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Juan Antonio Laviada Cáceres

Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de la


Ciudad de México.
País de residencia: México.
Correo electrónico: jlaviada@gmail.com

El espacio sagrado en la caverna Paleolítica

La ponencia pretende repensar la concepción del espacio sagrado desde algunos


binomios: sagrado-profano, templo-cueva y luz-oscuridad. El punto de partida para
tal relectura será enfocarse en los inicios de la historia humana: la prehistoria. La
caverna Paleolítica se sincroniza con el origen de nuestra especie, en particular
con la capacidad de “deconstruir mentalmente tanto el mundo exterior como sus
experiencias interiores y plasmarlos en símbolos abstractos, los cuales
empleamos para generar nuevas versiones de la realidad” 1. La mente humana se
enfrenta en la cueva a un ambiente de privación sensorial, al cruzar el dosel de la
gruta se penetra en un reino alucinatorio que tiene sus propias condiciones de
causalidad y transformación. Las paredes de roca se convierten en membranas
permeables que conectan con el mundo de los espíritus animales, las pinturas
rupestres revelan una película mediadora para ingresar al mundo sobrenatural. El
templo cristiano y la caverna prehistórica son lugares de alta densidad simbólica
donde lo sagrado se manifiesta, sin embargo, el templo conforma un recorte frente
a su medio circundante. Esta demarcación fija límites que acotan una
circunscripción en la que se manifiesta lo sagrado. Hacer templo es producir
clareado en la densidad umbría de la selva, al edificarse divide el espacio en dos
dimensiones opuesta e irreconciliables, lo sagrado y lo profano. En contraste, la
caverna prehistórica se mantiene como un continuo donde tales binomios carecen
de sentido. El enclave rocoso conforma una matriz natural donde los sagrado se
manifiesta sin su contrario. El templo-cueva comparten la luz y oscuridad como

1
TATERSALL, I., A golpe de suerte. Investigación y ciencia. Noviembre (2014), pp. 35-39.
dimensiones hierofánicas, en el primero, la luz inunda el espacio como
manifestación de la divinidad, mientras que en la cueva se va al mundo de la
oscuridad donde se descubren los animales espíritu en las circunvoluciones de las
rocas. Al dejar el mundo de la luz, los artistas paleolíticos fijaron en las paredes
sus experiencias interiores plasmándolas en símbolos abstractos.

Palabras clave: Paleolítico, caverna, sagrado, profano, templo, prehistoria, luz-


oscuridad.

Bibliografía mínima:

LEWIS-WILLIAMS, D., La mente de la caverna. Madrid, Akal, 2016.


TRIAS, E., La edad del espíritu. Barcelona, Destino 1994.
TATERSALL, I., El mundo desde sus inicios hasta 4000 a.C. FCE. 2014.

Línea temática: Arte sacro ¿para qué?

Reseña curricular:

Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de la


Ciudad de México. 2008-
Estudios:
Licenciatura en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Mención Honorífica. Tesis: “Pasos para una hermenéutica del diálogo
interreligioso. Las hermenéuticas de la religión de Clifford Geertz, Mircea Eliade y
Raimundo Panikkar.”
Licenciatura en Teología en la Escuela de Teología de la Universidad
Intercontinental. Mención Honorífica. Tesis: “Ecofeminismo: Una nueva imagen,
modelo y simbólica de Dios”.
Maestría en Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México en el
área de Estética, Filosofía de la Cultura y Filosofía de la Religión. Mención
Honorífica. Tesis: “La «geografía sagrada» en las imágenes y en el mapamundi
del Beato de Liébana”
Máster en Estudios Medievales. Universidad Complutense de Madrid. Trabajo
de fin de Máster: “La Jerusalén Celeste en el stemma codicum de los Beatos.”

Experiencia docente: Universidad Iberoamericana, Universidad Intercontinental,


Universidad del Claustro de Sor Juana, Instituto Franciscano de Filosofía y
Teología, Colegio de Estudios Teológicos de la Compañía de Jesús.

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