
b) fruto pendiente: el todavía no percibido. Fruto civil pendiente es el devengado y no cobrado;
c) mejora de mero mantenimiento: la reparación de deterioros menores originados por el uso ordinario de la cosa;
d) mejora necesaria: la reparación cuya realización es indispensable para la conservación de la cosa;
e) mejora útil: la beneficiosa para cualquier sujeto de la relación posesoria;
f) mejora suntuaria: la de mero lujo o recreo o provecho exclusivo para quien la hizo.
ARTICULO 1935.- Adquisición de frutos o productos según la buena o mala fe. La buena fe del poseedor debe
existir en cada hecho de percepción de frutos; y la buena o mala fe del que sucede en la posesión de la cosa se juzga
sólo con relación al sucesor y no por la buena o mala fe de su antecesor, sea la sucesión universal o particular.
El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales devengados no percibidos. El de mala fe
debe restituir los percibidos y los que por su culpa deja de percibir. Sea de buena o mala fe, debe restituir los
productos que haya obtenido de la cosa.
Los frutos pendientes corresponden a quien tiene derecho a la restitución de la cosa.
ARTICULO 1936.- Responsabilidad por destrucción según la buena o mala fe. El poseedor de buena fe no
responde de la destrucción total o parcial de la cosa, sino hasta la concurrencia del provecho subsistente. El de
mala fe responde de la destrucción total o parcial de la cosa, excepto que se hubiera producido igualmente de estar
la cosa en poder de quien tiene derecho a su restitución.
Si la posesión es viciosa, responde de la destrucción total o parcial de la cosa, aunque se hubiera producido
igualmente de estar la cosa en poder de quien tiene derecho a su restitución.
Frutos naturales e industriales: se consideran percibidos desde que se separan de la cosa y pueden ser susceptible
de una nueva relación. Separar hace referencia al modo en que debe emplear el hombre para obtener el fruto,
levantar, recoger.
Guarda mejor relación con la obtención de frutos dentro de la actividad pecuniaria y tratándose de animales la
separación se producirá, por ejemplo, desde el nacimiento de la cría, la leche desde el ordeñe, etc.
Para que la percepción tenga lugar no basta con la mera separación, sino que se requiere de la efectiva aprehensión
de la cosa por parte del poseedor de buena fe.
En síntesis, solo se reputan percibidos por el poseedor, y consecuentemente, de su propiedad desde que se separen
dentro del período de su posesión y antes de que cese su buena fe (art. 1920).
Frutos civiles: para que el poseedor de buena fe pueda hacerlos suyos no basta con que le sean adeudados, sino que
deben ser percibidos, lo que acontece su cobro real y efectivo.
Frutos pendientes: son los aun no percibidos. Los frutos civiles no serán percibidos si están solamente devengados,
lo que significa que los frutos devengados durante el período de posesión de buena fe, que no fueron percibidos al
Mejoras necesarias: son aquellas sin las cuales la cosa no podría ser conservada, es decir, sin cuya
realización la cosa se hubiere deteriorado o perdido. Ejemplo: reparación de techos, muros.
Mejoras útiles: son aquellas de manifiesto provecho para cualquier poseedor de la cosa, incrementan
el valor o renta de la cosa. Ejemplo: instalación de servicios, realización de cocheras.
Mejoras suntuarias: son las de mero lujo o recreo, llamadas también voluptorias. Solo sirven para
adorno, lucimiento o recreo. Ejemplo: decoración, pinturas.
Mejoras de mero mantenimiento: son las reparaciones de deterioros menores. Ejemplo: limpieza de
un filtro.
Buena fe y percepción de los frutos: el art. 1920 establece que, por regla, la buena fe se determina en el origen de
la relación. Distinto es el sistema en cuanto a la percepción de frutos, ámbito en la cual la buena o mala fe se califica
en cada hecho de percepción. Cada acto de percepción constituye un hecho aislado, cuyo carácter es independiente
de las percepciones anteriores.
Sucesión universal: acaecida la muerte del poseedor, el heredero continúa la persona del causante y la posesión se le
transmite. Aquí la buena o mala fe se determina por la condición del causante, cualquiera que sea la posesión del
sucesor (art. 1901). Esta regla no rige en materia de percepción de frutos, ya que hemos dicho que aquí la buena o la
mala fe se califica aisladamente en cada hecho de percepción. De modo que si el causante es de mala fe y el heredero
es de buena fe, debe ser tratado como de buena fe
Sucesión particular: es posible que un poseedor de mala fe transmita por venta la cosa a un tercero. Nada impide
que este pueda ser reputado de buena fe, pues aquí la calificación se hace en la persona del sucesor (art. 1920). La
buena o mala fe permanece invariable “mientras no se produzca una nueva adquisición”. En esta sucesión hay una
nueva adquisición.
En lo que respecta a la percepción de frutos, la buena o mala fe se determina en cabeza del sucesor, cualquiera sea la
calificación del antecesor.
Restitución y adquisición de frutos: los frutos pendientes, industriales o civiles pertenecen al que reivindica o tiene
derecho a la restitución.
Los frutos naturales pendientes si se devengaron pertenecen al poseedor de buena fe, lo que no ocurre con los otros
frutos que resulta indiferente si se devengaron o no.
En todos los casos el poseedor de buena fe hace suyo los frutos percibidos.
Antes de que se separen los frutos naturales e industriales integran la cosa, con el carácter de frutos pendientes, por
lo tanto los frutos pendientes corresponden al propietario reivindicante. Luego de ser separados pertenecen al
poseedor de buena fe.
En el caso de los frutos naturales devengados hay una excepción, otorgándoselos al poseedor de buena fe aun cuando
no los hubiere percibido.
El poseedor de mala fe debe restituir lo percibido y tampoco tiene derecho a los naturales devengados y no
percibidos. Debe restituirlos al propietario y además, aunque la norma no lo exprese, debe pagar el valor de los frutos
cuando ya no se encuentran en su poder, es decir, deberá abonarle el valor de los frutos no generados por su falta de
diligencia, cesando su responsabilidad si la improductividad proviene de un caso fortuito o fuerza mayor.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Cesación de la buena fe: la buena fe debe existir en cada caso de percepción y la citación al juicio determina la mala
fe. Una vez que sea notificado de la demanda, deberá devolver los frutos que perciba a partir de ese momento.
Productos: deben ser restituidos por el poseedor aunque sea de buena fe, al dueño de la cosa. Si bien la norma no
dice nada, cabe concluir que si los productos extraídos por el poseedor no se encuentran en su poder, por haberlos
enajenado, perdido o destruido, ante la imposibilidad de restituirlos, estará obligado a pagarle su valor. De igual
manera en caso de deterioro, con la salvedad si ellos se hubieran destruido igualmente de haber estado en poder de
quien tiene derecho a la restitución, salvo que el poseedor sea vicioso (art. 1936).
Principio: el poseedor de buena fe no responde por la destrucción o deterioro de la cosa. La cosa se puede
destruir total o parcialmente por:
o Un hecho de la naturaleza.
o De un tercero.
o O del propio poseedor que considera que ejerce un derecho real. Debe ser armonizado con el art. 10
que no ampara el ejercicio abusivo de los derechos y faculta al juez, a fijar una indemnización. Hay
que valorar si el poseedor no ejerció sus facultades de manera abusiva, pues de haberlo hecho
responderá frente al dueño que reivindica.
En síntesis, no responde por hechos que sean el ejercicio regular del derecho de propiedad, y tampoco por los
originados en su negligencia, pero si deberá hacerlo cuando se advierta una conducta dolosa o abusiva.
Excepción: “sino hasta la concurrencia del provecho subsistente”, es decir, responde si obtuvo provecho
alguno hasta el límite determinado por su beneficio. Ejemplo: después de demolida la casa, vende los
materiales, el precio recibido por los materiales será el valor del provecho, pues se trata de evitar que el
poseedor de buena fe se enriquezca en perjuicio del que tiene derecho a la restitución.
Responsabilidad del poseedor de mala fe: el poseedor de mala fe es responsable del daño que le cause al
propietario.
Responde de la destrucción total o parcial causada por un hecho suyo, culpable o doloso, cuando no hubiese obtenido
ningún provecho de la cosa.
La norma no lo dice pero puede interpretarse que no responde si el daño ocurrió por caso fortuito (“se hubiera
producido igualmente de estar la cosa de quien tiene derecho a su restitución). Ejemplo: la cosa se destruyó por
inundación. Para los poseedores viciosos no rige esta exención, ya que el fundamento es que dicha posesión tuvo su
origen en un hecho ilícito.
Transmisión de obligaciones al sucesor
ARTICULO 1937.- Transmisión de obligaciones al sucesor. El sucesor particular sucede a su antecesor en las
obligaciones inherentes a la posesión sobre la cosa; pero el sucesor particular responde sólo con la cosa sobre la
cual recae el derecho real. El antecesor queda liberado, excepto estipulación o disposición legal.
Obligaciones reales: denominadas propter rem o ambulatorias (a causa o por razón de la cosa, los deudores lo son
por la cosa sobre la cual cuentan con un derecho real el acreedor). Son obligaciones que van adheridas a la cosa: es la
titularidad de ésta la que designa al sujeto pasivo de la deuda y cuando aquella cambia por pasar la cosa a un nuevo
titular, cambia también el deudor, que pasa a serlo el nuevo adquirente.
Res mancipi: integraban el elemento estático, cuya enajenación se trataba de impedir. Ejemplo: fundo,
animales, esclavos.
Res nec mancipi: eran las demás cosas que podían ser sometidas por un hombre a su dominio y además
comercializarlas.
La única forma de propiedad privada fue la quiritaria, cuyo titular debía ser un ciudadano romano, solo recaía sobre
cosas romanas y se adquiría, si se trataba de las res mancipi mediante la mancipatio, y si eran las res nec mansipi
mediante la traditio.
Cuando se adquiría una res mancipi, el adquirente no adquiría dominio sobre ella, pero se le otorgaba protección a
esa posesión.
Dicha distinción se fue dejando de lado, generalizándose el modo de adquisición por la traditio.
Edadmedia. A mediados del siglo IX, aparecen los señores feudales. El sistema de la tierra feudal era así: el dominio
directo lo tenía el señor feudal, pero lo trabajaban los vasallos, eran los que explotaban la tierra y tenían el llamado
dominio útil. A medida que aumentaba el poder de los reyes estos señores feudales fueron perdiendo el de ellos hasta
que en 1789 con la Revolución Francesa desaparece la tierra feudal.
Liberalismo. El Código Civil Francés nos dice que propiedad es el derecho de gozar y disponer de las cosas de
manera absoluta, y que el propietario puede usar y disponer de sus cosas aunque perjudique a terceros. Esto nos
indica que en un régimen capitalista las desmembraciones que puede sufrir el dominio se reduce bastante y el dueño
tiene poder absoluto sobre sus bienes, mientras que el Estado solamente cumple la función de vigilar.
Es lo que se llama “estado gendarme”, el consiguió que los que tenían la riqueza se abusaran de los que no la tenían.
Con el tema de las grandes industrias el más perjudicado fue el trabajador, ya que su trabajo (única propiedad que
tenia) dependía de la oferta y la demanda.
Durante el capitalismo surge la idea de propiedad como sinónimo de libertad, ya que permitía, al propietario de esos
recursos, trazar su propio destino a través de ellos.
Comunismo o socialismo. Esta corriente busca eliminar la propiedad privada, socializarla, transformarla en colectiva
o someterla a limitaciones en favor del interes social. Hasta no hace muchos años, la UNRSS existía y tenía una ley
que sentaba "las bases de la legislación civil de la URSS" dando en dos artículos las definiciones de propiedad del
Estado y personal
a. Propiedad del Estado: tierra, subsuelo, aguas, bosques, fábricas, minas, transporte, centrales eléctricas, bancos,
medios de comunicación, etc.
b. Propiedad personal: bienes que satisfacen las necesidades materiales y culturales, como ahorros de su trabajo, una
casa, utensillos domésticos, comida, etc. Esta propiedad no peude usarse para obtener ingresos que no provengan de
su trabajo ni tampoco ser usadas en detrimento de la sociedad
Dominio: derecho de propiedad sobre la cosa, solo se usaría para los derechos reales.
Propiedad: concepto genérico, que abarca a todos los derechos susceptibles de apreciación pecuniaria,
incluido también el dominio. Entre propiedad y dominio hay una relación de género a especia.
La Corte Suprema ha dicho que la propiedad, garantizada por los art. 14 y 17 de la CN, es cada uno de los derechos
subjetivos de contenido patrimonial: derecho de familia, reales, personales, artísticos, intelectuales, industriales, etc.
¿Por qué es importante saber si propiedad y dominio son lo mismo? Para saber si las garantías constitucionales que
se refieren a la propiedad pueden aplicarse al dominio. La respuesta a este último interrogante es "si" ya que estas
garantías se aplican al dominio porque el concepto de propiedad abarca al dominio. Diversos fallos de la Corte nos
muestran un concepto amplio de propiedad
* Caso Horta c/Harguindeguy: se le da el sentido de propiedad al derecho que obtiene el locador por medio del
contrato de locación
* Caso Mango c/Traba: se dijo que el derecho que se le reconocía al recurrente por medio de la sentencia de desalojo,
es propiedad en el sentido constitucional. El dueño del inmueble tenía el derecho de propiedad, por medio de esa
sentencia, y el inquilino debía desalojar el inmueble
3.2 Dominio. La definición legal del Código Civil y Comercial y sus antecedentes. Caracteres. Contenido.
Determinación positiva de facultades. Extensión
Antecedentes
La regulación anterior lo reconocía como el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida a la
voluntad y a la acción de una persona. Se destaca de ella los rasgos de la absolutez y exclusividad, presentes también
a lo largo del Código Civil.
En la actualidad, los conceptos de propiedad y dominio dejaron de ser sinónimos y queda claro que entre ellos existe
una relación de género y especie: la propiedad es el género; y el dominio, una de sus especies. De este modo, la
palabra propiedad es tomada para referirse a todos los derechos susceptibles de apreciación pecuniaria, en tanto el
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
dominio es el derecho de propiedad sobre las cosas. Así, es posible hablar de propiedad sobre las cosas (el dominio),
propiedad literaria, artística, científica, industrial, etc
Definición legal del Código Civil y Comercial
El dominio, como derecho real, es el mayor sometimiento de que puede ser objeto una cosa a una persona, y
correlativamente el mayor, mas extenso y más completo poder que su titular puede tener sobre la misma cosa; los
demás derechos reales no son sino cada uno de ellos un fragmento de esa totalidad que es el dominio
Dice el Art. 1941 del Código Civil y Comercial que "El dominio perfecto es el derecho real que otorga todas las
facultades de usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previstos por la ley.
El dominio se presume perfecto hasta que se pruebe lo contrario".
De esto se deriva que el Código pone el acento en las facultades, y dice que otorga "todas" las potestades de usar,
gozar y disponer, sin perjuicio de los límites legales. Se observa cierto equilibrio entre el individualismo y la función
social.
La definición de dominio dada por el CCyC hace centro en tres ejes. El primero en cuanto descripción de potestades
genéricas que otorga a su titular (usar, gozar y disponer material y jurídicamente). El segundo que, pese a tratarse de
un derecho real de amplísimas facultades a su titular (usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa),
ellas son acordadas dentro del marco en que la propia ley lo autoriza. En este punto, corresponde precisar los límites
que resultan del Capítulo 4 de este mismo Título (art. 1970 CCyC). En último término se vincula con la clasificación
del dominio en perfecto e imperfecto. A esta última hipótesis se refiere el art. 1964 CCyC y ss., y trata los supuestos
de dominio revocable, fiduciario y desmembrado. Constituyen los nombrados, casos en los que alguno de los
caracteres del dominio —perpetuo, absoluto o exclusivo— se encuentra afectado o restringido.
Es claro que, considerando las facultades que el dominio perfecto importa, ellas suponen la posesión de la cosa por
parte de su titular. Este ejerce su derecho con derecho a poseer. Su ejercicio importa también la potestad de servirse
de la cosa, usándola —ius utendi— y la de percibir los frutos que genera —ius fruendi—. Lo dicho no menoscaba la
idea en cuya virtud, el goce de una cosa implícitamente presume o abarca el uso. Tiene la posibilidad de usarla, de
gozarla, de beneficiarse con los frutos y también, de disponer de ella de la manera que al dueño le parezca
conveniente, siempre dentro del marco de la ley y con tal de que no se afecten los derechos de los terceros, el orden
público, la moral y las buenas costumbres.
La norma también menta la presunción de que el dominio es perfecto, salvo prueba en contrario, cupiéndole a quien
lo afirma la carga de demostrar la restricción a la que está sujeto. En rigor, los derechos reales sobre cosa propia,
conservan sustancialmente las condiciones del dominio y en ellos es común la presunción de ser libres de cargas o
gravámenes. Viene a cuento remitir a cuanto se expresó sobre este punto al desarrollar el comentario al art. 1888
CCyC.
Caracteres
Absoluto
Perpetuo
Exclusivo
Excluyente
Absoluto:
Implica que el dominio es oponible erga omnes. El dominio es un derecho real “absoluto”, en el sentido de que
confiere a su titular la mayor cantidad posible de facultades sobre una cosa. Se dice “posible”, porque la cantidad e
intensidad de tales facultades dependerá del ordenamiento jurídico de que se trate, conforme a los criterios
filosóficos y políticos que le sirven de base.
No se puede comprender como un derecho ilimitado.
El dominio otorga facultades:
Ius utendi o derecho de uso sobre la cosa: El propietario tiene el derecho a servirse de la cosa para sus
intereses, siempre y cuando esas conductas no violen preceptos legales ya establecidos o causen lesiones a
los derechos de otros
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Ius Fruendi o derecho de goce sobre la cosa: el dueño tiene el derecho de aprovechar y disponer los frutos
y productos que produzca una cosa. La regla general es que el propietario de una cosa es también propietario
de todo aquello que la cosa genere y produzca, con su intervención o sin ella. Este derecho de goce implica
la potestad de obtener algún provecho de la cosa.
Ius abutendi o derecho de disposición sobre la cosa: El propietario, bajo la premisa de que la cosa está bajo
su poder puede hacer con ella lo que quiera, incluso destruirla, reconstruirla, etc (disposición meterial). Del
mismo modo, puede disponer de su derecho real (disposición jurídica), así, puede enajenar la cosa, venderla,
donarla, es decir, desligarse de su derecho de dominio y transmitirlo a otra persona.
Facultades jurídicas: El dueño tiene amplias facultades jurídicas, en tanto puede realizar actos de disposición y de
aministracion. Estas facultades son limitadas en su numero pero no taxativas. El dueño puede:
a- Ejecutar todos los actos de que la cosa pueda legalmente ser objeto. Puede constituir derechos reales o
personales
b- Puede hacer abandono de la cosa sin transmitirla a otra persona
Estas facultades sufren limitaciones y habrá que estar en cada caso a lo que dispone su título o la ley que regla su
derecho
Facultades materiales: El dominio importa una potestad jurídica, el derecho de pleno señorío, o sea el derecho de
poseer o de ejercer sobre la cosa todos los actos conducentes a extraer de ella la utilidad que produzca. Las
facultades que tiene el titular del derecho de dominio sobre la cosa, deben ser ejercidas en forma regular, es decir,
dentro del marco normativo dispuesto por el Código para el ejercico del derecho
Abuso del derecho: El uso de las facultades detalladas supra, debe ser regular porque si fuere abusivo no sería un
ejercicio regular como lo exige el artículo 10.
ARTICULO 10.- Abuso del derecho.El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una
obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del
ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica
abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
Elasticidad del dominio: Idoneidad del derecho de expandirse automáticamente hacia su contenido normal cuando
desaparecen las limitaciones que lo comprimían.
Exclusivo
Art. 1943: El dominio es exclusivo y no puede tener más de un titular. Quien adquiere la cosa por un título, no puede
en adelante adquirirla por otro, si no es por lo que falta al título.
El dominio es exclusvo porque no puede tener más de un titular. Dos o más personas no pueden tener cada una en el
todo el dominio de una cosa ya que de existir más de un titular se configuraría un condominio
La exclusividad es una cualidad que también se presenta en otros derechos reales, como la propiedad horizontal, el
usufructo y el uso y la habitación (siempre que la utilidad extraíble no supere la satisfacción de las necesidades de
sus titulares y su familias)
Gracias a esta exclusividad, el dueño puede excluir a terceros del uso y goce o disposición de la cosa, de tomar al
respecto todas las medidas que crea convenientes, de encerramiento, de prohibir que se introduzcan cosas ajenas en
su inmueble y de removerlas sin previo aviso si fueron introducidas sin su consentimiento, etc.
Excluyente
Artículo 1944.- Facultad de exclusión. El dominio es excluyente. El dueño puede excluir a extraños del uso, goce o
disposición de la cosa, remover por propia autoridad los objetos puestos en ella, y encerrar sus inmuebles con
muros, cercos o fosos, sujetándose a las normas locales.
Preguntas claves:
¿Qué pasa si alguien empieza a poseer la cosa que el dueño no usa? Si pasa el tiempo legal para la usucapión, el
dominio no deja se ser perpetuo, sino que cambia de titular. Se extingue, pero no por el no uso del dominio, sino
porque alguien hizo uso de otro derecho: el de prescripción adquisitiva.
¿Que pasa si la cosa se destruye? Aca se extingue el dominio, pero eso no significa que no sea perpetuo, porque
mientras la cosa duró, el dominio tuvo esa característica
Contenido
Artículo 1945. Extensión. El dominio de una cosa comprende los objetos que forman un todo con ella o son sus
accesorios.
El dominio de una cosa inmueble se extiende al subsuelo y al espacio aéreo, en la medida en que su
aprovechamiento sea posible, excepto lo dispuesto por normas especiales.
Todas las construcciones, siembras o plantaciones existentes en un inmueble pertenecen a su dueño, excepto lo
dispuesto respecto de los derechos de propiedad horizontal y superficie.
Se presume que las construcciones, siembras o plantaciones las hizo el dueño del inmueble, si no se prueba lo
contrario.
Dominio de los accesorios:
La primera parte del artículo 1945 “. El dominio de una cosa comprende los objetos que forman un todo con ella o
son sus accesorios.” Hace referencia tanto a inmuebles como a acosas muebles. Se refiere a los objetos que forman
un todo con la cossa. Ocurre que cuando las cosas accesorias forman parte integrante de la principal, no pueden ser
poseídas en forma independiente sin que haya una alteración de la sustancia. Ahora, si son separadas, habrá tantos
dominios independientes como cosas se hayan desprendido.
Es deicr, cuando conforman parte integrante de la principal, la cosa debe ser entendida como un TODO, como un
único dominio; cuando dejan de ser parte integrante de la principal, la cosa deja de ser un todo y hay dominios
independientes sobre esas cosas
A su vez, no estarán comprendidas en la propiedad de la cosa aquellas que no estén realmente “adheridad” a la
principal, o dependan de ella. Art. 226 (segundo párrafo) “No se consideran inmuebles por accesión las cosas
afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario”
Apropiación
Descubrimiento de un tesoro
Hallazgo de cosas perdidas
Transformación y accesión de muebles
Accesión de inmuebles.
Apropiación
El dominio de las cosas muebles no registrables sin dueño, se adquiere por apropiación. Este modo de adquirir se da
cuando una persona capaz de adquirir agarra una cosa mueble (sin dueño o abandonada por él) con el ánimo de
hacerla suya
Requisitos:
Animales salvajes: Aquellos que viven libres, naturalmente, sin depender del hombre. Al ser "res nullus" son
los únicos que pueden adquirirse por caza
Animales domesticados: aquellos salvajes que fueron domesticados. Si pierden el hábito de depender del
hombre, se consideran salvajes
iv) los tesoros.Un tesoro no puede adquirirse por apropiación, pero puede adquirirse mediante descubrimiento
Descubrimiento de un tesoro
Se denomina tesoro a toda cosa mueble de valor, sin dueño conocido oculta en otra cosa mueble o inmueble. Si bien
no puede adquirirse por apropiación, puede ser descubierto.
Descubridor: Es el primero que lo hace visible y siempre que el hallazgo sea causal. Solamente quienes son titulares
de derechos reales que se ejercen por la posesión tienen derecho a buscar un tesoro en objeto ajeno. Los objetos
encontrados en los sepulcros o lugares públicos destinados a la sepultura se presumen que eran del fallecido para
evitar el incentivo a la profanación de tumbas.
Derechos del descubridor: Dependerán de donde haya sido descubierto el tesoro:
a- En una cosa propia: el tesoro pertenece al dueño en su totalidad
Es realizada por el dueño de un inmueble con materiales ajenos de buena fe: se queda con lo edificado,
plantado o sembrado pero indemnizará por los materiales. Si es de mala fe, tambien los adquiere pero
además de los materiales pagará daños
Es realizada por un tercero de buena fe: los materiales pertenecen al dueño del inmueble
Es realizada por un tercero de mala fe: el dueño del inmueble puede exigirle que reponga la cosa al estado
anterior a su costa pero si la diferencia de valor es importante, debe el valor de los materiales y el trabajo,
salvo que prefiera renunciar a su derecho con indemnización del valor del inmueble y del daño
Es realizada por un tercero con trabajo o materiales ajenos en inmueble ajeno: quien efectúa el trabajo o
quien provee los materiales no tiene acción directa contra el dueño del inmueble, pero puede exigirle lo que
daba al tercero
Dominio desmembrado
Se produce cuando el propietario se desprende en forma temporal de alguno de los tres atributos del dominio (uso,
goce y disposición), porque le concede a un tercero un derecho real, quedándose con la nuda propiedad.
Ejemplo: soy dueño de un campo y constituyo sobre él un derecho real de usufructo; a partir de ahí no voy a poder
usar, gozar o disponer de ese campo libremente, porque el dominio se desmembró y me quedé con la nuda propiedad
Dominio revocable
Art 1965.- Dominio revocable. Dominio revocable es el sometido a condición o plazo resolutorios a cuyo
cumplimiento el dueño debe restituir la cosa a quien se la transmitió.
La condición o el plazo deben ser impuestos por disposición voluntaria expresa o por la ley.
Las condiciones resolutorias impuestas al dominio se deben entender limitadas al término de diez años, aunque no
pueda realizarse el hecho previsto dentro de aquel plazo o éste sea mayor o incierto. Si los diez años transcurren sin
Sujetos.
Interviene el transmitente o revocante, que es la persona que luego de producirse el evento resolutorio, volverá a
tener el dominio perfecto de la cosa, y el dueño revocable, que es el titular del dominio sujeto a resolverse,
obviamente, mientras éste dure.
Plazo.
El CCC pone un plazo máximo de espera. Si la condición se cumple antes de los 10 años, allí acaba el dominio
revocable. Si no se cumplió, se la tiene por cumplida al cabo de ese tiempo, y el “dominio debe quedar
definitivamente establecido”. Se la tiene por fracasa y el dueño revocable es quien se queda con la cosa pero ahora el
dominio es perfecto.
Art 1966.- Facultades. El titular del dominio revocable tiene las mismas facultades que el dueño perfecto, pero los
actos jurídicos que realiza están sujetos a las consecuencias de la extinción de su derecho.
Causas y efectos en los diferentes supuestos:
El dominio revocable se extingue por las mismas causas por las que puede extinguirse el dominio perfecto (por ej.
destrucción de la cosa). Además, se extingue por el cumplimiento o fracaso de la condición resolutoria (o el
transcurso del plazo de 10 años), o por el vencimiento del plazo resolutorio.
Art 1967.- Efecto de la revocación. La revocación del dominio de cosa registrable tiene efecto retroactivo, excepto
que lo contrario surja del título de adquisición o de la ley.
Cuando se trata de cosas no registrables, la revocación no tiene efecto respecto de terceros sino en cuanto ellos, por
razón de su mala fe, tengan una obligación personal de restituir la cosa.
PRINCIPIO GENERAL: la revocación tiene efecto retroactivo.
EXCEPCIÒN: si se trata de cosa mueble no registrable, que no sea hurtada o perdida, el poseedor de buena fe es su
dueño, y si adquirió a título oneroso escapa a la acción reivindicatoria del propietario anterior. Por ende, si el dueño
Extinción.
Se extingue, principalmente, por el cumplimiento de la condición resolutoria o por el vencimiento del plazo
resolutorio, y en ese caso el fiduciario debe transmitir la cosa a quien corresponda. El acaecimiento del evento
resolutorio produce IPSO IURE el cambio de titularidad, pues para que el designado adquiera el dominio no es
necesaria la tradición de la cosa (si se trata de inmuebles, de cosas muebles no registrables, o de cosas muebles
registrables pero que la inscripción no sea constitutiva. Si se trata de cosa registrable con inscripción constitutiva, “se
requiere inscribir la readquisición”).
Efectos de la resolución.
Se trate de muebles o inmuebles, si el tercer adquirente es de buena fe y a título oneroso, la resolución sólo producirá
sus efectos hacia el futuro sin afectar el pasado, por lo que se mantendrán o quedaran subsistentes los diversos actos
efectuados por el dueño fiduciario, esto es, la transmisión del dominio de la cosa a terceros y la perdurabilidad de los
gravámenes constituidos (servidumbres, hipotecas, etc.).
La extinción tendrá efecto retroactivo cuando el tercero sea de mala fe o haya adquirido a título gratuito. Habrá mala
e cuando el fiduciario realice actos de disposición que sean ajenos a los fines del fideicomiso, o a pesar de una
cláusula que limite sus facultades, y el tercero haya sabido o debido saber, actuando con diligencia, tal circunstancia.
De ahí que es muy importante el estudio de títulos.
Contrato de fideicomiso. Análisis general:
Art 1666.- Definición. Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se
compromete a transmitir la propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
en beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de un
plazo o condición al fideicomisario.
Artículo 1669.- Forma. El contrato, que debe inscribirse en el Registro Público que corresponda, puede celebrarse
por instrumento público o privado, excepto cuando se refiere a bienes cuya transmisión debe ser celebrada por
instrumento público. En este caso, cuando no se cumple dicha formalidad, el contrato vale como promesa de
otorgarlo. Si la incorporación de esta clase de bienes es posterior a la celebración del contrato, es suficiente con el
cumplimiento, en esa oportunidad, de las formalidades necesarias para su transferencia, debiéndose transcribir en
el acto respectivo el contrato de fideicomiso
Art 1670.- Objeto. Pueden ser objeto del fideicomiso todos los bienes que se encuentran en el comercio, incluso
universalidades, pero no pueden serlo las herencias futuras.
Art 1682.- Propiedad fiduciaria. Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una propiedad fiduciaria, regida por
las disposiciones de este Capítulo y por las que correspondan a la naturaleza de los bienes.
Art 1683.- Efectos frente a terceros. El carácter fiduciario de la propiedad tiene efectos frente a terceros desde el
momento en que se cumplen los requisitos exigidos de acuerdo con la naturaleza de los bienes respectivos.
Art 1684.- Registración. Bienes incorporados. Si se trata de bienes registrables, los registros correspondientes deben
tomar razón de la calidad fiduciaria de la propiedad a nombre del fiduciario.
Excepto estipulación en contrario del contrato, el fiduciario adquiere la propiedad fiduciaria de los frutos y
productos de los bienes fideicomitidos y de los bienes que adquiera con esos frutos y productos o por subrogación
real respecto de todos esos bienes, debiéndose dejar constancia de ello en el título para la adquisición y en los
registros pertinentes.
Art 1685.- Patrimonio separado. Seguro. Los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio separado del
patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del fideicomisario.
Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de contratar un seguro contra la
responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas objeto del fideicomiso. Los riesgos y montos por
los que debe contratar el seguro son los que establezca la reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean
razonables. El fiduciario es responsable en los términos de los artículos 1757 y concordantes cuando no haya
contratado seguro o cuando éste resulte irrazonable en la cobertura de riesgos o montos.
Art 1686.- Acción por acreedores. Los bienes fideicomitidos quedan exentos de la acción singular o colectiva de los
acreedores del fiduciario. Tampoco pueden agredir los bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante,
quedando a salvo las acciones por fraude y de ineficacia concursal. Los acreedores del beneficiario y del
fideicomisario pueden subrogarse en los derechos de su deudor.
Art 1687.- Deudas. Liquidación. Los bienes del fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la
ejecución del fideicomiso, las que sólo son satisfechas con los bienes fideicomitidos. Tampoco responden por esas
obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni el fideicomisario, excepto compromiso expreso de éstos.
Lo dispuesto en este artículo no impide la responsabilidad del fiduciario por aplicación de los principios generales,
si así corresponde.
La insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a esas obligaciones, no da lugar a la declaración de su
quiebra. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fiduciante o el beneficiario según previsiones
contractuales, procede su liquidación, la que está a cargo del juez competente, quien debe fijar el procedimiento
sobre la base de las normas previstas para concursos y quiebras, en lo que sea pertinente.
Art 1688.- Actos de disposición y gravámenes. El fiduciario puede disponer o gravar los bienes fideicomitidos
cuando lo requieran los fines del fideicomiso, sin que sea necesario el consentimiento del fiduciante, del beneficiario
o del fideicomisario.
El contrato puede prever limitaciones a estas facultades, incluso la prohibición de enajenar, las que, en su caso,
deben ser inscriptas en los registros correspondientes a cosas registrables. Dichas limitaciones no son oponibles a
terceros interesados de buena fe, sin perjuicio de los derechos respecto del fiduciario.
Es un derecho real: se ejerce sobre cosa propia, principal que se ejerce por la posesión
Tiene por objeto una cosa
La sociedad es un contrato, de modo que únicamente puede nacer por el acuerdo de voluntades de los socios;
el condominio, reconoce otras fuentes.
La sociedad es una persona jurídica, o sea un sujeto de derecho diferente de cada uno de los individuos que
la componen. El condominio no hace nacer un ente distinto, ya que cada comunero mantiene su respectiva
titularidad sobre el objeto del derecho real.
El objeto del condominio siempre es una cosa, mientras que la sociedad puede ser titular de cosas y de
derechos.
La administración de la sociedad civil corresponde a todos los socios indistintamente, salvo pacto en
contrario. En el condominio el régimen de administración está establecido por la ley pero, si un condómino
se arroga la facultad de administrar sin estar especialmente autorizado por los demás, su actuación se rige por
las normas de la gestión de negocios.
El condominio, como todo derecho real, sólo puede tener por objeto cosas determinadas; la comunidad
hereditaria, recae sobre una masa de bienes, de la que únicamente quedan excluidos los créditos y las deudas,
que se dividen de pleno derecho entre los herederos, en proporción a la parte por la que cada uno es llamado
a la herencia, desde el momento de la muerte del autor de la sucesión;
En la indivisión hereditaria, la decisión de la mayoría no obliga a los coherederos que no han prestado su
consentimiento, debiendo el juez resolver sobre las diferencias que puedan surgir sobre la administración de
la sucesión; en el condominio, en cambio, siempre prevalece la voluntad de la mayoría;
La comunidad hereditaria sólo surge como consecuencia de la muerte de una persona, mientras que el
condominio reconoce otras fuentes.
Clases de condominio
Existen dos clases de condominio:
Condominio normal/común/sin indivisión forzosa: Que se caracteriza por la facultad de los condóminos de
pedir la división en cualquier momento desde su constitución.
Condominio anormal/con indivisión forzosa: Que se caracteriza por el hecho de que dicha facultad se
encuentra limitada por diferentes causas (por la ley, por el pacto, por la voluntad del testador). Estos, a la vez
se individen en:
o Condominio con indivisión forzosa perdurable
o Condominio con indivisión forzosa temporal
Facultades de los condóminos sobre la parte indivisa. Derecho de los acreedores. Renuncia y derecho de
acrecer de los demás condóminos:
Sobre la parte indivisa
En cuanto a la parte indivisa, las facultades de los condóminos son amplias, ya que se considera que son las propias
de un dueño. En cambio, con respecto a la parte común, son sumamente restringidas, salvo el derecho de solicitar la
partición en cualquier momento. El principio general lo establece el artículo 1989:
Art 1989.- Facultades con relación a la parte indivisa. Cada condómino puede enajenar y gravar la cosa en la
medida de su parte indivisa sin el asentimiento de los restantes condóminos. Los acreedores pueden embargarla y
ejecutarla sin esperar el resultado de la partición, que les es inoponible. La renuncia del condómino a su parte
acrece a los otros condóminos.
Las únicas facultades que pueden admitirse al respecto son las jurídicas, el ejercicio de las facultades materiales se
encuentra vedado por ser ello físicamente imposible.
Renuncia: el abandono beneficia a los demás condóminos, cuyas cuotas de ese modo se ven acrecidas con motivo de
la renuncia.
Acciones: El condómino puede ejercer, tanto contra otro condómino como respecto de terceros, todas las defensas
posesorias. En lo que respecta a las reales, puede promover la acción reivindicatoria (si es contra otro condómino, la
medida de la acción es la parte indivisa)
Acreedores. Hipoteca
Respecto al derecho de los acreedores, es necesario analizar el artículo en comentario en conjunto con el artículo
2207, que dispone: “Un condómino puede hipotecar la cosa por su parte indivisa. El acreedor hipotecario puede
ejecutar la parte indivisa sin esperar el resultado de la partición. Mientras subsista esta hipoteca, la partición
extrajudicial del condominio es inoponible al acreedor hipotecario que no presta consentimiento expreso”. Se
pretende restar eficacia a aquellos actos que pueden ser realizados por el condómino en perjuicio del acreedor
hipotecario. Cualquier condómino puede pedir la partición, pero hay que respetar la situación de los acreedores, que
no pueden ver frustrados sus derechos:
Alternado: si pactan que la cosa la use una semana o un mes cada uno, o modalidades similares
Exclusivo: si permiten que sólo uno de ellos use la cosa, o parte material de ella. Pueden determinar, a su
vez, que sea remunerado o gratuito
Art 1988.- Uso y goce excluyente. El uso y goce excluyente sobre toda la cosa, en medida mayor o calidad distinta a
la convenida, no da derecho a indemnización a los restantes condóminos, sino a partir de la oposición fehaciente y
sólo en beneficio del oponente.
Uno de los condóminos practique un uso y goce excluyente de toda la cosa, sin permiso, o en medida mayor o
calidad a la convenida. Ello no da derecho a indemnización sino a partir de la oposición fehaciente y solo en
beneficio del oponente. Mientras no haya oposición, se entiende que existe un consentimiento tácito
El Código recoge una reiterada jurisprudencia cuando uno de los condóminos de un inmueble notifica al otro el cese
de la voluntad de admitir el uso gratuito del bien, y le reclama un monto por el uso exclusivo. El derecho al cobro
nace a partir de la oposición. Asimismo, el derecho a la compensación sólo beneficia a quien se opone, y en
proporción a su parte, no a los restantes condóminos que guardan silencio.
Art 1990.- Disposición y mejoras con relación a la cosa. La disposición jurídica o material de la cosa, o de alguna
parte determinada de ella, sólo puede hacerse con la conformidad de todos los condóminos. No se requiere acuerdo
para realizar mejoras necesarias. Dentro de los límites de uso y goce de la cosa común, cada condómino puede
también, a su costa, hacer en la cosa mejoras útiles que sirvan a su mejor aprovechamiento.
Ninguno de los condóminos puede sin el consentimiento de todos, ejercer sobre la parte común ni sobre una parte de
ella, físicamente determinada, actos materiales o jurídicos que importen el ejercicio exclusivo del derecho de
propiedad. La oposición de uno bastará para impedir lo que la mayoría quiera hacer a este respecto.
Si pretende vender o hipotecar toda la cosa, será necesaria la conformidad de todos los titulares. Si alguno de ellos lo
hiciera sin el consenso de los otros, el acto les será inoponible
Destino de la cosa:
Art 1985.- Destino de la cosa. El destino de la cosa común se determina por la convención, por la naturaleza de la
cosa o por el uso al cual estaba afectada de hecho.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Gastos de conservación y reparación de la cosa:
Art 1991.- Gastos. Cada condómino debe pagar los gastos de conservación y reparación de la cosa y las mejoras
necesarias y reembolsar a los otros lo que hayan pagado en exceso con relación a sus partes indivisas. No puede
liberarse de estas obligaciones por la renuncia a su derecho.
El condómino que abona tales gastos puede reclamar intereses desde la fecha del pago.
Los condóminos están obligados a contribuir en los gastos. En el CCC, si bien se permite al condómino abandonar su
parte, se aclara que dicha renuncia no produce la liberación respecto de la obligación. Se ha apartado del régimen
anterior, y le ha quitado a esta obligación el carácter propter rem, al no darle efecto liberatorio. Coincide con lo
regulado en materia de propiedad horizontal, donde el abandono también carece de este efecto.
Se pactó lo contrario
Cuando cualquiera de los copartícipes pida que la partición se postergue total o parcialmente por el tiempo
que fije el juez si su realización inmediata puede ser nociva
¿Es imprescriptible?
En principio si, pero puede ocurrir que uno de los condóminos invirtiera el título y posea en forma exclusiva, en cuyo
caso puede adquirir el dominio de la cosa entera si transcurre el plazo de 20 años.
Art 1998.- Adquisición por un condómino. Sin perjuicio de lo dispuesto en las reglas para la división de la
herencia, también se considera partición el supuesto en que uno de los condóminos deviene propietario de toda la
cosa.
Reglas aplicables:
Art 1996.- Reglas aplicables. Rigen para el condominio las reglas de la división de la herencia, en tanto sean
compatibles.
Formas de hacer la partición:
Es por esto que para analizar la partición es necesario acudir a los artículos 2369 y siguientes (modos de hacer la
partición de la herencia):
Art 2369.- Partición privada. Si todos los copartícipes están presentes y son plenamente capaces, la partición puede
hacerse en la forma y por el acto que por unanimidad juzguen convenientes. La partición puede ser total o parcial.
Además de la capacidad, se exige unanimidad para decidir libremente el modo de hacer la partición, incluso puede
ser judicial si así lo desean
En primer lugar, hay que distinguir los muros divisorios (toca el límite que separa a un inmueble de otro
vecino) y no divisorios.
En segundo lugar, los muros divisorios pueden ser encaballados (cuando la pared está asentada mitad sobre
cada terreno, de manera que las mitades del muro se asientan equitativamente en ambos terrenos colindantes)
o contiguos (cuando la pared toca la línea divisoria, pero está asentada sobre uno sólo de los inmuebles).
Ambos tocan el límite, pero la primera está asentada sobre ambos, mientras que la segunda está asentada
sobre uno de los inmuebles.
En tercer lugar, desde el punto de vista jurídico, las paredes linderas pueden ser medianeras (cuando
pertenecen en condominio a los titulares de los inmuebles) o privativas (cuando pertenece exclusivamente a
uno de los vecinos). Cualquier muro de cerramiento, sea contiguo o encaballado, es medianero hasta los 3
metros de altura.
En cuarto lugar, respecto de la altura, el muro será de cerramiento hasta los tres metros, y de elevación de ahí
en más. Puede, también, tratarse de un muro enterrado.
Cerramiento forzoso urbano:
Art 2007.- Cerramiento forzoso urbano. Cada uno de los propietarios de inmuebles ubicados en un núcleo de
población o en sus arrabales tiene frente al titular colindante, el derecho y la obligación recíprocos, de construir un
muro lindero de cerramiento, al que puede encaballar en el inmueble colindante, hasta la mitad de su espesor.
Se trata de una verdadera obligación real (propter rem) que, a la vez, puede interpretarse como una limitación al
dominio establecida en el interés recíproco de los propietarios colindantes. Este cercamiento es forzoso, en el sentido
de que cualquiera de los propietarios puede obligar en todo momento a su vecino a contribuir a la construcción y
conservación de la pared. Este último, a su vez, sólo puede liberarse de tal obligación haciendo uso de la facultad de
abandono con respecto a la franja de terreno sobre la cual se apoya el muyo y renunciando a la medianería.
Art 2008.- Muro de cerramiento forzoso. El muro de cerramiento forzoso debe ser estable, aislante y de altura no
menor a 3 metros contados desde la intersección del límite con la superficie de los inmuebles. Esta medida es
subsidiaria de las que disponen las reglamentaciones locales.
Cabe advertir, que hasta los 3 metros el muro será medianero, por lo que le pertenecerá a ambos vecinos. Por encima
de esa altura, le pertenecerá a quien lo construyó, si es que no fue construido por ambos de común acuerdo.
Facultad de quien construye primero: Es posible que ambos vecinos se pongan de acuerdo y construyan a costa de
ambos la pared divisoria. Si no es así, uno de ellos puede tomar la decisión e iniciar la construcción del muro. Quien
construye primero tiene la opción de hacerlo encaballado o contiguo, es decir, asentarlo mitad en su terreno y mitad
en el lindero, o bien todo en su terreno.
Adquisición de la medianería. Presunciones. Prueba:
Art 2009.- Adquisición de la medianería. El muro construido conforme a lo dispuesto en el artículo 2008 es
medianero hasta la altura de tres metros. También es medianero el muro de elevación, si el titular colindante de un
derecho real sobre cosa total o parcialmente propia, adquiere la copropiedad por contrato con quien lo construye, o
por prescripción adquisitiva.
Hasta los 3 metros es medianero, lo que implica que por encima de esa altura es privativo (en principio). Puede ser
medianero también si el titular colindante adquiere el condominio del resto del muro, lo que puede darse por contrato
o por usucapión. También puede darse que el colindante sea obligado a adquirir el muro, como sucede en caso de
que lo utilice para construir.
Entonces, tenemos:
Propiedad y derechos del superficiario
Propiedad y derechos del dueño del terreno
Modalidades:
Art 2115.- Modalidades. El superficiario puede realizar construcciones, plantaciones o forestaciones sobre la
rasante, vuelo y subsuelo del inmueble ajeno, haciendo propio lo plantado, forestado o construido.
También puede constituirse el derecho sobre plantaciones, forestaciones o construcciones ya existentes, atribuyendo
al superficiario su propiedad.
En ambas modalidades, el derecho del superficiario coexiste con la propiedad separada del titular del suelo.
En ambas modalidades, el derecho del superficiario coexiste con la propiedad separada del titular del suelo. Vemos
que construye, planta y foresta sobre:
Suelo, vuelo, subsuelo de inmueble ajeno; o
Lo ya existente (plantaciones, forestaciones, construcciones)
De esta manera, hace propio lo construido, plantado o forestado
Emplazamiento:
Art 2116.- Emplazamiento. El derecho de superficie puede constituirse sobre todo el inmueble o sobre una parte
determinada, con proyección en el espacio aéreo o en el subsuelo, o sobre construcciones ya existentes aun dentro
del régimen de propiedad horizontal.
La extensión del inmueble afectado puede ser mayor que la necesaria para la plantación, forestación o
construcción, pero debe ser útil para su aprovechamiento.
No puede coexistir más de un derecho de superficie sobre la misma parte material del inmueble, pero sobre distintas
sí. El dueño puede constituir derecho de superficie sobre todo el inmueble o sobre una parte de el.
Plazos:
Art 2117.- Plazos. El plazo convenido en el título de adquisición no puede exceder de 70 años cuando se trata de
construcciones y de 50 años para las forestaciones y plantaciones, ambos contados desde la adquisición del derecho
de superficie. El plazo convenido puede ser prorrogado siempre que no exceda de los plazos máximos.
Para fijar el inicio debe tenerse en cuenta el día en que se traslada al adquirente la posesión del inmueble de que se
trate, si ocurre después de firmado el instrumento de constitución del derecho. El derecho real se adquiere con título
y modo.
Si bien los plazos son pactados entre las partes, se pueden prolongar sin exceder los máximos (70 para construir y 50
para plantar o forestar), a fin de garantizar la temporalidad. Y si se pactan plazos mayores, el excedente no tiene
validez legal.
El plazo se empieza a contar desde que se adquiere el derecho de superficie
Legitimación:
Art 2118.- Legitimación.Están facultados para constituir el derecho de superficie los titulares de los derechos reales
de dominio, condominio y propiedad horizontal.
Los que tienen derecho real sobre cosa propia pueden desmembrarlo para constituir el derecho real de superficie a
favor de otro. En el caso del condominio, se necesita el consentimiento de todos los condóminos
Adquisición. Forma y registración:
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Art 2119.- Adquisición. El derecho de superficie se constituye por contrato oneroso o gratuito y puede ser
transmitido por actos entre vivos o por causa de muerte. No puede adquirirse por usucapión. La prescripción breve
es admisible a los efectos del saneamiento del justo título.
¿Puede adquirirse por usucapión? No puede adquirise por usucacapion por el principio de accesión. Pero si la
superficie se constituyó por justo título y el superficiario ejerce la posesión por 10 años, se admite la prescricpción
breve para sanear el título.
Se instrumenta por escritura pública ya que es un derecho real que recase sobre inmuebles.
Facultades del superficiario y del propietario:
Art 2120. Facultades del superficiario. El titular del derecho de superficie está facultado para constituir derechos
reales de garantía sobre el derecho de construir, plantar o forestar o sobre la propiedad superficiaria, limitados, en
ambos casos, al plazo de duración del derecho de superficie.
El superficiario puede afectar la construcción al régimen de la propiedad horizontal, con separación del terreno
perteneciente al propietario excepto pacto en contrario; puede transmitir y gravar como inmuebles independientes
las viviendas, locales u otras unidades privativas, durante el plazo del derecho de superficie, sin necesidad de
consentimiento del propietario.
Derecho de uso: Constituir derechos reales de garantía sobre el derecho de construir, plantar o forestar o bien
sobre la propiedad superficiaria limitados al plazo de duración del derecho de superficie
Derecho de afectar la construcción al régimen de la propiedad horizontal
Transmitir y gravar como inmuebles independientes las viviendas, locales u otras unidades privativas,
durante el plazo del derecho de superficie, sin necesidad de consentimiento de propietario
Art 2121.- Facultades del propietario. El propietario conserva la disposición material y jurídica que corresponde a
su derecho, siempre que las ejerza sin turbar el derecho del superficiario.
Puede enajenarlo, siempre que el adquiriente respete el derecho real de superficie. Ejemplo: Si Sujeto A (dueño del
inmueble) constituye sobre este un derecho real de superficie a favor del Sujeto B; luego se lo vende a Sujeto C,
Sujeto C debe respetar ese derecho real sobre el inmueble que compró a favor del Sujeto B.
Se ve, entonces, que en principio adquiere un dominio imperfecto para luego, cuando se cumpla el plazo del derecho
real de superficie, un dominio perfecto
Destrucción de la propiedad superficiaria:
Art 2122.- Destrucción de la propiedad superficiaria. La propiedad superficiaria no se extingue, excepto pacto en
contrario, por la destrucción de lo construido, plantado o forestado, si el superficiario construye, nuevamente dentro
del plazo de seis años, que se reduce a tres años para plantar o forestar.
Subsistencia y transmisión de las obligaciones:
Art 2123.- Subsistencia y transmisión de las obligaciones. La transmisión del derecho comprende las obligaciones
del superficiario.
La renuncia del derecho por el superficiario, su desuso o abandono, no lo liberan de sus obligaciones legales o
contractuales.
Contiene una previsión dirigida a la protección de todos los terceros interesados que sean acreedores del
superficiario.
Extinción:
Art 2124.- Extinción. El derecho de construir, plantar o forestar se extingue por renuncia expresa, vencimiento del
plazo, cumplimiento de una condición resolutoria, por consolidación y por el no uso durante diez años, para el
derecho a construir, y de cinco, para el derecho a plantar o forestar.
Renuncia expresa del superficiario: debe hacerse por escritura pública y ser inscripta en el Registro de la
Propiedad para su oponibilidad a terceros
Vencimiento del plazo contractual
Cumplimiento de una condición resolutoria pactada
Consolidación: el propietario del suelo y el propietario de la superficie son una misma persona
No se usó durante 10 años para el derecho a construir y de 5 años para el derecho a plantar o forestar
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Efectos de la extinción:
Art 2125.- Efectos de la extinción. Al momento de la extinción del derecho de superficie por el cumplimiento del
plazo convencional o legal, el propietario del suelo hace suyo lo construido, plantado o forestado, libre de los
derechos reales o personales impuestos por el superficiario.
Si el derecho de superficie se extingue antes del cumplimiento del plazo legal o convencional, los derechos reales
constituidos sobre la superficie o sobre el suelo continúan gravando separadamente las dos parcelas, como si no
hubiese habido extinción, hasta el transcurso del plazo del derecho de superficie.
Subsisten también los derechos personales durante el tiempo establecido.
Si se extingue por cumplirse el plazo: el dueño del suelo vuelve a tener su dominio pleno quedando sin
efecto los actos de disposición o enajenación que haya hecho el titular del derecho de superficie.
Si se extingue antes de cumplirse el plazo: las cargas subsisten hasta que venza el plazo establecido, de
manera que, si el propietario constituyó derecho real sobre la nuda propiedad y el superficiario sobre lo
construido, se mantienen por separado hasta que se cumpla el plazo del derecho de superficie.
Indemnización al superficiario:
Art 2126.- Indemnización al superficiario. Producida la extinción del derecho de superficie, el titular del derecho
real sobre el suelo debe indemnizar al superficiario, excepto pacto en contrario. El monto de la indemnización es
fijado por las partes en el acto constitutivo del derecho real de superficie, o en acuerdos posteriores.
En subsidio, a los efectos de establecer el monto de la indemnización, se toman en cuenta los valores subsistentes
incorporados por el superficiario durante los dos últimos años, descontada la amortización.
Se trata de evitar el enriquecimiento sin causa.
Normas aplicables al derecho de superficie:
Art 2127.- Normas aplicables al derecho de superficie. Son de aplicación supletoria las normas relativas a las
limitaciones del uso y goce en el derecho de usufructo, sin perjuicio de lo que las partes hayan pactado al respecto
en el acto constitutivo.
Normas aplicables a la propiedad superficiaria:
Art 2128.- Normas aplicables a la propiedad superficiaria. Si el derecho de superficie se ejerce sobre una
construcción, plantación o forestación ya existente, se le aplican las reglas previstas para el caso de propiedad
superficiaria, la que a su vez queda sujeta a las normas del dominio revocable sobre cosas inmuebles en tanto sean
compatibles y no estén modificadas por las previstas en este Título.
- Es un derecho real accesorio, que supone la existencia de un crédito cuyo pago asegura
- Salvo supuestos de excepción, su objeto es un inmueble
- Se constituye por contrato, no siendo necesaria la tradición (no se ejerce por la posesión). La inscripción
registral es meramente declarativa, al sólo efecto de hacerla oponible.
- Consecuencia de lo anterior es que sólo puede ser convencional. No es posible que surja de la vía judicial,
testamentaria o legal.
Naturaleza jurídica: El CCC ha ratificado el carácter real del derecho de hipoteca.
Antecedentes históricos: En Roma se conocían 4 contratos reales:
- El mutuum (préstamo de consumo)
- El commodatum (préstamo de uso)
- El depositum
- El pignus (contrato de prenda)
El pignus consistía en la entrega de una cosa al acreedor para seguridad de su crédito, con cargo para este de
restituirla después de haber obtenido la debida satisfacción. El pignus adolecía de un grave inconveniente, y era que
si bien es cierto que el acreedor no podía beneficiarse con los frutos de la cosa, privaba al deudor de la posesión y
uso de la misma. De ahí surgió la necesidad de buscar un procedimiento más completo, mediante el cual se
protegiese al acreedor con una garantía igual, pero que dejase la posibilidad al deudor, al menos hasta el vencimiento
de la obligación, de poder usar y gozar de la cosa, y es así como se llega a la creación de la hipoteca.
Sujetos legitimados:
Art 2206.- Legitimación. Pueden constituir hipoteca los titulares de los derechos reales de dominio, condominio,
propiedad horizontal, conjuntos inmobiliarios y superficie.
Quedan, así, excluidos de la posibilidad de constituir hipoteca aquellos titulares de los derechos reales de tiempo
compartido, cementerios privados y usufructo.
Art 2210.- Duración de la inscripción. Los efectos Art 2210.- Duración de la inscripción. Los efectos
del registro de la hipoteca se conservan por el del registro de la hipoteca se conservan por el
término de 20 años, si antes no se renueva. término de 35 años, si antes no se renueva.
No se trata de un plazo de prescripción, sino de CADUCIDAD, lo que significa que extingue el derecho, que no se
suspende ni tampoco se interrumpe. Claro que lo que se extingue NO ES el derecho real, sino la inscripción.
Así, transcurrido el plazo sin renovación de la inscripción, se pierden los efectos de la inscripción, es decir, la
oponibilidad (y, consecuentemente, la preferencia). Si se reinscribe luego de vencido el término de caducidad, se
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
habrá perdido la prioridad y será oponible a terceros recién desde el momento de la nueva inscripción. Por ende, si en
el tiempo intermedio (entre la caducidad y la nueva inscripción) se hubiera adquirido un derecho distinto (por ej: otra
hipoteca) el acreedor hipotecario que no reinscribió antes del vencimiento se verá postergado.
5.3 Anticresis. Concepto. Antecedentes. Objeto. Legitimación. Plazo. Derechos y deberes del acreedor. Gastos.
Publicidad. Duración de la inscripción
Concepto:
La anticresis existía en el Derecho Romano, que parece haberla tomado del Derecho griego: consistía en una
estipulación en virtud de la cual, en el contrato de pignus, las partes podían convenir que el acreedor, en cambio del
uso de su capital, es decir, como compensación de los intereses, tenía el derecho de percibir los frutos de la cosa
empeñada; pero la anticresis podía ser también celebrada sin que existiese contrato de pignus.
Etimológicamente, la palabra “anticresis” deriva del griego “anti” que significa contra y “chresis” que significa uso,
o sea, “contra uso”: el deudor usa el capital y el acreedor usa los frutos de la cosa dada en anticresis.
Art 2212.- Concepto. La anticresis es el derecho real de garantía que recae sobre cosas registrables
individualizadas, cuya posesión se entrega al acreedor o a un tercero designado por las partes, a quien se autoriza a
percibir los frutos para imputarlos a una deuda.
Desde hace tiempo se observa que la anticresis es un contrato raramente celebrado, porque la desposesión del
deudor, y, por consiguiente, el crédito de éste queda agotado con la primera operación de garantía que realiza a base
del inmueble dado en anticresis: las ventajas de la hipoteca son infinitamente superiores. El CCC contiene una
novedad en cuanto a su objeto, pues no se constituye sólo sobre inmuebles, sino también sobre cosas muebles
registrables, lo que revela la preocupación del legislador por extender esta garantía real y revitalizarla.
Diferencias entre anticresis-prenda-hipoteca:
Objeto: la anticresis recae sobre inmuebles y muebles registrables. La hipoteca sobre inmuebles. La prenda
sobre muebles no registrables y créditos instrumentados.
Posesión de la cosa: en la anticresis y en la prenda, la cosa pasa al acreedor o a un tercero. En la hipoteca,
queda en poder del constituyente.
Frutos: en la anticresis el acreedor percibe los frutos, en la hipoteca no, y en la prenda es la excepción.
Plazo de duración: la anticresis tiene un plazo máximo de duración (cosa que no sucede en la hipoteca) y la
inscripción caduca en un menor tiempo. En la prenda no hay registro.
Arrendamiento: el acreedor anticresista puede dar la cosa en arrendamiento, en la prenda tal facultad debe
contar con el consentimiento del constituyente. No existe tal facultad en la hipoteca para el acreedor.
Se diferencia del usufructo en el hecho de que, mientras este último concede a su titular el disfrute de la cosa sin
alterar la sustancia, la anticresis impone un deber concreto de servirse de los frutos para imputarlos al pago de una
deuda. El usufructuario tiene el uso y el goce de la cosa, mientras que el acreedor anticresista tiene el deber de hacer
redituable a la cosa objeto del derecho real de garantía.
Objeto:
Como ya se dijo, el CCC permite que sean objeto de este derecho reales las cosas registrables individualizadas, tanto
muebles como inmuebles. Quedan descartadas las cosas muebles no registrables y las cosas fungibles o inciertas (no
individualizadas).
Legitimación:
Art 2213.- Legitimación. Pueden constituir anticresis los titulares de los derechos reales de dominio, condominio,
propiedad horizontal, superficie y usufructo.
A diferencia de la hipoteca, se excluye al titular de un conjunto inmobiliario y se incluye al usufructuario. La
inclusión del usufructuario es lógica, ya que él tiene derecho a los frutos.
Plazo:
Art 2214.- Plazo máximo. El tiempo de la anticresis no puede exceder de 10 años para cosas inmuebles y de 5 años
para cosas muebles registrables. Si el constituyente es el titular de un derecho real de duración menor, la anticresis,
se acaba con su titularidad.
Cumplido el plazo máximo, en caso de que la deuda subsista, el acreedor puede ejecutar el bien y percibir su crédito
con privilegio.
Si la cosa no fue fructífera, o los frutos no fueron suficientes para cubrir gastos, intereses y capital, una vez vencido
el plazo el acreedor puede ejecutar la cosa para percibir su crédito (art 2203). El Código no prevé la posibilidad de
acudir a formar de ejecución distintas a la prevista por el Código Procesal, como sí lo hace cuando trata la hipoteca
(art 2211) y la prenda (art 2229).
El crédito del anticresista gozará de privilegio, pero únicamente en los supuestos de ejecución individual (art 2582
CCC), ya que la Ley de Concursos 24.522 no le otorga privilegio alguno, de modo que el anticresista no contará con
privilegio en los concursos.
Derechos y deberes del acreedor:
Art 2215.- Derechos del acreedor. El acreedor adquiere el derecho de usar la cosa dada en anticresis y percibir sus
frutos, los cuales se imputan primero a gastos e intereses y luego al capital, de lo que se debe dar cuenta al deudor.
El acreedor percibe los frutos, pero con cargo, es decir, con la obligación de imputados a lo que le es debido.
Art 2216.- Deberes del acreedor. El acreedor anticresista debe conservar la cosa. Puede percibir los frutos y
explotarla él mismo, o darla en arrendamiento; puede habitar el inmueble o utilizar la cosa mueble imputando como
fruto el alquiler que otro pagaría.
Excepto pacto en contrario, no puede modificar el destino ni realizar ningún cambio del que resulta que el deudor,
después de pagada la deuda, no puede explotar la cosa de la manera que antes lo hacía.
El acreedor debe administrar conforme a lo previsto por las reglas del mandato y responde de los daños que
ocasiona al deudor.
El incumplimiento de estos deberes extingue la garantía y obliga al acreedor a restituir la cosa al titular actual
legitimado.
Gastos:
Art 2217.- Gastos. El titular del objeto gravado debe al acreedor los gastos necesarios para la conservación del
objeto, aunque éste no subsista; pero el acreedor está obligado a pagar las contribuciones y las cargas del
inmueble.
El acreedor no puede reclamar los gastos útiles sino hasta la concurrencia del mayor valor del objeto.
El titular del objeto gravado debe los gastos, lo que se explica porque el acreedor posee una cosa ajena para percibir
su crédito, de modo que los gastos de conservación, esto es, aquellos necesarios para que la cosa se mantenga en
buen estado, le corresponden a su dueño.
En cambio, corresponden al acreedor las contribuciones y cargas, o sea, todos los impuestos que gravan la propiedad,
como la contribución territorial, impuestos municipales, agua, etc. Se trata de una consecuencia del carácter de
poseedor que tiene el acreedor.
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Respecto del último párrafo, estas mejoras, que no son indispensables para mantener la cosa en buen estado, quedan
a cargo del acreedor, ya que las hizo en su propio provecho. No obstante, si de ellas resulta un mayor valor para la
cosa, ese plus sí podría reclamarlo. Se busca evitar un enriquecimiento sin causa.
Duración de la inscripción:
Art 2218.- Duración de la inscripción. Los efectos del registro de la anticresis se conservan por el término de 20
años para inmuebles y de 10 años para muebles registrables, si antes no se renueva.
5.4 Prenda. Concepto. Legitimación. Objeto. Posesión. Oponibilidad. Forma. Prendas sucesivas. Prenda con
registro: concepto, remisión. Prenda de cosas: prenda de cosa ajena. Frutos. Uso y abuso. Gastos. Venta del
bien empeñado. Ejecución. Rendición de cuentas. Prenda de créditos: objeto. Requisitos. Constitución.
Conservacióny cobranza. Participación en contrato con prestaciones recíprocas. Extinción
Disposiciones generales:
El nuevo Código, si bien mantiene los caracteres propios del instituto, consilida la distinción entre prenda común o
con desplazamiento y prenda con registro o sin desplazamiento, regulando solamente la prenda con desplazamiento,
y remitiendo a las leyes especiales para el tratamiento de la prenda con registro. A su vez, la prenda legislada en el
CCC puede recaer sobre cosas muebles no registrables y sobre créditos instrumentados.
Concepto:
El derecho real de prenda es aquel que recae sobre bienes muebles cuya posesión se transmite en garantía del
cumplimiento de una obligación contraída por el transmitente o un tercero. Como lo que se transmite sólo es la
posesión, el acreedor que recibe la cosa no puede disponer de ella (salvo supuestos especiales) y, en caso de
incumplimiento, deberá instar la realización de su valor, o, al menos, que se estime justamente para poder
adjudicársela. El desplazamiento posesorio reviste singular importancia, ya que es lo que hace que el constituyente
no pueda disponer de la cosa o del crédito, ni destruirla o deteriorarla, etc.
Art 2219.- Concepto. La prenda es el derecho real de garantía sobre cosas muebles no registrables o créditos
instrumentados. Se constituye por el dueño o la totalidad de los copropietarios, por contrato formalizado en
instrumento público o privado y tradición al acreedor prendario o a un tercero designado por las partes. Esta
prenda se rige por las disposiciones contenidas en el presente Capítulo.
Este derecho real se caracteriza por:
Poseer la cosa, o depositarla en poder de un tercero, hasta tanto el deudor satisfaga su obligación. Si el
acreedor realiza gastos de conservación, se los puede reclamar al deudor.
Ejercer las acciones correspondientes para reclamar o defender la cosa, incluso contra el deudor o contra el
constituyente.
Realizar el valor de la cosa si el deudor no satisface la obligación a su cargo. En el caso de subasta o venta,
el acreedor tiene derecho a cobrar su crédito del precio obtenido, ejerciendo su privilegio si concurren otros
acreedores. Si se trata de créditos dados en prenda, puede percibirlos incluso judicialmente si es menester.
Luego tendrá que rendir cuentas.
En determinadas ocasiones, adjudicarse directamente la cosa.
Supuesto de abuso. Efectos: Al ser el acreedor pignoraticio un poseedor de la cosa recibida en garantía del cobro de
un crédito, resulta consecuencia lógica que no posea -per se- la facultad de servirse de la cosa. Para ello requiere del
consentimiento del deudor, el que puede darse en cualquier momento.
Art 2226.- Uso y abuso. El acreedor no puede usar la cosa prendada sin consentimiento del deudor, a menos que el
uso de la cosa sea necesario para su conservación; en ningún caso puede abusar en la utilización de la cosa ni
perjudicarla de otro modo.
El incumplimiento de lo dispuesto en el primer párrafo de este artículo, da derecho al deudor a:
a) dar por extinguida la garantía y que la cosa le sea restituida;
b) pedir que la cosa se ponga en depósito a costa del acreedor;
c) reclamar daños y perjuicios.
Ejecución:
Como se ha visto, el acreedor debe conservar la cosa para ser restituida a su constituyente si su crédito es satisfecho,
o bien para ejecutarla en caso contrario. No puede, por ende, vender la cosa mientras ejerce su derecho, salvo que se
presente la situación excepcional prevista en el artículo 2228:
Art 2228.- Venta del bien empeñado. Si hay motivo para temer la destrucción de la prenda o una notable pérdida de
su valor, tanto el acreedor como el constituyente pueden pedir la venta del bien. Asimismo, el constituyente puede
recabar la devolución de la prenda sustituyéndola por otra garantía real equivalente y, si se presenta ocasión
favorable para su venta, requerir la autorización judicial para proceder, previa audiencia del acreedor.
La cosa empeñada puede también venderse a petición de otros acreedores. En tal caso, como en los anteriores, el
privilegio del acreedor prendario se ejerce sobre el precio obtenido.
Si el deudor no cumple con la prestación a su cargo, el acreedor entonces puede llevar adelante la ejecución de la
cosa, para así cobrar su crédito con el privilegio correspondiente. En cuanto a la forma de realizar la venta, el CCC
ofrece distintas alternativas por las que puede optar, en tanto en el contrato constitutivo no se haya pactado algo
diferente. Las posibilidades son cuatro:
Subasta pública
Venta privada
Adjudicación
Venta de acciones o títulos en los mercados específicos
Una alternativa con la que cuenta el acreedor prendario, tal vez la más tradicional, es acudir al juicio de ejecución
prendaria organizado por los Códigos procesales de cada jurisdicción. Esto lo dispone el primer párrafo del 2229:
Art 2229.- Ejecución. El acreedor puede vender la cosa prendada en subasta pública, debidamente anunciada con
diez días de anticipación en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción que corresponde al lugar en que,
según el contrato, la cosa deba encontrarse.
Si la prenda consiste en títulos u otros bienes negociables en bolsas o mercados públicos, la venta puede hacerse en
la forma habitual en tales mercados, al precio de cotización.
Las partes pueden convenir simultáneamente con la constitución que:
a) el acreedor se puede adjudicar la cosa por la estimación del valor que de ella se haga al tiempo del vencimiento
de la deuda, según lo establezca el experto que las partes designen o bien por el que resulte del procedimiento de
elección establecido; en su defecto, el experto debe ser designado por el juez a simple petición del acreedor;
b) la venta se puede realizar por un procedimiento especial que ellas determinan, el que puede consistir en la
designación de una persona para efectuarla o la venta por el acreedor o por un tercero a precios que surgen de un
determinado ámbito de negociación o según informes de los valores corrientes de mercados al tiempo de la
enajenación que indican una o más cámaras empresariales especializadas o publicaciones designadas en el
contrato.
A falta de estipulación en contrario, estas alternativas son optativas para el acreedor, junto con las indicadas en los
párrafos primero y segundo de este artículo, según el caso.
El acreedor puede adquirir la cosa por la compra que haga en la subasta o en la venta privada o por su
adjudicación.
Los estipulado en el segundo párrafo (“títulos u otros bienes negociables en bolsa”) se advierte en el siguiente
ejemplo: Si se hubiesen dado en prenda acciones o títulos públicos, la venta puede hacerse en sus mercados, a su
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valor real, sin necesidad de acudir a una subasta pública, en la que es sabido que el precio pagado es inferior al de
plaza.
Respecto a la adjudicación al acreedor (inc a), es necesario recordar que el artículo 2198 (ver) prohibía el pacto
comisorio respecto de todas las garantías reales, para evitar que el acreedor se abuse de la situación y se quede con
un objeto cuyo valor supere al monto del crédito que el deudor no puso satisfacer. Esto se considera usurario. No hay
que olvidar que el acreedor, que tiene la cosa en su poder, tiene una situación de superioridad respecto del deudor.
No obstante, en el ámbito de la prenda, el CCC es más flexible. Lo que no puede el acreedor es apropiarse de la cosa
directamente, ni por el precio estipulado en el contrato de prenda. Ocurre que con el transcurso del tiempo el precio
de la cosa puede variar, y es posible que al momento del incumplimiento, su valor sea superior al asignado
originariamente. Si el acreedor se quedara con una cosa cuyo valor es más alto que el previsto al formalizar el
contrario, estaría obteniendo un beneficio indebido. Para evitar esto, el CCC permite al acreedor hacerse dueño de la
cosa, pero por la estimación del valor que de ella se haga al tiempo del vencimiento de la deuda.
Respecto del inciso b, es claro que las partes pueden convenir en el acto constitutivo un procedimiento especial,
distinto al organizado por el Código Procesal. Aquí se aprecia que el carácter autoliquidable de la prenda es uno de
los rangos más sobresalientes del código en la materia. Quien haga la venta deberá recabar información sobre el
precio de plaza del producto (ej: si se trata de un antiguo reloj de marca, se podrá consultar a quienes se dedican a la
venta de antigüedades, publicaciones sobre el tema, etc.).
Rendición de cuentas:
Art 2230.- Rendición de cuentas. Efectuada la venta, el acreedor debe rendir cuentas, que pueden ser impugnadas
judicialmente, pero ello no afecta la validez de la enajenación.
Art 2231.- Documentos con derecho incorporado. La prenda de títulos valores se rige, en lo pertinente, por las
reglas de la prenda de cosas.
Prenda de créditos:
Los créditos no son cosas ni son objetos de posesión, de ahí que el CCC los trate por separado. No obstante, su
prenda es posible, si se reúnen condiciones como que el crédito sea instrumentado, se entregue al acreedor o a un
tercero, y se notifique el deudor del crédito prendado. El desplazamiento hace que el deudor prendario no pueda
disponer de dicho crédito, y le transmite al acreedor la legitimación para exigirlo del deudor, si el obligado no
cumple.
Objeto: Se trata de créditos que constan en instrumentos públicos o privados en lo que se estatuye, a favor del futuro
deudor prendario, un crédito pasible de ser reclamado a un tercero.
Art 2232.- Créditos instrumentados. La prenda de créditos es la que se constituye sobre cualquier crédito
instrumentado que puede ser cedido.
La prenda se constituye aunque el derecho no se encuentre incorporado a dicho instrumento y aunque éste no sea
necesario para el ejercicio de los derechos vinculados con el crédito prendado.
Se aplican supletoriamente las reglas sobre prenda de cosas.
Se exige que el crédito conste por escrito, en un instrumento, ya que debe serle entregado al acreedor o a un tercero,
lo que no sería posible con un crédito que no reúna tal condición. El desplazamiento es relevante para el derecho real
de prenda, lo que llevó a algunos autores a no admitir la constitución de prenda sobre derechos intelectuales, marcas
de fábrica y patentes de invención. En cambio, otros se pronuncian por la afirmativa alegando que el título a ser
entregado al acreedor es el certificado de inscripción en el Registro respectivo. Lo dispuesto por el CCC en el párrafo
segundo del 2232 parece dar la razón a quienes lo admiten.
Requisitos: En suma, para que nazca el derecho real de prenda sobre el crédito pignorado es necesario que concurran
los siguientes requisitos:
Que las partes otorguen el contrato de prenda por instrumento público o privado, el que para ser oponible a
terceros debe tener fecha cierta;
Que el crédito pignorado esté instrumentado, en el sentido que pueda probarse por medio de un documento,
y que el constituyente lo entregue al acreedor prendario o al tercero designado por las partes, y;
Que se notifique la existencia del contrato de prenda al deudor del crédito pignorado.
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
Constitución:
Art 2233.- Constitución. La prenda de créditos se constituye cuando se notifica la existencia del contrato al deudor
del crédito prendado.
Se debe notificar la cesión en garantía al deudor del crédito para que dicha cesión en garantía quede formalmente
constituida y resulte oponible al deudor y frente a terceros.
Facultades y obligaciones del acreedor prendario:
El acreedor no es titular del crédito que recibió en garantía. Si lo fuera, se trataría de una transmisión fiduciaria y no
de una prenda. Por ende, no puede celebrar sobre los créditos gravados transacción o contratos que impliquen su
negociación. Solamente el 2234 le reconoce al acreedor prendario la facultad de cobrar. Este acreedor tiene la
posesión del crédito con la finalidad de restituirlo al deudor si éste cumple con su obligación, pero puede ocurrir que
antes del vencimiento de la obligación garantizada, el crédito cedido en garantía venza, en cuyo caso tiene que
cobrarlo, incluso judicialmente si es necesario:
Art 2234.- Conservación y cobranza. El acreedor prendario debe conservar y cobrar, incluso judicialmente, el
crédito prendado. Se aplican las reglas del mandato.
Si la prestación percibida por el acreedor prendario consiste en dinero, debe aplicar lo recibido hasta cubrir
íntegramente su derecho contra el deudor y en los límites de la prenda.
Si la prestación percibida no es dineraria el acreedor debe proceder a la venta de la cosa, aplicándose el artículo
2229.
La aplicación de las reglas del mandato operaría de la siguiente manera: el titular del crédito es el mandante, y el
acreedor prendario es el mandatario, quien en interés común y por imperativo legar debe conservar y cobrar el
crédito pignorado.
La situación del cobro del crédito varía según en qué consista la prestación:
Prestación dineraria: El acreedor prendario aplica lo recibido hasta cubrir íntegramente su derecho contra el
deudor y en los límites de la prenda. Si el crédito del acreedor prendario aún no es exigible, deberá conservar
el dinero y la prenda subsistirá sobre el dinero (prenda irregular) hasta tanto el acreedor tenga derecho a
cobrar su propio crédito.
Prestación no dineraria: Así, por ejemplo, si el deudor le hubiera dado en prenda al acreedor un contrato de
compraventa que le da derecho a recibir una determinada cosa mueble, el acreedor no puede apropiarse de
esta cosa. Lo que debe hacer es venderla para, con el dinero obtenido, cobrar así su propio crédito.
Art 2235.- Opción o declaración del constituyente. Cuando la exigibilidad del crédito pignorado depende de una
opción o declaración del constituyente, el acreedor prendario puede hacer la respectiva manifestación, por su sola
cuenta si su propio crédito es exigible, y de común acuerdo con aquél en caso contrario.
Si la opción o la declaración corresponden al deudor del crédito dado en garantía, sólo producen efecto si se
comunican al propio acreedor y al prendario.
Son válidos los pactos en contrario que celebran el acreedor prendario y el constituyente de la prenda.
Art 2236.- Participación en contrato con prestaciones recíprocas. Si el crédito prendado se origina en un contrato
con prestaciones recíprocas, en caso de incumplimiento del obligado prendario el acreedor puede enajenar
forzadamente la participación de aquél en dicho contrato, sujeto a las limitaciones contractuales aplicables.
Si la cesión de la participación del constituyente está sujeta al asentimiento de la otra parte de tal contrato, y éste es
negado injustificadamente, debe ser suplido por el juez.
Por participación se entiende el conjunto de derechos y obligaciones derivados del contrato.
Extinción: Respecto de la extinción del derecho real de prenda en general, cabe decir que ello puede ocurrir:
Por vía indirecta: Al ser accesoria, si se extingue la obligación garantizada (ej: por pago) se extingue la
prenda.
Por vía directa: Pero también se puede extinguir la prenda sin que se extinga el crédito. Esto puede suceder
o Por renuncia (abandono del derecho real).
o Por consolidación (que se presentaría si confluyen la propiedad de la cosa y el derecho de prenda en
la misma persona, por ejemplo, acreedor prendario que hereda el objeto prendado).
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
o También se puede destruir la cosa, pero la prenda se extenderá a la indemnización, si existe alguna.
o También se extingue la prenda si se pierde la posesión, en la hipótesis de que el acreedor prendario
restituyera la cosa o el título de crédito recibido.
o Finalmente, el modo especial de extinción de este derecho real es la subasta, o la venta privada, en
cuyo caso los derechos de todos los acreedores se trasladan al precio obtenido.
Respecto, específicamente, de la prenda de créditos, es de aplicación el artículo siguiente:
Art 2237.- Extinción. Extinguida la prenda por cualquier causa sin haberse extinguido el crédito dado en prenda, el
acreedor debe restituir el instrumento probatorio del crédito prendado y notificar la extinción de la prenda al
deudor del crédito prendado.
TURBACIÓN DESAPODERAMIENTO
Consiste en la actividad que obstaculiza o torna más Es la privación absoluta de la posesión o la
gravosa a la posesión o a la tenencia. La molestia tenencia. Algunos de los medios más comunes,
no priva al poseedor del goce de la cosa, pero turba enunciados en el art. 1921, son la violencia, la
su ejercicio. clandestinidad o el abuso de confianza, pero claro
que puede abarcar más supuestos
La turbación es aquella que se produce cuando el El desapoderamiento se da cuando el acto excluye
acto no alcanza a excluir en forma absoluta al de manera absoluta al poseedor o tenedor de su
tenedor o poseedor, sino que obstaculiza o hace relación con la cosa generándole la pérdida total o
gravosa la relación de poder sin despojarlo. parcial de la posesión o tenencia.
Art 2244.- Conversión. Si durante el curso del proceso se produce una lesión mayor que la que determina la
promoción de la acción, el afectado puede solicitar su conversión en la que corresponde a la lesión mayor, sin que
se retrotraiga el procedimiento, excepto violación del derecho de defensa en juicio.
Art 2245.- Legitimación. Corresponden las acciones posesorias a los poseedores de cosas, universalidades de hecho
o partes materiales de una cosa.
Cualquiera de los coposeedores puede ejercer las acciones posesorias contra terceros sin el concurso de los otros, y
también contra éstos, si lo excluyen o turban en el ejercicio de la posesión común. No proceden estas acciones
cuando la cuestión entre coposeedores sólo se refiere a la extensión mayor o menor de cada parte.
Los tenedores pueden ejercer las acciones posesorias por hechos producidos contra el poseedor y pedir que éste sea
reintegrado en la posesión, y si no quiere recibir la cosa, quedan facultados para tomarla directamente.
La norma en análisis se distingue de los arts. 2241 y 2242, en que sus textos no mencionan como legitimados para
ejercer las acciones posesorias a los titulares de relaciones de poder sobre “partes materiales de una cosa”. Sin
embargo, ya el art. 1912 sostiene la posibilidad de ejercer la relación de poder sobre la totalidad o una parte material
de la cosa, tanto por una, como por varias personas.
Puede suceder que dos o más personas sean titulares de relaciones de poder no excluyentes sobre un mismo objeto
(incluso, sin que implique el ejercicio de un derecho real aunque se trate de la posesión). En estos casos de relaciones
de poder de sujeto plural se habla de coposesión o cotenencia.
Art 2246.- Proceso. Las acciones posesorias tramitan por el proceso de conocimiento más abreviado que establecen
las leyes procesales o el que determina el juez, atendiendo a las circunstancias del caso.
Prescripción y caducidad:(sacado del resumen Mati)
Según el art. 2564 inciso b, las acciones posesorias prescriben al año.
El código procesal tiene previsto también el plazo de un año, pero para la caducidad de los interdictos de retener, de
recobrar y de obra nueva, los cuales no podrán ser promovidos después de transcurrido ese plazo desde que se
produjeron los hechos que los fundaren.
6.2Acciones reales. Definición. Enumeración. Conflicto petitorio. Lesiones y finalidad. Legitimación activa:
regla general. Acreedores hipotecarios. Cesionarios. Herederos y legatarios. Cotitulares. Titularidad del
derecho y subsistencia. Indemnización de daños: alternativas
Acciones reales. Concepto:
Art 2247.- Acciones reales. Las acciones reales son los medios de defender en juicio la existencia, plenitud y
libertad de los derechos reales contra ataques que impiden su ejercicio.
Las acciones reales legisladas en este Capítulo son la reivindicatoria, la confesoria, la negatoria y la de deslinde.
Las acciones reales son imprescriptibles, sin perjuicio de lo dispuesto en materia de prescripción adquisitiva.
Cada derecho real está provisto de la consiguiente acción real (o más de una, según el ataque), la que lleva ínsita el
ius preferendi y el ius persequendi, aunque con las limitaciones y excepciones impuestas por el ordenamiento legal.
La división entre acciones reales (in rem) y acciones personales (in personam) resalta en las fuentes romanas, que la
indican como la división fundamental de las acciones. El signficado de esa distinción se vincula estrechamente con la
noción que la doctrina moderna elaboró en torno a la distinción entre los derechso reales y personales. Como los
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derechos personales son relativos, la acción personal sólo puede ser entablada contra quien está obligado al
cumplimiento de la prestación; en cambio, al ser los derechos reales absolutos en el sentido de oponibles erga omnes,
la acción real puede ser deducida contra quien los viole o posea la cosa. Las acciones reales tienen como fundamento
de la demanda la lesión de un derecho real, con prescindencia del dolo, de la culpa y de la capacidad del autor del
hecho objetivamente antijurídico.
La acción reivindicatoria defiende la existencia del derecho real, la negatoria la libertad, y la confesoria la plenitud.
Éstos son los efectos principales de cada acción, pero además, por aplicación de los principios generales, se puede
reclamar como efecto accesorio la indemnización del daño producido. En algunos casos, la reparación puede ser la
única consecuencia, cuando no es posible recuperar el objeto.
Enumeración legal: El 2247 enumera entre las acciones reales legisladas en el último capítulo del libro de derechos
reales a la “reivindicatoria, confesoria, negatoria, de deslinde”. Se infiere que puede haber otras acciones de esta
naturaleza. Se puede considerar a la acción de división del condominio de naturaleza real. Lo mismo sucede con la
acción hipotecaria y la de petición de herencia. Para ciertos autores, la acción de usucapión también revista
naturaleza real.
Finalidad de las acciones reales y lesión que las habilita. Existencia, plenitud y libertad:
Art 2248.- Finalidad de las acciones reales y lesión que las habilita. La acción reivindicatoria tiene por finalidad
defender la existencia del derecho real que se ejerce por la posesión y corresponde ante actos que producen el
desapoderamiento.
La acción negatoria tiene por finalidad defender la libertad del derecho real que se ejerce por la posesión y
corresponde ante actos que constituyen una turbación, especialmente dada por la atribución indebida de una
servidumbre u otro derecho inherente a la posesión.
La acción confesoria tiene por finalidad defender la plenitud del derecho real y corresponde ante actos que impiden
ejercer una servidumbre u otro derecho inherente a la posesión.
Las acciones reales competen también a los titulares del derecho de hipoteca sobre los inmuebles cuyos titulares
han sido desposeídos o turbados o impedidos de ejercer los derechos inherentes a la posesión.
Se trata de defender la existencia, plenitud y libertad de los derechos reales, conforme a la naturaleza de las lesiones.
La existencia se ve comprometida en los casos de desapoderamiento; la libertad, cuando alguien pretende -sin
derecho o en exceso- un derecho real sobre la cosa de otro; y la plenitud, cuando se impide el legítimo ejercicio de
ciertos derechos reales (servidumbres) o de derechos inherentes a la posesión.
Demanda y sentencia:
Art 2249.- Demanda y sentencia. Para el progreso de las acciones reales la titularidad del derecho debe existir al
tiempo de la demanda y subsistir al tiempo de la sentencia.
La solución se muestra demasiado rigurosa, ya que si quien inició la acción no tenía derecho real en ese momento,
pero éste se consolida durante el trámite del juicio, el juez deberá rechazar la demanda, lo que constituye un exceso
de rigor formal que puede favorecer a un poseedor sin derecho. Quizá sería preferible la eliminación de este artículo.
Daño:
Art 2250.- Daño. El actor puede optar por demandar el restablecimiento del derecho real u obtener la
indemnización sustitutiva del daño.
Si opta por el restablecimiento de su derecho, puede reclamar el resarcimiento complementario del daño.
Si opta por obtener la indemnización sustitutiva del daño, pierde el derecho a ejercer la acción real.
Así, por ejemplo, si fue desapoderado de una cosa mueble que se encuentra en poder de un tercero de mala fe, podría
optar por reivindicarla, o bien por reclamar al despojante todo el daño sufrido (el valor de la cosa, la privación del
uso, intereses, etc.). En algunos supuestos la indemnización del daño será la única posibilidad que le quedará al
lesionado y ya no sería, pues, una consecuencia complementaria sino subsidiaria, sustitutiva. Ya no habría opción.
Ello acontecerá, verbigracia, cuando la sentencia se torne de cumplimiento imposible (ej: por destrucción de la cosa,
o cuando la ley le pone límites al alcance de la reivindicación).
Cotitulares. Cosa juzgada:
Art 2251.- Cotitulares. Cosa juzgada. Las acciones reales competen a cada uno de los cotitulares contra terceros o
contra los restantes cotitulares.
Cuando la acción se dirige contra los cotitulares siempre lo es en la medida de la parte indivisa. Cuando se dirige
contra terceros puede tener por objeto la totalidad o una parte material de la cosa, o puede reducirse a la medida de
su parte indivisa. Restablecido el derecho sobre la totalidad o parte material del objeto, el ejercicio por cada
condómino se circunscribe a su parte indivisa.
La cosa juzgada extiende sus efectos respecto de todos los que pudieron ejercer su derecho de defensa en juicio. El
contenido de la sentencia relativo a la indemnización del daño aprovecha o perjudica sólo a los que han intervenido
en el juicio.
6.3 Acción reivindicatoria. Lesión y finalidad. Objetos. Legitimación pasiva. Prueba de título. Reivindicación
de inmuebles. Principios. Sistema de prueba. Reivindicación de muebles registrables. Sistema de prueba.
Reivindicación de muebles no refistrables. Principios. Sistema de prueba. Derecho a reembolso. Alcance.
Efectos de la sentencia.
Es la acción real que tiene por objeto defender en juicio la existencia del derecho real en aquellos casos en que haya
mediado desapoderamiento de la cosa mueble o inmueble, y así obtener su restitución, con el objeto accesorio,
cuando hubiere lugar, de indemnización del daño causado.
Compete, en los supuestos de desapoderamiento, a los titulares de los derechos reales que se ejercen por la posesión
(todos menos la servidumbre), y al acreedor hipotecario.
El titular de una servidumbre no tiene la posesión de la cosa, por lo que no podría ser “desapoderado”, siendo así el
único que no puede incoar una acción reivindicatoria (para él queda reservada la acción confesoria).
Que el tenedor posea para un tercero: puede ocurrir que una persona desapodere al titular del derecho real, se
convierta en poseedor, y que le alquile la cosa a un tercero (tenedor). No cabe deuda de que el demandado
representa la posesión de un tercero, por lo que debe nombrarlo. Producida la nominatio auctoris la acción
RESUMEN CIVIL IV (REALES) – CÁTEDRA: SUREDA – AUTOR: LUCAS PENSIERO
debe dirigirse contra el verdadero poseedor de la cosa, y el tenedor se libera de los efectos de la acción. Si no
produce la declaración, no hay liberación, y el juicio de reivindicación sigue su curso.
Que el tenedor posea para el propio reivindicante: En el caso, la acción procede contra aquel que tiene la
cosa en nombre del propio reivindicante, por haber mediado entre ellos un contrato (ej: locación, depósito,
etc.). El propietario puede dirigir la acción reivindicatoria contra el tenedor a quien él le confió la cosa y la
posee en su nombre, además de la acción personal emergente del contrato.
Respecto del último párrafo, dedicado a la reivindicación de un automotor robado o hurtado, es dable advertir que ya
no se trata de un mero poseedor, sino de un verdadero dueño, dado que tiene a la cosa inscripta a su nombre en el
Registro (y la inscripción es constitutiva). No obstante, al tratarse de un automotor robado/hurtado, la acción es
admisible aun cuando el tercero sea de buena fe.
Reivindicación de inmuebles. Prueba:
Respecto de la prueba en la reivindicación en general, es claro que la controversia versa sobre derechos, a diferencia
del posesorio que tiene por fin el hecho en sí de la posesión. Quien inicia la acción reivindicatoria debe, como
primera medida, justificar su derecho sobre la cosa objeto de la acción, invocando título de dominio o de alguno de
los derechos reales que se ejercen por la posesión, o bien su condición de acreedor hipotecario. En el supuesto de que
el poseedor actual también acredite tener derecho sobre el bien, el reivindicante no sólo debe demostrar su derecho
sobre la cosa, sino, además, que el suyo es mejor.
Art 2256.- Prueba en la reivindicación de inmuebles. Respecto de la prueba en la reivindicación de cosas
inmuebles, se observan las reglas siguientes:
a) si los derechos del actor y el demandado emanan de un antecesor común, se presume propietario quien primero
es puesto en posesión de la cosa, ignorando la obligación anterior, independientemente de la fecha del título;
En el supuesto de este inciso, ambas partes presentan en el juicio títulos de propiedad, y ambos títulos emanan del
mismo autor. El inmueble fue enajenado dos veces por quien fue su dueño. La solución es el resultado de la
aplicación de la teoría del título y modo en la adquisición de los derechos reales, y del principio prior in tempore
potior in jure (el primero en el tiempo prevalece en el derecho. Como se puede apreciar, no importa la fecha del
título, sino la fecha de adquisición del derecho real de buena. Por ende es posible que aquel cuyo título sea posterior
triunfe en el pleito si fue el primero en recibir la posesión y en adquirir el derecho real, si obra de buena fe.
Sin embargo, hay que considerar que no podrá presumirse la buena fe si el título del contrincante había sido
registrado con anterioridad. Así, es necesario analizar este inciso en conjunto con lo dispuesto por el artículo 756: “Si
varios acreedores reclaman la misma cosa inmueble prometida por el deudor, son todos de buena fe y a título
oneroso, tiene mejor derecho: a) el que tiene emplazamiento registral y tradición; b) el que ha recibido la tradición;
c) el que tiene emplazamiento registral precedente; d) en los demás supuesto, el que tiene título de fecha cierta
anterior”.
b) si los derechos del actor y el demandado emanan de diferentes antecesores, el título del reivindicante posterior a
la posesión del demandado, es insuficiente para que prospere la demanda, aunque el demandado no presente título
alguno;
En esta situación, ambas partes presentan títulos de propiedad, pero que emanan de autores distintos, por lo que el
juez deberá examinar cuál de los dos títulos es mejor.
c) si los derechos del actor y el demandado emanan de diferentes antecesores y el título del reivindicante es anterior
a la posesión del demandado, se presume que este transmitente era poseedor y propietario de la heredad que se
reivindica;
En este caso, el demandado no presenta título alguno. Pero para que el título del actor valga más que la posesión del
demandado, ese título debe estar munido de otra condición: ser de fecha anterior a la posesión del demandado. La
solución es lógica, ya que si el título del accionante es posterior a la posesión del tercero, ello implica que le
enajenante no ha podido entregarle la cosa porque estaba poseída por otros, y, por ende, que no adquirió el derecho
real.
d) si los derechos del actor y el demandado emanan de diferentes antecesores, sin que se pueda establecer cuál de
ellos es el verdadero propietario, se presume que lo es el que tiene la posesión.
Subadquirentes de mala fe
Subadquirentes de buena fe pero a título gratuito
Terceros de buena fe, sea o no a título oneroso, que adquirieron una cosa hurtada o perdida.
Art 2258.- Prueba en la reivindicación de muebles no registrables. En la reivindicación de cosas muebles no
registrables:
a) si las partes derivan sus derechos de un antecesor común, prevalece el derecho de la que primero adquiere el
derecho real;
b) si las partes derivan sus derechos de distintos antecesores, prevalece el derecho que se derive del antecesor más
antiguo. Sin embargo, siempre prevalece el derecho que se remonta a una adquisición originaria, aunque sea más
reciente;
c) si la cosa mueble es transmitida sin derecho y a título gratuito, procede la reivindicación si el objeto se encuentra
en poder del subadquirente, aunque éste sea de buena fe.
Por regla, quien reivindica una cosa mueble robada o perdida nada debe pagarle a su vencido, aun cuando sea de
buena fe y a título oneroso, salvo en los supuestos de excepción que regula el artículo 2959:
Art 2259.- Derecho a reembolso. Si se reivindica un objeto mueble no registrable robado o perdido de un poseedor
de buena fe, éste no puede reclamarle al reivindicante el precio que pagó, excepto que el objeto se haya vendido con
otros iguales en una venta pública, o en casa de venta de objetos semejantes, o por quien acostumbraba a venderlos.
Si se trata de una cosa mueble registrable robada o perdida, y la inscripción registral se obtiene de buena fe, el
Poseedores de inmuebles con derecho de poseer, cuando fuesen impedidos de ejercer los derechos inherentes
a la posesión
Los titulares de servidumbres personales activas, cuando fuesen impedidos de ejercerlas
Los acreedores hipotecarios de inmuebles dominantes cuyos poseedores fuesen impedidos de ejercer
derechos inherentes a su posesión
Legitimación pasiva
Contra cualquiera que impida los derechos inherentes a la posesión de otro o sus servidores activas
Prueba