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Etapas del desarrollo de la sexualidad

En la infancia
Desde la visión de la vida sexual del ser humano como algo flexible, cambiante y
en permanente proceso de transformación, se capta en toda su hondura la
realidad del hecho sexual. La sexualidad no tiene una sola función, ni es algo
particular de un periodo de la vida del ser humano. No es algo rígido desde que
nacemos hasta nuestra muerte. Cada etapa de nuestra vida tiene sus
peculiaridades y la sexualidad no es ajena a esta realidad. Por ello, una visión
positiva, enriquecedora y responsable de las bondades del sexo permite disfrutar
de lo bueno de nuestra sexualidad en cada uno de los periodos de la vida.
La infancia, a la que se ha considerado un periodo asexuado de la vida tiene, por
el contrario, una gran importancia en la formación del ser sexuado. Cuando nacen,
la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual poco diferenciado. A
excepción de los órganos genitales, distintos en cada sexo, el comportamiento
motor y sensorial es semejante en ambos.Primer año de vida
En este periodo la relación entre el bebé y su madre tiene un efecto modelador de
enorme importancia. Hay autores que hablan de que la vinculación en el contacto,
el apego y la separación van a constituir el núcleo de la personalidad y la
sexualidad del sujeto en el futuro.
De los 2 a los 6 años
En esta etapa de la vida del niño y la niña hay una serie de cambios
fundamentales (motores e intelectuales) para su desarrollo en general y que
tendrán un significado especial para el desarrollo sexual.
De los 7 a los 10 años
En este periodo el niño y la niña son más autónomos, se manejan mejor en el
mundo real y conocen su identidad
sexual. Por otra parte, la escuela
adquiere una mayor importancia en su
desarrollo, aunque de poco sirve en esta
disciplina si el mundo académico
continúa sin aportar ningún tipo de
educación sexual reglada. Es un periodo
en el que las prohibiciones en todo lo
concerniente a lo corporal y a lo sexual
se hacen mucho más explícitas. De ahí
que las conductas sexuales se hagan menos espontáneas y abiertas, sean más
sutiles y ocultas, y logren pasar desapercibidas a ojos de los adultos.
Descubriendo la sexualidad en la adolescencia (13-19 años)
En esta etapa, ocurre un
aumento repentino en el interés
sexual. Producto de los diversos
cambios corporales y la toma de
consciencia sobre ellos.
Adicionalmente, se genera un cambio
y elevación en los niveles hormonales,
sumado a un énfasis cultural sobre el
sexo y el ensayo de los roles adultos.
Los cambios corporales de esta etapa
Se ve marcada, sobre todo, por el hecho de que los adolescentes están
físicamente preparados para procrear y tener hijos. No obstante, no están
preparados psicológicamente para hacerlo.
Procesos como la menstruación en las mujeres y la eyaculación en los hombres,
son las muestras de que el aparato reproductivo está funcionando con normalidad.
Adicionalmente, hay caracteres sexuales primarios, secundarios y terciarios que
preparan al adolescente y lo acercan más a su cuerpo de adulto.
Para los varones, los niveles de testosterona tienen una fuerte relación con la
actividad sexual, coito, masturbación o grado de excitabilidad.
La sexualidad a nivel social
Esta es una etapa donde la relación entre los pares es muy importante debido a
que el grupo social es su principal referente. En consecuencia, muchas
actividades a nivel sexual las realizan debido a cierta “presión social” del grupo.
De igual manera, es una etapa en la que muchos
adolescentes experimentan hasta descubrir su orientación sexual (Papalia et al.,
2009). Esto, por supuesto, no es una decisión fácil, puede vivirse como un posible
conflicto en su identidad que incluye un costo emocional, personal, familiar y
social.
Por ello, es importante que el adolescente tenga la guía adecuada de un adulto.
Especialmente de los padres, para poder orientar cualquier duda que tenga, lejos
de cualquier juicio de valor personal.
Es, precisamente en este momento de la vida, donde existe una mayor curiosidad
sexual y es muy común que los adolescentes traten de probar y experimentar la
mayor cantidad de formas de vivir su sexualidad.
Métodos anticonceptivos
El método anticonceptivo es cualquier
método usado para prevenir el
embarazo. Otra forma de decir
método anticonceptivo es
"anticoncepción".
Si tiene relaciones sexuales sin
métodos anticonceptivos, existe la
posibilidad de que pudiera quedar
embarazada. Esto es así incluso si
aún no ha empezado a tener períodos menstruales o si se está acercando a la
menopausia.
La única forma segura de prevenir el embarazo es no tener relaciones sexuales.
Pero encontrar un buen método anticonceptivo que pueda utilizar cada vez puede
ayudarla a evitar un embarazo no planeado.
Cuando hablamos de sexualidad, no solo hablamos de sexo, también se habla de
identidad (características propias de las personas), roles sexuales, orientación,
erotismo, placer, intimidad, reproducción y salud. Por ello, los métodos de
planificación familiar, mejor conocidos como métodos anticonceptivos, son parte
fundamental para poder disfrutar y vivir plenamente una vida sexual sana.
Los métodos anticonceptivos, son una pieza fundamental para la salud pública.
Son sustancias, objetos o procedimientos que evitan embarazos o infecciones de
transmisión sexual. Esto ayuda a que las parejas puedan decidir si desean o no
tener hijos y en qué momento tenerlos. También previenen el contagio de
enfermedades de transmisión sexual, reduciendo las complicaciones y muertes
que algunas de estas llegan a provocar.
Ventaja
 Regulan el ciclo menstrual
 Disminuye el dolor
 Reduce los cambios de humor
 Disminuye el acné
 Reduce el vello facial
 Disminuye el riesgo del cáncer endometrial y ovárico
 Disminuye los síntomas de endometriosis
 Reduce los síntomas de amenorrea
 
Desventaja
 Puede aumentar el colesterol, los ataques cardíacos y los accidentes
cerebrovasculares.
 Sangrado irregular. Puede producir cambios en el periodo menstrual, es
decir, adelantarse, retrasarse o no bajar.
 Manchado intermensual durante los tres primeros meses de utilización.
 Hinchazón abdominal.
 Sensibilidad de los senos. Aumento del tamaño de los pechos.
 Náuseas de carácter leve al comenzar el tratamiento.
 Cambios en el estado de ánimo. Depresión u otros cambios emocionales
negativos.
 Aumento de peso debido a la retención de líquidos en las áreas de los
pechos y caderas.
 Dolores de cabeza.
 Ligero sangrado vaginal o flujo de color café.
 Coágulos de sangre, especialmente en las fumadoras y las mujeres
mayores de 35 años.

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