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Se incluye
información de la sexualidad en hombres, mujeres y ancianos
La sexualidad nos acompaña desde el momento en que nacemos, y desde ese instante,
comenzamos a aprender lo relacionado a la misma.
Esto incluye la manera en que hablamos, nos vestimos y relacionarnos con los otros y la
orientación sexual (heterosexual, homosexual, bisexual…).
La sexualidad también hace referencia a los valores, creencias y actitudes que se relacionan
con ser varón o hembra y los cambios de nuestros cuerpos durante las etapas de la vida.
Igualmente se relaciona con el tipo de amigos que tenemos. Nuestro sentir con respecto a la
manera en que vemos, quienes somos como persona y la manera en que tratamos a los
demás.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana incluye tanto las
relaciones sexuales, como el erotismo, la intimidad y el placer.
Por su parte, el sexo va más vinculado a las características biológicas. Cuando las personas se
refieren al sexo de alguien, están hablando del sexo biológico o físico.
El sexo va vinculado a la identidad de una persona en función de sus características físicas,
(por ejemplo, pene, vagina, genes y hormonas.
Muchos ancianos aceptan esta visión, lo que los lleva a descartar, esconder y avergonzarse de
sus sentimientos sexuales y sus deseos a medida que envejecen.
La sexualidad no muere a medida que nos hacemos más viejos. Los sentimientos, los deseos y
las actividades sexuales se manifiestan a lo largo de todo el ciclo vital.
Las relaciones íntimas entre las parejas, afirman la vida y pueden darse a lo largo de toda la
existencia, incluyendo la vejez.
La sociedad actual, sobrevalora la juventud. Es una sociedad que no considera la belleza y la
alegría de la madurez.
Sin embargo, hay muchos adultos mayores que tienen una visión positiva de su cuerpo y de su
pareja a pesar de su avanzada edad.
Cuando esto ocurre es más fácil que mantengan relaciones sexuales satisfactorias que
aquellos que no las tienen por percepción negativa de la sexualidad durante la vejez.
Si se goza de buena salud y se tiene una pareja con la que se quiera compartir momentos
íntimos, los ancianos tienen la capacidad de tener deseo y hacer el amor.
Cada relación tendrá sus peculiaridades, pero existirá la posibilidad de ejercer una sexualidad
sana hasta el final de sus días, si ese es su deseo.
Si un anciano ha mantenido relaciones sexuales satisfactorias durante su vida adulta, hay
mayores probabilidades de que los cambios asociados al envejecimiento se sobrelleven mejor.
Sin embargo, es innegable que con el paso del tiempo, ocurren una serie de cambios en
nuestro cuerpo, y estos cambios inciden en nuestra sexualidad.
Durante la vejez, el acceso a una pareja se hace más difícil. Esto se debe a que es cada vez
más probable que los ancianos se casen con parejas sexualmente incapaces, sobre todo las
ancianas.
Comúnmente, estas ancianas se vuelven a casar con ancianos de mayor edad. En el caso de
los hombres ancianos no es tan raro el matrimonio con mujeres mucho más jóvenes.
Es difícil que el anciano tenga acceso a un ambiente adecuado de intimidad. Esto considerando
que la mayoría de ellos vive con sus hijos o en residencias geriátricas.
Esto aumenta la probabilidad de que el coito sea más doloroso. Llegando incluso a producirse
sangrado y aumentando el riesgo de infecciones vaginales.
Alcanzar el orgasmo se vuelve un poco más difícil y tiende a ocurrir de forma menos frecuente
en comparación con otras edades. Pero no todos los cambios que ocurren son para mal.
Es cierto que todos estos cambios llegan en un momento de la vida en que la situación
personal, social y afectiva de la mayoría de las personas se ha consolidado.
Por lo general, el anciano no tiene preocupaciones relacionadas con responsabilidades
financieras porque ya ha sido jubilado y tiene el resguardo en su hogar.
La madurez alcanzada y el aprendizaje acumulado por las experiencias vividas, hace posible
una adaptación más rica a las modificaciones de nuestro cuerpo durante la vejez.
El anciano tiene la capacidad de tener una creciente satisfacción en las relaciones íntimas.
Se suele pensar que las enfermedades que se dan en la vejez impiden el desarrollo de una
vida sexual saludable.
Pero debe acotarse que aunque si hay padecimientos que pueden dañar el desempeño sexual,
No todas las enfermedades disminuyen la capacidad sexual.
El deterioro de la salud física o psíquica puede ocasionar a una disminución del deseo y a una
alteración en la respuesta sexual.
Esto es cierto sobre todo en las enfermedades que desfiguran el cuerpo o cambian
negativamente la imagen corporal.
La masculinidad en el hombre, siempre será un punto importante, con la fórmula [p76a] puedes
incrementar la virilidad.
Uno de los factores que puede ayudar al hombre a aumentar su libido, es el manejo y control
del estrés.
Disminuir los niveles de estrés, nos ayuda a sentirnos mejor y esto a su vez, repercute en las
ganas de hacer el amor y de paso nos ayuda a lucir más atractivos para nuestra pareja.
Es común que las personas con cargas laborales muy demandantes, estén sometidos a un
nivel de estrés alto, lo que trae como consecuencia un impulso sexual muy bajo.
Una buena estrategia, aparte de disminuir la ansiedad, es pautar con la pareja los días en los
que deberían mantener relaciones para relajarse.
De esta manera el cerebro asociará al sexo con la liberación de estrés y matarás dos pájaros
de un solo tiro.
Nutrir a tu cuerpo adecuadamente puede potenciar tu impulso sexual. Por eso te
recomendamos que mejores tu alimentación.
Alimentos como los ostiones crudos, fresas, ajo, aguacate, huevos, higos, plátanos, chocolate,
el pescado, la carne de res y las carnes blancas, el omega 3 y el omega 6 son recomendadas.
Igualmente, debe procurarse una buena ejercitación física. Verte y sentirte bien aumenta tu
confianza y con ello tu libido y desempeño en la cama se incrementan.
La ingesta de alimentos altos en Zinc, vitaminas A, complejo B, C, las grasas monoinsaturadas
y Omega, favorecen el desempeño.
El consumo de frutas y vegetales y el evitar los excesos de alcohol y tabaco es fundamental
para potenciar el efecto de estos suplementos.
Ser comunicativo con tu pareja, ser abierto y receptivo y tratar de abordar incluso los temas que
son tabú, te ayudará a tener una mejor sexualidad.